El Mío Cid
El Mío Cid
El Mío Cid
El juglar era el que divertía al rey, a los nobles o al pueblo. Se ganaba la vida ante un
público para recrearlo con la música, la literatura, la charlatanería o con juegos de manos,
de mímica, de acrobacia,... También servían como órganos de publicidad y de influencia en
la opinión.
A lo largo de los siglos los romances se han visto influenciados por raíces germánicas, (la
crueldad de las venganzas de la mujer), francesas, debido a las numerosas peregrinaciones
a Santiago, y arábigas (las "alcuzas", semejantes a nuestra épica).
Partes y argumento
El Poema se divide en tres partes o cantares: cantar del Destierro, Cantar de las
bodas y Cantar de la afrenta de Carpes
Cantar I. Cantar del Destierro:
El Cid sale de Vivar, dejando sus palacios desiertos y llega a Burgos, donde nadie se
atreve a darle asilo por temor a las represalias del rey. Una niña de nueve años le ruega que
no intente la ayuda por la fuerza para no perjudicar a los moradores de la posada. En la
ciudad se aprovecha de la avaricia de unos judíos. El Cid se dirige al monasterio de San
Pedro de Cardeña, para despedirse de su esposa, doña Jimena, y de sus dos hijas, a las que
deja confiadas al abad de dicho monasterio. Entra luego en tierra de moros, asalta la villa de
Castejón y vence a los moros en varias ocasiones, recogiendo un rico botín del que envía
parte al rey; continúa sus correrías y derrota y prende al conde Barcelona, liberándole poco
después.
Los infantes de Carrión quedan en ridículo ante los cortesanos del Cid por su cobardía
en el campo de batalla y por el pánico que demuestran a la vista de un león escapado.
Deciden entonces vengar las burlas de que han sido objeto, para ello parten de Valencia
con sus mujeres y, al llegar al robledal de Carpes las abandonan, después de azotarlas
bárbaramente. El Cid pide justicia al rey. Convocadas las cortes en Toledo, los guerreros del
Campeador desafían y vencen a los infantes, que son declarados traidores. El Poema con las
nuevas bodas de las hijas del Cid, doña Elvira y doña Sol, con los infantes de Navarra y
Aragón.
Estructura
En el poema hay dos tramas que se cruzan:
El tema del deshonor: eje central de la obra, motivado por el injusto destierro del Cid ;
continúa con el progresivo engrandecimiento del Cid mediante sus victorias y las
riquezas que éstas le procuran y finalmente se describe la entrada triunfal del Cid en
Valencia
Las bodas de las hijas del Cid y el injusto trato que estas reciben por parte de los
infantes de Carrión: esto motiva que el Cid obtenga la culminación de su honor.
Finalmente las hijas del Cid se casan con los infantes de Navarra y Aragón.
Aspectos formales: métrica y estilo
Métrica:
Característica: versificación irregular : medida de los versos oscila entre las 10 y las 20
sílabas, aunque se aprecia un predominio de los de 14, 15 y 13 con hemistiquios de 6, 7 y 8
sílabas combinados preferentemente en 7 + 7, 7 + 8 y 6 + 7. Los versos están agrupados en
series o tiradas que encierran una misma idea, cuya asonancia es más o menos continua.
Suele cambiarse la asonancia cuando la narración da paso al discurso directo o viceversa y
cuando una nueva escena o tema.
Estilo:
Con el propósito de ennoblecerlos el poeta dota a los personajes de cualidades
excelentes mediante el epíteto épico - "el que en buen hora nació", "el bueno de Vivar", o
de adjetivos caracterizadores, ponderativos o afectivos que se extienden no sólo al héroe,
sino también a su mujer, a su caballo, ... Visualiza las escenas de emocionantes mediante
expresiones deícticas, señaladores - afectos (hemos aquí), veredas - porque presupone un
auditorio ; en estos casos el autor se introduce en la obra haciendo sus propios
comentarios. El vocabulario que alude a prácticas legales, usos feudales, arte de la guerra y
ropajes es amplio y sirve para dar a conocer costumbres y modos de vida. Se usa con cierta
frecuencia el ablativo absoluto. Hay pleonasmos - llorando de los ojos - que intensifican la
expresión emotiva. Se suelen anteponer el artículo al adjetivo, con lo que se le individualiza
y se le atribuye la cualidad en exclusiva - Castilla la gentil, Valencia la clara. Abundan las
descripciones de personas, batallas y lugares. Para terminar hay que destacar la claridad,
simplicidad y a la vez severa grandeza que el poeta confiere a la narración que discurre con
rapidez y viveza (dinamismo). La ornamentación es sobria y la adjetivación escasa. La
expresión adquiere una infinita gama de matices que van desde lo finamente irónico a lo
dramático.
Temas
En primer lugar se señala el tema del restablecimiento del honor del héroe, perdido a
causa del destierro. Entonces el concepto del honor equivalía a "posición o rango social".
La ascensión del Cid al poder es otro de los temas. El destierro que sufre el héroe
supone el desamor del rey y la muerte jurídica del Cid. Para conseguir el poder lucha y gana
batallas y riquezas a las que se les concede gran importancia en la obra. En la lucha por el
poder son importantes las hijas, por las que siente gran ternura, pero las mueve en el
tablero según sus conveniencias como cualquier señor medieval.
Sin embargo, la intensa exaltación priva al texto de cierta imparcialidad y exactitud que,
cosa que, por otra parte, tampoco era buscada por el autor.
El realismo es otro valor añadido al Poema. Las batallas, los lugares geográficos citados,
las costumbres, vestidos y comida, aparecen descritos con fidelidad y con una base real.
Artículos relacionados