Cetosis en El Cuerpo Humano
Cetosis en El Cuerpo Humano
Cetosis en El Cuerpo Humano
Durante la inanición el paciente utiliza durante las primeras 24 a 48 horas los hidratos
de carbono del organismo, que son un 5%. Seguidamente reservas grasas -75%- y
proteínas, de un 10 a un 20%. Y en la gluconeogénesis consume los intermediarios del
ciclo del ácido cítrico desviando el acetil CoA a la producción de cuerpos cetónicos.
Entonces la concentración de malonil CoA disminuye, desaparece la inhibición de la
carnitina aciltransferasa I y los ácidos grasos ingresan a ser degradados en la
mitocondria a acetil CoA, y debido a que no puede pasar a través del ciclo del ácido
cítrico sin intermediarios del ciclo y ser usados como sustratos en la gluconeogénesis
resulta en la acumulación de acetil-coa que acelera la formación de cuerpos cetónicos
hasta superar la capacidad de tejidos extrahepaticos para oxidarlos. El aumento en los
niveles sanguíneos de acetoacetato y de hidroxibutirato hace descender el pH
sanguíneo causando acidosis, una acidosis extrema puede producir el coma y algunos
casos la muerte (Lehninger,2008)
Dieta CETO
En una dieta cetogénica, todo tu cuerpo cambia su provisión de energía para funcionar
casi exclusivamente con grasa, es una dieta estricta baja en carbohidratos, también
llamada dieta cetogénica.
Además de la pérdida de peso, también es importante enfatizar que las dietas cetogénicas
son saludables cardiovascularmente y para el metabolismo glucídico, ya que promueven
un perfil lipídico no aterogénico, el descenso de la presión arterial y disminuyen la
resistencia a la insulina con una mejora en los niveles plasmáticos de glucosa e insulina.
Estas dietas podrían tener efectos anticancerígenos, no tienen efectos perniciosos sobre el
hígado o el riñón, no se asocian a acidosis metabólica, tienen muchas propiedades
beneficiosas sobre el sistema nervioso central, no producen osteoporosis y podrían
aumentar el rendimiento en la actividad deportiva de tipo aeróbico. (Pérez,2008).
Se sabe desde la era de Hipócrates que el ayuno evitaba los ataques epilépticos
consiguiendo controlar esta patología gracias a la dieta cetogénica allá donde las drogas
más potentes fallan (Raimann,2007).
La dieta cetogénica es muy parecida a un ayuno a nivel fisiológico, pero en ella se ingiere
alimento. Una vez se agotada la glucosa el cuerpo necesita energía y empieza a
derivarla de los cuerpos cetónicos y la grasa. Los cuerpos cetónicos como ya hemos
visto no solo suplen a la glucosa en muchas funciones sino que incluso la superan. A
nivel hipotalámico (al tener un flujo constante de un combustible de tanta calidad como
el betahidroxibutirato), ese termostato cerebral que controla entre otras cosas el peso,
el nivel de energía, el apetito… se detecta energía y no se dan los efectos negativos de
una restricción calórica que se darían en otras dietas.
Lo increíble es que cuantas más horas se pasan sin comer más suben los niveles de
estos en sangre, más se inhibe el apetito y más proteína se ahorra. Es el camino directo
a adaptarse, pero esta adaptación no ocurre de la noche a la mañana, hay que esperar
al menos un par de semanas.
Una vez adaptados a la grasa y a convertirla en este super combustible, al cuerpo le da
igual si viene de nuestras reservas o si la ingerimos de la dieta.
Bibliografía: