Norma Filidoro Familia
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Norma Filidoro Familia
Norma Filidoro
Bahía Blanca
15 de Mayo de 2005
Para pensar la relación entre la familia y los problemas en el aprendizaje de un hijo les
propongo que partamos de nuestros supuestos. Les propongo que dirijamos la mirada
al lugar desde el que miramos a los padres antes que a los padres mismos; que
dirijamos nuestra mirada a nuestra conceptualización acerca del lugar que damos a
la estructura familiar en los problemas en el aprendizaje de un niño antes que a la
familia misma; que dirijamos la mirada a nuestras decisiones epistemológicas acerca
de la causalidad antes que a las relaciones entre la subjetividad del niño y el lugar que
ese niño ocupa en la pareja parental y en cada uno de sus padres; que ubiquemos
desde qué marco conceptual pensamos las relaciones entre el medio y el sujeto
antes que hablar de los condicionamientos que la familia pone en juego en cuanto al
desarrollo de un niño.
Porque hay un tiempo que es anterior1 al tiempo de la clínica; se trata del tiempo de
decisiones en relación al marco epistemológico y al marco conceptual; decisiones
que comprometen al psicopedagogo en cuanto a las intervenciones clínicas porque
crean restricciones, esto es, que constituyen un horizonte de posibilidades,
imposibilidades y necesidades desde donde el psicopedagogo interviene. Un marco
epistémico condiciona las teorizaciones, orienta y modula los marcos conceptuales. A
su vez, las teorizaciones y marcos conceptuales orientan los recortes que el profesional
realiza en la clínica, orienta la selección de los elementos que se abstraen y modula las
relaciones que el psicopedagogo establece (infiere) entre esos elementos.
1
Se trata de un tiempo anterior en sentido lógico y no cronológico.
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E-mail: nfili@cgs.com.ar
Lic. Norma Filidoro
las decisiones clínicas. Lo prudente sería que, cuando toma una decisión clínica, sepa
donde “está parado”.
Este sería el primer ejercicio: cada profesional debiera reflexionar acerca de sus
premisas en cuanto a la relación entre la pareja parental y los problemas en el
aprendizaje de un hijo. Si pienso a la familia en tanto proveedora de estímulos me haré
determinadas preguntas y no otras; si pienso a la familia en función de una clasificación
previa (por ejemplo, padres contenedores y padres sobre-exigentes) mis preguntas
apuntarán a buscar datos para ubicarlos en “la clase correspondiente”. Sostener que la
estructura subjetiva de la madre es determinante en la constitución de la subjetividad
del hijo no es igual a pensar en la incidencia que tiene para ese hijo el lugar que sus
padres le otorgan en tanto ese lugar estará en relación a la subjetividad de cada
uno de ellos pero también en relación a un devenir en el que el tiempo
cronológico y los acontecimientos históricos ocupan un lugar. Pensar la historia
familiar como determinante no es lo mismo que pensar acerca de la responsabilidad de
los padres. Pensar en términos de participación esencial no es lo mismo que pensar en
términos de responsabilidad única.
Durante mucho tiempo hemos pensado “lo orgánico” y “lo emocional” como dos
elementos que se pre-existen para luego postular relaciones entre ellos… Y entonces
viene la solución del tipo “un poco y un poco”… Y entonces decimos, al mejor estilo
“doña Rosa” que “tiene cosas orgánicas pero también es un poco lo emocional…” o que
se trata de “un problema emocional pero tiene cosas orgánicas…”. También decimos,
ya con un poco más de vuelo en el lenguaje pero dentro del mismo marco conceptual
cosas como: “el síntoma se sobre-imprime al déficit orgánico”… O, “todo depende del
lugar que los padres le den a la enfermedad de su hijo”… O, “lo que pasa es que los
padres no pueden aceptar las dificultades de su hijo”. ¡¡¡Cuántas veces hemos
escuchado a un profesional decir ¿qué querés con los padres que tiene?!!!
Partiremos del material clínico para que podamos ir viendo cómo las decisiones
epistemológicas y conceptuales se juegan en las intervenciones clínicas.
Para ello será necesario que primero pensemos en el diagnóstico psicopedagógico
como respondiendo a diferentes niveles2 de preguntas:
ü Comencemos con un nivel que podemos llamar nivel de “la materia prima”: se
trata de la construcción de observables. ¿Cómo lee este nene por el que nos
consultan? ¿Cómo escribe? ¿Cómo hace matemáticas? ¿Cuáles son los
problemas que aparecen en el aprendizaje de la lectura, de la escritura y de las
matemáticas? ¿Qué intervenciones le permiten avanzar en el proceso de
aprendizaje? ¿Qué dicen los padres de él? ¿Qué les preocupa? ¿Cómo llegan a
la consulta? ¿Llega con un diagnóstico médico? ¿Cuál es su condición orgánica
(sensorio, SNC, genética, neurofuncional, neurometabólica)? ¿Cuál es la
representación que la escuela tiene de este niño? ¿Cuál es la ideología de la
2
No se trata de niveles de inclusión jerárquicos. Podríamos decir que los niveles responden a diferentes
preguntas y que los elementos (observables, relaciones, sistemas de relaciones) que forman parte de
cada uno de ellos guardan entre sí relaciones recíprocas de condicionamiento (nunca de determinación).
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Muchas veces habrán oído decir acerca de un nene que "Lee muy bien pero no entiende lo que lee".
Por mi parte, yo diría que ese niño no es un lector... yo diría que ese niño conoce un código y puede
decodificar... o que dispone de la habilidad de oralizar la lengua escrita. Pero jamás diría que "lee bien".
Entonces, cuando afirmamos que alguien lee o no lee, o cuando decimos de alguien que es un buen
lector o que no sabe leer no estamos hablando de algo que simplemente “se ve”... “Ser buen lector” no es
un dato que pueda verse sino una interpretación realizada a partir de un sistema conceptual: un
observable.
Llegado este punto se hace necesario hacer una diferenciación entre dualismo y
dualidad:
Dualismo: pensar a cada elemento como externo al los demás aún cuando
establezcamos entre ellos relaciones recíprocas e incidencias mutuas.
Dualidad: postula una unidad que se caracteriza por la heterogeneidad de sus
componentes. De la afirmación acerca de que “el funcionamiento se explica por
la red de relaciones en su totalidad” no se infiere necesariamente la negación de
los diversos elementos. Más aún: postulo que esos elementos presentan una
dinámica propia (no autónoma) y que esa dinámica puede tener una participación
esencial en cuanto al problema en el aprendizaje… pero ello no ubica a ese
elemento en el lugar de causa. En todo caso, la causa (en un sentido figurado)
del problema en el aprendizaje, “es equivalente a su producción o al
funcionamiento del sistema que se postula para dar cuenta de su aparición”
(Castorina y Baquero, 2005: 258).