Album Artistico Toledo
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ALBU11 !RTISTICO
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ANODE J6 lL8.
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A1BUM ARTISTICO
DE TOLEDO.
HAcE no poco tiempo que Toledo, la capital de los antiguos pueblos Car- único foco un tiempo, único manantial de Jos conocimientos humanos de
petanos, la cot·le visigoda, la Tolaitola, cabeza de un reino mahometano, la cristiandad, y el solo conservador de las ciencias, artes y literatura du-
la metrópoli eclesiástica primada de las Espaiias, atrae las miradas de los ranle las guerras é invasiones, sabia dar p.1bulo á los la.lcntos de los ar-
artistas, de los arqueólogos y de los curiosos, tanto de dentro como de tistas; y con laudable tolerancia adoptaba en sus ediGcios, asi las formas
fuera de la Península. Con justísinm razon, á la verdad, porque en sus al- y detalles de la arquitectura árabe, como las de ott·os estilos arquitectóni-
rededores y recinto, las diferentes épocas que han pasado sobre ella, han cos, del mismo modo que custodiaba en sus bien arregladas bibliotecas, al
ido amontonando sucesivamente innumerables y precioslsimos ejemplat·es par de las producciones de los escriLores cristianos, las de los secuaces de
artísticos, creando asi uu cslcnso y magnifico Museo, en el cual, á pesar de otras religiones.
las calamitosas guerras y del esplritu demoledor que á la Nacion han Arrebat-ados de artístico entusiasmo, hemos formado en Toledo el plan
aquejado durante el pt·escntc siglo, se oft·cccn á nuestros ojos preciosas del Album Arl-ístico, con objeto de que sirva de recuerdo para las personas
muestras de los primores arllslicos de casi todas las edades t1·anscmTidas. que h<Jn visitado aquellos notables monumentos, y para dar U conocer á
¿Se quieren ver como ou rest'lmcn, en corlísimo espacio, las transfor- las resta ntes algo de lo mas digno de examinal'se que hay en los principa-
maciones de nuestra an¡uiteclura? ¿Se quiere cotejar con el arte :Ira be, el les de esLos.
impropiamente llamado gótico, el del Hcnacimiento ó el de los periodos Nuestro plan, dirigido principalmente á dar unas ligeras noticias históri-
subsiguientes? Allí esttln todos reunidos en un lan corto cuanto vistoso pa- cas de la arquilectura toledana, manifestando las circunstancias y cnracté-
norama. ¿Os place fom1a1· idea de una ci udad de la edad media, con sus res que la han dado cierto importante matiz de originalidad; es como signe.
pardas iglesias, con sus cenicientas murallas, con sus robustos torreones? Decimos primero algunas palabras acerca de las RutNAS ANTIGUAS EN
Aquella ciudad monumental ha conscn·ado las forta\e7.as, los templos, Jos ToLEIK>, pero sin ilustrarlas con láminas, por set· tal el esla.do de deterioro
palacios, las casas, la distribucion y forma de las calles, y hasta los nom- de aquellas reliquias arquitectónicas, que prestan demusiado escasa mate-
bres y usos de los musulmanes y cristianos de tan poéLica época, al abrigo ria al talento del dibujante.
de la decadencia misma de la poblacion, que no atrayendo gentes advene- lfablamOS en segu ida de los RESTOS DE MONUMENTOS CONSTRUIDOS EN To-
dizas, ni permiliendo hacer recdilicaciones, ha venido á ser, como las la- LEDO DURANTE LOS CUATRO PRUtEROS SIGLOS DBL CRISTIANISMO I.IBRE, acom-
vas y cenizas del Ves ubio en Pompeya y en el He rculano, una grande pañando al texto con 5 láminas de fragmentos, que sirven para probar
urna, un inmenso fanal que las ha libertado de la accion dcstrucLora del nuest1·as aseveraciones en el asunto.
hombre de nuestros dias.-¿Quién anhela sa ber cuál era el marcial conti- Tratamos despues de las PARTICULARIDADF..S no LA ARQUITBCTU IIA ~uno
nente y la genlil apostura de los annados paladines, de sus engalanadas METANA DE TOLEDO, presentando como muestras de tal estilo arquitectónico
damas, de las graves du eñas y de los acicalados pajecitos? ¿Quién desea diversas copias de la mezquita que hoy es Ermita del Cristo de la Luz, de
• ver á las generaciones mucrkts pasar llenas de vida y movimiento por de- la Puerta antigua de Yi sagra, de la sinagoga 1\mnada ahora Sauta .Maria
lante do sí? La célebre Toledo las presenta eo sus numerosos relieves, es- la .Blanca¡ del Salo11 de la Casa de Mesa ó de los Silos; de la /Jasilica de
tátuas y pinturas. Sauta Leocadia, vulgo el Cristo de la Vega; del ;u·co ó P1u:rta del Sol; y de
Allí los hijos de Rómulo; allí las gentes de Alarico; allí el pueblo de la Iglesia deL Tránsito, antes lambien sinagoga.
Moisés; allí los sectarios de Mahoma; allí, en fin, Jos descendientes de Pe- HacemOS finalmente algunas OllSERV.ACIONES SOBRE LA ARQIJITKCTtJR,\
layo han consignado tantos recuerdos, que apenas se presenta ante el cu- CIIISl'IANA USADA t:N TOLEDO DESPUES DE LA 1\ECONQUISTA, Ofreciendo COmo
rioso una plaza, una calle, un edificio; nada, en suma, que no haya sido pruebas y aclaraciones de ellas abundantes vistas y detalles de la Catedral,
testigo de algun acontecimienlO notable, en que la historia ó las tradiciones de San J1tU1l de los Reyes, del Hospital de Santa Cm:: ó Casa de Nilios ex-
populares no den alimento á la imaginacion. Embellecidos hemos cru7.ado pósitos, y del Alcázar.
sus plazas y calles, de forma, distribucion y nombres arábigos; absortos Las láminas van ademas acompañadas de articulas históricos y des-
hemos contemplado las grandiosus ruinas romanas, las antiguas sinagogas criptivos sobre lo que cada unn. representa, con objeto de dar asi mayor
y mezquitas, las iglesias y palacios, que bien claramente manifiestan á claridad y amenidad al desarrollo de nuestru idea principal, arriba enun-
cuán alto grado llegó la civilizacion entre los árabes y rabinos que en To- ciada, de manifesta1· la originalidad y cousigttienle importaltcia drl al"!~: to-
laitola tuvieron céleb res academias; y de cuál manera el respetable clero, led<mo.
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Biblioteca Nacional de España
J\iiNGor< vestijio monumental pe•·tenccicntc á las edades primitinls conserva culapio, como hau asevm·ado diversos escritoi'Cs; pues los templos tomaban
la antigua cabeza de los pueblos car~tanos, nada que nos recuerde los sietupl'e en la antigüedad la forma cuad rangu lm· ó cilíndrica, nunca la se-
alx:ll'ígenes, ninguna construccion de los celtas, sin embargo de ser una micircular. Tiene de largo 161 pies castellanos y ~ 08 de ancho. Su cons-
prueba de la domiuacion de estos (•Ir irnos el propio nombre de Toledo, re- truccion es como la del Circo.
!lUn nos le trasmitieron Jos latinos en la palabra ToLUUM. En el barrio llamado de las Covachuelas, cerca del Hospital de Afuera,
Nuestras prolijas diligencias buscando restos de aquel remoto pe- hay otras ruinas romanas cuya planta circular ó elfptica se percibo desde
ríodo, no han sido recompensadas ni aun con el mas pequeño resultado. Si lo alto de la Ciudad, {, pasar de las casas edificadas modernamente en el
entonces se erijicron allí algunos monumentos, sus toscas, y acaso enor- centro del monumento. Los restos de este son muy semejantes á los del
mes creaciones, hubieron de desaparecer á impulso de las laOOriosas ma- hipódromo en sus materiales y en las bó\·edas que tiencu en su parte in-
nos de ackenedizos que en diferentes épocas fueron sucesiYamentc conquis- ferior. La planta, aun en su estado actual, manifiesta haber sido aquella
tando la Ciudad. conslruccion un anfiteatro, por la semejanz..'l de ella con la de Jos existen-
Los romanos, qua entre estos fueron los primeros, hubieron de dotarla les en Roma, Verona, Pola, Nimes, Aries, y otros puntos.
segun su costumbre de muchas y su ntuosas fábricas; pero de ellas, mer- Subsisten tambien Ycstigios de un acueducto romano, en grandes tro-
ced á las depredaciones hechas por otras gentes en posteriores tiempos, zos Oc fábricu, que desde uno y otro lado del rio junto al Artificio de Jun-
' solo subsisten varios frogones, que si JJien sirven para dar idea del inmenso nelo se extienden hasta siete leguas en direccion del puerto de Yébcnes.
tamaño de los edificios de que formaron parte, son complet.amente incapa- En t.oda su exlcnsion fueron explorados el año 1753 por el P. Andrés Bur-
ces de hacer conoce¡· hastn quó punto desplegaron en Toledo los inteligen- ¡·iel y D. Francisco Santiago de Palomares, que reconocieron detenidamenlc
tes artistas del Pueblo Rey su lujosa y elegante decoracion arquitectónica. va rios trozos do muro. D. Antonio Ponz, {, quicu comunica ron sus obSCI'-
Las mas notables r uinas que á estos pertenecen en la Ciudad Impe rial vacioncs, esc,·ibc lo siguiente en el Y IAJE DE Es l',\Ñ,\ :-"Entraban sus aoua.~
son las del HIPónnoMO ó C111co 1\1.\xi~IO, situado en la Vega, el cual hubo de por el paraje (JUe llaman de ooc.,; CANTOS y antiguamente de nOCE CAUCES, eu
sen•ir para las carreras y otros juegos, como todos los de su clase. De sus (rente del cual á ww y otra parte del Tajo ~e ven grandes (rogmm de lo&
casi aniquilados fragmentos, reducidos á pedazos de muro construidos con cimientos sobre que se lecantarian séries de arcos, como en el acueducto di'
piedras tan menudas como do 2 á .t. ó 6 pulgadas en todas sus dimensio- Seg01:ia, anivelando las aguas lwsta lo mas ele~:ado de 1'oledo.=Este acue-
nes, unidas con una argamasa á que el tiempo ha dado una pasmosa con- ducto se reconoce en mas de 600 pasos junto al camino (Jite llamat~ OE LA
sistencia; existe aun lo suficiente p.·u·a manifestar con la mayor claridad Pun, en fa falda de aquellos cerros, y es un canal como de mulia vara de
In planta del monumento, la cual era como si á un larguísimo paraleló- ancho y tilla tercia de hondo, formado de ·una fuerte argamasa, Junto al ca-
gramo rectángulo so le convirtiera en scmickculo uno de sus lados meno- Tnino de Toledo al mot1asterio de la Sisla, se cm á tredws frogones de arga-
I'CS . El semicírculo y parle de los lados largos conservan aun algo de la masa, que parecen pilares de arcos, y en este sitio f1ay tot conduelo pot· don-
forma de las gradas ó asientos y de las hó\'edas que estaban bajo de estos, de ca el agua al cigarral á casa de campo de los Padres 1'riuitarios Cal;;ados,
y hoy se lwllan en el exlcrior de la f<\brica; en el gran lado del Norte qtte claramente se ve ser de construccion romana. Etltre la ermita de Santa
se ve un arco: en el único lado pequeño rectilíneo el muro es mucho mas Ana y el referido monasterio de la Sisla, l'Xiste todam'a un castillo Q TOIIIU·:
delgado que los otros, y está casi cubierto con la tierra del suelo actuaL ACUAnu, U cuyas ruim1s llama el vulgo cl nou\'i'O DEL vmn1o. Mas adelante,
la largurf} del hipódromo es 104.5 pies castellano~, y la anchura 33.2. El como {1 GOO pasos del Monasterio, so encuentra otro, y allí nace á borbo-
decli,'e de la pa1·te superior de los muros que aun presentan restos de las tones una copiosa fuente que hoy se pierde en el Tajo por el arroyo de
gmde~·ías tiene corno 12 pies de ancho.- Es muy de estrai'iar que al- Val-de-la-Degollada.» Las fuentes ~del CaslañO,II l>dcl noble» y Oll'<lS muy
gunos autores escriJliendo de Toledo en la misma ciudad, no solo digan copiosas se dirigen todavía hácia el acueducto. En el citado Viaje se publicó
haber sido aquel edificio un anfilcalro, sino tambien afirmen tener la la copia de un gran trozo del acueducto, lomada del natural por D. San-
forma ovalada, propia de esto, dando asi á conocer cuán lijeramcnte exa- tiago Palomat'CS, I'CJll'esentando un parcdon cuyas dimensiones son : 372
minaron lo que tcnian tan á la \isla, como que se halla inmediato á la pies de largura y H de anchura.
Ciudad y so ve claramente desde sus muros y casas.-Parece que el Circo ~Tambien hay {dice Ponz ) tm pedazo de camitw mas arriba del castillo
toledano, {l causa del respeto que su gmndiosidad inspiró á los godos r á de San Servando, de la misma anchura, y consltuccion de piedras cuadradas,
los musulmanes, permaneció casi entero hasta los años de 9 •1 1; pero habién- como o! ros trozos que yo /1e visto etl Jt alia de la Yia Flaminia, principalmente
dose por entonces rebelado el gualid Katib-Aben-llatam contra AJxio'r-rah- en el Es!ado Eclesiástico. A este camiuo llaman hoy en 1'oledo Yia de la Plata;
man It , alzándose con el mando de Tolaitola , este califa marchó con sus y un st1geto de buenas luces me dijo era palabra corrompida ele Yia Lata. Lo
huestes cont.ra el rebelde gobernador; llegó á la Vega tolaitolf, y sentan- que no se puede dudar es que su. cotu!roccion es romana,.,. Existen aun este
do en ella sus reales, puso cerco á la ciudad. Molestábanle los sitiados y otros trozos do la misma ria, si bien considerablemente deteriorados.
con frecuentes salidas que hacian al amparo del Circo, y no podia arri-
mar los ingenios á las murallas: mandó por tanto el monarca cordobés de- Tales despojos, y algunos mas de la dominacion romana, conservados
moler la parte del hipódromo que á los rebelados fm·orecia, lo cual se ,-o- hasta hoy en la Ciudad Imperial, y coli'C los cuales merecen mencionarse
rificó destruyendo muchos arcos á fucrz..'l de trabajo y de peleas; y consiguió val'ias lápidas con inscripciones, dan en verdad claro testimonio de haber
por último el monarca tomar la plaza y voh·er á incorporarla en sus do- desplegado en Toledo los hijos de Roma una pn_rte no peque1ia de su faus-
minios. luosa prodigalidad artística; pero no manifiestan de ningun modo las for-
Al norte del circo, é inmedüJ.to á él, subsislen reliquias arquitectónicas mas empleadas por ellos en la decomcion arquitectónica de sus monumen-
de otra fábrica, cuya planta formada por un semicírculo y dos cortas líneas tos toledanos. Es sin embargo bien obvio que en aquella poblacion de-
rectas que desde las estrcmidades do aquel s.·tlen paralelas, manifiesta ha- bió seguir su arquitectura el mismo rumbo que en todos los demas parajes
ber sido un teatro, no un templo do Hércules, ni de Marte, \"cnus ó Es- en que asentó su ex:plendoroso dominio.
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1
ARTICULO l.
r~clo para la historia de la arquitectura cspaiiola se ha creido por los arqueólogos 11toro 1t apro.rimd, !J la 1oldaduca 1e dispo11ia para i11cendial'le como otro1, la per--
C'l período de tiempo comprendido entre la reliz época en que di6 la libertad al culto 6Uasita de su abad preuntdndo1e al general y collttnciindole con razotru de polili-
de Cristo el célebre emperador romano Constantino 1 el Grande (alto de 323), y la ca, alcan.:d el que •e cOII&ert:ase aquella integra, y aun que 18 reparasen lo1 earto1
desventurada en que conquistaron nuestro suelo Jos belicosos secuaces de Maho- dailos ya cauados, 1iemlo despuu d conslit11yindon en tnona~terio mu.=árobe. Con1ta
ma \711). El muy erudito D. Gaspar Melchor de Jovellanos, hablando de los godcn otimümo que cuando 11n rty llamado D. Sancho (que u debe entender D. Sa11cl•u
en la VIII de sus notas al (tE LOG IO m: D. VE~Tt"RA Roon iGLEZ,)) dice:-ocE'8 muy el 1 u9un un priciltgio de su ducendiente ti rey D. García de N6jera) (ue á com-
dudoso q11e t.ri$la hoy oly1.m monumento de '''tiempo. La1 igluia& !J otros tdificiol batir y tomar el castillo de ltlonjordin.llamado de San E stiban, entrd primero e11 la
que mandaror~ letanlat, rep!lradot 6 enyrondecidos dupues, 6 retdificado• entera- a
iglnia de fl iracht á hacer oracion la 11frgen (cuya imtigen u la misma q11t wlon-
llltlltt, nada constnan. de m forma primitica. [Jor uo hemo1 dicho que ru domina- a
ces llabia), y duputl de su 11ittoria darla gracia• por ella, comprobando ute he-
río'~ formaba u11a época d~t tollo vacía en la hil!oria de la arquitectura.»- Y e n la cho el que tn efecto se habia conservado ti rtftrido templa y subri1tia en aquel/o!
nota IX afmde:-(( ..... Si algo br1euo rlejoror~ lar godor en Espai1a del tiempo de ru 71rimeros tiunpo1 de los 1arraceno.t.»
Jominacion, todo petui6 al furor de los drabe.t; y si algu "~ 1alt6 lodada de lo.t mo- Al leer las palabras que acabamos de tl·ascribir asaltan la mente tantas r tale~
111lmtnlo$ romanos, aunqu~ mas antiguo, cN!O se lleberia á su grandeza y d 111 úm- reflc:tiones, que irrcsi~tiblemente convencen no solo de no haber D. Juon Migut>l
tilidad. Por eso lremo.t uiialrulo la ipoca que corre desd~ la e11trada dtJ los godo$ en ro•sttc!to el dif!cil problema (1ue se pro[HISO, sino tumbicn de huberuos dt>jlldo ace r-
lüpniia lla&la. et utablecimienlo de los árabu en ella, como enteramente tacla para ca de 6\tnn sin dato!l como an tes nos hall;ibarnos. ¿Qué imporln en \Crdad. el qut:
la historia de la arquilertw·r, espailo/a.)r se manifieste haber sido prcsen'a1los de la dcstruccion islamita algunos monumen-
Hasta hoy, desde que escribió el eminente personaje que acabamos de citar, no tos erigidos en n uestro suelo dcsth: el siglo n· hasta el \ ' tlt "l ¿De qué sen irln ni ¡¡u u
se ha tratado de llenar tamniia laguna histórico-arquitectónica mas que por una el que se probase hober estos subsistido intactos, ~- no haber si(lo jamás destruido~
sola pcr<iona, y esta solo ha hecho una leve é infructuosa tentativa para indicar el ni tleslucl•o• d~l todo, no solo hasta la reconquista del pais ¡10r los adoradores de
medio de que ulros lo \'Crilicasen. El nrr¡uitecto D. Juan Miguel de 1nclilu Valdés, á Jesus Naza re no, sino aun hasta la edad nloderna '! ¿No pudieron ser completa-
tluien almlimn!l, en los números 5'~ y 55 de sus ((i\PUSTilS PAnA L,\ msTCJnu. DE mente reedificados, aun cuando hubiese sido parte por parte, en distin tas épocas
1' AI\Qt:II'Et.Tr:BA,» publicados el ai.o de 1833, habla del modo siguiente:-1c. ... St posteriorf'S á la del testimonio dado sobre su anterior conscr\'UCion por las crónicas
Jiu y tit11~ ]'Or muy dudo1o, tl que exüta. monumento alguno que tll SQ totalidad y ó por cualesquier otros documentos'.' Lo mas probable, lo mas natural es 11ue bajo
·nn /ola rrrto:a r•utda ttntru flOr la denomilwcion goda anterior á la ocupaciott y el im¡1erio del afa n reedificador que dominó desde t>l siglo xm en adelante, y del
1------- ronquuta dt lo1 larrattnor, que la cronologia cle 1tutstros reyts pone en el 01io de 71 1• ;
ailacli<'tldou 'JU~ laJ igluiaw y de mas edificio• qu8 fueron labrados tn aquella ipoca
tro pudier.r•~ lwbtru saleado de la referida tempestad qur atrat:tsando tL estrulw
cuhriu tu brtttl diu• de luto y ducon•uelo toda la Penfnrula: que no habiendo a¡Je-
demoledor que nos ha tiranizado en el presente, hubiC'ran venido á tierra. si autt
e1istiesen tales restos, y dt'Sparramádose y sido despues em ucltes con fragme n to~
de otros tiempos; y esto, des¡;:raciadamente, sin haberse estudiado por nadie sus
formas, ni tra~miHdose á la posteridad por medio de disei10S de ningun género,
t<fl~ qu,dodo un palmu d8 tierra libre de la immdacion fuera de las lispera& 111011/a- ni descri¡1cioues suficientes. Asi, no deteniéndonos á hablar por \ ia de t>jemplo.
,¡,u dt A-r.~uriru y Cantabrio, todo fur ern:utlto en aquella cruel y 9twgrienta gu.crrn, ~iuo de solo un edificio de los propu!!slos por el Sr. de l ucliln, tl 1rrona.tferio ~~~
,.,. lo •JU. rl furor de lo& mahome/111101 lletaba contigo la general derauacion de wan- San Mi/Ion. de la Coy111la manifiesta con claridad haber sido reedificado completa ~
lln '''m111 .uuto1 de arquiteclllro, púuura y esculwra lt les presulfaban dedic 111los al paulatinamente dcspues de la venida de las h uestes musulmanas. Su iglesia, que e~
rulto. 'J finalmente, u Jlrcte11de aseyurar que law igluias y de mas edificios que pu- la parte mas nnti..,un, lit•ne en todo el cuerpo, sobre columnas cilfmlricas con capi-
tlirron h!JLfrU uurcado, bi~u rtparwlo~ y engrandecidos du¡mts, 6 reedifica- teles lisos, arcos de herradura, CU)'a fo r ma debió la llenlnsula al art1• mnltometnno
dus tnleranuute, 11ada cOIISti'CI!lt de stt forma ¡Jrimitita, por cuyas ra::::o11es &e que eslcndió en ella su inllucncia fuera de los dominios musllmicos hasta en las
cl~be tener y conceptual· el tiempo y ipoca rwtcrior dt la dominacion. goda del todo mas remolas regiones cristianas, como lo pr ueba el mo nasterio de S~n Salvador de
,·acio tll la historia de la tm¡uilcctw·a es¡JOriola; pero ai encontr6semos 111~ solo edi- Valdcd ios en Asturias, en el cual el templo llamado (!Lii igl~~ia 1:i~jall y erigido IJCll'
Jicio que dicu tutimonio de ser anterior a !1' iuuaJion, qutdarian dcsuan~cidns Alfvnso 111 el Magno [862-910), presenta en sus arqucrfas plenamente Ucsarrollada
t!qu.tlla« 11robubilidadu, y ba&taba fambiet~ ¡¡ara que JlOr dl pudiésemos (ormal" u/lO In mismafvrma de herradura. Si en San Milla u de la Cogulla 1¡ucdaron algunos fr n¡.:-
jtuta itlto rlr 111 guMa 1J IUIIJICI'a ttl. la al'l¡uittctw·a de aquello~ tiempos. Felizmente menlos de la primiti\a conslruccion, sea en fustes 1lc columna, sea C'n sillares em-
rJtt /l{ll/a:::yo nadu lit• Jf dudato; y 110 uno, sino algunos edificios pud-iiramo.t pre- pleados al acaso en la existente, se ha carecido i!e toda noticia positira, de todo"
~utar que .mbu babtr.•f ¡·eurcado de aque/111 gerural deva1tacion, subsüter1 com¡li- los medios necc~arios para rcconocerles.
,¡, ndo co11 lo1 litmpo1: wtre otro&, es 11otable lo que 1101 refiu~ la Crónica general Hay rnas: si ¡mdicra probarse que aun al presente permanccion sin haber sidu
tic San llenito /•ablando dd morwsterio t igluia dr Sa11 Mi/Ion de la Cogulla en lo demolidas algu nas fábricas ó 11arte importante de ellas, seria preciso para no dejar-
Rioja, sobre d a11tiguo de San Jlfillatl de Stuo, edificado por el mümo santo, qu~ nos en el mismo caos que antes, aiiadir á tales pruchas la dcsignacion esplfcita.
(allrció n• d a,¡o 574. (Tomo 1, (olio 273 vuelto.) «Como ertt monasterio, dice, clara y precisa del ¡¡unto o puntos que, presenados de la tl(!nJOliciun, hubiesen de
»fue edificio fubricado por manos del Sauto, y creció con oracionn y ltiyrirna.t, m sen· ir de dechados para estudiar los caracteres arquitectónicos del ¡terlodo de I[U~
•ton buen ptwto u tdificd, que dtsputl que le ptllieron lot primeros cimiutlos y pie- se trata .
.. Jros, hasta tl dia dt lloy no 1abemo.t lwya sido dutruido ni de1hecho del todo. Sitni- El asunto en suma, si mal no juzgarnos, quedó, á pesar de las ebservacium.>~
r••
·•J!ft Jt11 tstrrd11 r•~ u~ ti~m¡Jo de cri!lioii05 con law gu~rro1; !J elfo no u tnlltha del arquitecto l nclán \"aldés, C'n el mismo ser~- estado que anteriormente; y ¡¡or
nmaracilla, pe. o o.'Jilo muy gra11de q1.e JlOAando rjircitor de moro& ') atranuando !J consecuencia su lentatila uo oblu\O, como arriba indicomos, nada de l resultadu
t•cru=ando por Rioja, que 1irm¡1re ha ~ido 11/aza de armas antes '} dt~p11e1 á~ la d~• apetecido; no llegó ni siquiera á designar el punto de ¡mrtida de la enrnnra iiada ~
ntruccion de E1poiw, con todo t$0 nunca ecllaron por ti suelo a ella ca•a como a y por uadie pisada senda.
/Jo tras nutclws, y asi JliiNic competir en cmtigiiedad COl~ ct1antas l•ay tll E& paila.» No se ha dado Uespues, segun tambien dejarnos apuntaclo, ni un ¡roso mas so-
l1or la müma Crónica u t:e que el monasterio mu$ modtrno de San M il/ande la bre tan inh' resonle o\Jjeto.
Cogulla, que precisó á tjec11ta1' el crecidísimo mímtro de mangu que -t!lli concurde- Elautur de los presentes re nglones, aspiraudo á 13 gloria de ser el primero t¡u~·
t'Otl, amtqu~ posterior d la ir11·asion, 110 fue tampoco t ar~tnoderJW que baje su funda- comie nce á llenar In tal laguna his tórico-arquitectónica, glo ria que, tal \ ez á causa
cion y construccio1t del (UíO de 1 00.1~ , época q11e hace tambiu~ rl 11«eMro propósito, de considera rla otros imposible, solo, como hemos ''isto, ha pretendido has ta hov
pues auuque ut el Jia 110 se hu/le eMo templo tal romo tntoncu u constr11y6 por lo.t uno; el que esto escribe, ¡1ucs, creyendo habe r encontrado la entrada del enrnaraiiad~
ugregacivnts y obra! hechas ¡Joste~·iol'mtnte, S8 conweruo co11 su historia y ducripcion sendero, el hilo que debe sen ir de guia en tan intrincado laberinto, consignará por
cuanto basta al conocimit11to de 1111 formar y tli1po1icio'~- = La ig/e3ia de Santa 11rimera ''CZ sus ideas sobre la mate ria en el ALtlllll An1·fsn co DY. 'l'ou:no, cm-
hfaría la Real de lfiraclte, cerca de E rtella, wyo monasurio es hoy ca6á colegial de prendiendo larca tan á rdun, tan espino5a y de tan dudosos resultados en e l segundo
monges Benitos, fue CONstn:ada lmnbitn en la general deca1tacion, cual conJ /a de ar ticulO ace rca de los ti ESTOS DE liO:>"LliE:.iTOS COSS1'RUIDOS 0 "fOI.I:D() Dl: ll ANTH
/u mismu Crónica general, tomo lll , folio 366, refiriendo que cuando el ejircito LOS CLATRO t• tU~f.IIOS SIGLOS DEl, CtltSTI.\:."15310 J,HIRil.
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1
3
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1:,!3v~
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.t'raómentos
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que están en el muro esterior d.e la 161f:sia
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a.~·ruinada Oa Sa:n fri.nes
5. Otro fl'a~menlo que se encur.utra ml la rared Oe la casa número 11 en -la calle tle la Lecbu~a.
6 fllste y capitel que se comcrvan en medio del Jardin Qel Gristu O.e la Vega.
7y8 . Tl'O'/,Os de ailoTIJo, 3.ctualmente r.mblJtiQos tm la cara anteriur Unl "Putrnla ile AlcánhiTtl..
9 . Otro que sr. ve iSul'llmen\.6 em1mUilo eH u11 mtn·o ile las 1hrinos de Snn l\3ustin
10 r'"""' que" nall.m ""la """'trmarion Hamaaa ,_., ll>ñ•s ae \a ca">..' Biblioteca Nacional de España
RESTOS DE )IONUJIENTOS CONSTRUIDOS EN TOLEDO
liurnntc los rttntro primeros siglos llcl cristianismo libre.
ARTICULO 11.
ExiSTE:'\" en la Ciudad Imperial diYcrsos despojos de antiguos monumentos, distribui- do, aunque solo haya sido someramente, el arte islamita, con facilidad conocerti no
dos a! acaso en edificios de las edades media y moderna, los cuales, segun las tradi- haber sido engendrados por este durante ninguna de sus tres fases los espresados
ciones, son produclos del arte ejercido bajo el cetro de los godos. El escritor de las detalles toledanos, puesto que de él se apartan mas que del antiguo, no teniendo los
presentes páginas, cuando en abril de 18 1•7 fue por primera vez á Toledo con objeto follajes de los capiteles los repiqu<'S minuciosfsimos ni los re¡Jenlinos rebajos pro-
de formar el plan de este Album arthlico, ,.¡6 aquellos interesantes restos )' supo fundos, a pesar de hallarse, si bien con tosca ejl\cucion, de! todo concluidos; y ca-
lo que de ellos decia la tradicion; mas cstondo muy persuadido de ser imposible ha- reciendo los dcmas detalles de toda semejanza con los del orte traído par los árabes,
llar tli ''estigios de construcciones espuñolas erigidas desde que terminaron las per- segun puede verse cotejando los dibujos que ilustran estos artrculos sobre REsTOS
secuciones del cristianismo hasta la venida de los mahometanos, no quiso creer de IJE MO:OUME:OTOS COII'STHU IDOS F.'i T OLE()() DURANTE LOS CUATIIO l'ilt:IU:HOS SIG I.OS
ligero, y pasó todo un afio meditando é imestigando sin cesar acerca dt: tan impor- DEL CIUSTIAi'iiSliO 1.lu1u¡, con las láminas de nuestro ALDUll ARTÍSTICO, en las cua-
tante asunto, pesando con el mayor detenimiento las razones que en pro y en con- les se han copiado vistas y detalles de edificios pertenecientes á la arquitectura mu-
tra de tales tradiciones iba sugiriéndole su imaginacion, registrando escritos, con- sulmana.
sultando á personas eruditas, recogiendo las noticias y demas datos que juzgaba po- Los sectarios del Coram, al conquistar las ciudades de Espal1a, resen-ando todo
drian conducirle al descubrimiento de la verdad en tan oscura materia, y volviendo el rigor para las que se resistian tenazmente, imponían á las prontamente entregadas
á ,·isitar y examinar aquellas dispersas ruinas. Caminando durante este intervalo de bastante suaves condiciones, entre las cuales solian contarse las de permitir r. los
deduccion en deduccion, l\eg6 por fin á obtener el mas íntimo convencimiento de discfpulos de Jesus Nazareno seguir su religion, y la de dejarles á tal fin algunas de
que no solo las preciosas reliquias arquitectónicas designadas por la tradicion, sino sus igltlsias, como lo fueron en Toledo las de Santa Justa, Santa Eulalia, San Se-
tambien otras esparcidas por aquella antiqu{sima ciudad, pertenecen al¡1erfodo for- bastian, San Marcos, San Lucas, San Torcuato, y Nuestra Sei'iora del Arrabal; ¡>ro-
mado por los siglos IV, v, VI y \11; y de que su importancia es suprema, Ji causa hibiéndoles empero, entre otras cosas, el erigir nue,·os edificios religiosos y reedifi-
de poderse por medio de ellos venir en conocimiento de los caractéres propios de la car los que se arruinasen. Si á pesar de esta restriccion se repararon ó reconstruye-
arquitectura española en aquella época, cosa que hasta hoy se ha considerado abso- ron en To\aitola algunos de los templos muzárabes, obteniéndose para ello á costa de
lutamente imposible. grandes dádivas la aquiescencia de los gefes musHmicos, tales obras debieron ejecu-
Los fragmentos que las tradiciones toledanas indican como producidos por el arte tarse con ar1¡uitectura anlbiga al modo que lo manifiestan San ~larcos, San Lucas, r
en tiempo de los reyes godo1 de la primera. l!nta, son entre otros: cinco capiteles que San Torcuato; puesto que aun despues de conquistada la ciudad siguió em¡¡\eándose
se ' 'en en el patio segundo del hospital de Santa Cruz, y unos trozos de adorno á en ella el mismo estilo arquitectónico esclusivamente en el es¡1acio de cerca de si -
manera de florones, actualmente embutidos en la cara anterior del Puente de Alcán- glo y medio, y des¡llles, durante otros tres siglos mas, alternando con el ojival y el
tara, es decir, en la que mira rio arriba. del 1\enacimiento, segun se ve en las iglesias de Santa Ursula, Santa Isabel, Santa
Hé aqui los que adcmas atribuimos nosotros a\ periodo de los enumerados si- Fé, San J usto, San Uortolomé, la basllica de Santa Leocadia (\'n!go, El Cristo de la
• gtos.-Cualro capiteles de la mezquita 1¡ue hoy es ermita del Cristo de la Luz, ocho
capiteles y una basa de la iglesia de San Homau, unos fragmentos que están en el
Yega), Santiago del Arrabal, fabricada hácia el aiio de 121•6, y San Juan de la Peni-
tencia, que lo fu e en 1514, en el sepulcro de D. Fernan Gudiel en la catedral, en
muro esterior de la iglesia arruinada de Sau Ginés, otro que se encuentra en la pa- el palacio del rey D. Pedro el Cruel junto á Santa Isabel, en el castillo de San Cer-
red de la casa número 11 en la calle de la J.. echuga, un fuste y tm capitel que se vantes, en la portada segunda de la sala capitular de la Santa Iglesia Primada, y en
conservan en medio del jardín del Cristo de la Vega, y finalmente otros pedazos que otras innumerables obras todav{a subsistentes.-Tampoco ¡mes pertenecen 6. los
se hallan ell la singular construccion llamada «Los Dai'ios de la Cava¡¡, y en la Torre cristianos sujetos á la dominacian mahometana (muzdralm) los susodichos restos
de Santo Tomó. toledanos.
Presentaremos ahora sumariamente á nuestros apreciables lectores algunas de Los Estados de los reyes de Asturias, Leon y Castilla usaron hasta muy adelan-
las razones en las cuales se funda la opinion que acabamos de emitir. tado el siglo xm capiteles, cuyos cuerpos ó tambores, cuando no eran icoui1tico1 (es
Los restos arquitectónicos enumerados, no podría racionalmente dudarse per- decir, adornados con figuras de seres animados), tenian la forma de campana; ó ¡lirá-
tenecer á los citados cuatro siglos , si se probase no deberse al arte de épocas an- mide truncada inversa, ya cónica, ya cuadrangular; ó combinaban ambas formas;
teriores ni posteriores; emprendamos pues tal prueba, reseñando rapidisimameute pero siempre ensanchándose mucho y progresivamente, segun iban subiendo desd(•
la historia de la omamentacion monumental en .España. el fuste de la columna. Desde el reinado de Alfonso Vl en adelante, los follajes dis-
Durante los tiempos primitivos las toscas construcciones hechas con ¡1edruscos, puestos en general de un modo muy desi'mejante del empleado en los cinco órde-
en su forma uatural ó apenas labrados, enrecian de todo ornato, como se nota en los nes, eran ejecutados prolija y minuciosamente, pero sin atre,·imiento ni grandiosi-
monumentos célticos subsistentes aun en Eguilaz, pueblo de la pro,·incia de AJa,•a, dad: lo restante del sistema ornamental fue entonces una copia del bizantino, tanto
en Antequera, en l>ortugal y en otros varios ¡mntos de la Penfnsula; y como es fá- mas encta, cuanto mas tarde se cjecutaba.-Circunstancias contrarias reunen los
cil observar· en la parte inferior y mas antigua de las murallas de Tarragona, que se restos de 1¡ue tratamos, siendo de advertir entre otras mas perceptibles, la de ser
atribuye á los cartagineses. los cuerpos ó tambores de sus capiteles, asi como los corintios y com¡JUestos, cilfn-
Los griegos, al colonizar en nuestras costas del Mediterráneo, debieron introdu- dricos, c&n un pequeilO ap6fiji& ó refor110 en la parte su¡1erior é inmediata allibac(l.
cir en este pais los órdenes usados en la Grecia; pero no habiéndose internado en Si á esto se aliade la obsen·acion arriba hecha, de que la arquitectura árabe reinó en
Espai'ia, no pueden alribufrseles los fragmentos, objeto del presente artículo, que por Toledo con ~:sc\usion de toda otra, aun despues de reconquistada por los nuestros
otra parte reunen la circunstancia de diferenciarse notablemente de las creaciones la ciudad, no habiendo JlOr lo mismo podido encontrar nosotros, á ¡1esar de pone·r
de los artistas helénicos. para ello la mas escrupulosa diligencia, ni una sola moldurn, ni el mas le\'C vesti-
Los romanos, conquistadores del suelo cspaiwl, al erigir en él las innumerables gio del estilo romcwo-lii.:anfino, que usado por aquel tiempo en todos los dominios
obras con que esplénd idamente le enriquecieron, usaron csclusi\'amente, como por de la Iglesia 1\omana, se ostentó abundantemente en Sego,ia, A\ila, Salamanca y
do quiera , con la correspondiente ornamentacion, Jos cinco órdenes clásicos; es de- olras poblaciones no habitadas por los arquitectos muslimes; no se podrá menos de
cir el dórict~, el jónico y el corintio tomados de la arquitectura griega, el compuesto reconocer que los fragmentos toledanos, objeto de los presentes renglones, no pert~:~
im~entado en noma y reducido á In rcunion de \los ó lres de Jos griegos, y por últi- nccen tu m poco 6 la arquitectura cristiana de los los siglos x•, XII y x11 1.
mo el toscano, nacido probablemente en Italia, pero cuyo verdadero origen en reali- . Cu~nt!o hñcia el principio de este último el s.istema arquitectónico oj ival apare-
datl se ignora. Si en el imperio romano cambió clllrtc la ~raciosa sencillez que ha- CIÓ cas1 snnultáneamen te en las mas de las nacwnf's europeas, usó de ca¡1iteles y
bia poseido en Grecia por el fa stuoso lujo con el cual le abrumó la orgullosa Ciudad otros ornatos muy parecidos si no del todo semejantes á los del estilo á que acababa
Eterna, no careció sin embargo de mas ó menos buena ejecucion en sus adornos, de r eemplazar . Despues durante el x1v y el xv engalanóse con adornos propia y es-
hasta que abrazada y declarada libre por el emperador Constantino l la religion del clush·amente suyos; y entonces las tractrias y la dis¡10sicion de los follaje• en las
Crucificado {año de 323}, y despues abolido e\¡¡aganismo, los cristianos, sea ¡>orquc franjas y capiteles se diferenciaron tanto de los consabidos restos, que para conocer
á la sazon diesen poca importancia á las labores de escultura, sea porque para le,·an- Jo grande de su desemejanza bastará sin mas advertencias cotejar ligeramente las lá-
tar sus templos les bastase con tomar los desjlOjos de antiguos monumentos, fueron minas, en las cuales el ,\LBUM ARTÍSTICO DE To LEDO representa á unos y otros.
dejalldO de tal suerte perder la práctica del cincel, que cuando á falta de materiales El estilo del neuacimiento copió en Italia durante los sislos X\. y xn \lnlre los
sacados de otros edificios les era indispensable ejecutar ellos mismos los miembros capiteles del buen tiempo de la arquitectura greco- romana otrvs de la época de su
arquitectónicos, imitaban el adorno de la antiglle_dad griega y ro~a~a, J.lero tan dec.adencia, entre los cuales podrá acaso encontrarse tal ó cual que tenga cierta se-
inexacta y toscamente, que aun el ojo menos esper1mentado puede d1stmgmr de las meJanza con alguno, no con los mas de los toledanos cuya representacion acompalia
copias Jos modclos.-Los capiteles y demas detalles toledanos de que hablamos, ca- á estos artículos, semejanza existente á lo sumo en la distribucion del follaje, pero
reciendo absolutamente de delicadeza en su ejecucion, y distando no poco de tener no en su ejccucion, que delicada en los del Renacimiento, es, segun dejamos dicho
una exacta semejanza con los de los órdenes clhicos. es evidente que no han per- bastante tosca en los otros; semejama que nuuca hemos encontrado en los innume:
tenecido á las edificaciones de los hijos de Roma 11agana. raLles que ejecutados en J~spai'la durante este moderno perfodo hemos visto y de-
Los mahometanos cuando Yictoriosos in,•adieron la Espai1a. destinaron á la ce- tenidamellte estudiado. Pero aun si tal semejanza fuese completa , nunca podría de-
lebracion de los ritos del Islam diferentes iglesias, ya apropiándoselas por com11leto, cirse pertenecer á la arquitectura del Henacimiento los mencionados restos, llllesto
ya permitiendo á los cristianos continuar usándolas al par que ellos, .alternatira- que los cuatro ca¡1i leles de la mezquita que hoy es ermita del Cristo de la Luz, los
mente, ó dividiéndolas en dos partes. destinadas, una á los fielu de Cnslo y otra á ocho capitr,\es y una basa de la iglesia de San Roman, y otros de los citados frag-
los creyenle& de Mahoma , como sucedió al princi11io con la iglesia mayor de Cór- mentos, son parte integrante de edificios desde mas remota época, y los ci nco capi-
doba. De esta manera satisfacieron ¡>or de pronto los muslimes sus necesidades reli- teles que se ' 'en t:n el ¡1alio segundo del hospital de Santa Cruz erigido desde 150r~
giosas, mientras fiUe ocurrían á las civiles apoderándose de los palacios y casas de á 1 51'~, fueron, con ,·arios fustes de columna, trasladados alli de&dc la basílica de
los vencidos, y construyendo algunos baiios. En estas últimas fábricas y en otras que Santa Leocadia en la Vega, á la cual habia pertenecido. Si no constara osi 110r el
fueron erigiendo en seguida, emplea ron , como hablan hecho los cristianos, materia- testimonio de los hi storiadores, ¡1odria sin embargo conocerse ser estos últimM
les tomados de otros edificios, que por inmediatos y ya elaboraUos presentaban mas inllnit¡¡meutc mas antiguos que los restantes del edificio, por Jo mucho mas que
,·entajas que los encerrados e1t estado bruto dentro del seno de las canteras. Cuando han su frid o las injurias del tiempo que cuantos los rodf'an, á ¡1esar de hallarse, desde
agotado aquel recurso se \'ieron precisados los invasores á ejecutar por si mismos la que en este fueron colocados, bajo las mismas influencias atmosféricas ¡¡uc ellos· de
dccoracion arquitectónica, primero imitaron los orn atos de los estilos dt: arquitec- ser sus materiales no menos resistt!utes á la accion destructora tic los siglos; d~ no
tura encontrados 110r ellos l' ll los ¡1aises á donde habian cstend ido sus 7onquistas, y hallarse cu suma bajo circunstan cias mas favorables ni desventajosas que los otros.
con particularidad en los dominios tomados á los emperadores de Onente; y des- Podria tambien conocerse por no con,·enir á lo restante de la col umna , siendo asi
pues, haciendo progresi,·as innovaciones, llegaron á crear por último una ornamen- que de haberse hecho nue,·os, hubieran sido ejecutados de modo flUe se atlaptasen
tacion propia. Asi, durante la primera época y la segunda de las tres f'n que suele mejor que lo estan á los fu stes sobre los cuales asientan, y IJUC es facilfsimo notar
• dividirse la arquitectura mahomctanll, se ve á esta en Es¡1ai'ia, despues de a¡JOde- ser tambien obra de los tiempos que precedieron al anonadamiento del poder ma-
rarse de los ca¡1iteles antiguos, imitar los corintio! y compue&los, unas veces de- hometano en Toledo.
jándolos poco mas que desbastados, como en la mezquita de Córdoba. y t'n otras oca- Desde el siglo xn hasta hoy nada se ha hecho en España ni le,·~:mente parecido
siones repicando sus follajes de una manera minucioslsima, y dando de repente á sus á los restos de Toledo que tantas veces hemos recordado; habiendo sido por el con-
rebajos una gran profundidad, cosas que reunidas ambas bastan para constituir una trario los capiteles y los demas ornatos copias bastante exactas de los greco-romanos.
manera muy distinta de la usada ¡wr los griegos y romanos al entallar las hojas de
acanto y otras con que á estas f'n muchos casos reemplazaban. Asi en los denws Si, segun creemos, queda probado fJUe los RESTOS DE MO:>!CMESTOS referidos no
ornatos primero imitó los del estüo bizantino, y luego Jlaulatinamente fue des,•ián- pertenecen á las 7onstrucci on~s .de la E.sr.aiia primi.tiva, ni á. las fábricas grif'gas , ni
dose de este modelo hasta llegar á separarse totalmente de él. Asi en fin, durante á las romauas, m á las mushm1cas, m a las muzarabes, m á las de los estilos ro-
la tercera época dió con frecuencia á los capiteles una forma antes desconocida, y mano-bizantino, oji,•a\, ni del Renacimiento, ni finalmente al greco-romano restau-
los re,·istió con ornamentacion esclusi,·amentc suya y que por grados habia ido ad- rado de la edad moderna, forzoso serli com·enir en que han sido CO:'ISTRCIDOS oc-
qui riendo, con todo lo cual creó un nue,·o género de capiteL-Quien ha~·a.estudia- D.\:>!TE LOS CliATilO I'RUIEROS SIGLOS DEL Cll iSTIA:'I'IS.110 LIURE.
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([U e lln v I! S t•t• m llil tlt•l r. · i~lfl d t• lil Lm: .
RESTOS DE ltONmiENTOS CONSTRUIDOS EN TOLEDO
~ur,mtc los cuatro primeros siglos ~t·l cristianismo li~rr.
ARTICULO lll.
Es el articulo segundo hemos maní restado que ciertos RESTos DE MO:'i"UMENTOS, ac-
tualmente esp:~.rcidos por la Ciudad Imperial, han pertenecido á construcciones eje- doble~ pwtas y tallos greco-romanos, se acerca al del número 2, á causa del (ace/ado
cutadas durante la época comprendida entre el aiio de 323, en que Constantino el de las cuenta• que por ambos corren. En este último se di,·isa adE'mn una especie de
Grande abrazó la re de Jesucristo, y el de 711, en que los sectarios de Mahoma in- ornamcntacion, formada principalmente con c(rculos enteros ó porciones de ellos,
vadieron y conquistaron la España. Procuramos alli apoyar nuestro aserto probando que aparece claramente en los números 5, G y 10, y en la basa de San !loman; gé-
no poder atribuirse tales RESTOS á tiempos anteriores ni posteriores; y ahora, para nero de ornamentos que, presentándose ya en el puente Salaro, sobre el Teverone,
corroborar la emitida o¡1inion, vamos á tratar de demostrar que es preciso atribuir- junto á Homa, reedificado por el caudillo bizantino Narses en el aiio Ue 565, se usaba
los al período compuesto ¡1or los siglos n ·, v, '''y vn; tanto por ser sus caractéres aun durante el siglo IX en los estados de los reyes de 01·iedo, segun puede verse, por
arquitectónico! semejantes á los de otros edificios europeos erigidos en estos cuatro ejemplo, en la iglesia de San Miguel de Lino, donde dos cfrculos concéntricos in-
siglos, y por constituir una ornamentacion que 'isiblemente marca un punto me- tersecados JIOr otro, repitiéndose innumerables veces en distintas direcciones, lle-
diante cutre los estilos anterior :~1 siglo 1\' , y posterior al Yll; cuanto por hacerlo nan cierto espacio, formando una eSjJecie de red ó tircio1~. En arcos y cnpiteles de
entender asi las tradiciones toledanas pertenecientes á los mismos RESTOs, y la llis- esta iglesia se dibujan (loro11r1 circtmscriptos, los cuales recuerdan los Ue los núme·
toria del arte espaiiol en las dos épocas inmediatas ó. los cuatro siglos, harto cono- ros 7, 8 y 10 de la lámina citada que tienen alguna semejanza con las pateras es-
cidas para no presentar dudas con respecto ni asunto que ventilamos. culpidas en los frisos dóricos de los templos paganos y de otras fábri cas. La misma
E~:iste en efecto una es! remada anulog!a entre aquellos detalles toledanos y los iglesia contiene colmnnas funiculares, que tambien traen á la memoria el fusle con
de edificios erigidos, Uuranle la época designada, en los paises eu ropeos que perle· estrlas espi ral es, número G; y ademas {unículos (adornos á manera de cordones re-
neci.cron al imperio romano, y con cspecialiúad en Italia y Francia; tanto por las torcidos), qne parecen una imitacion del que rodea al capitel número 3 de la ermita
ideas generales de ornamentacion, como por la forma J proporciones de los capite- del Cristo de la Luz, Otras iglesias asturianas de estilo romano-bizantino, cuyn en u·
les, y por la disposicion, grandiosidad y tosquedad de sus follajes. Patentllase tal meracion omitimos por evitar prolijidad, ofrecen ca ractéres semejantes á los de San
Miguel de Lino.
semejanza cotejando nuestras copias de los RESTOs toledanos con las de los capiteles
ele la fachada del comento de franciscanos en !\avena, que se cree haber sido la de Pasemos ahora á esponer como la historia de la arquitectura espai10la y las tra-
un palacio del rey ostrogodo Teotlorico, I[Ue reinó de !,93 á 526; los de la nave de diciones de Toledo corroboran nuestro modo de pensar.
la iglesia en San Apolinar de aquella ciudad, fabricada por el mismo Teodorico; los De Jos detalles toledanos, objeto de la in1•cstigacion prcsente, unos, segun la
de la iglesia de San Gregario de llimini, ejecutada en el siglo ,. , y los detalles del lradicion, han pertenecido á algun edificio cristiano de la primiti1'a é110ca del culto
puente Sala ro sobre el Teverone, cerca de 1\oma; todos los cuales pueden verse en libre, como los capiteles trasladados al hospital de Santa Cruz desde la basflica de
la obra titulada «llilfoire de [art par lti1110itltn!etlfS drpuis sa düadence au 1\' ,• Santa Leocadia, erigida en la Vega por el rey Sisebuto en el aiio de GIS, á la cual
sitcl~ jusqu" /¡ 101~ reJIOil!:dlwun/ au X \"l. •; par J. B. L. G. Seroux d"AgiiiCOUr/)), se dice pertenecieron; y como los del puente de Alcántara en Toledo (lámina de
lámina X1' 11, números 13, ff~, 20 y 2 1; lámina xtx; y lámina LXIX, números&., 5 , 6, t(DET.tl.l.l:!S mn:Rsos,» números 7 y 8\ que cual otros semejantes á ellos, es¡larci-
7, 8, 13 )' 15. Se patentiza tambien haciendo igual cotejo con los ornatos de los dos por la ciutlad, se tenian, segun Al cocer, por r1arma&, di&Í$/11 d i•uigniar» del
monumentos mcrovingios, como, I)Or ejemplo, con los del pórtico de la catedral de rey Wamba, y que el doctor Pisa cree haber pertenecido lambien á la basílica de
Aquisgran, en donde, adcmas de los capiteles de las columnas, es de notar un fuste Santa Leocadia. Otros hacen parle de monumentos musulmanes, que como las tres
con eslrias espirales muy parecido al que en Toledo se conscn·a en medio dul jor- mezquitas, hoy convertidas en ermita del Cristo de la Luz, iglesia de San 1\ oman y
dit¡ del Cristo de la Vegn; con los de la antigua catedral de Vaison, cuya cornisa ruinas de la de San Gint!s, acreditan la historia, las tradiciones y los caractéres ar-
tiene un adorno á la manera del que se l~alla embutido en la casa número J l de la quitectónicos haberse erigido durante la primera fase de la an¡uilc.ctura mahometa-
calle de la Lechuga en la autigua corte visigoda; con los de la iglesia de San Juan na. Tales detalles, al ser empleados en edificios fabricados á honra de Allah y del
de Poiliers; con los del Monumento de .Mornas y con otros muchos.- La circuns- Coran, 6 para la utilidad pública de sus creyentes, se lomaron ya completamente
tancia de encontrarse tal similitud solo entre las obras construidas durante los cua- elaborados, 6 se copiaron de otras construcciones erigidas antes de venir las hues-
tro siglos en las naciones europeas cstrangcras ~ujctas á influencias análogas á las tes islamitas; puesto que no pertenecen ni arte muslfrnico, segun en cl artículo an-
dominantes en Es¡1ailll, y cutre las reli11uias arquitectónicas de Toledo cuyo exá- terior creemos haber probado. En cualquiera de ambos casos es cla ro que presen-
men hacemos, prueba ser estas debidas á aquel mismo periodo. tan los caractóres del estilo arquilectónico que murió en Espaiia con la monarqu(a
Fácil y claramente se conocerá pertenecer estos fragmentos á una época me- 'isigoda de la primera linea, al principiar el siglo \'111.-Los otros detalles restantes
diante entre aquella que terminó con la libertad de la Iglesia, y la que comenzó con tienen una semejanza tan visible con algunos de los que acabamos de enumerar.
la aciaga jornada del Cuadalete, si se estudian detenidamente, comparándolos con que no se puede menos de atribuirlos á su mismo periodo,
los ejecutados durante las otras dos en nuestra propia penlnsula. Poseen en cfecto
caractéres 1¡ue evidentemente muestran 11ertenecer á un estilo que siguió al greco-- Si en cl artfculo anterior probamos, segun nos pro1msimos, que los fragmentos,
romano CU)"a existencia terminó en cl siglo 11', y precedido al romano-bizantino que objeto de esta página, no podían l)ertenecer á é¡wcas anteriores al aiio de 323, ni
se generalizó en el nu y siguientes, durante los cuales se practicó este último estilo posteriores al de ill; si ademas hemos acaso conseguido demostrar en el presente
en la monarqufa asturiana. Eumfnense con tal fin los capiteles de la iglesia de San poderse solo atribuir al perfolla comprendido entre estas dos fechas, ya por su se-
Roman, del Hospital de Santa Cruz, de la basflica de Santa Leocadia (1•ulgo el Cristo mejanza con los l'jecutados durante el mismo tiempo en otras naciones eu ropeas
de la Vega), y de la ermita del Cristo de la Luz , copiados en las láminas adjuntas á sujetas á influencias, hasta cierto punto, de la misma naturaleza ¡¡ue Espaiia; ya por
los presentes art!culos, y se a1hertirá que, á pesar de componer el corto número de poseer caractéres arquitectónicos que man ifiestan deberse (i una época intermedia
die1. y ocho, puede formarse con ellos una s!!rie, la cual comenzando con el nú- entre la que Jlrecedió á la comersion del Gran Constantino 1, y ti la que siguió á
mero f.o de los de Santa Cru z, que so asemeja bastantll al greco-romano del órden Jos conquistas de los secuaces del hlam en la penlnsula; )'ll por hallarse en monu-
compuesto, vaya caminando paso á paso hasta llegar el último á ser el gra do in me· mentos del primitivo estilo árabe sin corresponder :í este; ya en fin porque lastra-
dialo á los romauo-bizantinos de Asturias, notablemente ensancllados por la parte diciones, concordando con la l1istoria del ar te espaiioJ, los sei'Jalan como hijos del
superior, y cubiertos cou Jwjos de sencillos y toscos contornos. periodo que inmediatamente siguió á la libertad del culto del Hedentor , será preci-
Otro tanto diremos de lo11 derm1s ornatos. Véase en la lámina titulada rrDET~ so repetir Con nosotros, que SOn RESTOS llE MOC'IiUJIE:<i1'0S C01iSTRL'IDUS !i1i 'I'OL.EI.IC.
r.LES lliYERSOS,ll coliJo el adorno número 5, al par que en cierto modo recuerda las IIU11&1i'TE LOS CL:.u no PRI,\I EitOS SIG LOS DEL CniSTIA1ilS310 LlllJE .
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~-mru ~ :w ll 'K' &l1l!l~ ~ il\. ~')(" ~ (g)l'\lJj' ~
ARTICUJ..O IV.
D llSPDES ele afirmar en el primer párrafo del artrculo 11 , que ltu reliquias arqt•icec-
16nicar, obj~lo de /¡u pruen/~s inveMigacioJIU, perteueceJl al perfodiJ compuesto por mente en el interior de las iglesias, y casi siempre en todos los demas puntos de es-
tos y de otros edificios.
los ligio& IV, Y, \' 1 y \'11; aiiadimos ur ~u¡lrema su importancia u(i cottsa d~ poderse
por medio de ella& venir en conocimiento rh los caracteru propios de la arq11ilectura Las dcmas purtcs componentes y ornamentales de los monumentos solian ser
espafwla et~ aqud/a ipoca, co&a que has/a alwra u ha cousidn·udo ab¡;o/utamtl!le im- reminiscencias del arte antiguo: asilos muros, por el cslcrior, recibian los tejados
poJi!J/e.» Probada )' 3 la parte primera de la pro¡JOsicion, y sentados algunos otros sobre cornisas compuesta:. de molduras poco complicadas y sostenidas 110r modillo-
antecedentes, faci iCsimo es hacer \'C r la certeza de la segunda. nes, sencillos 6 esculpidos, imitados de los antiguos: asi las columnas tenian fmtes ,
Presenlando nquetlos resto~ la ornamcntacion y algunos miembros arquitectó- ya lisos, ya adornados con estrías verticales ó espirales semejantes á las de un
nicos debidos á los CU.\TRO PRil!EROS SIGI.OS DEi. CRISTIAMS:MO LlllRE en basas, templo 1¡uc esta debajo de Trc,·i, entre Fu!igno y Spoleto, en Italia: asi Jos capite-
1
fustes, capiteles y otros ornatos; y manifestándose, segun dijimos en el precedente les eran al principio exactamente semejantes á los de los órdenes greco-romanos,
articulo, una grande analogfa entre estos y los que de su clase constilu)·en ¡¡arte y en cs¡Jccial á los del corintio y del compu{'sto; y luego consenaron las pro¡IOr-
de edificios alzados durante la misma época, y subsistentes aun hoy en Fran- ciones r formas del tambor de estos y la disposicion ntbittue de los follajes, aunque
cia y en Itali a, pocos son los caracteres que falta a\eriguar; y esos, atendida la flOr grados fueron modificando su dibujo y \'ariando su cjecucion: a:.i, por último,
recordada semejanza, es patente que debieron ser iguale:. á los de los dominios oc- las puertas eran cuadrilongas, ,. las ''en tan as arqueadas .
cidentales del imperio romano. La simple enumeracion de los caracteres arquitec- La humildad e\'angélica, unida á la 11recipitaciun mencionada, hubo de motiur
tónicos de los CUA "fRO SIGLOS en Italia y Francia, bastaria por tanto para dar á cono- el que en los primili\"OS templos tlel cristianismo libre se economizasen los ornatos
cer los que, hasta ahora ignorados, acompaflaban, en los monumentos toledanos del de un modo tal, qut: los muros solian dejarse totalmente lisos, formando uotable
espresado pedodo, ú lo:. manifestados por nuestras láminas y anteriores artrculos. contraste con los de edificios paganos construidO§ en la inmediata é110ca preceden-
Creyendo empero nosotros no deber limitarnos á solo enumerarlos, \"amos á ante- te, en los cuales a11cnas queda!Ja sin cubrirse de ornamentacion algun pequeño es-
a
poner su enunciacion un compendioso relato de las causas que los crearon, es pacio. La falta ele prii.ctica en el ci ncel, nacida de esta circunstancia, se reveló, se-
decir, de las influencias 6. que estuvieron sujetas, de las YicisitUI.les sufridas por la gun en otro articulo hemos apuntado, en la mala ejecucion de los adornos escul¡li-
metrópoli y provincias occidentales del Imperio, influencias á las cuales hemos di- dos 110r los urtistas cristianos de aquel perfodo cuantas \'eces se vieron precisados
versas veces aludido. á ejecu tarlos; siendo, por ejemplo los follajes , aunque imitados de los antiguos, mal
Corria la décima, In mas cruel de las persecuciones hechas á los cristianos, discilados, continuamente agudos, con rehundimicntos profundos y cortados á bisel.
cuando el céleb re emperador Constantino 1, abruzando la religion de Jcsus, dió la
paz y libertad á la Iglesia. Al pasar repentinamente el cristianismo, de odiado y
perseguid~ por los gobernantes, á libro y patrocinado por el neófito monarca, se El estilo arquitectóni co, creado de la manera qu~ rápidamente aca~amos de in-
encontró desprO\'Ísto de templos á causa de haberle destruido las persecuciones dicar, y al cual su llama lalino, por haber nacido y desarrolládose en la region de
todos ó la mayor parle do los erigidos en los intérvalos algo paf"fficos que de tiempo Europa que siempre 11ertcneció á la Iglesia Latina, IU\'o IHies, por principales ca-
en tiempo habla sozado. Constantino trató de ocurrir á la urgente necesidad, produ- racteres, los que, arriba referidos, resumimos á contin uacion.
cida por la falta de iglesias, donando, con objeto de que se habilitasen pa ra el culto, Lo El arco de porcion de circulo plantado sobre columnas, colocacion bien di-
algunos {'dificios profanos; pero eran estos demasiado pocos para los discf¡Julos del ferente de la que tenia en los buenos ti empos de la ar¡1uitectura greco-romana,
Enngclio, que debían asistir ú los Oficios divinos, no como los gentiles, á quienes durante los cuales estaba, digii.mos!o asi, como inscrito entre las columnas y el
bastaba con presenciar las cer{'monias desde fuera del templo, sino por el contrario cornisamento, quedando llor consecuencia su parte superior mas Laja que los capi-
teles.
precisamente dentro del recinto sagrado; y que por otra parte, eran ya á la sazon 0
tan numerosos, que no solo abundaban en la capital del imperio, sino tambien en 2. La ausencia de la writmia ó, como generalmen te se dice, do &imtfria,
sus ciudades, \"illas y aldeas, y hasta en remotas regiones adonde no babia llegado falla que, si no siempre, se obsen'a en la mayor parte de los edificios, á causa del
ni aun la mas leve noticia del inmenso podcr de Homa. Fué pues necesario erigir poco cuidado que se tuvo de poner en armonfa, al tiempo de utilizarlos, á los in-
rápidamente muchas iglesias; y oiJligando la premura del tiempo á tomar, para tal coherentes fragmentos tomados de di\'ersos monumentos antiguos.
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Litog. de.BackiUer
E10 el siglo \' 11113 avenida tic tribus guerreras ]lrocedentes del norte y del oriente, y los godos, acaudillados ¡10r Atau!fo,laCataluiia y el Aragon, al par 1¡ue allendedl'
parte de las cuales habian sido auxiliares asalariadas de Homa, iuundó los estados los Pirineos h. Ga\ia meridional. donde en la ciudad de Narbona si tuaron su corte;
occidentales del Im¡lcrio (que á la sazon eran ya una monarquía a¡1arte), y apro- quedando asi solamente en poder de los imperiales el pais llamado ahora Castilla la
piándoselos los tras orm6, de ¡1rovincias de la Ciudad, en diversos y grandes reinos. Nuc\'a y algunas polllaciones marítimas. Probable es que aquellos conquistado res,
Habiendo tales tribus hecho hasta entonces vida nómade, y tomado de los cul- si trataron de edilicar con alguna elegancia, como parece natural siquiera desde su
tos romanos, cuando lo verificaron, los conocimientos humanos que algunas llega- corwersion al cristianismo, se valiesen de los arquitectos romanos al principio, y
ron á poseer; carccian de Br<JUilectura pro¡1ia, 'i por tanto adoptaron, al erigir edifi- des pues tambieu de los gotlos, cuya superioridad en la t>jeeucion del arte latino e ra .
cios, el tMilo /a/Ú1o tlominanlc en el im¡1erio de occidente al tiempo de ser por ellas Sllgun dejamos dicho, reconocida por sus contemporáneos eslran¡;eros.
,·encido r desmembrado. Alestfguanlo el¡1alacio de Teodorico en Anxur (hoy Ter- Los reyes godos, al principio, muy ocupados en eontrarestar á los hijos de Homa. y
racina); la iglesia de San Apolinar de l ~a,·ena, fabricada por el mismo re~·; su ca·· mas aun á los inquietos borgoiics y francos. rara vez venian á Espaiia á pesar de 1¡ue
pi !la sepulcral, erigida por su hijo Amalasunlho, lambien en Ra,•ena, y otros Ya- \Yalia habia comenzado con feliz éxito á hostilizar á los vándalos y alanos: \'crda-
rios monumentos toda\'la existentes. dcros dueiios de las Galias, no eran obedecidos en la Penfnsula sino cuando entra-
Uno de aquellos pueblos bárbaros, el pueblo godo, llegó á superar á los demas ban rodeados de poderosos ejércitos .. Pero habiendo los \':Í ndalos, en mímero dt'
en la ejccucion del adoptado estilo arquitectónico, y hasta, segun parece, á igualar 80,000, embarcádose y emigrado al Afriea, llamados allá por un prefecto romano
cuando menos á los romanos mismos, puesto que en tan alto grado como estos es- (en &-27), y aiiaditlo Eurico a sus pro,•incias de la Hética y Catalulta las de Lusita-
citaban sus artistas la admiracion de los coetáneos, siendo tal su renombre, que el nia y todo el centro de nuestra nacion (en 466) conquistándolas de los sue\'OS, á
decir de un monumento lwber sido edificado por artistas godos, era tributarle el quieues sujetó lotahnentc, y las posesiones 1¡ue aun conser\'aban en nuestro pais
mas cumplido elogio; y (¡tic los reyes francos, reputándolos como los mejores ar- los tle Homa, esce¡Jto algunas plazas marítimas á las cuales no pudo atacar por ca-
quitectos de la ópoca, los encargaron, esclusi\'amente á ellos, la construccion de recer de embarcaciones; adquirió este monarca el positivo y al.lsoluto dominio de
los edificios, religiosos en la mayor parle, con que dotaron á su reino. Así, para ci- lu Iberia, pudiendo por tanto decirse haber sido él e! \'erdadero fundador de la mo-
tar un solo ejem¡1lo, en la vida dll S. Ouen, obispo de l ~uan, escrita en Francia narqula \'isigoda. V sin embargo Amalarico (531-5 118) fue el primero que se esta-
hácia la primera mitad del siglo \ ' 111, se halla el siguiente pasaje:-11/a vero ba- bleció completamente en Espaiia, fijand o en Sevilla In corte de los \'isigodos, y ce-
silica in qua !IIIIC!tl ~j 11s membra r¡uietcwt!, mintm optts, quadrú lapidibus, GOTIItCA diendo (t Alarico, sucesor de T eodorico, parte de la l~n n cia á trum¡uc del recono-
M.uw rl¡Jrimo Clolhario Frcw corwu reg& o/im nobiliter construcla fttif, mtiiO ]lhl8, cimiento quo este le hizo del sciwrío de Espaiia y de los restantes dominios dll la
mintts quarto ct vige~imo r~gni ejus, sadem Jlllot omaqensem obtineute Nm;io episco- Galia Gótica.-Entonces la inlluencia de los arquitectos godos debió crecer e n la
po.l> {llecuci! de DtlclteSile, t . 1, p. 638). Cuya ' 'ersion al castellano es:- >.<Aque- Nacion do una manera mur considerable.
lla basilica (de S. Pt•dro tic 1\uan) w que descan$an ms sa11tos miembros (los de Atana¡:tildo, disputando el cet ro á su competidor Agila, trajo en su auxilio, del
S. Ouen) fue noblemente conMnn'rla, c011 obra admirabl~, piedras cuadradas y ol!AI'O otro lad.o del Estrecho de Gibraltar, tropas de las que el emperador Ju stiniano te-
GÓTICA, por Cloturio T, rey de low francos, /1ácia el o1io 2'~ de sureilwdo (535 deJe- nia en Africa desde que sus ejércitos, acaudillados ¡10r Dclisario, habian destruido
sucristo), obleltiendo ti obir/10 Fiado la silla 11/wtomagwre ó de Rua1~).JJ-Cualidad (en 532) el establecimiento fundado por los vándalos que allá fueron de España, y
tan honrosa para los godos ue el natural resultado de las ''entajosas circunstancias hecho prisionero á su rey Gelirner. Conseguido el triunfo de Atanagildo por medio
en que ellos se encontra ron y de las cu~les no podemos menos de conmemorar las de tales auxiliares, estos, no queriendo salir de In Penfnsula, se hicieron fuertes en
siguientes. Habiendo tenido continuas relaciones con los descendientes de ll ómulo, la pro\·incia de Carlagena, en donde con vario suceso se sostuvieron haciendo cor-
COt!lO vencedores, como vencidos y como aliados, y formado parte del ejército de rerlas por las tierras circunvecinas, hasta que Lcovigildo se hizo único dueiio de
Roma en clase de tropas asalariadas, poscian ya algo de la ci,·ilizacion romana, y toda Espaiia, sujetando la Galicia hasta el punto tle terminar la dominacion de los
aun habian abrazado la religion cristiana, cuando, acaudillados por su bravo, im- suevos, y tomando á los bizantinos las ciudades de Granada, Málaga, i\l edinusido-
lletuoso y emprendedor rey Alarico atravesaron los Alpes, inundaron las hermosas nia, Có rdoba y otras, obligá ndolos por consiguiente á replegarse á sus fortalezas de
llanuras de Italia, aterrorizaron á Ha,•ena, donde á la sazon residia el emperador la costa (por los años de 570-580). Estos adrenedizos, habióndose incomunicado con
Honorio, y sitiaron é hicieron mendigar y pagar cara la paz á la misma orgullosa sus débil;s em¡lcradores de. Constantinopla,, no pudieron pedirlos so~o rro alguno, y
ciudad de Augusto; por tanto, cuando poco despues \'Ohieron á sitiar, y tom:,ron y JlOr lo nHsmo fueron paulatinamente mezclandose con los demas hab1tantes del pais
saquearon á esta antigua metró¡101i del mundo, respetaron en la cruel devastaciou hasta llegar á confundi rse con ellos. -Las relaciones de los godos con los hijos de
á todas las iglesias cristianas. El ¡mcblo godo fu e el tínico que entre los bárbaros Bizancio, que, sin necesidad de otro ningun dato que la sucinta narracion acabada
im·asorcs del Imperio se mostró fa\'Orable á la civilizacion de este, )'se indinó de hacer, se conoce fueron harto Intimas con los de la otra parte del ~lediterráneo
desde luego á adoptarla, habiendo ya Alaulfo (s ucesor de Al arico y lut'go esposo tle y frecuentes con los ''cnidos acá, y ademas el haber estos ocupado difere ntes IHIC·
la hermosa Galla l'lacidia, hija de Teodosio el Magn o y hermana del emperador blos de Espai111 durante algun tiempo, era natural que difundiesen por nuestra
Ilonorio) concebido el proyecto de proteger la ci,•i\izacion romana con las fuerzas y Penfnsula algunas de l(I.S ideas arquitectónicas, al numos de ornamenlacion, domi-
el valor de sus belicosos st'lbditos, pouiendo bajo su patrocinio las artes y cultura nantes en el imperio de Oriente . Asi es que en Toledo, corte visigoda desde el prin-
de los vencidos imperiales; y, poco despttes, Teodorico el Grande, educado en la cipio del l'einado de Atanagildo (555), encontramos, eu los restos arquitectónicos de
corte del emperador oricutal Lcon, en Constantinopla, y amoldado por consiguiente aquel ticm¡10, detalles de ornamentacion correspondientes al erlilo bi::antino, con-
á las costumbres romanas; gran g uerrero pero nrnaute de la paz, para cuya cons!lr- sistiendo princi¡wlmente en con/arios facetados, e n circulo' completos ó porciol!e!
vacion desplegó talentos supel'iores á sus grandes virtudes militares; '1\•odo ri co, de ellos combinados e ntre sf, género de adorno que, segun dijimos en el ar!Cculo 111 ,
pues, mostrándose sillmpre solicito para lillertar Ue una pérdida, incvi1uhle si no se halla en el puente Salaro, edilicado por el caudillo bizantino N¡Jrscs el aiio
hubiese sido por su proteccion, la c ultura de los romanos, protegió por lodos los dll 3ü5 (") . Toles ornutos tlehieron em¡1ero estar tomados y empleados como al aca-
medios posibles sus artes y seiialadamente la arquitectura, la escultura, la pintura, so, aislados, desprendiJIJS de cuanto con ellos habia tenido relacion e u el sistema
el mosáico y la fundicion de metales, é hizo restaurar los monumentos de 1\oma, arquitectónico de los l'•lises orientales: asi se encuentran toda,·fa eu S. Miguel de
por los que tuvo la[ entusiasmo, 1¡ue hablando de ellos escribia á Simmaco:-n¿C6- Liuo, en Santa Maria de Naranco y en otras iglesias de Asturias e rigidas durante
·mo no admiraríomoJ utas bellas obrar, e•w1ulo liemos tenido la felicidud de t:erlas?)) la mouarqufa asturiana, en las cuales se ''en adoruos constituidos ¡lar círculos enla-
V dando al arquitecto Aloysius el cargo tle consercndor ¿inspector de lo!< edificios, zados, capileh!s de pirámide truncatla inversa\' otros detalles \iSiblemenle co¡¡iados
le decia;-(rQueremol qu~ Vuestra St1blimida (t cigil~ la consen:acion de lot monu- de los bizantinos, sueltos, sin conex:ion con ol;os de su género.
mentos antiguos y cmulntya OII'OS nu~tos, á lo• ctmies no fa//~ para igualar á lo&
primeros mas que la utullt.z. ¡Cuántos conocimitnlol os ron nuuarios! ¡Cuün lui-
bil t 1nteiigwte te11eis que ser para llenar lan importuntu d~b~ru! Condecorado
con una cara de oro marclwr~ia inmediatame111t delant~ el~ 1Yos y ~~~ medio tle los De lo que acabamos de manifestar se deduce claramente haber los arquitectos
mtmerosot oficia/u que nos rodean, á fi-11 rle r¡ue nunca flOdamos olvidar cuán im- godos aitadido á Jos ca rae/ere• del erlilo latino, e numerados en el artículo 1\" los
portante u 7111ra lor reyu ti que rus pnlocio1 retel~n su 1nagnificencia.ll Ademas de J os 1¡ue ¡Í conlinuacion es¡1resamos. '
Roma atrajeron los cuidados de Teodorieo, lla\'ena, Pa' ia, T torracina, l\Jonza ~· J .o Capitelu con tambor de iguales proporciones y forma que Jos greco-romanos.
• otras ciudades que bajo su cetro fueron enriquecidas con construcciones de todas y con fallaj~l que, consenando la dispo!icion subiente de los antiguos, tienen una
clases.-EI¡mebln godo, \'Í\'iendo entre los escelenles dechados de la anligfledad. di&tribtt~ion muy \'ariada y di!\ti~da de ~a ~e aquellos, y á \'eces se me1.clan con fu-
y estando eslimulado ¡¡or el t'jemplo de su monarca, era ualural que llfodujese t:mi- "íct~lor u otros adornos pertenecientes a generos de ornarnentacion no conocidos en
nentes artistas y especialmente insignes arquitectos. la ;111\iglledad.
J.,os godos, durante el tiem¡10 r¡ue permanecieron en Itali a (desde /¡.!)3 á 553), 2. 0 Dual/u sueltor tomados y empleados como al acaso, aunque copiados con
debieran desarrollar ampliamente en la arquitectura el e~tilo lat.ino por ellos ado¡l- bastante exactitud de la onwmenrucitm bizant ina.
tado, puesto que asi lo hacen entender las novedndes arqUltectóntcas que se encucn· El pr~mero so ohsen·.a asi en los edificios erigidos por los godos en It alia y ci-
tran en la forma de las bnsas de las impostas media u tes e ntre columnas y a rcos, y la tados aiTtba, como \ambten en los restos de mon tt men tos toledanos reproducidos en
distribucion y ejecucion de ¡'os follajes en los capiteles de los edificios erigidos por las !~minas adjuntas á llStos artículos. El segundo, usado t":sclusi,·amcntc en la ar-
Teodorico, como se ''e en la fachada del convento franciscano de !\avena, que se quitectura latina del reino \'isigodo, se presen ta tambien en las mismas lúminas de
cree haber sido de un palacio de este rey, y en S. Apolinar de la misma cintlad. nuestro At.nuM AnTÍSTtCO que acabamos de citar.
Etl eslos ejemplares los capiteles no con sen an de la antigüedad mas que las pro-
porciones y figura de los tambores del corintio y del compuesto'· y la disposiciou El estilo /orino, con estos dos modificaciones, Uebió prevalecer en nuestra na-
subiente de sus follajes: su distribucion y ejecucion son harto drstinlas de las de cio n, y seitaladamente en Toledo su corte, hasta que la l'enida de los mahometanos
estos, y ademas algunas impostas son pirámides trun cadas itwersas. hizo acabar er~ el rey D.. llod rigo la monarquía visigoda de la primera línea; pues
que, se¡;nu deJamos mantfestado, se le ,.e a¡Jarecer aun, y casi sin alleracion, bajo
Cuando el Imperio fue itwadido ¡1or los hflrbaros, Es¡1ai'ia, poseida á la sazon el trono de los monarcas asturianos.
tranquilamente por el Pueblo !ley, se \iÓ inundada de formidables ejércitos com-
puestos de dh·ersas tribus, que se apodera ron de gran parte de ella. ocupando. so- (') Véuse loS Cllnloriol {acttador en [os númerns 2 f 11 de la 1:\mina que se intitula ul>lfT A-
bre poco masó menos, los sue,·os lo que hoy es Leon, Galicia y Castilla la \' ieja; I.L,WSmvwRso:>: • ~las cambinncionu de drcul<¡l y p(lrri11nu de ellos ~n lo5 2. 3, 4 y 10 de lo
ml Sm t; y en fi tiUtllUO li dt 1" lilulada CAPintLitS V UH Dti U AIIQt:'t:RIA. QCE SlthMA LA
los vándalos y silingos la Bética; los alanos la lu sitania y la pro\·incia Cartaginense; NAn: IIAl'O R BK LA COLATKIIAL llll LA llPIHOLA E.'\' LA IGU.~I ,\ 11![ SAS JIOJI .IS.•
,,
(At·lículo VI y ültimo.)
R éstanos aiiadir, como complemento, á lo dicho acerca del presente asunto, algunas Lámma Con cual ro td:AP l r..:u:s OE LA .\IEZQLITA QUE lJOl' ES f.Rll lTA llf.l. (¡u,-
palabras acerca de cada cual de los dibujos que ilustran á los arUculos intitulados TO DE LA Luz,» representados con las impostas, los arranques de Jos arcos 1 parte
corno el presente; y ademas de esto, como por a péndicc, una bre,·rsima conclusion. de los fustes que en la actualidad los acom¡,afian.-EI capitel número 1, aunque bas·
La lámina rotulada ccC .~PITHLilS QUE SE VEN liS El. PATIO SEGUNDO UEL JI OSI'ITAL tante estro¡1eado, se ¡1ercibe que estaba enriqueciJo con follajes y algunas otras cosas
DE SANTA CRl!7.D presenta cinco de estos, trasladados á aquel edificio desde la luui- como Jos arriba cnumerados.-EI número 2 tiene hileras horizontales de hojas agu-
lica de Santa L tocadia ( hoy igluia dd Criato de la t'tga) , á la cual hubieron de das)' sin 11icar, y recuerda igualmente que el anterior la dislribucion del capitel cu·
¡¡crlenecer desde que, por los aiios de 618, la fundó el rey , isigodo Siscbuto.-El rintio.-EI número 3, derhacion lejana del compuesto, consena á pesar de su es-
marcado con el número 1. 0 , es una imitacion del greco-romano de órden compues- lado de gran deterioro, un grueso funlculo reem¡1laz.ando al equino de los órdenes
to, aunque apartándose bastante del tipo primitivo, p por la pequeñez de sus clásicos; sobre el funfculo una cosa saliente en HZ de ,·o! utas, y bajo todo esto una
volutas, Y por la forma de estas en ¡1erfeclo drculo lleno con un Ooroncillo; ya por especie de rudimento de follajes. Este capitel. asi como los dos anteriores, se des-
la figura de su hilera de hojas, y ¡10r los florones que con ellas se interpolan en la llOjaron de su parte inferior antes de colocarse sobre los fustes en que hoy posan.-
parte baja; ya en fin por la tosquedad de la ejccucion que, segun dejamos ad\·ertitlo, El número 4 es algo análogo al dórico greco-romano, del cu&l empero se diferenciA
es notable en este y eu los demas restos toledanos que á su misma é¡1oca nosotros notablemente en la planta, tS sea scccion horizontal, dl' su parte superior, que sil'm·
atribuimos. El ábaco, las prollOrciones del tambor, y la distribucion de los ornatos pre en el antiguo fué cuadrada.
son, por el contrario, pr011ios del estilo arquitectónico de 1\oma idólatra. Sobre él, y Lámina de «0ETA J,u:s IHVIiR SOSil.-Número 1. Imita una concha.- Número':!.
sobre los otros cuatro ca¡•itelcs di se liados en la misma hoja, esta u indicaUos losar- Es un ornato compuesto de ¡1orciones de cll'culo, contários facctados, funfcnlos y
ranques de los arcos q11c hoy sostienen. l'ara adaptar este capitel al fuste en c¡ue ac- otras cosas.-Ntímeros 3, 1• y 5. Ofrecen Utla ornamentacion con1puesta de elrculos
tualmente asienta, fue necesario hacer uua bastarda ai111didura, ton torpemente ejccu· completos y ¡1orcioncs de ellos, lengüetas de clardo, y noroncillos, lomada visible-
lada, que de ella resultó tener la columna dos astrágalos bastante separados, rc,•clan- mente del estilo bizauti no.-Número 5. Conliene una doble-posta de pocos y toscos
tlo asf ser, fuste y capitel, fragmentos incoltcrentes tomados al acaso, sin discerni- follajes, tic tallo con cuentas facetadas, 1' de abrazaderas; en el centro de l~s postas
miento, de ed ifkios mas antiguos IJUC aquel en que se encuentran.-EI del número 2, hay florones sueltos.-Ntínu:ro G. Capitel deteriorado que, segun parece, in1ila al
como los tres que le siguen, es un remedo del corintio. Hedúcese, as{ como los otros corintio¡ y fuste de eslrfas espirales, perteneciente á otra columna, pero que ahora
cuatro, á un ábaco de planta semejante á la del greco-romano, y á un tambor ador- sirve de sosten á a1¡uel junto á la iylt&ia del Cl'islo de la 1'tya. Ambos se encontra-
nado con tres hiler~s horizontales de ltojas, la sutlerior de las cuales orrece un débil ron enterrados por hácia aquel sitio, lo cual hace crel!r que perh·nccicron ¡\ la ba&í-
recuerdo de las volutas que se reunen bajll el centro de cada frente del ábaco. Los lica de Srmla LtocadicJ, erigida por Sisebuto, y ¡1or lo mismo que son antiguos com-
follajes estan sin picar. Al capitel se le Ita cercenado la parte baja para acomodar lmiieros de los reproducidos en la lámiua conmemorada la primera en el presente
su grueso al del fuste con que está reunido, quedando ¡1or lo mismo privado de su arlículo.-Número i. Un objeto bastante parecido á las paleras represenl3da!ll'lllas
astrágalo.-El número 3 se acerca, mas que e\ anterior, á los buenos rjem¡¡\ares metopas tic\ órden dórico, está embellecido con el ornato que denominan almtntlnu .
1\e la antigüedad. En vez de JG \'Oiutas tiene follajes cuya disposiciun imita la de Con el del número 8 se halla embutido en la cara anterior del puente llamado de JI{.
a<¡uellas.-Númcro 4. Se aparta mucho mas del modelo pagano 1 por su forma, ctinlara.-Númcros 8, 9 y ¡1arle de\10. Tienen grande analogla con el 7, aseme-
grueso, y escasez de ornatos. Como la parle de abajo era harto mas delgada que jándose á medias 1)atcras adornadas con almendras.-Númcro 9. Ornato fac('lado.-
la tic arriba del fuste á que le juntaron al cm¡llcarle en el hospital de Santa Cruz, Ntímero 10. Ademas de lo c¡uc antes en tlos ocasiones acabamos de mencionar, tie-
le recubrieron de yeso casi todo el tercio inferior, probablemente para ocultar ta- ne un adorno de fvllaje tosco y de poco rclie,·e.
maña despro¡JOrcion: asi aparece en nuestra copia.-Nl1mero S. Tiene, corno todos,
follajes subientes, y ábaco de la dos cónrnos y con un ohjclo dificil de calificar en
cada una de sus concavidades. La s hojas son agudas y sin picar. El astrágalo ha
desapa recido. Dados ya á conocer los enumerados lh:.nos nE MO:>óUl!F.NTOS CO:>ó!lTRl'IIIOS l',l'i
Lámina tiC t(CAPil'lit. I\S OH LA ARQUF.U(.\ QUE: SI;;I'AR.\ I.A l'i,!.l'F. MA\' 011 UE J,A TOU:UO DUliA:'\Tl> l.OS CU,..-riiO 1'11\MEIIOS SIGI.OS D~:L CRIS'TI.\1\. lSMO l.lllllF.; rastrea-
I.ATERAL m;L EVANGF.I.IQ EN 1.A IGI.HSIA. JJE SAN 1\0MAN.ll Conliene cuatro de estos, dos por medio de ellos, y enunciados por nosotros los caracl~res de este pedoclo,
en los cuales subsisten las proporciones, sobre poco mas 6 menos, del corinlio ó del fácil será en adelante, 111archando l'or la senda que hemos abierto, suiándose con el
com¡JUesto, y la disposicion su bien le de las hojas; ¡lero no el grueso ni el género de hilo de Ariadna que hemos euconlrado, a,·an1.ar por el intrincado laberinto de la ar-
picado de ellas.-El del número t. • tiene funlculos á manera de festones, y forman- c¡u1.lologia monumental de aquella remota )' harto oscura época; cierra mar mas lu7.
do cada uno en sus estrernidades dos [lcquei1as volutas. El funículo (atlorno que sobre el asunto, aumentando el catálogo de ejemplares arquileclónicos que de tan
parece un cordon retorcido) es uno de los ornatos mas usados en la arquitectura de interesante edad acabamos de ¡¡rcscnlar, a¡11icando nuestras obsen·aciO!Il'S hechas en
los cuatro 71rimeros ligios dti cristioni1mo librt. La distribucion y fo rma de los este ALDIJM ;¡\ cx3men, ora de mas restos existentes en aquella JlOblacion y en otros
follajes difieren considl'rablemcntc en este capitel, como en el número 2, de las usa· puntos, y de los cuales se sospeche con fu ndamento haber pert"necido ti. monumen·
das antes del reinado de Constan tino. Los ábacos tle todos cuatro ,·arian el dechado tos del mismo tiempo; como por ejemplo, dos fragmentos de piedra embutidos entre
antiguo. la construeciun de ladrillo de la torre de Santo Tomé, á la altura, so!Jrc poco mas ú
Lámina «CAI'ITEI.ES l ' RASA DE J,A ARQUERÍA QUE SEl'ARA LA l'i.\\'E 31Al'OR D~: I.A menos, del ll'jado de la iglesia; y otros examinados por nosotros en la misma corte
I,ATERAI. DE I.A EPÍSTOI,A E~ I.A IGI.KSl,\ DE SAN 1\Ql'IAN.» Son cuatro ca¡Jilc)es en 'isogotla; ora de \arios des110jos, !le cuya existencia tenemos noticia, v. gr. tmos co-
los cuales como en los otros cuatro recien es¡¡resaclos, y que cstan enfrente de ellos Jiilcles y detalles (jUe habiendo ¡JCrlenecitlo a Ch.inia se encu('nlran en el sitio donde
en aquella iglesia, se obsen·an follajes S\lbientes, unos sin picar (números 1 y 2), y estuvo esta famosa ciudad ) en los pueblos circum·ecinos; otros capiteles de la igle·
utros picados (números 3 y!~) . Las formas y ejecucion de los copiados en los nú- sia tic San 1\oman de Hornija, junto á Toro, fundada por el rey godo Chindasvindo;
meros 1 y 2, se diferencian de las del arte an tiguo mas aun que las de toJos los ra y ot ros que eslan desechados sobre las bó,·edas de la catedral de Pam11lona ¡ ora en
mencionados en esta página.-La basa, nlunero ti, conlienc un adorno, compuesto fin de Jos detalles que dd estilo latino puedan tal ve7. encontrarse entre los ,·estigios
de cfrculos completos y porciones de circulo, bastante análogo á muchos ornatos del de Itálica, l\l~rida, Córdoba y otras antiguas ciudades, y entre las ru inas de edifi-
estilo bizantino, algunos de Jos cunlcs fueron usados en Italia, por lo menos desde cios {jUC conste haber sido fundados durante los CUA"l'RO SlGl.OS, cuales son San Juan
el aiio G33 en que segun dejamos manifestado reedificó Narses el puente de Sálaro, Bautista, erigido en el lugar de Baiios, cerca de Palencia, por el rey Heccn· into, el
en el cual se ven aun. al10 de 610; y la iglesia edificada por Wamba en el¡JUeblo R c¡ue dió su nombrc.-
En las dos láminas de capilele« de San JlomtHl se han copiado las im¡Jostas y re- De este modo creemos que algun di a podrá llegarse á henchir el -racio llE l.OS CUA-
ca idas de los arcos tic herradura, c1ue al ¡1rcsenle sustentan; y en ambas {'l dibujan· TRO ! 1 1\lliHIIOS SIGLOS llF.L Cill ST IA'ólSJI O LIDHE, que en \a IIISTOil iA OF. l,A AllQUI-
te ha cuidado de manifestar lo ntal que tales capiteles se adaptan á los fustes de "rECTURA ES I'A -'Ul.A tristemente se echaba de ' 'er hasta que nos hrmos rí'SuC'Ito á
agt'nas colum nas á c¡ue Jos han adherido. presen tar al público las ¡1recedentes indicaciones.
'
•
entendida con una ¡¡anillo de aceite. 1-'ue Dios ser1·idG que el rey u. Alonso el Sesto geniSe 6
Poco despues de vencer á lo~ cspaii.olc~ en la joruada de Guadalete (711 6 711~). Toledo d di~ de S. Utbano i ninte r cinco de ma)"O de mil Gcbcnta ~tres. Eulró cu Toledo
tomaron los mahometanos, entre otras llll¡lortantcs poblaciones, la célebre ciudad 8COillJlañado de la uobleu de E~paiia. r viniendo el Cid Ruil Diu i su lado, eutrando ¡JOr la
de Toledo, capibl del reino \isigodo. Tarif, gefc de los 'ictoriosos advenedizos, se pu~rlo Aguileña, que est6 froutera de la iglesia del Sautísimo Cristo, el uballo del Cid se arro-
posesionó del palacio de los reyes go!los, )' lmlto de habilitar t>ara el culto musul- dil\6 dclan\11 de le •slesia, y desmontando, abrieron las paredes, y al wn d~ música del ciclo,
,-ieron ¡prodigioso caso\ ol SA:STisuiD CRISTO DI! u CRn y \"hiGKS IJK LA l.n con la Umpara en·
man algunas iglesias, dejando para el del cristianismo las de S. Justo, S. Torcuato
S. Lucas, S. Marcos, Sta. Eulalia, S. Sebastian y Nuestra Señora del Arrabal tod~
tendida, daudo lul 6 los que lo son del cielo y tierra. la cual estuvo 1rd1endo ron una pauilla de
aceite lodo el litt!_IPO que c•tas divinas im~genes estuvierou ocultes, que fueron treSctcnlos J
con arreglo á lo practicado por los muslimes en Es¡Hlil3; es decir, dejando á lo~ dis- setenta y nune anos. Entr6 S. l\1. i adorar las di,·inas imhgeoea. }" m1ndó que el ar1obispo di-
cí¡mlos del E,·angelio gran pa,·tc de los templos que á la sazon poseían, prohibién- jera eu esta santa CISD la primen misa, y dejó cotno David el atfaoge en el templo, S. M. d ts-
dolos hacer otros uue,·os , limitando á solo ellos el ejercicio de sus ceremooias sa- cudo de la Smnta Cruz con que aJumó la ,·ictoria. SOn autores de esta 1·erded t'\8\·io Dnlro, SIU
gradas, y aperCibiéndolos para que uo pusiesen obstáculos á la com•ersion de Jos Majanio y elarzobiS[lO D. Rodrigo en la p~ rdida de Espaiia.,.
que entre sus correligionarios quisieran adoptar el mahometismo . Hubo de ser una No diremos nosotros nada sobre la \'eracidad de la narracion de tales ¡Jrodigios;
de las iglesias tomadas para hacerlas mezquitas la que hoy llaman EL CRISTO nE I.A pero si n ponernos á controvertirla, no podemos menos de manifestar, á fuer de
Luz, si como afirman algunos de los cronistas de la ciudad imperial, existía ya desde concienzudos escritores, que ademas de no ser los au tores citados al pié del cartel
el reinado de Managildo; ase,•cracion que, aum¡uc puede ser cierta, carece de toda que acabamos de copiar, de aquellos á quienes mas fé concede la critica moderna,
prueba, hallándose únicamente fundada en el a¡iócrifo cronicon de M. Mh:imo. ]~n~ las citas carecen de exactilnd. El falso cronicon de Fla\·io Lucio Dextro, por ejem-
tonces dicen se ha11aba estramuros de la poblacion, y fue dcspues incluida en esta plo, no menciona hecho ninguno de los referid os por él. Y ciertamente hubif'ra sido
cuando " ramba ensanchó el recinto de Toledo e ri giendo nuevas murallas, y dejando necesaria una crasa ignorancia e n el falsificador del Pseudo tratado /JiMórico, para
en ellas, cerca del edificio de que tratamos, una JHW"/a denominada dt Vabnardon suponer dadas nolicias de cosas que se dice acaecidas e n el ai10 555 de Jesucristo,
en unas antiguas escrituras, y en otras de otros diferentes modos. por un autor, que como Dextro, manifestase escribir en el de ftlt.O, con tales pala-
Lo indudable es que el actual edificio, pcrtcncchmdo por completo á la arqui- bras como las siguientes con que se termina ella! cronicon.
tectura árabe, no se remonta á ac¡uella lejana época; porque si e11tonces existía, fue «Cwn llroc ~eribcrcm re!) nabo/ in l/ispania 1'/uodorellU6 re:r;, currebulqut eju1
reedi ficado Jlor Jos secuaces del Coran ti poco do su iu\·asion. annus XXII, llomtc JJICXCJI, Christi CCCC:1L, Era CCCCL.X XVII T, wwtis vero
Ganada á los moros lll ciudad {1083 ó 1085), se bendijo esta mezquita, y conver- tnetc 72. J¡un itlciJIÜIIIIC clecr~pila. Qui re.'l! succeuit \Va/iw, /1ic Sigtrico, SigericuM
tida en iglesia, recibió del soberano conquistador la donacion que menciona una ins- aul~m Alat11pl1o, qui Jl¡¡rciiWil/1' pa/)"ia ftostra occisus XX I il ti!JUSI. onno /~lli,)l etc.
cripcion colocada sobre un arco que da hoy paso desde el cuerpo de la iglesia á su F. u la conlinuaciotl de este cronicon, no menos npócrifa <IUC' él, y alrihuido 6
ál!side, y en la cual se lec: M. Máximo, es donde realmente se reftere el primero de aquellos prodigiosos ca-
sos, no en el aito 551), sino en el 566, y del modo que lileralmente trascribimos
ESTE ES EL ESCIJOO Ql11i lJF.Jtj ~:¡;: ESTA ER~UTA
aqui:
EL REY D. ALI'O\SO m. "1 CUASUO (;.t¡,Ó ,\ «/ mago Crucifia:i ltr~aloril floslri {¡ quodam improbatiuimo Juc/¡co1 JleT summam
TOI.EDO, l " SE U\JO AQUI I.A 1'11131F.R.\ mSA. audaciam te/o 11ercuaa dicinitu1 largo sang11inis puxu monal, /ola 111"b~ R egia ocl1ni-
ran/c, el twrita/em tanl i mirae1tli obluptsctn!t: idque in sub11rbio 1'olllano prop~
Encima de estos renglones hay unn cruz de madera, que se dice llevaba en su tadtm S. Cruci1 ad portam, quw Agi/ani1 dicilur, P e!ro To/ttano 1Jnuult.)l
rscndo D. Alfonso, el dia 25 de ma)O al entrar triunfante en Tolaitola. Creemos de nuestro deber no detenernos á traducir los dos testos latinos que
D. Bernardo , ¡1rimer arzobispo toledano des¡mes de la recooquista, parece que acabamos de copiar,¡· aun tememos haber abusado de la tolerancia de nuestros lec-
puso bajo su jurisdiccion y cuidado, y reparó y aumentó, el monumento de ¡¡ue \'a- lores presentándoles raemctllos de tan desac reditados escritos.
mos hablando, añadiéndole su actual ábside ó cabecera. No todos los cronistas refieren lampoco de la misma manera los milagros men-
En J 186 el noble AUonso VIII, despucs ,•enccdor en la batalla de las Navas de ciooadus: asi es qu<', segun algunos, se hallaba el Crucifijo delante de la puerta del
Tolosa, se le donó á los caballeros de S. Juan JlOr los buenos sen-icios que le habian templo, y habiéndole dado el judío una lat~zada en el costado, salió de ella sangre,
hecho; ¡lero priYándole del caráclcr de iglesia parr01¡uial, prohibiéndole espresa- á cuya 'isla el agresor se con' irlió á la religion cristiana; y otros cuentan <1ue fue
mente exigir diezmos y primicias, y poder tener feligreses. Otorgóse para esta do- apedreado solo el <¡ue hirió al Crucifijo, y haber declarado entonces que moría en la
nacion escritura pt'Lblic;,. que se conscna en el archivo del cabildo de la Santa Igle- fe del Cruci[icado.
• sia Primada. Quedó por consecuencia sujeta á la encomienda del riso, y a si perma-
neció hasta que el arzollispo D. }1 edro Gom:alez de Mendoza, llamado el Gmn Car- l .. A F.ll.\IITA IIEL SASTO CRISTO DE L.\ Ll"Z está toda construida de Jac!ril\o¡ )'tal
¡/enal, la hiw volver, bajo ciertas condiciones, al dominio arzobispal. como hoy se encuentra puede di\idirse en dos pa1·tes, el ábside y el cuerpo de la
1\eparóla este digno prelado, 'i \a regaló o rnat os)' otras alhajas. iglesia, <1ue muestran claramente haber sido ei.lificada caLla una en distinta época
Uor continúa dándose e n clln culto al 1\edeutor bajo la condicion y nombre de que la otra , 1'a presenta mio esteriormente el cuerpo sus primith·as esquinas por la
f< ER~IIT A D~L CRISTO DR LA LliZ,ll pa~te cu 1¡uc con el ticm110 'ino á alzarse junto {, él el 6bsidc, con quien no so lu~o
cUILiado de hncer\e odentcl\ar, para que el un muro pareciese continuacion dd otro·
Terminarem os las noli cias históricas de lan curioso monumento, hablando de 1 a por los caracteres arquitectónicos de cada cual de las dos ¡)artes espresadas. '
un cartel im¡lf<'SO que está de manHicsto eH la misma iglesia. La nuts at1li¡;ua de estas, el cuerpo de la iglesia, copiado en nuestra lómintl, es de
planla cuadrada: por medio de él dos ftlas de á tres grandes arcos de herradul"ll cada
uSOTICIA alll'.\"1':, ANTIGUA Y J\IJTORIUDA POR Dlfi!RESTI'.S AllT011.1(S 0 llE LOS 11U.AG1WS ~ PIIODII>10S una se cruzan con otras dos semejantes á ellas, dejando !HlC\'e CSilacios cuadrados
Qll!l: nAs oanADO t:1. S.t.STI!Iii!O ClltSTOnK I.A Cnul ,. Nl!ttSTRA St:&OIIA nr. LA Luz, QllE sE ' ' 1!- y sosteniendo cuer¡10s superiores adornados con arquitos angrelados y de herradura~
:S~II.A:S f.:S ~11 El!.'.. ITA f.STIIAM.Ili!.OS DI! I,J\ UIPt-:RIAl. Cllll.\D Dt-: TOLEDO. Cada espacio de estos se encueutra cubierto con su bó\·eda parlirular. Los cuatro
~En el año d11 quinientos'! ciucnenla y cinco, reinando eu t:spaña el glorioso rey ¡;:orlo Ata- arcos, que forman el cuadro central, ;,rrancan de encima de otras tantas columnas
¡
nagJ!do. sucedi6 en esta ermita que dosjmllos. curo~ oombres eran 53caO Ablsain. vinieodo aisladas: los ~emas apo)an un arranque en una de cstas, ~·el otro en el próximo
d11 su huerta de Campo Rey (que ho¡ nuestro hispanismo Hamo lluerta de Rey ) . pasando Jl<>r muro, que c1erra por las cuatro partes el cuerpo de la iglesia. Las bÓ\Cdas susodi-
.~sta ermita; y vitudola sola. h~llan o tiempo o¡Jottuno 6 ¡u ioteuto, [lOr el rencGr que tiene el chas eslan adornadas con gruesas fajas que se enla1.an entre sL En la pa1·te inferior
judaísmo ton Cristo Seiior Nurstro, se determinaron ¡oh b!rb&ra ob,;tioarion! A ultrajar so 'er-
dadero relrato t¡ue e~taba en el altar mayor (que es del ~edro que ellos t111jerou de Jerusalrn de la pared de cerr;,miento se obsen•an arcos, que si hoy cerrados, se percibe fá-
para la ~inagoga, que la tenien donde esti hoy Santa Ma!Ía l1 Blanca), y asi lo hicieron, dAndo- cilmente haberse construido para dejarlos abiertos con Objeto de dar ¡)aso franco
le un bqle en el costado cou uo dardo que \Talan, Acuyo ¡;olpe CB)'61a milagros. imAge.n eu el desde la mc1quita al Jlatio, que con arreglo á los ritos mahometanos debió estar á
.:uelo derramando copirn;o~ rauda le~ de sangre, con cu~o ¡JTodigio qurdaron \m; judíos !len~ de uno de sus lados, y de cuya cerca juzgamos ser restos unas antiguas Jlaredes de la-
pa,·or y espanto, aunque no arrepentido~, pues le cogieron y le arrastraron basta la puerta de Urillo que z;ub~istcn junto tila ermita aliado del eyaugelio. Sine de a¡IO)'O á nues-
dicha ermita, f t•iendG que la dilina im6gen no ce:aba de derramar sangre, se le metió uno de
los judíos debaJO de su la bardo ó c&[lOlt, y le llevó Ala pluuela de \'aldecaleros, donde Yil ie. y tra opinion, no solo la semf'janza de la conslruccion de estas con la del cuerpo de la
S'lterr6 ru un eslllllo al que no calle en los cielot. Acudieron los crislianos i Yenerar le di1·ina ermila, sino t nmllien el consen•arse en el mismo patio un aiJ;ibe que hubo de ser-
im:lgeu, l no hallindola, fue su de.;.consurlo grande; pero bRI\aron el ren1edio en la sangre de ,¡r para las abluciones indispensables en las ceremonias musllmicas. Lavarte supe-
esle Sanhsimo Cristo, pue~ cuando le \leY~ ha el judlo de.bajo de su capote iba dernmandG ~an rior del muro de cerramiento, -ya mencionado, se adornaba esleriormenle con a t·-
¡.;re por la calle. por CU!O rastro lo siguieron los cri5tianGs, entrando en usa dd judlo, y no quitos de herradura, aho ra p casi Ueltodo destruidos.
ha\16ndole se ~ohian anigidos, cuftndo rste San!lsimo Cristo se lrs apareció eo pié en el establo
corrieudo de su santísima herida, sangrl'. Vino el rey Atnna¡;ildo 6 ver lan portentoso prodigio, Las gruesas columnas, con sus toscos capitclt>s, CU)'O fif;ura, como ¡lUcde \'erse
I admirado de la maldad del judío, nlBtldó qu~ ruuen los dos apedrrados: rorlo castq;o 6 tan en la adjunta lámina, indica haber sido tomados de alguna obra cri¡:ida en ti<>mpo de
obstinada maldad. Vo!l•i{J el rey este Santlsitno Cristo 4 su santo templo coo uua procesion muy los reyes vi_sigodos <le la primera línea; los grandes arcos de herradura, y los arqui-
sGlemne, recogiendo la san¡;re quu derram{J esla di\'i liB imilgen en unas ampollas, lo cual to- los de la m1sma forma ~ los de grandes angreladm; de la parte superior, son otros
cando 11 ciegGs daba ••isla, ~ mancos bntos, (l cojos pie~, (l muertos ,-ida, y (1 todos cousuelo ~ tontos caracte res que obligan á clasificar el cuerpo de la En~n'fA nF.t, CRISTO DE I.A
rc mr.dio. Obraron estas di1·inns hudKeocs de nlli adelante muchas milagros, como hts conlinnan
hoy, con lo cual crecio In envidia de los jnd1os. pues vcinn que cuantos llegaban li tocar l'SIII L_~f~ en el primer tlcriodo de la, arquitectura ~rabe espaiiola, comprendido, segu n
oli~ina imágen quedaban sano5 de cualquier cnfermednd. \'para que esta dHocion se estiuguie- dlJLmos hablando de SANTA i\tAAIA t ..\ ULASCA, entre los siglos \'111) x.
se, le pusieron á este Sanlfsimo Cri~lo \"encno cu el pié, pare !JUC asi que llegasen t\. be5Br que- ~~.ábside es poliS?!l0 1 e.stá_ cu\Jierto con bóveda, y en Su parle rste rior tiene de
dasen muertos: pero en el que es ,·itlo eterna, no twue lugar (sin sn ,·o!untad ) In mui'.Tie: al maml1eslo arco! de OJICa 11!1llldt&, que caracterizan al segundo período de nuestra
llegar una muger pecndGra (1 besnr etpit de es1e divino Seiiur, Su Mogeslad ¡gran milogrnl apnr- arquitcc~ura mahometana, cu~·a época fue desde el si¡::.lo x al sm , en el cual, como
t6 el pié. rehusando que la muger le besase, qued~ndo desclando, como hoy se •·e pateutcm~u
te.=No p~raron a~1ui los mi lapos tle esta divina 11n~gcu, pues •¡ue etl la ptrdida de Espaild, hemos d1cho, hubo de hacerle constmir el arzobispo D. Bernardo. En este ábside se
l"uaudo la perd16 el rey U. 1\odngo, que roe elai"10 tercerG de so reinado, :r de seterieotos y ca- \'enera el Crucifijo que dn. nombre al monumento.
tor~e del nacimienlO de nuestro Sahador, lemnosos los cristianos de los ira bes y judlo~ DO ul- La curiosí~ima ll:unTA DI>L CRISTO nE LA Loz 11ada contiene. escf'pto su propia
ltRJallCil á fS(DS divinas imligcutS de\ 5A:S1"131ll0 Cll.t!TO IJB !.A CRU y YIIIG"KS IJ!i. LA LUt. la~ l'structura, que como objeto arUslico pueda llamar la atencion de los curioS<'S.
escondierou en unos nichos que uteu A mauo derecha de diche ermita. drjemlo una l!lmpara
.-..
'1
EN uno de los sitios donde mas bajan las murallas de Toledo por la tanes, uno de estos, el célebre conde don Pedro Anssurez. , habié ndose
parte que de la ciudad da hácia la Vega, existe un edificio, denominado trabado una escaramuza entre los moros defensores de la plaza y los
PUERTA A:'liTlGUA nE VISAGBA, nombre que revela la existencia de otra cristianos del campamento, se llegó con temerario arrojo á la PuEBTA
moderna, que con el mismo apellido se encuentra en sus inmediaciones. ANTIGUA DE V!sAGRA y arrancó sus aldabones. Pocos dias despues, y se-
La antigua, de la cual esclusivamente nos toca tratar en este artículo, gun dicen algunos historiadores, el jueves 25 de mayo del año 1085. se
consiste en una torre cuadrangular, en cuya parte inferior se abre. al entregaron á los cristianos sitiadores las llaves y fortalezas de la ciudad,
lado izquierdo del espectador, un grande arco de herradura, y en el prévia una honrosa capitulacion; y el siguiente domingo parece que en-
frente ó rachada principal otro de igual clase, dejando entre cada uno tró en ell<l con imponente aparato, con regia pompa, por la puerta de
de ambos y un muro que está detrás de ellos , el espacio conveniente que hablamos, el grande y denonado Rey Alfonso VI de Castilla.
para p•·acticar dos lechos, desde los cuales, por medio de ladroneras, En 1575, habiéndose concl uido de erigir la nueva Puerta de Visa-
se podria lanzar resina ó plomo derretido , agua 6 aceite hirviendo, y gra, se tapió sólidamente la antigua, y hasta ahora permanece imprac-
otras cosas de terrible efecto, sobre los enemigos que viniesen á forzar ticable.
la pue1·ta. El ingreso de esta se flbriu, como manifiesta nuestra lámina ,
en el muro interior de la fachflda principal, formando un arco de la mis- Varías y encontradas opiniones se han emitido acerca de la etimo-
ma figura que los antes citados. Dos arcos ornamentales de oj-iva túmida, logía del apelativo V!sAGRA. Los apasionados á las cosas romuna!l, y mu~·
encerrados como los de herradura en una cosa á manera de marco, lla- particularmente e l doctor Pisa, han pretendido ya desde el siglo :s:v1,
mada ar?'abáa, acompañan al grande y esterior de la fachada principal, probar no ser otra cosa mas que una co rrupcion del nombre de Via Sa-
arrancando, como todos , de impostas colocadas sobre columnas de fuste cra, dado, segun suponen, á un camino que creen haherse llamado así,
cilíndrico. Por lu parte superior de la torre corre una serie de aspilleras unos, porque conducía, segun cuentan, á un territorio , que á causa
incluidas en arrabáas contiguos, presentándose seis en la cara principal, de producir mucho trigo, se decia Sacra Cereris, por alusion á Ceres,
y tres en la de la izquierda del espectador. Solo un filete horizontal in- diosa de las mieses¡ y otros, porque dicen seria el de Toledo una imi-
terrumpe por a\li la lisura del muro, manifestando el punto en quo se tacion de la l'ia Sacra, que iba en Roma desde el Clivio Capitalino ó
hallan Jos adarbes. Varias almenas de chapitel apuntado coronan visto- Subida del Capitolio al Anfiteatro Flavio ó de Vespasiano, atravesando
samente tan curioso monumento.-Muy cerca de la PuERTA ANTIGUA DE por el Foro Uoario. Pero el autor de esta opinion y sus secuaces no han
VISAGRA, sin mas intermedio que el de una cortina de muralla, tao pe- notado que la Via Sacra toledana, si imitaba á la romana, no debia es-
queña, que remata únicamente en tres almenas, se alza, como para pro- lar fu e ra de lo& muros , encont rándose esta dentro del recinto amura-
teger á aquella Oanqueándola, un ton·eon cuadrado, que e n el adjunto llado; ni que dcbia su denominacion la de la Ciudad Eterna, si no se
dibujo se ve al lado derecho del observador. engaña el comun dictamen, á la ci rcunstancia de haberse celebrado en
ella sacrificios en celebridad de las paces hechas entre Rómulo y e l
rey de los sobinos, Tacio, clespues de la guerra ocasionada por el fa-
La mas antigua noticia histórica quo tenemos acerca de la PuERTA moso rapto de las sabi nas.-Otra opinioo, á la cual nosotros nos adhe-
ANTIGUA DE VISAr.nA, es la de haberse espuesto alli la cabeza de Hixem, rimos, da al apellido Visagra un origen oriental, juzgando no ser mas
cuando habiéndose rebelado este contra el ca lifa de Córdoba, Abdorráh- que una leve modificacioo de las palabras árabes BEB (puerta) y SAURA ,
man IJ, en el aiio de 838, fue derrotado, hecho prisionero y degollado ó mas bien, conrorme á .nuestra actual proounciacioo, SASRA (campo).
por los gua lis, enviados por el monarca mahometano á sofocar la re- que darian la significacion de PUERTA DEL CA MI'O ; etimologia, que no
beiion. Debia, empero, exislir entonces en aquel sitio otra construc- puede menos de parecer muy sencilla, muy natural , si se recuerda:
cion , que si ya era llamada PuERTA DE VISAGRA, debia, sin embargo, 1. 0 que esta puerta era la única que directamente y sin descenso inter-
ser distinta de la que ahora se vé. Los caracteres arquitectónicos de mediario salia á la Vega; 2. 0 que la campiña de Toledo se denomina
esta, y señaladamente las ojivas nímida~. pertenecen al gusto secundario todavia La &gra,· y 3.• lo fácil que, dulcificando la pronunciacion, es
de la arquitectura mnslimica de la Península (que comenzó en el siglo x, el convertir la:; palabras beb-sajra en la voz bisagra.-No ha, faltado
~· duró hasta mediados del xm); puesto quo el mas antiguo ejemplar do tampoco quien creye1·a derivarse esta de las árabes nEo (puerta) y cuA -
arquilectura árabe en que aparecieron los arcos ojivales, es la Mer:.qttila CR4 (color bermejo) , por hallarse cerca de la PuERTA DE V!SAGI'I..\ mucha
de Ebn Tultm en el Cairo, const•·uida hácia el año de 870; y pue¡;.to que, tierra roja; pero encontrándose el nombre SAGRA aplicado á otros muchos
hasta mucho tiempo despues la tumidez ó hinchazon no tuvo en \a¡.; oji- parajes, como por ejemplo, en varios del reino de Granada, cu~· a tierra
vas el gran desarrollo que fácilmente se observa en la puerta toledana. nada ti ene de be•·meju, viene abajo esta asevcracion, desplomada por su
objeto de estos renglones. Dm·onta o\ citado segundo período de la ar- p1•opio peso.-La nclual manera de esc1·ibir el nombre VJsAGRA seria ar-
quitectura musulmana do España, debió, pues, erigirse la PuERT.\ ANn .... gumento de poca entidad, si se quisie•·a traer en contra de la ct imolo-
¡;u., nF. V!S.\GIIA ahora existente, y quo ocaso fué entonces reedificada gia oriental; ya porque en esta, como en otras muchas palabras se ha
pm· estar •·uinosa la ont01·ior, ó por otras causas de dificil ó imposible cuidado poco de la propiedad ortográ fica hasta en tiempos muy moder-
a\·eriguacion para nosotros. nos, y ya porque los partidarios del origen latino hubi eron de procurar
Sitiada Toledo por e l rey Alronso VI con uu ejército lucíJo, tanto que se fijase el uso de escribirla con V consonante, por consecuencia na-
por su ~ran número , como por sus escelentes armas y escogidos capi- tural de su opinion .
(ANTIGUA SINAGOGA).
EsTI:OOGCIO,\ In nacionalidad del pueblo hebreo con la toma y tlcstruccion 1le Jerusa- na\ e, suben á la puerta lateral adornada eslcridrmentc, como dijimos, con colum-
Jc n por Tilo, hijo del emperador Vcspasia no, los judíos se dispersaron por tollo el nas y cornisamento. El estilo arquitectónico de csla puerta, a si como la bóveda de
orbe, acudiendu muchos de ellos t\ buscar hospitalidad en nuestra penfusula. sobre la escalera, es el del ll enacimiento, y paree~ se han ejecutado en e l mismo
No faltan autores, que 6 por prcocu¡mcion ó por otras causas, ha~' an afirmado periodo que los ábsides.
haber \'Cnido anteriormente otros hijos del Pueblo de Dios con Nabucodonosor, du- \'inicudo ahora á la é¡wca en que ha debido construirse este notable monumen-
rante la cautividad de Ju olá: <¡uc descendientes de estos fu eron consultados por sus to, hé aqui nuestm o¡~inion.
t:orreligionarios los judíos de J crusalcn acerca de la sentencia dada contra Jesucris- La ar1¡uitectura de s.~:""T.l MAnÍA L.l Blb-\.Sf:A, si se esceptúanlas adiciones hechas
to; y que los de la sinagoga de T oledo contestaron ;:í su carta con otra escrita e n 1/w. en el siglo XH, pertenece al estilo árabe es¡1aiiol, puesto que asi Jo manifiestan bien
tle marzo del ai10 33 , rc¡1robando tal resolucion. Pe ro estas)' otras ase,eraciones claramente los pilares o<:tógonos, los capitelcs ajaracados, los grandes arcos de her-
análogas nos ¡1areccn tan absurdas, que crcerlamos agra\ iar á nuestros lectores s i radura, y los atauriques, Jaccrfas y arcos ornamentales angrelados que adornan los
nos detuviésemos á rdutarlas. muros. Ucdúcese de aqui no haberse pod ido erigir el edificio actual antes de la \'Cni-
Lo indudable es 11ue en el concilio iliberitano, celebrado á principios dt'l siglo n·, da de los musulmanes. Pero hay mas: como la an¡uilectura árabe espaiiola lU\'O tres
se habló ya de losjud los, como se rnanificsla por las decisiones 50, 5l y 78, ¡¡ue ¡Jerloúos principales, que se distinguen por la dil·ersidad de los caracteres arquitec-
tratan espresamente de ellos. Tarnbicn en el concilio toledano 3. 0 se Jos menciona tónicos, pod remos , atendiendo á estos, seiialar con mas prccision el licm¡Jo en que
en la decision 1!1. a1¡uelta sinagoga hubo Ue ser fabricada segun la ' 'emos hoy.
Natural era <¡ue á T oledo como capital del reino ''isigodo acudiese ma)'Or mí me- Los períodos de que hablamos comenzaron en el siglo \'111 el primero, el segundo
ro de los hebreos, ¡10r ser punto mas ;i 11ropósito entonces para ejercer la industria en el x, y el tercero en el xm.
y el comercio á que tan aficionados h110 sido siempre. Las columnas gruesas y tos arcos de herradura lan severos como alli se presen-
Sintiendo mas ó menos los efectos del odio que los cristianos los profesaban, tan, caracterizan al primer período, al cual no \"3cilaremos para decir que pertenece
continuaban Yivieudo t•utre nosotros cuando irn~Hii e ron nrw~tra patria los secuaces e\ monumento de <¡ue tratamos: debió, pues, erigirse cuando los árabes, agrade-
1\t;l Mahoma. Entonces los descendicutcs tic :lloisés, ardiendo en deseos de l'engarse cieudo á los judíos el habcdcs sido favorables en SLJ reciente conquista de Es1~aira,
1\e las ,·ejacioncs de los discCIHilos del E,•augWo, fa1orccierou á los musutmaues, hubieron de concederlos todo género de prúleccion.
entre otras cosas facilillunlolos la e1rlrada en Toledo . l\ln cho despucs, cullndo arrojados ya de T oledo los muslimes ¡wr el bra\'O Al-
Vivian ya ¡JOr entonces, y corrtiuu,1ron Sií'mpre 'iviendo en un harria a¡Jarlc co- fonso \'1 (1085), ocupalm e l solio castellano D. Pedro el Cruel, su tesorero el hebreo
nocido aun hov cou el nombre de /.11 Jr,derfa. , en el cual debieron reunirse gran- Sarnucl Lcll consiguió poder le,•antar nue,·os y suntuosos edilicios para su como-
¡\es capitales y' muchas preciosidades con el galanJorr dado por tos mahometanos 1i didad y su culto, tale~ como la mezquita hoy 1lenomiuada l ~lesia del Tránsito, y el
sus faYoreccdorcs. palacio del mismo Samuel, arruinado ahora y llamado Jel mon¡uü de l'illnw,
Un nuevo acontecimiento, la traslacion de las famosas academias rabíni ca~ tlcsde por habel"le ha \Jitado este célebre sabio. Los judíos, parece ¡¡u e tratando 1\e apro\·e-
la. Persia á Córdoba, ca1Jital á la sawu de la Es¡1ai13 mu:.ulmana (9:f.8), contribuyó á char la protrccio n que se les dis¡lensaba, destinaro n algunas sumas fr reparar y em-
aumentar el esplendor de los hebreos de esta nacion , y ejercer sobre los de Toledo bellecer la antigua sinagoga, ohjeto de este artículo, re\"istiendo el ladrillo, filie l'!i-
un innujo, débil tal vez al princi11io, pero muy poderoso cuando conquistada Se' i\1a ctusivamente entra en su construcciou, con las labores de estuco mencionadas. lié
por S. Fernando (1:!36), las citadas academias se trasladaron á la ~·a reconc¡uis tada aqui lo <¡ue IÍnicamt:nle esplica la singular un ion de los capi teles ajaracados de las
corte de los reyes visigodos. columnas octógonas, las lacerías complica1las y los demas adornos estucados, propius
Otro punto'bri\1ante para los hijos de Judá e~istió en la segunda mitad del si- lodos del tercer periodo del estilo arquitectónico á rabe espaiiol, con los sc,·eros arcos
glo xn· , cuando uno de ellos, Samuel Le' í, llcr;ó ;Í ser tesorero del rey D. Pedro de hcrradura, y mas aun con las columnas gruesas, puesto que en este JICrfodo la s
apellidado el Crud. Favorecidos 110r esta circu nstancia , de:.cansaron de las ante- columnas eran l'Sbeltísimas, como se Ye en Granada en la 1\lhambra y e l t.ieneralife,
riores Yejaciones. y en Se\·il\a en las obras hechas en el alcázar de órden del citado rey D. l'cdro. Los
A¡1enas pasado un siglo mas, los judlos en mí me ro de 800.000 fueron lotalmcn- arcos de he rradura usados en el último tiem¡1o de la arquitectu ra &rabc espaiLol:L
te espulsados de la penlnsula por los 1\ eles t:atólicos, en el mismo aiio en que estos ti enen un carácter mas ligero, son generalrnentt' elfplicos, menuda mente angrcladu1
com11letaron la conquista 1\e los domi nios de los mahomctam.1s e n Espaita (1401\, ó estalaelllicos ó adornados con otras labores delicadas. No se ¡JUede atribuir la or-
Si el pueblo de Israel lu,·o en Toledo nnles de la invasion sanacénica <tlpm edi- namentacion de S .~:""TA .\LutÍA u lli.ANCA á la segunda época comprendida entre los
ficio en que reunirse á cclchrar sus ritos religiosos, no ha llegado hasta nosotros; siglos x y xm , ya ¡JOrque en esta los capiteles eran imitados de los greco-romanos
pero no ha suce.lido lo mismo con los erigitlos 1lespues de aquel famoso aconteci- usad os en la primera, aunque á ,·eces con ciertas modificaciones, al paso que los
miento. Las siua~ogas á que hOl' llaman S,\:""T.l .\1.\llÍA 1..\ .lkA"\ CA y la Jqlesia del de esta sinagoga tienen formas totalmente dis tintas de las de otros estilos, comu
Trdnsilo, son s untuosos é inapreci:tbl('S monumentos de este largo periodo. puede verse en nuestras l:íminas; ya porque entre algunas lacerras se ''en fótias co-
Igno rada es la historia de la lll"inwra, que es de la que aqui nos toca tratar: iu- nopiales tomadas de la arquitectura ojh·al florida que no se usaron antes del si-
(ttiles han sido nuestras irwcstigacioncs nccrcn de ella: solo hemos recogido, como glo x n·; ya porque en tos angreladvs de los arcos ornamenta les hay ciertos ángulos
fruto de nue~lras tareas, nbsurt!as suposidortes acerca de su orige n, ~·unas poco usados solo en el tercer gusto nrquilí'ctónico de los mahorn!!lnnos cspniwles; ya en
importantes noticias sobr·e tos di\·ersos objetos :1 que se la ha dedicado despues de lin por las fo.-mas de otros detalles que no enumerarnos por no parecer mas pro-
h~be r ser vido para su primitivo destino. A falta de scnwjanles datos, nos es forzoso lijos.
recurrir :1 los que ofrecen los caracteres arquitectó nicos del monumento. Sentndo, pues, que la sinagoga hoy denominada s.~.;-¡n MAniA u BLANCA debió
Consta este de cinco cnn·cs formadas por 28 arcos de herradura, ~ue arrancando erigirse cutre el siglo ' ' 111 \' x, y se engalanó en tiempo del rey n . .l>cdro (1350-1369):
de encima de 32 columnas octógonas, corren paralelamente desdii un eslremo á réstanos dar hre,·emcute á nuestros lectores unas pocas noticias acerca de los usos
otro del edificio, siendo la ceutral mas alta que s us dos colaterales, y estas mas que á que en sus últimos tiempos ha sillo destinada.
las otras dos . Grandes ¡13iLos ;\e pared, ab:ándose sobre las arquerías centrales, for- Una inscripcion colocada t'n el interior encima de la puerta de la imafronte, nos
man la parte alto de la mne mayor, como puede vcr:;e en la lámina adjunta. t.: nos manifiesta lo siguiente:
ábsides se han afiad ido en IR parte interior del t e m¡ ~lo durante el siglo X\'1 , segun
maniliesta su arc¡uitec lura . que es del estilo del Henacimicn lo, con cuya adicion se ESTE Y.DII'lCIO I'CR SIS.lGOGA JUSTA LOS .\:\OS DE 1110;)
ha desfi"urado la planta rectangular c ua rl r;mgular de la fáhrica primitha. l::"" QI'E SE CO:'IilAGRÓ ES IGI.ESI ~ COS TÍTtLO DE S.\ST,l MARf.l I,A RJ.A~CA,
El e~terior de la sinagoga es sencillo y hasta pob re. Su fachatla princiral ó ima- I'OR I.A I'RF.IJICACION DE S.l:"" \' ICE.'ITE I'ERRF.H.
fronte maniliesta cómo piramidan las na, es;)' en ella no se \C mas que un muro El. CAR J)};\",\1. SII.ICEO I'C:""DÓ ES EI.L.\ 1;\" .MOSASTiilllO
liso, dh idido por unos e!ilribos r IICrforatlO (JOr una 'cntana circular en la parte su- DP. ll~: I . IG10SIS CO.'I" l.,l AD\"OC.lCIO:"" DE L.-\ I'E :"" ITE/OC I .~ ES 1500.
perior. otras cuadrangulares mas ahajo, y una ¡merla de esta misma forma. 'l't'ja- ES 1600 ~P. StP IUlliÓ l' SE REUI.:JO Á ERMITA Ú Oll.lTOR IO, EN" CUTO DRSTISO
roces con canecil-los , 'cntanas circulares, ar1ucadas )' cuadrangulares. )' dos ¡JU r- l'ERliA.'IECIÓ 11.\ST.l El. UF. 1701, E:"" QI.:E SE PROFANÓ l' COS\" IRTIÓ E:-1
tadas, de las c uales la una es scncilllsima , ~· a otra compuesta de dos columnillas Cl' AIITI>:I. ron F.-\LT.l DE C.lSASj Y EN El. DE 1708
y un cornisamento, componen el escaso ornato de la,; f:~clcadas laterales. La otra no HECO"\OCII'l SDOSE Qt"E A.\I ESAZ.lUA PRÓXIJIA Rtli:""A 1 DI5Pt"SO RL
tiene mas que ''en lanas con .a rcos de ~rcrradura. . . . . !iE,OR DO"\ \' ICRSTR DO.'IIISGUEZ llE PRADO, INTRSDENTE DE I.OS REALf.S
Bien al cuntrario el intenor, despliega no poco hiJO. Los p1lares lle nen rrcos ca- ~:u:: nCITOS \' GE:""EitAI. DP. ESTA PR0\'1/0CIA, Sli ltEI'ARACION 0
piteles de estuco; con la misma mal1•ria se adornan de atauriques y lacerfas los en- CO\" El. FIN n~: CO"iSI':R\"AR l:N MO:""I!ME1HO T ,\N ASTIGl:O \' JJIGNO 111;
trepaiios de entrcarco y arco, y con otras lacerlas y arcos ornamentales angrelados QUl; llAGA 31EMORIA E:\" L.l P0STRRID.lll 1
los muros que cargan sobre las an¡ucrfns ¡•rincipales. La techumbre es\á, como la lUWLCIJi"\"DOLF. EN .ll,liACE:"" Jlf. ESSERF.S UE l•.l Rl:AL IIACIENIJ,I
de las primiti\'as basllicas cristi:Lilas, h¡;oc\ra de matlerámen siguiendo el declive de 1',\RA QUE NO l "ESGA El'i LO Sl:Cl;sn ·o OTRA
los tejarlos. AI'I.IC.\CJO:"" MRSOS DECOROSA.
Tiene este edificio 8 1 pies 1le hu·go , G3 de ancho y sobre 60 ele alto en la na,·e
central. El monasterio rur~dado llOr el cardenal Si liceo, de que hn.bla esta inscripcion, lo
Nuestra lámina titulada V1 •n J\"TRRIO rt DP. SANT.l i\l~nÍ.l 1. .1. BuNu , reprodu ce fu e co1r el es preso ObJelo de que en él se hiciesen monjas solo las qut;l hubiesen sido
r:on escrupulosa exactitud la hcl!a conslruccion de IJUe tratamos. l~n primer término meretrices, tratando a~i aquel prelado de apartar de su mata ,·ida a muchas de las
se ven Jos pitares octógonos, y arrancando de ellos los arcos de he rradura sobre los muge res de su arzobispado. Poco tiempo despues de esto las monjas pretendieron
cuales se le\·anta el muro que tlivide la nave central de una de sus colaterales, y que el papa relajase la regla im1JUesta por el cardenal; 11cro S. S. no se lo concedió
que se 1lestaca ¡tor nscuro. En sep:uLHlo término se ,·en Jos ¡ti lares, arquerías r pa- por estar espudidas las bulas con !a condicion susodicha y espresamcute solicitada
red del olro lado de la misma 11al'e. Finalme nte, en último término aparecen las por e l Sr. Silíceo . Pronto deja ron de cñtrar en él no,·icias, y al cabo de un s iglo dt'
tlos na,•es menores 1lel un costado, en el centro; la puerta de la irnafronte al estre- existencia dejó de existir el monasterio.
1110 1\erecho; y, casi en igual paraje del i1quie rdo unos t>SCalones, que cortando una S.-\:""T.l M.utú I,A RLHCA es hoy almacen de la hacienda militar.
-
·~~.r.·l/.. .. ~ r.~ .. ú n.:
Esn lámina representa en su parte superior dos de los capiteles ajara- p:.nte 3\la del inleri01· de la imafronte ó fa chada de los pies del edificio.
cados, es decir, adornados de ajm·acas (labor de hojas y de lacería ó en- La forma de esto arco, es decir, la combi nacion de los ángulos rectilíneos
tretejido}, que, hechos de estuco, revisten la parle superioa· de los pila- con las lineas curvas es propia del tercer período de la arquitectura ára-
res aislados sobre que arrancan los arcos de hel'l·adura, como se observa be espaii.ola . Como el arco representado en la parte inferior de•·echa de
en la lámina de la vista interior. Los capiteles de SANTA -~_IAnL<\ t.A DLA~CA nuestro cuadro son los ornamentales que corren por la parle su perior en
se distinguen muy poco unos de otros: los copiados en esta \<.\mina son los muros que dividen la nave mayor de sus dos inmediatos colaterales.
los mas desemejan les que en los mnyorcs de este edificio se encuentran. Estos .arcos son angre/ados, es deci•., formados con porciones de circulitos
Nuestros leclorcs observarán que entre estos ca piteles y los de los cinco que se reunen haciendo ángul os. La parte sólida del angrelado está be -
órdenes g•·eco-romanos, hay una gran diferencia, sobre Lodo si se alicn- cha de ladrillo, y pertenece á la primera época de dicho estilo arquitec-
dc al picado de la s hojas, ;_i las piiias del de la derecha y á la multilud tóni co, en la cual hubieron de fabricarse al erigi rse la sinogoga. No asi
de revueltas de los follajes del de la izquierda¡ circunstancias todas pro- la parte de estuco, que es la que figura arcos apuntados conopiales y
pias del tercer guslo de la arquitectura árabe de la península. adornados con picados, la cual pertenece al guslo terciario. Son tambien
Ocupan la parte inferior de dicha lámina dos muest.ras de los arcos de estuco en uno y ot ro arco de nuest ra lámina, las molduras de la ar-
ornamentales que adornan los muros de la antigua sinogoga. Como el de cltivolta, y l:.1s basas y capiteles de las columnill as, todo lo cual es lam -
Ia izquierda del observador, hay dos, hechos puramente de estuco, en la bien dcllercer período de la arquitectura mencionada .
5.
4.
b1 de Baclnller
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t!,5 ,6 y 7 I.Jl!J~!!Jl li!J~ ~fi;)Jill'l.PLD. ffi.JlD.~I.JLD. )!,¿¡;), [;J!J,L;;J.lm~&L
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DETALLES
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• LA lámina á que acompaña esta hoja de testo, presenta en medio de la
El detalle que se halla á la izquierda del anterio•· , ofrece 1 en mayor
escala, los capiteles de las columni\las de aquel.
parte superior un dibujo grande en que dos arcos gemelos de dobtc-
Al estremo de la derecha se ve otra cenefa de atauriqtte picado sobre
angrelado arrancan de encima de columnillus pareadas, y cobijan vásta-
ataurique liso.
gos con follaje de hojas agudas y de otras clases, que forman postas
En la parlo inferiol' de la lámina está representado á la izquierda un
realzadas. Sobre la cima de cada arco hay un roscto~t con laceria, en
trozo de ornato, reducido á una vid con hojas y racimos, revolviéndose
que se observa alguna tendencia á imitar la tracería de la arquitectura
en dobles postas y realzada sobre ataurique.
ojival. El espacio que media enl1'C los arcos, los rosetones y una cencfita
néstanos hablar de otros tres dibujitos que se ven á la derecha del
de dobles postas que sobre ellos corre horizontalmente, hay una ajaraca
precedente. El superior da en mayor escala la contracene~ta susodicha:
de hojas picadas. La parte que queda entre cada arco, roseton y ángulos
el de en medio es el mismo roselon que se encuentra sobre cada uno de
del arrabá ó marco en que aquellos se inclu~·en, está adornado de atau-
los arquitos del detalle descrito al principio de este artículó; y por últi-
rique, realzado como el resto del adorno de este detalle, sobre un fondo
mo, el inferior reproduce el doble ataurique de entre los dos arcos, tam-
Lambien de a/aurique. Una labor menuda forma una contracenefita que
bieo copiado en tamaño mayor.
va por encima de la cenefa, y paralelamente con ella.
·" -
..
(Vulgo EL CRISTO DE LA VEGA.)
D uRANTE la décima y última pcnccuclon s uscitada á la Iglesia cristiana en el si- arzobispo D. Juan 11, dot:ludola de prior, dean y ca11Ónigos reglares Agustinia-
glo 1v por los emperado res Diocleciano y Maximiano, una jóven, notable por su nos, y anejándola ''ariu iglesias como las de San Adricomio, San Cosme y San
hermosura y alto rango, llamada J.eocndia, se dedicaba secretamente en Toletlo al Damian, San Pedro y San }labio, Santa Eulalia, y Santa Maria tic Atocha con al-
culto del Redentor. Daciano, presidente de Espaiía, habiéndolo sabido, la amonestó gu nas posesiones.
que abandonase la fó del Crucificado¡ y viendo ser inútiles sus exhortaciones., la hizo l\luchos Jlrivi\egios llegó á r eunir la Colegiala; ¡1ero andando el tiem¡Jo, sus canó-
atormentar y encerrar luego en una cárcf.!l, en la cual, muriendo la doncella, reunió nigos fueron, en ''irlud de concesion apostólica, trasladados á la Santa Iglesia Cate-
á su corona y palma de 'Y{rgen, los gloriosas del martirio. Sepultáronla en seguida dral , en cuyo coro tiene asiento entre las llignidades el abad de Santa L~ocadia, por
sus correligionarios en un campo 6 huerta de la Vega, cerca de los muros de Toledo concesion hecha por Su Santitlad en el año de 1301 á instancia del arzohispo don
y no lejos de las orillas del Tajo. Gom:alo. La n .~SÍLlCA permaneció abierta para el culto, y como antes, bajo la juris-
En aquel sitio, y segun algunos, sobre el mismo punto en que subsistían las diccion abacial.
ruinas de un antiguo templo romano, aprovechando los restos de este, se erigió con El edificio ha sufrido defpues ,·arias reparaciones, que no han sido tan radicales
el tiempo bajo la ad\'OCacion de aquella santa, una iglesia, antes de que el empera- como para borrar los caracteres arquitectónicos im¡JUestos al monumento cuando
do r Constantino 1 tl Grands abrazase el cristianismo, segun unos escritores; y se- fué reedificado. En 1770 se hi1o en él una adicionen la parte de la irna(ronte, ósea
gun otros, mas verosímilmente en nuestro conce11to, despues de concluida la per- fachada de los pies de la iglesia, y en 181 6 y 1826 se repararon los estragos que lo
secucion arriba citada. Sea de esto lo que fuere, parece indudalllf:! que por mandato causó el ejército de Napoleon.
del rey Sisebuto se edificó alli en honor de Sauta Lcoeadia, durante la era 656 (aiio
de 618), un templo grande y de obra admirable para aquellos liemros, «aula miro
opere ....... culmi11e alto,n como dice S. Eulogio en el AI'OLOGÉT!co. En esta iglesia
se sabe haberse celebrado hácia los aiios de 63'~ los concilios toledanos 4. 0 , 5. 0 La !1 ,\sfuc.~. DF. SANTA LF.OCADTA solo consta actualmente de una uact, que par-
y 6. 0 , á los cuales se aiiadieron despues otros. tiendo de un db1ide 16micircular termina en la ima{ronle. La dccoracion de la parte
Varios reyes y prfnci¡ws godos, y no pocos arzohispos fueron sepultados en su antigua es, como pu ede ,·ersc en nuestra lámina, un tejm·o:: con canccillor en la
sagrado recinto, siendo de este número S. lldcfonso, S. Eugenio, S.. Julian, S. Ela- parte superior, y cualm zonal de arcus ornamenta/u dúplices, ocupttndo el cuerpo
ilio y Gunderico. del edificio do arriba abajo. Los arco& tle la .:ana. inf(•ri or son todos scmicirc11/m•u;
Cuentan, el metropolitano de Toledo, Cixila, y en el oficio de Santa Leocatlia, los de In inmediata angrcladu1 y a{ecfrmdo la forma ojiwl los iuduywta, y ojiua-
diferentes brc,·iarios antiguos nprobados por la Santa Sede, que un dia del aiw GGG, lu túmidos los iuci11HO~ en ellos; en los de la tercera, oiws hlmidas se incluyen en
celebrando la resthidad de esta \frgcn y márlir en la iglesia de que tratamos el Hey arcos de herradura; y finalmente, In zona Ultima es igunl á la._ 11rimera.-La parte
Recesúnto, el arzohispo S. lldcrouso y Ull inmenso concurso; se le\'auló la Santa de de muro liso con una \Cnlana cuadrada en la IJarte alta, ¡¡ue á la derecha del es-
su se¡mlcro y pronunció algunas palahras en elogio dPl san lo prelado presente. Este pectador se \ ' C t.'ll el dibujo adjunto, es la adicion hecha á los pies de la iglesia du-
tomando un cuchillo, que el Hoy \le\ a ha ceiiido, cortó con él una porcion del lelo de rante el último sip:lo.
la aparecida Leocadia. El velo y el cuchillo se guardaron en el mismo templo hasta En el interior de esle monumento, los mu ros, con respecto á su eslcnsion hori-
que los cristianos muzárabes los trasladaron á la iglesia de Santa Justa . como la zontal se reparten, por medio de pilaru acodilladoB, en enlrtJlailol \ erticales, de lo!;
principal que tenian durante la dominacion de los mahometanos en Toll'do: de cuales, cuatro que eslon á dos en cada muro junto al dbBidt, se llenan cada uno con
a!!i, despues de reconquistada la ciudad por los cristianos, se \'Ohieron á tras- un arco clliJIIicc, en <IUC una ojica l1imida se incluye en olra ati!Jrtlada. Sobre los ,¡¡u~
ladar á la catedral, en donde aun sub~istcn.-llay 1¡uicn añade babf'r Heees\·inlo, 1'01 y piluru corrt una impoBfa tan sencilla, que solo se COIIlJlOilC de un cauto y-
desde el dia de la mencionada a¡1aricion, ''encrado mucho y hecho mercedes alar- una fllatabautla. Volita encima una bóctda, que comenzando en semic1i¡JUla al cubrir
zobispo S. lldefonso, á quien antes hahia mirado con ojos poco propicios, porque le el Ubricle, continúa en ca~1on, di\'idido en su largura por (ajas que con -ella t:olttal~,
hacia advertencias y reprendía a los consejeros áu\icos ¡wr sus estragadas cos- arrancaudo de sobre las pilastraB, y siendo como esta§, acodillada• y de bastante
tumbres. rualte.
Durante el periodo en que dominaron á Espaiia los reyes \'isigodos de la pri- J.a na Ye lle la iglesia licue 36 pies de alta incluyendo la bóveda, otros 3G de
mera línea, parece hahersc hecho por primera \eZ colegiala la iglesia tle Santa larga , y 21lle ancha, no eonl1índose en estas dimensiones la parte aiiadida por la
Lcocadia . ima(route duraulc el siglo pasado, cuya elcYacion es de fd, la largma de 1!), y la
Don Lucas de Tu y y olros l1istoriadores refieren {IUI.! en el aiio de 71 5, estando anchura de 33.
Toledo sitiada por los I;IUSUlmaucs, salieron tle ella los cristianos para ir á cdehrar Los altares son muy modernos y no merecen atcncion alguna JlOr su parte ar-
el Domingo de Ha mus en esle te111plo; y entretanto los judíos de la pohlacion alirie- tfslica. El ma~or, que ocupa el rondo del ábsid6 ó cabecera tlel templo, con ti ene un
ron las puertas tic la ciutlad á los sitiadores, los cuales hicieron una sran carniee- Crncifijo con el brazo tlcrecho dl!sclavatlo )' caido, aunque no completnmt'n le, sino
rfa en los que habian salido, cogiéntlolos desprc\'cnidos dentro de la iglesia y á su al· en lfnl!a diagonal f'lllre los hrazos y pié de la. cru z. De esta imágen, á 1¡uien debe
rededor en la Vega. la UAs(ucA su nombre ''ul¡.:ar dt: EL CmsTO DE u VEGA, se cuentan notables mila-
Con ''ariedad opinan los autores acerca de si fué ó no demolido el edilicio por gros, dt: loi cuales referi remos algunos, copiando literalmente las palohras del lltl-
los secuaces del Islam, no sabiéuduse nada ¡JUsiti\ameute acerca de su destino du· dre jcsuilo Antonio de Quinhnaducilas, que en el sif!lo " '• ¡J;írrafo 1~ . 0 de su obra ti-
rante la dominacion nmsHmica. tulada uSANTOS ni! !,A llii'HIIL\L CIL0.\D DE TOLEDOll, t!ice:-uEn. d a/tm· rnoyor de
A Jos sesrnta rulos de haber entrado los mahometanos en la corte gotlo. es decir, la iylt~la t:f y 11dori la imligen d~ bulto de CriBio Serlor i\'tJutro. E$totnra grarule y
hácia el de 77'~, permanecia a11i el cu~·rpo de santa Lcocadia, pues el arzobispo Cixi!a, cuido d bra.:o Jerec:ilo, dtnw•lrllcion, lf'U afirman algwtaB haber luttdido tri oea1ion
que ocupaba á la sazon a1¡uelia silla melropolitana, lo asegura en la l'ida de S. 11- qur 11tgando un jucllo curta cantidad de nmraudb a tm crütiana, ponitndo al Sattfo
de(onso con estas palabras:-« 7'umulu• in quo •cwclum ejus cor¡JuJcuhun uBqtu lwdi6 friBio Jlor luliqo, derribó ti bra.:o, dando d tnltnder /rotaba t:erdad el crialiano,
humatwn tsl. .. » Pero antes de morir este respetahll' prelado, debió el santo cuerJlO y luego •e co1ttirtió d jutUo. Otro• quieren que un fllOIIcebo Htyaba la ¡mlobm ele ca-
trasladarse á 01 iedo con el de S. lldefonso entre los aiioa 756 y 783, durante el Bamiellfo d 1111a doncella, y que /legador d juicio ante el Crucifijo, b11jó el bra.:o en
maut!o del sucesor do \"usnf, Ahdorrahmen, que persiguió á los disclpulos de Cristo {aror de la dorlrtlfa. Otror ju.:9an qt•e ult Santo Crucifijo t1 copia del IJt•r u rn·r-
hasta el eslremo de hacPr huir d las montañas, llenunlo ó escondiendo las reliquias rtiiCi!l en la ca¡¡i/lo de San llliniato en el castillo de Florwcia. P osa aé, q.ct lier1clo
de los santos, á todos cuantos pu1licron e¡npnmdcr la fu¡;m. Lo primera noticia po- ro/Jodo S. J uan Gtwlrero /u ro tli(ertncias con otro, ti cual t·endido Bt lt /lineó dt
si ti Ya acerca de la presencia tic las rcli¡¡uins de la Vfrgcn y mártir en Asturias, se ro!lilltu, ylt Jliclió qu~ ¡10r J uucristo Cr·ucificado no le llllliiU~. /l izo/o a6i Gu(ll•cro,
halla en una 1le las interpolaciones hechas por el oLis110 D. Pela yo en el Cnmicon !J el!ltÓ Jutgo W !JIItl trmifa de F/ortntÍO donde HIOba 11/lo (I'UCi{ljo, y tlflllldO Je ro-
de Alfonso lll , en la nwlnwnifiesta haber edificado en Q,icdo el rey Alfonso 11 ¡/iJ/al, lmjó el bm;;o el (rirlo dando d enlclldtl' u /!abin nyr·adado y UI'Cido dt aqutl
el Casto, una iglesia 6 ca1Jilla para Leocadin. En el aiio de 810, al decir tic unos, en hecho. Cou e81o Guo{Bero re hi.:o religiuso y (nndó la ónletl de J'aldeetnl¡rola. El
ül de 83'l al de otros, los restos mortales de la Santa fueron lle\atlos de Ü\'icdo ó duqus dG Florwcia tomó u/a ermita Últitu/acla de Son Jlfif¡ifJIO, y /obró w tfla 1111
}' rancia, desde donde por tíltimo ''ohicron á ser trasladados á To\otlo el dia 16 do castillo, si~11do yo de I'Ciigioao~, qt1edaudo clnl/J'O tl Cl'irlo bajado el bmzo. A imi-
ah ri! de 1587, y en sefwida fu{'ron eut~<'gados á la ~aula Iglesia Primada, en la oual tacim~ Juta arrnfu imligw Bt /1111~ labl'odo olro' cl·ucifijo&, y /1'11itlo á lúpafla, y ell fl's
h asta hoy se han custodiado . uto• te ¡Jien8(1 fut! uno u/e que t$tá en el templo rtferido de Santa L eocaclia.JJ-
La OASÍLICA ur. :;,\:iTA Lr.OCADI\ 1 de la única patrona de la Corte ,;i•igoda du- La ii111Í!!en del f'l'itto de la l'ega fué quemada por las tropas francesas dnranle la
rante mas de fJOO ai'ios, es decir, l1asta la conquista de la ciud11d por Alfomo \'1, guerra que en defensa de la indt¡Jendencia e~Jiallola sostu vo con ellas nuestra na-
pues solo en esta época comenzó á serlo S. Eugenio, fué reedificada por (>1 arzobispo cion á principios tlo este siglo: otro crucifijo hecho á su imilacion, 11cro sin mérito
JJon Juan, ¡;.egundo de este nombre y tercer sucesor del primf'ro que, conquistada orlistico, es el c¡ne actualmente la reemplaza.
Tolaitola en t OSJ, obLU\'O su silla metropoliluUD. No falla quien atribu~·o esta rccdi- El utilo arquiltctdllico de la UASfuu es el drobt e'pañol uwndario, carac/eri-
licacioli al Rey D. Alfonso el Sahio, ni ¡¡uil'n nsc~uru hobcr estado siemllf<', de&tlo ltldO por la forma de sus nrcor dtlplicu cuque la ojtra lúmida se incluye en arcol
que lo& cristianos ganaron á Toledo, abierta la IGLE!!n mn. CnTi'TO oF. u , Yi!GA, de herradura y en angl'tlados. La ~]lOCa de esta fase del arte fu é dl>sde t<l sip.lo x
~ sit·ndo sus palron'ls los sciiores Jlurtocarreros, que Sí' hahian dislin!.!uidu en la hash mediados llel ).111; y coincidiendo tal ¡1edodo con los tiem ll08 tlel arzobi8IIO
cam¡1aiia toledana y en otras. Don Juan 11 , podemos afirmar ser el edificio actual clttue este dig no pr('\ado mandó
1\ectlificada la iglesia 1\e santa Leocadia fu é erigida en cole~ial por el mismo rccdilicar.
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La PuERTA I)EI. SOL OE TOLEDO es una lorre almenada , por la suegra, jJiad1·id, lJerlwtga , B uitrago, .lledinaceli, ( orla, pueblos
cual atraviesa la bÓl'Cda que constilu)e el ingreso , y cuyos lados muchos dellos ant1~guos , y que caian cerca de Toledo, fuertes y de
se forman por dos torreones, de planta cuadrada el uno y semi-
campúia fresca, en que se da muy bien toda suerte de mieses y fru-
ciTcular el otro. Dirídese , pues, en tres compartimentos, de los lales.))-No e'istiendo, que sepamos, ninguna otra noticia hi stó-
cuales el central pres e nta csteriormentc , en la fachada anterior, rica acerca del orígen de esta puerta , preciso nos es, para m"eri-
un grande arco de ojiva tftmida, arrancando de encima de dos co- guar al menos su fecha , recurrir al examen de sus caracté rcs ar-
lumnas, y como inscripto en un arrabbda. Hay sobre este dos zo- quitec tóni cos. l.a ojiv((, túmida, que comple tam ente desarrollada
nas de m·quitos ornamentales enla;ados, angrelados en la supe-
se presenta en el arco de ingreso y eu los ornamentales, apareció
rior, y en la inferior de herradura, cugendrando con sus enlaces
durante el segundo v eríodo de la arquitectura muslímica de :Es-
otros de ojiva túmida. Dh ido las zonas una faja de ángulos en-
pnña (desde el siglo x al x111 ) : las fajas de ángulos entrantes,
trantes. ])etrús del grande arco se 'e otro de lwn·adura, ) enci-
co mo la que divide las dos ::onas de m·guitos ornamentales 1 son
ma de él un medallon circu lar, en el cual on tri{lngulo circunscripto
propias del gusto terciario, cuya época comenzó en la segunda
encierra un relie' e que contiene las armas de la Santa Iglesia Pri-
mitad del siglo xm; es pues e'idente que desde esta fecha e n ade-
mada , es decir, la represe ntacion del acto de poner la aparecida lante debió ser edificada la puerta de que tratamos. Corrobora tal
Virgen María una casulla {• S. lldefonso, metropolitano de Tole- opinion el ser aquel notabl e ed ificio hecho de piedra , género de
do. Mas allá dos arcos de simple-ojú:a se hallan tan reunidos construccion muy usada por los cristianos y poquís imo ]lOr Jo¡;
como era necesario para formar la corredera por donde subia X mu sulmanes; y el hallarse en él el bajo relime de la mila grosa
bajaba el ·rastrillo; y por último, otro arco de herradura, que si- <~paricion de la Yirge n María á S. Ildefonso, ) dos figuritas d('
guiendo á los grand es ya e numerados, se abre e n la fachada poste- mármol blanco, te ni endo sobre la cabeza una cosa á manera dP
rior. En la parte alta de esta hay tres m·quitos ge melos con arrab-
bandeja, e n la cual hay una cabeza cortada. Estas fi gura s colo-
báas.-EI torreon semici1·cular tie ne tres matacanes) uno en cada
cada s e n las :;onas de arcos unwmentales del fre nte ant erior, .'
fachada junto <1l compartimento ceulral , y otro en medio de los
que quizá re presentan la degoUa cion de Snn Juan Bautista , por
dos: cada matacan tiene en su frente un arco ornamental angre-
haberse acaso dedicado la Pu..:nTA OEJ. SoL DE TOLEOO al Pre-
fado , carga sobre tres canecillos, .) se co rona con tres almenas, cursor do J esucristo , se dice haber sido puestas alli á co nsecue n-
de chapitel piramidal como lu s otrns de la torre . Por los dos es-
cia de lo siguie nte, narrado, seg un a segur un, e n documeutos coe-
pacios mediantes entre los tres matacaucs corre una sórie de ar-
t{mcos. Dos mugeres principales se qu ejaron á Fcruando Ul el
rabbáas inclu)endo arquitos.-La torre cuadrangular solo tie ne Su uto do habe r sido agrm iadas con gmn desacato por Vornamlo
unos arguitos de arrabbáas.
Gonza lez, alguacil ma yo r de Toledo y seiíor do Y ogros, dehesa
Acerca de la ópoca y moti\ O de m·igirse la PLiEnT _\ nEL SoL
gruudc) pingüe. :El lley mandó degoUar á este, co nfiscó todos su:"!
nE ToLEno , di ce n alguuos historiadores, que los mahometa nos de
bienes. qu e cedió al hospital de Santiago; y por últin1o, para per-
i<t ciudad cuando su¡liCI·ou habe rse re ndido Madrid al rey cristia-
' " petuar la memo ria de tama11o escarmiento , hizo colocar e n la
no Alfonso Yl , la conslrt.I )Cron para reforzar la defensa de la plilza -Pn:nTA OEL Sot las fi guras de las dos mugeres y de la ca bez<I de
por aquella parte. No debió empe ro se r es to asi, e n el caso de que
su agra' iador.-Semejantes esculturas, asi como la medalla arriba
.\Iadrid fuese tomado des pues de Toledo. como asegura el P. Junn mrncionada, parece mas probable fuesen puestas a!Ji al tiempo de
de Mariana en su lhsTOIUA GE NEIL\1. DI~ Est·A~ .\. libro IT, ca- erigirse el monumento , que no posteriormente. Tal 'cz , en caso
pítulo 16, con las palabras sigui entes : -....... <tdirersas compa.- de ser \erdaderos los hec hos referidos , se ' e rificarian al tiempo
JiJas de soldados por ónlen de Slt 1·ey, se derramarou por toda la de es tarse co nstru)endo la Pt.:ERT.\ DEL SoL , pudie ndo muy bi en
comarca y reino de ToLedo para allanar lo que 1·estaba, que les acnecer hácia el fin del reinado de San Fernando, que murió en
jite muy fácil¡JOr estar los moros amedrentados, y por ver que per- el afiO de 12;)2 , ti empo e n el cual com ienza el tercer período del
dida aquella ciudad lan principal no se podian con sen;ar . Can a- nrte mahomelauo en Esprula ú que antes hemos atribuido este
ron, pues, muchas villas y lugares: los de mas cueJJia fu eron Ala- bello monum e nto,
queda , E scalona , 11/escas, Tala vera 1 G·uadalajara , .V ora , Con-
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l '
(ANTES SINAGOGA.)
A r·tícnlo l.
(~uArtDo el rey de t.:a.stilla. JJ . Pedro. apellidado el Cruel, sucedió en el »Aq ui comienza lo del otro lado.
trono á su padre AlforJso el Otlcnw. cuidando mas de andar á caza con nCo11 el s11 amparo y licencia tlelerminamos de fabricar cale Templo. Pa .:.
falcones garceros y alcarat:a11eros que en el acrecentamiento del Erario, en- ¡;ea con él y co1~ toda s11 generacion, é alivio en todo m trabajo. Ayora nos li-
tregó la administracion y cobranza de sus rentas al ilustre D. Juan Al- bró Dios del poder de nuestro cnemigoj é desde el dia de mtestro captiverio no
fonso, seilor de Alburquerque, quien puso por almojarire real á su tesorero llegó á 1Ws otro tal refugio. llecimos esta fabricacion ron tl sonsrjo de mtestros
• Samucl Le,·í, ó Si mue\ el Lcví, judío habitante en la Ciudad Tmperial. Supo sabios. Fué la gra11 misericordia de Dios con nos. Alum.bnmos y encamitwnos
esle captarse la régia benevolencia de tal modo, que llegó á ser muy gran Doll llabl Alyir: Sil memoria sea en bendicion. Fu é ttascido es/e, pura que fw:-
privado y consejero del monarca, y conscr·vó su valimiento aun cuando su se á mttslro l"ubfo como tesoro: ca aules de esto los twestros tetJiu11 cada di a fa
primitivo proteclor, D. Juan AllOnso de Alburquerque, atrajo sobre sí la có- ]Jclw ti su ¡merla. Diú esle hombre sancto tal sollura ¿ alit:io á los pobres, qua/
lera terrible de D. Pedro. Aprovechó Samuel su privanza, no solo para edjfi- uo fwi (echa en los di as ¡Jrimeros, ni en los a1ios antiguos. NorL fué eS! e Profetn
l·ar en el barrio de In Judcrla de aquella antigua pobl<tcion un estenso palacio sinon de la mano de Dios: hombre jusi o é que wultwo llll pel"f'ection. Era uno
para su propia m01·ada, sino la mbien para obtener real licencia p._'lt·a erigir de los temerosos de Dios, 6 de los que wydabmL en m sancto 11omb re . Sobre lo-
uua nueva sinagoga mayor, li cencia dificil de conseguir en una época en do esto wiadiú qtte qtúso fabricar esta Casa de Ol"acion, pura nombtc 6 (ama drl
que apenas se permitia ú los heb1'COS el reparar sus templos ya existentes . Dios de Jsruet. lú /u es fn Casa de siesta para los que dessea11 sabe1· nuestra V·y
Hízola edificar un rabí llamado Myi1·, quien debió invcrlir en ello no pc- IÍ btucar á IJios. Comeu.:.ó á (abl"icar esta Casa, é su. moratla, é acabólu en muy
que i'i os caudales, atendido lo numeroso y pt·olijo de su ornato. De algunas buen arto pare~ Israel. Dios acrecentó mil/. y cien/o <le los sttyos, despues r¡ur
de estas circunstancias, y de otras no menos notables, dan clara noticia para él fué (ltbricacla esta Casa: los qttales fueron hombres grandes IÍ poderosos,
dos inscripciones hebrúicas colocadas en In parte inrerior de la cabecera para q¡¡e con mallo {'tter!e é ¡>oder o!Lo se sustentase esta Casa. l'ú m se ha/lata
del templo, á uno y ot i'O lado del s-itio C>n que se hallaba el púlpito en que gerHe en los canlones del m tmrlo que fuesse ml!es de es!o mcuos pret:afescida: ttHI.~
los rabinos leian la Thora. Trasladaremos aqui. por tanto, la traduccion que a/1e Seiior Dios 1mestro, siendo tu nombre ftttrte ¡ pl)rleroso, quisiste que aca-
r~l Licenciado Frey Francisco de Hades y Andrada trae en su Cuó~ICA nt: bássemos esta Casa para bien, tlt dias bttenos, ¿mios famosos: parnque preutl-
I.AS TRES ÓRDF.:OOES \' C.\UAt.L E IIÍAS DE S .\1\CTI .\GO, C ,\I,ATRAV.-\ .... ALCÁ~TARA. lesciesse tu nombre w ella, é la fama de los fabricadores fttesse sonuda en torio
manifestando deberse {1 ollll judio de nacion, grande letrado en l'n Lf'y. • rl mundo. ése dixest, Esta es fa Casa de oracion, que fCibl·icarott 111 .~ .~ii'ITM,
!labia asi Hades r .\nclrada en Jo.;: folios 21- y 2:) de la CnilXICA UF. C\1.\- Jlara int·ocar en ella el nombre <11! Dios Ht R edemplor. ~
J)ios con él é coJJ1JOli: é halló yraci(t é misericordia para nos. Em lwmbrr La de nomi nacion de IGt.ESIA DEL TR.i.:'iSITO, creen algunos deberse á
rle pelea é <le pa.::; poderoso eu INlo.~ lo.~ JUtebfos, é gran fabricador. l. con- que en esta se tocaba la campana de la agonía cuando espi1·abí1 algun in-
lerió esto en los tiempos del Rey /)on Pedro. Sea J)i os en su ayuda: engrau- di,iduo de la órde n que acabamos de nombrar: otros , con mas runda-
dr.:.ca su estado, prospérele, 1J ensáfce/e, d ¡Jonga s1~ silla sobre todos los Pn'n- mento en nucstto S<'nlir, opina n que procede de haber poseido en uno dt.!
ripes. Dios sea ron éld co1~ !o<la w cosa: ti lodo hombre se humille á él: é los sus altares una bellísima tabla que representaba el glorioso Tránsito de la
grandes¿ (uerlr.s que ocien: en l1' tierw Le C0110;;can. é todos aquellos que oye- Yírge n Marí:.l ; y ('n e fecto, encontramos escrito é impreso. desde algun
1'1'/t s'' nombre, se gocen ti e oirle tll todns los Rrunos. r ~ea manifie.~tn, que é{ tiempo aira~. Pl nombre <iC' el'l<l iglesia 1\am;índo\a Nt!f..STRA SF..~ORA DEL
ts ferfw lÍ hrarf a11t¡wro 1 dPf~nrlr~lnr. l Tn ,\~SITO .
'
A•·tículo Il.
L.\ iglesia del TRiNSlTO consta solo de una nan', ó mejor dicho, de un son lUs habitaciones, Dios del universo! ... Pálido y consumido el deseo de los
estenso salan de planta p<~ralclóg•·amo-rcclangular, que se estiende de átrios de Dios, mi alma y mi CltCI'jlO aplaudirán á Dios uivo.-llasla el pá-
oriente á poniente. y cuyas dimensiones son: á lo largo 76 pies castella- Jaro encuentra casa y la 9olondrina nido donde poner sus JlOlluelos; allarcl
nos, ;\ lo ancho 3.\., y á lo alto U. lltyos, rey del tmiverso, rey mio y se1ior mio; albricias a los q~te lwbilall /u
Los muros son de mampostería y ladrillo, lisos esteriormente, y del casa.-Ya le alabarán sumisamenle.u
mismo modo interiormente hasta la altura, sobre poco, de dos tercios de La del meridional:
su eiC\'acioo total , esccplo el de la cabecera ó p.t.rte
. oriental, que está · Salmo de gracias entone a Dios lada la tierra. Obedeced a Dios COII
' casi completamente cubierto de labores ejecutadas con proligidad en yeso alegria, enlra(l delanle de él con algazara.-Sltbell r1ue Dios es el Se1ior; él
ó estuco, lo cual no es fácil determinar por haber sido pintadas con ya- nos llizo y suyos somos, nosotros su. pueblo, y ganado de SI' a¡)acenfamien-
rios colores, y despues en época mas reciente enjalbegadas, como el resto to. -Entrad JlOr sus puerlas con celebracion, JlOr sus átrios con ala-
del templo. banza: loadle, bendecid stt nou1bre porque es bueuo, Dios dé siempre SI' mise-
La techumbre es un artesonado do alerce. ricordia y prenda ele yeneracion y generacio11 m crédito.»
A la altura en que terminan las pm·eJcs y comienza el declive del ar- La pared de los pies del templo, bajo arcos ornamentales semejantes
Lcsonado, cruzan de trecho en lreclio á lo ancho de la nave varias vigas á los reproducidos en dicha lámina rotulada uOn~tAMENTACION m·; I.A PAnn:
al aire, y pareadas, sirvieudo de tiranles, y apoyúndose en g1·andes canes AI.TA EN El. tN'fluuon DEL TE~n·Lo,u tiene tres ventanas, de las cuales la del
decorados con molduras en sus can:.ts ante1·iorcs. centro es de arco ang1·elado, y !as otras dos de ojin1 tt'unida, adornadas
La parte interior del mm·o que consliLuyc la cabecera del templo está de una manera correspondiente á la decoracion ¡·estante, y conteniendo
toda cubierta de adornos, ó eslucados ó do yeso, distribuidos en tableros en los espacios mediantes entre los arrabáas de unas y otn1s ventanas, In
cuadrilongos en esta forma: -Un tablero, cuya largura se estimHlc de abajo parte de la gra1~ cenefa que prescnla las armas de Caslilla y Lcon. En In
aJTiba, hallándose cubie1'lo con el altar mayor do la actual iglesia, no ma- lámina nominada ~ ÜLFER.E~TES DET,\LLES J)E LA IGLESIA DEL 'fnANSITO» CShm
nifiesta su labor; otros dos tableros mas estrechos y casi tan altos como copiados diversos ornatos de esta parte de la antigua sinagoga, repre-
aquel , é igualmente con su largm·a en sentido vertical, adornados de sentándolos en todos sus números, escepto en el 1. o que manifiesla, se-
alaurique forma ndo dobles postas, y realzado sobre un fondo tarubien de alau- gun se Yen por la parte csterior del edificio, las ventanas que, rn ]m;
rique con hojas menudas. Estos tableros, cuya copia puede verse en nues- costados, allcman en el inlc1·ior, con Jos arcos ornametlla/es .
tro dibujo titulado a:\RAUF.SCO DE U. CAllF..CERA m,: LA SISAGOG.-\. Qt;H DOY La lcchumlwe hace en el arlesonado un octógono prolongado, y se
ES JGu:stA llEL TnA!'"SJTO II conlicnen en su parte inferior las iuscri1x-iones adorna con lacel'ia que va formando alternali\·amcnte estrellas dC' ocho
hchl'eas cuya traduccion dimos en el arlículo l. -Sobre los tres tableros punlas rectangulares, y olJ·as de igual número de puntas agudas.
t'OITe una .::011a de bovrdillas api1iadas sosteniendo una série de arcos all- El muro meridional so perfora hácia la mitad de su altura con dos
grelados, sob1·e columnas pareadas de frente. grandes vanos que sin·cn de \·eutanas á una galería aHa, que adornada
liemos indicado que la p<lrlc al!a de los otros !res muros se encuentra con algunas labores 6 inscripciones corre por detras de la pared. La fol'mot
decorada: he uqui en qué forman Jo está en los muros lateralcs.-Scgun se de Jos vanos es la de un lambel de seis ángnlos. Estas ventanas son tolnl-
\'e en la lámina intitulada «ÚIINA~IE:\TACI ON DE LA l'ARTE ALTA EN EL Hi- mentc lisas.
TI>n!OR DEL TEMJ•I.o,u una arqucrítt, continuacion de la recien citada al
hablar de la cabecera de la sin<Jgoga, corre sin interrupciou por estos, Para completar la descripcion del interim· del templo, solo falta enu-
como po1· los otros dos muros¡ pero ac¡ui van los arcos siendo alternativa- merar las adiciones hechas en él al convm·ti rle de sinagoga mayor en
mente, uno ornamental, y otro ventana de ojiva túmida, cuyo va no se iglesia católica. Un poyo de bellos azulejos antiguos COITO por todo lo largo
llena con una especie de celosía de complicada lacería calada. Las arc/Li- de los muros.
vollas, los Umpanos de entre arco y arco, asi como los domas espacios y El retablo del allar mayor, que reemplazó á la cátedra en la cual se
"arios capiteles, estan cuajados de rico alaurique. Corre sobre los arcos leia la Thora es del estilo oJival florido, usado en tiempo de los reyes don
una ceneFta que se prolonga por todo el templo, una de cuyas fajas es Fernando y doña Isabel. Se di,-ide en 12 partes ruadrilongas, por medio
una inscripcion hebrea; y por bajo de ellos otra cenefa grande. corres- de 4- agujas y 4 li1jas de doseletes, conteniendo cuadros y rematando en
pondiendo en cuan lo á su colocacion á la zona de bo\-edillas apiñadas de la una COI'Ona tan ancha como el retablo mismo.
cabecera , si bien es mas ancha, y baja por consiguiente algun tanto mas. La po1·tada de la sacrislía y un arco sepulcral que está contiguo {l ella
1...1 gran cenefa se <ldorna con atattl'ir¡ue aJaracado, realzado sobre un fondo y habilitado para alt<ll', son del estilo arquileclónico llamado del Renaci-
de otro atmtrique tlwmdo. limitado por unas faJitas, que, dando capri- mienlo, y están enriquecidos con la prolija ornamenlacion del gusto pin-
cllosas vueltas y formando vistosos angrelados, gi ran en torno de los bla- toresco.
sones contra-acuartelados de Castilla y Leon, segun está representado en Los cual ro al lares, que con el mayor completan los cinco contenidos
C] dibujo número 6 de la lámina ~DWERF.STES llETAI.LES DE J..~ IGU:SIA DEL en la iglesia, son poco notables bajo el punto de vista arquitectónico, y SC'
Ta.hsJTo., Las faJitas contienen una insc1·ipcion árabe en que se repite reducen c.'l.da uno á un solo cuadro.
sin cesar la frase: ucl yemeno ua' l acbalo, r. que significa prosperidad y Tampoco tiene nada de particular el coro, que en allo se ve {t los
ventura. Junto á dichas faJitas hay otras dos que constituyen la termina- pies de la iglesia.
('ion lateral de la gran cenefa, siendo su único adorno, si tal puede lla-
marse, otra inscl'ipcion hebraica, cuyo contenido, uniéndose con el de la El edificio, cstcriormenlc, se halla decorado solo con faJas de ángulo$
que corre por la cenefita, es dos salmos, cuya version c.1stella na, segun etllrantes, sobro los vanos y en los entrepa1ios de las ventanas; y con un
el Sr. D. Antonio García Blanco, cated rático de lengua hebrea en la uni- tejaroz de canecillos.
versidad de esta corte, es como sigue.
La del muro septentrional dice: Algunas adiciones do piezas accesorias, construidas junto á la primiliYil
"Al maestro á la gaita: para los hiJos de Cori. Salmo. ¡Qué deliciosas fábrica, no merecen fijar nuestra atencion.
®Tiíf!Eill!EülJ'i]'l:E&'i l]J)]¡'i]' ¿¡:, !1l1ITl&'l /]))]¡ !k& il~l1[; &ilJ.r~ !.0!!:11 'ITJ;]J.fi,';¡j'<] &'j)J'i]'@,
antes sinagoga.
Lé\ ARQUITECTURA ROMANO-BIZANTINA dominante en la (Y. la lámina así titulada); ora de Uneas curvas y t·ectas combina-
das formando á11gulos en todos 6 los mas de sus encuentros , co mo
Iglesia de Occidente cuando el denodado rey Alfonso '1 recon-
quist6 en 1085 la célebre é importante Tolaitola, no dejó en aque- se ve en San Juan de los Reyes en la puerta de la estremidad me-
lla poblacion ni el mas mínimo 'estigio de su existencia, aunque ridional del Crucero (V. DETALLES.-HOJA 2.'); en otra portada
esta se prolongó hasta fines del siglo xu. Debe atribuirse tan no- que está en un ángulo del claustro procesional (V. la lámina); en
table fenómeno, ora {¡ contener vor entonces la Ciudad edificios las ventanas de la galería superior de este mismo, y en la Portada
harto numerosos para satisfacer las escasas necesidades de sus de la escalera de Tenorio en el claustro de la Catedral. (V. nuestra
s6brios reconquistadores, ora á que si estos erijieron allí por en- copia).
tonces algunas construcciones, lo hicieron con estilo mahometano, 2.•-l<'usTES DE COLmt~.\.8 tomados de construcciones !techas
por abundar en la Ciudad los artistas muzlímicos. por los islamitas 1 como lo son, entre otros, los gra ndes del res-
paldo del coro de la Santa Iglesia. (V. la lilmina «DETALLES
DEL CORO DE LA CATEDHAL.)»
LA AHQUJTECTURA OJlV AL, impropiamente denominada 3.·-DOVEDIU.AS AI'I~"ADAS cual se Yen en diversos capiteles y
tiÓTICA 6 cooo-GEIDt.Üm:,\, elevó en Toledo grandes y muy sun- repisas de la iglesia de San Juan de los Reyes, represenlados en
tuosos monumentos, poro escasos en número, puesto que durante el número 2 de la lámina de DETALLES.-HOJA 1.•, y en la Ji-
los tres siglos y algo mas en que e\is tió (x111, XIY y XY), creó so- gura superior de los DETALLES-HOJA 2.•
lamente tres obras notables, á saber: la Catedral , San Juan 4.'-Cl.EilTA MARCAD,\ PHEDIJ.ECCION A !.AS LINEAS HECTAS EN 1.0~
de los Re~'CS y San Andrés; porque la arquitectma musulmana ORN,\.TOS, propension que con claridad se descubre en los pcrf1le~
es taba tan profundamente arraigada en el pueblo tolaitolí, que de la parte inferior de las grandes tribunas de San Juan de los
continuó prcYaleciendo casi esclusiramcnte en 61 aun durante la H.eyes, representada en el número 4 de nuestra lámina de D1~TA
dominacion del estilo ojival. Hftllasc, sin embargo, en la magnifi- LL"ES-HO.lA 1. "; y además en mucho:o; adornos del mismo tem-
cencia portentosa, en el lujo impondernble de estos tres insignes plo, como los picos á modo de dientes de sierra, de la zona
rdificios, compendiada, digámoslo así, la historia arquitectónica que está inmediatamente debajo del pretil en la mencionada tri-
rle aquel importante periodo: la Santa Jglesia Primada presenta sus buna. ( V. el diseño de la TlliBUNA V ESTREMIDAJ) SEP-
grandes pilares ! b6' cdas, su capilla de Santa Lucía y algunas TENTRIONAL DEL CHUCEBO EN EL lN'fER!Oll l)E LA
otras cosas, como muestras del ojiYal primario ó primitivo, propio IG!XSH. )
del siglo XIII :-el sencillo claustro y el suntuoso exterior del coro,
bellos dechados del secundario ó decorado perteneciente á la cen-
LA ARQUJTECTUIU. DEL RENACL\JIENTO, que general-
turia XIY durante la cual, á consecuencia de nuestras contínuas
mente solo creó cosas de pequefías dimensiones, erigió en Toledo
reYuellas) guerras ci' iles, apenas se construJÓ en Castilla otra
cdif1cios inmensos, tal es como el Alcázar y el Hospital de Santa
{'O~a mas que mmallns ) castillos;-) por último, la delicada Ca-
C!'Uz, 11m ando en esto una gra n ventaja á las innumerables y de-
pilla General ó de Santiago, con los elegantes lucillos del desgra-
licad\:o;imas obras que de su época existen en otn1s partes. El
ciado condestable D. Ah aro de Luna) de su ilustre esposa doña
Renacimiento, si bien en aquella ciudad dió muerte á un mismo
.luana Pimentel; ' otros 'arios ejemplares del gusto terciario 6
tiempo al estilo ojival y al mahometano, siendo de este el úl-
llorido, creado en el siglo ;w. Al último se deben tambien el con~
timo cjcmplur notable la iglesia de San Juan de la Penitencia.
'ento de San Juan de los llC')CS) la iglesia de San Andrés autos
construida en 1:J01; tom6 sin embargo algunos resabios del mu-
eitados, y en los cuales se desplegó profusamente la prolija y faus-
suhnan: de aquí el haberse puesto una portada de este género
tuosa ornamentacion de tan expléudida época.
para comunicar al patio primero con el segundo en el citado Hos-
El arte de los conquistados muzlimes no solo se empleó en
pital de Santa Cruz; de aquí el obsenarse en direrentes partes
lodos los dcmas edificios toledanos, ) a con toda pureza, ) a adop-
otros 'arios cjcmplarc~ que creemos i.Jmecesario enumerar.
tando vrácticas del g(•nero artíslico practicado á la sazon por los
'ictoriosos cristianos, sino que además innu) 6 muy poderosamente
en la arquitectura de estos, contamináudola con sus detalles j hasta
trasmitiéndola alguna de sus m{n.itnas; haciéndola vor tanto agre- . EL ESTltO GRECO-UOMANO estaba la completamente re>-
gar á sus caractércs propios otros estraños, que la dieron hasta taurado cuando todm ia continuaban en vigor algunas prácticas
cierto punto una fisonomía particular 1 alterando algun tanto las arquitectónicas de los secuaces de Mahoma, no solo en la mera
formas) distribucion, ora de los ornatos, ora de las partes compo- construccion, en la cual aun ho) no están complcLamente des-
nentes. terradas: si no lambien en la decoracion monumental, co mo lo de-
Merecen enumc1·arse las principales particularidades que por muestra entre v:uias combinaciones que pudieran mencionarse, un
lo dicho nacieron en el estilo oji,·al de Toledo. Son estas: arco angrelado á la manera mahometana, que cutra dos columnas
1.•-Ancos, ora angrelados de que hacen buen ejemplo los y bajo de un cornisamento del órden to::.cano, constituye el in-
qne forman las galerlas allas di' la JÍROL\ DE L,\. CATEDRAL greso de la puerta en la iglesia de Santa Justa ) Santa Rufina.
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LA CATEDRAL.
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• (A.rtículo 'l.)
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L~ Santa Iglesia Primada de lns Espaflas, sobresale cual una erea cion gigantes- derno con columnas j 6ni cas, arcos en los eom11Urtimenlos laterales, y en el de en
ca, ]e,·;mtándose erguida, entre las irHIUmCrables maravillas uquitectónicas de todas medio nichos en e¡ ue se observa á Cristo y los allÓstoles en la Cena . Sobre este último
las edades, que á ¡10rffa osleutan en su derredor, como rimliéndolas á sus pies, be- cuerpo ca rga un ático con r ecuad ros, y coronado con una cresterfa cimrra.-1\ ellrase
llezas artfslicas de mil géucros Uiversos . Elhmaiio inrponente de su masa, la ar~ mas arribu In pared h:l cia el interior de la iglesia, y se JlCrforn con dos ¡;:rondes ' 'eu-
monfa t.le su interi or, y la riqueza de sus detalles, la hacen tlisputar con juslicia á tauas jemelas, por las cuales ¡Jasa la luz á alumbrar un magnffi co roscton que entre
las de Leon, Burgos y Sevilla, la preferencia sobre los monumerüos de estilo oji,·al ellas se di1·isa. Una bella trace ría corona t>l muro, haciendo tlos derrames lutcia lus
existentes en nuestra nacion. lados en el com¡mrti rnento CCiltral , y corriendo en seguida sobre arcos ornamcnht-
\es ]IOr. los estribos y [lOr los otros compa rtimentos. Oclon te di:\ machon mediante
Cinco naves, y otras tres que las intersecan formando el crucero, constituyen su entre las \'entan as jetnclas, un ¡liJar sostiene en su cima la imágen de Santa Leoca-
pla nta, traza mio una inmens3 cruz inscrita en un c uadri lo n~o con un hemiciclo afia· dia á ma) Or altura 1¡ue la coronacion de cresleda.-Delrás Je esta estatua se rle\a
di do por la cabecera, incluyémlo!l'e en el cuadro las alas Ue ~¡¡pillas del cuCrpo de 13 una ¡1ared en la cual.~r ga un fronlon triangular greco-romano que remata rn tres
iglesia. Las naves laterales ginn pareadas por detras del altar y capilla mayor, unién· obel iscos embolodos f adorna su tfmpano solo con tm mezquino escudo de armas,
dose asi cada una con su colate ral , y formando entre todas una girola magnifica. En en que se perciben los blasones de Es pafia. El fronlon ¡ las arquerfas con nichos y
~;e n eral las capillas del dbsid~ son de un tamal10 proporcionado al total del edificio; y fi guras qu1;1 representan la Cena, y con arcos abie rtos formando galcrfas 6. los lados
• l3s del cuerpo del tem11lo not3blementc ¡leq ueiias: l3s esceptuadas de esta regla, Jo de ar¡uellos sobre las puertas cola terales; el cábrlo de la cen tral; el cuerpo su11erior
son por haberse reedificado en escala mayor que la ¡1rimiti\a. A Jos pies de la igle- y la cúpula de la turre del cCistado de la epístola; un a bcrja que está delante de la
sia fl3nq uean la fachad3 dos torres, en cuyos hu ecos hay en la parle infl:! rior otras lrfple portada; y finalmente algunas otras a11iciones hechas en di\ ersos pun tos de
t3ntas capillas. Tiene esta suntuosa fábrica •,o·~ ¡1ies castella nos en largo y~O~ en la fachada, durante los tiem¡10s modernos, por artistas desnudos de los conocimiC'n·
ancho. tos arqueológicos <¡tw cxigilin semejantes operaciones; con,·irliendo á la imafronk
en un comlmeslo heterogéneo, la han robado la unidad, lo cual debilita no poco lo
El eslcrior de la célebre cated ral a1mrcce algun tnnlo tlesagradable á Jos inte- mageslnosa illlllresion qne ;i primera 1•ista causa su conjunto.
ligentes ojos del artista, por ca rt:ce r de uni1lad en su conjunto; habiendo ten ido la AJemas de las tres ¡mertas de la fachada 11rincipal, tiene la Santa lg:lesin de To·
desgracia de \'er terminada solo una de las dos torres de s u inw(rollle, (fac hada de ledo olra s cinco, 6 saber: In nF. t.os LEO'='> E! 6 u E '· "' At.EGniA, y la tm 1•.\ F.:ttL\ ,j
los pies de la iglesia), y de haller su frido reparaciones y aJicioncs poco acertadas nEt. :o\1~0 Pi>UUII)O, ó 111-:1. 1\HuJ en las es lrcmitlades Jel Crucero; lns u e SAII'I'A
!Imante di\'ersas é pocas, y principalmente en los dos últim os siglos.. Si se desciende CATA t.II'A , y ur. t.. ~ l'lll·:s tD;TA CIO.S, qu e dan entrada por el claustro á las na\'es del
empe ro á examinar sus 110rrncnores, se encuentran grandes porciones del edificio, costado tl!!l evangelio; y la l.t. .~;u que por el de la epfstolo sale ,¡ lo misma faclJada
cuyos detalles, por su riqueza, elcg~ncia, y ''llricdad, recrean el alma y los senti- r¡uc la u~; r.os L•:os•:s.
dos del atónito obser\'ador, atrayentlo y dch'nicndo irresistiblemente soLre ellas las Como las portadas son lo único que,. interesante 11ara uuestro ohjcto, e~iste en
miradas aun de los espectadores menos entendidos y mas ap res urados. el cslerior dclmouumenlo, nos limitaremos á ellas en esta tlcscrÍIICiou.
La hu.HtO.STE , que aqui, como de ordiuario, es ht (ru:fwtla principal (\'Case nues· l.a l•t•e nn nE 1.0s LEoH:s es un orco oji\'al, cuyosjamhas y archi\olta adornad~s
tra l:imina), se com ¡JOne de dos torres y un muro 1¡uc 'a Je una á otra torre. De con franjas, con ringlas r y
andanas de est;í tuas, con una cresterfa eairelada ru
cst~s, la del lado de la epf~tola, derecha del espectador, l'll \CZ de piramidarcomo su la parte interior de la ojiva, encierra n un ingreso di1idido en dos \anos por medio
compaficra y otras innumerables del mismo estilo arquitectónico, se detuvo baston- tic un parteluz 1111e sostiene la imágen de la Santrsima Yfrgcn. En la <!lll rt!ojil'a hay
te <nil' abojo de la mitad de s u CO!I\ellicnlc 11ltu ra, y n:cihió una ciÍpula car¡;o.dn con :~uLre uua11 e,cullunJlS, Jo:~ arcos fl oreuzados cobijantlo ajiml'Ct'S, entre los cuales
un w¡wliua, quedando asi complctamcnt...: desnaturoli7atla, formondo un conjunto arrancan nen ios ()tiC, se11anindo~e, suben á sostener una !Jún"!da, mcdianl'e eu\rt•
nada armo nioso. la archivolta y la misma cntreoji\'a. En el pnnlo en que los nen ios se se¡1aran sollrí•
• E~ta torre consta tle tres cuerpos, de los cuaJe~, el bajo es de planta c·nadrada
·- con dos contrafuertes en cada ángulo; tiene muros lisos, perforados po r se ncillas
Ycntanas oji \'a les de un solo ''ano, y coronados con pretiles de crestería :-el cuerpo
el parteluz se YC, hecha de bulto, u·na im:igen de la Asunciun dt• ~lu,r¡a. Cuhre ~!arco
apuntado por su parte esterior un quitallu,·ias, en el cual asienta 1~.varies columui-
llas que sosleniemlo arcos orn~meu ta les tn:·Uolados, y sobre estos una cornisa atn-
intermedio, coronado del mismo modo, octógono~· co11 1111 estri bo en calla ángulo, lusada, incluyen en cada intercolumnio uJJa medalla oval con medios cuerpos rde-
rematondo en pináculo 6 oguji ta, contiene en cada ocho\a dos ajimeces sobre cuyo ''atlos. Flant1uea n la puÚl3 dos estribos adornados con e~ t á lu as y dos 10nas de
¡[picc h3y escudos de armas:-e1 su¡terior, tarnhien octógono, ton una ventana Clla- arcos ornaruC'ntnlcs. !la y delante de la port.:~da una \'erja de hierro asc¡;urada e u
tlrangtJia.r en cada lado, carece de contrafuertes. Sobre él asienta la ciÍpllla senlies- columnog de estilo greco-romano, sob re cuyos abacos ¡losan \eones rampon tcs, te-
férica con fa jas re le radas, que \'all desde la hase !'t la cima de ella, á recibir el cupu· nantes de escudos, en cuyo campo se rcpresent3, en los dos del centro á lu \'Crgt:u
li no ó linterna. Marfa 110niendo la casull3 á San lldcfonso; y eu lo!! dcm~s, cruces y 1íguilas impe-
La torre del lado del c\'a n;;elio, la ¡H·i ncip:ll, la mas alta como realmente con- riales. At¡Uüllos /rona ,Jtan dado 6 la porl~da su nombre nc tua!, rcempln ra ndo cou
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cluida, y la ún ica á que los toledanos l!amnu tl/(t 1'orrell cousta Je dos cuerpos :-el
inferio 1· se di\'iJe en seis zonas, la primern de las cuales es, en su planta, lisura y
él a\ autiguo 311cllido 111< t..\ Au::cnu.-Eiquitallu\'ios y cua nto hemos ~u ci0 11ado
desde Cl para arriJJa, Jos estrillos, la .\sun cion de la entreo¡i\'a, y las columnas co u
pcrforacio n de muros, mu y semejante (¡ la parle bajo de la otra torre; so!Jre ella se los leones, son producto del arte moderno.
alzan la segunda, tercera y cuarta, decoradas con arcos ornamentales; escan.anos L o I'L' UtT,I LLA' ·' es de fecha recien"le y se re1luce á un solo cuerpo 'jónico COl)
.~· · • en la de ah.:~jo, ojivales en la de en medio, y semicirculares en la de arriba,leniemlo dos gr~n des colnmnos enfrente de Jos rctropilastras, sostcuiendo un cornisamentO "•
sobre s( los bajos unos recuadros de m{lrmol negro: la quinta zona es una arquería )" m; fronton, todo ton liso que apenaS se adoma con sencillos dentellones.
• abierta, cuyos \'anos !:Onlienen, en cada lado de la torre, una esl.átua el arco !.!el
centro, y campanas algunos llt! los otros: la sesla y última se adorna con recuadros,
Lo II ET. ~1'0 Pt:unmo, que se encuentra en el estrcmo srplentrional del cruce-
ro, es oji\'3) adornada con ringlas y·anda nas de ángeles, y de versonajes y asuu-
blasones, medallas y coronacion de lra cerfa.-El cuerpo superior_ es octógono con tos Lfblicos en las jambas} archil'olta; y l'n la enlreojha, con rclicns figuran-
arbotan tes y agujitas en los ~n~ulos, con ,·en tan as ajimeces cobijadas por gabletes do la ¡\ do raciott de los Heyes :\h gos, la Circuncision del Scilor, ~· el Nii10 Perdido
en las ocha,·as, y con coronamiento tle creslerra sobre are:lluras. llcmala en un cha- di~putando en el Templo, cu~·a dcnominacion ha lomado la portada.- Esta, la Je
pitel cerrado, adornado con tres cosas á manera de coronas, que di\idiendo su lar- los Leones y las tres de la lmafronte se cierran con h<ljas chapeadas de lámi nas
gura en cua tro ¡1artes, le dan cierta semeja111.a con una ti ara pa¡¡a] de las usadas du~ de bronce, que prese ntan numerosos Lajo-relieYes.- l;uos canceles de madera
ra nte la tdud media.-Tiene esta torre la im11onente altu ra de 32í. pies. ocultan parle tic los adornos de esta y de otras JlOrladas.
El muro mediante entre las torres se halla distribuillo en tres compartimentos La I'LKIITA nt: SA~H\ CAHLISA es un arco oji1a\ con parteluz en el ingreso, y
\'e rti cales por medio de dos eontraruertes enriq uecidos con tres zonas de arcos or- con franjaS, cstátuas y otros ornatos en lasjamba3 y arclli•ollas. Sobre el1Jarteluz
name nt~Jes y estáluas . .En cada compartimento se abre una puerta ojiva, cuyasjam· está la Santa lilular de la portada; y á Jos lados del arco, sob re repi sas, otra s dos
bas y archi ,·o\ta est3n embellecidas con arcos ornamentales , franjas, ringlas y an- gra nd es estHuas, de las cuales una ,· segun dice un rótulo que ella til!ne, cs la del
danas de imágenes sobre repisas y bajo de doseletes, medalla en la entreojil·a, y gran profeta JcremCas.
una série de bustos formando en la cla1·e una \Inca Yerticai.-La l't:EnT.\ del cen tro La uH u 1'1ms•:sTACIOS, qtre es de estilo del Renacim iento y guslo plateresco,
a¡Jcllidada «UHL PERDON,n tiene dilidido s u ingreso en dos ''anos por medio de un se com 11011 e de dos pilastr3S, co rnisamento, fronton tlue ¡·e nlata en un jarron , y en
parteluz e11 que está Jesucris to atado á la columna. El relie \·e de la entrc(ljiva figura medio de totlo un nrco cuya anchura ~· altura son 20 y r,o pies castella nos. Ad6rna-
;i la Virgen ¡10niendo la casul!a {t San lldefunso. Cohija al arco un cábrio puesto alli se con gr utc-scos y otros rcliC\'es: estos, en el tímpan o del fr onton , figuran In Pre-
modernameutc.-Las dos ¡werlas colaterales dl' nominaJas (tO&L hFIEII.SO» ó IWF. t ••\ sentocion Ue la Madre de Jesus en el Templo; ~-en la ci3Ye del arco, los blasones del
ToanE>I la del costado del erangelio, y «Ul:t. J t.: tcto» ó ((OE EscmaANOSII la otra , no seiior arzobispo L.oays3 con dos niiios 110r tenantes.-Esta 11ortada rs uno de Jo¡;
tan grandes como la central , contienen en sus entreoj i\'as el Jwicio filial la primera , mejores ejemplares que de su arquitectura- conserva la Ciudad Imperial.
y adon101 eapricho&os la segunda. -Los ¡miios de parell que cargan sobre las puer- ·
las se adornan con arcos ornamentales y estatu:iria. Corren por encima de estos una Las c~pilla!l y las na,·cs piramidan segun el uso constante en las iglesias.
~resteria enLrcYerada y una cornisa sosteniendo un cucrpccito arquitectónioo mo- l..a b(hedo de la nave ma)'Or se eleva á la altura de 160 11ics caslcllnnos.
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Biblioteca Nacional de España
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LA CATEDRAL.
(At•lículo 11.)
EL I NTERlOR de la Catedral Primada, al par que infunUc en la multitud ideas LA f.S1'UEliiDAD Sf.rn.>NTIHONAI. DEL CRt:CERO se encuentra lnmbien llenad!.! iJe-
coracion, y eu e!ln so ' 'e la esfera interior del reloj y sus adornos.
¡1rofundamente místicas, elevando sus pensamientos hácin el Empíreo, arrebata en
agradable éxtasis religioso al poeta cristiano, inspirándole las mas sublimes concep-
ciones; inunda de inefable delicia con sus bellezas arquilect6nicas al artista inteli-
gente; y colma del mas puro placer al observador arqueólogo, recreaudo su cspfritu No enlrn en nuestro plan el detenernos á describir todas las parles componentes
por la reunion de una completa unidad, con una profusa riqueza, con una ilimita- de la Santa l¡;lesia Primatl~: solo nos proponemos ejecutarlo con bre,·edad de la Ca·
da variedad, con una grandiosidad pasmosa, y con una elegancia imponderable, que 11illa 'na!lor en ••1 presente articulo, y en otros de algunos otros puntos del edificio.
en ella muy notablemente resaltan.
Pronto, sin embargo, si se c\e\·an las miradas á la bó,·eda de la inferm:cion drl LA CAI'II.I.A MAYOR contiene un lujosfsimo alfar en su testero; unos arco• UJWI-
cructro, se echa alli de menos la esbelta y calada torre que da esplendor á la crafu en los lados de su cabecera; un bello cerramiento calado C'ntre dos grandes
Santa Iglesia ~letropoHtana de Burgos derramando torrentes de luz en sus naves, y pilares en el costado de la eplslola; otro sepulcro formando muro entre otros dos pi-
cuyo recuerdo \'iene con toda espontaneidad á la mente, asi como el Jlaralelo entre lares en el costado del evangelio, y por último la berja que cierra la entrada de los
ambas catedrales, l·a por haber sitlo una y otra fundadas por un mismo rey ( Fer- pies de la capilla .
nando lll el San lo), )'Q por rivalizar en la SUllerioridad artlstica de su estilo arqui- E1. nETAIILO es lodo de la madera llamada alerce; pertenece al gusto de arqui-
• tectónico, y ya por la constante disputa (1ue, sobre primacía de \'oto en nuestras tectura denominado ojicat florido, y se dilide en cinco compartimentos con igual
antiguas Córtes , soshn·ieron las dos ciudadei que con razon se enorgullecen de con· número de medallones que represenlan asuntos del Nuevo Testamento, rematando
tener tan suntuosos monumentos. en un cah·ario. En la Uivision de los compartimentos abundan las está tu as sobre re-
Sobre 88 pilares, cada uno de á IG columnas agrupadas, voltean las bó,·edas, pisas, debajo de doseletes y nanqueada!> de agujas. En el centro del segundo cuerpo
divididas en espacios, cuadrados en las naves,)' en la j!rola de la furma que mas es admirable la prolija, la diligente cjecucion de una custodia, ó mC'jor dicho, tem-
an3.1oga á la cuadrada es com11atible con la semicircular de esta parte del edificio; y plete, de madera, del mismo género arquitectónico que lo restante del allnr.
subdirididas en cu ..Mo cascos lt'iangulares por medio de sencillos nervios colocados L()S AltCO!I SEI•UCIULES que se hnltan á los lados tlel retablo son Uos en cada
en aspa. Una de estas bó1·edns ocu¡~a la inlerseccion del crucero. Las columnas parte, uno sobre otro, y contienen en el lado del eYangelio los restos de Jos reyes San·
tieneo basas y capiteles que recuerdan lus del estilo romano-bizantino, y fustes cuya cho el Deseado y Alfonso Yll, gran bienhechor de la catedral; y del infunle D. San·
lisura está ligeramcute intenumpida por tlos fajitas horizontales corriendo por lodo cho, hijo de Jaime el Conquistador, muerto de una lanzada en la Vega de l\larlos:
el cuerpo de cada pilar. Tan lo los 1lilares como las bóvedas, se asemejan de un modo en el de la ep(sto\a al rey D. Sancho 11 el Bra,·o '! al inraute D. Petlro, finado á los
muy notable en t od:~s sus circunstanci:~s á los tle la Catedral tlc Burgos. ocho altos de su ednd. Las cshilut1s de tan augustas personas l'aceu nlli, teniemlo
La toledana está iluminaUa llOT 7:>0 ''enlanas de diversas formas y tan1af10s, las leones á sus pies, y rodeadas de estatuitas, ornatos menudos, y blasones.
cuales dejan penetrar una luz muy libia por entre sus precioso's ,·itlrios pintados, Los l'lt.Ani!S so adornan, por dentro y por fuera de la capilla, con ringlas de san-
que representan diversos asuntos ,tomados del E\·angelio y de las ''idas de algunos tos acompaiiatlos de repisas, doseletes, agujas, tracerías y fol\ages.
santos . EL CEIUIAMIE!I:TO Uf.!, COSTAOO DE LA EPÍSTOI.A se COmpone de elegantes)' aérea'>
arquedas, enriquecidas con la minuciosa y profusa ornamentacion propia de su es-
LA CAPILI.A MU'OR ocupa el espacio mediante entre la ji rola)' la na\"e central tilo artblico.
de las tres que constituyen el crucero, quedando aislada 110r medio de un cerra- 1~ 1. CERRUIIE1"T0 DEL COSTADO DEl. EVANGELIO, siendo, segun dejamOS dicho, un
miento tle piedra erigido en la cabecera y los costados, y por una verja de hierro exis- sepulcro, consta de dos cueq1os arquitectónicos, conteniendo el inferior, entre dos
tente en su arco peaüo ó de entrada.-Una CAPILLA SLHTERnhEA yace bajo de esta arquitos, una hornacina en cuyo fondo se ' 'en tres santos; el segundo 1111 luci11o en
en el espacio eom11rendido entre el altar y el ¡¡resbilerio. antiguamente denominada medio de varias eslátuas, sosteniendo la pcente del arzobispo O. Pedro Gom:alez de
SA:HA Cnt:z, y hoy apellidada nEL SA,TO Stn•CI.CRO. Mendoza, Gran Cardenal de Espaiia, á quien el enterramiento pertenece. Sobre los
E1. cono, aislado de la misma suerte, aunque en sentido inverso, es decir, con es! remos de la cornisa superior, asientan otros cuerpecitos enri(¡uecidos con está-
la Hlrja ho:icia la ¡1arte del altar, y teniendo la planta cuadrilonga, queda separado tu as. El todo remata con candelabros, y abunda en inscripciones y adornos de re-
de la Capilla ~Iayor por la mas alta na\'e tranS\'ersal, comenzando junto á estn; y lieve.
llenando el espacio de \'a rios cuatlros de bóvt:da de la na,·e principal, deja á los pies Encima de los grandes arcos laterales de la capilla, las ga\C'rlas tienen ar¡1uerCas
tlc la iglesia un desahogadfsimo trascoro. treboladas, é inmediatamente sobre estas unas oji,as enlazadas de una manera,
EL uEliiCICLO contiene!~ capillas, denominadas Sanlingo ó Gwcral, San. llde- que á pesar Uc la diferencia de forma y ornatos, recuerdan el enlazamiento de los
{onso, la Sa11/isim ct TriniJael, y Sa11 Nicol::u, cuyas cabeceras forman pequeiios arcos angrela1los existentes en la mezquita (hoy catedral) de Córdoba, apareciendo
ábsides tle tres paliOS. por lo mismo ser tnl combinacion de ojivas en la iglesia toledana, nna du las nrias
L.\S c.~-PJU.AS o~> !.AS Al.\5 so11, come 1 n~ndo tlesde junto al ¡\\Jside, al lado del inspiraciones que el arte ojival debió al muslfmico en la ciudad de Tolaitola.
evangelio, las de lo& Reyes Xuet:os, Scmta /.eocaelia, el Cris!O ele la Co/unwa, la l'ir· L.~ nEnJ \ se compone de dos cuerpos, formados con pilastras, columnas, caJ·iáti-
gen tld Sagrario, Sa1~ Peelro, Nues/ra Stilorct de los Ooloru , el JJ¡nlfisfcrio y la de tles, cornisamentos y remates, y embellecidos con figuritas, blnsonc9, follages y otros
doiw Tn·esa de Jlaro.-En el pilar que media entre la (lltima y su precedente, está cosas delicadamente ejecutadas.
un altar dedicado á la rirgw ele 1!1 Anligua, cercaJo de una verja de hierro. Muy
¡lrÓximo á él se ve otro, tambien arrimado á otro pilar aislado, y que denominan de At, llf.SI'AI.DO DEL ALTAR ~I AYOII, entro dos paiios formados con arquitos, tra-
la Detcttlsion ó J~ la Pidra, por conser\"arse al U la losa en que Maria Santfsima cerías, tloseletes, relien:s representando pasajes de la ,,ida del 1\edentor, y otros ' 'a·
asentó sus pie:. cuando bnjó á poner la casulla á San 1\defonso.-En el ala de la rios atlornos ojivales, hay un retablo moderno hecho de mármoles, á que llaman, por
cp!stola existen las capillas de Sau Gil, Sm1 Juan Hau/ista, Santa Ana, lo.t lltyu sinécdoque, EL Tn,,.,rAnRNTE, á causa de estar alumbrado por una grande clarabO} a.
l'itjos, Santa Lucia, Stm Eugu1io, San ..lfa¡·¡in, la Conct¡Jcion y la Epi{unia. abierta enfrente de él al mis1110 tiempo que él fue construido, t>po('a en la cual se
LA DE I.A ·roiUIE ó de los Candttigos, y 1. \ ~u; 'l.ÁRADI!, se encuentran bajo las tor- llamaban fran&partnlu \os rompimientos hechos en sem(ojanlrs ¡¡untos de los tem-
res de la imafronte, al lado del e'angclio aquella, y de la ep!stola esta. plos. E1. TIIAl'ibi'ARESTE pertenece al gusto clmrrigutre&co ó borro mi nuco, y se re-
EL ÁR'-IDE I'RISCIPAL DI> u IGI.ESI,\ se adorna, en su parle alta, con galerías (jUe duce á dos cuerpos con columnas, entablamentos ondulantes , figuras , nubes, res-
forman séries de arcos angrelados,} con roselunes en las grandes cnlreojivas de en· plandores y otros objetos, que no enumeraremos por e'itar prolijidatl.
cima de las galerÍilS, a\tenHlndo en el dl\Jujo de su trac('rfa. Las portadas de las ca-
pillas tlel ht!miciclo, sicndl1 unas curiosas y elegantes cresterías de piedra, hermo- J.A CAl'll.l..\ llRL SANTO SEI'LLCRO, que segun dijimOS está bajo deJa Mayor,
sean la parte inferior. contiene tres altares, dedicados el de en meclio al Sautu Sepulcro tic Crislo, que la da
L.\ S l'iA\"t<S CE~T itAu;s ( ¡1rinci¡Jal y del crucero) tienen tambien galerías altas, nombre, ) Jos otros dos á San Sebastian y á San Ju!ian arzobispo de Toledo. Enfren-
pero de ajimeces oji\'ales jemelos, y mas arriba Hntanas dubio-ajimeces. te del altar del Santo Sepulrro se custodia entre cristales el venerado cuerpo d(' la
LA Ulo\1'1\0)'ITE ebt6 dccora1lu interiormente, en la nave central, con un roselon gloriosa Santa Ur~ula.
por la pnrte alta, debajo de este con una nrqncr!a, y po r la parle inferior con la
puerta del Perdon; t'll las nnves laterales con la lujosa portada de la capilla de la
Torre, con la tic \a c~pilla l\1uztírabe, y con un beJlfgimo 11icho del mas esquisilo
En In lámina titulada Hnoi.A uf. LA CATEDRAl., se ''en 6 la derecha del observa-
gusto florido, abierto sobre la ú!timu. dor Jos nt\ornos do los pilares de la Capilla Mayor del lado del e''angclio, las fajitas
E1. ESTRE~IO ~IEil1DIOl'i \1, Df.L cnccEno O<:;tenta la decoracion de la parle interna
horizontales de l'slos, }'en medio de ellos, muy escorzado, el res¡1aldo'del sepulcro
de la puerta de los Leones, flanqueada de lindos arcos se¡mlcnles; sobre una y otros
del Gran Cardenal de Espnita; en el fondo se di\isan los arcos que di\iden una de
]a Madre de Jesucri~to en un árbol y adorada por varias persouas que figuran estar
otra las naves; delras de ellos tres portadas de las capillas de\ ltemicic!o , y encima
en el suelo; luego un cuerpo an¡nitectónico de estilo del 1\enacimienlo con cuatro
las galerías de arcos angrelados, y Jos rosetones de las grandes enlreoji,as; en la
columnas 1 un medallon de mármol , cuyo reliere representa la coronacion de la
1mrle su¡1erior las divi5iones de las bÓ\'edas; y en fin, á la i1.11uierda, harto en gran-
Vir¡;:en; mas arriba otros dos cuerpos de eEiilo ojil"al¡ sobre c\los un órgano, y final·
de, una porcion de la basa y sota basa de un pilar de las llán~s.
mente un hermoso roseton.
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blioteca Nacional de España
LA CATEDRAL.
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(Artículo 111.)
Sf.~ORES DOS fERSASDO \' DO~A {S,\DF. I, 1 SIE:'\'00 AR7.01liSI'0 DE ESTA SANTA IGLE-
IJA ereccion de cátedra pontificia en la capital de\¡¡ Carpetania es tan antigua, que SIA El. RI\\F.I\F.'iiJÍSI.\10 SF.~OR DOS PERQ GOS'l,\l.f.7. DI> 'M END07.A, CAiliJilSAI. DE
segun las mas autorizadas opiniones, se rcmonla a la segunda mitad del siglo 1 de In ESI'A5',\. ESTt: ~11!''10 A;;O t:N 1'111 DEL ~lES DE JCLIO FIJERO:'i' t:CIIAOOS TODOS LO¡;
era cristiana en que San Eugenio estableció alli su silla c¡¡iscopal. Jt:OIOS Df. TOOQS LOS 11l: ISOS IIE C,\STILL.\ 1 DE AfiAGOX Y Olil StCII.L\. '(]:¡;: I•' IS DEl,
En el siglo vu, dcs¡IUCS de quo el rey godo 1\eca redo hubo abjurado públicamente ,'l! t:S 111:! 1!./IKRO l'tJf. AC,\IlAOA ESTA SANTA IGLESU Dt: REI'ARAR TOllAS !.AS uón:-
el arrianismo, consto. haber el ¡Jrclado toledano consagra1o la iglesi11 cated ral , por D\S E LAS lli.ANQIJEAil ~: TR \Z.\U, Slt:liUO OlliiERO MA"\'011 UOS fiiA SCISCO fF.IIS,\"-
una lápida blanca de forma cilínUricn, en si de media vara de alta, encon trada durante nt:z u E CuEl'iCA, AltCEou.so Dt: CALA1'UA\'ol..
el afio 1501 en las esca,•acioncs hechas ¡1ara ¡¡oner los cimientos de la iglesia de
San Juan de la Penitencia, piedra que fue ¡JU csla, como aun se ve, en el claustro de
la Prinmda , sobre una basa, JlOf 6rden del docto canónigo, obrero á la sazon, don
Juan Bautista Perez, autor de ,·arias obras literarias, y segun parece, el primero An otamos brevemente a conlinuacion, por creerlas tli¡;nas de recordarse, las fe-
1¡ue descubrió la falsedad de los SUI)Uc~tos cronicones de Marco Mliximo y Flavio C~Ias por orden cronológico, y algunas otras circunstancias de \'arias obras parciales
1>extro. La inscripcion de la lápida co¡)iada con caractéres corrientes en la basa, es ti ejecutadas en la Santa Iglesia Toledana antes y despucs de ser esta coucluida.
en el carácte r de letra usado durante el mando de la monarqula gotla de la primera
línea, y dice asi: La CA1'11.u. DF. HF.l'ES Y1F.JOS fue fundada por el arzobispo D. Gomalo Diaz Pa-
l"i NOlii¡¡E D~l COXSECRA lomeque, en el aiio de 1200, dotándola de pingUes rentas con objeto de colocar en
TA ECCLF.SIA SCTE . .l\,\11\ll ella, come se hizo, su sepulcro. '
\S CATUOI.ICO DIE PRIMO ~a l}ri~iti\·a CA I'II.I..\ DE. HEYRS ~LE\'OS fue mandada eris,ir claiio de !3G!• por
ID\'S AI'Hli.IS ANI(O t'EI.l el rey J.nru¡ue 11 e u el eSI)atJO que extste desde la actual Cap11la dt lo' Canónigo•
CITEn I'R\310 nf.G/11 D~l que fu e su sacristla, hasta la de doi¡a Tertla de //aro. '
"OSTRI GLORIOSISSUll I'L La TOitliE del lado del evangelio en la imafronte, principió á ele\'arse por los aiios
RECCARRDI 1\EGIS ERA de 138!). y se terminó el de i 4!J0.
DCXX\'. La hiAI'ROl'iTF. ó FACIIAI)A PRI,. CIPAL se comenzó en 1 '• 18 bajo la dircccion de
Al\'ar Gomez, arquitecto de gran re1¡utacion en sus tiempos.
Tomada Toletl\l 11or los mahometanos á principios del siglo nn, la Catedral rue Los nDRIOS I'IS'unos de las \·entanas se deben al artista Do\fin que comenzó
dedicada á los ritos dei.Cor?n; y cuando AlfOJ.ISO VIl reconquistó á Tolaitola ( 1085), á pintarlos cu t 'd8 , )'á su sucesor Nicolás Vergara, que ayudado po~ dos hijos su-
encontró, en \'CZ de la t¡;los1a consagrada en ltempo de Hecaredo, una mezquita ma- ) OS, los conclu)Ó en 1560.
yor construida por los muzlimes con el gém•ro do arquitectura practicada en la pe- La Cu'll.u uF. S \N J U.\ :'i' n,\UTISTA fue restaurada el aiio de 14!~0 por D. llcr-
nínsula por e~ tos advenedizos. Segun las ca 1Jitulacioncs de rendicion de la ciudad nando Oia1. de Toledo, arcediano de Niebla.
aquella mezquita debia quedar para siempre destinatia al tullo del islam; pero si La 1,1 LERTA UE LOS LEOSES se ediftCÓ ii mediadOS de\ mismo siglo XY.
bien el rey cumplió flelmeutc tales estipulaciones, no asi su augusta consorte doiia .l a c.\1'\1.1.\ m: SANTA LEOCA ill .\ fue reedificada á principios del xn por D. Juan
Constanza, y D. Bernardo, abad de Saha¡;un y des pues arzobispo toledano fran- 1\urr. de Hil'era, secretario apostólico.
cés de no.cion, )' como tal compatriota de la reina; los cuales, apro\'echa;ldo lo. En la CA I'II..t.. \ Muz.\n,\ln: estableció el cardenal Cisneros el rito tle los cristia nos
coyuntlll'a de haber quedatlo on o.uscncia de Alfonso siendo los gobernadores de n~.uón1bes 110r los aiios tle 1 50'~ . ejecutando en el local obras con este objeto en
la recieu cnnquistada poblucion , despojaron (t los inftelcs de s u principal tem- ••.oo3 ~os mn cslros M?l~a~náti y Faras.' a\h3r}fes moriscos; y en 1519 Juan Mtcaga y
plo, haciendo que en la noche del tlomingo 2;) de octubre de 1086 vurios car- l ranc'.s.co \argo~, 1 ll~~lgldOS}Or Enr1~uc Egas, .volteaban la cú1mla que concluyó
pinteros, acompaiiados de un escuad ron de soltlados, franqueasen ii ,·[va fuerza Jorge 1eolueópoh, hljO ti el Grego, vanando el pnmer lllan y dilndola dil'crso carác·
la entrada , y en seguida se quitaran totios los olJjetos propios del rito islamita, S(! ter el aiio de 1G3L
erigieran altares al uso católico, y se pusiera en la torre una campana, y con ella se La C.I. I' JJ.LA MA\'0 11 fue fundada vor el rey U. Sancho 11 con In a1h'ocacion de J. [,
llamase á los cristianos para r¡ue fuesen alll á celebrar los di\inos oficios. Los sec- Cru;;, OCUIIando solo el es11acio de dos comparti mentos de la bó\'etia. Posteriormente
tarios de Mahoma, á pesar de la cólera que semejante acaecimiento lm bo de cscita r lo. ensanchó el ca r den~\ Jirnenez tic Cisneros, dándola la estension que hoy tiene,
en ellos, no se amotinaron, probablemente 110r hallarse firmemente Jlersuaditios de lo cual se acabó de ,-enficar el aito indicatlo en la siguiente inscripcion que corre en
que el monarca no habla consentido el hecho, y .d~ 11ue atenderi~ 3. sus justas quejas. derredor del altar:
Alfonso en efecto, tan pronto como tuvo conocmHenlo de tamauo atentado sintien- EL IIE\'EIIENOÍSilfO SF.;¡OR DO" FilA Y FRANCISCO Ju¡E¡¡fü., ARZOIIISI'O DE HSl'A
do vivamonle que se hubiese faltado á la régia palabra cmpei1ada, parli6 U¿\ monas· SASTA IGLESIA , IIEISA"IIO 1!.~ CASTILLA LOS CIIISTIA:SÍS\liOS I'IIÍ"CII'ES U0/1 l'ER/'i,\:S-
lerio de Sahagun donde se hallaba, y apresurando su marcha llegó en solo tres dias 0~ \' llO~A _lsA.IIEL, SIF.!'i llO 081\EitO ALVAR PEnEZ DI> ~) O:'iTE~IA\'01\. i\C.IIIOSE
:i. ·~olcdo, con ánimo, segun la CnÓ,. I C ~ GF.SEIIAL ~~ ~ EsvAii.\, 11tie poner fuego á la -'"0 DEl. SE, OR J. C. DE 1 50'~ A:Í:OS. ESTE AÑO I'ALLECIÓ L\ REIS.~ Á 26 DR l'iU·
Hema é al electo D. Bernaldo, ]JOrque quebrantaron la su fé é su postura.» Precedió \'1 Rllllll R.
sin embargo al rey la nue,•a de su venida y de sus tremeudos propósitos, por Jo cual En ~l mismo tiempo se acabó el RETAnLo dirigido 1wr el mo.eslro Diego Copin y
aterrados el clero y los magnates, salieron á su encuentro, en procesion aquel, y por Fcli¡le de Borgoña Amberes, habiendo trabajado en él el arquitecto Pcti Juan.
estos detras todos culutados; y con la mayor humildad le 1ádicron perdt>IJase á uweutando en tr~ otras cosas la custodia ó temple.te tallado en el mismo retablo llOf
su ~onso rte y al arzobi~po. Desoyendo el prlncipo las súplicas, continuó enojado su los ¡1rofesores Otego tic Llanus, Pedro tle Plasenc1a y otros muchos. Su encaruacion
ráptda marcha, y mal lo hubieran pasatln U. Ucrnardo y doi1a Constanza si los a"rll· y estofado, ó sea pintura ~· dorado, fue ejecutado por Fernando del Hincan y Juan
\'iados musulmanes, mo\'itios por los prudentes consejos de un si\Lio alfaqul de Sran tle Burgoiia, auxiliatlos por ,\ndrl's Segura y francisco Guillen.- El mismo cartle-
\'alfa entre ellos, no salieran por t'Jltimo tle la ciuJad á im¡1lurar el perdon de lo~ '\~1 .mandó ~\.maestro l>iego Copiu de Holanda trasladar los sepulcros de los ((Hcyes
agresores, y á manirestar que consculian en que qued~se para siempre la mezquita \ lCJO!IIl al SltJO que hoy ocupan, lo cual vcrifte6 csle artista dando fin á su traLa¡'o
consagrado. al ser\'icio del Crucilicado. Cuando el rel' los \'iÓ acercarse, crel·endo en1507. '
que iban á 1)edirlc re11aracion, lus dijo, si no miente la C1tÓS ICA citada:-11Com¡wiws \~a SAJ. ~ CA I'ITUI.AII ft1e trazada po.r Enrique Egas y Pedro Glmliel en !50'~, y e1 1
buenas ¿1¡w! fue ero? á m( me fedci'011 elh mal ca ntm d l'<M: ca q¡tcbtan/li!'Oil /a mi el mtsmo auo se empezó su construcclon, que se linalizó en el de 15 12.
'{rf é la mi verdad: ca yfl rlc aq1tÍ tldclanl~ noll me 11odn1 alabm· dt gum·dar fé ni La CAI'I,l;I.A lll¡ ~AX MAn'fl.N fue reediftcada ít.cosla l!.e los cauóni¡;os Juan Lopcz
1lerdad: é por e11de yo /omaté CH11licutltl é dar¡j li eos dtrcc!to dellucrlo que 1:01 {lcie- de Lcon y 1omás Gonzalez Villanuen, que munó en l o29, habientlo sido macero
ron, ca sabe Dios q11D 11011 (urJ ¡wr mi ~:olw!lad: t ¡Jor wdc \lOS cuido dar tulceuyall- Ucl rey D. Juan 11 .
.:a que para siempre sei'á sonada ¡1or el1llu nclo, ti que teugatle1 que vos {ago grande 1.~ CAI'ILI.A uH 1.os HE\'ES NuEvos fue traslac\ada al local que hoy ocupa ¡1or el
wmienda.n-Dcsagra\'iados con tales palabras los iuficlcs, y satisfechos al saber los arzob1spo ~· Alouso d,e l"~nseca, con consenlimiento del emperador y re)' Cárlos \'
terribles intentos del monarca, alegnironse de haber tomado la resoi11Cion de \'en ir de Alemama y 1 de l ~spaua. Alonso de Co\'arrubias, habiendo tomado In direccion
ii busc?r.le; y po.nién;lose anlc él de rodill.as, el ~lfaqul, a nombre de todos, le dirigió de la capilla~'!. aiio 1530, hizo las tr.azas. de ella, y despues, aprobadas estas por el
tilla plat1ca .m~m~e.s t ?ndole la~ benévola~ wlenctones de aquella multitud )'la sú!lli- monarca en la31, Pncarg6 el eslenor a Aharo de :\loneJ;ro.
ca que ,·en1a a dtnglfle. Aqmctósc COJJ oslo ,\lfoJJSO, )'dándoles las gracias por su Las Clhl',\5 IJE unoxcK con que estan forradas las hojas tic la P1urta de fo1 Leo-
magninima generosidad, accodió á la pretensiou, y des11idi~ndose carii1osamente de n~s, fue~on vaciadas cu 1550 por Francisco Yillalpando y Huy Diar. del Corral, ha-
ellos llegó á la ciudad, en la cual, lo.n pronto como se supo la alegre nuel'a, las fies· lu~ndu ejecutado la lalla el célebre escultor Aleas Co1Jin.-Las de la l'orlada del
tas y los regocijos reemplazaron á los hilos y los llantos. Quedó pues desde enton- .V11io JJerdido lo fue~on, ~mitandll gcne~almente las anteriores, por tlos plateros, lla-
ces la grande Aljama lolailoll conYertida en Santa l¡¡;lesia Metropolitana; y en el mes mado~ un~ An~rés Zurcuo, que lo Yenftcó en Madrid el aiio de J713, con la que so
de diciembre del mismo ai10 fué esplendida mente dolada por el monarca, como lo halla a la IZt]UJerda del espectador¡ )' otro Antonio Dominguez 1 que hizo otro tanto
demuestra una t;>Scritura que U. Fray Prudencia de Sando,o.l, obis110 de Pamplona, con la de la tlerecha el de 1i15.
traduce en su lliSTOntA DI! Dox ¡\Lusso \ l uE liSTE :iOlllliiR, en la era de 11 25. La CAI'II.L~ 11E :;ASTA ASA, fundada por el arzobispo D. 1\odrigo Gimenez de
No consta que el edificio recibiese reforma notable hasta que el San lo rey I>'er- Uo.da, fué rectlificada ¡wr el canóni~o D. Juan de Mariana en dicho aiJO do 1550.
nandú 111 le reedificó l'or consejo del insigne arzobispo D. Hodrigo Jimenez de Hada . La de. S.\:S t.OE.II~SuJO, ~~1lcs de S(lll ~il, se reedificó en 1ili3 110r su dolador do u
poniendo ambos la ¡1rimera piedra dl'l actual templo toledano por los afws de 1227: Mtguel Otaz, canom¡;o tic 1oledo y nota no apostólico.
Se salle haber dirigido tan ~untuosa y elegante fábrica ol maestro Pedro Percz 1 por La nEL :;.\GII,\1110 se edificó de órden del arzobispo y cardenal U. Alherlo en-
la inscripcirm de su sepulcro, existente en otro tiempo en la Capilla de S::wfa .lla- c~rgond~ los l'~~no~ á ~i~olas V erg~ra, el mozo; el c:1al, habiéndolos ejecutado,' f111! á
¡·ialla ó d~: lo' Doloru, y trasladada despucs á la sacristía de la misma capilla. La ~ allai.l?hd en la92 ~ sohc1ta.~ ~~.e Fehpc li la aprobac10n, que oblU\O, de sus dise1ios.
inJcripcion en bárbaro latin dice: Se o.bneron las la liJaS en 1:>9o, pero no se comenzó la construccion hasta el aiio de
AQtl 1.\CET PP.TRt:S I' ET\11 MAGISTI'¡ft HHO.-Et OCil\ \'0 .' ~unr¡uo lra~ado por r-.iicolas, no fué llevado á término 110r él,
ú causa de Sil fallecmuenLo ocurrulo en 1606: coneluyóse eu IG53 bajo la direccion
ECCI.ESIA SA~i'C'I'Il MAitll! TO I.ETANI : FAMA I'Eil
EXElii'I.U~I 1'110 !IOR!i: U Uit: UO:'\',\ CltEStiT de Felipe Li'm.tro Goiti.
QUI l'ltESt;;:<oS TE~II'I ,tJll COXSfliiXIT In' \II C QUIESCIT: La.\ 1ma m; LA n•.wuo¡¡TE, colocada en la par~e exterior de. la triple portada , y
Qt:O IJ QUIA ·rAN MI !lE a.scgur.tda Jl.Or sus eslrmn?s en ~mhas to.rres, fué CJeCulatla el auo 1037 por losar-
I'JlCIT, \'IU; SEVI'l.\1' lilE tistas José Sanche7., Uonungo Dta:t y Cnstóhal ll orencia.
AriTii DEl \'Ul.Tl!." . ~a ·ron nH, habióm~osc inccntliado Sil tercer cuerpo en JGGO, sufrió deterioros qnc
PilO QIIO Sil. l! liSI'AT I IIULTU~l: extgter?n una rcp~tracJOn; estalu\'0 efecto en 1602.-Mny poslcrionncnle, cn .1802.
ET S\111 SIS MRIIU; se le luzo para sujetarle una nne\'a gárgola, y se compuso lodo elalcuzou. Pusié-
rou~ele ademas entonces los rayos i1 manera Ue noron(!s de coronas. Finalmente, en
Ql!l SOJXS CUXCT \ CO IIEI\ C~. 1 80~ se rcem11lazoron, con otros nuevos, algunos de sus machones y pináculos 1¡ue
ÜUHT x ou s DE SO\'El1111115 En\ DE 1\l É CCCXXIJI AOS.
estaban estropeo.dos.
Mientras les duró la 'ida al prfncipe y al prelado, reinó la mayor actiYidad en la , .. La CA I'II.J.A 1)1!: J.os i!.Ol..Ont:s, ~undada por D. Alonso r.!arlinez, que falleció en
obra; despues, por el contrario, se continuó mtt) lentameule, si bien segun pareco J ~o \ , fué reno\·ada en 1116. rced1ftcándose P.ntoncrs su bu\'eda.
sin suspenderse nunca del todo, hasta que se la dió cima en el aiio que es presa una El 'I'RAIISI'ARE:I'TE se conslru)'Ó por el arquitecto Narciso Tomé 1 terminándoSl'
inscripcion colocada sobre la lllltr!a 1le E11:1·i!Ja1t06 en la imafronte de la catedral con el aiio de 1732.
las siguien tes palabras: La REI'AIIACIO"i GESllRAL de la fachada y otros puntos de la i"lesia 0 estu,·ieron ¡¡
cargo den. Eugenio Durango bácia los ai1os tiSi. '
]~l'i EL Ai'O DE MIL \' CtJATIIOCIESTOS \' XO\'E"iT A \ DOS, Á DOS OlAS DEl. MES
La PUERTA L1.A¡¡A trazada por D. Ignacio llo.am, se construyó en el de 1800 .
DE E:SERO I'CF. TOli.IDA GIIANAD,\ CO'o TOUO SU IIF.lliO I•On 1.05 nt:\'F.S :StESTROS
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DA~IOS la adjunta lámiua como 110tabl e muestra de los aldabones, par te de la~ labores, las cuales, con cí rcul os ) líneas rectas.
y de los relieves de que es tan cuajadas las planchas de bronce hacen compartimentos llenos de follajes, /a:;os y otros objetos,
qn e recubren la parte C!'t erior de las dos hojas en la r UERTA ho_y formand o lo qu e, impropiamente, se dice arabesco.
llamada « DE tos LEO~ES,)l en la catedral de Toledo, Yaciados, en El segun do dibujo co ntiene en el cent ro un mascaron, releva-
1550, por las hábiles manos de Francisco Yillalpando )' Ru iz Diaz do en una cosa como escudo CUJ OS bord es imi ta n á los ornatos
del Corral ¡ y de los cuales D. AntonioPonz, en el tomo 1. 0 , carta ll, qu e llaman forficeados. (es decir, como recortados con tijeras ~
• número 6 de su <tYJ AJ E m: EsPAÑA,>> di ce lo siguiente:- <<las pucr- <lrrollados con tenacillas). A. cada lado del masca ron está sentado
las de esta fachada es tan cubierta s de planchas de bronce que se un mancebo desnud o teni endo una an torcha en la mano. Sobrr
formaron por modelos de Alonso Berruguete, y representan varios es ta ligma se <.~poj a un niño, tambi en des nudo, abraza nd o un a
follaj es, mascaroncillos, y otros pensamientos de esquisilo gusto y tela que forma una especie de pabellon y apareuta es tar colgada
gracia. En ella se ve la grandiosidad y acierto de la famosa es- junt o ú la cara de un busto terminal.
cuela de Miguel Angel Duonarrota , en que es te singul ar artífice Ocupa u la parte inferior, el aldabou, y otros dos de talle~ qu r
estudió , siendo de los primeros que trajeron á España el bello re ¡u·c~cllt an una cabeza y un floronci!lo. El aldabon se comp01w
gusto de la m;tnera anti gua , qu e practi có en Yarias partes y par- ele uu a rura qu e en la boca tiene una barrita , eje del aldabon , j
t.icularment.e eu esta Santa lglesi:t .>> dos si renas de gusto grutesco, aparentando tone•· t!n sus man os un
•
j o~·c l , y so~ t r nid as en la bmTil<l por el cstremn de sus colas .
En la pari r sup eri nr dP nu es tra lámina se lw cupiado una
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EL CORO DE LA CATEDRAL PlUMADA es una elegante obra aislada y como cion d o la si lla de l Arzobispo, y con la escultura que la cot·ona la terminó en
indopendientc de otra ningun.a, que p~wcoo puesta C:n medio de la Santa lgl?sia nas, completando asi la obra d e la si llerÍ<l.
sol? para resguardarla de lu ultcmpcn c y del vandahsmo, al modo que un ObJClO La SU.LF. IUA AI.T,\ se compone de dos cue•·pos anluitccttlnicos, de los cunles
dchcado, vistoso y de inaprcciuble mérito se coloca bajo de una campana d e e l primero ó inferior forma en su parte exterior una arqueda sobre colum-
cristal para evitar que los insectos 6 el po lvo le d eterioren. nas d o mÓ.I'InOloislaclas, teniendo querubines en sus tlmpanos: en el fondo,
Su PLANTA , segun yo lo d cjn mos indicado, es un parale\Ó"'ramo rcctúngulo en frente. de. cada arco, hay una silla de nogal adornarla, con embutidos en el
que toma pa1tc d e la nave p1inci pal , y cu yos lados mayores dan hácia las na- asiento, con nn relieve e n e l alto r espa ldar, representando generalmente per-
ves laterales, (ormando con el scptcntrion<tl de los menores el muro de todo el sonajes del Viejo y Nuc,·o Testamento , y con un busto sobre un:~ concha en
coro : el cuarto lado mira á la Ct~pilla mayor y es una bc rja d e hierro, cobre y el enti'Ci.li'CO 6 modio punto que se observa en la pa1·te superi01·.-m segun-
bronce, con sus corrcs¡>OndicntcsJmertas. do cuerpo, entre un zóc~.1 l o interrumpido, columnas abal<ltl'otmdas sosteniendo
Los MuRos de esta rúbrica se ejan ver solo por el e.xterior de ella , pero cartelas, y por último, un cornisamento a llO\ ado sobre estas; incluye nichos
constituyendo un rico dechado del gusto m-tístico de med iad os del siglo xw, con cascarones figurando conchas; y en los nichos, im{tgcnes de la\ irgen, de
ejemplar tanto mas a preciable cuanto que t't su lujo y belleza arquitectónica se San Jos6, ) de su~ pro¡;¡;enitores deSde Adan . Los ornatos arquitectónicos pro-
r eune la circunstancia de escasear mucho en Espn.i'ia los de su época. \' énse pios del segundo gusto del 1\cnacimicnto en Espafia , es decir , del pltttere~·co ú
pues los muros po•· el cxterio•· di del idos en comp..'lrtimentos \'CrticaJcs, y con dos ' \ue prrtencce la sillcria alta, se ven distribuidos por esta. En el centro d el fon-
zonas , una baja adornada de l modo que se copia ) describe en la lámina ) hoja t o de e lla la silla arzobispal, dif('renciúndose nota blemente de las d emas, corta
de texto tituladas DET.u ..u ;s uF.L TR . \SCORO DE u CATEDR\L; otra alta compuesta e n cie•·to modo la arquen a del cum·po inferior, y e l zócalo y la séric de figuras
de medallas cuadrangulares, CU) os relieves ejecutados cuando ocupaba la silla de bulto d el supe rior: las dos columnas que la !1:m9ucan son de hierro y a ba-
toledana el arzobispo D. Pc•dro Tenorio , representan as untos sacados de la His- laustradas: sob•·e su re~>paldar en el p1·imm· cuerpo \tone dos rclie\'es huchos en
toria Sagrada desde la C•·eacion del Mundo hasta los tiempos inmediatos á la 1~HS por Grego•·io, hermano de Felipe d e Horgoila, los cuales fi gu l'<.'lll, uno el
venida d el Redentor . Los muros latera les contienen cada uno ·17 de estos com- Purgatorio; )' otro, en una medalla e liptlca , á :\la•·ía Santísima poniendo la ca-
partimentos , y ademas, interpolados con ellos, una puerta panl entt·m· e n el sulla á San 1 defonso. En el cucq:lO superior hay unos blasones. Sobre la silla
coro, y dos altares d edicados á San Miguel y á San Esteban los del lado d el d el Arzobispo y lus dos inmediatas colaterales se elC\'0 un gran grupo (le seis
Enmgelio, y los d e la Epístola á Snnta Isabel y á Santa María illagda.lcna . El tras- figuras d e tamafio nutural , que representa la Transfigur.:lCion d e Nuestro Salvu-
• coro tiene U. compnrtimcntos y tres capillitas. con la advocacion d el Descendi- dol' .lcsucristo en el Monte Tabor , Yi6ndose en la parte superior t. Cristo sobre
miento la del lado del Eva11J.;e lio. de lo Virgen de la Estrella la d e enmedio, y nubes enll'C )lois0s y Elías que extáticos le contemplan, y abnjo los apóstoles
de Santa Cnta.lina la otra; edifi có la ]Wimcra D. 1\"icolás 01·tiz, y la dotmon sus San Pedro, San .luan, y Sun Diego admimdos do la cxplciH.I Cnte gloria qno 1'0-
sobrinos D. Hodrigo y D. Lccnai'CIO Ortiz , todos canónigos d G la Iglesia Prima- dea ni DÍ\'Íno Mrwst ro . Esto cClchre grupo, ÚJ)Cstu· do sus grundcs dimensiones,
da ; la segunda parece hube•·se fundado en la anti¡.;ua mezquita d cspucs d ccon- es todo, fl g;ul'ils y nubes , d e una sola ¡Mza e picd 1·a sacocla de la ca.ntc1'a de
sagtada al culto cristiano, y hubc t existido ya en el mismo sitio que hoy antes Cogolludo. A espttldas de Cl se alzan un ru·co; varias columnas ;.¡balaustradas á
d e que San Fernando y D. Bodri¡!;O Jimcncz de Bada reedificasen el templo, y los lados de este; una medolla sobre el mismo; y vichas, figuritas y blasones
pertenecido á una congregacion de cardadores que e n ella celebraba sus juntas, por remates, formando un caprichoso cuerpo arquitectónico de hierro, de cuya
y á la cual compró el Santo !ley gran parte d el primiti\'O terreno , dcjhndola el dcscripcion minuciosa nos dispensn , suplióndola ventajos.."'.mcnte, la ll1mina titu-
derecho de celebm1· inde pendienteme nte sus festividades en la reedificada ca- lada «Co no OF. L\ C.\TF.lJR..\ 1.. -Gntpo que represeuftt fct J'l'ltnsfiguraciM de Crislo
piUa; la te rcera, consttuida por btden d e los canónigos D. Juan :\lartincz d e e11 el .Jl011le Ta bo1·,» en la cuaJ se YC e l cuerpo superior y J).'ll'te de l inferior de
Hen·era y D. Lúcas de las Pafias, fue restaurada en 15 4.3 ; la antes citada lo fue la si llería alta.-El grupo y el cue rpo que acabamos de mencionar se deben a l
en 1645 1mr el maest ro cantero Juan Guillen -Sobre la C..'l.pi.lla central hay al- C.\.pcrto c incel del renombrado escultor Alfonso Berrugucte.
gunos relieves y fi gums pc1·tenccientcs al siglo X\'1; tales son: un medallon que Concluida que rue In conslruccion d e la sillería alta, el D 1bildo de In S.'l.nta
representa al Eterno )ladre e n medio d e los Evangelistas, ejecutado por Alon~ I~l csia Primada mandó colocru· en sus e..\.tremos dos insCt'ÍI:JCioncs, una ul lado
so de Bcrru¡l;ucte ; dos estátuas e n homacinas tÍ uno y otro lado del mcdallon d e la Epístola en la cual se Ice:
figurando la Inocencia y la Culpa, esculpidas por i\'icolás d e Yetga¡·a el viejo; A:;:;, S,\1.. ,\I UX l.lll . S. 1) , l'i. PAI.:LO IU . P. N. lliP . CAROI.O V AUG . IIEGI'. . 11.1...
y las a rmas d el cnrdc nal Siliceo.-Los altares, los capillitas y lo demas men- C.\ 110 . J o. TA\'EilA V. _\J'iT IS. SUDSELLIS SUPitEliA. ~I Al'iU S I ~II'OS ITA. DmACO . Ln .
cionado, desdice d o lo restant e d cl rc¡;:pnlclo ¡')(Jr dife rir de e llo en el nCnm·o ill'- AlU. \ . \'ICC . l'R.-Ef. FADIUCiE .
quitcctónico, haciemlo j}(ll' consig,uientc ma juego á pcs.'l.r de su reí'ati\·o mé- Otra ul lado del E\'an gelio que dice:
rito artístico y de la preciosidad de sus vistosos múrmoles. SIGS,\ , TU~I AIAII~IOIIE\ TU~I LIGYEA , CiEL\H:nE, lti.'IC Pllll.li'US ll UilGUl'illiO , EX
La SIU.ERU recubro totalmente las paredes en el inte•·io1· del coro, di vidié n ~ ,\1)\'f:llSUll IJEUIIUGt;M US IIISI'A;';t;S; U:!ITA \'.,UUST TUSC Al\ rii'ICliJAI l'iGl:NI,\ , C!'.liTA-
dose en dos partes, u.1JA y Al.T.I . liUNT S l;~ll'EI\ Si•EC'Ul'Olll'.\1 JUOI CI,\.
LA SLLLERIA llAJA se ompcr.ó á construir bajo la direccion d e i\ la ose Rodrigo Los OnGA~·os, colocn( los en la -parto mas uita de la sillerio, toma n su nornbt·('
en 14!J5, siendo el ca rdennl D. Pedro de Mcndoza arzobis1)0 toledano, y O. Al- a
particular d el (lile se ha dudo á las dos alas d el Coro, sa ber: ((d('l Ar::;oi;¡:~1JQJ!
Yaro i\lontcmayor oi_)I'CI'O mayot· c!o l¡¡ Santa lg.losia: concluyóse en ~empo t l ~l á lo del lado í e la Eplstola, )' ((del Deam) ú la d el Evm1 ~0 lio . En e l OnGA'iO
célebre cardenal Jnnenez d e C1snm·os, hab1endo costado sobre tOO,OOO u tlEL AnzolllSI'O, lu lengiictcrla se d ebe á D. Pedro de Li voma, quien por lwccr-
800,000 manwedi s, que pa gó e l nobilísimo cabildo. Tiene 50 sillas que IX!rto- lH colwó '125,000 1·s.: la c:1ja fue construida , al gusto Churri¡::;um·csco 6 Uori'O-
nccen á los •·acioncros, ~ corren por las t•·cs C.'l1·as interiores d el COI'O, aunque mincsco, por e l escultor Gcr man Lo¡lez, cu~ o trabajo se rctribu) ó con 38,000
siCildO su sórie interrumpida , en el centro d e cada cura, por uua cscalcm que renles librmlos C'n 26 de setiembre {e 1757: la doró en fin Prósp('I'O Ma1·tola
a
sube la sillcria superior ; estas escaleras se hallan destinadas, la. del fondo, \'ecino de :\ladrid, por 40,000 rs. que recibi{J en el mio de 1158; teniendo por
esclusivamcnte al at·zobispo. al dcan ) a lm·ccdia.no; las laterales <Í los ca nóni- consi~uien t c solo la mano de obra del instrumento un costo total Jc ?03,0011
gos. Entre los numerosos adornos do la sillería baja, son muy notables los re- •·cales vellon . El OnG,\'iO IJEl. DE~ :'i se hizo en tiempo del arzobispo D. Francis-
lieves que en los respaldares rc¡ll'csentan varios de los hechos marciales acae- co Antonio de Lorenzana, siendo obrero de la Catedral D. Francisco Percz
cidos en la conquista de l reino de Granada, llevada á cabo por los ínclitos !le- Scdano, ejecut<i ndolc D. JosC Yerdalonga, di1'igido por c l\ll'imer organista Don
yes Católicos O. Fernnndo y doi'ia ls;.1l>Cl. En nuestro ÁLBOI se copinn 1~ de Uasilio Sesé . En el alio de 1707 rue colocado en su caja, a cual consta de d os
aquellos bajo-rclie\'es, ncompafiándolos con las noticias histÓ•'Ícas y con las cuerpos a •·quitect6nicos, )' r emata con una jarra de azucenas en el centro, )
d cscri¡:teiones correspondientes á cada cunL d os mancebos á sus lados.
L1 SILLER l \ ALTA no se emprendió hasta el aiio d e 15 t.3 , á la sazonen que L.\ IIEHJ,\ , que cicn·a el_ coro en frente.) ú 32 pies d e la Cap.illa rnayo1·, fue
ocupaba la sede toledana el arzobispo D. Juan Tavera, y obtcnia el cargo d e trazarla, de (l!'den del Cab~lclo, por Domu~¡¡:o de Cés1X!clcs, qmcn presentó ;l
obrero mayor e l canónigo O. Diego Lopcz de .\ yala.- EI cabildo de la i\letro- aquella respetable corl)()rac•on un modelo eJeCutado, con m'l'c~Jo á sus disctios.
politana P1inmda , descoso del mejor acierto en tan im¡mrtante obra, propuso por un tal :\Lartinez, maestro carpintero. Aprobado el modelo por los CMÓnigf)S,
una competencia entre los artistas de la época: reuniéronsc de estos los cóle- Céspedes, ayudado por el oficial Fernando Bra\'O, puso manos á la obra , y la
bres Alonso Bcnuguctc, Felipe do Horgoilu ) Di e~o de Siloe: de sus planos, terminó en el mismo ailo en c¡ue Fnmcisco de \'illulpando entregó la de la tH-
presentados el aiio 1533, fueron ap1·obado:-; solo los de Alonso y Felipe por SN pillu Mayor, c.<: de<' ir, en el ro 1 5 ~8 . -Fonnu un cuerpo compuesto de zÓe<llo
los mas homogóneos y Mrcglndos al pens;.uniento de los canónigos; y se otorgó asentado sobre dos escoloncs d e mármol, columM.s uiJ<Ilaustnu las, contisamcn-
con los tres mtistns, en e nero de ¡;j30, escritura pública para construir 71 si- tos y remates (i¡..;urundo ca11delabros )' otros objetos. Entre los numerosos o 1·-
llas a!ta.s, debiend o cjecutn1' Bcnuguete las 3ü del lado de la epístola, ) el de nntos rclO\ udos (le las columnas y cornisamento so \en \'O riils i11~cripeioncs, las
Borgoña la arzobispnl y las otras :35 <le! lado dPI e.\'angelio; co~ h, C.\.prcsa a1·mas de la l1-1lesia Primada, y los de D. Diego Lopez de Aya la, e;mú nigo ohrem
obligacion d e te•·minarlus en e l wcciso tiempo de tres aflos . AcaeCIÓ empero en ú la s:~zon. Costó toda la obra de la Ycrja, incluso el dorado ) platcmlo, 114,87 0
el mismo corriente á la sazon (1 5:19) que en la noche del 3 do marzo se hundió •·cales y ·15 mlll'a\·edís, segun los papeles de la Cntp(]rnl.
la antigua torre del Crucero d e la Cat.cdral de Ulll'gos, y maese Felipe el Bor-
goñon tuvo que marchar ft traznr ~ {lirigir la su ntuosa r ccd ificacion de tan im-
portante fábrica , suspe ndiendo los trabajos de la .~illei'Ía hasta su regreso;)' po r El cono ' como habrá n conocido nuesli'OS lccto.·es, es una de las lllaS ¡we-
fin , á poco de Ycl'ificado este, murió. Bc rru¡¡uetc por tanto emprendió la CJeCu- ciosas jO)HS d el "lllllll0"0 y cleg:mte Templo Toledano
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' •:1. dibujo que acamparía, os el adorno de uno de los compartimen- tambicn ornamentales, en eu~ o 'ano esta u relm ados los animale:r.
tos en que se dividen por su parto estcrior los muros del trascoro susodichos.
de la Santa Iglesia Toledana. Sobre dos columnas, cuyos capiteles ]~! tlmpano del gablete se adorna con traccrfa) formando eu el
y algo de los fuBies ocupan In parte inferior á los dos lados de centro un roscLon en que seis cuadrifolios ci1·c¡mscritos rodean á
nuestra lámina, so alzan dos aguJas jlangueanles, y en medio de otro igual. Un f7·ébol llena el triángulo que queda junto al dpice
estas un arco ojital adornado por su parte interior con cresler-la del gablete; y en los otros dos triángulos, dos quútquefolios sobre
angrelada (de circulitos), y cobijado por un gablete (fronton agu- dos aJimeces dejan, entre ellos y el 1·oseto11, un esvacio ocupado
do rolocado sobre un arco), cu~as cornisas en declit·e, comenzan- por otros tréboles. Esta misma figura se repite en los huecos rt'-
do á separarse de las agujas pcmqueanles por junto á los pies de sultanles entre la ojit•a principal y su cresterfa cmgrelada. La
e-stas en donde se \CH animales de bulto, suben adornadas cstc- grande entreofira se llena con un cuadrifolio circunscrito ) con
rionnentc por· sus froudarios (series de frondas ) á reunirse b;Jjo las dos ojiras cobijadas en que se in:-:.cribe un semi trébol. llecaen
riP uu tope que sosliC'ne un grumo. En el espacio ojiral trazudo en estas, en el centro, reunió.ndose sobre el esbelto capitelito del par-
PI fOndo del muro por el arco, se forma por otros dos que este co- telu:; y pOJ' los lados, sobre los capiteles do las columnas laterales.
bija. ·un gracioso ajime:;, con su correspondiente partelu:; forma- Estos son 1·confsticos (es decir, de figuras de sere:; animados) . ~
do por un machoncillo f'n que se halla empotrada una columnilla. con follajes: el del partelu.= no tiene mas que unas !tojas trepan-
El partelu:. es dl'i mismo largo que las columnas laterales, J en les. ·En derredor del círculo l de lo~ arcos cobtjculos do la eutreoji-
medio de ellas se le YO bajar en nuestra copia. 'l:a, COJTCn hileras de rosetas sembradas. En sus centros ~e ob~cr
Corre horizontnlmcnte por las agujas {lanqueantes y el entre- HHJ adornos caprichosos.
pm1o que entre ellas media, por la parte superiOI' una franja (serie
de follajes nHJ) relcuJdos sobre UJia moldura cóncava); debajo una
l~1ja de cuadrifolios circunscritos, )' mas abajo dos ::;onas de aji- Los fustes de las columnas laterales son de mármol de me~cla
111f'cilos ornamentales, 1'11 CU)3S cntrcoji1•as se ,·en en cada, uno so- comuumrnte dicho jaspeado, y acaso perlcnecicrou á la mezquita
bre dos arcos trebolados, dos tréboles sosteniendo un cuadrifolio. Il'lil)Or de Toledo qur estuvo en el silio ocu1Mdo ho) por la Cal e-
Sobre los ajimecitos superiores dt' las agujas Oauqueantes, se rlf'- dra! Primada. Los capiteles)" lo restante del detalle que aqui da-
·Hw gabletes pequellos, que , con sus agujitas, cargan sobre cabe- mos copiado, es decir, el gablete con sus pmmlcs, las agujas pau-
zas: en los tlmpanos que <JUC'dan entre unas ) otras ojiws cobi- qurautes, el en17'Cpaiw con los su~ os, la franja ~uperior , todos lo~
jantes de los demas ajiml'citos , se halla corno inscrito un trébol. ornatos , e u w1a palabra , manifie~tan baber sido ejecutados du-
En la parte inferior de las agujas flanquean/es haj simpleojiws te el :-:.iglo :\.IV 6 al principiar el xY.
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BAJO-RELIEVE
QUE HE I1 BESEriT.o\
BElRDIGIDR DE URA
REINO DE GRANADA.
El'iTl\t: los curiosisimos docutucntos históriros que ¡lrcscn ta la cate- mente cou exactitud en estos y aun en otros pormenores intc•·esa ntcs
dral de Toledo , primada de l.1s Espai1as, merece n parti culat' atcn- pa ra la arqueología.
cion los llajo- rc\i c' cs de la si11 cdn de su co ro , y muy sel¡a\ndamentc El baj o- rel ie\e, cuya co pia damos en la presente en trega, repre-
los que adornan los ¡•es paldares de la s sillas inferiores No se ,·e n senta la rendi ciun de una pla za del reino de Gran ad,!.
allí las menudas tra ccl'ia s de la ar(¡uitcctura ojival que recubren el En él se ve un persouagc mahometano qne, acompañado de otros
trascOro; no ocupan aquel si ti o asuntos puramente religiosos en que mo ros, acíllla de apearse de un caballo que ha dejado en poder de su
se pueda cs tndiar solo la bc\l¡•za j¡\cal y de formas adoptadas por los paj e, y con profunda su mi sion pre~eota, sfgnn parece , un pergamino,
artistas de los siglos que precedieron al XVII: otro, y de muy di s- en el cu<l l deben co ntenerse las capitulacioues , al gefe cristiano IJue
tinto género , es el int crCs que en si cm:icrrau los respaldares de que permanece mon tado y rodeado de los suyos. E stos tienen en:ll'holada
tratamos. Dcdi (·a dos es tos a perpetuar la memoria de la conqui:>ta del nna cruz trebolada, la band era y las lanzas levantadas. En el fondo
reino de Granad cl por los in sig ues y memorall\e,; reyes ca tóli cos F er- del cuadro se ' 'en la s casas, Jos muros almenados y la pu erta de !11
nando e Isabel , co nstitu yen , digámoslo asi, un poema mmlo , pero plaza, que abierta de par en par , deja entrever uo musulman á ca-
sublime. Sus llifcrentes escultur:~s. ofreciendo en cada uno de sus di- IJallo y algunas otras gentes de la guarnicion. Los eslremos laterales
versos r. n:~dro s algult:l de las fun ciones marciales qu e ocurrieron en y In pa rte superior del cua dro cstao ocupados por adornos , <¡ue sin
la ex¡mgnacion de lus llla zns g ranadinas por los cri sti anos, so n pnra •·elacion alguna co n el asunto reJlresentado en la parte princi pal del
todos cuantos estud ian \,1 historia , un rico y bello depósito que pone relieve ya descrita , forman un arco carpanel apoyado en dos colum-
ante los ojos del curioso los tra ges. enjel1os. armas, ceremoni as mi - ni1\as por ca da lado, adornado co n franjas , y dejand o en la parte
liture" y otros usos del sig lo XV , esculpidos á principios del XVI , superior del cuadro dos enjutas 6 triángulos en qtw dos hombres de
no l'n rerdad co n \:1 m:~ yo r correccion de dibujo ; pero sí probable- medio cuel'po parece que ltu·han con culebras .
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EL efecto destructor Uc las lombardas y ,Jc otras ¡lic1.as de nr tilleria de llalir, 11ue (t acogerse en la sierra de donde acnLaban de salir.
comemaron á usarse cn Espaim por los 1\ eyes Católicos Fernando é \salle\ , hablan Coufuso y colérico llame! , encendió grandes fogntlls en la s ci mas de los montes
h echo ''en ir al dominio de llslos en el aiio 4l e tl~8'~ , la villa de Alora, en la cual se ¡>ara llamar con c11as á los creyúulcs del Curan. llluchos musulmanes Je la Serranía
reconoció la importancia de aquellas tcrriblcs máquinas; y la de Setenil, silundn y algunas lropas de Málaga acudieron; y con tales refucn.os intentó otras distintas
sobre un 11eiia sco escarpaUo, y tenida por inespugna!Jic, porq ue durnnte otros ,·arios ''ecos Han1el enlrar en Hos uA atra,•csando JlOr entre los sitiadores, ¡Jcro siempre en
rcinados se babia combatido en vauo. \'ano y teni cnd u que \'oh·cr á las sierras dcspucs de pl.lrdcr sus mas valerosos com-
La loma de csta última, en la que 6. causa de no lmbcr h ech o la at"tillerín daiio batient.cs, viéndose ¡1or fin reducido a ser triste espectador de la dcstruccion de s u
alguno en los muros durante algunos di as, dirigió cl marqués de Clttl iz por si mis-
plaza.
mo los tiros, consiguiendo por resultado 3110rtillar las puertas y abrir una brecha El ejército cristiano no dejaba por esto lle se¡;uir batiendo Jos muros de lo ciu-
tan grande que obligó á Jos moros á rendirse, se halla represen tada en la sillería del ilad, en la cual Jos sitiados se nian cada vez en mas estreche1.: )'a el marqués de
coro de la catedral de T oledo, y nosotros la hemos copiado y publicado en la ante- C1idiz se h a\Jio apoderado de los arrabales y podia llegar hasta el pei10n en que se
rior entrega de nuestro Album , con el Ululo de «ll.u o- nEI.Jt;\'E QLE IIEl'llESE!'i'U LA alzal.m la fortaleza; ya iban cayendo una tras ot ra las torres)' murallas, p incen-
HENOICIO:'i DE U>'iA 1'\,AZA DHI, RElSO DR GMASAU.t.» diaban de continuo la ciudad un as pellas de cá liamo llenas Uc póh·ora y bai1adas
Muchos puelllos ocupados por los muslimes se entregaron á los cristianos cn el con ah1uitran 1111c encendidas arrojaban los sitiadores al par de pitdral de canto y
mismo ai'io que las ,·il\as de Alora y Sctcnil: en el siguiente tomaron estos 110r Jle/otal de lrierro {tmdillal en 1no/dc. Las calles estaban atestadas de cadá,·eres y
asalto á Benamequex, antes re ndido )' rellclado; y en seguida obligaron :i cutl't>Sarse escombros, y los gemidos y lamentos de las mugcres y de los heridos se oian cla-
á Coin v Cartama. ramente, entre el estrépito de la artillería, desde la sierra en <¡ue Hamel y sus mo-
El rÜy Fernando, animado con t.an felices succsos. se pro¡mso atacar{¡ Málaga; ros 1wrmanecian á su pesa r entregados á un impoten te furor.
y con tal objeto, tratando de reCOIIOCer esta im¡JOrlante pla1.a, se presentó delante ,\ 1 pié del pei1on que sostenia la fortaleza manaba la fu ente de t¡ue se surtian
41e ella solo con algunas tropas ligeras, JlOr haber dejado su cam¡1amento y artillcrfa los habitantes de la ciuda.d, bajando á ella por una miua cortada en la roca 'iYa, y
cerca de Cartama. Al ,•er al Hey (:ató\ico salieron de Málaga l1asta 1uil hombres de siniCndosc para cste objeto de los cauti,os cristianos: Uescubri6 el manantial el
guerra de la mas escogida caballerfa dcl rcino de Granada, y trabaron una podiada marqués de Cl•di1., é hizo que sus ingenieros vor metlio de una contramina, practi-
escaramuza en que perecieron no pocos combatientes de una y otra vartc. cada \amblen en lo sólido de la roca, llegasen al cai1o de la fuente ~· le cegasen.
Terminada la accion, el ma n1ués de Cádi1., conferenciando secrctanH:nte con el Perdido este recurso )' ademas toda esperanza de rccilJir ningun socorro estcrior,
rey, le manifestó no ser cOIH'Cnien le por enton~s em¡Jeiiarse en lomar~ Málaga, los moros de Ho:i:IIA sc cntre¡;aron bajo 'entajosas condiciOllCS que el rey Fernando
tanto por las tlificulladcs que vrcsentalla el sitiarla, como por haber recibido una les concedió, ate ndie ndo á que la pla1.a ¡mdia dcfenderse aun y que era escesi\'0 el
comunicacion en que un moro llamado Jus<·f Jerife le hacia presente hallarse la ci u· trabajo de los cristianos, teniendo al mismo tiempo necesidad de batir la fortaleza y
tlad de 1\0N IIA en que este habitaba, casi desamparada y sin 110sibilidad Ue resistir pelear con los moros que de contin uo bajaban de !as sierras.
un pronto a laque, á causa de haber solido du ella su gobernador Jhmct cl Zegrf á Se permitió á los moros de HormA marchar con s us bicncs al Mri ca 6 á cual-
la cabeza de sus moros gomcles, tlejando en la ¡1\aza solo una parle de la guar- quicr otro pais mahometano, )' á !os que preliri csen pcrmaneccr cn J<:spn iia se les
nicion . seiinlarinn tierras en que pudicran l1abitar, y se les vermiUó ejercer s u culto.
• RosuA, situadll en la scrran(a á que da nombre, sobre un peiiasco r01lcado casi Hcndilln \\minA en' ió el rcy al¡.tunas partidas cristianas en pcrsccucion de los
en su totatiUad ¡1or un valle profumlo haiiado por las aguas de 1\io\'enle, era á la moros que cstaban cn la montai1a, por lo cual y por ver llamct 1¡u e todo se babia
sazon una de las ma s importantes fortaiCJ.aS tle la fr outera, y célebre por la rob us- perdido, no 11uiso crnpeiiarse en acciones marciales CU)'ll inutilidad conocio , y se
tez, acti,·idad , dcstreza en el manejo tic las armas y espíritu guerrero de los moros retiró con su gcnle.
que la habitaban: estaba llena de despojos y cautivos cristianos,)' bajo el mantlo tlc\ El marqués de Cádiz, en cuanto entró en RO:'illA , corrió ¡\ sacnr de las mazmor-
zegrl Ramet tenia aterrorizados á los cristianos del pais wci no. ras á los infelices cri!itianos que en ellas )'Ocian ahP.rrojados y medio tlesnudos, '!
Conociendo á fondo el re)' lo fundatlos que cran los consejos del marqués, y sa- entre los cualcs algunos de ilustres familias hahian ,·enido all i cutregándose vor
biendo ser la ciudad de 1\o:. uA una Ue las llaves del reino de Granada, dejó para resca te de sus padrcs. Ell\ iáronse lodos á Córdoba, en donde Isabel la Católica,
mas aUelante el JlfO)'eclo de sitiar Íl ~1 ~\aga; y con toda rapidez y secreto, pre\Cili- comvatlecida de ellos, los hizo dar nstidos, ,·ituallas y dinero ¡1a ra que pudieran
do de lo necesario, marchó á a11rovechar la ocasion que se le presentalla de a¡¡ode- restituirse al descanso Ucl hogar donu~stico .
rarse de tan inte resante forta\eu. t as cadenas 1¡ne á estos cauli\os hablan aprisionaUo sc colgaron en el esterior
Mientras que Hamet el Zegrf, recorriendo los est~do~ ~el duque ile lledinasid?- de la iglesia de S. Juan de los n eyes de Toledo, donde aun qucda no pel¡nt:iia parte
nia saqueaba los pueblos y arrebataUa los ganados, IIIIJHdlendo al par con su ra¡n- de toles trofeos.
dez' que se le persiguiese ni se impidicse su march_a! el ejército ~el rey l-'err.a1~do Sujeta la hasta cnlonces inespugnallle furtale1.a de 1\0:'iDA , se entregaron li los
caia repentinamente sobre " o:. u.\. La escasa gua rmCIOII y los hab1tantcs de! la cm- Heyes Católicos sclenta 6 mas ¡JUeblos, en los cualcs se contaron Cazaraboncla v
l]ad , como bien aguerridos , se defendiero n ''alientemenle en la confiann d~ ser Marbclla, coronándose asi el buen éxito de esta espedicion. ·
¡Jrotllo auxili ados por su ausente gollcrnatlor. Pero las lombardas con sus t~rn!Jics t a lámina adjunta representa a la i1.quierda del cuatlro uno de los asaltos que
estraroos, los hicieron bien pronto conocer que sus fuertes muros eran demas1ado d(:.. hubicron de darse en aquel memorable asedio. Los cristianos estan , uuos escala mio
lliles 'Para resistir el ata1¡ue de lan horrorosas máquinas, puesto que al c~art_o dia el mu ro )'a hendido, mientras que otros los ¡no tegen, ofendiemlo con sus armas ;í
lwbiau echado por tierra tres torreones y mucha ¡1arte de la muralla que ClfCUia los Jos moros que sobre los adan·es tratan de repclerlos )'3 peleando con arma blauc;~.
arrabales. Aproximaron mas los cristianos sus hatcrfas, y bajando la puutería hicie- ya lomando enormes piedras. Uebajo de la escala se ,.e 11elear cuerpo á cuerpo un
ron estremecer con los proyccli\es hasta cl pcilon que sen·ia de fu ndamen to 6. la cristiano con un mo ro á quicn ticne bajo de si )' á quieu amenaza con el brazo de-
creit.la inespugnable fortale1.a. rccho, que por fallar en la escultura aparece roto en nuestro dibujo.
]~nton ces H amel, rctirándose cargado Ue bol in ~· tnU)' satisfecho del fcliz hito A la dcrccha Uel espectador está cl ejército cri stiano á caballo y con la bandcra
de su correrla, oy6 al dllscmllocar cn uno de los des!i\adc ros de la Serranla de 1\on· ondeando bajo 1\e la cruz. Un moro besa la mano al rey f ernando V en Sl'il;~l dí!
da el sordo ruido de la ;u'lilleda cristiana que batia s u ciudad. Sin quere r Uar cré- s umision, mientras que otro saluda al mismo monarca arrodi\1;\udose Y cn11.a ndo
dito ,¡ sus sentidos . aguijó ll amcl á su caballo )' á su gente; ,\ medida que tn·a•w.nha los brazos sobre el pecho; y un tercero saliendo ¡1or la puert:1 de la cimÍad, en cu-
iha luchando con mas fu cn .a contra la triste realidad del pasrnoso atrcvimicnlo tle yos muros se lec en caracteres góticos la pala!Jra HO:'i iiA 1 trae en la nHHIO i1.quil!rda
\as huestes cristianas, h~ sta <¡uc llcg~udo á una altura ,.¡ó estu 11efaclo las blancas la llave de lo 11ohlacion, y la presenta al rey seimlá ntlola cou la mano derecha , par:~
tiendas de campoiia cubr iendo los campos inmediatos {1 1\0SIIA , )'el estandar te rcal, manifcsl:'-r la ~ntref!a, d.c la plaza. A esta lla,·e tambi~n se la h~~ ruto las guarda s
que tremolando en medio del campamento, manifestaba la presencia del rey . en cl baJo-rche'e ongmal; y 110r eso nucstro dilluJllule, co¡wmdola tal como !>e
El humo de las bocas de fu ego, la ruina de las torres)' muros de la 11\au hicie- h alla, la ha pu('sto sin cllas.
ron en Hamel una impresiou tan dolorosa que le obligó á tomar una resolueion de- f orman el fondo del cuadro los mt1ros de HmmA , en los cuales se ,.e 6 lo ll•jos
scsperada. Exhortó á !iUS moros á IJIIC le siguiesen, y tan cautclo~amente como pudo un mo ro entre las almenas.
se situó cn una altura cercaua al cam¡¡anwntu, donde permaneCIÓ oculto hasta que lnclúyese esta composicion en un arco carpanel atlornado con franjas )' sosh·-
mu y a\anzada \a noche saliÓ de\ monte COillO Un ~orrenle, Y: Se echó de imprO\ is~ nitl? ¡10r dos col u111~1illas ¡~:1readas á cada lado, de una mane ra igual al bajo-re\icw
sobre el ejército cristiano, cura mayor 1>a~t? dor nna. Acomet1cndo por ellatl~ tlélul cop1allo cn la anteno r en.trega de nu~sl~o Alhum. Dos mancebos cstan cn las enj utas
del real, creyó abrirse ¡¡aso por entre los Sllladores para Cl~t~ar á ~cfcndcr la C1~JIIad; de los dos ángulos super1ores de la lamma, acu rrucados y tocando instrumentos.
\lero el campo cristiano, au,u¡ne reposaba, no ca rec1a de ng1lanc1a¡ y por lo nnsmo,
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FHRNANDO V , habiendo \'Uelto á Córdoha dcspues de socorrer, abastecer y reforzar por socorrer á la ciudad amenazada se retiraron de la pelea , siendo perseguidos r
la recien conquistada ciudad de Alhama , )'ejecutar al¡;unas talas en la Vega de Gra- hostilir.ados con tiros de saetas, lanzas y es¡1ingardas, hasta que se encerraron en el
nada, ordenó á los caballeros que le habla n acompañado hacer ''enir de sus casas el arrabal, despues de haber recibido dos heridas el mismo rey Boabdil.
mayor núm ero posible de combatientes, para ir á poner cerco á Loja. 1\eu nidos es- Quedó en fin sentado el campamen to, á pesar de los obstáculos puestos por los
tos en efecto, y con ellos los gi netes y peones de toda la corona castellana, com·o- moros, en puntos cercanos á la fortificacion, 'J de suma importancia para espugnarla .
cados por cartas de Isabel la Católica, salió de Córdoba el !ley con las huestes or- Abrió en seguida el ejército cristia no un hondo foso que circuia gran parte de la
denadas , llevando gran cantidad de lombarda• y otro& tiro& de pólrora, de aparejos ciudad , y construyó muchos baluartes, paltmque! y otras defensas, para e\'itar, al
de sitiar y de -mantenimientos, acopiados unos, y otros mandados hacer por a1¡ue\la par <¡ue las frecuentes salidas de los sitiados . la entrada de socorros á la plar.a . Y
magnánima Heina. ade ma s se puso en el campo, en los parajes por donde podían \'enir socorros á La-
Llegó el ejército cerca de l oja á princi¡1ios de julio de 1482, "'i asentó el real e n~ ja, una guardia en que solía haber hasta ~.000 ¡::inetes y otros tantos peones. Poco
Lre unos oli\'ares, en unos valles, barrancos y grandes cuestas, cerca del rio Gua- tiempo des¡lUes se aumentaron las defensas, y se doblaron las guardias y escuchas
tlagenil; mal elegida posicic n que le di,·idia en deslacamcntos aislados, los cuales del campo.
no"podian socorrerse unos á otros. Pronto se conoció esto prácticamente, porqu e los Acordado por los sefes si tiadores que se batiesen primero los arrabales, se pre-
sitiados no tardaron en venir á ata ca r á los sitiadores. Muy pronto la mbien se notó paró la gente, se señala ron los sitios por donde debia de acometer cada caballero y
haber habido algo de imprev ision en el abastecimiento de las cosas necesarias á una copilan, se colocó la artilleda de la\ suerte, que apuntase á cuatro partes de los mu-
hueste invasora y sitiadora; puesto que desde el primer di a de sitio, consumido el ros y torres, y se apres taron las tllllnlaJ, 9ruas, ba11COB pinjado1, y los otros apare-
pan trasportado desde Córdoba, se emper.ó á carecer de él en el campamento: abun- jos necesarios para el asalto.
daba por fortuna la harina; mas como no habia tiempo pun hacer hornos, se co- Comenzóse la espugnacion de los arrabales; los briosos islamitas de la ciudad sa-
mieron tortas cocidas sobre ascuas durante dos de los cinco di as que solamente duró lieron con grandes alaridos á defenderlos: trab6se la pelea, y dur6 ocho horas, ba-
el cerco. tiéndose con de nuedo unos y otros contendientes; pero distinguiéndose entre ellos,
Convencido el monarca de lo imposible que le era el Loma r á Loja con tales in- con algunos de los nuestros, el esforzado inglés conde de Escalas, que al frente de
convenientes, y con el no menor de necesitarse mas gente para con ella poner dos sus {lec/uro1 y home.t de arma• de á pis se presentaba en Jos lugares mas peligrosos.
reales, como medio único de interceptar á la plaza los \'ÍI'eres y refuerzos que en otro Hacian mucho estrago en los cristianos algunos musulmanes desde una torre
caso podría recibi r con fa cilidad de la sierra que aliado opuesto vcia, levantó el muy fuerte y cercana al arra bal: el capi lan D. Francisco Enriqu ez, de órden del
campo; y eon propósi to de \'oher mejor preparado, regresó á Córdoba, donde la monarca, apeóse con s u gente, y protegido por cit:rtas mautaa -y bancos pü•jado!,
Bci na estaba. la ahcó ¡10r cuatro partes, acercóse á e\ta con gran peligro, y la incendió. Los c¡ue
Varias ci udades y Yillas se tomaron en los allos siguientes, antes de que se pu- dentro se hallaban, no pudiendo resistir mas tiempo 6. las llamas y á los proyectiles
diese ,·olver sobre Loja; Uc¡;ó empero el de l!.SG , y los señores neyes Católicos de los que acometían, baja ron á pciPar y perecieron.
mnandaron atlere.:ar d a rtillerla i t1·aer los 71HIIt/lnimitftlos t! las o t ra~ cosas q11e Desfallecieron los defensores del arrabal: cobraron por el contrario mayor ánimo
eran mene1/er para la guerra.» Acudie ron á su llamamiento peones de tod a la parte los espugnado res, é invadieron Jos arrabales por los tejados, por los puertas, ¡10r
septentrional de la Península, desde Galicia hasta Guipúzcoo; algunos de los homu todas part~s en suma. Luchando en seguida en las estrechas calles dnrantelres ho-
de armas de las ciudades y \'illas del reino; la yen le de armas que envi6 el cardenal ras con /¡m;;a3, ballerttu, espingardtn, puñole3 y terciodo1, entre tanto que veinte
de Es¡1aiia con uno de sus capitanes; la de los maestres de Alcánta ra y Calatrava; la lombardas 9ruua1 y los otros ginero; dt arti/le¡·(a hacían frecuentes disparos con-
del duque de Alburquerque, y la de D. liii go Lopez de .M cndoza , duque del Infan- tra el muro y torres de la ciudad y del castillo, obliga ron por fin á los habitantes ;i
tado , que trajo de s u casa 500 llames de armas U la yine /a é d la guisa , y !os ]Jea- abandonar el nrrabal r retirarse al casco de la ciudad, dejando en aquel !~50 moro!
MI de su tierra. rinieron tambien entonces á ser\'i r á F ernando é Isabel algunos muertos. Hcróicamente se portaron en esta accion marcial, ademas del conde de
caballeros franceses, y otro inglés llamado conde de Escalas, homlJre de gl"andt u- Escalas, D. Enrique de Gu1man, D. 1\lortin de Córdoba, Antonio de Fonscca, ~lar
lado y dll sangre real, acompañado de 100 ingleses archeros y !James de armas, que linde Alnrcon, J uan de A!maraz, Lu is Fcmaml ez Porlocarrero y el comendado r
peleaban á pie con lan.:a1 y hachas. !>edro de Hh ero y Gonzalo Fernandcz de Córdoba, capitones de lo guarda de los
Formóse pues un ejército de 12,000 gi netes 1" 1~0,000 peones, ballesteros, lan- Seiiorcs 1\eyes Católicos, con las gentes de s us ca ¡1itanías y otros (ojo&-dalgo conti·
ceros y espi ngarderos ; con el cual , y con iO,OOO bestias de recuage que llevaban no& de ltl ca!a. Algunos de estos caballeros fueron muertos ó heridos en la refriega.
los mantenimientos , se dirigió el Hey Católico hácia Loja. Siguiólc de cerca por man- Tomados los arrabales de Loja, Fernando el Catól ico en,•ió al campo gran can-
dato de su augusta esposa doña Isabel, numerosa ar tillerfn 1\e\'ada en 2,000 corros, lidad de ltomu de armas y gwtu para gua rdar el camino de Granada . Al mismo
y precedida tic 111aulro& que hacian puentes de madera para pasar las acequias y tiempo mandó poner las t!lanzaJ de la ciudad bien cercanas al muro, y que con las
arroyos, y de 6,000 peones, que con /w.:ada1 y Jlicos de fierro iban, á costa de pe- lombardas mayores y los otros lil·os de ¡lálcora medim101 y ·menores se tratase de
noso trabajo, altanando los parages ásperos, y 11uebrantando algunas pcf1as que im- derribar las partes de muralla por donde con menos peligro podía da rse el asalto.
pcdion el paso de los carros. Solo un dia y dos noches habia jugado la artillcr!o., cuando ~·a había abie rto
Junlóse toda la hueste en el Rio de las Yeguas, y a\lf supo Fernando que el rey ¡;randcs brechas, por las cuales los ribadoquine~ y olros tú·o1 de pólcora, asestando
chico de Granada. Uoa bdil , habia entrado en Loju con ánimo do defenderla. sus certeros disparos en las gentes y edificios de la ciudad, mataban y de rruian
Llegado el ejército cristiano á un sitio, dista nte solo siete leguas de esta ciudad, cuanto al frente se presentaba, no permitiendo por lo mismo hacer reparaciones en
se mandó poner grandes guardias por los caminos y demas ¡mulos, por donde los los muros.
moros pudieran ser avisados de lo que ¡1asaba. Iban ya desalentando los mahometanos, cuando ulos maestros del artilleria cris-
Amaestrado el prfncipe cristiano con el dese ngaiio surrido en el anterior cerco, tiana tiraron con cortaos tres pella1 C01t(eccionadar d~ fuego, las cuales subian en el
y mejor informado acerca del terre no 1¡ue debía de ocupar , aco rdó con los caballe- aire echando de sí llamas é centellas;)) y cayendo en tres partes de la poblacion
ros y capitanes, que yendo de ,·angua rdia el maestre de Santiago, o\ marqués de Cá- quemaron las casas y cuauto encontraron. Aterrorizados los habitant es con tan es-
diz, los condes de Cabra y de Urueña, don Alonso de Aguilar r otros capitanes, con pantoso fuego, con tener herido á s u rey BoabJi l, y en igual estado lastimoso ó
5,000 ginetes y t2 ,000 peones, procurasen pasar al otro lado de la ciudad, <¡uc daba muertos á sus capi tanes, con ' 'crse acometidos por do quiera , y rodeados de mor-
h<icia la parte de Granada, y ase ntasen allí un real, mientras el !ley con el resto tandad y estrago, solicitaron y obtu,·icron de Fernando Y un segu ro tia ra que al-
de las tropas asentaria otro en el del camino que 1\enban. gunos de ellos pudiesen ,·enír á tratar con él acerca de entregarle la plaza.
Al llegar la ,·ansuardia cerca de Laja, algunos de los caballeros que en ella iban El resultado de las negociaciones fu e permitir ;Í Boabdil marchar libre, y á los
comcm.aron á pasar las acequias )' parages ás peros del ''o.lle; pero pocos lo habian moradores de la ciudad salir de ella llevando consigo los bienes que desde luego pu-
aun verificado, cuando la guarnicion de la plaza, saliendo conlro ellos, los obl igó á diesen sacar. En consecuencia de esto Loja se entregó con su castillo el lunes 29 de
replegarse; pero no por los puntos por donde con harta dificultad habian atra,·esa- l\layo de HSG, marchándose sus moros á Granada.
do, sino rodeando por otros mas fragosos de la sierra, por los cuales les era preciso Halláronse en la ciudad UO cauti\·os cristianos, á quienes inm ediatamente se
ir pie á tierra, y lle\·ando del diestro los caballos. Para obviar en otra ocasion las dió la libertad.
dificultades y peligros que en esta se habian tocado, se constru ye ron pontones de l'osesionado de la ciudad de Loja el rey Fernando el Católico, dió su tenencia á
madera , y por ellos pas6 la gente. D. Ah·aro de Luna, seiíor de Fuenlidueita: la dotó de la correspondiente guarnicion,
Llegó entre tanto el monarca Católico con su hueste; y para e\·itar los inconve- la proYe)'Ó de ,-ituallas y otras cosas necesarias, y marchó á sitiar la villa y castillo
nientes que se oponia n al asiento del real , dividió las tropas , con objeto de tener de Jllora .
una parte de ellas dispuesta á pelear, mientras otra trabajase en arreglar el cam-
¡lamen to.
Cuando los muslimes de Loja notaron estarse si tuando los cristianos on los pa- En la lómina adju nta se ha copiado el bajorelievc que, en el coro de la cated ral
rages en que podian ser mas noci,·os para la ciudad , salieron á pelear en una cues- toledana, rcpresc1lla la espu gnacion de l.oja en el momento en que el ejército de los
ta, dondt! durante el sitio anterior habian conseguido una victori~~. contando 11roba- ilustres Heyes Católicos penetró en los arrabales de la ¡10blacion.
blernente con obtener muy pronto otra; ahora empero estaban los advenedizos mas A la izquierda del observador la hueste cristiana entra por la puerta del arrabal.
a11ercibidos, y bajando de la cuesta tra baron una escaramuza, que sostu vieron por El rey Fernando está á caballo á s u frente.
espacio de dos horas, mientras sus compañeros, Ia que no 110dian socorrerlos á cau- A la derecha se ven los que baten á los muros con ballestas y tiros de póitora.
sa de los malos ¡msos existen tes cutre uno y otro real, talaron las \'iiios, árboles y Las murallas de la ¡1\aza forman el fondo del cuadro.
huertas que rodeaban á la 11oblacion, y amagaron entrar en los arrabales de esta . Lo dcmas es tan semejante á lo Ue otros bajorelieves ya descritos, que creemos
Llamó entonces la alcncion de los musulmanes lo que en aquella parle succdia, y Ue nu estro debe r no decir nada aceren de ello.
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TOMA DE MONTEFRIO.
Co!'IQIJISHDAS la ciudad de Loja y las villas de Illora y Moclio, los Reyes Dieron, en rin, el cargo de capitml mayor del territorio á D. Fadrique
Católicos, prévio consejo y acuerdo tenidos con el maestre de Santiagp, de Toledo, hijo de Garci AhTarez de Toledo, duque de Alba, poniendo
el duque del Infantado , los marqueses de Cádiz y de Yillena, y otros bajo sus inmediatas órdenes diferentes guerreros de á pié y de a ca-
• ballo, y previniendo á Lodos los alcaides y gentes de armas de la tierra
condes y caballeros, mandaron á los capitanes de la gente de Sevilla, Je-
rez y Carmona, ir á sitiar á }¡Jontefrio, villa situada cerca de lloclio, á que obedeciesen á D. Fadrique y acudiesen a sus llamamientos.
siete leguas al oeste de Granada, en la falda del sur y á poco mas de Verificados estos notables hechos, y dadas tales y tan acertadas dis-
una legua de la Pa•·apanda. posiciones, marchó la Boina á Córdoba, dejando al 1\ey, que permaneció
Ya en el año anteri0r, e n 1485, se habia t1·atado de escalar esta Yilla alli algunos dias mas para proteger la llegada de mantenimientos que
cuando el Hey con su hueste entró en la tierra de los moros, poco antes se repartieron entre las ciudades de Loja y Alhama, las \'illas de Car-
de tomor á Coin y Cartama. Entonces habia Fernando V tornado t::~l re- lama, Alora y otras, y varios ele los castillos conquistados{¡ los moros.
solucion por habérselo acousejoclo algunos escaladores y adalides cooo- \lechos los abastecimientos de los pueblos y fortalezas, siguió Fer-
ccdores del pais, y por saber que no babia ni en ella ni en su coma¡·ca nando á Isabel. Saliólc al encuentro su hijo el príncipe D. Jmm, acom-
la gente necesaria para su defensa, á causa de haber marchado lama- pmiado del maestre de Cnlatrava y de toda la caballerla cordobesa, con
yor parte de la fuerza al·mada á guarnecer á Málaga y los castillos y los cuales entró el Rey en Córdoba bajo un 1lalio de oro, y fue ¡\ la igle-
villas de su territorio, con objeto de protege!' ü e~te en la guefl'a que sia Mayor, donde le esperaban el obispo de la ciudad vestido de pontiri-
á la sazon mrtnifiestamentc le amenazaba. Pero estando muy alerta los cnl y los de Cuenca, Coria, Lean y Tu y, con lodos los clérigos y cruces
moros de Montefrio, oyeron el escaso ruido de los escaladores, gentes de las iglesias. En llegando á la puerta del templo, apeóse, adoró la cruz
de armas y peones que trepaban por las murallas de la plaza, y con hincado de rodiUas, subió en procesion con la clerecía hasta el altar
una vigorosa defensa rechazaron el asallo; en vista de lo cual, los Cl'is- mayor, y junto á este recibió la bendicion episcopal. En seguida, con el
tianos, retir<indose sin conseguir su intento, marcharon bácia los valles numeroso y brillante acompaiJamienÍo de todas las gentes mencionadas,
cncaminóse al regio alcázar, en donde la Heiua, la infanta doña Isabel
de Cartama.
En la ocasion de que hablábamos al comenzar esta página, marcha- ~u hija, y todas las dneñas y doncellas de palacio, q110 ricamente ata-
ron contra Montefrio los capitanes designados al efecto, llevando, segun viadas le aguardaban . le ¡•ecibiei'On entre las mas sinceras y espresivas
se les babia prevenido, "arios tiros de pólt:ora para batir las fortalezas. muestras de la general alegría.
Entretanto, dejando en la \'illa de )loclin á la Reina con la gente
de armas de su guarda, marchó el Hey con su hueste ;_\ tala1· los cam-
pos granadinos. Vcri6cada la tala en los nlredoi'CS de Granada entre En la lámina de la To~IA DE MosTEFJUO se ven, á la derecha los Beyes
continuos encuentro!'\ de nuestro ejército con los mahometanos que en Católicos "cstidos de ce remonia, coronados, y montados en sus cr~ballos,
contra de 61 sal ion de la ciudad á trabnt· escaramuzas en que murieron 11evanclo la Hcina un perrito en la falda, y al cuello un joyel pendiente
algunos notables caballeros de nmbas p<lrles, salió Fernando V do la de una cadena: un pajecito los sigue á pié: pa1'le del ejército está detrás
vega por el Puerto Lopc, y al dia siguiente asentó su real ce1·ca de la de ellos con las lanzas le\'antadas y con la bandera real á la cabeza;
villa de Moclio, donde nun pennanecia su augusta esposa doña Isabel. otra porcion de la hueste se cncnenlra á la izquierda del espectador con
Estando aqui los Heyes Católicos, vinieron los alcaides de Monte- algunos personajes al frente. Ocupan el centro del cuadro los mahome-
frío y de Colo mera á ofrecerlos la entrega de estas villas, con tal que tanos que vienen á hacer la entrega de Montcfrio á Fernando é Isabel;
diesen su seg~tro para los hnbitantcs de elbs y sus bienes. Conccdióron- y en primer témlino otro pajecito cristiano al lado de una máquina de
sele Fernando é Isabel, permitiéndoles que con cuanto les perteneciese batir, muy semejante ~' los morteros usados actualmente. El fondo se
se trasladasen á Granada, dejando empero todas las armas y bastimen- fol'ma con los muros de la plaza, en los cuales se notan algunas llamas
tos que hubiese en la~ dos pobhu.Jiones. que salen por una brecha. La puerta de la "illa está abierta y con el
Tomada pose:;ion de una y otra pinza, los Reyes pusieron por alcai- rastrillo levantado, asomando por la parte superior del a1·co de ingreso:
des de la "illa y ca~tillo de \loclin al comendador ~Jartin de Alarcon, de la puerta se lmlla defendida por matacanes que resallan encima del vano
la de Montefrio al comendador Pedro de 1\ivcra, y de la de Colomera á de esta.
Fernan Alvarez de Alcahí la Real, con gentes de¡¡ pié y de á caballo á En los adarbes de las murallas no ha~· mas que una per50na, mori-
sus órdenes, no solo pa1·a gunmccer los pueblos, sino tambien para hos- bunda al parecer. y ca ida sobre la s almenas. El cerco que encierra este
tilizar á la ciudad de G1·anada; y fundaron iglesias en las villas de Illora, bajo relieve solo se diferencia de otros, cuyas copias ha publicado ya
l!lontefrio, Moclin y Colomcra, dotúndolas la Reina de cálices, cruces nuestro AtnuM AnTisnco nE ToLEDO , en adornar el p1·esente las enju-
de plata, libros y tndo cunnto exige la celebracion del culto divino. tas, que resu\Lan entre los ángulos superiores del cuad ro y el m·co car-
Mandaron adcmas traer ciento treinta mil fanegas de p<m que repartieron pan.el, con un follaje revuelto la del lado izquierdo, y cun un animnl
entre los giuetes y peones que guardaban aquellas fronteras, proveyón- monstru oso la del derecho; por lo cual, acerca de este dibujo no ocupa-
dolos adcmas de artillería, armnmcn to y las deroas cosas necesarias. remos ma s tiempo la atencion de nuestros leclo l'CS.
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ENtREGA DE VEUElMÁlAGA.
EL rey Fernando el Católico, á la cabeza de un ejército compuesto de 20,000 ginc- con todos sus cabo.t!eros y peones, mostrando con ostrc¡1itosos alaridos correr con
tes y 50,000 peones, salió de Córdoba el sábado 7 de abril de 1/J.87, dirigiéndose á grande ardor á la pelea. Preconidos los nuestros aguardaban armados el ataque, y
sitiar la fu erte, grande é importante ciudad de Vclezmálaga. Continuas y copiosas á la primera manifcstacion de acometida situaron una a,·anznda en el pa raje por
lluvias que le sobrnvinieron, causaron graves daños en sus tropas y bagajes, y pu- donde dcbia ,·en ir el enemigo, y las alas en dos altu ras, de las cualrs una estaba
sieron intransitables los caminos, ya de por si tan ásperos, angostos)' escabrosos, á la parte del mar; rodeando de tal suerte con este mo,·imicnto al ejército muslími-
que le Jlrccisaron á mandar á f~,ooo peones precederle quebrantando peiias, y á otros co, (¡u e \u cortaban todo paso á la ciudad r al campamento. Por la parte de la pla-
2,000, acornpai'iados de maestros carpinteros, ir echando ¡)Uentes sobre los arroyos za se puso mas gente delante de las e611.mzas, y en todas las entradas del real,
y poniendo grandes piedras en los charcos para la gente de a pié. Arreglados asi los por si acaso la guarnicion intentase sali r .-Era de noche; pero los fuegos en-
malos pasos, atravesó y trepó la hueste por montai1as fragosfsimas, con tanta fati- cendidos por los creyenlu del Corall, en In montai1a y en las torres de la pohla-
ga, que much:~s bestias del recu:~je perecieron. Presentóse por fin delante de \ ·c. cion, alumbraban tan claramente que se distinguian bien los edificios, los montes y
lezmálaga, y casi al mismo tiem110 llegaron por el mar cuatro galtra.t armada.t, y las personas de ambos ejércitos.-Alllegar los secuaces de Mahoma cerca de los
nrias nao.t y caractla•, que componian la flota de los 1\eyes Católicos: no asi la discipulos de Jesus Nazareno, la avanzada de estos, que estaba toda á pié, por uo
artillerra, á cuyo tránsito se opusieron graves obstáculos. permitir otra cosa la disposicion del terreno, se adelantó á recibirlos. Trabóse la
Velezmálaga, situada entre Málaga y Granada, li media lcgua del mar, en la ¡Jclea con tiros de espingardas y saetas, ~· la artillería de la ciudad retumbó con sus
falda de una sierra algun tanto separada de grandes montañas que por todas partes dis¡mros. La 1.1\'onzada trataba de trepar por la cuesta, las alas quorian tambien ar-
la r odean, y de las cuales la mas cercana llega hasta Granada; cncontrliUase á la remeter; pero la aspereza del suelo no lo pcrmitia sin graYes peligros y fatiga; ~
sazon henchida de muslimes aguerridos, y fortificada con muros, torres espesas y como los contrarios no se atrc,'ian á baja r mas, se pasó la noche sin h acerse uso
sólidas, una barrera que la cercab:~ toda, y una bastante fuerte ciudadela. Junto á de otras armas que de las arroj.tdizas. Cuando r ayó el alba desmayaron los infieles
sus murallas tenia dos arral,alcs defendidos con albarrada.t y grandes (osados. al reconocer la acertada distribucion y brioso continente del ej~rcito sitiador ; y te-
Tratando el Hey Católico tlo senta r ncertad:~menle el real, andaba á caballo, miendo ser atacados en entrando el dia, huyeron despavoridos, dispersándose por
acompañado de unos pocos cal!alteros, reconociendo por sf mismo el terreno, á las montu1ias y ti rondo las armas, que en gran número fueron recogidas por algu-
tiempo que algunos de sus peones situados en un cerro para colocar en él una es- nas de las gentes de \<'emando que en persecucion de aquellos marcharon. Por si
tan-;:;a. muy con.ducente á dar seguridad al campamento )' á hostilizar fácilmente á la retirada era falsa, eslUI'icron, durnnte la inmediata noche, en guarda Ue la tien-
la ciudad; acometidos de im]lrO\'iso por una escuadra de moros, (]Ue conociendo la da. del He y Católico 1,000 caballeros é hijos-dalgo an:1odos, y todo el real apercibido
importancia de la ocupacion de aquella eminencia, salió á desalojarlos de ella, ata- como Uurantc las anteriores; mas pronto se disminuyeron las precauciones por so-
cámlolos con tiros de espingardas y ballestas; desampararon el cerro, sobrecogidos berse haber el rey ,·icjo de Grauada llegado á Guadix pasando por la 'illa tic Almu-
con el ataque brusco, y emprendieron una precipitada fuga, perseguidos por la escua- iiccar y la ciudad de Almerfa.
dra, que en ellos heria y mataba á su sabor. Fernando V, apenas notó semejante Pocos dias despues, trascurridos ya diez desde aquel en que se habia asen tado
contratiempo, cuando, armado á la ligera segun estaba con solo coraza y espada, 'Y el real, llegaron á media legua de \"elezmálaga 1,500 carros trayendo solo algunos
sin mas gente que su escasa comili\a, se arrojó impctuo~amente contra los musul- tiros de lombardas t1W/ianas, ¡msabolantt.t, cebrafanas, ribadoquinu y otros pequ<.'-
manes. Su heróico ejemplo infundió tanto nlor en Jos fugith·os, que, \Ol~iéndose ños.-Todn la arlillcrfa de los \leyes Católicos habia, de órden de estos augustos
contra los ¡1crseguidores, los obligaron á refugiarse en la ciudad despues de hacer- sei1orcs, salido de Écija al tiempo que de Córdoba el resto del ejército real, y sién-
Jos muchos muertos y heridos. En cuanto se supo en el campamento que el Hey dola preciso venir scparada de las huestes, para e,·itar á los bueyes que la condu-
estaba peleando en persona, acudieron á secundarle muchos grandes, caballeros y elan la escasez de los necesarios herbajes, que en otro caso hubiera sido necesa-
gente .-Hecobrado el cerro, se pusieron en él mas y mejores peones. riamente producida por las acémilas tlel bagaje, había lomado el mejor camino. Tau
Asentóse el real en las diversn partes que la <lis¡losicion del paraje rcqueria, malo em11ero, tan fragoso era este, tamaiws Jos obstáculos qur presentaba con las
en las cuestas situadas entre \'elczmálaga y la \'illa de licntomiz, que á la <listancia aguas, pei1ascos y sierras del puerto llamado de Alfornate y de otros malos pasos
de una legua se alzaba sobre una alta sierra. por donde habia que atra,•esar, que hubo dia en el cual solo se pudo andar una \e-
Combatiéronse al dia siguiente los arrabales c011 13n feliz ~xito, que en poco mas guo á causa Uc no poder abrir mas largo trecho los peones r¡11c con llicos y p¡¡las de
de seis horas se obligó á sus habitantes á r etira rse á la ciudad. Pusiéronse en ellos hierro iban quebrando las peñas y allanando los pa1·ajes desiguales; y por 1'1\timo las
esta11za~, bien cercanas á las murallas, y fortificadas con caca~ y paiM!qiiCI, y se lo!llbardas 'lliU& gn1csas se tu\'ieron que dejar en Antcquera, porque se conoció ser
abrieron fosos desde alll hasta el campamento, parn im]Jedir las salidas de la plaza iml'osiblc el traerlas mas adelante, habiéndose llegado á silios po r donde ni con
y e,·itar que la entrasen socorros, con lo cnnl quedó el real llicn sentado. trabajo se encontró medio de hacerlas pasa r.
Diúse en seguida seguridad á las recuas de mantenimientos, quo Isabel la Ca- Los moradores de la ciudad que habian presenciado la de rrota del ejército trai-
tólica emiaba, distribuyendo gen les de á pié y de á ca hallo por las sierras y otros llo por su rey á socorrerlos, se desanimaron del todo al \'er llegar al cam]Jamcnto
sitios, en las diez leguas de camino mediantes entre \ 'clczmálaga y Archidona. la 11rtillcrfa enemiga, y ofrecieron entregar inmediatamente la plazn -y ciudadela si
Cuatro di as des pues de h11berse puesto el cerco bajó de las inmediatas monta- se les aseguraban las 11ersonas y los bienes; oferta qu<: pustoso aceptó Fernando V,
ñas un gran número de mahometanos, que en adcman amenazador se situó en unas atendiendo á que asi podría prosrgnir sin dilacion la conquista sitiando á la ciudad
cuestas cercanas al campamento; pero ' 'icndo que los sitiadores subian contra ellos de )lálaga, con probabilidad de tomarla antes de que el nrano terminase. Otorgó,
despreciando los ti ros de innumerables ballt,tas y e1pingardas , huyeron sin dete- pues, su seguro á todas las personas residentes en Yelczmálaga, para ir al Arrica ó
nerse, hasta que se metieron en las sierras mas altas, en donde no podian ser hos- á otra cualquier parte con todos sus bienes muebles, escepto 1d1u at'ma! i fllaute-
til izados por los peones y ginetes que iban en su seguimiento. nimitntoa y tl arti/leria» que dcbian quedar en la poblacion; concedió, á Jos que
El rey \'iejo de Granada, impulsado entre tanto por las incesantes amonestacio- quisieran hacerse sicn·os de él y de su escelsa esposa, el poder quedarse á \'i\' ir en
nes de los alfaqu!os y jeques, 'ino á soeorrcr á \'elczmálaga: 11resentóse una tarde aquella parte de sus dominios, aunque no en lugares cercanos al mar; y dió el tér-
con sus tropas en el alto del monte de ncntomiz, é hizo durante la noche, en mu- mino de seis dias para que saliesen de la poblacion y vcndiPSCII los bienes que 110
chos puntos de la montaiia, grandes ruegos, !lomando á los islamitas de aquellos quisieran llevar consigo.
contornos. -Fernando, cuidando ante todo de no desamparar el sitio de la plaza. Entregóse Velezmálaga el viernes 27 de abril de H Si. El comendador mayor
mandó á sus súbditos estarse quietos guardando las ufar1zas y los demas parajes 1le Leon tomó de órden del Hey posesion de la ciudad y del castillo, y puso en las
qu~ les estaban designados, prohibi~ndolos el tratar por ningun medio de empren- torres de este los pendones de la cruz, del apóstol Santiago y de las armas reales.
der género alguno de pelea. Los sectarios del Islam presen taron 12:0 cauti\'OS cristianos, que cnlre hombres)'
Al siguiente dia las guardias cristianas hicieron Jlrisioneros á algunos moros, mugcres tcnian, y marcharon á los reinos de África y á otras partes.
por los cuales se su¡JO proponcrso su monarca c1wia r algunos ginetes r 20,000 peo- T omnda Ycle1.málaga, se entregaron Yarios casti11os, villas y lugorcs en que
nes á sorprender en el camino la artillería de los Hcyes Católicos, suponiendo no F{'rnando puso sus alcaides, comirti éndose asi en dominios de los 1\e)'CS Culólicos
''endria tan bien escollada que no pudieran ctwndo menos quemarse algunos du lodo el territorio de las sierras (lenominadas la.t Al]111jarnu.
sus carros, atendido el largo espacio que marchando ocupaban. Pensaba tambien en Fundáronse en lns mezquitas de Velezmálaga cinco iglesias, que se titularon
que, si algunos de los sitiadores saliesen á defenderla, los sitiados y su ejército se Santa Morfa de la Encarnacion, Santiago, Santa Cruz, San .-\ndr~s, y San Estéban,
echaran simultáneamente &obre el real. El ca tólico príncipe emió algu nos ginctcs y 6 las cuales CIJ\'iÓ luego la piadosa reina Isabel, cruces, cálices, ornamentos !' lus
y peones á reforzar la escolto de la artillcda: el granadino, habi ~ndolo observado, demas cosas necesarias para el culto di,·ino.
mandó retroceder á sus cspedicionarios, y al acercarse la noche .bajó de la sierra
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EL invierno que principió :JI finalizar el año de 1488, fue uno de los ora batir y derribar sus muros. Lanzaba de sus almenados adarbes nu-
que pa1·ecen destinados á dejar perpetua memoria; porque durante él, bes de armas arrojadizas de todas clases ; y vomitando por medio de
las tempestades y los terremotos afligieron cruelmente á Castilla y Ara- calderas encadenadas unas con otras, ton·entes de fuego sobre los cris-
gon. ConverLidos los tu·royos en inmensos y rápidos torrentes , talaban tianos , los incendiaba sus manteletes y otras máquinas de que hacian
los campos, arrebataban los ganados, derruian los molinos y casas, y estos uso en los asal!os.
• obligaban á los consternados habitantes á huir del peligro y buscar des- Al cabo de algunos dias de continuo combate se convenció el alcaide
pavoridos un inseguro refugio en las torres y terrenos elevados. Guadal- de que no podía resistirse mas tiempo el sitio á causa de la superio-
quivir, el plácido Guadalqui\•ir, convertido en un insondable y tormen- ridad de las fuerzas sitiadoras ; y se entregó la plaza , concediéndola
toso mar, inundaba con sus embravecidas onda~ todo el campo de Ta- el Rey Católico un honroso partido. La guarnicion y los habitnntes, con-
blada , llenando de tefl'rol' á la suntuosa Sevilla, en tanto que el viento ducidos por el bizarro Hubec-Adalgar, salieron de Cujar, llevando sus
se llevabllos tejados y una densa nube negra amenazaba descargar ca- armas y efectos, y se trasladaron á Baza, que á la sazon, aprovechando
taratas de agua y lorreutes de fuego. Tembló entonces la tierra, tronó el las demoras de nuestl·o ejército, hacia las prevenciones necesarias para
buracan, se estremecieron, cual débiles cañas, los templos, las torres y defenderse de él, pues presentia ya que iba á ponerla sitio.
las fortalezas, garrem·on ó;rompieron sus amarras las naves que se ha-
llaban en los puertos, y las que surcaban el mar se estrellaron contra
las costas, •·educiénclose á leves f•·agmentos que se esparcían po•· el aire.
Los grandes trastornos, l<:~s innumerables ruinas, la espantosa desolacion El dibujo adjunto representa, segun creemos, la rendicion de Cujar,
que causaron tan desastrosos ac<:~ecimientos, los hizo mirar por sus ater- sin embm·go de que en el bajo relieve original se lee claramente lapa-
rados contempm·áneos, no solo como un espantoso castigo de la Pro vi~ lab1·a Gurarca, que por lo mismo hemos puesto nosotros en esta lámina
dencia, sino tambicn como infalible pronóstico de futuras y próxim<:~s y á la cabe-La del presente artículo. No hemos encontrado el nombre de
calamidades. Gurarca, á pesm· de haber hecho para ello esquisitas investigaciones;
Tan pronto como llegó la primave•·a de 1489, el político Fernan- en ninguna ot1·a parte mas que en e l citado bajo relieve, y en un ma-
do V, deseando borrar aquellas tétricas impresiones, convocó á sus nuscrito existente en Toledo, y que se limita á manifestar el número de
huestes para continuar la guerra suspendida durante la borrascosa esta- sillas contenidas en el coro de aquella catedral, los nombres de los pue-
cion precedente. Las aguas habian puesto casi intransitables los caminos, blos, que tomados por los Reyes Católicos á los moros, se representan
y muy diriciles de vadear los rios, contrariedades, que oponiéndose á la en los respaldares de esta sillería, y la advocacion de todas 6 las mas
marcha de las tropas, retrasaron la reunion de estas en Jaen, punto des- de las capillas de la misma Santa Jglesia Primadól. Ni las historias, ni los
tinado al efecto. Arrollando, empero, á fuerza de constancia, uno tras diccionarios geográficos, ni el Censo de poblacion de las prcroincias y par-
o~ro, tantos y tamaños obstáculos, se juntaron por úllimo en esta ciudad tidos de la corona de CasUlla e1t el siglo xv, ni diferentes personas que
basta trece mil ginetes y como cuarenta mil peones. hemos consultado, nos han dado lUz ninguna sobre semejante denomi-
Abrióse en seguida la campaña, atravesando la frontera el Rey con su nacion ; en vista de lo cual nos hemos persuadido íntimamente de que la
ejército, y quedando en Jaen la Hcina con el príncipe don Juan y las in- voz Gurarca fué puesta en el bajo relieve, probablemente por malo in-
fantas, y en su compai.'ila el Sl'i.ln cardenal de Espaíía y otros prelados teligencia del artista que alli la esculpió, debiendo leerse en vez suya
que asistían en sus consejos. La ciudad de Ba:ta era á la sazon el objeto la palabra Cttjar, ó como entonces se escribia Cua:;ar.
de las miras de los neyes Católicos. no solo POI~ SU p•·opia importancia, En nuestra lámina se ve á la izquierda del espectador el ejército
grande en verdad á cau!:la de su fortaleza y posicion , sino tambien por- cristiano con el Católico Rey Fernando V á su cabeza, y la bandera real
que, sometida ella, haiJrian de rendirse muy pronto las plazas de Al- á su f•·eoLe. Tres moros, que parecen magnates, saliendo de la plaza se
merla y de Guadix , con lo cuol se daria el golpe de muerte al poder de presentan á Fernando como para capitular 6 hacer la entrega ele la pla-
Abu-Abd-Ailab el Zagal. za; dos de ellos tienen las barbas muy luengas y trenzadas.-Todo el
Avanzaba, pues, con tal objeto el ejército real; y corno le pareciese lado derecho del bajo relieve no reproduce olra cosa que algunos ár-
prudente al cauto rey tornar varios castillos y pueblos fortificados cer- boles y •·ocas ó pedazos de muralla desplomada, y la puerta y mu•·os de
canos á Baza, con objeto de no dejar á retaguardia enemigos que en Cujar nlmenados y nanqueados por torres euadrangulares y torreones
ciertas ocasiones pudieran con sus hostilidades distraerle de su principal cilíndricos, en que estan abiertas saeteras y arcabuceras.-Constituyen
empeño, espugnáronse varias fortalezas, algunas de las cuales no se rin- el cerco del bajo relieve un arco carpallel adornado con dos franjas,
dieron sino despues de dar bastante en que entender á los guerreros es- de las cuales una es entretJerada y la otra cairelada, arrancando de cua-
pedicionarios. tro cohmwilfos. de las que, dos pareadas á cada lado, incluyen parte de
Una ele estas, la villa de Cujar, se resistió con el mayor teson bajo el In (ra11ja e111ret•erado. Las dos enjutas ó triángulos que quedan entre el
mando de su denooado alcaide llubec-Adalgar. Rechazando la fuerza con arco y los án¡::,ulos supe•·iores del dibujo. incluyen, un cuadrúpedo el de
la ruerza , y oponiendo enjcfws {t los enjeilos , •·esistió con tenacidad á lH izquianla, ) el de la derecha un ave, animales ambos bastante mons-
las huestes que activamente procur:Jbnn, ora lomar la plaza por asal!o, truosos .
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Soollt: la mitad del aim de 11.80, los habita.nles de ll.u.A, entonces mahomdauos, posibles, IHlsla llegar el caso de cn\iar á eül¡leiiar con tal objeto su pro¡lia bajilla de
au~:usla
''ieron en cierta ocasion, ''en ir hácia la ciudad, la oscuridad de uua tormenta por plata)' todas sus as{¡ las ciudades de \ 'a\encia '! 1\arcelona. Gracias al e ni-
dado de tun sciwra, los objetos necesarios y aun los Ue lujo abundaban en el
la atmósfera, y vor la tierra el brillo de las armas de un ejército. Fernando c\l.:a-
t.ó\ico llegaba condenumerosas huestes.
campo, mientras t¡uc, ¡~r
el contra rio, en la ciudad el hambre empezaba á amc11a7.ar
n.,u., 1\a,·e los dominios á la sazon poseidos por los moros, sentada en un
valle de ocho léguas de largo y tres de ancho, rodeadll por la sierra de Habat-cohol, con Si)¡Jorta\Jau
~a
sus horrores. h.1s mahometanos su angustioso estado en la es¡Jcranza de que el in-
se hallaba bien defendida con lns cuestas de esla sierra, un huen castillo, y una ' icrno, próximo, inundando la '{'ga con im¡Jetuosos torrentes que arrebatasen las
fuerte muralla Oanqueada ¡10r grandes y robustas torres. Los no pequeituS ilrraba- licndas de campaiia, ob\igaria al ejército crisli:mo á marchar presuroso Ue enfrente
les, aunque estabaL\ apenas fortiftcatlos con casa-muro y cercas de tapia, y aOemas de 11.\z>. \..legó m\ din en que ohscrvaron en este un movimiento general,)' o~·eron
de ellos, una frondosa eampii.a casi ¡\e una legua tic circuito, que tenian enfrente y rui1lo Ue herr~mientns. como si en los reales se construyesen en¡;ciLOS ó máquinas
en que abundaban \as torres ó casas de cam¡1o esparcidas Clltre huertas y jardines de guerra, )' poco des¡¡ucs vieron irse ahando, tras de las cercas del campamento,
abundantemeute reg.ado~ ¡1or las a~u~s bajadas de la sierra, eran con sus casas, ace- mas tfe mil casas de madera )' de tapia, cubiertas con tejas, sobro las cuales onUca-
~
quias árboles, fünnidaiJ\es oUstacu\os ovucstos á quien tratase de im·adir aquella ron pronto los pendones de tos caudillos en torno tic los estandarti.'S de Cast\1\n y
Aragol\ <¡uc coronaban el edificio ma)'Or erigido vara mansion regia. Heemplazó.ron-
militar.pre,·enido á Rw.A de lodo lo necesario ¡1ara sostener un sitio de quince se, ¡mes, las liendas de cam¡lllitn con nna \erdadera ¡JoiLiacion; pero no se hicieron
pla1.aUabiase
re~· Abú-Abd·Ailah el Zagal la habia podido e1niar desde Guadix, donde él se halla- poral recio (¡u e sobre' in o derribó la ma~·or
meses, abasteciéndola bien y aii11diendo á su gunrnicion propia loda la gente que el las construcciones con la solidez eJO:igida por el c\ima del pais; y asi, el primer tem-
¡1arte de ellas, causando no pocos estragos.
ha; toda lo que de \as montai1as de las .\IILUjarras y de las ciudades de Purchena y El mismo temporal inlcrcevt6 los con,·oyes de ¡Jrovisiones emiados por la reina ,
Tabernas hablan acudido al llamamiento hecho para Uefendcrla, á todo verdadero y puso al ejérci to en una consternacion general, dejándole sin manutencion ¡1or todo
mu~uhnan; muchos caballeros que salieron de Granada sin que lo supiese su rey un dia. Estos rc\eses de fortuna impulsaron ;i Fernando V {1 en,•iar un mens11je á Mo-
Doadbil el Chico; y vor úllimo, el ¡¡rínci¡1e Cidi Yahp con diez mil soldados aguer-
ridos. Constaba, ¡mes, la guarnicion de \Cinte mil hombres mandados por los tres hamed Hen Hazem ofreciendo , para él innumerables mercedes, )' vara los hahilan-
gefes princi¡1ales Mohamed Ueu llazem, denominado E¿ l'ew·ano, Abú Hall, alcaide lcs respeto á sus versonas )' 11ro¡>ictlades, si se entregaba ¡¡ronto la ¡liaza , El Vele•
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de la guarnieion primitiva, Hubec Adalgar, sohre los cuales ejcrcia la autoridad rano, cre)·endo ser estt• ¡¡aso sint01na de desaliento, porque tenia noticias exagera-
suprema Cidi \'ahya á causa de ser de linase real, v de merecer la coufiunza de su das de lusl\eJ;astres y falta tic ,h·eres causados por las a,·euidas, contestó, aunque
rey Fernando
el Zagal. Y sentó sus rentes á cirl'ta distancia de los moros, ásalian
cortesania, negándose
· las hnertas, é intimó . la ren- con \leanimados todo partido.
todos los dias á batirse con los cristianos, ller-
dicmlo y haciéndolos perder muchos buenos caballeros, aunque siu ventaja para
ha~ta
dicion de la plaza, prometiendo \'Cntajosas contliciones si vronto se somctia, ó tic lo
contrario no le,·antar el sitio tomarla. Habiéndoselo contestado lacónicamente
¡JOr los caudillos moros, que ellos no unia1~ la ciudad fLarll en! regarla, aüw pCira
ninguna de lasno
El tiempo dospasaba
¡1artes.
en ''ano: los apuros de DAU crecian diariamente, llegando
la artillcrla, quiso adelantar el campo hasta ¡Lonerle en las huertas cerca de \os arra- El alc~idc
defenderla, dió las Uisposiciones 11a1'3 sitiar\a. Con objeto de aumentar el erecto de hasta el vuulo ,\e no poderse pagar á la tropa ¡¡or haberse agotado la caja militar.
Mohamrd manifestó al pueblo las necesidades de la ¡;unrnicion; y donán-
bales. Para proteger esta dificil operaciou envió del~nte un fuerte Ucstacameuto á dole generosamente lo!! hombres sus bajillas y las mujeres sus brazaletes, manillas
acaudillada por Cidi Yahya. Trahósc la pelea, dando grnmlcs Yen á los musul- c;abitlo por c\1\ey Católico eltlcsptendimiento y dec~sion
ocupar las huertas, al encucutt•o del cual salió Oc la cillllad numerosa infantería y 1.nrci\\os, pudo pa¡;ar á la tropa y por consecuencia seguir defendiendo la ciudad.
taja~ popular de los sitiados, y
• tie rra se incorpornron con sus peones. Empeimda la lid, de tal suerte se dh idicl'on lul cs¡lC!ranza. l~scrihi6,
manes el laberinto de las huet·\as, poi' lo cual \os ginctcs cristianos echan1lu pié á que se debian á la pcrsuasion de que pronto se le,nntaria el sitio, resoh'ió alejar
¡mes, á la rciual;;abcl pidié-ndola que trasladase su resi-
y subdividieron en ¡Lelotones los comhaticutcs Uc una y otra parte, que nadie utendia dencia al campanH•t\to durante aquel invicruo. A ¡lOCO tiempo, ha\lúudose Ullll \'C7.
á sus com¡Lai1eros ni á sus gefes. \uccmliúronse las casas de campo, y la~ \lamas y el \'cterano animando Íl sus ¡,;eutes, los centinelas de las ¡¡taln~·as
a' isaron que otras
humo de ellas y de los árboles á <¡oc so IJropa¡;ó el incendio, aumentab~n mas y mns Intestes cristianas bajaban de \as montaiLas. Subieron el alcaide y los dl•tnas caudi-
la confusinn. Los caudillos cL"istianos quisierou salir de las huertas con sus comlla- llos á una de lasn1as ele,a1las torres, y vierotl á un numeroso ejército lujosamente
¡,as; pero les fue imposible por no CL'norer el tcrrrno. Mohamed Den Ha1.em y sus ataviado, ,·iniendo ya por el ,•a\ le, dirigirse hllcia los reales. Muy ¡nouto reeono-
adurbe~ h;icia el sitio Ue la contienda, mien- cicrun a Isabel la CatúlicJ. H.~stitla
tr:~yendo
capitanes miraban con ansia desdo• los con primor, montando una mula cubierta con va-
tras qne el rey Católitlo situado con su ¡;ente al¡1rincipio de las huertas, en\ iaba {, t•amentos ¡·ecamatlos de oro y tan grandes que tocahan en el suelo, á la
los suyos órdenes y socotros; pero ni ,\e la ciudad ni del campo se podia "~ralos derecha ó. la infa11ta doim Isabel su hija, y á la izquierda al cardenal de l!:spaita, con
combatientes, ni saber nada JlOSili\O acerca de ellos. L\e,aron flOr Hn los nuestros un \ucitlo acom¡1aimmienlo de damas, caballeros, ¡1a¡;es, escuderos, y una rt's¡lc-
~·
emvalitadas junto á los arraba\c!J", 1icicron alto. y establecieron forliliraron, tam- llAZA tan importante oue,·a, ~·todas
h<icia \a ¡1ob\acion á sus contrarios,¡ dcspues de oblignr\os á retirarse detrás de nnas table guardia de hidalgos armados con es¡llendidez. l\ó.pidamenlc se difundió vor
sus torres, azott'as ~losdema!l¡lllestos eleva-
m~nto en las huertas, ¡;an11das en doce horas de ¡¡c\ear sin intennision. curiosos. El re~·,
bien con em¡Ja\izadas, sus esl,\ncias junto á las de los moros. Y se asentó el campa- dos de!!Ue <1nc podia \'erse la ,·ega, como por encanto se cubrieron al instante tic
J'
acomllaiiado de \os grandes de su corte de todos los caballeros tlcl
Cuando iba p anocheciendo, hiw :\lohamed una salida vara socorrer al prineipe campaml'nto, engalanados con magnificencia, y sc-gui o de innumerables gentes,
y arrojar de su itn!10rtante posicion al enemigo. La oscuridad no fa"orecia á sus es- salió á recibir á la. reina. 1\euniéronse ambos monarcas, abraóronse, y con lama-
fuerzos; pero con todo, los muslimes atacaron ''arias ''eces á los acampados, aunque yor pomva marcial entraron luego juntos en los reales. Algunos de los caudillos
¡~ero
mahometanos quisieron, t.:n un primer arrebato de entusiasmo, salir á atacar;,
sin otro é:c:ito que él tle no dejarlos re11osar en toda la noche.
En la maimna siguiente, persuadido FcrtlatHIO de que seria muy dificil y ¡Jeli- la escolta de Isabel; ei¡Hincipe Cidi \'ah ya, en ''C7. Ue consentirlo, prohihió
groso consen·ar In nuc\ a posicion, 1lctermin6 , UcsJlues de consultar con su"i pritl- 1\isparo.r contra ella la artillería ni dirigir á su persona alll<ltiC ni insulto de niuguu
cipales caudillos, trasladar otL·a ,·cz los reales á paraje mas seguro. Pura t'jecutar
un mo\imiento tan arriesgado por habrrse de 'erilicar á la "isla de \os sitiados, rc- ¡;~nero. No salió fa\litlo el dlculo de Fernando. t:n cambio repentino se ol1scn·ó en los
re~·
for ·tó el las guardias de junto á los arrabales, y puso enfrente d<! la ciudad una moros en cnanto \legó la reit1a; mitigáronse sus furores belicosos hasta el punto th•
fuena respetable ¡)Or si estos intentasen hacer alguna salida. Tomadas las conve- cesar las escarannrtas, y de no ,·oher á hacer ni un solo disparo; pon1ue versuadi-
~·
bia situado el campamento, al cm:r de \a t3rtlc se abatieron de repente las ti endas, ahandonnr su empresa, y que por tanto le ¡~recisarian
nient.es precauciones, se rl'tiró el equipaje del ejército al sitio en que ¡)rimero se ba- do Cidi Yahya ¡JOr at1ucl hecho, de que los cristianos tcnian lirme Jlru¡J6silo de nu
ti. ca¡lilular, creyó deber e"i-
~· ah~
maniobr~
abnndonalltlo los ruestos a,·anzados, marcharon las huestes. El prlucipe Y a Lar todo derramamiento Uu sangre, y no exasperar ul enemigo cou mHl iuútil resili-
'Viendo como desaparccian los cristianos, comllrcntlió, aunque tarde, la Lencia. Manifestó, pues, t¡uerer var\amenlar, y los 1\e)·es Católicos le en,·iarou á
tan astutamunle ejecutatla, y saliendo presuroso de la ciudad los acometió c011 de- 1), liutierre de Có.rdenus, comendador de Leon, ¡¡ue con el alcaide l\lohamed y el
nuedo; pero sin conseguir (\esordeuarlos en su retirada, que sostu,ieron h~ciénOolc acompaiiamienlo de entrambos se juntaron en un paraje cornruhlo. Des¡mes (\e con-
ferenciar, vohiósr el Veterano á la ciutlall vara consultar con los caudillos sus com-
caraSentados
de cuando en cuando.
tercera l~ernando
vez los reales, V, teniendo en eonsidcracion lo artluo paiieros, los cuales con ér acorUaron que Cidi Yah) a f!idiese á F ernando V licen-
que deberla ser el tomar la phua, ora por estar bien fortiticada y guarnecida, ora cia vara em·iar il Guadix un mensajero con una carla dirigida a\ rey AILú-Abd-Allah
por la mucha estcnsion de su bien defendido recinto, ora en !in ¡1or la uaturalc7.a del el Zagal, hablándole de la entrega de la ciuUad, ¡mesto que les ¡1arccia ser un des-
terreno,bi<'ll contraria á los sitiadores, determinó, pre,io un consejo de ¡;;ucrra, no doro de su bncna re¡mtacion el entregar tan im¡LOrlantc 11\t\1.a sin haher sufrido ni
1\e~·es
continuar el sitio; pero las tropas al saber que semejante decision habia tomado ¡1or un asalto. Dados vor los
presentó~ ~la
Católicos la licencia vedida } el necesario saho cou-
librarlas de laSilenalidades inherentt>s iltamai1a empresa, le ¡1idieron llenas Je ardor ducto, marchó e\ mensajero y Abú-Abd-AIIah, tlue sa1.on meditaba
que no se apartase de lhu. hasta tomarla. Dudoso con e;;to el re~·, ctnió illaen un sobre el mal estado de sus asuntos, el ¡1\icgo destinado li consultarle acerca de la
mensaje á la reina consultántlola sobre ell¡articular. l;;ahel contestó inmediatamen- conducta c¡ue en su apurada situacion debia seguir DA7.A. no pudiendo resistirse por
te, tlejando la resolucion á la. prudencia de Fernando, ofreciendo empero que en mas tiem¡1o si ¡Jronto no se la dahan auxilios, y teniendo \lOf otra 1mrte scg.urit.lad
caso de continuarse el sitio, ella procurarla pro,eer de lo necesario á los sitiadores tic obtener nnlajosas condiciones si accedia {L una pronta sunli"ion. 1\eunió el Zagal
hasta que se ,·criticase la toma. :Eu ''isla de lo cual el rel' se decidió á acceder á los á los jeques y alfaquis vara que le aconsejasen en 'isla de las nuticias rr.cien reci-
bidas; pero la discordancia de sus varrcerc;; no hi10 mas que aumr.utnr la ¡¡crvleji-
deseos de su gente, que le aplaudió su dcterminacion.
Cidi Yahp, secretamente informado de las conferencias tenidas en el rampa- dall del rey moro. Con,•encióse sin embargo de ser inc,ilable la 11érdilla de aquella
mento, ,·iendo cierto dia ab~lir l
las tiendas, al ejército real desnlar ¡JOr el ''a \le, ciuUad, por la imrosibilidad Ue socorrerla, puesto qne todas las tentati"ns 6 esto
rreyó terminaUo el sitio; ¡¡ero vronto conoci que, ¡1or el contrario, se estrechaba. cucanlinadas habinn sido infructuosas. Mandó, ¡JUes, decir á Cidi Yahya que obran:
Di,•idiéronse las huestes en dos partes, una de las cuales, compuesta de cuatro mil como 1nejor te parecieae. A consecuencia de tal contcstacion, el principc, de 3Cuer-
caballeros y ocho mil¡1cones. toda la arti\leria y engeiiOS de batir, tomó vosicion á do con lo~ ¡\emas caudillos musulmanes, capituló iomeUiatamenle, consiguict1do que
l:1s faldas de la sierra entre esta y In ciwlad; y en el ¡lllnto opuesto se asentó la otra, los guerreros venidos de fuera á defender á lbzA, ¡ludiesen salir libres con sus ar-
mandada l)or el rey en ¡>crsona, con seis mil caballos y numerosa infanlerla. Que- mas, calla\ los y demas cfeclos; que á los habitantes de la ciudad se les facultara
dalla entre ambos calll¡lllmenlos media legua de terreno que eontenia las huertas¡ vara retirarse con tmlos sus bienes, ó para establecerse en los arrab11les con la se-
los árboles hasta dejar en mes y medio arn\sadas \as huertas á pesar de las escora- dclió:~U á los Rey~.:s
por lo cual se los forliiicó con trincheras etn¡)a\izadas y otras defensas; se talaron ¡;uridar.l de ¡)oder observar sus ritos y costumbres, aUil(IUC jurando en este caso li-
Caló\icos, y pagarlos el mismo trihuto que hasta entonces habian
Jlllllas con que muchos dias trataron de impedirlo los moros; y por fin, se cc¡·có y dado á sus monarcas. Se com•ino en entregar ó. Fernantlo é \sabe\ la plaza con todas
aisló completamente la pobla.cion, 11briénUost' en lo llano, de~(\e uno ó. otro real por sns rorta\e1.as e\1 el término de seis di as, conccdiéJt(\ose l.'sle ti empo ¡1ara. que los
r~mi\ias,
cada lado. una profunda zanJa, que se llenó con las aguas baJlldas de la sierru, y se moradores pusiesen á buen recaudo su hacienda; 11cro dóndosc en el interi11 en re-
que llc,•aron li los reales, el prlnciJie
~·el ;~lcaide~lohamed,
coronó con una grande em¡>oli1.ada y quince castillos erigidos de trecho en trecho. hene!l quince moros de las vrincipalcs
~·
Foi'm6se asi una estensa \Inca. {¡ue ¡1rivaba á los sitiados de recibir socorros de Ynhya
~· ~
ambos en persona. 1\etibiéron\os con el mayor agrado
y corlesla los 1\e)'es Cat.J\icos, tanto ('\los como á otros cahalleros moros, los hi-
estl'ndcr masdeque
Tratúse á ella.
pri\·ar susciudad
á la salidas.del agua de una furnle que tenia cerca y la era rieron grandes obsequios y tnrrccdes en dinero, ro¡)aS, alhajas, caballos y otros ob-
casi indisllensable; pero habiendo llegado á noticia tle los moros, salieron estos una jetos de ''a\or. El princi¡Le! el alcaide, prendados del ¡1orte afecluoso, di¡:no )' ¡ze-
noche y fortifica. ron sus alrededores, de la\ conformidad, que fu e vreciso abandonar ncroso de \os monarcas, no solo juraron no ,·oh·cr á sacar la cs¡1MIB contra ellos, sino
que entraron en su scr,·icio, con otros muchos moros im¡JU!satlos por tal ejcm¡,\o.
\~ernando
el pro~·ecto.
Sabiendo Y que de Granada habian salido secretaml'nle ''arios caba- Fernando é Isabel los colmaron de alabanzas)' de premios.
ma~·or ~·
lleros armados con objeto de aumentar la guaruiciotl de DAZA, )' que 1'1 re)' moro ¡\si, á los seis meses y veinte dias de sitio, en que \lerecicron 'cinte mil cristia-
\le~·es
Abú-Abd-AIIah el Zal!al queria \'en ir contra el l'jército cristiano, puso atalayas i'n las nos, la ¡1arte de fria de enfermedades, se rindió la ciudt•d de \!Au en 4. de
dicielllhre Uo HS!J. Al siguiente dia hicieron los C11lólicos su entrada solemne
T omadas las mas esquisilas ¡Jrecauciones, el rey Católico, hahiéndose propues- en la plaza,~· sacaron de lasma7.mOrras mas de-quinientos canli'os.
alturas, y en los caminos caballeros que los guar.dasen.
l~n la lámina adjunta se ,.e á la izq11ierda al t'jército cristiano: en el centro á los
to esperar á que el temor ó el hambre obligasen á los sitiados á rendirse. iba dejan-
do pasar dias r meses, en que las únicas acciones marciales que ocurrian eran los camlillo!!lllOros, uno de los cuales entrega la lla,·c de la ¡10blacion, cu~·as ~uartlas es
frecuentes salidas de los moros, con las t¡ue á veces trababan sangrientos comlmtes, lo único (JIIC de la 1\lne queda en c\bajo:relicve, 'iéndosclas junto á \a crin del ca-
nea. Avcntajaban mucho en estos encuentros con sus escaranHn.as los muslimes á los iuc\U)~nUose
y á ,·eces entraban )' robaban en los reales por los parajes débiles lle su cstensa lí- ballo inmediato; )' finalmente, á lo derecha el canl\lamcnto, y en el fondo la ciudad,
todo en un arco, de uno manera m u) scmej:mte á la Oc los dl'mas bajo-
~·a~
cristianos, cansa de su destreza, ya ¡¡or su conocimiento vráclico del terreno;
relirvcs.
por \u cual mandó 1:'crn3ndo que se 11rocur:tse e,itar todo género do ¡¡eleo.
lsabella Católica atcndia CHlrch ulo al mantenimiento del re)' y del ejrrcito si-
Biblioteca Nacional de E spana
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J-I Ama':lliDOSE entregado <i los Reyes Católicos en el dia 10 de Junio de H-88, CASTILLA v DE A n AGON,)) de la manera siguiente:-"¡Oh /ley ve11Cedor/
al principi<•rsc aquel año la campaña, la ciudad de Yera y tras ella un Aunque he cometido contra[¡¿ servicio cosas que 110 eran de perdonar, ltJ
t:l)llsidl·•·ablc número de Yillas y fortalezas; dispuso Fernando Y ¡,. á re- gran benignúlad me dió aquella esperan::a de safvacio1t que u1e quitó la
conocer si podria sitiarse Almeria antes de la llegada del i1n·ierno. Cuan- r'gnorancia de mis consejos. Verdad es, rey poderoso. que quisiera é no
rln los moros de la ciudad vieron lll'gar la vanguardia acaudillada por el pude defender la tierra de los nwros de tu gran poder. Pero pues plogo al
marqués de ('.¡ídiz, el duque do _\\burqucrquc y el adelantado de Murcia, soberano HE l' nE LOS RE\'ES escaparte con felic-idad de los peligros que le
salieron á escaramuzar con ella, teniendo en mientes procurar de este rodearon etl el cerco de Baza.. biell parece que stt voltmtad ftté en el ciei<J
•
modo impedir el cerco que amagarlos sospechaban. \'erificósc el cncuen- quUar esta tierra á mí é darla á tí . É por tanto he deliberado •. que haya1,
!i·o en las huertas de la ciudad, causando gra\'C da1io en el ejército cris- ganado á mi por vasallo como ganas/e la tierra por súbdita. E porque t1'
liano ; por lo cual el Hcy, tan pronto como llegó con el resto de su gente, misericordút creo será tan divú1a para ¡Jerdonar, como tu.¡Joder es gran-
manJó te1·minar la ¡x::lea; y habiendo reconocido por todas partes el asien- de para se1iorear, vengo ante tu real setioría por haber del/a, no lo que
-to y for tificacion do aquella plaza, marchó eon toda su hueste á sentar el mis deservicios meresce1l, mas lo que tu piedad acostumbra,D-Escit..ondo
1eal cerca dclrio de .\lmcría. ¡\media legua de la ciudad. Desde alli mm·- la l'ompasion del Rey Católico la humildad manifestada por el moro en su
thó al dia ~iguicnte {t Haza, d(' dondL• de~pues de una reñida escaramuza razonamiento, y la confianza con que en sus manos se ponia, rcspondiólc
m;n·chó sobro lluescal', que so \u entregó luego. Asi se concluyó la guerra que, si esperimentando sus fuerzas se falló vencido, csperimentando (tgora
por cntom:es. su gracia, .~e fa/lan·a vencedor, é la ganaba dél para la conser·vacion de
.\1 finalizar el mlo siguie nte sc tomaron Baza, A.lnuniccar, Tabernas, stt vida y libertad; y mandó tratarle bien , protogcrle y honral'le . .En sr-
Pur('hcna, y en suma todas las t'm·taleza:s do las montaiias do las Al pujar- guida el Zagal, confiando en las palabras de 1:ernando, hizo enlrcg¡• :í
ras, hahiéndosc rendido antes lo vi11a de Cujar, los fuertes de Froila, Ba- los He~ es Católicos de las fortalezas y puert:lS de la ciud;Hl de Almcríll.
ms y Benzalama, y el lugm· de Canillas. El príncipe Cidi Yahya, ex- F<'rnamlo é Isabel , habiendo recibido csla plaza, encomendaron su
('audillo mal lometa no de Baza, súbdito ya de los Heyes Católicos, que guarda y capitanía al Comendador ma~' Or de Lcon, que en su lugar puso
• f'.OillO á tal le hahian mandado asentar sueldo é acostamiento en cada año, po1· alcaide á D. Pedro Sarmiento; la guarnecieron de gente de armas; la
pasó en seguida ú Guadix t'í. con\Crcntiar con el re~ moro Abu-Abd-_\llah dotaron de pcrlrechos; la abastecieron de mantenimientos y de las demas
l'l Zagal, t\ quien, tratando de JlCI'~uadirle para que con sus ('!'lados se co~s nt'CC'SO:Iria:s ]J<lra la guarnicion, y dieron seguro {t todos los moros de
~metiese t\ los re) eS Vcrnando é Isabe l, le manifestó el mal estado de la ciudad paru poder vi\ir en ella obscrnmdo si querian la ley tic Malur-
rlcfensa á que se hallaba reducido con haber perdido á Baza y las domas matl, ~in que \e¡;: fuC'SC' hecha fuerza ni agravio en sus personas ni en la
fmtalezas que en pos de ella se habian entregado. Púso\c ti la YiSLtl lo posc~ion de sus bienes; ~· consintiendo que fuesen juzgados ¡X>r sus alcal-
{~ontraria que era la fortuna para él y su reino: que no rc~taban fucrz<IS des, segun sus fueros y costumbres atJliguas. Por su parte Jos moros Ye-
ni esperanzas de rceobrar lo perdido; cxhortólc á que conformándose con cinos de Almería junH'On, por el Criador y por el Koran, ser leales súb-
lo que veia ser ordenado por Dios, hiciese entregar ú los Re~ es Católicos ditos y sien os de los Heyes Católicos, cumplir su~ cartas~ mandamien-
las ciudades de Guadix: y de Almcl'ia, pues que segun le era patente no tos y los de quienes Fou poder tu\-iesen, y pa~adcs cada año lodos 108-
¡xxlia defenderlas contra tan poderosos monarcas; díjole que considerase II'Íbutos que antes dai.Jm1 á los reyes de Granada.
el triste fin de las ciudad('::. dC' 'iúlo.1ga ~ de BDza. las cuales, á peFoar de
a.b undar en provisiones ~ gente pa1·a su dclbu:sa, solo consiguieron o.\
l"uerza de trabajos y peligros , la mum·tc y el cautiYerio de sus hijos; El baj(}-rclicve copiado por nuestro dibujante, l'eprcscnla en el lado
• qltC los desastres del pais podían sufrirsc mientras quedaban cspcntnzas derecho, por medio de un moro y un cristiano ¡x:leando con espadas, la
de conservarle; pero que perdidas como estas se ba1\a});_m, se conturia Pscm·amuza ll'abudu en las huertas de AluJCría cuando el Hcy Católico fué
como gran crueldad si consintiese en su destruccion pudiendo ~ debien- ú reconocer la position y domas circunstancias en que ton res¡x::cto {t po-
do evitarlo; y pcw último, que no Cl'eycsc recibir injuria en trasferir el d(}- sibilidad de ser sitiad<~ ofrecía la plaza. Á la izquicnla, dos moros dan~
minio de sus tierras t\ otras personas, pues que estas eran las de rC'ycs scsion de una puerta de la ciudad á un capit.an de la hueste real seguido
•
tuyo poder era incontrarrestablc. por su compaña, de la cual se obsen-a p:.u·te det•·ás de él y ú la izquierda
Com-encido ~\ bu-Abd-Allah el Zagal, {XII' las razones del príncipe, de del csp<x·tador, dejándose Yer lrt'S ginetes y un f><'ljccito <.\ pié . Las muro.~-
hallarse en la triste siluacion de tener que renunciar su corona, contestó 1\as <JI menadas y perforadas por arca hureras, 1:~ puerta rcferid<l. con su
rtetennimmdo entrcgar á Fernando 6 Isabel las ciudades de Guadix y de rastrillo le\<Hll;tdo, y las casas de la poblacion, llenan la parte restante del
.\lmería con toda la tierra sujeta á su mando, y poner su misma ¡x::rsona cuadro. Sohrc ('\ mntacan que resalta encima de la pucrlu, hay dos per-
en manos de tan cscelsos monarcas, para que de él y de ellas di~pusic sonas, y otra sobre un torrcon de la muralla en el lado izquierdo, las
sen segun su voluntad. cuales ¡xm.•rc que estan observando las escenas que tienen lugar en el
Oida por los Reyes Católicos la respuesta del Zagal , manifestaron p1·imC't' término.
agradecérsela, y que le lratarian con todo el decoro y miramiento que El que en un mismo cuad1·o se hayan representado como si acaecie-
tan elevnda persona merecía. ran simult<\neamente, dos sucesos acontecidos en dif01-cntes épocas, y lan
Partió luego Fernando V de llHza para Al.merla, á cuya inmedia- di\C~rsos po1· su naturaleza como la escaramuza y la entrega de Almel'ia;
cion Abu-Abc!-Ailah, que salió {• su encuent ro, se apeó para ir á bcsal'le indudahlcmcnt.e no p<u·ecen\ estraíio si se recuerda la frecuencia con que
la mano; pero el cortés Fernando, atendiendo al título de rey que aun lo.:: t•scultOI'CS y pintores han practicado otro lunto, pucliónrlosc cita r como
('Onservaba el Z~Jgal, no le dejó \'CI'ifira•· semejante ceremonia, sino por cjCittplo, e ntre otros innumerables, el Descendimiento y la Rcsurreccion
P\ contrario, le ro~ó que vohiesc á montar.-Uízolo asi Abu-Abd-.\llah, de Jesucri!'tO, esculpidos ambos en el primer término de un mismo recua-
y puesto ya á caballo llcgóso al monarca cristiano y le dijo ciertas l><'lla- dro, C'll el lujoR"l y renombrado respaldo del altar ma~or de la Catedral
bras, cuyos pensamientos nos ha trasmitido llcrnando del Pulgar en su ele Uur¡:::os; !:in divi~ion intermedia, sin cosa nlnguna que manifieste ser
PCnó~ I CA DE LOS SKÑOitES HEn:s CATÓL ICOS DO:i: Ft:n~,\1'.,1>0 ,-DO~,\ I.~AOEL DE dos hcehos no \ eri{i{'ados al mismo tiempo.
..
'
•
FEn.'iniJO é .h\IIF.I., haUicndiJ tomado posesiun de Almería, Guadix y l0das las dc ..¡; ... :.u F~;, que hasta hoy ha consen·ado. Cuando los granadíes \icrou alzarse
dí'mas ¡wiJiactOncs que les fueron entregadas pv•· el monarca mahometano Alm- como por \ia de encanlamcuto una completa ciudad enemiga á lus )JIIC'I'hs de la su -
Abd-Allah el Zagal, rcc!a.maron de l>oai.JJil el Chiquito el cumplimiento de la pro- ya, conocierou que estallan infaliblemente ¡1erdidos y amainaron iuuH!n~amcnte su
mesa hecha duran le el s111o t.lc Málaga, y rmh1cida ¡\ enlrc<>arlos la eiut.lad de Grn- hrio primiti\'u.
• ~Jada 30 dias. despues tic. que se a¡10derascn llc las pltw.as ~ntonces poseidas por el Poco despues los ,·frercs eomenz.aron á escasea r en Granada, al paso IJUe en !,1
Zagai._Conot:Jcndo_ Jloab1hl, u_u•~quc tarde su yerro, contestó mnnifcsl(lndo no [IOt.lcr nueva ¡JO!Jl¡•cion se hallaban en la mayor abundancia, y con ellos 110 solo !os dcuws
cumphr_l? prometido, ror cx•st1r en su capital un grande y poderoso partitlu qut• no ¡¡rUcu!os de ¡1rimera necesidad, sino hu.sla los de mero lujo. No quedan ¡;in embar-
lo pcnml1rH1 ¡ y roga.ndo ti los llcycs Católicos 11dmitiescn su disculpa 1' se cunten- go rc·ndirse los prosélitos de Mahoma, autcs 11or el coutrario hacian s;:¡)idas diari;1~
tasen con las COIH[Uislas que los lmbia concedit.lo la bondad tlivina.-Tenian un contra !os discí¡H1los de Jesus.
~ran fondo de verdad 1!1-s pnlahras del Hey Chiquito: todos los fanDticos de Jos Un dio, para complacer á la Heina que deseaba contemplar mas de cerca la ciu~
numerosos pueblos vencHlos por los cristianos timan te los últimos nue\'C años se da<l sitiada, mnndó el Hey á la mayor parte del ejército a\am:ar l1tÍcia las muralla~
hablan refugiado en la ciudad, J.mmenlando no solo el número sino tambien ~on de esta, con el fin dt: 1)r0110rcionar á aquella. como lo verillcó, el ticm110 neeesa1·iu
su _e.xaltacion, la turhulencia de los granadinos, sobradnmenle propensos d~ [JOr para ponerse á la \'en lana de una casa situada tan Yentajosamente en la llanura qut•
sf a desordenados tumultos. Habiendo llegado a enl('ndcr que se trataba de en- desde allf podía \'er cómodamente á toda Granada; los islamitas, viendo 'enir contra
tregar á los fieles del Evangelio el único refugio que en Espai1a qumlaba á los J>f las huestes enemi¡;as, salieron á su encuentro en gran cantidad y con numcrosh
<:reyentes del Cora.n! se an\oti.nnru•! acusando á su monarca de tr~rion y apostasía, ¡1iczas de arlil!erla. Presentaron la batalla, que los cristianos no pudieron menos de
r atacando el Alha•cm, su rc:mlenc•a á la sazon, y que con dificultad pudo defender ace¡1tar, á pesar de la terminante órden de 15abel pre\iuiendo e\itar en aquellaoca-
d~ l?s insurrect_os, le obligaron á promctcrlo3 que opondria la mas tenaz resisten- sion toda pelea; y lan fatal fué para los defensores del Islam esta salida, 11ue Jll'r-
cia a las pretensiOnes de los relCS de Castilla y Aragon. dieron en ella toda la artillerfn sacada de l~ranada, 600 hombres muertos, ~- 1.'•00
Fernando V \'Ohió á pedirle el cum¡•lirnicnto de lo prometido, y él á contestar heridos ó cauti,ados, segun dicen, sin morir n;nguno de los hijos Ucl Cristia-
que no podia acceder á tal pct1ciou; llOr lo cual nuestras huestes marl'harou de Cór- nismo: estos los persi!!uicron hasta encerrados dentro de la muralla, en la cual los
doba el 2ü de mayo de 1'~90, á hacer tala en la\' cga de Granada, donde incendiaron tomaron dos torres . Cerráronse entonces por pt"imera vez las puertas tic la ciudad.
In.~ mieses, de3truyeron cuanto encontraron } se rt!liraron en seguida. Doahdil, qul' y nunca se lOhió á hacer alard<: de dejarlas abiertas, ni á salir en aclitud host.il la
nucntras Jos campos eran talados ante sus propios ojos había permanecido euccrra- guarnicion.
do dentro de murallas, apenas desapareció el ejército espedicionario, salió¡\ la ca- El hambre creció tan espantosamente en la plaza, que Uoabdil se 'ió vrecisadv
beza de sus tropas, y atacó, tomó y demolió el castillo de A!hcndin, situado cerca ó. capitular; in\'irtiéndose no obstante muchos tlias en hacer y desechar pro¡JOsicio-
de Granada y en <tu e el rey cristiano habia Uejado 200 hombres de gunrnicion, ~· en~ nc!;, hasta que por fin se firmó el tratado de rendicion, el dia 25 de 110\lcmhre, po~
''ió emisarios á todos Jos 111ahometanos, exhort(mdolos á que dflptwstos los antiguos ni.:indosc 110r princi1w!es condiciones las siguicutes:-Todos los caulhos cristiauos
ódios, se uniesen tÍ él¡Jut·a rechazar á los nazarenos. Correspondiendo á su in,•ila- hallian de ser puesto:> en lihertad sin rescate; y la dudad cou sus puertas, torres~·
cion, Andarax y las 1\ lpnjarras se alzaron contra el Zagal, que all¡ mandaba como r,wtal1.'7.as, y con todas las armas que en ella habia serian entl'egada~ ó. los siliado-
feudatario de los Heycs Católicos: hubo rebeliones en Guadix: algunos vecinos tle rcs.-Los sitiados conservarían sus bienes muchlt>s é iumucbles, el \ihre uso de
Salobreña abrieron las puertas de la villa all'jército grunndino, viéndos~ por tanto su religiou , y el derecho de ser juzgados por sus leyes'! por jueces de su misma
precisada. la guamicion cristiana á meterse en la ciudat.lela, en dont.le rué: sitiada por crcl'ncia relic;iosa. Los que quisieran \"ende•· sus propiedades y marchar al Mrica,
lJoabdi!.-Fernando V, tnn pronto como supo estos acontecimientos, t:ll\ i6 al socor- podrían hacerlo cuando gustasen.-A Boa!Jdil se !e dari;lll tierras y \asa\los en las
1'0 de los sitiados tropas 1100, amcdrcntamlo al Hcy Chiquito con solo a¡Jroximars~, Al¡JUjarras, que en caso de querer este prfncipe pasar al otro lado del Mediterráneo,
le hicieron huir precipitadamente IÍ refugiarse~~~ su capital; destruyeron en los al- se le permutarian por dinero.
rededores de Grana da lodo cuanto la tierra habia protlucido desde !a la la precedente, Cuando se supo en Granada lo pactado, sublcvóse la parte turhulenla de la po-
y a¡Jaciguaron las Al1)11jarras. El Zagal entonces, no pudiendo Jle,·ar con paciencia blacion, incitada por las frenéticas exhortaciones de algunos fautÍticos, que corriendtl
el verse \'asallo, donde habia sido rey, y sin prestigio y desobet.lccido entre sus pro- 110r las calles profetizaban con grandes voces la pró~ima ''enida de Mahoma á liber-
pios súbditos, pidió á Fernando é Isabel permiso para salir de España; con~edido tar la ciudad. Oirijiéronse los amotinados al palacio del Re~· Chiquito, 1¡uienlo~ l)la-
qne le fué, y habiendo recibido una gran suma de dinero eu pago Ue los estados que nifestó no poderse resistir mas liem¡JO el cerco, faltando st>gun faltaba todo lo nece·
abandonaba, marchó al Africa con su familia y muchos mahometanos que le eraB sario ¡1ara ello: en seguida, temientlo algun df'sastrc, escribió secretamente á Fer-
adictos. nando é Isabel, asegurando que á pesar dt: los alllorotadores cumpliria el tratado, ~
Castigado pues de su audacia Uoabdil, retiróse el Católico) monarca á hacrr en pidiendo 1111e se abre,·iase el plazo de la entrega; lo cual con gran placer accplat·on
Córdoba los 11reparath·os para la prósima campaiHl. nuestros monarcas .
El dia 11 de abril de 1f•O l salió de Sevilla nuestro ejército acaudillado por el Verificóse con grande aparato la rendicion el dia 2 di' enero de 1ft.92, saliendo
Hey; aumcntóse en el camino con diferentes di,·isiones que al cfcclo le es¡1erahan; de Santa Fé los Católicos soberanOS' con sus hijos y las huestes, dirijiéndose hácia
y por último, el dia 23 acam¡IÓ en la Vega de Granada, á legua y media de la ciudad Granada; y siluóndosc, el 1\ey cerca de los muros granadinos, inmediato al rio
junto á los ojos del Huecar. En aquella misma tarde el marqués de \'illena, con Genil; la Heina, el Príncipe y la lnfanta algo mas atrás en lo alto de un cerro;)' ,.¡_
objeto de destruir los pueblos de la comarca para que as¡ no pudiesen proporcionar nicndo á su encuentro escoltn•lo por 50 ginctes Goahdil mismo, trayendo las Jlan:s
socorros á Granada, (ué al frente de 3,000 gincles á hacer una correría JIOr las de la ¡10blacion. Cuando llegó junto á Femando trató tle apearse para besarle la.
montaiias próximas, protegido en tan importante opcracion por Fernando, el cual mano; pero no consintiéudolo este, le besó en el bt·azo, y le di¡·o: 1'w¡o~ 'omo1,
avanzando hasta el Padul rechazó á los moros IJUe hicieron una salida do la plaza. t·~y im:encibl~: Allah lo quiere. Esta ciudad y rein(l la anlregam 1, confiado! ql'c
Derrotados estos, nuestros ¡;ucrreros talaron Jos campos y huertas, destruyeron luard& co1~ IWitllros d~ clemencia y de 11'-m¡¡fow;;a. A lo cual contestó Fernando con
muchos pu~b\os y ~rajeron al campamento abundante bo~in. palabra! cousolacloras.-Puso e! 1\ey Chiquito las lla1'CS en man os del Católico,
Fortiricóse el real con f()SOS y trincl•erns, y el Hcy pasó rl'vista á las tropas que quien las entregó al conde de Tcndilla., ya á la snzon nombrado :1lcaide de Granuda.
entonces so vió ascendian IÍ 10,000 hombres de caballcda, y /~0,000 de Hlfnnterla, l'asó inmediatamente el conde acompai1ado de otros caballeros y dignatarios, con
provistos de nun•erosu arlillerla y de todo cuanto po<lia necesitarse para el bucu respetable número de tropas, á tomar posesion de la plaza. l~nconlró los calles de-
éxito de la acometida. empresa. siertas porque los hullitanles se habian encerrado en sus casas: entró en la Alllom-
No se amedrentaron los moros por la llegada de tantos y tan temibles enemigos; bra é hizo enarbolar la crul sobre la torre de Coma res, y en otras dos In bandera
y, fuese por bravata, fuese por el ánimo (1ue los infunUia, uo solo la \'en lo josa posi- real y el estandarte de Sanliago, ni ,2rilo de los re)'es de armas que decían: II¡Gra-
cion de )a ciudad, situada ¡¡arte en la llanura y parte en dos colinas por entre las rwda 1 ¡ Granada¡1or los Jley e& D. Fenwndo y dMía lsabet/,¡ Visto lo cual , man-
cuales pasa el llarro; sino la m bien la fortaleza de los muros, nanqueados 11or ma! de daron estos soberanos á los clérigos de su capilla entonar e! {(Te Deum l!lud(lmlu ,lJ
n\il torreones; r el incalculable número de los mas denodados y aguerridos musli- y con todos los personases y tropas que fuera ele la poblacion estaban, se arrodilla-
mes, que la pérdida de las ¡¡lazas por ellos guarnecidas habia llevado á inuudar á ro n humildemente á dar rendidas gracias al Uius de los ejércitos por tan importante
Granada, no cerraron las puertas de la muralla. Cno tic Jos princi])a\es gefes de la rendicion, término feliz de la conquisla del reino granad!, del último baluarte de la
guarnicion, el intrépido ~luza, acaudillando 3,000 ginetcs salia diariamente á esca- dominacion musllmica en Espaiia.
ramuzar con los nuestros, para proteger la entrada de \h·eres en la plaza; '!otra Mientras que los conquistadores entraban en Granada , Boabdil fné á be-
porcion de musulmanes recorría las montai1as para rechazar á los crist:anos que no sar la mano a Isabel la Católica y á despedirse de tuda la familia real triunfan-
cesaban de incendiar los pueblos. te. Sin ¡¡uerer vot,·er {l)a ciudad, marchó en seguida con su gente que estab:l l'S-
Conociendo Fernando\' que el sitio debia de ser largo, hizo venir, en cuanto el perilndole, al '"alle de Purchena, que con Andarax y otros 110eblos de las Alpujar-
real acabó de fortificarse, á Isabel la Católica con sus hijos el príncipe D. J uan y la ras quedaba en \irtud de la ca¡Jilulacion bajo su mando, pero sujeto á los 1\e) CS
infanta doiia Juaua, para hacer conocer su irrc,·ocable dccision de no aparta rse de Católicos.- Habie!l(lo llegado á lo alto de un cerro, cerca de Padul, desde do11Ue
Granada hasta conquistarla ó ser ,-encido. Los mas de los grandes salieron al en- aun se ,.e distintamente á Granada, volvió la 'isla á conlem1Jlar por la última vez
cuentro de las augustas personas; y el marqués de Cádiz ofreció á Isabel su tienda su perdida corlc, ~· laulando un profundo suspiro, dijo con lágrimas en los ojos:
Je campaiia, como la nlcjor y mas cómoda del campamento, la cual ace¡Jtada por la «j tl/lallu akbai'!!/>J ¡ Dlo! u yrantle ll! -Llora .ll"obre tU a como una mugtr, díjoltl
escelsa señora, fué 11lantada aliado de la del Hey. En la noche del l O de junio pa- su madre, ya que uo has 1abitl(l de(wd~rla como un hombre.- Desde entonces se
rece que mandó la ltcina á una mo.:a de cámara mudar de silio una luz tlUe la d~s denomina at¡ud cerro !tRI. SL~PIRO DEL ~lORO . »
\'elaba: la órden fué eje~utada con tan poco acierto, que incendiándose con la luz f'ernantlo é Isabel 'uhit.>rou á Santa fé, sin entrar en Granada, aunque pasan-
la tienda de camllaiia, hubieron Ue salir de ella precipitadameute y con inmenso do por junto á su puerta mas cercana, por parecerles prudencia necesaria no pe-
peligro Isabel 110r una ¡Jarlc y sus dos hijos por otra. Comunicóso:l con rapidez la netrar en la ciudad hasta no estar asegurados de tenerla bien sujeta.
llama á las licudas vecinas, causando no pec¡ueiio estrago; y Fernando creyendo ser Al di a siguiente se dió libertad á 500 cautivos crislianos, (1ue despues de oir misa
acaso el incendio un acto ¡u·emetlilado por algun traidor, y que los secuaces del Is- fueron en proccsion á presenhrse ó. )¡¡s personas reales.
lamismo podrían venir ti dor sobre el real, sali6 de él á caballo, apenas vestido, ur- Ocu¡Jatlos ¡10r uue:;lras tropas todas las forliücacioues de la vencida ciudad, y
mado con solo el <'Scudo y la es¡1ado; pero ucompai1ado de mucha gente que siltlÓ tras11orladas á la Alhambra todas las armas que en ella se encontraron, los señores
hácia la parte de la cind¡¡d, partt rechalar en caso necesario a! enemigo. Este em- Heyes Católicos D. Fcrnnndo de Aragon y Uoi~<t Isabel de Castilla, con sus hijos <'l
¡¡cro no se movió, y el fuego fué opagatlo.-La lteina, hnto para e,·itar la re¡Jeti- príncipe D. Juan y la infanta doi1a J uana, hicieron su solemne y pomposa entrada
cion de tan pavoroso, aunque 11asajero contratiempo, como para libertar á los sitia- triuufal en Gfanada el di a 6 de enero de 1 '~92. Salieron á recihir!os á la pu erta de
dores del rigor de las estaciones, hizo reemplazar a las tiendas con casas de piet.lra, la All•amhra el cl~·clo arzobis¡1o granadino D. Fray llernando de Talt.!\Cra, obispo
cubiertas con tejas, formando una pohlacion con calles tirada!.< á cordel, y con cua- de A\ ila, con mucl1a ele recia en procesion. En cuanto entraron en aquel suntuo-
tro puertas en sus cuatro costados imilando a \ ·illa-1\eal, construida en otro tiempo so palacio, hicieron celebrar el santo sacrificio de la misa en accion de ¡;ra cias a la
con un objeto an!ilogo. Emprendi6se la construccion con tanto ardor, que se acabó Divina Providencia por haberles concedido estiuguir la dominacion de los inflclf=>,
de erigir el nuevo pueblo en solos oclu:nta dias. A peticion de Isabel tomó el nombre sufrida por la Pcnfnsula durante cerca de ocho siglos.
..
'
Er. maestre de la órden religioso-militar de Santiago y condestable de Castilla, don infante D. Enrique, hijo del rey de Aragon, ¡1arece que le deshizo consecuencia a
Álvaro de Luna, hallándose en la cumbre del poder á que le babia ele,'ado el \'ali- del profundo aborrecimiento que su dueiio le inspiraba.
miento del rey D. Juan 11, su amigo desde la infancia; satisfecho de su pasado, or- La gran reina de Casti11a, lsabclla Católica, fuese con objeto de hacer desapare-
gulloso con su presente, y deseando que ni de uno ni otro tiemllO desdijera su ver- cer sus estatuas de movimiento por ser causas de groseras supersticiones, comu
venir, trató de procurar á sus restos mortales una última morada no comun, no afirma e\ maestro 1~ugenio 1\obles; fuese porque viéndole destrozado, se conmoYie-
mezquiua ni mendigada á templo de segunda clase ó á capilla agena. Mandó, pues, se su sensible cuanto magnánimo corazon al contem¡1lar hasta qué punto los ene-
derribar la de Santo Tomás Cantuariense, situada en la jirola de la catedral de To- migos del favorito de su padre habian llevado su rencor, y quisiese honrar la memo-
ledo, (es decir, en el sitio en que las naves colaterales dan vuelta por detrás del al- ria del maestre inmerecidamente decapitado; reemplazó al antiguo sarcófago con
tar mayor), y erigir sobre el área de la demolida otra mas suntuosa, bajo la ad\'O- los dos lucillos de mármol que hoy en aquel sitio se admiran. Una estatua yace
cacion de Santiago, en cuyo centro pudiera tener honorífica colocacion un suntuoso sobre cada uno de ellos: en el del lado de la epfstola la del condestable, Yestido el
sepulcro aislado, sobre la bóveda subterránea en que tiempo andando babia de en- arnés, el manto de maestre de Santiago, y un gorro en la cabeza adornado por de-
cerrarse su cadáver. Lleváronse á cabo los mandatos tic! ''alido: construyósc una lante con un joyel; em11Uiia con las manos la es11ada en,·ainada, cu~·a 1mnta le llega
capilla, cuyo esterior se asemeja ·muy visihlcmente á un castillo, tanto por su forma, hasta los pies: en el de la epístola la esposa de O. Alvaro con manto y toca, tiene
como por su severo carácter, levantándose, como se levanta, á manera de torre oc- un rosario e11las suyas. En derredor de cada estatua corre ¡1or encima de la cor-
tógona, flanqueada por contrafuertes que colocados en sus ángulos rematan en tor- nisa del lecho sepulcral una inscripcion, que dice en el fle Cl:-uAQL"t \'ACF. F.L 11.1.5-
rejones, y coronada por una muralla Yoladiza, cuya parte baja figura una no inter- TIIE SE!\OR DO!'i ALl'AliO DE LUSA, MAESTRE DE SASTIAGO \' COSDESTADI.I!. QI;F.
rumpida serie de matacane•, y la alta un sólido ailmmaje. Una claraboya circular Fl~ VV. CASTU.I,A, F.l. Cl:,ll., DES.PUES DE llADEII Tf.SIDO LA G0BEII!'iAC10lo DIOSTOS
adornada con un roseton, es lo único que interrumpe la severa, la monótona lisura UEINOS I'OU AIUCIIOS A¡;OS 1 }'E<'I'"ESCIÓ SUS DIAS E;'i: El. MES DR JI;!, lO, AÑO DEl. SF.;OR
de cada lado ú ochaYa del octógono, escepto eu una de estas perforada ¡}Or un aji- DE 1453.1l-En e\ de ella Se iee;-(ü\Qn YACE I.A JIUV MA!'iÍFICA SE~ORA CO:<~UF.SA
mez de dos parteluces, en que el roseton media entre el arco cobijante y los tres DO~A. JUANA Pt:IIESTF.I,, AIUGER QUE I'UÉ DEl. ~1.\ESTRE IIOS Al.\' ARO IIE LtJNA, !.A
cobijados. En el interior cambia completamente la escena: en ''ez del grave, fuertll CUAl. 1',\SÚ DESTA i'IIESRNTE ''IDA EN SEIS IJIAS DEL !lES DE 1\'0YH::UUilE, A~O DEJ.
' y guerrero aspecto que acabamos de notar, los agud,simos gabletes, los esbeltos ar- SEXOn liE 11~'~8.»-A Jos pies del condestable hay un casco ó morrion y un paje-
cos ornamentales, los ricos follaje&, las \'ariadas tracerías ondeantes, los complicados cito sentado manifestando en su ademan gran pesar ¡)Or la muerte de su amo: á
doseleteB, y mil otros objetos, que adornando profusamente al altar mayor, á tlos los de la condesa, una de sus sinientas con un lihro ahicrto en la mano y en acti-
bellos sepulcros aislados, á cuatro elegantes arcos sepulcrales, á tres ''istosas por- tud análoga á lu del paje, tia tamUien á conocer su profundo dolor. Am~os lucillos
tadas, á los altos muros, en suma, á toda In capilla; caprichosamente juguetean al es tan adornados en sus cuatro caras con escudos de armas, figuras y doseletes, todo
parecer, dando vueltas y revueltas, suhiendo, bajando, cruzándose, entar.ándose, de relieve; y cargando, como sobre pies, sobre leones de bullo. Finalmente, a¡)a-
ó interrumpiéndose, y ofuscan la ' 'isla de quien por primera Yez penetra en tan de- rentan sus¡1cndcr los lechos sepulcrales cogiéndolos con las manos por los ángulos,
corado recinto. cuatro estatuas arrodilladas, figurando frailes franciscanos en el de doiia Juana, y
La capilla de Santiago se divide interiormente en dos ;onas de distinta planta, en el tic D. Al\'Rro cahallcros de Santiago vestidos con arneses y con los mantos de
por medio de una impoda franjada que corre horizontalmente entre las dos, y que la órden. El artista Pablo Ortiz, autor de estas hermosas tumhas, concluyó de eje-
está reproducida en lo parte superior del adjuuto dibujo: ambas la tienen octógona; cutarlas en el aiio de Ll•Sf.I.-EI bronce del mausoleo hecho ¡1or el maestre, se
¡1ero en la de abajo hay dos ángulos entrantes y en la de arriba todos son salientes. cuenta que en tiem110 posterior se utilizó haciéndose con él un púlpito y una pila
La ochava ó pa1io de pare1l, cabecera tic la capilla, está revestida con dos gable- para la Sanllt Iglesia CateUral.-En la bó,·eda suhlerránca de la ca¡1illa se conservan
tes, tres aguja& panqueanlel inter110ladas eou estos, dos ajimecu ornamtn/alu de los restos de los Coudcstahles.
otros tantos 1wrteluce1, cobijados 110r aquellos, y cuyas entreoji\·as estau llenas de m arco upulcrat <¡ue está junto al altar ma)'or aliado de la eplstola, contiene
tracería ondeante; y por último, con arcos ornamentales que suben por encima de en su hornacina la estatua yacente de un caballero á cup armadura cubre en¡1artc
todo. Este com¡¡artimiento se halla casi completamente cuhierto con el altar mayor, una dnlmática, y que tiene en la caheza una gruesa corona de laurel. Alli, seguu
como se puede obsen•ar en el estremo izc1uierdo de la lámina. A su lado, por la dicen, cst1í euterrado otro D. Aharo de l-una, padre del valido de D. Juan 11,
parle de la epfstola, se halla la oeha\a que nuestro artista ha colocado en el cen- aunque hay quien cree no ser sino uno tle sus hcrmanos.-En el arco que con este
tro de su diseiio, ocu¡1ada por un arco se¡mlcral adornado con patwles en el fondo hace simelrfa, el bulto de O. Pedro de Luna, lío del maestre, ,·eslido de pontifical,
de su hornacina y con cruteria cairel oda en su orc/1i~;ol!a; por un gablete, en cuyo tiene el báculo nrr.obispnl en las manos y un perro á los pics.-En la que sigue
tímpano se Yen entre trucerta los blasones del fundador; por dos agujas flanquean- ¡wr el mismo lado, que es el del eYangelio, la figura de un hermano uterino d<'l
tes; por otros dos yabletcs colalcrales mas agudos y pequeiio!l', cobijando cada cual condestable, tamLien yacen le y Ycslida de ceremonia, tiene en Ycz del perro 1111e el
una ojiva que encierra una estatua sobre una repisa; por arcos ornamentales arriba¡ precedente, una águila soporta/Ido un escudo. El epitafio escrito 011 In Lumba nos
y en fin, por franjas verticales IJUC por uno y otro lado terminan el ornato de cada manilicsta el nombre y condicion de la persona á quieu cmclúrra; dice de este mo-
¡Jaiio de pared. El siguiente, copiado en parte por el dibujante, es igual que el en- do:-((AQCl \'ACE f.l, ~IU\' UE\'EI\1<1'\00 SEÑOII DOS JUAS n~: ZtcllKZUEJ,A, AIIJ:OU\SI'O Dt:
cubierto por~¡ altar mayor; tlcspues otro, adornodo exactamente como el del ante- TOI.EDO. F1só ~!.\liTES Á Tl\ES mAS nE HMmERO DE MIL j.: cu.criiOCmN'l'OS f: ciJA-
rior arco sepulcral, prolonga la linea recta de la planlri del precedente hasta los ut:sn \' DOS A~os ES 'fA!.AVER.\.» LCesc tambien allí el tl¡stico del libro De con-
pies de la ca¡Jilla, en donde tres portadas caladas de alto abajo con tracería y parte~ solatione tle /loecio.
lucu, consliluyrn igual número de compartimentos, y forman en la planta baja los trQUID 111! FIEUCEll TOTI/i...'I;S J.<CT,\STIS, ,\:lllC!?
dos ángulos entrantes en los lados del útyruo cutlrat. El lado del e\·angelio se a~c QC! CIOCIDIT STABILI NO~ RIIAT ILLI! GIIAIIIJ,U
mcja completamente al que acahamos de dcscribir.-La zona superior no es tan lu- El cuarto arco sepulcral que á los pies de la capilla de S;:mtiago está enfrente del
josa como la inferior. En la ocha,•a que cae sohre el altar mayor se representa de anterior, ni tiene estatua ni inscri¡1cion, y ¡1robablemete ni cadáver que guardar.
relieve á Santiago cabalgando y matando moros,'! sobre él se abre un ro•etOil, En El retablo del altar mayor consta de quince recuadros di~ididos en sentido de su
el comparti111tnto inmediato h:icia la ir.quierda del es¡1ectador, otro roseton. colocado anchura I)Or aguja• flanqueanler. )' en el de la altura por una faja c¡ue corre sobre el
en igual sitio que el antes menci.;mado, forma parte del ajimez de que dimos cuen- primer cuerpo, y por 11mbdas que compuestas de arcos flor~n:;ado• y lractría, cobi·
ta á nuestros lectores al hablar del cslerior de la capi11a. Otros seis routonu se dis- jan á la segunda fila. l:l retablo remata con otros douleter dd mismo género. Ocupan.
tribuyen en la misma conformidad í¡uc el primero entre los paiiol restantes: debajo el centro del segundo cuer¡m, la estatua dd apóstol Santiago, y los demas recuadros.
de e1ios resaltan, unas \'eces, el escudo de armas de O. Álvaro de Luna, que trae catorce ¡1inluras sobre tabla, de las cuales, la primera y cuarta de la filo inferior
campo de gults con cr.eciente raneersado de ulatll, 1nantelado de a:;ur, sin timbre, y representan á don Ah aro)' á doiia Juana hincados de rodillas, orando y am¡~arados
rodeado de seis conchas de oro sobre lo1anju de o.::ur; y otras \'eces, solo dos de es- ¡10r los santos de su ch::,·ocion, que lo eran, del Condcstahle San Francisco de Asis,
tos /osa11ju con sus co11cllas. Sobre las portada• colClleralel y las ochatar inmediatas y de la condesa San Antonio de Padua. Sahido es haherse acostumbrado, durante la
á ellas 1HIG/al~ IJóvedas ojiva/u, ncrciosru y de plallta triangular, saliendo á recibir época en la cual se erigió aquel altar, retratarse los rumiadores dentro de los rctahlos,
con un arco ojio.:at adornado con crafcrin, á los dos pa1ios, que 110 caryan \'Crtical- pintándose 6 esculpiéndose, en uno de sus puntos inferiores, con el S<Hl!O su pro--
meutc sohrc la .::onu. inferior, á consecuencia de la di\·ersidad de plantas que cutre tector á la CSl)altla en adcman de alentarlos en la oraciun.-Juan de Sc¡:;oYia, Pedro
la alta y la h~ju hemos manifcstodo existir. La parle que se ele\·a sobr~ las portadas de Gumicl )'Sancho de Zamora, de órden de doiia MarCa de Luna y Pimcntel, hija
es la mas ornumentalla, 'iCndosc casi cuhiurtu de lrflcerüt, ya calada, ya relcrada.- dl' los ColhlcstaLles, construyeron el retahlo de que tratamos, ¡Jor el precio de 105,000
I~a b6ceda que cubre la capilla es ojival, y sus olcrdos trazan una estrella de ocho nutra,•edfs, segun consta por escritura otorgarla en i\Jamnnares el aiw de H~f.IS.
lJUntas. Bajo la clave ce11!ral una ro1eta contiene el crecimte ra111Jer.wdo. En cada Dejando ¡wr cada lado del altar citado descubierto un palio de pared, y ocu\tamlo
cual de los ocho nervio~ 11rincipalu, un ángel es tetwltle del escudo del fuutladur; y las delicadas labores del siguiente, se le,·antan otros dos a \tares modernos de ¡1oco
en cada cstrerno de los otros ocho uc•mdariot una com~ba sobresale entre un frag- ó ningun interés arquitectónico, y que no hacen armonía con los inlf·resantrs obje-
mento de cresteria /altral. tos que Jos rodean. El colateral del C\angelio posee una buena inul 0cu de bulto de
Bajo de la capilla hiw D. Ah·aro fabricar un panteon, y encima en medio del S. Francisco de Borja, antes marc¡uCs de Lombar, á ¡¡uicn se halla dedicado . El tle
,a,imento erigir y dorar un soberbio mausoleo de bronce, cuyo centro ocupaha su la epfstota, c¡ue lo está á la cC!cUre y docta a\·ilesa Santa Teresa de Jesus, tiene una
1
estatua sentada, armada de ~odas ¡•ier.as, y rotleada de otras que por medio de re- ara preciosfsima.
sortes se le,·antaban cuando delante de c11as se comenzaba á decir misa, y concluida L" CAI'ILI. \ DE S.~o'iTIAGO, á competencia de la cual parece haberse edifieatlo des-
esta ,·olvian ti su postura normal. A11uel srpulcro, sufriendo lus efectos tle la ira del pues ¡1or D. Pedro llernantler. de Yelasco, la denominada etOEI. cosoF.STADI.EII e1t
¡111 eblo toledano en un motiu oscilado pur los enemigos del condestable, fue, si no la CATEDJul. l\I~:TROI'OI,IT\SA DE BuRGOS, es una de las mas preciosas jo)· as arllsli-
tlc~truido, gra,cmente dt'leriorado durante el ai10 de 1!139. En el de Ht.O ó tHiel eas que tngalanan á la S.\l'TA IGI.I>SlA I'RUtADA U!!: l.As EsrA~AS.
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E•. arzobispo de la Silla Primada de las Españas, D. Ped•·o Tenorio, go- colgando baja hasta cerca del suelo; cubierta lo espalda con un ancho
bernando el reino de Castilla durante la menor edad del Rey D. Juan 1, mauLo; teniendo en la mano izquierda un castillo, y apoyándose cou ht
erigió el claustro de la santa iglesia toledana , haciendo dar principio á derecha en una espoda desnuda y con la punta bácia abajo. Cobfjala un
su construccion por los años de ~ 389. Posteriormente, el célebre carde- doselete adornado con arcos ojivales, por cuya parle interior corren eres-
na! Jimenez de Cisocros añadió á esta fábrica un segundo cuerpo, ahora terias caireladas, de porciones de circulitos, 6 sea angreladas; con ya-
denominado CLAUSTRO ALTO. Ponen en comunicacion al BAJO con las na- bletes (es decir, frontones agudos colocados sobre a1·cos), cuyas {ron-
ves de la catedral, dos puCI·tas, apellidadas, una DE LA PnEsE~TA.c!Os, y das, trepando por los lados de los gabletes, van á rematar sobre Jos
otra oE SAnA CATALINA. Esta úllima se halla mas h3cia Oriente que la ápices de eslos en gnnnos (cogollos de {rondas); con agujas apoyadas so-
anterior, y pertenece al estilo arquitectónico ojival, impropiamente di- bre cabez<Js y panqueando á los gabletes; y por último, en los entrepa-
cho góUco. Tiene en la archivolta de su arco apuntado varios rollajes 1ios que quedan entre las agujaf flanqueantes, con direrenles tracerías,
alternando con otros omatos, y una orla de castillos y leones, corriendo género de adorno que tambien se observa en el pedestal sobre que posa
por la pm·te esterio1'. Di,,ide en dos vanos el ingreso de la portada un la estatua.-Los caracteres arquitect6n)cos enumerados, igualmente qne
pa1·telu::, en el cual, sobre una columnilla se levanta de bullo redondo la el atav¡o de la santa, manifiestan haberse edificado esta portada hócia
imógen de la virgen y mbrti1· que da nombre á la puerta. En el eslre- fines del siglo x1v.
mo izquierdo do la adjunta l;lmina so ve parte del fuste 6 caña y el w- Los dos capiteles franjados y de ábaco octógono, reproducidos con
11ilel de la columnilla, que en el parteluz sostiene la imágen de santa Ca- sus cm-respondientes basas en el centro do nuestra lámina, pertenecen
talina: el adorno Uol capitel consiste en un bajo relieve que representa el tambien al CLAUSTno nAJO nE u. CATF..DRAL DE ToLEDO. Su rorma y su
entierro de la santa. Su estatua, copiada en la contraria estremidad tle Ol'llato, tan lo en las molduras de unos y otras, como en los rol\ajes que
nuestro cuadro, se halla corooada como princesa, con o\ pelo sin trenzar constituyen las {ra11jas de los capiteles, dan á conocer haberse ejecutado,
y estendido; vestida segun rne usanza á fines del siglo xtv; con el cuerpo sobre poco mas 6 menos, en el tiempo mismo que la PUE:Rn DE SANTA
ceiiido por medio de un<l correa con adornos sobrepuestos, y cuya punt<l CATALINA.
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ctra y alas de capilla• desde el cructro hasta los 71ies de la ig!taia.. Tiene solo una n tmiOSj EL DICII O SEÑOR, REY Y SEÑOR NAíllRAL DE LOS RE INOS Uli: ÁR AGON V CECI-
gran nace, cuya largura es de 195 pies, y la anchura de q.3, La longitud del cruce- LIA, Y SEYESOO LA DIC U A SEÑORA, RElSA \' SEÑORA NATURAL DE LOS RE INOS DE C.I.S-
1'U,LA Y }.EONj El. CUAL 1'\JNDARON Á GLO IIIA DE NtESTRO SEÑOn Y DE LA 11 \ EN-
ro es de 69. El ancho de todo el cuer¡10, incluyendo las alas, 73.
El db1ide, polfgono y cubierto con btlceda nertiosll, constituye la capilla mayor. AH~NTU II ADA ~U.DIIE SUYA NIJIUOTRA SE~ORA LA ViRGEN ~bniA, Y t•OR ESPECIAL DH-
J unto á él esta la Ülltrucciofl de la cru:;, sobre la cual se alza una bella torre octó- YOC ION QUE TUVUmON.»
gona, cuyas ocho paredes cargan sobre cuatro arcos torales y otras tan las pechinas, La inscri¡Jcion que gira por la capilla ma)'Or y crucero, es latina, y ¡¡rinclpia asi.-
y sostienen una bóteda, cuyos ntrllios dibujan una estrella. Di\·ldeilSC las bó,•cdas IIC II II ISTIANISS I!Ilt I'RISCII'ES ATQIJE PR..ECL~RA: CELSITUDI!S IS fERD\N.UmUS I:T EI.I-
de la nave en cuatro comparlimentos cuadra1los, subdi,·ididos en diferentes ca!COI SAUETII UIMURTALIS MEllORIA: R ISPANU.RllM t:T TUT.f> ILLIQUE CECILIA> ET h:RU-
por medio de abundantes nen;iot. 1\cciben las recaidas de estos últimos ,-arios ha- SU.Ell1 COl'i!ITRUXERUJST,» etc.
ces de colunmil\as que comparun los muros laterales en espacios de anchura igual Los altares de SAs JuAN DE LOS REl' ES, tanto el ma)'Or como los de los lados
á la de los com¡Jartimenfot de la bó,·eda, espacios ó pafiOS de muro, perforados en anteriores del crucero, y los de las capillas son modernos y sin importancia alguna
su mitad inferior por los arcos de ingreso de las capillas, '! en la superior por -cm- en la parte arquitectónica. El altar mayor e!tá hoy reducido á un pequeño taber-
ranas ajimeces. Bajo el último comvartimento está el coro. En el seguudo pai1e del rtricu/o traido de otra iglesia y colocado en el centro del ribride, y á un cuadro, que
lado del evangelio reem¡llaza á la correspondiente capilla la puerta principal de la arrimado á la oclwca de en medio, representa á San Martin á caballo. Pasaremos en
iglesia, trasladada alli, segun nos han informado, desde la ima(ro11fe en que primi- silencio los restantes.
tivamente fue colocada; resultando asi haber cuatro capillas en el lado de la epísto- La primer capilla que junto al crucero se halla aliado del e\'angclio, titulada
1<DE LA V!RGES DE LA CAIIE7.A,ll contiene un bello arco upulcral de estilo del Re-
la, y tres en el del e\·angelio. nacimiellfo y gusto plaferesco, en que, á los lados de la hornacina, hay seis nichos
Imposible creemos el describir la parte ornamental de este suntuoso edilicio de
un modo suftciente para dar una idca bastante exacta de ella; y por lo mismo renun- conteniendo imágenes de bulto, y adornados con pilastras vaciadas y llenas de or-
cia riamos hasta á intentarlo, si no a)·udasen a hacernos inteligibles las buenas '! natos de su é11oca. Enterróse allí D. Pedro de A)·ala, dean de la Santa Iglesia de
detalladas copias que de SAN l UAN DE 1.os l\EVES hemos de presentar á nuestros Toledo, y obispo de Canarias.
Entre esta capilla y la siguiente existe la puerta princi¡)al del templo.
lectores.
En los ángulos formados por los paiios del ábside sostienen los arranques de los Ln capilla ¡¡uc está en el mismo lado junto á los pies de la ua,·e, y á la cual se-
ne rvios de la bóveda pilares empotrados y divididos en numerosas y cs!Jc\tlsimas co- entra por debajo del coro, e11cierra la siguiente inscri¡¡cion.-((Esn. CA I'ILLA ES oE
lumnas, por entre las cualcs, como en los demas pilares del templo, corren verti- FnANCISCO 1\mz UnoAN DE LA BA nRA, !lUIILIAR DEL SAN'I'Q-Út!ICIO Y JlliiAilO DE
calmente (ranjtu de variado ¡libujo. La oc/lata ó Jlailo del teslero tiene dos lambe- Tou: no, NATURAL DE LA \'I LLA. DE LU~IDI\ERAS, ALCALDE DK LOS 11\JOS-DALGO DEl.
les 1obrepuutos uuo ri otro, ambos (ranjado3, sir\'iendo el superior de sosten a un REAL VALL"' DE M EN,~ , A~O llE J()39, \'DE DO~A iSADEL DE VILLAIIIlOEL SU MUG~:11 ,
arco tambien (ranjoJo. (Véase la lámina titulada «VISTA GENE\!.AL INTERIOR UE LA Y DE SUS UEIIEOEROS, 1650.11
iGI.ESu.») Perforan dos de los otros pm1o3 elegantes ojimtcu de un partelu:; y cru- En la segunda ca¡lilla del lado de la eplstola hay otro arco sepulcral de trlilo oji-
teria ondear~te, bajo los cualt>s, dos lujosas hornacina!, sirviendo de nicho á dos 'l)at, cubierto con un rdablo corintio.
Junto al pilar que media entre esta y la que la preceJe, se ostenta un púlpito
imágenes d~ bullo redo11do, enriquecen tambien al ábside.
Los cuatro suntuo,;os pilaru foro/u lienen en sus capiteles bocedillas apiñadtM, de piedra, octógono, y con tracerías, nicl10s y arcos del guJIO tranrilil:o que en el
á imitacion de las que caracterizan al arte mahometano. Las pechinas que sobre siglo X\' 1 siguió al titilo ojital. Colocado á modo de repisa, y a¡leado 11or una co-
u\los se ,·en estan adornadas por su parle inferior con elegantes frac~ríar. Por enci- IU!Illla árabe, deja ,·isibles cuatro caras, en que de re\itwe se representan santos de
ma de las ¡Jechinas '!' de los arcos torales corre una ;mposfa franjada que recibe las la seráfica órden de San Franci5cO de Asís.-Hay otro ¡¡úlpito juulo al pilar toral
or.ho paredes de la forre deL crucero, en las cuales se abren ajimeces de un par- inferior del lado del e\'angelio, cuyo caractcr moderno contrasta, de uua manera
telu:; 1.':00 la cnfreojita llena de cre3fería enfreterada. Los fltr'tliOJ de la bó,·eda de poco ventajosa para él, con las bellezas arquitectónicas que le rodean.
aquella torre arrancan de repisas, bajo las cuales hay estatuas.
Los braws del crucero despliegan una prodigiosa riqueza de ornamentacion ar-
quitectural. Sus e11remiliadu di,·ididas, como lodo el resto de la iglesia, en dos :;o- La elegancia del esterior de la iglesia corresponde bastante bien á la del interior.
flaJ, superior una, inrerior otra, ¡1or medio de una col'nüa, que entre dos (ranjaw 1)¡\•iden alli los entre¡¡al\Os del ábside, del crucero, de la torre y de la nave, gra-
incluye una ancha iuscri¡1cion; tiene en \a parle inferior arcos ornomenlolu abun- eio~os estribos •1ue forman un solo machan con cada uno de los pi\arcs agrupados
dantes en tracerías, y entre los cuales aliado de la eplstola hay una ¡lllerta que da- del interior. Los estribos rematan en esbcl!o! pimicu/o& con (rondariol, )' estan ador-
ba á \a sacrislla. Sobre una imposla, que corre por encinta de los arcos ornamenta- nados con columnillas y gobletes. R ácia la mitad de su altura sostienen ai rosas esta-
les, hay parejas de leones, en medio de las cuales las armas de Castilla y Aragon, tuas, que en el ábside son de reyes de armas.-Dos zonas comparten tambien la
aco11111ai1adas con el yuyo y ~cclla3, emblema de los seüorcs 1\eyes Católicos Fer- parle de afuera de la iglesia.
nando é Isabel, se hallan aopotladas por grandes águilas. Todo esto es cobijado por El ábside y el crucero estao adornados con séries de arcos ornamentales en la
arcol ornamenlale3 ~oren:;ado•, y di\•idido en wtrepailas por (ajas ,;erlicalu, que zona inferior, y con otros arcos ornamentales y '"cotanas ajimeces en la superior,
sostienen estatuas sobre rc¡1i1a1, )' bajo rnarquesinas rematadas con esfatuitaJ. Entre todos enriquecidos con tracería en los enlrearcos. En la segunda se conserva parte
los chapifelel de las marquesiMS llenan los espacios de la pared arquilo3 ornamen- de los grillos y cadenas quitados, segun dijimos, á los cauti,·os cristianos libertados
lalu. Termina aqui la :;ona inferior con la cornisa general del templo arriba men- en la conquista Jel reino de Granada por los cscelsos 1\e)'eS Católicos. Graciosos :m-
cionada. La zona superior contiene en el centro un ajimez emiquecido con fran- tepechos coronan esta parte del edif1cio y la torre de la interseccion del crucero, re-
jas, que corren ¡1or su archicolta y jombar, y con una estatua sobre revisa )' deba- matando en la última con bella cresterla cimera.
jo de doselete en cada jamba. A los lados del ajimez hay grupos de á. tres santos, l>or el lado de la eplslola se esLiende, contiguo á la iglesia, el claustro ¡>rimilivo
sostenidos y cobijados á la manera que los antes citados.-Los (renlu del crucero cuyo lujo arquitectónico te hace digno de especial descripcion.
se adornan con ,·istosos arco• or11amertfale1, tanto en la zona baja, como en la Por el lado del e\·ange\io, re\)resentado en nuestra «YI-.TA F.STERIOR DE SAN
alla.-En los rincones hay pilaru que hacen juego con los toralu. (Véase la lá- JUAN DE LOS 1\H\' f.S,» está adherida al tem¡1lo desde la imafronte hasta la segunda
mina que reprcsrnta \a «T\!.IIlUSA l' F.ST IUiliiDAD SEI'TE!'iTiliOliAL DEL CRUCERO capilla, la de la Venerable Orden Tercera.
Junto á esta, en el compartimento inmediato, se obsen·a la portada principal de
F.:f El. INTER IOR DE LA IGLESIA.»)
Dos grandes tribunas de piedra, adheridas á los pilares lorale' que estan junto la iglesia, constituida por un arco 3emicircular abocinado sobre jambtu 1ugadaJ,
al cuerpo del templo, y colocadas á la altura de la cornisa dhisoria dc las zonas, me· adornado con un conopio, y Uanqueado por dos pilares á cada lado, que rematanllo
recen mencion especial por la profusion y belleza de su ornato. Constan de ¡uetiles en agujitas, encierran en los entrepaiios estatuas cobijadas por doseletes. Otras es-
de cruterla e11frelleratla ondeanle, y de repisas, que sosteniendo á estos, se di\'iden tatuas se ,·en en las jamba& de la puerta. Por encima del arco, y á la altura en que
en tres zonas, adornadas, la superior con franjas y picofwdo, la que sigue con las las agujitas se plantan sobre los pilares, corre una cornisa sobre la cual se levantan
iniciales P, Y, de Fernando é Isabel, que cada una en un recuadro alternan repeti- dos sobr~conopiot flore~~zados, estraiiamente incluidos uno en otro. En el centro de
das ,•eces bajo coronas reales, rodeadas de tracerla -y encerradas en arcos: otra zona ellos un nicho contiene una estatua, y en su ápice se di,·isan los blasones de Casti-
se adorna con ertafuif03, Jo1eleleJ, agujilas y pana/u; y por último, la inferior, que lla y Aragon con el águila por soporte, y mas arriba una cruz cOl\ que remata la
remata apuntándose por abajo, con rraceria ~abelar, es decir, en forma de abanico. puerta. Dió la traza de esta portada Alfonso de Covarrubias; pero su diseiio debió
Los pilares de columnas agrupadas, c¡ue median entre capilla y capilla en los sufrir algunas alteraciones por no haberse acabado de ejecutar la obra bajo la di-
compartimentos de la na,·e, sostienen hácia la mitad de su altura una estatua con reccion de aquel artista, sino despues de su nmerlt', en 16 10, época en 1¡ue uue\'OS
su correspondiente repisa y marquesina. Los arco• de ingreso de las capillas son estilos arquiteclónicos habian ya reemplazado al oji,·al, ,·iéudose vor lo mismo en la
ojitalu, adornados con moldura•, y uolrean sobre co\umnillas con ba1a1 r copifelu tal construccion chocantes mescolanzas de caractéres propios de diferentes gustos.
•ueHol. La cornisa de la grande inscripcion, que rodea toda el templo, corre por La úna(ronfe 6 fachada de los ¡lies de la iglesia es muy semejante á cualquier
encima de estas ojivas, enriquecida con una eres! ería cimera. Los ajimeces que mas entre¡1ai10 del esterior de la na,·e, tlOrquc tie ne á los lados estribos terminanllo en
arriba se ''en tienen tracería ondeanle.-Sobre la tercer ca¡¡i\\a del lado de la epfs- agujas, y eslá dh·idido en dos zonas, de las cuales la superior contiene un ajimez.
lola hay otra tribuna con pretil de traceria calada, de forma distinta de las dos an- Diferénciase empero en tina\izar con una es¡1adaiia adornada con agujas, '!en tener
tes descritas, y no tan lujosa como ellas: ha contenido un órgano hasta eltiem¡•o en el muro de la zona inferior en la Hní'a ,·ertical de la superior.
que se suprimieron los conventos de frailes.
A los pies de la iglesia está el coro sobre un arco y bó,·eda rebajados. En el cen-
tro de &u llfetil, y sobre una grande '! elegante repisa, se "e
un heraldo arrodillado El conjunto de este admirable tem¡llo presenta la mas com¡lleta regularidad ~
entre \Q& blasones de Castilla y Aragon y la di,·isa de yugo• y flechas. lln Jos cs- unidad, al pa r que sus detalles ofrecen toda la profusion y nricdad d~ que es sus-
tremos del mismo antepecho hay otras dos repisas con botedil/as apiñadaJ. cc¡ltible la rica ornamentacion del u tilo ojil:at lerciario, á que pertenece el monu-
Los lterdo• cruzil 11 abundantemente por todas las bóvedas en direcciones ,·aria-
das, pero siempre en planta rec1ilí11ea.
T r ibuna~ rs\I' PIIli ,laJ sclJicntrionaJ del crm:er·o en ~1 interior de l a l J!ile ~ ia.
ARTICULO III.
E~ el segundo articulo hemos descrito la magnifica iglesia de San Juan de círculo, ¡>C(¡ueiio comparado con la anchura total del Yano; por cada lado
los Reyes: ahora nos toca hacer otro tanto con el resto de tan suntuoso se IC\anta en línea ycrtical, haciendo ángulo con la porcion de círculo, y
couYento . en seguida \'Uelve á formar otro ángulo, saliendo otra Yez en Hnea curva,
L1. parte habitable de este formaba un paralelógramo rectángulo, en si bien com~exa, ¡_\ formar con el contrario el ápice de la ojiva. Asienta
que se incluían dos claustros cuadrados. cada pie del a1·co sobre dos columnillas entregadas en e l mul'O.-En el
Uno de ellos, el mas unti¡;.;:uo, principal é inmediato á la iglesia, con- cluustro superior se conserva la celda en que el célebre cardenal D. Fray
serva, segun llevamos dicho, enteras, tres de sus cuatro alas, y arruinada Francisco Jimenez de Cisncros, arzobispo de la Santa Iglesia Primada, ha-
la otra, rodennclo todas á un patio completamente cuadrado, cuya and1ura biendo sido pel'scguido por su severidad y rigidez de costumbres, babitó
es de 70 pies. Divídcsc cada ala en cinco compartimentos, po•· medio de por algun tiempo.
estribos en el lado cstcrior ele las alas, y en el interior por pilares cmt co- Este claustro contiene, tanto en su pa1'lC al1a como en la baja, los cua-
lumuillas agrupadas sobre clcg::mtísimos pedestales adornados con aJimeces dros que han com·ertido al com·cnto en musco procinciat.
ornamentales, [ranje~s y crester!'a cimera. A cada pilar está adherido un El claustro moderno, hoy completamente destruido, se hall:.1ha sepa-
santo de bulto v ca~i del tamaño natm'al sobre una repisa ricamente fran- rado de la iglesia por la interposicion del que acabamos de describir. Per-
jada, y bajo una umbela compuesta de arcos. agujas , lracer(a y follajes. tenecia, segun puede colegirse por sus ruinas, á b arquitectura del 1\ena-
Corresponden en las p..'lredes á estos pilares otros iguales, y tamhicn con cimiento, usada en nuestra nacion durante la primera mitad del siglo x''·
estatuas, pero em¡wlrados. Sobre los capiteles de las columnillJs agrupadas
arrancan, csp..1rciéntlosc, 'arios nen:ios compuestos de diferentes moldu-
ras, cuatro de los cuales trazan un cuadro en el centro de cada com¡)ar-
timcnto de la ))6, eda. Ahrese en cada compartimento lateral de las alas,
por el lado de la luna ó patio del claustro, uu Yentanon ajimez, en el cual La portada del c.:onYcnto tiene encima de su vano y den1ro de una
un parte/u:; de co/umnil/as agrupaclas sostiene, en medio de la enlreojiva, las hornacina, una gran cruz adornada con follajes, sobre cuya cabecera se
recaidas reunidos de los dos arquitos cobijados, yendo á apoyarse las sepa- ostenta como emblema ó símbolo de Nuestro Hedcntor, un pelícano ras-
radas ;í otros grupos de columnillas empotrados en el machan del arco oji- gándose las entrañas con el pico pa1·a alimentar á sus hijos. La Vírgen
vat cobijantc. Los cobiJados se 11dornan con crestería cairclada m1grcladu; y Maria y el apóstol San Juan, de bullo como la cruz, y como esta de piedra,
el espacio que en la cnlrcojivct media entre ellos y el cobiJa¡lfe, está cua- se ven á los lados del sagrado instrumento de la pasion y muerte de Jesus.
jado de crcslcria onc1eantc en!rooeratla. Corren en derredor, por los macho-
nes y archivollas de las ojivas cobijan! es, bellas f¡·anjas infinitamente varia-
das en sus dibujos. En los ángulos formados por las cuatro series tic á
cinco Ycntanones, hay machones mas gruesos que los otros del claust ro, y
en cada cual de ellos adheridas tres estatuas con sus correspondientes La capilla de la Venerable Orden Tercera es un cuadrilongo, y como
repisas y doseletes . -En los cstremos de una ala, y en otros puntos del apuntamos en el articulo precedente, yace contigua á la iglesia, junto á
claustro, se obscn·an ,·istosas portadas con rica y bien ejecutada orna- los pies de esta por el costado del emngelio, desde la imafronle hasta
mentacion. la segunda capilla . Su portada es una bien caracterizada muestra del gusto
Desde el clausll·o inferior se sube al superior por una desahogada es- clwrriguercsco.
calera trazada por el célebre Alfonso de Co\'arrubias, el mismo que di-
rigió las obras del 1\lcázar. Tiene tres tramos ocupando un espacio cua-
drado cubierto con una cúp!lla, que adornada con llorones en casetones, Grande es, segun puede echarse de Yer por nuestra concisa narra-
carga sobre los muros y sobre cuatro pechinas, las cuales üguran conchas, cion, el interés que los recuerdos históricos y las bclle7....'lS arlísticas dan al
y tienen blasones á sus lados. En cada {mgulo hay ademas un ángel. primoroso monumento denominado t.S,\~ JuAN DE LOS lluEs;» no debe por
El claustro nito presenta, en sus YCntanas, ojiYas de un contorno nada tanto parecer estraño que deseemos Yerle recobrar su primitivo esplendor .
comun: el int1·ádos del arco es cóncavo en cada arranque y de po1·cion de
l'lctlr.Laopnldo lll"
TEl\ALES oE LA JGu:sJA.-So divide on G zonas: la ~. • ó inferiot·, que es angreladas á los lados, y junto á estas y por encima tle la coron~l, una!'
el remate de la repisa , se compone de molduras lisas. La 2.· se ado~1a con fraJJjitas.
Núm. G. -DETALLE DE uso oE LOS COlli'ARTilm!'iTOS Qt:E E~'""'· u:et:!'i
tracería y [ra11ja ltori.::ontal. En la 3 .• que se cnsanch<J por la parle supe-
LAS ESTI\EliiDAUES o~:L cnucERo.-Cootiene en la parle baja 2 arqttilos ot-
l'ior, se veo el !Jilgo y las pechas, cmprcs..'l de los Católicos re~·es D. Fer-
namenlalts jemelos enriquC'cidos con paneles y creslm'as en las enlreojitas, y
nando y doila Isabel. La oi-.• es una (ra11ja. La 5.• se compone de boce-
con (tgttrilas en los IÍmlJanos. Por encima de ellos corre horizontalmente
dillas apiiiadas ojicas, lance/al u en la série inferior, y coMpiales con tré-
una franja, sobre la cual se ostenta un lujoso bfason compuesto do un es-
bolts floren::.ados en la su¡lCrior. La idea de estas bocedillas fue indudable-
cudo en que se conlra-acturftlml las armas parlan/es de Castilla y l.eon
mente inspirada por los numerosos monumentos toledanos de arquileclura
con las de Aragon y Sicilia, siendo estas últimas, como es bien sabido,
árabe, de la cual y no de otra ninguna, son propias las bovtdillas api11adas,
palos y águilas; sobre el eswdo una gran corona, prolija y delicadameniC'
siendo uno de sus caracléres distinli\'05. La 6.• es otra franja, y la 7.•
ta\larla; y po1' lcnanre una grande águila, lmjo cu~'as alas se obsct'\'a la tli-
una inscripciort.
\isa de yttgos y pcc1ws, y mas abajo dos leones. Fla1tquean el espacio ocu-
:-iútns. 2 y 3.-CAI'!TELES I'RANJ,\OOS llf. LA TGI.ESIA.
¡xtclo por el blusotl2 agujas, cuyos sunluosos .YCIIH!fcs, abundantes e n /rtJ-
Núm. 4.-PAnTI> l~fEI\ I OR DE UNA IIEPISA DE LAS Tlllllli~AS QUE ESTAN
ceda y follaje, sirven de marquesinas á 2 cs!dJuas que, sobre repisas, eslan
t:s nos ,·cmale se cmhcllcce con follajes y ]Janeles.
1'11••\nEs TOIIALES . -EI
wlhcriútu á las mismas aguJas. Sostienen cstns agujas á un arco rorenzallo,
Sobre él hay una zona que contiene csláltws sobre repisas y bajo de dosele-
que ndornado con pomelados y frondarios, y rem¡!/ando en lope y gnmw,
tes; mas arriba <tbnndantes lraccrias, y sobre lodo eslo una franja y mol-
se alzan sobre el ágtúla.
dul'as lisas horizontales .
DETALLES.-BOJ A 2 .'
~ ." {~litad superior de la ltímina.)- PAnTE DE no rli •..\R TORAL; DE oTno obscn•a tarnbiC'n un arco bajo de una cornisilll, uno y otra con florones:
• csle arco es la puerta por donde se entra á una de las grandes t1·ibunas.
QliE EST,\ JUNTO Á ÉL; m,; I.OS NEUnOS DE ntJn;OA Q¡;E 50111\E AllllOS \"OLTEMi 1
2. 0 p ,\RTF. St:I'Eli!O il DE t:~A PUEI\T _\ QOE ESTÁ t:S l.,\ t:Sl'I\EliiDAD A!E-
v DEL mmo t~TilRlH>OI.\~TL-En el pilar que está en la lámina á la iz-
1111)10!'\AL u~:L cnucEno.-Es un arco carpanel muy chato, adamado con unn
quierda del obscr,·atlor, hay coltunnillas agntJiadas, una fraJtja t:erlical
franJa entre molduras, y encerrado en un recuadro; sobre éste, otro arco
entre los fuslcs de dos colwnnillas, y finnlmenle el gran capitel del pilar.
oJival de líneas •·celas y curvas combinadas forma ndo úngulos en toc:l os
Los ct~¡Jileliros de estos conlienen pomela(los que ,·ecorren horizootalmenle
sus e ncuentros, y embellecido con 2 frmljas, una interior que COITO desde
todo el 11i/ar fonnando la ¡Ktr1e inferior del gmn capitel. el cual se
los arranques hasla el ápice, y otra esterior que, desde la parte al la de la
adorna adcmas con bovetlillas (lorew:adas; otro pomctado recorriendo igual-
ojica Mja sin irllcrrnpcion por las iambas de la portada. Pm· encima de la
mente lo<lo el pilar; y po1· último una franja entre molduras lisas.-El
archivolla suhe un frondar¡o, sobre el cual hay á cada lado un niiío recos-
otro pilar presenta: abajo una parte liSlJ; Juego una (ranja hori..;onlal; des-
tado. Con·e por el muro so\)l'e la cima del arco aptmtado una g1·an franja
pues moldurall 1:erticales intermediadas de liras de (foroncs; y encima el
lwri;;onlal. El escudo de la religion de frailes franciscanos, reducido á las
capitel con pcqueiías bovedillas api11ad<u, pomelado, bus/os interpolados con
cinco llagas de su Seráfico fundador San Francisco de Asís, rodc<l.do Uc su
follaJes, franja, y crestcria cimera, todo corriendo horizontalmente enlre
nudoso cordon, y con ángeles mancebos arrodillados ¡>or lenaJI/cs, se inclu~o
molduras lisas ~, prolongándose por el muro.-En los nert'ios de las bóve-
en ellúnpano mediante cutre el arco rebajado y el oJi~;o.
das hay tiras de florones y una (ranja entre molduras . -En el mm·o se
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por l'tlcima un coruislllnento intcrnunpido, en CU)ll centro dos ~ngulcs uiiulS so¡lor-
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J~r. Gran Cardenal de Espai1a )' anohispu de Toledo, U. Pedro Gmw.aleJ. de Meu- ltul las MIHII~ 110 los ~ll'ndozas. Sobre la cornisa rol/ea un fronlon semicircular, 1'11
j: tloza, antes obispo de Si¡;(¡enza )- 11atriarca de "\lejandrfa, fuertemente connlo\ido cuyo Hmpano se representa de rc!ie,•e la l nteiiCion de la Cru.:: ['Or Saula l~lena.
1, por lo. triste suerte de los niitos recien nacidos á quienes sus padres inhumanamente Cjllt' la tiene rn las manos: el Gran Cardenal, arrodillado, arlora el ~anlo leiw; á ll1l1J
11 abamlonan, concibió el muy laudable llensamienlo tic edilicar, para recogerlos y y olro lado es tan en J'ÍC S. Pedro y S. Pablo, y á Jos eslrcmos tlos pajee\ tos ti enen
educarlos, una casa-hospital, digna de In ciudad en <¡ue rcsidia la silla anobispal la mitra) el cJpclo. J.; na andmHI de estatuas cobijadas JlOI' clu&eltleB recorre de parle
1• primada de estos reinos. Conseguida al efecto bula I)Ontilicia espedida ¡JOr el pnpa á parle la ¡merla, pasando por enlrc las columnas y las moltlmas cstc:riores tld
Alejandro n en t .o de Octubre de 1M)'~, dió er1 el mismo afio al maestro mayor de rronton: remini.;cencitl del estilo arquitectónico ojival, que con otrns guonla el mo-
la catedral, Enrique de l~gas, el encargo de trazar los planos del edificio. [n el si- numento obj('tO de este articulo; circunstancia re¡letiúa frecuentemente en los cons-
11 guiente, 1·~!)5, cuando )3 se preparaba á eri¡;irle en terreno para ello concedido por truidos durante In época del Rtllftdm1enlo en tod0s los paises donde, osi como en
('\ cabildo metropolitano, juuto á la Santa lf:lesia, murió el 11relndo en Guadalajara, la Penlusula, la arr¡uiltch1ra \Uigarmente llamada gótica habla echado profundas
su ¡1atria, dejando en su testamento encomendada la realizacion del piadoso pro¡)ó- raices. Oos columnas. alzándose sobre el cornisamento)' dobltglíndou cou 1.:1 (ron-
sito á la reina Isabel la Católica, á quien nombró su albacea, y al duque del infan- ton, tlejau ver á su~ pies unos candelabro~, y reciben sobre los capiteles un segundo
tado, con el cual le unia11 los 'ínculos del p:;trentcsco. Aquella seitora, tan amable cuer¡}(), en cU)'O (ri1o se rderan prhnorüsa~ llid~t~s. Sobre Cl posa un niclro, ) otros
)' carilati\'a como munllica y sublime, dejándose lle\ar de su natural bondad'! que- tlos mas pm¡uei10S a los lados de este, formando, con sus arco1, columnillas tercia-
1! riendo honrar la memoria del difunto arzobispo, á quien \ÚO babia fa,orccido con das, tnlablamenlo6, rcma'tr, (!guras y otras cosas, un segundo cuerpo colocado de
su benevolencia en justo galardon de continuos é im¡JOnderables sen•icios. trató de una manera originaL En el nicho mayor un relieve figura los 1lesposorios de S. l oa-
Ir dar cima y aun ampliar el humanitario 11royeeto. A este fin solicitó del mismo pon- quin'! Santa .\na : en cada uno de los co\ah::ra\cs ha"Y nna estatua.-Las dos \en-
tífice Alejandro Yl otra bula para anejar al nue\'O todos cuantos hospitales Sil con- tanas, que se ha Han casi á la altura de Jos nichos, son iguales entre sí, y tienen
taban en el arzobispado; conseguida la cual en 1'~9G, mandó inmediatamente echar \auos con artos semicirculares \'istosamente clecoradow, en cada cual, con u u ;6ca{o
11• •h los cimientos de la fábrica bajo la direecion del citado Enrique de Egas, )' con arre- sosll•nido por willsolas, dos columnas abalaustradas, un cornisamento, ramalea en
¡;lo á los ¡)!anos de este artista aproballos por e! Cardenal Mendo1.a. No se erigió, forma de camldabros :í plomo encima de las columnas, y un !i!ico que, fla•H¡ueado
1 ¡:, empero, donde antes se hahia intentado, sino al oriente de la plaza de Zocodober, de \ iclms y coronado con un fronton, encierra entre sus l'i\aslras y cornisa otros
en el lugar ocupado entonces por un con\'ento que bajo la ad,·ocacion de San Pedro blasone~ del Cardenal. En lCldas las enumeradas partes de la portada se distrihu~·ó el
de las Dueitas fundó D. Alfonso el Jlucno el aito de H!:5'~. ¡)ara conservar el recuer- adorno con la mayor profusion.-El cuer¡1o superior de la fachada consiste en cinco
do de una basllica existente en el mismo sitio durante la ~poca de la mona1·quta columrw.a ltbltlatiS!radas y dos ¡1ilas1rra taciatlcu plantadas sobre una cornisa, en un
goda, cuyos reyes tenian alli u u ¡lUlacio, habitado despues por los mahometanos, el en!ablomento que UIHlS y otras soslien<"n, y una cosa ahada <'ll el centro á manera
área del cual se estendia hasta incluir la de los actuales conventos de Santa Fé y de álifo, en dondl.l dos ún¡;elcs mancebos son !cnan!cw de las armas de l'llcnd,lza, Íl
e u yo escudo acompai'ían , por los lados cuernos de la abuudancia, y por arriba la
de la Concepcion.
Recien fundado el último por In portu¡;uesa doita n eatriz de Siha, dama de isa- Cruz po!euzacla de Jrnualen, que se \·e re¡1etida sobre los \'anos culos interco!um-
bella Católica, hoblanse trasladado á él las monjas del contiguo de San l'etlro de nios de este cucr¡~ecito, a5i como tambien sobre la puerta y en otros muchos ¡)Untos
las Dueims que aca\Jamos de citar, dejando á. este totalmente deslmbitadu. La l~ei de In fachaUa y del resto del edificio, y hasta en la planta de este . Coronau el cuer-
na, que a la sazon trataba de cumplir el testamento del Gran Cardenal, apro,echó po superior dos frontones semicirculares, y en medio de ellos otro triangular que
la favorable coyuntura vrovorcionada vur tallraslacion, para edificar el hospital en remata en ts(eral ó bolas. 1
un paraje tan bien \'cnlilado y con tan buenas \'istas como el del recien desocupado La fachada princil)a\ se estiende en línea recta á derecha é izquierda de la JIOf-
convento, consiguiendo de las monjas, no sin que estas al principio se rl:!sistieran, tada. Es muy sencilla, reduciéndose su 1ltcoracion á un cornisamento clórico, cu)aS
la completa cesion de \11 propiedad de San Pedro de las Dueñas. eslremedidades se 'en l'n nuestra lamiua; y á algunas ,·entanas que, aunque cle-
Púsose la primera ¡licdra del hos¡1ilal en el aiio tle t50.l.; y para que, mientras ¡;antemcnle embellecidas, no lo estan con la rique1.a que las panr¡ueantu de la
se construía, no faltase en don1le recoger á los niitos expósitos, determinó babel
puerta.
establecer la inclusa en unas casas de su 11ropiedad cedidas por ella al efcctó, y las 1~1 espneioso 1a<:.:uan 1¡uc se encuentra al pendrar por la porta1la descrita, tiene
cuales fueron dcspues cárcel real, y hoy 11crtenccen á los sei10res condes de Cifucn- h~jo tres bó\'edas otras tantas ¡merlas, de las cuales la central da paso h1 iglesia,
a
1•
tes. Muerta en el mismo ai10 la 1\eina Católica siguió en obsen·ancia esta su dispo- y Jos otras á las habitaciones.-En la Uel templo, adornada 'con columnas cuajadas
sicion, asi como tambicn se continuó le\·antnndo el uuc\·o edificio, hasta qnc en ele estrías)' bajorclicres, se obsen·a un medallon en <lll<" las figuras recuerdan las
1511• le terminó el arquitecto Egas. del ingr~so I"Stcrior, porque, como ellas, rc¡1rescnlan la Jrn:endou dt la Santa Cru;:
Don Pedro Gonzalez de Mendo1.a, fuese J)OI' hnher nacido en 3 tic Mn)'O de 1'123, sobre Cl está el busto del Hetlentor, y á Jos lados otros dos.-Las puertas Jatcnles
'1 dia en t¡ue la Iglesia cclohra la Jnctncion lle la Sa11ta Cruz, fuese por ser cat·denal S\lll (\!! ornauH:ntacion bastante sencilla.
~ del Ululo <le Snn!11 Cruz de J orusa!ttl, 6 por ambas ú otras cireunstanrias, era tan í~ntrase 1\0r la de la derecha al patio princi[lal, cuyas cuatro alas forman dos
devoto Ucl instrumento de la ¡)asion y muerte del 1\cdentor, que, se~un cuentan, cuerpos de arquería sobre columnas de mármol de Italia, compouicndo un tola\ de
1 , ;
reedificó en Roma la i~lesia de San!a Crocc in GerusaleTMnt, de la cunl tomaba su \'Cinte y seis arcos <¡ue abundan en delicados relie,·es. Adornan al cuerpo inferior
1 título cardenalicio. y en que parece se halló por entonces la \'Crdndera inscripciun blasoucs, cuernos de Amaltea y cruces potenzadas; y al superior un antepecho de
trilingüe puesta por Pilatos sobre la cabeza del Crucificado; adoptó como por em- tracerln. en 1¡ue á trechos se distribuyen algunos b\asmws.-Las galcrfas de dos la-
presa ó dh·isa la Cruz de Jeru5altn; denominó de Sa11la Cruz á un colegio fundado dos paralelo~ tienen 100 pies de longitud, y las de los otros 1'20.
1 • por lil en \'a\ladolid, y por último hi1o dar el mismo nombre á la CaJo dt nil1os e:r- Una magnifica escalera, juslam~nle admirada por los artistas y á la cual dan
i ,' ·: p6si!os !lt 1'o/edo. paso tres ~reos 1:olteaclos sobre columnas y pilastras, sube desde el claustro bajo al
El Gran Cardenal dejó cncomendaUa en su testamento la administracion de esta alto, en tres tramos con elegantes balaustradas llenas de ornato del gusto Jllateres-
al cabildo ee\esiástico toledano, 1¡uien la ha conservado hasta que, ¡1ocos aiios hace, eo. La cubre un artesonado de madera, en <¡ue la ornamcntacion arquitectural del
fue transferida á la Junta tle beneficencia de aquella capital. lltllllcimitlt!o alterna con la mahometana.
El edificio se ha arreglado en estos Ultimos meses para sen•ir de colegio general Por una ¡HJerta que, adornada á la manera morisca, se ,-e enfrentll de la de in-
1 1
militar. Los expósitos se han trasladado al ex-convento de San l cdro ll<irtir. creso al patio 11rinei¡ml, se pasa á otro com¡mc~lo de \Cinte arcos rcvartidos tam-
bicn en dos pisos, y cuyo ámbito es de 80 pies en cuadro.-Los cinco (I.C.u•t-
TKI.F.~ Ql R SE \"ES ES t-:L PATIO SEGC•DO DEl, IJOSI'ITAI. DE 8 .\:"TA Cm.:z,11 repro-
El Hos!•!T.\1. DE SAYfA Cnn pertenece á la arquittt!ura del llenacimiutlo. y ducidoS en la lit mina asi titulada, y ''arios fustes de las columnas que hay alli, per-
es una de las primeras construcciones que del g11s!o Jl!aleresco se erigieron en Es- tenecieron ett tiempos remotos á la 8.\SÍLICA DE SAl'< 'U LeocAmA, \ulgo E t. CniSTO
paita, á pesar de que con bastante anterioridad se habia empezado á practicar en tn: 1.\ \ ' EüA, de donde, aseguran los historiadores, fueron trasladados al R osl't-
1 TAI. •H' SA'TA C1tl<Z. El marcado en 1:'\ dibujo con el número 5 está en la ¡;alería
ltalia el renacido estilo nrquitectónieo.
Compón ese csle insigne momunenlo <le una ¡;ran casa cuadrada y de una igle- alta: Jos otros cuatro en la baja. Los demils cu¡liteles y fustes de los claustros ma-
sia con tlltm!a ele cruz griega encerrada en el cuadr&n¡;ulo. Los brazos de esta cruz, nifiestan pot· sus formas y ornato vertcneccr á la ~poca en que se luhró el edificio.-
iguales entre si en largura y ¡U1chura, tienen cada uno sobre 150 pies de largo La escalera que pone en comunicacion á los dos pisos del seguudo patio, tiene, co- 1'
por 30 de ancho. Sus techumbres de maderamen con bellas labores de talla esta u, mo varias puertas y \'Cnlauas del mismo, labores en que se ad\'iertc una mezcla Uc
segun atestigua Sala1.ar de Mendoza, hechas cm\ la primera madera que por el Tajo las ornamentaciones :'Lrahc y ojivaL
se \levó á \a ciudad. En la interuceion dtl crucero dos cuerpos, de á cuatro ar- l..a mngnificencia de la Casa de nilios e.rp6aitos de Toledo, lanlo en los parajes
cos torales cada uno, se al·t an á sostener una hermosa cúpula, llena como ellos de de que hemos hecho mérito como en los restantes, corresponde bien á la esplendi-
,•ariada y elegante ornamentacion. dez de su funclador el disliugnido prelado, á quien aüorn6 1 entre otras buenas cua~
La tJortada del edificio, á cu~·a copia acompai•a este articulo, consta de una lidades que le hicieron acreedor al afecto de sus re~· es )' 6 la ¡;ratilud de sus com-
¡)Ucrta, de dos ,·entanas que á esta flanquean, y de un cuerpeeito de arquitectura ¡~atriolas, la ¡•minentc de su generosa aficion á eri!!ir suntuosos edificios y á dotar
con que termina la rachuda.-La puerta tiene, sobre pe(.!e&~olu, cuatro columnas, útiles esta\¡\ecimienlo~.
de la~ cuales las 1los esteriores '>OU ciHndrica!l y las otras dos abalaustradas. C:(lm.'
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EI'I'TRE las condiciones con qnc Tolailola se entregó :i los crislianos d ai'io tic 1085, r¡11iurt lit 1111" torre li. o/ru se 1•odria dar á ult Citarla el ensanche con~enien/e ...• l>-
se encontraban las tle IJliC si afyuno1 malwmelmlos quisieron permanecer t:ivitndo to"raucisco Garnica y Juan de A randa, en el año de i559, lomaron á destajo el cerra-
tt~ la ciudad dt!puu de IOIIItlida, go;;uun lil!remtnft de sus ltaciendal y [ull.OI, .ti11 miento de balaustres y ¡1asamanos de las cuatro fachadas del patio. La suntuosfsi ma
• pagar 111a1 tribu/al qut lo• has/a wloncu exigido1 por s111 11101Wrca1J, y que u lo1 ¡le-
jase la tJit.::quita 1nayor para celtl!rar ur ella nu rilas: á consecuencia de lo cual
escalera (que si se esceptúa el fallarle ya la balaustrada y el ,tener algunas roturas
en los peldaños, permanece Integra), se empezó á construir por Francisco \'illalpan-
• quedaron en T oledo tantos musulmanes, que su conquistador Alfonso n, creyéndo- do, recibiendo en pago ti reales diarios, el año de 1558, y obrando con arreglo á las
se poco seguro de su posesion, concedió franquicias á lodos los cristianos que á ella órdenes de f'cliiiC 11 consignadas en una carta de 15 de Octubre de 1553, en que dice:
fueran á establecerse, y mandó fortalecer los puentes y puertas, r el alc:izar que ((Juan /JautiBia 0/irero, vudor; Ambrosio lJ{a:;uelru, mayordoma y pagador, !J Alon-
para entonces debia de estar ya e rigido, si es cierto, como refiere Don Fray Pru- so Cocarrubias, macM/ro de las obras del A/cri:ar dt Toledo: Ya sabeü que 11ara to-
• dencia de SnndO\'al (en su HI STOR IA m: 0, ALONSO l:L rJ, erfl 1123, ll/10 1085) 1nar resaluciott de la manera que se ha de lwcer la escal~ra de tsa cosa. dulJUCs rle
haberse estipulado en las capitulaciones de rendicion, que los muslimes «MJfreyn- t·i~tas las tra::as [1'i ro á ver eL Hitio de la dic/1a escalen~, la cual me Ita parecido
rlan EL ALd.7.An , y las Jmerta3, JHIMte& y lmerta del Rey.n Debió empero ser , bajo que se lw.Qa de manera que tenga la tlllrada por medio del anc/10 de los tres arcos
el dominio de los prosélitos de Mahoma, mas hien que ciudadela, una atalaya que, con salirf(!B ri. lvs testeros de los corredores o /tos; y os vli'IIHiottlOS q11t Cl$i lo lwgais, sin
puesta en la parte mas alta de In ciudad, lendria fácil comunicacion por medio de
ahumadas ú otras seiiales, con torres colocadas á diferentes distancias en otras
que prmt ello haya mas rép/ica.=De Y al/adalid .... l'lC.ll l' ero lmbiendo muerto Vi-
llalpamlo sin terminarla, lo ejecutó Gerónimo Gili bnjo la direccion del célebre Juan
1
eminencias, á manera de las que aun hoy se divisan desde el mismo ALcÁ7.An. Guar- de Herrera, enca rgudo por l:'e!ipe 11 de reemplanr á aquel maestro en las obras del
nccióle Alfonso con «1 ,000 /lijoHdlllyo castellanos y leoneses, y mucha infanterla;n AT.CÁun ul! TOLEDO. Limitóse al principio H e rre ra á terminar lo que encontró co-
y dió su wuncia á 1\odrigo Oinz de ViYnr, llamado ((El Cid Campeador,l• primer menzado; perp en 1571trazó, por órden del Rey, los diseños de la rachada delme-
alcaide de Toledo, á quien sucedió su primo Alvar l'aiiez de :\linaya. Uesde el Ar.- lliodia, y de la capilla situada en la misma ala del edificio; a1nobados los cuales,
ciun hasta la puerta ho~· llamada <(de Doce caui03 11l 'j pasando por la pla:;a de Zo- ¡1rincipió á construirlas, dándose la ejccucion á destajo al acreditado maestro Mar-
codocer, se edificó entonces un muro cuyas aspilleras dirigian los tiros hácia la ciu- tin Barrena por 3.206,200 maravedís. La capilla y la rachada estaban conchl~'én
dad; pero todas estas obras no constituyeron al :\r.d.un en una Yerdadera ciuda- dose á principios del aiio 158~, segun manifiestan Yarias cartas de Felipe; y parece
dela, «&a/t;o que hicieron de il como cadillo dt[endcdtro ca d rey D. Fernando que que en este mismo ai10 6 á lo sumo en el siguiente debieron finalizarse.
ganó á Sevilla mandó labrar todo lo 111ejor fJift a/11 ts,n como dice Ayala en su Cró- Durante la Gu erra de Sucesion á la corona de E&patla, el ejército del archiduque
nica del rey D. Pedro. Despues de las construcciones hechas por l"ernando 111, de Cárlos, compuesto de alemanes, holandeses é ingleses, habiendo Jlasa.do de Madrid
que habla el texto acabado de citar, Alfonso el Sábio mandó ejecutar otras con que ti Toledo bajo d mando del general Starcmberg el dia 7 de Octubre de 1710, trntb
e l edilicio quedó terminado, y de lat~ Ctlilll':5 ~e conscnan totla1ia cn la p<~rte b11jn de fortificarlic en la Ciudad Imperial; pero ,-iéndose precisado á abandonarla por
algunos salones, con lió veda& ojiva/el y nerciosas. Uno de estos salones fue ador- haberle cortado los pasos las tropas de l'elipe V que estaban en Talavera de la
nado por el condestable O. Ah·aro Ue Luna para el uso particular de su rey don llciua, marchó hácia Zaragoza el dia 28 de No\'iembre despues de incendiar e l opu-
Juan H; y otro lo fué igualmente despucs para los Reyes Católicos D. f'crnonllo y lento Al.r.ÁlAR d,; Cárlos Y y de Felipe 11 , con objeto de inutilizar los innumera-
Uoña Isabel, manifestándolo aun los emLI(•mas de estos augustos señores, es decir, bles efectos que ol\i habia almacenados y que no ¡10dia lle\'ar consigo.
el yugo con el IlUdo gordiano y el hu:; de Haefal, que en aqnel aposento se \'Cil es- Pa1·ece que E'elipe V pensó en restaurar este bello y respetable monumento;
culpidos. ¡1ero, si tal fue su propósito, no pasó de mero proyecto.
Cárlos V de Alemania y 1 de Espaiin resolvió conve rtir en régios palacios las an- ll einando Cárlos 111 , el carde nal Lorenzana, arzobispo de T oledo, solicitó y con-
tiguas fortalezas de Madrid y de Toledo; y á este fin, en el aiio de 1573 1\0mbró su siguió de la real muniiice;;c:a la concesion del Ar.cÁzAn para reediricarle á su costa
arquitecto mayor al célebre Alfonso de Covarrubias, para que unido con Luis de y com·crtirle en R eal Casa de Caridad, que al mismo tiempo sirviese para dar asilo
Vega, que ya lo era para entonces, trau se esta y otras obras. Pronto emrcro pare- á los indigentes, y para restablct:er la antigua industria sedera, en la cual la ci udad
c iéndole al Emperador que no des11achaban su cometido con la conveniente pronti- habia sido ramosa. Emprendióse la reparacion por el celebre: arquitecto n. Ven tura
tud, cre~· ó oportuno se]larar uno de otro á los dos artistas, y á este fin ordenó á cada Hodriguez, quien restaurando el edificio con las mismas formas que antes lwbia te-
cual dirigir esclusi,·amcnle, \" ega las de Madrid, y Covarru bias las de Toledo, seiia- nido, si se esceptúa el haber suplido la falta de gnlerfa superior con arcos y co-
lándolos á ambos igual sueldo, aunque este se le aumentó des¡mes á CoYarrubias por lumnas empotradas, concluyó la obra en menos de tres años y dorantr: el de 1775,
el príncipe D. Feli¡1e en \' ista de ser mayor su trabajo. Enrique de Egas tomó á des- segun manifiesta una inscripcion que e);:isle sobre la entrat.la de la capilla . Estable-
tajo la obra del Au:kuR IIF. ToLEuo, y ¡1erdió en ella 1,000 ducados 11ue despues se cióse allí por último una gran fábrica de toda clase de tejidos de seda, de lana y
le abonaron. H crnan Gonzalez de Lara y des pues Gaspar de la \ ·ega y Francisco \ ' i· de hilo, cuyos artefactos corres110ndiero n completamente á los deseos del Sr. Lo-
llalpando tuvieron á su cargo la ejecucion del patio diseiiado por Cuvarrubias, qne renzana, floreciendo por los aiios de 1787 de tan prodigiosa manera, que su fama
se concluyó á fines del año 1 55~. se eslendió por toda la pen{nsula y fuera de ella, hasta el cstremo de ser aun hoy
Aun continuaba la obra del palio cuando Cárlos abdicó la corona imperial y real, mismo ¡¡ondcradas en la industriosa Inglaterra.
dejando por herederos, en el Imperio á su hermano Fernando, r.:y de 1\omanos. y Las huestes de Na1wleon Bonaparte, que destruyeron tantos monumentos de
en el reino de Espaim á su hijo Felipe JI. Este último, en una carta escritll en l.ón- las artes españolas, aplicaron á este la tea incendiaria al salir de Toledo la ¡;uarni-
dres á 30 de Julio de 1557, no obstante la renuncia de su padre, manda á los en- cion francesa. Cuando los habitantes de la ciudad notaron las llamaradas, habia ya
cargados de las obras del alrázar toledano, entre otras cosas, lo siguiente: ((Los u- cundido el ful!go de tal modo que, pocos instantes despues, ardia 110r todas partes y
cudos dt arma1 q1te fallan J!Or pouer tlllas¡•artes que estan por actJbar, ~e ¡wndrá11 con tan gran furia, que <Í pesar de los esfuerws hechos para apagarlo, ardió durante
de la müma manera que hasla ayom, sil~qu1 36 minort ni mude en ellas cosa o.I!J1414(1 tres dias, quedando apenas de él otra cosa mas que las obras de ladnllo y de piedra;
de la que el Emp erador mi &ei~or le•~ia acordarla.» A fines del mismo aiio 1557, es- y aun esto ltubiera desaparecido, si no se hubiera conseguido sacar con toda rapidez
taban concluyéndose los salones del piso principal, acerca de los cuales la m bien ·1,lJOO arrobas de pólvora depositadas en los sótanos. Al gunos soldados franceses que
escribió Felipe 11 desde Hrusclns á Gas1mr de la Ve¡;a una carta, en la cual se Icen mas de lo rc¡;ula 1· tardaron en sali r del edi fi cio, perecieron abrasados e n el incendio
notables palabras, que dicen: «Segun la !Jranrle:;a rle la wsa de Toledo, las salas del de que tal vez ellos mismos fueron los causantes.
cuarto prilu:ipal son. angostar y de 110 buena gracia, y/as torres que cM un ri los ladas Desde entonces has ta hoy el A1.c.í..un DE Toumo ha visto irse dedia e u t.lin des-
quita1~ la~ mejore& viMus. Jl wli¿ndo&c hacer, holgara tener enlctulido con qut costas moronando sus augustas ruinas, y hoy l'crmancce en lan lastimoso estado si n es-
1e pudiera remediar lo que acá. aparece: qu~ lu1ciindou ww t•arttl d ni~e/ d e /" u- peranza t.le recuperar jamás ni m1 átomo de su perdida s ,·andeza.
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(Arlículo II. )
. },, Au:ÁZ,\n oE Tor.1mo es un gran cuad rángulo, flanquead o por sus cuatro es- Vega y Francisco Villalpando. Fórmanse con columnas corintias, que se parean en
quinas con otras tantas torres cuadradas, inciU)'endo un anchu roso patio. los ángulos del palio, y sostienen arcos cuyos Umpanos, en la inferior, contienen cada
La fachada principal, (j\IC ocupa la ma~·or parle del cuadro en nuestra lámina uno las armas de una de las provincias de la Penlnsula ó de alguno de los dominios
m:1. AI.CÁlAR,n ~· fu é construida por Alonso de CoYarru- que, {1 la sazon en que se ejecutaron los blasones, poseia la corona espai10la , con el
• titulada « \'! STA F.STF.ItiOII
ilias, en el estilo arq uitectónico llamado lid Renacimien to, mira hácia el lado de A guila bnptriat ¡10r $opor!e. Sobre la s u¡~eri or corre una cornisa ca rgada con un ático.
norte. Consta de tres pisos, adoruados, el iuferior y medio con una elegante porta- Enfrente del ' 'esUbulo por que se en tra en el patio, se presenta, del modo man í•
tia y bellas ,-entanas, y el su¡1erior con una columnat:l con pedestales, en cuyos festado en el centro de nuestra copia, la ma¡;nifica )' espaciosCsima escalera princi-
intercolumnios alternan arcos sem ici rculares y entre paiios de muro. Hemata con pal, de la cual se cuen to haber dicho Cárlos V de Alemania y 1 de España, c¡uc
una balaustrada tli1•ididn en varias porciones po r medio de obeliscos que se alzan á 1olo $e t~cordaba de 1er emperador y rey cuando pisaba aquel!o1 Ütfllen&06 uc(dol!u.
pl omo sobre las columnas del último cucrpo.-La portada , construida por Enrique ÜCUI)a su eslension toda la largura de la galerfa meridional en la forma que si-
de Egas bajo la ilireccion1le Co1·arrubias, se compone de dos cuer1JOs, de los cua- gue: entrando por los tres arcos centrales de esta última, prcséntase de frente nn
les, el primero se forrnu por dos columnas y un cornisameulo de órden j6ui co, lratuo de 50 pies de anchura con 1t.. gradas de grandes lliC7.0S de granito c<l rdcn o:
sosteniendo, sobre los msaltos dé la atlornada cornisa, á dos herahlos 6 reyes de en la ¡mrte s uperior de este ha y una meseta 6 rellano 1 J es!Je <'1 cual se Uividc l:1
armas. é in::luyemlo el arco de ingreso. ·m fri so presenta esta inscri¡1cion: escalera en dos ramales que lateralmente parten opuestos á terminar en las galerlnil
superiores de oriente y occidente: estos ramales tien en cada cual dos tramos de 25
CAH. \' . HO . mr. 111 5. 1\EX. ~lDLI. pies de latitud con un total de 30 escalones de una sola pieu cada uno.-La caja de
El cuer¡10 segundo, entre dos pilastras y entablamento cargado con un fronlon aquella ' 'istosa escalinata se elevaba á tanta altura como el techo de la galerCa alt;l ,
trian~ulnr, encierra el ucrulo de arma1 de l!6paila 1oportado poi' el Á guila I mpe- y estaba cubierta con nue\'e bóvedas seguidas, formando como una nave: s us muros
rial, y flanquwdo por dos col umnas en que se lee «PLIJS liLTIIA.:Jl el fronton tiene estan adornados con 22 llil?stras corintias, y con bien proporcionadas ventanas.
en su tímpano una cabeza de mármol blanco y termina en candelabros.-Cada ve n- A la capilla, de la cual solo subsisten las cuatro paredes, se en tra por un arco
tana del primero y segundo piso se reduce ;i un Y ano cuadrilongo enriquecido con abierto en el centro del muro sobre la gran meseta de la escalera . Encima del arco
dos pilastras, cornisamento, fronlon, remates y adorno del Umpano análogos á eslan las armas reales y una inscripcion, en una lápida de mármol 6 de alabastro,
los del segu ndo cuerpo de la ¡JOrta(\a. Las pilastras de estas ventanas estan sosteni- manifestando el ai'io en que se terminó esta bella é importante dependencia del ,\ L- ·
das [IOr me'nsoltu.-En el piso s u¡1crior tambien ca rgan los pedestales sobrecarte- CÁZAn, con las palabras siguientes:
la~; y en él se ve n re¡1cthlas ' 'eces los lllasones españoles.
CA ilOLO 111. PIO. FEL. AUGUSTO PP . 1\ N. MDCCLXXV .
En la fachada oriental , que en nu estro dibujo citado s~ observa al lado del es-
pectador, hay ''enlanas algo scmrjantcs á las de la facha!l~ principal, y una puerta Decóranla pilastras y entablamentos corintios, y atrevidos arcos que en otr o
t¡uc da ¡Jaso á las bóvedas suhlcrrúneas d!!l AI.CÁZAil , y está ado rnada con pilastras , tiempo sosten ion la cúpula que cubría la capilla.- En esta parte del ed ific10 se nota
cornisa, y relieves representand o masca ronci\los y uilws. por el interior el mi smo género de construccion mencionado al hablar Uc la fa clwd:t
l .a fachada del mediodía, disei'iada y Uirigida por Juan Ue Herrera, se Uiv ide en esterior ; es decir, que son de granito cárdeno los miembros arquitectónicos, y dt•
cuatro cuerpos que conti c1wn, el 1. o diez arcos semicirculares almohadillados; el 2. 0 ladrillo ag ramilado lo restante.
un corni samento de 6rden tlórico, sostenido por doce ¡1ilastras , en cuyos intcrco- Solo se han conser vado Integras con sus techos algunas habitaciones en c¡ue se
lumnios se abren ve ntanas y balcones con frontones trian gulares de bien ejccutatlas divisan reminiscencias de la arquitectura ojival, ' 'arios sótanos y diferentes escale-
molduras; el 3.n , mas bajo que el anterior, otras doce pilastras; el t... o y Ultimo ras, siendo notable entre las de caracol una , ejecutada de tal suerte, que en un cfr-
diez arcos tambie n semicirculares, con otras doce pilastras.- Los cornisamentos, culo, cuyo diámetro no pasa de cinco pies, contiene dos escalcns de espirales pa -
pilastras y demas miembros arquitectónicos de esta fachada son de gro nito cárdeno ralelas tan independicmt('S, que dos personas suben por ellas al par sin encontrarse
ó piedra berroqueiia; pero los entrepa i'i os son de ladrillo agramilado, diferencián- ni ,·erse, saliendo y entrando por puntos distintos.
dose en esta circunstancia de las demas fa chadas que son todas de piedra. Bajo la grande escalinata del palio hay otra , continuacion en cierto modo de
La de poniente consena en s u ¡¡arte inferior un lienzo de muro fl anqueado 110r aquella , por la cual se baja á los sótanos. Al comen1.ar la bajada tiene, opuestos
tre~ cubos, y coronado de matacanes. E ~ta pared r la de oriente, ambas de sólida latera lmente, dos ramales de á dos tramos cada uno, de~ pi!!S de anchu ra, ~· con
can terla , parece que pertenecieron al antiguo alcázar. 2r~ escalones en el primer tramo y 15 en el segundo.
tas cuatro torres son mas elevadas que el resto del edificio: tienen ventanas de Los departamen tos subterráneos tienen la misma planta c¡uc la parle superior
di,•ersos tam3i'ios y formas, y encierran escaleras de caracol, por las cuales se s ube del edificio: esta u muy bien comlruidos, embo,•cdados y 'entilados, y se alumb ran
á la cima de aquellas. Sobre la del ángulo que da al noroeste se alza actualmente ¡1or medio de tmgol11cu abiertos en el suelo del patio. llay en ellos recóndi tos cala-
bozos y caballerizos tan eslensas, que aun en las hoy existentes caben mas de 5,000
un telégrafo, segun se \'e en nu rst rn lámi na.
caballos.
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Biblioteca Nacional de España
de algunos términos técnicos pertenecientes á la Arquitectura y empleados en el •AJ.. RUI\1 AUT (STICO DE TOI.EDO (1) .
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A que estA odherido A un muro ú otra cosa, pero separado de otros ta¡~ittles 1 a difereocia dtl con*
.\nACO. El tablero que robija á un ur,itel. tínuo. Tambíen las basas en igual posícion se llaman luftltos
.\IHf.nTO. Lo que da paso ni tire ó á a lut: d!ct'Se tambicn l'lllFOtu.no 6 u uno. CAIIGAIL Estar una cosa sobre otra. ·
ABRAZAD~!\¡\, !'arte de adorno ligonndo una cinta que liga 6 abnu tallos U otros objetos. CA IU ,\ TillES. f.srátuas de mujeres puestos en logor de columnas.
ABRil\; _Hacer en una pared ca!~dos 6 unos; en 1111 terreno unjas é t.stavaciones pau poner CAIITE\.A. .-l.dorroo ulienle en forma de S.
, \os CIHUCU\~S . CASC,\RO:"i'. ~~pede de bóveda CliJ"II. su¡•erllcie es la cuarta parte de una asfen lluCCI.
ABSIDE. l'nte !cmitireu\n 6 de algm11 otu forma quf. á esta se acerque, colouda general- CASCO Df: BÓVED ,~. C1d1 parte de esta que queda encerrad• y como separad• ¡1ara la 'fiSta
mute en la tab~cera de un Migle..,.ia.-,nt: TRI!! P.o.~os. El_que tiene ettuiormcntc tres coras.- por mtdtu de Jternll!l.
OIIIIIli'T.o.oo. El q~,;e está c~n todt cucttlud en la parte ,onenta' del templo.-roLico.so. Aquel CASETON. TaiJiero nciado adornado Ctlll molduras ~ nlltnen de marco u el cu1 1 suelen
cuya pta1111 prucnta nrm~ 'ngulus. -lllllllllCIIC'IlUI. El que lLene la rorma de se•nitirtulo entRI.Iarse norones. llay casctoues cuadrados, edgonos, octógouos : d¡ otru 6guras g~
ACODILLADO. ihbllindose de u u pilar es aquel en q11a baJ án¡¡olos n:etos entrantes forlll~n- nJ~Ir.cu.
do tomo rincones. ' CA n:To. Moldura eónu••a furmmudo un cuarto de drculo.
ACm:OUCTO. nbriu construida parft que pase el agua de u u punto lo otro. CENEt'AS. Especie de faju con un fondo rehundido r adornado con 1\auriques inscripciones ó
A\)Ait\JE. l'asadilO tn lo alto de uua muralla, ¡;tnertlmeule protegillu pur tlmenas. algun Gtro orua\o del rstilo mah omehnG. '
AD~Nn:r.I..AI\ UNA !'.\REO. Oejar en sus ltdO!I p~drn ó ladrtllus nlientes con udn e o me- CERRAMIE.IiTO. l'&red, ubique, ~erja Íl otn rosa an,lop¡ á estas.
dtn Jl~ra enlaur y &JUStar otros euamlo se haya de continuar la obr&. CERII .\R. Poner un urrcoonien lo , un techo 6 un arco.
AGB.AMILAUO. Re•·ou que imita la tonstrueeiou de ladrillo (t la drja •·er. CUAI'Il'El.. Remate en forma ¡¡irarnitlul, que se pone sobre torres almanu r otras cosas. -
AGUJA. J.' , briu t¡uc ~n ocasiones esli formada 11 manen de una pilastn Clprichou terminada CI!DRADO. El que no ese' ulado 6 •b•erto. '
con una plr,mide e~belta adornad' con follajes, y otras •·eces (Hlr sola la pirimidc con sus ador- Cl.AIIA.DO\"A. \'cnta n• circular ú oulad1.
nos. Cl..\VI~. La piedra. ó.doYe lo mas elevada en un arco ó IMheda.-C&.""'IIAL. En las bó•·edn
AGUJAS FI.ANQUEANTES. Las que e~tan Ull3 li cada la•lo de un arco. nen~osa~ es la IITORttpal, por tener otras secund.,iu en lus pantos en que se enun los
AJ..\.RACAI)Q. Lo que esti en forma de ajoroeo ó adornado con ajaraca•· nCf\"t OS.
AJA 1\ ,\CAS. Lobor de ho¡·u : lacerías tntrettjidu entre s i. COBIJ ,\R. El;llr un arco ú otra cosa encima de otra como para ptoteserle contulallu\·ia ó el
AJIMEZ. Voz tomada d~ 3 lengua habt, en la cud signili~a Hteralment~ da qt~e deja enfmr polnJ.
al 1ol• {~:elllnn!Z); pero I(IIC en ca5tcllauo s~ .,_Sil r-n desit¡un 110 solo la Jtntaua, sino tambitn COL.\TER,\LES. Naves, capillas ó altaru que estan á uno rorro lado de los may ores ó prirtci-
la puerta curo vono esti diYidido en urios arcO!!, cobijados por otro, ó por un orrabbda ó un pales.
lamhl.-oo.u. Aquel en que dos u~n whij~dos por otro eobijau tambitn cada un o de ellos COLUM!"A; Sosren general~ente. •·ertical y mas lar_go que grueso. ~onsta' veces de tres par-
á otros dus. Dkese rnas ~omunmente Jol>lt-•ji-Rtn. tes pnnc1pales, que SOn: la mfenur ó bo.1a: la medrant e, f•~o~le,) cana; y la s u11 erior ó tttpi111/.
ALA. Cada uno de los lados de u u edillclo por s u frell!e. -.~o&ALAUSTIUDA. La que est' hecha cu furma de balustre. -,USt.AoA. 1.1 que esti sepau-
Al. MENAS. Fibrita que ~ manera de die11tet curo111ba In aoti¡uas murallas. da de L~do otro cuc r¡¡ o.-crLl:mu rc.~o. La de fu3te red ond<> y de igual di~m~tro ¡MJr arrtba qu~
ALMENAn:. Conjunto de almcnu. por abajo.-COIIISTIA. La del 6rden. corintio.-DOIUG.\DA. La que se doblega 6 cuerce.-
ALMENDRAS. Adornos que imitan al fruto del almendro. R.'fT~tEGAnA ó Elii' OTII,\DA. La que J~trt;muce en ono cue rp o un tercio, mitad ú otra psrte de
Al.MOIIAI>ILLADO. !lecho en forma de almohadillu. Sil dtámetro. -JÓSICA. La dcl6rdenJ6rueo. -TERCIAD.!.. La que tieue divididu el tercio infe-
ANDAN AS DE FIGURAS. Sl!rie de es ras (r\limas coluuda~ una s m u arriba que otras, nbien- rior por medio de un estr,galo ó de otro$ ornatos.
do ¡1or entre col umnas ó molduras hasta la 11ar1e s uperior de un ar co, y A vco:es Uesde la infe- COI:U~INAS AGilUr.~oo,u . . Lns que eslan rc~uida s. forma rulo un solo cuerpo que se ll1ma
• rior .1e los jambn de unft puerta ó Yenlana •
ANFITE:\ TRO .. t>dilicio de ¡1lauta circoiH é el\ptira con gradas alrededor, destinado¡ la repre-
¡:ulllr.-•,.u.,o.u.~os. Se dtte ruaRdll bar dos mmcdlaiiS, las cual u se llan1an I'AilltAliAS tt.'f
FOSIIO cuando la un• utA del ra s de la otra r co: ntliSTII cu~ndu una aliado de otrl.
¡;enlactiMI de c>erlttS esp~16cui11S. Llan~ase ast por tener la figura de dos t.ellrot unidos. COLUMNATA. Fila ó ~rie de columnas. '
ANGllt:LADO. Adornu formado con rorcione~ de cir~ulltosque se unen entre si formando An- COlii'.\RTUIENTO. DispttSicíon de liguru re'"u\ores hetbas de lineas rectas ó cur\'85 pilrO pa-
gulos muy agudos. -ooau. Aqu el en (jUC un marcbando paralelas dos porciones de rírcu\u.- ralelas y repartidas con euritmia. D '
Dícese tambien ¡/uble-ongreludo. COMI'AIIT\Il. llocer compartimentos.
.\NTIW~:c uo. ~alau stu~la, JIUr~t~ h~ja (t otra cou an~loga que sine de resguardo para que las CONÓI'IO. Es(lecie de fronton ton·ílineo colocado sob re un arco.-sr.scruo. El qu~ se compone
per~n•s no Cl(gao de coerlos sollos. de cuatro pordoms de círculo, cuyos cuatru centros cstnn, sobre poco masó menos tlos A la
AI'~:AR. Sostener. altura de los trunques , y los otros dos A la del ápice del mi;;mu conópio.- Ft.OilHS;Aoo. El
ÁI'ICf.. l.a punta ó ¡1arte su¡~riur de una nji•·a, dd un g1blete ó de otn cou pareeidm 11 estas. que Cien~ Amas que el sencilla otra porcion de circulo Acada lado iuferior haciendo en rsle un
Al'ÓFlJJS. La vurha c{mura que hace el fuste tle uua columna al uuirse con la basa ó el Cl- ~ngulosaliente. '
pltel. CONSTRUCCION. L• mat~ri1 y disposidon con que est' ejecutada una fábrica: así ~e dice:
AI'Ol' AR. Estar una cosa sobre otn. cmu!nrccion dl!lurlrilfo, ~unJiru~ciol'l (111 mAmpoJiultt, ele. \.a cosa coustntida ó edi6cada
ARABESCOS. l'ropiarnente dicho ts el ornato de la ~rquitectura árabe, que consiste en aUmri- CONTÁR IO. Adorno que imita 6 una sarta de ruentas.-F.~oCI!:TAoo. Aquel en que las cuentas.
quu, lacerlas, ajaracas, in,;cri¡w::lones,! algunas otras cosas de lliCIIOS im¡Jortaneia, eoneselu- en vet de se r como bolitn, tienrn (ae.loJ, ósea taras pltnas y 6ngulos. '
sion de las li guns de seru animados: pero 1an1bien, auuque impropiamenr~, se aplica á un CONTI\.-\CENEFA. Ccurfa scc umlaria que r.orrc pnnlela 6 otro printipal.
adorno qu e. llena •lgu11os tableros con hojas cuprir hosas, figuras srotesca:> y cuadros de acon- CO:"i'TRAFUERTE. Estrib~, machon ó muro ¡ll'¡;ado d euuadra en una pared ¡11ra ayudarla á
tecimienros en (JUe se representan hombres y animales. coRlrarestar algun empu¡e, 6 i !Oslenerla cuando se desploma.
ARBOTANTt;. 1:-:! corno medi o arcoqtH'(IUr su rirn8 se une i una parrd pan sostenerla. CONTRAP05T.\S. Adorno eu forma da dos SS reunidas y puestas lB una eu sentido iRYerso de
ARCATUIIA. Serie de arr¡ullú.'l ¡1eg•dos ' o u a pnrcd sin columnas nl machone s que los sosten- la otra.
1\"an, pero si¡ veces apoyados e n uneclllos. CORINTIO. Todo lo pertcnctiente al Orden cori,lio.
,~ 1\CIIIVOI.TA. Una 6 mas molduras que adornan á un arco como gu•rneci~ndolc. CORNI<;A. Miembro ~oladizu ó saliente. formado por una ó mas molduras para prolegercootra
All.CION. Adoruo i manrril de red (lt'!queiia ó celosía. la lluvia' In dcrnu partu que ~e bailan hnjo de ~1.-ATALIIUII.\. Aquella cur• (llrle!>npe-
Al\CO "IIICISADO. t:l que tieue sus d11s frentes semrjaRtes pero de distinto diiimelro.-ASGRI- rior es un gran lo.lli1: es decir, 110e ule en Uuu diagonal hlieia 11.ruera •lcl edilldu.-tts Dl'.!:l.l-
uoo. At1uel cuya ~ara inferior tiene lo 6¡¡:~1ra del adorno así il&mado.-,u•usT.o.oo. El que vtr. Aqnt\11 curas moldurn co rren en plan11 inclinado, v.g .• \u superiores de un frumon.
forma '"l!ulo suhtenlc en 1• p1rte supenor. -~"~•PASE!-. El corn tmN;to de ,..,;u port·lu- CUtlNISAMENTO .. Miembro SU(Icr ior de un 6rden que co rre por encima de lns tolumu carg~tn
• ues de drculo uni•lu entre al sin formar dn¡;ulus.-cu.no. Todo el mas bajo que el u- do sobre ills up!telu de estas. r.on!O.ta d~ '"'~purea. que son' .~oaounn.utr, la inferior: Pll.t-
micireular.-cosoP>At-. At¡ucl cuya car~ inferior es cónca•·a en los orratu¡ues y comen en la so, la decnmctlw, J COI!.SIU la mas ll!a.-oSTI!:RRUIIIPIItO. El qut tiene '""llloi.-ONDIJL.!.S-
pa( te superillr , si u mas ingulo!l que uno subiente en la cima. _. uo: UEilRAD CIIA. El q~ TI'.. El que corre s ubiendo r b~jando varias ye~i eu liuu curwa.
se formo to n uua por cio u (\Q circulo 6 de eli(lse mayor qo11 lo mitod de estas 6guras, rer- CORONACION ó CORO."UMIENTO. Colcccioll de remates.
riuduse.ltOr consigu ieute algo mas por los arunques que 110r la parte in mediara 6 estos.- oo: COIIONAR. Jo"orma r 6 componer el coronamiento.
OUY.I. Ttliii!OA. El tpuut•do que esrá rumo hincbldn hAcia la mitad de su a hura, fOt estre- CORRt:OEIIA . Canalill y abcrturB verticales en un muro, porlas cuales bajaba y subia el ras-
chars(' ~u uno en lu recatdas.-DE Ponctos DE clncm.o. 111 de herradura, el sernictrc ular, el trillo de una forti6ceriou.
escaruno, r auu rl¡krallado por no ronsrar de otro g~nero de líRu curu que urta de las que CORIIEilOII. Pnadízo.
pu~de trnor el compás desde un solo ccntro.-oCPutl!. Oi~idido en dos de distinto d"melru y CORRER. Alargarse. reproduciéndose sin discontínuidatl una moldura, un adorno ú otra cosa
a •·eces de di•·eua forma. los cuales se llaman inrluyenlft el uterlor, inehuo ti interior; su CORTil'_IA. La parte de muralla nanqu eada por dos baluartes, torreones ú otras COSIS que ¡~
nno suele ser' •·ecu tau e$lrecho que es una verdadera ttlpillem.-ESLAZADO. El que forrua protr¡an.
parte de uua an¡ucria cuyos archivollns van reMycndo nda nnl en el centro rle lus dos arcos f.Rt:STERiA. \'.TRACERÍA.
mmediatos.-~AliUSO. Formado con un segmento de drculo, siendo por ronsíguienle chato, CRUCERO. NaYe que atravesando por la principal forma ron ella una cnrz. La parte en que ~e
RSTAI. .I.CTITico. De forma caprichosa como si en su cara inferior cu~iera co lgando cstalittiru 6 cru;o." lu dos nues s.e llama ISTEISI!:CC.Jos 11111- CRUCI.:IIO; e l espacio cuadrado 'JUe resulta en
la man~ra que las rous en el interior de alguru•s cavcrnns.-Ft.O!IRSUUO. Aquel cuyo contor- el> la se dice E.'fC.,CC\1 .\DA: las ruatro rrs"ntes se denomiuan ,.,Ar.os c u~ndo son tudos de ÍIUII
no está. fonnadu (Hlr un neo conopial, y adern~s' nda lado inferior de este hay otra porciou lar¡;un,: cunndo de dn·crsa, CAUCitiiA, 1111.1-ZO!i y PIES. La CRUZ que trnun lu dos nans se
aptllida r,.,n,:G.~o cuando es de cu1tro brnos, y L.\TISAia otra.
• de círculo formando con él 'ngulo ~alic ute. - ISCUJS O, ISr.t.U\"RSTE. V. Dripfiea. -usCitTAL. t: l
apuntado en forma de lanceta.- OJIVA t- . Lo mismo qoe O.fiUn!nrlo. -onSAIIIItST AL. Ell]ue solo CUAIHUFÓLIO. Adorrw calado 6 rflevado que \¡.arece imitar el ~ontorno de cuatro hojn reuni·
sine p•ra adornar un muro, no rcniendo abierta la 11arte que debla t•onsliluir el vano. -FRASo. das en verticilo.-cm~lll<IGRITO. El que esc.t mcl uido en un dreulo.
El que esra ;\ los pies de rur~ en pilla, y contiene el in~:~reso ó entrada.- IIBuuoo. Aquel cuya CUAJADO. se dice de lo que csU completomente lleno (co mo si dijéramos, o1.o11odo) de
altura no llega i ser la mitad de s u diámelro.-siUitCtRCOLAII. t:l que licue la forma de un se- adorno.
micirculll justo. -SI!PULCRM.. El t¡ue estA rehundido en uro muro eonrcniendo un sepulcro.- CUBOS OE MURALLA. T orreones que tienen una forma casi cílindrica.
TOIIAL. Cada uno de los euatru sob re qu~ cerga una cúpula.-TREROI.Ano. El furnrado por tres I";UENT AS. l. as bolitiS de un CDSHR 10.
porciones d~ drculo con sus ¡¡artes dnuvn Mcit el suelo y form1nd11 'n~tnlos salientes. CUERI'O. Cunjuuto de partes que com¡MJnen una fábrica tí obra hasta la cornisa;: cuaudo so-
AUCOS GE~IELOS. Los qne se ha11an tan unid os qu~ forman realmente una sola puerta 6 \"en- bre un coruisamento se \~unta otro anii>Jgo ag regado de parte1, es otrocw~rpo.- o.K USA lllU:-
lana, pero sin urar cobijatlos ni 110r otro ni por un arrttb6óo.. su. La parte co n ~tit u ida ¡•or las naves si u coura rSf las ca.hcaro1.
AR(;,\M,\SA. Mezcla cump ucsta principalmente de oreua r cal 1 que se emplea para unir la~ CÚPUI.A. Ilóveda que tiene a forma de tnedia csfer1 ó me\lia c;¡Íeroide buceas, ape\lid,ndose en
piedras. en los edilicios,} ¡¡na olrus usos. el primer caso SR'IItl!nt.,tCA, y en el segundo Rt.inu:"'.
ARQUt-:RIA. Conjunro de varius arcu~. CUPUI. INO. Cuorp~cito que &e pune en lu parte superio r de una cúpula generalmente para dejar
ARQUITE.CTÓN ICO. Lo ¡INieueci~nle' la Arquitecrura. pasar fa luz.
ARRAIIB.\A. E~pecie de marco en que ese' como inscrito un arto uniéndose ambos. D
ARI\ANC,\It al ttrc~, la bdoerfo 6 las n~ruiu. Prin ci ¡1ior A formarse. OECORACION. f.o que adorna .
AllRANQUt:. El ~t~cirnieuto ó parte inferior (le un arco, de una bóveda ó de unos nervi os. nt:~Tt:LI.ONES. Ornato i manrn de dado~ de jugar, que s.t pone en algunes cornisu.
ARTfSO~,\DO. Techo adornado con rcllc•·es. DEilllAlt.IE. l)ecli\·c hecho para que corra rl ogun.
ASENT,\R. Poner 6 eSin una cosa ~bre otrB. DESl\,\STAR. Quitar las ¡1artr~ mas tosus' una piedra, madera, etc.
ASPILLERA. Vano estrecho r largo colocado verticalmente. DINTEL. La (llltle superior ó que cubre el uno de una puerta ó Yentana en linea hori1ontal,
ASTIIÁGALO. Una 6 mas molduns abruaudo,' modo de anillo, el fusil' de una columna. urgaRdo sobre las jamba~, que son In partct lateulcs (1 verticales de la misma \"Cnlana ó
ATAUIUQUE. Labor de hojns que presentan de frente toda una cara, estando por In otra adhe- pucrte.
ridn al fond11 !!Obre el cual se hlllau relevadas. DISI:-:ÑAR. Delinear, (Jtbujnr.
Á.TICO. Piso ó cuerpo de poca &!Cura que se ltnnte sobre otro priucipal. DISPOSICION. Colocacion.
B DÓRICO. Todo lo que pertenece e16rdcn asi denominado.
BALAUSTRADA. Série de bala11stres. DOSELt:TES. Cuerpecito que á muera tle dosel prquciio se coloca sobre una ó mas eslátiiu
IIASA. V. Cot-u!lls.~o. mur inmediato i elln, como para libertarlas del agua, •le\ (Hllvo y del sol. Cuando remata e~
BISEL.. Orilla de fullaje ú 11\ra cosa, cortada de modo que forme un plano diagonal con la prin- pir~mide se llama :IIARQCitSlSA; euando en plano c~BELA.
dpftl cara. OOVEI..AS. Pied ras A manera de euiias, con las cu~les se for man los arcos.
IIÓVEDA. Cubierta de un edilicio hecha con do•·clas.-J.AI'>CliTn. La que tiene por ¡;euPrDilor E
una ujiva de lauceta.-Nnvtou. Lil que tst6 cruuda por nenios.-oJI\"AL. La que tiene Jlllr ENJALBEGAR. Blanquear \u paredes con ul, ricrr8 ó yew blanco.
generador una ojiva. -RIIIAUU.~o. Aqu ella cuyo genl'rador es un arco rcbej~do.-vt-O\II!.'oiZAUA. ENJUTA. Cada uno de los trilongulos que dej.t el círculo inscrito en un cuadrado.
La que tieue por.¡;:encndor un ttrco floren:orlo. J.:NTAIJI.AMENTO. \.o mismo que CORNISAMENTO. V. COIISIUlii!STO.
novt:lHLLAS APINADAS. Es una multitud de secciones de bóvedas pequfiias, de di1·ersas for- E:"i'TALLAR. 1\aeer a\gun• cosa de relifl•·e.
mu y tamoiios reuRldas, formando grupo, en un techo, ptchina U otra 111r1e. F.NTt:IIRUIIENTO. Sep11lcro. .
BULTO REOOXDO. EsUtu1. ENTIIEARCO. El espncio que queda dentro del arco desde la altura en lineo hori•ontal de losar-
BUSTO. Estultura que representa la cabua sola, ó tlln parte del cuerp.o, ' Hcu huta las cade- ranques hasta la tima. Cuando el arco es ojinl, el entrtareo se llama \amblen ESTJilfOJtU.
ras.-TnliiSAL. El que está rolocndo sobre uno pill.'ltre, la cual regularmente u ounrentan\lo ENTREPAÑO. Espacio de muro que media enlre dos eous, como columnas, nnrana~,
su grucsu á medida que u subiendo. arcus, tlt.
e
CABECERA. La parte tnperior de URa puerta ó ventana. ULa utremidad printipal de una igle-
EQUINO. Cierta moldura conveu. . .
f.SBt:L TO, Se dice de lodo lo que e5 delicado, elegante)" hiero.
sia, qu~ es donde se co loca el altar mayor.-l.as partes opuestas á los citadas se llaman los ÉSCALERA DE CARACOL. La que sube daudo vueltu en lnea esplral.
,pits. t:sr ,\ OAÑ,\. Cam¡~anario de una sola pnred , que gucralmeule remata apuntándose.
r.ABitlO. F'1ja de URa ó mas mo\duus,l]ue formando An¡;ulo en un punto, corre en declife hácia ESTA TUAIUA. 1" .,.te de hacer estátnas.\\La colcccion de rslos en una fábrica.
lr.s dos lado~ de fstc, i la manera que In cornisa su¡1erior de un fronton. ESTRIAS. Canales ó medias uiias que &e r~hunde n lo lo largo del rnste de una col umna. Las
CAJA DE t:SCAU:RA. El hueco en que se incl uye una escalera. hsy •·crtica\cs, espire les ó que suben daudo vueltas, r de olrU maneras.
CALA \JO. l..o mismo 1¡ue ABIEIITO. ESTRIBO. Lo mismo que CON TRAJ."UERTE.
r:ANCt:L. Armuon con que s.e im pide la entrada del viento. F
CANDELABIIO. Adornú 6 muen de balaustre que suele (Hlnerse como remat~ ('n un cuerpo FÁBRICA. Edificio, obra.
arquiletlónico. FAIIIUCA\1. Uaccr, ronstruir un cdificiu.
CANES. Cabens de las vigas de los lechos, que nl~u por fuera de lO$ muros. FAC\1 ,\0A . Caru uterior de un etlifido.
C,\Nf.CIL.\.05. Piedra~ 'tUe salen del muro, imitando en su colocacion lo los canes. t"ESTON. Adorno que 6gun no res, frutos ! folla¡;es colgadGs.
CA~TE\11.\. Obra de ¡ti~d•• labrada. 1-'\I.ETE. !lloldutJ plana 1 estrecha .
CANO;>i DE BÓVEDA. Bóvct'.• t¡ue tiene \1 form• de la mitad de un cilindro hueco. t'INAI. IZAI\. Atibar un• flibrica¡tor s u parta supcnor. . . .
CAI'ITEI.. V. CoLUII>ISA.-Icosl~·rtc:o. Adornado con tiguras de seres racionales.-scano. El t"LANQUEAR. Se dice de las COSIS que estan' los lados óflo.'I(OI de otras~IEn rort•6 cacJOC s•g-
{1) JI'o ln/(lmor d~ d1.1r "'"' dt~~íeiofttl u;coertu ai di~it íalltf cmnpltltu. tiRa salo de decir lo i•dilpt.._i.>lñt Jljlrll hetr eGMprtiiiiH 4 noanl,..llttlor'f U. fÍfJIÍ,ie<~eio• Qllfl tll ti Auux uTIITtCO IIH Touoo
d".,"' d eltrlo• voces l"':>tolu dtl arlt ftrquilte16airo.
1·a desde el altar muyor 6. los pies delt~mplo.-co~.t~.TI!IUI .. l.ft t¡ue est6 6 un lado de la mayor ser, á causa de su coiL~cacion, c.liii.KL~nA cuando cuelga' mudo de fleco ti wirt/, Ct)lt.R"' ruan· interior del wnplo.n ( Lámina). . . . .,
11S,1.S JtJti.N DE LOS '\ EVES.- 1 1"1 Ul10
y utremidad &epltntrional d11l Crucero e/1 el
6 central, y en el lado o¡¡ue~to de utra.-1..\TEaAt.. Cualquiera pequeña que curre al lado de la do por el contrario sube como cr¡ronondo la fitnu de una cosa, UTKR. ,u . cuaudo ni sube ni bajft
1 'l' o.\~SITO Ai'iTRS SISAG0GA.-.4rllcuio J. » { fexto. ) interior de la ;gfe~io.n ( Lámina.)
mayor.-TRASSH.Rs.u. l.o mismo que CliUCt: tto . sino que sale h'cia lo~ lado1, y fi~<almcnte RSTR.I!,·an ,,D,\ cuando esU trtetrra•la dentro de un u GLESIA. DEl.
' O DE .,,.
' '
• • CABECERA DE LA SINAGOGA QUE 110\' ES IGLESI,!.
DEL TRÁNSI-
NEil\'IOS. Arcos que resaltan en la parte cóocna de una bófeda como para darla mnor fir- marto cuadrangu lar , circulH 6 de otra form a. Por rnon de s us figuras tirue nrio~ numbr~s «¡,.JI,1.8ESC «SAN JUAN DE LOS ltEHS.-Arlleufo Jll. u {Texto. ) .
meza sosteniéndola, y la di1· id~n para la Yista e n vnrln 11artes llamadas euteur. LJ6manse de Jos runlrs !IOIO mencionamos en esta obra la FL\IIEUR que imita li un abonico (llamado rn
PRtSCIPA I.I!S los que un desde los pila re$ al centro de la IW•tda; y los demas s.:cusnAAioS. latín flubelln 6 flo.bellutn ), J la OSIIII/I.NTR que fnrma o•ufor. m•~~~ 1 11S . JtJ,!.N DI! LOS REVES.-AI •I stp/tllfrionat del Clou&fro.» ( Látnllla.) .
. 1'o<,stTO ANTES Sll'IAGOGA.-Jir/itu/o If.» {Texto. A!'i J UAN DE LOS ... , .,5 -Detaflts.
1.>.r.
l}oia 1.•- J)eJallu. ll oja 2.•= 1lornac1na
NICUO. llueco rehuudidfl en una fDbrica para colocar en él un• est,tua ú otro objeto andlogOJ. TRAGALLZ. Yano que se abre en Ju lechos ó puedes en lu:¡ar de veullna. u GLESU DEL ,. > , • - (U uSAN • J
ont:usco.
o
Especie de pirámide euyas tiraS se eh·•·an casi •·erticalmente resultando tener mu-
TRAMO, En l1s cu;leras el conjunto Ue escalones que median eutre una meseta baja la alta
mu inmediata.
:r '
lt01FEI\K:OTES
•
DETALLES DE .,A
IGLESU DEL TIU.,'IiS ITO, ANTE~ Sh'liAGOAGA.»
'
- lateral a11 ¡11 Capillo moyor.» (Texto.) .
«SAN JUAN DI!. LOS nHES.- Delalles. /Ioja t.•u (Lámma. )
cha mayor altura total, que anchura en la base 6 parte inferior.-I!MIIOLt~.Uo. t: l que remata en TR.\ ZA. Dis eño ó plano de una ol1ra. mina. ) · USADA E..'li TOLEDO DESPUES
un~ esfera óbolo. TRASCORO. !.a pute t¡ue uti\ dctras del coro. « ÜBSERVACIO:'iES SODRE t.A ARQUITECTURA CBISTIANA «SAN Ju,~.N OE LOS REVES . - Delalfts. Hoja 2."» ( L ámina: ) .
'l "''''
OCIJ ,\ \'A. Cualquieu de los IAdllS en una fábrica de Jllanta octóguna Íl orha~:~JIIa. TnJ.;nOL. Adorno IJUC imita rl to nt ornode tre~ hojM colond~s en vertidlo.-DE FtiLUi MlSTI- -llornatino lateral dt la Ca¡lllla
OJIVA. Lo mismo que ARCO AI'U/Io'T,\IlO.-TbiDA. 1.0 mismo que .\IICO DF. OJIVA T Ú- LtSR,!.S. Aquel cu¡·es f6li1s cslan tnudu 6 delmeadas ron líneas curus v rectn. -n<*.o:u- DE LA RECONQUISTA. » (Te:do.) «SAN J UAN DR LOS " · . . · 1mayor.n (L ámma. )
/IIIDA.-TÜuuo-cosoPI.u .. Aquella que tiene cOJmo bincbada 11 parte de en medio de s u al- uo. El que tiene la ligur& dt un oreo flonn;ndo. • «FACUADA I'RISCIPAL DR U CATEDRAL.» (Lámina. ) « S AS J UAN DE •os
.. lh<YES •-Frall}·as de la tglula.)J
, , ( Lámma.
tura, y lA parte superior mul· as:uda por tomu sus líneu cunu 1• direccion contraria de la TRIBUNA. Todo uno con balaustrada, prrtil ó antepecho que da al intcri&r de un tem¡llo i1 <(LA CATEDRAL.-Arllcufo f.n r rexto.) « PORTADA DE LA CASA DE Nt:iiOS EXPÓSITOS.II ( 1 e:tl~. )
•Jne traiau de abajo. rtro l()ul.
OJIVAL. Todo lo que tiene forma de ojiuoó perteuece 11 estilo ()jico.t impropiamente llama· TUM[J)EZ. El aumento de anchura que' mnoer.1 de hinchazon pre~enta báeia el medio de su n.JJROLA DE u CATHDI\AL.» {Lámina. ) << PORTADA DE I. A CASA DE ¡.;JSOS K\"J>ÓSITOS.l> (Lámma. )
do gótico. . altnra un arco ó Mveda sea de o}iuo f ~irnidu, sea hlmido-eono¡lia/. ll LA C,~.TEUUAt..-Artículo H. n (Texto. ) UDET,!.LLHS DE I.A llAL,!.US1'RADA DE LA ESCALERA EN Rl. llOSPITAL DE SANTA
ÓRDENES CtASiCOS. Son los cinco apellidados dórico, j6nico, corintio, eomplt~ffo y fo1cono. u
OBNAMF.NT,\ CION. Colec1·ion de ornato~ ó adornos. UlllllELA. Y. DO&KLIITR.
«PORTADA DE LOS L~>ONES EN U CATEDRAL,)) (Lámina. ) Cuuz.11 (U.mina.)
ORNAMENTAL toque pertenece al ornato ó solo sin·e de adorno.
V « LA CATEDRAL.-ArUctdo l/} .ll ('l'edo. ) «EL ALCÁ7.AR.-ArHcuio !. 11 (T exto.) .
()tiNA TO. Adorno. VANO. Cualquier espacio obicrlo en una f'hrira. (\ DETALLES DE I,A PlllmTA IIE LOS LEONHS.ll {~ámina. ) << VISTA ~:XTJ·: RIOit DEI, AI,CÁ7.AII DE TOLEDO, )) ( Lánnna. )
p VENTANA. \'ano que sin·e para dH lu~ ~~interior de un edificio.-ua~uun. Aquella cuyo u-
P.\NAU\S ó PANELES. V. Cnnnnl.1. no tiene la rurma de un clr~ulo. <lDETALLES DE LA PUERTA DE l.OS l..EOSES.)l (le xlo.) . , «EL ALCÁ'I ..\R.-Arlftulo II. » (Texto. )
1' ,\NTEON. Sepulcro suntuOM.
I'AÑO. ta parte de fl&red que corre de un 6ngulo ~otro.
VENTA NON. Aumcntati•·o de vcntann us~tlo para designar cuah1uien de los g_r&ndes esporio!l
~hicrtos, que en u u claustro eslau eutr~ machon y machon en el cerramiento que da ~ la luna
11C0RO DE LA e,\TI!.DRAL. -G'"¡Jo .,nue repr e&enta la Transfigurocton de Crulo en 11VI STA INTERIOI\ DEl, ALCÁUll.ll ( Lámina.)
' • t ·
,
ER1'ENI>CIENTF.S A I, A ,1.1\QUI'I'ECTU-
I'AilTI!tUZ. Machoncillo colocado desde la p:trte bajo hnst~ la superior en el 1"1110 de una l'en- ó patio. el Monlll Tabor. » (Lámi na.) VOCAUUI,,I. RI O Df. AI.GUNOS n:nMINOS 1' C~ICOS J' ' • ( .
lnna 6 puett• dividiendo 6 parlientlo la /u: de clln. VF.STiDUI.O. Zaguan ti portal que co ns tituye 13 entrada de un edificio ~ untuoso. « CORO DE LA CATEDRti.L.» (Texto. ) . t< ... \' I>MI't.EADOS EN EL ALBu;\1 AHTISTICO DE TOLEDO.» Texto. 1
l'ECIIINA. Poreiou triangular, y aislada ¡1or d~s lados, de unn ritpull. VICIIA. Fi~ura caprichosa COIIII)UUta de partes tomadas de diferentes seres animados y á veces "" CO LQC,!.C IOI'( IIE I,,.S t.bltNAS V
PEI)F.STAL. Es un s6l1do paralelipí11edo, ncompai1ntlo ~ ~ecu de molduras, que sine ¡¡ara sos- <( D ET,I.LLES DEL
'l'o•"'OOO
""" DE LA CATEDRAL . )> (Lámma. ) (( lNm CE ,. GUIA DEL ESCUADE!l!i/I.DOR ...~~~ ,~ LA DE TOLEDO.» {'rcdo.)
aun del remo ~egetal.
tener solumnas, esUtuas, jarrones Íl ot ros obje los. VOLAI11ZO. f.o que u le al aire•dcl maci10 de una 11ared ú otra fábrica; es d~rir , que no tiene « DETALLES DEL TRASCOl\0 DE LA CATEDRAL.» (Texto.) uous tut TEXTO EX EL ALBUl\1 ARTlSTlCO
I'Et.!)Al'i O. Escalon. apoyo verLical uiugu11o, r later~l no poi' todos los l1dos.
I'E itF OnACION. l,a parte calada ú ho,.dado Ue una ¡1ared, de una lncería, etc.
~<DETALU!.S DK 1,A Sn.I.BnfA IJI!.L Co110 ne LA CATEDIIAL.-Sorprua de Alhama.»
\'O!. AR. Salir ti resallar del macizo de un1 fibrica.
PERF'OnAn. Calar, horadar. r OLTt:.\ R. llar la I'Utlla ó hacer la coucavidid u u arco ó bó~eda: formarse. (Lá mina. )
PICA OO. llecorte dado illas hoju ú otras tO~U, de modo que llagu entradas r salidas sus \ OLUT,\. Ornato' manera de taracol ó linea espiral que decora J caueleriu al ctpiteljónito.
mhsen~s, orilla~ ó limb05.
PICAR. ll acer picados. z
I'I COTI!.ADO. Adorno que figura una séri~ de pi~os.
l'lF.S. 1.• parte. inferior ú opuesta á la ubect,_ u una igltsia, tapilla, ueo, ele.
ZAGUAN. Espacio cubierto dentro de un t1lificio. é inmediato á la pue~U· .utrrior de este.
ZANJ ,\. ll oyo largo J 111gosto 1¡ue se hace en la tie rra pan puner IB!i Cimientos.
ZÓCALO. Cuerpo de ¡olan ta cuath.nsular mu ancho que alto wbre. el cual se asie ntl olro.-
FIN.
PJI.,\11 . . Soste t~ cuy" plantn no es cu1drada ni circulor.-,~.tOPI LI.,\D O. El que tiene ' 'arios codi- ISTERRII»PIUO. El que de trecho en tre cho tiene rt'saltos.
1/or Ó fiiiCOnCllOS.-I>R COI.CH:'i.IS ACRt:I'.. OU Ó 1111'111\UO KS 001.1'.\IS¡I.S, t; l que lielle en der- ZOXA. F.n los edifitios de 1• Edad-media Yieue ' signifieu lo que tn hos demas cutrpo: es
r~dor de si nrias columnas, mas 6 menl)! un idas A ~1.-ll..l\I'OTIIAtH), A11u el •¡ue tien~ m~lidc un compartlmruto boriznntll.
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Biblioteca Nacional de España
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UOLEUUION
dr 'hoh.,. y dctallett de los t•rlnelpale8 moonm••ntos de uqu.-Jia antigua y célebt•r ~lodo«l,
dlb••Jados ,- llto8'•·aOados por artlsta..M d lsUus:oldos. at•ompaitadu de un testo etJplleatl"o,
:ESCRITO POa
• PROSPECTO •
Hoc• no pooo l;empo qae Toledo, la cop;tal de Jos ant;gaos pue~lus
Cocpetaoos, la code v;s;goda, la Talaüula, oabeza de oo re;oo
mnhomelano la metn)poli eclesiástica primada tic las Españas, a trae hts mira tia., de los artistas . de los an¡ueólogos y de los curiosos, l,anlo
de dentro como de fuera de la Peolu5ula. Cou justbim::t razon, á la \'erdatl , porque en sus alrededores y n:cinto, las difereoles épocu qoo
1tan puadu sobre ella, han idu auwntonaodu suce~il.lmtmle innumcrable:i_y preriosisirno1 ejemplares artisticos, creando asi un esteoso y
m~tgnifico Museo. en el cual, á pesar de I<!S calaruitosas gaerras y dt:l esplntu d!:!molcdor que á nuestra oacion hao aquejado durante el preseo&e
"'18lo, ae ofrecen a nuestros ojos prccio.sas muestras i:le los primores artísticos de casi todas las edades trascorridas.
¿Se ()Ulereu ver como en rcsúmeo, en cortisimo espacio, lus trasformacione.! de nuestra arquitectura? ¿Se quiere cotejar con el ark:
uabc, el impropiamente llamado gótico, el del Ueoacimienlo 6 el de los periodos subsigoieutes? Allí es tan lodos reunidos eo un tao corto
Ct!MIIO •isto~o panoram:~. ~Os place formar idea de o na ciudad de la edad media , con sus pardas iglt>sias, con sus cenicientas murallas, con
,.o¡o¡ robustos torre.ones? Aquella ciudad monwnrntal ha couservado las rortalczas, los templos, los palacios, las casas, la distribocioo 1
forma de las calles. y hasta los nombres y osos de los musulmanes y cristianos de taa poética época, al abri¡;o de la decadencia misma de
b poblacioo, qur no atruycndQ gentes adlcneditas, ni permitiendo hacer reedilicaciooes, ha veoido á ser, como las lavas y ceoizas del
\"etiubiu en Pompt"ya y en el H~rculano, una grande urna, un inmenso fanal (JUe las ha libertado de la accioo destructora del hombre de
nuestros dias.-¿Quién anhela saber cuál era el marcial continente y l11 geutil <~postura de los armados paladines, de sos engalanadas damas,
.tr- l:u grnes dueñas y de los aricnlados pajecitos? ¿Quién desea ver á las generaciones muertas pasar llenas de vida 1 mo•irnieatu por
.-tolall(P. de tí? La célebre Toledo las presenta en sus oumero305 relieves, estátuas y pinturas.
Allí los hijos de Romulo ; allí l:ts gentes de Ala rico; allí el pueblo de Moisés; al U los sectarios de Mahoma; allí, eo 6o, los descendieotn
de P~<layo bao consignado tantos recuerdos, qae apeo35 se presenta ante el curioso una plaza, una calle, no edificio, nada, en suma, qne
f\0 h., va sido testigo de algun ac.!lecimieolo notable eo que IP historia 6 las tradiciones populares oo deo alimento a la imagioacion. Embebecidos
hemo~ cruzado sus plazu y calles de forma, ~istribucioo y nombres arábigos; absortos bemos contemplado las grandiosas ruinas romaou.
'"' aotiguu sinagogas 1 ml!zqoitas, las iglesiu y palacios, que bico clara meo te maoifrestao á cuán alto grado llegó la civilizacioo eot~
~os ;rab•'3 y rabinos qul! en Tolaitola luvierou célebres academias; y de cuál manera el respetable clero, único foco un tiempo, único rna-
t~aothl de íos conocimientos humanos de la cristiandad, y el solo conservador de l11s ciencias, artes y literatura durante las guerras é ious_io·
Bh, 11abia ftar pábulo á los talentos de los artistas, y con laudable tolerancia adoptaba en sus edificios, así las ft?rmas y detallet de la
otrqoileetura árabe, romo las de orros estilos arquitecl6oicos, del mismo modo que custodiaba eo sus bien arregladas bibliotecas , al par Q,.
l¡a pi-oducciooes de los escritoras cristianos, las dtl los secuaces de otra~ religiones .
Arrebatados de arllstico entusi.!lsmo, hemos formado en Toledo el plan del AlbU'In A.rlí&tico, con obje1o de que sirva de recuerdo para las
pennn<~s que han visitado aquellos notables monumentos, y para dar á conooer a laa restautes algo de lo mas dig no de examinarse que IJ¡¡,y
11n los prin..:ipalea de tlloa,
COKDICIOKES DE LA SUSCIUCIOK,
PUNTOS DE SUSCRICION.
!'!tAoltlo, Litogr:.ria de Bachiller, J>reeiados, f6; libreria de Pcrez, calle de
Lo~rreta~. Cu~ta, '1.1\'0r; viuda de Razola, Conrepcion GHónima; Gaspar y Ronda , D. Pio Lombera 1! hijo:., Se,·illa, D. Antonio Aharez; Toledo D BIJ:
Uoig, Prinl"ipoc, nilm 4, t•n las estamfPrías de D. Juan Bautist.a ~lampa.• c3lle del Uern;~udez, Cuatro C~lles; Tl'nwl, D. Juan Gareía; Valencia, 0Jii"Pros, calk.
l!arnwn núm. H: A.tqcha, num. 'tl, y Carrrra de San Germumo, num. 2-i. del Mo.~r; Vitoria, D. Sau11:rgo Ormilugue; YallaJolid, D Mariano Rodriguu.,
Pnov1ttCJAS. Almeria, señor••$ Yt>rgara 1 compai1ia; Benavcn •·•, D. P.edro Zaragoza, D. Roque Gallifa; Gtjon. ll. Francisco Amonio .1\feudoza_
Hrdal¡.u Hl¡n¡c• , Bur¡;ut~., D. Rsirnundu Velez; Rarct!IOn:l, D. M.muel Sauri; EK u EsTH~Norno. LónJrh. P. D. Colnaghi, PaJI mall Eas1; M~·,.., San
l:iu;hd. Rr:ü, ll Juan R1í\'Pda • Cu•·nca, D. Pedro Mariana , Dueña~, D. Hipó- Petersliuqo, .~r. D:rztaro: Torino (Italia). Si(t"r. Giovanni BattiSta M''SSi; b,,,
iltu \'r..:rache, ";ila:.:-a D. Antonio Rem~u·· Oviedo, D. Tomás Rivera; Palen- deaux _. \Ir. \(aJ(¡ti, Mr Laplact_. alleé:. Toumy; Pari~ h Gache, rue de la Vic-
dll, 11 Anilr-l .. tu, J.l., D. Nic.¡[áslnclan '1t3S8; Pamplona, D. Teodoro Ochoa~ torif', nt: "TI. bS; "adme. C. Dcul!l SdimltZ, ltl•d~.... ~~·ugnule. rue Laflltte¡ Slla~
l>ourg, \Ir Alexandre hhr:rire, Bayoune, Mr Ltmatue, libraire