La Descolonización Del Pensamiento Arte y Educación Transformadora Rodríguez Naví
La Descolonización Del Pensamiento Arte y Educación Transformadora Rodríguez Naví
La Descolonización Del Pensamiento Arte y Educación Transformadora Rodríguez Naví
Resumen
Palabras Clave
Introducción
Este artículo está orientado a motivar la reflexión sobre la importancia de dar continuidad a
la descolonización del pensamiento latinoamericano, situados desde una perspectiva crítica
que asuma la emergencia de establecer nuevas prácticas pedagógicas que contribuyan a la
formación de imaginarios individuales y colectivos. No es una propuesta reciente, está
fundamentada en el pensamiento artístico, intelectual y el saber de los pueblos de América
Latina.
América Latina es una región que tiene sus propias características económicas, sociales,
culturales, ambientales e intelectuales. En ella se han gestado movimientos revolucionarios,
intelectuales y culturales, y alberga en su seno saberes ancestrales y su particular dinámica
de pensamiento flexible con la cual se deben corresponder una práctica pedagógica, que sean
coherentes con el contexto y el entorno, macro y micro social.
El Arte como expresión del imaginario colectivo, se manifiesta como una particular forma
de percepción de la naturaleza y el entorno. Así como el lenguaje debe ser entendido en su
origen y el contexto, aceptando que los símbolos son arbitrarios, pero no los significados. El
arte significa para quien la crea y para quien es creada. Un primer paso para descolonizar el
pensamiento es apropiarse de la idea que en América Latina tiene su propio imaginario
colectivo complejo, desde mucho antes de la colonización y que este imaginario ha
evolucionado, de forma independiente al pensamiento hegemónico dominante.
Es propio del pensamiento hegemónico, reconocer que el Arte se manifiesta como privilegio
de pocas personas, está más asociada a una práctica individual, que al imaginario colectivo.
Pero ¿es posible reconocer algo como artístico, sin que esto signifique algo para el colectivo?
Según Escobar, las imágenes mentales que componen un imaginario pueden cambiar más
fácilmente que las actitudes mentales que componen una mentalidad ya que la imagen puede
racionalizarse y pasar al mundo de las ideas e ideologías; una actitud mental se arraiga en las
sensibilidades, por lo cual se resisten al cambio (Escobar, 2000:70). Esto sustenta la idea que
los cambios de actitudes deben ser promovidos de forma consciente y emancipadora. Es así
que lo imaginario no es una cuestión estructural o meramente utilitaria, no son
representaciones estáticas, el imaginario está relacionado con la capacidad creadora de la
imaginación. El imaginario es complejo y en él radica lo que somos y queremos ser, provoca
sentidos que abren nuevos mundos y realidades alternas.
Asumiendo a la educación como acción y hecho social y por ello es una condición
permanente de “un ser humano” que siempre está aprehendiendo. La poesía, la música, el
baile, la pintura, el dibujo, el teatro y la literatura, son expresiones que se dan de forma
independiente a la educación institucional. Obsérvese, que en todo lugar acontece el arte
como forma de expresión, en ella converge lo objetivo y lo subjetivo, la forma y el fondo, lo
concreto y lo abstracto, el arte ofrece infinitas posibilidades de transformar el pensamiento,
en ella caben todos los campos del conocimiento, desde las matemáticas, la química, la física
y el derecho. Es urgente negar teorías reduccionistas, proyectar nuevas formas de visualizar
la sociedad en los diferentes escenarios educativos. En realidad, la evolución del ser humano
radica precisamente en su adaptabilidad, por ello es posible, que su actitud hacia el arte no
está determinada por la edad, la economía o el sexo. Ahí donde el arte se pueda manifestar,
existe un ser humano que lo hace posible desde la creatividad y la imaginación.
El arte también es diversa, sus formas de manifestación son relativas a cada contexto
temporal, geográfico y contexto. Así mismo, es dialéctica, en ella es posible ejemplificar
todas las categorías, es accesible, siempre que se faciliten las condiciones de libertad y
apertura. Un niño que dibuja en la arena, no precisa más que el tiempo y su libertad para
hacerlo, una niña que recoge flores y decora en el campo, no precisa comprar materiales para
hacerlo; la creatividad y la imaginación, son características del ser humano e ahí su pre-
disposición innata, natural para evolucionar.
Y al igual que en todos los escenarios de la vida, existen artistas comprometidos con la
sociedad, comprometidos con las causas y comprometidos con “el otro”, un otro que está en
oposición al sistema hegemónico, ese otro que demanda sean visibles sus saberes y
colectividades. Sobre esto, David Choquehuanca Céspedades (Canciller de Bolivia, 2011),
expresa:
Bolivia, ha seguido pasos muy claros para alcanzar el reconocimiento a sus saberes y su
cultura ancestral, que de forma muy general puede ser descrita: reconocimientos de los
pueblos originarios, con sus derechos, territorios, cultura propia y sus saberes;
reconocimiento constitucional, incluidas leyes que les restituyen los derechos antes
arrebatados por la colonización; representación legítima en los diferentes espacios de
discusión pública; poner en agenda nacional e internacional sus principales demandas y hacer
presente en las Naciones Unidas la demanda de reconocimiento de los saberes indígenas y
aprobar el día internacional de la madre tierra.
Lo anterior es un ejemplo, en cada país los procesos tienen sus propias particularidades. La
educación transformadora debe tomar en cuenta los contextos, las particularidades y las
expresiones propias de cada cultura. Asumir que a cada caso se corresponden sus propias
metodologías, estrategias y retos. El arte tiene contexto, época y su particular forma y medio
de expresión.
Existen diversas expresiones de arte en toda América Latina, que forman parte de la
construcción de un nuevo sujeto que representa al “otro” en oposición al modelo hegemónico
y estructurado, que históricamente fue impuesto a través de la conquista y la imposición de
un modelo de pensamiento eurocentrista. Basta dar una mirada a la expresión literaria, la
música que canta al amor, la vida, la naturaleza y la espiritualidad, así como la cerámica, la
pintura, el baile, que nos expresan nuevas formas de relación y de ver el mundo de lo
particular a lo infinito.
César Vallejo de Perú, con su lenguaje coloquial, lanza hacia 1919 su propuesta poética, es
una propuesta “opositora”, niega que la belleza se encuentra en la forma tradicional de
escribir poesía, y refleja en su obra la belleza del otro que se expresa en lo cotidiano. Este
poeta peruano, desde inicios del siglo pasado, al igual que Rubén Darío en Nicaragua,
definían la prevalencia del modernismo en la literatura en América Latina. Y Vallejos,
expresa al hombre desde su levedad. Y también León Gieco de Argentina, canta en oposición
a la guerra, a la indiferencia, a la injusticia y la colonización del pensamiento a través dela
violencia política.
Es dificil lograr hacer un pequeño esbozo sobre la influencia del arte en la descolonización
del pensamiento en Latino América, apenas si mencionar a aquellos ciudadanos del mundo,
que con su arte han logrado dar voces al “otro desconocido”, facilitar desde sus expresiones
artísticas un diálogo de saberes, que dinamiza la evolución de ese pensamiento
descolonizado.
La asimilación del arte como asimilación de una actividad psíquica y cognitiva, adquiere
especial relevancia, sobre todo en aquellos espacios geográficos donde es urgente alcanzar
paz y justicia, obras de tipo antropológico y etnográfico, donde “el otro” no alcanza la
categoría de “sujeto social” visible, haciéndolo visible y elevando su voz a los tribunales
internacionales, solo ha sido posible a través de la literatura que denuncia y demanda, que
desde una postura demandante, articula y demuestra, como dice Ricardo Falla en su obra
Negreaba de Zopilotes (2011):
Obras literatarias que han sido escritas desde posiciones situadas y desde una pedagogía de
Educación Popular, que de forma intencionada nos guían a la construcción del “sujeto social”
que está secuestrado por la dimensión del “otro legítimo”, deberían constituirse en lecturas
obligadas que den cuenta de la historia paralela que no es visible en la dimensión
materialmente escrita, una historia que está en las memorias colectivas y que se visibiliza
cuando se pone atención a las expresiones artísticas.
Para alcanzar lo antes propuesto, es importante asumir que la educación sucede en todas
partes y en diferentes contextos, que no es un hecho meramente institucional. Que las
personas tienen una predisposición innata para aprehender y el arte es propio de la naturaleza
humana, en tanto cada persona en el mundo puede desarrollar una habilidad artística que
mejor se adapte a su condición.
Los escenarios educativos están en todos los espacios de socialización, el teatro, el museo, la
escuela, el parque, la plaza, el baile, el mercado, el festival, el puerto, el campo, la calle, etc.
En la TV, en la radio, en el internet. Arte, espacio, expresión y tecnología son
interdependientes. En la actualidad muchos espacios y medios están alienados,
hegemonizados y monopolizados, es decir forman parte de los circuitos económicos que
comercializan con expresiones de arte que establecen estereotipos, estigmatizan y etiquetan
a la humanidad.
Una educación transformadora debe ser impulsada desde la sociedad para la sociedad, el
ejemplo de Bolivia en relación a la restitución de su filosofía de vida, heredada de los
ancestros, pone en evidencia que el papel del Estado es también fundamental, de hecho en
todos aquellos países donde los escenarios educativos están más evolucionados, existe una
sociedad critica, que visibiliza su saber y su expresión artística. Visibilizar el arte y el artista,
que están vinculados a esa permanente construcción de un nuevo sujeto social, en oposición
al pensamiento colonizado, puede ser un primer paso para indagar en las miradas
descolonizadoras que se han manifestado desde finales del siglo diecinueve e inicios del
veinte.
Bibliografía
Fabiola Bernal. (2012). Descolonización del pensamiento latinoamericano. San José, Costa Rica.:
Fundación Nuestra América.
Hillert Flora M. Amejeiras, M. J. (2001). La mirada pedagógica para el siglo XXI: Teorías, temas y
prácticas en cuestión. Reflexiones de un encuentro. Argentina: Editorial de la Facultad de
Filosof[ia y Letras Universidad de Buenos Aires.