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Ensayo 3 - Semana 5

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ENSAYO

CURSO: FC622-Seminario de temas cruciales en la contextualización y el ministerio

ESTUDIANTE: Lic. Carlos Sabino Paredes Paco

PROFESOR(A): Dr. Wilfredo Canales

PROGRAMA: Maestría de Biblia — Teología.

FECHA: 18 de febrero de 2019

El pensamiento Paulino y el ministerio de la predicación

El personaje de Pablo ha impactado en la historia de la humanidad, el mensaje de Jesucristo


que hoy recibimos a través de sus cartas permitió estructurar el movimiento cristiano en el
mundo. Es por ello que reflexionar sobre su pensamiento es importante para que todo
ministro pueda seguir el modelo paulino de predicación y enseñanza.

En el presente texto se reflexiona acerca de la afirmación paulina: “La letra mata” y sus
implicaciones en la vida cristiana, para ello se acudirá al artículo presentado por Armando J.
Levoratti en 1979 el cual titula: La letra Mata (2Cor 3,6). También se realizará algunas
observaciones al trabajo exegético que presenta el autor.

Para finalizar se realizará algunas puntuaciones respecto al ministerio de la predicación


pastoral en base al texto de Hernando Barrios Tao que titula: La identidad del teólogo: un
aporte a partir de la experiencia de Pablo de Tarso que fue publicado el 2009.

En el libro de 2 Corintios 3:6 que dice “el cual asimismo nos hizo ministros competentes de
un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, más el espíritu vivifica”
este pasaje a lo largo de la historia fue interpretado de diversas maneras y casi siempre de
manera incorrecta, insinuando que el dedicarse al aprendizaje de las escrituras no es correcto.
En el texto de Armando J. Levoratti escribe acerca del pasaje mencionado: “La “letra” fracasa
en su intento de renovar interiormente el corazón" solo por medio de la Ley es que
alcanzamos el conocimiento de lo divino, pero no es suficiente.

Pablo propone la situación de la Alianza del Espíritu, que no garantiza al hombre una libertad
sin exigencias, sino que le ofrece la posibilidad real de ser verdaderamente libre. Esta
libertad, precisamente porque es un don de Dios, no se alcanza mediante la práctica de la
Ley, sino mediante la fe que obra por el amor, y se hace efectiva en los frutos del Espíritu.

La afirmación que la “letra mata” cobra un sentido de la inutilidad que tiene en sí misma la
ley para agradar a Dios y por el Espíritu cobra un sentido diferente, la ley ya no esclaviza por
medio de Cristo.

En el artículo escrito por Armando J. Levoratti también se ve una reflexión acerca de la


lectura eclesial de las escrituras en donde muestra la problemática de la ciencia bíblica que
define, regula y vigila toda lectura de la Biblia, gobernándola de cerca o a distancia, tal
situación privaba al lector no iniciado de todo contacto real con el texto y lo único que le
quedaba por hacer era tratar de reencontrar en el texto lo que ya sabía por el comentario, es
decir, el lector “profano” se encuentra reducido a la condición de mero receptor pasivo de
interpretaciones prefabricadas, elaboradas sin su participación en el gabinete del especialista.

Lo que propone Levoratti cuando habla de la lectura eclesial de las escrituras es que "la
Iglesia sea portadora de una lectura original de los textos bíblicos, parcialmente liberada del
sentido “literal” o “histórico”, tal como puede ser exhumado mediante la investigación
filológico-histórica" (p. 27 en su escrito sobre “La letra mata” 2 Corintios 3:6, en la
REVISTA BÍBLICA Año 41 – 1979 – ½).

Se considera que el lector de las escrituras tiene libertad de acudir al mensaje bíblico, sin la
necesidad de un intermediario, también lo define de la siguiente manera: "La lectura
“eclesial” de la Biblia tiene que ir más allá de la lectura histórica, no suprimiéndola, sino
pasando a través de ella, prestando atención al juego sin límites de sus posibilidades
generadoras de sentido" (p. 27 en su escrito sobre “La letra mata” 2 Corintios 3:6, en la
REVISTA BÍBLICA Año 41 – 1979 – ½).

Se considera que los lectores originales de los escritos bíblicos de alguna manera tenían
intermediarios los cuales interpretaban los textos, en especial del antiguo testamento; al
respecto del nuevo testamento los lectores originales de los textos bíblicos tenían la
posibilidad de cuestionar a los escritos recibidos, es por ello que Pablo hacia
recomendaciones diversas a un mismo lugar. Estos factores hacen pensar que hoy en día la
lectura eclesial propuesta no necesariamente debe estar supervisada, pero se debe facilitar los
medios necesarios que otorga la ciencia bíblica para que la Iglesia llegue a una lectura
correcta de la Palabra de Dios.

La lectura directa de las escrutas es un acercamiento intuitivo a la palabra de Dios tiende a


cometer serios errores que motivan a prácticas incorrectas dentro de la Iglesia, como
menciona Rene Padilla: “El acercamiento intuitivo puede llevar fácilmente a las
alegorizaciones en las que se pierde el sentido literal del texto” (Padilla, 1984)

Otro texto importante para hablar al respecto del ministerio de la predicación pastoral desde
el enfoque paulino es el de Hernando Barrios Tao que titula: La identidad del teólogo: un
aporte a partir de la experiencia de Pablo de Tarso que fue publicado el 2009. Del cual se
rescata algunos puntos sobre el ministerio de Pablo para la predicación.

Se considera Pablo es el primer ‘teólogo cristiano’, porque es el primero que traduce y coloca
en un lenguaje particular, el del mundo griego, el evento Cristo; es el deber de cada ministro
seguir con la misma tarea que Pablo ha iniciado.

Barrios menciona que “toda la teología de Pablo será una reflexión iluminada por su
experiencia personal con Jesucristo” (Barrios, p. 121, 2009) de la misma manera cada
ministro en su predicación debe expresar la experiencia personal que tiene con Jesucristo,
caso contrario no deberían ponerse detrás de un pulpito, como diría Jhon Stot “Nunca se
atrevan a ponerse detrás de un pulpito si no tienen la certeza que van a compartir la palabra
de Dios” (W. Canales, Video conferencia, 12 de Febrero de 2019)

Un ministro debe tener la capacidad de Pablo, que como menciona Barrios “es un hombre de
rupturas epistemológicas y con capacidad de proyectar nuevos planteamientos, así sea que
vayan en contra de sus mismas convicciones” (Barrios, p. 122, 2009)

Para ultimar con el presente, se debe establecer que referirse a la letra y la alianza del Espíritu
de manera correcta se debe comprender la complementariedad que tienen ambas, por medio
de la letra (Ley) alcanzamos a el conocimiento de la Divinidad, pero no es suficiente por lo
cual necesitamos de la gracia de Espíritu por medio de Jesucristo.

Es importante reconocer la necesidad de que la Iglesia este motivada a la lectura de las


escrituras, pero tiene la misma importancia que el liderazgo motive a la iglesia a acudir de
las herramientas que propone la ciencia bíblica para que no se caiga en alegorizaciones
individuales, incitando al libertinaje de la interpretación bíblica. Es necesario que cada
creyente reflexione en la palabra de Dios sin intermediarios, pero debe ser consciente de la
responsabilidad que implica acudir a las escrituras.

Finalmente, el ministro cristiano debe profundizar constantemente en el modelo paulino del


ministerio cristiano, pues podemos rescatar características muy útiles para la predicación
Pastoral como ser la capacidad de adaptarse y ver las necesidades latentes que tenga la Iglesia,
yendo incluso sobre las propias convicciones.

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