Robots Asistenciales PDF
Robots Asistenciales PDF
Robots Asistenciales PDF
Robots asistenciales
Se entiende por robot de servicios aquel que trabaja bien de forma automática o
semiautomática en la ejecución de alguna tarea beneficiosa para las personas que no es
puramente de fabricación. Es preciso destacar que pueden darse la coexistencia de robot
de servicios en plantas industriales, y por otro lado también es posible la utilización de
robots industriales en tareas no productivas.
Son muchos los robots o manipuladores industriales de propósito general que han sido
adaptados y programados para realizar tareas no productivas o servicios pero que no
presentan por si mismos un diseño especı́fico para dicha actividad. Algunos ejemplos se
muestran en la figura 2.1.
Los robots industriales son diseñados teniendo en cuenta unas precisas especificaciones
de velocidad, capacidad de carga, alcance, destreza, etc. y casi siempre responden al
patrón antropomórfico de brazo manipulador. A diferencia de mayorı́a de los robots de
servicios, el problema del peso no es crı́tico, pues todos tienen fija su estructura en algún
punto de la célula donde trabajan, y no existe problema en situar los elementos más
pesados cerca de este punto. Por este motivo, los manipuladores industriales presentan
los motores y reductores cerca de la base, elementos responsables de un gran porcentaje
del peso total del robot .
Los robots de servicios suponen un amplio campo de aplicación que plantea bastantes
problemas técnicos, dado que se precisa de una elevada flexibilidad en su operación, en
cuanto a su capacidad para adaptarse a situaciones nuevas. Deben trabajar en entornos
modelados según las necesidades del hombre, y no las de la tarea, y en donde las personas
pueden estar presentes. Se introduce el problema de la interacción segura entre hombre y
robot. Este requisito de seguridad ha sido denominado por algunos autores como “Human
friendly robots” o robots amigables. Estos explotan la cooperación con las personas para
realizar multitud de tareas útiles, mientras que la seguridad está garantizada en todo
momento.
robotizadas. En el apartado de robots para uso personal, la UN/ECE incluye los robots
domésticos, aspiradores y cortadoras de césped, de los que contabiliza 54.000 robots y los
de entretenimiento que cifra en 550.000 unidades.
Las previsiones para el año 2006 son incrementar en al menos 30.000 unidades los
robots de uso profesional y llegar a los 2,1 millones de robots de uso no profesional. Estas
cifras contrastan claramente, con los 770.000 robots industriales trabajando en el 2002,
y las previsiones de crecimiento de estos, que los sitúan en 875.000 unidades en todo el
mundo para el año 2006.
Robots para tareas intra vehiculares: que desarrollan en el interior de las naves
espaciales experimentos cientı́ficos en entornos controlados, de forma que al ser
programados en tierra, no requieren de la atención de los tripulantes. Un ejemplo
de estos robots es el ROTEX (RObot Technology EXperiment) desarrollado por el
DLR (Deustche Forschungsanstalt für Luft und Raumfahrt) alemán y que permitió,
en 1993, evaluar las posibilidades de usar un telerobot en órbita, controlándolo tanto
desde la nave como desde tierra [Hirzinger 94].
1. que puedan trabajar en el mismo entorno que las personas, tanto en interiores como
en exteriores
4. si van tener una estrecha interacción, que presenten dimensiones similares o menores
que las humanas. Es decir, han de ser compactos, evitando diseños voluminosos o
ineficientes en cuanto aprovechamiento del espacio, por el factor miedo
7. que puedan interactuar con las personas; el nivel de interacción debe ser el necesario
según cada aplicación
9. que se puedan comunicar con otros robots y realizar tareas de forma cooperativa
11. los criterios de diseño deben permitir su producción a bajo coste, aún sin volúmenes
de producción elevados
12. el diseño debe permitir y facilitar la modularidad del sistema de forma que sea
posible una adecuada personalización
Cuando los robots de servicios tienen contacto directo con personas e interactúan con
ellas, se les denomina robots asistentes. Según E. Helms, un robot asistente es aquel
dispositivo adaptable que interctúa directamente, para proporcionar asistencia utilizando
sensores, actuadores y procesamiento, [Helms et al. 02].
Los antecedentes de los robots asistenciales han sido los robots colaborativos, (“Colla-
borative robots” o “cobots”), inventados por Edward Colgate, son dispositivos mecánicos
que proporcionan la fuerza motriz mediante servomotores mientras que el guiado lo pro-
porciona el operador, [Colgate 96]. Los cobots son usados para el montaje de puertas en
la lı́nea de producción de fabricas de coches y para establecer superficies de seguridad
virtuales, usadas para limitar el movimiento de los trabajadores.
sistemas realmente útiles, como son los factores psicológicos y ergonómicos del individuo.
Al intervenir estos factores subjetivos, surge el problema de la aceptabilidad.
El objetivo hasta hace poco de los investigadores en robótica era el desarrollo de dis-
positivos capaces de completar determinadas tareas de producción, productos finales o
servicios. En robótica personal, sin embargo, el investigador está desarrollando directa-
mente el producto final. De este modo, factores tı́picos de la ingenierı́a de producto, como
el análisis de tareas, el marketing, el diseño industrial, la fiabilidad y la seguridad, deben
ser incluidos en el diseño del robot. Mientras que el rendimiento de robots industriales
se mide mediante parámetros objetivos (tiempo de ciclo, número de fallos, etc.), el éxito
en robots personales se evalúa aplicando criterios subjetivos, basándose en las opiniones
de los usuarios, y es posible la utilización de herramientas de evaluación procedentes de
la industria de producción masiva. Es decir, el comportamiento de un robot personal,
podrá ser evaluado como un electrodoméstico convencional. La aceptabilidad introduce
factores diversos como la utilidad, la facilidad de integración en el entorno, la seguridad,
y el coste, entre otros.
Existen todavı́a algunas barreras que están frenando la masiva adopción de la robótica
de servicios. La primera barrera todavı́a es la falta de tecnologı́a necesaria para operar
un robot de servicios en un entorno desestructurado rodeado de humanos. La segunda es
el elevado coste de las soluciones robóticas actuales, que les resta potencial económico.
No se pretende realizar una exhaustiva revisión cronológica de cada unos de los traba-
jos relacionados con sistemas robóticos asistenciales, terapéuticos o médicos, sino aportar
una perspectiva lo más clara posible de los trabajos más representativos, indicando los
puntos fuertes y la contribución o novedad que incorporaron.
El primer trabajo en robótica asistencial fue el manipulador CASE [Kim 85], desarro-
llado a principios de los años sesenta. Era una prótesis motorizada de cuatro GDL, capaz
de mover el brazo paralizado del usuario. Otra prótesis fue el manipulador del Rancho
Los Amigos, [Kim 85], de siete GDL. Durante esa década continuó la construcción de
elementos prostéticos y ortéticos de brazos, piernas y manos, [Okada et al. 78]. Es con-
temporáneo el sistema estático de H. Roesler, [Roesler 78], dotado de un manipulador
de 5 GDL, en Alemania occidental. Otro sistema similar, basado en un escritorio adap-
tado, fue el JHU/APL, desarrollado en la Johns Hopkinks University, con financiación
de la Veterans Administration norteamericana, [Seamone 86]. En Francia, utilizaron un
manipulador desarrollado para manipulación en industria nuclear con fines asistenciales,
obteniendo el robot SPARTACUS, [Kwee 83]. Este proyecto fue el pionero de los poste-
riores desarrollos del proyecto Manus holandés y el proyecto Master en Francia, que se
presentarán a continuación. Otro trabajo pionero fue el desarrollado por C.P. Mason en
el Centro Protésico de la Veterans Administration norteamericana [Mason 78], que fue el
primero en montar un manipulador en una silla de ruedas. Con sus cuatro GDL, uno de
ellos telescópico, era capaz de recoger cosas del suelo.
El diseño de robots asistenciales conlleva múltiples consideraciones acerca de la inter-
acción hombre-robot. En Europa, se han desarrollado varios proyectos en este campo. El
proyecto URMAD, [Dario et al. 93], promovido por la administración italiana en 1991,
1. Sistemas fijos, especializados en una aplicación concreta, por ej. dar de comer.
Se pueden distinguir dos tipos, sistemas de tipo escritorio que conforman un puesto
de trabajo u ocio para el paciente, y sistemas que aún siendo fácilmente transportables,
por carecer de movilidad propia, han de ser ubicados frente al usuario por una tercera
persona.
Los sistemas de tipo escritorio, que se han desarrollado para asistir al usuario en un
determinado lugar de trabajo. Permiten la realización de determinadas tareas muy es-
tructuradas por lo que tienen muy limitada su aplicación. Destacan los sistemas RAID y
DEVAR. El sistema robotizado RAID [Cammoun et al. 94], heredero del proyecto francés
Master [Jones 99], es una estación de trabajo, basada en un ordenador y que cuenta con el
soporte de un robot para acercar objetos al usuario o realizar operaciones como archivar
documentos, pasar hojas de un libro o cargar un disquete en el computador. El robot
se desplaza sobre unas guı́as verticales y horizontales para alcanzar todos los puntos de
interés. Estos movimientos, se programan en la puesta en marcha de la estación y pue-
den ser ejecutados rápida y fácilmente presionando un botón o seleccionándolos desde un
menú en pantalla. Este proyecto tuvo su continuación con el sistema RAID 2. En la Vete-
rans Administration Medical Center, juno con la Universidad de Stanford se construyó el
sistema DEVAR [Van der Loos et al. 89], cuyo primer prototipo data ya de 1986. Suelen
ser sistemas muy voluminosos y poco adaptables a cambios. Su coste tı́picamente supera
los 64.000 euros. Este elevado coste es difı́cilmente justificable frente a los beneficios que
aportan y han provocado su nula implantación en el mercado. Otros desarrollos más re-
cientes son, la cocina automatizada CAPDI, [Casals et al. 99], y el manipulador flexible
TOU, [Casals et al. 93] ambos desarrollados en la Universidad Politécnica de Cataluña.
dar de comer al usuario, [Topping 93]. Estos robots de propósito especial de bajo coste
ofrecen solución a un limitado rango de actividades cotidianas con elevado grado de
estructuración como pueden ser comer y beber, maquillar y afeitar. Aunque este tipo
de robot ha realizado alguna incursión en el mercado doméstico y asistencial, es precisa
todavı́a la figura del asistente en la preparación de las tareas, como llenar de comida la
bandeja del HANDY. Otros desarrollos también comerciales son el POWER FEEDER
(US), el NEATER EATER (UK), [Neater], y MYSPOON (Japón), [Secom Co., Ltd.]. El
objetivo en este caso, no es evitar la necesidad de disponer de una persona que asista
al discapacitado, sino que una vez servida la comida y bebida, el usuario pueda comer
y beber a su ritmo, autónomamente. Esta solución permite, por una parte satisfacer al
usuario al poder comer por sı́ solo, y por otra evitar la fatiga que supone la asistencia
continuada, que requiere una fuerte compenetración entre asistente y discapacitado, y
que puede crear tensiones entre ellos.
En Korea, se han desarrollado los robot KARES I Y II, [Chang et al. 2002] en el
Rehabilitation Engineering Service del Korea Advanced Institute of Science and Techno-
logy, KAIST, que son manipuladores montados sobre silla de ruedas el primero, y sobre
palataforma móvil el segundo, ver figuras 2.8 c) y 2.9 b). Las tareas básicas que es ca-
paz de realizar el prototipo KARES II son servir comidas, bebidas, recoger objetos del
suelo, afeitar, encender y apagar interruptores, abrir y cerrar puertas, abrir cajones y
algunas más. Mediante guiado por visión artificial el brazo robótico puede ser operado
autónomamente mediante la realimentación visual de una cámara binocular en su cabeza
permitiendo además la lectura de las intenciones del usuario. Es más, es posible utilizar
Los sistemas que disponen de una base móvil, presentan un espacio de trabajo am-
pliado, y la capacidad de operar alejados del usuario cuando ası́ lo necesite. Un proyecto
relevante en esta dirección es MOVAID [Guglielmelli et al. 94], proyecto Proyecto Euro-
peo TIDE dirigido por el “ARTS Lab della Scuola Superiore Santa’Anna” (1994-1997).
Consta de estaciones fijas en puntos de la casa y un robot móvil, que se muestra en la
figura 2.9 a), capaz de navegar evitando obstáculos y manipular objetos mediante un bra-
zo robot. Emplea comandos de alto nivel para control de la base móvil. Proyectado para
realizar tareas asistenciales del hogar, como calentar la comida en el microondas y servir-
la en la cama, limpiar la cocina, quitar sábanas, etc. Emplea un sistema de navegación
autónoma basado en odometrı́a, ultrasonido y láser.
La silla de ruedas es una de las ayudas técnicas más comunes al llegar a un gran
número de personas con paraplejı́a y otros problemas de movilidad. La robótica permite
dotar a la silla de ruedas eléctrica tradicional funcionalidades adicionales, como asistir
en la navegación evitando obstáculos y facilitar su conducción. Incluyen sensores para
asistir a la navegación, que puede llegar a ser totalmente autónoma e interfases de usuario
adaptados. Son muchos los desarrollos en el area de silla de ruedas inteligentes o smart
wheelchairs. Algunos ejemplos son, en Norteamérica, la NAVCHAIR de la Universidad
de Michigan, [Simpson 98], la WHEELESLEY del MIT, [Yanco 98], y en Japón, la TAO
de la empresa Applied Artificial Intelligence, Inc. [Gomi 98]. En Europa, destacan los
proyectos, SIAMO en España, [Bergasa et al. 99], el griego SENARIO [Katevas et al. 97],
la silla ROBCHAIR en Portugal, [Pires et al. 98], y los grupos de investigacion alemanes
OMNI en la Fernuniversität Hagen, [Hoyer et al. 99] e INRO de la University of Applied
Sciences Ravensburg-Weingarten, [Schilling et al. 98]. Se han de mencionar también los
prototipos: FRIEND [Borgerding et al] que monta un brazo manipulador MANUS, que se
muestra en la figura 2.10 a) y EASY [Buttelmann] and Rolland [Röfer, et al. 98], estos dos
últimos de la Universidad de Bremen. Destaca la Independence 4000 IBOT Transporter,
de Independence Technologies, una filial de Johnson&Johnson [IBOT 4000]. Es capaz
de mantener al usuario en posición supina tal y como se aprecia en la figura 2.10 b),
utilizando un sistema de control basado en acelerómetros. Está disponible en el mercado
por unos 24.000 euros, desde hace 2 años, y ha sido aprobada por la FDA americana este
año.
Este proyecto hace hincapié en la interacción, de forma que el robot pueda realizar
cierto intercambio social, como mantener una conversación básica con la persona. En los
últimos tiempos, se están investigando nuevas y novedosas formas de comunicarse con
un robot, cuyo objetivo puede resumirse en diseñar un robot que parezca “socialmente
inteligente” [Pollack et al. 02]. Se pretende crear un agente social artificial que transmita
los mecanismos a través de los cuales las personas se comunican en su vida diaria (sensa-
ciones, rasgos, expresiones, etc.). Para ello, se estudian los objetivos que deben cumplir
este tipo de aplicaciones: percepción (interpretación de actividades y comportamientos),
interacción natural (la comunicación debe ser natural y creı́ble), comportamiento social
(el robot debe proporcionar realimentación sobre su estado, permitir a las personas inter-
actuar con él de una manera sencilla y transmitir emociones a través de su expresividad
facial, gestual o de vocalización) [Fong et al. 03].
Se conciben diversas funciones para este prototipo, como son la realización de las
tareas propias del hogar,(limpieza y recogida de objetos), ayuda a la movilidad (andador),
el lenguaje corporal. Uno de los juguetes robot más intrigantes es la muñeca CINDY
SMART de Toy Quest, a la que se le atribuye ser el primer juguete con el sentido de la
vista. Toy Quest afirma que Cindy puede identificar letras, números, formas y colores a
través de una cámara, y que es capaz de leer unas 650 palabras.
Otros ejemplos son el FURBY [Furby 98], MS Barney, NECORO de Omron, RS-
01 ROBODOG de Roboscience, IFBOT de Business Design Co, PAPERO de NEC
[Papero 02], que se muestra en la figura 2.14 (a). Todos ellos son calificados como ju-
guetes robóticos, puesto que no son dispositivos mecánicos complejos, o son blandos
como peluches, y son inútiles, en el sentido de que no realizan tareas en la casa. Pero se
mueven, “sienten” de alguna forma, en cuanto que son capaces de responder expresando
“emociones” ante determinados estı́mulos. Son dispositivos diseñados para establecer una
relación con su dueño. Interactúan, enseñan y entretienen, sobre todo a los niños.
En varios paı́ses europeos se han desarrollado este tipo de casas, para probar distintas
estrategias en la atención de ancianos y discapacitados. Se deben mencionar los siste-
mas AID (Assisted Interactive Dwelling) [Bonner, 98], SMART HOUSE, desarrollado en
el Social Housing SPRU, University of Sussex, UK, HS-ADEPT [Hammond et al. 96],
HERMES, el proyecto alemán SMART HOME en Brandenburg Technical University, la
GLOUCESTER SMART HOUSE en UK , orientado a las necesidades especiales de gente
con demencia , o el proyecto SMARTBO [Elger et al. 98], etc.
Otro proyecto de casa adaptada es el LARES [Bien et al. 2002], compuesto por tres
dispositivos especializados, un sistema robótico de asistencia en una cama automatiza-
da, un sistema de visión con un sistema de reconocimiento de gestos y un sistema de
comunicación en red, en la figura 2.15 se muestra el sistema.
Pese a los avances presentados por todos estos trabajos, todavı́a no se han resuelto
importantes cuestiones relativas a la usabilidad de las ayudas técnicas desarrolladas. Éste
es un aspecto muy importante y en asistentes robóticos todavı́a más, dado su elevado
coste. Es preciso plantear diseños utilizables por todos, no sólo personas discapacitadas,
para reducir costes y mejorar la integración. En este sentido, cobran especial importancia
el desarrollo de interfases que permitan una interacción con el sistema asistencial de forma
cómoda y sencilla.
En el contexto de los robots asistenciales, es preciso realizar una aclaración con res-
pecto al concepto de interacción hombre-robot. Se entiende interacción hombre-máquina
al conjunto de técnicas y teorı́as relativas al dialogo entre la persona y el ordenador.
Es decir, se habla de interacción cuando existen acciones recı́procas entre las partes.
En concreto, al considerar la interacción hombre-robot, se establece un relación entre
el usuario y el asistente, el usuario ordena acciones y el robot las ejecuta, e informa al
usuario de los resultados, de su estado o de que está de nuevo preparado para la siguiente
tarea. Algunos autores, aportan definiciones más amplias para el término interacción.
Según Bartneck, [Bartneck 04], la interactividad en robots de servicios personal, donde
se pueden encontrar los robots asistenciales más avanzados, implica tener el potencial
para exhibir comportamientos causales. Es decir, responder reaccionando a la acción del
usuario. Se establece un dialogo entre el usuario y el robot, de la misma forma que se
maneja un ordenador. La interacción entre el usuario y el robot será más rica y compleja
cuantos más canales de comunicación se implementen. Es decir, el usuario puede intro-
ducir las ordenes mediante una botonera o un teclado, y recibir respuestas mediante la
ejecución de la tarea por parte del robot, un mensaje de texto en la pantalla, etc. Las
capacidades de interacción social son cada vez mayores gracias al desarrollo de interfases
avanzados, que utilizan reconocimiento y sı́ntesis de voz, técnicas de visión artificial para
reconocimiento gestual e identificación del usuario, dispositivos hápticos, etc.
considerar social un robot personal, [Forlizzi et al. 04]. La importancia de estos robots
reside en que están siendo empleados como interfases entre el usuario y los sistemas de
inteligencia ambiental o casas inteligentes [Aarts et al. 01].
1. Las dificultades de las personas con problemas fı́sicos suelen reflejarse en falta de
coordinación, debilidad, dificultad para alcanzar las cosa o imposibilidad de mo-
ver alguna extremidad. Estos usuarios suelen utilizar dispositivos especı́ficos para
manejar su ordenador. Algunos ejemplos son los ratones controlados con la cabe-
za, los teclados en pantalla, los sistemas de reconocimiento de voz y los punteros
alternativos, como licornios, punteros de manos, etc.
2. Las personas con problemas de visión suelen utilizar programas denominados “lec-
tores de pantalla”, para interaccionar con el ordenador. Éstos proporcionan una
descripción hablada o en Braille de las ventanas, menús, textos y cualquier otra
información que pueda aparecer en pantalla. Otros usuarios utilizan métodos pa-
ra aumentar las caracterı́sticas generales de visibilidad como son: uso de monitores
grandes, tamaños de letra grandes, alto contraste, y la ampliación software de zonas
de la pantalla.
3. Las personas con dificultades auditivas tienen problemas con determinados rangos
de frecuencia, lo que les impide percibir y distinguir algunos sonidos. Normalmente
utilizan una opción, que ya proveen algunos sistemas operativos, para refuerzo visual
ante sonidos de alarma o aviso.
u otras alternativas. Gracias al desarrollo de los interfaces gráficos, han aumentado los
proyectos encaminados a que el usuario pueda activar diversos comandos desde un PC,
controlando ası́ el funcionamiento del robot. Ejemplos son los sistemas de escritorio, RAID
y DEVAR, presentados anteriormente.
Existen interfases de control tan sencillos como un simple interruptor asociado a un
sistema de luces que se van iluminando secuencialmente, de forma que cuando se pulsa,
la opción iluminada genera el comando de control deseado. Este sistema se emplea para
personas con graves deficiencias motoras. Este es el fundamento del interfaz del robot
HANDY 1 [Topping 97]. Este sencillo sistema puede ser utilizado para gobernar todos
los sistemas domóticos de la casa inteligente “Smart Home”, [Han et al. 00].
Entre los sistemas que utilizan sensores acoplados al usuario para controlar el robot
cabe citar el proyecto Erica, Eyegaze Response Interface Computer Aid System, que me-
diante técnicas de videooculografı́a, maneja aplicaciones de control basadas en interfaces
gráficos, [Erica 00]. Otro de estos desarrollos es el proyecto Pulsar, [Pulsar 99], que ha
desarrollado diversas técnicas para detectar los movimientos faciales mediante la capta-
ción de electromiogramas (EMG), utilizando fotodiodos o mediante sensores de contacto,
para detectar los movimientos de los músculos de la cara. Este tipo de interfaz también
esta siendo evaluado, junto a otros en el desarrollo del robot KARES II, [Han et al. 02],
que han desarrollado un sistema propio de reconcimiento gestual.
Esta lı́nea de trabajo es seguida también por el Ocular Mioelectric Signal Controller,
[Keetch 98], desarrollado en la Universidad de New Brunswick en Canadá, que codifica
los parpadeos detectados mediante EMG, y de esta forma, se desplaza un cursor sobre
una pantalla en función de las acciones realizadas mediante parpadeos de ambos ojos.
Otro de los robots asistenciales que están siendo desarrollados actualmente dentro
del proyecto Morpha, [MORPHA 01], es el CORA. COoperative Robot Asistant, asistente
antropomórfico para tareas de ensamblado automático, [Theis et al. 02]. Este utiliza un
sistema de detección de la dirección de la mirada del usuario.
Otros trabajos, lo que utilizan es la monitorización de la actividad cerebral del pa-
ciente, para discernir comandos de control para el robot, utilizando interfases cerebrales,
BCI o Brain Computer Interfases, [Schalk at al, 04].
También es posible incorporar sensores al propio robot, para ser utilizados como inter-
faz. En esta lı́nea destaca el robot MOBMAN, desarrollado dentro del proyecto Morpha
[MORPHA 01], consiste en una base móvil dotada de manipulador, con 13 GDL en total.
Incorpora en toda su carcasa una especie de “piel artificial” dotada de sensores de fuerza.
Los sensores de fuerza se utilizan para medir las fuerzas que realiza el usuario cuando
coloca el brazo en la posiciones deseadas. De esta forma aprende a realizar tareas, eje-
cutando una “programación por guiado” mediante interacción táctil, [Wichert et al. 01 ].
Esta sensorización táctil permite además, el guiado por parte del usuario cuando el robot
se encuentra en una situación ambigua, de la cual no puede salir por sı́ mismo.
El desarrollo de interfases para personas con graves deficiencias está estrechamente
relacionado con disciplinas tales como la bioingenierı́a, y la fisioterapia. Un ejemplo, es
el desarrollo de un interfaz intra-bucal por parte del CORE, Center of Rehabilitation
Technologies del King College University 4 , de Londres. Este dispositivo, manejado con
la lengua por el usuario permite el control remoto de dispositivos domóticos y de co-
municaciones. Este dispositivo consiste en unas bobinas sintonizadas y un interruptor
incrustado en un puente que sitúan en el paladar duro del paciente. En las cercanı́as de
la mandı́bula inferior, se sitúa otra bobina sintonizada con la anterior de forma que al
4
http://www.kcl.ac.uk/core
actuar con la lengua el interruptor, se induce una pérdida de energı́a en la bobina externa.
De esta forma, no existen cables en el interior de la boca y tampoco se requiere alojar
en ella ninguna baterı́a. Además, los componentes utilizados son baratos, y cumplen la
normativa de emision de ruido electromagnético. Este dispositivo es una alternativa para
los pacientes con parálisis total y que no tienen suficiente movilidad en la cabeza o en el
cuello.
Una revisión muy completa de las distintas técnicas utilizadas para la interacción
hombre-maquina puede encontrarse en la bibliografı́a, [Craig et al. 04]. Sin embargo, en
la tabla 2.1 se ha elaborado una clasificación de los tipos de interfases aplicables a cada
usuario en función de la deficiencia motriz que presenta. Están ordenados de mayor a
menor capacidades residuales, desde los que presentan movilidad al menos una extremidad
superior con destreza estandar, ı́dem con destreza disminuida, poseen movilidad en la
cabeza, y por último para personas con ceguera relativa o total pero con audición.
Tabla 2.1: Tabla de clasificación del tipo de interfaz adecuado según el tipo de discapa-
cidad.
diseñador de RA 5 no tanto. Este se interesa por las capacidades residuales del usuario y
no tanto por la lesión en sı́.
Los aspectos relacionados con fiabilidad y seguridad del sistema son particularmen-
te importantes en aquellas aplicaciones donde está en juego la integridad fı́sica del
usuario, sobre todo cuando éste tiene reducidas sus capacidades fı́sicas y/o psı́quicas.
Hay que tener presente que la total precisión y seguridad del sistema es imposible,
[Harwin & Rahman, 92], [Van Der Loos et al. 92], por lo que es necesario conocer la máxi-
ma relación aceptable de coste/riesgo de acuerdo con el beneficio esperado. Esto conduce
a que en el diseño de este tipo de sistemas se deben incluir mecanismos para que el usuario
no pierda el control del sistema, incluso en el caso de fallo de alguno de los sistemas.
Nivel 1: El robot no tiene la suficiente fuerza para causar daño alguno a las personas.
F
α= (con α > 0) (2.1)
Fc
Con este parámetro, estimado por métodos médico forenses, y considerando cada uno
de los factores que influyen en la evaluación del riesgo, obtienen un coeficiente de riesgo
global:
Yn
αall = αi (2.2)
i=1
3. Fiabilidad en el diseño.
Desde la propia concepción cinemática: desde las dimensiones y el rango de cada es-
labón a la elección de los GDL pudiendo limitarse al número imprescindible para la
ejecución de las tareas, o bien, admitir redundancia permitiendo ası́ evitar obstácu-
los. Para la resolución de la cinemática inverisa y directa, se ha de procurar evitar
los métodos de resolución numérica o por aproximación polinomial y usar preferen-
temente los analı́ticos. Se han de rechazar, en lo posible, realizar trayectorias en la
que se atraviesen puntos singulares.
Empleo de frenos de seguridad, que evitan el desplome del robot en caso de pérdida
de alimentación. Existen distintas alternativas al empleo de frenos: compensación
de gravedad mediante contrapesos pasivos, o utilizando transmisiones mecánicas
totalmente irreversibles, si bien esta última no es intrinsicamente segura.
La identificación del usuario, por ejemplo con técnicas de RF-ID o huella dáctilar,
permite personalizar el comportamiento.
En el software también son aplicables mecanismos del tipo “bit de hombre muerto”,
(Dead Man switch). Se utiliza un pulsador (de mano, soplador, cuello, etc), que habilita
el movimiento del robot, de forma que si se suelta provoca la immediata parada del robot,
que frena todos sus ejes. También es recomendable, implemetar watchdogs, o temporiza-
dores de “perro guardián” para detectar y poder actuar si el software de control deja de
responder durante determinado tiempo.
El empleo de arquitecturas de control distribuidas a bordo del robot, permite aprove-
char de forma más eficiente los mecanismos intrı́nsicos de seguridad, que implementan los
propios controladores de cada eje, como son el establecimiento de lı́mites software, para
limitar el espacio de trabajo, la habilitación de movimiento, (señal presente en muchos
amplificadores), se dede conectar para que actue sobre ella la cadena de seguidades. En
muchos controladores es posible realizar una monitorización del error de seguimiento,
parar el eje y generar una interrupción al proceso de control.
Los esfuerzos han de dirigirse a encontrar el punto de equilibrio óptimo entre un com-
portamiento seguro y un desempeño adecuado. Es decir, ciertas estratégias de seguridad
implican una disminución de prestaciones para el robot. Por ejemplo, limitar la veloci-
dad, supone un agravio en la ejecución de cualquier tarea al aumentarse el tiempo que
tarda en completarla. Para llegar a soluciones que supongan un equilibrio óptimo entre
ambos factores, algunos autores proponen actuadores basados en transmisiones de rigidez
variable (VST ), [Bicchi et al. 03], pero la mejor solución dependerá, obviamente, de cada
caso a considerar.