Juego
Juego
Juego
¿Qué es el juego?
Según el Marco de Trabajo para la Práctica de Terapia Ocupacional (2da edición) “El
juego es cualquier actividad organizada o espontánea que proporcione disfrute,
entretenimiento o diversión” (Parham y Fazio, 1992). Y se toman dos aspectos: la
exploración del juego, es decir, el acercamiento y el reconocimiento de la ocupación
en general, el ambiente de juego, los materiales, las posibilidades de juego; y por otro
lado la participación, es decir, implicarse en esa ocupación.
Lo primero que podríamos decir acerca del juego es que es una actividad universal, ya
que los niños juegan en todos los países, en diferentes culturas. Los elementos de
juego pueden diferir, el significado del juego también, se juega de manera diferente
según la edad y el ambiente, pero es una de las ocupaciones primordiales
características en la niñez y por ello, parte de nuestro quehacer profesional.
Piaget tomó al juego como la actividad que promueve el desarrollo cognitivo a partir
de la asimilación de la experiencia, la acomodación y la adaptación, constituyendo el
escenario para el aprendizaje.
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Huizinga planteó que es un fenómeno cultural, y que es a través de él que se
transmiten los valores, las costumbres y las reglas.
Como verán, hay diversas concepciones acerca de lo que es y de las funciones del
juego. Agrego a ello que las teorías y concepciones miran al juego desde distintos
lugares de referencia: desde lo expresivo, desde las posibilidades de aprendizaje,
desde el nivel o estadío de juego o las habilidades que son necesarias o que están
presentes para jugar, es decir, un marco evolutivo. Todo ello es importante, y
conforman un todo.
Pero ¿qué es el juego en realidad? Tratemos de definirlo sin decir para qué sirve sino
cuál es su esencia….
Les propongo una definición que plantea Francine Ferland (1998) con la cual acuerdo,
e iremos tomando distintos aspectos de la misma a lo largo de la clase:
Vamos por partes…. ¿Qué les parece que querrá decir actitud subjetiva?
Yo la definiría como todo aquello que nos hace únicos y particulares como personas,
que va más allá del hacer, en este caso del jugar. Y está relacionado con el ser de
cada uno. Implica una predisposición interna, un compromiso. Un niño en su juego
despliega todo su ser, expresa sus emociones y su mundo interior.
Para ser legítimo, el juego debe ser espontáneo, no se puede imponer, no hay formas
correctas o incorrectas de jugar, no se juega bien o mal. Cada uno de nosotros tiene
una forma de jugar, así como cada uno de nosotros tiene una forma particular de
realizar cada actividad. Por eso podemos decir que en el juego aparecen conductas
libremente elegidas de las que no se espera un desempeño particular. También
podemos decir que la sola acción o la presencia de materiales de juego, no implica que
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el niño esté jugando. Francine Ferland dice que ““No hay material que sea en sí mismo
material de juego... lo que convierte a un objeto en juguete es el juego del jugador”.
Si intentamos traer una única definición de juego, vamos a encontrar muy diversas
versiones en la bibliografía. Pero todas ellas acuerdan en su importancia para el
desarrollo de niño, y marcan características esenciales que podemos resumir:
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Francine Ferland las retoma y resume en 5 funciones:
Placer
Descubrimiento Dominio
JUEGO
Creatividad Expresión
Para que aparezca el juego, es necesario que se den algunas condiciones que muchos
autores han descripto como pre-requisitos de la conducta lúdica. Algunos (Cecil,
Gray, Thornburg e Ipsa, 1985) plantean que el inicio del juego se da gracias a la
curiosidad, que constituye el motor para que el niño comience a explorar y actuar.
Constituye la base del interés en el juego. Otros plantean que la atención selectiva y el
alerta son imprescindibles, tanto para iniciarlo como para mantenerlo.
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El juego en Terapia Ocupacional
Acción lúdica: implica todas las habilidades que le van a permitir jugar
Por un lado, este interjuego genera el sentimiento de diversión y placer que tiene su
origen en la acción y que permite sostenerla. El poder jugar implica también que el
niño pueda adaptarse al juego, es decir poner en juego las habilidades propias en
función de esa actividad, o adaptar la actividad a sus habilidades, o adaptarse a la
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imposibilidad de llevarla a cabo. Estas variables representan la capacidad de acción
del niño frente a la propuesta lúdica.
INTERES
JUEGO
ACTITUD ACCION
AUTONOMIA Y BIENESTAR
Francine Ferland, Play, children with psysical disability and Occupational Therapy. The Ludic Model
Por otro lado, reflexiona acerca de las posibilidades concretas que los padres tienen de
jugar con sus hijos. Plantea que en los niños con una discapacidad, es probable que
los padres estén tomados permanentemente por la dificultad y por el diagnóstico, y
que ello impacta severamente en el juego. Por ello, el juego conjunto les permite a los
padres descubrir otras facetas del niño no relacionadas con la discapacidad,
descubriendo y comprometiéndose en actividades placenteras comunes que
redundarán en un descubrimiento mutuo y el bienestar.
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INTERES
JUEGO
(niño-padres)
ACTITUD ACCION
Francine Ferland, Play, children with psysical disability and Occupational Therapy. The Ludic Model
Observen que son los mismos elementos, con la misma interrelación, con los efectos
planteados en el binomio padres – hijo. El placer en el juego y la capacidad de acción
se plantean como placer en la interacción, descubrimiento mutuo y cuidados
facilitados. El juego espontáneo tiene efectos que van más allá del momento de juego
particular, sino que facilita el vínculo.
Continuando con la pregunta acerca de cómo surge el juego, podemos citar a MARY
REILLY (1974), quien asoció el juego a un impulso explorador. Planteó que a medida
que el niño interactúa con su entorno surge el conflicto entre lo esperado y lo
inesperado, lo conocido y lo desconocido, lo cual genera la curiosidad. Esta curiosidad
es lo que lo lleva a explorar y lo motiva a entender cómo funcionan objetos, personas
y eventos. Este impulso explorador se organiza en tres etapas jerárquicas que ocurren
progresivamente durante la infancia en el caso del juego, y conforman un continuum
de la formación de dicho comportamiento ocupacional. Ellas son:
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1. etapa de exploración: el niño aprende, descubre y se expresa,
principalmente dirigido por un placer funcional y la motivación intrínseca.
El continuum que sugiere nos da muestras del proceso por el cual el niño se va
haciendo cada vez más hábil, y va pasando por las diferentes etapas de juego.
Pensemos ahora el proceso del juego. Una vez que sabemos qué se requiere para
que el juego emerja, y detectamos que el niño juega, nuestras próximas preguntas
son:
Tomemos entonces a SUSAN KNOX, quien entre sus numerosos aportes desarrolló el
concepto de estilos de juego. Estos se definen como la forma distintiva en que el
niño interactúa con su ambiente mediante el juego. Para poder comprenderlos, marca
4 elementos a observar y tener en cuenta:
Estilos de juego
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Las preferencias son las elecciones de cada niño, el lugar, los juguetes, los
tipos de juegos, los roles o personajes que adoptan y con quién juega.
Por su parte, ANITA BUNDY, en 1993, presentó un modelo en el cual plantea que en
el juego hay tres elementos que están presentes: la motivación intrínseca, el control
interno y la libertad para suspender la realidad, que funcionan a la vez pero no son
excluyentes. Cada uno de ellos puede aparecer en un determinado grado, lo cual
muestra la presencia relativa o ausencia del juego.
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se relaciona con el impulso interno que presenta el niño y que promueve su
interés, compromiso y participación en el juego.
Interna Externa
Percepción de control
Intrínseca Extrínseca
Fuente de motivación
Divertido
Libre Orientado
Suspensión de la realidad
No divertido
Noten que el gráfico es una balanza, con una flecha inferior que puede apuntar a un
extremo “divertido” y a otro “no divertido”. Observen que cada uno de los tres
elementos tiene a su vez un continuo con dos extremos, uno relacionado con lo interno
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y libre, es decir, lo que el niño maneja, decide, elige. Y el otro extremo marca lo
externo y orientado, es decir, las acciones que el entorno (ambiente, personas,
terapeutas, padres) ejercen sobre el juego.
Según este marco teórico, cuanto más cerca del extremo externo se encuentran los
tres elementos, menos divertido será el juego ya que ello implica reglas, formas de
jugar impuestas, límites, mayor rigidez, deseos e intereses de otro. Por el contrario,
cuanto más cerca de lo interno y libre se encuentren esos elementos, la balanza se
inclinará hacia arriba y marcará mayor diversión.
Anita Bundy determinó conductas que se pueden asociar en cada uno de los
elementos:
Ambiente de juego
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El entorno físico hace referencia al ambiente natural o construido en el que se lleva a
cabo la ocupación. En el caso del juego, yo agregaría aquí los materiales y objetos de
juego que están disponibles en el mismo y que caracterizan a cada espacio de juego.
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niño. Si el ambiente está lleno de propuestas pero no dejamos que el niño las utilice, el
entorno se convierte en obstaculizador del juego.
Si repasamos las características del juego que vimos al principio de la clase, fácilmente
podemos pensar qué factores obstaculizarían la aparición o el desarrollo del juego del
niño en relación a un adulto: las reglas impuestas, la estructuración de la actividad
(cómo se debe jugar), la falta de permeabilidad, centrarse en un desarrollo específico.
Otra vez traigo la disponibilidad, en este caso de las personas para jugar. Si estamos
compartiendo un momento de juego con un niño, debemos estar disponibles, esto
significa que tenemos que participar activamente, interactuar y disfrutar del juego.
El impacto del ambiente en el juego no ignora el factor cultural como parte del
contexto. La cultura atraviesa el juego, ya que ésta marcará creencias, valores y
costumbres en relación al mismo que no hay que descuidar, y la misma será
transmitida a través de la familia.
Cada grupo familiar es un sistema único que posee sus propios sistemas de
comunicación, sus valores y prioridades. En su interior, se constituyen los roles
ocupacionales y patrones de actividades singulares de acuerdo a sus reglas internas
inevitablemente sostenidas en las características socioculturales, que determinan cómo
cada miembro debe comportarse. Así, el juego estará ligado a la historia, a las
experiencias lúdicas parentales y a las características personales de cada individuo en
el entorno familiar.
Las formas en que una familia se implica en el juego reflejarán sus valores y objetivos
culturales, cómo pasan su tiempo libre, qué tipo de interacción predomina, los objetos
de juego más valorados y la disponibilidad en el uso de los ambientes. Seguramente
ustedes podrán encontrar ejemplos cotidianos de la valoración que las familias hacen
respecto del juego, y en consecuencia las características e importancia que los juegos
adquieren en el seno de cada grupo familiar.
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Por otro lado, debemos considerar qué valor se le da culturalmente al juego en esta
época. O qué tipo de juego se valora o se promueve.
Los juegos han ido variando en el tiempo debido a factores sociales que van
imponiendo algunas cuestiones. Desde lo ambiental, pensemos que años atrás o en
ciudades más pequeñas, los niños juegan en la calle. La vorágine diaria, los peligros y
la escasez de tiempo de los padres o cuidadores han provocado que los niños
permanezcan más tiempo en ambientes cerrados. Los elementos de juego también han
variado, el impacto de la tecnología y principalmente el uso de la computadora y otros
dispositivos tecnológicos también ponen en juego habilidades diferentes.
Estos cambios han impactado profundamente en el tipo de juego que los niños
despliegan, imprimiéndole otras características.
Como conclusión, podríamos decir que el ambiente condiciona la conducta lúdica. Esta
es el resultado de formas de interacción del sujeto con el medio, por lo cual no se
puede pensar el juego como un evento aislado del contexto en el que ocurre.
Vamos a hacer un breve repaso de algunas teorías, y las etapas de juego que cada
una de ellas marca. Sabemos que en el juego participan aspectos sensoriomotores,
cognitivos, psicosociales y emocionales.
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Desde el desarrollo emocional, es importante destacar que aparecen juegos primarios,
básicos, que permiten que el niño se vaya estructurando en su subjetividad y van
creando las condiciones para que el juego aparezca.
Podemos citar a DONALD WINNICOTT, quien habla del objeto transicional que
aparece entre los 4 y los 12 meses de edad. El niño toma un objeto (puede ser una
sabanita, un muñeco) como su posesión y la tiene siempre cerca, le sirve para conciliar
el sueño y para mitigar su angustia. Representa a la madre, fundamentalmente
representa para el niño pequeño la posibilidad de renunciar a la madre como su
posesión exclusiva y comienza a tomar algo del mundo externo. Ese objeto transicional
luego pierde toda importancia y se abandona, y ese espacio es ocupado por el juego y
las manifestaciones artísticas posteriormente, ya que son espacios intermediarios entre
la realidad y la fantasía.
FREUD plantea la importancia del juego del Fort Da o del carretel a los 18 meses de
edad. El niño juega con algún objeto atado a un hilo, y repite la misma secuencia: lo
aleja arrojándolo, y lo atrae nuevamente hacia sí mismo tirando del hilo. Este juego
reproduce la aparición y desaparición de la madre y le permite al niño hacerse activo y
dominar la situación de juego, si bien lo que está haciendo es soportar la ausencia
materna.
Por último, voy a hacer mención a STANLEY GREESPAN, quien marca seis etapas del
desarrollo emocional que son fundamentales para que el niño pueda autorregularse y
relacionarse con otros, aspectos necesarios para que aparezca el juego:
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Desde la perspectiva del desarrollo intelectual, citamos a Piaget, quien postula que el
pensamiento nace de la acción y enfatiza la importancia de las experiencias tempranas
en el aprendizaje. Describe el juego en diferentes etapas:
Desde la perspectiva del desarrollo social, citaremos a Arnold Gesell, quien describe
las siguientes etapas de juego:
Juego Características
Solitario El niño juega solo, se interesa por su acción con los
materiales y objetos de juego. No se interesa por el juego
de otros niños, no los incorpora a su juego.
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importancia el resultado de su desempeño.
Les traigo algunas de las clasificaciones y descripciones que han realizado terapistas
ocupacionales:
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a 3 años en forma apropiada. - Dibujos, plastilinas,
18 meses: pinturas
Construye torres de 3 o 4 bloques, lanza la pelota, explora, corre, usa el - Juegos de imitación
lápiz, señala imágenes de las cosas que nombra, se reconoce en el espejo
-Juegos de simulación
2 años:
Construye torres de 6 o 7 bloques, patea la pelota, da vuelta las páginas
- Juegos en los que
de un libro, juego paralelo, comprende relaciones espaciales básicas se ensucia
(arriba, abajo)
2 a 3 años:
Usa un vocabulario amplio, tolera la frustración un corto tiempo, señala y
nombra las partes del cuerpo, garabatea, descubre nuevas funciones de
los objetos, juega con otros, amplía las relaciones espaciales y
temporales
3 a 5 años El niño desarrolla sus escenarios de juego. - Juegos de
3 años: construcciones
Atrapa la pelota, juego simbólico, pedalea, usa tijera, compone frases - Juegos de imaginación
sencillas, realiza construcciones simples, construye rompecabezas de 6 a y simulación
10 piezas y torres con 9 o 10 bloques, enhebra - Disfraces
4 años: - Manualidades
Lanza y atrapa la pelota, imagina cuentos, recorta con mayor precisión, - Juegos sencillos de
dibuja formas sencillas, manifiesta intención representativa de sus sociedad
dibujos, dibuja figura humana renacuajo, época de los por qué, le gusta - Actividades exteriores:
hacerse valer, juega en grupos pequeños, toma adecuada del lápiz, correr, deslizarse,
mayor coordinación y gestos complejos hamacarse
5 años: - Juegos con otros niños
Anda en bicicleta, pica la pelota, recorta formas, dibujo más completo de
la figura humana, inventa historias, tiene grupos de amigos
Transcripción de ¿Jugamos?, Francine Ferland, 2005. Cap 2, El juego y el desarrollo del niño.
Epoca Elementos
Sensoriomotora Materiales: Juguetes, objetos para experiencias sensoriales (ver, tocar, gustar, oír, oler),
( 0 a 2 años ) sonajeros, pelotas, bloques, figuras simples, juguetes aplilables, conocimiento de color.
Acción:
Gruesa (pararse, caer, caminar, empujar, sentarse, trepar, abrir, cerrar)
Fina ( tocar, gustar, agarrar / arrojar, levantar, agitar, acarrear )
Imitación motriz de acciones domésticas
Personas: Padres y familiares cercanos
Ambiente: Hogar ( cuna, piso, patio, alrededores cercanos)
Características: juego independiente - hábitos de exploración mediante ensayo
y error
Simbolización y Materiales: juguetes, objetos, materiales crudos (agua, arena, arcilla, pinturas, crayones)
construcciones para la manipulación fina y combinación simple
simples Vehículos con ruedas y juguetes de aventuras para la práctica de acciones motoras
gruesas
2 a 4 años
Acción:
Gruesa (trepar, correr, saltar, hamacarse, arrastrar, verter, arrojar)
Fina (llenar/vaciar , dibujar / borrar, apretar/soltar, combinar/separar, manejo de
relaciones espaciales)
Imaginación / cuentos, fantasías. Objetos que representan eventos y personas
Personas: padres, pares y otros adultos
Ambiente: al aire libre: plaza, juegos de plaza
en el interior: hogar, guardería
Características: juego paralelo, comienza a compartir - juego simbólico que se
expresa en situaciones simples de ¨como si¨ (pretensión) y uso simple de
materiales para construír
Dramatización , Materiales: juguetes, objetos materiales crudos para las acciones motoras finas y role
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construcción playing, juguetes de aventura para acciones gruesas de velocidad y coordinación,
compleja y mascotas, colecciones no selectivas.
prejuego Acción:
Gruesa: proezas de saltos, turnos, pruebas motrices; bailar
4 a 7 años
Fina: combinación de materiales y realización de productos usando herramientas y
copiando la realidad.
Role playing (dramatización): imita las costumbres reales, cuentos
Personas: grupos de pares (2 a 5 niños), ¨amigos imaginarios¨. Padres, familia cercana,
otros adultos
Ambiente: escuela, vecindario y otros lugares más lejanos (excursiones); espacios altos
lejos del piso
Características: juego cooperativo con el uso de materiales con fines
constructivos - dramatización de la realidad y adquisición de hábitos en el uso
de herramientas y destrezas
Juegos Materiales: juegos reglados (dominó, damas, juegos de mesa, ping, pong), materiales
7 a 12 años crudos y herramientas para construír productos complejos (tejer, trabajos en madera,
esculturas)
Deportes: basquet, patinar, remontar barriletes
Libros, rompecabezas, deportes de aventura
Colecciones selectivas o hobbies
Cuidar mascotas
Acción:
Gruesa: combinación y perfeccionamiento de habilidades para saltar, correr
Fina: precisión en el uso de herramientas, manipulación y construcción más precisas
Reglas: las inventa, las sigue y las desobedece; competición y compromiso de equipo
Personas: grupos de pares del mismo sexo, grupos organizados (boy scouts), padres,
otros adultos
Ambiente: vecindario, plazas, escuela, hogar
Características: evolución en las destrezas de construcción y deportivas
expresadas en una conducta regida por reglas, competición y valoración de
procesos cooperativos de juego
Recreación Materiales: juegos en equipo e intereses específicos grupales (bailar, cantar, música,
12 a 16 años discusiones). Colecciones y hobbies, fiestas, libros, juegos de mesa.
Acción:
Gruesa: deportes en equipo y deportes de precisión individual (tenis, golf)
Fina: práctica de destrezas manipulativas precisas para desarrollar talentos especiales
Trabajo en grupos organizados
Personas: grupos de pares del mismo y diferente sexo, padres y otros adultos
Ambiente: escuela, vecindario, comunidad, hogar
Características: participación en equipos y acciones independientes expresadas
por deportes organizados, intereses grupales y hobbies en el tiempo libre
De Takata, N. (1974). El juego como prescripción. En M. Reilly, Play as exploratory learning. Traducción:
Lic. T.O. Claudia Battistoni
Evaluaciones de juego
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Aquí les resumo las características y partes de las principales evaluaciones:
Nancy Takata fue seguidora de Mary Reilly. Afirmaba que el juego progresa en una
forma evolutiva previsible, y que el niño avanza hacia niveles más altos de desempeño.
Lo histórico se relaciona con lo temporal, con una continuidad y en una secuencia.
Consta de dos secciones principales, una se relaciona con las experiencias previas de
juego y la otra con la descripción de juego actual. Los resultados se comparan con la
Tabla diagnóstica de Juego (transcripta en la página anterior) y se puede definir en
qué etapa de juego se encuentra el niño y cuáles son las necesidades y lineamientos a
partir de los cuales trabajar.
Cuenta además con una Hoja de Juego (Resumen de juego), y la Tabla de Juego
diagnóstica para poder ubicar al niño en una de las épocas evolutivas y poder
organizar la intervención.
Esta evaluación completa, así como sus instructivo, se encuentra en el texto “Play as
an exploratory learning”, Mary Reilly (1974), cap 5: Play as a prescription, de Nancy
Takata.
Susan Knox, también discípula de Mary Reilly, desarrolló la Escala de Juego (1974),
que es una escala de observación de juego tomando 4 dimensiones: manejo del
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espacio, manejo de los materiales, imitación y participación. Se basa en la descripción
de las conductas de juego esperables en esas dimensiones en niños entre 0 y 6 años.
Siguiendo el marco teórico del Modelo Lúdico que vimos anteriormente, Francine
Ferland propone una evaluación que tiene como objetivo identificar las características
de la actitud lúdica del niño, sus intereses, reacciones, habilidades y destrezas, y
dificultades. Fue creada para poder relacionar las destrezas, dificultades e intereses de
un niño con disfunciones físicas. Cuenta con un cuestionario para padres, y la
evaluación al niño.
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Esta evaluación se encuentra completa y con su instructivo en el texto “Play, children
with physical disabilities and Occupational Therapy, A Ludic Model”, Francine Ferland.
4. Test de juguetonería o Capacidad de ser juguetón (Test of Playfulness
ToP) (1994)
Anita Bundy desarrolló el Top, que consta de 60 items a través de los cuales se evalúa
la capacidad de ser juguetón que presenta un niño, y cada uno de los ítems se mide
en tres variables: extensión de tiempo, intensidad y capacidad.
Intervención
Anita Bundy plantea que “si el juego es el vehículo a través del cual los
individuos aprenden a dominar el ambiente, entonces debería ser una de las
herramientas terapéuticas más poderosas” (Bundy, 1991).
¿Cuál es la diferencia?
Hablamos del uso del juego como medio cuando nuestro eje fundamental es
desarrollar, favorecer, estimular o promover distintas habilidades o logros en el niño, y
usamos el juego para alcanzar esos objetivos. El interés central no está en el juego
mismo, sino en lo que se puede lograr a través de él.
El juego pensado como objeto de intervención implica que el juego no está presente, y
que nuestro eje fundamental es promoverlo o desarrollar las habilidades y condiciones
necesarias para que el niño juegue.
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Por otro lado, Christine Morrison y Peggy Metzger, plantean tres perspectivas en la
intervención específica de Terapia Ocupacional respecto del juego:
Somos nosotros quienes deberemos ir adaptando las propuestas, los ofrecimientos, los
ambientes e incluso a nosotros mismos y acompañar adonde el niño nos lleve,
cuidando que el juego no decaiga pero que a la vez nos permita intervenir. Creo que
ese es el desafío más difícil de lograr.
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La conclusión a la que podemos arribar luego del recorrido teórico que hicimos, es la
importancia de constituirse como facilitador del juego.
Tomo una frase de Winnicott que me parece muy adecuada para quien juegue con un
niño en un espacio terapéutico: “la psicoterapia se da en la superposición de
dos zonas de juego, la del paciente y la del terapeuta. Está relacionada con
dos personas que juegan juntas. El corolario de ello es que cuando el juego
no es posible, la labor del terapeuta se orienta a llevar al paciente de un
estado en el que no puede jugar a uno en el que le es posible hacerlo”.
Y acá les traigo la problemática respecto del niño que presenta alguna disfunción. Es
fundamental, más allá de los déficits en las habilidades, poder definir cuál es su
impacto en el área de juego. Florey (1971) dice que: “Cuando un niño no puede
jugar, deberíamos preocuparnos tanto como cuando no quiere comer”.
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severamente el juego. Por ejemplo un niño que transita una internación, en la cual
más allá de la razón médica de la misma, el ambiente por sí mismo es el que no
provee las oportunidades para el juego. La preocupación familiar por la situación
médica del niño, la falta de intimidad, los cambios en la vida cotidiana, la falta de
estímulos, el posible malestar del niño, el equipamiento que limita la movilidad del
niño, entre otros tantos factores.
Estos interrogantes deberían ser en principio los que orienten nuestra intervención,
para luego pensar específicamente en las habilidades / destrezas / etapas de juego en
las cuales debemos trabajar.
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Bibliografía
Case Smith Jane, Occupational Therapy for children. Ed. Mosby. Año 2001.
Capítulo 4: Development of Children Occupations, Jane Case Smith
Capítulo 5: Play, Doyle Morrison Christine y Metzger Peggy.
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Reilly Mary, Play as an exploratory learning, Studies of curiosity behavior.
Sage Publications, California, USA. Año 1974
Capítulo 3: Una explicación acerca del juego. Mary Reilly
Capítulo 5: Juego como prescripción. Nancy Takata
Capítulo 6: Escala de juego. Susan Knox
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