Documento Guía de Fundamentación de Núcleos
Documento Guía de Fundamentación de Núcleos
Documento Guía de Fundamentación de Núcleos
1. PRESENTACIÓN
El siguiente documento busca dar elementos como base para la revisión de los contenidos de los
Sílabos a la luz de las políticas institucionales y los trabajos que se han venido consolidando, a partir
de las reflexiones curriculares en el programa. De esta forma se hace una síntesis que posibilite seguir
retroalimentando el ejercicio de reflexión y evaluación curricular, especialmente con el plan de estudios
2017 y que permita seguir consolidando la fundamentación de los núcleos que se han venido
trabajando
Docente a Cargo Horas Núcleo Temático Cursos del núcleo Docente que
Fundamentación acompaña el
Núcleos curso
Giovanni Mora 4 Cultura
Francisco Patiño 4 Investigativa
Ingrid Cuervo 4 Fundamentación en
Emma Monroy 3 Ciencias Sociales
2. GENERALIDADES
Así mismo, según Aponte (2018), es importante tener en cuenta en los procesos educativos la apertura
a múltiples enfoques, que propicien la emancipación personal y social, a partir de una mirada socio
critica de la realidad.
- No ser absorbidos por las ideologías imperantes especialmente por las lógicas del mercado que se
han impregnado en las instituciones educativas
-Trabajo colectivo (herramientas de pedagogía y didáctica)
- Enriquecimiento de la evaluación (evaluación)
-Dimensión política de la acción educativa
Por tanto, los procesos formativos se desarrollan de manera interactiva a través de una comunicación
abierta, explícita, dialógica, no reduccionista y crítica, en donde el profesor de la Unimonserrate se
concibe como un:
dinamizador y colaborador del proyecto de vida de los estudiantes
corresponsable del cambio personal y social, de estos
creador de un clima humano interactivo, ético y académico
capaz de evaluar críticamente sus propias prácticas, entre otros.
Por su parte, los estudiantes se conciben como autónomos y libres, constructores de su proyecto de
vida y, por tanto, responsables de su formación personal y profesional. (PEI, 2016, p. 56). Lo anterior
en lógica de desarrollar un proceso de formación integral que apunta a la realización personal,
profesional, ciudadana y familiar.
2.3 ¿Cómo entendemos la formación en Trabajo Social?
Para ello “se requiere una sólida formación ética, epistemológica, política, teórica, investigativa y
metodológica, para explicar y comprender científicamente la dinámica social, con el fin de implementar
y gestionar políticas y promover procesos de participación y organización de la sociedad civil en la
construcción y consolidación de la democracia” (CONETSpág. 24)
Enfoque Socio -
Crítico
Lineamientos Aspectos
del PEP Formativos
Integración
Funciones
Sustantivas
Ser un profesional integral con sentido ético, visión holística del mundo, conciencia de Derechos
Humanos y capacidad de gestión en diferentes ámbitos sociales
Tener conocimiento en diferentes áreas de intervención y saberes propios de la profesión.
Desarrollar procesos de investigación e intervención social con el fin de transformar condiciones
de desigualdad.
Estar en capacidad de hacer lecturas críticas de contexto conectando las dimensiones macro y
micro sociales.
Formular, evaluar, hacer seguimiento y gestión de proyectos sociales o del componente social de
programas y otras formas de intervención.
Acompañar procesos de reconstrucción de la memoria y promoción de los derechos humanos.
Participar en la formulación y ejecución de políticas públicas.
Realizar el diseño metodológico propio de la intervención profesional.
Tener habilidades para desempeñarse en procesos interdisciplinarios de problemáticas complejas
Ser asertivo, dialogante y comprometido con el enfoque sociocrítico.
3. FUNDAMENTACIÓN DEL CURRÍCULO SEGÚN EL PROYECTO EDUCATIVO
DEL PROGRAMA PEP
Como aspectos que aportan una fundamentación a la construcción del currículo del Programa, se
explicitarán a continuación los elementos filosóficos, antropológicos-culturales, epistemológicos y
pedagógicos que soportan la actual propuesta curricular. En este sentido, es importante articular los
desarrollos pedagógicos (evaluación, trabajo en aula, objetivos del curso, estrategias pedagógicas),
el enfoque del programa, los lineamientos institucionales y el contexto nacional e internacional, en
aras a seguir consolidando la fundamentación de los núcleos.
La elaboración de la fundamentación de los núcleos implica que se debe conocer a fondo el tema que
está abordando, por lo que es necesario incluir en su elaboración la revisión de literatura antes y
durante el proceso de estructuración de dicha fundamentación. Esta revisión posibilita tener los
elementos teóricos y conceptuales sobre el tema (Núcleo) que abordará de manera global los cursos
contenidos en el plan de estudios. De tal forma, se sugieren los siguientes aspectos para la elaboración
de la fundamentación de cada núcleo y que posibilitan los parámetros articulados entre los mismos.
A. Identificar los contextos a los que se refiere el núcleo a nivel local, nacional e internacional
(especialmente Latinoamérica). Es decir, las tendencias en torno al trabajo social y la
incidencia a partir del núcleo planteado.
B. Proponer algunos objetivos que se considere debe dar respuesta en la formación del
trabajador social de cara a su quehacer profesional (perfil del egresado, perfil ocupacional) y
de los contextos en los que se enmarca la profesión, teniendo en cuenta su relación con los
otros saberes.
C. Identificar los elementos teóricos para fundamentar el núcleo, es decir que le de respaldo
teórico a lo que se quiere abordar, en este caso el Núcleo que guarda relación con la formación
del trabajador social. se identifican los elementos, factores y aspectos pertinentes para
fundamentar
D. Seleccionar los elementos más importantes (principal y secundarios) que se identificaron
anteriormente (teóricos, prácticos, metodológicos). El elemento principal se refiere al tema
central que es trasversal al núcleo y los secundarios permiten descomponer dicho tema.
E. Identificar las relaciones entre los elementos que permita establecer lo que se pretende
lograr al sintetizarlo en el sílabo: ejemplo: “Si los estudiantes practican con estos recursos,
obtendrán un mejor aprendizaje y tendrán elementos para el diseño de políticas públicas.” Lo
que ayudará a establecer los pasos o secuencia necesaria para llevar a cabo lo que se busca.
F. Establecer relaciones entre la información de apoyo, los elementos, los objetivos y los
productos que permitirá tener una visión global y elaborar la fundamentación claramente.
G. Organizar la información que se buscó para la elaboración de la fundamentación,
describiendo el tema central y los elementos teóricos relativos al mismo. Se incluye revisión
de bibliografía del tema, las teorías que lo apoyan. Igualmente, valdría la pena incluir los
paradigmas o teorías que apoyan este tema y su enseñanza en trabajo social, el tipo de
recursos que se requieren y su uso justificado. También se puede vincular la importancia o
relación de las estructuras globales en el uso de las Tics y si este núcleo puede contar con
herramientas metodológicas o de enseñanza específicas. Por último, es necesario describir
algunos lineamientos generales que permitan el diseño de actividades y en qué teoría de
aprendizaje(s) se puede sustentar.
Uno de los pilares que identifica a las escuelas católicas de la escuela en general, es propiciar
la lectura de la realidad desde las perspectivas de la fe cristiana, para lo cual se abren
espacios que favorezcan el diálogo ente la fe y las ciencias, pues se reconoce que la cultura
constituye “un medio de comunión y de escucha de la voz de los hombres, de los
acontecimientos y de las cosas” (La escuela católica, p. 56). El conocimiento, entonces, no
constituye un medio de dominio o de opresión, sino de descubrimiento de la persona, con sus
capacidades y potencialidades, en comunidad y con perspectiva de futuro, es decir, capaz de
construir proyecto de vida integral.
Este paradigma implica que se asuma una actitud dialogante, profética y propositiva, dinamizada por
la lectura permanente de la realidad, el discernimiento y la inculturación urbana, la vida y la
espiritualidad de comunión, la pedagogía de Dios (la pedagogía de la pregunta, del diálogo y del
cuidado) y la opción preferencial por los pobres (SEAB, 2014).
Esta realidad que se evidencia en el contexto cultural, es uno de los referente de reflexión y análisis
de la especificidad de la profesión de Trabajo Social donde existe la corresponsabilidad de contribuir
de manera significativa al auge y desarrollo del pensamiento crítico, en cuanto que, para dar certeza
a dichas relaciones, el estudiante debe construir un discurso lógico, coherente y bien argumentado
que le posibilite entender que a partir de éste, es viable estructurar el mundo que lo rodea. Aceptando
que su posición es relativa, dado que el carácter diverso de la cultura aporta diferentes saberes y
promueve la construcción significativa de conceptos, valores y procedimientos.
implica el análisis permanente de la realidad social, con el fin de ofrecer una respuesta
educativa coherente con los nuevos signos de los tiempos y, también, proactiva frente a los
derechos humanos, y la formación en deberes y compromisos socio-políticos, locales,
nacionales e internacionales (p. 19).
Pone en evidencia el papel de las instituciones educativas como aparatos ideológicos del
Estado, como medios para la reproducción social del sistema; pero que, a la vez, permiten la
reconstrucción de nuevos sentidos y significados del mundo y allí radica su potencial
transformador y emancipador. (Ramírez-Pardo, 202, p.197)
Por tanto, para que toda la comunidad que aprende se reconozca informada por un interés
emancipador es necesario que se comprenda en constante acción y reflexión, lo cual “no supone
una relación rectilínea entre teoría y práctica en la que la primera determinara la última; se trata en
cambio, de una relación reflexiva en la que cada una construye la otra” (Grundy, 1998, p. 146).
La realidad es el punto de partida de estas educaciones. En ese sentido, lo local como realidad
social, política, económica, cultural y de identidad dota a la persona de los instrumentos
básicos para construir una organización y una relación con lo global, gestándole las
condiciones de aprendizaje.” (Mejía, 2011, p.111)
Entender el aprendizaje como acto social es una comprensión que comparten los enfoques de la
educación y formación basada en competencias (Barnett, 2001) o de educación y formación en
capacidades para el desarrollo humano (Nussbaum, 2012).
Es necesario reconocer y comprender cómo los seres humanos se constituyen en sujetos sociales, a
partir de su comportamiento; por ello es pertinente que se identifique el concepto y/o proceso evolutivo
del ser humano a través de la historia y las diferentes corrientes conceptuales que ha acompañado el
estudio del mismo, ya que no se debe asumir la humanidad contemporánea como algo dado ni
establecido, si no como el resultado de una serie de acontecimientos e interacciones que es necesario
conocer.
Al contar con las bases teóricas que rodean el comportamiento humano, se hace más comprensible
la construcción de un ser social en la interacción de las dimensiones de lo biológico, lo cognitivo y lo
social; proceso que se instituye desde los inicios de la vida (gestación), y en cada una de las etapas
del desarrollo humano (niñez, adolescencia, adultez).
Por otra parte, la formación de trabajadores sociales desde un sentido crítico, demanda la creación de
espacios de discusión, análisis y reflexión en los que la familia se reconozca como escenario-área de
intervención, siendo necesaria la comprensión de ésta, desde sus dinámicas diversas y cambiantes
con la finalidad de asumir una postura argumentada frente a las comprensiones, concepciones y
posibilidades de abordaje.
Por lo anterior, es clave precisar que la familia es en nuestros tiempos una categoría de estudio que
ha sido abordada por diversas disciplinas y desde distintas perspectivas, que la han conceptualizado,
asignándole roles o tareas a las cuales responde en las realidades actuales. Sin embargo, hoy en día
es necesario hablar de familia teniendo como punto de partida su carácter polimorfo, poniendo en
tensión temas como la heterosexualidad, los roles de género socialmente establecidos y la forma como
ellos están siendo reconfigurados, así como las relaciones fuera del parentesco y la filiación, entre
otras muchas transformaciones.
El reconocimiento de estos procesos permite al profesional contar con herramienta que le permitan
reconocer las particularidades de los sujetos a partir de su etapa de desarrollo y las dinámicas que
emergen desde ellas dentro de contextos como las familias e instituciones.
En el plan de estudios del Programa se contempla una interlocución del Trabajo Social con las ciencias
humanas y sociales. Este núcleo pretende generar un conocimiento más amplio de las disciplinas
sociales que dialogan con el Trabajo Social. Por lo tanto, se pretende que los estudiantes se involucren
en los debates contemporáneos de las ciencias sociales y adquieran elementos conceptuales, que les
permita hacer lecturas de contexto y fundamentar posibles intervenciones desde los aportes de las
ciencias humanas y sociales.
Este núcleo temático tiene como objetivo el comprender los fundamentos de la especificidad
profesional desde lo histórico, epistemológico y metodológico, para la transformación de la realidad
social desde la praxis profesional.
El objeto de estudio de este núcleo comprende elementos que intervienen en el quehacer profesional
del Trabajador Social, los cuales integran una serie de categorías que se representan en: el proceso
histórico del Trabajo Social; el desarrollo epistemológico de la profesión; los diseños metodológicos
de intervención; las áreas o campos de actuación profesional; los métodos de intervención en
articulación teoría-practica. Categorías que, desarrolladas a través de temáticas de tipo profesional,
responden a lo que está planteado en el perfil profesional: los estudiantes puedan responder a las
realidades que se le presentan y responder con identidad a las características, saberes, desempeños
y actitudes propios de la profesión.
Lo planteado en el currículo propuesto desde el núcleo de formación profesional debe apuntar a que
el estudiante una vez finalice su formación profesional, pueda liderar, gestionar y atender procesos de
desarrollo y bienestar humano en diferentes campos a nivel local, regional, nacional e internacional
con enfoque participativo y promocional, como se establece en el perfil ocupacional.
Uno de los objetivos prioritarios de las humanidades y ciencias sociales en la sociedad del
conocimiento consiste en investigar, elucidar y mejorar el funcionamiento efectivo de las prácticas de
producción simbólica, lo cual resulta clave en el desarrollo de las sociedades contemporáneas. En
este sentido, Trabajo Social requiere hacer investigación con la finalidad de conocer sobre los
fenómenos, dinámicas sociales y el quehacer profesional; para el fortalecimiento epistemológico y
específico de la profesión y principalmente para el reconocimiento de las realidades aportando en la
generación de acciones sociales que respondan a la misma; lo que implica reconocer la necesidad de
la investigación por la diversidad de “problemas sociales que deben ser analizados, comprendidos e
interpretados desde su propia complejidad; esto es reconociendo la realidad social no como «objeto»
de conocimiento, sino como una totalidad impregnada de aspectos tanto subjetivos como objetivos”
(Falla Ramírez, 2009, p. 315).
Este núcleo tiene como objetivo, promover la actitud y la cultura de la investigación en Trabajo Social,
potenciando la curiosidad, el análisis de los contextos, el compromiso social y la capacidad de
transformación, asumiendo una postura crítica frente a las realidades sociales.
Así, el núcleo Cultura Investigativa, se orienta a promover el interés por la investigación, mediante el
fortalecimiento de las capacidades intelectuales y personales; con el ánimo que el profesional en
formación se acerque a los contextos, los comprenda, genere reflexiones sobre su influencia en lo
personal y en la acción social, desde una postura sociocrítica, que permita “la transformación de cara
a una sociedad justa y solidaria” (Lineamientos Institucionales de Investigación, 2015, p. 4), a través
del diálogo de saberes, enmarcado todo en un compromiso común de respeto y preocupación por el
otro, ejes fundamentales en la pedagogía del cuidado (Documento de Reflexión Curricular, 2015).
Respecto a los aspectos pedagógicos el PEP plantea la necesidad de mantener una estructura sólida
que permita responder a los objetivos de formación de Trabajo Social en la Fundación Universitaria
Monserrate – Unimonserrate, a partir de los siguientes criterios:
Integralidad Flexibilidad Interdisciplinariedad
El plan de estudios propone su desarrollo a partir de campos, ejes y los núcleos temáticos y sus
respectivos espacios académicos, este plan propende por generar capacidad e integralidad de
aprendizaje, por tanto, considera pertinente la dimensión cognitiva, la apropiación conceptual y
práctica del saber saber, y del saber hacer; otra dimensión relacionada es axiológica, toda vez que se
busca el desarrollo del ser, lo actitudinal como acto preferente del saber ser y el saber estar. (PEP:48)
La evaluación para el programa de Trabajo Social obedece a un “valoren los resultados de los fines
educativos respondiendo preguntas tales como ¿Por qué y para qué evaluar?, ¿Qué evaluar? y
¿Cómo evaluar lo aprendido en las interacciones educativas? (PEP:51)”