Fallo Arancibia Nora
Fallo Arancibia Nora
Fallo Arancibia Nora
Fallo: "Arancibia Nora y otro c/ Rodríguez Ricardo Marcos y otro s/ ejecución de créditos laborales"
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21.11.2008 • 16.18hs •LEGALES
S.90.169 CAUSA 11.425/2005 - 'Arancibia Nora y otro c/ Rodríguez Ricardo Marcos y otro s/
ejecución de créditos laborales' - CNTRAB - SALA III - 22/09/2008
En la ciudad de Buenos Aires, capital de la República Argentina, a 22/9/08, reunidos en la Sala
de Acuerdos los señores miembros integrantes de este Tribunal, a fin de considerar el recurso
deducido contra la sentencia apelada, se procede a oír las opiniones de los presentes en el
orden de sorteo practicado al efecto, resultando así la siguiente exposición de fundamentos y
votación :
No asiste razón a los recurrentes. Las actoras sostuvieron al demandar que, al intentar ejecutar
la sentencia obtenida en los autos "Arancibia Nora Rosaura y otro c/ Artbaby S.R.L." (Expte.
Nro. 20.237/2002 que obra agregado por cuerda), se encontraron con que la demandada se
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había mudado sin dejar rastros y también expresaron que existió una conducta dolosa de los
socios que, por medio de su manejo, imposibilitaron el cobro de las deudas contraídas.
Invocaron como sustento de la pretensión los artículos 59, 157 y 274 de la ley 19550.-
De las constancias de la causa reseñada se extrae que al intentar el cobro del monto de
condena a la sociedad Artbaby SRL cada diligencia resultó frustrada. El primer mandamiento de
embargo fue devuelto por no encontrarse el interesado en el domicilio de la diligencia (ver fs.
105). Luego también resultó infructuosa la traba de embargo en dos cuentas bancarias por no
encontrarse operativas (ver fs. 114/115).-
A fs. 74 de esta causa obra copia del contrato social de la sociedad Artbaby S.R.L., por el que los
codemandados Rodríguez y Fernández se constituyeron como socios y gerentes del ente ideal
con administración a cargo de ambos, y con un capital social de $ 5.000 (todo ello en octubre
de 1991). Luego, en julio del año 2000, Fernández cedió a terceros sus cuotas, que equivalían al
50% del capital social, por un valor de $ 50.000. A partir de dicho momento el codemandado
Rodríguez queda como único gerente y, en marzo de 2002, vendió la totalidad de las cuotas
sociales a un tercero por la suma de $ 20.000 (ver fs. 83 y 94).-
A partir de allí queda reconducida la sociedad con un nuevo domicilio en Banfield, pero no se
hace referencia alguna al cambio en la gerencia y en junio de 2002 continúa apareciendo Rodrí-
guez como gerente de la sociedad y comparece al acto de modificación del domicilio social, que
retorna al de la calle Culpina que originalmente tenía (ver fs. 103).-
Ahora bien, todo este esquema institucional tiene como presupuesto que el capital con el que
la SRL es dotada -y que es el límite normal de la responsabilidad de sus socios- sea suficiente
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para respaldar su giro. Existe un límite mínimo de capital para la constitución de una sociedad:
si ese requisito se cumple la sociedad puede formarse, ya que no es dado a la autoridad
administrativa predecir cuál ha de ser el giro futuro de la empresa. Pero es responsabilidad de
los propios socios mantener una relación razonable entre el giro real de la sociedad y el capital
con el que ésta se halle dotada: de otro modo, lo que se presenta en el mercado como una
empresa sólida y próspera puede encubrir la ausencia casi total de solvencia para hacer frente a
las obligaciones contraídas.-
Esta condición se ve agravada cuando los acreedores son los trabajadores dependientes de la
sociedad, porque quienes buscan empleo no están en condiciones -como generalmente sucede
con los comerciantes- de tomar en cuenta el capital social de la empresa con la que hayan de
contratar.-
En este caso, en especial, esta desproporción se ve demostrada por el valor alcanzado por las
cuotas sociales cuando fueron transferidas. Si la sociedad se constituye con el mínimo legal de
capital, más adelante transfiere cuotas sociales por un precio muy superior y en el momento de
hacer frente a sus deudas laborales no cuenta con bienes propios, esto indica una conducta
encuadrable en los artículos 54, 59, 157 y 274 de la ley 19550.-
Por esta razón, propondré que se confirme lo decidido en la instancia anterior.-
Se queja la parte actora porque el Juez de grado rechazó la demanda contra los restantes
codemandados, entre ellos Marchetti, porque entendió que no habían sido invocados a su
respecto elementos que permitieran arribar a una condena.-
Las manifestaciones vertidas en tal sentido en el memorial en análisis no cumplen los requisitos
de admisibilidad exigidos por el artículo 116 L.O., ya que no constituyen una crítica concreta y
razonada de los fundamentos de la sentencia, en la que se demuestre la existencia de errores
de hecho o de derecho en los que pudiera haber incurrido el sentenciante. El recurrente no
controvierte ninguno de los argumentos del fallo: se limita a afirmar principios que considera
evidentes y ciertos, sin aportar elementos objetivos de juicio que justifiquen su pretensión. En
consecuencia, propondré que se declare la deserción del recurso en este punto.-
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profesionales intervinientes y las normas arancelarias vigentes, estimo que los emolumentos
regulados en la instancia anterior son ajustados a derecho, por lo que deben confirmarse.-
Voto, en consecuencia, para que se confirme el fallo apelado en todo lo que fue materia de
recurso y agravios;; se impongan las costas de la Alzada en el orden causado y se regulen los
honorarios de las representaciones letradas de las partes, por sus trabajos en esta instancia, en
25% de lo que les corresponda percibir por sus trabajos en la instancia anterior.-
La existencia de capital social tiene varias funciones, pero sin duda la más importante es la de
ser garantía frente a los acreedores sociales, por ello la ley 19550 dispone una serie de normas
que tienden a preservar la intangibilidad del capital social en defensa fundamentalmente, de
los acreedores del ente. Es claro que debe existir una razonable relación y proporción entre el
capital y el objeto social, el capital debe ser congruente o cuanto menos no manifiestamente
inadecuado al objeto social, pues de lo contrario recaerán sobre los acreedores el riesgo
empresarial, los eventuales beneficios serán para los socios, mientras que las pérdidas recaerán
sobre los acreedores sociales
A la luz de tales reflexiones y aun prescindiendo de si al momento de constituirse la sociedad
empleadora estaba o no infracapitalizada, no debe perderse de vista que ese capital social se
tornó manifiestamente inadecuado durante la vida y el desarrollo de la actividad de la sociedad
y tal hecho no pudo pasar desapercibido para los socios y administradores, quienes como
buenos hombres de negocios debieron adoptar las medidas necesarias para mantener la
adecuada correlación entre el capital y el giro social, procurando asegurar el cumplimiento del
objeto de la sociedad de modo de evitar la insolvencia de la entidad (art. 59 ley 19550). La
necesidad de adecuada correlación entre capital y objeto social se evidencia en que la ley de
sociedades contempla como causales de disolución de la sociedad tanto la imposibilidad
sobreviviente de lograr el objeto para el cual se formó como la pérdida del capital social (art.
94, incs. 4 y 5). Por lo tanto las personas demandadas pudieron evitar dicha situación por medio
de un reintegro total o parcial del capital o bien su aumento (art. 96), de lo contrario debieron
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requerir la disolución y liquidación del ente.-
Sin embargo, no procedieron de esta forma, ya que la Sra. Susana Haydée Fernández en el año
2000 cedió, vendió y transfirió sus cuotas sociales que tenían un valor de $ 2.500 por el precio
de $ 50.000 (fs. 81). En marzo del año 2002, Rodríguez propietario de cuotas sociales por igual
valor, vendió, cedió y transfirió sus cuotas propias por el precio de $ 20.000 (fs. 94 y sigs.). No
obstante, el capital social permaneció inmodificado, lo que evidencia a las claras su
insuficiencia, circunstancia que era plenamente conocida por los accionados al momento de
realizar las referidas operaciones y pese a ello continuaron con el giro de los negocios sociales
como bien señala el Sr. Juez de grado, sin que los apelantes descalifiquen dicho razonamiento,
que por lo demás corroboran, pues en el responde reconocieron expresamente que en agosto
de 2001 suspendieron a parte del personal (fs. 145 y vta.).-
Como ésta ha sido la conducta de los demandados, cabe responsabilizarlos en forma personal,
ilimitada y solidaria no sólo por lo dispuesto por los arts. 54, 59, 157 y 274 de la ley 19550 sino
también por lo que establece el art. 99, párrafos 1 y 2 de la citada ley. En conclusión propongo
desestimar las quejas de los codemandados y confirmar en este aspecto el fallo de grado.-
Por tales fundamentos y por los expuestos por el vocal preopinante, en relación con las otras
cuestiones, adhiero al voto que antecede.-
Por lo tanto, y de conformidad con lo dictaminado por el Fiscal General ante la Cámara de
Apelaciones del Trabajo, el Tribunal RESUELVE: I.-Confirmar el fallo apelado en todo lo que fue
materia de recurso y agravios. II.-Imponer las costas de la Alzada en el orden causado. III.-
Regular los honorarios de las representaciones letradas de las partes, por sus trabajos en esta
instancia, en 25% de lo que les corresponda percibir por sus trabajos en la instancia anterior.-
Regístrese, notifíquese y oportunamente remítanse.//-