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APENDICECTOMIA

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APENDICECTOMIA

La apendicetomía es una técnica quirúrgica por medio de la cual se extrae el apéndice,


especialmente en casos de apendicitis aguda. Esta cirugía puede realizarse por medio de técnica
abierta o por técnica laparoscópica, siendo generalmente uno de los primeros procedimientos
que los cirujanos en entrenamiento aprenden a practicar, ya que es relativamente poco
arriesgado y sencillo. Ésta es una de las cirugías que se hacen con mayor frecuencia en diferentes
centros de salud a nivel mundial.

En algunas oportunidades el apéndice cecal debe resecarse por motivos diferentes a la


apendicitis aguda, entre éstos la presencia de tumores que pueden originarse ahí, como el tumor
carcinoide o el adenocarcinoma.

HEMORROIDECTOMIA

La hemorroidectomía es una cirugía que se hace para extirpar las hemorroides. Se le dará
anestesia general o anestesia espinal (raquídea) para que no sienta dolor.

Se hacen incisiones en el tejido que rodea la hemorroide. Se ata la vena hinchada en el interior
de la hemorroide para prevenir el sangrado, y se extrae la hemorroide. Se puede coser la zona
quirúrgica para cerrarla o se la puede dejar abierta. Se cubre la herida con gasa medicada.

La cirugía se puede hacer con un cuchillo (bisturí), una herramienta que utiliza electricidad
(bisturí eléctrico) o un láser.

La operación suele hacerse en un centro quirúrgico. Lo más probable es que usted regrese a casa
el mismo día (modo ambulatorio).

Existe un procedimiento que usa un dispositivo de grapado circular para extraer el tejido
hemorroidal y cerrar la herida. No se realizan incisiones. En este procedimiento, se levanta la
hemorroide y luego se "grapa" de vuelta en su sitio en el canal anal. A esta cirugía se le llama
hemorroidopexia. Es posible que las personas que se hacen cirugía con grapas tengan menos
dolor después de la operación que aquellas personas que se hacen la cirugía tradicional para las
hemorroides. Sin embargo, la cirugía con grapas es más costosa. Y es más probable que las
personas que se hacen cirugía con grapas vuelvan a tener hemorroides y necesiten operarse
otra vez. Nota

La hemorroidectomía guiada por Doppler es un procedimiento que utiliza un endoscopio con


una sonda especial para localizar las arterias hemorroidales de modo que se elimina menos
tejido. Algunos estudios demuestran que es menos dolorosa, pero se necesitan más estudios a
largo plazo para compararla con otros procedimientos.

Cuando se habla de un problema de hemorroides, por lo general solo se hace referencia a los
remedios caseros que se pueden utilizar para aliviar el padecimiento. La realidad es que en casos
de hemorroides más graves, generalmente se recurre a una técnica quirúrgica llamada
hemorroidectomía.
Se trata básicamente, de una cirugía que se lleva a cabo con la intensión de extirpar las
hemorroides y para la cual es necesaria la anestesia general o incluso la anestesia espinal para
que el paciente no experimente dolor.

Recomendación: Quizás podría interesarte este artículo: Remedios caseros para las hemorroides

hemorroidectomía-técnica-quirúrgica-para-las-hemorroides

Este procedimiento quirúrgico solo se realiza en caso de padecer de hemorroides externas o


internas de grado III y IV, dolor extremo, y sangrado recurrente.

Existen dos tipos de intervenciones quirúrgicas para las almorranas:

Hemorroidectomía abierta: es conocida como hemorroidectomía de Milligan-Morgan. Consiste


en extirpar los componentes externos e internos de las almorranas, cerrando el defecto de la
mucosa. La incisión realizada en la piel se deja al aire con el fin de cicatrizar en 5-7 semanas.

Hemorroidectomía cerrada: es conocida también como hemorroidectomía Ferguson, la cual es


similar a la Milligan Morgan, pero en este caso la piel se cierra con el mismo material,
continuadamente a la herida de la mucosa del ano.

Durante una hemorroidectomía, el cirujano realiza incisiones en el tejido alrededor de la


hemorroide, para posteriormente atar la vena inflamada en el interior de la hemorroide de tal
manera que se evite el sangrado y se pueda extirpar la hemorroide con seguridad.

Una vez concluido el procedimiento quirúrgico como tal, se puede optar por coser la zona
afectada para cerrarla completamente o en su caso también se puede dejar abierta, es decir,
cubriendo el área de la herida con una gasa medicada.

FRACTURA

Una fractura es una ruptura, generalmente en un hueso. Si el hueso roto rompe la piel, se
denomina fractura abierta o compuesta.

Las fracturas en general ocurren debido a accidentes automovilísticos, caídas o lesiones


deportivas. Otras causas son la pérdida de masa ósea y la osteoporosis, que causa debilitamiento
de los huesos. El exceso de uso puede provocar fracturas por estrés, que son fisuras muy
pequeñas en los huesos.

Los síntomas de una fractura son

Dolor intenso

Deformidad: La extremidad se ve fuera de lugar

Hinchazón, hematomas o dolor alrededor de la herida

Problemas al mover la extremidad


Debe obtener ayuda médica de inmediato ante una fractura. Tal vez tenga que usar un yeso o
una férula. Algunas veces es necesario usar cirugía para colocarles placas, clavos o tornillos y así
mantener el hueso en su lugar.

¿Qué es una fractura?

Es la ruptura total o parcial de un hueso por diversas causas; lo más común es que se deba a un
accidente, una caída fuerte o una lesión deportiva. La fractura provoca un dolor intenso y
dependiendo de la gravedad puede necesitar cirugía para recomponer el hueso.

Tipos

Existen distintas formas de clasificar las roturas de los huesos. Dependiendo del tipo de daño,
se clasifican de la siguiente manera:

Fractura completa: El hueso se rompe en dos partes.

Fractura en tallo verde: El hueso se rompe pero no se separa en dos partes. Es típica de los niños.

Fractura simple: El hueso se quiebra por una parte.

Fractura conminuta: El hueso se quiebra en más de una parte o se astilla.

Fractura abierta: El hueso sobresale a través de la piel.

Fractura cerrada: Hay rotura pero no sobresale el hueso por la piel.

Fracturas por estrés

Son las que se dan al ejercer presión de forma repetitiva en los huesos. Se pueden distinguir dos
tipos:

Fracturas por debilidad: por haber algún tipo de deficiencia ósea que debilite los huesos, como
la osteoporosis.

Fracturas por fatiga: a causa de una actividad exagerada y repetitiva. Es frecuente en los
deportistas o en aquellas personas que realizan actividades físicas de manera frecuente.

Síntomas

Deformación de la zona.

Hinchazón, hematoma o sangrado en la zona afectada.

Entumecimiento y hormigueo.

Movimiento limitado o incapacitado.

Fiebre: en algún caso que aparece hematoma o sobreinfección.


Qué es una fractura

El sistema esquelético, está compuesto por 206 huesos, los cuales, proporcionan soporte,
permiten el movimiento y protegen los órganos internos del cuerpo.

Cómo se produce una fractura:

En ocasiones, se aplica demasiada presión sobre un hueso y éste se rompe. Caídas, golpes con
un objeto, torcerse o doblarse el hueso son algunas de las causas más normales de fracturas.

Terminología:

Fractura incompleta o fisura: se emplea cuando el hueso sólo está agrietado o parcialmente
fracturado, en ella el hueso no se quiebra completamente. Suele ser el resultado de una lesión
relativamente menor.

Fractura en tallo verde: es una fractura incompleta, que semeja el quiebre de una rama de un
árbol joven. Sólo uno de los lados del hueso se fractura y el hueso se dobla.

Fractura completa: el hueso se fractura en partes.

Fractura simple: es una fractura completa en la que el hueso se quiebra en dos fragmentos. Esta
fractura puede ser transversal (en línea recta a través del hueso), oblicua (en ángulo) y espiral
(debido a un movimiento de torsión). Este tipo de fractura generalmente es el resultado de una
lesión grave.

Fractura conminuta o multifragmentaria: es una fractura completa en la que el hueso se quiebra


en varios fragmentos.

Tratamientos

Para una fractura de tallo verde o una fisura, generalmente, es necesario inmovilizar el hueso
con yeso y esperar hasta que se consolide.

Las fracturas simples y las conminutas, normalmente, se inmovilizar el hueso con un yeso o a
veces con clavos, tornillos y placas.

Todas las fracturas deben considerarse seriamente. Si cree que se ha fracturado un hueso, debe
buscar atención médica inmediatamente.
Una fractura es una lesión en la cual es hueso se parte o se fragmenta. Esto ocurre como
consecuencia de un traumatismo sobre el hueso durante una caída, un accidente o una práctica
deportiva. Sin embargo, es posible que el hueso se parta como consecuencia de trastornos que
lo debiliten y hagan que pierda su resistencia, como es el caso de enfermedades como la
osteoporosis.

Existen cuatro formas en las que puede partirse un hueso:

Fisura. Ocurre una rotura del hueso que no abarca todo su diámetro.

Fractura no desplazada. En este caso el hueso se parte, pero los extremos rotos se mantienen
alineados entre sí.

Fractura desplazada. A diferencia del anterior, los extremos de los huesos se desplazaron de su
sitio y no se encuentran alineados.

Fractura abierta. Es la forma más grave de fractura, en ella los extremos del hueso roto actuaron
como un elemento que cortó los tejidos blandos como el musculo e incluso la piel. En este tipo
de fracturas existen heridas en la piel muy profundas a través de las cuales se pueden visualizar
fragmentos o extremos del hueso. Estas facturas suelen acompañarse por una gran hemorragia.

ADENOMECTOMIA

Esta intervención consiste en extirpar el adenoma de próstata. Este es un tumor benigno que
crece en la próstata y obstruye el cuello de la vejiga, dificultando o impidiendo la micción. En la
intervención se extrae el “adenoma” y no toda la próstata.

Se realiza habitualmente bajo anestesia general o loco regional, a través de una incisión en el
abdomen por encima del pubis. Durante la intervención se pierde con frecuencia sangre que es
necesario reponer con transfusión. Es necesario dejar una sonda vesical y un tubo de drenaje,
que serán retirados en el postoperatorio.

Esta intervención es de riesgo moderado, aumentado cuando el paciente, además de edad


avanzada, tiene problemas respiratorios, cardíacos, etc. En estos casos la mortalidad puede
estar alrededor de un 5%.

El postoperatorio normal es de una semana. Durante unos días llevará sonda vesical y, retirada
ésta, comenzará a realizar micción de forma natural. Inicialmente con pequeños trastornos
(escozor, imperiosidad, etc.) que desaparecerán en pocos días.

De dicha intervención se esperan los siguientes beneficios:

A. Mejora de la calidad miccional.

B. Supresión de la sonda vesical permanente si fuese portador de ella.


ABSCESO RESIDUAL

Absceso en abdomen o pelvis

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Un absceso abdominal es una bolsa de fluido infectado y pus que se encuentra adentro del
vientre (cavidad abdominal). Este tipo de absceso puede encontrarse cerca o adentro del hígado,
el páncreas, los riñones u otros órganos. Puede haber uno o más abscesos.

Causas

Es posible que usted tenga un absceso abdominal porque tiene:

Un apéndice reventado

Una perforación en el intestino

Una perforación en el ovario

Enfermedad inflamatoria intestinal

Una enfermedad de la vesícula biliar, páncreas, ovarios u otros órganos

Una infección pélvica

Una infección por parásitos

Además, usted puede tener un riesgo mayor de sufrir un absceso abdominal si sufre o sufrió de:

Trauma

Úlcera perforada

Cirugía en la zona del abdomen

Un sistema inmunitario

Los gérmenes pueden pasar a través de su sangre a un órgano en su abdomen. En algunas


ocasiones, no se puede encontrar ninguna causa del absceso.

ABSCESO RESIDUAL

5. ABSCESOS INTRAPERITONEALES

5.1. CONCEPTO Y ETIOLOGIA


Un absceso consiste en la colección bien definida de secreción purulenta aislada del resto de la
cavidad peritoneal por adherencias inflamatorias, asas de intestino y mesenterio, epiplón mayor
u otras vísceras abdominales. Es una infección donde hay microorganismos viables y los
polimorfonucleares están dentro de una cápsula fibrosa. El huésped encierra a los
microorganismos dentro de un espacio limitado, impidiendo así que la infección se propague. Es
frecuente que se formen abscesos en la fase posterior a una peritonitis. Estos abscesos pueden
aparecer por toda la cavidad peritoneal, localizarse en epiplón o mesenterio o formarse en la
superficie de una víscera como hígado, bazo etc.

Los abscesos se desarrollan en 2 situaciones:1) después de la resolución de una peritonitis difusa


en la que persiste una zona de infección localizada que evoluciona a absceso, 2) después de la
perforación de una víscera o de una dehiscencia anastomótica bien delimitada por los
mecanismos peritoneales de defensa. El 74% de los abscesos intraabdominales son
intraperitoneales y suelen tardar entre 1 y 4 semanas en formarse.

Las causas más frecuentes de abscesos viscerales son la diseminación hematógena o linfática de
bacterias al órgano afectado. Los abscesos retroperitoneales se forman por varios mecanismos
incluyendo la perforación del aparato digestivo hacia el retroperitoneo y la diseminación
linfática o hematógena de bacterias a los órganos retroperitoneales, especialmente del páncreas
inflamado.

Las enfermedades que producen abscesos intraperitoneales secundarios con mayor frecuencia
son: apendicitis, diverticulitis, afectación vía biliar, pancreatitis, úlceras pépticas perforadas,
pancreatitis, enfermedad inflamatoria intestinal y postoperatorio de cirugía abdominal.

En cuanto a los hallazgos bacteriológicos, son muy similares a los ya expuestos anteriormente:
gérmenes gramnegativos como E. Coli, Enterobacter species, Klebsiella, y Proteus, Gram
positivos como Staphylococcus aureus y Enterococcus y anaerobios como Bacteroides fragilis
49, 50, 51, 52, 53, 54, 55.

EVENTROPLASTIA

La eventración o hernia ventral, consiste en la salida de las estructuras de los órganos internos
abdominales por una zona u orificio de la pared abdominal debilitada quirúrgicamente.
Normalmente, no presentan síntomas, aunque con el tiempo y si no se tratan, pueden provocar
molestias en el momento de realizar algún esfuerzo físico y generar hernias ventrales complejas
y de gran tamaño. El principal riesgo que presenta es que parte de los órganos del interior del
abdomen queden atrapados en el interior de la hernia y no pueden volver a la cavidad
abdominal, produciéndose así una estrangulación de los mismos.

La mejor técnica para corregir el defecto herniario es la eventroplastia con malla de


polipropileno que permite y proporciona un mejor nivel de resistencia en la pared abdominal
sin tensión. El equipo de cirujanos de Clínica Serralta está formado por especialistas en la
reconstrucción de la pared abdominal mediante tratamiento quirúrgico de hernias complejas
como la que se muestra en el siguiente caso:

Se trata de una mujer de 74 años con antecedentes de insuficiencia respiratoria con oxígeno
domiciliario y eventración infraumbilical de 40 años de evolución que ha ido creciendo
progresivamente hasta contener el colon transverso, el derecho y gran parte del intestino
delgado con lo que últimamente venía sufriendo episodios de obstrucción intestinal.
La principal dificultad del procedimiento en esta paciente consistía en la falta de espacio en el
abdomen para contener las vísceras ya que con el tiempo la pared abdominal se va retrayendo
y disminuyendo el espacio de la cavidad abdominal. Y la insuficiencia respiratoria complicaba
aún más las cosas pues al devolver el contenido abdominal a su sitio se comprimen los pulmones.

Con la utilización de mallas “composite”, que por un lado tiene polipropileno y por otras
sustancias que permiten el contacto con el intestino, de gran tamaño y ampliando la apertura
del abdomen los Dres. Barrasa y Escribano pudieron crear una “cavidad abdominal” de mayor
tamaño en la que cupieron las vísceras sin aumentar mucho la presión intraabdominal. Luego se
hizo necesario un cuidado exquisito de la piel para cubrir la malla y evitar que se necrosase por
falta de riego, lo que habría ocasionado la infección de la malla y probablemente la necesidad
de retirarla.
Las varices son una alteración de las venas de los miembros inferiores causada principalmente
por problemas circulatorios que causan inflamación y dilatación de las venas. Para solucionarlas
existen varios tipos de operaciones, pero la más usada es la técnica convencional de
safenectomía, más conocida como stripping.
Las razones para llevar a cabo la operación de varices convencional por safenectomía pueden
ser tanto estéticas, debido a que uno de los síntomas principales de las varices es la
pigmentación de la piel de las piernas, como por razones médicas. Los síntomas relevantes en
cuyo caso se indica llevar a cabo la cirugía de varices encontramos:

 Varicotrombosis. Consiste en la formación de coágulos en el interior de las venas de las


piernas, lo cual impide el flujo normal de la sangre.
 Flebitis. Se trata de una agravación de la Varicotrombosis y consiste en la inflamación
de las venas debido a coágulos y trombos en las venas.
 Hemorragias. Debido a los problemas anteriormente mencionados, existe la posibilidad
de que debido a la dilatación y la inflamación que sufren las venas se rompan
produciendo una hemorragia.
 Úlceras venosas. Se manifiesta como una llaga en la zona de la pierna pudiéndose
complicar de forma grave.
 Pigmentaciones y trastornos cutáneos. Es el síntoma más conocido y visible de las
varices. Además, son causa de picores y propician la aparición de las úlceras venosas
comentadas antes.

Para llevar a cabo la operación de varices por safenectomía se utiliza anestesia regional o
raquídea, que consiste en dormir la parte inferior del cuerpo para que el paciente no note nada
y aun así permanezca despierto durante la intervención. En ocasiones puede optarse por la
anestesia general.

La safenectomía consiste en extirpar por completo las venas safenas, tanto internas como
externas, ya que son las más propensas a sufrir las varices debido a que se encuentran muy cerca
de la superficie de la piel. Para llevar a cabo la operación de varices por safenectomía se siguen
estos pasos:

 El paciente se coloca en la camilla y se le administra la anestesia.


 A continuación, el cirujano desinfecta la zona de la ingle y se rasura en el caso en el que
haya abundancia de vello, realizando el mismo proceso en el tobillo o la rodilla,
dependiendo de la zona que se vaya a utilizar para extraer la vena.
 El siguiente paso que realiza el cirujano es una incisión en la ingle, justo en la vena safena
causante de las varices. Para evitar el sangrado liga la vena restante de la parte superior.
 Después de eso lleva a cabo el mismo proceso en la zona inferior de la pierna,
normalmente el tobillo.
 Tras ello, el cirujano introduce un cable delgado y flexible por la incisión superior,
arrastrando la vena hasta la parte inferior por donde será extraída.
 Este proceso implica la extirpación de una de las venas safenas que causa la variz.
 Una vez se saca la vena, el cirujano sutura las incisiones, coloca un apósito y se lleva al
paciente a la sala de reanimación hasta que se recupere.
 Después de dar por finalizada la intervención, es decir, la sutura de las incisiones, se
realiza un vendaje compresivo de los pies hacia arriba, siendo sustituido en unos días
por una media de compresión.
 La duración de la operación de varices por safenectomía es de entre una hora y una hora
y media, dependiendo siempre del caso y de si se realiza en una pierna o en ambas.
La principal ventaja de esta técnica quirúrgica para la eliminación de las varices es que los
resultados son inmediatos y muy buenos a corto plazo. Por otra parte, la estancia hospitalaria
después de esta intervención es de 24h. e incluso existe la posibilidad de que se marche a casa
el mismo día de la intervención, oscilando la recuperación alrededor de los 10 días.

FLEBITIS

Se denomina flebitis al estado patológico que consiste en la inflamación de una vena. La flebitis
puede aparecer en cualquier persona, pero es más frecuente que ocurra en personas de edad
avanzada. En la siguiente imagen podrás observar la manifestación de una flebitis:

Causas de la flebitis

Las causas de una flebitis son múltiples y variadas, entre ellas tenemos traumatismos y
quemaduras, inmovilizaciones prolongadas, trastornos de coagulación o varices (cuando es un
trombo o coágulo de sangre se le llama tromboflebitis), afección del sistema linfático, tóxicos o
infecciones bacterianas.

Las causas de la flebitis la podemos agrupar en tres grupos:

La flebitis mecánica: es la más común; ocurre por una fijación inadecuada del catéter, una
infusión lenta, uso de un catéter muy grande para el tamaño de la vena, lesión en la vena
puncionada, movimiento del catéter dentro la vena.

La flebitis química: es provocada gracias a la introducción de fármacos o líquidos que son


irritantes para la vena. Es una respuesta inflamatoria ante soluciones muy ácidas o muy alcalinas
y soluciones hipertónicas.

La flebitis bacteriana: es poco frecuente, pero puede llegar a ser muy grave. Ocurre debido a la
contaminación del sistema intravenoso al momento de introducir o manipular el catéter, esta
contaminación puede deberse a: poca higiene en las manos, una técnica aséptica mal realizada,
poca revisión del sitio de inserción, entre otros.

Síntomas de las flebitis

La flebitis la podemos clasificar según sus principales síntomas en superficial y profunda,


describiré cada una de ellas.

Síntomas de la flebitis superficial

Los síntomas más comunes son:

 Eritema (enrojecimiento de la piel)


 Tumefacción en la vena (aumento del volumen en la zona de la vena, que son
identificables a la palpación debido a que se sienten como cordones palpables bajo la
piel)
 Dolor, sensibilidad y calor en la zona de la vena. El dolor aumenta cuando se presiona
en la vena afectada
 Fiebre

Éste tipo de flebitis a veces pasa desapercibido, ya que puede que no presente síntomas.
Síntomas de la flebitis profunda

Los síntomas más comunes son:

 Pierna hinchada (edema)


 Piel pálida ó cianótica
 Disminución del pulso arterial en la extremidad afectada
 Taquicardias
 Dolor sordo en la pierna
 Fiebre
 Puede aparecer gangrena venosa

Este tipo de flebitis es más frecuente en los miembros inferiores. Igual que la superficial, puede
no manifestarse a través de síntomas, lo que representa un peligro, ya que termina por
manifestarse ya cuando se ha producido la embolia pulmonar.

Definición: qué es la flebitis superficial y profunda

La flebitis, también conocida como trombosis venosa, se debe a la formación de un coágulo de


sangre en una vena, lo que bloquea completa o parcialmente el paso de la sangre. Si bien puede
ocurrir en cualquier parte del organismo, la flebitis aparece con más frecuencia en las piernas.
Cada año, la flebitis es responsable de más de 800.000 muertes en el mundo.

Se distinguen dos tipos de flebitis en función de la vena afectada y del grado de gravedad. La
flebitis superficial afecta a las venas que se encuentran justo debajo de la piel, por lo tanto, la
flebitis afecta a las varices de manera directa. El coágulo es de tamaño pequeño y no presenta
riesgo para la salud.

La flebitis profunda aparece en el sistema venoso profundo, que alimenta los músculos y los
tejidos. El flujo sanguíneo es más importante y ejerce una presión más fuerte sobre el coágulo.
Entonces puede desprenderse y llegar al corazón donde puede bloquear una de las arterias
principales del cuerpo humano. La flebitis profunda provoca numerosas complicaciones serias,
como la embolia pulmonar, y necesita una atención inmediata en el hospital.

FLOGOSIS

Definición de flogosis

f. Med. Inflamación y, en ocasiones, enrojecimiento, de alguna zona y órgano del cuerpo que
tiene origen patológico.

Ejemplos de uso: "El ganglio agrandado de tamaño, edematoso y con flogosis se denomina
bubón".

"Las flogosis crónicas de las vías aéreas y todas las que se conocen bajo el nombre genérico de
tisis no van acompañadas de rubicundez de la lengua sino cuando pasan al estado agudo".

Erisipela: tipo de infección en la piel usualmente causada por bacterias estreptococos del grupo
A que afecta tanto a niños como adultos especialmente en las piernas y en ocasiones en el
rostro.
Sustantivo femenino. Este vocabulario se define (en medicina) a cualquier tipo de inflamación,
hinchazón o una alteración de tipo patológica aplicado a cualquier parte del cuerpo humano o
del organismo y caracteriza por un aumento de temperatura y en ocasiones enrojecimiento
dependiendo de otros síntomas asociados.

COLECISTECTOMIA

La Colecistectomía es una intervención quirúrgica que se lleva a cabo con la finalidad de extraer
la vesícula biliar. Esta última es una estructura con forma de pera que se encuentra localizada
por debajo del hígado, ella tiene como función almacenar la bilis, que es una sustancia que
produce el hígado, para liberarla al intestino después de comer como parte del proceso de
digestión de las grasas.

En qué casos se práctica la Colecistectomía

Esta intervención puede practicarse en situaciones en las que exista una afección de la vesícula
que comprometa su función y su viabilidad.

Las principales condiciones en las que se práctica esta intervención son:

Cálculos biliares

Los cálculos, también conocidos como piedras en la vesícula, son un trastorno en el que esta
estructura presenta uno o varios cálculos en su interior lo que interfiere con su vaciamiento, en
ocasiones los cálculos pueden atascarse en el conducto que comunica la vesícula con el intestino
llamado colédoco lo cual origina un dolor muy intenso llamado cólico biliar, que puede
acompañarse por náuseas y vómitos después de las comidas. Los cálculos biliares se presentan
con mayor frecuencia en mujeres mayores de 40 años que presentan sobrepeso u obesidad.

Infecciones

La vesícula puede ser asiento de infecciones, lo cual se conoce como colecistitis, estas son más
frecuentes cuando hay cálculos presentes, en personas diabéticas, o aquellas con un sistema
inmune debilitado. Por lo general constituyen una condición delicada.

Tumores

Los tumores malignos de la vesícula son un trastorno poco frecuente y difícil de diagnosticar,
ocurren con mayor frecuencia en las mujeres.

Cuáles son las técnicas empleadas

Colecistectomia-doloresAntiguamente la cirugía de vesícula biliar se efectuaba a través de una


incisión en el abdomen a nivel del borde de las costillas del lado derecho, está herida era
bastante grande y debía hacerse para poder elevar el hígado para tener acceso a la vesícula. Esta
técnica es conocida como colecistectomía abierta.
Hoy en día se emplea la laparoscopia, una técnica distinta ya que es menos invasiva y permite
extraer la vesícula haciendo solo tres pequeños orificios en el abdomen que dejan cicatrices muy
pequeñas muchas veces imperceptibles. Este procedimiento es llevado a cabo en quirófano bajo
anestesia general. La recuperación del paciente es muy rápida por lo que se reintegra a sus
actividades al cabo de pocos días.

Es posible que un paciente que sea sometido a una laparoscopia termine en una colecistectomía
abierta si se presentan complicaciones durante el procedimiento.

COLECISTECTOMIA LAPAROSCOPICA

La colecistectomía laparoscópica es la extirpación de la vesícula biliar utilizando una cámara de


vídeo y un material especial que permite realizar la intervención mediante unas incisiones muy
pequeñas, sin abrir el abdomen.

La realización de incisiones muy pequeñas no solo tiene ventajas estéticas, además se reducen
las infecciones postoperatorias y disminuye el dolor postoperatorio. Como consecuencia de ello,
es menor el periodo de ayuno, el de encamamiento, el tiempo de ingreso hospitalario y el
tiempo de baja laboral. También se reduce el riesgo de hernias en las incisiones al ser éstas más
pequeñas.

Por el contrario, el abordaje laparoscópico supone un discreto aumento en el número de


lesiones de los conductos biliares, a lo que el cirujano deberá prestar especial atención.

La existencia de intervenciones abdominales (especialmente en la zona de la vesícula) y la


inflamación de la vesícula (colecistitis) son las dos causas que con más frecuencia impiden que
la colecistectomía se pueda realizar por vía laparoscópica. Otras veces, una intervención iniciada
por laparoscopia es necesario concluirla con un abordaje convencional, en lo que los cirujanos
llamamos conversión, sin que esto deba ser entendido como una complicación.

Extirpación laparoscópica de la vesícula biliar

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Es una cirugía para extirpar la vesícula biliar usando un dispositivo médico llamado laparoscopio.

Descripción

La cirugía con el uso de un laparoscopio es la manera más común de extirpar la vesícula biliar.
Un laparoscopio es un tubo delgado e iluminado que le permite al médico ver el interior del
abdomen.

La cirugía de extirpación de la vesícula biliar se realiza mientras usted está bajo anestesia
general, así que usted estará dormido y sin dolor.
La operación se realiza de la siguiente manera:

El cirujano hace de 3 a 4 cortes pequeños en su abdomen.

El laparoscopio se introduce a través de uno de los cortes.

Otros instrumentos médicos se introducen a través de los otros cortes.

Se bombea gas dentro del abdomen para expandir el espacio. Esto le da al cirujano más
espacio para ver y trabajar.

Posteriormente se extirpa la vesícula, usando el laparoscopio y otros instrumentos.

Durante la cirugía, se puede tomar una radiografía llamada colangiografía.

Para hacer este examen, se inyecta un tinte dentro del conducto colédoco y se toma una
radiografía. El tinte ayuda a encontrar cálculos que pueden estar afuera de la vesícula.

Si se encuentran otros cálculos, el cirujano los puede extraer con un instrumento especial.

Algunas veces, el cirujano no puede extraer la vesícula biliar con total seguridad usando un
laparoscopio. En este caso, el cirujano usará una cirugía abierta, para la cual se hace un corte
más grande.

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