ASN-14 Grifos Pujol S.A PDF
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Universidad de Navarra
Barcelona-Madrid
0-395-007
ASN-14
«Es la primera vez que llevamos al banco papel a descontar. Te digo, Arturo,
que si no hacemos algo nos la pegamos. Vaya que si nos la pegamos. Nos vamos a
comer la nueva fábrica y los 405 millones de ptas. de stock en grifos. Ya sabes que
desde principios de año las existencias han aumentado en 97 millones de pesetas.»
Le interrumpió su secretaria:
«Señor Pujol, su sobrino desea verle. Dice que es urgente y está muy alterado.
Gritaba que “se iba” y que “no aguantaba más”... ¿Desea verle ahora? Recuerde que
a las 11,30 tenemos que recibir al inspector de Hacienda.»
«No me lo puedo creer... ¿Cómo es posible que ahora todo salga al revés, si
hace tan sólo dos meses todo iba bien? No me lo puedo creer...», comentó escéptico
Pedro.
Aunque no había datos exactos, se calculaba que las ventas en España del sector de
la grifería habían sido de unos 31.000 millones de pesetas en 1991. Las ventas totales
de Roca en ese mismo año ascendieron a cerca de 70.000 millones de pesetas, aunque no era
fácil precisar qué porcentaje de dichas ventas correspondía a su división de grifería sanitaria.
Las ventas de Friederich Grohe, una empresa alemana líder del sector en Europa, eran de
unos 2.000 millones. Grohe se dedicaba sólo a grifería.
Grifos Pujol, S.A. era una mediana empresa familiar catalana situada en la comarca
del Baix Llobregat. La fundaron los hermanos Pedro y Arturo Pujol en 1960. Durante los
primeros años se aprovechó de la situación de crecimiento en que se hallaba la industria
española, pero a principios de los años setenta empezó a tener problemas financieros.
En junio de 1992, Grifos Pujol, S.A. tenía como administradores solidarios a sus
fundadores, los hermanos Pujol Escuder. La gerencia estaba a cargo de Joan Pujol, el hijo
mayor de Pedro Pujol. El director administrativo era Miguel Pons, que estaba en la empresa
desde su fundación. Pedro Pujol se encargaba de todo lo referente a fabricación, ya que era
donde se encontraba más a gusto.
Finalmente, hacía poco más de un mes, se había elaborado por tercera vez un nuevo
organigrama (véase Anexo 1), con su correspondiente manual de funciones, en el que la
gerencia quedaba a cargo de Joan Pujol, y su padre y su tío quedaban como administradores
de la empresa. Asimismo, Andrés Pujol se encargaría de la dirección de producción, con el
apoyo de su padre, para que existiera continuidad en la transmisión de los conocimientos de
la empresa. Se esperaba que en breve entrara en vigor dicho organigrama.
Entre las cosas que más molestaban a Joan Pujol, estaba el hecho de que Miguel
Pons solía reportar directamente a Pedro Pujol, sin que la información pasara por él. Se hacía
cargo de que Pons llevaba muchos años actuando así, pero se preguntaba si debía tomar la
iniciativa ante situaciones como ésta.
El grifo monomando no era mucho más complicado de fabricar que los grifos
tradicionales. La pieza fundamental era lo que se denominaba el «cartucho». Se trataba de
una pieza estanca, de forma cilíndrica, que en su interior tenía dos discos que dejaban pasar
más o menos agua, y con distinta mezcla de agua caliente y fría, en función de la posición de
la llave. La dificultad estaba en encontrar un diseño adecuado del cartucho que asegurara el
buen funcionamiento del grifo a largo plazo.
Las ventajas que el grifo monomando ofrece al usuario son: la comodidad de uso, ya
que sólo hace falta una mano para accionarlo; un mejor cierre, porque no es necesario hacer
fuerza y porque nunca gotean; se evita el problema de cambiar las zapatillas, operación que
debe realizarse de vez en cuando en los grifos tradicionales.
En 1992, Grifos Pujol, S.A. estaba posicionada por debajo de Roca, el líder del
sector, tanto en precio como en calidad percibida por el comprador (véase Anexo 2). En
1990, la empresa realizó una encuesta. Los resultados fueron que el 7% de los mayoristas
opinaba que Grifos Pujol era uno de los principales fabricantes de grifería, y que el recuerdo
espontáneo de marca era del 3% entre arquitectos y constructores, y del 7% entre fontaneros.
Joan Pujol se mostró muy descontento con estos resultados. Opinaba que no existía
diferencia alguna de calidad entre sus grifos y los de Roca, por lo que diseñó una estrategia
comercial agresiva para mejorar la imagen de la marca en cuanto a calidad percibida.
La estrategia comercial seguida por Grifos Pujol desde su apuesta por el grifo
monomando consistía en cambiar su posicionamiento en el mercado, acercándose a Roca en
calidad percibida, para poder así aumentar precios. En 1988 se inició la construcción de una
nueva fábrica, debido a la objetiva falta de capacidad, pues el volumen se había duplicado en
tres años. Además, la nueva instalación habría de facilitar mayor soporte técnico a los
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Grifos Pujol no tenía vendedores propios, sino que trabajaba con representantes
libres a comisión que cobraban trimestralmente un 5% sobre las ventas de dicho período.
Cada representante cubría una zona en exclusiva, y vendía a distribuidores que contaban con
productos de la competencia. Estos distribuidores vendían a los mayoristas del mercado de
obra nueva, que representaba en torno al 20% de las ventas, y de reposición, que era el 80%
restante. También vendían a tiendas más pequeñas a las que los fabricantes no llegaban
directamente, pero la importancia de este canal era muy limitada.
Los mayoristas vendían un 78% a constructores e instaladores para obra nueva, bajo
la prescripción de los arquitectos y aparejadores. Estos eran unos 60.000 en España. El
restante 22% lo decidía el propio usuario. En el mercado de reposición, el instalador (28.000
en el país) decidía en dos de cada tres ocasiones. El resto correspondía al consumidor,
especialmente en casos de renovación total de la vivienda. En España había 10 millones de
hogares y 2 millones de segundas viviendas.
El mercado de exportación
En 1992, Grifos Pujol exportaba sus productos a varios países, como Arabia Saudita,
Egipto, Oriente Medio, Francia e Italia, por valor de 107 millones de pesetas. Se habían
iniciado estudios para establecer relaciones comerciales con Estados Unidos, pero todavía no
se había llegado a una decisión concreta. En este mercado, Grifos Pujol podría contar con una
posición ventajosa en cuanto al precio, pero había que tener en cuenta posibles
modificaciones para cumplir los requisitos de calidad exigidos en dicho país.
En el momento de escribir este caso, Grifos Pujol tiene la posibilidad de hacer una
oferta para la venta de 20.000 grifos monomando. Para ello, se podían aprovechar unas
unidades que estaban en el almacén y que no se sabía «cómo sacarse de encima». Pero,
debido a las características que exigía el mayorista, sería necesario hacer unas modificaciones
a los grifos ya fabricados. En caso de no realizar esa venta, podrían reutilizar parte de esos
grifos, lo que representaba cerca del 50% de su coste.
Los grifos que había que modificar tenían un precio unitario de venta al público de
10.000 pesetas. El coste de dichos grifos era de 3.000 pesetas, contando materiales y mano
de obra. El coste de la modificación se estimaba que no superaría las 1.000 pesetas por
unidad. El mayorista esperaba un 70% de descuento y había solicitado oferta a otros dos
proveedores habituales.
Pedro Pujol y su hermano Arturo habían estado discutiendo hacía pocos días el
precio que debían ofertar. Pedro sólo quería cobrar en base al coste de reutilización de los
grifos más el coste de las modificaciones necesarias, es decir, 2.500 pesetas más un margen
de beneficios de alrededor del 10%. Por el contrario, Arturo opinaba que era necesario
hacer una oferta en la que se tuviera en cuenta el coste original completo de cada grifo,
además de las modificaciones, y veía más adecuado partir de un coste de 4.000 pesetas y
añadirle el mismo margen de beneficios. No habían llegado a ninguna conclusión
satisfactoria, pero no podían demorar demasiado la decisión ya que se acercaba el plazo
para la presentación de ofertas.
Operaciones
Relaciones laborales
Política de compras
Debido al crecimiento que la empresa había tenido entre 1986 y 1989, se tomó la
costumbre de pedir por encima de lo que las previsiones señalaban, por temor a quedarse sin
material. La falta de un riguroso control de los inventarios disparó el volumen de stock de lo
que precisaban las ventas. La política de siempre («que la gente no pare...»), vigente hasta
1991, había influido no poco en la situación de los inventarios.
Información
A nivel comercial se contaba con todo tipo de listados históricos de ventas por
clientes, representantes, etc., y de los pedidos pendientes de servir a los clientes. También se
disponía de listados de producción por modelos, familias, etc. Toda la información estaba
informatizada, a excepción del seguimiento de pedidos a proveedores, que se realizaba a
través de carpetas archivadas con los documentos físicos.
Situación financiera
pesetas, pero a partir de 1984 el crecimiento, tanto de ventas como de beneficios, fue
espectacular (véase Anexo 3). En 1988, las ventas brutas alcanzaron los 950 millones de
pesetas, con un beneficio de 136 millones. En ese mismo período, el «cash flow» aumentó
de 4 millones, en 1983, a 150 millones en 1988.
En junio de 1992, Pedro Pujol tenía sobre la mesa las previsiones para el ejercicio
completo de 1992, y se mostraba preocupado ante la posibilidad de que esas cifras acabaran
siendo realmente las que estaba observando (véase Anexo 4).
En 1988, una vez tomada la decisión de iniciar las obras, se suscitó una discusión
entre los hermanos Pedro y Arturo sobre la manera de efectuarlas. Pedro era de la opinión de
encargar el trabajo a una empresa de ingeniería, en un contrato llave en mano, para
asegurarse la finalización de las obras a tiempo y evitar los problemas que podía representar
involucrarse personalmente en una construcción de esa envergadura. Arturo, por el contrario,
opinaba que los honorarios del 6% que deberían pagar a la ingeniería era tirar el dinero. El
tenía alguna experiencia en el tema, ya que había llevado las obras de construcción de unos
chalés hacía algún tiempo. Opinaba que no podía haber muchas diferencias, y que además de
salirles más barato tendrían un mayor control para poder efectuar modificaciones sobre la
marcha si lo creían necesario. Finalmente, la decisión fue que Arturo se encargaría
personalmente de la obra, mediante otra sociedad.
Hacía un par de semanas que tuvieron una inspección de las obras, y el dictamen del
inspector fue que era necesario reconstruir un 25% de la obra, por no cumplir con las
reglamentaciones existentes. Pedro estaba preocupado. Quería acabar la nueva planta para
poder celebrar en ella la próxima convención de vendedores, que tendría lugar en octubre. El
problema era que, debido al colapso en el sector de la construcción por las obras de los
Juegos Olímpicos, para poder cumplir con esa fecha límite debería pagar un precio muy por
encima del que sería en condiciones normales.
La inspección de Hacienda
a costes directos y únicamente incorporar el coste de materia prima y mano de obra directa, la
correspondiente partida del balance quedaba infravalorada. No sabía hasta qué punto eso
podía tener repercusiones fiscales, por lo que no estaba tranquilo.
Anexo 1
Administradores
Pedro Pujol
Arturo Pujol
Director gerente
Joan Pujol
Director Director
Director técnico Director fabricación Director compras Director calidad Director comercial Comercio exterior
administrativo coordinación
Pedro Pujol Pedro Pujol José Bonet Juan Guillén Jorge Moreno L. Ruiz/J. Abril
Miguel Pons Juan Ortega
Anexo 2
Gröhe
Roca
Tres Buades
Pujol Yes
Tebisa
Inga
Precio
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Anexo 3
GRIFOS PUJOL, S.A.
Pasivo
Exigible a corto plazo
Proveedores 46 75 66 81 103 122 135
Otros acreedores (1) 23 19 27 27 51 106 221
––– ––– ––– ––– ––– ––– –––
Total exigible a corto 69 94 93 108 154 228 356
Recursos permanentes
Préstamos a largo plazo – – – – 16 16 14
Capital y reservas 95 98 102 158 181 199 218
Beneficio del ejercicio –2 19 83 136 103 93 49
––– ––– ––– ––– ––– ––– –––
Total pasivo 162 211 278 402 453 536 637
Cuentas de resultados
Ventas brutas 400 550 735 950 1.024 1.066 1.117
Descuento por volumen 17 22 34 49 52 54 55
––– ––– ––– ––– ––– ––– –––
Ventas netas 383 528 701 901 972 1.012 1.062
Costes de fabricación 329 428 515 622 696 735 770
Comisiones y «rappel» 19 26 36 46 49 51 52
Gastos fijos (2) 26 41 50 77 82 80 98
––– ––– ––– ––– ––– ––– –––
Beneficio de explotación 9 33 100 156 145 146 142
Más otros ingresos 9 15 17 28 20 22 10
Menos amortización 6 7 8 14 14 15 17
––– ––– ––– ––– ––– ––– –––
BAIT (3) 12 41 109 170 151 153 135
Gastos bancarios 9 12 12 14 26 37 60
Descuentos por pronto pago 5 10 14 20 22 23 26
––– ––– ––– ––– ––– ––– –––
Beneficio antes de impuestos –2 19 83 136 103 93 49
––––––––––––––––––
(1) Incluye provisiones y créditos a corto plazo.
(2) Estructura comercial y gastos generales.
(3) Beneficio antes de intereses e impuestos.
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Anexo 4
GRIFOS PUJOL, S.A.
Activo Pasivo
Otros ingresos 5
Menos amortización 18
––––
BAIT 83
Gastos financieros 70
––––
Beneficio antes de impuestos 13
Impuestos 5
––––
Beneficio neto 8
Anexo 5
Conclusiones
Tras la revisión de la política comercial de la empresa en 1985, de la cual se concluyó la necesaria reorientación de la
producción hacia artículos de grifería de mayor tecnología y diseño, los resultados operacionales de la compañía han experimentado una
notable mejora. Esto ha permitido financiar internamente la mayor parte de las necesidades de fondos, tanto de inversiones en inmovilizado
como de inversiones en activos de corto plazo, en especial, de clientes y existencias.
Las proyecciones de ventas y resultados para los próximos 3 años, y las políticas operativas hasta ahora implantadas, hacen
presagiar una generación interna de fondos más que suficiente para hacer frente a las mayores necesidades de inversión en activo circulante
e inmovilizado que demanda la expansión de sus ventas, lográndose, a la vez, un importante remanente para ser distribuido entre los socios.
(...) se ha estimado necesario mejorar y ampliar la capacidad productiva de la planta, mediante la construcción de un nuevo
edificio, con un coste cercano a los 200 millones de pesetas. Asimismo, se cree conveniente que esta inversión sea realizada a través de otra
sociedad, que alquilaría la nueva planta a Grifos Pujol, S.A. Ahora, los fondos para su financiamiento deberán originarse en la propia
empresa en estudio...
Julio de 1988