Pemis Modulo 4
Pemis Modulo 4
Pemis Modulo 4
INTRODUCCIÓN
La educación es una “actividad creadora, que busca llevar el ser humano a realizar sus
potencialidades físicas, intelectuales, morales y espirituales”
(K. Ranner )
2
La formacion teologica para docentes trata de Dios y de las criaturas en relación
con Él. Por consiguiente, a los creyentes les resulta necesario acudir a la
visión teológica que necesariamente implica interpretar para completar las
metas últimas de la educación. La creencia en una proyección ultraterrena de
la vida humana y en la intervención de un Ser Supremo sobre las
actuaciones del hombre puede influir en la interpretación misma del proceso
educativo, según la doctrina religiosa de que se trate.
En consecuencia hemos de afirmar con Gottler que: “el pedagógo católico deberá
admitir como fuentes y factores de su especulación no sólo la experiencia y
la razón y las ciencias que se fundan en éstas, sino la revelación y la fe”
(1965).
3
CONTENIDOS
INTRODUCCION …………………………………………………………………………3
CONCLUSIÓN
REFERENCIAS
4
DIMENSIÓN HERMENÉUTICA
5
A continuación planteamos someramente algunos rasgos de este contexto socio
político económico y cultural:
La familia se siente incapaz de asumir sus roles, pareciera que la escuela debiera
asumir la responsabilidad total de la formación de los niños y jóvenes. Los
niños víctimas de la violencia son cada vez más, y sin embargo constituyen
el potencial más valioso de nuestros pueblos.
6
La UNESCO afirma que el objetivo último del desarrollo es mejorar la condición
humana: "La pobreza, el desempleo, el hambre, la ignorancia, la
enfermedad, la miseria y la exclusión social son males absolutos. Peor aún,
se ven reforzados por actitudes y hábitos culturales estrechos que conducen
al egoísmo, a los prejuicios, a las tensiones sociales y conflictos violentos.
Estos son obstáculos que inhiben el progreso. Ha llegado la hora de
eliminarlos". Los mismos países que hablan de políticas de ajuste afirman
que la educación es el eje del desarrollo humano, ¿qué responsabilidad se le
está hoy asignando a la educación?
8
Cuando hablamos de "hecho educativo" lo hacemos en un sentido muy amplio que
asume, incluyéndolas, otras expresiones tales como "proceso educativo",
"relación educativa", "acto educativo", "intencionalidad educativa", "triángulo
educativo", entre otros. No obstante esta amplitud del término que usaremos,
es importante partir señalando cuál es nuestro imaginario al tratar el tema.
9
Apelable, sensible a las interpelaciones y capaz de respuesta - Disponible,
LA PERSONA = MISTERIO
10
afirmación de la libertad humana es irrenunciable, decir sí a Dios, creer y
hacer la experiencia de la libertad es una misma cosa; al mismo tiempo la
libertad se define en la acción, está orientada a la acción.
Cultivar el deseo es una gran tarea educativa, es suscitar inquietud que mueve a la
superación, a las grandes cosas; es importante cultivar el deseo para una
capacidad de opción, de vivir en libertad. El niño, el joven tan expuesto a la
fascinación y por lo mismo tan manipulado, necesita renovar la fuente de sus
deseos y que los ayudemos a formular su verdadero deseo. Más aún la
sensibilidad ante la propia conciencia -el fondo de nosotros mismos- mantiene
siempre abierta la comunicación de nuestra libertad con la de Dios.
11
Si partimos admitiendo la definición de aprendizaje como la
modificación relativamente estable de la conducta a
partir de una experiencia nueva, en una concepción
personalista cristiana el aprendizaje será significativo
(es decir relevante, con sentido, en la doble
comprensión del término: 1. Cargado de contenido,
significante, y 2. orientado, con un norte), en tanto
implique un cambio no meramente conductual, sino en
y de la persona.
12
siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo como tal" (Filp.2,
6-7).
Dios se hace semejante, cercanía, supera toda separación, entiende y obra desde
dentro del hombre, asumiendo su realidad lo conoce, lo ama, lo sirve. Del
mismo modo quien pretende educar asume el misterio del hombre, su
fragilidad y su grandeza, sus límites y sus posibilidades, sus abismos y sus
cumbres, para acompañarlo en un proceso de hacerse semejante a Dios. La
educación desde la clave de la encarnación propenderá a desarrollar en la
persona su dignidad de origen en comunión con otros seres, ayudará a hacer
emerger lo más humano, personal y socialmente, para acrecentar la
comunión interhumana y formar una sociedad solidaria y reconciliada.
Es desde los pobres y excluidos de hoy donde se nos pide cambiar la historia,
desde ellos y con ellos, no a la manera mesiánica de otros tiempos. Por aquí
anda la dimensión profética de la educación de nuestros días. Para nosotros
no hay desechables, sólo hay seres humanos. Pero quizá sean estos también
tiempos sapienciales. El hecho educativo a partir de la encarnación y del
asumir esta nuestra compleja realidad, deberá realizarse desde la clave
profética en tensión con la clave sapiencial. El educador deberá tener la
sabiduría para saber cuándo gritar y cuándo callar, cómo educar desde los
pobres y con ellos en un tiempo de trabajo silencioso y muchas veces invisible
a los ojos del mundo, pero sin arrear banderas.
13
Otro aspecto a enumerar en estas consideraciones
hermenéuticas es la historicidad del hecho
educativo: se trata de un hecho que tiene lugar
en un tiempo y un espacio concretos. Nos
hacemos mutuamente personas en la historia
y es en ella que educamos, en el "aquí y
ahora" que nos toca vivir.
De ahí que otra clave de lectura del hecho educativo sea una reflexión pedagógica
crítica. No es tiempo de meras buenas intenciones, sino de profesionalismo.
14
El educador cristiano debe ser un profesional que asuma y arriesgue
permanentemente de modo crítico las nuevas pedagogías. El trabajo y la
reflexión en equipo le permitirán explorar, confrontar, crear, innovar y
arriesgar responsablemente en este campo.
¿Y ahora qué?
ACTIVIDAD 1
MAPA CONCEPTUAL
Instrucciones: Después de leer la primera parte del documento elabora un mapa mental
en el que se dé cuenta de la relación transcendencia – hecho educativo y persona como
misterio, en búsqueda del pedagogo de la misericordia. El mapa puede ser, mapa mental,
esquema simple, prezi u otro que dé cuenta de sus aprendizajes significativos.
Como recomendación el uso de citación o referencias bibliográficas deben ser bajo normas
APA, así mismo, recordar citar siempre que se haga referencia a un autor o concepto
especial.
Evidencia: El documento deberá ser enviado a su tutura por la via señalada para esta
actividad.
15
¿Síntesis del contenido del tema?
¡ Adelante!
16
GUÍA S. Q. A.
REFLEXIÓN PERSONAL
17
2. EL HECHO EDUCATIVO, LUGAR TEOLÓGICO
18
singular. Hacemos teología desde el pueblo de Dios y como "ministerio"
dentro del pueblo y a su servicio.
Sólo puede hacer teología quien ama, por aquello de "quién no ama no conoce a
Dios, porque Dios es amor'. Sólo es posible hacer teología desde la humildad,
desde la creaturalidad, desde la fe y la adhesión y con el auxilio de la gracia.
San Buenaventura decía: "No crea nadie que le basta la lectura sin la unción,
la especulación sin la devoción, la investigación sin la admiración, la
circunspección sin el regocijo, la pericia sin la piedad, la ciencia sin la caridad,
la inteligencia sin la humildad, el estudio sin la gracia divina..." En el mundo de
la teología tocamos el ámbito del misterio insondable de Dios y del hombre en
relación.
19
2.2. El hecho educativo como aprendizaje permanente
20
educación el desmitificar el conflicto, quitarle la peligrosidad, la amenaza de
desintegración que conlleva, y mostrarlo como motor de crecimiento.
Una auténtica educación será aquella que conduzca al hombre de hoy, varón
y mujer, a descubrir el sentido de su vida y un sentido para vivir y para morir.
21
reforzarán o minarán la opción fundamental. La opción fundamental imprime
dirección y valor a la vida, refleja el sentido de ella y a la vez le confiere
sentido.
La educación hoy, quizá más que nunca, tiene el desafío de contribuir eficazmente
a generar sentido para el joven. Un sentido que haga de la vida algo digno de
ser vivido, un sentido que le recuerde la maravilla y la gratuidad de la vida, un
sentido que lo ponga de frente a la responsabilidad de estar vivo, de ser
consciente, y libre, de ser una creatura amada de Dios.
Educar es liberar, "la verdad los hará libres". Y es maravilloso que cuando Pilato
quiere provocar a Jesús preguntándole "¿qué es la verdad?", Jesús calla. La
verdad hay que buscarla y buscarla juntos, Jesús percibe que la pregunta de
Pilato no es auténtica, que él no está dispuesto a buscar la verdad, quiere
sólo una receta hecha para desechar, valga la redundancia.
Cada vez que participamos de un proyecto educativo, que entramos al aula, que
compartimos espacios con niños y jóvenes, cada vez que buscamos
alternativas con nuestros colegas educadores, hacemos realidad ese
compromiso en nuestra praxis liberadora.
23
Construir la equidad supone asegurar el respeto, pero previamente el
reconocimiento y la aceptación de la existencia y, más aún, del derecho a la
existencia, de sexos diferentes, culturas y pueblos diferentes, capacidades y
ritmos diferentes. Este reconocimiento de la alteridad, de la otredad, es la
única plataforma posible para la equidad que no sea ni homogeneización ni
manipulación opresora.
24
El hecho educativo es, entonces, siempre un fenómeno comunitario, pero es
también un hecho mutuo. Ya hemos mencionado la idea de que nos
hacemos mutuamente personas en la historia, en términos educativos
hablamos de coeducación.
Por otra parte entendemos el servicio como expresión del amor, "quién no ama a
su hermano a quién ve, no puede amar a Dios a quién no ve". El servicio es
25
parte del dar, más aún, del darse, que es el rasgo distintivo del auténtico amor
que es siempre pródigo y fecundo.
No asumir la tremenda responsabilidad que nos cabe en este momento, sería caer
en la tentación de la omisión, de abstención, en definitiva desertar de nuestra
misión.
Visto así, trabajar por la justicia y la paz tiene que formar parte de la cultura escolar
y tenerse en cuenta en la organización de las experiencias de aprendizaje, en
su amplio espectro del saber ser, saber pensar, saber convivir, saber hacer.
Supone revisar actitudes, estereotipos, prejuicios, racismos, comportamientos,
no sólo a nivel interpersonal, sino social, nacional, y hacerlos con la verdad,
yendo a la raíz de los problemas, sin negar el conflicto, ni el dolor y confiar en
la capacidad de las personas para buscar soluciones justas y consensos.
Para ello una formación actualizada y una búsqueda disciplinada, trabajar con
otros en la creatividad. El trabajo en colaboración es fundamental, muy poco
podemos hacer solos.
La realidad tiene sus desgastes y sus oportunidades, el educador tiene que saber
descubrir este rostro para suscitar responsabilidad social y compromiso con
esperanza. Tenemos que ser educadores de esperanza y para ello re-
encenderla en nosotros, mantenerla viva. Sin esperanza no podríamos
acompañar a los jóvenes que van perdiendo ilusión o son tentados por la
salida violenta.
27
amor y de gracia, de justicia y misericordia, como actualidad: "ya está
presente entre ustedes", y simultáneamente como futuro: el reino es regalo de
Dios, hay que esperarlo y gestarlo, hay que pedirlo "venga a nosotros tu
Reino", hay que anunciarlo y hacerlo visible: "vayan y anuncien que el Reino
de Dios está cerca". Se trata de la tensión dialéctica ya citada del "ya, pero
todavía no".
Herederos de la utopía levantada para siempre por el propio Dios, los educadores
cristianos estamos llamados a ser testigos existenciales de la resurrección,
,del hombre nuevo y del mundo nuevo, y, basados en esta fe, nos
comprometemos a ser signos proféticos, lámparas encendidas de esperanza
aún en medio de las tinieblas más oscuras.
Y hablando de esas nuevas formas de utopía que debemos rescatar a través del
hecho educativo, quizá una de las que hemos venido oyendo hablar más en
los últimos tiempos sea la de la globalización de la solidaridad. Estamos en un
planeta globalizado, pero simultáneamente estamos en un planeta
vergonzosamente dividido por un muro mayor que el que ha sido derribado
28
hace diez años, se trata ahora de un muro invisible pero no menos terrible: la
brecha cada día mayor entre incluidos y excluidos. Frente a esta realidad, que
nos desafía ética mente a los cristianos, no podemos permanecer
indiferentes, se tratará entonces de globalizar no ya la pobreza o la exclusión,
sino la solidaridad.
29
ahora, en este capítulo es necesario señalar que la consecuencia directa de la
encarnación: el hecho educativo es simultáneamente acción de Dios y acción
del hombre.
30
Antes de continuar con la lectura del tema “la acción educativa como hecho
salvífico”, es importante volver a realizar el ejercicio de activación cognitiva
para automotivar el aprendizaje.
¡Felicidades y adelant
TEMA:…………………………………………………………………………………………
GUÍA S. Q. A.
S Q A
¿QUÉ SÉ? ¿QUÉ QUIERO SABER? ¿QUÉ APRENDÍ?
31
3.1. Dios Uno y Trino paradigma de humanización en los procesos de
educación liberadora.
La formación integral del ser humano es la mejor de las finalidades de la
educación. De ahí sigue la importancia de la interdisciplinariedad para
responder de manera eficiente a tan valiosa finalidad. El hombre solo
puede sentirse realizado si ha logrado solucionar sus inquietudes de vida
en todas sus dimensiones. No obstante, a la hora de la verdad, con suma
frecuencia encontramos que nuestra acción educativa, como estudiantes y
licenciados en Teología, no hace presente nuestra formación disciplinar
(teológica) y mucho menos tiene en cuenta el acontecer salvífico de Dios
que se lleva a cabo también en la escuela.
Pareciera que Dios no pasara por nuestro quehacer educativo. No somos
conscientes de su acción-permanente, ni captamos o sentimos su
presencia. Por tanto, nuestro quehacer educativo no logra ser comprendido
como un verdadero lugar teológico, como si Dios solo estuviera presente
en momentos y lugares privilegiados distintos al proceso de aprendizaje.
Por tanto, el presente capítulo busca responder a la siguiente pregunta: ¿En qué
sentido el acto educativo es un lugar teológico? El Dios de Jesucristo no
sólo se revela y se hace presente en la historia humana, en los procesos
políticos y sociales en los que hay empobrecidos y marginados; hoy
también lo podemos ver en los procesos educativos.
Estos son generadores de espacios teológicos y muestran que no sólo se puede
hacer teología desde de la realidad dramática del pobre; también la
educación es un elemento que posibilita la reflexión teológica tan válido
como los otros lugares donde acontece Dios trino. Dios atraviesa todas las
experiencias del ser humano y de manera silenciosa va recreando y
actuando. Captar su acción creadora exige una atención especial para
tomar conciencia, reconocer y acoger su oferta de salvación, que espera
una respuesta libre de adhesión a su voluntad. (DELAGADO SANCHEZ,
2011)
Es así como en la historia humana, por la pedagogía del amor de Dios, se ha
convertido en historia de salvación. En el kronos histórico donde se da el
kairós, el tiempo de Dios, que es plenitud de amor y de gracia.
32
3.2 La acción educativa como hecho salvífico
El Padre
La pedagogía de Dios Padre, fuente y modelo de una
pedagogía del amor, consiste en la salvación de la
persona, que es el fin de la revelación. El Padre salva por
puro amor y su amor es salvación.
Esto queda consignado en la Sagrada Escritura. Ella nos
presenta a “Dios como padre misericordioso, un maestro,
un sabio que toma a su cargo a la persona (individuo o
comunidad) en las condiciones en que se encuentra, la
libera de los vínculos del mal, la atrae hacia sí con lazos de amor, la hace crecer
progresiva y pacientemente hacia la madurez del hijo libre, fiel y obediente a su
Palabra”(Cf. Congregación para el Clero, Directorio general para la catequesis,
No. 139) ; pero esta madurez que se alcanza en Cristo y mediante el Espíritu
Santo culmina en la participación de la vida de Dios y de su misterio, fin último
de toda la creación.
Toda la escritura nos presenta la red de relaciones de Dios con el mundo, la
historia y la humanidad a través de tres grandes intuiciones: la alianza, la
liberación redención, y la promesa. A través de estas distintas formas de
relación Dios siempre busca lo mismo: llevamos a ser imagen y semejanza
suya.
La teología de la alianza representa la convicción de que Dios quiere hacemos
partícipes de su felicidad trinitaria. Según las vicisitudes de la aventura
humana Dios va actuando de diferentes maneras: nos crea como parte de
un cosmos bueno, al fracasar este intento Dios reinventa la alianza
eligiéndose un pueblo, suscitando en él profetas y hombres justos a
quienes confía su palabra. Finalmente, Dios entrega a su propio Hijo.
La teología de la liberación - redención en la Biblia es la consecuencia histórica
del compromiso asumido por Dios en la Alianza, Dios se implica
históricamente tomando partido frente a los opresores de su pueblo, a la
vez que educando a este. Los profetas son pedagogos de la memoria, de
la fidelidad y de la conversión del pueblo. Finalmente Jesús será el último y
el mayor de los pedagogos enviados por Dios, siendo El mismo Hijo de
Dios.
La teología de la promesa tiene como función cultivar la esperanza en la espera
de la recapitulación de todo lo creado y de la historia en una nueva
creación y en una nueva ciudad (la Jerusalén celeste). Aquí los pobres, los
humildes, los justos, el pequeño resto, de donde saldrán María, José; Juan
el Bautista y su familia, cultivan una ética de la esperanza hasta que llega
el Mesías. Aun así las imágenes y los sueños producidos en esta larga
33
espera se ven algo defraudados por Jesús, siendo unos pocos quienes
reconocen en Ella nueva alianza, el gran retorno al proyecto inicial de Dios.
Estas intuiciones teológicas a la vez dan lugar a actitudes pedagógicas, a saber:
La educación como alianza recoge el interés de Dios por su creación,
cuidándola y ayudándola a crecer y a madurar en la comprensión de su
designio amoroso. Aprendemos de la pedagogía de Dios a tomar en cuenta
los reclamos de nuestros educandos, a interactuar con ellos creativamente,
generando novedad, tal como lo hace Dios escuchando a Adán, a Moisés,
a Job, a los profetas.
La educación como liberación nos mueve a los
educadores a imitar a Dios que acompaña a
su pueblo por el desierto y por el error.
Dejar, reprender y sanar son las diversas
formas que toma el caminar fiel de Dios con
su pueblo, de esta pedagogía recogemos la
paciencia histórica y la voluntad de educar
en libertad y en responsabilidad.
34
En primer lugar se trata de una pedagogía de
acompañamiento. Dios nunca deja sola su creación
librada a su suerte, el hombre, varón y mujer, son su
creación por excelencia y no está dispuesto a perderla,
por eso Dios acompaña amorosamente a su pueblo y lo
hace de distintas formas, y a través de distintas
mediaciones, como verdadero padre que sabe cómo y
cuándo aparece.
La pedagogía del amor de Dios implica una relación profunda con su pueblo y
con cada uno de sus elegidos. No es una relación anónima, a Dios le
gustan los nombres propios y sabe usarlos, llamando a cada uno por su
nombre, reconociendo y dejándose reconocer.
35
A nivel educativo las relaciones no son secundarias, circunstanciales,
funcionales. Son parte constituyente del hecho, educativo mismo. Ya lo
decía Pablo VI, sólo educan los testigos, un maestro educa en la medida
que es testigo comprometido.
Este modo de actuar de Dios, esta su pedagogía para con el hombre, es la que
nos inspira a los educadores en nuestro ministerio: la educación debe
propiciar, como ya lo vimos, una liberación integral.
36
La educación no puede ser instrucción o mero comercio de información,
la auténtica educación promueve el cambio de vida de condiciones
menos humanas a más humanas, es siempre invitación a la
expansión, a la creación, a la esperanza de un futuro aún inédito,
tantas veces desconocido, pero seguro que más pleno y más
conforme a la dignidad humana.
Esta responsabilidad tiene que cultivarse desde los primeros años del
niño, acompañando su proceso de desarrollo, para que reconozca,
asuma y defienda la vida como el don de Dios por excelencia y
aprenda a concretizar esta misión, en solidaridad humana, respeto
y cuidado exigente de la creación y en hacer habitable nuestro
mundo para las generaciones futuras.
37
profundas y confiables, por una parte, y, por otra, mantener una distancia
que permita a cada uno seguir siendo quien es, respetando la libertad y
gratuidad de la relación humana. Otra tensión importante en la pedagogía
del Padre es entre realización y promesa.
Cada vez que Dios se acerca al hombre lo hace con un signo visible, hay una
realización, una "prueba" de su presencia. Pero nunca termina ahí la
comunicación, siempre lanza a su pueblo hacia el futuro con una promesa.
Es la dinámica que ya hemos mencionado antes del "ya pero todavía no".
Esta dinámica aparece muy clara cuando Jesús habla del Reino,
pero la encontramos ya en el Antiguo Testamento, cuando
Dios libera por medio de Moisés a su pueblo esclavo en
Egipto realiza un signo grandioso, los judíos lo celebrarán
cada año, haciendo memoria de la hazaña de su Dios. Pero
la salida de Egipto era sólo el comienzo de la gran aventura,
habrá que esperar cuarenta años antes de alcanzar la
promesa de la tierra prometida, y una vez allí emprender otra
nueva gesta.
Cuando los profetas interpretan la situación dolorosa del pueblo como palabra de
Dios dirigida a ellos, tampoco se quedan en esa revelación, sino que los
profetas son portavoces de Dios que siempre les anuncia algo por venir.
Del mismo modo en la educación se produce siempre algo nuevo, aparece una
nueva luz que permite comprender mejor la realidad, hay una realización
visible inmediata. Pero, no podemos engañamos y adormecemos allí, ni los
educadores ni los educandos, tenemos que aprender juntos a esperar y a
mirar más lejos.
También en este sentido Dios nos enseña que la última palabra es la suya, que
el tiene un sueño para nosotros y que ese sueño es mayor que el más
ambiciosos de los nuestros. De ahí que el cristiano se debe comprometer
históricamente, se debe insertar en las luchas de su pueblo y
acompañarlas, pero no conformándose con ningún proyecto social y
político. Su mirada siempre debe ser crítica y su espíritu estar dispuesto a
ser movido por el Espíritu de Dios que siempre sueña una utopía mayor.
Educar en la utopía será para nosotros educar en la espera de una
promesa siempre por cumplirse.
38
3.3. El Hijo pedagogo del Reino
Jesús no sólo fue original como maestro (Cf. Lc 2,11; Mc 14,14; y Mt 26,18); fue
formado en la escuela del hogar de Nazaret, fue un conocedor de su
mundo social; su sabiduría le provenía de una profunda experiencia de
Dios como Padre, Abba. Como verdadero maestro trajo una novedad:
enseñó a sus discípulos una nueva doctrina, con autoridad, con su vida y
con su ejemplo. Aquéllos continuaron la pedagogía que recibieron en la
experiencia directa que tuvieron con el Maestro.
Dicha pedagogía fue consignada después por ellos en los evangelios, donde
encontramos los rasgos fundamentales de la pedagogía de Jesús: acogida
del otro, en especial, del pobre, del pequeño, del pecador como persona
amada y buscada por Dios; el anuncio del Reino; “un estilo de amor tierno
que libera del mal y promueve la vida; la invitación a vivir firmes en la fe en
Dios, alegres en la esperanza y comprometidos en el amor al prójimo; el
empleo de recursos propios de la comunicación interpersonal, como la
palabra, el silencio, la metáfora, la imagen, entre otros” (Cf. Congregación
para el Clero, Directorio general para la catequesis, No. 140).
39
Veamos algunos ejemplos de esas peculiares relaciones que establece Jesús en
sus encuentros, el encuentro con los discípulos relatado por el Evangelio
según san Juan es profundamente iluminador:
40
presente, futuro en conjunto, sin que el núcleo de nuestra identidad se
destruya. La identidad debe hacerse densa para hacer frente a la violencia
de todo tipo.
Otro encuentro, el encuentro de Jesús con el Joven rico, Mc. 10, 17-22, es toda
una metodología que lleva al joven a un encuentro consigo mismo, lo
remite a su conocimiento previo sobre la ley; lo confronta acerca de su
experiencia de lo bueno y le manifiesta su amor.
No hay reto al crecimiento sin amor, "estamos en la vida desde lo que sentimos,
no desde lo que pensamos de ella". Es importante movilizar esa dimensión
de ternura y de "sentir con", de empatía. Desde allí se asume un
conocimiento propio, se da la aceptación de "limitaciones y posibilidades";
desde esta dimensión se experimenta el miedo y la alegría, valoramos lo
que somos (salmo 8). Hay toda una veta para humanizar el mundo de la
tecnología desde el componente afectivo; éste es prerrequisito del
comportamiento ético. Hace falta un movimiento afectivo fuerte para que
sea posible la paz, la justicia.
41
Veamos el encuentro de Jesús con el ciego de Betsaida, es un
hecho educativo liberador muy sugerente. Fijémonos en
los gestos: "tomando al ciego de la mano, le sacó fuera
del pueblo, habiéndole puesto saliva en los ojos, le
impuso las manos y le preguntaba ¿ves algo? (Mc. 8, 22-
23).
Jesús nos enseña a mirar el mundo y acogerlo desde su Corazón, con sus
sentimientos. No hay otra manera de ser educadores humano-cristianos,
sino desde la vivencia de una relación personal con Jesús. Esto hace de la
educación una evangelización.
Educar, entre otras cosas, supone ayudar a asumir el conflicto básico entre
"muerte y vida y brindar experiencias que permitan asumir la dimensión
pascual de la vida. La vida es crecimiento, superación de estadios
anteriores, integración de estos en nuevas estructuras más complejas,
pero hay que saber morir a lo viejo para nacer a lo nuevo, hay que bajarse
de la camilla para empezar a caminar.
42
Mateo dejó la mesa de recaudador de impuestos para seguir a Jesús, otros
dejaron sus barcas, otros sus hábitos de hombre viejo. A Nicodemo se lo
invita a nacer de nuevo. En este morir a lo viejo para resucitar una vida
más amplia, consiste la educación liberadora.
43
Noticia de un Dios cercano y misericordioso se anuncia a los pobres. Se
trata de un estilo nuevo de vivir y de amar donde son bienaventurados
aquellos que el mundo viejo despreciaba.
La escuela puede ser el laboratorio del Reino donde con audacia seamos
capaces, en tiempos difíciles, de realizar opciones valientes. Concebida así
la escuela, además de espacio - laboratorio, es también tiempo de gracia,
kairós.
El Reino que Dios anunció por medio de su hijo y que hoy seguimos anunciando
y haciendo porfiadamente, privilegia lo nuevo dentro de lo simple, dentro de
nuestra cotidianidad, allí María, primera bienaventurada, ocupa un lugar
especial.
3. 4. El Espíritu Santo
44
Nuestra fe es trinitaria, de ahí que cuando procuramos explicitar la pedagogía
divina no podemos olvidar que quien sigue hoy enseñándonos a enseñar
es el Espíritu Santo.
Jesús antes de partir al Padre nos revela rasgos muy peculiares del otro
paráclito que ha de venir. El Evangelio según San Juan es pródigo en
expresiones para presentar al Espíritu y sus funciones en la comunidad que
nacerá de la muerte y resurrección de Jesús.
“Mucho tengo todavía para decirles, pero ahora no pueden con ello. Cuando
venga el Espíritu de la verdad, él les enseñará y los llevará a la verdad
completa" (Jn.16, 12-13).
45
describiendo el primer Pentecostés "el amor de Dios ha
sido derramado en los corazones".
Quizá por esta razón el Resucitado sopla el Espíritu sobre la comunidad reunida,
temerosa, encerrada, y le regala la Paz. La presencia de Dios, del
Resucitado, del Espíritu derramado, siempre va asociada a la experiencia
de la Paz.
Esta paz no es ausencia de conflictos, los judíos seguían siendo una amenaza
para estos atemorizados discípulos de un hombre recientemente
asesinado. La paz no es ausencia, es presencia, presencia plena de Dios y
por lo tanto vivificante.
46
teológica que contribuye a la humanización del hombre es obra y expresión
del Espíritu.
Nietzsche tuvo que declarar la muerte de Dios para que el hombre se lanzara a
alcanzar su posibilidad y destino de superhombre. Sartre tuvo que postular
su ateísmo, tuvo que sacar a Dios del medio para darle al hombre una
libertad y una responsabilidad absoluta Nosotros en cambio afirmamos la
libertad humana desde la presencia y el amor de Dios que quiso al hombre
a su imagen y semejanza, que siempre le salió al encuentro al hombre para
liberarlo y proponerle elegir la vida.
El Espíritu Santo es el gran soñador, el que desde el principio aleteaba sobre las
aguas soñando un cosmos, una tierra, vida y vid humana. El Espíritu
alentó los sueños pobres de un pueblo y los fue trocando por sueños más
altos. El Espíritu desciende en el bautismo de Jesús en el Jordán y anuncia
la locura de que allí está el Hijo amado de Dios. El Espíritu mueve a los
discípulos después de la resurrección a anunciar algo increíble por toda la
tierra.
47
El Espíritu, en fin, hace al hombre aspirar a un cielo nuevo y una tierra nueva. El
Espíritu es el gran pedagogo de la utopía, el que nos enseña a soñar
sueños grandes y desbarata nuestras pequeñas o mediocres ambiciones,
por eso el verdadero educador es siempre el Espíritu y nosotros sus
auxiliares. Pero, ¿cómo hace esto el Espíritu? Convirtiendo los hechos en
signos.
En esta hora difícil de los pueblos del Tercer Mundo y del mundo todo, en esta
hora crucial de la educación, dejémonos mover, alentar, enseñar y defender
por el Espíritu, para ello pidámosle la capacidad de leer los signos en su
clave, que es la de Dios.
48
Antes de continuar con el 4° eje temático “Misión Educacora de la Iglesia”,
es necesario desarrollar el ejercicio de conceptualización con base en
esta herramienta
¡Empieza a trabajar!
9. Recomendación:
49
1. Escriba el nombre del concepto.
2. Proponga sinónimos para el concepto.
4. Proponga atributos.
Atributos son las características comunes o propiedades observables de los
objetos, acontecimientos o ideas. A partir de la lectura, establece un juego de
relación entre sus saberes previos y la nueva información que permita señalar los
atributos o propiedades que su juicio caracterizan el concepto.
Los conceptos permiten ser incluidos según sus atributos dentro de la categoría.
El concepto “negro” permite clasificar las cosas en “negro” y “no negro”. Con el
concepto fruta podemos clasificar en “fruta” y “no fruta”. La identificación del
atributo es fundamental para incluir o excluir un elemento en una clase. Los
elementos que se incluyen son los “ejemplos” y las que se incluyen son los “no
ejemplos” ambos constituyen el contexto para la formación de conceptos.
50
La acción liberadora y educadora de Dios comunidad se sigue encarnando en la
historia humana a través de diversas mediaciones. Estas van expresando
con diversa densidad la única acción salvífica del amor de Dios para con el
hombre. Ello constituye el centro de la teología de los signos de los tiempos
y del tema patrístico de los vestigios del logos esparcidos por el mundo.
51
salvíficos celebrados en la liturgia, y en este sentido se le atribuye
fundamentalmente a los siete sacramentos de la Iglesia, a través de los
cuales concretiza, para las diversas situaciones de la vida humana, su
condición de ser sacramento de Cristo historizando el plan de salvación y
comunicando la gracia divina.
Pero también se aplica a las verdades cristianas reveladas que en cuanto tal son
conocidas pero inaccesibles a la razón humana aún en su condición de
manifestadas.
La nota característica del misterio es por una parte el proyecto de amor de Dios a
todos los hombres, manifestado, de un modo exclusivo y único, en la
persona de Cristo: su encarnación, sus elecciones por los pobres y
desplazados, su palabra y su plena realización en el misterio de su Pascual.
52
mostrar el Misterio de comunión del Hombre con Dios y de los hombres
entre sí.
Predicar y enseñar son dos aspectos que expresan dicha sacramentalidad con
tanta densidad como su misión de santificar o de conducir la historia hacia la
plena realización en Cristo. Es la forma histórica de su ser profecía y
realización. Porque la palabra anuncio es palabra viva y eficaz que convoca,
concita, Página: 53
EN 14 congrega: crea nuevas relaciones, es instrumento y realización de
nuevas comuniones. Enseñar en la Iglesia es proclamar no solo verdades
sobre el misterio Dios sino incorporarlo en el ser y actuar como cristianos.
53
grey (“es el germen firmísimo de unidad, de esperanza y de salvación para
todo el género humano” y ha sido “constituido por Cristo en orden a la
comunión de vida, de caridad y de verdad. Es empleado por El como
instrumento de la redención universal y enviado a todo el mundo como luz
del mundo y sal de la tierra (Cf. Mat. 5, 13-16" (LG. 9).
Todos los que siguen a Cristo están involucrados en esta identidad y misión.
Todos los bautizados participan del sacerdocio común (LG 10), del don
profético de Cristo y de los dones y carismas que origina el Espíritu Santo
para la edificación de la Iglesia (LG.12.). Todos reciben la misma vocación a
la Santidad vivida según la propia condición (LG.)
Desde ella, animada por el Espíritu Santo, se vive la filiación en Cristo (P.240), la
fraternidad (P. 241) Y la comunión y participación en el ser y actuar (P. 243),
la riqueza de diversidad en la unidad (P. 244), la ministerialidad de los
carismas que están al servicio de la unidad de la Iglesia y para que todos
tengan vida (P.249).
54
Así histórica, sociológica y teológicamente analizado este pueblo surge como
Comunión de comunidades o como el conjunto de diversas comunidades –
comunión que se reúnen en el nombre del Resucitado y son asiduas a la
escucha de las "enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, a la fracción
del pan y a las oraciones y dan testimonio, con gran poder, de la
Resurrección de Jesús (Hch) 2, 42; 4,32-35).
Pero hay una condición de Madre y Maestra que la Iglesia lleva en si mismo como
parte integrante de su misión que se especifica en "engendrar hijos, y
educarlos y regirlos, guiando con materno cuidado los individuos y los
pueblos"(M et M. 1) 5. Toda la acción educativa de la Iglesia, y
fundamentalmente su enseñanza social, se inserta en este dinamismo de
madre que se preocupa por sus hijos sobre todos del más débil y de maestra
que educa a sus hijos y a los pueblos.
55
nuevas perspectivas que enriquecen la Teoría y la praxis educativa de la
Iglesia.
Medellín N°6 partiendo de una búsqueda de una nueva y más intensa presencia
de la Iglesia en la actual transformación de América Latina a la luz del
Concilio Vaticano 1/, (Introd.8) "fija muy especialmente su atención en la
Educación, como factor básico y decisivo en el desarrollo del Continente 7
Desde este lugar teológico propone una "visión de la educación más conforme
con el desarrollo integral que se propugna para el continente y a esta se la
llama educación liberadora". La educación un medio clave para liberar a los
pueblos de toda servidumbre y hacerlos ascender de condiciones menos
humanas a más humanas y es también un medio de construcción de la
persona en Cristo.
56
persona desde la tarea de promoción humana. Es liberadora por cuanto se
dan una serie de condiciones que hace de la Educación liberadora una
mediación necesaria para que América Latina pueda redimirse de las
injustas servidumbres y desarrollarse integralmente.
Abierta al diálogo.
Educación liberadora:
57
3. Ser una verdadera comunidad abierta e integrada a la comunidad local, nacional
y continental .
58
4.5. Iglesia que educa evangelizando
En Puebla se plantea los nuevos desafíos que emergen para la evangelización en
el presente y el futuro de América Latina.
Esta Iglesia signo sacramento, Pueblo y familia de Dios es también definida como
"escuela de forjadores de historia" porque es "lugar donde se aprende a vivir la fe,
para impulsar eficazmente con Cristo la historia de nuestros pueblos hacia el
Reino.
En continuidad con Medellín asume y completa la noción educación
liberadora definiéndola como evangelizadora. Y la considera
parte integrante de la evangelización, en ella se continúa la
misión de Cristo, aun cuando no la reconoce como parte
esencial, sino ligado a su contenido integral.
La tarea educativa busca como finalidad inmediata la promoción de
la cultura que humaniza. Y personaliza al hombre. En este
sentido Puebla maneja los términos de educación y
evangelización sin lograr una reversibilidad explícita. Sin lugar
a duda para Puebla es claro que la Iglesia educa
evangelizando, por cuanto que evangelizando, llamando a la conversión
construye en humanidad.
La evangelización es educativa. Pero también se puede plantear que, en cuanto
que la acción educativa es definida como educación evangelizadora la Iglesia
evangeliza educando. La educación liberadora evangelizadora abre al hambre
a la plena participación en el Misterio de Cristo Resucitado.
Pero no toda educación es evangelizadora. Por ello Puebla señala características
que identifican la Educación liberadora evangelizadora. Para ser
evangelizadora debe:
59
Criterios de identidad según el Documento de Puebla:
Al pertenecer a la misión evangelizadora de la Iglesia debe anunciar
explícitamente a Cristo Liberador. (DP.1 031).
Ha de mirar la situación histórica y concreta del hombre y buscar formar sujetos
fuertes y coherentes para vivir las exigencias de su
bautismo.(DP. 1032)
Entre sus objetivos prioritarios está el formar agentes para el
cambio permanente y orgánico. (DP. 1033).
Que respete el derecho inalienable de todo hombre a una
educación que responda al propio fin, carácter y sexo.
(DP.1034).
Reconocer a la familia como primera responsable de la
educación. (DP.1036).
Ha de ser libre para que toda persona y comunidad ejerza el
derecho a la verdad (DP.1037)
Por lo cual el estado garantizará una participación equitativa de los servidos no
estatales en el presupuesto educativo que posibilite la elección libre de los
padres. (DP. 1038).
La comunidad educativa hace que el colegio se transforme en "verdaderos
agentes de evangelización (DP.1 023).
Es de notar que Puebla no realiza un análisis de la escuela como factor mediador
de desarrollo y evangelización. Solo reafirma su importancia (DP.1 040) "es
un lugar de evangelización y comunión,"( DP. 112) siempre que se la
transforme en:
Instancia de asimilación crítica, sistemática e integradora de la cultura.
Lugar de diálogo fe y ciencias.
Ambiente privilegiado de desarrollo de la fe.
Alternativa válida para el pluralismo educacional.
Concluyendo Puebla concibe la acción de educación
evangelizadora como parte de su misión integral. La
incorpora dentro de su ser signo e instrumento mediación
del Misterio de Cristo en la medida que crea el "lugar"
teológico donde se escucha y revela la Buena Noticia: el
designio salvífico de Padre en Cristo y su Iglesia.
60
4.6. Iglesia evangelizadora de la cultura
61
Exigencias básicas
e. Por último la consideración del docente como sujeto eclesial que evangeliza,
que catequiza y educa cristianamente (S.D. 265).
62
Iglesia en su carácter de servidora del mundo y en su carácter de
evangelizadora de la comunidad eclesial y humana.
63
compromiso cristiano (EC. 60) que reclama libre adhesión y participativa en
comunión de intenciones y convicciones y fomente formas estructurales de
corresponsabilidad colaboración orientada por el principio de
subsidiaridad.
64
experta en humanidad se especializa en educar desde los valores
evangélicos que constituyen el núcleo de su identidad. (T.M.I.N° 10)
65
Promotora del protagonismo de la familia.El proyecto educativo que es obra de
la comunidad educativa requiere un lugar para la familia. Los padres son
los primeros responsables de la educación de sus hijos por ello son
llamados naturalmente a ocupar en el centro educativo un papel de
especial importancia y reclama una estructuración que posibilite su aporte
responsable.
Esta característica de ser escuela de inclusión que privilegia a los más pobres es
una opción de fidelidad evangélica tiene dos exigencias básicas para con la
sociedad. El reconocimiento jurídico y financiero a los proyectos educativos
públicos alternativos. La discriminación legal o presupuestaria de los
estados limita y condiciona esta característica de propuesta pública abierta
a la decisión democrática de los padres. El subsidio es una condición
básica para que los padres puedan ejercer el derecho de elegir libremente
la educación que desean.
66
El docente, imagen del Maestro. El docente desarrolla un papel fundamental. En
cuanto que son educadores competentes, convencidos, coherentes,
maestros de saber y de vida son imagen analógica del único Maestro.En
cuanto miembros del Pueblo de Dios viven una específica vocación
cristiana y participan de manera propia en la misión de la Iglesia.
67
4.9 El laico educador: testigo y profeta eclesial. (Sede), 2016)
68
específica en la Iglesia y de su profesionalidad que lo hace especialista de
un determinado campo de la realidad y desde esa aporta a la relectura
eclesial de la misma.
El laico docente. Ciertamente hay muchas formas y estados para que el laico
realice su vocación y misión propias. La docencia es una de ellas. Si bien la
profesión docente no agota su identidad eclesial laical, su vocación
educativa es una mediación específica de su realización y misión eclesial.
Su identidad de laico educador está signada por algunos rasgos comunes que
surgen de dos aspectos fundamentales y complementarios: su ser cristiano
y su ser profesional.
Laico educador testigo y profeta.En primer lugar el laico educador está llamado a
ser profeta testigo de Cristo, de la Iglesia y del Reino, del hombre
evangélico. El laico educador participa como bautizado de la triple función
de Cristo y de la Iglesia.
a. Imagen de Cristo.
69
maestro. Por ello él será por una parte el hombre que representa al hombre
evangélico: al hombre de fe, al hombre comunitario, al hombre ético, al
hombre que desde las bienaventuranzas asume el riesgo de construir
proféticamente el futuro. Educa desde el hoy, afianzado en la roca de los
valores del evangelio y vislumbrando en su siembra los Cielos Nuevos y la
Tierra Nueva que impregna su utopía educativa.
El más alto destino: posesión definitiva y total del mismo amor de Dios.
70
Desde el espíritu de las bienaventuranzas, desde el amor educativo servicial
será más fácil trascender su figura para prefigurar el hombre del reino
definitivo. El ideal de humanidad que propone será percibido como
significativo porque puede ser contemplado no "sólo como razonable sino
vivido, cercano y realizado. Cuanto más viva el educador el modelo de
hombre que presenta como ideal tanto más será este creíble y asequible"
(LC.T.E.32)
e. Hombre de Iglesia
71
sujeto eclesial que evangeliza, que catequiza y educa cristianamente
(SD.265). Su protagonismo eclesial se verifica en su protagonismo
evangelizador y este se expresa en su papel de educador de las personas
y la comunidad. Tiene un lugar en el ser (pertenencia) y actuar eclesial:
está llamado a participar de su misión evangelizadora en el campo de la
educación (DP. 1042)
En segundo lugar por ese ser expresión eclesial en nuestro mundo secularizada,
plural e indiferente en muchas circunstancias él será la única voz (L C. E.
58) y única presencia eclesial (LCA 8) en el mundo de la escuela.
Y en todo ello vive su tarea prioritaria que es ordenar la realidad para que esté al
servicio de la construcción del Reino desde la construcción temporal (D.P.
787, 789). La dimensión más desafiante para el laico educador es la de
hacer crecer el Reino desde el desarrollo educativo. En su tarea de
animador, guía, motivador del desarrollo pleno de las personas el docente
está orientando la historia, los acontecimientos y las realidades a su plena
72
manifestación significativa: el Reino de Dios. Y es certeza de fe que, aun
cuando el Reino de Dios no se identifica con ningún acontecimiento,
persona," o institución, tampoco con la Iglesia, se expresa
significativamente en todos los signos de vida que en la vida de la
comunidad local se verifican.
Por todo ello el laico docente no sólo es profeta en su mensaje sino que su
misma vida es anuncio. Su persona es profecía en analogía con la vida de
Jesús en quien el Reino de Dios está actuándose.
El educador tiene como característica básica mirar lo que tiene como realidad
para comprender los que es el utópico posible de cada persona y de la
comunidad a fin de que su tarea sea significativa.
73
formación seria inicial y permanente. En el plano profesional y religioso
(E.C. 60ss)
Desarrollo de la fe adulta.
74
Actividad: Trabajo es individual para ser entregarlo oportunamente
ACTIVIDAD
75
Conclusión
76
la necesaria articulación de la teología y la educación, donde la primera tiene
como responsabilidad: ayudar a percibir las señales del Dios de Jesucristo
que apuntan en la construcción de un ser humano solidario.
Tal diálogo se enlazará a partir de lo que une las dos ciencias: la libertad humana.
La libertad anunciada por Dios en su Hijo Jesucristo. La Teología puede
indicar a la Educación a cómo llevar al educando a realizar actos libres
dirigidos para la solidaridad, liberados de las ataduras del egoísmo; a la
construcción de la libertad profunda que es la toma de decisión en relación a
sí mismo y a Dios.
Rediseñado por:
Hnas. Sandra Mireya Puetate y
Martha Doris Pulgarin Gañan
1° Semestre 2016
77
Referencias
Página: 78
EVANGELII NUNTIANDI. Ediciones Paulinas. Montevideo Uruguay. Numerales 6-
14.
http://es.slideshare.net/ssancan001/hecho-educativo-y-acto-pedaggico-11309082
78
CATÓLICA, S. C. (19 de 3 de 1997). La Escuela Católica . Obtenido de
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccatheduc/documents/rc_c
on_ccatheduc_doc_19770319_catholic-school_sp.html
MORIN, E. (2000). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro.
Bogotá, Ministerio de Educación Nacional.
Página: 79
S.S. JUAN XXIII. Mater et Magistra. Ediciones de Secretariado de
Información Católica. Montevideo 1961.
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccatheduc/documents/rc_con_c
catheduc_doc_19770319_catholic-school_sp.html
79