Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Argumentacion Filosofic

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 12

"Año de la lucha contra la corrupción y la

impunidad"
UNIVERSIDAD NACIONAL
DEL CALLAO – SEDE
CAÑETE
ESCUELA PROFESIONAL DE
INGENIERÍA INDUSTRIAL

ASIGNATURA: FILOSOFÍA Y ÉTICA

DOCENTE: ING. ZARATE BENITO HUGO MAXIMO

TEMA:
LA ARGUMENTACIÓN FILOSÓFICA

INTEGRANTES:
 NAPA QUIROZ BRAYAN DANILO
 CARTAGENA CÓRDOVA RICARDO NICOLAS

2019

FILOSOFÍA Y ÉTICA 1
LA ARGUMENTACIÓN FILOSÓFICA
En todas las épocas de la historia, el objeto central de la lógica ha sido el estudio de la
corrección de argumentos, razonamientos o inferencias. En la lógica moderna el objetivo
es el mismo, pero con la diferencia que posee un instrumental poderoso como es el
lenguaje simbólico y los métodos decisorios para analizar la corrección o incorrección
de los razonamientos, o la validez o invalidez de las inferencias. Para nuestros fines,
'argumento', 'razonamiento' e 'inferencia' serán usados en el mismo sentido.
En sentido general, argumento es un razonamiento que pretende probar o refutar una
tesis. Tesis es la conclusión de un argumento que está fundada en una o más razones
llamadas premisas. A la vez, la conclusión y las premisas están constituidas por
expresiones llamadas proposiciones, y las proposiciones son expresiones del lenguaje
que tienen sentido de ser verdaderas o falsas. En consecuencia, argumento es un
conjunto de proposiciones donde algunas son las razones o premisas que sirven de
apoyo o fundamento para obtener otra proposición que es la conclusión.
"Premisa" y ''conclusión'' constituyen el rasgo más importante en la estructura del
argumento. Ejemplos:
1. La producción minera crece, puesto que hay inversión de capitales. Los
mineros ganan salarios bajos, y todos los que ganan salarios bajos contraen
enfermedades, lo que implica que los mineros contraen enfermedades. En
consecuencia, la inversión de capitales en la producción minera genera
enfermedades.
2. Si en mis vacaciones viajo al Cuzco, visitaré el Valle Sagrado de los incas y
las ruinas de Machu Picchu. Si visito el Valle Sagrado de los Incas, tendré
oportunidad de gozar el canotaje en el río Urubamba. Por lo tanto, si en mis
vacaciones viajo al Cuzco, tendré oportunidad de gozar el canotaje en el río
Urubamba y observar las ruinas de Machu Picchu.
3. Los anuncios comerciales están diseñados de una u otra forma para engañar
al cliente, pues las letras que los anunciantes no quieren que veamos son muy
pequeñas, y sus enunciados están escritas en forma confusa. Todos nos damos
cuenta que el producto no está presentado en forma científica y equilibrada. En
consecuencia, en las negociaciones comerciales hay una falta de honestidad.
4. Las voces que fueron escuchadas, por quienes subían las escaleras, no eran
las de dos mujeres. Este hecho nos indica que la anciana no hubiese matado
primero a su hija y se hubiera suicidado después, porque la fuerza de madame
L'Espanaye no hubiera podido arrastrar el cuerpo de su hija por la chimenea
arriba, tal como fue encontrado. Por otra parte la naturaleza de las heridas
excluye totalmente la idea de suicidio. Por lo tanto, el asesinato ha sido cometido
por terceras personas y las voces de ástas son las que se oyeron.
En (1) y (3) respectivamente, la frase "en consecuencia" delimita el conjunto de premisas
y la conclusión. El conjunto de premisas o las razones son las que aparecen antes de
la mencionada frase, y la afirmación que aparece después de "en consecuencia" es la
conclusión. De igual modo, en los ejemplos (2) y (4), las afirmaciones que aparecen
antes de "por lo tanto" son las razones o premisas del argumento, mientras que la
proposición que sigue a "por lo tanto" es la tesis o conclusión del razonamiento.
En nuestra vida diaria emitimos con frecuencia un conjunto de enunciados o
proposiciones, pero un conjunto de proposiciones no siempre suele ser un argumento,
lo que significa distinguir cuándo un texto es un argumento y cuándo no lo es.

FILOSOFÍA Y ÉTICA 2
¿CUÁNDO UN TEXTO ES UN ARGUMENTO?

El lenguaje en general, por su propia naturaleza, es complejo y ambiguo, más aún si


prestamos especial atención en su análisis, además el lenguaje lo usamos con distintos
propósitos, por ejemplo para intercambiar ideas, comunicar información, expresar
nuestros sentimientos, dar órdenes, y entre ellos, para formular argumentos o
razonamientos. Pero, como nuestro interés especial es distinguir textos que son
argumentos de los que no son, vamos a tomar como punto de referencia la estructura
básica del argumento. Como ya hemos dicho que el rasgo más importante del
argumento es poseer premisa y conclusión, entonces lo fundamental de todo
argumento, razonamiento o inferencia es tener un conjunto de premisas y su conclusión
correspondiente.
A pesar de la complejidad del lenguaje, existen ciertos términos lingüísticos que
generalmente usamos para indicar la premisa y la conclusión. Estos términos o frases
vamos a denominados indicadores de premisa o de conclusión. A continuación los
indicadores de' conclusión:

 Luego  de modo que de ahí que


 Por lo tanto  por consiguiente concluyo
 En consecuencia por ello que
 que prueba que demuestra  lo que implica
que  se sigue que

El uso de estos indicadores de conclusión, en particular como "por lo tanto" y "en


consecuencia", los podemos apreciar en los ejemplos (1), (2), (3) y (4) del acápite
anterior.
En nuestro idioma, estas frases son las más comunes o usuales para indicar que el
enunciado que sigue es una conclusión; sin embargo, a medida que vamos a ir
analizando más textos nos vamos a encontrar con otras palabras que también
desempeñan la misma función. Por ejemplo:
5. A pesar del contraste entre la macroeconomía y la microeconomía, no hay
conflicto básico entre ellas. Después de todo, la economía como agregado no es
otra cosa que la' suma de sus submercados. Lo que nos permite decir: entre la
microeconomía y la macroeconomía la diferencia es básicamente de énfasis y
de exposición.
En este argumento el indicador de conclusión es "lo que nos permite decir", frase que
puede ser incluida en el listado de los indicadores de conclusión. De igual forma
podemos ir encontrando otros términos que también son indicadores de conclusión.
Por otra parte, así como hay indicadores de conclusión, en un argumento también hay
términos que son indicadores de razones o premisas, como aparecen a continuación:
 pues  ya que
 puesto que  en vista de
 porque  la razón es que
 a causa de  por las siguientes razones
 se sigue de  dado que

FILOSOFÍA Y ÉTICA 3
Estos términos, generalmente nos indican la introducción de una a más premisas, es
decir, cada vez que usamos una de estas frases, la proposición que sigue es una razón
o una premisa. Ejemplos:
6. Se conservará el mismo volumen de producción si la reforma agraria no da
buenos resultados, puesto que la reforma agraria dará buenos resultados si
todas las tierras son explotadas, y se conservará el mismo volumen de
producción si todas las tierras no son explotadas.
7. El turismo en Egipto normalmente rinde 100 millones de dólares al año, pero
este año las ganancias sólo serán de 40 millones, por las siguientes razones:
Gran Bretaña ha impuesto rígidos controles monetarios sobre sus turistas,
Alemania Occidental desalienta a sus ciudadanos a que pasen sus vacaciones
en Egipto ya que el Cairo rompió relaciones diplomáticas después del
reconocimiento de Israel por Bonn, y los gastadores norteamericanos están
hartos de hoteles de segunda clase, servicios deficientes y mala comida.
En (6), la frase "puesto que" nos indica que todas las proposiciones que siguen son
razones o premisas, y en el razonamiento (7) el indicador es "por las siguientes razones"
que está determinando lo que sigue son fundamentos o premisas.
Los indicadores de premisas o de conclusión son términos que sólo nos sirven de punto
de referencia para poder determinar el conjunto de premisas y la conclusión de un
argumento; sin embargo, existen muchos argumentos donde estos indicadores de
premisas o de conclusión no aparecen objetivamente. En este caso tenemos que
considerar la secuencia del sentido o contenido del texto donde nuestra razón
intuitivamente nos permitirá distinguir la conclusión del conjunto de premisas. A
continuación algunos ejemplos:
8. Todos los mamíferos son vertebrados. Los caballos y los elefantes son
mamíferos. Los caballos y los elefantes son animales que tienen vértebras.
9. Los biógrafos de Hitler decían que su voz era hipnótica. Sus discursos eran
largos y sonoros y mantenían inmóviles a quinientas mil personas en las Puertas
de Brandemburgo. Este hombre de gestos histriónicos lograba la adhesión casi
instantánea.
10. La historia comienza hace sólo alrededor de 6000 años, con gente que vivía
en Egipto y Sumeria. Estos pueblos fueron los primeros donde la gente aprendió
a leer y escribir. Antes de que puedan leer y escribir, los pueblos son llamados
bárbaros. Cuando los pueblos pueden leer y escribir se les llama civilizados, y
las primeras civilizaciones conocidas se iniciaron en Egipto y Sumeria. Cuando
la gente aprende a leer y escribir puede decir los nombres de sus reyes, la
historia de sus luchas y su manera de vivir. Sin saber esto, no es posible
reconstruir la historia de un pueblo.
En (8), según el sentido que tiene el argumento, la proposición "los caballos y los
elefantes son animales que tienen vértebras" es la conclusión, porque el significado de
esta afirmación está contenido en las dos proposiciones anteriores que son el
fundamento o las premisas. Una forma de distinguir la "conclusión" de las "premisas"
podría ser preguntándose mediante la frase "¿por qué tal o cual afirmación es la
conclusión?" Por ejemplo en el argumento (8) podríamos preguntamos: ¿por qué 'los
caballos y los elefantes son animales que tienen vértebras'? Según el razonamiento la
respuesta es: porque 'todos los mamíferos son vertebrados' y los caballos y los elefantes
son mamíferos'. En cambio sí nos preguntamos "¿por qué 'todos los mamíferos son
vertebrados'?", esta proposición no puede ser una conclusión porque ninguna de las

FILOSOFÍA Y ÉTICA 4
otras proposiciones del argumento puede ser su fundamento o justificación de esta
afirmación.
Podríamos efectuar el mismo análisis para los razonamientos (9) y (10). De acuerdo al
contexto, en (9) la conclusión es "los biógrafos de Hitler decían que su voz era hipnótica",
y esta afirmación es justificada por todas las otras proposiciones del argumento. De
manera similar ocurre en (10), donde la conclusión es "la historia comienza hace sólo
alrededor de 6000 años, con la gente que vivía en Egipto y Sumeria", y las otras
proposiciones del argumento son las razones que justifican.
Es interesante observar nuestros argumentos que no tienen indicadores expresos ni de
premisas ni de una conclusión, sin embargo, el contenido del texto claramente expresa
un argumento. Por otra parte, es común encontrarse con textos que son sólo secuencia
de afirmaciones para informar hechos o acontecimientos. En este caso son textos que
no son argumentos. Ejemplos:
11. La crisis económica y financiera que azota Asia ha originado una caída en el
precio de los metales, y por otro lado el fenómeno de El Niño hizo que se echen
a perder las cosechas de productos de exportación como el mango, el algodón
y el azúcar.
12. El 4 de julio de 1999, la Mesa directiva del Congreso de la República
promulgó la ley que modifica los artículos 10, 114, y 107 de la Ley Orgánica de
Elecciones, que se refieren a las personas que están impedidas de postular a la
presidencia y a las vicepresidencias de la República, así como al Congreso de
la República y al Parlamento Andino. Estamparon sus firmas Martha Hildebrandt,
presidenta del Congreso, y Luis Delgado Aparicio, segundo vicepresidente.
En cada uno de estos textos no aparecen indicadores de premisas ni de conclusión,
además, el sentido de cada uno de los textos expresa una mera información de hechos
o acontecimientos ocurridos donde no se indican razones ni conclusiones. Con esta
atingencia, ahora estamos en condiciones para discriminar cuándo un texto es o no un
argumento

BUENOS Y MALOS ARGUMENTOS

Como ya hemos indicado, el objeto de la lógica es el estudio de la corrección de los


argumentos. Ahora, un argumento es correcto cuando la verdad de la conclusión se
deriva de la verdad del conjunto de premisas. Pero, ¿cómo sabemos si el conjunto de
premisas de un argumento es verdadero o falso? En otros términos, ¿cómo sabemos
que el razonamiento de un científico, político o de la gente común y corriente tienen
premisas verdaderas? Sobre este punto es importante destacar lo siguiente:
hipotéticamente, en todo argumento se asume la verdad del conjunto de premisas, luego
vemos si el conjunto de premisas justifica la conclusión. Por ejemplo, si al amanecer veo
que el día está nublado, puedo razonar del siguiente modo:
14. Si llueve y cae granizo, entonces habrá tormenta y la temperatura estará bajo
cero. Siempre que hay tormenta y la temperatura está bajo cero, se suspenden
las actividades laborales. Por lo tanto, si llueve y cae granizo, no iré a mi centro
de trabajo y tendré un día libre.
En este argumento, si asumimos la verdad de "si llueve y cae granizo, entonces habrá
tormenta y la temperatura estará bajo cero", y a la vez si también es verdadera "siempre
que hay tormenta y la temperatura está bajo cero, se suspenden las actividades

FILOSOFÍA Y ÉTICA 5
laborales", entonces la conclusión "si llueve y cae granizo, no iré a mi centro de trabajo
y tendré un día libre" es necesariamente verdadera. Esta clase de argumentos, donde
la conclusión es verdadera respecto al conjunto de premisas o la verdad de la conclusión
está justificada por la verdad del conjunto de premisas, se denomina también
argumentos o razonamientos correctos, argumentos válidos o inferencias válidas o
mejor buenos argumentos.
Por otra parte, si al amanecer veo que el día está nublado y razono de la siguiente
manera:
15. Si llueve y cae granizo, entonces las pistas estarán mojadas y resbaladizas.
Ocurre que, Mario tuvo un accidente 'automovilístico porque las pistas estaban
mojadas y resbaladizas. En consecuencia, llovió y cayó granizo.
En este razonamiento nos damos cuenta de que la conclusión no está justificada por el
conjunto de premisas, porque el hecho de que "las pistas estén mojadas y resbaladizas"
no significa que "llovió y cayó granizo". Las pistas pueden haber estado mojadas y
resbaladizas por cualquier otra circunstancia, por ejemplo pudo haberse producido un
aniego. En este sentido, la verdad del conjunto de premisas no justifica la conclusión.
Este tipo de razonamientos son considerados argumentos incorrectos o malos
argumentos.

ARGUMENTOS DEDUCTIVOS, INDUCTIVOS Y CONDUCTIVOS

Hasta ahora hemos tratado con todo tipo de argumentos en general, sin distinguir si son
deductivos o inductivos. Para distinguirlos, introduciremos una definición para cada
concepto. Argumento deductivo es un razonamiento donde la verdad de la conclusión
está justificada por la verdad del conjunto de premisas. Una definición muy conocida de
la deducción es el paso del todo a la parte, aunque esta definición no es satisfactoria,
es útil para tener una idea intuitiva de deducción. Por ejemplo:
16. Todos los números pares son divisibles entre dos.
Ocho es un número par.
Por lo tanto, ocho es un número divisible entre dos.
En este razonamiento, la conclusión "ocho es un número divisible entre dos" que es una
proposición particular, se deriva de dos premisas de las cuales la primera es una
afirmación general o universal. Como la verdad del conjunto de premisas justifica la
verdad de la conclusión, entonces el argumento es válido. Un argumento con otras
características, donde no es simplemente el paso del todo a la parte, tenemos en el
siguiente ejemplo
17. Si Moisés concursa en física nuclear o en informática, entonces obtendrá una
beca en el extranjero. Ocurre que Moisés ganó el concurso en informática. En
consecuencia, Moisés gozará de una beca en el extranjero.
Si suponemos la verdad del conjunto de premisas de este argumento, se infiere que la
conclusión es necesariamente verdadera, por lo tanto es un buen argumento, o también
podemos decir que (17) es una inferencia válida. Pero no todos los argumentos
deductivos son válidos. Veamos el siguiente ejemplo:

FILOSOFÍA Y ÉTICA 6
18. Si estudio disciplinadamente todos mis cursos entonces obtendré buenas
notas. Ocurre que, obtuve muy buenas notas. De modo que, estudié
disciplinadamente todos mis cursos.
En este argumento, la verdad del conjunto de premisas no justifica la conclusión, porque
si es verdad que 'obtuve muy buenas notas' no implica que haya 'estudiado
disciplinadamente todos mis cursos'. Entonces, (18) es un argumento inválido. Con este
análisis acabamos de descubrir que los argumentos deductivos pueden ser válidos o
inválidos.
Es posible ilustrar esta distinción entre argumentos deductivos y no deductivos con dos
argumentos acerca de la permisibilidad moral del aborto. Un argumento usual en contra
de la permisibilidad del aborto es el siguiente:
(1) El feto humano es una persona desde el momento de la concepción.
(2) Abortar es matar a un feto humano.
(3) Matar a una persona es moralmente inadmisible.
(4) Por lo tanto, el aborto es moralmente inadmisible.
En este argumento, las premisas (1), (2) y (3) pretenden fundamentar deductivamente
la conclusión (4). Es decir, se pretende que es imposible aceptar las premisas y rechazar
la conclusión de este argumento.
Un segundo argumento —en este caso, un argumento no deductivo a favor de la
permisibilidad moral del aborto— es el de una filósofa norteamericana contemporánea
Judith Thomson. El argumento de Thomson parte de una situación imaginaria —un
experimento mental— que se les pide que conciban para que sacar determinadas
conclusiones a partir de ella. Se les pide que supongan que un día se despiertan y se
encuentran en un hospital entubados a otra persona. Cuando preguntan qué es lo que
ha pasado se les responde que han sido secuestrados por un grupo de amantes de la
música y que la persona a la cual están conectados es un violinista famoso que tiene un
problema renal, que lo llevaría a la muerte, si no se lo hubiese conectado a ustedes, que
son las únicas personas que tienen el tipo de sangre adecuada para funcionar como
una especie de máquina de diálisis humana. Este grupo de amantes de la música
descubrió que ustedes eran los únicos que tenían este tipo de sangre, los han
secuestrado, y los han conectado al violinista. Pero, les promete la directora del hospital,
es sólo por nueve meses. A los nueve meses, este violinista estará recuperado y
ustedes se podrán desconectar. La pregunta que hace Thomson es la siguiente:
¿considerarían que es moralmente permisible pedir la desconexión del violinista,
aunque esto pudiera causarle la muerte? Y si esta situación se prolongase por nueve
años, ¿qué contestarían? Thomson sostiene, por razones que se verán
inmediatamente, que s i se contesta que no es moralmente obligatorio permanecer
conectado al violinista —o, lo que es lo mismo, que es moralmente permisible pedir la
desconexión de él—, entonces también se debe considerar moralmente permisible el
aborto en caso de un embarazo que sea consecuencia de una violación.
Se puede considerar este experimento mental como un argumento no deductivo y, en
particular, como un argumento del tipo analógico o por similitud, a favor de la
permisibilidad moral del aborto, por lo menos en el caso de una violación. Y esto en
razón de que las dos situaciones —la situación de la persona que ha sido raptada y
conectada al violinista y la situación de la mujer que queda embarazada como resultado
de una violación— son situaciones análogas, similares, en todos los aspectos
moralmente relevantes. Tanto en el caso de la violación como en el caso del individuo
raptado, la dependencia vital —del violinista respecto de la persona raptada y del feto
respecto de la mujer embarazada— se ha producido sin el consentimiento de la persona
de la cual se hace depender la otra vida. Una segunda característica en la cual se

FILOSOFÍA Y ÉTICA 7
parecen estas dos situaciones es que esa dependencia se ha creado mediante el uso
de violencia.
La reconstrucción del argumento de Thomson como un argumento analógico puede
hacerse como sigue. Consideramos dos situaciones, la situación S1 —que es la
situación de la persona que ha sido secuestrada para salvar la vida del violinista— y la
situación S2 —que es la situación de la mujer que ha quedado embarazada, como
resultado de una violación—. S1 tiene las siguientes las siguientes tres propiedades: (i)
tiene la propiedad P1, que consiste en que la dependencia de la vida del violinista de
la persona a la que está conectado ha sido creada sin el consentimiento de esa persona;
además, (ii) tiene la propiedad P2, que consiste en que esa dependencia ha sido creada
mediante el uso de violencia; y también, (iii) tiene la característica P3, que es que es
moralmente permisible pedir la desconexión en esta situación. La segunda situación,
S2, tiene las dos primeras propiedades. Es decir, también en el caso de la mujer violada
se hace depender la vida del feto de la mujer y esta dependencia se ha creado sin el
consentimiento de la mujer y mediante el uso de violencia. Entonces, si P1 y P2 son,
efectivamente, propiedades moralmente relevantes que resultan suficientes para
determinar que es permisible terminar con esa dependencia vital entonces, si se
contesta que, en la situación S1, es moralmente permisible pedir la desconexión, se
debe contestar en el caso de la mujer que ha quedado embarazada por una violación
que es moralmente permisible que aborte si así lo decide.
En los argumentos no deductivos la pretensión de fundamentación es más débil que la
pretensión deductiva. Lo que se pretende es que las premisas otorguen cierto apoyo a
la conclusión. Pero, no se pretende que la aceptación de las premisas nos obligue a la
aceptación de la conclusión. Por ejemplo, en el caso del argumento analógico de
Thomson alguien podría aceptar las premisas propuestas por la autora y, sin embargo,
rechazar la conclusión porque considera que las dos situaciones son disímiles en algún
aspecto que es moralmente relevante —y que se ha descuidado— para determinar si
es permisible terminar la dependencia vital de un ser humano respecto de otro. En
efecto, una objeción que se ha hecho al argumento de Thomson es que hay una
propiedad moralmente relevante que tiene la primera situación, pero no la segunda: en
el caso del violinista, la desconexión sería una instancia de dejar morir, mientras que el
aborto constituiría una instancia de matar activamente.
Matar activamente no es moralmente equivalente a dejar morir. Y, por ello, aunque se
admita que en la primera situación es permisible moralmente que la persona
secuestrada pida que s e lo desconecte del violinista, no se está obligado a admitir que
es moralmente permisible el aborto en el caso de un embarazo producto de una
violación.
Para tener una idea clara sobre la distinción entre la deducción y la inducción, ahora
vamos a dar una noción del argumento inductivo. El argumento inductivo es un
razonamiento donde la conclusión es una verdad probable, respecto al conjunto de
premisas. También se dice que la inducción es 'el paso de la parte al todo'. Esta
afirmación tendrá mayor sentido si decimos que la inducción es un razonamiento donde
la conclusión es una generalización respecto a un conjunto de regularidades de hechos
particulares. Por eso, como la conclusión es la generalización a partir de hechos
particulares, la conclusión es probablemente verdadera. Ejemplo:
19. Ocurre que un día Pedro visita librerías. En la primera librería que entró, ve
que un calvo roba un libro. En la segunda librería que visita, ve que otro calvo
se roba un libro. En la tercera librería que visita, también otro calvo se roba un
libro. De igual modo, en todas las librerías que ha visitado Pedro, ha visto entrar
un calvo y robarse un libro. De todos estos hechos Pedro concluye que todos los
calvos cuando entran a una librería roban libros.

FILOSOFÍA Y ÉTICA 8
Como podemos apreciar, en este argumento el conjunto de premisas no justifica
plenamente la conclusión, porque puede ocurrir que, cuando Pedro vuelva a visitar una
librería, un calvo que está en la librería ya no se robe un libro. En este sentido, la verdad
de las premisas de una inferencia inductiva no es fundamento para la verdad de la
conclusión, sino las premisas brindan sólo cierto apoyo a la conclusión, por ello los
argumentos inductivos no pueden ser 'válidos' o 'inválidos'; lo que significa que la validez
o invalidez se aplican sólo a los argumentos deductivos. En lógica trataremos
básicamente con argumentos deductivos. Rosales, Diógenes. Introducción a la lógica.
Por último mencionaremos un tipo de argumento no deductivo que Govier, siguiendo a
Carl Wellman, llama conductivo. Un argumento conductivo es un tipo de argumento no
deductivo en que se ofrecen una serie de premisas que, si bien son independientes unas
de otras, sumadas ofrecen apoyo a la conclusión. Veamos, a continuación un ejemplo
sobre la eutanasia propuesto por Govier:
(1) Los adultos responsables deberían poder elegir si quieren vivir o no.
Además,
(2) la eutanasia libraría a muchos pacientes de un dolor insoportable y
(3) permitiría recortar gastos sociales y
(4) evitaría a los familiares el dolor de ver a las personas que quieren morir de
un modo intolerable e indigno.
(5) Por lo tanto, la eutanasia voluntaria debería ser una opción legal para los
pacientes terminales.
En este argumento se ofrecen cuatro razones para apoyar la conclusión que son
independientes entre sí. En otros términos, la estructura de este argumento, como la de
todos los argumentos conductivos es convergente.
No obstante ello, la pretensión de este argumento es que tomadas en su conjunto las
premisas ofrecen buenas razones para sostener la conclusión. En los argumentos
conductivos, como en cualquier argumento con estructura convergente, el hecho de que
una premisa no sea aceptable o sea irrelevante respecto de la conclusión, no transforma
necesariamente al argumento en un mal argumento. Por ejemplo, podríamos negar la
relevancia de la premisa (3) acerca de los costos que permitiría ahorrar la eutanasia
pero aun así sostener que la eutanasia voluntaria debería ser legal sobre la base de las
premisas (1), (2) y (4). Así, mientras la aceptabilidad y la relevancia de las premisas
deben evaluarse separadamente para cada premisa, para establecer si las premisas
son suficientes debemos preguntarnos si tomadas en conjunto ofrecen buenas razones
para aceptar la conclusión. Nótese el apoyo que las premisas ofrecen a la conclusión
en un argumento conductivo no es deductivo, ni por generalización inductiva, ni por
analogía y tampoco pretenden establecer un vínculo causal

TIPOS DE ARGUMENTOS.

1. Reducción al absurdo

Los argumentos por reducción al absurdo se utilizan en filosofía para refutar una tesis
mostrando que su aceptación nos permitiría inferir o bien una contradicción explícita, o
bien una conclusión (simplemente) falsa. El esquema general de los argumentos por
reducción al absurdo —entendidos en este sentido amplio— es el siguiente:

FILOSOFÍA Y ÉTICA 9
No-A, dado que
si A, entonces B, y
B es una contradicción/es falsa.
Un argumento por reducción al absurdo puede, pues, reconstruirse como un caso de la
forma argumental conocida como modus (tollendo) tollens:
Si A, entonces B.
No-B.
Por lo tanto, no-A.
En efecto, si se tiene en cuenta que toda contradicción es falsa, si B es una contradicción
o una (simple) falsedad, no-B es verdadera. Por ejemplo, para ilustrar el caso en que B
es (simplemente) falsa, considérese el siguiente argumento presentado por Platón en el
Menón4 para refutar la tesis de que la virtud es enseñable:
Si la virtud es enseñable, entonces seguramente habrá maestros de virtud. Pero, no
hay maestros de virtud. Por lo tanto, la virtud no es enseñable.

2. Argumentos por regresión al infinito

Los argumentos por regresión al infinito constituyen uno de los recursos característicos
de los que se vale el discurso filosófico desde la Antigüedad. De acuerdo a la
caracterización de Raymond Bradley de los argumentos por regresión al infinito, este
tipo de argumentos pretende refutar una tesis mostrando que genera una serie infinita
cuando tal serie no existe o si, si existiera, carecería de la función que se le quiere
otorgar. Es importante tener en cuenta que la mera generación de una serie infinita —
como la engendrada por la afirmación “Todo número natural tiene un sucesor inmediato
que también es un número natural”— no es, por sí, sola objetable de acuerdo a esta
concepción de los argumentos por regresión al infinito.
Claude Gratton propone un esquema que explicita los elementos de este tipo de
argumentos. Según este autor, los elementos de un argumento por regresión al infinito
que tenga una finalidad refutatoria son:
(a) El enunciado que genera la regresión al infinito.
(b) El enunciado que dispara la regresión al infinito.
(c) El enunciado que explicita la regresión infinita.
(d) El enunciado que revela la(s) consecuencia(s) de la regresión infinita.
(e) Las premisas auxiliares.
(f) El enunciado que establece que la(s) consecuencia(s) de la regresión infinita es
(son) inaceptable(s).
(g) El rechazo del enunciado que generó el regreso infinito.
El siguiente argumento de Gilbert Ryle es un ejemplo de argumento por regresión al
infinito que pretende refutar la tesis según la cual las acciones inteligentes van
acompañadas del conocimiento de que t ales acciones deben ser realizadas de
determinada manera; es decir, la tesis de que el saber-cómo presupone un saber-que:
De acuerdo con una leyenda [intelectualista], cada vez que un agente hace algo
inteligente, su acto va precedido y dirigido por otro acto interno que consiste en
tomar en cuenta una proposición regulativa apropiada a su problema práctico.
[. . .] Para decirlo de manera muy general, la absurda suposición hecha por la
leyenda intelectualista es que un acto de cualquier clase hereda todo su título a
la inteligencia de alguna operación anterior interna de planificación de lo que

FILOSOFÍA Y ÉTICA 10
hacer. [... Pero] este proceso podría a s u vez ser tonto o inteligente. La regresión
es infinita, y esto reduce al absurdo la teoría de que una operación debe ser
dirigida por un proceso intelectual anterior para ser inteligente. (Ryle, G., El
concepto de lo mental)
El diagrama que propone Gratton para explicitar la estructura del argumento de Ryle es
el siguiente:

3. Experimentos mentales
Los experimentos mentales (Gedankenexperimenten) han sido usados tanto en ciencia
como en filosofía desde la Antigüedad y se caracterizan por presentar una situación
hipotética o imaginaria para evaluar sus consecuencias con la finalidad de apoyar o
refutar una tesis o teoría.
La relación entre argumentos y experimentos mentales es una cuestión debatida: hay
quienes sostienen que los experimentos mentales son argumentos o pueden ser
reconstruidos como argumentos para los cuales esas situaciones imaginarias
proporcionan premisas. Sin embargo, también hay filósofos como Daniel Dennett que
consideran que los experimentos mentales no son argumentos cabales sino sólo
generadores o extractores de intuiciones (intuition pumps) que en lugar de arribar a una
conclusión suscitan en la audiencia intuiciones favorables a un determinado punto de
vista y pretenden estructurar la manera en que se piensa sobre un determinado tema.
Por su parte, el uso constructivo de los experimentos mentales en filosofía puede
ilustrarse con la situación imaginaria planteada por Judith Thomson y expuesta en un
capítulo anterior de este libro. En efecto, ese experimento mental no tiene una finalidad
refutatoria sino que pretende apoyar la tesis según la cual el aborto es moralmente
permisible en el caso de un embarazo que sea consecuencia de una violación. Como
se ha visto en ese capítulo, el experimento mental de Thomson puede reconstruirse
como un argumento analógico.

FILOSOFÍA Y ÉTICA 11
4. Argumentos trascendentales

Los argumentos trascendentales pretenden elucidar las condiciones de posibilidad de


determinados fenómenos o hechos cuya existencia es aceptada en el contexto filosófico
en el que se plantea el argumento. En estos argumentos, a partir de la premisa que
enuncia la condición de posibilidad del fenómeno o hecho en cuestión y de la premisa
que afirma la existencia de ese fenómeno o hecho, se infiere la existencia de su
condición de posibilidad. Su esquema, de acuerdo a esta concepción de los argumentos
trascendentales, es la siguiente:
A es condición necesaria de posibilidad de B.
B.
Por lo tanto, A.
Un ejemplo sencillo de argumento trascendental lo constituye, según la interpretación
de Stern, el “Cogito, ergo sum” cartesiano:

Pienso.
Para pensar es necesario existir.
Por lo tanto, existo.

En esta reconstrucción del texto cartesiano se afirma que un hecho extra mental —mi
existencia— es condición necesaria de un hecho mental aparentemente indubitable —
el hecho de que pienso— y se concluye que, dado que se da ese hecho mental, se da
también aquel hecho extra-mental. Este argumento tiene, como muchos argumentos
trascendentales, una finalidad anti escéptica y, por ello, parte de una premisa difícil de
negar por el filósofo escéptico.

FILOSOFÍA Y ÉTICA 12

También podría gustarte