Vidas Construidas
Vidas Construidas
Vidas Construidas
VIDAS CONSTRUIDAS
RESUMEN
Frank fue un arquitecto que conocía sus capacidades y las exageraba en cierta
manera, su gran intelecto lo llevo a tener grandes posibilidades en la vida, así como
conflictos.
Su gran egocentrismo venia inculcado desde su nacimiento por su madre la cual
estaba convencida de que su hijo haría llegaría a ser un hombre de grandes
cambios. Su madre sufría de un trastorno psicológico, más de una vez amenazo a
sus hijastras con cortarles la cabeza, enloquecida por la ausencia de su marido. En
sus momentos de lucidez suplicaba que la encerrasen en un sanatorio.
Wright era una persona con un gusto extravagante del vestir y un largo cabello, el
cual le había aconsejado su madre mantener, “un regalo de la vida” le decía.
A pesar de nunca llegar a graduarse de la escuela elemental, siempre se avergonzó
de ser autodidacta, por eso se llegó a auto titular en unos estudios que nunca
realizo, pero si llego a aprender por su cuenta. La mejor escuela que encontró fue
la de la vida y las experiencias que la misma le ofrecía.
En 1887 se traslada aun siendo muy joven a la ciudad de Chicago la cual había sido
devastada por un gran incendio, ahí observo por primera vez un tranvía, supo lo que
era la luz eléctrica y asistió por primera vez a una representación de ballet. Siempre
se mantuvo con lujos que no podía pagar, asumiendo que algún día podría sustentar
cada capricho.
Por algún tiempo deambulo por las calles, hasta que en la oficina de J.L Silsbee
(arquitecto que construyo la iglesia de su tío) se ofreció para dibujante, Silsbee
impresionado le ofreció trabajo. Después de dibujar capillas por un tiempo, Wrightse
sintió menospreciado y amenazo con irse, pero Silsbee lo retuvo con un aumento
de sueldo. A pesar de esto, cuando se anunció una vacante en la oficina de Adler y
Sullivan, Wright abandono su trabajo decidido a trabajar con Sullivan. Wright
adquiere el trabajo de dibujante en el despacho de Sullivan y apoco tiempo se
vuelve muy amigo suyo.
Wright y Sullivan llegaron a tener una amistad casi fraternal, pero esta se
desmorono cuando Sullivan se sintió traicionado por Wright ya que el mismo
empezaba a hacer trabajos independientes con los clientes del despacho.
W.H. Winslow le encargo a Wright la primera de sus praire houses, esta casa hacía
de las escaleras y la chimenea el corazón de la morada, del paisaje el eco de la
construcción y de la horizontalidad de circulación y espacios, el bienestar del hogar.
Wright proyectaba con ideas muy abiertas: consideraba necesario dibujar tantos
estilos arquitectónicos como tipos de gente existían, con ello el lenguaje para
proyectar del arquitecto empezó a crecer ampliamente siempre respetando sus
propios criterios. Escuchaba los criterios de todos los que le rodeaban para poder
decidir el solo.
En 1983 en la Exposición Universal de Chicago Wright conocería el pabellón
japonés el cual le sería de gran influencia en sus proyectos posteriores.
Los proyectos le llovían a Wright en sumas cantidades, sus casas de la pradera
llegaron a ser muy valoradas por ser revolucionarias en sus manejos de espacios y
luz, su vida personal no era de lo mejor, siempre con deudas y su esposa
soportando los daños de su derroche de dinero y de la suegra delirante. En cada
uno de sus proyectos Wright buscaba el enseñar el cómo se debía habitar y se auto
nombraba como el mejor arquitecto del mundo, su mayor de todas sus
construcciones fue su propio hogar el cual era una casa naciendo de la montaña,
un universo en miniatura. A Talesin llegaban jóvenes arquitectos para conocer el
lenguaje de Wright. Aunque la misma llego a sufrir incendios en repetidas
ocasiones, Wright siempre la volvió a construir.
En uno de sus proyectos se utilizó un novedoso material, los bloques de cemento,
con los cuales llegaría a formar un sistema de construcción muy barato. Las
decoraciones geométricas mayas con las que había experimentado llegaron a ser
una ornamentación fácil de producir y apropiada para las nuevas viviendas.
La casa de la cascada es uno de sus proyectos más importantes en el cual puede
expresar por completo su lenguaje arquitectónico horizontal y orgánico.
Wright murió con su gran egocentrismo y siendo casi mantenido por la fundación
Wright, muere siempre con la idea de que él es el personaje de la arquitectura que
influenciaría a todas las siguientes generaciones. El mejor arquitecto del universo
aseguro su omnipresencia hasta su muerte.
Adolf Loos
Adolf Franz Karl Viktor María Loos nació en Brno, ciudad que es un claro ejemplo
de los cambios del viento de la época que le tocó vivir. La ciencia y el pensamiento
del antiguo Occidente vieron como sus sólidos valores tradicionales se desvanecían
por el auge del positivismo lógico del Círculo de Viena y de las teorías anti
metafísicas de los llamados filósofos de sospecha. Adolf fue el tercer hijo de un
escultor, su infancia seria marcada por un ambiente de albañiles, pica piedras,
doradores, escultores y pintores de brocha gorda, lo cual llegaría a influir en su
negación hacia el ornamento. Dos acontecimientos caerían a afectarle de
sobremanera: la muerte de su padre cuando tenía poco más de ocho años y la
aparición de los primeros síntomas de una sordera que crecería con el tiempo.
En Monrovia, se capacitaría con los estudios de mecánica y arquitectura. No llega
a estudiar arquitectura en Viena a pesar de estar residiendo ahí y vivir de los fondos
de su tutor, al contrario, se la pasaba en las tertulias del café y asistiendo a
representaciones de teatro.
Al poco tiempo viaja a Estados Unidos para conocer la Exposición Universal de 1893
en Chicago, donde se sorprende de la rapidez constructiva después del incendio de
la misma ciudad, el carácter clásico de Sullivan y sobre todo de la arquitectura
japonesa, que contempla por primera vez. Por una temporada se instala en
Filadelfia y Nueva York, donde llega trabajar. Loos vuelve a Viena con un
pensamiento de renovación y una visión arquitectónica aprendida en Chicago. En
su mismo viaje nacería un gran gusto por la escritura, el cual le sigue por toda su
vida.
Tenía una gran fascinación por el buen vestir, no por nada llegaría a gastar grandes
cantidades de dinero en las mejores sastrerías, muchos de sus amigos lo
reconocían como un hombre impecablemente vestido, incluso en sus peores crisis,
se vestía con la mejor chaqueta.
En Viena comienza a trabajar como ayudante del catedrático de arquitectura de la
antigüedad Carl Mayreder. Al mismo tiempo continuaba asistiendo a las tertulias de
café, donde conocería a Karl Kraus, estudiante de filosofía y al escritor Peter
Altenberg, acababa de nacer un triángulo de amistad que duro de por vida.
Para Loos la modernidad no está en la forma sino en el nuevo espíritu, y este espíritu
surge de una síntesis de la utilidad, simplicidad, verdad e individualidad frente al
gusto en boga por lo representativo, el ornamento y la imitación.
En 1897 empieza a escribir en la prensa vienesa sobre exposiciones de muebles y
realiza su primer trabajo de diseño: el interior de los locales de la firma Ebenstein.
Loos vivió una vida de excesos con las mujeres, mantuvo múltiples relaciones
afectivas y una inestabilidad con las mismas, hasta sufrió de un acusamiento por
pedofilia.
Siempre le fue fiel a los trabajos de sus amigos, les apoyo hasta en los momentos
en los cuales el sufría una decadencia económica.
Sus dos mejores trabajos que hablan sobre su lenguaje arquitectónico y su modo
de pensar sobre la habitabilidad son: El Raumplan, el cual habla sobre las jerarquías
de los espacios mediante el uso de distintas aéreas y alturas en las habitaciones. Y
el Ornamento y delito, escrito en el cual plantea su repudio por el uso de ornamento
en las fachadas y decoración en los interiores de las construcciones, este repudio
lo vuelve entendible y justificable a la hora de plantear los costos, la manofactura y
la falta de utilidad.
Sus argumentos encontrarían forma física en 1910 cuando proyecta
simultáneamente la villa Steiner de Viena y los almacenes Goldmann y Salatsch. En
la Villa Steiner diseña una fachada hacia el Jardín de serena Geometría y otra sobre
la calle con cubierta semicilíndrica de cobre.
Loos participa en diversos proyectos de ciudades jardín y es invitado a Paris por el
Salón de otoño, donde conoce a Le Corbusier. En Francia llega a construir la casa
Rufer que sería un brincolin para sus dos proyectos culminantes la villa Moller y
Muller, construidas en 1930 en Viena y Praga.
Sus últimos días de vida los paso en viajes y hospitales, hasta que en la tarde del
23 de agosto de 1933 muere por una crisis cardiaca, Karl Kraus elogiaría su funeral
con la frase “Adolf Loos, que lucho contra el mundo para construirlo”.
Theo van Doesburg fue registrado con el nombre de C.E.M. Kupper e 30 de agosto
de 1883. Cambio su nombre al saber que su verdadero padre había abandonado a
su madre cuando esta estaba apenas en cinta.
Theo cambiaba de ciudad con la misma rapidez que de género artístico, de esposa
de amigos o de ideas. Paso a apoyar varias vanguardias, neoplasticismo, elementar
ismo, coneretismo.
Llego a construir poco, pero a influencia mucho en lo que construían sus
contemporáneos, sin abandonar nunca la pintura, la poesía y la filosofía. Theo tenía
muchas pasiones y una sola profesión: oponerse, oponerse a todo y a todos.
Theo van Doesburg sabía que la mejor manera de estar en contra de todos era estar
en contra de uno mismo, así que lo primero que hizo cuanto tuvo uso de razón fue
elegir su propio nombre y multiplicarse en personajes y pseudónimos.
Ingreso con el consentimiento de su familia a una escuela de actores, Cuando se
cansó del teatro y anuncio su decisión de hacerse pintor, tuvo que enfrentarse a la
desaprobación de la familia. El mismo día que cumplía dieciocho años abandono su
casa.
El joven Theo tendría que conformarse sobreviviendo haciendo copias, enseñando
a pintar a ociosos y escribiendo para revistas. El arte de van Doesburg era una
pintura realista de luz oscura fruto de los días en el museo y de su amor por
Rembrandt.
Con treinta años, descubre algo que le cambiaria la vida, o al menos la forma de
verla, la línea recta. Cuando centra su interés en la línea la persigue hasta los
mismos griegos, es el aspecto de pureza y simplicidad más exacto que existe.
La recta significa el futuro del arte y de la arquitectura como forma que todos pueden
entender, es el camino más corto entre dos puntos y la vía más rápida al
internacionalismo.
Al poco rato conoce un gran artista el cual hacía de la línea recta una obra de arte
y una arquitectura en sí misma, una cuestión de espíritu. Aquel artista se llamaba
Piet Mondrian y el crítico no tardaría en hablarle de su idea sobre una nueva revista.
Con Mondrian al margen, Theo siguió moviendo su idea y moviéndose el mismo.
En el mes de octubre de 1917 aparecería el primer número de la revista que llevaba
tanto tiempo persiguiendo, la cual llamo De Stijl, el estilo.
Con la revista publicándose, Theo van Doesburg profundizo en su visión del arte a
través de las matemáticas y, sobre todo, de la arquitectura. En 1918 forma parte del
grupo de Rietveld cuya arquitectura de dinamismo entre masa y volumen estará en
los fundamentos de la cuarta dimensión neoplastica.
Pronto se vuelve catedrático de la Bauhaus donde al poco rato se convertiría en
director, con este gran cambio vendrían unos otros.
En 1922 el giro de Van Doesburg hacia la arquitectura es total. Durante su estancia
en Weimar Van Doesburg desarrolla unas maquetas en las que, fiel a sus ideas,
combina diferentes masas cubicas, lo que le aleja de la tendencia dominante de
incluir todas las funciones en un solo cubo.
Mondrian abandona el grupo De Stijl a no concordar con la teoría del fundador su
vieja obsesión por las cuatro dimensiones, además de que no perseguían la misma
idea de la pintura.
En 1926 Van Doesburg recibe un encargo para rediseñar en Estrasburgo el interior
del restaurante Aubette, un monumento del siglo XVIII en el que trabajo dos años
en colaboración con el escultor Hans Arp, aquella fue una de las mayores ocasiones
que tuvo de poner en práctica su ideario sobre la línea y el color en arquitectura.
En el año de 1927 empezó a construir la casa que construiría íntegramente: su
propia vivienda y estudio en Meudon, en la que la última ironía del destino y el
terreno le obligarían a utilizar un solo rectángulo como base. Fiel a sí mismo utilizo
además paneles móviles para ampliar o reducir el espacio interior y diseñó gran
parte del mobiliario.
Un grave ataque de asma le llevo a Suiza para tratar de recuperarse en febrero de
1931. El 7 de marzo moriría de un ataque al corazón después de pasar sus últimos
días pintando.
Es autor de una de sus frases afortunados que resumen todo un espíritu pero que,
como cualquier resumen, no pueden evitar balancearse entre la economía y la
reducción, entre la sencillez y la simplicidad.
La frase, less is more -menos, es más-, ha hecho que algunos tratasen de interpretar
la obra de Mies desde la sinuosidad sibilana de las eses, mientras unos recolocaban
a modo de divisa bajo la peana del héroe.
De su padre cantero, el conocimiento de los materiales, y de su madre, contra la
costumbre, el apellido.
Ambidiestro y especialmente dotado por el dibujo, desarrollo enseguida una gran
visión para los detalles. "Dios está en los detalles." Cuando su empresa recibe un
encargo para construir en Berlín, el joven conoce a otros arquitectos que le
animaran a trasladarse a la capital.
Bruno Paul, un personaje decisivo para su etapa de maduración en las formas y las
técnicas nuevas, las que llegará relativamente tarde, pero con la firmeza
inquebrantable de los conversos. Paul proponía una renovación del artesanado para
estar a la altura de la "deshumanizadora" industria. El joven Ludwig comienza así a
completar una formación en Aquisgran, que queda ya tan lejos de Berlin como de
sus ideas. De sus primeros proyectos creara una casa tradicional con ecos del siglo
XVIII, un proyecto para el filósofo Alois Riehl en Potdam.
En 1908, Mies entra en contacto con otro hombre crucial en su vida: Peter Behrens.
Este, que había tenido una evolución similar a la del Paul, despertara en el joven
arquitecto una pasión por la obra de Karl Friedrich Schinkel- el primer arquitecto del
siglo XIX en Alemania- que ya nunca le abandonara.
Walter Gropius llegaría al despacho con tan solo 25 años. De los proyectos
industriales de la oficina se encargaría Gropius, mientras Mies lo hacía de los más
tradicionales.
Gropius no dudo en recomendarán a Mies en varias ocasiones para trabajos que se
le habían encargado, y éste no escatimara elogios a aquel en los homenajes que
jalonaron el final de su vida.
Mies tenía una confesada admiración por lo torrencial claridad de la arquitectura de
Frank Lloyd Wright, Mies comienza a elaborar una poética en la que la arquitectura,
como quería Berlage, deriva de principios de ley y orden de los que todo está
gobernado por una red de relaciones y circunstancias.
Mies tendrá relaciones afectivas un poco conflictivas en las cuales el esposo
abandonará a su mujer en repetidas ocasiones. El Arquitecto tuvo grandes
amistades con distintos motivadores de las vanguardias, esto fue importante para
su propio desarrollo de ideologías arquitectónicas, la creación de su propio lenguaje
constructivo.
En 1923 lanza, junto a cuatro de sus amigos, la revista G de Gestaltung, formación,
organización creativa. El manifiesto no se puede resumir en mejores palabras que:
“La pretensión básica de G es la economía. Pura relación de poder y material. Orden
fundamental. Regularidad.”
En 1929 realiza el pabellón Barcelona, donde el espacio se vuelve más espiritual y
estético que funcional, este es para mucho el proyecto más importante de Mies.
En 1930 fue elegido director de la Bauhaus. Este cambio en la escuela no le gusto
a los alumnos, que se quejaban de su visión estetizante, en contraste con la idea
del funcionalismo predefinida. Un año después la escuela es cerrada por la nación
nazi, que trataba de impregnar su propio plan de enseñanza.
Mies decide abandonar Alemani y se trazlada a Chicago, donde construiría grandes
rascacielos y conoce a uno de sus admirados arquitectos Frank Lloyd Wright.
Su espíritu estaba dirigido al uso de materiales de nueva generación, una
arquitectura modernista enfocada en la horizontalidad de las ciudades y la ligereza
de la misma. Mies fue un gran iniciador de la arquitectura moderna, genio entre
genios.
El 19 de agosto de 1969 morirá en Chicago, ciudad que fue su escape de grandes
conflictos que se generaron en su país natal Alemania. Sus colaboradores se
preguntarán a la hora de su muerte si alguien la habría conocido en realidad o
siquiera conocer realmente sus principios.