Tema 2
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Bases neuropsicológicas
del lenguaje
Índice
Esquema 3
Ideas clave 4
2.1. Introducción y objetivos 4
2.2. Bases cerebrales del lenguaje 5
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
A fondo 27
Test 28
Esquema
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
La tendencia a relacionar funciones mentales con áreas concretas del cerebro está
dejando paso al estudio de redes y circuitos neuronales. La conectividad proporciona
explicaciones más certeras para comprender los procesos cognitivos como el
lenguaje.
Se han propuesto muchos modelos lingüísticos desde el esbozo que hizo Wernicke al
proponer la conexión entre áreas de comprensión y producción del lenguaje. Sin
embargo, todos tienden a simplificar el papel del cerebro en este proceso. Por ese
motivo, están proliferando los estudios que tratan de explicar aspectos concretos del
lenguaje en vez de proponer un modelo completo.
Según Owens (2003): «el cerebro es el único órgano fundamental del cuerpo
implicado en el procesamiento de la información lingüística». La mayoría de la
población tiene el lenguaje lateralizado en el hemisferio izquierdo. Sin embargo, hay
que tener en cuenta que el hemisferio derecho también participa en algunas facetas
y procesos lingüísticos.
Aunque estas áreas son las principales, no son las únicas. En la tabla 1 encontramos
otras zonas cerebrales implicadas en el lenguaje y su función.
Área Función
Circunvolución de Registro de las propiedades físicas de los sonidos
Heschl del habla.
Centro de la lectura.
Responsable de la coordinación de las diferentes
informaciones sensoriales para producir los
Giro angular
modelos visuales de las letras y palabras.
Convierte los estímulos visuales en formas
auditivas.
Implicado en la conexión entre las áreas del
lenguaje receptivo y expresivo.
Tálamo
Coordina la actividad de las zonas corticales del
habla.
Regulan la fluidez del lenguaje oral (habla).
Ganglios basales Coordinan las secuencias motoras del lenguaje oral
y escrito.
Coordina la fluidez de los movimientos de
articulación.
Cerebelo
Regula la ejecución de los movimientos que
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Estas redes o circuitos son plásticos, es decir, pueden modificarse como consecuencia
de la experiencia, el neurodesarrollo o a causa de diferentes tipos de trastornos,
desde un traumatismo a un proceso neurodegenerativo. Además, en su
Karl Wernicke fue el primero que realizó un boceto de modelo conexionista de las
bases del lenguaje, argumentando sobre la conexión entre las áreas receptivas y
articulatorias del habla mediante el fascículo arqueado. Esta propuesta fue
posteriormente retomada por Ludwig Lichtheim, que la completó estableciendo un
diagrama de flujos de procesamiento y estableciendo hasta siete tipos de afasias,
según en qué punto de la secuencia de procesamiento se interrumpiese el flujo.
Centros cerebrales:
• B: Centro conceptual
Tipos de afasias:
• 1: afasia de Broca
• 2: afasia de Wernicke
• 3: afasia de conducción
Modelo de Geschwind
Según este modelo, los trastornos afásicos se pueden agrupar en siete, según donde
se localice la lesión:
• Afasia anómica
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Este modelo, a pesar de las críticas recibidas, ha sobrevivido en el tiempo sobre todo
en el área clínica porque la simplificación del proceso permitía hacer predicciones
acerca de las lesiones cerebrales asociadas a una alteración del habla. Sin embargo,
las técnicas de neuroimagen han demostrado sus carencias, sobre todo porque no
contempla el papel del hemisferio derecho o de ciertas estructuras subcorticales,
Modelo de Mesulam
En la figura 7 se pueden apreciar las dos rutas de procesamiento que dan nombre al
modelo. La ruta ventral permite el acceso al significado, una vez que se reconoce la
palabra y activaría circuitos en ambos hemisferios, aunque en mayor grado en el
hemisferio izquierdo. Por su parte, la ruta dorsal estaría más claramente localizada
en el hemisferio izquierdo y permite entender las alteraciones articulatorias que
aparecen en las lesiones de este hemisferio.
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El tercer supuesto es la fraccionabilidad, que pretende explicar los casos en los que
una lesión puede afectar a ciertas zonas cerebrales (y con ello a ciertos módulos),
pero permitiendo funcionar el resto con normalidad.
La percepción del habla y de los sonidos es posible gracias a que el oído es capaz de
transformar las ondas sonoras en impulsos nerviosos para ser analizados por el
cerebro. Así, los módulos y procesos que ocurren en la percepción del habla son los
siguientes:
Análisis acústico: extrae los sonidos del habla y los analiza a tres niveles (análisis
acústico, análisis fonético y análisis fonológico).
Léxico auditivo: almacena las palabras familiares, y es donde se identifica qué
palabra representada en el léxico corresponde a la secuencia de sonidos
analizados previamente.
Sistema semántico: extrae el significado de la palabra escuchada.
Producción oral
Lectura
Análisis visual: identifica los rasgos visuales (letras) y codifica su posición dentro
de la palabra.
Léxico visual: almacena la secuencia de letras para identificar y reconocer la
palabra leída.
Sistema semántico: extrae el significado de la palabra leída.
En caso de leer en voz alta, se recurre a ciertos módulos, los cuales no se recorren en
caso de leer «en voz baja» o mentalmente.
Al igual que la producción oral suponía el recorrido inverso a la percepción del habla,
podemos decir que ocurre lo mismo con la escritura respecto a la lectura. Además, al
igual que en el proceso anterior, dependiendo del tipo de lectura que se haga, se
llevará a cabo un recorrido de módulos u otro.
En caso de llevar a cabo una escritura por una vía directa, sin necesidad de realizar
la conversión fonema-grafema, se opta por saltar algunos módulos previos y pasar
por otro léxico.
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Más allá del ámbito clínico, la neuropsicología actual no solo trata de explicar las
alteraciones cerebrales, sino que también aspira a explicar las redes neuronales
responsables del comportamiento normal y los procesos cognitivos en sujetos sin
daño alguno. Para ello, se sirve de dos grandes grupos de técnicas, las encaminadas
a valorar y medir el comportamiento y los procesos cognitivos, y las que permiten
observar, medir o intervenir sobre la actividad cerebral.
Técnicas estructurales
Esta técnica utiliza rayos X de manera que, según el diferente grado de absorción de
los tejidos, se pueden diferenciar los tejidos blandos del líquido o los huesos. Es una
técnica útil en clínica, pero menos en investigación, porque el sujeto se ve expuesto
a radiación y la discriminación del tejido es baja. Una mayor discriminación
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Figura 15. Imagen por tensor de difusión (TDI) mediante RM. Fuente:
http://enigma.ini.usc.edu/wp-content/uploads/2014/09/bt1305cambridge2.jpg
Técnicas funcionales
En cuanto a las técnicas funcionales, hay mucha más diversidad. Tanta que podemos
hablar de tres grandes grupos: Técnicas de supresión de la actividad cerebral,
técnicas de estimulación cerebral y técnicas de registro de la actividad cerebral.
Como se deduce de su nombre, las técnicas de supresión consisten en inactivar una
parte del tejido nervioso y observar las consecuencias que ello tiene sobre la
conducta.
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Consiste en un aparato que genera un campo magnético que puede dirigirse hacia las
regiones cerebrales que consideremos oportunas y observar los efectos sobre la
conducta del sujeto. Es una técnica inocua y el campo magnético generado puede
alcanzar estructuras cerebrales profundas con bastante precisión.
Magnetoencefalografía (MEG)
La MEG es una técnica más reciente, pero con unos parámetros similares a los ERP;
la principal diferencia es que, en vez de registrar actividad electrofisiológica registra
actividad electromagnética, mucho más resistente a las interferencias que pueden
suponer el cuero cabelludo y el hueso. Por este motivo, las señales registradas son
mucho más fiables y proporcionan una resolución temporal muy alta, es decir, se
registra la señal prácticamente en el mismo instante en el que ocurre.
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Gleason, J. B. y Ratner, Y. M. (2010). Desarrollo del lenguaje (7a ed.). Madrid: Pearson
Educación.
Owens, R. E. J. (2003). Desarrollo del lenguaje (5a ed.). Madrid: Pearson Educación.
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El mapa topográfico del cerebro propuesto por Brodmann es uno de los más citados
y utilizados para referirse a localizaciones en la corteza cerebral. En este artículo
podemos conocer un poco mejor al científico y su obra.
Cerebro y lenguaje
Los neurocientíficos, Diego Golombek y Mariano Sigman, explican las estructuras más
complejas del universo: las de nuestro cerebro. En este vídeo nos muestran la
relación entre el cerebro y el lenguaje.
A. Modularidad.
B. Fraccionabilidad.
C. Sustractividad.