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Son muchos los pasos, las miradas y las formas de concebir el mundo que han pasado por
la región andina, dejando señas de lo que fueron, o demostrando aún su capacidad de plasmar
en el paisaje las distintas fuerzas que en este recorrido histórico han obrado. En aquellas tierras
aún frías por los glaciares, pequeños grupos en dilatadas sabanas lograban cazar mastodontes
y en ocasiones divisar desde lo alto extensos pantanos hasta alcanzar el borde de los cerros, en
el sitio que hoy ocupa una gran ciudad que ha perdido la memoria de sus humedales. Tal vez
conviene entonces detenerse en otra etapa, cuando los bosques andinos cubrían las laderas con
su manto y pequeños claros apenas perceptibles mostraban la ubicación de campamentos de
los primeros horticultores. Estos todavía cazaban y colectaban frutos de árboles y palmas mien-
tras las plantas cultivadas eran sus primeros experimentos, o acaso afortunadas coincidencias
debidas a la perturbación. A partir de estos inicios debemos reconocer los distintos grupos huma-
nos que fueron poblando y creando con sus tradiciones una particular forma de apropiarse del
territorio, de asociarse para la producción y de trazar parcelas cuyo contenido revela, en ocasio-
nes en forma muy marcada, el origen mesoamericano, de los Andes del sur, o aún de las tierras
bajas del bosque húmedo y las sabanas tropicales. Desde este momento, y luego con la llegada
de los europeos, el mestizaje cultural ha generado las particularidades que hoy observamos en
el paisaje andino.
Es en estos paisajes donde confluyeron las voluntades de muchas personas y entidades
para desarrollar un proyecto, en escala histórica muy corto, pero cuyo propósito era rescatar y
proteger algunos de aquellos ecosistemas originales, reconectar otros de los remanentes y pro-
curar un manejo adecuado en zonas conservadas y transformadas. Para alcanzar estos fines se
diseñaron una serie de estrategias basadas en el conocimiento científico, en el aporte de otros
saberes, en aspectos técnicos, métodos participativos, de comunicación y el diseño conjunto de
políticas con instituciones y sectores.
Los resultados obtenidos año tras año tuvieron variaciones respecto a un diseño ori-
ginalmente trazado, debido a estas condiciones de diversidad tan características de la región
andina, que obligan a interpretar y ajustar las opciones tanto al paisaje como a sus habitantes.
Apreciarán, en las páginas venideras, las principales líneas de estos resultados, y entreveradas,
las voluntades, acciones y miradas de muchas personas que hicieron esto posible y a quienes
este trabajo está dedicado. Aún es prematuro estimar, de aquello realizado, lo que perdure y en
el largo plazo rinda más frutos, tal vez insospechados.
Conviene describir, en palabras más aptas, el espíritu con el cual se hizo realidad el pro-
pósito del proyecto, así como la promesa y perspectiva del futuro. Son palabras dedicadas a los
paisajes andinos por el maestro de “Clima”, Aurelio Arturo, que dice en su primera estrofa:
Tanto para el barón Alexander von Humboldt como para el Instituto de Investigación
de Recursos Biológicos que lleva su nombre, el estudio de la “naturaleza orgánica” representa su
misión vital. También como él, el Instituto comprende que es necesario en este estudio buscar
alternativas que permitan al ser humano no sólo subsistir sino aumentar su bienestar a partir
del uso de esa naturaleza, al mismo tiempo que previene su agotamiento en el tiempo. Decía él
que “derribando los árboles que cubren la cima y los costados de los montes, los hombres, bajo
todos los climas, preparan a las futuras generaciones dos calamidades a un mismo tiempo: la
falta de combustible y la escasez de agua”.
En la región andina colombiana estas calamidades anunciadas por el barón parecen estar
cada vez más cercanas y la búsqueda de alternativas cobra una urgencia mayor. Por esta razón, en
1998 el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, fundado tan
solo tres años antes, decidió embarcarse en la formulación y gestión de un proyecto que abordara
de manera integral el estudio de la biodiversidad andina colombiana para buscar alternativas de
conservación y uso sostenible. En 1999 encontró el apoyo del Fondo Ambiental Global (GEF, sigla
en inglés) el cual, a través del Banco Mundial como agencia implementadora del GEF, le proveyó
los recursos necesarios para diseñar, junto con otras entidades gubernamentales y privadas, el
Proyecto conservación y uso sostenible de la biodiversidad en los Andes colombianos.
Una vez formulado, este proyecto se presentó al GEF / Banco Mundial y a la Embajada
del Reino de los Países Bajos en Colombia en 1999, fue aprobado a finales de 2000, iniciándose
su ejecución a mediados de 2001. Si bien la entidad ejecutora responsable del proyecto ha sido
el Instituto Humboldt, esta iniciativa de seis años ha sido el trabajo mancomunado con varios
ministerios, varias de las corporaciones regionales que tienen jurisdicción en los Andes, la Unidad
de Parques Nacionales Naturales de Colombia, una multiplicidad de organizaciones no guberna-
mentales, universidades tanto públicas como privadas, organizaciones locales, municipios, agen-
cias internacionales de cooperación, asociaciones gremiales, centros y grupos de investigación y
todas aquellas personas que de forma generosa contribuyeron con su conocimiento, experiencia
y buena voluntad. El apoyo del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial y de las
entidades miembro de la Junta Directiva del Instituto permitió que esta joven entidad llevara
con éxito el desarrollo del proyecto.
Esta publicación sintetiza los resultados obtenidos en la ejecución del Proyecto Andes
durante el período 2001 – 2007. Sin embargo, para el Instituto Humboldt y las entidades y orga-
nizaciones socias del proyecto, la tarea aún no ha finalizado. Por una parte, porque los procesos
que se iniciaron en el marco del proyecto continúan y sus resultados y efectos solamente serán
evidentes en el futuro. Por otra parte, porque hay aún información, experiencia y aprendizaje que
es necesario recoger, decantar, analizar y aprehender. En consecuencia, esta publicación es un
esfuerzo de síntesis basado en la información disponible entre octubre y noviembre de 2007.
El documento está estructurado en cuatro capítulos. En el primero se resume el proceso
de formulación del proyecto; se detalla su estructura en cuatro componentes principales: (i) áreas
de conservación, (ii) conservación y uso sostenible de la biodiversidad en paisajes rurales, (iii)
bases del conocimiento para la toma de decisiones, monitoreo y evaluación e, (iv) integración sec-
torial; y por último, se enumeran los actores involucrados en la implementación del proyecto.
Los siguientes capítulos (2 – 4), que se alejan de la estructura formal por componentes,
se enfocan principalmente en los resultados obtenidos, desarrollos metodológicos alcanzados en
la implementación del proyecto, efectos y perspectivas de conservación, conocimiento y uso sos-
tenible de la biodiversidad en los Andes colombianos. Específicamente en el Capítulo 2 se presen-
tan los aportes concretos que la expansión al conocimiento a través de la investigación sobre la
biodiversidad andina hizo a su conservación y uso sostenible. El Capítulo 3 se enfoca en describir
los procesos de planificación para la conservación y el uso sostenible que se llevaron a cabo. Por
último, el Capítulo 4 se refiere a los pobladores de los Andes, su diversidad cultural y las estrate-
gias y metodologías desarrolladas por el proyecto para promover a estos pobladores como actores
principales de la conservación y uso sostenible de la biodiversidad en los Andes colombianos.
Como todo documento síntesis, éste sólo puede tocar de forma superficial la enorme
riqueza de las experiencias, resultados y aprendizajes obtenidos. Provee, en las referencias biblio-
gráficas que se incluyen, la información necesaria para guiar a un lector interesado en su bús-
queda de documentación más detallada.
Para el Instituto Humboldt la experiencia de ejecución del Proyecto Andes fue una
fuente de aprendizaje y maduración institucional invaluable. Fue también una afirmación de
que el estudio de la “naturaleza orgánica” para su conservación y uso sostenible es y lo será por
mucho tiempo un papel de vital importancia para el país y para contribuir al bienestar de los
colombianos. Queda en este documento síntesis la crónica de una exploración por los Andes
colombianos que apenas inicia y que continuará en compañía del barón Alejandro von Humboldt
por muchos años más.
1
Descripción del proyecto “Conservación y uso sostenible
de la biodiversidad en los Andes colombianos” . . . . . . . .
Introducción .
. . 16
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
Objetivo general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Componentes y subcomponentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Metas planteadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
2
. . . . . . . . . . . . . . . . . 34
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
Gestión de la información . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
3
Planificación de los paisajes andinos para
la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad . . . . 130
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
4
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 222
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
Anexos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231
Mapa 2.1 Ecosistemas de los Andes colombianos para el año 2000 . . . . . . . 255
Mapa 2.4 Ubicación de las dos áreas piloto donde fue aplicada la
metodología sobre la delimitación de enclaves secos: cañones del
río Dagua y del río Tuluá en el Valle del Cauca . . . . . . . . . . . . . . . . . 261
Siglas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 273
Créditos fotográficos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 275
1
Descripción del proyecto
“Conservación y uso
sostenible de la biodiversidad
en los Andes colombianos”
L
Introducción
La planificación, gestión, concertación, implementación y evaluación de un proyecto es
un proceso de largo aliento, que trasciende el período de su vida “oficial”. El Proyecto conserva-
ción y uso sostenible de la biodiversidad en los Andes colombianos (conocido ampliamente por
su nombre más corto de Proyecto Andes), ni empezó el día en que se firmó el acuerdo de dona-
ción entre el Banco Mundial como agencia implementadora del Fondo Global Ambiental (GEF,
sigla en inglés), el Reino de los Países Bajos y el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
Alexander von Humboldt, ni sus productos, resultados y efectos dejarán de contribuir a la con-
servación y uso sostenible de la biodiversidad andina colombiana al cierre de este acuerdo en
diciembre de 2007.
Biocomercio sostenible
Puesto que el Proyecto Andes se ejecutó entre agosto de 2001 y diciembre de 2007, hizo
parte de la implementación de este segundo Plan Estratégico y aportó considerablemente a la
formulación e implementación inicial del tercer plan para el período 2005 - 2010 “Biodiversi-
dad para el desarrollo: El manejo sostenible de ecosistemas como aporte al bienestar humano”
(IAvH 2005).
cación, además de apoyar iniciativas en otras dos áreas de importancia global: capa de ozono
y degradación de suelos.
Colombia entró a ser miembro del GEF en 1994 y el MMA fue asignado por el gobierno
nacional como el punto focal en el país, encargado de representar a Colombia en la asamblea de
países miembro y de avalar los proyectos que el país presenta ante las diferentes instancias de
decisión dependiendo del monto solicitado. Para el país el GEF se presentó como una atractiva
y muy importante oportunidad para financiar los costos incrementales de los compromisos
que el país había adquirido con la firma de los convenios arriba mencionados. Así, entre 1994 y
2001, cuando inicia el Proyecto Andes, el país había formulado y presentado ante el GEF ocho
proyectos, de los cuales cinco habían sido aprobados (tres de los cuales ya habían sido ejecuta-
dos en 2001), dos estaban en negociación y uno había sido retirado. En total, los aportes del GEF
para la ejecución de estos proyectos fueron de US $31.848.000 (www.gefonline.org/projectList.
cfm). En el período 1991 a 2007 el GEF ha apoyado la realización de 17 proyectos en Colombia:
doce en biodiversidad, tres en cambio climático, uno que incluye varias áreas focales y uno en
POPs (www.gefonline.org/projectList.cfm).
Asumiendo sus funciones de punto focal del GEF el MMA constituyó en 1999, junto
con PNUD y el Banco Mundial (las dos agencias implementadoras con oficina de representa-
ción en el país), el Comité Permanente del GEF (World Bank 2001). El portafolio de proyectos
que conformó este comité para la región andina se denominó la “Estrategia Nacional para la
Conservación de los Andes”, e incluía cuatro propuestas de trabajo. La primera de ellas, el pro-
yecto que nos ocupa de conservación y uso sostenible de la biodiversidad, se planteó como una
iniciativa sombrilla, en la medida en que abordaba temas de ámbito nacional que tenían una
aplicación en toda la región andina colombiana, tales como marco legal, desarrollo de incenti-
vos, inclusión de la biodiversidad en el diseño e implementación de políticas sectoriales, redes
de información, fortalecimiento de la capacidad nacional para la conservación de biodiver-
sidad e incremento del conocimiento sobre biodiversidad en la región andina (World Bank
2001). Además de abordar temas nacionales, esta iniciativa incluía la realización de acciones
de conservación en regiones puntuales, seleccionadas por su importancia global, asegurando
que se incluyeran ecosistemas que no estuvieran cubiertos por las otras tres propuestas de la
Estrategia (ver más adelante en este capítulo las áreas que fueron priorizadas y donde se rea-
lizaron acciones [Mapa 1.1]).
Los proyectos que complementarían esta iniciativa sombrilla estaban dirigidos a forta-
lecer la conservación de áreas consideradas de importancia estratégica para el país: el Macizo
Colombiano, la Sierra Nevada de Santa Marta y la serranía de La Macarena. Infortunadamente,
por diversos motivos, de estos tres proyectos regionales solamente el del Macizo Colombiano
se realizó en su primera fase.
Esta solicitud fue aprobada en la ventana de financiación PDF – Bloque B (Project Development
Facility por un monto de US$350,000) (Acta 23 de Junta Directiva IAvH).
Para la ejecución del PDF – Bloque B, el Instituto Humboldt conformó un equipo planifi-
cador, liderado por su coordinador, en el que participaban, además de la Dirección General y los
coordinadores de programas del Instituto, varias de las entidades miembros de su Junta Direc-
tiva en esa fecha (Fundación Natura, Universidad Nacional de Colombia, Universidad Javeriana,
Fundación FES, entre otros), la Dirección de la Unidad Administrativa Especial del Sistema de
Parques Nacionales Naturales (UAESPNN), WWF Colombia, el Centro de Estudios Ganaderos y
Agrícolas (CEGA), la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Corpoica) y DNP.
Este equipo contaba con el apoyo de empleados y consultores del Banco Mundial, cuya función
era asesorar al Instituto tanto en los contenidos del Project Document, como en los procedimien-
tos para la gestión del proyecto ante el Banco y el GEF.
Es importante aclarar en este punto que varias de las entidades participantes en este
equipo planificador del proyecto hacían parte de un grupo más amplio de instituciones, conocido
como la Alianza Andina, que buscaba aunar esfuerzos y gestionar recursos en pro de la conser-
vación y el uso sostenible de la biodiversidad en la región andina colombiana. Este proyecto se
enmarcaba dentro de esta alianza como un primer paso para su consolidación y para la defini-
ción de sus líneas de trabajo a largo plazo.
El Acuerdo de Donación No. 024843 entre el Banco Mundial, como agencia implemen-
tadora del GEF, y el Instituto Humboldt fue firmado el 29 de marzo de 2001, por un monto de
US$15.000.000 y con contrapartidas provenientes de las CAR y del Reino de los Países Bajos por
relevancia para asegurar la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad como base para
el bienestar humano en el país.
Evaluación de biodiversidad en
paisajes rurales (Oportunidades
de conservación)
Desarrollo e implementación
de herramientas para la
conservación en paisajes rurales
Creación de incentivos
económicos e institucionales
Promoción y desarrollo de
mercados para bienes y servicios
amigables con la biodiversidad
(Biocomercio sostenible)
Apoyar la consolidación de las bases conceptuales y PE 2000 - 2004: P: Biología de la conservación; LI: Consolidación de un
metodológicas para el diseño, establecimiento y planificación sistema de áreas protegidas y conservación de especies amenazadas.
de sistemas regionales de áreas protegidas, incorporando los P. de inventarios, LI: caracterización de ecosistemas; caracterización
avances hasta la fecha. de especies .PE 2005 - 2010: Objetivo 2.
Monitorear y evaluar el desarrollo técnico y presupuestal del PE 2000 - 2004: P: Biología de la conservación; LI: Conservación en
componente de paisajes rurales. paisajes rurales
Evaluar la biodiversidad asociada a diferentes tipos de PE 2000 - 2004: Liderado por P: Biología de la conservación;
paisaje rural e identificar oportunidades para incrementar LI: Conservación en paisajes rurales, P: Uso y valoración; LI:
la compatibilidad de estos paisajes con la conservación de la conocimientos, innovaciones y prácticas tradicionales, valoración y
biodiversidad. equidad, Biocomercio. PE 2005 - 2010: Objetivo 2
Expansión, construcción y
complementación de líneas base.
Expandir, organizar y
3. Base de conocimiento diseminar la base del
para la toma de conocimiento sobre Sistema descentralizado de
decisiones, monitoreo y biodiversidad con el fin de información sobre biodiversidad
evaluación apoyar la toma de decisiones
y evaluación de impactos.
Programa de diseminación y
conciencia pública
Sistema de indicadores de
seguimiento de la Política de
Biodiversidad en los Andes
Carare – Opón
Desierto de la Tatacoa
áreas protegidas”. Posteriormente, en 2005, y tomando en cuenta que a través de las reservas pri-
vadas se podía potenciar la aprehensión y replicación de las herramientas de manejo del paisaje
(ver siguiente componente), se suscribió un segundo convenio, con el objetivo de “aunar esfuerzos
técnicos, administrativos y financieros para coordinar las acciones necesarias para consolidar
las giras como un instrumento de capacitación y divulgación sobre la metodología y resultados
de las herramientas de manejo del paisaje”. En el Capítulo 3 de este documento se detallan los
resultados de este esfuerzo mancomunado entre Resnatur y el Instituto Humboldt.
implementar herramientas que permitan su uso sostenible; iii) diseñar e implementar incenti-
vos para el uso sostenible y la conservación de la biodiversidad en paisajes rurales, incluyendo
el apoyo para biocomercio sostenible.
Uno de los subcomponentes de Paisajes rurales tenía como objetivo crear un fondo de
apoyo para empresas que desarrollaran iniciativas de biocomercio sostenible en el país. El pro-
ceso de estructuración se inició con un análisis de factibilidad financiera (IAvH y Promotora de
Proyectos 2003); una de las recomendaciones resultantes de este análisis fue que se constituyera
como una organización jurídicamente autónoma (Pardo y Ochoa 2003). La creación formal de la
Corporación Fondo Biocomercio Colombia (CFBC) se dio en marzo de 2006, durante la asamblea
constitutiva en la que participaron la Corporación para el Desarrollo Participativo y Sostenible
de los Pequeños Agricultores (Corporación PBA), Lilian Simbaqueba Limitada, la Fundación Uni-
versitaria Agraria de Colombia, la Corporación Plantta y el Instituto Humboldt. En dicha reunión
se definió que su objeto es “fomentar el cumplimiento de los principios de la Convención de
Diversidad Biológica y su consecuente Política de Biodiversidad en Colombia, a través del apoyo
financiero a iniciativas de biocomercio en el país”.
Metas planteadas
En términos generales, de acuerdo con los objetivos de los componentes, los resultados
esperados fueron los siguientes:
»» Un sistema de áreas protegidas más representativo de los ecosistemas naturales de la región,
más viable a largo plazo y más efectivo.
»» Una base de conocimiento sobre la biodiversidad de los Andes expandida, organizada y dise-
minada.
De acuerdo con las funciones asignadas en los estatutos del Instituto, en su implemen-
tación participaron:
»» La Asamblea General del Instituto Humboldt (Anexo 1A)
»» La Junta Directiva del Instituto (Anexo 1A)
»» La Dirección General del Instituto Humboldt que actuó como dirección general del proyecto.
Específicamente para la implementación del proyecto se instauraron tres instancias
adicionales a las ya mencionadas:
»» El Comité Tripartito del Proyecto Andes que se apoyaba en las misiones anuales de evaluación
del proyecto y en la evaluación de medio término.
»» El Equipo coordinador del proyecto, facilitado por el Coordinador Nacional que coordinaba con
los responsables de los componentes, los enlaces regionales, la Oficina de Planeación, Segui-
miento y Evaluación (OPSE) y el equipo administrativo, financiero y jurídico del Instituto.
Los socios del proyecto: Los equipos de trabajo del Instituto y diversos consultores fueron los
principales promotores e implementadores de las actividades del proyecto (Anexo 2), junto con
las 94 entidades y organizaciones de carácter regional o nacional, públicas y privadas con las Tabla 1.4 Tipos y número de
que el Instituto suscribió más de 220 convenios de cooperación técnica y científica (Tabla 1.4, entidades socias del Proyecto
Anexo 3). Andes
2 15 4 48 4 9 3 3 6
OG= Organismo gubernamental; ONG= Organización no gubernamental; CAR= corporación autónoma regional; Nal= nacional; Inter/nal= internacional. Org=
organización
Bibliografía
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en Río de Janeiro el 5 de junio de 1992.
Ley 99 del 22 de diciembre de 1993. Por la cual se crea el Ministerio del Medio Ambiente, se reordena el sector público
encargado de la gestión y conservación del medio ambiente y los recursos naturales renovables, se organiza el
Sistema Nacional Ambiental, SINA y se dictan otras disposiciones.
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WWF – Colombia e IAvH, Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. 1999.
Cobertura del Sistema de Parques Nacionales y vacíos de conservación en Colombia.
biodiversidad de los Andes colombianos, tanto en ecosistemas naturales como en paisajes rurales.
Así mismo, se recogen los avances metodológicos obtenidos en las diferentes aproximaciones, y
se resaltan las recomendaciones y aportes que han orientado o pueden orientar en el futuro la
toma de decisiones para el manejo y la conservación de la biodiversidad en esta región del país.
a nivel nacional y, en este sentido, es evidente el valioso aporte para el conocimiento de los eco-
sistemas del territorio del país. Sin embargo, son necesarios los enfoques regionales que brindan
un nivel de resolución más fino y que permiten elucidar los cambios en la distribución de los
ecosistemas dentro de una problemática regional.
En esta sección, se presentan las contribuciones a la expansión del conocimiento de la
biodiversidad ecosistémica de los Andes colombianos, a través de:
»» La elaboración de un mapa año 2000 sobre los ecosistemas de los Andes colombianos y un
análisis de los cambios de los ecosistemas para el período 1985-2000-2005.
»» El desarrollo y la implementación del sistema de indicadores de seguimiento y evaluación de
la Política Nacional de Biodiversidad, a nivel regional, en tres zonas piloto de los Andes colom-
bianos: zona cafetera occidental (Eje Cafetero), corredor nororiental de robles, y jurisdicción
de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR).
»» El estudio de caso sobre biodiversidad y actividad humana en los ecosistemas de bosque
subandino.
»» El desarrollo de una aproximación metodológica para el mapeo y la delimitación de ecosiste-
mas de enclaves secos, con aplicación en los cañones de los ríos Dagua y Tuluá (departamento
Valle del Cauca).
Resultados principales
La construcción de los mapas de ecosistemas de los Andes colombianos años 2000 y
2005 incluyó las cordilleras Oriental, Central y Occidental, junto con los valles interandinos de
los ríos Magdalena y Cauca, siendo el límite altitudinal inferior entre los 400 y 500 msnm. El área
cubierta corresponde a 280.000 km2 aproximadamente (24,5% del territorio nacional) y excluye
la Sierra Nevada de Santa Marta y la serranía de La Macarena (Rodríguez et al. 2006).
La clasificación final de los ecosistemas se obtuvo a partir de tres niveles de integración:
»» El tipo general de bioma (Hernández-C. y Sánchez 1992) que se caracteriza por la uniformidad
fisionómica vegetal y composición de la biota representada (Rodríguez et al. 2006).
»» El bioma que parte de las unidades biogeográficas de Colombia (Hernández et al. 1992) y que
fue adaptado para la elaboración del mapa. El bioma se divide, de acuerdo con el clima, en zono-
biomas (zonación latitudinal) y orobiomas (zonación altitudinal) (Rodríguez et al. 2006).
»» El ecosistema basado en una clasificación que conjuga cobertura del suelo, clima y geomorfo-
pedología (geología, geomorfología y suelos).
Los datos del mapa año 2000 mostraron que los ecosistemas naturales ocupaban el
39,5% mientras que los ecosistemas transformados se extienden en un 60,5% de la región andina
evaluada (Mapa 2.1). Se identificaron cuatro tipos generales de biomas andinos (Tabla 2.1), com-
puestos a su vez por 32 biomas y 162 tipos de ecosistemas (Rodríguez et al. 2006).
Los ecosistemas naturales corresponden principalmente a formaciones boscosas en los
pisos climáticos basal, subandino y andino (34,1%), seguidos por los páramos (4,3%), mientras
que los enclaves secos de los pisos basales constituyen tan sólo el 1,1%. Por su parte, los ecosiste-
mas transformados se extienden principalmente en el piso subandino (23,7%), seguidos del basal
(21,3%), el andino (12,5%) y por último, el páramo (1,4%) (Tabla 2.1; Rodríguez et al. 2006).
El área de estudio del mapa incluye tres corporaciones de desarrollo sostenible y 23
corporaciones autónomas regionales. La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de
la Amazonia (Corpoamazonia) y las corporaciones autónomas regionales del Cauca (CRC) y de
Nariño (Corponariño) contienen la mayor área de ecosistemas naturales en los Andes, con más
de 900.000 ha cada una. Como ejemplo, la Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo
Sostenible del Chocó (Codechocó), con 15,5% de su jurisdicción en los Andes, contiene cinco bio-
mas y diez ecosistemas naturales ocupando 664.766 ha (Rodríguez et al. 2006).
Avances metodológicos
La memoria explicativa del mapa de ecosistemas andinos año 2000 (Rodríguez et al.
2006) documenta la metodología utilizada para delimitar y clasificar los ecosistemas de la región
andina, y sus bases conceptuales, partiendo de las diferentes aproximaciones que se han utili-
zado en América Latina. En este sentido, esta memoria es un aporte sustancial, por un lado, a la
discusión sobre una propuesta metodológica nacional unificada para la clasificación y mapeo ade-
cuados de ecosistemas en el país, proceso que aportó sustancialmente a la construcción del Mapa
nacional de ecosistemas terrestres, costeros y marinos a escala 1:500.000 (Ideam et al. 2007).
Esta memoria ofrece un esquema metodológico que puede ser aplicado de forma siste-
mática, comparable y replicable espacial y temporalmente por investigadores e instituciones
interesados en el tema. Así mismo, la aproximación metodológica utilizada permite incorpo-
rar continuamente la información generada a medida que se avanza en el conocimiento de la
biodiversidad de la región, facilitando la actualización del mapa y contribuyendo a una mejor
comprensión del estado y las tendencias de los ecosistemas. Esto es posible a través de la base
de datos asociada al mapa. Por ejemplo, es posible caracterizar la biota a nivel de especies para
caracterizar las unidades ecosistémicas delimitadas a este nivel (Rodríguez et al. 2006).
Así mismo, estos mapas han sido un insumo esencial para la integración de los diferentes
niveles de la biodiversidad, trabajados por el Instituto Humboldt. Esta sinergia ha contribuido a la
priorización de áreas de conservación, a la identificación de herramientas de manejo del paisaje,
a la implementación y el desarrollo de los indicadores de seguimiento de la Política Nacional de
Biodiversidad, y a la selección y priorización de especies focales, entre otros. De esta forma, se
han generado mapas conjuntos que permiten visualizar y apreciar diferentes elementos de la
biodiversidad, por ejemplo la distribución de las especies focales, apoyando así la toma de deci-
siones para su conservación y uso sostenible en un contexto local y regional.
Quizá uno de los impactos más notables obtenidos con la elaboración del mapa de los
Andes colombianos ha sido el posicionamiento y adopción del enfoque ecosistémico dentro de
los institutos de investigación del Sistema Nacional Ambiental (SINA). Dicho enfoque fue adop-
tado en la construcción interinstitucional del mapa nacional de ecosistemas terrestres, costeros
y marinos a escala 1:500.000, mencionado arriba, cuya elaboración fue coordinada por el Insti-
tuto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) y contó con el apoyo de los institutos de investigación
adscritos y vinculados al Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (MAVDT)
(Ideam et al. 2007).
Así mismo, el mapa de los ecosistemas andinos fue un apoyo central para la elabora-
ción del Atlas de páramos de Colombia (Morales et al. 2007), y fue insumo central para la aplica-
ción del sistema de indicadores de seguimiento y evaluación de la Política Nacional Ambiental
(ver siguiente sección). De este último, también se desprende su aplicación bajo la iniciativa del
Millennium Ecosystem Assessment, en la región cafetera del país (Armenteras et al. 2005).
ciones autónomas regionales, cuencas hidrográficas y las áreas de manejo especial, incluyendo
las áreas del Sistema de Parques Nacionales Naturales (SPNN) (Martínez y Betancourth 2006).
Para la zona cafetera occidental (Eje Cafetero) y la jurisdicción de la CAR, la línea base
de la biodiversidad se conformó a partir de indicadores de estado medidos en dos períodos de
tiempo: 1987 y 2000. Se partió del mapa de ecosistemas de los Andes año 2000 escala 1:250.000.
Para el corredor nororiental de robles, los indicadores de estado se midieron para el período 1987
y 2002 a la misma escala.
Resultados principales
Zona cafetera occidental. Esta área fue seleccionada dada la importancia socioeconómica que
representa para el país, y que se encuentra asociada a la producción del café. A pesar de que ésta
ha decrecido, su aporte a la economía nacional sigue siendo considerable, pues es todavía el pri-
mer generador de empleo de la zona (Rincón et al. 2004). Así mismo, la región andina detenta
la población más alta en el país, la cual ejerce una presión importante sobre la biodiversidad
(Rincón et al. 2004). El área de estudio incluyó 186 municipios de los departamentos de Caldas,
Risaralda, Quindío, Antioquia y Valle, y cerca de 6,2 millones de ha (5,5% del territorio nacional
continental).
Oriental. Estos bosques están siendo sometidos a fuertes presiones antrópicas, causando un alto
grado de fragmentación (Armenteras et al. 2003a). Ubicada en los departamentos de Boyacá y
Santander, el área de estudió incluyó 33 municipios y una extensión de 703.000 ha aproxima-
damente (Rodríguez et al. 2005).
En el año 2002, los ecosistemas naturales ocupaban 27,3% del área de estudio, mientras
que los ecosistemas transformados se extendían en un 72,7%. El análisis multitemporal 1987-
2002 muestra que cerca de 10.500 ha de ecosistemas naturales fueron reemplazadas por rastrojos
y áreas dedicadas a la agricultura y ganadería. Así mismo, se observó un cambio de cobertura
de páramo a coberturas agrícolas y actividades forestales, principalmente en los municipios de
Encino y Duitama. El orobioma andino sufrió la mayor dinámica de cambio en su configuración,
en la cual el número de fragmentos se incrementó en un 68% y se redujo el tamaño medio de los
fragmentos de 524 ha a 377 ha (Rodríguez et al. 2005).
En general, el corredor nororiental de robles se caracteriza por bajos niveles de calidad
de vida y altos niveles de necesidades básicas insatisfechas. A pesar de que la zona no presenta
fases de expansión económica y demográfica, los procesos de transformación y presión sobre
los ecosistemas son evidentes. El análisis de asociaciones entre indicadores de evaluación y
seguimiento evidencian que en zonas de mayor densidad de población rural existe una menor
área en ecosistemas naturales y seminaturales. De igual forma, la actividad económica estuvo
negativamente asociada al cambio en área de los ecosistemas naturales (Rodríguez et al. 2005).
Jurisdicción de la CAR. El área de jurisdicción de la CAR presenta una alta diversidad de ecosis-
temas sometidos a variadas presiones antrópicas, que ocasionan un alto grado de fragmentación.
La zona de estudio se extendió en cerca de 18.000 km2 e incluyó 104 municipios de los departa-
mentos de Cundinamarca y Boyacá (Ortiz et al. 2005).
En el año 2000, los ecosistemas naturales ocupaban 12,3% del área de estudio, resal-
tando el alto nivel de transformación de esta región del país, asociada a la ganadería extensiva
e intensiva. Este panorama fue particularmente acentuado en el piso bioclimático subandino,
donde por cada hectárea de ecosistemas naturales o seminaturales correspondieron 57 ha trans-
formadas. Entre 1987 y 2000, los ecosistemas naturales y seminaturales perdieron 36.000 ha
(14%) (Ortiz et al. 2005).
Para la jurisdicción de la CAR, la ampliación de las áreas destinadas a cultivos y la den-
sidad poblacional fueron los factores principales asociados con la pérdida de ecosistemas natu-
rales y seminaturales. De esta forma, el 62,5% de los municipios de la CAR sufrió cambios en sus
ecosistemas naturales y seminaturales, para dar paso a cultivos. De igual manera, la jurisdicción
de la CAR presentó una alta densidad poblacional, que en 1993 era once veces más alta (3,9 habi-
tantes/ha) con respecto al resto del territorio nacional (0,3 habitantes/ha) (Ortiz et al. 2005).
Avances metodológicos
Las bases conceptuales y metodológicas de los indicadores de seguimiento y evaluación
de la Política Nacional de Biodiversidad (Armenteras et al. 2003b, Ortiz et al. 2004), así como su
aplicación en tres áreas de los Andes colombianos representan un aporte a la conformación de
la línea base ambiental para el país (Armenteras et al. 2003b). A través de este enfoque metodo-
lógico, se han cuantificado, analizado e integrado factores biológicos, sociales, demográficos y
económicos de una región, permitiendo evaluar las tendencias de la biodiversidad.
Por otro lado, la divulgación de los resultados obtenidos en la aplicación de los indica-
dores en los Andes colombianos se ve reflejada en las publicaciones para cada una de las tres
áreas analizadas (Rincón et al. 2004, Rodríguez et al. 2005, Ortiz et al. 2005). Estos documentos
ponen a disposición un esquema metodológico que puede ser aplicado de forma comparable y
replicable por diferentes entidades encargadas del manejo ambiental, como las corporaciones
autónomas regionales. Por lo tanto, abren la posibilidad a nuevas investigaciones que propendan
por un balance entre el desarrollo y el medio ambiente.
Para el caso del corredor nororiental de robles, se obtuvo un valor agregado a través de
una metodología propuesta para priorizar áreas de conservación, construida a partir de algunos
de los indicadores de seguimiento previamente estimados. Estos incluyen densidad poblacio-
nal rural, tasa de cambio de los biomas, presencia o ausencia de especies amenazadas de aves,
representatividad de ecosistemas dentro del sistema de áreas protegidas y un valor compuesto
de fragmentación por bioma. Como resultado, se definieron dos escenarios posibles para la prio-
rización de áreas para la conservación: (i) prioridad por urgencia, que resalta las áreas con mayor
fragilidad biótica y más amenazas de transformación, y (ii) prioridad por factibilidad de gestión,
que incluye áreas con mayor fragilidad biótica pero menores presiones de transformación y por
tanto, con mayor factibilidad de tener éxito en acciones de conservación. En la siguiente sección
se destacan los aportes a la toma de decisiones bajo estos dos escenarios.
Cabe resaltar que la serie de indicadores aplicados ha sido revisada, ampliada y ajus-
tada de acuerdo con las necesidades identificadas a lo largo del proceso de conceptualización y
aplicación de los mismos (Armenteras et al. 2003b). Este proceso de ajuste ha permitido avanzar
hacia la consolidación del sistema de indicadores. En la Tabla 2.2 se muestran los indicadores
utilizados, especificando en cuál de las tres áreas de estudio fueron aplicados. Es evidente que
con el tiempo se fueron utilizando nuevos indicadores y otros fueron descartados o no tomados
en cuenta debido a que la información no siempre existe o está disponible.
en esta zona del país. Por lo tanto, una de las recomendaciones que se derivan de esta evalua-
ción es la necesidad de implementar acciones prioritarias que promuevan la conservación y el
uso sostenible de la biodiversidad. Para esto es indispensable lograr una compatibilidad entre
desarrollo económico y medio ambiente, puesto que esta zona se caracteriza por un importante
desarrollo económico, niveles elevados de vida e ingresos con relación a otras zonas del país
(Rincón et al. 2004).
Corredor nororiental de robles. El corredor nororiental de robles no presenta fases de expansión
económica y demográfica. Sin embargo, los procesos de transformación y presión sobre los eco-
sistemas ya son evidentes. Si se toma en cuenta que la actividad económica siempre ha sido vista
como una fuente de bienestar mayor (Rincón et al. 2004), los municipios del corredor podrían ser
generadores potenciales de presiones negativas sobre la biodiversidad. De esta forma, se hace
evidente la necesidad de que los tomadores de decisiones adopten esquemas compatibles entre
desarrollo económico-social y medio ambiente para esta zona susceptible de expansión econó-
mica (Rodríguez et al. 2005).
Así mismo, la priorización de áreas de conservación ofrece a los tomadores de decisiones
dos escenarios plausibles, con sus implicaciones correspondientes, que requieren ser sopesadas
de acuerdo con la realidad regional y las metas y los alcances de las instituciones involucradas.
En el escenario de prioridad por urgencia, los esfuerzos deberían ser focalizados en ecosistemas
secos, en algunos andinos y en uno subandino. En los primeros ecosistemas, las áreas prioritarias
se ubican en los municipios de Sáchica y Villa de Leyva (oeste) en Boyacá, y en los márgenes este
de Tipacoque y Soatá en Santander. Es esencial tomar decisiones rápidas concernientes a estos
ecosistemas secos pues son los menos representados en el sistema de áreas protegidas del país
y su nivel de amenaza es muy elevado (Arango et al. 2003). En los ecosistemas andinos, las áreas
prioritarias se ubican en los límites entre los municipios de Onzaga-Tipacoque, Coromoro-Encino,
Togüí-Chitaraque y Suaita-Gámbita-Charalá. Por último, el ecosistema subandino se localiza en
el municipio de Suaita con 4.074 ha.
En el escenario de prioridad por factibilidad de gestión, las áreas prioritarias correspon-
den a bosques andinos con una extensión de 23.500 ha, de los municipios de Suaita-Gámbita y
Charalá, Encino y Coromoro, Mogotes-Coromoro y Onzaga en Santander. En especial se destaca
un fragmento continuo existente en los municipios de Encino y Coromoro, que incluye ecosiste-
mas de páramo, altoandinos y andinos y que ofrece un gran potencial para ser declarado como
área protegida.
Jurisdicción de la CAR. Uno de los aportes más importantes de este estudio es que ha servido
para el diseño y la planificación de la iniciativa por parte de la Corporación, para la declaratoria
del Sistema Departamental de Áreas Protegidas Sidap-CAR (ver Capítulo 3). De igual manera, la
aplicación del sistema de indicadores en el ámbito de una corporación autónoma regional cons-
tituye un marco de referencia para otras corporaciones, que son actores fundamentales en la
conservación y protección de la biodiversidad por estar a cargo del manejo ambiental del terri-
torio de su jurisdicción (Ortiz et al. 2005).
Del estudio se desprenden igualmente varias recomendaciones, que se espera se traduz-
can en decisiones y acciones a corto plazo: (i) promoción de la restauración ecológica en algunos
sectores (valle del río Magdalena y las zonas subandinas en las dos vertientes de la cordillera
Oriental); (ii) priorización para la conservación de tres especies de plantas de las familias Rubia-
ceae y Melastomataceae con distribuciones restringidas, y que se encuentran relacionadas con
los remanentes de bosques del valle del río Magdalena y los bosques andinos de la vertiente occi-
dental de la cordillera Oriental; (iii) priorización alta para 27 especies de aves debido a presión
de uso y a sus asociaciones a ecosistemas con baja representatividad, y (iv) priorización media
para 273 especies de aves relacionadas con ecosistemas con baja proporción pero alta represen-
tatividad (Ortiz et al. 2005).
m de altitud aproximadamente (Rodríguez et al. 2006). Este »» Asociación con factores antrópicos. A nivel de departamen-
rango altitudinal ofrece condiciones favorables para el esta- tos y municipios, se localizaron los fragmentos y se cons-
blecimiento de cultivos de café y pastos para ganadería. En truyeron los siguientes indicadores que reflejan presiones
consecuencia, los bosques subandinos han sufrido intensos y antrópicas que pueden incidir en su deterioro: (i) densidad
prolongados procesos de transformación, los cuales se reflejan poblacional por municipio; (ii) intensidad en el uso del
en los resultados que se desprenden del mapa de ecosistemas suelo por actividades agrícolas (ha cultivadas/km2); (iii)
de los Andes colombianos (Rodríguez et al. 2006). Al año 2000, intensidad de uso de madera como leña (porcentaje de la
los bosques naturales subandinos ocupaban tan sólo el 9,6% población que cocina con leña); (iv) utilización de madera
de la región andina, con 2.750.000 ha. Por su parte, los eco- como material de construcción de vivienda (medido indi-
sistemas transformados, compuestos por agroecosistemas, rectamente del índice de condiciones de vida-ICV-); y (v)
principalmente pastos con vegetación secundaria y cultivos facilidad de acceso a las áreas de bosque natural (densidad
de café, sumaban 5.600.000 ha. de la red de carreteras).
»» Asociación con medidas de respuestas de política. Se apli-
Sobre la metodología caron tres medidas básicas para determinar los factores
El análisis se basó en el mapa de ecosistemas de los Andes asociados de manera directa con la política ambiental
colombianos año 2000 elaborado por el Instituto Humboldt orientada hacia la conservación de la biodiversidad: (i)
(Rodríguez et al. 2006) y el sistema de indicadores de evalua- capacidad de ejecución de las acciones políticas por parte
ción y seguimiento de la Política Nacional Ambiental (Armen- de las corporaciones autónomas regionales (disponibilidad
teras et al. 2003b). El proceso incluyó los siguientes pasos: de recursos financieros); (ii) capacidad de empresas de agua
»» Indicador sintético sobre el estado del fragmento en un potable y saneamiento básico de proteger y conservar las
momento dado. A partir de la información proveniente del cuencas hidrográficas que las abastecen; y (iii) localización
mapa de ecosistemas de los Andes colombianos, se identi- de un fragmento de bosque natural subandino dentro de
ficaron aquellos fragmentos del bosque natural subandino un área protegida del SPNN. Dos factores adicionales fueron
con tamaños superiores a 90 ha en el año 1985. Posterior- incluidos en el análisis, a saber, el nivel de pendiente de los
mente, y a través del método estadístico de análisis de fragmentos y los niveles de violencia en las áreas de ubica-
componentes principales, se construyó un indicador que ción de los fragmentos.
sintetiza en una sola medida, características intrínsecas de »» Aplicación de modelos analíticos. Finalmente, se constru-
los fragmentos para cada momento estudiado: (i) tamaño yeron y aplicaron dos modelos analíticos que permitieron
del fragmento en 1985 y tamaño remanente en el año 2000 elucidar las relaciones funcionales entre los factores de pre-
(es decir área afectada); (ii) índice de la forma en 1985 y en siones antrópicas y respuestas de política, con los niveles
el año 2000; y (iii) intensidad de la actividad antrópica en de degradación de los fragmentos evaluados. Ambos mode-
1985 y 2000, medida como la porción del área intervenida los son de tipo jerárquico, es decir, que toman en cuenta el
que no presenta relicto boscoso. Este indicador varía de 0 efecto derivado de los diferentes niveles de agregación de
a 100, en donde valores cercanos a cero denotan una baja las variables utilizadas, a saber, departamento, municipio y
degradación del fragmento. fragmento del bosque. El primer modelo jerárquico, de corte
»» Indicador sintético sobre el cambio del estado del frag- transversal, relaciona factores antrópicos y de respuesta en
mento durante un periodo de tiempo. Aplicando un análisis su respectivo nivel de análisis en un momento dado, con
de componentes principales, este índice reflejó los cambios el índice de cambio en el estado de conservación del frag-
en las características intrínsecas (tamaño, forma e intensi- mento de bosque. El segundo modelo, definido como modelo
dad), que reflejan el grado de deterioro del fragmento para en primeras diferencias, relaciona los mismos factores para
el periodo 1985-2000. un periodo de tiempo determinado.
Las empresas de agua potable y saneamiento básico más ubicados en pendientes superiores al 75%. Por lo tanto, un
consolidadas inciden efectivamente en la conservación de las factor geográfico, como la pendiente del terreno, contribuye
cuencas hidrográficas que las abastecen de agua, pues son las a frenar los procesos de degradación del bosque subandino,
encargadas de velar por su conservación y protección. Por lo pero sólo para valores de pendiente superiores al 75%, a partir
tanto, la relación fue significativa e inversa: un mayor desarro- de los cuales es difícil para el hombre acceder al terreno.
Los enclaves secos hacen referencia a los bosques tropicales secos y muy secos, a los
montes espinosos y a los matorrales desérticos. Actualmente se distribuyen en el país, en el cin-
turón seco del Caribe, en los enclaves secos altoandinos de la cordillera Oriental y en los valles
secos interandinos (Cavelier 1998). En estos últimos, en particular, los enclaves secos han sido
seriamente transformados, constituyendo tan sólo el 1,1% con respecto a los ecosistemas andi-
nos naturales (Rodríguez et al. 2006).
Junto con la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), el Instituto
Humboldt desarrolló y aplicó la metodología sobre la delimitación de enclaves secos en dos áreas
piloto: los cañones del río Dagua y los del río Tuluá en el Valle del Cauca. La baja representativi-
dad en áreas protegidas de estos ecosistemas, así como su estado avanzado de transformación,
resalta la necesidad de enfocar esfuerzos para su conservación y manejo (Cabrera-Montenegro
y Galindo-García 2006).
El área estudiada del cañón del río Dagua cubrió una extensión de 9.402 ha de la cual
pudo ser interpretada el 81,5%, mientras que para el cañón del río Tuluá se evaluó el 68,2% del
área total considerada (7.478 ha) (Mapa 2.4). Esto se debió a la presencia de nubes y sombras en
las imágenes y a la falta de información para algunas localidades. Las imágenes de sensores
remotos (Ikonos) fueron tomadas en el año 2000 para el cañón del río Dagua y en 2002 para el
cañón del río Tuluá (Cabrera-Montenegro y Galindo-García 2006).
Ambos estudios revelan un alto grado de transformación de los ecosistemas naturales.
La cobertura natural (bosque) o natural intervenida (bosques secundarios y matorrales secun-
darios xéricos y subxéricos) representan el 13,4% del enclave del río Dagua y el 14,7% del enclave
del río Tuluá. La cobertura original ha sido transformada principalmente a pastos (36,0%-Dagua
y 15,9%-Tuluá), pastizales arbustales (16,2% y 24,6% respectivamente) y rastrojos (7,2% y 10,6%
respectivamente) (Cabrera-Montenegro y Galindo-García 2006).
De igual forma, los datos obtenidos a través de la clasificación y delimitación de los eco-
sistemas para los dos enclaves estudiados muestran un alto grado de fragmentación, en el que
el tamaño de cada remanente boscoso no supera las 30 ha. Los remanentes de ecosistemas natu-
rales están asociados espacialmente a zonas de alta pendiente con acceso limitado, a pequeños
parches en medio de pastizales, y a cursos de agua en donde la relación área-perímetro es muy
baja. Por lo tanto, es probable que los efectos de borde asociados a la fragmentación sean signifi-
cativos en estos remanentes de vegetación, con lo cual tanto la estructura como la composición
de la vegetación se estarían alterando seriamente y causando pérdidas importantes de biomasa
(Laurance et al. 1997).
Así mismo, en los terrenos planos los ecosistemas naturales y seminaturales han sido
destruidos pues son zonas aptas para la agricultura y ganadería. Estas actividades antrópicas
están asociadas a quemas y sobrepastoreo, no sólo transformando el paisaje sino degradando
considerablemente los suelos (Cabrera-Montenegro y Galindo-García 2006).
Avances metodológicos
La aproximación metodológica para la delimitación de ecosistemas de enclaves secos
(Cabrera-Montenegro y Galindo-García 2006) establece las bases conceptuales y metodológicas
para su mapificación, a través de imágenes de sensores remotos de media y alta resolución. Para
los dos casos piloto se utilizaron las imágenes de sensores remotos de alta resolución (Ikonos),
que permiten discriminar los tipos de cobertura presentes en estos enclaves, con un nivel de
resolución de 4 m. El esquema metodológico incluye seis fases, cuyos resultados finales son los
mapas de los ecosistemas secos naturales y transformados.
Con esta propuesta se logra superar los problemas reconocidos para la clasificación de
estos ecosistemas, los cuales están asociados al pequeño tamaño de los remanentes de vegeta-
ción, que dificultan su separación de otro tipo de vegetación herbácea y del suelo (Okin & Roberts
2004 en Cabrera-Montenegro y Galindo-García 2006). De esta forma, la metodología se constituye
en la primera aproximación para delimitar enclaves secos en Colombia, empleando este tipo de
herramienta tecnológica (Cabrera-Montenegro y Galindo-García 2006).
Biodiversidad en comunidades,
especies y genes de la región andina colombiana
Al igual que el estudio ecosistémico de la biodiversidad, los otros tres niveles de orga-
nización de la biodiversidad han sido temas prioritarios de investigación para el Instituto Hum-
boldt y, por tanto, fueron incorporados en el Proyecto Andes.
En las próximas secciones, se presentan las contribuciones a la expansión del conoci-
miento de la biodiversidad en sus niveles de comunidades, especies y genes en los Andes colom-
bianos, a través de:
»» Las caracterizaciones de grupos biológicos indicadores y sus hábitats en nueve localidades de
los Andes colombianos, y el aporte de éstas al incremento de la representatividad de las colec-
ciones biológicas de referencia del Instituto Humboldt.
»» La identificación y priorización de especies focales con énfasis en las especies amenazadas, que
requieren atención especial para su conservación y manejo.
»» Un estudio de caso sobre los planes de manejo de dos especies focales: una emblemática (mono
aullador, Alouatta seniculus) y otra amenazada y endémica (pava caucana, Penelope perspicax).
»» El banco de tejidos y ADN y la determinación de la genética poblacional de varias especies
con énfasis en robles.
hábitats), se define qué tan diferentes son los ensamblajes de especies entre localidades (Colwell
& Coddington 1994 en Andrade 2007).
Esta información de base es un aporte sustancial a la conservación, pues ha sido identifi-
cada como factor clave para el diseño de áreas protegidas regionales (Kattan et al. 2005, Andrade
2007). De esta manera, un alto grado de recambio entre dos localidades (pocas especies compar-
tidas entre localidades) implicaría que ambos ensamblajes son irremplazables para la conser-
vación, mientras que uno bajo indicaría que al conservar una localidad se estaría conservando
la mayoría de las especies que se encuentran en la otra localidad.
Resultados principales
A través de protocolos de muestreo estandarizados (Villarreal et al. 2004, Maldonado et al.
2005), el Instituto Humboldt caracterizó la biodiversidad en nueve áreas de los Andes colombianos,
seleccionadas por ser zonas poco exploradas y con información de base escasa (Tabla 2.3, Mapa 2.5).
Las zonas estudiadas incluyeron áreas protegidas del Sistema de Parques Nacionales Naturales
(SPNN), zonas de amortiguación, reservas forestales, municipales y resguardos indígenas.
En cada área de estudio los muestreos fueron realizados en varias unidades de paisaje
previamente seleccionadas y posteriormente descritas en términos de suelos y geomorfología.
Cada unidad de paisaje fue igualmente caracterizada a través de cuatro grupos biológicos: plan-
tas leñosas, aves, insectos y peces. En el grupo de insectos se estudiaron las mariposas diurnas,
los escarabajos estercoleros y las hormigas. Se obtuvo así información para cada grupo sobre
representatividad de los muestreos, patrones de riqueza en el gradiente altitudinal, análisis
del recambio de especies (diversidad beta), registros taxonómicos importantes y prioridades de
conservación para las aves.
Fómeque y La Calera
PNN Chingaza y Reserva Forestal
-Cundinamarca; San Juanito – 2003
Protectora de los ríos Blanco y Negro
Meta
Avances metodológicos
El Instituto Humboldt avanzó en el desarrollo de metodologías que aportan y estimulan
la realización de caracterizaciones biológicas en el país. Estas contribuciones se pueden agrupar
en varios aspectos:
»» Las metodologías estandarizadas para la caracterización del paisaje y para grupos de plantas,
aves e insectos recogidas en un manual (Villarreal et al. 2004) y en otro, para peces (Maldo-
nado et al. 2005); en ambos manuales se presentan los protocolos de muestreos estandarizados
para los diferentes grupos biológicos. Estos grupos fueron seleccionados por ser indicadores del
estado actual de la biodiversidad y por cumplir con ciertos atributos que facilitan su estudio
(son abundantes, su taxonomía es conocida, entre otros).
»» En el Proyecto Andes, esta metodología fue afianzada a través de su aplicación en nueve áreas
de la región andina y se complementó con la metodología desarrollada para peces (Maldonado
et al. 2005). Los dos manuales, puestos a disposición del público, contribuyen con la necesidad de
contar con metodologías probadas y ajustadas que cuantifiquen y midan de manera confiable,
varios grupos biológicos simultáneamente. De esta manera, los métodos estandarizados per-
miten que la información sea comparable entre diferentes localidades, superando los posibles
sesgos producidos en los datos colectados y logrando avanzar en la comprensión de los patrones
de distribución de la biota. Así mismo, los metadatos de estas caracterizaciones se encuentran
a disposición del público, bajo el aplicativo Cassia (www.siac.net.co/metadatos).
»» Las colecciones biológicas: representan las muestras reales de la biodiversidad, y constituyen
el soporte científico de caracterizaciones biológicas. La experiencia ganada en su manteni-
miento resultó en el desarrollo de un protocolo de preservación adecuado de colecciones, que
apoya el mejoramiento del estado de salud de las colecciones y asegura su mantenimiento a
largo plazo (Bernal y Mesa s.f.).
El nivel de especie ha sido abordado desde la necesidad de sentar bases sólidas de cono-
cimiento para la orientación de esfuerzos de conservación, dirigidos a aquellas especies que
tienen una alta probabilidad de desaparecer en el futuro. Sin embargo, esta priorización se ha
extendido a la definición y selección de especies focales, es decir, no sólo aquellas en algún grado
de amenaza, sino también las especies sombrilla, indicadoras, útiles y emblemáticas que juegan
un papel importante en la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad.
Respondiendo con los lineamientos de la Gestión ambiental para fauna (MMA 1997),
el Proyecto serie libros rojos de especies amenazadas de Colombia, analiza el estado de conoci-
miento y conservación de las especies de fauna y flora colombianas (Franco et al. 2006). A través
de un esfuerzo mancomunado de instituciones, expertos e investigadores de la comunidad cien-
tífica nacional e internacional, los libros rojos tienen como propósito establecer un panorama
claro sobre el riesgo de extinción de las especies de fauna y flora del país, con (i) información
actualizada sobre la biología de las especies, (ii) la evaluación sistemática de su grado de ame-
naza y (iii) la identificación de los vacíos de información de éstas.
Esta iniciativa se tradujo en la conformación en 1998, del Comité nacional de libros rojos
de Colombia, hoy Comité técnico nacional de categorización. Liderado por el MAVDT, este comité
está compuesto por el Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la Universidad Nacional de Colom-
bia, el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras “José Benito Vives De Andréis” (Invemar),
el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi (I. Sinchi), el Instituto Humboldt, la
Fundación Inguedé y Conservación Internacional (CI). A la fecha han sido publicados libros rojos
sobre mamíferos, aves, anfibios, reptiles, briofitos y plantas fanerógamas (Volúmenes 1, 2, 3, 4) y
se encuentran en proceso de impresión artrópodos y plantas fanerógamas (Volúmenes 5 y 6).
Resultados principales
Basado en la lista de especies de aves amenazadas de Colombia propuesta por Renjifo
(1998), el Libro rojo de aves (Renjifo et al. 2002) evaluó 162 especies de las cuales 152 (9% de la avi-
fauna nacional) se encuentran amenazadas y casi amenazadas (Tabla 2.4). Es alarmante que
47 de las 66 especies de aves endémicas del país (es decir aquellas distribuidas únicamente en
Colombia) presenten algún grado de amenaza, así como que las 19 especies en peligro crítico
requieren acciones inmediatas para evitar su extinción.
De igual manera, las cinco regiones del país (Amazonia, Orinoquia, Andina, Caribe y
Pacífica) albergan especies de aves amenazadas. Sin embargo, las zonas montañosas de los Andes
concentran un alto número en los pisos altitudinales subandino (61), andino (41) y páramo (9),
resultado que resalta el acelerado grado de transformación y deterioro de esta región del país
(Renjifo et al. 2002).
La principal causa de amenaza sobre las aves (110 especies) es la destrucción de su hábi-
tat debido a la deforestación, las actividades agropecuarias, los cultivos ilícitos y la extracción de
madera, entre otras actividades. Treinta y cuatro (34) especies están seriamente afectadas por la
cacería de subsistencia y recreativa, así como por el tráfico ilegal de mascotas. La cacería afecta
principalmente a las aves frugívoras de gran porte, aves acuáticas y rapaces (Renjifo et al. 2002).
Frente al elevado número de especies de aves amenazadas identificadas y ante la imposi-
bilidad de adelantar planes de manejo individuales para cada especie, se optó por una estrategia
de protección integral de la avifauna y sus hábitats bajo el programa Áreas Importantes para la Tabla 2.5 Número de especies
Conservación de las Aves (Aicas). Este programa hace parte de una iniciativa internacional liderada evaluadas en los volúmenes 1 a
por BirdLife International (BLI). Las Aicas son áreas de conservación que concentran un número 5 del Libro rojo de plantas, por
elevado de especies de aves que cumplen con criterios como riesgo a la extinción, distribución res- grupo y categoría de riesgo.
tringida, especialistas a un bioma o mantenimiento de grandes congregaciones en alguna época CR: En Peligro Crítico; EN: En
del año (Renjifo et al. 2002). Numerosas Aicas han sido designadas en la región andina (77) y cabe Peligro; VU: Vulnerable; NT: Casi
resaltar cómo la gestión del Proyecto Andes influyó en la designación de Aicas en otras zonas del Amenazado; LC: Preocupación
país, como es el caso del Aica en el ecoparque Los Besotes en el municipio de Valledupar (IAvH Menor; DD: Datos Insuficientes
2003) (ver Capítulo 3). * Diez familias evaluadas: Lauraceae,
Lecythidaceae, Sapotaceae, Fabaceae,
Elaborados bajo la coordinación del Instituto Humboldt y el ICN y conjuntamente con Burseraceae, Caesalpiniaceae,
Magnoliaceae, Meliaceae, Euphorbiaceae
otras entidades como el I. Sinchi y la Corporación Autónoma Regional de Antioquia (Corantioquia), y Mimosaceae.
los cinco volúmenes del Libro rojo de plantas analizan cerca de 23 familias de la flora del país (Cal- ** 18 géneros evaluados: Anguloa,
Cattleya, Coeliopsis, Comparettia,
derón et al. 2002 y 2005, García y Galeano 2006, Cárdenas-L. y Salinas 2007, Calderón-Sáenz 2007, Coryanthes, Cycnoches, Dracula, Embreea,
Lycste, Masdevallia, Miltoniopsis,
García 2007). La Tabla 2.5 presenta las familias evaluadas, el número de especies amenazadas por Odontoglossum, Otoglossum,
Phragmipedium, Psychopis, Restrepia,
familia y por categoría de amenaza. Rodriguezia y Selenipedium.
Chrysobalanáceas 8 14 12 40 45 2 34/121
Lecythidáceas 2 10 14 16 33 2 26/77
Zamias 7 3 3 1 6 - 13/20
Magnolias 11 20 1 - - 1 33/33
Podocarpáceas 0 0 4 4 1 1 4/10
Avances metodológicos
Antes de la publicación de los libros rojos, Colombia contaba con listados de especies
amenazadas clasificadas globalmente por la Unión Mundial para La Naturaleza (UICN 2001) y
BirdLife International (BLI 2000), así como líneas de base nacionales (Calderón 1998, Renjifo 1998).
Los libros rojos de aves y plantas, al igual que los demás libros de la serie, acogen la metodolo-
gía de categorización de especies amenazadas propuesta por UICN (2001), pero ha sido aplicada
y ajustada al contexto nacional. De esta forma, los libros rojos constituyen una aproximación
nacional actualizada y precisa sobre el estado de conservación de las especies de aves y plantas
en Colombia y ponen a disposición del público, la metodología documentada (Renjifo et al. 2002
y Calderón et al. 2002 y 2005, García y Galeano 2006, Cárdenas-L. y Salinas 2007, Calderón-Sáenz
2007, García 2007).
A partir del ejercicio de la elaboración de los libros rojos se evidenció la necesidad de
reconocer las especies que se encuentran amenazadas a nivel regional pero no a nivel nacional,
así como trabajar con especies focales importantes para la conservación y uso sostenible de la
biodiversidad a nivel regional y local. Es así como se desarrolló una metodología para determinar
prioridades de conservación de especies de fauna focales, basada en criterios tales como riesgo a
la extinción, distribución, importancia cultural y económica de las especies. La metodología ha
sido aplicada en la jurisdicción de la CAR (Ortiz et al. 2005) y en la CVC (Franco et al. 2003), y se
encuentra a disposición del público en la página web: www.humboldt.org.co/humboldt/mos-
trarpagina.php?codpage=3000016). Su propósito es señalar a las entidades ambientales como
las corporaciones autónomas regionales, las especies y los ecosistemas sobre los cuales deben
focalizarse los esfuerzos de conservación.
Por último, el desarrollo de esta metodología ha resaltado la importancia de trabajar con
las especies invasoras y sus impactos negativos sobre los ecosistemas y las especies nativas. Esto
se tradujo en una propuesta con los lineamientos para el control de los impactos de las especies
invasoras (Gutiérrez 2006), la producción de un listado preliminar sobre 44 plantas invasoras
(Calderón 2004) y un listado general de fauna y flora (www.humboldt.org.co/humboldt/ home-
Files/biologia/Lista%20general%20preliminar-invasoras .pdf).
fica las resoluciones 316 de 1974 y 1408 de 1975, proferidas por el Inderena, en relación con la
veda sobre la especie de roble (Quercus humboldtii).
»» Se constituyen en la línea base sobre el conocimiento de las especies de fauna y flora amena-
zadas de Colombia y por tanto, son un insumo para orientar la investigación de especies ame-
nazadas. El Programa de Becas del Instituto Humboldt, por ejemplo, enfocó la investigación
hacia especies amenazadas durante seis años (2001 a 2006) y apoyó el desarrollo de 34 pro-
yectos y tesis sobre diversos temas en los Andes colombianos. Se destacan las investigaciones
realizadas sobre taxonomía, sistemática, ecología y biología que permitieron avanzar en el
conocimiento del paujil de pico azul Crax alberti (Melo y Ochoa 2003, Ramírez-Arias 2004), el
tapir andino Tapirus pinchaque (Pedraza 2005), el platanillo Heliconia estiletioides (Andrade
2004) y la palma Ceroxylon sasaimae (Andrade 2004).
»» Su disponibilidad ha igualmente facilitado varios análisis sobre el grado de cubrimiento de
los sistemas de áreas protegidas, en relación con la distribución de las especies amenazadas
(Franco y Bravo 2005, Franco et al. inédito en Arango-V. y Díaz-M. 2006, Velásquez-Tibatá 2004
en Arango-V. y Díaz-M. 2006).
»» Han apoyado el desarrollo del marco reglamentario sobre especies amenazadas, con énfasis
en aquellas afectadas por el comercio ilegal. El fortalecimiento normativo, a su vez, facilita las
funciones de control que deben ejercer las autoridades administrativas, policivas y judiciales,
con respecto al tráfico ilegal de fauna y flora. Bajo este contexto y con el apoyo del MAVDT, se
elaboró y publicó el manual de identificación de aves objeto de comercio en Colombia y que se
encuentran listadas en algunos de los apéndices de la Convención Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) (Roda et al. 2003).
»» Han aportado información actualizada para el desarrollo y formulación de los programas
nacionales para la conservación (MAVDT) de algunas especies andinas como el cóndor andino
(Vultur gryphus), el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), el caimán del Magdalena (Crocodylus
acutus) y el tapir andino (Tapirus pinchaque).
»» Han fomentando el conocimiento, la conservación y el uso de la biodiversidad colombiana,
particularmente de las especies focales, a través de proyectos de divulgación de información
con un sentido pedagógico tales como el Proyecto Huella (www.jovenes.humboldt.org.co), la
serie de publicaciones sobre especies colombianas y las Aicas.
Por otro lado, la selección de un área para ser designada Aica implica un proceso en
donde la participación pública es fundamental. Estas áreas, además de las aves, conservan otras
especies de fauna y flora. Es así como en la actualidad el Programa Aicas cuenta con 120 áreas
establecidas, 77 de las cuales se encuentran en los Andes colombianos y cobijan la distribución
de 58 especies amenazadas y 41 casi amenazadas: 33 anfibios amenazados y cinco casi amena-
zados, 14 mamíferos amenazados y dos especies de reptiles amenazados.
Las Aicas se constituyen en un incentivo a la conservación, como es el ejemplo del Aica
Selva de Florencia, la cual no estaba protegida bajo ninguna figura legal, pero con el apoyo inicial
del Aica y por el interés y compromiso de la comunidad, fue designada Parque Nacional Natu-
ral. Un caso similar ocurrió con el Aica Cañón Río Alicante y Cañón del Río Barbas y Bremen las
cuales hacen parte en la actualidad de Distritos de Manejo Integrado designados por las corpo-
raciones autónomas regionales de Antioquia (Corantioquia), del Quindío (CRQ) y de Risaralda
(Carder), respectivamente.
E ST U DIO DE CASO
Planes de conservación de la pava caucana
(tomado de Kattan y Valderrama 2006), y
el mono aullador (tomado de Valderrama y
Kattan 2006).
Puesto que sólo el 10% del territorio nacional se encuentra
bajo el sistema de áreas protegidas, es esencial trabajar en la
conservación de la biodiversidad en paisajes transformados. Las
herramientas de manejo del paisaje (HMP) han sido diseñadas e
implementadas para que los sistemas productivos regionales sean
compatibles con el mantenimiento de la biodiversidad y por tanto,
de los bienes y servicios ambientales que se derivan de ésta.
Una de las principales HMP es el establecimiento de corre-
Central, estando algunas de ellas protegidas en áreas bajo alguna
dores de vegetación que restauran la conexión entre remanentes
categoría de manejo.
de bosque otrora continuos. De esta forma, los corredores buscan
restablecer el movimiento y la dispersión de las especies entre los El mono aullador (Alouatta seniculus) es un primate de gran
parches de bosque, contribuyendo así a mantener la viabilidad porte, ampliamente distribuido en Colombia (excepto en la ver-
de sus poblaciones. tiente del Pacífico) y muy estudiado, siendo una de las especies
En el marco del Sistema Regional de Áreas Protegidas del Eje neotropicales mejor conocidas. Sin embargo, las investigaciones
Cafetero (Sirap-EC) (ver Capítulo 3), y buscando compatibilizar la han estado concentradas en tierras bajas de la Amazonia y la
conservación de especies focales con las HMP, se desarrollaron los Orinoquia, con un bajo cubrimiento de las poblaciones ubica-
planes de conservación de dos especies de especial interés para das en la zona andina por encima de los 1.000 m. A pesar de ser
la zona cafetera: la pava caucana (Penelope perspicax) y el mono clasificada en bajo riesgo-preocupación menor a nivel nacional
aullador (Alouatta seniculus). Estos planes se identificaron como (Defler y Rodríguez-Mahecha 2003), es incierto su estado de
una de las acciones prioritarias del Plan Operativo del Sirap EC conservación en el Eje Cafetero debido al alto grado de transfor-
destinado a desarrollar una red integrada de áreas protegidas. mación, fragmentación y aislamiento marcado del paisaje. Por
De esta forma, los planes de conservación aportan al proceso de este motivo, además del hecho de ser una especie carismática y
ordenamiento territorial, el cual busca garantizar la conservación emblemática para la zona, el mono aullador ha sido considerada
de especies y ecosistemas. especie focal de Sirap-EC.
La pava caucana (Penelope perspicax) es un ave de gran porte per- Los planes de conservación. Los planes de conservación de la pava
teneciente a la familia Cracidae. Distribuida en la cuenca media caucana (Kattan y Valderrama 2006) y el mono aullador (Valde-
del río Cauca, esta especie es endémica y ocupa la franja de la rrama y Kattan 2006) representan uno de los primeros planes
selva subandina, entre los 1.000 y 2.000 m de altitud. Esta zona elaborados para una región del país, integrando información
ha sido fuertemente transformada, causando la destrucción y biológica, socioeconómica y cultural. Si bien estos se enmarcan
fragmentación de los bosques, y constituyéndose en la principal en la región del Sirap-EC, los planes abarcan toda la distribución
amenaza para la sobrevivencia de la pava caucana. Por tal motivo, geográfica conocida de la pava caucana y la zona del valle medio
y seguido por el impacto de la cacería de sus poblaciones, la pava del Cauca del mono aullador.
caucana se encuentra seriamente amenazada, siendo clasificada El objetivo general de los dos planes plantea conservar pobla-
en la categoría En Peligro (Renjifo et al. 2002). ciones viables y ecológicamente funcionales, a través de cuatro
Actualmente, se han confirmado cuatro núcleos poblacio- objetivos específicos, cada uno con líneas de acción, que se pre-
nales de esta especie, dos en la cordillera Occidental y dos en la sentan en la Tabla 2.6. Las líneas cuentan con actividades identi-
»»Enriquecer el hábitat en zonas donde persisten poblaciones de las dos especies focales.
»»Restaurar el hábitat para aumentar cobertura y conexión.
Conservación y
»»Implementar HMP con comunidades locales.
manejo del paisaje
Aumentar la »»Buscar alternativas de mitigación por proyectos de desarrollo (por ejemplo ampliación
cantidad y calidad carretera Buga- Buenaventura).
del hábitat de la
pava caucana y el
Políticas e »»Incorporar el criterio de especies amenazadas para implementar instrumentos de
mono aullador
instrumentos de política, tales como incentivos económicos y no económicos a propietarios de predios
gestión para la mantener el hábitat y las poblaciones de las dos especies focales.
Conservación »»Fortalecer el programa del centro de rehabilitación Farallones (La Pintada) para el mono
y manejo de aullador, y en el zoológico de Cali para la pava caucana.
ejemplares y »»Evaluar la factibilidad de desarrollar programas de reintroducción de las dos especies
poblaciones ex situ focales.
Aumentar el
número y tamaño Conservación y »»Establecer áreas protegidas bajo alguna categoría (regional, municipal o privada) en
de las áreas bajo manejo del paisaje zonas con poblaciones que no cuentan con protección legal.
protección
Investigación y »»Medir las tasas de extracción y el uso de las poblaciones de las dos especies focales.
monitoreo »»Monitorear la efectividad de las actividades de control de cacería
ficadas, que incluyen tiempo de duración, resultados esperados, las semillas en tierras bajas de la Amazonia (Andresen 2002),
indicadores de impacto y gestión, y por último, lugares para desa- y contribuye con el mantenimiento de la capacidad de rege-
rrollar las actividades. neración de los remanentes de bosques amazónicos (Santa-
Para concluir, cabe resaltar que los planes de acción y con- maría 2004).
servación son planes dinámicos y, por tanto, requieren ser ajus- De esta forma, el valor de conservación del mono aulla-
tados y refinados a medida que se amplía el conocimiento de las dor se basa en su eficiente servicio ecológico como dispersor
especies e interacciones de interés. El papel del mono aullador de semillas, antes ignorado. El plan de manejo de esta especie
como dispersor de semillas representa un buen ejemplo. Los requiere incorporar esta información y ajustar las actividades
aulladores han sido generalmente clasificados como deficientes identificadas en sus líneas de acción. Es esencial conservar la
dispersores de semillas debido a su comportamiento sincrónico diversidad de las interacciones y los procesos ecológicos. En este
de defecación que produce una agregación desventajosa para contexto, resulta ideal evaluar la contribución del mono aullador
la germinación de semillas. Sin embargo, estudios recientes en el mantenimiento y la integridad funcional de los corredores
muestran que este primate sí incrementa la sobrevivencia de biológicos establecidos en los Andes a través de las HMP.
Resultados principales
Banco de Tejidos y ADN. Inscrito oficialmente en el registro colombiano de colecciones biológi-
cas, este Banco tiene la capacidad de almacenar 76.000 muestras bajo condiciones adecuadas
(-160°C), que garantizan su integridad a largo plazo (500 años). Las muestras han sido sumi-
nistradas por el equipo del Grupo de Exploración y Monitoreo Ambiental (GEMA) del Instituto
Humboldt, por los investigadores que recolectaron muestras en la parcela permanente La Pla-
nada (ver siguiente sección) y por investigadores externos.
Hasta el año 2005, la colección contaba con 6.352 muestras que representaban varios
grupos biológicos, en especial aves (3.069; 48%) y plantas (2.764; 43%), seguidas por mamíferos
(330; 5%), reptiles (158; 2%), peces (47; 1%) y ADN de suelo (46; 1%) (Palacio-Mejía y Hodson de Jara-
millo 2007). En plantas, se destaca un número de muestras importantes provenientes de varias
poblaciones del roble común (Quercus humboldtii) y palmas amenazadas de los géneros Attalea
y Ceroxylon. Actualmente, el número de muestras asciende a 8.000 (Palacio 2007, com. pers.).
Genética de la conservación de los dos especies de robles colombianos. El estudio de la gené-
tica de poblaciones ha sido posible con la creación del Laboratorio de Biología Molecular y su
consolidación a través de la adquisición de equipos, reactivos e infraestructura. En especial,
se desarrolló la línea de investigación en genética de la conservación de los robles (Fagaceae)
colombianos.
El roble negro (Colombobalanus excelsa) es una especie endémica de los Andes colom-
bianos, perteneciente al género monotípico Colombobalanus. Hasta el momento han sido iden-
tificadas cinco poblaciones, estando tres de ellas dentro de áreas protegidas del SPNN (PNN
Farallones de Cali, PNN Cueva de Los Guácharos y SFF Alto Guanentá Río Fonce). Por el contrario,
el roble común (Quercus humboldtii) se encuentra ampliamente distribuido en las tres cordi-
lleras colombianas entre los 1.200 y 3.200 m de altitud, y en las zonas montañosas de Panamá.
Las poblaciones de ambas especies se encuentran amenazadas por la destrucción de su hábitat,
estando las del roble común disminuidas a un 27% de su distribución original, por la explota-
ción ilegal desmedida para madera y carbón, así como por la utilización de su corteza para la
curtimbre de cueros (Palacio-Mejía y Fernández-Manjarrés 2006).
Roble negro. Para las tres poblaciones evaluadas, los valores obtenidos sobre la diversidad
genética (es decir la variación de genes en la población) resaltan que (i) la población del PNN
Farallones de Cali es la más estable; (ii) la población del PNN Cueva de los Guácharos es la más
amenazada debido a la presencia de niveles de endogamia y, (iii) el SFF Alto Guanentá Río Fonce
presenta un exceso de heterocigotos, y por ende, está en un estado intermedio de riesgo (Gon-
zález-Valencia 2001). La estructura genética estimada, es decir, la cantidad y distribución de la
variación genética entre poblaciones, muestra una tendencia alta. Esto indica que las tres pobla-
ciones divergen bastante entre sí y se han adaptado a las condiciones locales, sin el efecto del
flujo genético que homogeniza las poblaciones (González-Valencia 2001, Palacio-Mejía 2005).
Roble común. Se estimó la diversidad y estructura genética de 19 poblaciones de roble común,
ubicadas en Arcabuco (Fernández-Manjarrés 2002), PNN Farallones de Cali, PNN Cueva de los
Guácharos y el SFF Alto Guanentá Río Fonce (Palacio-Mejía 2005); de cuatro poblaciones en el
Macizo Colombiano (Paz & Palacio-Mejía 2005); de siete en Antioquia (Montoya y Palacio-Mejía
2005) y de cuatro del Quindío (Barrios-Leal et al. 2005). Los resultados señalan una alta estruc-
tura genética en las poblaciones muestreadas. Así mismo, en tres de las poblaciones del roble
común se evidencia un alto grado de divergencia. Esto sugiere la presencia de varios linajes
en el país, producto posiblemente de varios eventos de colonización. Este resultado, sumado
a la alta estructura genética detectada, aporta elementos para la reciente discusión sobre la
existencia de más especies del Quercus en el país (Hooghiemstra y Van der Hammen 2004 en
Palacio-Mejía y Fernández-Manjarrés 2006).
También se evaluó el efecto de la fragmentación en las poblaciones de la región de
Arcabuco y Villa de Leyva, a través del análisis de cerca de 300 árboles adultos y cerca de 590
plántulas del roble común. En general, la fragmentación ha afectado los procesos genéticos de
las poblaciones evaluadas del roble común a través de la autofecundación, la reproducción entre
árboles emparentados y la reducción de las fuentes de donde proviene polen que ha fecundado
las flores (Fernández-Manjarrés 2002). Esto se evidencia por la pérdida de alelos de las plántu-
las de los fragmentos pero no en las plantas adultas, y que se atribuye a la tendencia de poli-
nización de pocos árboles en fragmentos pequeños (Fernández-Manjarrés 2002, Fernández-M.
& Sork 2005).
Avances metodológicos
Si bien las técnicas genéticas han sido ampliamente utilizadas en estudios sobre salud
y agricultura, no han sido aplicadas con la misma magnitud en el ámbito ambiental. En este
sentido, es evidente que la colección de tejidos y de ADN de fauna y flora silvestre ha impulsado
De los estudios genéticos sobre las dos especies de roble se desprenden varias recomendacio-
nes:
»» Tomando en cuenta la distribución restringida del roble negro y que es un género monotípico,
es esencial implementar programas de manejo específicos para cada población, con el fin de
conservar la actual diversidad genética, proteger los procesos de adaptación local y garantizar
la viabilidad de la especie a largo plazo.
»» Puesto que ambas especies de roble presentan una alta variabilidad genética, es indispensa-
ble mantener tamaños poblacionales grandes, para lo cual es imprescindible la aplicación de
estrategias de conservación in situ para las dos especies.
»» La restauración de robledales debe llevarse a cabo independientemente para cada población
de roble, evitando mezclar semillas y plantas de diferentes poblaciones.
»» Para las poblaciones del roble común en la región de Villa de Leyva, el efecto de la fragmenta-
ción en la diversidad y estructura genética del roble común, en especial en fragmentos peque-
ños, requiere ser contrarrestado, para lo cual es indispensable mantener grandes extensiones
de bosque que garanticen los niveles actuales de diversidad genética.
bosques plantados, mientras que los estudios en bosques naturales se iniciaron en los setenta,
con un enfoque ecológico y de conservación. La compilación de las parcelas permanentes en
bosques naturales hasta el año 2005 indica la existencia de 65 localidades en donde se han esta-
blecido 189 parcelas (Vallejo-Joyas et al. 2005).
Dentro de las parcelas establecidas en bosques naturales, la parcela permanente La Pla-
nada representa un esfuerzo importante por ser la única de gran tamaño (25 ha) en el país. Locali-
zada en un bosque de niebla andino a 1.700 m de altitud aproximadamente, la parcela fue estable-
cida en 1996 por el Instituto Humboldt en convenio con la Fundación para la Educación superior
(FES)-Reserva Natural La Planada y con el apoyo de CTFS/STRI. La parcela se encuentra ubicada
en la Reserva Natural La Planada, en el municipio de Ricaurte del departamento de Nariño, y hace
parte de la Red de Reservas Naturales de la Sociedad Civil (Resnatur) (IAvH 2006a).
Enmarcado bajo el Proyecto dinámica y regeneración del bosque andino, del programa
de Inventarios de Biodiversidad del Instituto Humboldt, y con el apoyo del Proyecto Andes a
partir del año 2001, el monitoreo de la vegetación de la parcela permanente La Planada presenta
dos objetivos generales: (i) estudiar a largo plazo la dinámica natural de un bosque nublado
andino, con el fin de aportar conocimiento para diseñar planes adecuados de manejo y conser-
vación de los bosques de niebla, y (ii) contribuir con la red mundial de parcelas permanentes
coordinada por el CTFS para hacer comparaciones a escalas globales sobre la dinámica de los
bosques tropicales.
Resultados
Hasta el momento, se han realizado dos censos quinquenales en la parcela permanente
La Planada, uno en 1997 y otro entre 2002 y 2003. El primer censo constituyó la línea base para
el monitoreo y por tanto, aportó información sobre la composición y estructura del bosque de
niebla. En total, se registraron 115.128 individuos agrupados en 59 familias, 142 géneros y 210
morfoespecies (Vallejo et al. 2005).
El segundo censo fue finalizado en agosto de 2003 y aportó igualmente información
sobre la estructura y composición del bosque: se registraron cerca de 21.000 individuos nuevos,
y se actualizó la información taxonómica de ambos censos. En total se han registrado 65 fami-
lias (seis familias nuevas), 137 géneros y 240 especies. El aporte sustancial de este segundo censo
es el conocimiento de la biodiversidad en su nivel funcional, es decir, la dinámica y regenera-
ción del bosque de niebla. A partir de los datos de reclutamiento y mortalidad para 216 especies
aproximadamente, las tasas promedio de crecimiento, mortalidad y sobrevivencia obtenidas
fueron de 1,41 mm, 0,04 y 0,9 respectivamente, para un periodo de 5,6 años (lapso entre los dos
censos) (IAvH 2006a).
Avances metodológicos
La creación de la Red Colombiana de Investigaciones Ecológicas a Largo Plazo, impulsada
por el Instituto Humboldt con el apoyo y participación de institutos de investigación, universida-
des, ONG, la UAESPNN y Colciencias, se tradujo en la primera publicación de la serie de métodos
para estudios a largo plazo, específicamente para el establecimiento de parcelas permanentes
en bosques de Colombia (Vallejo-Joyas et al. 2005).
Además de promover e incentivar el estudio de la dinámica de los bosques, este manual
sirve de referencia para la aplicación de métodos estandarizados internacionalmente, que garan-
tizan una alta calidad en la información generada y permiten comparaciones espaciales y tem-
porales a escalas global y regional. La dinámica de los bosques ha sido poco abordada, debido a
los costos elevados que implica la cuantificación periódica, para este caso, de la vegetación. El
manual contempla esta limitación, presentando dos niveles de complejidad diferentes: parce-
las grandes (más de 10 ha) y medianas (1 a 10 ha), y parcelas pequeñas (0,1 ha). Las primeras se
ajustan a los protocolos establecidos por CTFS/STRI, y son tratadas simultáneamente pues los
mismos criterios y procedimientos son aplicables, partiendo del área mínima de 1 ha. Las par-
celas pequeñas se abordan por separado, pues requieren criterios específicos para su diseño. En
este sentido, el manual constituye una contribución importante pues ofrece métodos que pue-
den ajustarse a las diferentes necesidades y alcances de investigadores e instituciones, y apoya
el desarrollo de capacidades científicas, técnicas e institucionales.
Además del manual y de los informes y publicaciones producidas con la información
obtenida de la parcela permanente, existen varios derivados de este estudio. Se elaboró un mapa
que muestra la caracterización de los suelos de la parcela, la cual permite correlacionarlos con
los patrones de distribución de las especies. Así mismo se cuenta con un registro considerable
de colecciones botánicas depositadas en el Herbario Federico Medem Bogotá (FMB) y una guía
de campo con más de 200 especies de plantas identificadas en la parcela (Gil y Vallejo 2006) se
encuentra disponible en internet para consultas rápidas y fáciles (www.humboldt.org.co/chm-
colombia/servicios/jsp/noticias/ planada/).
Cauca Hortalizas
Cultivos de papa, cebada y otros con pastos Campesino mixto de clima frío 1.944.522
Cultivos de yuca, banana y otros con pastos Campesino mixto de clima cálido 1.892.936
Cultivos de maíz, frutales y otros con pastos Campesino mixto de clima medio 1.642.598
la biodiversidad es una necesidad que debe ser solucionada de manera prioritaria tanto para Tabla 2.8 Extensión de los
salvaguardar la diversidad biológica como para mantener la base natural, con sus bienes y agroecosistemas andinos según
servicios ambientales, sobre la cual se fundamenta el bienestar y la producción de los habi- tipo de cobertura (Etter et al.
tantes andinos colombianos. 1999)
Caracterización de la biodiversidad
en paisajes rurales
Para la implementación de la línea en conservación de biodiversidad en paisajes
rurales el Instituto priorizó los paisajes ganaderos, cafeteros y campesinos mixtos. Puesto
que no era posible analizar todo el territorio andino cubierto por cada tipo de paisaje, en las
zonas de trabajo del Proyecto Andes se seleccionaron unas “ventanas” de 2.500 ha cada una,
donde se llevó a cabo la caracterización biológica y socioeconómica de cada tipo de paisaje
rural priorizado, con el fin de contestar dos preguntas principales: (i) ¿Qué biodiversidad per-
manece en estos tres tipos de paisajes rurales andinos? y (ii) ¿Qué biodiversidad contienen
los diferentes elementos que conforman estos tres tipos de paisajes rurales andinos?
Aún dentro de esas ventanas, la caracterización no podía abarcar toda la biodiversi-
dad y se enfocó en tres grupos biológicos: hormigas, árboles y arbustos, y aves. Estos fueron
seleccionados después de una extensa revisión de literatura en busca de grupos que pudie-
ran servir para indicar el estado de la biodiversidad en paisajes fragmentados (Mendoza et
al. 2007), al mismo tiempo que se evaluaban diferentes escalas ecológicas complementarias
alfa (riqueza de especies); (iv) diversidad beta a través de la evaluación de la similitud en com-
posición de especies entre elementos del paisaje; (v) la identificación de especies exclusivas de
elementos con cobertura vegetal nativa; y por último con base en lo anterior, (vi) el índice de
valor de conservación. Sobre éste se hablará de forma más detallada en el Capítulo 3, ya que
determina las oportunidades de conservación existentes. Las caracterizaciones socioeconómi-
cas son descritas en el Capítulo 4.
En la Tabla 2.9 se plantean las conclusiones principales a las que se llegó a través de
las caracterizaciones biológicas, al igual que los resultados en cuanto al número de especies
de plantas (árboles y arbustos), hormigas y aves encontradas en cada elemento de los paisajes
analizados.
Número de especies
Elementos
Ventana del paisaje Plantas Principales conclusiones de la caracterización
muestreados (árboles / Aves Hormigas
arbustos)
PAISAJES GANADEROS
Plantación1 622 66 1 28 2
Número de especies
Elementos
Ventana del paisaje Plantas Principales conclusiones de la caracterización
muestreados (árboles / Aves Hormigas
arbustos)
PAISAJES GANADEROS
Número de especies
Elementos
Ventana del paisaje Plantas Principales conclusiones de la caracterización
muestreados (árboles / Aves Hormigas
arbustos)
PAISAJES GANADEROS
Se registraron cuatro especies de aves con ampliación de
su distribución geográfica (Machetornix rixosus, Sturnella
magna, Eubucco bourcierii y Thripadectes virgaticeps) y una
especie de árbol (Ocotea lentii). En hormigas se registraron
cultivadoras de hongos (Cyphomyrmex rimosus), las cuales
Cercas vivas 100 51 54
contribuyen al ciclaje de nutrientes del bosque mediante la
descomposición de materia orgánica; la llamada cachona
(Pachycondyla becculata); dos especies nuevas pertenecientes
a los géneros (Rhopalothrix y Pachycondyla) y un nuevo registro
Cuenca media del río para el departamento (Thaumathomyrmex zeteki).
Chambery (Aranzazu,
Caldas): Pastizal 10 37 34
Cafetal con
20 70 25
sombrío
Cafetal
13 58 45
asociado
Cultivos de No se
31 23
fríjol estudió
Fuente: Lozano-Zambrano et al. 2004
Número de especies
Elementos
Ventana del paisaje Plantas Principales conclusiones de la caracterización
muestreados (árboles / Aves Hormigas
arbustos)
PAISAJES GANADEROS
Número de especies
Elementos
Ventana del paisaje Plantas Principales conclusiones de la caracterización
muestreados (árboles / Aves Hormigas
arbustos)
PAISAJES
PAISAJES GANADEROS
MIXTOS CAMPESINOS
En plantas se registraron 63 familias, 159 géneros y 236
Cañadas 78 7 23 especies. En aves se encontraron 67 especies de 27 familias.
En hormigas se reportan 40 morfoespecies.
Cultivos 1 34 4
Suelo desnudo
con vegetación 18 21 4
dispersa
Fuente: Fundación Ecosistemas Secos 2006
PAISAJES CAFETEROS
Los inventarios realizados en la ventana de Támesis, re-
gistraron varias especies de hormigas y aves de singu-
lar importancia. Entre las 109 morfoespecies de hormi-
gas encontradas en la zona, se registró la presencia de
Café con Tatuidris tatusia (una obrera y una reina) previamente
40 72 63
sombra colectada en la primera ventana en el municipio del Cairo.
En el municipio de Támesis, fueron registradas 14 especies de
aves que aumentan su rango de distribución geográfica y siete
especies de aves migratorias. Por estas especies migratorias,
existe preocupación internacional por su conservación.
Támesis (Antioquia):
rango altitudinal de Café a libre
1.200–2.000 msnm 19 30 31
exposición
Potrero con
38 50 56
rastrojo bajo
Potrero
81 51 62
arbolado
Cerca viva 74 50 66
Número de especies
Elementos
Ventana del paisaje Plantas Principales conclusiones de la caracterización
muestreados (árboles / Aves Hormigas
arbustos)
PAISAJESCAFETEROS
PAISAJES GANADEROS
Café con
49 67 62
sombra
Cerca viva 52 39 70
San Gil (Santander):
Potrero
rango altitudinal de 45 44 66
arbolado
1.200–1.800 msnm
Potrero con
54 93 55
rastrojo
Rastrojo alto 92 41 57
Fuente: Cenicafé 2004b
»» La utilización de bejucos para hacer cestería es una de las principales actividades extractivas
tradicionales en esta zona y afecta los parches de bosque natural aún existentes.
menticio (ver Capítulo 4). Aquí es importante resaltar que el 58% de los habitantes nacieron en
la zona o llevan entre once y 20 años viviendo allí, por lo cual el conocimiento de las especies
útiles de flora es bastante profundo (Castellanos-Camacho 2005).
»» En general, existe una tendencia marcada al uso de espacios de uso que se encuentran dentro
de los predios de los usuarios, tales como potreros-rastrojos, bosques y huertas caseras, con
el fin de evitar conflictos por el uso de otros recursos o espacios que están mediados por los
derechos de propiedad o por reglamentaciones existentes en la zona.
»» El uso artesanal de los recursos de la biodiversidad, es una actividad que se está perdiendo de
manera muy marcada. En consecuencia, existen especies de uso artesanal que están siendo
desaprovechadas y otras están desapareciendo, ya que permanecían gracias al manejo que
los usuarios le daban dentro del paisaje. Lo mismo ocurrió con los recursos de la biodiversidad
usados como alimento, varios de ellos están entrando en desuso, pese a que muchos siguen
disponibles.
Gestión de la información
Bello-Silva et al. (2006) plantean que en Colombia, dada su diversidad étnica, cultural
y biológica, es necesario reconocer que existen diferentes formas de aproximación al conoci-
miento sobre la biodiversidad: el método científico, el conocimiento tradicional y los saberes
populares de las comunidades indígenas, negras y locales. Todos estos sistemas cognitivos y la
información que de ellos se deriva, pueden aportar e impulsar la conservación y el uso sosteni-
ble del patrimonio natural colombiano y, en consecuencia, deben ser tenidos en cuenta al hacer
gestión de información sobre biodiversidad. Se entiende, según estos autores, la gestión de la
información como “la administración estratégica e integrada de procesos para la obtención, el
almacenamiento, el procesamiento, el análisis y la diseminación de datos e información” (Bello-
Silva et al. 2006).
sobre biodiversidad en el país; ese hecho fue fundamental para garantizar un clima de confianza
y establecer un ambiente de trabajo interinstitucional basado en el reconocimiento del otro. A
partir de allí, fue posible establecer reglas de juego conjuntamente, abrir espacios de discusión
y construcción que hoy en día continúan vigentes y activos, como el Comité de Directores y el
Comité de Técnicos, las dos instancias de trabajo del Comité Técnico Directivo del SIB Colombia,
integrado por Ideam, Invemar, Instituto Sinchi, IIAP y el ICN-UN, como entidades miembro, el
IAvH como entidad coordinadora y el MAVDT como invitado permanente.
Para el desarrollo de esta iniciativa, el Instituto, a través del equipo coordinador del
SIB se propuso: (i) la implementación de un protocolo de intercambio entre las instituciones de
investigación y productoras de información; (ii) el desarrollo de un sitio Web para dar acceso a
las bases de datos de la red y, (iii) generar productos de información procesada para brindar ser-
vicios tanto a los proveedores como a los usuarios finales de la información.
Avances metodológicos
En una primera fase se llevó a cabo una extensiva búsqueda de fuentes y referentes
entre entidades latinoamericanas y redes internacionales pertinentes para el diseño y la imple-
mentación de la iniciativa; posteriormente, a partir del modelo planteado por Bello (2002) alre-
dedor de los registros biológicos (ver más adelante) como núcleo del SIB, se diseñó el Sistema,
entendido éste en su sentido más amplio e inclusivo (no sólo desde el punto de vista meramente
informático), a partir de tres grandes componentes: un esquema de actores, unos contenidos de
datos y de información y, un componente de infraestructura. Este diseño exigió el desarrollo de
todos los elementos, desde los conceptos hasta las herramientas informáticas, pasando por las
normas, los estándares, protocolos y modos de hacer, partiendo de los avances de otras insti-
tuciones en el tema, como ya se mencionó. Los tres componentes enumerados, con base en los
cuales se implementó el SIB se describen a continuación:
Definición del esquema de actores del SIB: en la Estrategia interinstitucional para la implemen-
tación del SIB (Franco y Bello 2004), se plantearon los lineamientos generales de trabajo conjunto
entre las entidades socias para la implementación del SIB a nivel nacional. Posteriormente, se
precisó el esquema general de membresías del Sistema (Franco et al. 2004), en el que se definen
los actores, sus roles y los mecanismos de inclusión; en particular este esquema enfatiza en los
actores involucrados en la gestión de información y contempla los tipos de membresía, que se
ilustran con la Figura 2.2.
La implementación del SIB como un sistema distribuido, en el cual hay una adminis-
tración no centralizada de los datos (modelo planteado por Bello 2002), ha sido crucial para
impulsar la participación de los actores, puesto que cada generador, administrador o deposita-
rio de datos es responsable por el manejo y custodia de la información y por la definición de las
condiciones para su acceso y uso. Así, los investigadores y entidades tienen libertad para decidir
sobre la puesta a disposición de la información, basándose en unos estándares mínimos que
permiten el intercambio y garantizan la interoperabilidad. La producción de los investigadores
y las entidades puede hacerse visible sin que para ello tengan que hacerse públicos los datos,
mediante la documentación de los metadatos de conjuntos de datos sobre biodiversidad en el
Catálogo nacional de metadatos. Esta opción permite compartir la información que generan los
investigadores sin que pierdan el control o el dominio sobre ella.
En este modelo las redes de información son ante todo redes de personas en donde lo
organizacional prima sobre lo tecnológico; lo fundamental en la construcción del sistema de
información ha reposado en las relaciones entre los participantes, en la creación de vínculos y
en la consolidación de la confianza. En ello, las entidades del Comité Técnico Directivo del SIB
han jugado un papel preponderante.
Por último, en la construcción colectiva del SIB la capacitación es fundamental como
agente de fortalecimiento de las capacidades institucionales, buscando que todas las entidades
involucradas en los procesos de gestión de información puedan ser pares. Para ello, se diseñaron
e implementaron cinco paquetes de capacitación y se inició la incorporación de herramientas
metodológicas y operativas en cursos universitarios y a través de espacios académicos nacio-
nales e internacionales.
Resultados
El SIB Colombia fue definido desde el principio más allá de lo simplemente operativo,
para dar soluciones acordes con la problemática sobre la disponibilidad de información en biodi-
versidad para el país. En consecuencia, se estableció una alianza nacional para facilitar la gestión
de datos e información que apoyen oportuna y eficientemente procesos de investigación, educa-
ción o toma de decisiones relacionadas con el conocimiento, la conservación y el uso sostenible
de la diversidad biológica de Colombia.
Los logros alcanzados por el Sistema de Información sobre Biodiversidad de Colombia
(con especial énfasis en la zona andina), son el resultado del trabajo de muchas entidades socias,
con el Instituto Humboldt en su papel de coordinación, como entidad responsable de esta tarea
en el país. A través del Proyecto Andes, el Instituto y sus socios tuvieron la posibilidad de imple-
mentar la primera fase de este proyecto nacional. En esta primera fase de seis años se obtuvieron
los resultados que se sintetizan a continuación (Tabla 2.10):
»» Una red nacional de metadatos sobre biodiversidad con tres nodos en los Andes.
»» El SIB da acceso en tiempo real y de forma remota a casi un millón de datos sobre espe-
címenes de colecciones y observaciones de campo, puestos a disposición por siete nodos
distribuidos de datos. Estos son: Instituto Humboldt, Instituto de Ciencias Naturales de la
Universidad Nacional, Museo de Historia Natural Marina del Invemar, Herbario Amazó-
nico del Instituto Sinchi, Red Nacional de Observadores de Aves, Colecciones de parientes
silvestres de OGM e Isagen.
»» El SIB y sus socios han desarrollado 4 estándares para la gestión de información sobre bio-
diversidad en Colombia, compatibles con estándares internacionales.
»» En la actualidad se da acceso a:
• Treinta y cuatro (34) archivos de autoridad taxonómica (AAT) con 35.225 nombres cien-
tíficos.
• Ocho (8) microtesauros sobre biodiversidad con 46.582 términos jerarquizados.
• Relaciones entre nombres científicos en los AAT y los nombres comunes en el tesauro.
• Catálogo electrónico de los organismos presentes en Colombia con más de 550 fichas de
8 grupos de organismos, alimentado por investigadores de varias entidades.
• Biota electrónica con todos los artículos que se han publicado de la revista en papel
hasta la fecha.
• Siete indicadores de conocimiento de la biodiversidad de Colombia.
• Biodiversidad en cifras con 50 preguntas y respuestas sobre la biodiversidad del país.
• Servicio de búsquedas simples con 39 recursos de información asociados.
• Servicio de búsquedas distribuidas con acceso a siete nodos de datos.
Información
Organismos Información
procesada
Referencias
Especímenes
Búsquedas Especies
distribuidas
Terminología Contexto Indicadores de
científica conocimiento
Distribución Catálogo
Archivos de nacional de
Biota autoridad metadatos
taxonómica
Catálogo
de Información
Lenguaje métodos heterogénea
natural y atributos Biodiversidad
Historia natural Tesauros en cifras
Yoscua:
catálogo sobre Servicio de
uso y saberes información de
especies con
potencial comercial
Productos de información generados en el marco del Proyecto Andes: Figura 2.3 Esquema sintético
»» Catálogo electrónico de organismos presentes en Colombia (conjuntamente con el Programa de los recursos de información
de Inventarios, y con aportes del Instituto Sinchi, Fundación Omacha, Invemar, Isagen e inves- disponibles a través del portal
tigadores independientes). interinstitucional del SIB
»» Revista Biota Colombiana en formato electrónico (conjuntamente con el Programa de Inven- Colombia. La información
tarios). procede de muchas entidades de
»» Biodiversidad en cifras (con aportes del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad investigación del país
Nacional de Colombia).
»» Indicadores de conocimiento de la biodiversidad: evaluación temporal, taxonómica y espacial
(con el apoyo de las siguientes colecciones biológicas: Herbario de la U. de Antioquia, Herbario
del Jardín Botánico de Medellín, colecciones zoológicas de la U. del Valle, colecciones y jardín
botánico del Inciva, Museo de Historia Natural de la U. del Cauca, Herbario y Museo de Historia
Natural de la Pontificia U. Javeriana y colección de aves del Instituto Humboldt).
»» Yoscua: catálogo de usos y saberes de la biodiversidad (conjuntamente con el Programa de Uso
y Valoración del Instituto Humboldt; ver Capítulo 4).
»» Servicio de información de especies con potencial comercial (conjuntamente con el Observa-
torio de Biocomercio); incorpora cuatro servicios de información: Obio, Catálogo de organis-
mos, Catálogo de usos, Dspace y hace uso de los tesauros y los AAT para ampliar o precisar las
búsquedas.
»» Herramienta para la movilización, validación y estructuración de datos provenientes de fuen-
tes heterogéneas utilizando lenguajes controlados (conjuntamente con Ideam, proyecto piloto
con datos de las corporaciones autónomas regionales).
»» Herramienta para la construcción de árboles de decisión.
allí permanecen. Uno de los avances más significativos de estas actividades conjuntas promovidas por la red desde tal fecha.
organizaciones en los últimos años fue la elaboración de una Dentro de tales acciones podemos resaltar en cada eje:
estrategia nacional para la conservación de las aves (Renjifo et Cooperación:
al. 2000), que contó con la participación de toda la comunidad
»» Generación de un marco de cooperación así como, reglas de
ornitológica del país. En ella, se identificaron los principales obje-
juego para el desarrollo de acciones conjuntas y proyectos
tivos de acción en torno a las aves así como, algunos proyectos
entre organizaciones dedicadas a la conservación de las aves
catalizadores que buscarían incrementar el conocimiento y la
en Colombia.
conservación de este grupo. Tales iniciativas fueron la elabo-
»» Implementación de un proceso de identificación de fortale-
ración del libro rojo de especies amenazadas publicado en el
2002, el desarrollo de un programa de Aicas y la creación de zas y debilidades de cada organización, con el fin de estable-
una Red Nacional de Observadores de Aves. cer intereses y necesidades comunes que pudieran ser rápida-
mente suplidas mediante la cooperación entre entidades.
La Red Nacional de Observadores de Aves (RNOA) »» Promoción y funcionamiento de los censos nacionales de
Esta iniciativa nació con base en la necesidad de crear un aves correspondientes a dos jornadas de observación al año
mecanismo que permitiera a las organizaciones y grupos que en todo el país, bajo el marco de los conteos navideños mun-
trabajan en el estudio y conservación de las aves, fortalecer la diales e igualmente bajo el día mundial de los humedales.
obtención y adecuada documentación de la información de Tales censos se han difundido por todo el país y actualmente
campo, al igual que desarrollar un sistema de intercambio y tra- se evalúan cerca de 20 puntos, constituyendo una base de
bajo cooperativo que integrara el conocimiento y los esfuerzos información y monitoreo permanente que lleva ininterrum-
de conservación sobre la avifauna del país. Se partía por recono- pidamente seis años en funcionamiento.
cer que gran parte de las organizaciones eran aún muy jóvenes Comunicación:
y frágiles, y su incipiente capacidad institucional y financiera »» Creación de una lista electrónica de discusión (RNOACOL)
dificultaba una estrategia de trabajo de cooperación con las
que actualmente reúne a más de 700 personas tanto de la
entidades ambientales en sus regiones.
comunidad ornitológica nacional, como de numerosas per-
En 2001, el Instituto Humboldt emprendió la tarea de faci-
sonas de diferentes países que encuentran en esta lista una
litar los primeros pasos en la ejecución y puesta en marcha de
fuente permanente de información, discusión e intercambio
este proceso común, mediante el desarrollo de líneas de acción
de información.
acordadas bajo las perspectivas y necesidades de todas las orga-
»» Establecimiento de una página web que difunde los princi-
nizaciones que en este campo trabajan en Colombia. Para ello,
pales avances y actividades de la RNOA y portales de buena
se realizó un primer taller en Bogotá, donde se diseñó y adoptó
parte de las asociaciones participantes, donde divulgan y
un marco conceptual común para esta red, y los principales
promueven sus proyectos y acciones a favor de la conserva-
ejes de trabajo sobre los que se desempeñaría en adelante esta
ción de las aves.
herramienta: la cooperación, el intercambio de información,
la comunicación y la capacitación. Capacitación:
De igual forma y través de un trabajo concertado durante »» Diseño de un paquete de herramientas educativas para niños
los siguientes dos años, se logró establecer una estructura ope- en asociación con la NFWF (National Fish and Wildlife Foun-
rativa y un marco de organización y gestión compartida que dation) de los Estados Unidos. Tal herramienta fue conocida
actualmente se mantiene, a través de una coordinación rotativa como el “Costal de las Aves” y fue diseñada para promover
y un comité directivo que hace seguimiento y evaluación a las la observación de aves en diversas escuelas de la sabana de
iniciativas conjuntas que son definidas por todas las organi- Bogotá. Actualmente, ha sido adaptada a varios proyectos
zaciones reunidas en la RNOA. Al respecto, son numerosas las de las asociaciones participantes de la RNOA.
»» Implementación de más de diez cursos de caracterización/ »» Apoyo de procesos como el libro rojo de las especies de
capacitación en asocio con el equipo de ornitología del aves, el programa Aicas y la guía sonora de las aves de los
GEMA en diferentes regiones del país. Andes colombianos, productos de la apropiación de la RNOA
por cada uno de los colombianos que sienten un placer al
Intercambio de información:
observar las aves.
»» Intercambio entre expertos y numerosos aficionados a las
aves que producen grandes volúmenes de información Actualidad y perspectivas
y que requieren herramientas que apoyen su gestión, la
La RNOA es un importante ejemplo de las acciones cons-
organización de la misma y lograr que pueda ser puesta
truidas con el objetivo de incrementar la capacidad de las
a disposición para fines de conservación. Tales reuniones
organizaciones y la influencia de la sociedad civil, en la pro-
permitieron establecer parámetros estandarizados que
tección de algún componte de la biodiversidad y en la toma
incrementan la capacidad y la calidad de la información
de decisiones asociadas al respecto. En este sentido, el trabajo
colectada en campo.
conjunto y decidido de todos los actores interesados en la con-
»» Adaptación de una herramienta de informática, Dataves,
servación de las aves en Colombia, así como el marco de acción
que fue donada por la Sociedad Antioqueña de Ornitología,
y recursos ofrecidos bajo el Proyecto Andes, fueron decisivos
para facilitar la captura e intercambio de la información.
para lograr exitosamente tal fin. Tal condición puede ser cons-
En ella se establecieron modificaciones que permitieran
tatada particularmente en la zona andina donde la RNOA, es
adoptar los estándares establecidos para registros biológi-
una fuente de información que puede ser permanentemente
cos por el Sistema en Información de la Biodiversidad (SIB)
consultada y usada con fines de conservación. Al respecto, el
del Instituto Humboldt.
papel del Instituto Humboldt como catalizador del proceso fue
»» Conformación de nodos administradores de información fundamental así como, el papel que jugaron las organizaciones
que se articularon como líderes de carácter regional al SIB, fundadoras que participaron activamente en la definición de
el cual fue decisivo en todo el proceso de consolidación de la base para su funcionamiento actual y en la coordinación
este eje de trabajo. Actualmente, estos nodos buscan inte- rotativa que actualmente se desarrolla, con el ánimo de un
grar la información que se produce en sus regiones, curar esfuerzo compartido de actividades y responsabilidades. La
las bases que componen el sistema y ponerlas a disposición RNOA no sólo se ha apropiado de la estrategia nacional para
de la comunidad ornitológica. la conservación de las aves, sino que garantiza su desarrollo
»» Consolidación de una versión online de Dataves que per- y la continuidad de los diferentes objetivos. A largo plazo, el
mitirá incrementar la capacidad de gestión de esta infor- conocimiento del entorno natural permitirá que la sociedad
mación en tiempo prácticamente real, a través del Insti- explore vías alternativas al desarrollo y al uso sostenible de
tuto Humboldt y la Universidad de Cornell en asocio con la biodiversidad, como un factor que alivie la pobreza y dé
la RNOA. bienestar a la población colombiana.
El primer resultado de esta etapa fue el entendimiento de las grandes diferencias existentes entre
los sectores priorizados. Estas diferencias se relacionan particularmente con la institucionalidad
en materia ambiental dentro de los sectores; la existencia de políticas ambientales sectoriales;
la formalidad de los procesos de toma de decisiones; la regulación ambiental sobre cada sector;
y la capacidad gremial de incidencia en la toma de decisiones. En la Tabla 2.12 se califica cada
sector con respecto a estas variables.
Minero-
Alta Media Alto Alta Alta
energético
Transporte e
Baja Baja Alto Alta Alta
infraestructura
Aportes al fortalecimiento
de los instrumentos regulatorios y ambientales
Avances metodológicos
Cabe destacar la generación de aproximaciones metodológicas para el análisis de la
relación políticas sectoriales y biodiversidad. Para esto se construyó el marco conceptual sobre
las causas subyacentes de pérdida de biodiversidad y la relación con las actividades produc-
tivas. Las metodologías propuestas ameritan, un proceso de mejoramiento, continuar con un
espíritu de innovación y ampliar su divulgación para permitir procesos de retroalimentación
a las mismas.
En relación con los instrumentos regulatorios, fue claro que la definición oficial no deter-
mina en absoluto la eficacia de los mismos. Una lección aprendida es que es importante incidir
en los procesos de su aplicación que incluyen la capacitación en materia de biodiversidad de las
autoridades ambientales y el fortalecimiento de la gobernabilidad.
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The World Bank. 2001. Report No: 21723 – CO. Project Appraisal Document (PAD) on a proposed grant from the Global
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Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt for an Andean Region Conservation and Sustainable
Use of Biodiversity Project. February 12, 2001. Environmentally and Socially Sustainable Development Colombia,
Mexico and Venezuela Country Management Unit. Latin America and the Caribbean Regional Office. 137 p.
Yepes-Guzmán A., Galindo P., Vivas-A. J., Mateus R.D. 2007. Aproximación al estado de las actividades de investigación y
cooperación científica y técnica sobre medio ambiente con énfasis en biodiversidad. 2007. Instituto de Investigación
de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt Bogotá D.C., Colombia. 50 p.
i) el contenido de un hábitat protegido, más que el contexto exterior del área; ii) comunidades
relativamente homogéneas, en vez de los paisajes heterogéneos donde se encontraban estas
comunidades; iii) poblaciones particulares de especies y la diversidad de especies en una loca-
lidad, sin prestar atención a los patrones y procesos ecológicos más amplios y a la conservación
de especies en sus patrones naturales de abundancia relativa.
Sin duda, el cambio de paradigma mencionado anteriormente y el reconocimiento de
la escala espacio-temporal amplia en la que se desarrollan los procesos ecológicos, han tenido
repercusiones importantes para la planificación y el manejo de áreas protegidas, además del
reto que enfrentan países megadiversos como Colombia para incluir en un sistema de áreas
protegidas “muestras” representativas de la diversidad ecosistémica de una región o de todo el
territorio nacional. En consecuencia, en el diseño y manejo de un área protegida entran a jugar
aspectos como su extensión, el paisaje en el cual se encuentra inmersa (que para la región andina
colombiana está generalmente transformado y la matriz predominante está definida por siste-
mas productivos) y la conectividad que tiene con otros hábitats naturales. Todos estos aspectos
estarán determinando en gran parte la viabilidad a largo plazo de la biodiversidad que contiene,
sus procesos ecológicos y su capacidad de “regresar al estado previo después de una perturbación
natural o antropogénica” (Kattan 2005); en pocas palabras, la integridad de un área protegida.
determinar los vacíos existentes, en 2002 estas dos entidades llevaron a cabo un nuevo análisis
(Arango et al. 2003), en el marco del Proyecto Andes. Los insumos principales para el análisis
realizado en 2002 fueron i) el Mapa general de ecosistemas de Colombia (escala 1:1.500.000; Etter
1998a); ii) el Mapa de ecorregiones de América Latina (escala 1:1.500.000; WWF – US 1995), que
fue modificado para las condiciones geográficas del país; y iii) el Mapa de las áreas del sistema
de parques nacionales naturales (SPNN) (escala 1:1.500.000; Uaespnn 2002). La superposición de
estos mapas permitió generar tres grupos de datos: 1) porcentaje de cada ecorregión incluida en
el SPNN; 2) porcentaje de cada ecosistema incluido en el SPNN; 3) porcentaje de cada ecosistema
en el SPNN para cada ecorregión.
Tanto en el análisis realizado por WWF Colombia e Instituto Humboldt en 1999, como
en el que llevaron a cabo en 2002 (Arango et al. 2003), partieron de tres conceptos básicos que
los guiaron:
»» Un análisis de vacíos determina qué ecosistemas naturales actuales están incluidos dentro
de un sistema de áreas protegidas en una región, en este caso todo el territorio continental
colombiano, y cuáles no están representados o están subrepresentados con respecto a un por-
centaje de la extensión total existente en la región.
»» Una ecorregión se define como “una unidad de clasificación ecológica relativamente grande,
que contiene un conjunto diferenciado de comunidades naturales que comparten muchas de
sus especies y condiciones ambientales y gran parte de sus dinámicas ecológicas” (Arango et
al. 2003).
»» Según Etter (1998b), un ecosistema es “una unidad funcional materializada en un territorio
que se caracteriza por ser homogénea en cuanto a condiciones biofísicas y antrópicas, y estar
definida por una asociación de características como clima, geoformas, sustratos, comunidades
bióticas y usos antrópicos específicos”.
Resultados principales
El análisis de vacíos realizado por Arango et al. (2003) abarca todo el territorio continen-
tal colombiano. Sin embargo, puesto que la presente publicación se enfoca en la región andina,
se presentan los resultados principales pertinentes para el área cubierta por el Proyecto Andes,
excluyendo la Sierra Nevada de Santa Marta y la serranía de La Macarena, correspondientes a
tres ecorregiones; en total, el Complejo Ecorregional de los Andes del Norte, que abarca desde la
sierra de Mérida en Venezuela hasta la depresión de Huancabamba en el norte del Perú (Diners-
tein et al. 1995), incluye 13 ecorregiones en Colombia.
Un primer análisis de la información indica que tres ecorregiones no están representadas
en el SPNN: los bosques secos del valle del Magdalena, del Cauca y del Patía. Aún más, a la escala
de 1:1.500.000 en que se realizó el análisis, es de resaltar la total ausencia de los ecosistemas de
bosques secos y matorrales secundarios xerofíticos subandinos de los valles intracordilleranos
en el SPNN de la región andina colombiana; este tipo de ecosistema se encuentra en ocho de las
diez ecorregiones andinas aquí presentadas, varias de las cuales han sido transformadas en más
de un 50%. En especial en las ecorregiones de bosques secos de los valles del Magdalena y del
Cauca, los ecosistemas transformados ocupan un 96,1 y 80,1% del área de cada ecorregión, res-
pectivamente. De igual forma, se destaca la falta de representación de los bosques bajos densos
altoandinos, así como de bosques secos y matorrales xerofíticos andinos y altoandinos. Por su
parte, los lagos y lagunas presentes en cinco de las ecorregiones y los humedales de altiplano
cundiboyacense de tres ecorregiones, tampoco están representados, situación en extremo pre-
ocupante por el papel que todos ellos juegan en la dinámica hídrica de la región.
A su vez, los páramos secos de la ecorregión de páramos de los Andes del Norte se
encuentran muy subrepresentados, con tan sólo 4.510 Ha incluidas en áreas del SPNN, lo que
implica que está protegido un 5,3% de su extensión total. Por último se resalta la singularidad
de las sabanas intra andinas situadas a una altura superior a los 1.500 msnm, que solamente
se encuentran en la ecorregión de bosques montanos del valle del Magdalena y que no están
representados en el SPNN.
y ecosistemas en su jurisdicción, como sobre cuáles de ellos hacer análisis más detallados para
generar iniciativas de conservación in situ a nivel regional (un ejemplo de esto, detallado más
abajo, es el Sistema Departamental de Áreas Protegidas del Valle del Cauca (Sidap) en la juris-
dicción de la corporación autónoma regional del Valle del Cauca-CVC).
de la CVC, con el fin de apoyar la toma de decisiones en torno al establecimiento del Sidap. En el
área de jurisdicción de la CVC se encuentran tres parques nacionales naturales, Farallones de
Cali, Las Hermosas y Tatamá, incluidos en el análisis al igual que tres reservas forestales: Yotoco,
Escalerete-San Cipriano, Cali y la Reserva Natural Laguna de Sonso.
Resultados principales
Al trabajar a una escala más detallada (1:100.000) que la usada para la elaboración del
Mapa de ecosistemas de Colombia (1:1.500.000), fue posible determinar que, para 2002, el 46,7%
de la cobertura vegetal corresponde a ecosistemas naturales, considerablemente mayor que el
porcentaje de 34% definido a la escala más amplia. A escala fina se identificaron 61 tipos de eco-
sistemas, de los cuales 48 son naturales y 13 transformados (a escala nacional se delimitaron 18
ecosistemas, diez naturales y ocho con algún grado de transformación).
Al estudiar la representatividad de las áreas protegidas, los resultados obtenidos a escala
nacional difieren notablemente de los determinados a escala local (1:100.000). En el primer caso,
de los diez sistemas naturales cinco están sobre representados (con porcentajes de la extensión
total dentro de áreas protegidas variando entre 16 y 41%). A escala local, 31 de los 48 ecosistemas
naturales no tienen una representación dentro de las áreas protegidas. El Instituto Humboldt
(IAvH 2002a), destaca los siguientes como los más importantes vacíos de conservación para la
jurisdicción CVC:
»» Bosques tropicales (Bt) del pacífico:
• Bt muy húmedo en planicie fluviomarina que tiene una extensión total en el área de
estudio de 52.508 Ha.
• Bt muy húmedo en valle aluvial (49.361 Ha).
• Bt muy húmedo en montaña estructural erosional (9.449 Ha).
»» Orobiomas andinos
• Bm muy húmedo en planicie fluviomarina (48.188 Ha).
Además de éstos, el Instituto Humboldt (IAvH 2002a) identifica otros cinco ecosistemas
que están subrepresentados (menos del 10% de su extensión dentro de las áreas protegidas) y
que incluye en la lista de vacíos de conservación:
• Bsa pluvial en montaña estructural erosional (3.024 Ha de extensión total en el área de
estudio, 0,08% representando en áreas protegidas).
• Bsa seco en montaña fluviogravitacional (5.151 Ha, 1,17% representado).
• Bt muy húmedo en lomerío estructural erosional (71.187 Ha, 0,05% representado).
• Bt muy húmedo en lomerío fluviogravitacional (163.382 Ha, 6,46% representado).
• Lagos y lagunas (14.881 Ha, 6,72% representado).
»» Se propone un corredor entre los parques nacionales Las Hermosas y Nevado del Huila para
cubrir los ecosistemas de páramo y altoandinos de la cuchilla del cerro de Las Hermosas.
»» Continuar el corredor entre la Reserva Forestal Escalerete-PNN Farallones de Cali-PNN Mun-
chique, para aumentar la representatividad de los bosques altoandinos y andinos de esta zona
(municipios de Cali, Buenaventura y Jamundí).
»» Los cerros Soldado, de los Chancos y Calima, el río Garrapatas y el páramo del Duende, han
sido identificados como sitios de endemismo importantes para plantas e insectos. Se propone
el establecimiento de un área de protección y manejo de la cuenca del río Calima y sus tribu-
tarios, para abarcar los ecosistemas de bosques subandinos pluviales que no están represen-
tados en las áreas protegidas estudiadas.
»» Los enclaves secos de los municipios de Dagua y La Cumbre, región de Bitaco, en el sistema
departamental y representan una prioridad no sólo regional sino nacional de conservación
(Capítulo 2).
Identificados los ecosistemas prioritarios, en la actualidad la CVC y la UAESPNN, están
impulsando el proceso de construcción del Sidap. Para ello, establecieron una Mesa Departamen-
tal de Sidap en la cual participan, además de estas dos entidades que constituyen la secretaría
técnica, el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder), el Departamento Administra-
tivo para la Gestión del Medio Ambiente (Dagma), el Instituto Vallecaucano de Investigacio-
nes Científicas (Inciva), la Secretaría de Agricultura del Valle, Planeación Departamental y los
cuatro parques nacionales pertenecientes a la región. Esta Mesa Departamental desarrolló un
reglamento interno y plan de acción para la consolidación del Sidap. Las ocho mesas locales, en
las que participan los actores sociales más relevantes para cada localidad, identifican los crite-
rios, valores, objetos y objetivos de conservación; definen, a partir de la propuesta de categorías
desarrollada por la Mesa Departamental, las categorías de áreas protegidas locales y formulan
los lineamientos de manejo de cada área declarada (CVC 2007).
Avances metodológicos
A partir de 2004, si bien se aplicaban los criterios internacionales y nacionales resumidos
en la Tabla 3.2, el proceso de identificación y designación de las Aicas se desarrolló siguiendo dos
metodologías. La primera se basa en la nominación de un Aica como una iniciativa ciudadana,
donde una o varias personas proveen la información necesaria para tal efecto. La segunda se
basa en el análisis de registros biológicos, usando el SIG como la principal herramienta. En ambos
casos, el último paso consiste en implementar incentivos que impulsan tanto un mayor conoci-
miento del área como una apropiación por parte de los pobladores locales (Tabla 3.3).
A3. Conjunto Se conoce o considera que el sitio mantiene un compo- CO2b. Taxones de El área mantiene regularmente
de especies nente significativo de un grupo de especies cuyas distri- especial interés una población viable de uno o
restringidas a un buciones están en gran medida o totalmente confinadas genético en más taxones de especial interés
bioma a un bioma. Colombia. genético.
lisis del marco político y jurídico en el que se inscriben las áreas protegidas regionales y otras
categorías nacionales y privadas. En la segunda, se aclaran temas específicos sobre los que las
autoridades regionales y locales habían encontrado las mayores dificultades en su gestión de
áreas protegidas. Esta información se complementa en los anexos, donde se presentan aclara-
ciones sobre competencias y definiciones relativas a las áreas protegidas.
Si bien el Instituto durante la ejecución del proyecto apoyó la creación de áreas protegi-
das del nivel nacional en la región andina colombiana (PNN Selva de Florencia), la mayor parte
de su esfuerzo se enfocó en trabajar conjuntamente con las corporaciones regionales en el diseño,
la concertación y planificación del manejo de áreas del nivel regional. Tabla 3.3 Pasos de los dos
Parque Natural Regional Páramo del Duende. A partir de la identificación del páramo del procesos de identificación de
Duende como Aica y como uno de los sitios de endemismo importantes para plantas e insec- Aicas desarrollados en Colombia
Identificación de Aicas con la participación de la comunidad Identificación de Aicas con base en el análisis de registros
Paso 1: Divulgación e invitación. Se hizo una campaña divulgativa Paso 1. Búsqueda y recopilación de registros biológicos. Dichos
del Programa Aicas en Colombia, utilizando diferentes medios. registros documentados se obtuvieron de la literatura, colecciones
biológicas, vocalizaciones grabadas y depositadas en bancos de so-
nidos, observaciones y bases de datos.
Paso 2: Identificación de Aicas potenciales. Paso 2a. Envío de nomi- Paso 2. Georreferenciación. Todos los registros obtenidos fueron
nación de localidades a la coordinación del Programa. Una vez revisada incluidos en coordenadas geográficas dentro de la base de datos del
la nominación se invitaba a completar los formularios de nominación SIG del Instituto Humboldt.
incluyendo el listado de especies que cumplían con los criterios y los
mapas. Paso 2b. Realización de talleres regionales para recopilación
de las Aicas potenciales, definición de sus límites y vinculación activa
de los proponentes en el proceso de identificación.
Paso 3. Selección de Aicas “oficiales”. A partir de los formularios, se Paso 3. Trazado de la extensión potencial de presencia de cada espe-
evaluaba la información para proceder a designar el área. cie. Se delimitó el polígono de distribución potencial de cada especie,
con base en los registros georreferenciados. Esta distribución se ajustó
de acuerdo con el rango altitudinal conocido para cada especie y la
distribución de los ecosistemas usados por ellas.
Paso 4. Sistematización de la información en la Base de Datos de Paso 4. Traslape de áreas potenciales. Al superponer las distribuciones
las Aves del Mundo (WBDB, sigla en inglés) y en la base de datos potenciales de las especies, se identificaron las áreas de interés para
nacional (Compendio ornitológico) La información consignada la conservación dada la concentración de distribuciones de acuerdo
alimentó el Directorio colombiano de Aicas. con los criterios nacionales e internacionales.
Paso final (5 o 7). Implementación de incentivos para la conservación. i) En algunos casos se realizaron ceremonias de designación de las
áreas, con la participación de autoridades municipales y ambientales. ii) Realización de salidas de campo para impulsar un mayor conocimiento
de especies por los pobladores locales. iii) Otorgamiento de becas de investigación y conservación en Aicas designadas.
tos en el Valle del Cauca, la CVC, la Fundación Ecológica Fenicia Defensa Natural (Fedena) y
el Instituto Humboldt llevaron a cabo en 2004 un diagnóstico preliminar del área para ana-
lizar la posibilidad de establecer de forma concertada un área protegida regional. Con base
en este diagnóstico y el plan de acción que, en efecto, se concerta con las comunidades ale-
dañas al área, la CVC estableció el Parque Natural Regional Páramo del Duende (Resolución
D.G. 0760 de 2006).
En el plan de acción, las comunidades plantearon el manejo del área como “la construc-
ción de modelos propios de desarrollo y la apropiación del espacio a partir de generar sentido de
pertenencia, elementos conceptuales que apuntan a la construcción de una estrategia local de
participación y desarrollo humano sostenible que conlleve a la conservación, el conocimiento,
manejo y uso de los recursos naturales en la zona. El Estado deberá generar estrategias econó-
micas fundamentadas en las herramientas normativas a nivel regional y nacional dirigidas a
estimular los procesos de producción agrobiodiversa y reconversión de los sistemas que están
impactando los recursos naturales, e igualmente deberá garantizar la sostenibilidad y el fun-
cionamiento del Parque” (citado en Martínez-Rodríguez 2006). El proceso de concertación con-
tinuó para la formulación del plan de manejo en un trabajo conjunto entre la CVC y Fedena, que
cristalizó con la adopción de dicho plan para el período 2007-2016 por parte de la CVC, mediante
la Resolución D.G. 0760 de 2006.
Parque Natural Regional Barbas-Bremen. En el marco del Sirap del Eje Cafetero, que se presenta
como un estudio de caso más adelante, la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (Carder),
la Corporación Autónoma Regional del Quindío (CRQ) y el Instituto Humboldt, suscribieron un
convenio para el diseño y la declaratoria, por parte de las dos corporaciones, de un Parque Natu-
ral Regional en el cañón del río Barbas, limítrofe entre los departamentos de Risaralda y Quin-
dío. Durante y después de concienzudos reconocimientos de la zona, que permitieron delimitar
el área protegida bajo unos criterios biológicos y ecológicos de representatividad, complemen-
tariedad y viabilidad, se hicieron una serie de presentaciones de la propuesta a los habitantes
y autoridades de las veredas involucradas, pertenecientes a los municipios de Pereira, Filandia,
Circasia y Salento (Nieto-Restrepo s.f.).
Es importante resaltar que el proceso de consulta y concertación incluyó discusiones
sobre la categoría de manejo más adecuada para el área, tomando en cuenta las dinámicas
sociales, económicas y productivas de la población local, así como las diferencias en la admi-
nistración y el manejo de áreas protegidas de las dos corporaciones. Finalmente, se optó por la
figura de parque natural regional, tomando en cuenta lo anterior y los objetos de conservación
que se habían identificado y caracterizado. Se definieron, con base en esta categoría de manejo,
los siguientes objetivos (Nieto-Restrepo s.f.):
»» Contribuir al adecuado suministro de agua, en calidad y cantidad para las poblaciones urba-
nas y rurales beneficiadas en su área de influencia directa.
»» Conservar la diversidad biológica en paisajes rurales y valorar los recursos paisajísticos.
»» Proveer conectividad altitudinal para comunicar el Parque Nacional Natural Los Nevados
con la cuenca hidrográfica del río La Vieja, a través de las áreas protegidas PRN Ucumarí y SFF
Otún-Quimbaya.
»» Mejorar la calidad de vida de las comunidades beneficiadas en la zona de influencia del área
del parque.
»» Promover y estimular en los propietarios particulares la reconversión de sistemas productivos
que involucren prácticas de conservación de la diversidad biológica.
»» Fortalecer la educación ambiental y la investigación y el conocimiento de los recursos natu-
rales, la flora y fauna silvestre.
»» Fomentar el desarrollo del turismo regional (agro, eco y turismo paisajístico) y de las activida-
des recreativas compatibles con los objetivos propuestos.
En la actualidad, Carder y CRQ están en el proceso de formulación conjunta del plan de
manejo para el parque regional de 10.186 ha (Mapa 3.1), que se constituyó formalmente mediante
los acuerdos de Consejo Directivo No. 020 de 2006 (CRQ) y No. 021 de 2006 (Carder).
Distrito de manejo integrado (DMI) Páramo de Berlín. La gobernación de Santander, Corpo-
ración Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor), la Corporación Autónoma
Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (cdmb) y el Instituto Humboldt, suscri-
bieron un convenio de trabajo para aunar esfuerzos en la recuperación y conservación del área
del Páramo de Berlín, a través de la declaratoria de un área de manejo especial. El conjunto de
páramos denominado Páramo de Berlín, está ubicado entre los departamentos de Santander y
Norte de Santander, municipios de Tona (Santander), Mutiscua y Silos (Norte de Santander), en
jurisdicción de Corponor y cdmb (Mapa 3.1). El área establecida tiene en 44.272 Ha, la mayor
parte en los municipios de Tona (14.860 Ha) y Silos (27.480 Ha). Es importante resaltar que allí
se encuentra una muestra de páramo seco, ecosistema sin representar en el Sistema de Parques
Nacionales Naturales y que este complejo de páramos alimenta los acueductos de Cúcuta y San-
tander (departamento de Santander et al. 2007).
En los dos casos anteriores, Barbas–Bremen y Páramo de Berlín, se quiere hacer notar
que las áreas establecidas se diseñaron principalmente con criterios biogeográficos y ecológicos,
logrando trascender los límites administrativos, municipales y departamentales y jurisdiccio-
nes de las corporaciones autónomas regionales. Si bien esto representa un reto considerable para
todos estos actores, en términos de crear sinergias en el manejo conjunto de las áreas para el
cumplimiento de unos objetivos comunes de conservación y uso sostenible, significa también
un avance muy importante en la consolidación de un sistema de áreas más representativo, via-
ble y efectivo.
Definición de
Definición de Definición de
Caracterización Caracterización Análisis de plan de acción
Localidad prioridades de objetos de
biofísica de actores representatividad para el manejo y
conservación conservación la conservación
apoyo financiero para ejecutar actividades del plan opera- EC, como fue el caso para el PMN Campoalegre en Risaralda. (iv)
tivo del Sirap EC. En términos del diseño del sistema, este Asimismo se apoyaron algunos ejercicios a nivel de sistemas
aporte incluyó la financiación del primer taller de expertos departamentales que aportaron a la consolidación del sistema
para la identificación de especies focales para el Eje Cafetero, regional desde la línea base de conocimiento, el desarrollo de
y posteriormente acciones de construcción de conocimiento metodologías y herramientas replicables y a la toma de decisio-
sobre poblaciones y hábitats de algunas especies selecciona- nes; se destaca el diseño e implementación de un sistema de
das como el comino crespo (Aniba perutilis) (Fagua 2005), la monitoreo y evaluación de la gestión y conservación de áreas
danta de páramo (Tapirus pinchaque) (Lizcano 2005) el tití protegidas de Risaralda.
gris (Saguinus leucopus) (Santamaría et al. 2007), el pez Sal- La divulgación y socialización de algunos productos y
minus affinis (Ortega 2005), el periquito frentirrufo (Bolbor- resultados del Sirap EC se enmarcan dentro del Proyecto Andes
hynchus ferrugineifrons) (Espinosa 2002), la pava caucana como la publicación del libro Bases para el diseño de siste-
(Penelope perspicax) (León et al. 2001) y el mono aullador (Alo- mas regionales de áreas protegidas (Arango 2005) que sirvió
uatta seniculus) (Gómez 2005). tanto como una herramienta de apoyo para otros procesos
En términos del fortalecimiento y la consolidación del Sirap de consolidación de sistemas de áreas protegidas, como un
EC, la línea de áreas protegidas apoyó el tema de las categorías elemento de divulgación de los avances del proceso Sirap EC.
de protección que se identificó como una prioridad para la Se publicaron los planes de manejo de pava caucana (Kattan
mesa regional. Se contrató y posteriormente publicó el estudio y Valderrama 2006) y mono aullador (Valderrama y Kattan
jurídico sobre categorías de protección regional (Ponce de León 2006) y en el último año del proyecto, se le apostó a la divulga-
2005), el cual fue un insumo importante para el primer taller ción de avances con la financiación de cinco publicaciones: la
de discusión sobre categorías de protección, que fue financiado historia del proceso Sirap EC; experiencias de incentivos para
por el Proyecto Andes. A raíz de algunas necesidades identifi- la conservación en el Eje Cafetero; experiencias de consoli-
cadas en este espacio, se aportó una asesoría jurídica a CRQ y dación de sistemas municipales de áreas protegidas (Simap)
Corpocaldas para apoyar la creación de algunas áreas nuevas y cartillas didácticas para apoyar la implementación de los
de carácter regional. planes de manejo de la pava caucana y el mono aullador en
Los actores del Sirap EC evidenciaron grandes vacíos relacio- colegios y escuelas.
nados con la integración de áreas protegidas regionales y locales La creación de nuevas áreas protegidas es una meta impor-
y las reservas forestales de Ley Segunda. Desde el Proyecto Andes tante para consolidar el Sirap EC. El cañón del río Barbas es un
se desarrolló el estudio de elementos jurídicos para apoyar la lugar que se identificó como prioritario a integrar en el sistema
presentación de una propuesta de revisión de los límites de la y el Proyecto Andes apoyó la creación del Parque Regional Natu-
categoría de reserva forestal central, basada en la protección ral Barbas-Bremen, el cual se convierte en un hito para la región,
y el manejo de dicha zona con base en categorías regionales o pues es el primer ejercicio de creación de un área protegida
municipales (Ponce de León 2006). regional que tiene incidencia en más de un departamento.
A través de una gestión del componente de áreas protegi- El Proyecto Andes produjo algunas herramientas que son
das, se logró incorporar elementos de otros componentes del de amplia aplicación a nivel de los Andes Centrales pero cabe
Proyecto Andes al Sirap EC: (i) Se creó el nodo regional del SIB destacar su importancia para el Sirap EC. Los libros rojos fueron
Eje Cafetero, lo cual aportó al fortalecimiento de capacidades insumos claves para el ejercicio de selección de especies focales,
de administradores de información y en la consolidación del el mapa de ecosistemas de los Andes Centrales si bien no estaba
esquema de gestión de información para el Sirap EC. (ii) Tam- disponible en el momento de elaborar el mapa de coberturas del
bién se apoyó la elaboración de los planes de manejo de la pava Eje Cafetero será una herramienta útil para futuros ejercicios
caucana y el mono aullador. (iii) El tema de incentivos para la de actualización de las áreas prioritarias a integrar el sistema, y
conservación se desarrolló en varias áreas protegidas del Sirap la elaboración de las bases metodológicas y bibliográficas para
llevar a cabo análisis de efectividad de conservación de áreas fortalecieron su capacidad organizativa y de gestión. Muchas
protegidas será una herramienta clave para avanzar en la con- actividades y procesos fueron adelantados por organizaciones
solidación del sistema. ambientales y de base como la Fundación Ecológica Reserva
Por último, cabe destacar que el apoyo financiero del Pro- Las Mellizas, Fundación Pangea, Fundación Conservación de
yecto Andes tiene un valor agregado considerable en términos la Vida Silvestre, Semillas de Agua, Orquídea y Resnatur nodo
del fortalecimiento de algunos actores sociales del Sirap EC, que Eje Cafetero.
Reservas creadas en
Nombre del nodo el marco del Proyecto
/ organización Andes
Ámbito geográfico Localidades identificadas como prioritarias
coordinadora del
nodo Extensión
Número (ha)
Nodo Tolima /
Vertiente oriental del Eje
Corporación Semillas Cuenca del río Coello 13 1.212,53
Cafetero
de Agua
Nodo Tatamá - Parte norte del Corredor Área de influencia de la serranía de los Paraguas y
Paraguas / Corporación Dagua – Calima – Paraguas, su conexión con el PNN Tatamá, al noroccidente del
Serraniagua al norte y en la zona entre la serranía de departamento del Valle del Cauca y suroriente del
Corpoversalles al sur Los Paraguas y el PNN Tatamá departamento del Chocó
TOTAL 81 7.690,19
colectivamente un plan de manejo para una reserva para ilustrar de forma práctica el proce-
dimiento completo.
»» Durante la implementación del plan de manejo se llevan a cabo las actividades de reconver-
sión o ajustes tecnológicos en los sistemas de producción, así como de manejo de poblaciones
de especies silvestres, restauración de ecosistemas, propagación y reintroducción de especies
amenazadas, establecimiento de bancos de germoplasma, entre otras, en las áreas de conser-
vación de la reserva. Estas acciones se realizan con el acompañamiento del promotor local y de
los técnicos de la red con financiación del Fondo Solidario o de capital semilla de Resnatur. Se
busca involucrar estas actividades en iniciativas de comercio justo, limpio, verde y solidario.
»» Manejo de información para toma de decisiones: tanto la planificación como la implementación
del plan de manejo y el monitoreo se basan en la información obtenida mediante el análisis
de imágenes de sensores remotos.
»» Formulación de estrategias nodales de conservación–producción: cada nodo desarrolla una
estrategia con el fin de consolidarse organizativamente como nodo, formular propuestas para
la consecución de recursos financieros, definición de necesidades y oferta de información y
experiencia para intercambiar con otros nodos, entre otros aspectos. En la mayoría de los nodos
apoyados por el convenio, localizados en zonas donde se ha presentado una dinámica de crea-
ción y consolidación de sistemas locales y regionales de áreas protegidas (nodos Eje Cafetero,
Tolima, Valle, Quindicocha y Tatamá–Paraguas), se desarrollaron varios proyectos, análisis,
documentos y acuerdos que aportaron a la estructuración de algunos componentes de la estra-
tegia del nodo. Aún así, la formulación de estas estrategias probó ser un proceso lento, en la
medida en que se buscaba que fuera lo más participativo posible, razón por la cual en ninguno
de los casos se contaba, al final del convenio, con un documento completo de estrategia nodal.
Es de resaltar el plan de manejo de la microcuenca del río tinjacá que se diseñó con la partici-
pación de varias de las reservas del subnodo Alto Ricaurte (Nodo altiplano cundiboyacense).
»» Participación en Sirap: los nodos reconocen a los Sirap como un espacio de interlocución para el
análisis de la realidad ambiental local y regional, la definición, ejecución y el seguimiento de
políticas ambientales y la gestión de recursos. La participación en estos espacios ha impulsado
que, en el marco del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Sinap), se reconozca la conserva-
ción privada como una complementación a los esfuerzos de las instituciones públicas para la
conservación y el uso sostenible de la biodiversidad. Actualmente la Red y algunos asociados
están participando activamente en iniciativas de Sirap en el Eje Cafetero y en el Valle del Cauca
(Sidap), Alto Putumayo y Andes Orientales (sabana de Bogotá, Boyacá).
unos valores objetos de conservación (VOC) representados por los ecosistemas, especies, proce-
sos ecológicos o valores culturales del área seleccionados por su importancia (nivel de riesgo a
la extinción, endemismo, importancia cultural, servicio ambiental, entre otros) (PNNC 2005).
El plan de manejo está conformado por tres partes principales, desarrolladas siguiendo
la ruta de planificación y con base en procesos de discusión y concertación tanto del equipo del
área protegida, como con los actores de la zona y a partir de la información y el conocimiento
que sobre la zona tiene el grupo planificador. En la primera de ellas, el diagnóstico, se carac-
teriza el contexto regional en el que está incluida el área protegida. Se realizó una recolección
de información primaria y secundaria. A través de un análisis preliminar, cada área identificó
los aspectos más relevantes y la línea de base social, cultural, biológica y cartográfica de los
PNN Los Nevados, Tamá, Pisba, El Cocuy y los SFF Iguaque y Otún-Quimbaya. De esta forma
se obtuvieron diagnósticos detallados, evaluaciones de amenazas y los requerimientos míni-
mos para la conservación efectiva del área misma y de los objetos de conservación definidos
(Polanco-O. 2007). A partir de la caracterización del área, se realizó su zonificación ecológica, la
identificación de los VOC y se estableció el nivel de relacionamiento de los actores sociales que
tienen contacto con el área.
En la segunda parte, se hizo una síntesis diagnóstica de las debilidades, oportunidades,
fortalezas y amenazas del área, con el fin de establecer y ajustar las propuestas de ordenamiento
y el Plan Estratégico de Acción, que se constituye en la tercera y última parte. En los planes se
encuentran plasmadas las diferentes iniciativas y decisiones institucionales organizadas por
ejes temáticos, priorizadas para los siguientes cinco años (PNNC 2007).
La UAESPNN tenía el compromiso, dentro del Plan de Gobierno “Un Estado Comunita-
rio” (2002-2006), de elaborar los planes de manejo de todas las áreas del sistema, en un esfuerzo
por consolidarlo y hacerlo más efectivo. El apoyo del convenio UAESPNN – Instituto Humboldt
a las seis áreas ya mencionadas, fue indudablemente un aporte para el cumplimiento de este
compromiso institucional.
Una vez formulados los planes de manejo, fueron adoptados oficialmente a través
de resoluciones legalmente expedidas con este objetivo por el MAVDT - UAESPNN (Polanco-
O. 2007). Se entró en la segunda fase del proceso, la de implementación de los planes, a través
de una planificación anual (POA) para cada área protegida y con base en un marco lógico que
responde a las líneas estratégicas establecidas por Parques Nacionales, como se describe a con-
tinuación (Polanco-O. 2007).
sición. Hasta el momento se ha logrado concertar una agenda de trabajo en temas de terri-
torio, cultura y gobernabilidad con el pueblo U’wa presente en la zona.
5) Subprograma Manejo de vida silvestre: se están realizando ocho investigaciones en plantas
y animales que se encuentran dentro de los objetos de conservación de las áreas. Con éstas
se espera generar información relevante que pueda ser utilizada para la toma de decisio-
nes en el manejo de las áreas protegidas. Se tienen estudios de poblaciones de paujil copete
de piedra, inventarios y monitoreo de frailejones, inventarios de aves acuáticas, estudios
poblacionales de conejos silvestres y otros trabajos relacionados con aspectos sociocultu-
rales de las áreas como es el caso de la ruta libertadora en el PNN Pisba.
6) Subprograma Investigación: cada una de las áreas del proyecto cuenta con líneas de inves-
tigación diseñadas y en proceso de implementación. El diseño se realizó teniendo en cuenta
los objetos de conservación, los vacíos de información necesaria para el manejo y las pre-
siones identificadas. Estas líneas de investigación están siendo divulgadas a través de una
estrategia para lograr la articulación con universidades, institutos y grupos de investiga-
ción, con el fin de direccionar la investigación en las áreas protegidas y apoyar en forma
prioritaria aquellas investigaciones que pueden aportar información clave para el área.
Adicionalmente, cada zona cuenta con al menos dos proyectos prioritarios de investiga-
ción formulados.
7) Subprograma Monitoreo: uno de los principales retos del proyecto ha sido formular una
estrategia de monitoreo de los objetos de conservación que permita verificar el cumpli-
miento de los objetivos del área. Con este fin se realizaron diversos cursos de capacitación
dirigidos esencialmente a los funcionarios de las áreas. De esta manera se logró que cada
área involucrada en el proyecto contará con un plan de monitoreo de algunos de sus objetos
de conservación y de las estrategias de restauración implementadas. El proceso involucró,
además, la identificación de las especies a monitorear, la definición de protocolos, la reali-
zación de pruebas y la inclusión de objetivos de monitoreo dentro de los objetivos anuales
concertados de los funcionarios de los parques.
8) Subprograma Prevención y atención de riesgo: debido a que uno de los principales riesgos de
algunas áreas del proyecto son los incendios forestales, los parques Pisba, Cocuy y Nevados
y el SFF Iguaque cuentan con estrategias para su prevención. El PNN Pisba y el SFF Iguaque
han formado brigadas de control en coordinación con comunidades y Corpoboyacá. Por su
parte, el PNN Nevados formuló y está implementando un plan de contingencia de incendios,
junto con autoridades municipales, departamentales, campesinos y líneas aéreas que tran-
sitan el área. Adicionalmente el PNN El Cocuy se encuentra implementando una estrategia
para la mitigación y el control de la tala en coordinación con Corporinoquia.
9) Subprograma Relaciones internacionales: la única de las áreas del proyecto que se encuen-
tra en área limítrofe nacional es el PNN Tamá. Allí, junto con el parque venezolano El Tamá,
se encuentra en desarrollo una agenda concertada de trabajo conjunto.
»» Programa Ejercicio de la autoridad ambiental
1) Subprograma control y vigilancia: el Proyecto Andes apoyó en la contratación de cerca de
doce operarios con funciones de control y vigilancia para las áreas involucradas en el pro-
yecto.
Para aplicar la propuesta metodológica, las zonas de la región andina fueron prioriza-
das con base en el análisis de paisajes productivos. Los paisajes rurales se clasifican de acuerdo
con el agroecosistema o uso de suelo que domina en extensión sobre los demás elementos del
paisaje. De esta forma, fueron seleccionados tres paisajes rurales andinos predominantes, para
así evaluar las acciones de conservación bajo diferentes grados de fragmentación y conserva-
ción del paisaje. Estos son (i) paisajes rurales ganaderos (dedicados a la ganadería extensiva),
(ii) paisajes rurales cafeteros (dedicados a la producción del café) y (iii) paisajes rurales campe-
sinos mixtos (dedicados a la producción de productos agrícolas como cebada, papa, yuca, caña
de azúcar, entre otros).
Para cada tipo de paisaje, fueron seleccionadas áreas de estudio de 2.500 ha cada una,
tomando en cuenta otros criterios de selección: (i) los procesos políticos de apoyo al Proyecto
Andes, (ii) la situación de orden público, (iii) la disponibilidad de fotografías aéreas, entre otros
(Lozano 2006). La aplicación piloto de la metodología fue llevada a cabo en los paisajes rurales
ganaderos de las cuencas del río Barbas (Filandia, Quindío) y del río Chambery (Aranzazu y Sala-
mina, Caldas) y en el paisaje rural cafetero de El Cairo (Valle del Cauca).
Este mismo esquema fue a su vez replicado en otros paisajes rurales ganaderos y cafe-
teros, así como en paisajes rurales mixtos. El resultado final es la aplicación de la estrategia de
conservación en 13 áreas de estudio. En la Tabla 3.6 se presentan aquellas áreas en las cuales
fueron implementadas las HMP.
Propuesta metodológica
Oportunidades de conservación
Los paisajes rurales contienen áreas como fragmentos de bosque, bosques maduros y
secundarios, cañadas, cercas vivas, entre otros, que representan sitios con oportunidades para la
conservación. La identificación y priorización de estos sitios implica una serie de etapas secuen-
ciales dirigidas a través de un proceso de análisis. Con base en las caracterizaciones biológicas
y socioeconómicas (ver capítulos 2 y 4), se construyen el índice de conservación y el indicador
de viabilidad socioeconómico. Mientras el índice biológico determina los elementos prioritarios
del paisaje a ser conservados (es decir, qué conservar), el indicador socioeconómico se enfoca en
aquellos predios muestreados con viabilidad para aplicar acciones de conservación sostenibles,
respondiendo así a la pregunta de dónde es posible conservar (Mendoza et al. 2007, Vargas-Franco
et al. en preparación).
Para cada grupo biológico caracterizado previamente (aves, plantas y hormigas, ver
Capítulo 2), se obtiene el índice de conservación, el cual se basa en cuatro criterios: (i) riqueza
acumulada de especies, (ii) número de especies endémicas de Colombia; (iii) número de especies
amenazadas de Colombia y (iv) diversidad beta promedio. Los tres primeros criterios son esti-
Tabla 3.6 Áreas en las mados para cada réplica de los elementos del paisaje evaluados (bosques, fragmentos, bordes
cuales fueron identificadas y cañadas). El último criterio se calcula promediando la complementariedad (es decir, qué tan
oportunidades de conservación diferentes son los ensamblajes de especies entre localidades) entre réplicas del mismo tipo de
en paisajes rurales elemento del paisaje (Vargas-Franco et al. en preparación).
Támesis (Antioquia)
Para cada criterio se aplican tres rangos (alto, medio y bajo), a los cuales se les asignan
valores relativos de cinco, tres y uno, respectivamente. De esta forma, un determinado elemento
del paisaje puede alcanzar un valor máximo de 15. Finalmente, el índice de conservación de cada
elemento del paisaje se obtiene a través de la suma de los tres grupos biológicos, para un valor
máximo de 45.
A su vez, el indicador de viabilidad socioeconómica se basa en algunas de las variables
generadas durante las encuestas de percepción para la caracterización socioeconómica. Estas
variables fueron divididas en tres grupos, con el fin de definir sus potenciales dentro del proceso
de desarrollo de la estrategia de conservación: (i) aquellas que aportan información para la iden-
tificación de oportunidades de conservación, (ii) las variables que generan información para el
diseño de la estrategia de conservación, tanto de HMP como de mecanismos facilitadores (ver
siguiente sección) y (iii) las variables para la implementación de las HMP así como para las fases
de concertación, establecimiento y mantenimiento de las HMP.
Del primer grupo de variables, se escogieron aquellas relacionadas con el uso de los
recursos naturales o dependencia de éstos, así como el manejo de los sistemas naturales y pro-
ductivos del predio. El uso de recursos naturales recoge información de tres variables: la toma
de agua de nacimientos o quebradas del predio, la cocción de alimentos con leña y el tipo de
usos de los subsistemas naturales (bosque natural, rastrojo alto, bosque plantado, guadual). Por
su parte, el manejo de los sistemas naturales y productivos del predio incluye información a
partir de cuatro variables: las actividades de protección en áreas de bosque, el cercado de áreas
con bosque natural y cañadas, la presencia de cercas vivas y actividades de reforestación, todas
éstas realizadas en el predio.
Cada una de las variables de uso se relaciona con las variables de manejo, con valores
de -1, 0 y 1, obteniendo cinco posibles casos, a saber:
Para cada relación de uso de recursos naturales con el manejo de los sistemas naturales
y productivos del predio, se obtiene un subtotal los cuales son sumados para estimar el indicador
de viabilidad económica por predio (Vargas-Franco et al. en preparación). Por último, se le asigna
tres rangos, alto, medio y bajo al indicador.
Dado que los dos índices trabajan a diferente escala, se selecciona la escala predial como
nivel de trabajo, tomando en cuenta que las tierras de los paisajes rurales son predominante-
mente privadas (Hernández y Penagos 2004). Siendo así, estos dos índices son ponderados obte-
niendo, a escala predial, las oportunidades de conservación en un rango de 1 a 4. Aquellos predios
con un rango igual a 4 son seleccionados para la posterior definición de “núcleos de conserva-
ción”, así como del diseño e implementación de las HMP (Mendoza et al. 2007, Vargas-Franco et
al. en preparación).
través del desarrollo metodológico, por parte del Instituto, para caracterizar los sistemas de uso
de los recursos naturales en varias de las áreas evaluadas (ver capítulos 2 y 4). A través de estas
caracterizaciones, se definen los usuarios, los espacios de usos y los recursos utilizados, con el fin
de diseñar participativamente propuestas de comanejo del uso de algunos recursos priorizados,
así como identificar las especies vegetales recomendadas para la siembra de las diferentes HMP
(Quiceno-M. y Castellanos-Camacho 2006).
Las principales HMP identificadas y utilizadas se explican brevemente a continuación
(IAvH y Fundación Pangea 2006):
»» Corredor biológico: incrementa la conectividad funcional entre fragmentos grandes de bos-
que.
»» Cercas vivas mixtas: delimitan potreros o propiedades, actuando como conectores de elemen-
tos del paisaje. La cerca es de carácter productivo y protector, combinando especies aprovecha-
bles en el tiempo con otras que permanecerán sin eliminarse del sistema. Las especies utili-
zadas pueden ser definidas a través de la metodología de uso de la biodiversidad mencionada
anteriormente (Quiceno-M. y Castellanos-Camacho 2006).
»» Cercos protectores: aíslan cañadas, bosques o humedales con alambre de púa y estacones
muertos o vivos, para evitar la entrada del ganado.
»» Enriquecimiento de bosque natural: son fajas de especies amenazadas ubicadas cada 30 m, que
permitirán en un futuro la dispersión de semillas entre los elementos del paisaje.
»» Bosque protector: Son plantaciones protectoras cuya finalidad principal es la conexión entre
fragmentos de bosque natural o ampliación de cobertura vegetal de las cañadas.
»» Bosque protector-productor: corresponde al establecimiento de especies multipropósito o la
combinación de especies maderables y no maderables, con el fin de suplir las necesidades de
madera del propietario. De nuevo, se puede aplicar aquí la información sobre la caracteriza-
ción de uso de recursos locales.
»» Sistema silvopastoril en árboles dispersos: corresponde a árboles aislados sembrados en los
pasturas, de tamaño considerable entre 50 y 80 cm o estacones que rebroten.
»» Sistema silvopastoril en franja: constituido por franjas de árboles ubicadas en los potreros, a
cada 30 m, y aisladas con cerca eléctrica o de púa. Su objetivo es que actúen como conectores
entre bosques o cañadas.
»» Sistema agrosilvícola: conformado por árboles sembrados en medio de los cultivos que contri-
buyen a la conservación del suelo.
»» Banco de proteína: plantas específicas establecidas en un espacio máximo de 500 m2, con el
fin de complementar la dieta alimenticia del ganado.
Conviene resaltar que la estrategia de conservación incluye el diseño y la implemen-
tación de las HMP y de los mecanismos facilitadores o instrumentos de política, cuya función
es facilitar cualquiera de las etapas de concertación, establecimiento y mantenimiento de las
HMP en el tiempo. Por lo tanto, aunque el documento presenta por separado las HMP de los ins-
trumentos de política (incentivos), la relación funcional que tienen hace que en la práctica no
se puedan separar.
Bosque seco
tropical en el 1. Cerramientos bosques
Valle del Cauca- 2. Enriquecimiento de bosque
laguna de Sonso 3. Manejo de especies
CVC, Fundación Pangea
(Las Chatas- vegetales invasoras
4. Cercas vivas mixtas e Inciva
Villalobín, El
Medio, Las Pilas, 5. Fortalecimiento cercas
Colindres y el vivas
Vínculo)
1. Cercos protectores de
Cuenca del río Corpoboyacá, Fundación
cañadas y humedales
Cane Iguaque 2. Cercas vivas mixtas Pangea
Cuenca media del río Chambery: En esta zona fueron definidos cuatro núcleos con mayor opor- Restauración con especies
tunidad de conservación ubicados alrededor de las cañadas y bosques. Fueron implementadas nativas y transformación
siete HMP (Tabla 3.7) en 63 predios de nueve veredas de los municipios de Aranzazu y Salamina, de potreros en bosque, en el
influenciando cerca de 19 ha de cañadas, 107 ha de potrero y contribuyendo a la conexión de 82 ha corredor Barbas-Bremen, sector
de bosque. Dicha implementación fue complementada con un proceso de seguimiento y acom- Pavas (Filandia, Quindío)
pañamiento a los propietarios por parte de la Fundación Pangea y recientemente por la Alcaldía (Fotos: William Vargas)
Vivero de especies nativas en sectores. En el año 2006, la Fundación Pangea estableció los cerramientos de cañadas a través de
Filandia cercos protectores en predios de los municipios de Chíquiza y Villa de Leyva. Nuevas siembras
(Fotos: William Vargas) fueron llevadas a cabo en el año 2007 con material vegetal proveniente de actividades de rescate
de plantones y del vivero localizado en la vereda Capilla 2. Las siembras de 3.500 plantones se
realizaron en tres núcleos de conservación, a saber, microcuencas Chaina y El Roble, éste último
con bosque multipropósito de zona árida, y subcuenca La Colorada, que es un área de conserva-
ción cerca al SFF Iguaque (IAvH y Fundación Pangea 2007) (Tabla 3.7).
De igual forma, se establecieron HMP en 52 predios propiedad de los usuarios de la
Asociación Frutos de Iguaque en el municipio de Villa de Leyva, a través de 5.276 m lineales
de cerramientos o aislamientos. Paralelamente, se establecieron cercas vivas (5.022 m), cerra-
miento de cañadas y humedales (566 m), y cerramiento de bosque (712 m) (IAvH y Fundación
Pangea 2007).
Complementariamente, la caracterización de los sistemas de uso de biodiversidad en esta
zona apoyó el Pomca y por tanto, la implementación de HMP mencionadas anteriormente. En
especial, se favoreció el diseño de otras HMP, asociadas directamente con el uso de los recursos
por las comunidades locales como la restauración del bosque, mediante el manejo de cactáceas
comerciales. Así mismo, se diseñaron HMP en un cuarto núcleo de conservación en la subcuenca
Campohermoso (Quiceno-M. y Castellanos-Camacho 2006).
Altiplano cundiboyacense: En esta área fueron implementadas tres HMP en las veredas El Mor-
tiño y El Alisal, del municipio Carmen de Carupa, a través de dos fases (años 2006 y 2007). Estas
HMP permitieron incorporar al proceso las instituciones educativas de las veredas al proceso y
estuvieron basadas en la protección de servicios ambientales, en especial del recurso agua (IAvH
y Fundación Humedales 2007). Los cerramientos de bosques, cañadas y humedales cubrieron
HMP implementadas en la
vereda El Alisal del municipio de
Carmen de Carupa
un área de 34,5 km, las cercas vivas 12,6 km y el sistema silvopastoril 0,3 km, con un total de 80
predios involucrados. A modo de ejemplo, se muestra la imagen satelital de la vereda El Alisal
(Figura 3.1), con la línea verde mostrando las HMP implementadas en la fase 1 (año 2006) y la
línea roja resaltando aquellas herramientas establecidas en el año 2007. En esta segunda fase,
las HMP fueron concertadas con los propietarios de 16 predios, once en la vereda El Mortiño y
cinco en la vereda El Alisal (IAvH y Fundación Humedales 2007).
Para las cercas vivas, se utilizaron especies como sauco, siete cueros, chicalá, tíbar,
cucharo, espino, mortiño, chusque, raque, entre otros. En la vereda El Alisal, se establecieron
encerramientos de los puntos de toma de agua de la zona. En la vereda El Mortiño, los trabajos se
centraron en cerramientos de las partes altas de las quebradas, cerramientos de bosques, cercas
vivas y aislamientos de nacederos. Complementariamente a los cerramientos, se suministraron
a los propietarios bebederos instalados en las zonas de alimentación del ganado para evitar que
los animales tomen el agua directamente de la quebrada (IAvH y Fundación Humedales 2007).
Incentivos aplicados
El sistema de mecanismos facilitadores aplicado para apoyar la implementación de HMP
en la cuenca del río Barbas se resume en la Tabla 3.8.
Exención predial Predial Compensar costos transacción propiedad 65 predios privados rurales
Local,
Plan manejo bejuco Uso sostenible del recurso Artesanos, propietarios, Umata y CAR
regional
Diseño y mejoramiento de
Local Mejoramiento de ingresos Artesanos
productos a partir del bejuco
Tabla 3.8 Sistema de Bajo la estrategia de conservación basada en la implementación de HMP, fue aplicado el
mecanismos facilitadores incentivo económico de exención de impuesto predial en Filandia y que se explica en detalle en el
aplicado en la cuenca media del siguiente estudio de caso. Cabe mencionar brevemente que este incentivo fue impulsado y nego-
río Barbas (Tomado de Vargas- ciado con el Consejo Municipal, y desde diciembre de 2004 se encuentra aprobado y operando.
Franco 2004) Este incentivo establece la exención del impuesto predial en un 100% para aquellos predios que
estén apoyando la estrategia de conservación definida en los cinco corredores biológicos, HMP
establecida en la cuenca medio del río Barbas y enunciada anteriormente (IAvH 2005).
Durante el año 2006 se estableció un nuevo incentivo (pago por servicios ambientales),
a través de un acuerdo con las juntas administradoras de agua de la microcuenca de Chaina en
los municipios de Villa de Leyva y Chíquiza (Boyacá). En este incentivo, los usuarios directos del
recurso hídrico de la microcuenca de Chaina hacen un aporte voluntario en dinero para financiar
actividades de protección y conservación en la zona alta de la cuenca, así como para pagar un
monto en dinero a los propietarios de los predios quienes se comprometen a implementar HMP
para que contribuyan a la regulación y el mantenimiento de la calidad del agua. Según el IAvH
(2007) “este nuevo sistema de incentivos promueve el desarrollo de acciones de conservación y
recuperación del bosque natural en las partes altas de la microcuenca, que son más directas y
efectivas que el comando y control tradicional, dado que el sistema permite tener un flujo de
dinero constante en el largo plazo, lo cual garantiza su sostenibilidad”.
• Que tengan área mínima de 1 ha continua en con- les y regionales, escritos en periódicos murales (“El Aullador”) y en
otros. El Instituto apoyó a la CRQ en el ajuste del procedimiento
servación de bosque natural y/o que tengan presen-
de liquidación del pago del impuesto predial. Finalmente, en esta
cia de fuentes de agua, siempre que éstas últimas se
fase de implementación, el Instituto inició el diseño de un apli-
encuentren protegidas en su totalidad.
cativo de manejo local para el seguimiento y la evaluación de la
• Los predios con un área inferior a 1 ha, que tengan
estrategia de conservación promovida por el incentivo.
un porcentaje superior al 90% del predio en conser-
En la etapa de seguimiento y evaluación, Vargas-Franco
vación en bosque natural, siempre que sea contiguo
(2007) evaluó el impacto de la exención predial sobre el ente
a áreas de conservación en bosque natural o a hume-
territorial y sobre los propietarios de predios rurales (usuarios y
dales protegidos.
no usuarios del incentivo), durante dos años de operación, 2005
• Los predios que tengan áreas en restauración con el
y 2006. El número de predios exentos en el año 2005 fue de 43
propósito de convertir a áreas de conservación, siem-
y en el 2006, se sumaron 39 predios nuevos. En los dos años, el
pre que sean contiguas a las áreas conservadas en
área en conservación cubierta por el incentivo alcanzó las 390 ha,
bosque natural o fuentes de agua protegidas.
mientras que el monto total exento ascendió a $10 millones.
PORCENTAJE EXENCIÓN: 100% del pago del impuesto pre- Las conclusiones generales del estudio fueron:
dial por hectárea en conservación al año. »» Desde el punto de vista económico municipal, las finanzas
públicas se afectaron en un 2% anual, por debajo del 9%
En la fase de implementación, el Instituto Humboldt diseñó esperado; adicionalmente, mejoró el recaudo predial y la
una propuesta de reglamento operativo que fue trabajada con disponibilidad de recursos desde el primer trimestre del año.
las dependencias de la administración municipal encargadas Por lo tanto, un instrumento de este tipo es ventajoso porque
de la operación del incentivo (Vargas et al. 2005). En este docu- resuelve el problema de su financiación sin afectar de manera
mento se describen los tiempos, responsables de los trámites significativa los ingresos.
inherentes al incentivo y los aspectos técnicos de verificación »» Para los propietarios, según las encuestas, el incentivo motivó
de los criterios de acceso biológicos (Decreto reglamentario a conservar al 78% de sus usuarios. Se encontró evidencia de
004/2005). que la exención ha incentivado principalmente el aumento de
áreas de conservación en aquellos predios/propietarios donde »» Permitió una mayor independencia en la gestión administra-
había un comportamiento conservacionista, y en segundo tiva, rigiéndose por las prioridades de inversión ambiental a
lugar, ha desincentivado la reducción de áreas naturales. nivel local.
»» El incentivo logró minimizar los costos de transacción del »» La respuesta institucional de la administración municipal tuvo
contrato de exención. Para el 62% de los solicitantes, los trá- deficiencias que afectaron el funcionamiento del incentivo y
mites fueron calificados como normales y para el 33% fueron su seguimiento: los esfuerzos de divulgación no se mantuvie-
pocos. ron en el segundo año, la documentación de los solicitantes
»» La exención permitió una mayor coordinación entre los agen- se encuentra incompleta o parcialmente diligenciada, entre
tes privados y la política pública local. Por sus criterios de otras. Esta situación invita a evaluar la relevancia y el nivel
acceso, no sólo participaron los usuarios de la estrategia de de acompañamiento óptimo de las instituciones externas al
conservación promovida por el Instituto (ubicados en la zona manejo ambiental local.
de estudio), sino todos los propietarios que a escala de pai- »» Por último, no se cuenta con información que permita medir
saje contribuyeran con la conservación de la biodiversidad y el impacto del incentivo en la estrategia de conservación, es
del recurso hídrico. decir, su eficiencia.
E ST U DIO DE CASO
Caracterización del uso de bejucos en artesanías
para su comanejo, en el Eje Cafetero
Los resultados mostraron que la cantidad de bejucos dis- cómo mejorar la comercialización, (iii) cómo enfrentar el pro-
ponibles en los bosques varía notablemente de un bosque a blema de disminución de la materia prima y (iv) cómo lograr el
otro. Por ejemplo, para el bejuco chusco, se encontraron bos- reconocimiento de esta actividad tradicional a nivel nacional
ques como San Bernardo, donde se reportaron densidades de y regional. Para cada estrategia se plantearon los objetivos, las
2.120 individuos/ha hasta bosques como Chispero y Veracruz actividades, las reglas, los compromisos y los actores que deben
donde no se registró la especie. También se encontraron bos- involucrarse para desarrolla el plan. Este trabajo fue socializado
ques, como los ubicados en el cañón del río Barbas, que tenían y discutido con los artesanos y extractores de Filandia y Circa-
densidades de plantas de chusco de 1.770 individuos/ha pero no sia, con la policía ambiental, la Alcaldía, la Umata, la Secretaría
tenían ningún bejuco aprovechable. Esto plantea la necesidad Municipal de Turismo de Filandia, el Archivo Histórico, las casas
de establecer diferentes tipos de manejo según la condición en de la cultura de Filandia y Circasia, los programas de biocomer-
la que se encuentre cada bosque. cio de la Corporación Autónoma Regional del Quindío (CRQ) y el
En los aspectos económicos, López (2006) realizó un tra- Instituto Humboldt, el Punto de Atención Empresarial del SENA
bajo en conjunto con los artesanos de Filandia para la creación y el Laboratorio Colombiano de Diseño, entre otros.
de nuevos productos que utilizan en su elaboración una menor Durante el desarrollo de las diferentes investigaciones se
cantidad de materia prima y generan un mayor valor agregado generó un proceso de trabajo conjunto con la comunidad de arte-
al incorporar elementos de diseño y de control de la calidad. Los sanos, extractores y autoridades ambientales que ha producido
artesanos hicieron varios prototipos de los diseños que fueron un ambiente social propicio para la implementación del plan de
llevados a posibles compradores. También se elaboró un catálogo comanejo. En los próximos dos años, la Corporación Autónoma
de productos, una etiqueta que diferenciará en el mercado a los del Quindío (CRQ), con el apoyo técnico del Instituto Humboldt,
productos de bejucos y una guía de calidad para la elaboración pondrá en práctica las estrategias que han sido definidas en el
de las artesanías (López 2006). plan de comanejo, generará una normatividad para el uso legal
En los aspectos socioculturales, Galeano (2006) realizó una de los bejucos y fortalecerá la organización comunitaria para el
caracterización etnográfica de la actividad de uso de bejucos sostenimiento de la actividad artesanal.
donde analizó las condiciones socioeconómicas asociadas a la
actividad artesanal, las formas de transmisión del conocimiento
a través de la descripción de la unidad familiar y de las activida-
des en la unidad de producción o taller, y el proceso de elabora-
ción de los objetos artesanales desde la obtención de las fibras
en los bosques hasta la descripción de las técnicas de tejido.
Adicionalmente, Maya et al. (2007) estudiaron el comporta-
miento colectivo de las comunidades de artesanos de Filandia
y Circasia en torno a la actividad artesanal; en este trabajo se
analizó, de forma participativa, el estado actual de manejo de
bejucos, los modelos mentales para tomar decisiones y las posi-
bles acciones colectivas para el manejo. A partir del análisis se
formularon los lineamientos del plan de comanejo.
Finalmente, Lema (2007) retomó los lineamientos y formuló
las reglas preliminares y las estrategias para el plan de coma-
nejo de bejucos en el Eje Cafetero. En este trabajo, se plantea-
ron las estrategias para ayudar a solucionar cuatro problemas
principales: (i) cómo aprovechar legalmente los bejucos, (ii)
ver estudio de caso en el Capítulo 2), que incorpora: los subsistemas de análisis de empresas,
análisis de mercados y análisis de tecnologías apropiadas para el biocomercio. En lo referido a
la atención al usuario, los registros de visitas a la página indican que durante estos años (2002-
2006) el 43% corresponde a empresarios, el 36% a investigadores y centros de investigación y el
21% a estudiantes, superando las 8.500 visitas al mes. Aún más, 2.968 usuarios se encuentran
registrados en el Obio en los 42 meses de vigencia del sistema, lo cual significa un promedio de
71 visitas mensuales; además, 4.100 personas han registrado descargas de documentos del sis-
tema, para un promedio de 98 descargas por mes.
En el marco del Proyecto Andes se impulsó el establecimiento de ventanillas de bio-
comercio, en asocio con las corporaciones autónomas regionales. En la actualidad existen
diez ventanillas de biocomercio establecidas en igual número de corporaciones autónomas
regionales: Cornare (cuenca de los ríos Nare y Negro), Corpocaldas (departamento de Caldas),
CRQ (departamento del Quindío), Carder (departamento de Risaralda), CVC (departamento
del Valle del Cauca), Corantioquia (departamento de Antioquia), CAM (alto Magdalena
Huila), Cortolima (departamento del Tolima), Corponor (Norte de Santander) y Corpona-
riño (departamento de Nariño). Cada una de estas ventanillas ofrece información sobre los
tipos de productos que están promoviendo, la capacidad regional existente para certifica-
ción de productos de biocomercio, las herramientas financieras a las que se puede acceder
en la región, las entidades regionales que pueden dar apoyo para desarrollo empresarial,
las oportunidades de bionegocios regionales y proyectos demostrativos que se estén imple-
mentando en la región.
Proyecto FAO 5
Proyecto COE 5
Proyecto CIAT 20
Proyecto Corpoamazonia 40
TOTAL 130
»» El equipo de biocomercio realizó cinco estudios internacionales de mercado, sobre los siguien-
tes temas: (i) frutos nativos; (ii) mariposas; (iii) Heliconias y follajes; (iv) Jagua (huito); (v)
Totumo.
»» 22 sondeos rápidos de mercado a nivel nacional e internacional, para apoyo empresarial o
sectorial: 1. mariposas, 2. hongos, 3. achiote, 4. añil, 5. café orgánico, 6. caucho, 7. cochinilla, 8.
condimentos naturales, 9. cúrcuma, 10. estevia, 11. aceites esenciales, 12. estropajo, 13. helico-
nias, 14. inchi, 15. marañón, 16. mermeladas de frutas nativas, 17. productos orgánicos, 18. peces
ornamentales, 19. sábila, 21. seje, 22. medicinales.
»» Como una de las primeras iniciativas de biocomercio, en 2000 el Instituto convocó a varias
instituciones relacionadas con el tema de ecoturismo, inicialmente la Universidad Externado
de Colombia, algunas ONG como Agroecotur y empresas prestadoras de servicios, dando origen
a una red de ecoturismo, que posteriormente se convirtió en la Red de Turismo Sostenible de
Colombia. Desde noviembre de 2005 el Instituto tiene a su cargo la Direccion de la Red, bajo la
cual ha vinculado nuevos miembros como el Viceministerio de Turismo, ha puesto en funcio-
namiento herramientas virtuales de información gracias al apoyo del CHM Colombia, super-
visa el envío de los boletines virtuales a sus más de 400 afiliados y coordinó la organización
del V Encuentro de la Red en el año 2007, en el que se realizaron más de 30 charlas y asistieron
210 personas, provenientes de cuatro países y 14 departamentos de Colombia. Actualmente
el comité facilitador de la Red está compuesto por el Instituto Humboldt, La Unidad Admi-
nistrativa Especial del Sistema de Parques Nacionales, el Viceministerio de Turismo a través
de la Dirección de Calidad y Desarrollo Sostenible del Turismo, el Sena regional Risaralda, La
Universidad Externado de Colombia, el Fondo Biocomercio, la Corporación Clorofila Urbana,
Agroecotur y el INPAHU.
Avances metodológicos
Además de proveer información sobre los aspectos más relevantes del biocomercio, la
línea de investigación viene trabajando desde su establecimiento en la elaboración y validación
de guías y metodologías para la formación de productores y el apoyo de sus iniciativas:
Para ello se conformó un comité interinstitucional ad hoc que contó con la partici-
pación del IGAC, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el Ministerio de Ambiente,
Vivienda y Desarrollo Territorial, y el acompañamiento técnico de la Pontificia Universidad
Javeriana, Facultad de Estudios Ambientales y Rurales. Como resultado de este trabajo se
estructuró la guía Elementos para la incorporación de consideraciones de biodiversidad en los
EOT y POT (Baptiste y Rincón 2006). Además de presentar unos lineamientos teóricos para la
inclusión de la temática de biodiversidad en el proceso de ordenamiento territorial, la guía
incluye un manual e instructivos para la recuperación del conocimiento local sobre biodiver-
sidad, del conocimiento externo y, con base en los anteriores, la construcción de la estructura
ecológica del municipio (EEM). Por último, ofrece unos lineamientos para la articulación del
proceso de ordenamiento territorial con el de cuencas hidrográficas.
Esta guía fue presentada en varios de los municipios del Eje Cafetero y el altiplano cun-
diboyacense donde el Instituto Humboldt estaba desarrollando actividades. Allí los funcionarios
municipales recibieron capacitación sobre su uso. Cabe resaltar el interés e incorporación de los
lineamientos planteados en el municipio de Filandia, Quindío.
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Nariño Boyacá
12% 2,63%
Norte de
Santander
Boyacá 1,32% Caldas
Huila
8% 3,78%
6%
Cundinamarca Nariño
Caldas Huila Cauca
11% Cauca 2,52% Cundinamarca
4% 1,97% 2,68%
11% 3,39%
Los habitantes andinos muestran grandes diferencias culturales entre regiones, por lo
cual el proyecto adoptó en su metodología la caracterización de actores incluyendo aspectos cul-
turales. Esta diversidad de grupos humanos aprovecha la demanda ambiental y transforma los
paisajes dejando su propio sello cultural de acuerdo a la organización de sus unidades producti-
vas, los arreglos de sus agroecosistemas, la utilización de diferentes tipos de cercos, la disposición
Tabla 4. 2 Grupos poblacionales de la vivienda y los espacios que la rodean. En la Tabla 4.2 se describen los grupos y complejos
de los Andes poblacionales del área de acción del proyecto.
Habitantes de las laderas de los Andes Campesinos mestizos con economía cafetera. Eje Cafetero, Riosucio, Filandia, Santuario
centrales y occidentales del complejo de Fauna y Flora Otún- Quimbaya
poblacional antioqueño
Habitantes del Altiplano y los valles an- Campesinos de raíces Muiscas. Agricultores Municipios de Villa de Leyva, Chíquiza,
dinos del complejo poblacional cundi- con cultivo dominante de papa. Desarrollan la Ubaté, Fúquene, SFF Iguaque, PNN Cocuy,
boyacense cría y aprovechamiento de vacunos y ovinos en PNN Pisba, Municipio de Socotá
pequeña escala.
Habitantes de las laderas de los Andes Campesinos mestizos con economía cacaotera, Zapatoca, Santurbán, PNN Tamá, Encino.
del norte del complejo poblacional san- cafetera y panelera.
tandereano
Indígenas Awa de los Andes en la frontera Grupos indígenas. Su economía se basa en agri- Municipios de Mallama y Ricaurte, depar-
con el Ecuador cultura tradicional (maíz, plátano). Su lengua tamento de Nariño.
pertenece a la familia Barbacoa.
Indígenas U`wa en las áreas de traslape Grupos indígenas de selva y montaña. Agricul- Municipios de Sácama, La Salina, Tame
con el PNN Cocuy tores tradicionales. Su lengua pertenece a la
familia Chibcha
Indígenas Kofán, del piedemonte ama- Grupo indígena de la selva del piedemonte. Agri- Municipios de Orito, Valle del Guamuéz,
zónico cultores tradicionales. Importante uso cultural departamento del Putumayo.
del yagé. Su lengua pertenece a la familia Tukano
occidental.
Indígenas Inga y Kamtzá del valle del Grupos indígenas agricultores. Los Kamtzá hablan Municipios de Sibundoy, San Francisco y
Sibundoy una lengua de familia independiente, los Inga una Santiago, departamento del Putumayo
lengua Quichua. Estos últimos son comerciantes
ambulantes de remedios de origen natural.
Indígenas de Cañamomo y Lomaprieta de Grupos indígenas de economía campesina. No Municipios de Riosucio, Supía, departa-
la zona cafetera del occidente. conservan su lengua aborigen. mento de Caldas.
Indígenas Pasto del altiplano nariñense Indígenas de economía campesina. No conservan Municipios de Pasto y Consacá, departa-
y el piedemonte del Putumayo su lengua aborigen. mento de Nariño, y Mocoa, departamento
del Putumayo
Afrodescendientes de los Andes Grupos humanos y comunidades negras. Agricul- Municipio de Supía, Caldas
tores, cultivadores de caña, maíz, plátano.
sos genéticos relevantes para la alimentación. Estudios realizados por el Instituto Humboldt en
paisajes rurales identifican más de 15 prácticas de recuperación y conservación de la biodiversidad
entre las que se mencionan sistemas silvopastoriles, agricultura ecológica, sistemas agrofores-
tales, liberación de potreros para enriquecimiento y cercos vivos (Otero et al. 2005 y 2006).
La conservación asociada a los diferentes mosaicos de la ruralidad, componente central
y novedoso del proyecto, parte de las potencialidades de los sistemas de manejo, para construir
propuestas y estrategias que pueden mitigar los impactos derivados de la fragmentación de los
ecosistemas andinos y atacar algunas de las causas subyacentes en los procesos no deseables
de transformación del paisaje. Por esta razón abordó las problemáticas de la conservación en los
sistemas productivos, incluyendo su relación con las zonas de vida silvestre, y la toma de deci-
siones a nivel de las unidades productivas, para así identificar herramientas adecuadas de con-
servación y alternativas sostenibles de uso de los recursos.
Aumentar conectividad de los elementos Conocimientos de los factores limitantes o no, para la
del paisaje organización social con fines de conservación.
Educativos y de
Productores Comunitarios Gremiales Públicos ONG investigación
»»Comunidades »»Gobiernos
»»Propietarios
locales municipales
individuales de
predios »»Juntas de Acción »»Asociaciones »»Concejos »»Universidades
Comunal de productores municipales
»»Propietarios »»Centros de
locales »»Organizaciones
de reservas »»Cabildos »»Corporaciones Investigación
ambientales
privadas de la indígenas »»Gremios de la Autónomas
sociedad civil »»Asociaciones y »»Entidades de
»»Escuelas y producción Regionales
redes investigación y
»»Artesanos colegios »»Banca de »»Parques transferencia de
»»Empresarios »»Consejos fomento Naturales tecnologías
de recursos Ambientales Nacionales
naturales »»Ministerios
»»Mesas de trabajo
y las transformaciones del paisaje, buscando explicar el estado actual de la biodiversidad y las
características de los paisajes rurales, vistos como el resultado en el tiempo de procesos sociales
de apropiación de los ecosistemas y sus recursos. Las historias sobre los usos permiten ver los
problemas y las respuestas sociales, las innovaciones tecnológicas, sus aciertos y sus fracasos, y
en especial, la sostenibilidad o impactos de las mismas en el tiempo. Los estudios se realizaron
mediante el análisis documental previo, recorridos de campo y entrevistas realizadas a perso-
nas mayores y conocedores locales, en la región de Salamina, Riosucio y Supía, en Caldas (Franco,
2004a). La arqueología y la etnohistoria son en esta aproximación, herramientas de apoyo en la
investigación social sobre los paisajes y contribuyen a la reconstrucción de los contextos cultu-
rales y productivos del pasado y que de alguna manera han modelado los paisajes del presente
(Cavelier, 2006). El estudio realizado en la laguna de Fúquene (Franco 2004b y 2007), por ejemplo,
mostró las principales acciones que en los últimos 80 años han sido determinantes en el proceso
de degradación de los ecosistemas húmedos y en la reducción del cuerpo de agua. De este estu-
dio se obtuvieron variables antrópicas que incluyen desde temas políticos, hasta lo relativo a los
usos culturales y los conflictos de uso relacionados con la tenencia de la tierra.
Productores/ recolectores
/usuarios
Recurso
Conocimientos
Sistema de uso Tiempo
Necesidades
Espacio
Grupos de interés
Conflictos
de uso
Conocimiento - acción
un área específica; el “indice de usos de especies nativas” que hace referencia a la importancia
que tienen las especies nativas en relación con las especies exógenas o foráneas para un usuario,
y el “ indice de valor de uso por especie” que hace referencia a la importancia de uso que tiene
una especie determinada de acuerdo a la frecuencia de uso reportada para toda el área de estu-
dio. Se hizo un ajuste a la metodología para facilitar la adopción concertada de herramientas de
manejo del paisaje basadas en el uso de recursos (Castellanos, 2006). (Fig. 4.5)
Figura 4.5 Metodología para
el diseño de Herramientas
Ruta metodológica para el diseño de las HMP con especies útiles • Con quiénes
• Dónde de Manejo del Paisaje (HMP)
• Con qué con énfasis en especies útiles
• Cuánto de qué
(Castellanos, 2006)
Firma de acuerdos
Concertación de las herramientas diseñadas y pactos
de implementación
Los resultados de las caracterizaciones permitieron identificar las especies de flora, fauna
u otros recursos usadas por los pobladores locales, tipificar los usos y los diferentes tipos de usua-
rios y conocimientos asociados a la biodiversidad y las prácticas de aprovechamiento y manejo;
revalorar y recuperar actividades relacionadas con el uso de los recursos para la alimentación, la
elaboración de artesanías, las prácticas médicas tradicionales y la vivienda, entre otros. Además
de las caracterizaciones, se hicieron estudios complementarios como el documento sobre criterios
de cobertura geográfica para negocios de biodiversidad (Vieira y Quiceno 2006), un encuentro
sobre abejas silvestres, un estudio sobre plantas medicinales con mujeres en Salento, Quindío
(Arango 2004), además del apoyo a varias tesis de grado (Vélez 2004, Montero 2004, Losada y
Ariza, 2005, González, 2005, Bello, 2004.
Las caracterizaciones de uso se hicieron en los siguientes lugares: Tabla 4.6 Caracterizaciones de uso
Otros
5%
Artesanal Maderables
13% 58%
Medicinal Madera
22% 44%
Usos artesanales
En la población de Filandia la cestería es una actividad tradicional cuyos orígenes son
indígenas. Hasta los años 70’s la principal demanda estaba referida a los canastos cafeteros cuya
materia prima se obtenía de fibras resistentes como el chusque (Chusquea latifolia L.G. Clark) y
el cucharo (Ramos 2001). En la década siguiente esta actividad disminuyó así como el número
de personas dedicadas a ella debido a la crisis cafetera y a la aparición de baldes de plástico, por
lo que las artesanías decorativas elaboradas en tripeperro (Philodendron sp.) y otros bejucos se
convirtieron en una alternativa por su mayor oferta y facilidad en la transformación.
A partir de los recorridos en campo fue posible identificar cerca de 30 especies de bejucos
utilizadas actualmente por los canasteros de la región (ver los principales en la Tabla 4.7). Estas
especies son utilizadas diferencialmente de acuerdo al tipo de artesanía que se elabore y a la
parte en la cual se utilice.
Cacería
Al igual que sucede con los recursos maderables el uso directo de la fauna en la zona ha
disminuido notablemente en los últimos quince años, al igual que sucede en otras partes de la
zona Andina (Castiblanco 2004). En la forma tradicional de cacería la mayor parte de la captura
estaba compuesta por gurres (Dasypus novemcintus y Cabassous centralis), guaguas (Agouti
taczanowskii); guatines (Dasyprocta punctata); conejo pata de pera (Sylvilagus brasiliensis) y
cusumbos (Nasuella olivaceae), obtenían también presas de mayor tamaño como la danta de
páramo (Tapirus pinchaque) y el venado colorado (Mazama americana). Otras especies cazadas
fortuitamente para consumo humano eran los perros de monte (Potos flavus y/o Bassaricyon
gabbii), los perezosos (Choloepus hoffmanni) y en algunos casos los monos aulladores (Alouatta
seniculus). Algunos animales han sido perseguidos por causar daños a cultivos, como la ardilla
común (Sciurus granatensis) y los loros (Psittacidae), o a animales domésticos, como los tigrillos
(Leopardus tigrinus y Leopardus pardalis).
Pesca
La pesca con fines deportivos es practicada actualmente en algunos cursos de agua, espe-
cialmente en el río Barbas y la quebrada Portachuelo. Las especies objeto de aprovechamiento
son la sabaleta y el negro, especie que a pesar de su pequeño tamaño (10 a 20 cms) puede ser
capturada en gran número por cada jornada de pesca, lo que las hace atractivas para consumo y
esparcimiento. Las técnicas de pesca empleadas son: la vara que utiliza anzuelos y carnadas como
lombrices, grillos o sapos; la atarraya, el arpón, careta y linterna y anteriormente el barbasco.
mento de Caldas, en la cuenca del río Chambery, (Suárez L. S. 2004, Otero et al. 2005 y 2006) que
se caracteriza por la gran cantidad y diversidad de cercos vivos integrados en el paisaje. El obje-
tivo de este trabajo fue tipificar los cercos vivos de la zona, con base en su origen, uso, manejo y
conectividad y conocer los usos dados a los cercos y a los recursos biológicos que los conforman
o asociados con ellos. La metodología empleada consistió en la identificación del tipo de cercos,
su conectividad y el muestreo botánico con la información etnobotánica. Se identificaron dos
tipos de cercos vivos: no plantados y plantados. Los primeros son más diversos que los plantados
y por su origen se clasificaron en tres categorías: remanentes, que mantienen algunos árboles
del bosque original; cercos sucesionales, que se forman por procesos de colonización vegetal
sobre zanjas y conformados por vegetación secundaria; finalmente los cercos mixtos, formados
por procesos de sucesión vegetal combinados con vegetación plantada. Los cercos plantados
son aquellos que sirven a un propósito productivo inmediato o a futuro y como elemento para
delimitar el territorio; se clasificaron en tres grupos según su función: barreras rompevientos;
bancos para producción de forraje para animales y delimitación de potreros y fincas.
De acuerdo a los resultados, el 44.2 % de las especies presentes en los cercos vivos de la
cuenca del Chambery son usadas por los habitantes de la región. Los tipos de uso se dividieron
en 10 categorías: alimentario, artesanal, delimitación de terrenos, combustible (leña), maderable,
medicinal, ornamental, recreativo, servicio ambiental y uso tóxico.
servir de base para el desarrollo de innovaciones que permitan el uso sostenible de la diversidad
biológica entre las diferentes comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas, así como
en la comunidad científica. La herramienta favorece, a través de medios modernos, el intercambio
de saberes; facilita la revaloración y recuperación de los conocimientos ecológicos de las comu-
nidades y estimula el uso de la biodiversidad en la solución de necesidades básicas.
La información contenida en Yoscua proviene de diversas fuentes, tanto de los aportes
realizados por los sabedores locales e investigadores, como de trabajos o testimonios, en espe-
cial textos, que pertenecen al dominio público. Yoscua privilegia las categorías, clasificaciones
y denominaciones locales, y se basa especialmente en el respeto y protección del conocimiento
tradicional. Por estar desarrollada como una herramienta wiki, Yoscua se enmarca en el reco-
nocimiento del valor integral de los conocimientos tradicionales de las comunidades locales
sobre los recursos biológicos y del importante papel que juegan estos saberes, no sólo en la con-
servación de la biodiversidad, sino como una condición necesaria en la existencia de las mismas
comunidades.
En la actualidad Yoscua cuenta con más de 700 fichas de usos de la biodiversidad, entre
las que se cuentan 82 grupos étnicos de Colombia y más de 200 fuentes de información. Con
esta herramienta es posible acceder al quién, dónde, cómo y para qué se usa la biodiversidad,
mediante mecanismos de búsqueda y exploración de categorías generales como recursos natu-
rales; espacios de uso; grupos humanos; procesos, experiencias y testimonios; mitos y leyendas,
entre otros (Caro 2007a y b).
Estrategia de comunicaciones
Para el conjunto de los componentes del proyecto se diseñó y puso en marcha una estra-
tegia de comunicaciones, fundamentada en la comunicación participativa, que se apoyó en cinco
líneas de trabajo: editorial, medios electrónicos, producción audiovisual, prensa y divulgación,
a través de las cuales se sintetizaron y pusieron a disposición de los diversos públicos los resul-
tados del proyecto.
Comunicación participativa
para la toma de decisiones
La Comunicación Participativa, base de la estrategia de comunicaciones, permite dina-
mizar procesos sociales para promover alternativas de conservación y desarrollo sostenible,
asegurando de paso un fuerte sentido de apropiación y pertenencia, al tiempo que se logra dar
alcance a los objetivos propuestos en los proyectos ambientales. Se fundamenta en el respeto a
la diferencia y la valoración positiva de la diversidad cultural y biológica; promueve la partici-
pación y facilita la integración de las comunidades locales en los objetivos y procesos de desa-
rrollo. Como resultado las comunidades locales dejan de ser simples emisores o receptores de la
información, para pasar a desarrollar un proceso de comunicación donde organizan, producen,
analizan y retroalimentan la información, empleando medios alternativos, para generar acti-
tudes y acciones comprometidas con su entorno natural (Murillo y Vargas 2005).
La comunicación participativa facilita a las comunidades (étnicas, sociales, académicas,
tecnológicas y científicas) espacios y recursos de comunicación para el alcance de sus objetivos
Productos de comunicaciones
Respecto de la línea editorial el Instituto Humboldt adoptó como criterio garantizar a
cualquier persona el acceso a la información producida, dando cabal cumplimiento al Decreto
460 de 1995 relacionado con la reglamentación del Registro Nacional del Derecho de Autor y la
regulación del Depósito Legal. De acuerdo a esto, las publicaciones de la Colección Humboldt se
distribuyen en más de 110 bibliotecas y centros de documentación del país y pueden ser consul-
tadas en su mayoría por descarga en línea desde la página web.
Folletos »“Encuentro
» de dos modos de comprender la vida en los Andes colombianos, Filandia y cabildo
Integrado Pialapí Pueblo Viejo”.
»“Las
» cercas vivas. Oportunidades de usos y conservación de biodiversidad”.
Memorias de eventos »»Talleres, seminarios y encuentros.
Directorios »“Directorio
» de observadores de aves”.
Manuales y guías didácticas »»Manual metodológico para el desarrollo de inventarios en Biodiversidad.
»»Guía de aves para profesores: “Volando vienen, volando van”.
»»Guía “Informar Andes” sobre información municipal y regional asociada a la biodiversidad en los
Andes.
»»Carpetas con materiales educativos para maestros.
3. Radio
Talleres de radio y »»Se realizaron 2 talleres con comunicadores locales y regionales en el eje cafetero y en el altiplano.
comunicaciones
Programas radiales »»Diez miniprogramas radiales en la serie “Queriendo la Tierrita”, dirigidos a las comunidades de las
zonas de influencia.
Compact Disc »»Se destaca la “Guía sonora de las Aves de los Andes Colombianos” en 7 discos que contienen 624
cantos de aves.
»»Estrategia de educación ambiental.
»»Catálogo de productos del proyecto.
»»Libro de hormigas.
Páginas web »»Se estableció el Subdominio del Proyecto Andes y se apoyó el diseño de páginas de Corporaciones
regionales, además de otras para el programa de Biocomercio sostenible y el congreso botánico.
»»La página http://andes.humboldt.org.co , página oficial del proyecto, contiene los avances del
proyecto, información sobre la biodiversidad andina, consulta y descarga de documentos técnicos del
proyecto.
»»Página interactiva Yoscua sobre saberes y usos de la biodiversidad.
»»Portal Infantil: Proyecto Huella.
6. Eventos de comunicación
Eventos temáticos de »»Trailer de la Megadiversidad en sitios públicos como Jardines Botánicos, parques temáticos Maloka y
comunicación didáctica Explora, Bibliotecas Públicas, etc.
»» “Semana de los corredores biológicos” (Filandia junio 27-30 de 2006).
»»Los niños imaginan los corredores biológicos (Filandia).
»»Fiesta del Canasto (Filandia).
Giras y días de campo »»Se hicieron numerosas giras, intercambios de experiencias y días de campo, para los cuales se
prepararon carpetas con material informativo.
Estrategias específicas Estrategia de comunicación para el Biocomercio Sostenible: Se produjeron en desarrollo de esta estrategia
boletines, cartillas, páginas web, concurso nacional, información empresarial.
Conclusiones
Con el proyecto se demostró que la conservación de la biodiversidad en paisajes rurales
a través de la implementación de herramientas de manejo del paisaje y la incorporación de los
usos tradicionales tiene un enorme potencial para generar procesos novedosos de uso sosteni-
ble y conservación. Esta estrategia permite un acercamiento a las comunidades rurales, lo cual
enriquece y dinamiza la investigación y le da una perspectiva real a las iniciativas de conserva-
ción. La relación con estos grupos locales demostró la importancia de la participación social y la
necesidad del trabajo interdisciplinario en torno a las actividades de conservación. Se concluye
también que las herramientas son el resultado de una particular interacción entre el estado de
la biodiversidad, la viabilidad social y las oportunidades de conservación. La experiencia mues-
por las redes privadas de conservación y apoyado por el Proyecto Andes ha permitido demos-
trar que la sociedad civil y las comunidades hacen y tienen propuestas claras para preservar los
ecosistemas y que son actores decisivos en las estrategias de conservación que se adopten. En
lo relativo a grupos étnicos, se apoyaron acciones para la conservación en el territorio indígena
Cofán incluyendo los estudios para la ampliación del resguardo Ukumari- Kankhe, con áreas de
conservación estricta y otras de uso reglamentado declaradas por la misma comunidad.
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la utilización de la herramienta y la identificación de los aspectos claves para su sostenibilidad referida a los usuarios
actuales. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Bogotá D. C., Colombia.
Caro Á. 2007b. Proyecto Yoscua. Incorporación de un mayor número de usuarios correspondiente a los distintos procesos
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ASAMBLEA GENERAL
Corporación para el desarrollo sostenible del sur de la José Ignacio Muñoz, Braulio Leonel Ceballos, Dalila Torres,
5
Amazonia colombiana (Corpoamazonia) Edgar Otavo
14 Universidad de Antioquia Francisco José Molina, Carlos Alberto Zárate, Diego Franco
JUNTA DIRECTIVA
Entidad Representantes 1999 - 2001 2001 - 2003 2003 - 2005 2005 - 2007
Presidente de la
Alberto Gómez X X X X
República
Universidad
Enrique Forero, Gonzalo Andrade,
Nacional de X X X X
Orlando Rangel, Gloria Galeano
Colombia
Fundación
Elsa Matilde Escobar, Hugo López X X - -
Natura
Fundación. Pro
Santiago Madriñán, Gonzalo Uribe,
Sierra Nevada de - - X X
Guillermo Rodríguez
Santa Marta
María Helena Cendales G. Alfredo Elías Díaz Granados Luís Edier Franco G.
María del Socorro Sierra Jorge Ernesto Vargas V. Juan Antonio Zornoza B.
María Alejandra Silva B. Julio César Vargas G. María del Carmen Zúñiga
Conservación Internacional
Base del conocimiento para toma de decisiones Todas
Foundation
Altiplano cundiboyacense
Conservación y uso sostenible de la biodiversidad en
Corpoboyacá y bosques del nororiente,
paisajes rurales
jurisdicción Corpoboyacá
Asociación Bogotana de
Base del conocimiento para toma de decisiones Altiplano cundiboyacense
Ornitología- ABO
Asociación de productores
Conservación y uso sostenible de la biodiversidad en
indígenas y campesinos de Riosucio Eje Cafetero
paisajes rurales
- Asproinca
Centro Internacional de
Integración sectorial Región andina
Agricultura Tropical - CIAT
Altiplano cundiboyacense,
Corpochivor Base del conocimiento
jurisdicción Corpochivor
Corporación incubadora de
Conservación y uso sostenible de la biodiversidad en
empresas de base tecnológica de Eje Cafetero
paisajes rurales
Manizales - Incubar
Corporación Destino Colombia Base del conocimiento para toma de decisiones Altiplano cundiboyacense
Centro de Investigaciones y
Conservación y uso sostenible de la biodiversidad en
Estudios en Biodiversidad y Región andina, Eje Cafetero
paisajes rurales; Integración sectorial
Recursos Genéticos - Ciebreg
Fundación Colombia Multicolor Base del conocimiento para toma de decisiones Región andina
Fundación Inguedé para la Conservación y uso sostenible de la biodiversidad en Páramos y bosques del
conservación del Trópico paisajes rurales nororiente andino
Fundación Puerto Rastrojo Base del conocimiento para toma de decisiones Región andina
Fundación Zio-ai Unión de Base del conocimiento para toma de decisiones; Áreas de
Alto Putumayo
Sabiduría conservación
Instituto Geográfico Agustín Base del conocimiento para toma de decisiones; Áreas de
Región andina
Codazzi - IGAC conservación; Integración sectorial
Ministerio de Educación- MEN Base del conocimiento para toma de decisiones Región andina
Sociedad Antioqueña de
Base del conocimiento para toma de decisiones Región andina
Ornitología- SAO
Sociedad Risaraldense de
Base del conocimiento para toma de decisiones Región andina
Ornitología
Universidad del Cauca Base del conocimiento para toma de decisiones Región andina
TOTAL HECTÁREAS
1212,53
TOTAL HECTÁREAS
3141,06
TOTAL HECTÁREAS
TOTAL HECTÁREAS
TOTAL HECTÁREAS
2910,81
392,15
33,64
7.690,19
LA GUAJIRA
81°40'W 81°20'W
MAR 15
13°20'N
ATLÁNTICO
CARIBE
12°30'N
MAGDALENA
AR C HI PI É LA G O
DE S AN A N DR É S CESAR
Y P RO VI D EN C IA
9°N
9°N
SUCRE BOLÍVAR
PA NA MÁ
CÓRDOBA
NORTE DE
SANTANDER
VE NE ZU E L A
ANTIOQUIA
6 1
SANTANDER ARAUCA
11
7
OCÉANO 9
CHOCÓ
PA C Í F I C O
BOYACÁ
CASANARE
CALDAS
CUNDINAMARCA
RISARALDA 4
4°N
BOGOTÁ D. C.
QUINDÍO
3
4°N
4°N
10
14
12
13
HUILA
CAUCA
GUAVIARE
NARIÑO
8
LEYENDA
ÁREAS DE TRABAJO PRESELECCIONADAS
Fase I Fase II Proyectos GEF
CAQUETÁ
1. Páramos y selvas húmedas del 6. Cuchilla Los Cobardes y cañón del 12. Corredor río Naya
nororiente Chicamocha
2. Alto Putumayo 7. Páramo La Rusia y bosque de robles 13. Macizo Colombiano
2 3. Corredor Dagua-Calima-Paraguas 8. Valle del Patía y bosques secos 14. Serranía de La Macarena
PUTUMAYO de montaña
4. Altiplano cundiboyacense 9. Carare Opón Nevada de Santa Marta
15 SierraVAUPES
74°W
MAR
INFORMACIÓN DE REFERENCIA
MAR CARIBE
CARIBE ESFEROIDE WGS 1984
PA
N VENEZUELA PA CONVENCIONES DATUM Bogotá
AM
A
N
A VENEZUELA
M
A
El sistema de referencia en coordenadas geográficas que aparece
Límite internacional en este mapa corresponde a una proyección Gauss-Krüger
COLOMBIA
(Transversa de Mercator).
Origen coord. geográficas: 74°4'39,0285" W y 4°35'46,6215" N.
OCÉANO PACÍFICO
Fuentes:
ECUADOR
BRASIL - IGAC. 2006. División políticoadministrativa, escala 1:100.000
COLOMBIA
Límite Proyecto Andes Escala 1:6.000.000
PERÚ
0 50 100 200 km
ECUADOR
Mapa 1.1 Áreas preseleccionadas para las fases I y II del Proyecto Andes, y los límites de las áreas de
253
anexo cartográfico
81°40'W 81°20'W
MAR
13°20'N
CARIBE
12°30'N
13-MD
13-ME
AR C HI PI É LA G O
DE S AN A N DR É S 20m-MD
Y P RO VI D EN C IA 12-ME
4m-MF
9°N
9°N
4h-MF
PA NA MÁ 4h-ME
3h-MD
B3
15-ME
14-ME
VE NE ZU E L A
19m-MF 44-MF
2h-MD 15-VA
20h-MD 43-MF
3h-LF
2m-MF 44-ME
2m-ME 24h-MF
1m-ME
C7
2h-LE 3m-MF
17m-ME
28h-MF
22m-MF B7 3h-LE D3
18m-MF 5m-MF
17h-PC
31h-MF 3h-VA
Pf 3h-ME
17h-MD 36h-MF
1m-MD 23m-PC 3h-MF 16-LE 16-MF
A8 35m-ME
1m-MF 1m-PA 5m-ME
1m-PC 20h-ME 45-MD 41 36h-MG
30m-MF 23m-PC
17m-PC 20h-LE 28m-ME
30m-MF 37
1m-PA
B8 A9 45-LE 5m-PD
45-ME 36m-MG
17m-MD 22m-ME 31m-MF 5m-PA
B4 B9
OCÉANO 23m-VA 20m-LE
D1
C8 Ae 5m-VA
3m-ME
PA C Í F I C O 35h-MF 5h-PD
24m-ME
5h-ME
A1 C5
D2 5h-MF
26m-MF 46-LD
1m-VA
B1 C1
A7
46-ME
C2
C4
36s-MF
D5C3
D4 35h-ME 35s-ME
B2 11-PA
24h-PF
33m-MF 5m-PC
34
A5 Up 36h-ME
18m-PC
C6 24h-ME
18h-MF
5m-LE
4°N
42-MF 36s-ME
A2 36m-MF28m-MF
17h-MF 33m-MG
4°N
4°N
11-LE
Si
36m-ME
A3
9-MF
IS L A DE 35m-MF
11-PC B5 6m-PA
MA L P E LO 17m-MF 18m-ME
27m-MG 11-ME
31m-ME
6m-MF
6m-LF
11-VA
32m-MG 11-MD
33h-MF 6m-ME
24m-MF
23m-ME
39m-ME 7m-ME
18h-PC
32m-MF 7h-MF
20m-ME
27m-MF 7m-LF
25h-MF 23m-LF 18h-ME
10-PA A6
29h-MF 7h-ME
A10 18m-LF 20h-MF
23m-MF
40 39h-PH
18m-AH 20m-MF
29m-MF
10-MF
29h-MH
21m-MF
Ca
25m-MF
38m-MF B6 7m-PC
1m-PH
25h-MH 29m-MH 39m-MF
25m-MH 25m-AH
25h-AH 7m-MF
38h-MH 21m-LF
39m-MH 38m-MH 39h-MF
8m-LF
8m-MF
39h-MH
21h-MF
8m-PC
EC U AD O R
79°W 74°W
MAR
INFORMACIÓN DE REFERENCIA
MAR CARIBE ESFEROIDE WGS 1984
PA
N
CARIBE
VENEZUELA PA
CONVENCIONES DATUM Bogotá
AM
A
N
A VENEZUELA
M El sistema de referencia en coordenadas geográficas que aparece
A
en este mapa corresponde a una proyección Gauss-Krüger
Límite internacional (Transversa de Mercator).
Origen coord. geográficas: 74°4'39,0285" W y 4°35'46,6215" N.
COLOMBIA
Origen coord. planas: 1.000.000 mN y 1.000.000 mE.
OCÉANO PACÍFICO
LA GUAJIRA
81°40'W 81°20'W
MAR
13°20'N
ATLÁNTICO
CARIBE
12°30'N
MAGDALENA
AR C HI PI É LA G O
DE S AN A N DR É S CESAR
Y P RO VI D EN C IA
9°N
9°N
SUCRE BOLÍVAR
PA NA MÁ
CÓRDOBA
NORTE DE
SANTANDER
VE NE ZU E L A
ANTIOQUIA
SANTANDER ARAUCA
OCÉANO
PA C Í F I C O CHOCÓ
BOYACÁ
CASANARE
CALDAS
CUNDINAMARCA
RISARALDA
BOGOTÁ D. C.
4°N
QUINDÍO
4°N
4°N
HUILA
CAUCA
LEYENDA
NARIÑO GUAVIARE
Cambio en los ecosistemas
Ecosistemas naturales
sin cambios
Ecosistemas naturales a
seminaturales
CAQUETÁ
PUTUMAYO Ecosistemas naturales
a transformados VAUPÉS
EC U AD O R
Ecosistemas transformados
79°W 74°W
INFORMACIÓN DE REFERENCIA
MAR
MAR CARIBE ESFEROIDE WGS 1984
PA
N
CARIBE
VENEZUELA PA
CONVENCIONES DATUM Bogotá
AM
A
N El sistema de referencia en coordenadas geográficas que aparece
A VENEZUELA
M
A en este mapa corresponde a una proyección Gauss-Krüger
(Transversa de Mercator).
Límite internacional Origen coord. geográficas: 74°4'39,0285" W y 4°35'46,6215" N.
COLOMBIA Origen coord. planas: 1.000.000 mN y 1.000.000 mE.
Fuentes:
OCÉANO PACÍFICO
Límite departamental
OCÉANO
- IAvH 2004. Mapa de Ecosistemas de los Andes colombianos del año 2000, escala 1:250.000.
ECUADOR
BRASIL
Límite Proyecto Andes - IAvH 2004. Mapa de Ecosistemas de los Andes colombianos del año 1985, escala 1:250.000.
COLOMBIA - Armenteras, D, Rodriguez, N (Eds) 2007. Monitoreo de ecosistemas Andinos
1985-2005.
PERÚ
ECUADOR Escala 1:6.000.000
0 50 100 200 km
Mapa 2.2 Análisis multitemporal de los ecosistemas de los Andes colombianos, llevado a cabo en
257
anexo cartográfico
LA GUAJIRA
81°40'W 81°20'W
MAR
13°20'N
ATLÁNTICO
CARIBE
12°30'N
MAGDALENA
AR C HI PI É LA G O
DE S AN A N DR É S CESAR
Y P RO VI D EN C IA
9°N
9°N
SUCRE BOLÍVAR
PA NA MÁ
CÓRDOBA
NORTE DE
SANTANDER
VE NE ZU E L A
ANTIOQUIA
SANTANDER ARAUCA
OCÉANO 3
PA C Í F I C O CHOCÓ
1
BOYACÁ
CASANARE
CALDAS
CUNDINAMARCA
RISARALDA
2
BOGOTÁ D. C.
4°N
QUINDÍO
4°N
4°N
HUILA
CAUCA
GUAVIARE
NARIÑO
79°W 74°W
MAR
INFORMACIÓN DE REFERENCIA
MAR CARIBE
PA
CARIBE CONVENCIONES ESFEROIDE WGS 1984
N VENEZUELA PA
AM N DATUM Bogotá
A A VENEZUELA
M
A
El sistema de referencia en coordenadas geográficas que aparece
Límite internacional en este mapa corresponde a una proyección Gauss-Krüger
COLOMBIA
(Transversa de Mercator).
Origen coord. geográficas: 74°4'39,0285" W y 4°35'46,6215" N.
OCÉANO PACÍFICO
Fuentes:
ECUADOR
BRASIL
Límite Proyecto Andes - IGAC. 2006. División políticoadministrativa, escala 1:100.000
COLOMBIA
Escala 1:6.000.000
PERÚ
0 50 100 200 km
ECUADOR
Mapa 2.3 Ubicación de las tres áreas de estudio en donde se aplicó el sistema de indicadores de
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN DE RECURSOS BIOLÓGICOS ALEX ANDER VON HUMBOLDT
OCÉANO
PACÍFICO
TRUJILLO
OCÉANO PACÍFICO
PERÚ
RIOFRÍO ECUADOR
Rí
o Tu
4°N
4°N
lu á
TULUÁ
Límite Proyecto
u ca
RESTREPO Cañón río
a
Andes
Río Dagua Tuluá
GUACARÍ
Ríos
Río C
VIJES GINEBRA
Matices hipsométricos
0 1.000 2.000 3.000 4.000 5.686 msnm
LA CUMBRE
EL CERRITO 0 10 20 40 km
261
anexo cartográfico
de enclaves secos: cañones del río Dagua y del río Tuluá en el Valle del Cauca
79°W 74°W
LA GUAJIRA
81°40'W 81°20'W
MAR
13°20'N
ATLÁNTICO
CARIBE
12°30'N
MAGDALENA
AR C HI PI É LA G O
DE S AN A N DR É S CESAR
Y P RO VI D EN C IA
9°N
9°N
SUCRE BOLÍVAR
PA NA MÁ
CÓRDOBA
NORTE DE
SANTANDER
VE NE ZU E L A
ANTIOQUIA
SANTANDER ARAUCA
OCÉANO
PA C Í F I C O CHOCÓ
2
BOYACÁ
CASANARE
RISARALDA CUNDINAMARCA
CALDAS 3
4
4°N
5
6
QUINDÍO
VALLE DEL BOGOTÁ D. C.
CAUCA
IS LA D E
4°N
4°N
MA LP EL O
META
7 TOLIMA
HUILA
CAUCA
GUAVIARE
NARIÑO LEYENDA
8
9 PUNTOS DE CARACTERIZACIONES BIOLÓGICAS
1. Sisavita-Nudo de Santurbán
CAQUETÁ 2. Iguaque regional: SFF Iguaque y Serranía de Merchán
3. Cuencas altas de los ríos Tapias y Tareas
4. PNN Tatamá
5. Parque Municipal Natural Campo Alegre
PUTUMAYO
6. PNN Chingaza y Reserva Forestal de los ríos Blanco y Negro
7. Alto Bitaco VAUPES
EC U AD O R 8. Corredor Biológico PNN Cueva de los Guácharos-PNN Puracé
9. PNN Cueva de los Guácharos
79°W 74°W
MAR
INFORMACIÓN DE REFERENCIA
MAR CARIBE
CARIBE CONVENCIONES ESFEROIDE WGS 1984
PA
N VENEZUELA PA DATUM Bogotá
AM
A
N
A VENEZUELA
M El sistema de referencia en coordenadas geográficas que aparece
A
en este mapa corresponde a una proyección Gauss-Krüger
Límite internacional (Transversa de Mercator).
COLOMBIA Origen coord. geográficas: 74°4'39,0285" W y 4°35'46,6215" N.
Origen coord. planas: 1.000.000 mN y 1.000.000 mE.
OCÉANO PACÍFICO
Mapa 2.5 Ubicación de las localidades de los Andes colombianos donde fueron realizadas las
263
anexo cartográfico
caracterizaciones biológicas
79°W 74°W
LA GUAJIRA
81°40'W 81°20'W
MAR
13°20'N
ATLÁNTICO
CARIBE
12°30'N
MAGDALENA
AR C HI PI É LA G O
DE S AN A N DR É S CESAR
Y P RO VI D EN C IA
9°N
9°N
SUCRE BOLÍVAR
PA NA MÁ
CÓRDOBA
NORTE DE
SANTANDER
VE NE ZU E L A
ANTIOQUIA
SANTANDER ARAUCA
OCÉANO
PA C Í F I C O CHOCÓ
BOYACÁ
CASANARE
CALDAS
CUNDINAMARCA
RISARALDA
BOGOTÁ D. C.
4°N
QUINDÍO
4°N
4°N
HUILA
CAUCA
GUAVIARE
NARIÑO
LEYENDA
PRINCIPALES SISTEMAS PRODUCTIVOS
CAQUETÁ
Natural Cultivos mixtos
Arrocero Ganadero
PUTUMAYO
Cafetero eriales
TierrasVAUPES
EC U AD O R
Cañero
79°W 74°W
MAR
INFORMACIÓN DE REFERENCIA
MAR CARIBE CONVENCIONES
CARIBE ESFEROIDE WGS 1984
PA
N VENEZUELA PA DATUM Bogotá
AM
A
N
A VENEZUELA Límite internacional
M
A El sistema de referencia en coordenadas geográficas que aparece
Límite departamental en este mapa corresponde a una proyección Gauss-Krüger
(Transversa de Mercator).
COLOMBIA Origen coord. geográficas: 74°4'39,0285" W y 4°35'46,6215" N.
Límite Proyecto Andes Origen coord. planas: 1.000.000 mN y 1.000.000 mE.
OCÉANO PACÍFICO
OCÉANO
PACÍFICO
Fuentes:
BRASIL
Centro poblado - IGAC. 2006. División políticoadministrativa, escala 1:100.000
ECUADOR
COLOMBIA - IAvH 2004. Mapa de Ecosistemas de los Andes colombianos del año 2000, escala 1:250.000.
Cuerpos de agua
PERÚ Escala 1:6.000.000
ECUADOR
0 50 100 200 km
Nieve
LOCALIZACIÓN GENERAL ÁREA DE ESTUDIO Bogotá, D. C., diciembre de 2007
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN DE RECURSOS BIOLÓGICOS ALEX ANDER VON HUMBOLDT
265
anexo cartográfico
LA GUAJIRA
81°40'W 81°20'W
MAR
13°20'N
ATLÁNTICO
CARIBE
12°30'N
MAGDALENA
AR C HI PI É LA G O
DE S AN A N DR É S CESAR
Y P RO VI D EN C IA
9°N
9°N
SUCRE BOLÍVAR
PA NA MÁ
CÓRDOBA
NORTE DE
SANTANDER
VE NE ZU E L A
ANTIOQUIA
1
SANTANDER ARAUCA
OCÉANO
PA C Í F I C O CHOCÓ
2
4
CALDAS
BOYACÁ
5 CASANARE
6
RISARALDA
CUNDINAMARCA
3 7
8
QUINDÍO
4°N
VALLE DEL BOGOTÁ D. C.
CAUCA
9
4°N
4°N
TOLIMA META
10 11
IS LA D E
MA LP EL O
HUILA
CAUCA
GUAVIARE
NARIÑO
LEYENDA
LOCALIDADES EN PAISAJE LOCALIDADES EN PAISAJE
RURAL CAFETERO RURAL GANADERO
CAQUETÁ 1. San Gil (Santander) 5. Cuenca media del río Chambery
2. Támesis (Antioquia) 6. Cuenca alta del río Chinchiná
3. El Cairo (Valle del Cauca) 7. Cuenca del río Otún
8. Cuenca media del río Barbas (Quindio)
PUTUMAYO
LOCALIDADES EN PAISAJE 9. Corredor de Conservación Bosque de Yotoco -
CAMPESINO MIXTO VAUPÉS
Reserva La Albania (Yotoco y Darién)
EC U AD O R EN ENCLAVE SECO 10. Cuenca media del río Cauca
4. Sáchica y Villa de Leyva (Boyacá) 11. Cuenca media del río Nima
79°W 74°W
Límite departamental
OCÉANO
PACÍFICO
Fuentes:
BRASIL - IGAC. 2006. División político-administrativa, escala 1:100.000.
ECUADOR
COLOMBIA
Límite Proyecto Andes
Escala 1:6.000.000
PERÚ
ECUADOR 0 50 100 200 km
81°40'W 81°20'W
LA GUAJIRA
MAR
ATLÁNTICO
13°20'N
CARIBE
12°30'N
MAGDALENA
AR C HI PI É LA G O
DE S AN A N DR É S
Y P RO VI D EN C IA
CESAR
9°N
9°N
SUCRE
PA NA MÁ BOLÍVAR
CÓRDOBA NORTE
DE SANTANDER
VE NE ZU E L A
7
1
SANTANDER
ANTIOQUIA ARAUCA
8 2
Páramos
de Nororiente
OCÉANO
PA C Í F I C O
CALDAS
3
10 4
CHOCÓ
Eje Cafetero CASANARE
Altiplano
RISARALDA Cundiboyacense
BOYACÁ
6 5
4°N
9
QUINDÍO
CUNDINAMARCA
IS LA D E
4°N
4°N
TOLIMA META
Sirap Huila
CAUCA
HUILA LEYENDA
NARIÑO Nodos de las reservas Parque Nacional Natural con plan de manejo
de la sociedad civil 1. PNN Tama 4. SFF Iguaque
2. PNN El Cocuy 5. PNN Los Nevados
3. PNN Pisba 6. SFF Otún - Quimbaya
Sistemas Regionales
de Áreas Protegidas - Nuevas áreas declaradas
SIRAP Orden regional:
Áreas de Manejo Especial
Sistemas Departamentales 7. D.M.I. Páramo de Berlín
Piedemonte de Áreas Protegidas -
Putumayo SIDAP 8. D.M.I. Cañón del río Alicante
VA
PUTUMAYO Parque Natural Regional
Risaralda 9. P.N.R. Cañón de los ríos Barbas y Bremen
EC U AD O R Orden Nacional:
Valle del Cauca 10. P.N.N. Selva de Florencia
79°W 74°W
INFORMACIÓN DE REFERENCIA
MAR
MAR CARIBE ESFEROIDE WGS 1984
PA
N
CARIBE
VENEZUELA PA
CONVENCIONES DATUM Bogotá
AM
A
N
A VENEZUELA El sistema de referencia en coordenadas geográficas que aparece
M
A
en este mapa corresponde a una proyección Gauss-Krüger
Límite internacional (Transversa de Mercator).
Origen coord. geográficas: 74°4'39,0285" W y 4°35'46,6215" N.
COLOMBIA
Origen coord. planas: 1.000.000 mN y 1.000.000 mE.
OCÉANO PACÍFICO
Límite departamental
OCÉANO
PACÍFICO
Fuente:
BRASIL - IGAC. 2006. División político-administrativa, escala 1:100.000.
ECUADOR
COLOMBIA Límite Proyecto Andes
PERÚ
Escala 1:6.000.000
ECUADOR 0 50 100 200 km
Mapa 3.1 Áreas de trabajo donde se desarrollaron las actividades relacionadas con las áreas
269
anexo cartográfico
protegidas
79°W 74°W
LA GUAJIRA
81°40'W 81°20'W
MAR
13°20'N
ATLÁNTICO
12°30'N
CARIBE
CO071
MAGDALENA
AR C HI PI É LA G O
DE S AN A N DR É S CESAR
Y P RO VI D EN C IA
9°N
9°N
SUCRE BOLÍVAR
PA NA MÁ
CÓRDOBA
NORTE DE
SANTANDER
CO072
VE NE ZU E L A
CO034
CO022
CO035
CO189
CO171
CO036
CO036
CO023
ANTIOQUIA CO074
CO038 SANTANDERCO073 CO173 ARAUCA
CO039
CO037 CO040
OCÉANO CO075
CO176
CO177A
CO024 CO042
CO077
BOYACÁ
CO025 CALDAS CASANARE
CO045 CO044
CO026 CUNDINAMARCA
CO178 CO078
CO047
CO051 CO048 CO080
RISARALDA CO180
CO058 CO079
CO050
CO055 CO052
QUINDÍO CO054
CO057
BOGOTÁ D. C. CO179
4°N
CO056
CO128 CO059
4°N
4°N
CO029 CO028
CO182
CO027
CO088 TOLIMA
VALLE DEL META
IS LA D E CO100
CAUCA
MA LP EL O CO031 CO049
CO061
CO132
CO062
CO093
CO032
CAUCA HUILA
CO186
CO087
CO063
NARIÑO GUAVIARE
CO165
CO065
CO067 CO066
CO068 CO138
CO166
CO069
CO070
CAQUETÁ
PUTUMAYO
EC U AD O R Nota:
Nombre del AICA consultar en la tabla anexa.
79°W 74°W
MAR
INFORMACIÓN DE REFERENCIA
MAR CARIBE CONVENCIONES ESFEROIDE WGS 1984
CARIBE
PA
N VENEZUELA PA DATUM Bogotá
AM
A
N
A VENEZUELA
M
A Límite internacional El sistema de referencia en coordenadas geográficas que aparece
en este mapa corresponde a una proyección Gauss-Krüger
(Transversa de Mercator).
COLOMBIA Límite departamental Origen coord. geográficas: 74°4'39,0285" W y 4°35'46,6215" N.
Origen coord. planas: 1.000.000 mN y 1.000.000 mE.
OCÉANO PACÍFICO
OCÉANO
PACÍFICO
Fuentes:
Límite Proyecto Andes - IGAC. 2006. División políticoadministrativa, escala 1:100.000.
BRASIL - AICAS de Colombia, Línea Especies Focales, Biología de la
ECUADOR
COLOMBIA Área importante para la Conservación, Instituto Humboldt.
C0166
PERÚ
ECUADOR
conservación de las aves Escala 1:6.000.000
0 50 100 200 km
Mapa 3.2 Áreas importantes para la conservación de las aves-Aicas, identificadas en el Proyecto
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN DE RECURSOS BIOLÓGICOS ALEX ANDER VON HUMBOLDT
271
anexo cartográfico
Andes
siglas
Siglas
AAT Archivos de autoridad taxonómica, conjuntos de datos del SIB
BLI Birdlife International
CAR corporaciones autónomas regionales
CAR Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca
CARDER Corporación Autónoma Regional de Risaralda
CASSIA Catalogador sobre información ambiental
CDB Convenio de Diversidad Biológica
CEGA Centro de Estudios Ganaderos y Agrícolas
CENIPALMA Centro de Investigación en Palma de Aceite
CFBC Corporación Fondo Biocomercio
CHM Clearing House Mechanism, mecanismo de facilitación del Convenio
de Diversidad Biológica, cuyo nodo está a cargo del Instituto Humboldt
CI Conservation International
CIF Certificado de Incentivo Forestal
CODECHOCO Corporación Autónoma Regional de Chocó
CONPES Consejo Nacional de Política Económica y Social
CORANTIOQUIA Corporación Autónoma Regional de Antioquia
CORPOAMAZONIA Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonía
CORPOCALDAS Corporación Autónoma Regional de Quindío
CORPOICA Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria
CORPONARIÑO Corporación Autónoma Regional de Nariño
CRC Corporación Autónoma Regional del Cauca
CRQ Corporación Autónoma Regional de Caldas
CTFS Center for Tropical Forest Science del Smithsonian
CVC Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca
CYTED Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo
DNP Departamento Nacional de Planeación
FEDEGAN Federación Colombiana de Ganaderos
GEF Global Environment Facility
GEMA Grupo de exploración y monitoreo ambiental del Instituto Humboldt
HMP Herramientas de manejo del paisaje
IAvH Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von
Humboldt
Créditos fotográficos
Francisco Nieto Montaño: 3, 4, 8, 9, 10, 11, 16, 19, 20, 21, 22, 24, 25, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 38, 41, 42, 44,
45, 47, 48, 49, 50, 59, 62, 64, 65, 68, 74, 75, 76, 78, 79, 80, 94, 95, 96, 97, 98, 102, 104, 106, 111, 114, 115,
116, 118, 120, 123, 124, 125, 126, 127, 130, 134, 135, 136, 139, 146, 148, 155, 156, 157, 159, 160, 163, 165, 166,
167, 168, 169, 180, 182, 183, 184, 185, 187, 188, 189, 190, 191, 193, 194, 198, 202, 207, 213, 216, 217, 218, 221,
222, 223, 227, 228, 229, 230
Mauricio “Pato” Salcedo: 5, 6, 7, 12, 13, 14, 15, 18, 23, 37, 43, 57, 58, 63, 69, 93, 101, 105, 112, 117, 119, 128,
129, 132, 133, 137, 138,140, 141, 154, 158, 161, 164, 181, 195, 204, 214, 224, 225, 226
Sebastián Krieger: 36, 40, 81, 85, 100, 121, 147, 192