Masoneria para Principiantes
Masoneria para Principiantes
Masoneria para Principiantes
D ESDE EL PRINCI-
PIO, la estructura
de la masonería ha
sido jerárquica. La primera
logia tenía un Maestro y dos
Diáconos, un Primer Vigi-
lante y un Segundo Vigilan-
te.
Con el tiempo, se agrega-
ron más oficiales a la estruc-
tura, hasta que se necesita-
ron siete oficiales para for-
mar una logia.
El oficial de menor rango
es la Guarda Exterior, que
se encuentra fuera de la
puerta de la Logia con una
espada desenvainada para
evitar cualquier entrada no
autorizada.
Luego viene la Guarda Interior, que está de pie dentro de la
puerta cerrada de la logia sosteniendo una espada para detener a
cualquiera que pueda forzar su camino más allá del Guarda Exte-
rior. el Guarda Interior es dirigida por el Primer Vigilante.
El siguiente en la escala es el Segundo Diacono, que lleva los
mensajes del Primer Vigilante al Segundo Vigilante. Luego está
el Primer Diácono, que lleva los mensajes del Venerable Maestro
al Primer Vigilante.
Juntos, estos siete oficiales forman la estructura básica de la logia.
En orden de antigüedad, de abajo hacia arriba, están: Guardia
Exterior (o tejador), Guarda Interior, Segundo Diácono, Primer
Diácono, Segundo Vigilante, Primer Vigilante y, por encima de
todos, Venerable Maestro.
El Maestro ordena la logia y da instrucciones al resto de la lo-
gia a través de los Vigilantes. El Maestro maneja un pequeño
martillo, llamado mallete, con el cual llama al silencio en las
reuniones. Cada uno de los Vigilantes también tiene un mallete,
de modo que cuando el Maestro llama al silencio, los Vigilantes
golpean cada uno de sus malletes antes de hablar. El sonido de los
golpes hace eco alrededor de la habitación de Logia. Solo después
de que el Maestro y Los Vigilantes hayan cerrado la puerta, y los
miembros de la logia estén en silencio, el Maestro comienza la
ceremonia.
Todos los oficiales de la Logia llevan al cuello un collar, del
cual cuelga una insignia para simbolizar el puesto del usuario. Por
ejemplo, la insignia para el Venerable Maestro es una escuadra, el
Primer Vigilante un Nivel y el Segundo Vigilante una plomada.
Estos símbolos suelen estar hechos de plata o bañados de plata.
Organización
La organización en la masonería no cesa con los oficiales de la lo-
gia. También hay una jerarquía entre los miembros ordinarios, cada
uno con un mandil simbólico diferente. Cuando un nuevo miembro es
admitido, él o ella se convierte en un Aprendiz Recibido.
Debe pasar algún tiempo aprendiendo rituales antes de que estén
listos para ser promovidos al siguiente rango, o grado, como dicen los
Masones, que es el de Compañero. A un aprendiz no se le permite
ingresar o permanecer dentro de una logia que se ha abierto para llevar
a cabo rituales de Compañero o de segundo
grado. Deben abandonar la Logia y esperar
afuera mientras se realizan los rituales del
Compañero.
El Guarda Exterior se asegura de que
no escuchen a escondidas los procedimien-
tos. Un Compañero puede entrar o perma-
necer dentro de la logia de un Aprendiz,
pero cuando una logia de Compañero abre ritualmente como la Logia
de Maestro Masón, los Compañeros tienen
que salir y esperar junto con los Aprendi-
ces.
El mandil usado por un masón hace que
sea fácil reconocer su grado. El delantal de
Compañero, como el del Aprendiz, es
blanco liso y hecho de piel de cordero pero
decorado con dos rosetones azules.
El mandil del Maestro Masón, que tam-
bién está hecho de piel de cordero blanca, tiene un borde azul claro
alrededor del mandil y su baveta; tiene las mismas dos rosetas azules
que la de un Compañero, así como una ter-
cera roseta azul y dos conjuntos de borlas
de plata. En la mayoría de los sistemas de la
masonería, el Venerable Maestro usa un
mandil similar al de un Maestro Mason,
pero las tres rosetas
azules se reempla-
zan con tres reglas te de plata.
Una vez que un Hermano se ha desempe-
ñado como maestro de una logia, se le llama
Past–Master y obtiene un collar azul claro.
De este collar cuelga un símbolo de plata
que muestra la prueba del Teorema de Pitágo-
ras (a2 + b2 = c2) y un cuadrado.
Esto es para asegurarse de que cada nuevo ritual que descubre un
Candidato al pasar al siguiente grado tenga un máximo impacto. Nin-
gún masón de grado inferior puede participar en una logia que se abre
en un grado más alto que el que ostenta. Como parte de las ceremo-
nias de promoción, se les entrega una contraseña especial y un saludo
que les permite ingresar a “una logia de grado más alto”.
• Logia de aprendices
• Logia de Compañeros
• La Logia de Maestros Masones
• Junta de Maestros Instalados
Por encima de la logia, sin embargo, hay más niveles de organiza-
ción jerárquica. Un grupo de logias en una provincia geográfica puede
unirse para formar una Gran Logia Provincial, y todas las Grandes
Logias Provinciales dentro de un país forman una Gran Logia.
Una vez que se haya informado un poco más, y si todavía estas in-
teresado, se te pedirá que asista a una entrevista con un panel de
miembros. Ellos querrán determinar si serás un candidato adecuado.
Se te preguntará si crees en alguna forma de Ser Supremo. Esto es
para averiguar si crees que hay algún tipo de orden básico para el uni-
verso. Si no lo crees, no se te invitará a solicitar la membresía. La ra-
zón de esto es bastante simple. Los rituales de la masonería están di-
señados para ayudar a los miembros a aprender sobre ellos mismos y
el propósito de sus vidas. Si no crees que la vida tenga algún propósi-
to, la masonería no puede ayudarte. El panel no le preguntará si sigue
alguna religión o credo en particular, ya que. . .
El primer grado
El ritual del Primer Grado presenta a los posi-
bles miembros la idea de que deben aprender a
enfrentar sus miedos y confiar en otros para
guiarlos cuando no puedan ver su propio ca-
mino hacia adelante. Como candidato, está pre-
parado para convertirse en masón de la manera
tradicional, de acuerdo con el ritual: se enrolla la
pierna del pantalón, se expone el pecho y se
quita un zapato del pie. Como se rumorea, tam-
bién se te vendarán los ojos y se te colocará una
soga alrededor del cuello. En algunas partes del
mundo, te darán un simple traje blanco para que
uses en lugar de tu ropa formal. Se le quitará
cualquier cosa de valor, como relojes, anillos y dinero, antes de llamar
a la puerta de la logia para solicitar la admisión.
El propósito de preparar a los posibles miembros de esta manera es
eliminar todas las insignias externas de rango y riqueza. Si una logia
permite que un individuo se una, es porque él o ella ha sido juzgada
como una persona digna en busca de la Verdad. Nadie es admitido por
ser rico o pobre.
Esto es para demostrar que la logia valora a una persona como per-
sona, no debido a su posición en la sociedad o su riqueza material.
Por lo tanto, el ritual del Primer Grado te despoja de todas las
trampas normales de riqueza y poder, como ropa fina, joyas caras y
dinero. Se le priva de la vista por medio de una venda y se lo lleva a
un lugar extraño donde no puede ver lo que está sucediendo.
Lo primero que sucede cuando se abre la puerta es que alguien sos-
tiene la punta afilada de una daga contra su pecho desnudo y le pre-
gunta si puede sentirla.
A medida que avanza la ceremonia, se le
guía con una mano en el brazo y se encuentra
con diferentes personas en diferentes partes de
la logia que le hacen preguntas sobre sus mo-
tivos e intenciones. Durante todo el tiempo, un
diácono le cuida de su bienestar lo ayuda, lo
incita y lo conduce alrededor de la logia. El
diácono le guía mientras camina y le susurra al
oído lo que debe hacer. Una voz le dice que
“pasará a la vista ante los hermanos para de-
mostrar que es un candidato preparado ade-
cuadamente para ser un masón”.
Finalmente, una vez que haya aceptado li-
bremente aceptar las reglas y la guía de la Or-
den, se le quitará la venda. A continuación, se le mostrarán los princi-
pales símbolos de la logia.
Ahora te has convertido en un hermano masón.
A continuación, se le enseñará cómo identificarse cuando ingrese a
una logia. Se le informarán las contraseñas del grado y se le mostrarán
los agarres ceremoniales utilizados durante los rituales. Recibirá una
serie de charlas breves que le aconsejarán que practique la caridad
hacia todos los necesitados. Al igual que fue admitido en la logia “po-
bre y sin un centavo”, debe recordar cómo se sintió cuando encuentre
con personas necesitadas.
Le dirán los tres principios básicos de la masonería:
El segundo grado
El ritual del Segundo Grado es diferente del drama
del Primer Grado. Todos los rituales de la masonería
se refieren de alguna manera a la construcción de un
edificio. En el Primer Grado, se te dijo que pensaras
en ti mismo como una piedra angular de un nuevo
edificio.
También se te comparó con una piedra áspera, re-
cién arrastrada fuera de la tierra y necesitando ser
moldeada y alisada para encajar en ese edificio.
Hay dos maneras de pensar sobre este simbolismo.
Una de las formas de verlo es el mensaje de que es
una piedra tosca que debe ser moldeada para que se
ajuste a la sociedad. Pero ¿qué pasa con ese extraño momento en el
que te dicen que te consideres la piedra angular de un nuevo edificio?
El nuevo edificio representa su personalidad, que se le alienta a desa-
rrollar pensando en los beneficios de la educación y llevando una vida
moral y responsable.
Cada vez que la masonería habla de un edificio, lo considera como
un símbolo de la personalidad o el carácter individual. En el Primer
Grado, se le alienta a establecer una base basada en la moral sana y el
deseo de aprender más. El Segundo Grado te ayuda a desarrollar tu
mente y te enseña maneras de pensar acerca de las maravillas del
mundo en el que vives.
El primer nivel se basó en aprender a abordar problemas difíciles y
hacer lo correcto, el segundo presenta una vasta biblioteca de conoci-
mientos sobre el mundo natural.
Antes de que pueda ser admitido en el Segundo Grado, debe de-
mostrar que se ha aplicado a las enseñanzas del Primer Grado. Habrá
que aprender una serie de preguntas y respuestas rituales. De esta ma-
nera, la instrucción masónica a menudo toma la forma de un catecis-
mo. Esta es una secuencia de preguntas y respuestas formales que los
Candidatos deben aprender de memoria y responder en la logia abierta
Esto desarrolla la memoria en una medida sorprendente.
Una vez que haya sido evaluado en el catecismo, los hermanos vo-
tarán si su recital fue lo suficientemente bueno como para otorgarle el
grado. Una vez que decidan que ha aprendido las lecciones del grado
anterior, será sacado afuera y una vez más despojado de todos tus
objetos de valor e insignias de rango y privilegio. Al salir de la logia,
se le dará una contraseña para memorizar. Se le pedirá que recite la
contraseña antes de volver a ingresar logia, que para entonces se habrá
abierto como una logia de Compañero.
Una vez que proporcione la contraseña, una vez más lo pasarán por
la logia, esta vez con los ojos abiertos, para mostrar a los hermanos
que todavía son pobres y que no tienen un centavo. Este es un mo-
mento simbólico importante, ya que le demuestra que está siendo
promovido por su personalidad, no por ninguna riqueza o estatus.
Una vez que haya prometido aceptar las enseñanzas del grado de
Compañero y mantener en secreto sus medios de identificación, se le
enseñará cómo identificarse utilizando las claves y contraseñas ritua-
les. Estas son formas formales de probarte a ti mismo que un Compa-
ñero solo las usa dentro de la logia.
Mientras tanto ritualmente, se trabaja en la construcción de la se-
gunda historia del edificio que caracteriza. Ascenderá la escalera para
llegar al segundo nivel, donde se le dirá que ahora su deber es estudiar
“los misterios ocultos de la naturaleza y la ciencia” para que pueda
comprender mejor el mundo en el que vive.
El ritual del Segundo Grado ha inspirado a muchos científicos a lo
largo de los años. Los hermanos Enrico Fermi (física), Alexander
Fleming (medicina) y Edward Appleton (física) fueron masones que
Tercer Grado
Comienzas por ser examinado con el ritual del catecismo. Si los
miembros juzgan que lo ha hecho bien en lo que la Francmasonería
llama “el Arte de la Memoria”, se le otorgara el Tercer Grado. Se le
enviará fuera de la logia para retirar dinero y estatus, y se le dará
otra instrucción. Recitar la nueva contraseña le permitirá entrar a
logia una vez que se haya abierto para Maestro Masón.
El ritual del Tercer Grado es serio y sombrío creado para hacer
que los Candidatos se den cuenta de que ellos, como todos los
demás, morirán. Su propósito es animarlos a hacer buen uso del
tiempo que están vivos.
En este ritual, los candidatos representan una antigua leyenda
sobre uno de los supervisores principales que trabajaron en el
Templo del Rey Salomón. Este famoso personaje masónico, del
Antiguo Testamento, era el hijo de una viuda y un artesano exper-
to. Él fue capaz de crear hermosos edificios.
Trabajó con el Rey Salomón, quien tuvo la inspiración para
construir un gran templo, y el Rey Hiram de Tiro, que proporcio-
nó todos los materiales que se necesitaban. Además, este héroe
Entendiendo símbolos
Carl Gustav Jung, el famoso psicólogo suizo, dijo que los símbo-
los nos hablan de “cosas más allá del alcance del entendimiento
humano”. Aprovechan una fuente de conocimiento que normal-
mente no está abierta a la mente consciente. Jung definió estos
símbolos como “un término, un nombre o una imagen que puede
ser familiar en la vida diaria, pero... posee connotaciones específi-
cas además de sus significados convencionales e implica algo
vago, desconocido u oculto para nosotros”.
Señaló que cuando su mente explora el
símbolo, se dirige a ideas que se encuentran
más allá del alcance de la razón. Debido a
que muchos fenómenos y experiencias se
encuentran más allá del alcance de la com-
prensión humana, usamos constantemente
términos simbólicos para representar las
cosas que no podemos comprender comple-
tamente.
Según el filósofo griego Platón, los
símbolos representan un mundo trascendental de formas perfectas
y hermosas que solo el alma humana puede alcanzar. El conoci-
miento humano más vital, que deriva del mundo de las formas, es
recordado por el alma humana desde antes del nacimiento físico.
Conciencia humana
Realiza dos tipos de funciones. Para tareas delicadas, por ejemplo,
el cerebro enfoca su atención de manera estrecha, para recoger un
grano de maíz en lugar de un fragmento de piedra que se encuen-
tra a su lado. Pero la conciencia humana también debe mantener
un amplio campo de atención, particularmente para permanecer
consciente de los depredadores. Una persona que no podía con-
centrarse podía morir de hambre; una persona que no podía per-
manecer alerta podría ser asesinada y devorada. Es por esto que
los humanos evolucionaron “dos cerebros”, correspondientes a las
funciones controladas por cada hemisferio. El cerebro izquierdo
se concentra en tareas detalladas y es impulsado por el lenguaje.
El cerebro derecho tiene una visión general más amplia y utiliza
símbolos para comprimir la información sobre el entorno. Esta
peculiaridad evolutiva ha dado a los seres humanos dos sistemas
de pensamiento esenciales: uno que habla y otro que responde a
los símbolos.
Los objetos de estudio
eran doce formas: seis de
joyería moderna y seis
símbolos antiguos. Elegí
la joyería moderna por-
que sus motivos decora-
tivos están diseñados
para atraer a las personas
de hoy.
Los resultados fueron
consistentes. Ver los
símbolos antiguos causó un cambio infalible en la respuesta gal-
vánica de la piel, mientras que las respuestas a las formas moder-
nas de joyería fueron más variadas.
Una cosa que no podía decir era si las respuestas a los símbolos
antiguos eran positi-
vas o negativas. ¿A
mis estudiantes les
gustan estos símbo-
los o los encuentran
perturbadores?
Como las respuestas
fueron viscerales y
subconscientes, no
tenía mucho sentido
preguntar a los suje-
tos cómo se sentían con respecto a las imágenes. Cuando intenté
preguntar, lucharon por expresar sus sentimientos. La única forma
segura de averiguarlo fue realizar una encuesta de seguimiento
con los mismos temas, haciendo diferentes preguntas sobre los
símbolos. Así que les pedí que clasificaran el mismo conjunto de
imágenes en términos de atractivo.
Los resultados fueron reveladores. Las imágenes de mayor clasi-
ficación fueron las que causaron respuestas significativas de RSG.
El sudor que había medido era el brillo del placer, no el sudor frío
del miedo.
Cada hemisferio del cerebro humano comprende el mundo de
una manera diferente. El cerebro izquierdo no entiende la metáfo-
ra, la narrativa o los símbolos emotivos. Escuchamos historias,
visualizamos símbolos y reaccionamos emocionalmente a imáge-
nes usando nuestro cerebro derecho inarticulado. El cerebro iz-
quierdo enfoca la atención estrechamente; se concentra. El cere-
bro derecho permanece alerta a lo que está sucediendo a tu alre-
dedor. El cerebro izquierdo ve partes del mundo, pero tiene pro-
blemas para unirlos. El cerebro derecho reconoce el significado
en los símbolos y ve las conexiones. La respuesta emocional a los
símbolos antiguos tiene lugar en el hemisferio derecho, mientras
que el cerebro izquierdo nos permite concentrarnos en un tema de
interés e ignorar todo lo que está fuera. Por lo tanto, podemos
asignar un significado a los símbolos que no podemos poner en
palabras.
Vale la pena señalar en este punto que la función del cuerpo
calloso, el cableado que conecta los dos hemisferios, no es real-
mente comunicar información entre ellos. Neurológicamente, su
propósito es inhibir la actuación de uno u otro de los hemisferios.
La ventaja evolutiva del cerebro dividido humano se deriva de
este hecho: si el cerebro derecho percibe una amenaza, puede
“apagar” la atención enfocada del cerebro izquierdo y obligarnos
a tomar conciencia de nuestro entorno y, tal vez, evitar ser comido
por los depredadores. Del mismo modo, el cerebro izquierdo pue-
de impedir que el hemisferio derecho deje de lado su curiosidad
por todo lo que lo rodea y obligarnos a concentrarnos en las tareas
necesarias para mantenernos vivos. Por lo tanto, cuando intenta-
mos usar palabras para explicar símbolos, animamos a nuestro
hemisferio izquierdo a inhibir el derecho. Esta fue la razón por la
que mis alumnos no pudieron explicar cómo los símbolos los
afectaron, a pesar de que los detectaron de manera consistente con
un poderoso mensaje emocional.
Tu ser supremo
Las enseñanzas de la masonería pueden proporcionar un punto
focal para las personas que creen en alguna forma de orden su-
premo pero no están activas en ninguna fe en particular. Pueden
verlo como un sustituto de la religión organizada, ya que propor-
ciona valores espirituales sin la obligación de suscribirse a un
sistema de creencias completo. Es tolerante de una manera que la
mayoría de las religiones no lo son, y sus enseñanzas simbólicas
están abiertas a una variedad de interpretaciones que abarcan a
personas de todas las creencias. Les permite tomar lo que necesi-
tan del sistema y así aprender más sobre sí mismos y cómo satis-
facer sus necesidades espirituales.
Soy un físico que fue educado en la tradición presbiteriana.
Fue solo cuando pedí por primera vez que me uniera a una logia
que tuve que pensar mucho en lo que creía. Mi garante en la ma-
sonería me llevó a un lado cuando estaba a punto de entregarle mi
formulario de solicitud.
Ese fue el momento en que tuve que examinar mis creencias
científicas. Debido a que la pregunta parecía ambigua, terminé
haciendo una investigación considerable para decidir cómo res-
ponder. Comencé mirando los significados de las palabras usadas.
Según el Diccionario Conciso de Oxford, “ser” se define co-
mo: existencia, la naturaleza o esencia de un ser humano, cual-
quier cosa que exista o se imagine.
“Supremo” se define como: el más alto en autoridad, el más
grande, el más importante, que involucra la muerte, una rica sal-
sa de crema, un plato en esta salsa.
Por lo tanto, aunque el término “Ser Supremo” a menudo se
toma como un sinónimo de Dios, el diccionario sugiere posibili-
dades más amplias. Por ejemplo, una per-
sona podría unirse legítimamente a los
masones si él o ella creen en una deidad
que, aunque limitada en poder, está hecha
de una rica salsa de crema. (Llamemos a
este hipotético Ser Supremo el “dios de las
natillas”.) Cuando me di cuenta por prime-
ra vez de la posibilidad de esta definición,
me pregunté si esta podría ser la razón por
la que la Francmasonería a veces se llama “el belly club”– la co-
nocida serie de dibujos del siglo XVIII de Hogarth que muestra al
Francmasón con una barriga distendida aún acecha las Juntas Fes-
tivas. Pero un dios de la crema es simplemente demasiado tonto o
demasiado extraño para que lo acepte un científico serio. Afortu-
nadamente, la frase “ser supremo” también puede significar la
mayor naturaleza o esencia de la existencia que se puede imagi-
nar, que entiendo que son las Leyes de la Física.
Como físico, acepto completamente el concepto de Ser Supre-
mo presentado en 1725 por Sir Isaac Newton en Principia Mat-
hematica:
La filosofía de
la masonería
Al obligar a los posibles miembros a
definir sus propias creencias, la maso-
nería ofrece su primera lección. Alien-
ta a las personas a enfrentarse a sus
ideas sobre el propósito del universo.
Los informes de la experiencia per-
sonal de la presencia de un dios están
en el centro de toda la fe religiosa.
Michael Persinger, un psicólogo de la
Universidad Laurentian en Ontario,
dijo lo siguiente acerca de esa expe-
riencia directa de Dios:
Los informes de relaciones significativas y profundas con
dioses, como Alá, Jehová, Yahvé o incluso el Gran Conjun-
to Cósmico, son extraordinariamente frecuentes. Un breve
episodio de la Experiencia de Dios puede cambiar la vida de
un individuo. Cuando se inserta dentro de las reglas de la
cultura humana, una colección de estas experiencias puede
formar el núcleo dinámico de un movimiento religioso.
Iniciación
El noruego, antropólogo y
etnógrafo Fredrik Barth, que
estudió los ritos de paso de la
infancia a la virilidad en Nue-
va Guinea, dijo que el cono-
cimiento secreto de la inicia-
ción es paradójico. En mu-
chos rituales, informó, a los
candidatos se les enseña que
el secreto de la iniciación es
precisamente que no hay secreto. Alternativamente, se les puede
decir que no se les dará el secreto hasta que alcancen una etapa
adicional de iniciación. De esta manera, los rituales promueven la
idea de que el conocimiento es intrínsecamente ambiguo y peli-
groso.
Este es el patrón que sigue la masonería. Una vez que el Can-
didato recibe los secretos de un Maestro Masón, se le dice que la
Masonería y la Religión no son los secretos “reales” porque esos
se han perdido y la búsqueda de los verdaderos secretos del yo
debe continuar.
Los rituales en general producen sus efectos en formas que
pueden no ser comprendidas por quienes los llevan a cabo. Asi-
mismo, los rituales masónicos tienen un sabor trascendente. Para
los hermanos que participan en ellos, el ritual activa fuerzas mis-
teriosas que se pueden sentir pero no describir.
Existe una ambigüedad mística en el sentido de que no se pue-
den realizar seriamente sin suponer que una serie de acciones
prescritas tendrán un cierto resultado, mientras que también se
siente que estas acciones no pueden explicar el resultado.
Pero cuando un grupo de personas realiza rituales juntos, agudiza
su percepción de que son una compañía con límites claramente mar-
cados. El Tejador (Tyler el término masónico para la Guardia Exte-
rior), parado en la puerta de la logia con la espada en la mano, marca
un límite claro entre los masones y los profanos.
EN ÚLTIMA INSTANCIA,
UNA VISIÓN CIENTÍFICA de la
creación provoca una sensación
de profundo temor y misterio, ya
sea en la vasta extensión del Uni-
verso o en el detalle del zoológico
subatómico donde se esconden los
quarks y los bosones. En cada
extremo de la escala, la ciencia se
disuelve en una profunda incerti-
dumbre. Para alguien entrenado
en esta perspectiva, es difícil
aceptar la idea de que todo ha sido
arreglado por un dios personal
simplemente para que Él pueda
presidir la lucha de la humanidad
con el bien y el mal. Las Leyes del Gran Arquitecto deben tener
un interés mucho más amplio que las faltas humanas para haber
producido una creación tan maravillosa. Si los puntos de vista
éticos y morales de una persona
se basan en la religión, los co-
nocimientos perturbadores de la
ciencia plantean enormes pro-
blemas. Aquí es donde la ma-
sonería ofrece un camino a se-
guir.
Para convertirse en masón,
debe expresar su creencia en la
existencia de una orden en el
centro de la creación. Esto se
expresa metafóricamente como
una creencia en el Ser Supremo,
cuya naturaleza no se cuestiona
sino que se deja a su propia
conciencia. La masonería deja al individuo en libertad de creer en
las leyes inmutables pero estadísticamente inciertas que gobiernan
las interacciones de las partículas subatómicas sin atribuir caracte-
rísticas humanas al Gran Arquitecto del Universo.
E
N UNA PEQUEÑA SALA MASÓNICA en una pequeña
ciudad a orillas del río Tey en Escocia cuelga una pintura
de un evento importante en la historia masónica: la ini-
ciación del Rey James VI de Escocia en 1601. La pintura
pertenece a la Logia de Scoon y Perth, en la ciudad de Perth. Si
observa la entrada de este logia en el Rollo de la Gran Logia de
Escocia, dice simplemente que la logia existió antes de 1658 pero
no tiene registros escritos anteriores.
En 1658, los hermanos de la logia decidieron escribir un con-
junto de reglas que explicaban cómo se iba a ejecutar. El docu–
mento se llama la Carta de la Logia. Está firmado por el Venera-
ble Maestro, J Roch, y sus dos guardianes, el Sr. Measone y el Sr.
Norie. Su carta es el primer registro escrito del evento representa-
do en la pintura que cuelga en la pared de la habitación del alber-
gue. Se lee de la siguiente manera:
William el Derrochador
William Schaw parecía estar a punto de obtener la sanción real
para controlar la Orden y tomar su parte de su capacidad de ganar.
También contó con el apoyo de la Madre Logia Kilwinning pa-
ra sus segundos estatutos. Pero tratar de usar a John Mylne y la
Logia de Scoon y Perth para obligar al rey a entrar en la Orden
como Gran Maestro Real iba demasiado lejos.
Cuando permitió que Kilwinning actuara como una Gran Lo-
gia menor, las otras logias se dieron cuenta de que Schaw podría
verse obligado a ajustar sus ideas.
Lograr que la Logia de Scoon y Perth iniciaran a James VI fue
el primer movimiento de Schaw para unir las Logias de Escocia
bajo la Gran Maestría del rey. Pero la consecuencia de adoptar la
Logia de Scoon y Perth como lo haría
su madre Logia, como dicen las actas
de la logia, “esta logia es la logia más
famosa del reino”. Esto habría socava-
do todos los intentos de posiciona-
miento se fue antes. Edimburgo se
había establecido como primera logia,
Kilwinning era oficialmente el número
dos, y la Logia de Stirling era la terce-
ra en antigüedad. Si la Logia de Scoon
y Perth se convirtieran en la Logia del
Gran Maestro Real, automáticamente
prevalecería sobre todas las demás. Por
lo tanto, al iniciar al rey, la Logia de Scoon y Perth estaba prepa-
rada para flanquear a todos los demás. John Mylne, el venerable
maestro correcto, se había posicionado para convertirse en el se-
gundo al mando de William Schaw.
Las logias en el este de Escocia (Edimburgo, St. Andrews,
Haddington, Acheson Haven y
Dunfermline) no estaban contentas
con esta perspectiva y presionaron
a Schaw para que reconociera a
otra supuesta autoridad antigua en
la masonería, William St Clair,
barón de Roslin.
William St. Clair, el tercer y úl-
timo conde de St. Clair Earl de
Orkney, el constructor de la capilla
Rosslyn, y la figura que los maso-
nes reclamaron como su patrón
hereditario, murió hace mucho
tiempo. Sus propiedades habían
sido divididas por la fuerza después de su fallido golpe de estado
en el siglo XV. La Baronía de Roslin había sido transferida a su
hijo Oliver, a través de él a otro William, y luego a un Edward
antes de adquirir el William Sinclair en particular que figura en
esta historia.
Este William siguió la fe católica ro-
mana, un hecho que no quiso a la Iglesia
presbiteriana en Escocia. A pesar de que
la capilla Rosslyn no estaba registrada
como parroquia, William había bautizado
a su hijo allí. Sobornó a un ministro local
para celebrar el servicio, pero esto fraca-
só cuando el clérigo fue obligado a hacer
una disculpa pública por los Ancianos de
la Parroquia de Dalkeith. Los Ancianos
acusaron a William de “guardar imágenes
y otros monumentos de idolatría en Ros-
lin”. Intentaron interrogarlo sobre el delito, pero ya había sido
encarcelado por amenazar al rey.
Los funcionarios esperaban cuando William fue liberado de
prisión. Insistieron en que
la Capilla Roslin no estaba
autorizada como lugar de
culto presbiteriano, aunque
los inquilinos de William
tenían servicios allí. Se le
dijo que obligara a sus
inquilinos a asistir a la
Iglesia Parroquial oficial y
que estableciera un buen
ejemplo al convertirse en
élder (anciano). William se
negó a tomar la oficina,
alegando que era “insufi-
ciente” para ella. Esta fue
una autoevaluación justa, ya que pronto fue atrapado “en flagran-
te” con una camarera local. William empeoró la situación al insis-
tir en que no podía recordar si todos los bastardos que había en-
gendrado fueron bautizados. Los indignados ancianos lo condena-
ron a servir penitencia pública en el taburete de arrepentimiento
(un asiento elevado en la parroquia utilizado para la humillación
ritual). William se negó a cooperar a menos que le dieran un par
de pintas de buen vino para ayudar a pasar el tiempo.
Para mantener la paz y evi-
tar que atacara a la gente, los
magistrados locales solían
obligar a William. Además de
peleas, era conocido por las
mujeres: los registros judicia-
les lo describen como “un
hombre lascivo, que mantuvo
a la hija de un molinero con
fines de fornicación”. Final-
mente dejó a su esposa y su hijo (también William) y se escapó a
Irlanda con una amante.
Este era el hombre que los masones del este de Escocia prefe-
rían como su Patrón, en lugar de que John Mylne y la Logia de
Scoon y Perth tengan prioridad sobre ellos. El terrateniente de
Roslin, a quien reclamaban como su Gran Maestro hereditario,
era conocido localmente como William el Derrochador. Preferir
esta reprobación al Rey James, ya que su líder muestra hasta qué
punto las logias más antiguas estaban preparadas para frustrar las
ambiciones de Mylne y su logia. La única forma de frustrar las
intenciones de la familia Mylne que Schaw había desatado era
apelar a la oración inicial del Primer Estatuto de Schaw:
Constituciones de Anderson
Durante cuatro generaciones, la familia del reverendo Anderson
había sido miembro de la Logia de Aberdeen. Llegó a Londres
como capellán del conde de Buchan a principios de 1700. Ander-
son era un francmasón escocés que había servido como Maestro
de la Logia de Aberdeen, un hecho que no habría provocado chis-
pas de alegría en los corazones de los leales Grandes Oficiales de
Hannover de la nueva Gran Logia de Londres. El conde de Bu-
chan fue una figura poderosa en la masonería escocesa, ya que se
afirmaba que su familia era la primera maestra de la Logia Madre
Kilwinning, una de las logias más antiguas de Escocia. Tiene su
sede en la ciudad de Ayr, junto a los terrenos de la Abadía de
Kilwinning, y se llama Logia Madre de Escocia. Su principal re-
clamo a la fama fue a través de su patrón, el conde de Buchan.
Los Condes de Buchan se exhibieron en una historia mítica re-
cientemente popularizada de la masonería que se había propuesto
para apoyar la formación de la Real Orden de Escocia (una Orden
Masónica que mantiene una silla vacía esperando al verdadero
Rey de Escocia, James VII o James II de Inglaterra, para volver
como su Gran Maestro). Se basa en un mito masónico sobre una
intervención de los Caballeros Templarios en la Batalla de Ban-
nockburn en la que los Condes de Buchan participaron. Según ese
mito. . .
Masonería en Alemania
Los alemanes llevaron a la masonería con gran entusiasmo. En
1718, un año después de la formación de la Gran Logia de Ingla-
terra, el Dr. Jaenisch, que había sido iniciado en Londres, formó
una logia en Hamburgo. En 1729, el duque de Norfolk, que en-
tonces se desempeñaba como
Gran Maestro Masón de Ingla-
terra, promovió esta logia para
convertirse en la Gran Logia de
Hamburgo e hizo de su Maestro
un Gran Maestro Provincial
bajo la Constitución inglesa. La
Logia de Hamburgo más tarde
se conoció como Logia Ab-
salom.
En 1738, el Venerable Maes-
tro de la Logia de Hamburgo
inició a Federico el Grande de Prusia, entonces el Príncipe Here-
dero. Su padre, el rey Federico Guillermo I, se opuso violenta-
mente a la masonería y había prohibido a cualquiera de sus súbdi-
tos participar en sus reuniones. El Príncipe Heredero Frederick,
sin embargo, estaba fascinado por la Orden y le pidió al Conde
Albert Wolfgang de Lippe-Buckeburg, miembro de la Logia de
Hamburgo, que hiciera los arreglos para que se iniciara en secre-
to. El Conde Albert organizó una reunión en un hotel en Bruns-
wick el 14 de agosto de 1738, donde el Príncipe Heredero Frede-
rick fue nombrado Masón y se convirtió en miembro de la Logia
de Hamburgo. Sostuvo reuniones secretas de logia en Rheinsberg
y pronto progresó a Venerable Maestro.
La guerra de independencia
El descontento de los colonos británicos en América del Norte,
agitado bajo el gobierno arbitrario y autocrático de un rey distan-
te, culminó en el Congreso Continental y su audaz paso hacia la
independencia durante el verano de 1776. Los delegados recono-
cieron que el poder absoluto conferido a una sola autoridad es
fácil de abusar, y llegaron a un acuerdo en que tal abuso debía ser
desafiado y abolido. El documento que redactaron y ratificaron
para declarar el caso contra esta forma de regla se llamó Declara-
ción de Independencia.
SOBRE EL ILUSTRADOR
Sarah Becan es una artista de cómics, autora y diseñadora
con sede en Chicago, e ilustradora de libros como Astronomy For
Beginners (2008) y The Adventures of Fat Rice (2016). El trabajo
de Becan ha aparecido en una variedad de publicaciones impresas
y en línea, incluyendo Saveur, Rodale’s Organic Life, Eater.com,
TruthOut.com y la colección colaborativa en serie Cartozia Tales;
ella también es la creadora del cómic autobiográfico “I Think
You're Sauceome”. Becan recibió un Premio Xeric y un Trofeo
Stumptown por Debut Sobresaliente en 2010 por su primera no-
vela gráfica, The Complete Ouija Interviews, y su trabajo ha sido
nominado dos veces para el Premio Ignatz. Su segunda novela
gráfica, Shuteye, fue lanzada en 2012.
MASONERÍA
PARA PRINCIPIANTES