Texto Biblico para Mi Hermana Ana
Texto Biblico para Mi Hermana Ana
Texto Biblico para Mi Hermana Ana
46
Vino pues Jesús otra vez á Caná de Galilea, donde había
hecho el vino del agua. Y había en Capernaum uno del rey,
cuyo hijo estaba enfermo.
47
Este, como oyó que Jesús venía de Judea á Galilea, fué á él,
y rogábale que descendiese, y sanase á su hijo, porque se
comenzaba á morir.
48
Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y milagros no
creeréis.
49
El del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera.
50
Dícele Jesús: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó á la palabra
que Jesús le dijo, y se fué.
51
Y cuando ya él descendía, los siervos le salieron á recibir, y
le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive.
52
Entonces él les preguntó á qué hora comenzó á estar mejor.
Y dijéronle: Ayer á las siete le dejó la fiebre.
53
El padre entonces entendió, que aquella hora era cuando
Jesús le dijo: Tu hijo vive; y creyó él y toda su casa.
54
Esta segunda señal volvió Jesús á hacer, cuando vino de
Judea á Galilea.
Mateo 8:24-27
24 Y he aquí, fué hecho en la mar un gran movimiento, que el
barco se cubría de las ondas; mas él dormía.
25 Y llegándose sus discípulos, le despertaron, diciendo:
Señor, sálvanos, que perecemos.
26 Y él les dice: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe?
Entonces, levantándose, reprendió á los vientos y á la mar; y
fué grande bonanza.
27 Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es
éste, que aun los vientos y la mar le obedecen?
Mateo 8:28-34 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Muerte de Lázaro
Resurrección de Lázaro
38
Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro.
Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima.
39
Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había
muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.
40
Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de
Dios?
41
Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el
muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias
te doy por haberme oído.
42
Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la
multitud que está alrededor, para que crean que tú me has
enviado.
43
Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: !!Lázaro, ven fuera!
44
Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con
vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo:
Desatadle, y dejadle ir.