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Hagamos Un Trato Por El Buen Trato Es Una Campaña Educativa Que Promueve Una Cultura de Paz en La Escuela

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JORNADA EL BUEN TRATO

Hagamos un Trato por el Buen Trato es una campaña educativa que promueve una
cultura de paz en la escuela, la familia y toda la comunidad educativa, desde un
enfoque de derechos fundamentados en la dignidad de la persona
y la justicia social.
Hagamos un Trato por el Buen Trato propicia las relaciones armoniosas, el respeto,
la inclusión, la solidaridad, la igualdad, la equidad.
Es un compromiso hablar de Buen Trato, una campaña que promueve la convivencia
armoniosa de todas las personas propiciando el respeto, la participación y la
confianza, sobre todo con niñas, niños y jóvenes. Buen Trato
es promover, denunciar, acoger, amar, respetar, participar.
Estudiantes, docentes, técnicos y técnicas, padres y madres, personal
administrativo, personal de apoyo, toda la comunidad educativa, se involucra en
esta campaña por el Buen Trato, construyendo relaciones de convivencia y
armonía, que fomentan valores medulares para la formación de la conciencia
crítica2: la compasión, la solidaridad, la indignación, la dignidad, la justicia, la
libertad y la esperanza.
El Buen Trato es posible a través de principios fundamentales3: Reconocimiento de
la dignidad, Empatía, Diálogo y Comunicación Efectiva, Interacción Igualitaria,
Negociación, Justicia Social4.
Interacción igualitaria
Se considera como la relación de doble vía.
La Interacción es la capacidad de encontrarse con las y los demás y responder
adecuadamente a sus sentimientos y preocupaciones. Nos permite, establecer
equipos, colaborar hacia el logro de metas comunes, establecer lazos de afecto y
amistad, y lo que posibilita interpretar las emociones a partir de las expresiones y
gestos de las personas.
Diálogo y comunicación
la Comunicación abarca las formas y el sentido que las personas le dan a la información que
reciben y que quieren expresar a otras y otros.
Las personas manifiestan en ocasiones estilos de Comunicación en los que muestran
arrogancia, grosería, crítica despectiva o desprecio, es decir, dan respuestas agresivas. Otras
personas tratan de complacer a otras y otros. No se valoran y buscan la aprobación de las
otras y lo aprueban aunque no estén de acuerdo. Otras son frías, imperturbables, sin
demostración alguna de sus sentimientos.
Hay personas que se muestran abiertas, con la libertad para decir lo que sienten y lo que
piensan, envían mensajes claros, directos y asertivos, respetando lo que otras piensan pero
haciendo valer sus derechos.
Escuchar no solamente el lenguaje verbal, sino más allá, ver el lenguaje corporal y gestual,
en el cual se encierra mucho de lo que pensamos y sentimos. Ser escuchado y poder
escuchar a las otras y los otros construye la relación y hace parte del sentirse bien tratada
y bien tratado.
En la manera de escuchar se debe notar el interés y el respeto por la otra y el otro. Esto
favorece la verdadera Comunicación, la seguridad, el respeto, la confianza, la comprensión
y la intimidad.
Negociación
Ser capaces de resolver los desacuerdos es fundamental para mantener un clima de Buen
Trato. Es necesario construir la tolerancia y el respeto por las diferencias para poder
conceder a otros y otras las razones en los desacuerdos. Alcanzar un nivel en la solución de
los conflictos y desacuerdos es de gran importancia para el bienestar de la persona, la
familia, el grupo o la empresa.
Muchos tratamos de resolver los conflictos aferrándonos a la rabia y al enfado o al poder
que ellos parecen darnos para controlar la situación. En realidad la rabia encubre los
sentimientos de impotencia, inseguridad o miedo y se usa como sustitución de los
sentimientos del verdadero poder personal.
La rabia crónica impide comprender la realidad del conflicto. En la edad preescolar ya hay
manifestación en algunos niños y niñas de su capacidad para mediar y negociar en los
conflictos. Para negociar los problemas o conflictos, si seguimos las siguientes reglas,
vamos a construir Buen Trato:
1. Ser conscientes de cuáles son los verdaderos problemas que se tienen.
2. Atacar el problema y no a la persona.
3. Escuchar sin interrumpir, escuchar como base de la comunicación efectiva.
4. Estar en comunicación con los propios sentimientos y preocuparse de los sentimientos
de las y los demás.
5. Expresarse de manera clara y sin acusaciones.
6. Mantener el corazón abierto mientras se dicen las verdades sin ofender ni humillar.
7. Ser responsables de lo que hacemos y decimos.
8. Emplear afirmaciones en primera persona, las cuales favorecen la sinceridad mutua.

Justicia Social
Referirnos a la Justicia Social es hablar de derechos, inclusión y equidad.

LOS VALORES FUNDAMENTALES PARA LA CULTURA DE BUEN TRATO


 La compasión-solidaridad
La compasión hace referencia a aquella capacidad de sentir como nuestro el dolor ajeno.
 La indignación-dignidad
La compasión y la solidaridad nos pueden conducir a la indignación cuando reconocemos la
desgracia del otro como fruto del abuso “coyuntural o permanente”.
A la base de la indignación está el reconocimiento de la dignidad del otro, de su esencial
igualdad con los demás, incluidos aquellos que cometen el abuso o permanecen en la
indiferencia. La indignación es, en este sentido, producto
del reconocimiento de que el otro ha sido violado en su dignidad. De que ese otro ha sido o
es mantenido en el silencio o reducido a la impotencia.
 La justicia-libertad
La compasión y la indignación nos permiten pasar a la práctica de la solidaridad para la
construcción de la justicia. Es decir, a la búsqueda de situaciones donde la dignidad de
todos sea respetada; donde el abuso sea eliminado y las relaciones entre los seres
humanos asegure el derecho a la vida de todos y todas.
Sin embargo, cuando la libertad es unida a la justicia, la compasión, la dignidad, etc., ella
puede ser entendida como la capacidad de querer hacer el bien. La libertad en este sentido
no es fundamentalmente hacer lo que yo quiero, sino que, apunta a la posibilidad de
aprender a querer actuar correctamente sin necesidad de coerción exterior. El sujeto libre
no sería tanto, pues, aquel que hace lo que quiere, sino aquel que ha aprendido a hacer el
bien y lo hace. Es por esto que decimos que la causa de la justicia es una educación de la
libertad. Esto así, porque en la causa de la justicia aprendemos a querer el bien para el
otro, a actuar compasivamente y a defender la dignidad. Una libertad así entendida nos
conduce al compromiso con proyectos verdaderamente humanos.
La esperanza
La esperanza es la capacidad humana de pensar y asumir el futuro como diferencia posible
y superior con res-pecto al presente. Es decir, es la posibilidad de entender que lo que hoy
existe no tiene necesariamente que existir, que nosotros podemos transformarlo, que el
futuro no está, por tanto, predeterminado, sino que, depende de nosotros y nosotras, de
nuestra acción y que, por fin, este futuro puede ser novedoso. Esto así, sin dejar de
reconocer que la acción humana, nuestra acción, está siempre condicionada, es decir,
limitada y posibilitada por el contexto en el cual ella se realiza. la esperanza supone que
entendemos el presente, lo actual, lo real, no como algo dado y cerrado, sino, como
posibilidad. Es decir, que la realidad está siempre preñada de posibilidades que nosotros y
nosotras podemos realizar con inteligencia, voluntad, decisión e imaginación.

Buen Trato y espiritualidad


La espiritualidad cristiana es inseparable de la ética. La injusticia hunde sus raíces en un
problema que también es espiritual. Por eso su solución requiere una conversión espiritual
del corazón de cada uno y una conversión cultural de toda la sociedad mundial. Esta
conversión del corazón implica a la persona toda, en su dimensión integral: sus
sentimientos, emociones, valores, pensamientos, opciones y acciones. Junto a la conversión
del corazón es necesaria la conversión cultural, social y política de la sociedad mundial. Se
trata de recuperar la libertad interior, siendo libres de cualquier temor, creencia, juicio o
prejuicio. Y este cambio (o conversión) se fundamenta es aspectos micros, individuales y
espirituales.

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