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Due Diligence

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DUE DILIGENCE

 DEFINICIÓN:

La due diligence se define como aquél proceso de investigación y recopilación


de información que realiza el potencial comprador o inversor de una sociedad,
tras iniciar las primeras negociaciones, para determinar los riesgos reales con los
que cuenta la compañía y analizar la realidad de su situación económica y
financiera.

El propósito que persigue este proceso se concreta en minimizar el riesgo que


viene implícito en una transacción mediante la realización de un análisis
detallado e independiente de las diversas áreas de negocio de la firma. Para
poder proceder con ello, se debe contar con el consentimiento expreso del
vendedor y deberá realizarse en el menor tiempo posible y tratando de no
interrumpir la propia actividad de la empresa en cuestión.

La due diligence es útil para poder apreciar posibles pasivos ocultos en el


negocio, revisar contingencias que hayan podido darse, identificar sinergias que
puedan desarrollarse y planificar una estrategia adecuada y tendente a lograr el
mayor beneficio económico posible tras la adquisición societaria, en caso de
darse. En efecto, si se encontraran aspectos nuevos o que estaban ocultos, sería
necesario volver a retomar las negociaciones en aras de acotar la transacción a la
nueva realidad apreciada.

 OBJETIVO:

El principal propósito de la "Due Diligence" es redu- cir el riesgo de la


transacción aportando al comprador una evaluación independiente y detallada
del negocio y revisando la existencia de posibles pasivos ocultos o contingencias
en todas las áreas de estudio o revisión.
Otras razones, podrían ser :
I. Desarrollar una estrategia coherente e informada de "post-integración"•.
II. Identificar y cuantificar sinergias que puedan ser explotadas.
III. Identificar cualquier pasivo oculto al respecto de las garantías aportadas,
asuntos accidentales o posibles contingencias fiscales.
IV. Determinar posibles contingencias medioam- bientales así como
laborales referidas al personal del negocio.

Tras la realización de la "Due Diligence" y en el supuesto de afloración de


determinados pasivos ocultos, ambas partes deberían sentarse a renegociar
determinados aspectos relativos a la transacción.
Se recomienda realizar una "Due Diligence" en cual- quier tipo de transacción
de compraventa entre empresas, si bien la dimensión de la transacción deter-
minará el alcance y la duración de la misma.

 ¿QUÉ COMPRENDE LA DUE DILIGENCE?


El proceso de "Due Diligence" varía de acuerdo con el tipo de transacción, la
naturaleza del comprador o inversor y el grado de complejidad del negocio.
En general, un proceso de "Due Diligence" vendría a cubrir y a estudiar las
siguientes áreas de la empresa:
I. El ámbito financiero y contable.
II. Posición en el mercado y aspectos comerciales.
III. La calidad y efectividad de la dirección.
IV. Aspectos tecnológicos.
V. Asuntos fiscales.
VI. Asuntos laborales.
VII. Asuntos legales.
VIII. Asuntos medioambientales.
IX. Etc...
En una fase preliminar a la realización de la "Due Diligence" se planificarán las
atribuciones y el alcance de la misma.
En esta fase, el inversor junto a sus asesores, y el ven- dedor acordarán el alcance,
contenido y duración de la "Due Diligence".
Es importante que los asesores actúen como socios estratégicos y se determine el
alcance del proceso conjuntamente por ambas partes.
La tendencia actual se ha alejado de la elaboración de informes largos en duración
y contenido, centrándose en aspectos concretos y previamente definidos.
Los asesores de "Due Diligence" comienzan a trabajar con el material que estiman
necesario y que han soli- citado a la empresa teniendo además acceso directo a
aquellas personas claves de la compañía a adquirir.
El vendedor querrá minimizar el impacto de todo el proceso de la "Due
Diligence", preocupándose de que el tiempo transcurrido en sus instalaciones y con
el personal de la compañía sea el mínimo posible, de tal forma que se ocasione el
menor trastorno y perjuicio en la actividad diaria del negocio.
Claro está que los asesores que llevan a cabo la "Due Diligence" deben tener
presente, en todo momento, este principio ya que aun siendo su labor la de estudio
e investigación, éstos se deben llevar a cabo del modo más beneficioso y cómodo
para todas las partes.
En algunas transacciones a los asesores no se les per- mite acceder a las
instalaciones de la compañía que se quiere adquirir y la información solicitada es
guardada en una "Data room"". Normalmente, el equipo de inves- tigación
establecerá su base de operaciones en esa "Data room" y entrevistará al personal
clave en este mismo lugar.
La duración del "trabajo de campo" y el número de per- sonas involucradas en
esta fase variará de acuerdo con el tamaño y complejidad del negocio, así como del
alcance del trabajo a desarrollar.
Mientras el trabajo de campo progresa, los asesores tendrán informado a su cliente
del avance del mismo, de la existencia de pasivos ocultos o de activos ficti- cios y de
todo el proceso en general, informando sobre todo de aquellos puntos que son
especialmente deli- cados o susceptibles de despertar un mayor o menor interés
por parte de los compradores.

 ¿CUÁL ES EL RESULTADO DE LA "DUE DILIGENCE"?


Una vez finalizado el proceso de revisión, y como resultado final del proceso
de "Due Diligence", los asesores elabora- rán un informe detallado en el
que se recogerán todos los aspectos revisados y las conclusiones alcanzadas.
El contenido del informe dependerá del alcance del trabajo acordado, pero
normalmente incluirá:
I. Un sumario objetivo.
II. Revisión comercial.
III. Revisión de los aspectos industriales y tecnológicos.
IV. Revisión de los activos y pasivos de la compañía.
V. Revisión de la previsiones futuras (comerciales, generación de
recursos e inversiones).
VI. La dirección y el personal.
VII. Revisión contable.
VIII. Revisión fiscal.
IX. Revisión legal.
X. Otros asuntos.

Sin embargo, y aún cuando el esquema general del informe sea el indicado
anteriormente, el informe no consiste únicamente en una relación de hechos
sino que debe contener un valor añadido recogiendo todos aquellos puntos y
opiniones necesarios para el buen fin de la transacción.
Así, deberá incluir ;

• Las decisiones y puntos de vista concisos de los asesores. Éste será el


aspecto en el que reside gran parte del valor de la "Due Diligence".
• Aquellos puntos que son esenciales para el com- prador y en base a
los cuales se ha realizado un estudio exhaustivo.

Tras dicho estudio los asesores pueden sugerir la solicitud de determinadas


garantías adicionales e indemnizaciones.
Es vital que las razones para cualquier renegociación sean válidas y bien
fundadas. Si se trata sólo de una

forma de conseguir unos plazos más favorables, se podría correr el riesgo


de que el vendedor se retire de la operación. Sin embargo, la detección de
cual- quier contingencia presente o futura deberá trasladarse a la parte
vendedora y ser cubierta con garantías sufi- cientes para que la transacción
concluya con éxito.

• Además, un buen asesor de "Due Diligence" irá más allá y aportará


soluciones para los asuntos que salgan a la luz o sugerirá acciones para
miti- gar su impacto. El camino hacia el éxito en una operación de
adquisición no es siempre recto, por eso será importante que el proceso de
"Due Diligence" no se convierta en un simple ejerci- cio de realización de
informes.
• El equipo de "Due Diligence" con acceso al nego- cio y a su plantilla
podrá recoger la actividad interna del centro, tanto de la dirección como de
la plantilla y también obtener una visión general del día a día del negocio.
Preguntar a diferentes niveles de dirección o a través del funcionamiento
del negocio, puede ser altamente efectivo en la "Due Diligence".

Un buen asesor de "Due Diligence" actuará de "caja de resonancia" y


pondrá en duda el proceso imagi- nado por el inversor.

En suma, un buen asesor de "Due Diligence" estará en una posición única


para jugar un papel clave llevando a la transacción a un resultado
satisfactorio para el comprador y por ende para el vendedor.

Además, tras un proceso de "Due Diligence" el com- prador está capacitado


para establecer y desarrollar una estrategia de integración de la nueva
Compañía den- tro de su organigrama.

Una "Due Diligence" debería considerarse como un capítulo relevante de


un proceso de integración pos- terior a la adquisición por par te del
inversor. La

información y conocimientos acumulados en las inves- tigaciones de la "Due


Diligence" se convertirán en el origen para asegurar el éxito del negocio
recién adqui- rido tanto a un nivel estratégico como operacional.

La "Due Diligence" proporciona una valiosa informa- ción de las áreas


clave, por ejemplo:
• El grado de integración a considerar entre el negocio adquirido y el
negocio adquirente.
• El momento de impulsar la integración, inclu- yendo cambios en la
dirección, reestructuración y la comunicación de la operación a la plantilla,
clientes y proveedores.
• Medidas para la reducción de costes mediante la impulsión de
economías de escala, mejoras en la capacidad de utilización, eliminación de
la duplici- dad de costes generales y políticas de compra más agresivas.

• Planes de crecimiento en el negocio. Esto debe- ría conseguirse, por


ejemplo, a través del acceso a nuevos mercados, utilización de nuevos cana-
les o la ampliación de la gama ofertada.
Los datos y conocimientos que genera una "Due Diligence" son
incalculables.
Las operaciones exitosas son aquellas que reconocen la necesidad de tener
una visión informada e inequí- voca de cómo dirigir e integrar la "post-
completion" del negocio y estar en posición para llevar a cabo su estra-
tegia una vez formalizada la adquisición del negocio.

 ¿QUÉ SON LOS CONTRATOS EN UNA COMPRAVENTA DE UNA


EMPRESA?

Tras una fase de "Due Diligence" y de los procesos de negociación entre


comprador y vendedor se hace pre- ciso reflejar en documentos jurídicos
válidos el acuerdo de las partes, incluyendo todos aquellos pun- tos que
pueden ser de especial interés para las partes, garantizando los derechos y,
por tanto, las obligaciones de ambas partes.
El reflejo de los acuerdos en los contratos puede lle- var a la elaboración de
contratos complejos, sobre todo, si se atiende al hecho de que lo que se
adquiere o transmite es en sí un bien complejo.
Se trata de operaciones en vir tud de las cuales mediante la traslación del
dominio de las acciones o participaciones en las que está dividido el capital
social de una compañía se adquieren toda una serie de bienes de muy
distinta naturaleza y se asumen derechos y obligaciones diversos.
Por tanto, en los contratos deben quedar reflejados todos aquellos acuerdos
y conclusiones derivados de la fase de negociación y de la fase de "Due
Diligence", así como todas aquellas circunstancias, hechos y garan- tías que
dada su naturaleza quedan pendientes de resolución por un determinado
periodo de tiempo.
Además, los contratos, aun cuando en los mismos que- den recogidos los
puntos básicos de todo contrato de compraventa (partes, objeto, precio ...),
pueden recoger toda una serie de cláusulas y condiciones muy específi- cas
para cada compraventa atendiendo a las necesidades personales, fiscales,
laborales etc. de las partes, así como del sector y tipo de empresa de que se
trate.

 ¿QUÉ CONTIENEN LOS CONTRATOS EN UNA COMPRAVENTA DE


UNA EMPRESA?
Los principales puntos a incluir en este tipo de con- tratos de adquisición de
empresas son los siguientes:
I. Partes del Contrato.
II. Objeto del Contrato.
III. Precio: fijo y/o variable.
IV. Forma y calendario de pago.
V. Manifestaciones y garantías de los vendedores.

I. Partes del Contrato


a) Parte Compradora.
Normalmente se trata de una compañía o un grupo de empresas.
b) Parte Vendedora.
Lo serán aquellas personas físicas o jurídicas que en ese momento sean las
titulares de las acciones o participaciones representativas del capital social de la
compañía cuya venta se va a llevar a cabo.

II. Objeto del Contrato

En términos generales, la compra de la compañía se efectúa mediante la


adquisición del 100% de las accio- nes o participaciones sociales representativas
del capital social, ya que de esa forma el adquirente se reserva el control
absoluto de la compañía.
Sin embargo, puede haber supuestos en los que se adquie- ren acciones o
participaciones que representen una mayoría del capital social, manteniéndose
los anteriores dueños como socios minoritarios de la compañía.
En los casos recogidos en el párrafo anterior lo habi- tual es que las acciones o
par ticipaciones de los minoritarios se acojan a una opción de compra a favor de
los nuevos socios mayoritarios y una opción de

venta en beneficio de los socios minoritarios, opciones que podrán ser


ejercitadas en un determinado plazo de tiempo.
Aunque el objeto principal y directo de la compra- venta sea el de las acciones y
participaciones sociales, no hay que olvidar que como consecuencia de dicha
adquisición se adquiere algo con una vida propia, com- puesto por bienes,
derechos y obligaciones, obligaciones que pueden ser frente a los vendedores así
como frente a terceros (personal, acreedores, proveedores ...).

III. Precio

Tras un periodo de valoración de la compañía a adqui- rir y tras un examen de la


información que las partes tienen, se llega a un acuerdo de la cuantía del precio
al que los vendedores están dispuestos a desprenderse de la compañía y al que
los compradores están dispues- tos a adquirir la compañía.

La configuración del precio puede ser variada:


• Precio fijo.
• Precio variable.

Cuando se trate de un precio variable, la variabilidad de dicho precio


normalmente es en función de los resul- tados a obtener en los próximos
ejercicios sociales.
Del mismo modo, el precio puede ser abonado de múltiples formas y a través de
todo tipo de combina- ciones. Como ejemplo de las más comunes podrían ser
éstas las formas de pago del precio:
• Precio cuyo pago se realiza al contado y es fijo.

• Precio cuyo pago se efectúa en diversas fases, pudiendo ser éste fijo o
variable.
• Precio cuyo pago se efectúa parte en metálico y parte mediante entrega y
adjudicación de partici- paciones o acciones de la sociedad adquirente o de su
matriz. Es lo que se viene a denominar canje.

En aquellos supuestos en los que parte del precio quede aplazado, los
vendedores solicitarán a los compradores que hagan entrega de las garantías
suficientes al objeto de asegurarse el cobro de la totalidad del precio.
Si la determinación del precio se deja al albur de los resultados a obtener en una
serie de ejercicios deter- minados, habrá que establecer los criterios en virtud de
los cuales los resultados no puedan ser modifica- dos a merced de las decisiones
que pueda adoptar el nuevo socio adquirente de la compañía, que normal- mente
ostentará una mayoría.

IV. Manifestaciones y garantías de los vendedores

Según se ha indicado con anterioridad la suscripción del contrato de


compraventa viene tras una fase de ela- boración de diligencias y estudio de la
información obtenida de la propia empresa y se efectúa tomando como base los
datos relativos a una fecha en concreto.

Al adquirir los compradores la empresa a partir de un momento determinado, en


ocasiones, tanto a la pro- pia compañía como a los compradores les pueden
perjudicar decisiones o actos que han sido llevados a cabo por los anteriores
titulares de la compañía.
Por ello, en los contratos se exige que queden reco- gidos en primer lugar
aquellas manifestaciones que efectúan los vendedores respecto a la situación
tanto contable, como jurídica, laboral, fiscal, medioambien- tal... de la empresa y
además establecer una serie de garantías para el supuesto de que hechos
acaecidos con anterioridad a la adquisición puedan perjudicar las cir-
cunstancias que han hecho fijar un determinado precio por la compra.
En la actualidad y en lo relativo a las manifestaciones de los vendedores se
aprecia una tendencia hacia el sis- tema anglosajón, esto es, se tiende a elaborar
una relación lo más exhaustiva posible de las manifestacio- nes de los
vendedores.

Tras las manifestaciones efectuadas los comprado- res lo que pretenden es que
los vendedores garanticen, normalmente por medio de avales, que si se produce
un hecho en perjuicio del compra- dor o de la compañía adquirida por hechos
acaecidos con anterioridad a la compra, pero cuyo conocimiento es posterior,
sean los vendedores quienes asuman ese perjuicio.
Para estos supuestos los vendedores, en cualquier caso, podrán tener derecho a
defenderse y normal- mente se recoge en los contratos una franquicia en virtud
de la cual solamente se les puede reclamar a partir de una determinada cantidad.

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