Libro Agroindustria-Comercio-Mercados VersionDefinitiva 28ene2010 PDF
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AGRICULTURA, CIENCIA Y
SOCIEDAD RURAL: 1810-2010
AGROINDUSTRIA,
COMERCIO Y
MERCADOS
Coordinación General
Bernardino Mata García
Ma. Rosario García Mateos
Coordinación Temática
Salvador Valle Guadarrama
Abraham Z. Villegas-de Gante
Luis Ramiro García-Chávez
J. Joel E. Corrales-García
Francisco Pérez-Soto
María Ofelia Buendía-González
Myriam Sagarnaga-Villegas
Fernando Cervantes-Escoto
Gerónimo Barrios-Puente
Ema Maldonado-Simán
Gilberto Aranda-Osorio
J. Reyes Altamirano-Cárdenas
Enero, 2010
IV. AGROINDUSTRIA, COMERCIO Y MERCADOS
AUTORES
J. Reyes Altamirano-Cárdenas
Centro de Investigaciones Económicas Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria y la
Agricultura Mundial (CIESTAAM). Universidad Autónoma Chapingo
ciestaam@correo.chapingo.mx
Nicté Álvarez-Castro
Departamento de Ingeniería Agroindustrial. Universidad Autónoma Chapingo
nacu8@hotmail.com
Gilberto Aranda-Osorio
Departamento de Zootecnia. Universidad Autónoma Chapingo
garanda@correo.chapingo.mx
Gerónimo Barrios-Puente
División de Ciencias Económico-Administrativas. Universidad Autónoma Chapingo
gbarrios_puente@yahoo.com.mx
Fernando Cervantes-Escoto
Centro de Investigaciones Económicas Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria y la
Agricultura Mundial (CIESTAAM). Universidad Autónoma Chapingo
lacteos04@gmail.com
Alfredo Cesín-Vargas
Centro de Investigaciones Económicas Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria y la
Agricultura Mundial (CIESTAAM). Universidad Autónoma Chapingo
alfredo.cesin@gmail.com
J. Joel E. Corrales-García
Departamento de Ingeniería Agroindustrial. Universidad Autónoma Chapingo
joelcorrales@hotmail.com
Ignacio Covarrubias-Gutiérrez
Departamento de Ingeniería Agroindustrial. Universidad Autónoma Chapingo
icovag@gmail.com
Esther Figueroa-Hernández
Universidad Autónoma del Estado de México
esfigue_3@yahoo.com.mx
ii
Luis Ramiro García-Chávez
Departamento de Ingeniería Agroindustrial. Universidad Autónoma Chapingo
lrgarciachavez@gmail.com
Mariano González-Alcorta
Departamento de Zootecnia. Universidad Autónoma Chapingo
marianojga@hotmail.com
Ema Maldonado-Simán
Departamento de Zootecnia. Universidad Autónoma Chapingo
maldonadoema@yahoo.com.mx
Bernardino Mata-García
Departamento de Sociología Rural. Universidad Autónoma Chapingo
bmatag@hotmail.com
Ricardo Mendoza-Mondragón
Consejo Mexicano del Arroz A. C.
ricardo_mendozam@yahoo.com.mx
Nicolás Morales-Carrillo
Centro Regional Universitario Centro-Norte. Zacatecas. Universidad Autónoma Chapingo
nmoralc@megared.net.mx
Hernán E. Pérez-Camargo
División de Ciencias Económico-Administrativas. Universidad Autónoma Chapingo
hernan_efra@yahoo.com.mx
Francisco Pérez-Soto
División de Ciencias Económico-Administrativas. Universidad Autónoma Chapingo
perezsotof@hotmail.com
Marcos Portillo-Vázquez
División de Ciencias Económico-Administrativas. Universidad Autónoma Chapingo
mportillo49@yahoo.com.mx
Luis F. Ramayo-Ramírez
Departamento de Ingeniería Agroindustrial. Universidad Autónoma Chapingo
luisf4517@yahoo.com.mx
Marco F. Ramírez-Sepúlveda
Departamento de Ingeniería Agroindustrial. Universidad Autónoma Chapingo
mfavio42@hotmail.com
iii
María Cristina Robles-Zavalija
Departamento de Preparatoria Agrícola. Universidad Autónoma Chapingo
mariacristinarobles@hotmail.com
Agustín Ruíz-Flores
Departamento de Zootecnia. Universidad Autónoma Chapingo
aruizfl959@hotmail.com
L. Myriam Sagarnaga-Villegas
Departamento de Zootecnia. Universidad Autónoma Chapingo
myriamsagarnaga@gmail.com
Armando Santos-Moreno
Departamento de Ingeniería Agroindustrial. Universidad Autónoma Chapingo
armandosantos_m@hotmail.com
Hermilo Suárez-Domínguez
Departamento de Zootecnia. Universidad Autónoma Chapingo
suarezhermilo@aol.com
Ramón Valdivia-Alcalá
División de Ciencias Económico-Administrativas. Universidad Autónoma Chapingo
ramval@correo.chapingo.mx
Salvador Valle-Guadarrama
Departamento de Ingeniería Agroindustrial. Universidad Autónoma Chapingo
svalle77g@gmail.com
iv
CONTENIDO
Capítulo 1 1
Agricultura, ciencia y sociedad rural: 1810-2010
Bernardino Mata-García
Capítulo 2 15
Agroindustria, comercio y mercados: introducción
Salvador Valle-Guadarrama
Capítulo 3 30
Marco conceptual para el estudio de la agroindustria mexicana
Abraham Villegas-de Gante; Fernando Cervantes-Escoto; J. Reyes Altamirano-Cárdenas
Capítulo 4 61
Principales tendencias de la agroindustria
Luis Ramiro García-Chávez; Ignacio Covarrubias-Gutiérrez
Capítulo 5 88
Principales políticas aplicadas al sector agropecuario durante la última
década del siglo XX y la primera del siglo XXI
Francisco Pérez-Soto; Gerónimo Barrios-Puente; Marcos Portillo-Vázquez; María Cristina
Robles-Zavalija
Capítulo 6 105
Impacto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en el sector
rural de México
Gerónimo Barrios-Puente; Hernán E. Pérez-Camargo; Francisco Pérez-Soto; Esther
Figueroa-Hernández; Marcos Portillo-Vázquez
Capítulo 7 155
La modernización del mercadeo de productos agropecuarios
Gerónimo Barrios-Puente; Octavio Díaz De León-Pacheco; Francisco Pérez-Soto; Marcos
Portillo-Vázquez; Esther Figueroa-Hernández; Ramón Valdivia-Alcalá
Capítulo 8 190
La inocuidad agro-alimentaria en México
Joel Corrales-García; Nicte Álvarez-Castro
Capítulo 9 219
Situación y perspectivas del sector cárnico en México
L. Myriam Sagarnaga-Villegas; José María Salas-González; Gilberto Aranda-Osorio;
Hermilo Suárez-Domínguez; Pedro Arturo Martínez-Hernández; Mariano González-
Alcorta; Marco F. Ramírez-Sepúlveda
Capítulo 10 250
Calidad e inocuidad de los productos cárnicos
Ema Maldonado-Simán; Agustín Ruiz-Flores
v
Capítulo 11 260
El sistema agroindustrial lácteo en México
Fernando Cervantes-Escoto; Abraham Z. Villegas-de Gante; Alfredo Cesín-Vargas;
Armando Santos-Moreno
Capítulo 12 293
Redimensionamiento de la agroindustria de la caña de azúcar en México
Luis Ramiro García-Chávez
Capítulo 13 316
Algunos aspectos de la producción agroindustrial de café en México
Francisco Pérez-Soto; Esther Figueroa-Hernández; Gerónimo Barrios-Puente; Marcos
Portillo-Vázquez
Capítulo 14 345
Importancia y perspectivas del maíz, trigo, arroz y frijol en México
María Ofelia Buendía-González; Nicolás Morales-Carrillo; Ricardo Mendoza-Mondragón;
Abraham Z. Villegas-de Gante; Luis F. Ramayo-Ramírez
Capítulo 15 393
Conclusiones
Salvador Valle-Guadarrama; Luis R. García-Chávez; Abraham Z. Villegas-de Gante; Joel
Corrales-García; Francisco Pérez-Soto; Ma. Ofelia Buendía-González; Gilberto Aranda-
Osorio; Myriam Sagarnaga-Villegas; Fernando Cervantes-Escoto; Gerónimo Barrios-
Puente; Ema Maldonado-Simán; Nicolás Morales-Carrillo
vi
CAPÍTULO 1
AGRICULTURA, CIENCIA Y SOCIEDAD RURAL: 1810-2010
Bernardino Mata-García
INTRODUCCIÓN GENERAL
1
histórico-social de nuestro país y la fundamentación de cada uno de los Ejes
Temáticos que constituyen la Colección.
Antecedentes
México es un país, cuya historia y desarrollo social muestra singularidades
especiales en el origen y desarrollo de la agricultura y de la ciencia. En el caso de la
agricultura, se destaca la laboriosidad y acuciosidad de los pueblos originarios para
crear la planta de maíz a partir del teozintle y los asombrosos avances, para la época
prehispánica, de los cultivos en chinampas. En el caso del desarrollo de la ciencia,
que ocurre en estrecha relación con el progreso material de la sociedad, se han
constatado los aportes de la escritura maya, el sistema vigesimal de numeración y su
notación simbólica, la invención y uso del cero, la precisión del calendario, las
observaciones y cálculos astronómicos, la fabricación de papel y la medicina
herbolaria, entre otros avances de la ciencia indígena.
2
Así, a la llegada de los extranjeros conquistadores, un sacerdote de Tizimín,
Yucatán, profetizó: “¡Ay¡ ¡Entristezcámonos porque llegaron¡ ¡Ay del Itza, brujo de
agua, que vuestros dioses no valdrán ya más¡… Inhumanos serán sus soldados,
crueles sus mastines bravos… ¡Ay de vosotros, mis hermanos menores, que en el 7
ahau katún tendréis exceso de dolor y exceso de miseria, por el tributo reunido con
violencia … Preparaos a soportar la carga de la miseria que viene a vuestros pueblos
porque este katún que se asienta, es katún de miseria¡” (Ceballos, 2007).
3
surgimiento de irrupciones de violencia social y que traería como consecuencia, en
1810, la insurrección nacional por la Independencia de México que culminó, en 1821,
con la entrada del Ejercito Trigarante a la Ciudad de México.
“De los numerosos rasgos importantes del capitalismo que se desarrolló en México
resalta la articulación de relaciones de producción capitalistas y no capitalistas a
través de la vigorización de la hacienda. Es decir, este desarrollo que combinó la
llamada “vía junker” (hacienda) con la denominada “vía farmer” (ranchos y pequeñas
propiedades), fue posible en la medida que la hacienda absorbió casi la totalidad de
4
las comunidades campesinas en su interior, sin alterar formalmente las relaciones de
producción internas y, en cambio, los ranchos se multiplicaron con base en trabajo
asalariado. Otra característica estrechamente vinculada con la anterior, fue que las
clases sociales correspondientes a la formación capitalista no se desarrollaron
totalmente en ese entonces. La burguesía se enseñoreó y las clases explotadas se
encontraron en una condición intermedia de explotación entre proletariado y
servidumbre. Las excepciones fueron los mineros, los trabajadores industriales y los
ferrocarrileros” (De la Peña, 1979).
Todo lo anterior definía una serie de situaciones contradictorias dentro del desarrollo
capitalista a principios del siglo XX y ello comenzó a generar una efervescencia entre
las clases sociales, que se inició con presiones, conflictos y enfrentamientos, hasta
culminar con la lucha armada o la revolución burguesa (1910-1917), que se
desarrolló entre la burguesía más progresista, aliada con peones de las haciendas,
campesinos y el proletariado, y la clase dominante que estaba constituida, en gran
parte, por la oligarquía hacendaria.
5
país donde la mayoría de los bienes y servicios públicos, sobre todo para el medio
rural, se han privatizado.
Sin embargo, en lo que no ha sido posible cambiar y trascender, aun con los grandes
avances educativos, científicos y tecnológicos, es en el problema de la pobreza; ya
que si a principios de siglo este problema existía, dado que constituye una premisa
para el sustento del propio sistema capitalista, los recursos naturales y productivos
no se encontraban bajo la presión de una población en constante aumento y, mucho
menos, enfrentaban la drástica reducción de los apoyos gubernamentales para la
producción agropecuaria que se vive actualmente y que ha ocasionado la pérdida de
soberanía alimentaria del país. En este contexto, en los últimos años, el medio rural
de México se ha vestido de un nuevo concepto denominado “nueva ruralidad”.
La “nueva ruralidad” o las “nuevas ruralidades”, son conceptos que se han acuñado por
diversos investigadores de las ciencias sociales, para evidenciar o significar las
transformaciones que están ocurriendo en los sistemas agrícolas y en las sociedades
rurales, como consecuencia de los actuales procesos de globalización regionales, de
los ajustes estructurales derivados de la aplicación de la política neoliberal, así como de
sus propios procesos de evolución (Llambí, 1996; Torres, 1997).
De acuerdo con lo anterior, aquella concepción de lo rural, como los espacios del
territorio donde se desarrollaban actividades agropecuarias y forestales,
6
fundamentalmente por pequeñas poblaciones dispersas y que mantenían su cultura
tradicional; espacios que han sido invadidos, subordinados y explotados por los
desarrollos tecnológicos industriales e integrados económica y políticamente al régimen
de las ciudades; hoy, debido a los nuevos procesos económicos, comerciales,
tecnológicos, laborales, políticos y culturales que está imponiendo la mundialización de
las economías, dichos espacios se vienen transformando y revalorando según dos
tendencias principales: rentabilidad y sustentabilidad. La primera implica el fomento y
desarrollo de diversas actividades en el medio rural que posibilitan mayores ganancias
para el capital, aun cuando se continúe deteriorando la naturaleza; y, la segunda,
considera que en el medio rural deben generarse actividades múltiples, que generen
beneficios económicos, pero que al mismo tiempo contribuyan a conservar el ambiente.
En ambas tendencias, se asume una mayor integración entre el campo y la ciudad, en
la perspectiva de urbanizarse y ruralizarse, mutuamente. Estos cambios y
transformaciones han recibido, hasta ahora, poca atención de la educación agrícola
superior y de la investigación agropecuaria y forestal en nuestro país.
7
• Uso irracional de agroquímicos y de la plasticultura.
• Contaminación de aire, agua y suelo.
• Insuficiente producción de alimentos.
• Dependencia alimentaria y de materias primas para la agroindustria.
• Nuevas enfermedades y reaparición de otras ya superadas.
• Alimentos transgénicos con riesgos para la salud.
• Escasa promoción a la agricultura orgánica y ecológica.
• Falta de mercado y deficiente comercialización de productos agropecuarios.
• Retiro de subsidios y de apoyos a la agricultura campesina.
• Promoción e impulso de la tecnología de punta (biotecnología, robótica y
nanotecnología) y poco conocimiento de sus efectos e impactos.
• Pobreza extrema con alta y muy alta marginación.
• Abandono del campo por personas en edad productiva.
• Gran concentración de la población en las ciudades.
• Altas tasas de migración a los Estados Unidos de Norteamérica.
• Falta de alternativas ante el “rebote” migratorio.
• Pérdida de la cultura propia e incremento de procesos de aculturación.
• Criminalización de las luchas y los movimientos sociales de los campesinos y
sus organizaciones.
• Eliminación de la formación humanística en el nivel medio educativo superior.
• Las currículas universitarias de las escuelas y facultades de agronomía no se
han actualizado conforme a los cambios científicos, tecnológicos y educativos
de la sociedad actual.
• Limitada vinculación universitaria con el sector productivo.
• Imposición de procesos de acreditación y certificación académica.
• Escasa oferta de trabajo para los agrónomos en general.
• Mantenimiento de la separación sociedad-naturaleza.
• Calentamiento global y cambio climático.
8
Por toda la problemática señalada anteriormente, y debido a que “el modelo
neoliberal ya no funciona”, “el campo no aguanta más” y los indígenas y campesinos
han dicho ¡Basta!, es posible vaticinar que la protesta y la lucha social en México
vaya en aumento y, a la par, se incremente la represión gubernamental a los
movimientos populares, lo cual puede desencadenar, en un futuro mediato, un grave
conflicto social o un nuevo “estallido social”.
9
• Consumidora de productos orgánicos, limpios e inocuos.
• Conciente de que el trabajo es un derecho social.
• Desmitificadora del culto al dinero.
• Incluyente, solidaria y cooperativa.
• Defensora de todos los derechos humanos.
• Participativa, autogestiva y democrática.
• Equitativa y justa en el trabajo y en la distribución de la riqueza.
• Viviendo y disfrutando de libertad.
Para lograr construir ese nuevo modelo de desarrollo societario y, en especial, con
orientación al medio rural; la educación, la ciencia y la tecnología que se enseña y
aprende en las instituciones de educación agrícola superior, deberán contribuir
significativamente con cambios y transformaciones en su quehacer académico y su
vinculación con la sociedad.
Existe el pronóstico del Club de Roma acerca de que nuestro planeta Tierra se
colapsará en la década de los setenta del presente siglo. El agotamiento de
combustibles fósiles para la producción de energía, la deforestación de extensas
áreas del planeta, la escasez de agua para consumo de la población, el abuso de
productos químicos en la agricultura y la industria que han contaminado el suelo, el
10
agua y el ambiente son, entre otras, las causas fundamentales de la posible
catástrofe augurada para nuestra subsistencia en este planeta. Ante ello, desde hace
más de medio siglo se han realizado cumbres mundiales, foros internacionales y se
han firmado tratados, convenios y acuerdos entre los países, tanto desarrollados
como en vías de desarrollo, para reducir el deterioro y destrucción de los recursos
naturales. El eje de todos esos planteamientos y su firma, están basados en la
promoción y el fomento de un desarrollo sostenible o sustentable. Ante el
incumplimiento de acuerdos y protocolos por algunos de los países firmantes, nos
cuestionamos: ¿será eso posible? ¿qué deberá hacerse para lograrlo? ¿cuánto
tiempo se necesita? ¿qué y cómo debería promoverse el establecimiento y desarrollo
de la sustentabilidad en la sociedad mexicana? Este eje Temático, respondiendo a
esas preguntas, incluye estudios y ensayos que, reconociendo el deterioro de los
recursos naturales del país, analizan y proponen alternativas para conservar y
custodiar la gran biodiversidad que aún poseemos los mexicanos.
11
3. Ciencia e Innovación Tecnológica
12
condiciones productivas y de la agroindustria nacional para posicionarse, con
algunos productos agropecuarios y forestales, en el comercio y mercados
internacionales? Los ensayos preparados para este Eje Temático tratan de
responder, de alguna manera, a estas amplias interrogantes.
Hace 200 años nuestro país se encontraba sometido y explotado por el régimen
colonial y dependiente de España. La guerra de Independencia liberó a los indígenas
de los encomenderos, pero al final del siglo XIX los señores de haciendas los
convirtieron en peones acasillados. La Revolución Mexicana, en gran parte una
rebelión de campesinos explotados y sin tierra contra los hacendados y el gobierno,
se resume en la consigna fundamental: Tierra y Libertad. El siglo XX nos mostró que
la gesta revolucionaria no cumplió, del todo, con las demandas y necesidades de los
que protagonizaron la lucha para conseguir mejores condiciones de vida: los
campesinos. Pero en ese contexto, vale preguntarse ¿cuáles han sido las
contribuciones de la ciencia agrícola y de la educación agronómica para contribuir a
los cambios y transformaciones que auguraban esos movimientos sociales para la
sociedad rural mexicana? y ¿cuál es la perspectiva de los sectores sociales del
campo mexicano ante la crisis mundial alimentaria que se nos presenta, como futuro,
en el presente siglo? A estas grandes preguntas, se intenta responder en este Eje
Temático.
13
BIBLIOGRAFÍA
14
CAPÍTULO 2
AGROINDUSTRIA, COMERCIO Y MERCADOS: INTRODUCCIÓN
Salvador Valle-Guadarrama
15
la Conferencia Sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, realizada en Río de Janeiro,
Brasil, en junio de 1992 (Foy, 1998), cuyo Capítulo 3, relacionado con el combate a
la pobreza, resalta como objetivo de largo plazo que toda la gente tenga medios de
subsistencia sostenibles y, de manera más específica, plantea: (a) lograr que todas
las personas reciban, con carácter de urgente, la oportunidad de trabajar y de tener
medios de subsistencia sostenibles; (b) aplicar políticas y estrategias que promuevan
niveles de financiamiento suficientes y se centren en políticas integradas de
desarrollo humano, incluidas las esferas de generación de ingresos, aumento del
control local de los recursos, fortalecimiento de las instituciones locales y aumento de
las capacidades, así como una mayor participación de las organizaciones no
gubernamentales y de las autoridades locales como mecanismos de ejecución; (c)
elaborar, para todas las zonas azotadas por la pobreza, estrategias y programas
integrados de gestión racional y sostenible del medio ambiente, movilización de
recursos, eliminación de la pobreza y reducción de sus efectos, empleo y generación
de ingresos; (d) crear, en los planes de desarrollo y presupuesto nacional, un núcleo
de inversiones en capital humano, con políticas y programas especiales para las
zonas rurales, los pobres de las zonas urbanas, las mujeres y los niños.
16
Por otro lado, la FAO, en su tratado sobre La Agroindustria y el Desarrollo
Económico (1997), señaló que si bien el grado de industrialización de los países se
toma con frecuencia como una medida de su desarrollo, en el caso del sector
agropecuario, la agroindustria no puede verse separada de la agricultura,
considerada ésta en su sentido más amplio e incluyendo en ella a los sectores
agrícola, pecuario, forestal y de pesca. En tal sentido, el grado de desarrollo debe
definirse en términos del grado de integración o coordinación de los distintos
eslabones de la cadena productiva, considerando desde la producción primaria, la
propia agroindustria, la distribución de los productos y la comercialización de los
mismos, pues en la medida que se consigue dicha coordinación se propicia la
regulación y el fortalecimiento de la participación de los productores rurales en las
cadenas producción-consumo, dándoles oportunidad de acceder a otras etapas de
los mercados articulados, con el fin de retener en su beneficio buena parte del valor
agregado por el aprovechamiento racional de los recursos y productos del campo
(Mora, 2008).
17
nivel se ubican las actividades productivas rentables y competitivas representadas
por la producción primaria y el aprovechamiento de recursos naturales; en el sexto
nivel se ubica la agroindustria como un sistema de transformación-comercialización
indefectiblemente basado en el manejo, acondicionamiento, conservación,
extracción, transformación y ulterior mercadeo de los agroproductos elaborados con
valor agregado que propicien el mejoramiento del ingreso real disponible de la
población rural y la mejora en la calidad de vida rural, objetivo que constituye el
séptimo y último nivel de la pirámide, y condición en la cual las familias campesinas
cuentan con buena alimentación, vestuario y equipo, vivienda con todos los servicios,
servicios de salud y asistenciales, educación y cultura, acceso al esparcimiento,
posibilidades de ahorro interno y revaloración de las formas de vida rural por el país,
entre otros.
18
La creación de empresas de este tipo buscaba reducir el costo de la vida de los
trabajadores y controlar el sistema de precios, con lo cual se establecieron
mecanismos de subsidio popular. Asimismo, para que la industria se transformara en
el eje del desarrollo, se requería de la provisión de recursos financieros invertibles y
baratos, lo cual fue organizado por las empresas financieras creadas por el Estado
(Tamayo, 1988).
19
Nacional de Subsistencias Populares (CONASUPO), la cual garantizaría la compra y
regulación de precios en productos de la canasta básica, particularmente maíz
(Herrera, 2008).
20
regionales y tiendas de abasto comunitario en todo el país controladas por la
CONASUPO y sus empresas, de forma que aún es posible observar en las
comunidades rurales los vestigios de esas edificaciones, convertidas ahora en
bodegas inoperantes (Herrera, 2008).
21
tercero, la elevación de costos de producción en ese país, principalmente por
concepto de mano de obra por la interrupción, en 1965, de un programa de braceros
mexicanos.
Así, a partir de los años sesenta se dio una nueva etapa en el desarrollo hortícola de
la región del Bajío, expresada en la forma de un complejo agroindustrial integrado
por cuatro clases industriales: (1) conservación de frutas y legumbres por
deshidratación; (2) preparación, congelación y elaboración de conservas; (3)
elaboración de ates y jaleas, y (4) fabricación de salsas, sopas y alimentos colados.
A diferencia del sorgo, que también fue un cultivo exitoso en esa época, dicho
desarrollo recayó sobre todo en las empresas extranjeras y el impacto de su llegada
fue, en primer lugar, en la composición de la producción, pues se redujo aun más la
atención de cultivos como maíz y trigo e incluso, al interior del sector hortícola, se
intensificó la producción de aquéllos de mayor interés por la industria. En segundo
lugar, fue evidente que el proceso de agroindustrialización de la región dio cabida
sólo a aquel sector de productores ya organizados y con capacidad para atender la
demanda que la industria les exigía, lo cual agudizó la tendencia hacia la
privatización de la producción y la exclusión del sector productivo con baja
capacidad, que no alcanzó a beneficiarse por el grado de industrialización regional.
22
estrategia económica neoliberal, cuyos principios rectores han sido el equilibrio
macroeconómico y la orientación al mercado exterior (Fletes, 2006). En este contexto
se dio también, en 1999, la desaparición de CONASUPO, con lo cual se finiquitó
también el esquema de subsidios, precios de garantía, etc., que constituían la
esencia de la paraestatal para la integración de las cadenas productivas.
En 1994 se creó PROCAMPO, instancia que estaba propuesta para tener una
duración estimada de 15 años, cuyo objetivo era sentar las bases para una transición
hacia un sector agropecuario liberalizado. Una de las primeras acciones de este
organismo fue la transferencia de recursos directos a los productores de cebada,
frijol, maíz, algodón, arroz, sorgo, soya, cártamo y trigo y, asimismo, la limitación de
licencias de importación de estos productos. En este nuevo contexto de participación
de ASERCA y PROCAMPO, la participación de CONASUPO tuvo como última
responsabilidad la promoción y regulación del comercio de maíz, frijol y leche en
polvo.
23
Desarrollo Social (SEDESOL). La primera funciona como una red de abasto rural,
pero sin control de precios como la CONASUPO y, por otro lado, la segunda
proporciona leche industrializada a la población de zonas rurales y urbanas con
precio de subsidio selectivo, entre otros alimentos nutricionales (Herrera, 2008).
Cabe enfatizar que el objetivo de DICONSA es el de garantizar el abasto de
productos básicos y complementarios, en beneficio de la población rural localizada
en zonas de alta y muy alta marginación, en situación de pobreza alimentaria, a
precios que transfieran un margen de ahorro con respecto a los vigentes en el
mercado local, con eficiencia, oportunidad, suficiencia, calidad y alto valor nutricional,
y coadyuvar a la incorporación de servicios adicionales; asimismo, tiene la
encomienda de servir como un instrumento para mejorar el abasto, brindar apoyo
comercial a productores del sector social e impulsar los circuitos regionales de
producción-consumo (SEDESOL, 2006).
24
Si bien el desarrollo del sector agropecuario nacional debe medirse en términos del
grado de integración de las cadenas productivas y considerando la mayor capacidad
organizativa y tecnológica de la agroindustria, ésta tendrá en el futuro mediato que
constituirse en un elemento de regulación del mercado y en un verdadero factor de
arrastre del sector primario para estimular su desarrollo, con base en relaciones más
equitativas que den beneficio compartido del valor agregado a los actores de las
cadenas productivas. Pero en todo ello será necesaria la participación decidida del
Gobierno Federal, para reajustar considerablemente la política agrícola actual,
tomando como base los designios de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, la cual,
en su Artículo 4º estipula que “para lograr el desarrollo rural sustentable el Estado,
con el concurso de los diversos agentes organizados, impulsará un proceso de
transformación social y económica que reconozca la vulnerabilidad del sector y
conduzca al mejoramiento sostenido y sustentable de las condiciones de vida de la
población rural, a través del fomento de las actividades productivas y de desarrollo
social que se realicen en el ámbito de las diversas regiones del medio rural,
procurando el uso óptimo, la conservación y el mejoramiento de los recursos
naturales y orientándose a la diversificación de la actividad productiva en el campo,
incluida la no agrícola, a elevar la productividad, la rentabilidad, la competitividad, el
ingreso y el empleo de la población rural” (Cámara de Diputados, 2007).
25
marco de referencia, en el que se exponen conceptos básicos en torno a la
agroindustria, desde su definición y clasificación, hasta la manera como se articula
con otros componentes, para conformar lo que denomina sistema-producto, el cual
constituye una entidad compleja de desarrollo económico.
En el Capítulo 5 se analizan los efectos que han tenido, sobre el sector agropecuario,
las distintas políticas que se han impulsado a lo largo de tres periodos: 1988-1994,
1994-2000 y 2000-2006. Así, se retoman los temas de la reforma agraria, la política
de créditos, las implicaciones del libre comercio y del Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN), y los alcances de programas como PROCAMPO y
Alianza para el Campo, entre otros.
26
un marco teórico sobre las características del proceso de mercadeo de productos, y
se describe posteriormente, con ello, la estructura tradicional del manejo mercantil de
los productos agropecuarios en México, y se analizan las acciones que se deben
tomar para modernizarlo, de forma tal que todos los eslabones de la cadena
comercial resulten fortalecidos de manera equitativa.
27
BIBLIOGRAFÍA
28
Mora, B.E.E. 2008. La agroindustria en la política de desarrollo rural sustentable.
XXXII Congreso de la Confederación Nacional Agronómica. Campeche, México
Quiroga, M.R. 2001. Indicadores de sostenibilidad ambiental y de desarrollo
sostenible: estado del arte y perspectivas. CEPAL Serie Manuales. Naciones
Unidas, División de Medio Ambiente y Asentamientos Humanos. Santiago de
Chile. 87 p.
SEDESOL. 2006. Secretaría de Desarrollo Social, Poder Ejecutivo Federal, www.
sedesol.gob.mx, México.
Tamayo, J. 1988. Las entidades paraestatales en México. México: 75 años de
revolución. Editorial Fondo de Cultura Económica. México. 85 p.
Yúnez, N.A.; Barceinas, F. 2000. Efectos de la desaparición de la CONASUPO en el
comercio y en los precios de los cultivos básicos. Estudios Económicos 15(2):
189-227.
29
CAPÍTULO 3
MARCO CONCEPTUAL PARA EL ESTUDIO DE LA AGROINDUSTRIA MEXICANA
INTRODUCCIÓN
30
MARCO CONCEPTUAL
La Agroindustria
31
Cuadro 1. Clasificación de la agroindustria de acuerdo con varios criterios.
32
• Puede incidir favorablemente en la integración y el ordenamiento de la
actividad agropecuaria, trasladando hacia ella rasgos propios de la lógica
industrial, lo que le confiere capacidad de estimular el desarrollo rural.
• Produce un notable efecto multiplicador del empleo e ingreso en la economía,
en virtud de sus encadenamientos productivos.
33
una de enlatado de frutas, etcétera. Las LIPAI dan origen a diversos productos (v.g.
alimentos), con distintos grados de transformación; por ejemplo: mínimamente
procesados (v.g. hortalizas frescas empacadas), de grado intermedio de
procesamiento (v.g. galletas, mermeladas) y muy procesados (v.g. alimentos
liofilizados, cereales para desayuno (extrudidos, laminados y fortificados).
34
Según De Rosnay (1975), “un sistema es un conjunto de elementos integrados, en
interacción dinámica, organizada en función de un fin”. También puede ser definido
como un arreglo de componentes físicos o un conjunto o colección de cosas
conectadas o relacionadas de tal manera que forman o actúan como una unidad o un
todo. Tal sistema se halla dinámicamente relacionado con el medio externo; por eso
está sujeto continuamente a cambios. Etimológicamente, el término sunistemi
(sistema) designa un conjunto formado de partes, elementos u objetos relacionados
entre sí, y que es necesario comprender en su recíproca articulación (De la Reza,
2000).
35
Un sistema agroindustrial se halla convencionalmente establecido al definir el
producto o materia prima agropecuaria de que se trata (es decir el “sistema-
producto”), el lugar o espacio en donde se ubica y el tiempo en el que se estudia. Los
sistemas agroindustriales son abiertos, complejos, dinámicos y muy sensibles a su
entorno.
Así, los elementos que conforman un SAI, en concreto, son los siguientes:
• El eslabón primario: constituido por todos los productores primarios, agrícolas
y pecuarios involucrados en la producción de la materia prima principal que
circula en el sistema (v.g. una hortaliza, una fruta, leche, miel, etc.).
• El eslabón secundario: conformado por los industriales, con empresas de
distinto tamaño y características, que transforman una materia prima
agropecuaria específica. Se trata de empresas agroindustriales especializadas
en el mismo producto (v.g. empacadoras, jugueras, queseras, rastros de
cerdos, etc.).
• El eslabón terciario: constituido por todos los agentes de distribución del bien
agroindustrial final específico y donde se consideran los distribuidores y
36
comercializadores mayoristas y los comercializadores a detalle, que allegan
los productos a los consumidores finales.
Entre los principales eslabones pueden ubicarse otros agentes como los acopiadores
libres, que conectan a los productores primarios con los agroindustriales.
Figura 1. El SAI con intermediarios entre los grandes eslabones. Dentro de cada
eslabón y entre los eslabones los agentes intercambian bienes y servicios (dinero,
información, tecnología). (Fuente: Villegas-de Gante, 2007).
37
considerado (v.g. caña de azúcar, café, leche, etc.), el área geográfica seleccionada
(ámbito municipal, estatal, regional, etc.) y un tiempo definido.
Hay que destacar que si bien el término entorno (o ambiente) comenzó a utilizarse
como concepto ecológico que denota el conjunto de factores de tipo físico-climáticos
que se hallan fuera de un ecosistema, aplicado a un SAI tiene un significado más
amplio, ya que los factores considerados son, además de físicos, de índole
económica, social, política y cultural.
38
• Los proveedores de insumos secundarios, v.g. los abundantes y variados
aditivos e ingredientes secundarios empleados en la industria alimentaria.
También se incluyen aquí los abastecedores de insumos para la producción
agrícola (fertilizantes, plaguicidas, etc.).
• Los clientes finales de los productos terminados, esto es, los consumidores de
los bienes agroindustriales.
• Los proveedores de tecnología incorporada en maquinaria, instrumentos y
equipo; tanto para los productores agropecuarios como para los
agroindustriales y distribuidores del sistema.
• Los asesores o proveedores de servicios de tecnología intangible y
capacitación, esto es, de conocimientos especializados para la producción, los
cuales pueden provenir de organismos privados (v.g. bufetes) o de
instituciones públicas de investigación.
• Las instituciones públicas (v.g. las dependencias del Estado), las cuales, a
través de políticas específicas, normas, regulaciones, apoyos, restricciones y
estímulos, inciden en la dinámica de cada eslabón y, en consecuencia, en el
sistema completo.
• Las instituciones de crédito, tanto de segundo como de tercer piso,
determinantes en el financiamiento de los agentes del sistema.
Estos agentes del entorno, así como los elementos del sistema agroindustrial, actúan
en una circunstancia o coyuntura determinadas por variables macroeconómicas
“pesadas” (v.g. paridad cambiaria, tasa de interés, nivel salarial, etc.) y están
inmersos en una “matriz cultural” que influye decisivamente en la cultura laboral
dentro de las unidades productivas del sistema.
39
incorporada y desincorporada, de información específica (v.g. sobre mercados), de
promoción, de almacenamiento, transporte, gestoría, etc. En un SAI bien
desarrollado y maduro, los agentes de soporte son numerosos y funcionan
eficazmente.
La Interrelación Agricultura-Industria
La integración vertical
En este mecanismo la empresa agroindustrial compra o renta tierra y contrata
trabajo, en tanto que el agricultor o ganadero vende o alquila su tierra y vende su
40
trabajo. Esta vía favorece principalmente a la empresa, la cual asegura calidad,
volumen, disponibilidad y oportunidad de entrega de su materia prima. En este caso,
la empresa agroindustrial ejerce un control completo sobre el aprovechamiento de la
materia prima.
La coordinación vertical
Se desarrolla cuando, por medio de contratos específicos, los productores primarios
proveen tierra, trabajo y producto a la agroindustria, la cual ha seleccionado
previamente a sus proveedores, les ha allegado recursos y ha supervisado el
41
cumplimiento de los contratos en aspectos clave como la tecnología empleada, la
calidad de la materia prima, la entrega y el precio.
El mercado abierto
Por esta vía, los industriales y los agricultores interactúan básicamente a través de
operaciones de compraventa, a veces mediadas por intermediarios, por ejemplo,
introductores, acopiadores, o los llamados “coyotes” en México. Este mecanismo de
aprovisionamiento y articulación es el más débil, puesto que la interacción entre los
actores de los dos eslabones contiguos es mínima al reducirse a simple transacción,
con base en los requisitos de la materia prima buscada por el agroindustrial.
42
En concreto, la agroindustria a través de su articulación con la agricultura (sobre todo
la pequeña), incrementa el ingreso medio del agricultor porque reduce los costos de
transporte, disminuye los costos de almacenamiento, valoriza mejor las cosechas y
mantiene precios agrícolas promedio superiores, incrementa la productividad, amplía
el mercado consumidor final, diversifica los productos y los mercados, y transfiere al
productor agrícola los beneficios de una mayor racionalización interna, propia de la
industria.
43
A esta diferencia, que de inicio significa desventajas en la relaciones proveedor-
comprador, se agregan la concentración de la producción en periodos cortos de
tiempo y la obtención de productos perecederos. Otra característica de la actividad
primaria es la obtención de productos no diferenciados, que hace fácilmente
sustituible el bien de un proveedor con respecto al de otro.
44
• En caña de azúcar hay 142,078 unidades de producción que cultivan 664 mil
hectáreas y cuya producción va a 57 ingenios que se agrupan en 17
consorcios.
• En leche, hay 154,045 unidades de producción con 29 mil vientres; en el
mercado de leche pasteurizada hay 108 empresas transformadoras, pero sólo
dos de ellas tienen el 46 % del mercado nacional: LALA con el 40 % y
ALPURA con el 16 %.
• En café se encuentran 350,209 unidades de producción primaria; en la
siguiente fase de la cadena hay 1,962 beneficios húmedos y en beneficio seco
este número se reduce a 426.
45
de 49 % y en 1996 alcanzaba el 37 %. Las principales empresas del mercado
mundial son Monsanto (Estados Unidos) con el 18 % de las ventas mundiales,
Dupont/Pioneer (Estados Unidos) 12 %, Syngenta (Suiza) 8 % y Groupe Limagrain
(Francia) con el 5 %.
46
agropecuaria en la actividad primaria, hasta que el bien agroindustrial llega al
consumidor y el tipo de relaciones que se establece entre ellos.
47
En tanto, en el entorno se ubican factores tanto naturales (físicos, geográficos,
edáficos, etc.), como económicos (v.g. factores estructurales y coyunturales del
contexto macroeconómico inmediato y lejano), las empresas de CAI competidoras,
los proveedores de insumos y los clientes finales. También se consideran parte del
entorno los factores sociales (v.g. demográficos, migratorios, etc.), políticos (v.g.
políticas institucionales sectoriales) y culturales.
48
con productos de alta calidad y precios competitivos. En este contexto se han
valorizado propuestas de desarrollo socioeconómico que parten de una visión local y
que buscan una mayor participación de los actores de la cadena agroindustrial.
A su vez, esto ha dado lugar a una nueva visión de desarrollo local como un proceso
de crecimiento económico y de incremento estructural que conduce a una mejora en
el nivel de vida de una población local (Boucher, 2006).
49
En Francia, estos conceptos fueron considerados por Courlet y Pecqueur, quienes
desarrollaron la noción de Sistema Productivo Localizado (SPL), asociada con una
forma de desarrollo basado en dinámicas endógenas en la que destacan cuatro
elementos: el sentimiento de pertenencia , la transmisión de conocimientos tácitos, el
efecto permanente y la fuerza de los actores individuales.
Además, surgió el concepto de “cluster,” con dos variantes: la de Michael Porter, que
considera el cluster como un agrupamiento de empresas del mismo sector, y la de
Hubert Schmitz que concibe este agrupamiento a nivel de un territorio dado. El
concepto de Schmitz introduce la noción de eficiencia colectiva, con dos
componentes: uno pasivo (externalidades positivas y negativas) y otro activo (acción
conjunta). Además, define como ventajas pasivas aquéllas dadas por la presencia de
elementos específicos del territorio y como ventajas activas las derivadas de ventajas
pasivas mediante acciones colectivas (Boucher y Requier-Desjardins, 2002).
50
Los SIAL se definen como “sistemas constituidos por organizaciones de producción y
de servicio asociadas, mediante sus características y funcionamiento, a un territorio
específico, articulado hacia atrás y hacia delante. El medio, los productos, las
personas, sus instituciones, su saber-hacer, sus comportamientos alimentarios, sus
redes de relaciones, se combinan en un territorio para producir una forma de
organización agroalimentaria en una escala espacial dada” (Boucher, 2006).
Un SIAL establece vínculos “hacia atrás” con el sector agropecuario, con el terruño-
territorio y con la gestión de recursos naturales; sus relaciones “hacia adelante”
tienen que ver con la calificación de productos, los distribuidores de los bienes y los
consumidores intermedios y finales de los productos.
En ese contexto, el territorio puede ser visto también como un conjunto de factores
y/o como un espacio de relaciones muy estrechas entre sus habitantes y sus raíces
territoriales, algo que se denomina “terruño-patrimonio”. Un SIAL constituye una
nueva visión del desarrollo de la agroindustria rural a nivel local, en el marco de la
nueva ruralidad.
51
• Cuentan con activos específicos (v.g. un producto famoso, el paisaje, un
saber-hacer tradicional) y procesos de acción colectiva (v.g. una marca
colectiva).
52
La activación necesita al menos dos etapas: primero una “acción colectiva
estructural,” que representa de hecho la creación de un grupo, que puede ser la
asociación, una cooperativa u otra forma de organización; y segundo, una “acción
colectiva funcional”, que reposa sobre la construcción de un recurso territorializado
en relación con la calidad, por ejemplo, una marca colectiva, obtención de sellos de
calidad o de una denominación de origen (Boucher, 2005).
53
• La globalización y sus efectos en el ámbito local.
• La conformación y análisis de cadenas agroindustriales.
• El neo-institucionalismo y sus efectos en el desarrollo local.
• Las dinámicas locales de producción propuestas en los distritos industriales de
Marshall.
• El análisis neo-marshalliano de los distritos industriales, utilizando conceptos
como sistema productivo local (SPL), sistema agroalimentario localizado
(SIAL) y cluster.
• Los aportes de la llamada “economía geográfica” centrada en las economías
de aglomeración y en los rendimientos crecientes.
• El análisis en términos de proximidad: geográfica y organizacional.
• El concepto de patrimonio, calidad y de recursos territoriales o locales.
• Los conceptos de “identidad territorial” e “identidad alimentaria” de los
productos.
• El capital social y las teorías de acción colectiva, así como las formas de
coordinación entre actores.
No existe un método único que sea el mejor para colectar datos. La selección del
método estará influenciada por el tipo de información que se requiere, los actores y
fenómenos por investigar, el tiempo disponible y los costos.
54
administrados a un grupo y pruebas de información y conocimiento. A continuación
describimos con cierto detalle los más importantes en ambas categorías.
Métodos cualitativos
Análisis de la documentación existente. Es la primera tarea y constituye la
revisión bibliográfica para la investigación. Antes de comenzar a recolectar datos,
hay que verificar cuál es la información disponible. La información existente puede
encontrarse en documentos, informes, archivos, series históricas, minutas de
reuniones, cartas, fotografías, datos del censo y estudios previos.
Por otro lado, las desventajas de la documentación existente son que los datos
tienden a ser descriptivos y pueden exigir al investigador que los ordene, discrimine y
correlacione; algunas cifras pueden representar estimaciones o proyecciones en
lugar de cuentas reales; no revelan valores, razones o creencias subyacentes en las
tendencias actuales; los datos de las comunidades locales frecuentemente son
limitados y no siempre están actualizados y pueden presentar una vista sesgada de
la realidad.
55
y generar nuevos temas que reflejan las perspectivas de las personas, creencias,
actitudes y preocupaciones.
Métodos cuantitativos
Encuestas por muestreo. Es un método muy popular para recolectar datos en una
investigación, pero requiere de un cuestionario cuidadosamente diseñado,
administrado por correo, teléfono o entrevista personal.
Los estudios por encuesta pueden usarse para obtener información sobre el
conocimiento, actitudes, habilidades y aspiraciones de las personas, así como la
adopción de prácticas, beneficios e impactos de las políticas públicas.
56
importante de personas; pueden usarse con una población altamente dispersa;
pueden usarse donde hay una proporción de alfabetización o de infraestructura baja;
existe un alto grado de control sobre quien contesta el cuestionario. Entre las
desventajas de las encuestas por muestreo se tienen que pueden consumir mucho
tiempo para localizar al entrevistado y debe seleccionarse cuidadosamente a los
entrevistadores, los cuales deben recibir entrenamiento adecuado.
Tipos de muestreo
El muestreo en el análisis de los sistemas agroindustriales puede ser no-
probabilístico y probabilístico. En el primer caso la muestra se extrae de la población
sin una estructura probabilística definida. Es posible que no se pueda hacer una
inferencia estadística válida hacia toda la población. No es una técnica despreciable,
pero pueden presentarse situaciones en que es la única opción viable. Por ejemplo,
cuando las poblaciones son pequeñas y se quiere muestrear con ciertos criterios, o
también cuando se trata de submuestras.
57
Muestreo simple al azar. En este caso todos y cada uno de los individuos de la
población tienen la misma e independiente probabilidad de ser seleccionados como
miembros de la muestra. A veces se utiliza una tabla de números aleatorios,
partiendo de un punto seleccionado al azar para identificar a los sujetos numerados.
CONCLUSIONES
58
esa compleja realidad como objeto de estudio y, derivado de ello, se definan
acciones de intervención para mejorar la estructura y financiamiento del sistema,
para beneficio de los actores sociales que lo conforman.
BIBLIOGRAFÍA
59
Herrera, D. 2001. Competitividad con equidad en cadenas agroalimentarias. En:
Comunica, Año 4 No. 15. http//wwww.iica.int/cominica/n-15.
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Nacional de Estadística Geografía e Informática. Fecha de consulta: 30 de mayo
de 2008.
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carácter general aplicables a las emisoras de valores y a otros participantes del
mercado de valores por el año terminado el 31 de diciembre de 2007. Grupo
Industrial MASECA, S.A. de C.V., Nuevo León, México.
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Runsten, D.; Key, N. 1996. Agricultura de contrato en los países de desarrollo:
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Santoyo, C.V.H.; Muñoz, R.M. 2000. Tendencias y retos en el entorno de los
sistemas agroalimentarios de México. En: Memoria de “La agricultura y la
agroindustria ante retos del nuevo milenio”. CIESTAAM-UACh, Chapingo,
México.
Stinson-Ortiz, J. 2007. La estrategia pública de los sistemas-producto. En: El
Universal, 23 de Mayo del 2007, México.
Villegas-de Gante, A. 2007. Conceptos básicos para el estudio de los sistemas
agroindustriales. Curso Sistemas Agroindustriales. Departamento de Ingeniería
Agroindustrial. Universidad Autónoma Chapingo.
60
CAPÍTULO 4
PRINCIPALES TENDENCIAS DE LA AGROINDUSTRIA EN MÉXICO
61
Problemática de la agroindustria en México
Es notorio que una parte importante de la producción agrícola se somete a cierto
grado de transformación entre la cosecha y el consumo final. Por ello, las
agroindustrias forman un grupo muy variado que opera desde el acondicionamiento
(v.g. selección y empaque y otras operaciones estrechamente relacionadas con la
cosecha), hasta la transformación e industrialización de las materias primas,
empleando modernas tecnologías para la fabricación de bienes de consumo final con
cierto grado de elaboración.
62
los agroindustriales mejorar su competitividad, calidad y servicios que se
requieren para aprovechar las oportunidades de mercado.
• Insuficiente capacitación y asistencia técnica. Es frecuente encontrar en la
agroindustria mexicana una pobre capacitación, tanto del personal obrero
como técnico.
• Falta de organización. Muchos de los problemas que tiene la agroindustria
corresponden al ámbito de la organización. Los riesgos propios de la
producción agropecuaria hacen más difícil el control de tres aspectos básicos
que requiere la agroindustria respecto a las materias primas que procesa: (a)
calidad e inocuidad; (b) cantidad y conveniencia y, (c) oportunidad de
abastecimiento. Los diferentes tipos de productores que existen en el campo
mexicano y las formas particulares que adopten para la producción hacen
complejo el cumplir con las demandas de los consumidores. La población
demanda productos a precios accesibles y con una disponibilidad constante a
lo largo del año; de ahí la necesidad de coordinar e integrar la producción
agropecuaria con la agroindustrial.
• Falta de financiamiento. El financiamiento ha sido factor limitante para el
desarrollo agroindustrial. Los recursos disponibles, así como las tasas de
interés de los préstamos, no estimulan el crecimiento de la agroindustria, ni su
modernización; las empresas que han avanzado en ese sentido son aquéllas
que han tenido acceso a créditos internacionales y/o contactos con empresas
con las cuales se han asociado para fortalecer su estructura financiera.
• Insuficiente infraestructura de apoyo. Los caminos y carreteras y vías férreas,
los medios de transporte y la infraestructura de almacenamiento, así como
todo aquello que sirve para que la producción agroindustrial llegue en
excelentes condiciones y oportunidades al consumidor, es insuficiente y la que
hay es cara e ineficiente, situación que repercute en altos costos y tiempos
excesivos para que las mercancías lleguen del productor al consumidor.
63
producción de las materias primas como el maíz, trigo, sorgo, leche, carne, caña de
azúcar, frutas y hortalizas y diversos productos tropicales, debido a la estructura de
la producción minifundista, en donde prácticamente no existen economías de escala,
pues los esfuerzos para promover la organización de la producción en torno a
unidades de mayor tamaño ha dado pocos resultados y el productor en general
prefiere ser independiente.
1. Industria de la carne
2. Elaboración de productos lácteos.
3. Elaboración de conservas alimenticias.
4. Beneficio y molienda de cereales y otros productos agrícolas.
5. Elaboración de productos de panadería.
6. Molienda de nixtamal y productos de panadería.
7. Fabricación de aceites y grasas comestibles.
8. Industria azucarera.
9. Fabricación de cocoa, chocolate y artículos de confitería.
10. Fabricación de otros productos alimenticios para consumo humano.
64
el Crecimiento Económico (1987-1989) fue desfavorable durante la alineación
general. Entre 1995 y 2008 la industria alimentaria elevó su participación relativa
respecto al sector manufacturero; sin embargo, en el año 2008 su contribución se
ubicó por debajo de los niveles de los últimas dos décadas (1980-2000) (Cuadro 1).
*Corresponde a un trimestre. Fuente: INEGI (2008). Producto Interno Bruto nominal trimestral según actividad, e
INEGI, El Sector Alimentario en México.
65
Figura 1. Tasa de crecimiento del PIB nacional, manufacturero y de la industria de
alimentos, bebidas y tabaco. Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI. El
Sector Alimentario en México. Ediciones 1994, 1997, 2004, 2006, 2008.
66
Cuadro 2. Variaciones anuales del PIB de la industria de alimentos y bebidas en
cada sexenio.
Sexenio Años Productos Total Total
alimenticios, Manufacturas Nacional
bebidas y
tabaco
67
PRINCIPALES TENDENCIAS DE LA INDUSTRIA ALIMENTARIA
1
Para fines de este trabajo se usan indistintamente Agroindustria Alimentaria o Industria Alimentaria o Industria de Alimentos y
Bebidas.
68
económicas (94,034 en 2003) y la mayor cantidad de personas ocupadas (320,614
en 2003).
69
Hasta antes de la entrada del TLCAN, el crecimiento de la agroindustria alimentaria
fue consecuencia del aumento significativo de los precios oficiales y la aplicación de
programas de apoyo del Gobierno Federal a los productores, tal como ocurrió en los
primeros años de la década de 1980 con el Sistema Agroalimentario Mexicano
(SAM) y en 1990 con la revalorización sensible de los precios del azúcar y la leche,
los programas de repoblamiento de hatos y la liberalización comercial de las
exportaciones de bovino. También, en esa época dio inicio el aumento sostenido de
los precios de garantía del maíz y arrancaron los programas de apoyo a la
comercialización de los granos, que posteriormente se transformó en PROCAMPO
(FOCIR, 2005).
70
Las tendencias observadas en los productos arriba mencionados corresponden
principalmente a los cambios en los gustos y preferencias de los consumidores, pues
el consumidor está buscando ahora alimentos más saludables, pero también
convenientes, es decir de fácil preparación y consumo.
71
comestibles, la fabricación de cocoa, chocolate y artículos de confitería y la
elaboración de alimentos para animales (Cuadro 3 y Figura 2).
72
Figura 2. Productividad de los Activos Fijos Netos en ramas seleccionadas del sector
alimentario en México. Fuente: elaboración propia con datos del INEGI. Censos
Industriales, varios años (1981, 1989, 1994, 1999, 2004).
73
Personal ocupado por unidad económica (generación de empleos)
La agroindustria alimentaria prácticamente duplicó el número de personas ocupadas
tomando como base el personal contratado entre 1981 y 2004. Las ramas que más
empleos generaron fueron la elaboración de conservas alimenticias, la industria de la
carne y la industria de los productos lácteos. Por otro lado, la rama que se mantuvo
sin mayores cambios en el número de empleados fue la fabricación de aceites y
grasas y la rama que redujo su personal fue la industria azucarera (Cuadro 5 y Figura
4).
74
Cuadro 5. Personal ocupado por unidad económica.
Rama o clase 1981 1989 1994 1999 2004
Industria de la carne 5 21 8 10 21
Elaboración de productos lácteos 25 7 5 6 6
Elaboración de conservas alimenticias 91 105 66 46 80
Beneficio y molienda de cereales 21 22 16 10 36
Elaboración de productos de panadería 8 8 6 5 6
Molienda de Nixtamal y Fabricación de Tortilla 2 3 2 2 2
Fabricación de Aceites y Grasas Comestibles 134 151 95 83 95
Industria azucarera 101 379 563 147 237
Fabricación de cocoa, chocolate, artículos de confitería 42 44 26 27 32
Elaboración de productos de alimentos para animales 26 34 32 25 35
Fuente: INEGI. El Sector Alimentario en México. Edición 2008.
75
Encadenamientos de las ramas
Las ramas agroindustriales están encadenadas hacia atrás y hacia adelante con
otros sectores. El encadenamiento hacia atrás tiene relación con el producto
agropecuario (materia básica, proceso de transformación, insumos primarios, agua,
electricidad, transporte, comercialización y diversos tipos de empaques), en tanto
que el encadenamiento hacia adelante se relaciona con diversos factores asociados
al consumidor y es más amplio. La distribución del valor de la producción se
concentra en los insumos y menos de un tercio en la generación de valor agregado.
Las ramas agroalimentarias tienen una tasa de crecimiento por encima de las ramas
agropecuarias que las abastecen, resultado de una mayor rentabilidad y de
movimientos frecuentes en los gustos de los consumidores; por lo tanto, las
agroindustrias alimentarias discriminan sus productos en función de las
presentaciones, la calidad y el grado de frescura. Las ramas agroindustriales que
están mejor vinculadas con los gastos y preferencias del consumidor y que se
integran verticalmente logran mayores tasas de ganancia.
Consumo e inversión
El comportamiento de la agroindustria alimentaria pasó de la época en donde la
producción marcaba la pauta en el ritmo de crecimiento del sector (modelo de
crecimiento orientador a la oferta), a un modelo en donde el consumidor define los
productos que desea adquirir. Ahora el consumidor es el que manda las señales para
la agroindustria en función de sus necesidades y nuevo estilo de vida.
Por ejemplo, el tipo de yogur, la leche ultra pasteurizada para diferentes preferencias
del consumidor, las galletas dulces y otros productos que sean de fácil acceso y
consumo práctico, se duplicaron en su volumen de producción entre 1998 y 2007. En
el Cuadro 6 se presentan los datos de volumen y valor de la producción
agroindustrial para algunos productos seleccionados, donde los productos que se
76
señalan son muy ilustrativos de lo que viene pasando con el desarrollo de la
agroindustria. Las tendencias muestran que el consumidor prefiere productos que
facilitan su preparación o consumo (conveniencia); también se inclina cada vez más
hacia bienes de consumo saludable, con menor aporte calórico (menos grasa y
carbohidratos) y que conserven la mayor cantidad de propiedades naturales
(productos elaborados con tecnología de bajo impacto de transformación respecto al
producto en fresco como deshidratados, congelados y aquéllos empacados
asépticamente) y menos enlatados, ejemplo: aceite comestible de soya, pasta
alimenticia, sardina envasada, chorizo, longaniza, carne empacada de bovino.
Matanza de ganado y aves 187.4 202.6 203.2 208.8 208.3 207.8 2.09 %
Congelación y empacado de carne fresca 153.2 212.0 147.6 155.6 154.4 159.9 0.86 %
Preparación de conservas y embutidos de carne 159.2 158.6 157.4 167.5 178.9 181.2 2.62 %
Tratamiento y envasado de leche 149.3 159.0 169.2 173.8 185.7 192.5 5.21 %
Elaboración de leche condensada, evaporada y en polvo 133.3 137.8 144.8 140.5 143.7 154.4 2.98 %
Preparación y envasado de frutas y legumbres 192.0 190.0 197.6 204.7 218.8 228.8 3.57 %
Preparación y envasado de conservas de pescados y mariscos 115.2 118.3 122.1 126.6 126.5 123.3 1.37 %
Elaboración de harina de maíz 95.5 93.9 94.1 95.6 98.2 99.8 0.88 %
Elaboración de galletas y pastas alimenticias 135.6 141.2 146.7 149.2 149.7 162.6 3.70 %
Fabricación de aceites y grasas vegetales comestibles 114.7 112.6 112.9 110.6 107.9 107.3 -1.32 %
Elaboración de café soluble 114.4 131.0 146.7 140.2 121.1 120.7 1.08 %
Elaboración de refrescos y otras bebidas no alcohólicas 138.5 143.9 148.8 155.0 160.5 168.6 4.01 %
NOTA: La Encuesta Industrial Mensual (EIM) tienen como marco estadístico de referencia el censo
industrial que se levanta en México cada 5 años. La EIM presenta una cobertura para 205 clases de
actividad y una muestra de 6,971 establecimientos, con lo cual se cubre aproximadamente el 85 % del
valor de la producción bruta de las ramas consideradas. Fuente: INEGI. Encuesta Industrial Mensual.
Varios años (1981, 1989, 1994, 1999, 2004).
77
nuevos gustos de los consumidores, como para cubrir los problemas que ha
ocasionado el cambio de estilo de vida, como pueden ser la obesidad por una mala
alimentación o la falta de tiempo para cocinar.
En relación a las variaciones en los gustos de los consumidores, en gran parte están
influenciadas por el efecto constante de globalización que ha provocado que
productos que prácticamente hace un par de décadas no estaban a la venta ahora se
puedan encontrar en la mayor parte de tiendas detallistas y departamentales. Todo
esto supone nuevas oportunidades de mercado ya que los consumidores mexicanos
están abiertos a nuevos productos, que pueden ser buenos nichos de mercado para
las empresas. Por otro lado, el incremento de los niveles de ingresos ha permitido
que la población tenga más capacidad adquisitiva y que en muchos casos estén
dispuestos a pagar más por mejor calidad en sus productos.
Importaciones
Los mercados nacionales, correspondientes a la agroindustria alimentaria mostraron
una dependencia creciente con el exterior: las importaciones, como proporción del
PIB, pasaron de 18.25 % en 1995 a 23.55 % en 2004.
Por ramas, las que tuvieron más importaciones fueron: la industria de molienda de
trigo, nixtamal, el beneficio y molienda de café y los alimentos para animales. La
primera por centrarse en actividades especializadas y la segunda por gozar de
protecciones fitosanitarias; la molienda de café por la ventaja competitiva del insumo
78
nacional, mientras que los alimentos para animales disponen de economías
naturales, básicamente de transporte y localización, lo que hace poco competitivos
sus productos con sus equivalentes en el exterior.
79
Las ramas de aceites y grasas, frutas y legumbres, presentaron un promedio de
tasas de crecimiento similar, lo cual ha sido señal clara de que nuestra dependencia
alimentaria con el exterior es creciente (Castañón et al., 2003).
Exportaciones
La rama de frutas y legumbres, como proporción del PIB total agroindustrial
alimentario, ha fluctuado entre el 45 % y 70 %, alcanzando un máximo de 83 % en
1995 y, a partir de ese año, el crecimiento de las exportaciones de productos
agroalimentarios fue moderado (alrededor de 1 % anual). Las tasas de crecimiento
anuales que observan las exportaciones son de signos alternos como resultado del
movimiento cíclico que presentan.
80
Tamaño de empresas en la industria agroalimentaria
En 1995, la industria agroalimentaria se caracterizó por el predominio de las
microempresas familiares dedicadas a la molienda de nixtamal y fabricación de
tortillas (43 %), elaboración de productos de panadería (28 %) y elaboración de
productos lácteos (14 %). En 2004, los censos económicos registraron que 51.5 %
de las unidades económicas pertenecían a la rama nixtamal y tortilla, 24.5 % a
panadería y 9 % a la elaboración de productos lácteos. Esto significa la expansión de
la industria de los alimentos en el ámbito de las microempresas (tortillerías) y la
contracción en número de empresas panaderas y de lácteos. Las empresas
agroindustriales vinculadas a la exportación son las que más han crecido en tamaño,
mientras que las que se enfocan al mercado nacional han crecido, pero a menor
ritmo, debido a la contracción del ingreso familiar en los últimos tres años (2006-
2009).
81
Origen del capital
En la agroindustria alimentaria existe un predominio del capital nacional (90 %),
mientras que el capital extranjero participa de manera marginal, especialmente en las
empresas grandes y medianas, mismo que ha optado por la industria elaboradora de
otros productos alimenticios, como jarabes, gelatinas, entre otras; además, en las
empresas grandes, representa un 9 % del total, principalmente en productos
alimenticios, chocolates y productos de lácteos. En la mediana industria, el capital
extranjero se enfoca en la producción de alimentos para animales, y en la pequeña
industria se localiza en la elaboración de productos alimenticios (CONOCER, 1998).
Calidad
Debido a la entrada en vigor del TLCAN, las empresas mexicanas se han
incorporado a los procesos de adopción de los estándares internacionales, para
tener competitividad, incluso en los mercados internos. La industria nacional se
caracteriza por no tener implantadas normas de calidad internacionales en sus
productos y procesos productivos y son pocas las que se han involucrado en
procesos de normalización para alcanzar los estándares de calidad aceptados en el
resto del mundo.
82
En el caso de los aceites comestibles se ha presentado un panorama de contracción
en el empleo, como consecuencia de una especialización, además de que aumentó
la importación del aceite refinado y hubo una franca contracción en el consumo de
grasas animales (CONOCER, 1998).
83
de tortillas, los sueldos y salarios tienen la mayor participación dentro del total de
percepciones, y en establecimientos procesadores de carne y alimentos para
animales los trabajadores perciben una mayor parte en prestaciones (CONOCER,
1998).
2
Out-sourcing, es un mecanismo que se está empleando en las empresas para hacer contrataciones
a través de terceros, con la finalidad de reducir la nómina de empleados permanentes en los negocios.
84
medianas y pequeñas con un 81.0 % y 60.0 % respectivamente, mientras que en la
microempresa solamente el 6.2 % de los establecimientos cuenta con sindicato. En
las pequeñas empresas se localiza la mayor participación de los sindicatos
independientes.
Por rama de actividad, en los ingenios azucareros es donde existe una mayor
organización por parte de los trabajadores y el 88 % de este tipo de empresas cuenta
con sindicato. Le sigue la industria de aceites y grasas comestibles y las de menor
grado de sindicalización son las de elaboración de productos lácteos, molienda de
nixtamal y fabricación de tortillas y las panificadoras.
CONCLUSIONES
85
para la industria, ubicada con mucha frecuencia distante de los centros de
producción, lo cual ocasiona, entre otros problemas, el incremento de los precios de
dichas materias primas al transitar por múltiples intermediarios muchas veces
innecesarios. Las cosechas en este proceso se deterioran y al consumidor llegan a
precios multiplicados con respecto al precio pagado al productor primario.
86
mantenido con tasas de crecimiento similares a las observadas con el incremento de
la población, es decir, para cubrir el consumo per cápita, prácticamente sin variación.
BIBLIOGRAFÍA
Castañón, R.; Solleiro, J.L.; Del Valle, M.C. 2003. Estructura y perspectivas de la
industria de alimentos en México. Comercio Exterior 53(2): 114-127.
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México. 55 p.
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alimentos en México. Área de Inteligencia Competitiva. Fondo de Capitalización e
Inversión del Sector Rural 75 p. http://www.focir.gob.mx.
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Estadística, Geografía e Informática. México.
INEGI. 1994, 1997, 2004, 2006 y 2008. El Sector alimentario en México. Instituto
Nacional de Estadística, Geografía e Informática. México.
87
CAPÍTULO 5
PRINCIPALES POLÍTICAS APLICADAS AL SECTOR AGROPECUARIO
DURANTE LA ÚLTIMA DÉCADA DEL SIGLO XX Y LA PRIMERA DEL SIGLO XXI
INTRODUCCIÓN
PERIODO 1988-1994
A finales de los años de 1980 el mundo atestiguó cambios como la caída del Muro de
Berlín, el fin de la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, el fin de la
dictadura Chilena y la invasión de Estados Unidos a Panamá. Fue también un
momento en el que los procesos de globalización de los mercados se intensificaron.
También, Estados Unidos había concluido con éxito, años antes, un acuerdo
comercial con Canadá que eliminó los aranceles y tarifas entre ambos países. Por su
parte, Europa avanzaba a grandes pasos en la consolidación de lo que originalmente
fue una zona de libre comercio hasta dar forma a la actual Unión Europea (UE)
(Álvarez y Dussel, 2001). En México, por otro lado, la administración de Carlos
Salinas de Gortari estimaba que se debían redefinir los términos de las relaciones del
país con sus principales socios comerciales y también las hipótesis que habían
servido desde la década de los años de 1930, como soporte para el desarrollo de la
88
economía mexicana, con lo cual Salinas inició, primero informalmente, consultas con
empresarios de México, Estados Unidos y Canadá para lograr la integración de
México al acuerdo comercial originalmente pactado por estos últimos.
Las negociaciones formales del TLCAN iniciaron en 1990 y continuaron durante los
siguientes tres años. Después sobrevivieron, como propuesta, en la derrota del
Partido Republicano en las elecciones presidenciales de noviembre de 1992, en
Estados Unidos, en las que triunfó el demócrata Bill Clinton. EI abandono de la
política proteccionista seguida en el país hasta la administración de José López
Portillo, la adopción de una nueva estrategia gubernamental basada en la apertura
comercial y la inserción de México en el bloque comercial norteamericano, generó
diversas problemáticas para las empresas mexicanas. La estrategia económica
seguida por el gobierno salinista apostó todo a la alianza comercial con los Estados
Unidos, a través de la firma del Tratado de Libre Comercio (TLCAN) y, en
consonancia, con ello se desarrollaron medidas para favorecer tales expectativas con
los llamados "acuerdos paralelos", mismos que debían concluir en la primera semana
de mayo de 1993 para no afectar así la puesta en vigencia del tratado, el primer día
de 1994 (Aspe, 1993).
Reforma Agraria
El artículo 27 de la Constitución vigente hasta 1992 establecía la obligación del
gobierno de dar tierra a todo el que la solicitara. Sin embargo, el ritmo de crecimiento
de la población en las zonas rurales era mucho mayor del que se había registrado en
toda la historia previa de México, gracias a una serie de avances en medicina básica.
89
En segundo lugar, la calidad de las tierras en México era desigual, pues buena parte
del territorio nacional no contaba con irrigación suficiente para mantener una
agricultura comercial (PEF, 2000). Finalmente, los sectores industrial y de servicios
no estaban en condiciones de absorber los excedentes de mano de obra que el
crecimiento de la población rural generaba. Hacia finales de la década de los años de
1960 era claro que la capacidad del Gobierno Federal para dotar de tierras a quienes
las demandaran era limitada y que, además, al hacerlo, se había facilitado la
constitución de poderosos grupos políticos que traficaban con la necesidad de
tierras. El gobierno de Luis Echeverría Álvarez, sin embargo, optó por mantener la
ilusión de la Reforma Agraria elevando al antiguo Departamento de Asuntos Agrarios
y Colonización al rango de Secretaría de Estado, al tiempo que decidía intervenir las
propiedades de algunas de las más exitosas agroindustrias del país con la promesa
de distribuir esos bienes.
Ante esta realidad, se señaló que era necesario terminar con el reparto masivo de
tierras. En el informe de 1989 Carlos Salinas señaló que el reparto masivo de tierras
había concluido y que quien afirmara que todavía existían millones de hectáreas por
repartir estaba mintiendo. Con esa declaración inició un ambicioso programa de
reformas constitucionales y legales, que culminaron cuando el 1 de noviembre
de1991 se anunció la decisión de impulsar una profunda reforma a la Constitución y
a las leyes en materia agraria. Luego de intensos debates, la reforma fue aprobada
por la H. Cámara de Diputados el 7 de diciembre de 1991 y por el Senado el 12 de
diciembre del mismo año. La reforma fue publicada el 6 de enero de 1992 en el
Diario Oficial de la Federación y entró en vigor el día siguiente.
90
financiero, siendo los principales las garantías directas (líquida, prendaria e
hipotecaria) y las garantías colaterales, denominadas avales. Sin embargo, no fue
sino hasta finales de la década de 1990 cuando se empezó a reactivar el crédito con
la detonación de dicho esquema, arrastrando al productor a la compleja obtención de
crédito, con la consecuente descapitalización y, ya que sólo un sector minoritario
podía estar teniendo acceso al financiamiento al cumplir con las exigencias de la
Banca Comercial, FIRA-Banco de México, como Banca de Desarrollo, asumió la
tarea de ofrecer un esquema de garantías directas complementarias: líquida, en
donde el productor aportaría el 10 % del monto del crédito y FIRA el otro 90 % para
casos de siniestros o quebranto, y garantías prendarias e hipotecarias, mismas que
ya desde 1994, con el cambio al artículo segundo constitucional, iniciaron su cambio
de nominación, ante el Registro Público de la Propiedad, a todo predio ejidal como
pequeña propiedad, con la facultad de hipotecarse o gravarse. Con ello se dio
impulso a la constitución de intermediarios financieros rurales que ofrecían otros
servicios que ayudarían a complementar el crédito y a recuperarlo, como fue el caso
de las Parafinancieras y los Agentes Procrea (Programas de Crédito por
Administración).
91
Rurales a entidades Parafinancieras y Agentes Procreas. Los Fondos de Inversión y
Contingencia para el Desarrollo Rural (FINCAS) que FIRA había promovido desde
1992 estaban prácticamente en desuso para el año 2000, habiendo perdido, en
1994, su dimensión original en la administración del riesgo y la incursión como
posibles figuras dispersoras de crédito o Intermediarios Financieros Rurales (Calva,
1999). Banrural inició un proceso de desaceleración y liquidación de carteras
vencidas, descapitalizándose.
Entre 1994 y 2000, el financiamiento total al sector agropecuario (Banca Privada más
Banca de Desarrollo) bajó un 69 % en términos reales. La penetración financiera
(medida como la cartera agropecuaria sobre el PIB agropecuario) bajó en el mismo
periodo de 68.5 % a 24.9 %. Agroasemex se alejó de la operación de primer piso en
el sector agropecuario de bajos ingresos e inició un año de transición, como instancia
de segundo piso, promoviendo intensamente el establecimiento de fondos de
autoaseguramiento. El pequeño productor no tuvo acceso de manera real a recursos
crediticios de la Banca Comercial, por estar desprovisto de garantías líquidas e
hipotecarias. Desde inicios de los años de 1990 y ya en el año 2000, existieron varias
ofertas financieras incursionadas por pequeñas instituciones de microfinanzas o
microcrédito, que trataban de suplir la falta de alcance de otorgamiento de crédito al
sector (De Rivero, 1998).
92
• La cadena comercial inconsistente o dependiente del intermediario.
• El destino del crédito, que muchas veces era desviado.
• Falta de profesionalización de las organizaciones de productores con relación
al nivel de conocimiento en la formulación del proyecto y cumplimiento con la
tramitología.
• El minifundismo limitaba el acceso al financiamiento agrícola, debido en gran
parte a su dispersión y a que no podía ser sujeto de crédito.
• Falta de suficientes garantías.
• Altas tasas de interés.
• Altos costos de transacción.
• Sistemas informáticos en su mayoría inexistentes y sin esquemas contables.
• Falta de desarrollo tecnológico.
• Actividades de alto riesgo y montos pequeños de crédito.
• Altos costos de atención.
• Falta de instituciones dispersoras o intermediarios financieros rurales.
Integración productiva
La principal forma en que se ha manifestado la integración de la producción en los
mercados mundiales es a través de la inversión extranjera, siendo la más relevante
la inversión directa, misma que se ha caracterizado por la toma de posición de
control en sociedades o por la constitución o adquisición de sucursales. En mayo de
1989 se publicó el Reglamento de la Ley para Promover la Inversión Mexicana y
Regular la Inversión Extranjera. Este hecho no afectó el estado legal de la Ley de
Inversiones Extranjeras emitida en 1973, pero sí presentó cambios significativos,
como una nueva clasificación de actividades económicas para propósitos de
inversión, incluyendo algunas reservadas a empresarios nacionales o
exclusivamente para el gobierno mexicano (Cramer, 1999).
93
las solicitudes de inversión después de 45 días, la adquisición de más de 49 % de
acciones de una compañía, la inversión en maquiladoras y en compañías industriales
y comerciales de exportación, así como en bienes raíces en zonas restringidas a
través de un fideicomiso. En México la inversión extranjera vino a complementar a la
inversión nacional. Con las reformas a su reglamentación y la apertura comercial del
país, el dinamismo de este tipo de inversión fue notable: en 1990 representó el 1.4 %
del PIB y para 1996 significó 2.7 %, es decir, dicha participación casi se duplicó. Por
el contrario, la inversión nacional, medida por la inversión fija bruta, aumentó durante
el mismo lapso sólo levemente: en 1990 correspondió a 17.9 % del PIB y en 1996 lo
hizo en 19.4 % (De Rivero, 1998).
Comparando el esquema de México con el mundial, se encontró que las ramas con
alta participación y alto crecimiento a nivel mundial, como son las sustancias
químicas industriales y los productos alimenticios, no presentaban comportamiento
similar en México. Si bien tuvieron participación alta, tuvieron un bajo crecimiento en
el periodo 1988-1993. Otras ramas con alta participación en la economía mundial,
aunque con bajo crecimiento, fueron la maquinaria eléctrica y no electrónica y el
equipo de transporte. Sin embargo a nivel nacional dichas ramas tuvieron tanto baja
participación como bajo crecimiento.
La política industrial desde 1988 fue funcional a esta visión estratégica. Desde
entonces y hasta el año 2000, la política industrial de corte horizontal o neutral, con
94
el objeto de brindar beneficios a empresas, ramas, sectores y regiones por igual, sin
distinción de su tamaño, estuvo entre las principales medidas conforme a la
estrategia seguida. De igual forma y congruente con el nuevo modelo, se privatizaron
las principales empresas paraestatales y se eliminaron programas sectoriales y la
mayor parte de los recursos de la banca de desarrollo de primer piso con el objeto de
reducir el déficit fiscal. Por último, la política comercial y de atracción de inversión
extranjera jugó un papel fundamental para reducir las tasas arancelarias y las
barreras no arancelarias y permitió, paralelamente, importantes flujos de capital
extranjero. Ante la importante disminución de políticas orientadas hacia el sector
manufacturero, diversas entidades federativas promulgaron normas, instrumentos y
mecanismos para el fomento de sus respectivas empresas.
95
exportadoras y alrededor de 3,500 maquiladoras generaron más del 95 % de las
exportaciones durante 1993-1999, mientras que el restante 3.1 millones de empresas
participaron con menos del 5 % de las mismas.
Si bien el sector manufacturero generó 4.8 % del PIB, durante 1988-2000 tuvo, sin
considerar a la industria maquiladora, un creciente déficit comercial. Desde inicios de
la estrategia de la liberalización en 1988 el índice de la balanza comercial sobre el
PIB del sector manufacturero cayó del -14 % a niveles cercanos al –30 % en 1994, y
en 1995 volvió a niveles cercanos al –20 % con la recuperación en términos del PIB.
Lo anterior refleja, por un lado, que estructuralmente el sector manufacturero
requería de crecientes importaciones netas para crecer en términos del PIB y de las
exportaciones. Por otro lado, el mismo proceso implicaba una significativa ruptura de
encadenamientos.
PERIODO 1994-2000
96
y aceite de ajonjolí y el cuarto en jugo de naranja y jugo de toronja. El gran avance
comercial que México obtuvo con sus principales socios comerciales le permitió
alcanzar saldos superavitarios en la balanza en los últimos meses. Sin embargo, ese
resultado no fue suficiente para contrarrestar el déficit que se tenía con países de
Asia y Europa. México obtuvo con América del Norte exportaciones por 7 mil 783
millones de dólares en el periodo enero-julio de 1999, con Estados Unidos obtuvo
superávit de 8 mil 6 millones de dólares y con Canadá un déficit por 223 millones de
dólares. El comercio de nuestro país con Centroamérica llegó a un superávit de 710
millones de dólares. Con América del Sur el resultado del comercio mexicano revirtió
su tendencia, ya que pasó de un superávit de 400 millones de dólares a un déficit de
169 millones de dólares. Con el Viejo Continente la balanza comercial de México
presentó un déficit de 4 mil 183 millones de dólares (monto equivalente a una
reducción del 14 %). Por otro lado, con los países asiáticos México mostró un déficit
de 6 mil 632 millones de dólares en el periodo enero-julio de 1999 (lo que registró un
aumento del 11.3 % en relación con el mismo periodo del año anterior).
El PROCAMPO es un programa que tiene cobertura en todos los Estados del país y
atiende a un número de beneficiarios amplio y diversificado. Cabe señalar que el
apoyo tiene una incidencia mayor en el ingreso de los productores que destinan toda
o casi toda su producción al consumo familiar (Cramer, 1999). El programa se ha
97
convertido en una importante fuente de ingresos que utilizan los productores para
adquirir fertilizantes, semillas y, en general, insumos y servicios para la producción.
Como parte de las reglas de operación del PROCAMPO, por primera vez se
emitieron normas para dos ciclos agrícolas: primavera-verano 1999 y otoño-invierno
1999/2000; asimismo se afinó el proceso operativo de la cesión de derechos al cobro
del apoyo del PROCAMPO, con lo que se otorgó mayor certidumbre entre los
cedentes y cesionarios y se establecieron los plazos para revisar el procedimiento de
depuración del directorio de este programa. En el año agrícola la distribución de la
superficie apoyada fue, por ciclo agrícola, de 3.0 millones de hectáreas en el ciclo
otoño-invierno 1998/1999 y de 10.6 millones en el de primavera-verano 1999; por
cultivo, los productores sembraron el 51.4 % de la superficie apoyada con maíz, 14.2
% con sorgo, 11.8 % con frijol y 4.1 % con trigo. El resto comprendió alrededor de
237 cultivos más, entre los que destacan la cebada, algodón, soya, cártamo y arroz.
En total se beneficiaron cuatro millones de predios en el año agrícola. Cabe destacar
que el 84.0 % de estos predios pertenecieron al sector social representado por ejidos
y comunidades agrarias y, asimismo, el 61.6 % tuvo un tamaño de dos o menos
hectáreas.
98
millones de pesos y cubrieron una superficie de 3.4 millones de hectáreas, la que en
comparación con el año agrícola 1995 se triplicó y fue similar a la de 1998.
99
• Se precisó la obligación de publicar trimestralmente los saldos globales de los
recursos de la Federación en los fideicomisos estatales (Ejecutivo del
Gobierno Federal, 2001).
Con los recursos de la Alianza para el Campo se realizaron múltiples acciones para
impulsar la producción y productividad en la agricultura y ganadería, en beneficio de
cuatro millones de productores, 11.9 % más que en 1998, de los cuales el 47.3 %
habitaban en regiones con mayor retraso relativo. La Alianza para el Campo permitió
elevar el uso de insumos mejorados y maquinaria, la calidad fitosanitaria de los
productos agropecuarios y fortalecer la infraestructura hidroagrícola, como se puede
observar en el Cuadro1.
PERIODO 2000-2006
En el año 2006, el comercio agroalimentario de México con el mundo alcanzó 29 mil
millones de dólares, cifra 2.5 veces superior a la registrada en 1994. El déficit en la
balanza agroalimentaria y pesquera de México con el mundo se redujo de 2,552
millones de dólares en 2005 a 2,133 millones de dólares durante 2006.
100
Cuadro 1. Recursos destinados por el Gobierno Federal al programa de la Alianza
para el Campo y productores agropecuarios atendidos por subprograma.
Recursos (millones de pesos) 1/ Variación % 1999/2006
Productores
Concepto beneficiados
Federales Estatales Productores Total
(miles) (5) (1) (2) (3) (4) (5)
(1) (2) (3) (4)
TOTAL 2,995.5 1,630.1 3,747.8 8,373.4 4,005.2 21.8 42.3 84.7 18.5 8.6
2/
SAGARPA 2,497.3 1,566.2 3,490.8 7,554.3 3,856.0 30.4 42.8 13.7 24.2 7.7
Agricultura 731.2 511.2 1,551.8 2,794.2 576.3 14.2 43.2 4.8 12.8 0.4
Ferti-irrigación 208.3 100.6 556.1 865.1 11.4 -8.0 -17.5 -11.3 -11.3 -36.5
Tecnificación de la agricultura 7.8 7.8 0.1 90.6 -82.9 -81.0
Tecnificación de riego por
bombeo 9.2 9.2
Mecanización 146.5 83.9 806.4 1,036.9 52.1 17.8 9.5 20.5 19.1 24.1
Kilo por Kilo 123.0 107.0 38.4 268.4 294.6 -6.5 93.3 -15.5 15.5 19.2
Oleaginosas 112.0 39.2 44.8 196.0 45.4 14.7 131.5 24.2 30.1 167.9
Horticultura ornamental 16.1 5.6 34.5 56.3 1.6 77.4 19.1 -35.8 -16.8 -43.7
Otros programas agrícolas 116.0 167.0 71.6 354.6 170.9 211.3 115.8 227.4 159.1 -30.6
Ganadería 404.5 267.0 949.0 1,620.5 136.8 21.6 13.3 26.3 22.8 24.5
Fomento lechero 85.8 61.2 213.2 360.2 12.5 31.7 32.7 36.8 34.8 -23.5
Mejoramiento genético 46.9 29.8 99.7 176.4 17.8 88.6 -19.0 24.2 24.3 -15.2
Ganado mejor 82.3 78.8 194.3 355.4 30.1 15.0 17.4 6.7 56.4
Programa apícola 12.1 15.7 27.8 26.2 20.4 10.7 -22.0 204.3
Establecimiento de praderas 171.7 50.3 332.9 554.8 36.8 23.0 4.8 23.3 21.3 15.4
Desarrollo regional de proyectos
agropecuarios 17.8 18.6 52.8 89.2 1.0 159.8 39.1 204.4 137.4 -33.4
Otros programas ganaderos 16.3 40.4 56.7 12.4 14.1 108.8 21.0 9.9
Programas agropecuarios 139.2 198.2 262.7 600.0 162.3 28.6 158.2 306.1 140.3 16.3
Transferencia de tecnología 121.8 72.8 214.0 408.6 143.9 37.6 16.8 341.7 105.0 11.2
Promoción de exportaciones 8.6 3.5 12.1 4.6 97.5 -76.8 -50.9 42.9
Sistema de información
agropecuaria 17.4 11.6 29.0 12.5 23.6 38.4 29.2 259.4
Otros programas agropecuarios 105.2 45.1 150.3 1.4 6,099.0 4,513.0 4,513.0 -60.8
3/
Desarrollo rural 1,021.0 439.7 588.1 2,048.8 1,894.4 64.6 30.6 -6.0 31.0 13.0
4/
Apoyo al desarrollo rural 400.6 196.3 300.0 896.8 826.7 71.6 30.5 -19.1 18.8 37.8
Capacitación y extensionismo 118.2 68.2 35.4 221.8 215.7 36.7 20.7 130.9 40.1 39.0
Programa del café 157.7 42.3 112.8 312.8 394.9 3.3 -9.0 -13.8 -5.2 -2.7
Desarrollo integral en zonas de
alta marginación 88.9 54.4 31.9 175.2 30.0 156.2 153.8 156.2 155.4 110.2
Programa elemental de asis-
tencia técnica 124,3 52.1 176.4 404.9 39.0 43.8 30.3 0.7
Programa del hule 14.5 5.7 71.3 91.4 2.5 10.1 -18.1 529.8 191.3 2.0
Programa del cacao 7.6 4.8 36.8 49.2 19.5 2.1 166.3 -49.1 -39.8 2.6
Otros programas de desarrollo
rural 109.1 16.0 125.0 0.4 3,407.2 255.8 1,153.9 304.6
Sanidad agropecuaria 201.5 150.1 139.2 490.8 1,086.1 -5.0 46.1 -4.9 6.4 1.0
Sanidad animal 104.2 71.6 67.4 243.3 636.1 5.9 45.7 -6.9 10.5 0.1
Sanidad vegetal 97.3 75.8 71.3 244.4 440.1 29.8 42.4 -3.0 21.2 0.3
Control cuarentenario 2.7 0.5 3.1 9.8 645.1 0.7 107.5 1,069.2
CNA 498.2 63.9 257.0 819.1 149.3 -8.7 30.2 -33.9 -16.7 37.8
Rehabilitación y modernización
de distritos de riego 141.7 33.4 111.0 286.1 38.3 6.9 3.8 -1.7 3.0 76.6
Uso eficiente del agua y la
energía eléctrica 79.8 15.6 65.0 160.4 12.1 5.7 105.3 -26.4 -6.4 120.6
Programa de desarrollo parce-
lario 74.7 14.7 60.0 149.4 27.1 -20.0 58.1 -45.1 -29.5 232.1
Uso pleno de la infraestructura
hidroagrícola 202.0 0.2 21.0 223.2 71.8 17.2 73.1 -30.7 -1.6
1/
La suma de los parciales puede no coincidir debido al redondeo de las cifras. Los espacios en blanco indican la ausencia de
movimiento. 2/ Se ubican los programas conforme el subsector normativo al que pertenecen reportados en Cuenta Pública 1999.
3/
Las cifras de recursos federales pueden no corresponder con las reportadas en el apartado 4.8.3.1 Combate a la pobreza
extrema, debido a que en este último se consignan cifras estimadas de gasto regularizable. 4/ Incluye al Fondo de
Microfinanciamiento a Mujeres Rurales. p/ Cifras preliminares.
101
Las importaciones agroalimentarias rebasaron los 16 mil millones de dólares,
resultado del dinamismo en las compras de alimentos procesados (carnes y lácteos),
granos forrajeros, cereales, granos y oleaginosas. Las importaciones se han
concentrado con los socios del TLCAN (65 % en 2000 al 80 % en el 2006).
102
CONCLUSIONES
103
sufren en carne propia los caprichos de la naturaleza y los vaivenes de políticas de
estados efímeros y coyunturales que poco han trascendido en la solución de los
problemas del sector rural. Su atención integral es uno de los grandes pendientes
que tiene el Estado mexicano.
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104
CAPÍTULO 6
INTRODUCCIÓN
105
Para lograr dicho avance, el Gobierno Federal estableció, entre otros aspectos, una
política de precios de garantía y un tipo de cambio, ambos estables por cerca de 15
años. Mantuvo, además, el control de la producción o comercialización de los
insumos agrícolas más importantes, creando para ello instituciones tales como
Fertilizantes de México, Almacenes Nacionales de Depósito y la Compañía Nacional
de Subsistencias Populares. También ejerció prácticamente el control pleno sobre los
Distritos de Riego y la construcción de infraestructura para la gran irrigación,
facilitando, en conjunto, la producción de los alimentos necesarios y excedentes para
exportar.
Sin embargo, a inicios de la década de 1970 ya era claro que el modelo de desarrollo
agropecuario impulsado por el Estado Mexicano había alcanzado sus límites y que el
gobierno no podía seguir soportando el volumen general de subsidios sostenido
previamente, a la vez que eran requeridos para ser canalizados al desarrollo
industrial, subordinando a éste la transferencia de valor extraído del sector
agropecuario incluso a costa de la descapitalización del campo. A lo anterior se sumó
el hecho de que las estrategias de sustitución de importaciones o crecimiento hacia
adentro, y el “desarrollo estabilizador”, estaban induciendo la polarización
económica, social y política que ponían en riesgo al sistema en su conjunto.
106
vez mayores, como: los movimientos magisteriales por incrementos de salarios,
campesinos en lucha por la tierra, y los movimientos ferrocarrilero y universitario de
1968, que fueron un parteaguas en el desarrollo político del país.
Dada la profundidad de la crisis por la que atravesaba nuestro país y debido a que
los programas de ajuste en la práctica generaron un crecimiento económico
promedio casi nulo, elevando en cambio y de manera considerable el desempleo y la
economía informal, el fracaso del inicio de la estrategia de liberalización económica
justificó las acciones del gobierno en turno para profundizar los cambios
estructurales, lo que motivo en el gobierno de 1989 a 1994 la consolidación de la
107
política de liberalización económica, mediante la realización de transformaciones
radicales tales como las siguientes:
108
En este contexto, es pertinente reflexionar sobre los principales compromisos
asumidos explícita o implícitamente con la firma del TLCAN y, sobre todo, saber si se
están cumpliendo o se han aplicado mecanismos para su ejecución, ya que, en caso
contrario, es importante saber porqué no se han realizado o porqué no se han
operado los instrumentos para su completo funcionamiento. De entrada, no puede
afirmarse que un tratado sea malo sin sopesar los efectos del cumplimiento cabal o
no, armónico o desordenado, de sus objetivos y metas.
Como se observa, para el sector rural de México, que es el más sensible, el TLCAN
sólo ha cumplido en contribuir al comercio mundial y, de manera regular, en crear un
extenso mercado, pero no precisamente seguro. El resto de compromisos no se han
ejecutado, ya que no hay un desarrollo social; las distorsiones y obstáculos continúan
con medidas proteccionistas no arancelarias. Es evidente que no hay una
competencia leal y las reglas, aunque están escritas, no se respetan en forma clara.
A este respecto, Estados Unidos hace su política agrícola sin consultar previamente
a sus socios por la afectación de la misma (como la Farm Bill y la Farm Security Act
que otorgará subsidios desmedidos hasta 2011); la inversión en el campo ha
descendido; no se reconoce la propiedad de las variedades autóctonas, que en todos
los casos han sido el material de origen para los transgénicos. Con muros y guardia
nacional es difícil concretar un plan de cooperación. En lo productivo del sector
agropecuario, sólo el subsector hortofrutícola ha logrado obtener provecho.
109
¿por qué no se refleja en un desarrollo socioeconómico armónico y equilibrado para
México? y, ¿por qué se han agudizado las contradicciones sociales y económicas en
el sector rural? Estas preguntas se justifican, además, porque México es el que más
tratados comerciales ha firmado después del TLCAN.
110
obtenidos en sectores más competitivos. Por otro lado, las medidas para equilibrar
algunas de dichas asimetrías han sido francamente deficientes e insuficientes y no
porque debiera caerse en el error de competir con subsidios al comercio o a la
producción, sino porque no hemos hecho valer ante las instancias, paneles y
tribunales internacionales, nuestro derecho ante las obvias prácticas desleales de
Estados Unidos y mucho menos hemos exigido las indemnizaciones
correspondientes por dichas prácticas.
Pero además, las acciones que se implementaron para hacer más competitivo al
sector rural, desde el Programa Elemental de Asistencia Técnica, y todos los que
constituían y constituyen la Alianza para el Campo, han tenido resultados
insuficientes para los rezagos existentes, y se han aplicado sin concurrencia ni
transversalidad, como lo evidencia la evaluación del Programa Especial Concurrente
contemplado en la Ley de Desarrollo Rural Sustentable (Universidad Autónoma
Chapingo y Cámara de Diputados, 2005). No obstante ello, algunos subsectores
agrícolas han logrado aprovechar los tratados, y gracias a dicha apertura han
consolidado ventas que reducen el déficit comercial de nuestro país, por lo que es
necesario conocer cuál ha sido el comportamiento comercial con los diferentes
tratados y específicamente con el TLCAN.
111
Cuadro 2. Importación de granos básicos antes y después del TLCAN (millones de
toneladas).
Cultivos1 1985-1993 1994-2002 Aumento (%)
Maíz 21.3 41.5 94
Soya 12.3 31.8 160
Sorgo 19.8 32.9 67
Frijol, maíz y trigo 28.9 63.6 123
(Cámara de Diputados, 2003).
Los datos del Cuadro 2 muestran claramente que el subsector más sensible de la
agricultura mexicana se ha visto perjudicado con el TLCAN, porque si ya desde antes
éramos importadores por no producir los requerimientos necesarios, la importación
se ha incrementado con dicho Tratado, provocando el desplazamiento de los
pequeños productores debido a que no son competitivos y porque lo implementado
por el Gobierno Federal para incrementar productividad, rentabilidad y
competitividad, no ha tenido logros significativos.
112
Salvo en la reducción de los precios internos, que ha beneficiado a los productores
pecuarios que utilizan alimentos balanceados, e indirectamente a todos los
consumidores, las demás implicaciones han sido negativas para el medio rural y, no
obstante de esto, México ha firmado varios tratados comerciales más (Figura 1), pero
en ellos no ha puesto en riesgo a los granos básicos, como sucedió en el TLCAN al
dar sólo 15 años para el total desgravamiento.
Lo anterior significa que México, después de ser una de las economías más cerradas
y protegidas, con un subsector de granos básicos autosuficiente, hoy es de las más
abiertas y con mayor desgravación, con una alta importación de dichos productos.
Esto no indica que para ser agroexportador en ese subsector se deba tener una
economía protegida, ya que hay otros factores que deben considerarse, sin embargo,
es pertinente preguntar ¿cómo se ha reflejado esta apertura hacia la economía
mexicana?, ¿qué es lo que ha fallado y que no ha permitido aprovechar más los
mercados? o, en todo caso, ¿hay causas estructurales que no hacen viable una
relación comercial entre países con enormes desigualdades? Asimismo, puede
cuestionarse si un tratado puramente comercial es útil para reducir las
113
desigualdades. En los Cuadros 3 y 4 se observa la dinámica de las exportaciones e
importaciones con los diferentes bloques económicos.
Las exportaciones del país crecieron entre 1993 y 2004 casi 278 % pero, si ya
estábamos muy ligados al mercado de Norteamérica, en ese periodo se incrementó
dicha dependencia, es decir, firmamos más tratados comerciales pero le vendemos
más a Estados Unidos ya que, aunque diversificamos el comercio con más bloques,
lo redujimos con la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) y la Unión
Europea (UE) y ligeramente con Centroamérica. Por otro lado, en las importaciones
México sí ha aprovechado los diversos mercados, ya que ha reducido las compras a
Estados Unidos y ha incrementado sus adquisiciones con el resto del mundo.
Sin embargo, ante los problemas sociales y económicos del país y dada la liga
estrecha con Estados Unidos, es obligatorio examinar: ¿por qué ante la mayor
integración comercial se ponen más barreras al flujo migratorio?, ¿por qué, si se
pretende la integración del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) la
inversión de Estados Unidos disminuye?, ¿por qué, si se reconocen diferencias
significativas no se establece un plan conjunto para reducirlas?, es decir, el comercio
ha sido un instrumento para hacer negocios, pero no una palanca para un desarrollo
armónico; por lo menos para México no ha sido así y, por lo tanto ¿se justifica el
114
negocio benéfico para unos cuantos productores rurales a costa del perjuicio de la
mayoría de ellos?, ¿qué se requiere para un comercio de productos rurales más
equilibrado? Es claro que lo que hace falta no es una revisión del mismo, sino un
addendum agropecuario, donde se incluya la solución expedita a controversias, el
medio ambiente, la migración y los mecanismos de cooperación con mayor inversión,
para establecer polos de desarrollo agroindustrial que generen empleo y valor
agregado a los productos primarios.
115
perjudiquen a alguno de los signantes (v.g. las salvaguardas, los principios de
transparencia, la discusión de controversias, la incompatibilidad de obligaciones, el
sistema de monitoreo aduanal, etc.).
116
Cuadro 6. Principales asimetrías de México con Estados Unidos y Canadá.
Concepto México Estados Unidos-Canadá
Clima Diverso y heterogéneo Menos heterogéneo
Suelos Con erosión y Poca erosión y más
desertificación humedad
Contaminación y baja Contaminación y
Agua
eficiencia agotamiento de acuíferos
Subsidios1 En 2005: 14.5 mil millones En 2005: 112 mil millones
(dólares)
Organización Deficiente y manipulada Eficiente y competitiva
Investigación Poca y dispersa Mucha y estructurada
Asistencia técnica Deficiente y esporádica Bastante y continua
Insumos Caros Baratos
Cadenas
En proceso y lento Constituidas y eficientes
productivas
PIB per cápita Lugar 71 Lugar 8
Productividad en
2.5 t/ha 8.5 t/ha
maíz
1
Fuente: Elaboración propia con varias fuentes de INEGI y SAGARPA. En México corresponde al
presupuesto del Programa Especial Concurrente, que incluye el gasto social
117
denostada revolución verde. Sin embargo, esta asimetría en productividad también
se da en muchos otros cultivos, siendo baja para México en la mayoría de ellos.
Asimetrías en subsidios
Es evidente que ésta es una de las diferencias que más inciden en distorsionar los
precios y afectar a los productores de nuestro país, lo cual, aunado a un nivel
tecnológico bajo, hace que los mismos no sean ni productivos ni competitivos ante
los productores de Estados Unidos (Cuadro 7).
118
países involucrados en la Organización Mundial de Comercio (OMC), pero en forma
sintética y para no descontextualizar el tema, se indican los aspectos fundamentales
de la política de subsidios que aplica Estados Unidos (EUA), la Unión Europea (UE) y
Japón.
119
Estas diferencias en subsidios se hacen evidentes cuando resulta que el TLCAN fue
el primer tratado entre dos de los países más desarrollados con uno obviamente
subdesarrollado, de tal manera que el producto per cápita de México en 1994 era el
equivalente al de Estados Unidos en 1920, o sea, una diferencia de 74 años de
rezago. O expresado de otra manera, en 1994 México tenía un producto per cápita
de 3,991 dólares y Estados Unidos de 25,512, es decir, más de seis veces de
diferencia y, en el caso específico de los salarios industriales, la diferencia era de
más de 10 veces (Forbes, 1996; Fisher y Dornbusch, 1988; citados ambos por Acuña
y Calles, 2000).
Las razones por las cuales se asegura que con el TLCAN los perdedores son los
productores de cereales y oleaginosas se enuncian a continuación:
• Se incluyó el subsector de granos básicos que no era competitivo.
• No se protegieron los sectores sensibles.
• No se planeó una reestructuración a fondo de los sectores en riesgo.
• La política neoliberal fue más allá de lo pactado en el TLCAN.
• Se afectó a 3.5 millones de productores que cubren 71 % de superficie
sembrada y aportan 40 % del valor de la producción, la mayoría con menos de
5 ha.
120
• No se establecieron a fondo programas para aumentar la competitividad.
• Se permitieron ilegalmente cupos de importación por arriba de lo pactado.
• Los programas implementados para incrementar la producción se han
burocratizado y sobrepolitizado.
• Los programas para incrementar producción y productividad no han tenido ni
concurrencia ni transversalidad.
• Las evaluaciones realizadas de los programas aplicados usan una
metodología que “mide” los impactos por apreciación de los productores
• No se realizaron metaevaluaciones de los programas aplicados ni se
internalizan los efectos medioambientales.
121
y violencia, etc.; es decir, el TLCAN ha sido corresponsable de que las condiciones
socioeconómicas del campo mexicano se mantengan en crisis, siendo esto más
evidente en los sectores menos competitivos, repercutiendo, en conjunto, en una
mayor dependencia alimentaria.
122
Figura 4. Crecimiento de las importaciones de cuatro cultivos (millones de toneladas).
Fuente: Cámara de Diputados (2003).
123
Figura 5. Dependencia alimentaria en arroz, frijol, maíz y trigo: porcentaje de las
importaciones respecto del consumo aparente. Fuente: Cámara de Diputados (2003).
124
Ahora bien, con la finalidad de no sólo criticar pretendiendo erigirse con la verdad y la
mejor autoridad en la materia, procede preguntarse ¿lo negativo se puede revertir
según el TLCAN? La respuesta a esta interrogante es que sí, ya que, por ejemplo,
antes del TLCAN, México usaba licencias previas para regular importaciones y ahora
usa la tarifación de arancel-cuota, pero las diferencias en su aplicación fronteriza
hacen que México no aproveche este mecanismo, pues tenemos un sistema aduanal
ineficiente y con muy poca certidumbre, por lo cual se debe mejorar su vigilancia.
El Gobierno de México no ha hecho valer sus derechos ante las prácticas desleales
de Estados Unidos, para lo cual existe un tratamiento general estipulado en el tratado
suscrito. Con base en esto es factible y debe recurrirse a mecanismos reales de
apelación y no a simples denuncias verbales.
Lo anterior nos evidencia que generalizar los aspectos negativos que se consideran
como producto del TLCAN, no son en sí, exclusivamente derivados del mismo
tratado, sino también de que México no ha realizado las acciones externas e internas
más adecuadas para no convertirlos en problemas graves, máxime que hay
subsectores que se están beneficiando con dicho tratado y que, aunque tienen
características muy diferentes, los contrastes deben permitir identificar las causas
estructurales no sólo en el TLCAN, sino en los mecanismos e instrumentos que se
aplican o se dejan de aplicar por parte de México, sobre todo, para que se minimicen
los efectos negativos y se maximicen los efectos positivos, que son relevantes
porque reducen el déficit de la balanza comercial.
125
EFECTOS POSITIVOS DEL TLCAN
Con la presencia del TLCAN, en el sector rural se han beneficiado cerca de 100 mil
productores hortofrutícolas, principalmente 20 mil agroexportadores y otros pocos
ligados a la agroindustria. También se han beneficiado los productores dedicados a
la ganadería en cuanto que han tenido insumos a precios bajos; sin embargo, este
beneficio se ha visto contrarrestado por la entrada en exceso de productos
pecuarios, siendo el balance negativo para la gran mayoría de ellos, exceptuando los
grandes productores de pollo y huevo que logran maximizar insumos e
infraestructura y, por ser la ingesta de proteínas más barata, el consumo per cápita
nacional de dichos productos ha sido de los más elevados a nivel mundial, con
alrededor de 21 kg, como se aprecia en la Figura 6.
Por otro lado, y sin negar que los precios de los productos de la canasta básica se
han incrementado, tampoco puede negarse que la pobreza alimentaria ha
disminuido, tanto por efecto de los precios bajos de los granos básicos, como por el
Programa Solidaridad-Oportunidades, y la relevancia de las remesas enviadas por
126
migrantes en Estados Unidos que resultan ser ya la segunda entrada de divisas
después del petróleo.
127
los productos alimenticios, como se indica en el Cuadro 9, considerando tres
periodos, desde 1980 hasta 2002.
No se prevé que esta tendencia cambie en el corto plazo, máxime que el inventario
mundial está sin aparente riesgo. No obstante lo anterior, el riesgo persiste por dos
razones. En primer lugar, el crecimiento económico de China está elevando el
consumo per cápita de productos cárnicos, incluso en cerdo y huevo (World Watch
Institute, 1999), ya es superior al de Estados Unidos y, en segundo lugar, el deterioro
de los recursos naturales es alarmante, ya que varios ríos importantes como el
Amarillo en China y el Colorado en Estados Unidos ya no llegan al mar y afectan a
regiones agrícolas importantes, como la de Shandong, que produce 20 % de trigo y
15 % de maíz; así también, el abatimiento de mantos freáticos es cada vez mayor,
incrementando los costos de extracción, y en el caso de Estados Unidos ya está
mermando el gran acuífero fósil de Ogallala, lo que ha reducido el área agrícola,
situación que a diferentes niveles sucede en casi la totalidad de países (World Watch
Institute. 2004).
128
Figura 7. Precios de los cuatro cultivos básicos: arroz, frijol, maíz y trigo (miles de
pesos/ton). Fuente: Cámara de Diputados (2003).
Esta disminución de precios y los riesgos de deterioro del medio ambiente indicados
también se presenta en oleaginosas y forrajes (Figura 8). El hecho de que los
productores nacionales de los granos básicos, oleaginosas y forrajes se perjudiquen
por la sobreoferta de los mismos, es un problema consustancial al desarrollo
económico de cualquier país y de la economía en sí, ya que por un lado, unos
cuantos son productores y generalmente no se les paga lo adecuado, pero por otro
lado, todos somos consumidores y no se desea pagar precios altos.
129
y para ello ponen como ejemplo de éxito a los pocos países de Asia que transitan
con mayor libertad económica, sin que ello implique que estén ajenos a los vaivenes
de las crisis cíclicas.
Hong Kong y Singapur ocupan los dos primeros lugares, Estados Unidos el doceavo,
Canadá el décimo sexto y México el lugar 63, de un total de 155 países (The
Heritage Foundation y The Wall Street Journal, 2006), donde los criterios que se
130
consideran son: política comercial, carga impositiva del gobierno, intervención del
gobierno en la economía, política monetaria, flujos de capital e inversión extranjera,
actividad bancaria y financiera, salarios y precios, derechos de propiedad,
regulaciones y actividad del mercado informal. Un estudio reciente indica que “si la
economía del sector rural, y en general toda la economía mexicana deja de sufrir las
regulaciones del gobierno y los individuos disfrutan del más amplio margen de acción
bajo el marco de respeto a la propiedad privada, sin duda se logrará un buen índice
de libertad económica. Al mejorar el índice de libertad económica, sin duda, se
incrementará el producto interno bruto per cápita, es decir, que mejorará la
prosperidad de los campesinos”. Sólo procede preguntarse: ¿es una utopía que
podrá convertirse en realidad? (Mercado, 2006).
131
anterior federal se planteaba en 30 millones (Ejecutivo del Gobierno Federal, 2001)
con desnutrición.
Cuadro 11. Disminución de precios en productos pecuarios ($/t; precios 1993 = 100).
Periodo Aves Bovino Caprino Ovino Porcino Huevo Leche Miel
1980-84 9,994 9,693 13,636 13,610 10,479 4,665 1,505 6,476
1985-93 8,997 11,008 14,194 14,792 10,108 4,169 1,515 9,079
1994-02 4,689 6,945 9,331 9,891 6,349 2,724 1,010 5,725
Variación (%)
85-93/94-02
-48 -37 -34 -33 -37 -35 -33 -37
Fuente: Cámara de Diputados (2003).
Por lo tanto, resulta obvio que los apoyos y subsidios deben canalizarse hacia la
competitividad, con tecnología importada que amplíe el capital social y tecnológico
para exportar productos procesados con mayor valor comercial.
132
por parte de México ha sido muy lenta y superficial; sin embargo, y a pesar de ello,
dichas actividades han tenido un crecimiento diferenciado como se indica en el
Cuadro 12.
133
Beneficios por grandes sectores
Con el objetivo de ubicar el sector rural en el contexto de la economía nacional, se
indica en lo general, el comportamiento de los sectores a nivel macro,
evidenciándose que la industria manufacturera ha sido la que mayores beneficios ha
obtenido con la apertura comercial (Cuadro 14).
134
de la economía incrementen su productividad para aprovechar la cobertura comercial
y esto permita una distribución mejor de la riqueza. Por ello, resulta relevante definir
de manera adecuada las perspectivas y opciones más viables de crecimiento y
desarrollo socioeconómico para el país.
ANÁLISIS Y PERSPECTIVAS
¿Es adecuado producir todo el maíz que se requiere, aunque no sea costeable?
Quizá política y socialmente sí porque la economía se ha sobrepolitizado, y más aun,
incluso la aplicación de las leyes y la justicia se ha distorsionado por darle un
tratamiento en función de intereses políticos. El caso más reciente es el de las
elecciones presidenciales, en las cuales, por encima de la ley se ha pretendido, a
través de supuestos fraudes, violentar lo legal, pero desde el punto de vista
económico, es obvio que tales situaciones no son adecuadas, aunque como lo
económico incide en lo político y en lo social, procede interrogar:
¿Qué políticas económicas y públicas deben aplicarse para este subsector? Sin duda
alguna la respuesta es muy compleja, pero en lo fundamental debe partirse del
hecho de que las condiciones económicas, sociales, tecnológicas, climáticas y
culturales son bastante heterogéneas, ya que en los espacios regionales existen
unidades de producción rural con tecnologías altamente desarrolladas que
comparten con otras que siguen haciendo uso de métodos francamente arcaicos.
Los apologistas de lo tradicional, esforzados en rescatar la esencia de nuestra
cultura y sus raíces, debieran entender que la esencia de la tecnología implica el
135
cambio de las mismas, por lo cual, bajo estas premisas, se justifica una estrategia de
políticas públicas diferenciadas.
Desempleo rural
México no puede darle trabajo a los más de dos millones de pequeños productores
de menos de 5 ha que siembran maíz y frijol y cuyas unidades de producción no son
rentables y tienen que emigrar a las áreas urbanas, engrosando los cinturones de
miseria, o emigrar a Estados Unidos con los altos costos que ello implica, por lo
tanto:
136
¿Qué política de empleo puede generarse para los campesinos desplazados? Es
evidente que en las actividades que realizan ya no es procedente impulsar el empleo,
porque sólo sería mantener una falsa expectativa y alargar la solución a una
problemática que ya de por sí tiene muchos años de rezago, a menos que se piense
en opciones más rentables como las hojas de maíz para tamal, la producción de
huitlacoche o maíces de colores con sustancias para la industria farmacéutica, entre
otras; por lo tanto, quienes pregonan la asignación de más subsidios a los
productores de granos básicos cuyas unidades de producción no son rentables para
que sigan sembrando lo mismo, no sólo caen en posiciones populistas y
demagógicas de falsa solución, sino que propician hacer erogaciones improductivas
que no generan riqueza y sí aumentan la pobreza global del país por no recuperarse
productivamente dichos recursos.
Este conocimiento de los recursos permite además valorar el potencial real de ellos,
y de donde se puede generar empleo en productos no tradicionales, en fomento a las
artesanías, en mejoramiento de la infraestructura hidroagrícola y de vías de
comunicación, en el desarrollo de la acuacultura, y en megaproyectos que tengan un
enfoque sustentable, además de polos de desarrollo agroindustrial.
137
necesariamente pasar por una campaña permanente de alfabetización y de
elevación del capital social.
Migración
La migración a Estados Unidos ha sido una válvula de escape determinante, ya que
sin ella la inseguridad y violencia serían mucho mayores. La migración se estima en
24 millones de mexicanos, considerando todos los status de estancia. Las remesas,
que ascienden ya a cerca de 20 mil millones de dólares, han sido vitales para miles
de familias del medio rural de México, de tal manera que ahora se contraponen la
migración y remesas con el levantamiento de un muro y la presencia de guardia
nacional en la región fronteriza. Por ello, conviene preguntar si somos socios de un
tratado o vecinos cada vez más polarizados. Es evidente que ningún país en nuestra
civilización actual ha perdido tanto territorio por tener de vecindad a una república
imperial, ya que no sólo nos costó la pérdida de la mitad del territorio, sino la
extracción de nuestros recursos petroleros, la expoliación de los migrantes y, ahora,
las prácticas desleales en un comercio injusto.
Ante esta situación procede entonces definir ¿qué política migratoria se debe
implementar? Evidentemente que ni el entreguismo ni el populismo son las opciones
para resolver esta compleja problemática, por lo cual se tendrá que considerar,
necesariamente, un addendum al TLCAN, donde entre otros aspectos se incluya este
punto, ya que es una problemática compartida, y el flujo migratorio no se va a
detener ni con muros ni con guardia nacional, ya que en el mejor de los casos
138
disminuirá, pero Estados Unidos tiene la incongruencia de que sus dos fronteras son
la menos y la más vigilada.
Subsidios
Los subsidios, en general, son un problema mundial estructural, y en específico los
del sector rural. Al respecto, es prudente preguntar si los subsidios benefician o
perjudican. Probablemente el mayor gasto sumado de todos los gobiernos
corresponda a los subsidios y en el sector rural, ya sean rojos, ámbares, verdes o
combinados, tienen un efecto determinante en las estrategias de desarrollo
económico y social. El ejemplo más impactante en la economía mexicana reciente es
el rescate bancario con el FOBAPROA, donde el posible cierre de los bancos hubiera
sido catastrófico para miles de ahorradores, pero el abuso en los negocios y
préstamos ilegales y la no recuperación de ese apoyo, que a largo plazo pudieran
haber dado los bancos, también está generando distorsiones no deseables en el
contexto económico nacional.
139
En este sentido, ¡la economía sin sociología ni ecología no es ciencia sino sólo
administración de negocios! Por lo tanto, no hay duda que es importante definir ¿qué
política monetaria, fiscal, o de subsidios aplicar?, pero más importante primero es:
¿qué concepción de política económica usar?, ya que sobre esta base se estructuran
todos los demás esquemas; de aquí que una estrategia que no resuelve problemas y
sí los profundiza no es lo más viable, lo cual justifica socialmente la aplicación de
subsidios, ¿pero hasta dónde y cómo?
Cadenas productivas
Los sistemas-producto son determinantes, pero su desarrollo es un proceso muy
lento ya que ¡en México no hay cultura de organización para el trabajo! Existe
bastante capital de organización en el medio rural, por ejemplo, los mismos ejidos,
las asociaciones ganaderas y agrícolas municipales o estatales, cooperativas,
uniones, sociedades de producción rural, etc.; sin embargo, la sobrepolitización a la
que han estado sujetas durante muchos años, y el contubernio de la asignación de
140
apoyos partidistas electorales, distorsiona y desinhibe el interés por las actividades
productivas.
Por otro lado, existen casos exitosos que deben ser considerados como ejes o
puntos de partida para centros de desarrollo productivo más amplio, es decir, en un
entorno regional. Así por ejemplo, existen grupos de éxito en algunos Grupos de
Ganaderos para la Validación y Transferencia de Tecnología (GAVATT), en ciertas
Unidades de Riego para el Desarrollo Rural (URDERAL), en grupos del Programa
para la Mujer del Sector Agrario (PROMUSAG), etc. Es decir, no es necesario
esperar a que el Movimiento “El Campo no Aguanta Más” presione para revisar el
TLCAN, o se firme un acuerdo por presión como el Acuerdo Nacional para el Campo,
que seguramente mucho de él puede ser incorporado para una planeación
agropecuaria más racional y no sólo coyuntural.
141
rebasan los 300, sino la eficiencia con que deben aplicarse, y que es de lo que se ha
adolecido según las diversas evaluaciones realizadas desde 1996, siendo éstas
últimas más de 3,000, hechas por más de 100 organismos diferentes, y con una
supuesta metodología para uniformizar criterios que no consideran las externalidades
y toman como impactos fundamentalmente la apreciación de los productores, pero
no los impactos reales, por lo cual se siguen instrumentando con inercia burocrática
de dos sexenios. En este contexto de ineficiencia e insuficiencia de los programas
aplicados para elevar la competitividad de los productores, procede interpelar:
¿Qué debe hacerse para que los programas se apliquen eficaz y eficientemente? La
experiencia de haber realizado diversas evaluaciones de varias dependencias, y la
única metaevaluación (Pérez, 2005) que se ha hecho sobre programas federales,
permiten sugerir el establecimiento de un solo mecanismo de Reglas de Operación
Multianual con presupuestos también multianuales que integre a los diversos
programas conformados en el Programa Especial Concurrente, en el cual, los grupos
de programa por dependencia tendrían, al menos las sinergias específicas de su
propia institución.
Esto fomentaría la concentración de apoyos al ser una estrategia más viable para
desarrollar polos de desarrollo que darían empleo a quienes han sido desplazados
por no ser competitivos. Actualmente lo que prevalece es la dispersión de los apoyos
otorgados por los diversos programas integrados al Programa Especial Concurrente,
ya que los programas aplicados en los tres últimos años, han dado resultados
142
escasos como lo muestra la evaluación del Programa Especial Concurrente
(Universidad Autónoma Chapingo y Cámara de Diputados, 2005), que indica que
sólo 31.9 % mejoró su alimentación pero en 60.9 % no hubo impacto tecnológico. Por
otro lado, el índice de concurrencia fue extremadamente bajo (sólo 8.5 % recibe más
de dos apoyos), por lo que el coeficiente de variación reflejó una gran
heterogeneidad, incluso al conformar estratos. El enfoque de los apoyos ha tendido a
ser clientelar; 14 % son analfabetas; 57.5 % tiene el 18.8 % del ingreso total y 2.9 %
concentra el 25.7 %; las instituciones aplican sus apoyos por separado; prevalece la
estrategia de apoyar al mayor número de productores, aunque el apoyo per cápita
sea insignificante; generalmente los recursos son insuficientes y la oportunidad de
los apoyos es marcadamente extemporánea.
143
intrascendentes en la gran mayoría de los casos. Es cierto, se requiere canalizar más
recursos para capital social y tecnológico a todos los niveles, pero también es cierto
que las diferentes instituciones tienen que ser competitivas y no vivir de glorias
pasadas, por lo que la asignación de presupuestos debe ser también en función de
resultados reales, útiles, de calidad y aplicables.
En este sentido, todas las instituciones de educación media superior y superior, así
como de investigación, deben contar con procesos de acreditación y certificación que
incrementen los procesos de calidad en todas sus actividades.
Nuestra economía depende del dólar y sin darnos cuenta está en proceso de
dolarizarse. El TLCAN fue firmado a finales de 1993 por los tres gobiernos con base
a la aprobación en sus respectivas instancias legislativas, pero ante la crisis de
México de 1994, con la finalidad de “salvar a México” de la debacle económica, el
respaldo económico de Estados Unidos no fue gratuito, ya que en 1995 se hicieron
modificaciones en acuerdos paralelos y anexos, que lesionan de manera significativa
144
lo planteado en la Constitución Política de nuestro país. Por ejemplo, veamos el
sector energético (Acuña y Calles, 2000):
145
de Nuevo México, Arizona, Alta California y parte de Oregon, además de que
previamente ya se había anexado a Texas.
146
Lo anterior requiere, obligadamente, que México recupere sectores estratégicos,
entre los que se encuentran los granos básicos (además de electricidad,
petroquímica básica, banca, telecomunicaciones), pero no con discursos y acciones
populistas ni entreguistas que resultan cortinas de humo para no consensuar
acciones objetivas y competitivas. Hoy en China la inversión privada realiza
importantes desarrollos industriales en sectores en los que México no permite la
inversión privada; por lo tanto, no es que ésta se haga presente en sectores
estratégicos, sino ¡cómo se invierte!, y sobre todo: ¡cómo coadyuva al desarrollo
sostenible y equilibrado social, ecológico y económico!
Cupos de importación
México puede hacer valer los cupos de importación, ya que se han autorizado
volúmenes de importación fuera de cupo, con muy bajos o nulos aranceles, lo cual
147
perjudica a las finanzas nacionales. ¿Por qué se ha dejado pasar esta violación por
parte de EUA?, o ¿por qué cuando se ha corregido no se ha hecho con la celeridad
que la problemática demanda? Será que la dependencia económica y alimentaria
induce a la subordinación de políticas-económicas y, aunque no sea así, la pasividad
nos ha hecho perder quizá, no dos o tres sexenios, sino a lo mejor tres décadas en
que la liberación económica sólo ha beneficiado a unos pocos en perjuicio de la
mayoría de productores rurales, cuando con competencia podemos producir con
calidad e inocuidad para exportar (Figura 9).
ADDENDUM AGROPECUARIO
Con las modificaciones que se hicieron a los anexos en 1995, tanto México como
Estados Unidos sentaron el precedente de que ante determinadas coyunturas es
justificable hacer adiciones al TLCAN original, por lo tanto, México debe proponer,
entre otros aspectos, un Addendum Agropecuario que racionalice el desarrollo del
subsector granos básicos de manera integral.
148
Por otro lado, dado el ambiente político-militar internacional derivado de la
unipolaridad militar de Estados Unidos y el fracaso de la Ronda de Doha derivado de
la multipolaridad económica, procede el estudio detallado de los mecanismos de
integración y desarrollo, ya que es vital preguntarse: ¿cómo vamos a salir del
subdesarrollo? México lo intentó por la vía de la industrialización y se avanzó algo
mientras la agricultura le transfería recursos y mano de obra barata, y aunque ésta
última todavía existe, los recursos financieros ahora son escasos, el sector primario
está deprimido y dependemos tecnológicamente de los países avanzados.
149
Finalmente, como comenta Hayek (1978), “lo que se necesita es un organismo
político internacional que, careciendo de poder para decidir lo que los diferentes
pueblos tienen que hacer, sea capaz de impedirles toda acción que pueda perjudicar
a otros. Todos ganaremos si somos capaces de crear un mundo adecuado para que
los Estados pequeños puedan vivir en él”. Esto no nos debe hacer perder de vista
que: ¡medir igual a los desiguales es tan ilegal e injusto como medir desigual a los
iguales!, por lo que los verdaderos tratados de buena voluntad son, por antonomasia,
la cooperación con equidad donde todos se benefician, si no se reducen a meros
contratos de negocios, donde quien impone las reglas de oro, es el que tiene el oro.
CONCLUSIONES
Marco internacional
Dado que es ya evidente el fracaso de la Ronda de Doha (que tiene como
antecedentes a las frustradas negociaciones de Cancún y Seattle), y que desde 2001
no se han podido consensuar acuerdos, fundamentalmente por discrepancias en el
sector agropecuario, tendrán más relevancia las negociaciones regionales, por lo que
México debe buscar una mayor integración con otros bloques económicos,
principalmente: la ALADI, Centroamérica y el Caribe, el MERCOSUR y la Unión
Europea.
Marco en el TLCAN
1. La apertura comercial se inició en 1985 con la adhesión al GATT en carácter de
nación en vías de desarrollo, y concluyó con la firma del TLCAN en 1993, donde,
entre otros aspectos, se retiraron los apoyos directos al sector, deteriorándose
más su poca rentabilidad y dinámica.
2. Esto ha implicado un incremento acelerado de las importaciones y de mayor
dependencia alimentaria, principalmente con Estados Unidos, por lo que se
consolidó la pérdida de autosuficiencia en alimentos y disminuyó nuestra
soberanía nacional, lo cual se ha corroborado con posiciones de supeditación.
150
3. Con el TLCAN los más perjudicados en el sector agropecuario han sido los
productores de granos básicos (maíz, trigo, sorgo y soya, principalmente); así
también los ganaderos y de productos lácteos.
4. Con el TLCAN los más beneficiados en el sector agropecuario han sido los
productores hortofrutícolas y todos los consumidores. Otro sector donde se
reflejan los beneficios ha sido la industria manufacturera.
5. El Artículo 1803 del TLCAN faculta para pedir consultas de posibles violaciones al
mismo, como la Farm Bill, y obliga a hacer público cualquier proyecto que afecte
intereses de los otros, por lo que debe mandatarse al ejecutivo para que opere con
eficiencia una demanda por daños y perjuicios y exigir las indemnizaciones
correspondientes.
6. El Artículo 2004 indica los mecanismos de solución de incompatibilidades y
controversias derivadas de acciones unilaterales y que pudieran ser causales de
anulación o menoscabo, por lo que el ejecutivo debe implementar, a la mayor
brevedad, las denuncias y demandas jurídicas para contrarrestar las prácticas
desleales de Estados Unidos.
7. México debe plantear un Addendum Agropecuario al TLCAN (esto no excluye que
se analicen sectores como inversiones, energía eléctrica, bancario, petroquímica,
electricidad, ferrocarriles, puertos aéreos y marítimos y migración, en los que
seguramente se requieren ajustes también) y, si esto no es aceptado por Estados
Unidos, plantear una moratoria (como la que aplicó ese país en el caso del
transporte y que México ganó en la OMC) y llevar el caso a los organismos
internacionales correspondientes.
Marco interno
1. México, al igual que los demás países subdesarrollados, se ve involucrado y
pierde en la guerra de subsidios de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón,
por lo que debe desarrollar una estrategia diferenciada y con subsidios bien
dirigidos para generar productividad y competitividad, independientemente de que
sean rojos, ámbares, verdes o combinados.
151
2. México no ha protegido de manera adecuada sus sectores sensibles y no ha
establecido una estrategia sólida para reducir las diferencias, dejando un tiempo
de 15 años que hoy, cerca de cumplirse ese periodo, se ve claro que fue
demasiado corto, lo que ha dado magnitud y profundidad a las asimetrías, por lo
que en el Addendum Agropecuario sugerido debe reconsiderarse la ampliación a
otros 10 años de los granos básicos y leche.
3. La reducción de la estructura institucional provocó no sólo la discontinuidad de
muchos proyectos, sino un periodo de indefinición que abatió más la producción y
la productividad, por lo que ha sido adecuado federalizar los programas, pero
ahora los gobiernos estatales son el centro para los municipios, por lo que debe
desarrollarse una profunda reforma para generar capital social en los municipios y
éstos deben establecer Planes Municipales de Desarrollo Sustentable, como está
planteado en la Ley de Desarrollo Rural Sustentable.
4. Es entonces evidente que los apoyos y subsidios federales y estatales deben
dirigirse fundamentalmente hacia procesos de competitividad para generar calidad
e inocuidad, con apoyo a tecnología importada que amplíe el capital social y
tecnológico que permita exportar productos procesados con mayor valor
comercial.
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World Watch Institute. 2004. Situación del mundo 2004. Icaria. España. pp: 105-138.
154
CAPÍTULO 7
INTRODUCCIÓN
Antecedentes
México cuenta con diversas zonas de producción agropecuaria para la exportación;
sin embargo, una gran parte de sus productores agropecuarios continúan operando
bajo la dinámica de la agricultura tradicional, la cual se caracteriza por el atraso y la
escasez de recursos tecnológicos y financieros que redunda en graves ineficiencias
en la producción y en la comercialización.
155
En México se aplican diversos apoyos a los productores agropecuarios, sin embargo,
una gran diferencia con los países industrializados está en los apoyos al mercadeo
de los productos, ya que el marco legal debe ser consolidado mediante leyes y
condiciones que permitan el sano desarrollo de los mercados agropecuarios a los
cuales puedan concurrir los productores en condiciones equitativas.
Importancia
La agricultura es un sector económico de importancia vital para el desarrollo
económico y social de un país, con impacto directo en la alimentación y nutrición de
su población y, consecuentemente, es uno de los aspectos fundamentales del
bienestar. Sus características distintivas son: inestabilidad, desventaja económica de
los productores y gran importancia en el desarrollo económico y social.
Las actividades del mercadeo que caracterizan a la agricultura moderna son muy
amplias y heterogéneas, y son necesarias para conservar, transformar y transferir los
productos agropecuarios.
156
El mercadeo es un proceso productivo; en cada una de sus etapas se añade valor a
los productos, creando utilidad de forma, lugar, tiempo y posesión. El productor, al
generar un producto está creando una utilidad de forma; el que lo almacena, crea
utilidad de tiempo; el que lo transporta crea utilidad de lugar, y el que lo vende crea
utilidad de posesión.
157
Poder de mercado
El poder de mercado es una característica intangible de los mercados que se conoce
por sus efectos en el proceso de comercialización a través de precios, términos de
contrato y comportamiento de las empresas. El poder del mercado influye
ventajosamente en los mercados y, cuando se vincula con los precios, también tiene
efectos en la demanda, el flujo de productos, la calidad y otras funciones del
mercado. Es lo que hace que un pequeño productor independiente no tenga ninguna
posibilidad de colocar sus productos en el mercado, ni siquiera a un precio que le
permita recuperar sus costos de producción y mercadeo.
Principales características
El productor agrícola tradicional se encuentra desprotegido en la parte final y más
importante de sus actividades, que es la venta de sus productos, al carecer de
servicios de acondicionamiento, normalización y almacenamiento especializado, que
le permitan la selección y conservación de sus productos, para contar con un poder
de negociación mínimo, ya que desconoce el precio en los distintos mercados y está
limitado a uno o pocos compradores que cuentan con medios de transporte y con el
conocimiento del valor de transacción.
158
especialmente en las regiones en desarrollo y que en productos hortofrutícolas se
estiman, en promedio, en la tercera parte de la producción.
159
oxígeno) y biológicos (insectos y roedores), por lo que se requieren métodos
adecuados de manejo, almacenamiento, transporte y desinfestación de los granos.
Los factores principales que determinan y acentúan las pérdidas en los granos y
semillas son: carencia de almacenes, manejo inadecuado, almacenamiento con alto
contenido de humedad e impurezas y presencia de plagas (insectos, hongos,
microorganismos, roedores y aves).
160
El control de la humedad relativa en el ambiente postcosecha es tan importante
como el control de la temperatura y, en algunas ocasiones, los efectos de ambos
factores son difíciles de esperar, ya que la capacidad del aire para retener humedad
varía con la temperatura. La humedad relativa del ambiente no sólo afecta la pérdida
de agua, causando marchitamiento, sino que también se refleja en la actividad de los
microorganismos.
Principales características
La agricultura tradicional inició su conversión a una agricultura moderna a partir del
desarrollo del comercio, de la especialización de la producción y de los avances
tecnológicos. Estos elementos generaron nuevos mercados, aumentaron el
rendimiento en el campo mediante la mecanización y el mejoramiento de los
insumos, desarrollaron procedimientos para el manejo y conservación de los
productos, y agilizaron y transparentaron los sistemas de comercialización.
Análisis funcional
El mercadeo de productos agropecuarios en la agricultura moderna es complejo, su
integración requiere una atención sistematizada de las diversas actividades que lo
161
componen, específicamente de la comercialización y el manejo de productos y
servicios.
El método funcional considera las actividades que deben realizarse y no quien las
realiza. Aun cuando fuera posible prescindir de algún intermediario, la función debe
realizarse. Tal es el caso de productores organizados quienes acondicionan,
almacenan, transportan y venden directamente sus productos. También existen
empresas que operan desde el campo hasta el consumidor; sin embargo, éstos son
casos aislados y la mayor parte de las transacciones requieren la participación de
intermediarios.
162
son algunas de las múltiples transformaciones que se realizan. Las agroindustrias
tienen una importancia vital para lograr el mejor empleo de los recursos.
163
Desde un punto de vista comercial, el centro de acopio facilita el vínculo entre oferta
y demanda en un marco de eficiencia y confiabilidad en las transacciones
comerciales, ofreciendo al productor la información y los canales adecuados para
una mayor remuneración, en tanto que al comerciante le da garantía de una
programación en la entrega sin recurrir a una intermediación innecesaria. Desde el
punto de vista social representa el núcleo en torno al cual el productor se organiza
con un objetivo específico, fomentando así el arraigo de los productores a su lugar de
origen (Díaz De León et al., 2005).
Los mecanismos de comercialización más utilizados en los centros de acopio son las
operaciones de lonjas y subastas. Los centros de acopio, mercados en origen o
mercados de productores cuentan con instalaciones destinadas a la operación de
una lonja.
Las lonjas son lugares que facilitan la concurrencia de oferentes y demandantes que
realizan sus operaciones en forma individual o privada. El personal de la lonja debe
circular entre compradores y vendedores para orientar las negociaciones, captar la
información de precios y acudir sólo en calidad de asesor para aclarar las dudas o
como testigo de las operaciones que se realicen.
164
En las subastas concurren varios compradores que compiten entre sí, ante un
subastador que se limita a presentar un producto que tiene prefijado un valor de
apertura y deja correr dicho precio hasta que algún demandante decide comprarlo
registrando el precio pactado. El comprador no entra en contacto con el oferente
hasta después de haberse cerrado la operación (Geoffrey et al., 1982).
165
Las cooperativas de comercialización se enfocan a la venta de productos, previa
recolección, normalización, empacado y almacenaje de los mismos. Algunas
asociaciones operan sólo como agentes comisionistas. Por su parte, las cooperativas
de compra están organizadas para comprar los insumos que requiere el productor
como fertilizantes, insecticidas y semillas entre otros. Las cooperativas de servicio,
como su nombre lo indica, proporcionan servicios como crédito, seguro e irrigación.
Por otro lado, las cooperativas procesadoras cumplen la función de empacar o
procesar productos del campo. Generalmente estas últimas forman parte de las
cooperativas de comercialización.
Acondicionamiento
El acondicionamiento o preparación es la primera etapa de las actividades a realizar
para lograr la adecuada conservación de los productos. El empleo de técnicas
166
modernas para el acondicionamiento, almacenamiento y transporte de los productos
agropecuarios es indispensable para mantener la calidad y evitar cuantiosas mermas
en la etapa postcosecha.
167
de enfermedades y fumigación. La secuencia y el número de operaciones que se
apliquen dependen del producto a tratar.
Normalización
La función de normalización es el establecimiento y aplicación de medidas uniformes
de calidad. Agiliza las operaciones de compra-venta al hacer posible la “venta por
descripción” sustituyendo a la forma primitiva de “venta por inspección”, lo que facilita
las transacciones en forma masiva, factor indispensable en una economía compleja.
La normalización permite: (a) conformar una oferta con calidad uniforme, (b) agregar
valor a los productos, (c) reducir mermas, (d) simplificar las operaciones comerciales,
al no requerir la presencia física de los productos, (e) establecer un lenguaje común
para productores, comerciantes y consumidores, lo cual, además, propicia un
eficiente servicio de información de mercados, (f) eficientar el manejo y el transporte,
(g) facilitar la conservación y distribución y, (h) incrementar la competitividad en los
mercados nacionales e internacionales.
Información de mercados
El proceso de la comercialización agropecuaria requiere, como parte vital, el acceso
y uso de información de mercados veraz y oportuna. La información de mercados
describe las condiciones de los mercados en materia de precios, inventarios y
demanda. Esta información es indispensable para la buena toma de decisiones.
168
Los precios, especialmente los referentes a productos perecederos, varían
diariamente y a veces por horas; por lo que este tipo de información debe difundirse
el mismo día que se recaba. Antes de la creación de los servicios de información, el
factor importante en los mercados agropecuarios era el rumor, que divulgado en el
lugar y tiempo adecuados, bajaba los precios, sin que hubiera un marco de
referencia que ahuyentara al productor. El más acaudalado podía pagar información
y tomar ventaja a los productores (Kohls y Uhl, 1988).
169
producción. Mientras más confiable es la información, más racionales son las
decisiones y más competitivo es el mercado.
Entre las razones que demuestran la necesidad de que sea el gobierno quien
proporcione este servicio destacan, por un lado, que esto beneficia a productores,
procesadores y otros agentes, así como a los consumidores, al propiciar un mercado
más eficiente y competitivo. Por otro, la información actúa como un “nivelador” que
fortalece el poder de negociación de los productores.
Almacenamiento
El almacenamiento se define como el hecho físico de colocar, estibar y poner bienes
o mercancías en una bodega. Se integra con el conjunto de conocimientos y
prácticas para guardar y conservar. El almacenamiento representa una operación
económica de gran trascendencia, dada su función primordial de prolongar la vida útil
y conservar la calidad de los productos agropecuarios. Se realiza en todas las etapas
de la comercialización y tiene una estrecha relación con otras funciones del
mercadeo como el transporte y el acondicionamiento.
170
La finalidad de un almacén de granos es servir de guarda temporal a corto, mediano
y largo plazo, según se localice en zonas rurales o urbanas. Al respecto, se tienen
almacenes de emergencia, de acopio, de concentración y distribución, y terminal o
portuario.
171
Transporte. El transporte tiene un rol muy importante en el desarrollo de los
mercados y en su expansión y competitividad, al actuar como elemento de unión
entre productores y consumidores. El movimiento de productos en las zonas de
consumo genera una utilidad de “lugar”. La operación eficiente del transporte
requiere analizar riesgos de aspectos modales, intermodales y multimodales,
integrando cadenas eficientes y flexibles, sensibles a todos los cambios tecnológicos.
La atención intermodal entre autotransportes y ferrocarril tiene especial importancia y
asimismo la tiene su vinculación con el transporte marítimo y en ciertos casos con el
transporte aéreo.
Entre las medidas para la modernización del transporte destacan las siguientes:
• La mecanización de maniobras de carga y descarga.
• El uso de carros tolva y trenes unitarios.
• La modernización de puertos, terminales, carreteras, puentes y vías.
• El estímulo a la instalación y utilización de equipo refrigerante, para disminuir
las mermas durante el traslado de productos perecederos. Para distancias
cortas es conveniente el uso de cajas aislantes que permitan conservar la
temperatura adecuada.
• E fomento a la creación de empresas de transporte especializado por parte de
los productores.
• El fomento al uso de normas de carga por producto y por tipo de vehículo,
para preservar en mejores condiciones los productos perecederos.
• El establecimiento de una adecuada coordinación con los transportistas que
presten el servicio de centros de acopio a centrales de abasto, completando
así el ciclo origen-destino de productos perecederos y de satisfactores básicos
e insumos para la producción.
172
destinadas a la concentración de la oferta de productos alimenticios, principalmente
en estado fresco, para satisfacer los requerimientos de la población.
Las centrales de abasto deben ser ubicadas cerca de las zonas de consumo para
actuar como mecanismos de acercamiento entre la oferta y la demanda de productos
alimenticios, mediante la concurrencia de vendedores y compradores con el fin de
facilitar la comercialización.
Una central de abasto comprende un conjunto de instalaciones para alojar una serie
de servicios que permiten la recepción de productos, su exhibición y
almacenamiento. Asimismo, requiere de un conjunto de servicios entre los que
destacan área para productores, frigoríficos de servicio público y el servicio de
información de mercados.
173
obtención de créditos a largo plazo, con tasas de interés bajas que, a su vez, se
otorgan al sector privado para la construcción de centros de acopio, silos, frigoríficos,
transporte especializado y centrales de abasto.
Mercados de futuro
El cambio de los procesos tradicionales de comercialización, caracterizados por la
falta de transparencia en las operaciones, ha reclamado serios esfuerzos que han
permitido desarrollar sistemas eficientes de comercialización, formación de precios y
cobertura de riesgos, entre los cuales destacan los mercados de futuro.
El precio de futuro es el precio del día de hoy para los productos que serán
entregados en el futuro. A diferencia de lo mercados de ventas al contado en donde
la entrega del producto y el precio convenido ocurren en forma simultánea.
174
Las negociaciones de contratos de futuros se realizan en Bolsas de Granos
(Commodity Exchange o Grain Exchange). Las bolsas no compran ni venden
mercaderías; solamente proveen las instalaciones y medios físicos para conducir un
mercado abierto, donde su principal responsabilidad es la de garantizar la libre
competencia sin manipulaciones desleales de precios. La bolsa diseña, publica y
aplica reglas de operación diseñadas para asegurar que cada uno de los
participantes en el mercado que se desarrolla en sus instalaciones reciba un
tratamiento justo y equitativo.
En las bolsas de granos el precio es el factor más importante para el agricultor que
siembra, el comerciante que distribuye, el especulador que afronta el riesgo, el
fabricante que transforma el producto en mercancía terminada o el consumidor que
lo usa. El precio es el centro de gravedad en torno al cual gira todo el sistema, ya
que el agricultor busca precios altos, el fabricante quiere precios estables, el
consumidor desea precios bajos y el especulador desea obtener el mayor beneficio
posible.
Los gobiernos de los países industrializados actúan en forma directa para lograr la
participación del sector social y privado en la operación del sistema, principalmente
en la construcción y operación de centros de acopio, la integración de
175
almacenamiento especializado, silos para granos y una red de almacenamiento en
frío para productos perecederos, la operación de empresas de servicio en apoyo a
productores, organizados y no organizados, la aplicación de normas de calidad, la
exportación de productos agropecuarios y la modernización de los mercados
mayoristas.
Los apoyos que otorgan los gobiernos son especialmente significativos para los
productores, por constituir el eslabón más débil de la cadena de comercialización.
EXPERIENCIA EN MÉXICO
176
los esfuerzos aislados que realizan las entidades federativas, en la claridad de que
es importante evitar que los esfuerzos realizados en la producción primaria se
deterioren en pasos subsecuentes.
Resulta evidente que si no se logra realizar la función del abasto con racionalidad,
coherencia y eficiencia, se tendrán efectos de manera persistente y creciente en toda
la estructura socioeconómica, generando un alto costo social y desperdicio.
177
utiliza el transporte refrigerado. Además de movimientos innecesarios de productos,
la carencia de información, respecto a las características y evolución de los
mercados de alimentos, origina que las operaciones se realicen sin la transparencia
requerida.
178
• La modernización del transporte y el uso de vehículos especializados.
• El uso de normas de calidad para los productos, sus envases y embalajes.
• Un servicio nacional de información de mercados sobre precios, calidades,
oferta y demanda de los productos.
• La integración y construcción de centrales y módulos de abasto ubicados en
los principales centros de consumo, para la venta de productos al mayoreo.
• La integración y construcción de los mercados de venta al detalle y la
infraestructura y servicios de distribución en zonas con abasto insuficiente.
• Los mecanismos alternados de comercialización como lonjas, subastas y
bolsa mercantil.
• La modernización del pequeño y mediano comercio y de mercados públicos
de venta al detalle.
• El financiamiento y estímulos para los participantes en el proceso de abasto.
• El apoyo técnico en materia de organización y capacitación a los productores,
transportistas y comerciantes.
• La investigación tecnológica para aumentar la eficiencia y productividad en las
instalaciones y servicios del sistema.
179
Decreto que establece las bases para el otorgamiento de los estímulos fiscales
en apoyo al Sistema Nacional para el Abasto y Programas de Fomento
Específico
Con base en este decreto, se deben implementar créditos preferenciales y estímulos
fiscales para fomentar las inversiones en construcción, ampliación y modernización
de centros de acopio, centrales y módulos de abastos, almacenes frigoríficos y
equipos de transporte especializado.
180
abasto: Ciudad de México, Monterrey, Nuevo León; Guadalajara, Jalisco; León,
Guanajuato; Torreón, Coahuila; Zacatecas, Zacatecas; Villahermosa, Tabasco;
Aguascalientes, Aguascalientes; Ecatepec, México; Hermosillo, Sonora y Mérida,
Yucatán.
181
Inversión realizada y población beneficiada. Los sectores social y privado
realizaron inversiones por 142,241 millones de pesos (aproximadamente 71 millones
de dólares), con beneficios directos para 80,368 productores, mayoristas y
detallistas. Los beneficios indirectos fueron para varios millones de consumidores,
por haberse atendido a centrales de abasto de gran importancia.
182
El 16 de abril de 1991 se creó un órgano desconcentrado de la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación denominado Apoyos
y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (ASERCA), el cual, mediante un
enfoque por producto, cambió el rumbo establecido por el Sistema Nacional para el
Abasto que integraba las funciones del mercadeo.
A partir del 1 de diciembre del 2000 se incluyó el Sistema Nacional para el Abasto en
la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, señalando que a la Secretaría
de Economía le corresponde coordinar y dirigir con la colaboración de la Secretaría
de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, el Sistema
Nacional para el Abasto. Sin embargo, el Reglamento Interior de la Secretaría de
Economía no lo incluía, y sus autoridades lo desconocieron, lo que trajo como
consecuencia que en el periodo 2001-2008 no se aplicara el Sistema Nacional para
el Abasto.
183
Tales apoyos se consideraron dispersos debido a que la Ley de Desarrollo Rural
Sustentable estableció nuevos Sistemas Nacionales para atender, en forma conjunta,
a la producción y a la comercialización y, en forma separada, a sus diversas
funciones (investigación tecnológica, capacitación, asistencia técnica, etc.). Al
respecto, la experiencia de los países industrializados ha señalado que el sector
agropecuario debe atender en forma separada a la Producción y a la
Comercialización.
El Acuerdo se integró como respuesta a las demandas de los productores y con base
a las propuestas presentadas en las Mesas de Diálogo por una Política de Estado,
para lograr un Acuerdo Nacional para el Campo, celebradas durante el mes de
marzo del 2003. De manera específica se establecía que para mejorar la
comercialización de los productos agropecuarios, forestales y pesqueros en el
mercado nacional, se elaborarían y aprovecharían las normas de calidad. Asimismo,
se debería avanzar en el funcionamiento y operación del Sistema Nacional de Abasto
a cargo de la Secretaría de Economía. El cumplimiento de estos compromisos es de
vital importancia para lograr el cambio estructural que México requiere con urgencia;
sin embargo, no se han cumplido.
BENEFICIOS
Los beneficios que se obtendrán con el cumplimiento de los programas descritos
anteriormente son los siguientes:
184
1. Reducción de la pobreza en el campo, mediante infraestructura y servicios
para eliminar el estado de indefensión en el que se encuentran la mayor parte
de los productores.
2. Reducción de mermas que actualmente constituyen un gran desperdicio de
recursos humanos, materiales y financieros.
3. Apoyo a productores no organizados, mediante la operación de empresas de
servicio en las zonas de producción, para romper el círculo vicioso de la
pobreza.
4. Transparencia en las operaciones comerciales, para eliminar las graves
distorsiones que provoca una intermediación innecesaria, lo que significaría un
mayor ingreso para los productores y precios justos para los consumidores.
5. Arraigo de los productores en sus lugares de origen y creación de empleo en
la industria nacional.
6. Reducción de la desventaja competitiva de México con Canadá y Estados
Unidos en el Tratado de Libre Comercio.
CONCLUSIONES
185
El productor es el eslabón más débil del proceso producción-distribución de
productos agropecuarios, ya que el volumen de producción de cada productor es
insignificante en comparación con la producción total, por lo que carece de poder de
negociación y, en ausencia de mecanismos que le permitan comercializar en buenos
términos su producto, se encuentra a merced de los intermediarios.
Por ello, los gobiernos deben de idear formas múltiples de apoyar a sus productores,
con el propósito de garantizar el suministro de los alimentos y erradicar la pobreza en
el campo.
186
situación que actualmente se agrava con la aplicación estricta del libre mercado, sin
considerar que los países industrializados aplican importantes apoyos y servicios a
sus productores agropecuarios.
La situación actual del campo mexicano muestra una grave desventaja competitiva
con Estados Unidos y Canadá, con quienes se ha suscrito el Tratado de Libre
Comercio pero, en contraste con México, han modernizado su agricultura y
particularmente sus sistemas comercialización.
Esta situación establece una gran desigualdad de los productores mexicanos no sólo
en materia de exportaciones, sino también frente al mercado interno, en donde
productos normalizados de Estados Unidos y Canadá concurren ventajosamente en
el mercado mexicano.
Es injusto que en México operen los dos tipos de agricultura, la moderna en algunas
partes y la tradicional, con desperdicio, abusos y pobreza, en la mayor parte del
territorio.
187
PROPUESTA
Con el propósito de iniciar en México la modernización del mercadeo de productos
agropecuarios se proponen adiciones y modificaciones a la Ley de Desarrollo Rural
Sustentable y a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, de tal manera
que incorporen los siguientes aspectos:
1. La integración en las zonas de producción de centros de acopio y/o mercados
de productores.
2. La aplicación de las normas de calidad vigentes.
3. La participación de las empresas de servicio en apoyo a productores
organizados y no organizados.
4. La construcción y operación de almacenes especializados, silos para granos y
una red de almacenamiento en frío para productos perecederos.
5. El desarrollo del transporte especializado.
6. La modernización de los mercados mayoristas.
7. La operación de mercados de futuros.
Para coordinar las acciones del Gobierno Federal se requiere una unidad
administrativa y, en tal sentido, la Subsecretaría de Agronegocios de SAGARPA
podría reestructurarse como Subsecretaría del Mercadeo Agropecuario.
BIBLIOGRAFÍA
188
Hieronymus, T.A. 1979. Economics of future trading. Commodity Research Bureau.
Inc. pp: 56-61.
Kohls, R.L.; Uhl, J.N.J. 1988. Marketing of agricultural products. Seventh Edition.
Purdue University. Prentice Hall. pp: 212-215.
189
CAPÍTULO 8
LA INOCUIDAD AGRO-ALIMENTARIA EN MÉXICO
INTRODUCCIÓN
Los patrones y hábitos de consumo de alimentos por parte de la humanidad, en
general, han sido influenciados geográfica y culturalmente; actualmente en todo el
mundo, y por supuesto en nuestro país, la mayoría de los sectores de la sociedad
(particularmente los de mayor desarrollo, mejor informados y de mayor capacidad
económica) buscan alimentos de calidad, nutritivos e inocuos que aseguren el
bienestar y progreso, tanto colectiva como individualmente. Es decir, estos sectores
están conscientes de que cualquier población, al ser sana, puede ser más
productiva, competitiva y en general tiene un elevado nivel de vida; ante la
globalización esto asegura el desarrollo social y económico de cualquier país, por lo
que la inocuidad de los alimentos se vuelve un tema de indiscutible relevancia.
190
Desarrollo Rural Sustentable. Mediante el subprograma de inocuidad de alimentos
como parte del programa de sanidad e inocuidad agroalimentaria, la SAGARPA, a
través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria
(SENASICA) ejerce y coordina acciones orientadas a favorecer las oportunidades de
participación de los productos agroalimentarios y pesqueros mexicanos en los
mercados de exportación.
Diversas organizaciones mundiales (FAO, OMC, OMS, entre otras), así como
gobiernos y gobernantes del mundo globalizado en general, reconocen que cuidar la
inocuidad en las cadenas agroalimentarias garantiza la salud de la población en
beneficio de su desarrollo económico, social y cultural. Sin embargo, en nuestro país
poco avance se observa en las acciones para atender las necesidades de alimentos
inocuos por parte del grueso de la población, particularmente del sector rural, que es
el más vulnerable a la falta de inocuidad.
Este capítulo inicia con una retrospectiva sobre el tema de la inocuidad de los
agroalimentos que los mexicanos han consumido a través de su historia y se
reflexiona sobre el papel histórico que la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) ha
jugado y juega actualmente, y sobre el potencial que ésta tiene para incidir en la
garantía de inocuidad de los agroalimentos que se producen y consumen en México.
191
Los objetivos que se persiguen son los siguientes: (1) desarrollar mayor conciencia
en la sociedad mexicana, acerca de la importancia, consecuencias e impactos de la
producción y consumo de alimentos inocuos y desarrollar en los lectores la
necesidad de colaborar para alcanzar tal fin; (2) analizar en forma sintética y crítica la
falta de inocuidad en los alimentos a lo largo de la historia del hombre en general,
particularmente y con especial énfasis del mexicano en sus 200 años de vida
independiente; (3) plantear en forma sintética el rol que ha desempeñado,
desempeña y desempeñará la UACh en los procesos productivos de agroalimentos
inocuos, desde la vida postrevolucionaria de México, hasta nuestros días, así como
el potencial que tiene esta institución para favorecer y garantizar con equidad y
justicia social la producción y consumo de alimentos inocuos, principalmente en el
sector rural, contribuyendo así a su desarrollo económico.
Prehistoria
Se presume que para la etapa final del Paleolítico se dio un cambio de suma
importancia, puesto que los grupos humanos, de ser cazadores y recolectores, se
convirtieron en agricultores. Este periodo de transición, que tuvo una duración
aproximada de seis mil años, resulta de gran importancia para la evolución de las
sociedades, debido a la serie de experimentaciones que culminaron con la
domesticación de las plantas y animales, así como con el desarrollo de la agricultura.
En estos complicados procesos el hombre le dio mayor importancia a la agricultura,
ya que los animales domesticados eran escasos. El proceso fue el resultado de
varios milenios de experimentación, cuidado y selección de productos vegetales
adecuados para su consumo como alimento, definido por multitud de alternativas y
caracterizado por la acumulación de conocimientos e innovaciones técnicas
adaptadas a él (INAH, 2009).
192
Es obvio que durante este proceso de aprendizaje, la falta de inocuidad de los
alimentos se debió principalmente a la falta de higiene, pero también y de manera
importante, a la composición química de algunos vegetales desconocidos, que
incluían de manera natural compuestos químicos de toxicidad variada (hongos y
raíces venenosas, por ejemplo).
Época prehispánica
En Mesoamérica, el paso del hombre nómada a sedentario dio origen a diversas
culturas prehispánicas que tuvieron diferentes grados de desarrollo, pero
seguramente todas ellas desarrollaron hábitos, dietas y patrones de consumo de
alimentos confiables. De acuerdo con Esteva (1990), los pueblos prehispánicos
fincaron su existencia en el cultivo del maíz, aunque también contaban con la
producción de frijol, chile y calabaza, así como con el aprovechamiento del maguey y
193
la recolección de cacao y de otros frutos; criaban guajolotes y perros para su
consumo y realizaban actividades de caza y pesca.
Aunque los aztecas no tenían un sistema de drenaje urbano y buena parte del agua
servida iba a dar al lago que rodeaba la ciudad, tenían un sistema de manejo de los
desechos humanos, con letrinas en todos los lugares públicos y en muchas viviendas
privadas, de donde se recogía el excremento en canoas (Díaz del Castillo, 1968). El
excremento se usaba como fertilizante en las chinampas (Soustelle, 1970) o se
vendía en el mercado para curtir pieles (Clavijero, 1971). La orina se recogía en
vasijas de cerámica y se usaba después como mordente para teñir telas (Vaillant,
1966).
La ciudad se conservaba muy limpia. Mil empleados públicos barrían y regaban cada
día las calles de todos los barrios (Soustelle, 1970). Los aztecas tenían en gran
estima la limpieza personal y la higiene, como lo sugieren muchas referencias a
jabones, desodorantes, dentífricos y endulzadores del aliento que se encuentran en
fuentes indígenas (De la Cruz, 1940). Los conquistadores españoles se asombraron
al ver con cuánta frecuencia se bañaban los aztecas, en contraste con la costumbre
europea. Moctezuma se bañaba dos veces al día, y todos los demás se bañaban
194
muy seguido (Ortiz de Montellano, 1976). El ambiente de Tenochtitlán era,
obviamente, sano para la época, sobre todo si se le comparaba con las ciudades
europeas. La higiene pública y personal contribuía a minimizar la incidencia y la
gravedad de las enfermedades. La población nativa era básicamente saludable,
debido a la buena nutrición y a una sólida higiene pública. De lo anterior se infiere
que la época prehispánica de México no se caracterizó precisamente por alta
incidencia de enfermedades transmitidas por alimentos (ETA´s). Sin embargo, muy
probablemente haya habido mayor incidencia de éstas en las etapas de decadencia
de algunas culturas.
La conquista
Con la llegada de los españoles hubo un proceso de transculturización en general
(Esteva, 1990). Este proceso cambió totalmente el estilo de vida establecido,
incluyendo diferentes dietas y diferentes patrones de consumo de alimentos;
probablemente esta transculturización fue causa de incrementos del número de
incidencias de ETA´s en los pueblos indígenas, debido a que la manufactura de los
nuevos alimentos (particularmente de tipo pecuario) no era llevada a cabo del todo
bien por parte de los indígenas, debido a la falta de costumbre, de conocimientos y
de adecuadas prácticas de higiene. Los riesgos de tipo biológico en esta época
fueron los que determinaron la falta de inocuidad de los alimentos.
Época colonial
La época colonial se caracterizó por las encomiendas reales y por una economía de
producción y de autoconsumo más que de mercado, cuyo principal eje productivo
eran las haciendas, en las que se impuso el injusto sistema de tiendas de raya. Esto
hace pensar que más que problemas de falta de inocuidad en alimentos, lo más
apremiante era la falta de ellos, principalmente en el medio rural. Durante esta época
hubo una reducción brutal de la población debido a las hambrunas y epidemias
(Esteva, 1990).
195
La lucha de por la independencia
En la lucha por la Independencia las condiciones de falta de inocuidad de los
alimentos seguramente se agravaron por la falta de higiene en su elaboración. En
1833, después de 23 años del inicio de la lucha por la Independencia en México, se
presentó una epidemia de cólera causada, entre otras cosas, por las condiciones
precarias de vida y de insalubridad, tanto del medio rural como del urbano. De 1848
hasta 1850 se presentó en la capital del país una sobre-mortandad en la población,
causada por cólera, tifoidea y tifo (Oliver, 2005). Cabe destacar que aunque la última
no tiene nada que ver con alimentos, las dos primeras sí se consideran ETA´s.
El Porfiriato
Durante el Porfiriato hubo marcadas transformaciones económicas e industriales;
algunos servicios públicos modernos fueron traídos de Europa (alumbrado, drenaje,
agua potable, servicios hospitalarios, etc.), principalmente a las ciudades capitales, lo
cual sugiere que muy probablemente en el medio urbano hubiera relativamente baja
incidencia de ETA´s. Sin embargo, en esa misma época del Porfiriato, dadas las
precarias condiciones de vida prevalecientes en las poblaciones indígenas y en el
medio rural, por falta de una infraestructura sanitaria adecuada (drenajes, agua
potable, etc.) y falta de higiene, entre otras razones, hubo una mayor incidencia de
estas enfermedades.
La Revolución Mexicana
Durante la Revolución Mexicana, debido a las condiciones precarias de higiene en la
elaboración de alimentos, tanto del ejército federal, como de los revolucionarios, el
número de ETA´s seguramente se incrementó. En esta misma época revolucionaria
ocurrió la primera guerra mundial y con ella surgieron importantes adelantos
científicos que llevaron al desarrollo de fertilizantes químicos nitrogenados y de
algunos plaguicidas, dando inicio a la modernización de la agricultura, pero también
al incremento de los riesgos químicos que afectan la salud humana.
196
La reforma agraria
Después de la Revolución ocurrió la reforma agraria en un país devastado y
empobrecido, donde el patrón de mortalidad de la población era dominado por las
ETA´s y la desnutrición, particularmente de los indígenas (Chávez et al., 1994). En
esa época (1924) la Escuela Nacional de Agricultura (ENA) cambió su sede de San
Jacinto en el Distrito Federal, a la ex-hacienda de Chapingo con planes de estudio
modernos e influenciados por los avances técnicos desarrollados durante la primera
guerra mundial y con mayor diversidad de especializaciones, como la de Industrias
Agrícolas, cuyas asignaturas incluían las relacionadas a la conservación de
alimentos inocuos.
197
mayores niveles de contaminación en general (Pedauyé y Ferro, 2000). De lo
anterior se deduce que los riesgos químicos tendieron a incrementar su importancia
en la falta de inocuidad de los alimentos; es decir, la falta de ésta ya no nada más se
debió a los riesgos biológicos.
198
inocuidad alimentaria en los productos agropecuarios, principalmente en los
destinados al mercado de exportación, en los que se involucraron a prácticamente
todos los agentes que participan en la producción y exportación de productos
agroalimentarios (Ruíz e Hinojosa, 2003).
199
del Subprograma de Inocuidad de Alimentos se reflejaron cuando el director general
de Jetro-México, Masayuki Kawashima, reconoció que México tenía amplias
posibilidades de incursionar con productos de calidad en el mercado japonés, sobre
todo con carne de res, pollo y naranja fresca, por contar con niveles aceptables de
inocuidad y sanidad, requisitos que demanda ampliamente el consumidor nipón
(SAGARPA, 2005b).
200
• Enfermedades por la presencia de agentes químicos, los que pueden ser de
ocurrencia natural (alergenos, micotoxinas, toxinas de hongos,
fitohemaglutinina y alcaloides), agregados, tales como agroquímicos
(plaguicidas que pueden contaminar piel, boca, pulmones y ojos, produciendo
ronchas, salpullido, lesiones graves y hasta la muerte), sustancias prohibidas
(v.g. DDT), elementos y compuestos tóxicos (v.g. plomo, zinc, cadmio,
mercurio, arsénico y cianuro, cuya ingesta causa respuestas tóxicas agudas y
enfermedades crónicas).
• Enfermedades por la presencia de agentes biológicos como bacterias
(botulismo, campilobacteriosis, listeriosis, meningitis, encefalitis, infección por
Escherichia coli, salmonelosis, shigellosis, envenenamiento alimenticio por
estafilococo, infección por Vibrio cholera), hongos (v.g. aquéllos que producen
toxinas como las aflatoxinas, cuya acumulación por ingesta causa cáncer
hepático), parásitos (v.g. amebiasis, criptoporidiosis, giardiasis y enfermedad
causada por Ciclospora cayetanesis) y virus (hepatitis A, virus pseudo-
norwalk).
Las ETA´S son, en el mejor de los casos, desagradables, pero pueden ser fatales.
Además, pueden perjudicar al turismo y provocar pérdidas de ingresos, desempleo y
controversias comerciales. Cuando se produce una enfermedad transmitida por los
alimentos, es importante identificar a los organismos implicados y el alimento que
porta dichos organismos, para garantizar el tratamiento adecuado de las personas
infestadas y para proteger al público del riesgo de una propagación continuada o una
reaparición de la enfermedad (Brady, 2003). En 1983, el Comité de Expertos sobre
Inocuidad Alimentaria, convocado conjuntamente por World Health Organization of
the United Nations (WHO) y Food and Agriculture Organization of the United Nations
(FAO), concluyó que las enfermedades debidas a los alimentos contaminados
constituyen “el problema de salud más extendido en el mundo contemporáneo”
(FAO/WHO, 1984).
201
La importancia relativa de los riesgos sanitarios (asociados a los alimentos) puede
determinarse a través del estudio de los datos de vigilancia de la ocurrencia,
aparición y evolución de las enfermedades. Los datos de Latinoamérica y el Caribe
revelan que casi la mitad de las ETA´s que tuvieron un origen identificable fueron
provocadas por fuentes microbianas y que los patógenos bacterianos fueron
responsables de la mayor proporción de entre todos los orígenes conocidos
(PAHO/WHO, 1998).
De acuerdo con U.S. Centers for Disease Control and Prevention (CDC), los brotes
de ETA´s asociados a los productos agrícolas constituyen un porcentaje
relativamente pequeño, no obstante tienden a aumentar. En el periodo de 1973 a
1979 el 2 % de los brotes de ETA´s de los Estados Unidos estuvo asociado a los
productos agrícolas frescos, pero en el periodo de 1990 a 1997 la cifra se incrementó
hasta el 6 %. De los brotes relacionados con los productos frescos, el 50 % se
atribuyó a la contaminación bacteriana, el 7 % a los virus, el 6 % a los parásitos, y el
35 % a causa no determinadas (Liang, 2000).
202
embargo, para individuos susceptibles, como los ancianos, las mujeres
embarazadas, los niños pequeños y las personas con sistemas inmunes
comprometidos, las ETA´s pueden tener consecuencias graves, incluyendo la muerte
del enfermo. Algunos efectos de las ETA´s son vómito, gastroenteritis, enfermedades
diarreicas, enfermedades no intestinales, es decir, patologías neurológicas, partos
prematuros y muerte intrauterina.
203
las ETA´s resultan muy caras. Las repercusiones económicas no sólo afectan a los
individuos involucrados y sus familias sino también a las comunidades, a las
industrias y a las naciones (Doores, 1999). El impacto de los agentes endopatógenos
es diferente sobre la salud y en el costo originado a ésta; algunas ETA´s necesitan
de atención médica, medicamentos, hospitalizaciones o tratamientos muy
especializados. Los costos más obvios son aquéllos relacionados con la atención
sanitaria de los individuos afectados. Además, a los costos asociados al cuidado de
los enfermos deben añadirse aquéllos relacionados con el ausentismo laboral y
escolar y los costos de desplazamiento para obtener asistencia médica.
Comúnmente las personas afectadas por ETA´s pierden un par de días de trabajo,
pero algunas fallecen y otras sufren complicaciones, quedando incapacitadas para
trabajar y únicamente recuperan una parte de su productividad previa, lo que recae
en la sociedad (familia, empresa, gobierno, etc.), significando costos para investigar y
controlar los brotes, así como pérdidas de ingresos debido al cierre de negocios y a
que se induce el no consumo de ciertos productos. Otras repercusiones económicas
son los costos legales por litigios relacionados con las enfermedades y los costos
relacionados con los servicios públicos para quienes padecen una enfermedad
crónica. Un estudio calculó que en Estados Unidos el costo de las ETA´s provocadas
por siete patógenos comunes fluctuaba entre 5600 y 9400 millones de dólares
(WHO, 1999b). El costo estimado de la salmonelosis en Inglaterra y Gales en 1992
se situó entre los 560 y los 800 millones de dólares americanos.
204
Otro caso relevante ocurrió en 2003, cuando el consumo de cebollín verde se
relacionó con brotes de hepatitis A en Estados Unidos, lo que ocasionó la reducción
en las exportaciones, generando pérdidas para los productores, aproximadamente de
10.5 millones de dólares (SAGARPA, 2005a).
Para el consumidor final las repercusiones económicas son inevitables, ya que tiene
que pagar para estar saludable y evitar el dolor. Sin embargo, a pesar de los
esfuerzos para reducir la aparición de ETA´s, se calcula que entre el 5 y el 10 % de
la población de los países desarrollados las padece cada año y estas cifras son aun
más elevadas en zonas menos desarrolladas.
Debido a que muchas de las ETA´s no son notificadas a los responsables de salud
pública, es difícil obtener un recuento exacto sobre cifras reales. No obstante, las
estadísticas recientes de países desarrollados y en vías de desarrollo, como México,
muestran tendencia al alza en cuanto a las ETA´s. En parte, esta tendencia puede
deberse a las mejoras en los sistemas de notificación de enfermedades de algunos
países. Sin embargo, las autoridades coinciden en señalar que también existe un
aumento en el número real de casos (Brady, 2003).
205
INOCUIDAD: PARTE ESENCIAL DE LA CALIDAD
Probablemente el concepto de calidad sea uno de los más amplios, complejos,
subjetivos y difíciles de definir, entender e interpretar. Desde un punto de vista
práctico o comercial, se entiende a la calidad como “un conjunto de propiedades y
características de un producto, bien o servicio, que le confiere la aptitud para
satisfacer necesidades declaradas de los usuarios”.
Necesidades implícitas. Son las que se dan por hecho, es decir, las que se supone
que cualquier alimento siempre debe cumplir; por ejemplo, están las relacionadas
con la salud, el valor nutritivo, la inocuidad y la información básica al consumidor.
Necesidades explícitas. Son las que tienen que ver con la satisfacción particular de
cada consumidor, quien, se supone, tiene derecho a elegir si consume o prefiere
algún alimento en particular. Se basan, por un lado, en lo que los sentidos de la
persona determinan, es decir, por ejemplo, si le gusta su aspecto, a qué huele, a qué
sabe y hasta a qué se escucha al consumirlo. Por otro lado, los consumidores
también buscan la comodidad, facilidad y economía de los productos a consumir.
Dentro de los atributos que no pueden ser evaluados directamente por los
consumidores se encuentran, por ejemplo, la inocuidad, el valor nutricional, la forma
206
de producción, la protección del medio ambiente y el origen del producto, entre otros
y, de este tipo de atributos, la evaluación requiere de elementos externos como
sellos, marcas y certificaciones otorgadas por terceros especialistas (FAO, 2003).
PROSPECTIVA Y TENDENCIAS
Las generaciones del siglo XXI se preocupan cada vez más por consumir alimentos
nutritivos, de calidad e inocuos, al saber que éstos pueden influir en aspectos
complejos de la salud humana (estado de ánimo, memoria, longevidad y sensibilidad
inmunitaria). Esto resulta un tema que día a día cobra mayor vigencia, tanto en el
ámbito nacional como en el internacional, ya que la disponibilidad de alimentos de
buena calidad sanitaria es un reclamo universal.
207
Es necesario sensibilizar a los productores y a todas aquellas entidades vinculadas
con el sector hortofrutícola a cambiar de postura con el fin de: (a) elevar la cultura
técnica desde el productor hasta el consumidor, (b) identificar, reducir y controlar los
riesgos de contaminación en la producción y manufactura y, (c) ofrecer productos
confiables para el mercado nacional y de exportación.
Todos los productores de mercado nacional e internacional deben tener las mismas
oportunidades, buscando el mecanismo que les permita lograrlo, evitando
desigualdades difíciles de resolver en un futuro.
208
nuevos competidores, el cambio constante de la economía y las políticas de
comercio.
Tendencias
Los siguientes son hechos que constituyen una referencia obligada para el impulso
de la inocuidad en México:
• La salud del consumidor es un tema que adquiere cada vez mayor importancia
en el comercio nacional e internacional.
• Cada día los consumidores se preocupan por adquirir alimentos hortofrutícolas
inocuos.
• La globalización ha permitido establecer más y mejores redes de comercio,
imponiendo a México el reto de producir con parámetros de inocuidad.
• Se registra un notable crecimiento de marcos normativos y regulatorios que
tienen que cumplir los países exportadores.
• Las cadenas nacionales de tiendas de autoservicio y mercados de exportación
están exigiendo que todos los productos que ingresan a sus bodegas cumplan
con las propiedades inocuas.
• Las barreras no arancelarias, como la inocuidad de los alimentos, constituyen
nuevas barreras para el comercio entre las naciones.
• En aspectos culturales y marginación algunas comunidades en México han
mantenido históricamente sus rasgos culturales, de los cuales algunos tienen
que ver con el buen manejo de los alimentos y con las condiciones de higiene
para su preparación. Desafortunadamente, esto no se puede generalizar y, de
hecho, se han llegado a registrar casos de comunidades sin ningún rasgo
cultural de higiene, problema que se agudiza siembre que hay condiciones de
marginación.
209
exigir inocuidad en lo que consumen, lo que en cierta medida explica que los
productores que producen para el mercado doméstico (que son la mayoría) lo hagan
con poca o nula certificación en relación a su inocuidad.
Por otro lado, se tiene la concepción errónea de que la inocuidad se cuida al final de
las cadenas agroalimentarias, cuando en realidad debe cuidarse en todos los
eslabones que las componen. En la mayoría de los casos, la garantía de inocuidad
de un alimento ofrecido al consumidor sólo puede ser lograda con adecuados
programas y controles durante la producción primaria. Gran parte de los productores
no llevan a cabo las BPA´s, que conforman un conjunto de procedimientos de cultivo,
cosecha, selección, almacenamiento y transporte de productos agrícolas para
asegurar su buena condición sanitaria y reducir los peligros de contaminación
biológica, química y física. Tampoco aplican buenas prácticas de manejo (BPM) que
constituyen procedimientos, condiciones y controles que se aplican en las plantas de
empaque, e incluyen limpieza y saneamiento de personal, equipo, utensilios,
instalaciones físicas y sanitarias, con el objeto de disminuir los riesgos de
contaminación de los productos empacados, desde la ubicación de las zonas de
producción, las plantaciones, y las instalaciones productivas, hasta el transporte,
almacenamiento y comercialización para su transformación o consumo en fresco.
Los siguientes son ejemplos claros de algunos juicios erróneos. Los productores
agrícolas piensan que a mayor cantidad de fertilizante (inorgánico) usado habrá
mayor contenido de nutrientes en el alimento, sin pensar que pueden incurrir en
riesgos químicos. Asimismo, se cree que un alimento orgánico es inocuo, lo cual no
necesariamente es cierto; por ejemplo, las frutas y verduras orgánicas pueden tener
enteropatógenos (como E. coli), debido al uso de la fertilización orgánica como el
estiércol fresco (desperdicios fecales) o un mal composteado, lo que incrementa los
riesgos biológicos.
210
la salud del consumidor y la competitividad de los productos hortofrutícolas en
mercados globalizados.
Existen limitantes para que las BPA´s y las BPM se lleven a cabo. A continuación se
mencionan las más importantes:
• Aislamiento de las zonas geográficas en que se da la vida rural.
• Bajo nivel educativo en todos los participantes de la cadena agroalimentaria,
principalmente del sector rural, traduciéndose en desconfianza entre éstos, lo
que dificulta la integración.
• Organizaciones de productores no consolidadas.
• Falta de soporte y propio convencimiento de una nueva forma de producir
(capacitación de personal, implementación de procedimientos de operación
estándar de saneamiento, refiriéndose a una serie de acciones claramente
descritas en documentos que especifican las instrucciones de la actividad o
función de que se trata) por parte de los encargados de la gestión de la
inocuidad en la pequeña empresa.
• Precaria tenencia de la tierra.
• Confusión y desconcierto entre los productores por las múltiples normativas
existentes en relación a inocuidad y medio ambiente, las cuales varían según
el mercado de destino.
• Falta de infraestructura y financiamiento, lo que dificulta que los productores
puedan cumplir con las normas (construcción de baños, bodegas, comedores,
laboratorios y equipos necesarios que permita un eficiente proceso de análisis,
normas de higiene que no tienen retorno económico, etc.).
• Mayores costos iníciales en aspectos productivos y en sistemas de
certificación, lo cual debe ser afrontado cada año.
• Falta de tecnología o tecnología inadecuada.
• Falta de un mayor valor agregado que causa el desinterés en los productores
que comienzan a aplicar las BPA´s, BPP (buenas prácticas pecuarias) o BPPA
(buenas prácticas de producción acuícola) y las BPM, ya que no observan
diferencias frente a los que siguen con el sistema tradicional.
211
• Falta de información que se maneja en el sector exportador e interés por
adquirirla por parte del sector rural.
• Poca capacidad de interconexión tecnológica entre productores,
extensionistas, docentes y agro-empresarios.
• Poco uso de nuevas tecnologías para la manipulación de datos, capacitación
por medio de discos compactos y mejora de la comunicación entre usuarios
mediante la videoconferencia, el correo electrónico e Internet.
• Poca experiencia en el manejo de sistemas y métodos de auto-aprendizaje
con la utilización de computadoras y en el uso de otros programas de
capacitación por medios digitales.
• Bajas exigencias del consumidor en cuanto a inocuidad de alimentos.
Las limitantes hacen necesario fortalecer las capacidades humanas en el sector rural
y hacer un mayor aprovechamiento de las nuevas tecnologías de información y
comunicación. Asimismo, se requiere cambiar la tendencia donde la mayoría de las
212
personas sólo quieren explotar los procesos productivos y recibir recursos, pero
realmente pocos están preocupados y dispuestos a cuidarlos.
213
Ante las presiones comerciales y la gran demanda de la gestión de inocuidad en la
producción de alimentos, la UACh ha contribuido en diferentes ejes y acciones.
Desde 1924, el Departamento de Ingeniería Agroindustrial (anteriormente Industrias
Agrícolas) incluyó en su plan de estudios varias asignaturas que en forma directa o
indirecta se relacionan con la transformación, elaboración y conservación de
alimentos esencialmente inocuos. Pero también en otros Departamentos de la
institución ya se incluían asignaturas optativas sobre inocuidad.
La UACh también ha organizado eventos sobre inocuidad, tales como el simposio “la
inocuidad de los alimentos y los retos para los productores”, que se llevó a cabo
dentro del X Congreso Nacional de la Sociedad Mexicana de Ciencias Hortícolas y IX
Congreso Nacional y II Internacional de Horticultura Ornamental (Corrales, 2003).
CONCLUSIONES
La aplicación de normas, control y vigilancia de la inocuidad debe ser de carácter
forzoso, en todos los productos hortofrutícolas. Asimismo, es necesario tomar
decisiones orientadas al aseguramiento de la inocuidad en toda la cadena
agroalimentaria a través de la implementación de programas obligatorios de BPA´s y
de BPM, independientemente del mercado al que sean destinados (nacional o
exportación), dando seguimiento y supervisión de los recursos económicos
orientados para tal fin, siendo auditables por instituciones reconocidas para tal
efecto.
214
por las ETA´s, y también disminución del costo de la salud pública y mayor apertura
a mercados internacionales.
Los alimentos hortofrutícolas inocuos no deben ser un lujo sino un derecho universal,
en todos los sentidos, la clase social no importa, pues las repercusiones afectan por
igual a todos. Los consumidores nacionales no deben tolerar la distinción de tener
que consumir alimentos menos inocuos que los alimentos exportados. La inocuidad
es un derecho de todos y en todos los lugares.
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218
CAPÍTULO 9
INTRODUCCIÓN
En México la ganadería de carne es una rama productiva económicamente
importante. A esta actividad se destina una vasta extensión del territorio nacional,
que en ocasiones no es apta para usos diferentes, en la cual se cría y engorda un
creciente hato ganadero que genera productos cuyo valor hace una contribución
importante al PIB sectorial, y en algunos casos contribuyen a la generación de
divisas a través de las exportaciones que, sin embargo, no son suficientes para
generar un saldo positivo en la balanza comercial de este tipo de productos.
219
embriones y la inseminación artificial, con repercusiones importantes en la calidad de
los productos obtenidos. El manejo sanitario ha evolucionado hacia sofisticadas
prácticas biosanitarias, que en algunas regiones han permitido el control y la
erradicación de las principales enfermedades de importancia económica. Ahora las
construcciones e instalaciones permiten compensar desventajas climáticas para
brindar mayor confort a los animales, y los productores son más conscientes de la
importancia social y ambiental del control de residuos y uso de recursos naturales
(v.g. agua y pastizales).
220
CARACTERÍSTICAS DEL SECTOR CÁRNICO
De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, en México
la ganadería se practica en cerca de 1.09 millones de kilómetros cuadrados, es decir,
en 56 % de la superficie nacional. En ésta se cría y engorda un total de 43.7 millones
de cabezas de ganado de diversas especies y 365.8 millones de aves (INEGI, 2007).
221
En el periodo analizado, el consumo per cápita de carne de ave se incrementó poco
más de un kilogramo anualmente, pasando de 18 a 29 kilogramos.
El déficit comercial del sector cárnico ha crecido 9 % cada año. En el periodo 1997-
2007, pasó de 1,054 a 2,485 millones de dólares. Al respecto, de acuerdo con el
INEGI no todas las explotaciones tienen acceso al mercado de exportación. De las
222
222,469 unidades de producción ganaderas, registradas en el año 2007, que
reportaron ventas, solamente 3 % correspondieron al mercado de exportación y el
resto únicamente comercializó en el mercado nacional (INEGI, 2007).
223
bovina de carne es la principal actividad ganadera (39 %), siguiéndole la carne de
pollo (35 %) y posteriormente la carne de cerdo (23 %); mientras que las carnes de
ovinos, caprinos y guajolotes representan en conjunto apenas 3 % del valor total de
la producción nacional de carne (Gallardo, 2004); por eso, esta actividad ganadera
es la más importante.
Los sistemas de producción para la obtención de carne de bovino, que van desde la
cría hasta la finalización del ganado para abasto, son seis principalmente: 1) cría sin
ordeña o sistema vaca-becerro, 2) cría con ordeño o sistema de rejeguería, 3) recría
o sistema de media ceba, 4) finalización en pastoreo o sistema extensivo, 5)
finalización en confinamiento o sistema intensivo y, 6) finalización combinando el
pastoreo y suplementación alimenticia o sistema mixto ( Figura 1).
224
Figura 1. La producción de bovinos para carne y doble propósito en México (Aranda
et al. 2009).
225
Los sistemas de cría abarcan desde el nacimiento de las crías (con un peso
promedio de 35 kg) hasta su destete (a un peso promedio de 180 kg, con una edad
entre 6 y 9 meses de edad); el sistema de recría comprende el desarrollo del ganado
(de los 180 kg a los 320 kg aproximadamente, en un tiempo alrededor de los 12
meses) bajo condiciones de pastoreo, y el sistema de finalización o engorda (de los
300 kg hasta el peso de sacrificio, de 500 kg aproximadamente, en un tiempo que
puede variar entre 4 y 8 meses).
Los productos obtenidos en cada sistema de producción son las crías al destete
(sistemas de cría), animales de media ceba (sistema de recría) o animales gordos
(sistemas de finalización, aunque el término “ganado gordo” ya casi no se aplica,
dado que se busca producir ganado con la menor cantidad de grasa para obtener
carne magra). Los becerros son la base fundamental de toda la pirámide de
producción, aunque un mercado muy importante que cubre este tipo de ganado es el
de exportación hacia los Estados Unidos. Esta situación presenta dos condiciones
distintas; por una parte, el ganado que se va para exportación alcanza un pago
226
mayor con respecto al mercado nacional; además, representa la fuente de divisas
más importante del sector ganadero. Por otro lado, representa una pérdida del
recurso para los demás sistemas productivos.
Los productores de los sistemas de cría tienen varios productos que comercializar,
como son las crías al destete, fundamentalmente los machos, pero también las
hembras, que pueden ser vendidas para reemplazos o para el abasto, y las vacas y
sementales de desecho, para la producción de carne. Los que ordeñan tienen otro
producto importante que es la leche. Las crías y la leche se comercializan sin
ninguna transformación. El precio pagado al productor de las crías y de la leche
fluctúa durante el año y a través de los años; en términos reales el precio no se ha
incrementado, lo que propicia la descapitalización de las unidades de producción.
Sólo los productores que exportan ganado en pie a los Estados Unidos logran un
precio más alto por su producto, pero tienen que cubrir mayores requisitos en calidad
del ganado, estatus sanitario y de trámites, siendo este rubro de la ganadería bovina
el que más divisas produce. Para los productores que finalizan ganado, los aumentos
en el precio de la carne en el mercado no se reflejan en el precio pagado por el
ganado en pie, lo que produce un efecto similar.
227
crías poco homogéneas en tipo racial, edad y peso y, al no estar articulados con los
demás eslabones de la cadena, el precio que reciben por sus crías es el más bajo
posible; los compradores arguyen que de otra manera no les “saldría”, dado que los
alimentos, otros insumos y gastos de transportación son cada vez mayores; así,
quien tiene que absorber los incrementos en los costos de producción en la fase de
finalización es el productor primario.
228
situación provocó en ese mismo año una contracción de 30 % en el precio nacional
del ganado para engorda.
Las tendencias recientes indican que hay porcicultores medianos y grandes que
están incrementando su integración vertical y adoptando modernas y eficientes
prácticas de producción. Algunos de ellos, agrupados en cooperativas o
asociaciones, están participando activamente en el suministro de materia prima a
grandes empresas procesadoras, verticalmente integradas, que están orientadas al
mercado de exportación. A la par de este proceso, continúan saliendo de esta
actividad las pequeñas unidades de producción menos eficientes.
229
ascendió a 29,587 millones de pesos. En ese mismo año, la porcicultura aportó 21 %
del total de la producción nacional de carne y 22.1 % del valor total (SIAP, 2009).
230
Sólo 64 % del CNA es cubierto con producción nacional, con lo que el índice de
dependencia alimentaria del país para carne de cerdo rebasó el límite mínimo de
autosuficiencia de 80 % recomendado por la Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
231
Según el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados, en el 2007 las
importaciones de productos porcinos ascendieron a 593.9 mil toneladas, de las
cuales 61 % fueron carne en canal o cortes, las cuales tuvieron un costo de 509
millones de dólares; el 87 % de estas importaciones fueron adquiridas en Estados
Unidos de Norteamérica. De acuerdo con la misma fuente, en el 2007, las
exportaciones de carne de cerdo ascendieron a 61.1 mil toneladas, con un valor de
236.8 millones de dólares, lo cual representó un incremento de 25.9 % con respecto
al año anterior. Los principales mercados de exportación fueron Japón, Corea y
Singapur. Recientemente se iniciaron negociaciones para exportar carne de cerdo a
Rusia y China, con lo cual se podrían registrar los primeros envíos a mediados del
2009 (CONFEPOR, 2008).
El saldo neto de la balanza comercial porcícola en 2007 fue deficitario por 272
millones de dólares, lo cual superó en un 23 % el saldo deficitario del 2006.
Los dos principales Estados exportadores son Sonora y Yucatán, aportando más del
93 % del total; las principales empresas exportadoras pertenecen a grupos privados
nacionales que en su mayoría tienen coinversión con empresas transnacionales ya
sea en la producción de alimentos, desarrollos genéticos o en la comercialización.
232
La porcicultura nacional enfrentará un panorama difícil en los próximos años debido a
varios factores adversos que se presentan en la economía interna, como son:
elevado tipo de cambio real, altas tasas de interés y bajo crecimiento económico, que
inciden directamente sobre su competitividad. Asimismo, habrá de afrontar factores
del mercado internacional como los elevados precios de granos, una agresiva política
de comercio exterior de Estados Unidos y la emergencia de porciculturas altamente
competitivas como son las de Brasil y Chile, que entrarán de lleno a la disputa por el
mercado internacional. Producto de lo anterior, se estima que la porcicultura nacional
seguirá creciendo a tasas menores a las que registra el consumo nacional de
productos porcinos, por lo que el volumen de las importaciones continuará
incrementándose a tasas anuales superiores al 6 %.
Éstas eran las perspectivas del sector porcino hasta finales del mes de abril de 2009.
El día 28 de ese mes, el gobierno mexicano anunció una contingencia sanitaria
ocasionada por el brote de una enfermedad causada por un nuevo virus, al que en
ese entonces se le denominó de la “influenza porcina”. En las semanas posteriores,
las ventas de carne de cerdo se contrajeron en 85 % (30 mil toneladas), y algunos
países (China, Rusia, Bolivia, Ucrania y Corea) cerraron sus puertas a las
exportaciones mexicanas de este tipo de productos. El precio del cerdo cayó 25 %, y
se generó un excedente de 240,000 cerdos, únicamente en las dos primeras
semanas. A la fecha se estima que el impacto económico de corto plazo asciende a
1,000 millones de pesos (Gómez, 2009). El impacto de mediano y largo plazo aún es
desconocido.
233
producción en 30 mil toneladas anuales (SIAP, 2009). Para el 2008 se estimó una
producción de 50 mil toneladas.
234
al millón de cabezas y ambos Estados concentran un alto consumo de carne de
ovino, al igual que Tlaxcala, sin embargo, la poca superficie territorial de este Estado
lo excluye de los primeros 10 en población ovina (SIAP, 2009).
235
se cuenta con estadísticas. La lana constituye otro producto, pero incrementa los
gastos por el pago que se debe hacer al esquilador. Existen tres uniones y 64
asociaciones especializadas de ovinocultores agrupadas en la Asociación Mexicana
de Criadores de Ovinos A.C., ahora Unión Nacional de Ovinocultores (AMCO, 2008).
La clasificación de canales y pago por calidad e inocuidad del producto es incipiente.
Las limitaciones en alimentación, instalaciones y control de la reproducción se
reflejan en mortalidades perinatales altas y bajo porcentaje de destete.
De 1980 a 1999 el precio pagado al productor por kilogramo de borrego en pie fue 20
a 33 % superior al correspondiente al de bovino en pie; de 2005 a 2008 el precio del
borrego ha sido entre 35 a 40 % superior al del bovino. El comportamiento del precio
pagado al productor es indicativo de que la demanda, aun cuando se localiza en
unos cuantos Estados de la República, sigue siendo muy alta frente a la oferta. Es
pertinente apuntar que a nivel mundial es común que el precio del borrego sea menor
al del bovino, por el mayor tiempo requerido en éste para la engorda.
236
El Comité Nacional del Sistema-Producto Ovinos señala, como principales problemas
para la comercialización de la carne, el insuficiente control de importaciones, la falta
de precios diferenciados por calidad y el exceso de intermediarismo de tipo regional y
entre cierto tipo de productores (AMCO, 2008).
Estados Unidos, como proveedor de animales en pie para abasto, tuvo tendencia
ascendente hasta 2002 cuando proveyó más de 450 mil cabezas; posteriormente, ha
venido a la baja y en 2005 suministró a México 76 mil cabezas. El pie de cría y la
carne congelada provienen de Nueva Zelanda y Australia; de 2000 a 2005 la
importación de carne congelada se ha mantenido entre las 33 a 48 mil toneladas
anuales (AMCO, 2008). La principal expectativa de exportación es la venta de
barbacoa empacada al alto vacío a la comunidad mexicana radicada en Estados
Unidos.
237
2002, un inventario ovino menor en 25 % al promedio de los cinco años previos
(USDA, 2002).
Por disponibilidad de tierras, las áreas tropicales serán las de mayor expansión de la
producción ovina; en las templadas el camino será la aplicación de avances
tecnológicos en el control de la reproducción y engorda de corderos.
238
En 2007 los principales Estados productores de carne de ave, en orden de
importancia, fueron: Durango y Coahuila (La Laguna; 12 %), Querétaro (11 %),
Jalisco (11 %) y Veracruz (9 %). En conjunto, estos cuatro Estados generan 43 % de
la producción nacional de carne de ave. Destaca el desarrollo de la avicultura de La
Laguna, la cual le permite ubicarse actualmente en primer lugar de producción.
Los factores que han favorecido el incremento en el consumo de carne de pollo son
diversos y entre ellos destacan: 1) más puntos de venta cada vez más cercanos al
consumidor; 2) confianza en la calidad de los productos (frescura); 3) incremento de
restaurantes de comida rápida; 4) producto de alta calidad a precios accesibles; 5)
tendencia de consumo hacia carnes con bajo contenido de grasa y, 6) carne que
permite diferentes formas de preparación.
239
la elección de los consumidores; 3) la mayoría de las personas compra pollo en
piezas, prefiriendo el siguiente orden: pierna y muslo, pechuga, pierna; 4) la mayor
parte de la gente compra pollo de una a dos veces por semana; 5) en lo que
concierne al pollo congelado, en la frontera, los usos y hábitos permiten la
introducción de pollo congelado y/o importado; mientras que en el centro del país
existe la barrera de la preferencia por el pollo fresco, aunque no necesariamente
nacional; 6) el consumo per cápita mensual en las ciudades fronterizas fue mayor
(3.7 kg), que en las del centro del país (2.9 kg) (UNA, 2009).
Los principales productos importados de Estados Unidos son pierna y muslo (93 %) y
pechugas congeladas de origen chileno (7 %). Los Estados Unidos exportan a
México pierna y muslo, debido a que su principal producto de comercialización
interna es la pechuga. Por otra parte, las pechugas de origen chileno compiten
exitosamente en el mercado mexicano debido a su precio (UNA, 2009).
240
Cabe mencionar que algunas de las fracciones de importación en las que se observa
mayor crecimiento son las relacionadas con pastas de ave, las cuales son
empleadas en la fabricación de embutidos, en sustitución de la carne de porcino.
En lo que respecta a la importación, la UNA (2009) menciona que otro aspecto que
influye en los volúmenes importados de carne de pollo es la situación internacional,
tanto comercial como sanitaria. En el mercado mexicano prácticamente sólo se
encuentran los productos avícolas mexicanos y estadounidenses, es decir, las
exportaciones estadounidenses no tienen competencia por productos de otras
latitudes como los brasileños, tailandeses o franceses, por lo que: “lo que le suceda a
las exportaciones estadounidenses repercutirá en la industria y mercado mexicano,
de manera positiva o negativa, pero sin lugar a dudas lo impactará” (UNA, 2009).
241
El mismo autor menciona que se espera que la producción estadounidense de carne
de pollo aumente en la siguiente década en 25 %. La producción de Estados Unidos
se proyecta a 16 millones de toneladas métricas para el año 2010, con un aumento a
20 millones en 2020. La producción del resto del mundo aumentará a 58 millones de
toneladas métricas en 2010 y a 79 millones en 2020, y concluye asegurando que “la
avicultura seguirá siendo una de las mejores oportunidades de agronegocios en el
siglo XX”.
INDUSTRIA CÁRNICA
De acuerdo con estadísticas preliminares de la encuesta industrial mensual (INEGI,
2009), durante los meses de enero y febrero de 2009, los productos generados por la
industria cárnica tuvieron un valor de 5,439 millones de pesos; con lo cual esta rama
contribuyó con el 9 % del valor de la producción de la industria alimentaria mexicana.
Considerando que el comportamiento de la producción observado en estos dos
meses, se mantenga similar a lo largo del año, la producción esperada para el año
2009 tendría un valor de 32,632 millones de pesos.
Esta rama de la industria se compone de tres actividades, que son: (1) matanza de
ganado y aves; (2) corte y empacado de carne de ganado y aves; y (3) preparación
de embutidos y otras conservas de carne de ganado y ave. La actividad más
242
importante, en términos de valor de la producción es la matanza. En los meses de
enero y febrero de 2009, ésta generó 47 % del valor de la producción de la industria
cárnica. La empresas especializadas en la preparación de embutidos y conservas
generaron 34 % de dicho valor y las de corte y empacado el 19 % restante.
243
Al respecto, diversos autores mencionan que en México sólo existen 87 rastros TIF,
contra 1,300 rastros municipales, la mayoría de los cuales presentan serias
deficiencias técnicas y sanitarias. La mayoría de los rastros TIF (excepto los de aves)
muestra un grado de subutilización de 45 al 60 % y requieren de la integración de
salas de corte para mejorar su rentabilidad, así como de otras certificaciones
(HACCP, ISO) para poder acceder a mercados de mayor valor agregado. Por otro
lado, en el país no existe una infraestructura de la cadena de frío bien desarrollada
que soporte el crecimiento de esta industria.
244
59,467 a 86,861 toneladas. Los productos que mostraron mayor dinamismo en las
importaciones son las preparaciones y conservas de carne de cerdo. Estos
productos, en general, son de alto valor o tipo gourmet.
Los cambios en los gustos y preferencias del consumidor dan la pauta a seguir por la
industria. De esta manera, la obtención de productos sanos, inocuos y de calidad son
los principales retos que enfrenta la industria cárnica nacional.
RETOS FUTUROS
La importación de productos cárnicos ha llegado a representar hasta el 20 % de la
producción de la rama de sacrificio de ganado y aves, más del 90 % de la producción
de congelado y empacado de carne fresca y más del 15 % de la producción de
conservas y embutidos. Esto ha provocado una desestructuración y pérdida de
competitividad de las cadenas cárnicas (principalmente en res y cerdo). Para
contrarrestar lo anterior se requiere que gobierno, empresarios e instituciones
implementen acciones en el corto plazo para la integración vertical de las mismas a
245
fin de generar agrupamientos competitivos que mediante planeación estratégica
promuevan el desarrollo sostenible del sector cárnico.
Entre los consumidores nacionales existe una escasa valoración de la calidad de los
productos cárnicos debido, en parte, al bajo poder adquisitivo y, también, al
desconocimiento de sus ventajas y beneficios. Esto desincentiva las acciones de las
empresas hacia la certificación y la integración productiva. Al respecto, se sugiere
intensificar las campañas de promoción del consumo y de conocimiento de las
bondades de los cárnicos mexicanos, como lo viene haciendo el Consejo Mexicano
de la Carne. Asimismo, urge capacitar a todos los actores de las cadenas
productivas en este sector, acerca de estos planteamientos.
246
Existe una fuerte astringencia crediticia para las actividades productivas en México.
En el caso de los sectores agropecuario y agroalimentario esto ha sido más
acentuado, por lo que las inversiones se realizan con recursos propios. En este rubro
es necesaria la creación de figuras financieras para estos sectores bajo una
normatividad acorde y congruente con un plan estratégico para mejorar la
competitividad del sector.
CONCLUSIONES
El sector cárnico en el país representa una actividad económica, política, social y
cultural muy importante, al ser fuente de alimento de alta calidad nutritiva y
palatabilidad, de generación de empleos (directos e indirectos) en los procesos de
producción, procesamiento, transporte y comercialización, además de utilizar
productos primarios y secundarios de la agricultura y la agroindustria, que
generalmente no tendrían algún otro valor, así como representar una fuente de
divisas.
247
ni afectando el ambiente (evitar la contaminación del aire, mediante la reducción en
la producción de gases tipo invernadero), el suelo (metales pesados) y el agua, tanto
de corrientes superficiales como subterráneas.
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249
CAPÍTULO 10
INTRODUCCIÓN
250
primarios deberían estar comprometidos, en primera instancia, con la calidad de los
productos cárnicos; esto significa que existe la necesidad de operar estándares en el
aseguramiento de la calidad desde la producción primaria para mantener el acceso al
mercado.
Otro factor que ha influido en la selección de alimentos es el papel cada vez más
crítico de los consumidores de los países desarrollados. Este sector del mercado
contempla una diferenciación con respecto a la calidad de los productos cárnicos,
tanto vertical como horizontalmente. Además, las empresas productoras de
alimentos enfrentan continuos procesos de innovación para lograr una calidad
homogénea con menores costos de producción, aunada a una competencia cada vez
más agresiva. Como resultado, Grunert (2005) indica en que este momento muchos
sectores de los agroindustrias compiten por eficiencia, inocuidad, control de la
calidad y por añadir valor agregado a sus productos. Esto implica un concepto
orientado mayormente por el consumidor, por el cual se adiciona valor a productos
alimenticios, en la medida que los consumidores de ese mercado lo perciban.
251
TENDENCIAS EN LOS MERCADOS RELACIONADAS CON LA CALIDAD E
INOCUIDAD DE LOS PRODUCTOS CÁRNICOS
252
innovaciones o crear diferencias para desarrollar una producción con calidad. Los
productores primarios no se benefician directamente de este proceso, ya que
compiten por precios en el mercado. Sin embargo, a medida en que las exigencias
en la cadena de alimentos se tornan más severas, aquéllos que compran materias
primas para el procesamiento de los alimentos cárnicos, exigen a su vez materias
generadas de procesos operados con protocolos que incluyan “calidad” (Becker,
2004). Para tal objetivo se aplican procesos de identificación, para ser sensibles de
usar la “trazabilidad”, proceso con el cual se identifican muchos de los problemas
asociados.
253
AVANCES EN TRAZABILIDAD DE PRODUCTOS CÁRNICOS
La trazabilidad de los animales y sus productos es ahora una prioridad para los
gobiernos en los países desarrollados. Esto se debe, en primer lugar, a la demanda
de políticas de integración en la inocuidad alimentaria (Caporale et al., 2001). Una de
las razones principales es la creciente desconfianza del consumidor en la inocuidad
de los productos cárnicos, principalmente por las epidemias causadas por alimentos
contaminados, en especial en los Estados Unidos, con Escherichia coli: O157:H7 y
los casos de encefalopatía espongiforme bovina (BSE), ocurrida esta última tanto en
Europa como en la región norte de América. Además, persiste el hecho de que el
consumidor está más expuesto a mayores riesgos en la salud, debido a un comercio
globalizado y una mayor complejidad en la industrialización de los procesos en los
alimentos y la contaminación asociada con el consumo de los alimentos en el hogar.
Por tanto, la política vigente en los alimentos integra tanto al productor primario y al
procesador en todos los niveles del proceso de transformación, así como al control
de la autoridad responsable (CCEC, 2000).
254
largo de la cadena de alimentos, con las bases científicas en cada peligro en
particular para cada tipo de alimento. Por tanto, la trazabilidad se reconoce (Caporale
et al., 2001) como un sistema efectivo en todos los sectores de alimentos como un
método de control en la inocuidad alimentaria que incluye, tanto la salud animal como
los componentes de higiene en los alimentos. Finalmente, la trazabilidad también es
útil para coordinar los embarques derivados del transporte de alimentos, así como
para el manejo de los inventarios de alimentos y el monitoreo del comportamiento de
los consumidores.
255
especialmente en las empresas Tipo Inspección Federal (TIF) que exportan o que
surten a los nichos de mercado nacional con exigencias en calidad similares a las de
mercados internacionales (Maldonado-Siman et al., 2009a; Maldonado-Siman et al.,
2009b).
La operación, en especial del sistema HACCP y los estándares ISO en los países
desarrollados, se debe a normatividades gubernamentales y regulaciones privadas,
respectivamente, mientras que en México (Maldonado-Siman et al., 2009a) ha tenido
lugar en respuesta a las exigencias de los mercados internacionales con una
demanda con altos estándares en la calidad de los productos cárnicos.
Existen reportes de que las medidas para adoptar sistemas de inocuidad y calidad en
la industria nacional están directamente motivadas por un rango amplio de factores
internos y externos a las empresas (Maldonado-Siman et al., 2009b), similares a los
de otros países (Caswell et al., 1998; Mortlock y Peters, 1999). Dentro de los factores
internos más relevantes para las empresas TIF, que influyen directamente en la
decisión de implementar y operar los sistemas de calidad, se incluye la necesidad de
incrementar la eficiencia de sus plantas y operar con mayor eficacia las buenas
prácticas en sus procesos. Por otra parte, estas empresas mexicanas consideran,
como factores externos relevantes para su operatividad, mantener el padrón de
clientes para sus productos y cumplir con los requerimientos legales. También se
indica (Maldonado-Siman et al., 2009a) que el tamaño de las empresas es,
probablemente, otro de los factores que influyen en este grupo de motivaciones en
las empresas TIF mexicanas; puede aducirse que las empresas de mayor tamaño
tienen sus expectativas en los beneficios bien definidos para operar estos sistemas y
estándares.
256
Las empresas mexicanas que operan los criterios mencionados en sus procesos
tienen mayor presencia en el mercado nacional y además tienen la capacidad de
interactuar con otras empresas procesadoras de otros productos cárnicos
(Maldonado-Siman et al., 2009a; Maldonado-Siman et al., 2009b). Henson et al.
(1999) indican que también cuentan con las capacidades legales y técnicas que
ayudan a que sus productos persistan en el mercado, convirtiéndose en una de las
claves principales.
CONCLUSIONES
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259
CAPÍTULO 11
INTRODUCCIÓN
260
En el sexenio 2000-2006 la producción de leche en el país aumentó a tasas menores
que las registradas en el crecimiento demográfico. Así, entre los años 2004 y 2005
solamente creció en 0.7 % y la mayor tasa de crecimiento alcanzada en el sexenio
fue de 2 %, lo cual fue consecuencia de privilegiar al sector primario con vocación
exportadora y a la ausencia de una política eficiente de fomento a la producción
agroalimentaria del país destinada al mercado interno.
La dependencia lechera
Como se desprende del Cuadro 1, y en concordancia con la dirección que muestran
los datos, los productores mexicanos, durante los próximos años probablemente sólo
producirán el 70 % (± 5 %) de los requerimientos de leche del país, lo cual
acrecentará el déficit lechero que comenzó desde inicios de la década de los años de
1970.
261
Cuadro 1. Tendencias de la producción, e importaciones de leche de bovino en
México 1980-2007.
Producción Importaciones Disponibilidad C.D.A.*
Año (A; millones de (B; millones de litros (A+B; millones de (B/(A+B)
litros) equivalentes) litros equivalentes) *100; % )
1980 6,741 1,947 8,688 22
1981 6,803 1,333 8,136 16
1982 6,923 974 7,897 12
1983 6,768 965 7,733 12
1984 7,140 1,004 8,144 12
1985 7,200 1,890 9,090 21
1986 7,388 1,284 8,672 15
1987 6,200 1,572 7,762 20
1988 6,159 2,203 8,363 26
1989 5,577 3,245 8,823 36
1990 6,141 3,364 9,506 35
1991 6,717 2,010 8,727 23
1992 6,974 4,262 11,236 38
1993 7,404 4,596 12,000 38
1994 7,320 3,930 11,250 35
1995 7,398 2,818 10,216 28
1996 7,584 3,137 10,721 29
1997 7,848 3,484 11,332 31
1998 8,316 3,330 11,646 29
1999 8,877 3,777 12,654 30
2000 9,305 3,945 13,250 28
2001 9,472 5,264 14,679 36
2002 9,658 5,114 14,716 35
2003 9,784 5,341 15,022 36
2004 9,864 6,037 15,783 38
2005 9,868 6,639 16,102 41
2006 10,089 5,338 15,184 35
2007 10,269 6,462 16,134 40
*Coeficiente de Dependencia Alimentaria = Importaciones / Disponibilidad. Disponibilidad = producción
nacional + importaciones. Fuente: Confederación Nacional Ganadera (2008).
262
La tendencia ha sido a una creciente participación porcentual de dichas compras en
las importaciones totales de lácteos (Cuadro 2).
La producción nacional de leche se incrementó 5.1 % entre los años 2002 y 2007; de
este crecimiento 3.9 % correspondió al cambio porcentual en la productividad por
vaca y 1.2 % al aumento del hato lechero nacional. El cambio porcentual en la
263
producción anual por animal en ese periodo ha tenido un comportamiento errático,
incluso con una tasa de crecimiento negativa y entre los años 2004 y 2005 estos
aumentos fueron insuficientes de acuerdo a las necesidades del país (Cesín y
Ramírez, 2008). Lo anterior implica que el país seguirá siendo deficitario en la
producción de leche durante los siguientes años, a pesar de haber producido, a partir
del año 2006, más de diez mil millones de litros de leche. Entre los años 2006 y 2008
se pronostica un incremento de 1.6 % en la producción de leche en el país, al pasar
de 10,089 millones de litros en 2006, a un estimado de 10,322 millones para 2008
(SIAP/SAGARPA, 2008).
La reorganización espacial
El gobierno mexicano, a través de las políticas sectoriales para el fomento de la
producción lechera, ha impulsado cambios en la localización de las unidades
productivas, tendiendo a concentrarla en grandes explotaciones, con sistemas
altamente tecnificados, ubicados en el centro y norte del país, en detrimento de los
sistemas semi-intensivos y de doble propósito, donde se concentran los pequeños y
medianos productores, como puede observarse en los Cuadros 3 y 4.
264
permanencia, calidad e inocuidad (mínimos de grasa, conteo de células somáticas,
niveles de reductasa, etc.), situación que como efecto indirecto al recibir mejor pago
por litro de leche, les supone mayor capacidad de inversión en sus unidades
productivas, tanto en lo organizativo como en lo tecnológico. Así, el sistema
tecnificado o intensivo, con una productividad promedio de 24 L/día genera la mitad
del volumen de leche en el país, con hatos de 350 cabezas en promedio, es decir, 17
% del hato nacional. No obstante, en estas empresas los costos unitarios son
elevados, ya que al emplear ganado especializado el manejo de insumos alimenticios
y agua es muy alto, además de la gran cantidad de estiércol que generan y que
eliminarlo representa un alto costo económico y ambiental.
265
Cuadro 4. Cambio en la localización de la producción lechera en México (1994-
2007).
Estados Aportación a la producción total (%) Cambio 1994-2007
1994 2007 (%)
Jalisco 17 17 0
Durango 7 11 +4
Coahuila 8 10 +2
Chihuahua 7 8 +1
Veracruz 9 7 -2
Guanajuato 8 7 -1
Otros 43 41 -2
Fuente: SIAP/Sagarpa (2008).
266
producción lechera en esa área geográfica. Sin embargo, este cambio plantearía la
paulatina sustitución de la producción familiar y semi-intensiva por la producción
intensiva estabulada, que también es la más sensible a las condiciones del mercado
y, en especial, a los cambios en el comercio internacional de lácteos.
267
Durante muchos años el Estado mexicano intervino en el mercado de la leche,
regulando el precio guiado por la regla de oro de procurar a precios bajos al abasto
de un producto de primera necesidad para el consumidor final y para la industria de
proceso, con el objeto de favorecer el abatimiento del costo de la mano de obra y de
la materia prima, hasta niveles tales que garantizaran tasas de ganancia adecuadas
en el proceso industrial.
Desde los años de la década de 1970 y hasta 1988, los precios de referencia al
productor, al pasteurizador y al consumidor, diferenciados por zonas y consumidores,
fueron controlados y fijados por el Estado, mediante publicaciones en el Diario
Oficial. Sin embargo, a raíz de la intensificación de los fenómenos de globalización y
apertura de mercados, el gobierno comenzó a dejar de intervenir en la fijación de
éstos, de tal manera que a partir de 1989 se dejó como precio controlado únicamente
el precio al consumidor, quedando el productor y el industrial sin referencia para su
fijación. Esta mecánica obligó al ganadero a negociar su precio directamente con el
industrial, por lo que un aumento al precio al consumidor no necesariamente
repercutió en la misma proporción con el ganadero.
268
productores lecheros, debido a que los que poseen más hectáreas para cultivo y más
capital para realizar inversiones, se han quedado con los montos más elevados de
recursos (Cuadro 5), y los menos capitalizados (que son la mayoría) han dependido
cada vez más sólo de sus ingresos para la supervivencia familiar.
269
El reposicionamiento del programa de abasto social y la captación preferencial
de leche por parte de Liconsa
Otro fenómeno relevante es que a pesar de predominar un contexto de liberalización
de mercados y desregulación de la actividad económica, el programa de abasto
social de leche a través de Liconsa está resurgiendo y en pleno crecimiento. Esto se
debe en gran parte al déficit lechero que se arrastra y a los persistentes y
progresivos niveles de desnutrición en el país, lo que obliga a seguir comprando
leche descremada en polvo para ser reconstituida y ponerla a la venta a precios
subsidiados a la población de bajos ingresos. Por esta razón, Liconsa se ha
mantenido como el principal importador de lácteos en el país, como se aprecia en el
Cuadro 6.
270
aproximadamente 10 % de las necesidades totales de la empresa. En el ejercicio
presupuestal del siguiente año, la asignación se elevó al doble para adquirir 180
millones de litros de leche, es decir, 20 % de los requerimientos totales.
Cabe aclarar que el mandato del Legislativo, en el sentido de que debería comprarse
leche de pequeños y medianos productores, se ha cumplido parcialmente y con
mucha dificultad, ya que las transacciones se llevan a cabo fundamentalmente con
grandes empresas productoras e intermediarios, por ejemplo, en el primer trimestre
del 2003, se adquirieron 42.3 millones de litros, donde el mayor beneficio del
proyecto lo obtuvieron sólo dos grupos, uno ubicado en los Altos de Jalisco y otro, el
líder de la pasteurización nacional (Lala), con una transacción de alrededor de 15
millones 525 mil litros (37 % de las compras totales) (Reforma, 2003).
Los funcionarios de Liconsa se dieron cuenta que para llegar a pequeños y medianos
productores requerían de infraestructura y algunos servicios que aún no tenían, ya
que la institución fue creada para comprar leche en polvo y rehidratarla, no para
recolectar leche fluida, por lo que necesitaban de centros de acopio distribuidos en el
territorio nacional, pipas con refrigeración para mantener la cadena de frío mientras
se transporta la leche a la planta de procesamiento y tanques especiales. Mientras
se genera esta infraestructura y equipo en Liconsa, se ha dificultado que los
pequeños y medianos productores puedan vender su producto a esta empresa, lo
que ha causado su descontento, pues se elimina una posibilidad interesante para
ellos, sobre todo porque esta paraestatal ofrece precios mayores a los que rigen en
la mayoría de las regiones del país. En todo caso, la tendencia se manifiesta hacia
un crecimiento y fortalecimiento de Liconsa, con compras importantes de leche en el
mercado interno, con un esfuerzo serio para que sus proveedores sean
principalmente los pequeños productores.
Otra cuestión importante es que Liconsa realiza adquisiciones de leche durante todo
el año, cuando la curva de producción es marcadamente estacional y contrasta con
la curva de demanda por parte de la agroindustria, especialmente la dedicada a la
271
pasteurización, la cual tiende a ser estable a lo largo del año, como se aprecia en la
Figura 2.
Esto origina excedentes de leche fluida en los meses de mayor producción (julio a
octubre), que también son los de mayor precipitación pluvial y por lo tanto también
los de más disponibilidad de forrajes. Esto resulta en un excedente estacional que no
puede tener acomodo comercial inmediato y que deprime en ese lapso los precios
pagados al productor. Debido a esta estacionalidad, sería conveniente que las
compras de Liconsa se realizaran de manera complementaria a esta curva de
producción y demanda y se concentraran fundamentalmente en la época de
sobreproducción.
272
notables: su heterogeneidad (v.g. según el sistema lechero que la abastece y los
productos que elabora) y su concentración económica y tecnológica.
273
artesanales como quesos, dulces y leche para hervir. Es decir, la mayor parte de la
leche disponible se canaliza a diversos productos lácteos industriales como quesos,
leches fermentadas, leche condensada, leche en polvo, etc.
274
El yogur es un producto muy bondadoso en su manufactura, por lo que se puede
elaborar a diferentes escalas, desde nivel artesanal en micro plantas y en pequeñas
empresas, hasta unidades productivas de mayor tecnificación. Por ello, su
fabricación se efectúa en la mayor parte de los Estados de la República, lo que
favorece la popularidad del producto y su difusión comercial creciente. Sin embargo,
el producto muestra diferentes niveles de calidad, reflejándose sobre todo en la vida
de anaquel, que resulta corta en los productos artesanales y prolongada en los
industriales.
275
sus quesos bajo dos marcas de gran circulación: “Chalet” (genuinos) y “La Villita”
como productos de imitación.
También existen empresas medianas y algunas grandes, cuyos productos no son tan
difundidos a nivel nacional, pero que gozan de clientes fieles en zonas específicas,
como es el caso de las queserías menonitas, las cuales se ubican principalmente en
los municipios de Cuauhtémoc y Riva Palacio, en el Estado de Chihuahua, aunque
algunas están en Durango y Zacatecas. El queso elaborado por estas queserías es
el Chihuahua Menonita, llamado por ellos queso Chester, que se elabora
predominantemente con leche cruda y se madura al menos dos semanas. Los
volúmenes de producción en las plantas oscila entre 10,000 y 150,000 (v.g. en la
gran planta LACMENO, de Riva Palacio, Chihuahua, en la que se utiliza leche
pasteurizada). Además, existen, dentro de la normalidad, múltiples empresas
pequeñas y medianas, que producen ya sea quesos genuinos o de imitación, tanto
con leche cruda como pasteurizada. Al respecto, se puede citar la empresa Santa
Clara, en Hidalgo, que goza de gran prestigio en sus productos; Asimismo, están la
Pilarica, en Ixtapaluca, en el Estado de México; La Covadonga, en Texcoco, Estado
de México y numerosas empresas en el Estado de Jalisco.
276
las queserías de Chiapas (v.g. en la zona de la costa, en la Frailesca y el norte del
Estado). También es notable Tabasco (zona de Los Ríos), Veracruz (v.g. norte del
Estado) y Michoacán (v.g. la Ciénega y la Tierra Caliente). Esos queseros, si bien en
conjunto no procesan grandes volúmenes de leche diariamente, en virtud de los
encadenamientos productivos, hacia la producción primaria y la distribución, dan
empleo a mucha gente y revisten gran importancia social; algunos de los productos
elaborados por ellos son quesos genuinos que se distinguen por su origen, historia y
simbolismo, y pueden ser aspirantes a obtener una figura de protección jurídico-
comercial como una marca colectiva (MC) o una denominación de origen (DO). Tal
es el caso del queso de Poro, de Los Ríos en Tabasco, y el queso Crema de
Chiapas.
277
experimentado una acelerada expansión; se ha fortalecido, por ejemplo, con la
compra de la antigua empresa Evamex S. A. en la cuenca de Tizayuca; también ha
adquirido nuevas marcas como “Boreal”, “Nutrileche”, “Baden” y “Los Volcanes”.
Asimismo, recientemente adquirió la empresa Parmalat, ubicada en Lagos de
Moreno, Jalisco, especializada en leche UHT. Los segmentos del mercado en los
que participa Lala son, además de los de leche fluida, los de quesos, yogur, crema y
postres; su plantilla laboral suma cerca de 19,000 empleados (Huerta, 2004).
278
Estas dos empresas, Lala y Alpura, dominan el mercado interno gracias a las
economías de escala, a la tecnología moderna, a los niveles de integración que
presentan hacia el abasto de leche cruda (son cooperativas de ganaderos), a su
logística y sus estrategias de ventas. Juntas procesan más del 30 % de la leche
producida en el país.
Junto con estas poderosas firmas transformadoras de la leche fluida existen otras,
que aunque presentan menor escala, son también clasificadas como grandes
empresas. Destacan en este rubro Lechera Guadalajara cuya marca, “Sello Rojo”, es
bien reconocida en Jalisco y Estados circunvecinos; su colecta está basada, sobre
todo, en pequeños ganaderos de lechería familiar (al menos unos 3,000
productores). Esta empresa se dedica mayoritariamente a producir leche
pasteurizada pero ya con un volumen considerable de leche UHT. Lechera
Guadalajara ha mostrado también, en la última década, un incremento moderado en
su colecta (más de un millón de litros por día) y ha inducido una mejora en la calidad
de la leche, particularmente con el estímulo para la introducción de una cadena fría
en la colecta y conservación del lacticinio. La empresa está construyendo otras
plantas fuera del Estado de Jalisco, y rápidamente se está modernizando en su
infraestructura de producción, tecnología y sistemas logísticos.
Una cuarta empresa, notable por su volumen y calidad de la leche, es Gylsa, del
Estado de Aguascalientes, cuya marca “San Marcos”, goza de gran prestigio en esa
entidad federativa y Estados vecinos. Su planta se abastece con leche del sistema
intensivo estabulado, basado en ganado holstein de alta genética. Comercialmente la
leche se distribuye como leche pasteurizada y UHT en varias categorías; la colecta y
producción rebasa los 500,000 litros por día. La empresa cuenta con sistemas
modernos de calidad y presenta una gran respuesta innovativa al entorno competitivo
en el sector lácteo.
279
(Lagos de Moreno con la marca “Al-Día”), la cual también ha incursionado en la
elaboración de otros lacticinios. En las regiones tropicales destacan Ultralácteos, en
Tabasco, con la marca “Unión”, dedicada a la producción de leche de larga vida
(UHT). En Chiapas, se distingue Pradel, que elabora leche UHT, y cuyo abasto
procede del sistema de doble propósito con europeo (v.g. pardo suizo y holstein)
cruzado con razas cebuínas. Además, existen marcas muy locales como Yaqui, en
Sonora; Santa Clara, en Hidalgo; La Vaquita, en Chihuahua, etc.
Con esta nueva forma de integración vertical, las agroindustrias se dieron cuenta
rápidamente que la mejoría en estos aspectos se había dado de forma acelerada,
pero que también con premura estaba llegando a un límite, y que la manera de
280
impulsarlos, todavía más, implicaba enfriar la leche inmediatamente después de la
ordeña, para lo cual buscaron extender la cadena fría, en muchos casos, con apoyo
oficial.
Por esta razón, las agroindustrias iniciaron otro movimiento a nivel nacional,
consistente en ejercer fuertes presiones para la desintegración de los grupos. El
mensaje para los ganaderos fue, que para continuar como proveedores, deberían
separarse y establecer convenios en forma individual con la industria. A cambio, se
ofrecía pagar un precio base mayor y primas por calidad e inocuidad más elevadas
por el simple hecho de independizarse. La industria estableció el criterio de que un
productor debería entregar como mínimo 300 litros de leche diarios, para que pudiera
instalar un tanque de enfriamiento individual en su establo. Como resultado de estas
presiones, los grupos se fueron debilitando y los que aún continúan están quedando
sólo con los productores “poquiteros”, es decir, aquéllos que no alcanzan el volumen
mínimo requerido para adquirir un tanque individual.
Se puede apuntar que la política general de las empresas acopiadoras hacia los
ganaderos es de selección paulatina, bajo el supuesto de que existen demasiados
productores de leche y que los más eficientes tienen o tendrán, en poco tiempo, la
281
capacidad productiva para cubrir los volúmenes solicitados, y con la calidad
requerida.
La reforma en 1993 a la Ley de Inversión Extranjera fue clave para iniciar los
cambios del sector, sin embargo, aparecieron más tarde que en otros países
latinoamericanos. Esto propició la entrada de empresas de capital extranjero, que
invirtieron sumas importantes en el sector del comercio. La Inversión Extranjera
Directa (IED) en este sector sumó 2,973 millones de dólares en el periodo 1984-
1993, mientras que ascendió a 14,881 millones de dólares en la década 1994-2003
(Figura 4). Una consecuencia importante de esta gran cantidad de dinero invertido
por empresas extranjeras, fue que obligó también a las cadenas nacionales a realizar
inversiones para competir en el mercado con los recién llegados. Se inició entonces
un cambio profundo en el sistema de abastecimiento de los supermercados, con el
propósito de bajar costos y de expandirse fuera de sus mercados tradicionales
(Reardon, 2004).
282
empresa, y también porque después de la crisis de 1994-1995 los socios mexicanos
no podían sostener el ritmo de crecimiento deseado por los extranjeros (CEPAL,
2000). Otra estrategia de las cadenas foráneas fue diversificar el formato de los
supermercados para adecuarse a los diferentes sectores de la demanda y
distinguirse de las cadenas locales (Chávez, 2002).
283
inversiones importantes en sistemas de abastecimiento centralizado, tales como
centros de distribución propios, y les otorga también mayor poder de negociación con
sus proveedores. El reto es entonces atraer cada vez más clientes, por lo cual se
inició, a finales de la década de 1990 una dura guerra de precios entre las cadenas
de mayor tamaño (Reardon, 2004), originando una fuerte concentración en el sector.
En el año 2000 las cuatro cadenas más importantes (Wal Mart, Soriana, Comercial
Mexicana y Gigante) concentraban alrededor del 90 % de las ventas en
supermercados, y una sola realizaba la mitad de ellas.
Para disminuir sus costos, las cadenas mayores han buscado desarrollar sus propios
sistemas de abastecimiento, en lugar de surtirse a través de los canales
tradicionales, tales como centrales de abasto. La tendencia es pasar de un sistema
en el cual cada supermercado se surtía en la central de abasto local, a otro en el cual
posee sus propios centros de distribución que centralizan las compras, para luego
repartir los productos en las diferentes tiendas del grupo. Asimismo, las cadenas
buscan establecer relaciones comerciales con un menor número de proveedores que
les suministren un mayor volumen de mercancías (one-stop shopping). Se pretende
abandonar progresivamente las compras en las centrales de abasto, en beneficio de
relaciones más estrechas con proveedores preferidos (preferred suppliers) que les
aseguren mayor estabilidad y calidad en el suministro, además de reducir el
intermediarismo.
284
El crecimiento de la producción industrial en México se debe al surgimiento de
productos más convenientes para los consumidores y los distribuidores, como la
leche ultrapasteurizada, y más elaborados y de mayor valor agregado, como los
quesos, yogures o leches maternizadas, cuya demanda se ha dinamizado por una
elevación del poder adquisitivo de los estratos medios y altos de la población. La
industria respondió a esta demanda con un rápido proceso de innovación tecnológica
y de diversificación de productos, que fueron introducidos en el mercado a través de
mucha promoción. El caso emblemático es el auge de la producción de yogur en los
últimos diez años. El liderazgo de estos productos de alto valor agregado lo tienen
grandes empresas multinacionales como Nestlé, Danone y Sigma Alimentos, que
cuentan con el dominio de tecnología específica y técnicas de mercadotecnia
avanzadas (Castro et al., 2001). Pero sobre todo, estas empresas tienen relaciones
estrechas con las cadenas de supermercados, con las cuales han desarrollado una
“simbiosis” (Reardon, 2004): los industriales necesitan tiendas grandes para
desarrollar sus ventas y un lugar dónde encontrar clientes para la gran diversidad de
productos que generan, y las cadenas de supermercados requieren empresas
suficientemente importantes que les puedan suministrar una gran cantidad de
productos diversificados con regularidad y sin tener que recurrir a demasiados
proveedores.
285
Dada la importancia de la mercadotecnia en las ventas de alimentos, sobre todo de
aquéllos diversificados como los productos lácteos de alto valor agregado, y que las
cadenas de supermercados son las que deciden la ubicación de los productos en sus
anaqueles, las campañas de promoción y las ofertas, a final de cuentas son estas
cadenas las que tienen el poder de negociación más alto en toda la cadena de
productos lácteos. Por lo tanto, ejercen el poder o gobernanza3 sobre el conjunto de
actores involucrados en la producción láctea e imponen sus condiciones en cuanto a
precios, calidad y cantidad de los productos a sus proveedores.
Como todo sistema agroindustrial, un SAI leche se concibe formado por distintos
agentes o actores sociales que se desempeñan en la actividad primaria, de
transformación y de distribución/comercialización de la materia y productos
derivados; así como las relaciones que se establecen entre ellos. Los agentes, se
hallan “rodeados” por un entorno muy dinámico, que los afecta como sistema. Un
ejemplo general de SAI leche se representa en la Figura 5.
3
La estructura de gobernanza de una cadena describe en qué forma los actores la controlan a través
de barreras a la entrada y de procesos de coordinación; determina quien controla la cadena (Gereffi y
Korzeniewicz, 1994).
286
Figura 5. El sistema agroindustrial leche en Los Altos de Jalisco. Fuente: Villegas et
al. (2000).
287
Actualmente el entorno de los sistemas agroindustriales leche mexicanos está
caracterizado por la siguiente problemática:
• La crisis económica, revelada por una demanda de lácteos que crece muy
lentamente, lo cual resulta, en mucho, del estancamiento del ingreso de la
población (más de la mitad de los mexicanos, unos 58 millones, viven en
pobreza extrema) (Leyva y Becerril, 2009).
• La amplia apertura comercial desde 1982, que ha incidido en el
establecimiento de nuevas empresas extranjeras en el país y en el ingreso de
una amplia gama de insumos novedosos para la agroindustria lechera.
• El TLCAN, que condujo a la apertura total del sector lácteo a principios de
2008, incluida la leche en polvo, lo que sin duda ha contribuido a la
reconversión de estrategias de los agentes más dinámicos de los sistemas
agroindustriales leche.
• El retiro paulatino del Estado como regulador de la cadena en los SAI leche,
por ejemplo, dejando en manos de los agentes de la agroindustria el
establecimiento de los niveles de calidad de la materia prima y de los precios
indicativos o concertados de la leche, antes regulados desde el propio
gobierno.
• El precio de la leche, cruda y procesada, aparentemente fijado por el libre
mercado, pero donde existen algunas grandes empresas (vg. Lala, Alpura,
Nestlé y Liconsa), que inciden de forma muy importante en la fijación del
precio.
• Un incremento sostenido de la presión normativa (v.g. normas de calidad y de
etiquetado; las NOM y NMX mexicanas).
• La creciente presión hacia la mejora de la calidad y la productividad en los tres
eslabones de los SAI (ganaderos, industriales y distribuidores).
• El crecimiento demográfico en el país y la reconformación de los estratos
poblacionales, que contribuyen a perfilar nichos de mercado específicos para
los lácteos.
288
• Nuevos hábitos de consumo, determinados por la clase social de los clientes y
la creciente influencia de la globalización cultural; por ejemplo, la orientación
hacia los lacticinios “light” y funcionales.
• Un incremento en la segmentación del consumo, que ya exige una amplia
gama de lacticinios (v.g. leches saborizadas, con distintos niveles de grasa
butírica, fortificados, deslactosados y derivados altamente diferenciados).
• La intensificación del clima competitivo entre empresas agroindustriales de la
rama y entre sistemas agroindustriales completos, ubicados en distintos
espacios del territorio nacional
CONCLUSIONES
En México, los productos lácteos se segmentan cada vez más. Actualmente existe
una amplia variedad de derivados destinados a diferentes grupos de consumidores y,
por otro lado, la diferencia entre los precios pagados al productor primario y al
consumidor final continúa siendo muy alta, además de que con la mayor
segmentación del mercado tiende a incrementarse. Asimismo, la diversificación de
productos hace que la agroindustria que no posee la tecnología para elaborar este
tipo de bienes sea desplazada del mercado o confinada a espacios locales.
289
ha aumentado su participación en el mercado nacional y, simultáneamente, de
manera paulatina, la ganadería lechera familiar ha ido perdiendo el segmento de
mercado que adquiría sus productos, situación que ha obligado a desaparecer
algunas de esas pequeñas ganaderías o a buscar otras alternativas de
comercialización de sus productos.
Por otra parte, bajo el modelo de liberalización de mercados que se está dando en el
país, los alimentos tradicionales de alta calidad sufren reducciones en el precio, y el
riesgo implícito de eliminar su producción ante la carencia de rentabilidad económica
al enfrentar la competencia de falsos sustitutos. En el caso de los derivados lácteos
genuinos, los productos elaborados en el país que utilizan leche auténtica deben
enfrentar la competencia de sucedáneos importados. Es frecuente que el precio en
anaquel de estos productos, que generalmente se venden como si fueran elaborados
con leche, ya sea a granel, o con empaque, pero sin etiqueta que indique su
composición, sea menor a los costos de producción de los derivados lácteos
mexicanos.
290
debajo del índice inflacionario, y las importaciones de leche en polvo, subproductos y
sucedáneos (utilizados como insumos en la elaboración de derivados o substitutos
de lácteos) han contribuido a la reducción de la participación relativa de la ganadería
lechera en el desarrollo económico del país.
BIBLIOGRAFÍA
291
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Villegas, de G.A.; De Gabriel, R.A.; García, R.D.A.; López P.E.; López, S.M.; Rojas,
R.M.M.; Trevizo E.M.G.; Zavala, H.R. 2000. El Sistema agroindustrial lácteos en
Los Altos de Jalisco. Reporte de SAI. DIA-UACh. Chapingo, México. 122 p.
292
CAPÍTULO 12
INTRODUCCIÓN
La producción y el aprovechamiento de la caña de azúcar es sin duda la actividad
agroindustrial más antigua que ha sobrevivido a los dos movimientos sociales más
importantes de México. Desde la época de la Colonia, pasando por la Revolución
Mexicana, los campos cañeros e ingenios azucareros fueron espacios donde se
libraron batallas de la Guerra de Independencia y la Revolución Mexicana; y sus
trabajadores, muchos pertenecientes a los pueblos indígenas y los campesinos de
las grandes haciendas azucareras, estuvieron entre los principales actores que
encabezaron las luchas.
293
una agricultura fuertemente subsidiada, y tampoco podrá desarrollar el potencial
productivo que demanda el desarrollo de los bioenergéticos.
294
Figura 1. Estructura del sistema-producto caña de azúcar.
295
la caña de distintos productores y las diferencias en la eficiencia en la extracción y
recuperación de azúcar entre los ingenios.
Los ingenios azucareros en México funcionan, más que como una empresa
agroindustrial, como una entidad económica y social multiplicadora del ingreso, el
empleo y los beneficios sociales de la localidad. Los cañeros tienen acceso al Seguro
Social, disponen de fuentes de financiamiento para el cultivo de la caña a través del
ingenio, funcionando éste como entidad parafinanciera y, otras veces, los créditos
fluyen a través de las Uniones de Crédito de las propias organizaciones cañeras o
bien de diferentes intermediarios financieros. Los insumos agrícolas están, en
general, disponibles para los cañeros, y existe maquinaria y equipo para satisfacer
las necesidades de la siembra, cultivo, cosecha y abastecimiento de caña al ingenio.
296
remolacheros. Por otra parte, el auge del consumo sin duda se mantendrá,
específicamente a la luz del crecimiento económico que registran países tales como
la India, China y ciertos países de África, cuyos niveles de consumo per cápita
siguen siendo bajos (v.g. China, 9.8 kg/habitante; África, 15.8 e India, 18.5)
(AMPRCA, 2006).
297
EL PROGRAMA NACIONAL DE LA AGROINDUSTRIA DE LA CAÑA DE AZÚCAR
(PRONAC)
Una de las principales debilidades de la agroindustria de la caña de azúcar es la
insuficiente integración del sector cañero con el industrial y de estos con el mercado.
Con la finalidad de alinear las acciones emprendidas por cada uno de los actores
nacionales de la agroindustria, se hizo un gran esfuerzo para conciliar los intereses
de los productores de caña, los dueños y administradores de los ingenios azucareros
y el Gobierno Federal. El trabajo rindió fruto y se formuló el Programa Nacional de la
Agroindustria de la Caña de Azúcar (PRONAC) 2007-2012, con el propósito de dar
certidumbre a productores del campo, obreros, industriales y a todos los agentes que
integran la cadena productiva. El PRONAC define el rumbo, las metas, los
mecanismos de colaboración y la coordinación interinstitucional, que coadyuven a
mejorar la productividad y competitividad de la agroindustria, de tal manera que se
puedan aprovechar las ventajas del mercado norteamericano en el marco del TLCAN
y diversificar el aprovechamiento de la caña de azúcar, especialmente en la
producción de bioetanol.
Sin duda que el PRONAC es un documento que establece con claridad una política
integral para la agroindustria cañera de México; no obstante, factores externos como
los impactos del cambio climático (exceso y déficit de lluvias en varias zonas cañeras
del país), han hecho difícil alcanzar las metas propuestas, especialmente en lo que
corresponde al incremento previsto en la producción de azúcar. Por lo que respecta a
la diversificación del aprovechamiento de la caña de azúcar poco se ha avanzado,
debido a que la industria se ha abocado al mercado del azúcar, el cual es hasta
ahora más atractivo económicamente que la producción de bioetanol.
298
elevados del petróleo, Brasil produce más alcohol y reduce su producción de azúcar,
impactando los precios internacionales.
Por otro lado, así como en su momento algunos países adoptaron políticas internas
de estímulos a la producción de combustibles alternativos para defenderse de las
fuertes variaciones de los precios del petróleo, en el sector de los edulcorantes
también se empezó a dar el mismo fenómeno. Tales son los casos del jarabe de
maíz rico en fructosa (JMAF), la glucosa, la dextrosa, la fructosa y los edulcorantes
sintéticos de alta intensidad, como la sacarina y el aspartame, entre otros.
299
Estos edulcorantes tuvieron un rápido crecimiento en los años ochenta e inicios de
los noventa, alcanzando, en términos equivalentes a azúcar, el 20 % del mercado
mundial de edulcorantes. A finales de los noventa su crecimiento se estancó, y para
los siguientes 10 años su participación en el mercado mundial de edulcorantes se ha
mantenido en un nivel de entre 20 y 25 % del total, siendo el resto, entre 75 y 80 %,
lo correspondiente a azúcar.
En este contexto, hoy más que nunca han tomado relevancia los factores
diferenciadores de competitividad en el mercado internacional. Anteriormente, los
bajos niveles de eficiencia y productividad eran compensados con grandes subsidios
y altos niveles de protección local. Ahora, la reducción en los costos de producción
de materia prima y su procesamiento son claves para mantener a la industria en el
mercado.
300
ingresos y generando valor a partir de productos diferentes al convencional, tales
como melazas, azúcar refinado, alcohol, cogeneración de energía a partir de bagazo,
tableros aglomerados, papel y solventes, etc.
Los precios internacionales del azúcar del mercado libre corresponden a un mercado
azucarero de excedentes, puesto que los principales países productores de azúcar
son a la vez los principales consumidores del dulce y exportan sus excedentes,
generalmente a precios por debajo de los correspondientes a su mercado interno.
Por ejemplo, la Unión Europea exportó azúcar al precio internacional en el año 1999
(220 US $/ton), mientras que en su mercado interno el azúcar se vendió al mayoreo
entre 990 y 1500 dólares por tonelada (LMC International Ltd. Oxford, 2000). Brasil
hizo lo propio y vendió azúcar al precio internacional y la población adquirió el
producto a un mayor precio. México, por su parte, en 1999 colocó 550 mil toneladas
de azúcar en el mercado internacional al precio de US $160 dólares por tonelada, en
301
tanto que el azúcar se vendió en el mercado interno a un precio promedio de $400
dólares por tonelada.
6
Jarabes de maíz de alta fructosa /
Mayores productores 7/ 12.62 11.41 11.62 12.87 12.62
1/ 2/
Medidos en centavos de dólar por libra corrientes, LAB fábrica. Promedio de seis regiones
3/
productoras (Australia, Brasil-C/S, Guatemala, Malawi, Zambia, Zimbabwe). Promedio de siete
países (Australia, Brasil, Colombia, Cuba, Guatemala, Sudáfrica, y Tailandia). 4/ Promedio de siete
5/
países (Bélgica, Canadá, Chile, Francia, Turquía, Reino Unido, y Estados Unidos). Promedio de
6/
cuatro países (Bélgica, Francia, Alemania, y Turquía). Centavos de dólar por libra, JMAF-55, base
7/
seca. Promedio de 22 países (Argentina, Bélgica, Bulgaria, Canadá, Egipto, Finlandia, Francia,
Alemania, Grecia, Hungría, Italia, Japón, México, Holanda, Polonia, Slovaquia, Corea del Sur, España,
Taiwan, Turquía, Reino Unido, y Estados Unidos). Fuente: USDA (2004).
Desde que inició el año 2009, los precios del azúcar han repuntado, como resultado
de la caída de la producción de la India y China, dos de los más grandes productores
y consumidores de azúcar del mundo. Los pronósticos apuntan hacia una mejora
gradual de los precios del azúcar en el mercado internacional.
Es evidente la tendencia a la alza de los precios del azúcar, misma que podría
sostenerse por varios años si el precio del petróleo sigue incrementándose y más
302
países productores de caña se incorporan a la producción de bioetanol usando la
caña como insumo. Brasil ha anunciado que en 2012 estará produciendo etanol de
segunda generación, usando la fibra de la caña. La aplicación de esta tecnología
implica que los ingenios cañeros mejoren sus balances energéticos para liberar a las
fábricas de una proporción del bagazo, el cual se canalizaría para la producción de
bioenergéticos. En ese contexto, será necesaria la cosecha en verde, de tal manera
que las hojas y punta que ahora se queman en el campo, pasen a formar parte de la
biomasa energética del ingenio.
303
UBICACIÓN DE MÉXICO EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
México produjo 5.5 millones de toneladas métricas de azúcar, valor crudo, durante la
cosecha 2008-2009, ubicándose en el séptimo lugar entre todas las naciones
productoras de azúcar. Brasil, India y la Unión Europea son los productores de
azúcar más grandes, con más del doble de sus competidores más cercanos, que son
China, Estados Unidos, Tailandia y México (Figura 4).
304
entrada en vigor del Tratado Libre de Comercio de América del Norte (TLCAN), las
exportaciones de JMRF desde Estados Unidos de Norteamérica se incrementaron
rápidamente, mientras que las exportaciones de azúcar desde México a ese país
estuvieron acotadas. No fue sino hasta que la Cámara de Diputados aprobó el
Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) a refrescos, que se fijó en 20
% para las industrias que usaran fructuosa, cuando realmente se contrajo el
consumo del edulcorante derivado del maíz.
305
El periodo de transición del TLCAN (1994-2007) representó para el sector azucarero
de México un balance negativo, cifrado por importaciones de JMAF que sobrepasan
las exportaciones de azúcar al mercado norteamericano. A partir de la apertura total
del comercio de edulcorantes entre los países, en 2008, México tiene la oportunidad
de colocar cantidades importantes de azúcar a Estados Unidos, pero también
enfrenta el riesgo de perder una porción muy importante de su mercado si los JMAF
sustituyen el consumo tradicional del azúcar mexicana.
306
duda éstos serán una opción a corto y mediano plazo para sustituir una proporción
(aún baja) del consumo de gasolinas. Si los precios del petróleo siguen la tendencia
alcista del primer semestre de 2009 y la economía global se empieza a recuperar, es
muy probable que el uso del bioetanol gane preferencias entre los consumidores de
combustibles para automotores y se fortalezca así la oferta mundial de
biocombustibles.
Los problemas que generan los bajos precios del azúcar en los mercados
internacionales han obligado a buscar soluciones tanto en la diversificación de la
agroindustria de la caña, produciendo subproductos y derivados, como en la
diversificación del cultivo, es decir, programas de intercalación de cultivos con la
caña de azúcar, lo que resulta en el incremento de la rentabilidad del uso del suelo.
307
Las prácticas de diversificación agrícola disminuyen riesgos fitosanitarios y obtienen
mayores ganancias del empleo de la mano de obra; optimizan la tierra y propician la
producción de renglones básicos para la alimentación humana sin afectar la
producción de caña, con bajos requerimientos de inversión, creando empleos
alternativos, absorbiendo mano de obra eventualmente desocupada en el campo
cañero y proporcionando al agricultor ingresos adicionales al elevar sus ganancias y
reducir sus riesgos.
Deben utilizarse los residuos del ingenio para la fertilización directamente, como
agua de riego, composteo de residuos agrícolas, cachaza y otros. De esa forma será
más económica y racional la fertilización del cultivo y, además, menos contaminante
al usar la fertilización biológica e inclinarse hacia la agricultura orgánica.
308
en este sector y a la vez que genere posibilidades de contrarrestar los efectos
negativos que pudieran ocasionar las fluctuaciones del precio del azúcar en el
mercado internacional.
309
El reordenamiento del mercado de los edulcorantes de México
Es necesario cuantificar de manera precisa las necesidades de consumo de azúcar y
otros edulcorantes entre los años 2010 y 2020. A partir de la estimación de la
demanda de edulcorantes para México y, considerando las posibilidades de
exportación, se deberá elaborar un programa de producción de azúcar por ingenio y
por Estado de la República Mexicana, para evitar excedentes de producción de
azúcar que tengan que exportarse al mercado internacional a precios desfavorables.
310
El redimensionamiento de la agroindustria de la caña de azúcar en México
Muchos años han pasado en que la agroindustria azucarera ha sido tema de análisis
“económico” y político, debido a las diversas crisis que ha padecido. Parecería que la
crisis es su estado normal, sin embargo, los productores de caña y los industriales se
mantienen con la expectativa de que la situación del sector mejore.
Lamentablemente, la agroindustria azucarera no ha recibido la atención que amerita
para que no se pierdan numerosos empleos que genera el sector. Se habla mucho
de generar fuentes de trabajo productivo, particularmente en áreas rurales y se hace
muy poco para mantener y mejorar los que ya existen. Éste es el caso de la industria
azucarera.
311
privatización de la industria y posteriormente la expropiación de los ingenios ha dado
un desarrollo desigual según los diferentes grupos azucareros. Por un lado, hay
grupos que han hecho un esfuerzo importante para modernizar sus ingenios y
aumentar la eficiencia del campo cañero, pero por otro, también hay grupos que sólo
han especulado con la industria y el estado actual de los ingenios es peor que
cuando estaban en manos del Gobierno Federal. Los ingenios administrados por
Fondo de Empresas Expropiadas de Sector Azucarero (FEESA) también se
encuentran en una situación heterogénea, algunos con mejoras importantes en
campo y fábrica, pero otros con pérdidas año con año.
CONCLUSIONES
De manera puntual es necesario impulsar varias acciones que permitan el
redimensionamiento del aprovechamiento de la caña de azúcar en México, a saber:
312
• El estímulo al potencial productivo de las diferentes áreas cañeras y sus
ingenios azucareros, procurando condiciones de producción rentables,
competitivas y con tecnología limpia.
• Promover la creación de infraestructura de apoyo a la producción,
especialmente en el tema de riego y cosecha.
• El apoyo para la reconversión productiva de áreas cañeras que no son
rentables y competitivas, pero que también no tienen posibilidades de serlo en
el mediano y largo plazo.
• El impulso decidido para diversificar el aprovechamiento de la caña de azúcar,
especialmente en el ámbito de la producción de bioenergéticos y
cogeneración de energía, aprovechando las experiencias exitosas de otros
países y las oportunidades que ofrece el mercado interno y de exportación.
• La definición de las necesidades financieras de la agroindustria para su
operación y modernización, así como para la reconversión productiva de
algunas áreas cañeras que salgan del mercado. Es necesario, en este caso,
canalizar recursos especiales a través de la banca de desarrollo, para que los
ingenios y los productores de caña dispongan de créditos que les permitan
realizar sus labores oportunamente.
• La creación de un Instituto de Investigaciones, Desarrollo y Transferencia de
Tecnología para la producción y aprovechamiento de la caña de azúcar de
manera integral, que dé soporte técnico y de investigación a cada uno de los
eslabones que integran la agroindustria cañera de México, que permita
garantizar la permanencia de esta actividad en los niveles productivos y
competitivos que exige el mercado internacional y que promueva la
diversificación del uso de la caña de azúcar.
Para alcanzar cada uno de los elementos descritos con anterioridad se requiere de la
participación y coordinación de todos los sectores involucrados en la agroindustria
(cañeros, industriales, proveedores de servicios y Gobierno Federal), de tal suerte
que las políticas que se definan para impulsar la estrategia de desarrollo 2010-2020,
cuenten con el apoyo y el compromiso de todos, porque hoy la agroindustria necesita
313
más que nunca estar bien integrada y diversificada, conformando un solo frente para
defender su existencia y seguir participando en el contexto de la economía nacional.
Finalmente, es importante señalar que ya no hay más tiempo para tomar las
acciones necesarias para el redimensionamiento y reconversión productiva de la
agroindustria de la caña de azúcar en México.
BIBLIOGRAFÍA
314
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USDA. 2009. ERS, sugar and sweeteners. Outlook Report/SSS-254/January-2009.
315
CAPÍTULO 13
ALGUNOS ASPECTOS DE LA PRODUCCIÓN AGROINDUSTRIAL DE CAFÉ EN
MÉXICO
EL CAFÉ EN MÉXICO
316
cafetalera actual consisten en fomentar la productividad, la calidad y la diversificación
de mercados del café mexicano.
317
México cuenta con un enorme potencial en la producción de café. De hecho, puede
afirmarse que las condiciones ecológicas que se registran en las diferentes zonas
productoras, le dan al país una vocación natural para su cultivo, sobre todo en lo que
se refiere al tipo comercial conocido como otros suaves. Del total de hectáreas de
café en México, el 91 % son superficies con cafetos en producción, 4 % las ocupan
los cafetos pre-productivos, en tanto que el 5 % restante corresponde a caminos de
infraestructura agroindustrial. En lo que se refiere a los tipos de café, México es un
productor por excelencia de la especie Coffea arábica, ya que el 97 % de la
superficie sembrada corresponde a ella, destacando sobre todo las variedades
Typica, Mundo Novo y Caturra, por ser las primeras que fueron introducidas a
nuestro país durante la década de 1950; les sigue la variedad Garnica, híbrido que
ha mostrado adaptabilidad y mayor productividad, y que fue resultado de las
investigaciones en mejoramiento genético realizadas por científicos mexicanos del
entonces Instituto Mexicano del Café (INMECAFÉ).
318
sobre todo en varias regiones marginadas, principalmente indígenas. Sin embargo, el
carácter minifundista de la producción de café se encuentra presente en todos los
tipos de tenencia. Esta característica de minifundio constituye una fuerte limitación
para la reactivación de la cafeticultura en esas zonas ante una tendencia negativa de
los precios del café pergamino y verde, lo que limita la incorporación de los insumos
necesarios para mantener los niveles de productividad, el acceso al crédito, etc. El
Cuadro 1 muestra la composición de la tenencia de la tierra en términos de su
extensión.
319
ecosistema, por lo que los cafetales mexicanos son grandes productores de oxígeno.
México produce cafés de excelentes calidades, ya que su topografía, altura, climas y
suelos, le permiten cultivar y producir variedades clasificadas entre las mejores del
mundo. Asimismo, nuestro país es el primer productor a nivel mundial de café
orgánico.
320
Los datos muestran que para el año 2005, Chiapas se ubicaba en el primer lugar con
142,921 ha, lo que representaba el 30.5 % del total nacional, Oaxaca con 98,907
representa el 20.8 %, Veracruz con 93,320 representa el 19.8 %, y juntos suman el
70.6 % del total nacional (Figura 1).
Para el año 2003 Chiapas ocupaba el primer lugar con 565,348 ton y representa el
35.6 %, en segundo lugar Veracruz con 343 912 ton que participa con el 21.6 %,
enseguida Puebla con 318 451 ton en un 20 % y por último se tiene a Oaxaca con
218 013 ton equivalente al 13.7 %, los cuatro Estados sumaban el 90.4 % del total de
la producción nacional. Es importante resaltar que aunque los Estados de Hidalgo y
San Luis Potosí tienen un número de productores importante, no se ubican dentro de
las cinco principales entidades productoras debido a su baja productividad.
321
Cuadro 3. Producción de los principales Estados a nivel nacional (ton) de 1980-2003.
1980 1990 Crecimiento
Estado 2000 2003
(café oro) (cereza) (%)
Chiapas 82634 585939 557672 565348 85.4
Colima 180 2647 3558 2726 93.4
Guerrero 6681 61000 68476 47480 85.9
Hidalgo 13509 60355 54311 53838 74.9
Jalisco 3840 11026 7251 3331 -15.2
México 55 189 538 2302 97.6
Michoacán 42 45 344 74 43.2
Morelos 765 645 402 823 7.05
Nayarit 2017 29500 31201 11130 81.9
Oaxaca 27689 353030 179447 218013 87.3
Puebla 21994 124461 400610 318451 93.0
Querétaro 74 0 337 250 70.4
San Luis P. 6890 383 16622 18238 62.2
Tabasco 532 4681 1613 3060 82.6
Veracruz 53142 406950 514500 343912 84.5
Total 220044 1640851 1836883 1588974 86.1
Fuente: Elaborado con datos de SIAP-SAGARPA (2005).
322
de acuerdo con algunos especialistas, con apenas el 25 % de la producción nacional
(Cuadro 4). Asimismo, del total del café producido en México, el 45 % se obtiene por
productores con predios menores de 5 hectáreas y el 66.3 % por productores con
predios menores de 10 ha.
323
superficies también de la entidad) y Guerrero (donde los ejidatarios representan el
57.79 % de los productores y el 72 % de la superficie).
Estos factores, que durante un tiempo fueron vistos como debilidades del sector
cafetalero mexicano, permiten otorgar un valor agregado per se al café mexicano,
permitiendo, por lo tanto, que grandes sectores de la producción de café en el país,
estén en posibilidades de ser consolidados y, por ende, reconocidos como
productores de café de especialidad, obteniendo con ello el beneficio que eso
implica.
En nuestro país, desde el ciclo 1990/1991, el precio del café se rige prácticamente
por las cotizaciones de la Bolsa de Nueva York, así como por los vaivenes que
origina la oferta y la demanda. Esto es uno de los aspectos que ocasiona que el
precio de café en nuestro país se modifique día con día. Otro aspecto que también
influye es la diferencia que existen en las diversas zonas productoras a la hora de la
324
comercialización, ya que se considera que el 48 % del total de los productores se
desenvuelven como productores “cereceros”, es decir, venden el fruto del cafeto,
mientras que el 52 % venden café pergamino, es decir, le dan valor agregado a su
producto.
Los productores de café pergamino venden su producto por dos vías: al intermediario
o bien directamente al beneficio seco, los cuales pueden ser exportadores
nacionales, y si no lo son, entregan el producto a los comercializadores, para ser
llevado a los tostadores de los países a donde se exporta. En esta relación, a medida
que el procesamiento dado sea menor, más alejado se encuentre el productor del
lugar donde se compra el grano, menor sea la información de mercado y más escasa
sea la competencia entre compradores, el precio que recibirán los productores es
325
menor. En contraste, cuando se tiene la posibilidad de procesar el aromático, las vías
de comunicación son adecuadas (aunque las distancias sean mayores) y existen
varios compradores, el pequeño productor podrá obtener mejores precios por su
cosecha.
De esta manera, las redes de comercialización van más allá de la simple relación
comercial, pues implican el ir de pequeñas localidades muy rurales, dependientes, de
difícil acceso, a localidades mayores, que dependen a su vez de las semiurbanas,
que son el paso para las urbanas y de ahí al mercado internacional. Se trata de una
verdadera red de dependencia en la que las comunidades centrales no sólo
acaparan y benefician el café, sino también influyen en la vida económica de su
región. Cuando el productor vende su grano localmente, es posible observar que
existe una gran diferencia en la ganancia que recibe dependiendo, como se ha
mencionado, del grado de procesamiento que haya dado al aromático.
326
• Se puede importar café verde sin aranceles. Incluso se adelantaron los niveles
de desgravación arancelaria pactados en el TLCAN.
• Aunque México impulsó la resolución 407, que establece estándares mínimos
de calidad al café de exportación, al parecer el Gobierno Federal estaría
dispuesto a aceptar las condiciones de Estados Unidos, para ingresar a la
Organización Internacional del Café (OIC), que son las de minimizar estas
políticas, ya que serían una intervención en el mercado.
Por otro lado, entre los aspectos más significativos del consumo de café en México
destacan los siguientes:
• La mayor parte del consumo es de café soluble con alrededor de un 65 %. En
países como Brasil, que consumen por persona cada año cuatro veces más
que la población en México, el 95 % del consumo es de café tostado y molido.
• Un monto importante del café que se consume en México es de granos
dañados; fermentados, pasados de secado, de cafés verdes, contaminados,
etc. No se maneja un concepto adecuado de la pureza del café, que sería
aquél que no tiene cafés dañados. En México el café se considera puro
aunque proceda de granos dañados.
• Una buena parte del café que se consume es mezclado con azúcar y otras
sustancias. En el caso del café soluble, la NESTLE tiende a mezclar más el
café arábigo lavado con robusta, el cual en parte es importado.
• Para proteger a la NESTLE y otras empresas de las importaciones de café
tostado, molido y soluble, vía reglas de origen en el TLCAN, se pactó que el
100 % de las importaciones de café tostado y molido sean de contenido
regional y el 40 % en el caso del café soluble. No se considera adecuado
llevar café mexicano a Estados Unidos, para procesarlo y traerlo para venta
en México.
• Entre los consumidores, en restaurantes y otros lugares de venta, no existe
una cultura importante de identificación de la calidad del café y de preparación
adecuada de la bebida. El excesivo consumo de refrescos ha sido un factor
central para que no se consuma más café en México.
327
• No existen mecanismos de certificación sobre la calidad del café que se vende
al consumidor, ni sobre su pureza. En el etiquetado no se señalan algunas
características del café utilizado, como las variedades o la composición de las
mezclas.
• La promoción del consumo de café, que se hace desde el Gobierno Federal y
las grandes compañías es muy genérica; no se orientan a los cafés arábigos
lavados, al café tostado y molido; tampoco se sugiere evitar la mezcla del café
con azúcar y otras sustancias, y a que no se utilicen los cafés dañados ni se
hace promoción por los cafés de mayor calidad.
328
sostiene que la calidad en cada punto de la cadena del café puede ser la respuesta
para mejorar el ingreso
Por otro lado, el valor de las exportaciones ha disminuido desde el ciclo 1999-2000,
pero esto fue más drástico para el ciclo 2003-2004, como se observa en la Figura 2 y
el Cuadro 6. Durante el ciclo 1999-2000, las exportaciones fueron por un total de
5,137,000 sacos de 60 kilogramos, lo que representa el mayor volumen
comercializado de los últimos 11 años hasta ese entonces. Esa cifra representó el 83
% del total de la producción, generando a la vez un ingreso por concepto de divisas
del orden de 669 millones de dólares, lo que indica la vocación exportadora de café.
329
Cuadro 6. Exportaciones mexicanas de café ciclos 1989-1990 a 1999-2000.
Volumen Volumen Valor de las
Porcentaje de la
producido (miles exportado (miles exportaciones
Periodo producción que se
de sacos de de sacos de (millones de
exporta (%)
60 kg) 60 kg) dólares)
1989-90 5,150 4,359 84.6 423.0
1990-91 4,586 3,506 76.5 384.6
1991-92 5.159 3,119 60.5 266.0
1992-93 4,421 3,061 69.2 271.6
1993-94 4,116 3,150 76.5 437.2
1994-95 4,159 3,257 78.3 678.0
1995-96 5,300 4,579 86.4 663.8
1996-97 5,100 4,381 85.9 858.4
1997-98 4,801 3,882 80.9 770.7
1998-99 4,750 5,105 86.4 553.3
1999-00 6,193 5,137 82.9 669.0
Fuente: Consejo Mexicano del Café (1993).
330
Figura 4. Exportaciones de México con respecto al total mundial de 1980-2004. Fuente:
Elaborada con datos de OIC (2004).
331
Como se puede observar en la Figura 4, las exportaciones con respecto al total
mundial han variado en poca proporción excepto para los años 1980 y 2004 de 3.6 %
y 2.6 % respectivamente, en los demás periodos casi no han cambiado (Cuadro 7).
332
Es importante resaltar que los datos del censo de 1981 señalan que la capacidad de
los beneficios húmedos era mayor que la de los beneficios secos. En seis años más
esta situación se revertió, a tal grado que los beneficios secos sobrepasaron la
capacidad instalada del beneficio húmedo. Para los siguientes seis años, es decir,
los datos del censo de 1993, se indica que no sólo se dejó de crecer en el número de
beneficios, tanto húmedos como secos, sino que incluso hubo una sensible
reducción. De esta forma, los beneficios húmedos disminuyeron en 1.05 %, mientras
que los secos en 1.77 %. No así en el caso de la capacidad instalada, en donde,
para los primeros, la capacidad disminuyó en 5.43 %, mientras que para los
segundos se incrementó en 2.30 %. Durante el periodo que abarca el censo del año
1990 al 2000, se mantuvo la mayor capacidad instalada para los beneficios secos, a
tal grado que para 1993 se dio una sobrecapacidad del beneficio seco que
representaba más de cuatro veces la producción, mientras que en el beneficio
húmedo alcanzaba más de dos veces. En cuanto a la distribución de beneficios por
Estado, de acuerdo a los datos del censo de 1993, cerca del 70 % de los beneficios
húmedos se concentran en dos Estados: Veracruz con el 37.35 % y Chiapas con
32.56 %.
333
La calidad del café
Son varios los factores que determinan la calidad del café en taza: desde el campo
hasta el proceso de torrefacción; cada paso de la elaboración del café tiene su
importancia para la calidad del producto final. Como los procesos industriales se
encuentran concentrados, se enumeran a continuación los factores que determinan
la calidad del café desde su producción hasta su transformación en café verde:
• Las especies y las variedades de café influyen en su sabor en taza,
determinando su cuerpo.
• La altura y la latitud a la que se siembra el café determina su grado de acidez.
• La región donde se produce determina el aroma.
• Las mezclas de distintos materiales. Al respecto, es importante que se
coseche el café cuando está maduro y que no se revuelvan materiales de
diferente altura y madurez.
• El tipo de beneficio, sea seco o húmedo determina el sabor. La calidad del
beneficio húmedo es fundamental; un café de altura puede echarse a perder
por un beneficiado deficiente (despulpado inoportuno, fermentación
inadecuada, mal lavado, secado en tierra o petate en vez de patio de
cemento, etc.), lo que sucede a menudo con los pequeños productores
campesinos.
• El café, una vez pasado por el beneficio seco, es decir el café verde, tiene una
vida útil limitada. Con el tiempo, tiene tendencia a blanquearse y pierde sus
cualidades. Por ello, se almacena el café en pergamino y se “restrilla” antes de
exportarlo.
• El café “es un organismo vivo” hasta que se tuesta. Es tanto, adopta cualquier
olor y sabor, sea tierra, sudor, humedad, etc., por lo cual se debe cuidar la
estrategia de almacenamiento y transporte.
• En base a lo anterior, se diferencian tres categorías de café: verde oro, lavado
y suave.
334
los 650 y 900 m, es la categoría que más exporta México y como tal está cotizado en
la bolsa de café de Nueva York. El café llamado buen lavado, se produce a 650 m o
menos y se destina para el consumo interno.
335
El Instituto Mexicano del Café (INMECAFÉ)
Aunque los antecedentes del Instituto Mexicano del Café se encuentran en el ámbito
interno, en la Comisión Nacional del Café, en el ámbito internacional, aparecen en
octubre de 1957, cuando nuestro país firmó el Convenio de México, un acuerdo
internacional con otros países cafetaleros que tenía como fin estabilizar el precio del
grano en el mercado mundial. Pero lo crucial, desde el punto de vista nacional, era
que México, como miembro del convenio, se obligaba a controlar ciertos asuntos
internos de la industria cafetalera. Por lo anterior, México convino en promover el
consumo y, poco más de un año después, el 31 de diciembre de 1958, el presidente
Adolfo López Mateos emitió un decreto por medio del cual se creó el Instituto
Mexicano del Café (INMECAFÉ), confiriéndole funciones para el control de los
precios y de los permisos de exportación, desarrollo de tecnologías para que el
productor incrementara sus rendimientos, la protección del suelo, control de
enfermedades, combate de plagas y fertilización, a fin de ampliar la economía
cafetalera y de impulsar el desarrollo de la estructura de comercialización interna.
336
Cabe mencionar que antes de la intervención estatal a través del INMECAFÉ, los
productores entregaban sus cosechas a especuladores ("coyotes") locales que
trabajaban para los exportadores de Jalapa, Veracruz y Teziutlán, Puebla, entre
otros. Sin embargo, la reactivación del Instituto, que de hecho empezó a trabajar en
el campo desde 1973, como parte de las políticas del gobierno de Luis Echeverría,
en apoyo de los pequeños productores modificó las relaciones entre los productores
y los comerciantes del grano.
Bajo este esquema, los productores miembros de la UEPC recibían los anticipos bajo
un compromiso solidario, donde todos ellos debían liquidar sus adeudos individuales,
mediante la entrega de parte de la cosecha, pues, de otra forma, la UEPC no
volvería a ser apoyada y ninguno de sus miembros recibiría más recursos. Esta
situación explica los altos niveles de recuperación, cercanos al 90 %, que mantuvo el
INMECAFÉ en los ciclos que operó bajo este esquema. Durante el periodo de amplia
participación estatal en el sector, los pequeños cafeticultores fueron los grupos a los
que el INMECAFÉ destinó todos sus apoyos en insumos, financiamiento (anticipos a
cuenta de cosecha), material de propagación, acopio, beneficiado y comercialización
del café.
La importancia del Instituto en este sentido puede entenderse al observar que amplió
su red de centros de recepción, de 17 antes del ciclo 1971-72, a 48 en ese ciclo, y
hasta 63 en el ciclo 1972-73. Como consecuencia de esta mayor penetración,
337
aumentó sensiblemente sus compras directas a campesinos, y pasó de 265.5 mil
quintales en 1970-71, hasta casi un millón en 1972-73. En tanto, en el ciclo 1970-71
sólo captó un 6.4 % de la cosecha nacional, pero dos ciclos después ya lograba
captar 18.8 %.
En lo que respecta a las UEPC, el primer año (1973-74), el Instituto logró organizar
1,030 unidades con 24,903 miembros (socios). A finales del siguiente año alcanzó a
otras 666 unidades, duplicando casi el número de socios; para 1977-78, el
INMECAFÉ había logrado agrupar casi 75 mil socios en sus más de dos mil UEPC.
De 1978 a 1980, sin embargo, las UEPC se redujeron en número y socios, pero a
partir de 1981 se recuperaron y para 1982 eran casi 2,500 unidades con 95 mil
socios. Por otra parte, en 1977 el INMECAFÉ controlaba al 75.7 % de los
productores, pero únicamente el 35 % de la superficie cafetalera, lo cual muestra que
la penetración de este Instituto era más importante en el ámbito social y político, que
en la competencia real y efectiva en el campo económico, con el sector privado. Tal
penetración provocó serias críticas por parte del sector privado. Algunos
consideraron que el INMECAFÉ se había excedido en su propósito original de operar
marginalmente en el mercado nacional, para estabilizar la oferta y la demanda. Los
acaparadores y caciques, poseedores del capital financiero, que basaban su poder
político en la compra-venta de café, vieron en estas acciones una intromisión
gubernamental que venía a convertirse en un competidor directo.
338
que estas inversiones coadyuvarían a capitalizar el campo. Estas políticas de
impulso a nuevas formas de organización se concretaron de manera formal con las
modificaciones a la legislación sobre la propiedad y usufructo de la tierra, en los
requisitos que el capital extranjero debía cubrir para ser invertido en actividades
agropecuarias y forestales, y en la disminución sustancial de las actividades
gubernamentales en el financiamiento a la producción y comercialización de
productos agrícolas. Lo anterior reflejó un cambio en la relación de las fuerzas
políticas en el campo, en la que los productores pequeños y medianos vieron
debilitada su influencia y descartados sus intereses y posiciones en el proceso de
establecimiento de los términos en que se había llevado adelante la apertura
comercial de productos agrícolas.
339
investigación se transfirieron al Instituto Nacional de Investigaciones Forestales,
Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), que había tenido poca actividad dentro del sector.
Asimismo, la asesoría técnica oficial desapareció, quedando un gran vacío que a la
fecha no se ha atendido, y el financiamiento a los pequeños productores quedó en su
momento a cargo del Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL).
340
políticas, estando la dirección y coordinación a cargo de un Presidente Ejecutivo,
quien tiene las facultades de representación del Consejo.
341
tradicionales como son Typica y Bourbón, que son poco productivas, mientras que el
37 % cuenta con variedades mejoradas, con baja densidad de población.
Asimismo, para llevar a cabo lo anterior se han definido las siguientes seis líneas de
acción:
• Canalizar, a través del Consejo Mexicano del Café, las acciones de política
para el fomento de la actividad cafetalera en su conjunto.
• A través de los gobiernos de los Estados, los 12 consejos estatales y 56
consejos regionales del café, deben concertarse todas las acciones
programáticas de aplicación regional para dimensionar proyectos, definir
342
participantes, asignar recursos, ejecutar acciones y darles seguimiento puntual
con una evaluación permanente de resultados.
• Consolidar la aplicación de la Norma de Calidad de Café Verde Mexicano,
para acreditar un estándar de reconocimiento internacional y conseguir el
otorgamiento de denominaciones de origen que ya se reconocen en el
mercado nacional e internacional.
• Promover y apoyar la Asociación Nacional de la Industria del Café y al
Consejo Mexicano del Café en el diseño de una campaña promocional y un
mecanismo de autofinanciamiento para promover la ampliación del mercado
nacional e internacional.
• Diseñar esquemas de financiamiento que se ajusten a las necesidades del
sector cafetalero, a fin de reactivar la producción del aromático e incorporar el
mayor número de pequeños productores.
• Promover la renovación de plantaciones con variedades mejoradas.
CONCLUSIONES
Desde el punto de vista social, la importancia del café reside en que más de 190,000
productores y aproximadamente 350,000 jornaleros participan en este cultivo,
además de que, considerando las familias de estos grupos y las del personal ligado a
la transformación y comercialización del grano, alrededor de 3 millones de mexicanos
dependen del café en algún grado. Junto a ello, durante los doscientos años de
cultivo y transformación del café, se ha generado una serie de particularidades que
se manifiestan por regiones cafetaleras.
343
los grandes centros de comercialización nacionales en las ciudades de Oaxaca,
Tuxtla Gutiérrez y Tapachula en Chiapas.
BIBLIOGRAFÍA
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Cuaderno 1927-1979.
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Beneficios Comparativo por Estado 1981/1987/1993”. Cfr. con lo afirmado en El
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FAOSTAT. 2003. Perfiles nutricionales por país. México. FAO. Roma, Italia.
344
CAPÍTULO 14
INTRODUCCIÓN
Uno de los problemas de mayor importancia en la actualidad es el de proporcionar
una dieta adecuada y equilibrada a grandes sectores de la humanidad. Por ello, los
granos y sus productos, principalmente los cereales, por predominar en ellos los
carbohidratos, juegan un papel de enorme importancia en la dieta humana, por
constituir una fuente de energía para el hombre y muchos otros organismos,
principalmente en los países en desarrollo como son los ubicados en América Latina,
Asia y África, que son las regiones de la tierra más azotadas por el hambre crónica y
aguda, y sus tasas de crecimiento demográfico son elevados. Además, en los países
de estas áreas es donde el régimen alimentario habitual representa un consumo
diario menor de 2,600 calorías y se compone principalmente de hidratos de carbono.
345
La marcada reducción en el consumo de maíz en los años más recientes se debe al
incremento en el precio de la tortilla de $8.00 pesos en 2009, y al aumento en el
consumo de arroz y sopas instantáneas, además de los cambios en el patrón
alimentario por moda. Se considera que el consumo de frijol bajará debido a los altos
precios a los consumidores. El consumo de estos granos aporta el 65 % de las
calorías y el 55 % del total de las proteínas del consumo per cápita. Aunado a esta
situación, resulta claro que la producción del sector primario de los cereales y granos
en general no es suficiente, debiendo importarse grandes cantidades de maíz, trigo,
sorgo y arroz; lo que hace vulnerable al país por falta de autosuficiencia. Así, para
satisfacer la demanda nacional de estos cereales y del frijol, en 2007, se importó el
25 % de maíz, el 49 % de trigo, el 72 % de arroz y el 8.5 % de frijol de Estados
Unidos de América, que por ser socio comercial en el TLCAN, es nuestro principal
proveedor.
Por su parte, durante el mismo periodo, la industria de HMN ha ido a la baja y hasta
se ha visto en la necesidad de cerrar temporalmente algunas plantas. En la
agroindustria intermedia de trigo ha sucedido que de 111 molinos de trigo existentes
en 1985, sólo 92 están funcionando actualmente, aunque se debe reconocer que han
aumentado su capacidad instalada de 7.3 a 8.0 millones de toneladas. El 41 % de los
346
molinos de trigo se localizan en los Estados de Puebla, Jalisco, México y Distrito
Federal.
A partir del año 2000 se inició la importación de harinas de trigo y en 2005 de harinas
de trigo preparadas para panadería semi-mecanizada. Con esta acción se condena a
la agroindustria, tanto intermedia como final, a ser dependiente no solamente de trigo
en grano, sino de harina procesada también. Por su parte la agroindustria arrocera
está aun más desprotegida, ya que existen 21 plantas beneficiadoras, 14 de las
cuales pertenecen a tres o cuatro grupos arroceros bien consolidados en el mercado
nacional. Además, las variedades mexicanas como Milagro Filipino, presenta granos
yesosos “panza blanca”, lo que provoca bajos rendimientos molineros comparados
con el arroz importado. Finalmente, el consumo de frijol se había mantenido más o
menos constante; sin embargo, el costo por kilogramo se elevó en 30 % desde
inicios de 2009, lo que muy seguramente tornará al sector más vulnerable y se
deberá reducir el consumo de esta leguminosa.
MAÍZ
El maíz (Zea mays L.) pertenece a la familia de las gramíneas y es el resultado de la
evolución progresiva, cultivo y domesticación del teocintle en Mesoamérica. Existen
varias teorías acerca de su centro de origen; empero, se sabe con certeza que se
desarrolló en el Continente Americano y que su cultivo y domesticación fue realizado
por las civilizaciones Olmeca, Teotihuacana, Maya e Inca. Desde entonces, los
pequeños productores de maíz en México lo han cultivado, principalmente para su
autoconsumo, comercializando sólo sus excedentes. En contraste, los grandes
productores de este cereal, lo comercializan en su totalidad. Su cultivo persistente ha
sido fundamental para lograr la gran diversidad de razas, maíces criollos y mejorados
347
(genéticamente) con los que contamos actualmente. Como especie, el maíz presenta
diferencias importantes en sus características físicas (dureza, color, tamaño de
grano, densidad, etc.), bioquímicas (contenido de proteínas y carbohidratos
estructurales y de almacén, grasa, y elementos menores), resistencia a plagas y
enfermedades, entre otras. Estas diferencias de material genético generan variados
fenotipos que permiten utilizarlo en diferentes procesos agroindustriales: para
tortillas, almidón, hojuelas, atoles, etcétera.
Fue hasta 1930 cuando apareció la primera tortilladora comercial, marca Celorio. En
1949 se inició el proceso de nixtamalización a escala industrial, lo cual dio origen a la
harina de maíz nixtamalizado (HMN). A pesar de regirse por las mismas etapas de la
nixtamalización tradicional, las condiciones del proceso industrial son mucho menos
348
agresivas, produciendo harinas con bajos niveles de gelatinización y contenidos de
calcio, entre otras diferencias.
349
suceder varios milenios antes de la era de Cristo, ya que en ningún vestigio de las
ceremonias religiosas prehispánicas se localizó granos de teocintle.
Una de las últimas teorías sobre el origen del maíz es la llamada Transmutación
Sexual Catastrófica la cual propone que el teocintle se convirtió en maíz en un solo
paso macro evolutivo (Lltis, 1983). Desde finales de la década de 1980 la hipótesis
del origen del maíz a partir del teocintle es la más aceptada. Doebley et al. (1990)
encontraron que el gene tunicado no participó en el origen del maíz.
Desde finales del siglo XX e inicios del XXI se ha consolidado aun más la teoría del
origen del maíz utilizando técnicas de biología molecular. Con estas técnicas se ha
definido que la duplicidad cromosómica del maíz sucedió hace unos 11 millones de
años y que su estructura genética sufrió cambios en elementos genéticos móviles
hace 5 millones de años. Estos cambios produjeron la base de la diversificación del
género Zea, el cual fue mejorado y domesticado por el trabajo del hombre desde
hace aproximadamente 7500 años (Benson y Pearce, 1987).
Serrato (2009), reporta que el origen del maíz es producto de varias poblaciones de
teocintle y que existen al menos cuatro centros de origen y domesticación del maíz
que se localizan a lo largo de México, y hasta Guatemala.
350
Algunas de las razas de maíz con más presencia en México son: Ancho, Arrocillo
Amarillo, Arrocillo, Azul, Bolita, Cacahuacintle, Celaya, Chalqueño, Chapalote,
Comiteco, Cónico, Cónico Norteño, Coscomatepec, Dulce de Jalisco, Dzit Bacalal,
Elotes Cónicos, Elotes Occidentales, Harinoso, Harinoso de Ocho, Jala, Maíz Dulce,
Nal Tel, Olotillo, Olotón, Onaveño, Palomero Toluqueño, Pepitilla, Reventador,
Tabloncillo Perla, Tehua, Tepecintle, Tuxpeño, Vandeño, Zapalote Chico y Zapalote
Grande (Serrato, 2009). También se menciona que investigadores del INIFAP y
CIMMYT descubrieron factores de resistencia a plagas en postcosecha,
específicamente al Sitophilus zeamaiz (gorgojo del maíz), en algunas razas nativas y
que fácilmente se podrían extrapolar a todas las razas de maíz Serrato (2009). En los
últimos años, el análisis de la diversidad y clasificación genética de los maíces del
país se está llevando a cabo mediante técnicas de biología molecular (v.g. con
marcadores moleculares), así como con métodos fitoquímicos, los que han ayudado
a complementar la información obtenida anteriormente, al conocer la secuencia de su
ADN. Es importante reconocer el papel que han tenido los campesinos mexicanos al
cultivar maíz criollo y de esta manera poder conservar su biodiversidad.
351
toneladas, en 1991 se elevaron a 4.1 millones y en 2007 fueron 8 millones de
toneladas. Para el ciclo agrícola P-V los Estados de mayor producción en 2007
fueron Jalisco, Chiapas, Estado de México, Guerrero, Puebla y Veracruz. En el ciclo
otoño-invierno (O-I), el cultivo se produce principalmente en tierras irrigadas, siendo
Sinaloa, Chihuahua, Sonora, Estado de México Tamaulipas y Guanajuato los
principales Estados productores (INEGI, 2007). El maíz blanco es el maíz que más
se produce y consume, seguido del maíz amarillo y en menor cantidad los maíces de
color (rojo, azul, morado, negro y pinto).
Industrialización
El maíz ha alimentado a las culturas mesoamericanas desde hace aproximadamente
4,000 años. Hace 3500 años, aproximadamente, los mexicas y mayas desarrollaron
la tecnología de la nixtamalización al cocer maíz con cenizas vegetales, para
elaborar tortillas. Los aztecas les llamaban tlaxcalli, que significa “casa cocida”, y
fueron llamadas tortillas por los españoles. La nixtamalización es el proceso
alimentario más practicado en México y Centro América. Esta tecnología rústica fue
determinante para incrementar el valor nutritivo y sabor del maíz consumido en forma
de tortillas. Su importancia resalta porque en México se consume un promedio anual
de 95 kilogramos por persona de este alimento básico; el cual aporta el 45 % de las
proteínas y el 70 % de la energía.
Los molinos de nixtamal se iniciaron con el invento del molino de piedras movido con
gasolina hace 100 años; 20 años más tarde se desarrollaron las tortilladoras
mecánicas. Las harinas de maíz nixtamalizado (HMN) se empezaron a fabricar en
1949. Actualmente existen 22 mil molinos de nixtamal, y 80,000 tortillerias,
distribuidos en todo el país, concentrándose en los grandes centros urbanos y
cubriendo el 72 % del mercado de la masa y la tortilla; la agroindustria de HMN está
formada básicamente por tres marcas: MASECA, MINSA y CARGILL, que cubren el
22.8 % del mercado.
352
Problemática y tendencias
Siendo el maíz el cereal de mayor producción y consumo humano en el país, es
posiblemente el sistema-producto que enfrenta el mayor número de limitantes, lo que
ha impedido que el país sea autosuficiente en la producción de este cereal; por lo
que se requiere importar 25 % de la demanda nacional entre maíz blanco y amarillo.
353
• Un mercado que castiga los precios, no obstante que en la producción del grano
los insumos muestran un encarecimiento progresivo en el tiempo, lo que se
traduce en pérdidas de utilidad para los pequeños maiceros.
• Desde el retiro de CONASUPO, los problemas de desplazamiento, conservación
y distribución de las cosechas se ha agudizado, amén de la regulación del precio
de referencia del producto (liberado en 1999). Concretamente, falta
infraestructura: almacenes de acopio, silos de almacenamiento, sistema
ferroviario, transporte carretero, etcétera.
354
obtienen debería extenderse al sector primario y beneficiar a los pequeños
productores de maíz.
TRIGO
La historia del trigo (Triticum vulgare) en México, se inició con la llegada de los
españoles, ya que este cereal es originario del Oriente Medio extendiéndose su
cultivo hacia Egipto y la Península Ibérica. Fueron los colonizadores españoles
quienes, por accidente, trajeron unas cuantas semillas de trigo junto con otros granos
que fueron sembrados en lo que hoy es la Ciudad de México y así se inició el cultivo
del cereal en la Nueva España. El área de cultivo destinada al trigo de 1970 a 2007
ha venido disminuyendo paulatinamente, de 1.2 millones de hectáreas en 1985 hasta
692 mil en 2007, debido al desabasto de agua (cambios climáticos), altos costos de
producción, sustitución por cultivos más redituables, altos costos, requerimientos de
fertilizantes, etcétera. Esta disminución del área de cultivo se reflejó en la producción,
siendo 1985 cuando se alcanzó la producción récord de 5.2 millones de toneladas;
en 2003 se redujo a 2.7 millones de toneladas y para 2007 se recuperó a 3.5
millones; pero sigue siendo insuficiente para cubrir la demanda nacional, por lo que
desde el 2003 se tienen que importar un promedio de 3.3 millones de toneladas
anualmente, representando el 48.1 % del abasto nacional, importando el 74.4 % de
Estados Unidos y el 25.6 % de Canadá. El consumo per cápita es de 37 kilogramos
por año.
355
Historia del trigo y el pan en México
Se afirma que el grano de trigo fue traído por los soldados de Hernán Cortés. Una
versión cuenta que en 1520, un soldado llamado Juan Garrido halló entre sus
provisiones tres granos de trigo y los sembró en la ciudad de México, y que de ellos
obtuvo 186 granos. En 1523 ya existían campos de trigo y un año después se fabricó
en México pan con harina de trigo cultivada en la Nueva España. De hecho, Juan
Garrido fue uno de los primeros panaderos de México. Ya para 1534, a escasos 13
años de consolidar la Conquista, se levantaban importantes cosechas de trigo en las
inmediaciones de Tlaxcala y Puebla (Villalobos, 1998). Con el tiempo, el cultivo de
trigo se extendió al Bajío y noreste de la República, tendencia que se inició en el
siglo XVIII.
356
con bolillos, roscas de manteca, pambazos y semitas. En este mismo siglo, el pan
había entrado de lleno a la dieta básica del habitante urbano.
México cuenta con una gran variedad de formas, tamaños, texturas, colores y
sabores de panes regionales. Entre los panes de dulce destacan: las conchas,
magdalenas, moños, cañones, chilindrinas, corbatas, panqués, cuernitos, orejas,
cochinitos, besos, barritas, ladrillos, condes, cocoles, gendarmes, borrachos, huesos,
pan de canela, banderillas, hojaldras, ojo de buey, volcanes, polvorones, pan de
fiesta, pan de muerto, roscas de reyes; y pan de sal, como los bolillos, teleras y pan
español (Barros y Buenrostro, 2007). Cada Estado de la República Mexicana cuenta
con una amplia gama de panes regionales con características diferentes a los panes
del Estado vecino.
357
Actualmente existe la Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de
México (CANAINPA), fundada en 1945, organización que agrupa y representa a los
industriales de la panificación de toda la República Mexicana. La CANAINPA es una
institución de la iniciativa privada que funciona como órgano de consulta, para
satisfacción de las necesidades y actividades de la industria panificadora ante las
autoridades, así como la solución de los problemas que se relacionen con dicha
industria y para fomentar el consumo de pan mexicano.
Con relación al tipo de trigo que se produce en México, destacan los trigos suaves y
los cristalinos. Para su comercialización se identifican cinco grupos, dependiendo del
tipo y características de gluten. El grupo III (débil o suave-extensible) participó con el
53.2 % de la producción nacional; el grupo V (trigos cristalinos o muy duros) con el
358
44.4 %; y los grupo I y II (fuerte y medio fuerte) participaron con el 1.0 % y 1.3 %,
respectivamente. El grupo IV (tenaz) casi ya no se produce. Guanajuato produce la
mayor cantidad de trigo del grupo III, mientras que en Sonora y Baja California Norte
se produce trigo del grupo V (INEGI, 2007). Las importaciones se realizan ya sea por
vía marítima o terrestre, a través de los puertos del Golfo o del Pacífico, o a través de
los puentes fronterizos, desde donde se moviliza al interior del país, en ferrocarril o
en camiones de gran tamaño (fulles). En el 2007 se importaron 2.4 millones de
toneladas de trigo de Estados Unidos y 841 mil toneladas de Canadá. Para el mismo
año se exportaron 569 mil toneladas de trigo.
359
duro a semi-duro, 26.45 % de trigo débil o suave y el 11.85 % de trigo cristalino. La
harina y semolina producidas se utilizaron de la siguiente forma: 65 % para
panificación tradicional, 11 % para galletas. 10 % para pan de caja, 10 % de pastas
para sopas, 6 % para tortillas de harina, 4 % para harinas preparadas para el hogar y
4 % para frituras, coberturas y otros. Como la demanda nacional de harina es
superior a las necesidades reales es necesario importar harinas de trigo. Así, en el
año 2000 se importaron 58,474 toneladas y a partir del 2003 se inició la importación
de harinas de trigo preparadas, lo que facilitó el trabajo del panadero, pero afectó
fuertemente al sistema agroindustrial molinero del país (CANIMOLT, 2009).
Panificación
Villalobos (1998) menciona que a finales del siglo XVI ya se había reglamentado la
venta del pan; en 1793 y 1796 se expidieron en México y Querétaro decretos que
estipulaban su precio y peso, intentando con ello controlar la ganancia excesiva de
los panaderos.
A fines del siglo XVIII llegaron a México los primeros maestros europeos de la
panadería y pastelería (franceses e italianos), estableciendo las primeras
panaderías, semejantes a las europeas, lugares donde el jefe de la familia era el
maestro panadero y sus hijos los pupilos o ayudantes.
360
representan el 96.7 %, mientras que las panaderías grandes, que ocupan más de
100 personas, representan el 3.37 % del total de los establecimientos. A este
respecto, por el tipo de tecnología, el 40 % de las panaderías son de tipo artesanal,
50 % son semi-mecanizadas y 5 % pertenecen a la industria automatizada, es decir,
altamente mecanizada; el restante 5 %, corresponde a las panaderías de tipo
boutique, también conocidas como especializadas.
Aunque todos los tipos de pan se asemejan por su forma de elaboración, cada clase
cuenta con su técnica y formulación específica como: la cantidad y calidad de los
361
ingredientes utilizados, tiempo y tipo de amasado, el modelado y decoración final y el
tipo de horno utilizado.
362
El sistema agroindustrial galletero está compuesto por 35 grupos galleteros, de los
cuales el 37 % se localiza en el Distrito Federal, el 14.1 % en el Estado de México, el
11.4 % en Jalisco y el 37.5 % en el resto de la República. Dentro de los grupos
galleteros más importantes se tiene a la Galletera Mexicana S.A. (GAMESA)
perteneciente al grupo Pepsi Internacional Company (PEPSICO), y a Bimbo, con sus
marcas Marinela, Lara y Suandy; Nabisco, Cuétara, Mac’Ma, entre otras.
Problemática y tendencias
A pesar de que México cuenta con áreas excelentes para el cultivo de trigo, sólo
producimos el 51.1 % de las necesidades internas. Las principales limitaciones que
presenta este cultivo se enumeran a continuación:
• Es un cultivo de baja rentabilidad, ya que para su producción se requieren
tierras costosas (niveladas con riego).
• Al igual que el maíz, las investigaciones realizadas en los centros de
investigación como INIFAP y CIMMYT no fluyen oportunamente a los
productores, quienes se enfrentan con problemas fitopatológicos graves, como
lo es el carbón parcial.
• Costos de producción altos, ya que se requieren semillas certificadas,
maquinaría especializada, grandes cantidades de agua y fertilizantes, entre
otros.
• Pocos apoyos económicos gubernamentales, altas tasas de interés en
créditos bancarios y necesidad de pago de seguros contra siniestros.
• Precios de garantía flotantes, altos costos de almacenamiento y flete para su
desplazamiento, ya que los centros de producción están lejanos a los centros
de consumo.
• Importaciones de grandes cantidades de grano para ser industrializados en los
molinos mexicanos. Además, se están importando cantidades importantes de
harinas de trigo, harinas de trigo preparadas (para crepas, pasteles, hot cakes,
pan tradicional, panqué, etcétera). Esto, en un corto plazo, perjudicará
ampliamente al sector molinero.
363
ARROZ
El arroz (Oryza sativa) es originario de Asia y es de fundamental importancia para la
mitad de la población mundial; es el grano alimenticio más importante en la dieta de
por lo menos 3,3 millones de personas en Asia, África y América Latina, y sin duda
continuará siendo fuente primaria de alimentación en el futuro. En 2009, según las
estimaciones de la FAOSTAR, la producción mundial debería alcanzar un nivel
récord de 696 millones de toneladas de arroz con cáscara, también conocido como
arroz palay, que equivalen a 465 millones de toneladas de arroz blanco o pulido,
gracias al aumento de la producción en la mayoría de las regiones del mundo. El
aumento de los precios mundiales en 2008 y las necesidades de consumo humano
tuvieron un impacto positivo en el crecimiento de las áreas arroceras, subiendo un
2.2 % en el mundo.
Con respecto a los precios internacionales del arroz, tanto palay como pulido, éstos
han sido el indicador más importante que refleja la vulnerabilidad de la producción y
el consumo del arroz. A partir de 2003 se inició una tendencia creciente del costo del
arroz pulido, pasando de 200 a 400 dólares por tonelada en 2004, manteniendo
variaciones discretas hasta el año de 2008 y, a partir del mes de abril de 2008, el
incremento llegó a los 1,000 dólares por tonelada de arroz pulido.
364
• Incremento en la demanda de alimentos por países asiáticos como China e
India, que incrementaron su ingreso per cápita y, por consecuencia, la
demanda de alimento, provocando un mayor crecimiento del consumo con
respecto a la producción mundial de arroz.
• Reducción en la oferta internacional de arroz por la disminución de la
superficie sembrada que fue destinada a la producción de otros cereales para
la generación de biocombustibles.
365
Figura 1. Producción nacional de arroz 2001-2009 (miles de toneladas). Fuente:
elaboración propia con datos del SIAP-SAGARPA (2009). Estimaciones del Consejo
Nacional de Productores de Arroz de México A.C.
366
A pesar que las figuras anteriores representan un crecimiento de la actividad
productiva y un panorama optimista del sector, la realidad es que el arroz en México
es una actividad que fue severamente golpeada por las aperturas comerciales a
partir del GATT y posteriormente con el TLCAN, y actualmente la producción se
encuentra en un proceso de recuperación. Si se observa el Cuadro 1, se encontrará
que todos los indicadores productivos del sector arrocero del país se encuentran con
pérdidas no menores al 60 % de la actividad de 2007 con respecto a 1985.
% de importaciones .028 % 70 %
367
de atención, en virtud de que es en este preciso punto donde se tiene que importar el
producto para abastecer el consumo nacional de arroz, quedando en una franca
dependencia alimenticia del extranjero y siendo muy complicado volver a reactivar la
actividad productiva, principalmente la industrial, que ha sido prácticamente
desmantelada.
Los productores que dejaron de ser arroceros tuvieron que cambiar sus fuentes de
ingresos. Algunos de ellos emigraron a Estados Unidos en busca de oportunidades,
mientras que otros vendieron sus terrenos para dedicarse a otras actividades o
definitivamente se cambiaron de ser arroceros a productores de otros cultivos como
caña de azúcar o maíz.
En este punto cabe señalar que las importaciones provenientes de Estados Unidos
pueden ser de palay (con cáscara) que es la de menos impacto, debido a que
requiere forzosamente de una industria nacional para convertir el arroz palay a
pulido, generando con ello empleos directos e indirectos, así como el incentivo para
acopiar la cosecha nacional. Sin embargo, en los últimos años, se han incrementado
las importaciones de arroz pulido que llega directamente al mercado final a través de
empacadores y tiendas de autoservicio, lo cual evita los procesos industriales con las
consecuencias de pérdida de empleo y cierre de empresas arroceras. Se perdió la
autosuficiencia de la producción de arroz a partir de 1991 y se tardó tan sólo 5 años
en ceder el 50 % del mercado, mismo que en más de 7 años de trabajo constante no
se ha logrado recuperar con la producción nacional, como se aprecia en la Figura 3.
368
Figura 3. Producción e importaciones de arroz (miles de toneladas).
Por el contrario, el ciclo O-I se caracteriza por sembrarse entre los meses de
diciembre hasta marzo y cosecharse en mayo y junio; en virtud de que no se
presentan lluvias permanentes. Este ciclo requiere necesariamente de riego para
logar su producción, por lo que se considera ciclo de riego con rendimientos
369
promedio de 9 toneladas por hectárea. El uso de agua en la producción de arroz es
un elemento altamente importante no sólo para la producción, sino para la
productividad del campo y los rendimientos en molino, los cuales se miden por el
número de granos enteros que se obtiene en el proceso industrial, y que el arroz
producido en el ciclos de P-V generalmente rinden hasta 5.0 % menos que los del
ciclo O-I, lo que se traduce en un precio de venta menor.
370
Como se ha mencionado, los productores agrícolas son el sector más golpeado y
vulnerable de la cadena productiva, dado que ellos enfrentan las limitantes directas
de la productividad, los costos de producción y el incremento en los costos de
insumos, las condiciones climatológicas, las condiciones de calidad, etcétera. En
general, son quienes enfrentan la mayor parte de las desavenencias de la actividad.
Actualmente se pueden estimar 5,500 productores de arroz en el país, los cuales se
encuentran organizados casi en su totalidad en el Consejo Nacional de Productores
de Arroz de México, A. C.
La agroindustria arrocera
Respecto a las industrias (beneficiadoras de arroz), en la actualidad quedan 21, las
cuales, en su gran mayoría, por falta de políticas coherentes hacia el productor y por
el afán comercial de los molineros por apropiarse del mercado del arroz pulido, se
han convertido en maquiladoras de arroz palay importado, existiendo el riesgo de
que en cualquier momento las importaciones ya no sean de palay sino de grano
pulido, haciendo que las inversiones en infraestructura de proceso queden obsoletas
o subutilizadas. Es importante reconocer la unión que existe entre los industriales del
arroz. Éste es un sector generalmente organizado que maneja políticas homogéneas
para el proceso de acopio del grano, tanto nacional como importado, aunque no
existe una total concordancia sobre las condiciones de venta, ya que cada uno de
ellos defiende su mercado y utiliza las herramientas de eficiencia de la industria para
diferenciar sus precios y calidades de venta. Se tiene la iniciativa de parte de algunos
de los industriales por entrar al mercado con productos con mayor valor agregado, es
decir, productos prácticamente listos para consumo, que con sólo adicionar agua
caliente sea suficiente para su consumo. Es importante resaltar que el arroz utilizado
para estos productos también es importado.
371
calidad y, a través de publicidad, cada día dan mayor valor agregado a sus
productos. Las grandes abarroteras se han convertido en el principal punto de venta
hacia los pequeños comerciantes o detallistas, que debido a las grandes cadenas
poco a poco desaparecen en las ciudades de más de 75,000 habitantes, pero que
son un factor importante para la distribución del arroz en el país y sobre todo en el
medio rural.
Las nuevas formas de comercio que se inician en los años de 1980 con las cadenas
de autoservicio crearon una nueva manera de distribución masiva, donde el
consumidor final entra en mayor contacto con sus proveedores y es aquí donde se
puede dar mayor énfasis a la relación Productor-Industria-Consumidor. De
aprovecharse para toda la cadena productiva el contacto directo que se tiene con el
consumidor, podrían mandarse señales en ambos sentidos.
372
suficiente y oportuna se disminuye fuertemente el riesgo del cultivo y aumentan los
rendimientos y mejora la calidad. Sin embargo, a nivel nacional no se cuenta con la
infraestructura suficiente para captar agua para el cultivo del arroz, así como los
permisos para utilizar agua de ríos, y mucho menos hay obras de infraestructura
hidráulica para transportar el agua hasta las zonas de producción.
373
Esfuerzos para el resurgimiento del arroz en México
Las condiciones adversas por las que atraviesan generalmente los productores han
motivado que éstos realicen ejercicios de planeación estratégica y generación de
programas de trabajo con metas de corto, mediano y largo plazo, que les permitían
incrementar la competitividad de la actividad arrocera e incrementar el volumen de
producción para reducir importaciones.
Los proyectos de mayor relevancia que han implementado los productores de arroz
son los siguientes:
374
Programa de conversión de agricultura de temporal a riego mediante cosecha
de agua. Hemos señalado que una de las principales limitantes para la producción
adecuada del arroz en México es la disponibilidad de agua. Los agricultores que han
estado concentrados en zonas de temporal son especialmente vulnerables debido a
rendimientos bajos e inestables, altos costos de producción y ausencia de tecnología
para mejorar la producción. La falta de riego impide a los agricultores, sembrar en los
tiempos apropiados para la obtención de altos rendimientos; además, el estrés por
sequía reduce drásticamente la productividad. La producción baja e inestable
muchas veces impide la instalación de molinos de procesamiento industrial.
Adicionalmente, existe un alto riesgo en la actividad agrícola, debido a la ausencia de
lluvias y factores climáticos limitantes, lo que reduce la iniciativa en los agricultores
para usar prácticas para alta productividad, como uso de semillas de alta calidad y
fertilizantes, limitándose la factibilidad de desarrollar más sistemas de producción de
arroz.
Existen diversas alternativas para solucionar este problema. Una alternativa eficiente,
fácil y económicamente rentable es el sistema de cosecha de agua, el cual significa
la captura de agua de lluvia in situ, almacenarla en una represa en terrenos de los
mismos productores y utilizarla para riego de arroz.
375
económica de tilapias, que permitan recuperar en un menor tiempo la inversión de la
construcción de la represa.
A partir del año 2006, se iniciaron los trabajos formales de instrumentación del
Programa de Alta Productividad para la Producción de Arroz en México, mediante la
realización de talleres de capacitación a productores y técnicos arroceros de los
Estados productores en el ciclo O-I. Durante dichos talleres se realizó un programa
de planificación para establecer parcelas demostrativas en cada Estado del país
visitado, las cuales servirían para realizar los primeros ensayos del sistema de
producción, capacitar a técnicos y productores y evaluar los resultados finales para
motivar a otros productores a incorporarse a utilizar dicha tecnología.
376
relevancia para la región. En la actualidad el FLAR posee cientos de líneas élite que
están disponibles para sus socios en su banco de germoplasma. Por tal motivo,
conjuntamente con el INIFAP, los productores están implementando el presente
proyecto cuyo objetivo es liberar, a corto y mediano plazo, variedades de arroz de
grano largo delgado con alto potencial de rendimiento y calidad molinera, propias
para los sistemas de producción fundamentados en el riego, que se desempeñan en
el trópico de México.
Se tiene establecido como meta, obtener para el año 2009 tres variedades liberadas
de grano largo para el ciclo primavera-verano y una para el ciclo otoño-invierno,
cuyas características de adaptabilidad a las diferentes zonas productoras sea
adecuada, además que los desempeños en campo e industria sean sobresalientes.
377
En 2003 se inicio la promoción del consumo del arroz. Esto consiste en la difusión de
promocionales en radiodifusoras, eventos de degustación en explanadas de las
Delegaciones Políticas del Distrito Federal, en puntos de venta del Distrito Federal y
principales zonas conurbadas. Asimismo se enfoca a restaurantes del Distrito
Federal, en el evento de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y
Departamentales (ANTAD), entre otros. Se ha logrado impactar a más de 350,000
personas mediante la promoción en puntos de venta, así como incrementar el
consumo per cápita en 5 % con respecto al año anterior.
En los últimos años el sector arrocero puede presumir, al igual que muchos
productos del sector agropecuario, que ha enfrentado políticas que han
desestimulado su crecimiento y que se han vuelto un verdadero problema en lugar
de una solución; ente ellas podemos identificar la desmedida apertura comercial y
liberalización de aranceles a los productos de importación de todo el mundo, medida
que fue tomada por la Secretaría de Economía el mes de mayo del 2008, cuando
iniciaba el problema de la crisis alimentaria, se decidió que se eliminaba el arancel a
todas las fracciones arancelarias de arroz con el fin de motivar la importación de
arroz de todo el mundo a precios bajos, provocando con ello que la industria volviera
a quedar vulnerable a las importaciones de arroz pulido principalmente por
empacadores o tiendas de autoservicio.
378
más bajos a los logrados ofrecer por los productores mexicanos, logrando con ello
que en la temporada de cosecha del ciclo P-V de 2008 se redujeran los precios de
compra al productor hasta en 10 %.
De igual manera, los problemas del sector financiero hacen que las oportunidades de
acceder a financiamiento sean muy complicadas y lentas. En el caso particular de las
políticas de operación del Financiera Rural, organismo de financiamiento el sector
agropecuario, se tiene un esquema de operación tan denso y burocrático que se
hace prácticamente inoperante ante cualquier solicitud de crédito.
De igual manera ocurre con la operación de los programas de apoyo por parte de la
SAGARPA en temas como el trópico húmedo y asistencia técnica, que se han vuelto
procesos de excesiva tramitología y complicación.
FRIJOL
El frijol (Phaseolus vulgaris L.) es originario y fue domesticado en México. En la
época prehispánica, el emperador Moctezuma Xocoyotzin II recibía 5000 toneladas
de frijol al año como tributo. Todas las culturas de esos tiempos cultivaban el frijol y
lo consideraban como parte de su alimentación diaria; por ejemplo, los mayas
hicieron referencia al frijol en sus estelas. En nuestros días el consumo aparente del
frijol ha disminuido, pero sigue teniendo una alta presencia en los platillos
tradicionales de la comida mexicana y forma parte importante de la dieta en
segmentos pobres de la población. Eso hace que el cultivo permanezca en todo el
379
país, aunque en buena medida es para el autoconsumo y sólo parte de la producción
ingresa a los canales de comercialización.
En esta fase de la cadena productiva se estima que participan unos 300 mil
productores comerciales a nivel nacional, quienes cultivan el 87 % de las superficies
380
bajo temporal, lo cual hace muy errática la producción primaria. Adicionalmente
existe un número importante de productores que cultivan frijol para el autoconsumo.
En el empacado están muy bien posicionadas unas cinco empresas, aunque del año
2002 en adelante, las organizaciones de productores de frijol están desarrollando
procesos de beneficio y empacado en presentaciones de un kilo con sus propias
marcas. En cuanto al frijol procesado, predomina el enlatado, con diferentes
combinaciones como refrito, cocido, con chile y con queso. En este segmento de la
cadena existen unas seis empresas consolidadas en el mercado; también, en los
últimos años algunos productores de frijol han incursionado en la elaboración de frijol
extrudido, deshidratado y cocido.
381
Mediante el apoyo de los programas gubernamentales, los productores organizados
se han venido posicionando como los nuevos intermediarios del mercado, quienes
acopian el frijol en las zonas productoras y pagan con recursos fiscales a un precio
fijado por el gobierno, sin ser necesariamente el predominante en el mercado; es
decir, el programa se convierte en una especie de “precio objetivo”, aunque
oficialmente no se concibe como tal, y en la práctica de la política pública no influye
mayormente en la definición de precios. Esta situación viene ocurriendo porque no
hay un mecanismo claro para fijar el precio en función de la oferta y la demanda, de
tal manera que aun cuando el apoyo gubernamental define un precio de acopio, el
mercado no toma esa señal y el precio sigue siendo controlado por los acaparadores.
Consumo
Al agrupar el consumo por región, se observa que el noroeste consume en mayor
medida azufrados; en el norte, los pintos y flores; en la región centro, flores y negros,
en tanto que en el sureste predomina el consumo de las variedades negras. La
región noroeste del país, donde se localizan Nayarit y Sinaloa, así como la región
norte agrupando a Zacatecas, Durango, San Luis Potosí y Chihuahua, registran
superávit de frijol que es utilizado para cubrir la demanda de otras zonas. En la
región centro, conformada por el Distrito Federal, Hidalgo, Estado de México,
Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala, es donde se registra el mayor déficit de frijol,
que asciende a 300 mil toneladas anuales, aproximadamente. Otra región que
demanda unas 100 mil toneladas anuales es Aguascalientes, Colima, Guanajuato,
Jalisco y Michoacán, debido a la concentración de población. El sureste del país
también es deficitario pero en menor medida. De acuerdo a la producción del 2007,
que osciló en 1.203 millones de toneladas y estimando el consumo en 1.239 millones
de toneladas, se calcula un déficit de 35,770 toneladas, las cuales se tienen que
importar y llevar a las plazas de comercialización y consumo en el centro del país.
382
estimar una caída aun mayor de hasta 8.0 kg per cápita anual. La evidencia empírica
muestra que el consumo de frijol se disminuye en épocas de crecimiento económico,
debido al menor tiempo disponible de las familias para cocinar, la incorporación de la
mujer al ámbito laboral y los cambios en los hábitos de consumo, donde se prefiere
alimentos ya preparados. Por otra parte, en situaciones de escasez de alimentos y
crisis económica con caída en el ingreso, el precio del frijol se encarece y la
población más pobre no puede comprarlo.
Tecnológica
En las zonas temporaleras de Zacatecas, Durango y Chihuahua, la tecnología
tradicional de producción consiste de numerosos pasos de maquinaria, corte de
raíces del frijol para cosecharlo y la recolección de todos los esquilmos. Estas
prácticas han propiciado que el suelo quede sin estructura y desprovisto de cubierta
vegetal. Con ello, el contenido de materia orgánica ha disminuido drásticamente, es
fácilmente erosionable y no tiene capacidad de absorción de agua y nutrientes.
En una buena cantidad de productores de frijol prevalece el uso de semilla criolla con
bajos estándares de calidad y, aunque hay variedades disponibles para las distintas
383
regiones, no se recurre a ellas por su escasez y altos costos. Los centros de
investigación como INIFAP y Chapingo, han generado paquetes tecnológicos que no
han sido adoptados por los agricultores. La tecnología actual considera nuevos
arreglos topológicos para aprovechar la energía solar, surcados con técnicas de
cosecha de agua, biofertilizantes y variedades de porte erecto para ser cosechadas
sin romper la estructura del suelo.
Social
En términos sociales, el cultivo de frijol involucra a más de 500 mil productores, ya
que la mayoría tiene parcelas de menos de 5 hectáreas, aunque desde las
modificaciones al Artículo 27 Constitucional sobre la tenencia de la tierra, muchos
productores ceden sus tierras en esquemas de aparcería, y es común que los
productores realmente dedicados al frijol siembren más de 20 hectáreas para que la
actividad sea rentable. Hasta 1995 los productores se encontraban dispersos y sin
organización empresarial, ya que la estructura de planeación y destino de los
programas eran los ejidos y la comercialización del frijol era llevada a cabo por la
CONASUPO, manejando hasta un 30 % de la producción nacional, lo cual regulaba
el precio.
384
Los fracasos en los esquemas de pignoración sirvieron como motivación a los
productores de Zacatecas, Sinaloa, y Chihuahua, para buscar alternativas de
solución mediante organizaciones más consolidadas. En el año 2000 se formaron las
primeras integradoras estatales y, por primera vez, se recibieron apoyos del
Programa de Fomento a Empresas Comercializadoras Agropecuarias (PROFECA)
para emprender un proceso propio de comercialización (Morales, 2008).
Otra figura asociativa de importancia para ordenar el mercado del frijol, surgió de la
política de SAGARPA para consolidar su estrategia de sistemas-producto. El sistema
producto frijol incluye a industriales, productores, investigadores, prestadores de
servicios y representantes del gobierno de los Estados de Chihuahua, Sinaloa,
Durango, Zacatecas, Nayarit, Jalisco, San Luis Potosí, Chiapas y Guanajuato. Los
comercializadores se ubican en Tamaulipas, Estado de México y Distrito Federal.
Económica
El aporte económico del frijol se puede medir a través del valor de la producción, lo
cual depende de la producción obtenida en un año determinado y el precio que
prevalezca en el mercado. Por ejemplo, en el año 2007 el frijol significó una derrama
385
económica de 6,942 millones de pesos con un precio medio rural de $6,984/tonelada.
Para el año 2008 la producción registrada fue de 1.12 millones de toneladas y el
precio medio rural registró un repunte importante hasta $8,156/tonelada, dando un
valor de la producción de 9,136 millones de pesos.
Durante los años de 1998 a 2007 el mercado se caracterizó por bajos precios
pagados al productor, pero durante el año 2008 se registró un alza en los precios,
dada la escasez del producto en Estados Unidos y México. Esto parece mostrar que
aumentó la rentabilidad del frijol, empero debe tomarse en cuenta el incremento de
precio de los insumos como combustible, semilla y fertilizantes.
Otro problema observado es el hecho de que en los últimos años el consumo per
cápita de frijol ha disminuido; sin embargo, en el futuro el consumidor debe apreciar
que, además de las proteínas, carbohidratos, fibra, hierro y vitamina B contenidos en
386
el frijol, éste también posee algunos fitoquímicos con acción antioxidante y
propiedades anti-cancerígenas (Paredes y Valverde, 2006; Guzmán, 2007). Esto
plantea el reto a los productores de frijol que han iniciado la elaboración de alimentos
a base de frijol, por ejemplo, en presentaciones de cocido y deshidratado, dulces,
panes, galletas y extrudido, para terminar de desarrollar sus productos e implementar
estrategias de mercadeo con las cuales puedan posicionarse en el mercado de
alimentos sanos.
Con respecto a las organizaciones frijoleras, los retos más importantes se pueden
enlistar de la siguiente manera (Morales, 2008): aumentar la productividad del frijol
con criterios de sustentabilidad, adoptando la tecnología ya generada para cuidar el
suelo y agua; diversificar su patrón de cultivos para aprovechar las oportunidades de
mercado existentes en otros granos; producir frijol orgánico para mercados nicho;
eficientar la operación empresarial, dando cuentas claras a sus socios y clientes,
para crear relaciones de largo plazo con mayor certidumbre en las ventas y
prepararse para participar en el mercado con productos de calidad. También tienen
el desafío de lograr acuerdos conjuntos y capacidad de interlocución con el Gobierno
Federal y hacer cabildeo con los frijoleros de Estados Unidos y Canadá para
establecer un mecanismo permanente de control de importaciones, con el cual se
puedan definir los acuerdos complementarios o los momentos adecuados de aplicar
salvaguardas, sobre todo cuando se detecte competencia desleal, precios dumping,
triangulación de país de origen o importaciones de contrabando, que pongan en
riesgo la base productiva nacional del frijol.
387
En resumen puede afirmarse que la vulnerabilidad alimentaria del frijol en México se
manifiesta en los siguientes aspectos:
Productivo: producción con grandes variaciones por la incidencia de
fenómenos meteorológicos, plagas, enfermedades y la ineficiencia de la
transferencia de tecnología.
Comercial: variación de precios y problemas de comercialización por larga
cadena de intermediarios, demanda de diversidad de presentaciones que
requieren menor tiempo de preparación.
Consumo: cambios en los hábitos de consumo, disminución del consumo per
cápita en épocas de crecimiento económico y, cuando el precio del frijol se
encarece, la población más pobre no puede comprarlo.
Nutricional: sustitución del frijol con alto contenido vitamínico, proteico y sus
nuevas propiedades funcionales, por alimentos baratos, pero de baja calidad
nutricional y con aditivos químicos, con la consecuencia en problemas de
desnutrición y obesidad de la población.
388
Papel de la acción del gobierno
Los instrumentos de política a nivel nacional que se han venido aplicando para
fomentar el cultivo de frijol son: el Programa PROMAF con componentes de
asistencia técnica, crédito y creación de infraestructura para dar valor agregado al
frijol; recursos fiscales para apoyar el acopio a través de las integradoras de los
productores; reconversión productiva en áreas de bajo potencial para frijol; campaña
genérica de promoción al consumo de frijol; apoyos directos como PROCAMPO y
diesel.
389
Al consolidar estas políticas se da sustentabilidad a los más de 300 mil productores y
sus familias, que todavía se mantienen en la producción de frijol y se otorga un nivel
de seguridad alimentaria al pueblo mexicano. En la defensa de los cultivos básicos
para México los productores han acuñado un slogan: sin maíz no hay país, sin frijol
tampoco y sin mezcal, po´s menos. De esta manera la cultura popular clasifica a
estos cultivos como estratégicos para el país; en el caso del frijol, cuya importancia
viene desde tiempos prehispánicos y prevalece hasta nuestros días, resulta
pertinente que en el Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución
Mexicana, se impulsen las políticas de Estado para asegurar su producción.
CONCLUSIONES
390
medianas empresas con recursos y estrategias productivas y comerciales limitadas,
por el otro.
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392
CAPÍTULO 15
CONCLUSIONES
393
de la calidad y se adaptan los atributos al gusto de los consumidores, traduciéndose
todo esto en una ampliación del mercado consumidor final.
394
UN DESARROLLO AGROPECUARIO CONTEXTUALIZADO EN ACUERDOS
COMERCIALES INTERNACIONALES
395
tecnología y los procedimientos adecuados y es la que se identifica en la mayor parte
del territorio.
La historia del desarrollo de regiones como la del Bajío ha mostrado que el nivel
tecnológico de los productores primarios es determinante en el proceso de
integración y consolidación de los sistemas-producto. Por ello, es urgente que al
interior del país se reduzcan las asimetrías tecnológicas para la producción. Sin
embargo, en forma contraria a lo que se esperaría para fomentar el desarrollo en el
sector rural, se ha reducido la estructura institucional de apoyo al campo, expresada
en financiamiento, seguros, investigación, transferencia de tecnología y marco
jurídico, entre otros elementos.
396
certidumbre a los participantes y que garanticen tasas competitivas de retorno de
capital a nivel internacional.
En materia del TLCAN existen oportunidades para que, con base en un Addendum
Agropecuario, se mejoren los términos de intercambio. De hecho, algunos de los
artículos de dicho acuerdo permiten tanto realizar consultas sobre posibles
violaciones a los términos establecidos, como definir mecanismos de solución de
incompatibilidades y controversias derivadas de acciones unilaterales y que pudieran
ser causales de anulación o menoscabo. Sin embargo, también deben tenerse en
cuenta los riesgos implícitos de dicha renegociación.
397
incrementan el costo de atención a la salud pública y reducen la posibilidad de
acceder a mercados internacionales.
398
Además de los señalamientos generales anteriores, cada sistema-producto enfrenta
problemáticas y necesidades particulares y, en el mismo sentido, existen propuestas
de desarrollo específicas. Así, de los planteamientos hechos en los distintos
capítulos se retoman los siguientes aspectos.
En México, los productos lácteos se han ido segmentando cada vez más y el público
consumidor demanda crecientemente más variedad de ellos, lo cual constituye una
oportunidad para la diversificación del mercado objetivo de los productores lecheros;
sin embargo, tal situación sólo es aprovechada por aquéllos cuyo nivel tecnológico
les permite la suficiente versatilidad para ajustar sus procesos hacia la atención de
una demanda diversa y en constante cambio, y son de manera específica las
grandes agroindustrias lácteas.
399
sólo a través de una articulación de los productores lecheros con la industrialización
de su producto se podrá emprender el desarrollo gradual requerido. Sin embargo,
actualmente sólo los productores grandes y tecnificados son los que tienen acceso a
la integración a la agroindustria y, aquéllos con sistemas semi-intensivo y familiar,
con hatos que van de 20 a 80 cabezas y rendimientos entre 12 y 20 litros por vaca
sólo tienen acceso en la medida que consiguen organizarse, lo que confirma que la
organización de los actores de la producción primaria es una premisa fundamental
para la consolidación de los sistemas-producto.
400
(principalmente de leche fluida), y cuya alta capacidad tecnológica les ha permitido
gradualmente dominar el mercado de todos los productos derivados lácteos. De esta
manera, la ganadería intensiva empresarial ha aumentado su participación en el
mercado nacional y, simultáneamente, de manera paulatina, la ganadería lechera
familiar ha ido perdiendo el segmento de mercado que adquiría sus productos,
situación que ha obligado a desaparecer algunas de esas pequeñas explotaciones o
a buscar otras alternativas de comercialización de sus productos.
Por otro lado, aún existe la ganadería poco tecnificada, que por la falta de capacidad
para adaptarse a los requerimientos actuales de productividad para enfrentar una
demanda de exigencia cada vez mayor, va gradualmente desapareciendo,
401
produciendo un efecto similar al del sector lácteo, que es la concentración de la
producción.
402
El caso de la ganadería ovina ha sido un tanto diferente. Primero, debido a la caída
en la demanda de lana por parte de la industria textil, el sector modificó su oferta
principal a la de carne. Esto causó una redistribución geográfica de los principales
centros de producción, la cual se trasladó de Zacatecas y San Luis Potosí al Estado
de México e Hidalgo, de manera principal, y Aguascalientes, Morelos, Quintana Roo,
Campeche, Jalisco, Sonora y Yucatán, en menor escala. Debido a la estrategia de
comercialización que se implementa para la barbacoa, que es el principal producto
final, la integración en cadena es incipiente, pues la mano de obra generalmente es
familiar y en muchos casos no constituye la actividad principal. Así, en cada región
se implementan sistemas de relación particulares entre engordadores y productores
de barbacoa, lo que en principio convierte a la estructura en un tipo de sistema
agroindustrial localizado.
En forma similar al sector lácteo, en el caso de los cárnicos existe una alta
dependencia de la importación, pues un alto porcentaje del consumo nacional
aparente se cubre por esta vía y ninguno de los subsectores ganaderos queda
exento de esta situación. Esto significa que, en un contexto de relaciones
403
comerciales con otros países, son éstos, más que México, los que resultan
favorecidos, pues la relación exportaciones/importaciones es inferior a la unidad y
esta situación, además del efecto que tiene en la balanza comercial, afecta
negativamente la estructura productiva, pues causa desarticulación y pérdida de
competitividad de las cadenas cárnicas, lo cual es de mayor repercusión en los casos
de las carnes de res y de cerdo.
404
desean mayores precios por el pago de su producto, para mejorar sus ingresos,
mientras que los industriales requieren pagar menores precios por dicho insumo para
abatir sus costos de producción y, en tanto no se logren resolver estas controversias
en forma armónica, se corre el riesgo de caer en una inminente desarticulación.
Aunado a lo anterior, se prevé que el mercado del azúcar a largo plazo muestre un
vínculo cada vez más estrecho con el mercado energético. Así, derivado de los
cambios en el precio del petróleo, se está dando un cambio muy importante en la
producción cañera, por ser ésta una materia prima ideal para la producción de etanol,
el cual representa una alternativa para sustituir de manera importante grandes
cantidades de gasolina en vehículos. Con el desarrollo de los biocombustibles, la
405
caña de azúcar ha retomado fuerza como un insumo de amplio potencial energético,
sin embargo, la agroindustria azucarera de México requiere modernizarse para
volverse mucho más eficiente pues, de no ser así, no podrá enfrentar la producción
azucarera y de edulcorantes sustitutos del azúcar provenientes de los países
desarrollados, obtenidos a partir de una agricultura fuertemente subsidiada y
tampoco podrá desarrollar el potencial productivo que demanda el desarrollo de los
bioenergéticos.
La producción de derivados, como el etanol u otros, debe llevarse a la par con la del
azúcar mediante sistemas tecnológicos integrados, vinculados entre sí desde el
punto de vista tecnológico, energético y de servicios; es decir, que se deben
aprovechar todas las corrientes de residuos para su conversión en productos útiles.
406
intermediarismo participan de manera importante los beneficios, los cuales son de
distinto tamaño y van desde los negocios familiares que procesan unos cuantos
quintales por día y representan sólo el 2.53 % de la capacidad instalada, hasta los de
tipo industrial, que tienen una capacidad mayor a 360 quintales por día y concentran
el 63.89 % de la infraestructura de procesamiento del país. Es evidente que son
estos últimos los que tienen mayor participación en las actividades de exportación y
son los que fijan en mucho las relaciones mercantiles con los pequeños productores.
407
más cerradas y protegidas, con un subsector de granos básicos autosuficiente, hoy
es de las más abiertas por la mayor desgravación, con una alta importación de tales
productos. Si bien antes de la firma del TLCAN ya éramos importadores de granos
básicos, la importación se ha incrementado con el Tratado, por no producir los
volúmenes necesarios, provocando el desplazamiento de los pequeños productores
debido a una falta de competitividad.
En esta obra se trataron con particularidad los casos del maíz, trigo, arroz y frijol, que
constituyen la base alimentaria para la población en México. En los primeros dos,
maíz y trigo, dadas las características del principal producto final, como tortilla en el
primero y como harina o pan en el segundo, es obligado que el cereal transite por
una fase de transformación importante, dada por el eslabón agroindustrial de la
cadena. Sin embargo, la relación industria-producción primaria se limita a una mera
relación comercial, sin mayor estructuración, lo que causa que la negociación de
precios sea favorable más bien para la industria y desfavorable para los productores.
En el caso del maíz, hay numerosas pequeñas empresas que elaboran la masa y
que pueden integrarse verticalmente hasta la elaboración de tortillas. Con la
liberación del precio del cereal, causada por los términos del TLCAN, ha proliferado
una gran cantidad de pequeños molinos de nixtamal, los cuales compiten
fuertemente con las grandes empresas como MASECA, MINSA y CARGILL, que han
acaparado el negocio de la harina de maíz nixtamalizado en una estructura
oligopólica. No obstante, de existir alguna coordinación vertical, ésta se desarrolla
con mayor beneficio para la gran industria, la cual establece contratos con
productores primarios para asegurar su provisión de materia prima, en los cuales fija
408
el precio más a su conveniencia que a la de los productores primarios, sin que haya
ningún tipo de apoyo hacia ellos, contrario a como ocurre en la industria azucarera.
Por otro lado, en el caso del trigo, la cadena productiva del sistema abarca a los
productores primarios, a la industria intermedia, formada por 92 molinos y la
agroindustria final de la harina y semolina de trigo, constituida por aproximadamente
21,750 panaderías de tamaño pequeño, mediano y grande, como el Globo, El
Molino, LeCaroz, La Ideal, etcétera. Finalmente, está la gran industria, en la que
participan alrededor de 35 empresas, entre las que destacan Bimbo, Gamesa,
Cuétara, Lara, Mac’Ma, La Italiana, Dondé, Pastas La Moderna y Pastas Cora.
Por su parte, los casos del arroz y el frijol muestran requerimientos de integración un
tanto distintos, toda vez que el producto final principal se maneja con menor
intensidad de procesamiento. La producción de arroz en México es una actividad que
fue severamente golpeada por la apertura comercial a partir del GATT y
posteriormente con el TLCAN. Actualmente se encuentra en un proceso de
recuperación, no obstante, todos los indicadores productivos registrados en 2007
(v.g. producción y superficie sembrada, número de empresas en operación,
generación de empleo, etc.) presentaron pérdidas no menores a 60 %, respecto a
1985.
409
La cadena productiva del arroz considera cuatro eslabones principales: los
productores agrícolas, empresas transformadoras, empacadoras de arroz pulido para
su venta al menudeo y prestadores de servicios. La principal actividad industrial es la
transformación de arroz palay en arroz pulido; empero, los productores agrícolas son
el sector más golpeado y vulnerable de la cadena productiva, toda vez que las
industrias beneficiadoras, debido a falta de políticas de protección del productor y por
el afán comercial de los molineros por apropiarse del mercado del arroz pulido, han
convertido su actividad en maquila de arroz palay importado.
Por lo que respecta al frijol, aun cuando su grado de industrialización es similar al del
arroz, presenta un desarrollo muy distinto. Primero, se procesa por cocción
directamente en los hogares, considerándose que el 20 % de la producción es para
autoconsumo. La industria de empacado procesa aproximadamente un 26 % de la
producción comercializable, y la industria elabora alimentos del frijol con un 5 % de la
producción. Como complemento a la producción nacional, los comercializadores
importan frijol de Estados Unidos, y se tiene una dependencia alimentaria promedio
de 8.2 %, lo cual se ha mantenido en los últimos años.
410
comercio incorpora un valor agregado al frijol y cada participante busca su margen
de comercialización, que puede variar desde el 2 al 30 %, dependiendo de la fase de
que se trate. No obstante de que existen algunos avances en la integración vertical
de los eslabones, los distintos niveles se ven como competencia. Por otra parte, los
centros de comercialización se ubican en las centrales de abasto del centro y sur del
país; esto define en parte el proceso de comercialización y el bajo precio recibido por
el productor, al vender sus cosechas para ser transportadas a regiones distantes.
CONSIDERACIONES FINALES
411
completado la fase de transición, el sector rural se encuentra en condiciones muy
desfavorables para mantenerse en un nivel adecuado de sostenibilidad, lo cual debe
considerarse como un elemento de justificación para abrir la renegociación de los
términos de dicho Tratado y se busquen condiciones más favorables para el
desarrollo de los sectores agropecuario y agroindustrial nacionales.
412
general, deben emitirse políticas que regulen la relación entre los distintos eslabones
de las cadenas productivas, de forma tal que el resultado de la interacción sea una
concatenación interdependiente y de beneficio mutuo real.
413