Amar La Vida
Amar La Vida
Amar La Vida
Decidí empezar este ensayo con un fragmento del dialogo de Vivian Bearing ya que los
monólogos de la protagonista invitan a una profunda reflexión sobre la deshumanización de la
medicina actual y la poca comunicación médico-paciente que se evidenció desde el comienzo
de la película.
La enfermera Susi fue la única que en lo personal ejerció un cuidado holístico durante
la evolución de la enfermedad, fue la única que le comento que su tratamiento experimental
no había funcionado y que el cáncer había hecho metástasis, respetando así el derecho de la
paciente a “mantener una comunicación clara y permanente con relación a su estado de
salud para decidir si acepta o no recibir el tratamiento indicado por el personal médico.”
(Artículo 10 de la ley 1751 de febrero de 2015 Derechos y Deberes del Paciente
relacionados). Llegado el estado terminal de su enfermedad, Susi da a conocer a Vivian la
opción de recibir o no maniobras de reanimación, a lo que Vivian decide no ser reanimada.
Sin embargo, en ningún momento observe que el hospital empleara formalmente un
documento de voluntades anticipadas. A pesar de ser clara su decisión de Vivian, fue
evidente la obstinación terapéutica ejercida por el Dr. Jason Posner al activar el código azul,
por intereses propios sin respetar la voluntad de la protagonista.
Esta película sin duda alguna está hecha para crear conciencia ante una triste realidad
que se está presentando a en algunos centros hospitalarios donde no se está tomando
únicamente la parte científica “lo importante es la enfermedad no el paciente” ser parte del
personal de salud es entender el arte de comunicar y empatizar con el paciente, recordemos
que tratamos personas no patologías.
REFERENCIAS