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AMEF

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¿Qué es el AMEF?

El Análisis del Modo y Efecto de Fallas (AMEF), es un procedimiento que permite


identificar fallas en productos, procesos y sistemas, así como evaluar y clasificar de
manera objetiva sus efectos, causas y elementos de identificación, para de esta forma,
evitar su ocurrencia y tener un método documentado de prevención.
¿Cuándo se debe implementar el AMEF?
El AMEF es un procedimiento que enriquece a las organizaciones, de manera que
considerar implementarlo no requiere de condiciones específicas de las operaciones. Sin
embargo, pueden detectarse situaciones en los cuales el AMEF es una herramienta vital
de soporte, por ejemplo:
Diseño de nuevos productos y/o servicios.
Diseño de procesos.
Programas de mantenimiento preventivo.
Etapas de documentación de procesos y productos.
Etapas de recopilación de información como recurso de formación.
Por exigencia de los clientes.
Procedimiento para realizar el AMEF de un proceso – AMEFP

1. Desarrollar un mapa del proceso (Representación gráfica de las operaciones).


2. Formar un equipo de trabajo (Team Kaizen), documentar el proceso, el producto,
etc.
3. Determinar los pasos críticos del proceso.
4. Determinar las fallas potenciales de cada paso del proceso, determinar sus
efectos y evaluar su nivel de gravedad (severidad).
5. Indicar las causas de cada falla y evaluar la ocurrencia de las fallas.
6. Indicar los controles (medidas de detección) que se tienen para detectar fallas y
evaluarlas.
7. Obtener el número de prioridad de riesgo para cada falla y tomar decisiones.
8. Ejecutar acciones preventivas, correctivas o de mejora.

Desarrollar un mapa del proceso


En este paso se busca representar gráficamente los pasos del proceso. Para ello
podemos utilizar un diagrama de bloques, un diagrama de flujo simple o un cursograma
sinóptico del proceso (diagrama del proceso de la operación).

Formar un equipo de trabajo


Se recomienda conformar el equipo de trabajo siguiendo la estructura de
proyectos Kaizen. Estos equipos se caracterizan por tener un responsable o coordinador
con conocimientos en AMEF, quien se encarga de gestionar la metodología; además del
líder se requiere de 3 o 4 personas más, con habilidades y conocimientos del producto y
el proceso, para conformar un grupo multidisciplinario. En Kaizen es vital la inclusión en
el equipo de los operadores del proceso.

El coordinar del equipo se encarga de:

 Dirigir la metodología.
 Coordinar las reuniones.
 Facilitar el trabajo del equipo.
 Sintetizar los avances.
 Documentar los resultados.

Los otros integrantes del equipo se encargarán de aportar su conocimiento y habilidades


acerca del producto y el proceso, según los requerimientos que establezca el
coordinador.

En la medida en que se conforme el equipo debe de iniciar la documentación del proyecto


AMEF, por tal razón en el documento debe ya especificarse lo siguiente:

 Número de parte que se fábrica en el proceso.


 Descripción de la parte.
 Nombre de la compañía y área.
 Nombre del proceso.
 Relación de actividades de análisis del proceso y responsables.

Determinar los pasos críticos del proceso


En esta etapa debe realizarse un análisis inicial para identificar fallas potenciales que
afecten de manera crítica el proceso. Es un buen factor de criticidad la salud, es decir,
que debe iniciarse con un análisis para identificar riesgos potenciales para la salud de
clientes y colaboradores; seguidamente pueden considerarse factores relacionados con
la calidad y luego con la disponibilidad; de esta manera se identifican los pasos críticos
del proceso. Vale la pena mencionar que esta etapa debe realizarse con soporte
permanente de especialistas en el proceso.

Para nuestro ejemplo, se han seleccionado como pasos críticos las funciones de corte y
costura. Recuerde que este paso se realiza con el propósito de establecer prioridades
de análisis, sin embargo, los pasos restantes del proceso deben documentarse de igual
forma.
Determinar las fallas potenciales de cada paso, determinar sus efectos y evaluar
su severidad
Para cada uno de los pasos del proceso deben identificarse las fallas potenciales. En
primer lugar, debe revisarse la información histórica y registrar las fallas que hayan
ocurrido con anterioridad; en segundo lugar, deben identificarse con ayuda de los
especialistas, todas las fallas que pudieran ocurrir en el paso del proceso. Esta
identificación debe realizarse con espíritu crítico y analítico

¿Qué es un modo de falla?

Un modo de falla es la forma en que un producto o proceso puede afectar el cumplimiento


de las especificaciones, afectando al cliente, al colaborador o al proceso siguiente.

Existen múltiples tipos de fallas y estas se presentan tanto en el análisis del diseño como
en el análisis del proceso, por ejemplo:

 Fallas en el diseño: Roto, fracturado.


 Fallas en el proceso: Flojo, equivocado.

¿Qué es un efecto?

Un efecto puede considerarse como el impacto en el cliente o en el proceso siguiente,


cuando el modo de falla se materializa.

Por ejemplo:
Una vez se listan todas las fallas y los efectos, se procede a calificar la severidad
(gravedad) de los efectos potenciales. Puede utilizarse la siguiente escala como guía:
Es necesario considerar que en caso de que una falla tenga efectos (cliente / proceso)
con calificaciones diferentes, debe asignarse el mayor valor de severidad de los efectos.
Indicar las causas de cada falla y evaluar la ocurrencia de las fallas.
En este paso se deben relacionar las causas asociadas a cada falla identificada en el
paso anterior. Además, se debe evaluar la ocurrencia de las fallas.

Para evaluar la ocurrencia en un AMEF orientado al proceso, se recomienda utilizar un


criterio, ya sea basado en probabilidad de fallas, en índices posibles de fallas basados
en tantos por piezas, o en el índice de capacidad real Cpk. Puede utilizarse la siguiente
escala como guía:
Por ejemplo:

Indicar los controles (medidas de detección) que se tienen para detectar fallas y
evaluarlas
En este paso se debe describir el tipo de control que se tiene para detectar cada falla.
Además, se debe evaluar, en un escala del 1 al 10, la capacidad de detección de la
misma; entre mayor sea la posibilidad de detectar la falla, menor será la calificación.
Puede utilizarse la siguiente escala como guía:
Por ejemplo:
Obtener el número de prioridad de riesgo (RPN) para cada falla y tomar decisiones

El número de prioridad de riesgo, también conocido como RPN, por sus siglas en inglés
(Risk Priority Number), es el producto de multiplicar la severidad, la ocurrencia, y la
detección o detectabilidad. El RPN es un número entre 1 y 1000 que nos indica la
prioridad que se le debe dar a cada falla para eliminarla.

Cuando el RPN es superior a 100 es un claro indicador de que deben implementarse


acciones de prevención o corrección para evitar la ocurrencia de las fallas, de forma
prioritaria. Sin embargo, el objetivo general es el de tratar todas las fallas; muchos
expertos coinciden en que un RPN superior a 30 requiere de un despliegue enfocado en
el tratamiento del modo de falla.

Por ejemplo:
Ejecutar acciones preventivas, correctivas o de mejora

Una vez se ha establecido la prioridad de los modos de falla, se procede a ejecutar


acciones preventivas, correctivas o de mejora. Ya en esta etapa se cuenta con una
información relevante relacionada con el proceso, las fallas, las causas y los controles
de detección. El equipo AMEF deberá entonces establecer:

 Acciones recomendadas por falla.


 Asignar los responsables por acción, relacionando la fecha de ejecución.
 Establecer una fecha de revisión.
 Registrar las acciones ejecutadas hasta la fecha de revisión.
 Calcular nuevamente el RPN.

Por ejemplo:
En este caso se han sugerido acciones correctivas orientadas a las fallas y a las causas.
Sin embargo, puedan establecerse acciones correctivas, preventivas y de mejora,
enfocadas tanto a las fallas, a las causas, como a los controles de detección.

Una vez se efectúa la revisión en la fecha establecida, se vuelve a calcular el RPN para
medir el impacto de las acciones tomadas.

Por ejemplo:

Tal como se mencionó anteriormente, el AMEF constituye un documento dinámico, que


admite múltiples revisiones, observaciones y calificaciones de acuerdo al devenir de los
procesos. Así mismo, se convierte en una fuente invaluable de información relacionada
con los equipos, que puede utilizarse tanto para el despliegue de acciones de prevención,
corrección y mejora; como para la capacitación y formación del personal en temas
relacionados con los equipos y los procesos.

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