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Subjetividad e Identidad

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Subjetividad e identidad

El concepto de subjetividad está vinculado a una cualidad: lo subjetivo. Este


adjetivo se refiere a lo que pertenece al sujeto estableciendo una oposición a lo externo, y
a una cierta manera de sentir y pensar que es propia del mismo.

La filosofía analiza este tema en forma detallada. De acuerdo a esta ciencia, la


subjetividad está vinculada a una interpretación que se realiza sobre la experiencia, por lo
que sólo es accesible a la persona que atravesó la vivencia en cuestión. De esta forma, el
sujeto desarrolla sus propias opiniones, de acuerdo a su percepción particular y
determinadas por lo vivido. Algunos autores han definido el concepto como la capacidad
de pensar, negociar, interactuar y dar cierta intencionalidad a una acción. Dichas
capacidades van de lo individual a lo colectivo, y se llevan a cabo a través de una
organización del trabajo de manera informal y única, porque todos los seres humanos
tenemos nuestra propia forma de expresar dichos pensamientos y realizar las acciones
respectivas.

La subjetividad está relacionada con un significado connotativo, que responde a


experiencias emocionales, ya sean positivas o negativas, y es propia de cada contexto. Es
decir que la comprensión de ese mensaje dependerá de quién lo pronuncie, en qué
situación y a quién vaya dirigido. Es un elemento protagonista tanto del lenguaje coloquial
como del literario.

Características del mensaje subjetivo

Ciertos rasgos en un mensaje permiten que pueda ser identificado como subjetivo; aquí
presentamos los más importantes:

 Modalidad oracional: se utilizan principalmente oraciones exclamativas,


dubitativas o desiderativas para expresar afectividad, así como rotundas
negaciones o afirmaciones.
 Léxico valorativo: preponderancia de vocablos afectivos (hermoso, cariño), verbos
imperativos o que indiquen posibilidad (no debe olvidarse, conviene que),
expresiones que sugieran o manifiesten una duda (por supuesto, tal vez) y
complementos que expresen una posición ideológica del hablante (en mi opinión,
a mi modo de ver);
 Signos de puntuación: uso de puntos suspensivos con el objetivo de crear duda o
expectativas, paréntesis en el lenguaje escrito para realizar aclaraciones y comillas
para marcar o subrayar una palabra que ha sido dicha con ironía.
La diferencia entre la subjetividad y la objetividad es clara al analizar distintos textos.
Aquellos que explicitan la opinión del autor son subjetivos; los que intentan limitarse a los
datos concretos y fácticos son objetivos.

Por ejemplo: “El fantástico equipo argentino humilló al rival con un juego de gran
nivel” es una frase subjetiva; “Argentina derrotó cuatro a cero a su oponente” es una
frase objetiva.

Identidad
La identidad se puede definir como un conjunto de rasgos dentro de la personalidad
de cada individuo o de un grupo social y que presentan ciertas características en relación a
cómo son percibidos por los demás, estos rasgos sirven también como algo que puede
tener como resultado la conciencia que cada persona tiene de sí misma y qué es lo que la
hace diferente del resto, algunas de estas características pueden ser hereditarias, es decir
que se transmiten de padres a hijos a nivel físico sin embargo existen otros factores igual
de importantes como son la sociedad, el entorno en el que cada persona crece.

Podemos expresar que la identidad es la construcción de sentido, atendiendo a uno o


varios atributos culturales, priorizándolos del resto de atributos, que se constituyen por el
individuo y representa su autodefinición. Es decir, la identidad y su construcción se
encuentran mediadas por lo que el sujeto decide extraer de situaciones interiores y
exteriores para la vida propia, “es nuestra comprensión de quiénes somos y quiénes son
los demás, y, recíprocamente, la comprensión que los otros tienen de sí y de los demás
incluidos nosotros” (Valenzuela y Vera, 2012. pág. 273) en este sentido, la identidad se
encuentra en constante transformación.

La identidad, individual o social, es algo más que una realidad natural, biológica y/o
psicológica, es más bien algo relacionado con la elaboración conjunta de cada sociedad
particular a lo largo de su historia, alguna cosa que tiene que ver con las reglas y normas
sociales, con el lenguaje, con el control social, con las relaciones de poder, en definitiva, es
decir, con la producción de subjetividades. A partir de las relaciones que la construyen y
conforman, la identidad garantiza a cada sujeto la posibilidad de reconocerse en las
diferencias y tener la seguridad de saber quiénes son evitando confundirse con los demás.

Es importante destacar cómo los entornos juegan un papel importante en la


construcción de identidades, pero además de los espacios, son las situaciones. La
identidad no sería entonces un conjunto de cualidades predeterminadas –raza, color,
sexo, clase, cultura, nacionalidad, etc., sino una construcción nunca acabada abierta a la
temporalidad, la contingencia, una posicionalidad relacional sólo temporariamente fijada
en el juego de las diferencias”, es decir, la identidad se encuentra sujeta a
transformaciones constantes en el sujeto, en función de las experiencias.

Ejemplos de identidad:

 La identidad cultural.
 La identidad nacional.
 La identidad personal.
 La identidad sexual.
 El idioma.
 Las costumbres y tradiciones de una comunidad es parte de su identidad.
 La manera en la que una persona actúa y trata a los demás.
 La forma de vestir y de pensar.

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