La Primera Entrevista en Terapia de Pareja
La Primera Entrevista en Terapia de Pareja
La Primera Entrevista en Terapia de Pareja
Dr. Luis Tapia Villanueva, Dr. Sergio Bernales, Ps. Sylvia Campos, Dr. Rodrigo Erazo, Dra. Ximena
Fuentes, Ps. Soledad Sánchez1
Introducción:
Nuestro grupo de pareja en el Instituto Chileno de Terapia Familiar funciona desde 1999
desarrollando actividades en un contexto clínico y docente. Está formado por Dr. Sergio Bernales,
Ps. Sylvia Campos, Dr. Rodrigo Erazo, Dra. Ximena Fuentes, Ps. Soledad Sánchez y Dr. Luis Tapia
Villanueva. El contenido del siguiente artículo es el producto de un trabajo conjunto y a mí me ha
correspondido ponerlo en palabras. Esperamos que las siguientes reflexiones les sean de utilidad en
su práctica clínica y docente.
La primera entrevista de una pareja comienza con el llamado telefónico, interesa saber datos tales
como, quién llama, cómo se produjo la referencia, quién buscó al terapeuta. Las primeras preguntas
proporcionan antecedentes precoces que dejan entrever expectativas, distinciones y significaciones
de cada uno de los miembros de la pareja. La forma como el terapeuta, desde la llamada telefónica
organiza a primera entrevista, (quién viene, tipo de sesión, revelación de información previa) puede
evitar complicaciones y malos entendidos posteriores.
Esta entrevista se diferencia de las entrevistas individuales y familiares. Las entrevistas individuales
en general y en forma casi natural se centran, por lo menos al principio, en el mundo interno y en la
psicología individual de los cónyuges, y sólo en forma posterior aparecen los aspectos relacionales.
En las primeras entrevistas con familias en cambio, lo relacional se presenta desde la partida y los
mundos internos se invisibilizan durante un tiempo. En las entrevistas de pareja hay un constante
mediojuego entre los aspectos relacionales y los individuales, con un énfasis en lo relacional. Las
parejas con mayores problemas son las más propensas a centrarse en los juicios y van a conducir las
interacciones de un nivel a otro en forma constante, lo cual podría llegar a ser un problema importante
para la terapia si ésta no es conducida adecuadamente hacia el proceso. Por otro lado la posibilidad
de participar en triangulaciones disfuncionales con la pareja es posible y frecuente, así como la co-
inducción a las atribuciones, a los juicios de valor y a dirimir lo justo o no de las posiciones de ambos
cónyuges. En este último punto las concepciones socioculturales y los modelos de causalidad del
contexto hacen que las parejas consultantes tengan un modelo de solución centrado en la razón y el
terapeuta es el designado a encontrarla.
Etapas:
Con fines didácticos y de organización del tiempo es útil dividir la 1ª entrevista en tres tiempos:
* Tiempo 1: Antecedentes y motivo de consulta
* Tiempo 2: Despliegue del problema y de los recursos de la pareja
* Tiempo 3: Devolución, cierre y organización del proceso terapéutico.
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Unidad de Terapia de pareja, Diplomado en Terapia de Pareja, Instituto Chileno de Terapia Familiar
de las familias de origen. Los antecedentes generales sobre tipo de relación, edad, n° de hijos,
nacimientos recientes, profesión estudios, tipo de trabajo y quienes viven en la casa, nos orientará
sobre posibles conflictos.
La construcción de la consulta se refiere a la forma como la pareja tomó la decisión, quién lo planteó,
quién se consiguió el nombre del terapeuta, si hay acuerdo en venir, si alguno viene obligado, cuáles
son las presiones contextuales al consultar, cuáles fueron los elementos gatillantes de la intención de
consultar y finalmente cuáles son los sentimientos más movilizadores de la consulta.
La historia de la relación se refiere a la historia de transiciones y sucesos. Las transiciones están
relacionadas con el proceso paulatino de paso de una etapa a otra del ciclo vital con sus respectivas
crisis y tareas. Los sucesos son eventos los cuales ocurren de improviso y ponen a la pareja en
situaciones de crisis (cesantía, duelos, infidelidades). Tanto las transiciones como los sucesos pondrán
a la pareja ante sus recursos y fragilidades y de este equilibrio dependerá cómo la pareja afronte la
crisis.
En la historia familiar, interesará si los padres están vivos o no, separados o no y el número y posición
de los cónyuges dentro de los hermanos. En estos dos últimos ítems se preguntarán datos generales a
través del genograma para orientación del terapeuta y más adelante o en otras sesiones se podrán
recabar más detalles sobre aspectos transgeneracionales como diferenciación de la familia de origen
o conflictos con las lealtades familiares.
En esta etapa, el terapeuta va teniendo las primeras percepciones sobre la pauta relacional y el clima
emocional (quién toma la iniciativa, respeto de los tiempos y espacios del otro en la conversación) y
sobre las señales corporales del clima emocional (posición de uno respecto del otro, contacto visual
y físico, actitudes corporales, naturaleza del rostro).
En esta fase se preguntará sobre el motivo de consulta a ambos cónyuges y se evaluarán las
coincidencias y divergencias. Ya en los primeros minutos de la sesión se percibirá el clima emocional
imperante y la naturaleza de la relación. Habrá parejas que vienen juntas (contigo), aquellas que
vienen a separarse o a dejar al otro en terapia (sin ti) y finalmente aquellas parejas que están en una
postura ambigua ante la relación y con la pretensión de que el terapeuta cambie al otro y están
centradas fundamentalmente en el juego emocional disfuncional (ni contigo ni sin ti). (S. Bernales,
comunicación personal).
La etapa del ciclo vital en que esté la pareja nos orientará hacia algunas hipótesis sobre cierta
naturaleza de los conflictos. Por ejemplo las pareja que tengan menos de cinco años de matrimonio
tal vez tengan problemas con la diferenciación de las respectivas familias de origen, las parejas que
están en el nacimiento del primer hijo tal vez consulten por una infidelidad del marido, las de edad
media con hijos adolescentes tendrán problemas de crisis de identidad y cuestionamiento del vínculo
y aquellas con hijos grandes que están en proceso de irse, tal vez consulten por soledad y un amor
vacío.