1 Fruta Granada en El Tratamiento Del Cancer de Prostata PDF
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NATURAL
LA GRANADA EN EL TRATAMIENTO DEL CÁNCER DE PRÓSTATA
JUNIO 2013
ÍNDICE
RESUMEN 3
ABSTRACT 3
ÍNDICE DE SIGLAS 4
INTRODUCCIÓN 5
CAPÍTULO 1. LA ALIMENTACIÓN 8
CAPÍTULO 2. LA PRÓSTATA 10
CAPÍTULO 4. LA GRANADA. 23
REFLEXIONES 29
BIBLIOGRAFIA 30
ANEXOS 34
2
RESUMEN
El cáncer de próstata es uno de los tumores con mayor incidencia entre los hombres,
siendo la tercera causa de fallecimiento por cáncer en el sexo masculino en España, detrás
del cáncer de pulmón y del cáncer colorrectal. Debido a esto, es importante encontrar
nuevas terapias que ayuden a detener e incluso reducir su progresión.
Uno de los alimentos que ha mostrado gran eficacia contra el cáncer de próstata es la
granada, una fruta que aporta innumerables beneficios ya que, como se ha observado en
varios modelos experimentales, tiene efectos proapoptóticos, antiangiogénicos y
antiproliferativos. Además, posee otras virtudes, como son su efecto antioxidante,
antiinflamatorio, astringente y antiparasitario.
PALABRAS CLAVE
Neoplasias de la próstata, Punicaceae, Quimioprevención , Dietoterapia
ABSTRACT
Prostate cancer is one of the tumours which has the highest incidence among men, being
the third mortal cause for cancer in men in Spain, behind lung cancer and colorectal
cancer. Because of this, it is important to find new therapies that help to stop and even to
reduce its advance.
The chemoprevention, which is the use of certain foods to hold up the cancer process, has
been shown to be useful as an alternative therapy in multiple studies, thus, it is always
advisable to combine it with other treatments, such as prostatectomy, or use it alone in
surveillance cases or when the cancer is in remission.
One food that has shown to have great effectiveness is the pomegranate, a fruit
which provides innumerable benefits since, as it has been observed in several
experiments, it is proapoptotic, antiangiogenic, and antiproliferative. Moreover, it has
other virtues such as its antioxidant effect, anti-inflammatory effect, astringent effect and
antiparasitic effect.
KEYWORDS
Prostatic Neoplasms, Punicaceae, Chemoprevention, Diet therapy
3
ÍNDICE DE SIGLAS
Página
Figura 1: Partes de la próstata 10
Figura 2: Hiperplasia benigna de próstata (corte frontal) 13
Figura 3: La próstata, el adenoma y el tumor (corte transversal) 14
Tabla 1: Riesgo de Cáncer de Próstata según valores bajos de PSA 17
Tabla 2: Composición media de la granada en 100g de producto comestible 23
4
INTRODUCCIÓN
Pero, por otro lado, la incorporación de ciertos alimentos a la dieta puede ser la mejor
opción para prevenir o tratar otro tipo de enfermedades como el cáncer de próstata
(CaP).
Debido a esta alta incidencia, largo período de latencia y una fuerte influencia del medio
ambiente le alzan como candidato ideal para el abordaje quimiopreventivo (1).
El hecho de que el CaP sea un problema de salud con alta prevalencia supone una enorme
carga para el sistema sanitario debido a los costes asociados al diagnóstico y terapia. Por
ello, el uso de la alimentación como terapia natural supone una alternativa al tratamiento
tradicional que podría ahorrar mucho dinero, y lo que es más importante, reducir o
retrasar el desarrollo del cáncer evitando los efectos secundarios del tratamiento
farmacológico (3).
La población diana de este trabajo incluye a todos los varones adultos, generalmente a
partir de 45 años y es perfectamente útil tanto para aquellos que han sido diagnosticados
de cáncer de próstata en fase inicial, en fase avanzada o para aquellos que quieren
prevenir su aparición aplicando las nociones sobre alimentación que se darán más
adelante.
5
El ámbito sanitario de aplicación dependerá del objetivo de la intervención. Por tanto, si el
objetivo es preventivo, será en Atención Primaria (AP) donde se darán las
recomendaciones en alimentación. Si el objetivo es curativo, será en Atención
Especializada.
MOTIVO DE ELECCIÓN
Uno de los motivos que llevaron a la elección de esta revisión bibliográfica fue el interés
en conocer más sobre los beneficios de la alimentación, ya que, habitualmente, se tienen
nociones básicas sobre qué alimentos son más sanos para ciertas enfermedades o cuáles
hay que evitar, pero no se profundiza en saber qué componentes los hacen más sanos o
qué grupo de alimentos es más conveniente. Es decir, se pretendía ampliar los
conocimientos e incorporarlos a la práctica profesional y a la vida cotidiana.
Por otro lado, es interesante la aplicación de la alimentación como terapia natural, ya que
los tratamientos suelen tener efectos adversos y, de esta forma, se podrían reducir, sin
obviar que resultaría menos costoso que los tratamientos habituales.
ESTRATEGIAS DE BÚSQUEDA
De esta forma, se pudo comprobar que es un tema de actualidad, del que se han hecho
bastantes estudios, lo que demuestra que cada vez se tiene más en cuenta la
alimentación y su empleo como terapia.
PALABRAS CLAVE
6
Neoplasias de la próstata, Punicaceae, Quimioprevención, Hiperplasia prostática,
Antígeno Prostático Específico, Dietoterapia, Isoflavonas, Calcio, Lignano
OBJETIVOS
Los objetivos que se han propuesto con la realización de esta revisión bibliográfica han
sido cinco, uno de ellos, principal y los otros cuatro, específicos.
OBJETIVO PRINCIPAL
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Describir qué alimentos son beneficiosos y cuáles perjudiciales para el desarrollo del CaP.
Mostrar a la granada como una fruta beneficiosa, analizando sus componentes para ver
cuáles son sus aplicaciones generales y, más concretamente, ver como actúa frente al
CaP.
Proporcionar a los profesionales de la salud una base de información que puedan emplear
para realizar Educación para la Salud (EpS) y servir como guía a los usuarios que quieran
saber como prevenir o tratar el CaP.
DESCRIPCIÓN DE CAPÍTULOS
7
CAPÍTULO 1. LA ALIMENTACIÓN
La nutrición “es la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del
organismo. Una buena nutrición (una dieta suficiente y equilibrada combinada con el
ejercicio físico regular) es un elemento fundamental de la buena salud.
Una mala nutrición puede reducir la inmunidad, aumentar la vulnerabilidad a las
enfermedades, alterar el desarrollo físico y mental, y reducir la productividad” (5).
No sólo es importante elegir los alimentos más adecuados, sino también, saber
distribuirlos a lo largo del día, por ello, es fundamental seguir una norma básica: la comida
más completa debe ser el desayuno, compuesto por un lácteo, a ser posible, vegetal, por
ejemplo, de soja, hidratos de carbono complejos, como cereales o tortas de arroz integral
y un zumo con antioxidantes (4).
A media mañana se debe ingerir un pequeño almuerzo para recargar energía y saciar el
apetito. Puede estar compuesto por fruta (4).
A la hora de la comida es importante que los alimentos crudos sean los primeros en
ingerirse, ya que, por ejemplo, la fruta en el postre, a excepción de la manzana o la piña,
dificulta la digestión. Otra opción puede ser ensalada, procurando aliñarla con aceites de
oliva vírgenes (4).
A media tarde, se puede tomar algún alimento que contribuya a reponer energías y ayude
a ingerir menos en la cena, como ocurre con el almuerzo (4).
Por la noche, las cenas deben ser ligeras. Pueden incluir una ensalada o un plato sencillo
de cereales. No se recomienda proteína animal por la noche, ya que tiende a crear
putrefacciones intestinales y alterar el sueño (4).
El objetivo de esta distribución es que las digestiones sean más ligeras y los niveles de
glucosa se mantengan más constantes a lo largo del día, a la vez que el cuerpo recibe la
energía suficiente para realizar las diferentes actividades.
8
1.2. PROCESO DE ELABORACIÓN DE LOS ALIMENTOS: FORMAS DE COCCIÓN
Por ejemplo, las carnes cuando están bien hechas, quemadas o curadas contienen altas
concentraciones de aminas heterocíclicas. Estas sustancias se concentran en la glándula
prostática, donde aumentan la producción de radicales libres y desencadenan la
carcinogéneis (1,8).
Por el contrario, marinando carnes con aceite de oliva, vinagre y especias protectoras
como el ajo, el romero o la cúrcuma, se reduce la producción de sustancias cancerígenas
durante la cocción (1).
Por todo lo dicho y según Hernández Ramos en su libro “Que tus alimentos sean tu
medicina”, las recomendaciones para evitar, en la medida de lo posible, la aparición de
estas sustancias nocivas en los alimentos especifican que es preferible comer alimentos
crudos que cocinados, siendo recomendable al menos una tercera parte de nuestra dieta
procedente de estos, y si es posible, incluso, la mitad (4).
También, se debe evitar cocinar a altas temperaturas y durante un largo tiempo. Además,
resultan especialmente nocivos los asados y las frituras entre 300-700ºC, incluyendo el
horno. La olla exprés alcanza los 140ºC, por lo que, también, debe utilizarse poco (4).
Por otro lado, se pueden sustituir las técnicas anteriores por cocción al vapor a menos de
110ºC, estofado a baja temperatura y plancha ligera sin quemar (4).
9
CAPÍTULO 2. LA PRÓSTATA
La próstata es “una glándula que forma parte del aparato reproductor masculino. Se
encuentra situada inmediatamente por debajo de la vejiga, delante del recto, y rodea el
inicio de la uretra que pasa a través de su centro antes de recorrer el pene para terminar
en el orificio urinario externo”. La próstata mide unos 3 cm de longitud y 4 cm de anchura
y está envuelta por la cápsula prostática (9,10).
La próstata segrega un líquido claro lechoso, que forma aproximadamente el 30% del
volumen total del líquido seminal. Esta fracción del eyaculado ayuda a activar los
espermatozoides y mantiene su motilidad (9).
La próstata está dividida en tres partes: zona periférica, zona transicional y zona central.
Los tumores de la zona transicional tienen datos de mejor pronóstico (malignidad,
extensión del tumor, supervivencia libre de recidiva bioquímica) que los de la zona
periférica (10).
MULTIFOCALIDAD
Un alto porcentaje (67%) de los cánceres prostáticos tiene varios focos de origen, que
pueden tener distintos grados histológicos (heterogeneidad). La existencia de
multifocalidad está relacionada con mayor riesgo de recurrencia y con un grado y un
estadio más avanzados (10).
10
INVASIÓN DE VESÍCULAS SEMINALES
EXTENSIÓN EXTRACAPSULAR
Es positivo cuando las células tumorales están en contacto con la tinta de la superficie de
la pieza y negativo cuando se encuentran muy cerca de la superficie teñida o cuando se
encuentran en la superficie del tejido en ausencia de tinta (11).
Para algunos autores los márgenes quirúrgicos positivos son un factor pronóstico de
mayor riesgo de progresión de la enfermedad o recidiva bioquímica, sin embargo, otros
creen que es debido a su relación con otras variables que empeoran el pronóstico, como
invasión de vesículas seminales, extensión extracapsular, PSA preoperatorio, grado
Gleason o volumen tumoral. Otros han encontrado significación pronóstica de forma
independiente (10).
VOLUMEN TUMORAL
EDAD
Diferentes publicaciones han concluido que a mayor edad peor pronóstico, por ejemplo,
en un estudio, se encontró que en los varones tratados con radioterapia radical, la tasa de
11
metástasis a distancia a los 5 años era significativamente superior en los mayores de 65
años (12).
Sin embargo, existe controversia sobre esta afirmación y algunos autores no han llegado a
esta conclusión. Gronberg et al. no encontraron diferencias debidas a la edad en una
cohorte de 6.890 pacientes (13).
Además Austin et al. han descrito que la raza modifica el efecto de la edad, habiendo más
casos de tumores avanzados en jóvenes de raza negra que en mayores (14).
HALLAZGOS MORFOMÉTRICOS
Para algunos autores, el índice de la forma elíptica de los núcleos es un factor predictivo.
También, se ha analizado el tamaño y otros factores morfométricos para averiguar el
pronóstico sobre el CaP localizado (10).
DENSIDAD MICROVASCULAR
Otros autores, sin embargo, no ven relación con el pronóstico de la enfermedad (10).
E-CADERINA
En un estudio se comprobó la relación del IGF-I con el riesgo de CaP y se vio como los
pacientes como mayor concentración plasmática de IGF-I presentaban un riesgo relativo
de desarrollar CaP 2,41 veces superior que los que tenían una menor concentración (16).
12
Por otro lado, es importante diferenciar la hiperplasia benigna prostática (HBP) del cáncer
de próstata.
CÁNCER DE PRÓSTATA
Entre otros síntomas, puede cursar con dolor, micción dificultosa e incluso disfunción
eréctil (10).
13
Figura 3: La próstata, el adenoma y el tumor (corte transversal)
14
CAPÍTULO 3. CÁNCER DE PRÓSTATA
La incidencia en España en el año 1998 fue de 10.659 casos nuevos, con una tasa de
45,33/100.000 habitantes, una de las más bajas de la Unión Europea, que ese mismo año
tuvo una tasa de 68/100.000 habitantes. Durante el periodo 1997–2000, la incidencia en
nuestro país fue de 13.212 casos nuevos al año, con una tasa anual de 56,29/100.000
habitantes-año. En 2008, la incidencia fue de 57/100.000 habitantes/año) (2,10).
La etiología no es del todo clara, aunque se sabe que tiene relación con factores
genéticos, étnicos y estilos de vida (10).
En el caso de tener un pariente de primer grado con CaP, el riesgo se multiplica por dos
como mínimo. Cuando hay dos o más parientes de primer grado afectados el riesgo
aumenta entre cinco y once veces. Además, los pacientes con CaP hereditario suelen
tener un comienzo más precoz (6-8 años antes) que los que tienen un cáncer espontáneo
(11).
Por otro lado, también depende de la región donde se viva, de tal forma que en Estados
Unidos y Europa Septentrional hay mayor incidencia y, por el contrario, en el sureste
asiático es menor. Sin embargo, no sólo depende del lugar de procedencia, de hecho,
ciertos estudios sobre migración muestran que cuando los sujetos se desplazan a otras
regiones donde el riesgo es diferente al suyo, los individuos adquieren el mismo nivel de
riesgo. Todo esto se debe a que, también, adquieren el estilo de vida y dieta del lugar
donde viven (1,11).
15
Por ello, no sólo los factores endógenos del paciente son determinantes a la hora de
desarrollar un cáncer de próstata. Se ha expuesto que diversos factores, como el
consumo de alimentos y alcohol, el modelo de conducta sexual, la exposición a radiación
solar o la exposición laboral también influyen significativamente (11).
El paciente con este tipo de cáncer es aquel que tiene presencia de adenocarcinoma de
próstata sin extensión fuera de la cápsula prostática, sin invasión linfática ni metastásica,
es decir, sólo afecta a las células glandulares (10,20).
El paciente con este tipo de cáncer es aquel que tras haber recibido un tratamiento
primario con intención curativa, tiene un aumento del PSA, esto se conoce como “recidiva
bioquímica” (10,21).
3.3. DIAGNÓSTICO
Los principales métodos utilizados para detectar posibles casos de cáncer de próstata son
la determinación de PSA y el tacto rectal. El diagnóstico definitivo se basa en la realización
de una biopsia donde se determinará el grado Gleason y la extensión del tumor (11). Ver
anexo 2.
Los niveles de PSA en sangre son mínimos en comparación con los del semen y en varones
sanos se encuentran mucho más bajos que en los varones afectados por el cáncer (22).
16
avanzado esté el proceso cancerígeno más frecuente será encontrar valores por encima
de la normalidad (22).
No obstante, hay ciertos pacientes con cáncer de próstata cuyos niveles de PSA son
normales. En la tabla 1 se observa la tasa de CaP en un grupo de 2950 varones con valores
bajos de PSA (11).
0-0,5 6,6%
0,6-1 10,1%
1,1-2 17,0%
2,1-3 23,9%
3,1-4 26,9%
Además, hay que tener en cuenta que hay ciertos factores que pueden modificar los
niveles de PSA y, por tanto, dar lugar a falsos positivos o falsos negativos. Por ejemplo, la
eyaculación o permanecer hospitalizado pueden disminuir el PSA. Por otro lado, la edad,
la HBP, el masaje prostático o la biopsia de próstata puede aumentar el PSA sérico (22).
Por todo ello, un valor de PSA elevado no es por sí mismo criterio definitivo de cáncer de
próstata, pero sí sirve de gran ayuda en su detección junto a otras pruebas, como el tacto
rectal (22).
Ante un valor elevado de forma aislada de PSA es recomendable confirmar estos valores
un tiempo después. Además, se puede realizar otra prueba que es la determinación de
PSA libre. El PSA libre es la fracción de PSA que no va unido a proteínas. Los pacientes con
CaP tienen menor porcentaje de PSA libre, mientras que los que sufren una HBP tienen
una mayor proporción de PSA libre (22).
Por todo ello, no hay duda de que la determinación del PSA sanguíneo puede ayudar a la
determinación precoz de muchos cánceres de próstata, sin embargo, este marcador no
puede distinguir entre los cánceres más agresivos de aquellos más benignos (23).
El tacto rectal, que es la palpación digital de la próstata a través del recto, valora su
tamaño, textura y forma. Es una prueba importante, ya que como se mencionó
anteriormente, la mayoría de los CaP se localizan en la zona periférica y pueden
detectarse mediante tacto cuando el volumen es de unos 0,2 ml o mayor (11,22).
El diagnóstico definitivo, si el PSA y/o el tacto rectal lo indican, se puede realizar mediante
biopsia guiada por ecografía a través de acceso perianal o transrectal, según preferencia
o experiencia del urólogo (11).
17
Una vez obtenida la biopsia, un anatomopatólogo analiza la muestra y, si hay presencia
tumoral, calcula el grado Gleason (11).
La escala Gleason es una clasificación que mide el índice de anormalidad del tejido
prostático, para ello, toma como muestra dos áreas del cáncer que sean representativas
(áreas con diferente grado). A cada una de ellas le da una puntuación del 1 al 5 (10,11).
El tratamiento del CaP es uno de los grandes dilemas de la medicina actual. La evidencia
científica disponible no permite hacer recomendaciones absolutas para cada tipo de
paciente. La decisión terapéutica debe tomarse teniendo en cuenta la edad del paciente,
su estado de salud, el estadio de la enfermedad, la esperanza de vida, el grado de
diferenciación histológica del tumor, los niveles de PSA, los potenciales beneficios
asociados a cada modalidad terapéutica y los riesgos del tratamiento, incluidos los efectos
sobre la calidad de vida. Las modalidades terapéuticas más habituales del CaP son la
prostatectomía radical, la radioterapia (externa, braquiterapia o ambas), el tratamiento
con ultrasonidos, la terapia hormonal y el seguimiento conservador (24).
Consiste en extirpar toda la próstata entre la uretra y la vejiga, así como la resección de
ambas vesículas seminales junto con tejido adyacente. Se trata de un tratamiento
estándar (los tratamientos estándar son reconocidos como los mejores y se proponen de
manera sistémica en una situación concreta) cuyo objetivo es la erradicación de la
enfermedad (10,11).
Es un tratamiento local cuyo propósito es destruir las células cancerosas por medio de una
fuente radioactiva colocada en el exterior de la próstata. Es un tratamiento estándar del
cáncer de próstata no metastásico (10).
18
BRAQUITERAPIA
Es un tratamiento local cuyo objetivo es destruir las células cancerosas por medio de una
fuente radioactiva colocada en el interior de la próstata. La braquiterapia es una terapia
alternativa cuyos candidatos más idóneos son los pacientes con CaP de bajo riesgo. Los
resultados serían similares al uso de cirugía pero con menor morbilidad (10,11,25).
Son ondas focalizadas mediante ultrasonidos que emitidas por un transductor producen
daño tisular a través de efectos mecánicos y térmicos. El objetivo es calentar los tejidos
por encima de 65 ºC para que se destruyan por necrosis mediante coagulación. Es una
alternativa (11).
HORMONOTERAPIA
El CaP puede ser tratado de diferentes formas, ya sea la cirugía mediante extirpación, la
radioterapia o la simple vigilancia. Según el doctor Seignalet, en un análisis a 60.000
pacientes en el que se pudo comprobar la eficacia de las tres terapias, se mostró que la
supervivencia a los 10 años era básicamente la misma, por lo que Seignalet recomienda la
vigilancia combinada con la alimentación como terapia, evitando los efectos nocivos de
las otras dos alternativas (7).
Sin embargo, la dieta no siempre es eficaz, pueden aparecen fracasos, pero, sin duda,
nunca está de más en todos los casos (7):
Como método preventivo, con aporte de vitaminas y de minerales, principalmente los que
tienen acción antioxidante que se oponen a los radicales libres.
Como tratamiento curativo, en asociación con los tratamientos clásicos (cirugía,
quimioterapia, radioterapia, hormonoterapia) y sólo cuando el resto de técnicas
terapéuticas se ha suprimido, y se considera el cáncer en remisión.
19
3.5. LA ALIMENTACIÓN COMO TERAPIA ALTERNATIVA
Son todos aquellos alimentos que, por sus propiedades, aumentan el riesgo de cáncer,
entre los cuales se encuentran:
PRODUCTOS LÁCTEOS
Algunos estudios muestran que los hombres que consumen más productos lácteos tienen
un riesgo ligeramente mayor de cáncer de próstata (27), otros apuntan a que esta teoría
se debe a que el aumento en los niveles de calcio produce una supresión de 1,25(OH)2D3
plasmático. Esta vitamina D parece tener un efecto inhibitorio en el crecimiento del
cáncer de próstata (1, 28).
CARNE ROJA
CARBOHIDRATOS REFINADOS
Los azúcares refinados propios de ciertos alimentos como el azúcar blanco, las pastas
blancas, el pan blanco, los refrescos o los pasteles también se han añadido a la lista de
productos que aumentan el riesgo de cáncer prostático por una mayor biodisponibilidad
del IGF-1 (1,30).
20
3.5.2. ALIMENTOS QUIMIOPREVENTIVOS
FRUTAS Y HORTALIZAS
ANTIOXIDANTES
Fitoestrógenos
Los isoflavonoides y los lignanos se asocian con una menor incidencia de cáncer de
próstata (1).
Isoflavonas
Se ha demostrado que en los países asiáticos, la mortalidad por CaP es menor debido al
consumo de grandes cantidades de soja. La soja contiene tres isoflavonoides: daidzeína,
genisteína y gliciteína. Los estudios en animales demuestran que las isoflavonas,
especialmente la genisteína, inhibe el crecimiento de cáncer de próstata (1,33-35).
Lignanos
Las semillas de lino, las frutas, las hortalizas y los cereales integrales poseen precursores
de los lignanos que, tras la acción bacteriana, se transforman en lignanos (4).
Algunos estudios han demostrado que los enterolignanos y sus precursores dietéticos
aumentan la apoptosis de las células del cáncer in vivo. Por otra parte, hay pocos datos
disponibles sobre los efectos de los lignanos vegetales dietéticos en las células del cáncer
de próstata, ya que las concentraciones de lignanos en los experimentos in vitro son
claramente superiores a las que se encuentran en el suero humano, y por tanto, la
relevancia de los resultados sigue siendo poca clara (36).
OTROS FLAVONOIDES
Silimarina
Se ha demostrado inhibición en el crecimiento celular y eficacia apoptótica frente al
cáncer de próstata (37).
Quercetina
En un estudio se mostró que la quercetina tenía actividad apoptótica de las células
cancerígenas y suprimía la angiogénesis. La angiogénesis es la formación de vasos
sanguíneos procedentes del tumor, por medio de la secreción de varios factores del
21
crecimiento, como el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF). Básicamente, lo
que hace la quercetina es inhibir la activación del factor de crecimiento (38).
Antocianos
Son los responsables de dar el color rojo a morado característico a algunos frutos como la
uva, las fresas, los arándanos y las granadas. Presentan actividad antioxidante (4).
Carotenoides
Son los pigmentos que confieren el color amarillento o rojizo a ciertas hortalizas y frutas.
Presentan actividad antioxidante y preventiva frente al cáncer. Un ejemplo es el licopeno
(4).
Terpenos
Algunas plantas aromáticas (alcaravea, perejil, menta…) y las coles contienen estas
moléculas, capaces de detener algunas sustancias cancerígenas (4).
Una mayor ingesta de ácidos grasos omega-3 (presente en pescados grasos como el
salmón o la caballa) está relacionada con una disminución en el riesgo de cáncer de
próstata. Este efecto protector puede ser debido a su poder antiinflamatorio (1).
Por otro lado, el consumo de aceites vegetales sin refinar, ricos en fitoesteroles como el
aceite de oliva, también parecen tener efecto protector frente al CaP (40).
22
CAPÍTULO 4. LA GRANADA.
La granada es una fruta bastante desconocida para el consumidor, sin embargo, posee
una serie de nutrientes que le confieren propiedades muy beneficiosas para la salud (41).
Actualmente, la granada se cultiva en países del Mediterráneo, tales como España, Grecia
y norte de África, durante los meses comprendidos entre septiembre y enero, aunque los
mejores meses para su consumo son octubre, noviembre y diciembre (41).
23
Desde el punto de vista nutricional, la granada contiene una gran cantidad de hidratos de
carbono (en forma de azúcares), superior a la mayoría de las frutas. En cuanto a las
proteínas, suponen un 1% de su composición total y un 0,3% son grasas (35).
Por otro lado, posee unos compuestos llamados fitoquímicos. “Los fitoquímicos son
metabolitos secundarios de las plantas que poseen efectos beneficiosos para la salud
aunque no sean considerados nutrientes esenciales”. Las plantas les producen como
mecanismo de protección frente a ciertos agentes externos como la radiación ultravioleta,
patógenos… (15).
La granada también contiene acido cítrico que le confiere ese sabor ácido y favorable
sobre el intestino ya que contribuye a regenerar la flora intestinal y, además, fomenta la
eliminación de ácido úrico y sus sales a través de la orina (35,41).
Por otro lado, están las antocianinas, como la delfinidina, la cianidina, y pelargonidina.
Son los pigmentos vegetales de color rojizo perteneciente al grupo de los flavonoides.
Actúan como antiséptico y antiinflamatorio, así como antioxidante, por su actividad
captadora de radicales libre que actúa frente al envejecimiento y la degeneración
cancerosa (35,41,42).
Pero sin duda, son las punicalaginas (unos elagitaninos) las que poseen mayor capacidad
de captación de radicales libres, siendo responsables del 50% de esta actividad en el zumo
de granada (41).
24
Otro componente es la peletierina, un alcaloide con acción vermífuga, es decir,
antiparasitaria. Está presente en la corteza y las láminas (41).
Por último, resaltar que el hecho de que sea rica en agua y baja en sodio, le aporta
propiedades diuréticas y depurativas, por lo que se puede recomendar a los hipertensos
(41).
Varios estudios han demostrado que diferentes partes de la granada tienen efecto
antiproliferativo. En un estudio se mostró que varios extractos de la granada inhibían la
proliferación de algunas líneas celulares de cáncer prostático hormono-sensible y
hormono-resistente. Y, por el contrario, las células prostáticas normales no se veían
afectadas (15).
25
EFECTOS SOBRE EL FACTOR NUCLEAR KB (NF-KB)
El NF-κB es uno de los factores de transcripción que se activa como respuesta a varios
estímulos, entre ellos, los carcinógenos. El CaP es uno de los tumores en los que se ha
demostrado la activación del NF-KB, que representa un factor de riesgo independiente de
recidiva tumoral tras la PR (15).
26
4.2.1. RESULTADOS QUE SUGIEREN LA APLICACIÓN DEL ZUMO DE GRANADA AL
CÁNCER DE PRÓSTATA
ESTUDIO 1
Pantuck et al. realizaron un estudio para determinar la eficacia del zumo de granada
en el cáncer de próstata. Para ello, obtuvieron determinaciones del PSA en los pacientes
con CaP 6 meses antes de empezar el estudio. Posteriormente, se les administró ocho
onzas de zumo de granada al día por vía oral (equivalente a 570 mg de ácido gálico
polifenólico al día) hasta la progresión de la enfermedad. Los pacientes fueron seguidos
durante tres meses, analizando PSA sérico, y recogiendo sangre y orina para los estudios
de laboratorio (48).
El criterio de valoración principal de este estudio fue el efecto de las variables PSA, como
el cambio en el tiempo de duplicación y otros biomarcadores.
De los pacientes incluidos, 68% fueron tratados originalmente con PR, 10% con RTE, 10%
con braquiterapia, 7% con cirugía y radiación y 5% con crioterapia.
Dieciséis de los cuarenta y seis pacientes (35%) mostraron una reducción en las cifras de
PSA. En cuatro casos el PSA descendió más del 50%. El tiempo de duplicación del PSA
aumentó significativamente, desde una media de 15 meses al comienzo del estudio a 54
meses.
Estos resultados sugieren que el zumo de granada es efectivo para retrasar la evolución
del cáncer en pacientes en los que ha fracasado el tratamiento inicial (48).
ESTUDIO 2
Adhami et al. realizaron un estudio para comprobar el efecto del extracto de granada
contra el desarrollo del CaP en ratones transgénicos (49).
27
Se utilizaron granadas frescas, se pelaron y la parte comestible se exprimió en una
solución que contenía un 70% de acetona y un 30% de agua destilada. Este extracto se
filtró a través de un papel especial, se condensó, se liofilizó y se conservó a 4ºC.
El primer grupo, que era el control, recibió agua potable normal, los otros dos grupos
recibieron agua y extracto de granada en dosis diferentes. La dosis que recibieron el
segundo y tercer grupo equivaldría a 250 ml y 500 ml de jugo de granada extraído de una
o dos granadas respectivamente.
Por otro lado, durante el estudio, se escogieron al azar a 5 ratones de cada grupo y se les
tomaron imágenes por resonancia magnética a las 12, 20 y 34 semanas. Se pretendía ver
el crecimiento y tamaño del tumor.
Al final del estudio, se obtuvo sangre procedente del plexo retro-orbital. También, se
retiró el aparato urinario de los ratones y se pesó, para comprobar el crecimiento
tumoral.
A las 34 semanas:
Respecto a la metástasis:
En cuanto al peso del aparato urinario, si que hubo diferencias significativas en los tres
grupos, lo que sugiere un efecto dosis-dependiente.
Además, se pudo comprobar que no había habido ningún efecto adverso secundario a la
administración oral de extracto de granada (49).
28
REFLEXIONES
Sin embargo, es interesante fomentar otras terapias como la alimentación, que abre una
nueva etapa en la que el paciente ya no es un sujeto pasivo. Esto es clave para aumentar
su motivación y animarle a mejorar su dieta, incluyendo alimentos que resulten
beneficiosos y ayuden a reducir la progresión de la enfermedad.
Por ello, se han realizado múltiples estudios cuyo objetivo es analizar los alimentos más
adecuados a esta patología.
Uno de los más estudiados ha sido la granada que ha demostrado ser útil en el
tratamiento del CaP. Esto se debe a sus efectos antiproliferativos, pro-apoptóticos y anti-
angiogénicos que explican su capacidad anticancerígena. No obstante, hacen falta más
estudios en humanos para confirmar, de forma indiscutible, su uso como tratamiento.
Teniendo en cuenta lo anterior, los enfermeros, cualificados para ello, pueden contribuir,
mediante EpS, a ampliar los conocimientos de los usuarios que acuden a la consulta de AP
en materia de prevención y tratamiento del CaP. Además, no son meros informadores, si
no que deben motivar y ayudar al paciente, fomentando su autonomía e implicación
durante todo el proceso.
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ANEXOS
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Anexo 2: Flujograma desde la sospecha hasta la paliación del CaP
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