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PARTE I. LA EVALUACIÓN.
PRECISIONES CONCEPTUALES
CAPÍTULO VI. Los ESTÁNDARES PARA LA INVESTIGACIÓN EVALUATIVA ..... ...... . 133
6.1. ESTÁNDARES PARA LA EVALUACIÓN DE PROGRAMAS ..... ........ . ... ..... .. 134
6.2. CONCEPTOS GENERALES SOBRE LOS ESTÁNDARES . ........................ .. 135
6.3. ORGANIZACIÓN Y CONTENIDO DE LOS ESTÁNDARES ... ... ....... . ......... . 137
6.3.1. Estándares de utilidad .................................................. . 138
6.3.2. Estándares de viabilidad o factibilidad .............. ... ....... ...... . 142
6.3.3. Estándares de Honradez o Probidad ......... ............ ....... ...... . 144
6.3.4. Estándares de precisión ..................................................... . 147
6.4. ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LOS ESTÁNDARES .......................... .. 154
6.4.1. Separación entre programa y su evaluación ...................... . 155
6.4. 2. Definirión de estándares en un contexto diferente ............... . 156
6.4.3. Ausencias y propuesta de modificaciones ....... ................... . 156
1
El autor desea dejar constancia de su reconocimiento al Director del Máster
en Educación a Distancia de la UNED por permitir servirse de alguno de los mate-
riales publicados allí por el autor de Ja monografía, si bien debidamente adaptados
a un contexto diferente: el de la evaluación de programas.
2
No entramos ahora en precisiones sobre las diferencias entre investigación y
evaluación . Utilizamos aquí el término investigación en un sentido Jato: un proce-
dimiento riguroso, exigente y sistemático, para resolver problemas educativos, en
este caso problemas eminentemente prácticos.
16 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
3
La colección tiene unas normas, entre otras las referidas a la extensión de las
monografías.
PARTE I
LA EVALUACIÓN.
PRECISIONES CONCEPTUALES
(
CAPÍTULO 1
OBJETIVOS
1.1. INTRODUCCIÓN
mejoras. Por tanto, no debe sorprender que hasta los alumnos pue-
dan ser evaluadores, y no sólo de sus propias actividades y logros
sino de la actividad y resultados de quienes son sus educadores3.
• La ampliación de los momentos: la evaluación no se limita a los
momentos en que algo ha concluido sino que se extiende a los pro-
cesos, en la medida en que tales procesos pueden ser objeto de
mejora y en que, de su mejora, se derivarán necesariamente mejo-
ras en los productos o resultados. Es más: siguiendo estos plantea-
mientos, la evaluación puede plantearse con finalidades preventi-
vas, teniendo lugar antes de iniciar determinados procesos con la
finalidad de adelantarse a errores y carencias de planteamiento y
planificación.
• La continuidad frente a la discontinuidad: dado que los propios
procesos educativos son continuos, no parece adecuado relegar la
actuación evaluadora al momento final de tales procesos, cuyo tro-
ccamiento con frecuencia es artificial (un trimestre, un cuatrimes-
tre, un curso académico), sino que puede y debe realizarse tan en
paralelo como sea posible a fin de extraer los máximos beneficios
de la actividad.
,,----
4 Personalmente, considero que cuando la evaluación toma forma de califica-
ción con valor social (promoción de curso, superación de asignaturas, logro de una
titulación) la responsabilidad es exclusiva del profesorado. Eso sí: en el ejercicio de
tal responsabilidad, grave, el profesor puede acudir a diferentes fuentes de infor-
mación para configurar su juicio; pero eso es muy diferente de atribuir a las auto y
coevaluaciones un determinado % del total a la hora de decidir la calificación.
EVALUACIÓN. CONCEPTO Y FUNCIONES DE LA EVALUACIÓN PEDAGÓGICA 27
• La información
1 1 No pretendemos afirmar que haya que evaluar "todo" sino que todos los tipos
de objetivos son objeto potencial de la evaluación . Como veremos, al confeccionar los
instrumentos d e evaluación debe asegurarse al máximo su representatividad: el con-
tenido de los mismos debe ser una muestra representativa, ponderada, de todo el
objeto de evaluación.
36 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
• La valoración
12 Un alumno, en efecto, puede estud iar de forma memorística y enco ntra rse
ante una prueba en la que se valora la capacidad de e laboración personal, o esfo r-
zarse mucho en e l puro cálculo y ten er que resolver una prueba centrada en la
interpretación de los resultados; en tales situaciones, obviamente, su esfuerzo no
enco ntrará la recompensa del éxito.
EVALUACIÓN. CONCEPTO Y FUNCIONES DE LA EVALUACIÓN PEDAGÓGICA 37
su caso, las pruebas que deban realizar los destinatarios del pro-
grama, realizados bien en el marco ordinario de la enseñanza /
aprendizaje bien en el específico de la evaluación.
Obviamente, la forma fundamental de valorar con criterios
una producción realizada por los destinatarios del programa
tiene que ver con la naturaleza misma del objetivo que está sien-
do evaluado. Si ante una cuestión enunciada como Demuestre el
teorema de Pitágoras, el alumno se limita a enunciarlo, es evidente
que no pone de manifiesto la superación o logro del objetivo en
cuestión ... , aunque pudiera ser que lo dominara.
Ahora bien: puede demostrar el teorema y hacerlo correctamen-
te o no; puede dar una definición y hacerlo con precisión y claridad
o no; puede resolver un problema y llegar a unos resultados exac-
tos o no; puede redactar y hacerlo con mayor o menor grado de
originalidad, corrección ortográfica y sintáctica y riqueza de léxico ...
Todos estos términos nos sitúan ante lo que denominamos cri-
terios, esto es, normas o reglas que permiten asignar valor a la rea-
lidad evaluada. Los criterios deberían estar ftjados en el diseño
del programa, del que forma parte Ja propia evaluación; de no
ser así, debería hacerlo el evaluador, teniendo en cuenta la natu-
raleza de Ja realidad evaluada.
Ni que decir tiene que la ftjación de los criterios y su publi-
cidad ayuda tanto a llevar a cabo valoraciones con mayor grado
de objetividad como a orientar las decisiones que deban tomar-
se de cara a la mejora. En el primero de los sentidos, hay datos
que ponen de relieve la inconsistencia de muchas calificacio-
nes, presumiblemente como consecuencia de una valoración
basada en criterios implícitos y no expresos. Se sabe, por ejem-
plo, que un mismo profesor puede no coincidir en sus valora-
ciones más allá de un 60% de los casos cuando califica los mis-
mos ejercicios en dos momentos convenientemente distancia-
dos; o que las calificaciones de varios profesores mantienen
bajas correlaciones, esto es, que tienen como base patrones
muy diferentes13.
El autor ha podido apreciar, con un grupo de unos 60 profe-
sores de enseñanza media, cómo Ja falta de especificación de los
criterios de valoración se tradujo en un rango de calificaciones
• La toma de decisiones
15 Con ello se estaría dando una adecuada respuesta a las necesidades básicas
del ser humano, una de las cuales es la de valer para alguien, según la propuesta de
Yela, o de ser reconocido, según Maslow.
EVALUACIÓN. CONCEPTO Y FUNCIONES DE lA EVALUACIÓN PEDAGÓGICA 41
1.5.2.1. La actitud
• Bien ideada
• Bien preparada
• Bien realizada
• Bien acabada
• Bien valorada
OBJETIVOS
damos a estos términos una significación amplia, de forma que puedan aplicarse a
cualquier persona que está implicada en la implantación e implementación de un
programa y a sus destinatarios o beneficiarios.
EL OBJETO DE LA EVALUACIÓN 51
• Autonomía de la dirección.
• Liderazgo institucional.
• Estabilidad del personal docente.
• Currículo ordenado y articulado hacia objetivos claros y concretos.
• Desarrollo y perfeccionamiento del profesorado.
• Implicación familiar.
• Reconocimiento del éxito académico.
• Aprovechamiento máximo del tiempo.
• Apoyo de las autoridades.
2. VARIABLES DE PROCESO
l. DIMENSIONES DE LIDERAZGO
2. DIMENSIONES DE EFICACIA
3. DIMENSIONES DE EFICIENCIA
CONTEXTO
• Estímulos al logro de los niveles elevados de la administración
• Desarrollo de la demanda educativa
• Ca-variables: tamaño de la escuela, composición del grupo,
tipo de escuela
i
ENTRADAS PROCESOS RESULTADOS
INFORMACIÓN:
TÉCNICAS E INSTRUMENTOS
OBJETIVOS
4 Si la validez. nos informa de que lo que se mide es lo que se <lesa medir -hay
tests que quieren medir inteligencia y están midiendo rendimiento académico-, la
valía la defino en términos de que la información ofrecida por el instrume nto
correspondiente sea valiosa para quienes deben tomar las decisiones pertinentes. En
ocasiones, tal información es tan amplia y genérica que termina por no facilitar unas
decisiones ajustadas.
INFORMACIÓN: TÉCNICAS E INSTRUMENTOS 69
durante el periodo de un mes, aparte de ser una formulación precisa
es fácilmente constatable.
Sin embargo, muchos objetivos son intrínsecamente comple-
jos y sólo podemos alcanzar evidencias indirectas. Piense el lector
en objetivos tales como:
• Quién la recogerá.
• Cuándo lo hará: en qué momentos.
• Con qué técnicas e instrumentos.
• Cómo se registrará la información.
• Qué tipo de análisis se llevarán a cabo.
6 Veremos más adelante có mo esa afirm ación genérica puede tomar formas
diferentes: por ejemplo, la eficacia del programa, su aderuaáón a los destinatarios, su
rfiriencia, la satisfacción de las partes interesadas ...
INFORMACIÓN: TÉCNICAS E INSTRUMENTOS 73
ÜBJETfVOS
4.2.3. El programa
La normativa
La criterial
La idiosincrática
MODELOS Y METODOLOGÍAS
PARA LA EVALUACIÓN
OBJETIVOS
- Cómo se define.
- Cuáles son sus funciones.
- Cuáles son los objetos a evaluar.
- Qué tipo de información debe recogerse.
- Qué criterios deben utilizarse para juzgar el méi:ito o valor de un
objeto.
- A quién debe servir la evaluación.
- Cuál es e l proceso a seguir.
- Qué métodos deben utilizarse.
- Quién debe realizar la evaluación.
- Qué estándares de calidad deben utilizarse para valorar las evalua-
ciones.
MODELOS Y METODOLOGÍAS PARA LA EVALUACIÓN 99
Conviene dejar constancia de que no es fácil encontrar mode-
los o propuestas evaluativas que se acomoden por completo a lo
señalado por Nevo, algo que no debería extrañarnos, porque los
modelos a los que nos referiremos a continuación tenían por lo
general varias décadas de vida cuando Nevo hace su síntesis sobre
el tema.
Por ello, a la hora de presentar los principales modelos, orga-
nizaremos la información en torno a ciertos ejes que nos permi-
tirán clarificar la cuestión.
1 Será una evaluación de este tipo la que puede ejercer el Ministerio para deci-
dir si los proyectos curri culares de los centros educativos en las diferentes com uni-
dades autónomas respetan lo establecido por las leyes como norma básica para todo
e l Estado.
MODELOS Y METODOLOGÍAS PARA LA EVALUACIÓN 101
2 Gage (1963: 95) define los paradigmas como "mode los, pautas o esq uemas.
Los paradigmas no son teorías; son más bie n man eras de pensar o pautas para la
investigación que, cuando se aplican, pueden conducir al desarrollo de la teoría".
~ Para Shulman (1989), cabe distinguir dos formas generales de enterider el
término paradigma: e l primero, debido a Kuhn , considera que una disciplin a
madura no puede tener más de un paradigma dominante; la segunda opción viene
a significar e l marco de una determinada escuela ele pensamiento "que define los
objetivos, los puntos de partida, métodos y concepciones interpretativas ad ecuados
para sus investigadores". Pues bien, a juicio de Kuhn , "lo que distingue a las cien-
cias sociales de las naturales es la a usencia misma de un paradigma dominante
ünico" (p. 14). Es más, para Kuhn las ciencias sociales son "preparad igmá ticas" en
su desanollo. Ahora bien, para Shulman este hecho no debe interpretarse como
una debilidad e n el desarrollo de estas ciencias; a ntes al contrario, "es mucho más
posible que para las ciencias sociales y de la ed ucación la coexistencia d e escuelas
divergentes d e pensamiento sea un estado natural y bastante maduro".
MODELOS Y METODOLOGÍAS PARA LA EVALUACIÓN 105
·v- r
datos objetivos dan lugar a percepciones, valoraciones e
"' interpretaciones diferentes, siendo éstas la base de actua-
ciones posteriores. Por tanto, un mismo ci;;ttQ... h~o ·
puede conducir a decisiones muy diferentes en f!!nción de
ta interpretación. Si la percepción , pide datos apreciati-
vos, de opinión y valoración, la eficacia, por ejemplo,
exige datos "duros", objetivos, rigurosos, surgidos de situa-
ciones de "prueba".
La diversidad de agentes y destinatarios de los programas,
que pueden tener objetivos, posiciones y criterios diferen-
tes. En la medida en que los resultados derivan de la con-
junción de actuaciones es bueno constatar, contrastar y, en
la medida de lo posible, integrar, las posiciones de todos
ellos. Algo similar puede afirmarse de los destinatarios
-"!tudiencias" egún terminología de algunos autores-, con
expectativas y demandas muy diferentes.
evaluación, al margen de la impo rtancia inu-ínseca que estos tengan , ellos desvían
su aten ció n y su esfu erzo a aque llos que sí se inco rporan a las pruebas y, en gene-
ral, a las técnicas utilizadas por los evaluadores.
7 El lector puede consultar el capítulo dedicado a Diseños, elaborado por
Anguera, dentro de la obra edi tada por Fernández Ballesteros, recogida en la
bibliografía.
MODELOS Y METODOLOGÍAS PARA LA EVALUACIÓN 111
8 Debe ente nderse que tales nuevas muestras pertenecen a la misma población.
9 En los estudios científicos se trata de establecer si las diferencias apreciadas
se pueden atribuir al programa o pueden explicarse por puro azar, y e llo no con
certeza sino con una determinada probabilidad (que fija el investigador y que se
conoce como nivel de confianza: 0.95 o 0.99 por lo general).
10 El profesorVázquez Gómez (1981: 16), en el prólogo a la edición española
del libro de Fox, manifiesta: "Fruto de esta perspectiva histórica, reconocemos que
el mé todo experimental constituye hoy una posibilidad límite para nosotros".
112 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
Normas: Juicios:
Intenciones: Observaciones: o que la
lo que lo que la gente cree
lo %1e gente ge-
pretende la perci e la que debe ser
neralmente el p~og_rama
gente gente aprueba pnnc1pal
1 Base
lógica 1
~
An tecedentes
Tra nsacciones
Resultados
-
Matriz Matriz
de descripción de Juicio
CATEGORÍAS
CONTEXTO ENTRADA PROCESO PRODUCTO
ELEMENTOS
Definir e l con- Ide ntificar y Ide ntificar o Reco pilar des-
texto in sli tu- valorar la ra/m- pron osti car, cripcio nes y
ci o nal, ide ntifi- cidad d el sisle- du ra nte e l juicios acerca
car la po bla- ma, las estrate- proceso, los de los resulta-
ció n , el o bje to gias de progra- defectos d e la dos y relacio-
del estudio y ma alLe rn aLi- pl anificació n narl os con los
valo rar sus vas, la fJlanifi- del procedi- o bj etivos y la
necesidades, ración de pro- mie nto o d e su in fo rmac ió n
ide ntifi ca r las cedimi e ntos reali zac ió n , pro porcionad a
o po rtunidades para ll eva r a propo rcio nar por e l co ntex-
de satisface r las cabo las es lra- in fo rmac ió n to , po r la
necesidades, tegias, los pre- para las deci- e ntrada d e
OBJETNOS diagnos ti ca r supu es tos y los siones pre pro- da tos y po r el
los problemas programas. gramadas y proceso, e
qu e subyace n describir y juz- in te rpre tar su
e n las ne- gar las activi- valor y su
cesidacles y juz- dades y aspee- mérito.
gar si los obj e- Los de l proce-
Livos propues- climie nto.
Los son lo sufi-
cie nte me nte
co heren tes co n
las necesidades
valoradas
programas educativos, en marzo del año 2000, en e l marco de unas Jorn adas sobre
Medición y Evaluación educativas: Estándares e indicadores para analizar la realidad edu-
cativa, celebradas en la Un iversidad de Valencia, pero tiene antecedentes en escri-
tos del a utor, entre e llos en una ponencia presentada e n Tenerife, en 1992, en e l
marco de V Seminario Iberoamericano de Orientación, publicado por Ja Asociación
Española para la Orientación Escolar y Profesional (págs. 46-66).
MODELOS Y METODOLOGÍAS PARA LA EVALUACIÓN 119
PRIMER MOMENTO:
EVALUACIÓN DEL PROGRAMA EN CUANTO TAL
Finalidad:
Establecer la calidad técnica del programa, su viabilidad práctica y
su evaluabilidad.
Poner en marcha el programa en condiciones óptimas.
Función:
Formativa: tomar por anticipado las decisiones de mejora que pue-
dan elevar las potencialidades del programa.
En ocasiones puede ser sumativa, sea sobre el programa, sea sobre
su evaluación.
Metodología:
Análisis de contenido de documentos
Estudios prospectivos
Técnica Del phi
Juicio de expertos multidisciplinares: científicos, técnicos, pedagó-
gicos, metodológicos ...
Registros
Pruebas diversas de evaluación inicial (prerrequisitos)
Información a recoger:
Sobre el programa: su fundamentación, su formulación y su rela-
ción con las necesidades, carencias, demandas y expectativas de los
destinatarios.
Criterios:
Calidad, pertinencia 12 y realismo de objetivos y metas y adecuación de
estos a los destinatarios y al contexto.
12
La pertinencia social es un criterio de calidad recogido en la Conferencia
Mundial sobre Educación Superior ( 1998: 25). Allí se puede leer: "La calidad es
inseparable de la pertinencia social" , desarrollándose esta idea como "una búsque-
da de soluciones a las necesidades y problemas de la sociedad y más especialmente
a los relacionados con la construcción de una cultura de paz y un desarrollo soste-
nible".
120 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
Decisionr's:
Generalmente formativas (de mejora previa).
En casos graves, sumativas (retirada del programa , no realización
de la evaluación encargada o asumida).
SEGUNDO MO~IENTO:
EVAl.L'ACIÓN DEL PROCESO DE IMl'I ANTACIÓN DEL PROGRAMA
Finalidad:
Facilitar la toma a tiempo de decisiones de mejora.
Acumular información para introducir mejoras en futuras edicio-
nes del programa.
Función:
Formativa.
En casos extremos, sumativa.
M el odología:
Recogida de información: observación , diálogos, entrevistas, análi-
sis de tareas, pruebas formativas intermedias ...
Análisis de la información: sesiones de grupo, debates ...
Información a reroger:
Sobre e l desarrollo del programa.
Sobre resultados intermedios.
Sobre efectos no planeados.
Criterios:
Cumplimiento: desfases, desajustes, flexibilidad.
Coherencia institucional.
MODELOS Y METODOLOGÍAS PARA LA EVALUACIÓN 121
Eficacia parcial.
Satisfacción de los implicados: agentes, colaboradores, destinatarios.
Decisiones:
Ajustes parciales.
En casos extremos, suspensión de la aplicación del programa.
Finalidad:
Comprobar la eficacia del programa.
Función:
Fundamentalmente sumativa.
Cuando sea posible, sumativa formativizada.
Información a recoger:
Resultados en relación con los objetivos.
Efectos, positivos o negativos, no planeados.
Critf'rios:
Eficacia: grado de logro de los objetivos propuestos.
Eficiencia: resultados en su relación con los medios disponibles y las
circunstancias en que el programa se aplica.
l:,)ectividad: efectos beneficiosos no previstos.
Satisfacción de destinatarios, agentes y otro personal interesado/
afectado.
Impacto del programa en el contexto en que se aplica.
Referencias:
Situación de partida: el programa frente a sí mismo ~ progreso.
Niveles preespecificados (evaluación criterial) ~ logro del domi-
nio.
Niveles de otros programas ~ superioridad
Decisiones:
Sumativas: mantener o suprimir el programa.
Formativizadas: mejorar el programa para una nueva edición.
122 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
CUARTO MOMENTO:
INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA EVALUACIÓN DEL PROGRAMA
Desde luego, hay que reconocer que si las cosas fueran así, el
modelo de Tyler quedaría por completo fuera de juego; pero, de
alguna manera, eso supondría tanto como indicar que los profe-
sores y, en general, quienes diseñan los programas, son unos irres-
ponsables y no se toman en serio su tarea.
Es más, cabría pensar que, cuando el responsable de un progra-
ma lo aplica por vez primera, puede cometer graves errores en la
formulaóón de sus objetivos, sobre todo si no ha llevado a cabo la
etapa de análisis de las necesidades a las que el programa debe dar
la debida respuesta. Pero si en tal ocasión ha realizado la evaluación
del programa en línea con lo indicado por Tyler, la nueva selección
y formulación de objetivos debería ser mucho más ajustada.
La posición de Parlett y Hamilton en relación con el sistema
de enseñanza se complementa con la que mantienen en lo relati-
vo al medio de aprendizaje, un medio difícilmente previsible y con-
trolable. Esta experiencia es común en cuantos han desarrollado
su actividad en las aulas: las relaciones humanas entre alumnos y
profesores, los condicionamientos externos, los materiales de
aprendizaje, los intereses y formación previa del alumnado ...
hacen del ambiente una realidad compleja y en cierta medida
difícil de prever.
De alguna manera, eso explica que determinados autores
mantengan que mientras la Pedagogía quiere ser una ciencia, la
educación sea un arte. Sin embargo, a nuestro juicio, estos ele-
124 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
5.3.2. La factibilidad
11
"La certificació n es la acción llevada a cabo por una enúdad reconocida
como independ ie nte de las partes interesadas, mediante la que se manifiesta la co n-
formidad de una empresa, producto, proceso, servicio o persona con los requisitos
definidos e n normas o especificacion es técnicas". Vid. www.aenor.es. El reconoci-
miento de tales entidades se denomina "acreditación". ENAC, Entidad Nacional de
Acreditación, define este concepto del siguiente modo: "La acreditación es el pro-
cedimie nto mediante el cual un Organismo autorizado reconoce formalmente que
una organización es competente para la realización de una determinada actividad
de evaluació n de la conformidad". Vid. www.enac.es
MODELOS Y METODOLOGÍAS PARA LA EVALUACIÓN 129
manipuladores a quienes no se comportan en este punto de
modo adecuado:
OBJETIVOS
CRITERIO NORMAS
UTILIDAD Se trata de ocho normas destinadas a asegurar que la
evaluación proporcione la información que necesite
cada una de las audiencias 1 legitimadas.
Habrá de ayudarles a identificar lo que está bien y lo
que está mal, lo que es más importante y las formas de
abordar las mejoras.
afectadas".
LOS ESTÁNDARES PARA LA INVESTIGACIÓN EVALUATIVA 137
• Utilidad
• Viabilidad
• Honradez
• Precisión
U2. Credibilidad del evaluador. Las personas que llevan a cabo las
evaluaciones deben ser dignas de confianza y competentes para realizar su
actividad, de forma que sus trabajos y aportaciones alcancen el máximo de
credibilidad y aceptación.
All. Objetividad del informe. Los informes deben reflejar con cla-
ridad los resultados de la evaluación, evitándose toda distorsión debida a
las posiciones personales de cualesquiera de las partes interesadas (audien-
cias).
sin previamente plantear algún tipo d e orientación, pauta o propuesta sobre lo que
es calidad, que queda al arbitrio de la autonomía universitaria. Una de dos, o ambos
conceptos van unidos o no será posible establecer pautas comunes comparables ...
a no ser que consideremos que la calidad se encuentra subsumida de modo más o
menos subrepticio en los instrumentos elaborados para la evaluación.
156 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
Algunos de los estándares -en concreto F3, P2, P6, PS- están
pensados especialmente para evaluadores profesionales, contra-
tados como expertos, situación poco común en nuestro país,
donde la mayoría de las evaluaciones es cubierta por universita-
rios con formación metodológica.
BIBLIOGRAFÍA
ÜBJETfVOS
1 Así lo entiende McKillip (1987: 10) cuando dice que una necesidad implica "el
juicio de valor que tiene algún grupo sobre un problema que puede ser resuelto".
166 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
bueno y puede ser alcanzado. Ahora bien: ese algo bueno puede
no serlo para todas las personas y grupos, o puede variar en fun-
ción de las circunstancias.
Esta distinción entre los componentes subjetivos y objetivos es
importante a los efectos que nos ocupan; si los programas se dise-
ñan y llevan a cabo con el ánimo de alcanzar la eficacia en el logro
de sus objetivos, no cabe ninguna duda de que un elemento fun-
damental para ello es la propia implicación de los destinatarios.
Los seres humanos no pueden -ni deberían, en el caso de
poder- ser obligados a realizar cierto tipo de actividades contra su
voluntad. Es verdad que la sociedad, poniéndose en el caso de
garante del bien común, puede hacer obligatoria la asistencia a
ciertos programas, tal como ocurre en educación con las etapas
básicas. Sin embargo, de todos es sabido que una cosa es ir alcen-
tro educativo y otra muy diferente hacerlo con aprovechamiento,
esto es, alcanzar las metas de los programas allí implantados.
Estamos queriendo hacer ver que uno de los factores esencia-
les del éxito de los programas radica en la libre adhesión de sus
destinatarios, en la asunción como propias de sus metas, en la
implicación activa en sus actividades ... , y ello difícilmente ocurri-
rá si lo que el programa ofrece no es considerado interesante,
útil, adecuado, valioso ... para el propio proyecto personal. O si,
considerando que lo es, las circunstancias personales y familiares
sitúan tales metas en un muy segundo plano.
En definitiva: un primer elemento clave a la hora de diseñar
programas es el de la identificación de las necesidades, tratando
de comprobar si estamos ante necesidades en sentido estricto o
ante carencias no sentidas como necesidades. Obviamente, en este
segundo caso, una tarea previa a la implantación del programa
deberá ser la de sensibilizar a las personas hacia sus propias caren-
cias a fin de convertirlas en necesidades. De no ser así, se estará
diseñando un programa sin base y, por tanto, con pies de barro.
En el lado opuesto nos encontramos con el caso de aquellas
demandas que sólo son necesidades en el sentido subjetivo del tér-
mino; puede tratarse de demandas caprichosas, excesivas, aleja-
das de la situación general de la comunidad 2 . En definitiva, ante
legitimidad moral de satisfacer esta necesidades con los propios recursos cuando fal-
tan medios para atender a las más vitales y primarias de otros seres humanos.
168 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
7. 2. l. Detección e identificación
ciones.
7 Así, se sabe que todos los ni1ios están necesitados de educación en todas sus
9 Una técnica a la que ya hemos hecho referencia, y que será estudiada con más
detenimiento en la tercera unidad, Del phi, se utiliza con mucha frecuencia en estu-
dios de prosectiva. Vid. Landeta ( 1999).
10
Piénsese en Ja actual preocupación por el acoso y Ja violencia en centros y
aulas (Bulling), cuya presencia en TV y tertulias de radio puede sugerir a los respon-
sables la conveniencia de programas preventivos para adolescentes.
172 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
Evaluación
Las referencias habituales para establecer las necesidades pue-
den ser, en paralelo con lo ya dicho en relación con la evaluación
en general, las siguientes:
11
Piénsese en el número de camas por cien mil habitantes en Ja Unión Europea
como referencia para determinar la necesidad de camas en nuestro país; o de uni-
versitarios por mil habitantes; o de informáticos, médicos, ingenieros ... Del mismo
modo, la media de personas alfabetizadas, con dominio de idiomas ...
NECESIDADES, CARENCIAS Y DEMANDAS 175
prioridad a la hora de atenderlas. Las prioridades pueden for-
mularse con criterios políticos o económicos; en nuestro caso,
los criterios deben ser eminentemente pedagógicos, esto es,
orientados a la mejora de las personas, y en tal sentido se sugie-
ren los siguientes:
• Indicadores de funcionalidad:
- Funcionalidad del producto: 10 indicadores, 5 de ellos de mayor
importancia.
- Funcionalidad del proceso: 14 indicadores, siendo 4 los más impor-
tantes.
- Funcionalidad de las en tradas: 8 indicadores, 2 de ellos de mayor
relieve.
• Indicadores de eficacia:
- 14 indicadores, relacionados con el rigor técnico, 9 de ellos espe-
cialmente importantes.
• Indicadores de eficiencia:
- 6 indicadores, con especial relieve en tres de ellos.
EL PROGRAMA.
CONCEPTO, COMPONENTES, ALCANCE
OBJETIVOS
1
La normativa vigente marca las directrices generales en un 65 o un 55%, que-
dando la regulación del resto a la responsabilidad de los políticos de las
Comunidades autónomas.
2
En nuestro país contamos con algunos programas propios de este ámbito,
como el conocido como Tengo que decidirme, del profesor Álvarez Rojo, destinado a
la elección de estudios y profesiones al finalizar la enseñanza obligatoria; el de la
profesora Rodríguez Moreno, destinado a capacitar para la toma de decisiones; el
de Mozas Flores, elaborado para prevenir el consumo de tabaco y alcohol...
3
La profesora Luego ha elaborado un programa, Construyendo salud, destinado
a la promoción del desarrollo personal y social.
182 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
4
El lector puede encontrar información relevante en: El proyecto de inleligencia de
Haroard (1995). Yuste (1994) , Beltran (1993), Nickerson, Perkíns y Smith (1987),
Tapia (1987).
Información sobre otros programas puede encontrarse en http:/ / www.orienta-
red.com /
5 En http://www.eulasalle.com/extension / postgrados/ interv_mediada/ interv_
Una de las más conocidas, la de Bloom y cols. (1971) establece una clasificación en
tres grandes bloques: objetivos del dominio rognoscilivo, del dominio afectivo y del dominio
psicomo/or.
EL PROGRAMA. CONCEPTO, COMPONENTES, ALCANCE 183
7
Vid. la clasificación del profesor Rodríguez Espinar (1985: 284-304).
184 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
8.2.1.1. La complejidad
Un programa educativo ordinario es una realidad compleja
en la que, al menos, deben ser tomados en consideración tres
grandes aspectos: la naturaleza del objeto del programa (asigna-
tura o materia de aprendizaje); las características de quienes
aprenden y del proceso de aprendizaje, junto a las de quienes
enseñan y llevan a cabo la enseñanza; y las demandas de la socie-
dad.
Enfoques simplistas y fuera de lugar han limitado en ocasio-
nes el programa a los aspectos estrictamente científico-disciplina-
res, que, evidentemente, tienen su importancia: no es lo mismo
EL PROGRAMA. CONCEPTO, COMPONENTES, ALCANCE 185
obligatoria; y no debería ser lo mismo a niños de escuelas rurales que de las graneles
ciudades; ni a ni1ios con riqueza ele experiencias ambientales y familiares que a otros
con fuertes cleprivaciones socioculturales cuando no en situaciones de exclusión
social. Por otra parte, no es lo mismo un aprendizaje memorístico que otro com-
prensivo, ni un ap1·endizaje convergente que otro ele naturaleza creativa ...
186 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
8.2.1.2. La estructura
11
Abraira Fernández (1993).
12
El programa era objeto de estudio por los alumnos de dos grupos, con Ja única
diferencia de que uno de e llos sólo realizaba pruebas (exámenes) sumativas -en
diciembre, marzo y julio- mientras el otro incorporaba pruebas formativas, destina-
das a identificar los problemas y dificultades experimentadas por los alumnos y a dar-
les la ayuda necesaria para subsanarlas, antes de someterse a los exámenes sumativos.
EL PROGRAMA. CONCEPTO, COMPONENTES, ALCANCE 189
• Objetivos generales:
• Objetivos específicos:
- Los propios de cada una de las nueve unidades de estudio.
• Contenidos:
- Teoría intuitiva de conjuntos.
- Relaciones binarias.
- Aplicaciones.
- Leyes de composición internas. Estructuras algebraicas.
- El número natural.
- Sistemas de numeración.
- El número entero.
- Divisibilidad en Z.
- El número racional.
• Medios y recursos:
- Método:
• Activo: los alumnos deben trabajar haciendo matemáticas en lugar
de sólo recibirmatemáticas 14 •
• Exposiciones breves del profesor introduciendo los temas; orien-
tación de las actividades y dirección de la puesta en común des-
pués de las actividades individuales y de grupo.
• Organización en grupos de trabajo.
• Tutoría: atención personalizada o en pequeiios grupos.
1
º Tales objetivos tienen como base las recomendaciones del Nacional Council
of Teachers of Mathematics (1990): Currículum and Evaluation Standards for School
Mathematics, y que se concretan en los siguientes puntos: Que el alumnado l) apren-
da a valorar las matemáticas; 2) confíe en su aptitud para hacer matemáticas; 3)
aprenda a utilizar las matemáticas para resolver problemas y 5) aprenda a razonar
matemáticamente.
14
Sigue la teoría constructivista del aprendizaje.
190 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
- Material de estudio:
• Guía de estudio independiente. Incluye el contenido de aprendizaje,
con la siguiente estructura para cada una de las nueve unidades o
temas:
- Objetivos
- Actividades
- Contenido de estudio
- Ejercicios: aplicación de los nuevos conceptos que se van presen-
tando en los diversos temas.
- Soluciones a los ejercicios
- Bibliografía
- Evaluación:
• Diagnóstica: tres instrumentos destinados a comprobar el dominio
de conceptos básicos, su capacidad para el razonamiento mate-
mático y la actitud con que se enfrentan a la asignatura.
• Formativa: seis pruebas formativas distribuidas a lo largo del curso.
• Objetivos generales:
Los objetivos gei1erales del programa, a alcanzar por medio de una serie
de contenidos y actividades, se concretan en el fomento de actitudes:
• Objetivos específicos:
- Favorables hacia:
• El consumo de bebidas alternativas: leche, zumos de frutas, bati-
dos.
• La higiene personal.
• La salud del medio ambiente y el equilibrio ecológico.
• La practica del ejercicio físico y los deportes.
• Las actividades culturales y de enriquecimiento personal en el
tiempo de ocio.
• Contenidos:
a) CONCEPTUALES
• Riesgos del consumo del tabaco, del alcohol y sus efectos.
• Razones por las que ciertas bebidas (zumos, leche) son saluda-
bles.
• Errores que conlleva cierta publicidad.
b) PROCEDIMENTALES
• Observación de productos tóxicos del tabaco, del contenido alco-
hólico de las bebidas y de los pe1juicios ambientales.
• Análisis de anuncios publicitarios.
• Construcción de aparatos sencillos, de juegos, murales ... , relacio-
nados con la salud.
• Iniciación en técnicas de trabajo cooperativo.
192 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
c) ACTITUDINALES
• Crear actitudes de rechazo hacia el tabaco y el alcohol.
• Fomentar la disposición favorable hacia bebidas saludables.
• Potenciar la preocupación por la higiene personal.
• Sensibilizar hacia el medio ambiente y el equilibrio ecológico.
• Estimu lar el aprecio y gusto por el ejercicio físico y el deporte.
• Promover una actitud crítica hacia la publicidad y el consumo.
• Favorecer actitudes favorables hacia las actividades culturales.
• Medios y recursos:
- Método:
Dos opciones sobre una base común: la adopción de un procedi-
miento interdisciplinar.
Opción a) Incardinación del programa en las áreas curriculares.
Opción b) El Taller de la salud.
- Actividades:
• La oca de la salud. Área de Educación artística.
• Con el humo mi vida antes consumo. Área de Conocimiento del
medio natural, social y cu ltural.
• fufS'J,emos a "¡Cuidado con los errores!". Áreas de Lengua Castellana y
Literatura, Conocimiento del medio natural , social y cultural y
Educación Artística.
• ¡Vaya carta erológira! Área de Lengua castellana y Literatura.
• Pero ¡qué bien le lo montas! Área de Conocimiento del medio natu-
ral , social y cultural.
• D1fiende !rt salud, no te arrepn1lirás. Áreas de Lengua castellana y
Literatura, y Educación artística.
Temporalización
• A lo largo de nueve semanas, de enero a marzo. Las actividades
primera y sexta, con dos semanas cada una, y el resto con un sema-
na cada una.
• Está prevista una acción de refuerzo durante las nueve semanas.
- Evaluación:
• Mediante una pauta de evaluación formativa. Consta de los
siguientes aspectos, a valorar mediante una escala tipo Likert, de
cinco rangos:
- Aspectos generales del programa
- Objetivos específicos del programa
- Contenidos del programa
- Metodología utilizada
EL PROGRAMA. CONCEPTO, COMPONENTES, ALCANCE 193
15
Entre otros los siguientes: Promover el pensamiento crítico, facilitar el desarrollo de
habilidades sociales, desarroUar autoconfianza ...
16
A título de ejemplo: evitar el inicio en el consumo.
17 Los c01nponentesvienen a ser núcleos de contenidos, con sus propios objetivos
y actividades.
194 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
• Procedimientos.
- INTRODUCCJÓN
Presentación del guía (el responsable del programa) y del progra-
ma.
Invitación a conocerse mutuamente.
Normas a respetar en las discusiones: no salirse del tema, involu-
crarse en la discusión, compartir el tiempo, motivarse unos a otros,
responsabilizarse de su propio comportamiento.
- TAREA DE LECTURA
Realización de la lectura programada.
Discusión .
- PRES1'..rvTACIÓN DE LA TRANSPARENCJA SOBRE Objetivos del comporta-
miento inadecuado.
- PRESENTACIÓN DE LA GRABACIÓN
Formulación de preguntas para guiar la realización de los ejemplos.
- DISCUSIÓN DE LA GRABACJÓN
• Objetivo general
Promover el respeto y la aceptación de la sexualidad de las personas
con deficiencia mental, a partir del reconocimiento de la propia
sexualidad.
• Objetivos particulares
Incluyen un total de nueve objetivos específicos, de los que reseñamos
aquí los siguientes:
- Propiciar la reflexión de los padres sobre su propia sexualidad.
- Reflexionar sobre la sexualidad de personas con deficiencia mental.
- Reconocer y expresar los sentimientos que produce a los padres la
sexualidad de sus hijos deficientes mentales.
- Favorecer la comunicación sobre sexualidad entre padres e hijos
con deficiencia mental.
• Contenidos:
- ¿Cómo convocar a los grupos para el desarrollo del objeto del pro-
grama?
- Integración de equipos.
- Nuestra sexualidad.
- ¿Cómo influyen los valores, actitudes y opiniones en mi sexualidad?
- Anatomía y fisiología del aparato sexual masculino y femenino.
- El desarrollo de las personas con deficiencia mental.
- La educación sexual de mi hijo deficiente mental.
18
El programa se presentó en forma de tesis doctoral en la UNED. Vid. Torres
Ferman (2000).
198 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
• Unos contenidos.
• Unos objetivos.
• Un conjunto más o menos amplio y variado de medios y
recursos.
• Un sistema integrado de evaluación.
8.3.1. El contexto
El elemento ajeno al programa, de vital importancia, es el con-
texto o marco de referencia en que se desarrolla, como un condicio-
nante fundamental tanto para poder implantarlo como para faci-
litar su adecuado desarrollo.
Entre los aspectos a tomar en consideración es preciso destacar
la acogida que recibe el programa, su grado de coherencia con Ja
naturaleza de dicho contexto y la disponibilidad a cooperar o, al
menos, a un apoyo pasivo p,or parte de quienes lo integran.
EL PROGRAMA. CONCEPTO, COMPONENTES, ALCANCE 199
19
De hecho, en la formulación de los objetivos se incluye un término que hace
relación al enfoque del mismo, por lo general un verbo, y al ámbito o aspecto al que
se aplica, al contenido del que se trate: calcular el coeficiente de correlación de
Pearson, comprender el teorema de Pitágoras, aplicar la regla de los signos, interpretar
las líneas isobaras, resolver ecuaciones de segundo grado, rechazar las drogas, respetar
a los demás ...
200 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
211 Hay situaciones extremas en que el programa se aplica sin tales requisitos;
pero es que, justamente, se busca una solución a un problema que en tal momento
no la tiene. Pensemos en programas para la cura ele determinadas enfermedades.
Con tocio, aun en esos casos, el programa debe tener, al menos en teoría, posibili-
dades ele éxito.
EL PROGRAMA. CONCEPTO, COMPONENTES, ALCANCE 201
¡
1
CAPÍTULO 9
PLANEAMIENTO DE LA EVALUACIÓN
OBJETIVOS
2
Recordemos que en textos especiali zados se utiliza el término "audiencias",
que, personalmente, me parece poco adecuado.
208 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
• Al finalizar el programa:
- Básicamente, se debe recoger información sobre su eficacia (logro
de los objetivos), eficiencia (logros en relación con los medios y
recursos) y efectividad (logros no previstos).
- También puede ser necesario establecer contrastes entre los resul-
tados del programa y otros alternativos, si los hubiere. O analizar
la eficacia, eficiencia y efectividad atendiendo a grupos o clases dife-
rentes de entre los destinatarios del programa.
- Por último, la evaluación debe hacer objeto de valoración el pro-
pio sistema de evaluación final y la calidad técnica del mismo.
PLANEAMIENTO DE LA EVALUACIÓN 209
9.2.2. Institucionalización de la evaluación
En la medida en que los programas evaluados tengan cierta
permanencia y estabilidad, lo anteriormente dicho se convierte
en la evaluación durante la primera edición del programa.
Ahora bien, para que la evaluación aporte el máximo de sus
potencialidades, conviene institucionalizarla, de forma que, por
una parte, los resultados de la misma sirvan de base para mejorar
el programa en su diseño, implantación y resultados, y, de otra, se
hagan objeto de evaluación, mediante un especial seguimiento,
los aspectos identificados en la primera ocasión como puntos
débiles susceptibles de mejora.
De esta forma, la evaluación se integra plenamente en el pro-
grama, como un componente más, en armonía y coherencia con
el resto evitándose los riesgos y disfunciones de una evaluación
puramente externa y desintegrada del programa.
9.3.1. Aportaciones
Tres son, a mi juicio, las aportaciones fundamentales de una
evaluación integrada de programas educativos:
• [,a continuidad
Por último, la evaluación integrada aporta todas las venta-
jas de una actividad planificada y sistemática frente a los
inconvenientes que derivan de lo azaroso, puntual y dis-
continuo.
Los programas educativos, por su propia naturaleza, sue-
len ser de larga duración y exigen planificación, persis-
tencia en el trabajo y seguimiento del mismo. Es más, los
procesos de diseño, implantación, implementación y cul-
minación de los programas no se constituyen en etapas
aisladas, yuxtapuestas y sin relación entre sí, sino todo lo
contrario.
La continuidad es, pues una exigencia de cualquier actua-
ción al servicio de la mejora; pero la continuidad no es posi-
ble en modelos no integrados.
9.3.2. Riesgos
Siendo tantas y tan importantes las aportaciones de la evalua-
ción integrada de programas educativos, puede parecer un con-
trasentido hablar de sus riesgos. Y habría que decir, de inmedia-
to, que no tendría sentido hablar de ellos si la evaluación se lleva
a cabo de acuerdo con las pautas presentadas.
Sin embargo, como ello no siempre es posible, conviene dejar
constancia de algunos riesgos que deben ser evitados para que las
aportaciones no queden obscurecidas y hasta limitadas. Me refe-
riré, en concreto, a dos de especial relieve:
212 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
• La inversión de papeles
Hemos reiterado el papel instrumental de la evaluación, lo
que viene a representar que lo importante es el programa y
no su evaluación.
En el marco del tiempo y de los medios y recursos disponi-
bles, la evaluación debe ocupar y consumir el necesario y
nada más que el necesario. No puede ocurrir que por eva-
luar un programa se deje sin dedicar el tiempo necesario y
los recursos precisos a su desarrollo.
• La exhaustividad
En relación con lo anterior, se encuentra el afán de perfec-
cionismo, que puede conducir a intentos utópicos, alejados
de toda prudencia y realismo.
OBJETIVOS
1
Cuando utilizamos el término necesidades lo hacemos de forma genérica, de tal
modo que, según los casos, podemos estar refiriéndonos a carencias, demandas o
expectativas. En ocasiones, y para no ser reiterativos, se utilizará este término englo-
bando o sustituyendo la los demás.
EVALUACIÓN INICIAL DE PROGRAMAS 215
u objetivos que, en principio, y tal como son definidos, se consi-
deran adecuados para la satisfacción de aquellas. Es decir: alcan-
zar los objetivos del programa es tanto como satisfacer, en el
grado estipulado, las demandas, carencias, necesidades o expec-
tativas que originan el programa.
Las necesidades son la expresión de un problema -social, edu-
cativo, económico, ... - que alguien -una institución, un grupo de
personas, unos profesionales- pretende resolver. Y para ello, uti-
lizando la gran herramienta que caracteriza al ser humano, su
inteligencia, su capacidad de razonar, predecir y controlar, dise-
ñan un plan de acción que, a priori, resulta adecuado y suficiente
para lograr las metas propuestas: diseñan, en definitiva, un pro-
grama.
Los objetivos, como elemento directriz del programa, deben
cumplir ciertos requisitos, algunos de carácter formal pero otros
de naturaleza plenamente técnica.
Parece lógico exigir que los objetivos estén claramente for-
mulados, utilizando un lenguaje preciso, capaz de permitir que
las partes afectadas -los responsables del programa, sus destina-
tarios y demás personas afectadas, y, desde luego, los evaluadores
en el caso de que el programa sea sometido a evaluación- tengan
claro qué es lo que hay que lograr y, de alguna manera, qué debe-
ría hacerse para alcanzar la eficacia.
Junto a esta cuestión formal, que requiere precisión en el len-
guaje, hay otra de carácter técnico muy importante. Se trata de
que la formulación de los objetivos haga posible saber si se están
alcanzando -evaluación procesual- o si se han alcanzado hasta un
determinado nivel o grado, en el caso de una evaluación final.
Nos estamos refiriendo a la necesidad de que los objetivos se for-
mulen en forma evaluable ya que, de no ser así, lo menos que
puede ocurrir es que no sepamos si estamos lográndolos o no y,
por consiguiente, y ello es más grave, que no puedan tomarse las
medidas oportunas para su replanteamiento.
Pero la gran cuestión relativa a los objetivos es la determina-
ción de su adecuación, suficiencia, y realismo, para dar satisfacción a
las necesidades, demandas y carencias. Y afirmamos que es la gran
cuestión porque todas las decisiones posteriores derivan de esta:
el plan que es el programa se juzga en relación con los objetivos,
elemento rector y directriz, no se olvide; pero si tal elemento
directriz no diera cumplida respuesta a aquellas, se podría llegar
216 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATfVOS
2
En esa línea se manifiestan González Soto y cols. (1995: 279-298) cuando afir-
man: "La formulación de hipótesis puede tener por base Ja teoría, la experiencia o
Ja información que se obtiene ... ".
218 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATNOS
b. Calidad técnica
c. Evaluabilidad
c) Para su evaluabilidad:
Cuando al diseñar un programa se piensa ya en su evalua-
ción, la evaluabilidad es una cualidad que se le debe supo-
ner al programa. Si se tratara de una evaluación como las
que hemos denominado "sobrevenida", la evaluabilidad es
algo que habrá que analizar a posteriori, con el riesgo de
constatar carencias más o menos graves y hasta imposibili-
dad de someter el programa a evaluación.
10.4.3. La observación
Dejemos constancia de que, si bien las dos técnicas anteriores
son especialmente relevantes y adecuadas para la evaluación ini-
cial, la observación puede hacer, igualmente, importantes aporta-
ciones. Desde luego, ante determinados sujetos cuya capacidad
para expresarse sea limitada, la observación es una técnica esen-
cial para la identificación y caracterización de las necesidades, así
como para decidir sobre la viabilidad del programa en atención a
las características del contexto en que se aplicará.
CAPÍTULO 11
OBJETIVOS
11.1.1. Implantación
Afirmamos que la implantación del programa es un momen-
to crucial porque es en los primeros momentos, y no sólo en el
caso de los programas sino en general, cuando se configuran acti-
tudes en torno a la realidad de que se trate, en nuestro caso, el
DESARROLLO DEL PROGRAMA 231
programa. Se puede afirmar, en efecto, que no existen actitudes
hacia lo que no se conoce, pero también, que las actitudes se con-
figuran en gran medida como fruto de la experiencia, y que son
las primeras experiencias las más importantes dado que, si fueran
negativas, habría que tratar de removerlas y crear unas nuevas de
tipo positivo, un doble y difícil trabajo como puede suponerse.
Los aplicadores de los programas deben, por tanto, cuidar
con esmero estos primeros momentos, tratando de lograr una
buena acogida, un interés y una motivación positivas que faciliten
la implicación del personal, la dedicación y el esfuerzo hacia el
programa: asistencia, atención, receptividad, implicación, colabo-
ración, trabajo, apoyo a otros destinatarios ...
En este sentido, no cabe duda de la enorme importancia que
puede tener la formación técnica, la capacitación profesional y las
cualidades humanas de quienes han de llevar a cabo los progra-
mas. De estas cualidades depende en gran medida que el progra-
ma sea bien acogido, aceptado y asumido, que pase sin pena ni
gloria o que llegue a suscitar el rechazo más o menos activo de los
destinatarios.
Recordemos al respecto que en los ejemplos recogidos en el
capítulo dedicado al estudio del programa, hemos reseñado el
papel que juega el ~ía o aplicador, al que se le dedica o bien unas
sesiones previas (Programa de educación sexual) o un programa
aparte de capacitación (Programa PECES).
Por otro lado, la implantación debe pretender una buena aco-
gida, aceptación y apoyo por parte del personal que se encuentra
en el centro o institución en el que se aplica el programa. Esto
resulta especialmente importante en el caso de programas edu-
cativos que se implantan como elementos ajenos a los programas
ordinarios en un horario aparte o en el de programas a los que se
hace un hueco dentro de programas ordinarios. En este último
caso, las posibilidades de eficacia son prácticamente nulas sin la
decidida aceptación y compromiso por parte de quienes deben
acoger en su tiempo de responsabilidad al nuevo programa 1.
1
Pensemos en el caso de un programa de capacitación en técnicas de estudio,
llevado a cabo por el Orientador escolar, incorporado durante una parte del tiempo
dedicado inicialmente al desarrollo del programa ordinario de ciertas asignaturas
del currículo. Sin la activa implicación del profesor ordinario, será difícil alcanzar la
eficacia.
232 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
11.1.2. Implementación
Una vez implantado el programa, su implementación y desarro-
llo puede ocupar un tiempo variable pero, en cualquier caso y por lo
general, lo suficientemente amplio como para que merezca la pena
ligar a su desarrollo una evaluación procesual de carácter formativo.
La mayoría de los programas educativos tienen duraciones de
varios meses; se desarrollan en paralelo a otros programas y han
de llevarse a cabo a la vez que los avatares de la vida ordinaria, con
las interferencias consiguientes.
a) Las actividades
Las actividades, como hemos señalado, son el medio por exce-
lencia para el logro de los objetivos. La habilidad de quienes dise-
ñan los programas para definir una serie de actividades adecuad~,
suficientes y eficaces para alcanzar los objetivos bien podría consi-
derarse como una de las cualidades técnicas esenciales de las que
deberían estar adornados 2•
La suficiencia es una condición básica de las actividades: si no
lo fueran, determinados objetivos no se podrían alcanzar o se
lograrían sólo parcialmente, en concreto en aquella parte cubier-
ta por las actividades pertinentes. Pero, del mismo modo, y como
una exigencia derivada del criterio de eficiencia, es preciso no
recargar el programa de actividades redundantes: exigen un
esfuerzo, unos recursos y un tiempo innecesarios. Tanto una
como otra situación deben ser evitadas y, para ello, la evaluación
procesual, de tipo formativo, aportará la información pertinente.
La adecuación es otra característica básica, no sólo de las acti-
vidades sino del programa en general, como hemos tenido oca-
sión de señalar en ocasiones anteriores. Una actividad adecuada
es aquella que responde tanto a las características de quienes han
2
Recuérdese la cita de Yinger (1986): "La enseñanza efectiva parece basada
principalmente en el éxito, en la traducción y adaptación de los curricula a aclivi-
dades instruccionales que sean apropiadas a los diferentes grupos de estudiantes".
234 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
b) Las secuencias
Las secuencias son uno de los más específicos elementos pro-
cesuales de un programa. Determinadas actividades pueden
tener un cierto carácter independiente, esto es, no tienen por
qué realizarse en un momento determinado, antes de otras y des-
pués de algunas que les deben preceder.
3
Por ejemplo, a la naturaleza del saber propio de cada materia o de los objeti-
vos de l programa: no es Jo mismo una actividad destinada a buscar el compromiso
con un valor o a generar actitudes positivas que la orientada a la adquisición de sabe-
res académicos.
4
Evidentemente, una actividad realizada a través de las nuevas tecnologías tiene
características claramente diferentes de las realizadas en presencia del profesor o,
incluso, de un aprendizaje a distancia con medios convencionales no tecnológicos.
DESARROLLO DEL PROGRAMA 235
Sin embargo, hay determinadas actividades que responden a
una secuencia en la medida en que el orden es import;mte para
lograr la eficacia, bien porque se corresponden con objetivos que
tienen el carácter de prerrequisitos de otros, bien porque dentro
de un mismo objetivo hay un orden adecuado que debe respe-
tarse. Gagne ( 1972) nos ofrece su concepto de jerarquía de apren-
dizaje, de especial trascendencia en este caso.
Junto a ello, debemos ser conscientes de que determinados
efectos ya conocidos, como son el denominado "efecto novedad"
(Bracht y Glass, 1968; Kazdin, 1980) o el "efecto Hawthorne" del
que nos habla Kerlinger (1981: 243s.) 5 , pueden conducirnos a
interpretaciones erróneas en torno a los productos de las activi-
dades, sobre todo si se evalúan demasiado pronto.
Volviendo a las secuencias, debemos tener en cuenta que las
establece el diseñador del programa de acuerdo con una cierta
teoría o con su propia experiencia. La evaluación procesual
debe atender esta característica de forma que pueda establecer-
se su corrección o no y hasta su adecuación a los destinatarios
del programa. En efecto: una secuencia puede ser adecuada
para alumnos de educación infantil o para universitarios, pero
resultar inadecuada -desmotivadora, ineficaz- para adultos sin
estudios.
c) La temporalización
La temporalización es otro de los objetos de la evaluación pro-
cesual. Diseñar una adecuada distribución del tiempo resulta difí-
cil si no se cuenta con precedentes frutos de experiencias ante-
riores, como puede ser una edición previa del programa o una
aplicación piloto del mismo.
La eficacia de los programas está relacionada, al menos en
parte, con una adecuada temporalización, esto es, con la distri-
bución de los tiempos adecuada a las exigencias de las diferentes
actividades tomando en consideración las características de los
destinatarios de los programas.
5 En esencia, este efecto viene a indicar que "cualquier cambio, cualquier atención
d) La flexibilidad
Nos referiremos a continuación a la flexibilidad del programa.
Si bien es cierto que un programa debe responder a un plan, sien-
do por tanto una actividad sistemática, no debería entenderse
este hecho como una necesidad de aplicación rígida, sin atender
a la propia dinámica y acontecer del programa y, sobre todo, a los
posibles efectos no planeados, cuya importancia puede alterar la
mejor de las planificaciones.
Los efectos no planeados pueden ser tanto positivos como
negativos; en ocasiones, en efecto, el programa es capaz de susci-
tar cambios en el propio personal del programa, o de la institu-
ción en que se desarrolla, capaces de merecer por sí mismos la
realización del programa; sin embargo, también puede ocurrir lo
contrario, generando actitudes y conductas claramente indesea-
bles entre el personal, que exigen la inmediata reacción para evi-
tar males mayores.
jo sobre los resultados en una investigación dirigida por el autor. Vid. Sanz Moreno
(1992).
DESARROLLO DEL PROGRAMA 237
e) Los recursos
Por último, nos referiremos, en general, al conjunto de los
recursos puestos al servicio de los objetivos y, por consiguiente, de
las propias actividades. Su evaluación debe centrarse en aspectos
como la suficiencia, la adecuación, la eficacia o la disponibilidad.
Habiéndonos referido a los primeros al hablar de las actividades,
parece conveniente una mínima referencia a la disponibilidad.
Con frecuencia, los recursos son del centro o la institución y, por
. tanto, compartidos. La posibilidad de coincidir varias personas
como usuarios de tales recursos es elevada, originándose tensiones
entre el personal que dan lugar a actitudes negativas hacia el pro-
grama, con el consiguiente efecto negativo sobre sus resultados.
Evidentemente, una correcta planificación debe evitar este
tipo de situaciones; de no haber sido así, siempre convendrá
resolver el tema de forma amistosa y dialogada para, al menos,
evitar esas siempre peligrosas actitudes negativas.
7
Ya hemos señalado nuestra preferencia por el término "ambiente" frente al de
"clima", al referirnos a los centros educativos, si bien, las obras al respecto preferie-
ren el segundo de ellos.
DESARROLLO DEL PROGRAMA 239
Temporalización Suficiencia,
Flexibilidad ajuste, corrección
Recursos Existencia,
suficiencia,
adecuación,
disponibilidad
MARCO O Proyecto del Coherencia Coherencia con
CONTEXTO centro el proyecto
Clima o ambiente Satisfacción del
personal
0BJETrYOS
12.1.2.2. Valoración
Señalábamos más arriba que junto a los resultados como una
de las dimensiones de la evaluación final de los programas, debe-
ríamos hacer objeto de análisis su propia valoración. Y es que
unos mismos datos objetivos, tomados como resultados del pro-
grama, pueden ser valorados de forma diferente en atención a
diferentes referencias y a las circunstancias concurrentes. Dejando
de lado las referencias -criterial, idiosincrática o normativa- que
serán objeto de análisis en el siguiente punto, nos referiremos a
continuación a las circunstancias.
Los programas se llevan a cabo en condiciones normales,
250 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
1
Como afirma C. Weis (1975: 31), "son relativamente raras las decisiones de
vida o muerte, de sirve o no".
CONCLUSIÓN DEL PROGRAMA 251
2
La expresión no es del todo correcta. En el marco de la evaluación del apren-
dizaje la evaluación normativa permite situar a un alumno, en función de sus pun-
tuaciones, a lo largo de un continuo. En este caso, estaríamos situando un progra-
ma por d elante o detrás d e programas alternativos.
252 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
12.3. METODOLOGÍA
Planificar
Actuar
1
A. Galgano (1993: 64), en su obra Calidad Total, nos informa del gran poten-
cial de mejora del ciclo de Deming. En efecto, allí recoge la aportación de Masayoshi
Ozawa, de la Ner Corporation, que afirma: nada en este mundo es imposible si el pro-
ceso POCA se aplica sistemáticamente.
CONCLUSIÓN DEL PROGRAMA 259
OBJETIVOS
13.1. EL INFORME
1
Para ello basta con que el informe completo, con toda la documentación en
que se basa, esté depositado en un lugar público, garantizándose la consulta a todos
los interesados. En la actualidad, los recursos informáticos facilitan el acceso a la
información a las personas inte resadas.
266 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
• Objetivos de la evaluación.
• Funciones: formativa, sumativa o mixta
EL INFORME DE EVALUACIÓN DEL PROGRAMA 269
• Técnicas e instrumentos utilizados. Cualidades técnicas de tales
instrumentos.
• Momentos en que se recoge la información.
• Personas responsables de la recogida.
• Fuentes utilizadas para la recogida de información. Informantes.
• Procedimientos utilizados para el tratamiento y análisis de la infor-
mación recogida.
• Procedimientos utilizados para la valoración de la información.
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
1
La investigación evaluativa se podrá plantear otras metas, ligadas a los objeti-
vos propios de este tipo de actividad.
FUENTES DE INFORMACIÓN 275
19. Encuestas y cuestionarios. La entrevista.
20. Los datos de prueba. Tests y escalas. Objetivos cognosci-
tivos y cognitivos.
21. Tratamiento y análisis de datos. l. Datos cuantitativos.
22. Tratamiento y análisis de datos. 11. Datos cualitativos.
23. La metodología experimental.
EL PRINCIPIO DE COMPLEMENTARIEDAD.
COMPLEMENTARIEDAD DE MÉTODOS Y TÉCNICAS
OBJETIVOS
1
"Mientras los animales inferiores están en el mundo, el hombre trata de enten-
derlo; y sobre la base de su inteligencia imperfecta pero perfectible del mundo, el
hombre trata de enseñorearse de él para hacerlo más confortable. En este proceso,
co nstruye un mundo artificial: ese creciente cuerpo de ideas llamado 'ciencia' .... "
Vid. Bunge (1981).
280 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
3
En forma sintética, el positivismo asume la unidad de la ciencia, la explicación
científica de carácter causal y la elaboración de leyes generales así como la utiliza-
ción de la metodología propia de las ciencias naturales, en concreto del método
hipotético-deductivo-experimental.
4
El concepto de explicación debe entenderse en e l sentido de encontrar enun-
ciados generales que permitan dar una respuesta a un conjunto de fenómenos. Para
Jaspers, la explicación tiene por objeto establecer las causas de los fenómenos, por
lo que la considera como una meta propia de las Ciencias de la Naturaleza. Vid.
Freund (1975: 119s.). En la misma línea se manifiesta Russell Hanson (1977: 35):
"Las explicaciones causales son importantes para nosotros. Existen, por supuesto,
otros muchos modos de hacer comprensibles los fenómenos".
5
Cuando se habla de comprensión en el contexto de las metas de la investigación
debemos entender "la captación de las relaciones internas y profundas a través de la
penetración en su intimidad, respetando la originalidad y la indivisibilidad de los fenó-
menos", palabras que pone Freund, en su citada obra y lugar, en boca de Jaspers. Y
añade: "en lugar de parcelar lo real, como hace la explicación, la comprensión respe-
ta su totalidad vivida. Los resultados a los que llega no son, en general, directamente
verificables por la experiencia, pero se nos imponen por la evidencia".
6
Véase al respecto los planteamientos de l. C.Jarvie (1982: 159-181): "Es fácil
que se produzcan problemas de explicación y de comprensión, quizá porque las
palabras usuales 'explicación' y 'comprensión' se utilizan casi indistintamente. Sin
embargo, en filosofía de la ciencia podemos ser claros mediante la adopción de una
precisión deductiva de la primera. Sea la comprensión lo que sea, la explicación es
el proceso que consiste en deducir un enunciado a partir de otros, de acuerdo con
algunos requisitos tanto formales como materiales".
282 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
11
En tal sentido se apoya en Merton (1975: 28) para quien "La crisis crónica d e
la sociología, con su diversidad, competencia y enfrentamiento de doctrinas, parece
preferible a la ... prescripción de una única perspectiva teórica ( ... ) Ningún para-
digma ha empezado siquiera a demostrar su coherencia para la investigación de
toda la gama de las cuestiones sociológicamente interesantes."
12
Como se puede apreciar, el paradigma presenta connotaciones cuasi revolu-
cionarias; de hecho, sus mayores defensores se dan entre los educadores que traba-
jan en sectores marginales y marginados de la sociedad. Sin embargo, para muchos
este paradigma mezcla la Política con la Educación: mi e ntras aquella debe orientar-
se a crear las condiciones de justicia social y de dignificación de las condiciones de
vida y cultura de la Humanidad , ésta debe centrar su actuación en el mejoramiento
de la persona, en su plenificación , tratando de que lleguen a convertirse en realidad
todas sus potencialidades. Cosa bien distinta es que personas así formadas se com-
prometan en su momento en la transformación de la sociedad haciéndola más justa
y respetuosa con la dignidad de los seres humanos.
EL PRINCIPIO DE COMPLEMENTARIEDAD 285
Aboga por el empleo de los métodos Aboga por el empleo de los métodos
cuali ta ti vos. cuantitativos.
Fenomenologismo y verstehen (com- Positivismo lógico: "busca los hechos o
prensión) "interesado en comprender causas de los fenómenos sociales,
la conducta humana desde el propio prestando escasa atención a los esta-
marco de referencia de quien dos subjetivos de los individuos" 14 (1).
actúa" (1).
Observación naturalista y sin control. Medición penetrante y controlada.
Subjetivo. Objetivo.
Próximo a los datos; perspectiva Al margen de los datos: perspectiva
"desde dentro". "desde fuera".
Fundamentado en la realidad, orien- No fundamentado en la realidad,
tado a los descubrimientos, explora- orientado a la comprobación, con-
torio, expansionista, descriptivo e in- firmatorio, reduccionista, inferencia
ductivo. e hipotético-deductivo.
Orientado al proceso. Orientado al resultado.
Válido: datos "reales", "ricos" y "pro- Fiable: datos "sólidos" y repetibles.
fundos".
No generalizable: estúdios de casos Generalizable: estudios de casos
aislados. múltiples.
Holista. Particularista.
Asume una realidad dinámica. Asume una realidad estable.
13
Si nuestro planteamiento es más amplio, y tratamos de caracterizar los tres
grandes paradigmas podemos recoger las aportaciones de Lincoln y Cuba en torno
a seis grandes cuestiones: Las diferencias teleológicas o relativas a la finalidad de la
investigación: las diferencias ontológicas, esto es, a la perspectiva desde la que se
enfoca la naturaleza de la realidad investigada; las relaciones entre los sLtjetos y el
objeto; el propósito de la investigación; el tipo de conocimiento que aportan y el
papel que juegan los valores (axiología).
14
Las citas están tomadas d e Bogdan y Taylor (1975).
286 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATNOS
SUPUESTO ONTOLÓGICO:
SUPUESTO EPISTEMOLÓGICO:
SUPUESTO METODOLÓGICO:
15
Y forzoso es reconocer que esta cuestión, que representa una posición filosó-
fica , es argumentable pero en modo alguno demostrable.
288 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATNOS
16
El profesor C. Vázqucz Gómez, en el prólogo a la edición española del libro
de D. Fox (1981: 16) manifiesta: "Fruto de esta perspectiva histórica, reconocemos
que el método experimental constituye hoy una posibilidad límite para nosotros.
[ ... ] Ahora, ya podemos reconocer con Kerlinger, no sólo que una buena parte de
los estudios más valiosos en el área pedagógica son del tipo ex-post-facto (cuasi-expe-
rimentales) sino incluso que esta modalidad de investigación es particularmente
adecuada a la naturaleza del proceso educativo" .
294 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
Recogiendo sus ideas, Cook y Reichardt (1986), afirman: "Campbell demuestra tam-
bién la complementariedad inherente a los métodos cuali tativos y cuantitativos al
drscribir cómo el conocimiento cuantitativo sólo supera al cualitativo cuando se
.1poya en éste".
296 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
18
Si es una evaluación orientada a la certificación, es evidente que la entidad cer-
tificadora es la responsable de lo que podríamos denominar "la última palabra'', por-
que está reconocida para ello y para ello fue contratada por los responsables del pro-
grama. Esta última palabra, no obstante, debe ría elaborarse dando audiencia previa
a todas las partes interesadas.
EL PRINCIPIO DE COMPLEMENTARIEDAD 299
• Se debe tener en cuenta la naturaleza, la fuente y el tipo de datos.
Por ejemplo: si para decidir sobre la eficacia de un programa nada
hay mejor que datos de prueba, para conocer determinadas carac-
terísticas de quienes aplican el programa nada supera la percep-
ción de los propios destinatarios (por ejemplo, el alumnado de un
programa académico o los destinatarios de un programa de vida
saludable). Por la misma razón , para aspectos técnicos, como la
fundamentación del programa, ninguna información es preferi-
ble al juicio de los expertos y especialistas.
• No obstante lo anterior, siempre es conveniente contrastar la
información que procede de fuentes diferentes y de técnicas de
diversa naturaleza.
• En las sesiones de evaluación debe darse la oportunidad de que las
diversas fuentes que aportan información argumenten sus posi-
ciones.
• Por último, el responsable de la evaluación debe tratar de lograr,
mediante argumentos técnicos, hacer confluir las posicion es de las
diversas fuentes de aportación de datos.
CAPÍTULO 15
OBJETIVOS
15.1. ESTADÍSTICAS 1
1
El término "Estadística" en esta ocasión viene a significar "datos numéricos rela-
tivos a un conjunto de individuos", según e l diccionario de términos estadísticos debi-
do a Kendall y Bukland.
LOS DATOS DISPONIBLES 303
ciones de vida ... , que fácilmente nos permiten saber cuáles son las
carencias objetivas -obviamente, también los puntos fuertes- de
nuestra sociedad.
Junto a ello, la información recogida por los diversos ministe-
rios y las correspondientes consejerías autonómicas, sea en forma
de encuestas periódicas, sea como consecuencia de los registros
de la información que dan los ciudadanos cuando acuden a soli-
citar los servicios que se les prestan -matrículas de alumnos, con-
sultas médicas, becas, ayudas de diverso tipo ... - son, también, una
potencial fuente de información a la hora de detectar carencias
objetivas.
En el ámbito específico de la educación, una fuente impor-
tante de información es la elaborada por el Instituto Nacional de
Calidad y Evaluación (INCE), en la actualidad denominado INEC-
SE (Instituto Nacional de Evaluación y Calidad del Sistema
Educativo), con sus evaluaciones periódicas del sistema en el
ámbito de los aprendizajes curriculares, en especial, Lenguaje,
Matemáticas e idioma extranjero. Obviamente, el propio
Ministerio de Educación ofrece importantes datos estadísticos,
disponibles en su web (http: / / www.mec.es/ mecd/ estadisticas/
index.html). Del mismo modo, edita folletos periódicos como el
de Datos y cifras, elaborado por la Oficina de Estadística.
Por otra parte, las encuestas periódicas tanto de organismos
públicos, como puede ser el Instituto Nacional de Estadística
(http: / / www.ine.es/ ), Instituto Nacional de Seguridad e Higiene
en el Trabajo (http: / / www.mtas.es/ insht/ statistics/statsina.htm),
el Banco de España o el Centro de Investigaciones Sociológicas, o
privados, como es el caso de los servicios estadísticos de los ban-
cos y cajas de ahorro, o la información recogida por Cáritas, Cruz
Roj a y muchas ONG's, son un importante acervo de información
y datos al que es posible acudir para justificar un programa y para
darle la forma adecuada.
En su ámbito correspondiente, otro tipo de organizaciones,
como son los sindicatos o las iglesias, disponen de información de
primera mano en aspectos relacionados con su actividad.
Por último, conviene citar, por su relevancia en un mundo
globalizado, las estadísticas de la Unión Europea, en concreto las
304 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
2
Remitimos al lectos a los dise1ios de N = l en el capítulo 23.
LOS DATOS DISPONIBLES 305
cuando, por otros medios -como la encuesta, el cuestionario o la
entrevista ad hoc- le es solicitada en el marco de una evaluación
de programas.
Por último, es preciso reconocer determinados inconvenien-
tes que bien pueden derivar de la metodología empleada para su
recogida, bien de la finalidad de tal recolecc"ión de datos. No es
lo mismo, como ya sabemos, la información recogida mediante
autoinformes que la contrastada objetivamente, y no es lo mismo
una información con consecuencias inmediatas -positivas o nega-
tivas- para quien la ofrece que otra no ligada directamente a
ellas 3 .
15.2. INDICADORES
15.2.1. Concepto
En general, un indicador es un dato, de diversa naturaleza,
que sirve para mostrar algo mediante indicios o señales. Un indi-
cio, según el Diccionario de la Real Academia Española, es "Un
fenómeno que permite conocer o inferir la existencia de otro no
percibido".
Ese carácter indirecto es uno de los elementos fundamenta-
les de los indicadores. Junto a él, su sistematicidad y su naturale-
za, habitualmente cuantitativa. Precisaremos su concepto a través
de dos definiciones expresas:
Todo dato empírico -ya sea cuantitativo o cualitativo- recogido
de forma sistemática, e n relación con unas metas o procesos, que
permite estimar la productividad y/ o la fun cionalidad d el sistema 4 .
declaración de impuestos ante H acienda, o de los datos aportados por las familias
en sus solicitudes de matrícula para sus hijos en ciertos colegios, o de los relativos a
becas.
4
De Miguel (1995: 29-51).
306 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
5
Gil Traver (2004).
6 Aunque Jos indicadores no informan sobre qué hacer cuando la información
ofrecida pone de relieve carencias y debilidades, sí están orientados a facilitar la
toma de decisiones de mejora por parte de los responsables, fundamentalmente
políticos, dadas las variables que Jos integran.
7
Debemos hacer notar, no obstante, que algunas de estas características impli-
can ciertos riesgos para los sistemas educativos; si se tiene en cuenta el hecho d e que
la evaluación ejerce un efecto directriz sobre la realidad evaluada, esto es, que orien-
ta las actuaciones de profesores y alumnos, si determinadas variables, por su dificul-
tad de ser medidas objetivamente, como pueden ser los valores y las actitudes, no
forman parte de los indicadores, el riesgo es que los responsables de Jos centros edu-
cativos no las tomen en consideración, orientando sus esfuerzos hacia aquellas que
sí serán sometidas a evaluación. Con ello, se puede llegar a subvertir su sentido de
la propia evaluación, pasando de medio para la mejora o de instrumento a su servi-
cio a fin de las actuaciones educativas.
LOS DATOS DISPONIBLES 307
15.2.2. Algunos sistemas de indicadores
U no de los primeros sistemas de indicadores, e l Proyecto
Internacional de Indicadores de la Educación (JNES), debido a la
OCDE, elaborado por el Comité de Educación, y al Centro para
la I nvestigación e Innovación Edu cativa de la OCDE (CERI ) fue
iniciado en 1987. La publicación de 1995, con información
sobre 1991 / 92, recoge los indicadores agrupados en tres gran-
des ámbitos: Contexto de la enseñanza, Costes, recursos y procesos esco-
lares y Resultados de la enseñanza:
15.3.1. Documentos
A los efectos de la evaluación de programas podemos encon-
trar importantes documentos que avalan la realización de accio-
nes sistemáticas, que respaldan determinados diseños de progra-
mas y que permiten decidir sobre la calidad inicial de las pro-
puestas como consecuencia de su coherencia con ellos.
11
C/ San Bernardo 49, 28015 d e Madrid.
314 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
12
El informe lleva por título Universidad 2000, y puede ser localizado en múlti-
ples lugares virtuales, entre otros en http: / / www.crue.org/ informeuniv2000.htm.
LOS DATOS DISPONIBLES 315
13
C/ Vitruvio, n 2 8. 28006 de Madrid
14 He aquí el listado: Los objetivos de la educación ante la vida artiva en la sociedad
futura. 1986; La educación ante las innovaciones científicas y tecnológicas. 1987; La educa-
ción postsecundaria ante la sociedad del conocimiento y las comunicaciones. 1988; Prospectiva,
reformas y /Jlanificación de la educación. 1989; La educación no formal. Una prioridad de
futuro. 1990; La educación infantil. Una /Jromesa de jitturo. 1991; Aprender para el futuro:
educación ambiental. 1992; Aprender para el futuro: educación para la salud. 1993; Aprender
para el futuro: afmndizaje y vida activa. 1994; Aprender para el futuro: educación y desarro-
llo. 1995; Aprender para el futuro: desafíos y oportunidades. 1996; Aprender /Jara el futuro:
la educación secundaria, pivote del sistema educativo. 1997; Aprender para el futuro: nuevo
marco de la tarea docente. 1998; Un futuro para el aprendizaje: la financiación de la educa-
rión. 1999.
316 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
15.3.2. Archivos
La Real Academia Española define archivo como "Coajunto orde-
nado de documentos que una persona, una sociedad, una institu-
ción, etc., producen en el ejercicio de sus funciones o actividades".
Pues bien, en un sentido amplio, la sociedad dispone de archi-
vos, tanto personales como institucionales, en los que hay infor-
mación que puede ser relevante a nuestros propósitos y que
podrá ser analizada mediante técnicas como el análisis de conteni-
do, al que nos referiremos más adelante.
En el apartado dedicado a Cultura, dentro del Ministerio de
Educación y Ciencia (http:/ /www.mcu.es/archivos/indexjsp) se
puede consultar Archivos Españoles en Red, donde se encuentra
información, entre otros, sobre los siguientes:
Archivo General de Indias
Archivo Histórico Nacional
l\Rl 111\'0S
Archivo General de Simancas
t. ~J'i\:'-Ult ,~ 01 RfO Archivo Histórico de la Corona de Aragón
En ese mismo apartado, en http:/ /www.mcu.es/archivos/jsp/
plantillaAnchojsp?id=6, se encuentra una bibliografía de archi-
vos y un boletín de información bibliográfica. Allí se nos informa
de las aportaciones de la página:
16
Verlaeckt y Vitorino (eds.) (2001).
LOS DATOS DISPONIBLES 319
logos e inventarios de todos los archivos españoles, así como de los prin-
cipales archivos extranjeros. Destaca la información detallada que pro-
porciona del contenido y tipología de cada publicación a través de
materias y descriptores. Se inició en 1978 y se actualiza regularmente.
ÜBJETTVOS
1
La expresión "e n profundidad" parece no ser correcta en términos puramen-
te lingüísticos. Podríamos hablar mejor de "entrevista profunda o intensiva".
LAS APORTACIONES DE LOS EXPERTOS 323
• Cuando se carece de datos históricos sobre el tema.
• Cuando el impacto de los factores externos tiene más influencia
en la evolución del tema que el de los factores internos.
• Cuando las consideraciones éticas o morales dominan sobre las
económicas y tecnológicas en un proceso de cambio 2 .
1
Como ejemplo, la profesora S;1nchez Morales, en un estudio sobre las técnicas
dt· fecundación asistida y la ingeniería genética (formalmente no es una técnica
/)f'l/Jhi, aunque haya consulta a expertos), toma expertos en el ámbito de la medici-
na , de la ciencia, de la ética y la moral y de la judicatura, pero también consulta a
lt'presentantes de diversas asociaciones feministas. Con ello pretende lograr la cita-
d,1 representatividad; al elegir entre 5 o 6 expertos de cada campo, busca la sufi-
c i1 ·11 cia. Si, además, dentro de cada grupo se asegura la presencia de diversas posi-
ciones -si las hubiere- la representatividad se asegura en mayor grado. Vid. Sánchez
Morales (1996: 29-46).
326 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATNOS
16.4. PROCESO
i; En este punto, como en tantos otros, las coincidencias no son plenas, aunque
si se aprecie un notable grado de coherencia. En este sen licio, l. Konow señala que
sea cualquiera que sea el tipo ele Delphi se pueden distinguir cuatro fases: a) La pri-
mera se caracteriza por la exploración del tema en discusión. Cada individuo con-
tribuye con la información adicional que considera pertinente. b) La segunda com-
prende el proceso en el cual el grupo logra una comprensión del tema. Salen a la
luz los acuerdos y desacuerdos que existen entre los parlicipantes con respecto al
LAS APORTACIONES DE LOS EXPERTOS 329
16.4.1. Planificación
Una vez seleccionada la técnica como la más adecuada al tipo
de información que se ha de recoger para la evaluación, es pre-
ciso establecer el plan de aplicación, cuyos componentes funda-
mentales son:
Primer envío
En ocasiones -en especial en el caso de estudios de prospecti-
va- se considera preferible que este primer envío se encuentre
dcsestructurado. La tarea de los consultados sería la de establecer
332 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
Segundo envío
Las respuestas dadas por los expertos se organizan de forma
que puedan ser conocidas por todo el grupo, de modo que, a la
vista de esta valiosa información, cada uno de ellos pueda matizar
su primera respuesta.
Las tareas que pueden demandarse en este segundo envío
pueden ser, también, muy diversas. Una de las más comunes con-
siste en ordenar aplicando algún criterio -importancia, urgencia,
interés, utilidad ... - la información recogida. La información
puede solicitarse acudiendo a algún tipo de escala, siendo la más
común la conocida como de tipo Likert.
Los resultados podrán ser tratados por algún procedimiento
estadístico que permita conocer la valoración global del conjunto
de los expertos.
Tercer envío
Con frecuencia, este tercer envío es el último. En él los miem-
bros del grupo conocen la posición global, lo que les permite con-
trastarla con la suya propia, así como las razones argüidas para lle-
gar a ella. De esta forma, cada miembro del grupo puede matizar,
si lo considera conveniente, su posición.
LAS APORTACIONES DE LOS EXPERTOS 333
16.4.7. Informe
Por lo general, la técnica concluye con el envío a los miem-
bros del grupo, como información y como reconocimiento, del
resultado final alcanzado. Obviamente, esto es independiente del
fruto que obtiene el evaluador, que es el resultado que estaba bus-
cando y que, en función de sus objetivos, le permitirá tomar deci-
siones diversas: abordar la satisfacción de unas necesidades en
lugar de otras mediante un programa concreto, fundamentar
mejor el programa, mejorar la redacción de sus objetivos, optimi-
zar los medios y recursos ...
El siguiente esquema fue el utilizado por el GITC en un tra-
bajo de prospectiva, que puede encontrarse en http:/ /www.
gtic.ssr.upm.es/encuestas/delphi.htm. En él, el término "envío"
utilizado por nosotros, es sustituido por el de "circulación": pri-
mera, segunda, tercera.
10
Así, en el caso en que los expertos deban evaluar puntuando o calificando en
función de su interés, utilidad, urgencia, importancia, se les puede pedir tal justifi-
·a ión a quienes se sitúan más allá de una desviación intercuartil.
11
Ya nos hemos referido a él como un indice estadístico del grado de concor-
dancia entre las ordenaciones de varios jueces. El lector puede conocer su naturale-
1.a y cálculo en Siegel (1976: 26-273) .
334 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATTVOS
PROCESO DELPI-Il
~
________, $
>Definición de Jos 'iUCC'4:>s. > E.lalxll'ación del l er
> Selección cid Pand de n1esli(>11ario. >Rc><puc"lmsal lercucstiornuio.
Expcncr...
...._> E1wiu del kr u 1Dtionario
EL ANÁLISIS DE CONTENIDO
OBJETIVOS
1
Pérez Serrano (1984).
EL ANÁLISIS DE CONTENIDO 339
• Objetiva
La interpretación de cualquier forma de comunicación es tan
antigua como la humanidad, pero lleva consigo un notable nivel
de subjetividad: las cosas, se dice, son del color del cristal con que
se miran.
La subjetividad es prácticamente inevitable si no se toman
medidas preventivas ya que cada persona tiende a proyectar2 su
propia ideología, sus puntos de vista, sus prejuicios sobre la reali-
dad de que se trate.
• Sistemática
Las técnicas científicas se diferencian de las no científicas en
el hecho de ser aplicadas con rigor, respondiendo a un plan, y
siguiendo los pasos precisos, lejos de cualquier improvisación.
Las decisiones que se tomen en las diferentes fases -de apli-
cación, realización, conclusión- deben respetar las reglas estable-
cidas, evitando así la subjetividad y, más aún, la arbitrariedad.
• Cuantitativa
Siempre se ha considerado que el número es una de las expre-
siones más claras de la objetividad. Por ello, no debe extrañarnos la
tendencia a cuantificar los datos extraídos del análisis, de forma
que se puedan organizar, ordenar, relacionar o contrastar.
17.2. ÜBJETTVOS
• Probar hipótesis
17.3. NIVELES
• Nivel superficial
Se trata del denominado contenido manifiesto frente al latente.
En el primero de los casos, el análisis se limita a objetivar lo que
está expreso, sin ningún grado de inferencia. En el segundo, por
el contrario, lo que se pretende es descubrir algo que subyace,
hacer aflorar algo que está más o menos oculto.
Obviamente, en el primer caso la actividad del analista es más
sencilla, objetivable y difícilmente objeto de manipulación o de
error, mientras en el segundo los riesgos se hacen evidentes. Sin
embargo, no cabe duda alguna de que las prestaciones del análi-
sis del contenido latente son potencialmente muy superiores si el
análisis se hace de modo correcto.
Con todo, un análisis del contenido manifiesto puede resultar de
gran utilidad y hasta servir de base para estudios rriás avanzados,
como en el caso del estudio realizado por el profesor García Hoz
( 1977) sobre el vocabulario de los libros de texto. Estos estudios,
comenzados en 1944, partieron de un recuento de frecuencias
en el uso de las palabras por parte de los autores de libros de
texto en el antiguo bachillerato. Se llegó así al Vocabulario
General de Orientación Científica, integrado por 25.402 pala-
bras, con más de 2.600.000 frecuencias.
A partir de ahí, el profesor García Hoz elaboró los vocabu-
larios específicos y los vocabularios compartidos, formuló una
teoría sobre el aprendizaje humano (1982) y hasta un test de
reacción valorativa, al que haremos referencia en un capítulo
posterior.
• Nivel latente
El nivel latente puede llevarnos a conclusiones de gran impor-
tancia, pero su realización implica la formación necesaria como
para poder interpretar el contenido e inferir categorías no explíci-
tas. Se puede afirmar que analizar el contenido latente implica
tener teorías que permitan considerar la información registrada
como manifestaciones o indicadores de sus componentes 3 . De
~ Por ejemplo: Fox (1981: 709 ss.) plantea la dificultad para aplicar las catego-
ría "positivo", "negativo", hostil", "amistoso " a un determinado profesor en función d e
sus respuestas a una pregunta concreta.
EL ANÁLISIS DE CONTENIDO 343
17.4. PROCESO
Fox nos informa de los tipos de respuesta que dieron unos profesores ante el hecho
d e que se incorporaron a su centro niños de una determinada categoría, con el con-
siguiente aumento de la población estudiantil. Al analizar la respuesta de un profe-
sor, considera que se da la tentación de calificarlo como negativo y hostil por indicar
que se da un descenso en los niveles académicos de su alumnado y un aumento de
los destrozos sobre el material y las instalaciones. Sin embargo, Fox nos advierte de
q ue tal respuesta del profesor pueda ser el reflejo objetivo de una situación real, y
que "la sinceridad y la franqueza no equiva/,en a hostilidad o negatividad". No será fácil
1 esolver si la respuesta es objetiva o si refleja una percepción negativa y hostil hacia
11 11 determinado grupo de alumnos a no ser que dispongamos de una teoría expli-
rn tiva y hasta que podamos tener datos independientes de la realidad valorada por
los profesores.
344 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
4
Spranger nos habla de sus "Fonnas de vida" publicadas en 1961 en la Revista de
Occidente. El autor nos cita los siguientes tipos de hombre: teórico, utilitario, estético,
social, j1olítiro y religioso. El profesor García Hoz añadía el "horno epifántico'', caracte-
rizado por el afán de notoriedad.
5 En su Test de rmrción valorativa se trata de medir la "reacción frente a las gran-
des motivaciones humanas de dinero, fama, poder, placer, actividad, arte, técnica,
conocimiento, relaciones sociales, vida religiosa". Vid. García Hoz (1977: 105).
EL ANÁLISIS DE CONTENIDO 347
giera una nueva siLUación, como ha ocurrido con las "parejas de hecho", se resuelve
creando la nueva categoría.
7 Por ejemplo, el comportamiento de un alumno que pregunta en clase, puede
ser clasificado como de una persona interesada en el aprendizaje pero tal vez tam-
bién como de un alumno poco brillante -no entiende a la primera y necesita acla-
ra iones-y hasta como de una persona que gusta de hacerse notar, incluso tratando
348 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
de poner en algún aprieto a sus p1·ofesores. Si las categorías están bien definidas esto
no pasaría: en el primer caso nos moveríamos en relación con el interés/ motivación ,
en e l segundo podríamos hablar de introversión /ex traversión. Y en el último,
podría tratarse de categorías relacionadas con el tipo de relaciones humanas: amis-
tosas, colaborativas, distantes, agres ivas ...
8
Sin embargo, en ocasiones se cometen errores graves. Por ejemplo, al diseñar
las áreas de conocimiento en la Universidad, determinadas materias se agrupan
atend iendo al tipo de profesional que forman mientras otras lo hacen en función de
la naturaleza de su contenido. Ello conduce a situaciones en que una misma mate-
ria se sitúe en diferente área según la universidad de que se trate .
EL ANÁLISIS DE CONTENIDO 349
ÜBJETTVOS
1
Dejemos constancia de los problemas éticos que ello puede representar en la
mayoría de las ocasiones.
LA OBSERVACIÓN EN SUS DNERSAS MODALIDADES 353
Junto a ello, la observación es la técnica por excelencia para reco-
ger información sobre procesos. Desde el momento en que se proce-
de a implantar e implementar el programa hasta el de la evaluación
de su eficacia pueden pasar meses, e incluso años. Pues bien: la infor-
mación de mayor relieve sobre este amplio período, aunque puede
tomar la forma de encuestas y cuestionarios y hasta de pruebas sobre
la eficacia parcial, es la que puede ofrecer la observación.
Añadamos a lo anterior que determinado tipo de información
difícilmente se alcanza si no es por esta vía; pensemos en el caso
de personas -niños, deficientes- que no pueden o no saben ver-
balizar sus sentimientos o experiencias. En definitiva: podemos
recoger información mediante la observación en relación con los
tres grandes momentos o etapas de la evaluación de programas:
evaluación inicial, procesual y final.
Si de los momentos o etapas pasamos al contenido de tal obser-
vación, debemos hacer notar su adecuación para un ámbito de
especial relevancia dentro de los programas educativos: el consti-
tuido por los objetivos que trascienden lo académico, tanto en su
dimensión más reductiva, caso de los de conocimientos, como en
su concepción más amplia: los de formación intelectual2. Pues
bien: para tales tipos de objetivos, la observación, y su registro tanto
mediante técnicas genéricas -incidentes críticos, listas y escalas-
como a través de las específicas para el mundo afectivo, resulta de
especial relieve. Por ello dedicamos el presente capítulo a su estu-
dio y análisis, con especial referencia a su aplicación a la evaluación
de objetivos del denominado dominio afectivo.
CATEGORÍA DESCRIPCIÓN
De lo específico
CONOCIMIENTO De los conceptos universales y abstractos de una materia
dada
Transferencia
COMPRENSIÓN Interpretación
Extrapolación
A otros campos de los conceptos científicos
APLICACIÓN
Predicción de las posibles consecuencias
De los elementos
ANÁLISIS De las relaciones
De las normas de estructuración
Elaboración de un mensaje único
SÍNTESIS Elaboración de un plan
Deducción de relaciones abstractas
Juicios en función de la evidencia interna
EVALUACIÓN
Juicios en función de criterios externos
RECEPCIÓN (ATENCIÓN)
- Conciencia
- Predisposición a la recepción.
- Atención controlada o se/,ectiva.
RESPUESTA:
- Aceptación de la respuesta.
- Predisposición a la respuesta.
- Satisfacción en la respuesta.
VALORACIÓN:
- Aceptación de un valor.
- Preferencia por un valor.
- Entrega.
ORGANIZACIÓN:
- Conceptualización de un valor.
- Organización de un sistema de valores.
CARACTERIZACIÓN:
- Perspectiva generalizada.
- Caracterización.
'' Ello no obsla para que haya aULores que manifieslan sus dudas y reLicencias, y
hasla posLuras conLrarias, como puede ser el caso de Hills que se manifest.aba en
esLos Lérminos: "No está claro todavía si las acLitudes deben enseñarse en las escue-
las .... pero lo fundamental es que si hubiese acuerdo en el sentido de que las acLi-
LUcles son importantes objetivos de la enseii.anza, Lendríamos que llamar a volación
a nuestras comunidades para no enseñar aquellas actitudes que los padres de
muchos alumnos rechazarían''.
Sin embargo, el propio Hills reconoce explícitamente que, se quiera o no, se
dan influencias educativas en esle pumo, lo que ha llevado a muchos a plantear la
LA OBSERVACIÓN EN SUS DNERSAS MODALIDADES 357
18.2.1. La aportación de UNESCO
La toma de conciencia a la que nos referimos puede con-
cretarse en un importante documento de UNESCO que, refi-
riéndose no ya a la educación básica o a la media, sino a la uni-
versitaria, la más tradicionalmente alejada de este tipo de consi-
deraciones, hace recomendaciones dignas de ser tomadas en
cuenta.
En efecto, después de haber mantenido en 1995 y ratificado
en 1998 en el documento de trabajo La Educación Superior en el
siglo XXI: Visión y acción 6 , la importancia de facilitar la formación
pedagógica del profesorado, en el capítulo dedicado a la Calidad,
tras mantener que la principal riqueza de cualquier empresa radi-
ca en el capital humano, refiriéndose a las funciones de las insti-
tuciones superiores, afirma:
valor es una creencia única mientras la actitud es una organización de diversas cre-
encias focalizadas sobre un objeto o situación dada; las actitudes se centran y se
orientan hacia situaciones y objetos específicos. El valor, sin embargo, trasciende
objetos y situaciones; un valor es un estándar de "podría" o "debería", mientras las
actitudes no; una persona tiene tantos valores como creencias aprendidas, relaciona-
das con modos de conducta o estados últimos de existencia, y tantas actitudes como
encuentros directos o indirectos ha tenido con objetos y situaciones específicas. De
ahí que el número de valores aparezca menor que el de actitudes; los valores ocu-
pan un lugar central en la estructura de la personalidad".
362 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
• Son patrones que guían la vida del ser humano. Ejercen una
función dinámica, de estímulo a la conducta.
La función
En lo relativo a la función , debe quedar clara la diferencia
entre una evaluación orientada a Ja mejora de las personas y la
centrada en la eficiaca de los programas, siendo sumativa en este
caso y formativa en aquel.
Allí, toda la evaluación adquiere un carácter privado, propio
de la tutoría, y, desde luego, una dimensión profundamente per-
sonalizada. Aquí, la persona se difumina en el grupo -a no ser en
el caso de programas destinados a una persona concreta- ya que
lo que suele importar es el número de sujetos que alcanzan los
objetivos previamente definidos y los niveles establecidos.
El objeto
En lo relativo al objeto de la evaluación, parece obvio señalar
que deberá ser congruente con los objetivos del programa a eva-
364 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATlVOS
RECEPTMDAD VALORATIVA:
• Tomar conciencia: hacerse cargo.
• Receptividad . Apertura.
• Atención selectiva o controlada.
REACTMDAD O RESPUESTA: ACEPTACIÓN:
• Conformidad.
• Buena voluntad para responder.
• Satisfacción en la respuesta. Alegría.
VALORACIÓN. ELECCIÓN:
• Reconocimiento de un valor.
• Preferencia por un valor.
• Sistematización. Conceptualización.
• Organización de un sistema de valores.
• Elección.
REALIZACIÓN:
• Compromiso.
• Generalización. Iniciativa.
• Caracterización.
9
Recomendamos algún texto especialmente relevante, como el d e Corlina Ons
(1995). Tambié n la ponencia de la misma autora (2003: 39-52). Del mismo modo, se
recomienda la obra de Marín Ibáñez (1993).
10
No se olvide, no obstante, nuestra posición en defensa de que la entidad, cali-
dad, relevancia ... de los objetivos de los programas debe ser objeto de evaluación. De
este modo, un programa podría ser ser eficaz en el logro de determinados objetivos
(en este caso, valores) y, a la vez, merecer una valoración negativa porque los valores
perseguidos sean irrelevantes, inadecuados o insuficientes.
366 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATNOS
La metodología
Por último, y en relación con la metodowgia, analizaremos, como
elementos fundamentales, los siguientes: el proceso a seguir, las téc-
nicas a utilizar y el uso que se debe dar a la información.
Desde luego, y por la propia naturaleza del objeto, conviene
una recogida continuada de información, de forma que pueda
apreciarse el progreso de los destinatarios del programa. Con
todo, cuando se trate de evaluar la eficacia, es obvio que lo fun-
damental será la información recogida a su finalización.
En relación con las técnicas, y sin perjuicio de que a este
aspecto se le dedique gran parte de lo que resta del capítulo, deja-
remos constancia de la conveniencia de no renunciar a ninguna,
dado que cada una tiene sus aportaciones y limitaciones. Sin
embargo, hay tres especialmente adecuadas:
12
Piénsese que cuando se califica una actividad, pongamos un examen tradi-
ional, estamos valorando simultáneamente aspectos de contenido -dominio de la
materia- y ciertas dimensiones formativas , tales como rigor en la exposición, siste-
matización de la presentación, relación entre las partes, originalidad ... o cuales-
quiera otras pre,~amente seleccionadas.
13
Utilizamos la expresión de Bloom y cols. Lo de menos es la denominación; lo
importante es saber que con tal término nos referimos a ámbitos diferentes de los
saberes académicos y, en cierta medida, de la formación intelectual.
370 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
14
Los denominados contenidos conceptua[Ps y procedimentales en nuestro sistema
educativo.
1
'' Vale la pena dejar constancia de la difi cultad para trazar una línea divisoria
nítida entre unos y otros tipos ele objetivos. De hecho , siguiendo los planteamientos
del profesor García Hoz, la evaluación de objetivos cognitivos d e alto nivel permite
apreciar ciertas dimensiones de la personalidad, tales como las capacidades de ini-
ciativa, de cooperación, de esfuerzo, de perseverancia, de deseo de perfección y
hasta de respeto a los demás, al no aceptar una obra o actividad chapucera; es más,
su propuesta sobre el Sistema d:e la Obra Bien Hecha hace referencia al sentido de res-
ponsabilidad d el alumno al afrontar la evaluación de la propia actividad, de forma
que sea capaz de reconocer lo que está bien y lo que no lo está, así como la adecua-
ción de los medios, en especial del esfuerzo, a los objetivos iniciales que, para bien ,
deberían ser formulados no sólo con inteligencia sino con prudencia.
LA OBSERVACIÓN EN SUS DIVERSAS MODALIDADES 371
16
Considere el lector que a un observador le interesa, por ejemplo, establecer
si un alumno es o no solidario, o perseverante, o agresivo, o ... Sin embargo, lo que ten-
drá ante sus ojos serán comportamientos que él d eberá identificar como propios o
no de solidaridad, perseverancia o agresividad. Reconocer los comportamientos como
propios de un rasgo o característica abstracta es una de las dificultades de la obser-
vación, tanto mayor cuanto más compleja y abstracta sea tal característica. Por ejem-
plo: un niño que quita algo a otro niño, ¿se puede co nsiderar, sin más, qu e lo hace
porque es un ladrón? ¿Podría, tan sólo, representar una forma de buscar la atención
de los adultos? O, tal vez, ¿podría ser un enfermo, un cleptómano?
372 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
17
En el capítulo siguiente se harán algunas consideraciones sobre los cuestiona-
1ios como concreción de la técnica d e encuesta.
374 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
18
Vid. Rodríguez Di éguez (1980: 353-356). Prefiere el término incidente crítiro
porque el concepto de anécdota parece poco adecuado para la importancia que este
tipo de registro puede llegar a tener.
LA OBSERVACIÓN EN SUS DIVERSAS MODALIDADES 375
a) Listas de control
En las listas de control, por otros denominadas sistemas de signos,
el observador se limita a indicar, para cada una de las personas
observadas, si un determinado comportamiento se da o no se da;
en algunos casos, existe además una alternativa, expresada como
¿ ? o como dudoso, para las situaciones en que el observador no
tenga seguridad. Por ejemplo:
.)
Sabe escuchar a los demás SI NO <'.·
19
Medley y Mitzel (1963: 247-338) plantean este tipo de actuacion es desde la
segunda perspectiva.
LA OBSERVACIÓN EN SUS DIVERSAS MODALIDADES 377
b) Escalas de valoración
Por lo general, una lista de control se convierte en una escala, la
más simple de todas, cuando el observador no ha de limitarse a
indicar si la conducta a que se refiere cada uno de los enunciados
se da o no, sino que debe calificarla a lo largo de varios rangos
- por lo general no más allá de 5- en relación con dimensiones
del comportamiento tales como la frecuencia, la intensidad, la dura-
rión, el ritmo, la persistencia, Ja variedad ... de las situaciones -de cara
a la generalización del rasgo o característica de que se trate- o
1ualquier otra dimensión que se considere relevante a los efectos
d(' la evaluación.
378 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
Ejemplo de .frecuencia:
Atiende en clase: l. 2. 3. 4. 5.
Atiende en clase: Nunca. Pocas veces. A veces. Casi siempre. Siempre.
Ejemplo de intensidad
Fuma: l. 2. 3. 4. 5.
Fuma: Nada. Poco. Algo. Bastante. Mucho.
1 2 3 4 5
Respeta el turno de palabra: / _ _ / _ x _ _ /_ _ _ /__J
c) Escalas descriptivas
• Entrevistas.
• Cuestionarios.
• Cuestionarios con ítems de opción final abierta.
• El Diferencial semántico.
• Técnicas proyectivas.
• Diferenciales.
i º· ': O
./ ' 1 Z l t. 5 6 7 B 9 10 11 12
cotcgorlas de 1scalo
Emmcu;id'tl nUm 8 "Creo Que lll Iglesia CJCICf. l.lno buena mllutncoa so
brc las cla ses boJllS y los no educadas, pero que no l•cnc nmgUn valor
para l<1s clases altos y las educados:·
~ 1,00 , . . . . . . , , , - , - , - - , . - - , - , - - , - . , . - - , -,,,,,.,......,
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2. o.901--11--1-+-+--+-+--+-+--+-+v->+--t-j
~ 0,80 t--+--+-+-1--t- +--+-+---+-/_.,,_-+-+-<
~ O, 70 l----if---t-+-+--+--1--+--t-- V -<-+·-+---l
~ 0.60 l----if---t-+-+-+--1--+--1+.I-+-+--+--<~
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5 O,l.O 1--il--l--+-+--+-+--í'-+--+-+-j--j-4
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=
&.o V' s 1
o 1 2 J 4 5 6 1 8 9 10 11 12
caltgorios ck tscola
• Sumativas
Apruebo Desapruebo
Apruebo Indeciso Desapruebo
decididamente decididamente
5 4 3 2 1
• Acumulativas
ABCDEFG
mala . . . . . . buena
- ·. - ·. - ·. - ·. - ·
. - .· -
necesaria - ·.- ·. - ·. - ·. - · innecesaria
interesante . -·
. - aburrida
- ·.- ·. - ·. - ·. - ·
. -·
. -.
complicada -·-·-·-·-·-·-· sencilla
fácil . . . . . . difícil
atrayente . ·.- ·. - ·. - ·
- . -· . -· . -. indiferente
·
.. - ·
.. - ·
.. - ·.. - ·.. - ·.. - ·.. - ·
perfecta imperfecta
clara .- .- .- .- .- .-.- confusa
·
. -·. - .· - .· - .· -.· -.· -.
emocionante ·-· apagada
elemental . -·. - ·. - ·. - ·. - ·. - ·. compleja
- ·.- ·.- ·.- ·.- ·.- ·.- ·.
útil - ·.- ·.- ·.- ·.- ·.- ·.- · inútil
perjudicial - ·. - ·. - ·. - ·. - · provechosa
fea . - .· - bonita
-·-·-·-·-·-·-
instructiva . . . . . .
-·-·-·-·-·-·- superflua
monótona . . . . . . absorbente
- ·.- ·. - ·. - ·
. -·
. -·
. -
agradable -·-·-·-·-·-·- desagradable
20
Debido al profesor X. Rubal (1985: 560).
21Las leu·as tienen el siguiente significado: A y G: MUY; By F: BASTANTE; C y E:
ALGO; D: INDECISO.
384 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
EJEMPLO DE LA PARTE 1
¿Cuál cree Vd. que es la más importante fun-
ción de los modernos dirigentes?
a) Procurar la realización de objetivos prácti-
cos; (a) (b)
b) Fomentar el interés por los derechos del
prójimo.
EJEMPLO DE LA PARTE 11
80
70
60
50
40
30
-~
~
- -- -
""""" -.-- ~
..........
- -
20
10
Teórico Económico Estético Social Político Religioso
I A
20
\
20
I
'' 20
\
' '
MS A MA MS A MA MS A MA
Cu1va A C mv;1 B Curva H1
120 120
11
120
1
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80
1 1
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- 1
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I I
60 60 60
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20 20
I
20
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MS A MA ~1 S A MA MS A MA
C urva B, CunaC C111 \<1C,
~ 40
I
,, ,...
¡:::~o
~ 1( 1
:: 10 H-+-+-H-+-+-H-++-+-H-++-1-1 ~ 40 H-++-H-++-+-K-+-+-H-+-+-H
7 /
~ IU H-+-+-H-+-+-H-+~+-i.<+-++-f-1
18.6. AUTOEVALUACIÓN
2
~ Por ello, se recomienda que los enunciados se formulen de forma que las res-
puestas deseables o socialmente preferibles pueda n requerir respuestas positivas en
unos casos y negativas en otros, y estar o rganizadas de forma aleatoria o, al menos,
sin un patrón predeterminado.
CAPÍTULO 19
ENCUESTAS Y CUESTIONARIOS.
LA ENTREVISTA
ÜBJETfVOS
1
Programas destinados a ni11os o a personas con deficiencias tanto para la
expresión como para la valoración, representan situaciones inadecuadas para este
tipo de técnica de recogida de datos.
~ Una alternativa es el inventario. Su peculiaridad radica en que, en lugar de
hacer preguntas como en el cuestionario, se acude a afirmaciones -enunciados- en
relación con las cuales el consultado se manifiesta a favor -de acuerdo- o en contra
-desacuerdo- aunque cabe la opción de indiferente, ele duela o ele desconocimien-
to.
ENCUESTAS Y CUESTIONARIOS 393
19.1. LA ENCUESTA
5
Es conveniente tener claro que las percepciones de los informantes son sub-
jetivas por su propia naturaleza, pero que las percepciones son, con frecuencia, tan
importantes como la realidad objetiva para determinado tipo de decisiones.
6
No son pocas las ocasiones en que se solicita colaboración para realizar un
cuestionario muy amplio, cuya información sólo en parte es necesaria a los efectos
solicitados. Esta forma de actuar tiene dos inconvenientes: que algunos encuestados
no respondan ante el tiempo que se les exige, o que lo hagan sin la debida seriedad,
ofreciendo así una información no válida.
7 Si se consulta a todos, pero sólo algunos responden, no tenemos garnntías de
que los que lo hacen sean una muestrn imparcial del total. Por ello, cuando se consulta
a todos -población- suele extrnerse una muestrn imparcial de todos los que han res-
pondido, en lugar de utilizar todas las respuestas recibidas. O bien , contrastar los resul-
tados de la muestra imparcial con los procedentes de total que responde.
ENCUESTAS Y CUESTIONARIOS 395
11
Es muy diferente preguntar a los destinatarios del programa si quienes lo apli-
can cumplen el horario; si las actividades son interesantes, útiles o difícil es; si se
encuentran satisfechos con las ayudas que se les dan; si recomendarían a sus amis-
tades inscribirse en futuras ediciones ...
12
No será lo mismo encuestar a universitarios que a personas sin formación
básica, a profesionales que a usuarios, a individuos que dominan el idioma que a
extranjeros que están aprendiendo ...
ENCUESTAS Y CUESTIONARIOS 397
Junto a estas características, la formulación de la pregunta debe
evitar cualquier forma de sesgo o tendenciosidad por parte del eva-
luador. La claridad en la intención o finalidad perseguida a través
de la pregunta 13 no debe confundirse nunca con la manipulación
de las respuestas. Debe ponerse todo el cuidado preciso para evitar
que el enunciado de la pregunta pueda sugerir, de forma más o
menos velada, lo que se considera respuesta adecuada o deseable.
La neutralidad y la imparcialidad deben cuidarse con exquisitez.
Por último, haremos mención de otra cualidad que deben
cumplir las preguntas, y que no es sino la necesidad de recabar un
único elemento de información. Cuando la realidad evaluada
presenta aspectos o elementos diferentes, se deberá recurrir a
varias preguntas, en lugar de hacerlo a una única.
13
Que el encuestado afirme, que aporte sugerencias, que valore ...
398 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
19. l. 2. Modalidades
Dejando de lado ciertas caracterizaciones de las encuestas
-por muestreo, sondeos ... - haremos una referencia a las que
derivan del modo de recoger la información.
En este sentido podemos citar las encuestas por teléfono, ade-
cuadas en el caso de que el número de preguntas sea corto y de
que el tipo de información sea el que Fox denomina superficial
(concreta, de fácil recuerdo). Su gran ventaja es la rapidez de
recolección, pero tiene inconvenientes tales como los intentos de
contacto fallidos , los casos en que la persona encuestada declina
contestar -algo más fácil que cuando el contacto es cara a cara-
y hasta la mayor posibilidad de ofrecer información no válida,
dado el medio impersonal utilizado.
Junto a la encuesta por teléfono, Ja remitida a través del
correo, lo que permite llegar a grupos de gran tamaño y con
notable grado de dispersión. Esta modalidad tiene entre sus
inconvenientes la baja tasa de respuestas recogidas, lo que puede
alterar, y lo hace con frecuencia, la representatividad de la infor-
mación. Por el contrario, sus ventajas derivan de la posibilidad de
unas respuestas más reposadas, además de facilitar el anonimato,
algo difícil de lograr en las telefónicas.
En la actualidad, cuando los grupos consultados cumplen
determinados requisitos, se puede acudir a encuestas electróni-
14
Por cierto: una pérdida selectiva, que in cide negativamente en la validez.
400 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
19.1.3. El proceso
El proceso a seguir en la técnica general de encuesta no se
diferencia en lo sustancial de lo exigido en otros procedimientos
de recogida de información, si bien, como también ocurre en
todos los demás, tiene sus propias peculiaridades.
En el primero de los sentidos, es fundamental su etapa de
preparación ya que todas las acciones posteriores vienen condi-
cionadas por la calidad de esta.
Una vez decidido por el evaluador que para el tipo de infor-
mación que necesita debe acudir a esta técnica, es preciso elegir
entre el cuestionario o la entrevista o decidir su complementa-
riedad. Acto seguido deberá optar por la modalidad de cuestio-
nario y el tipo de respuestas que desea, y, en el caso de tratarse de
15
Con motivo de los trabajos recientes sobre los planes de estudio universitarios
orientados hacia Ja convergencia europea, se ha acudido a este tipo de consultas. Las
personas consultadas en las diferentes universidades españolas respondieron a la
consulta a través de internet. Mucho más simples son las encuestas de los periódicos
en las que, por lo general, sólo debe votarse en torno a una única cuestión y con dos
opciones: a favor o en contra.
ENCUESTAS Y CUESTIONARIOS 401
19.2. EL CUESTIONARIO
~
ADECUACIÓN
A las
Al alumno A la
exigencias COHERENCIA EFICIENCIA EFICACIA
que modalidad
científicas INTERNA 16
aprende de enseñanza
r y técnicas
Contenidos X X X*
Objetivos X X X*
Recursos didác-
ticos X X X X*
Sistema de eva-
luación X X X X*
Lenguaje X X X X*
Estructura X X X X*
Elementos mate-
ria les X X X X*
Relación entre
estos elementos X
Costos X
Resultados X
16
El símbolo * se refiere a la cohe rencia de cada elemento consigo mism o a lo
largo de las difere ntes unidades didácticas.
17
Basada en la propuesta de l a uto r presentada en San José d e Costa Rica. Pérez
Juste (1989).
404 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
19.3. LA ENTREVISTA
Si en la modalidad de encuesta mediante cuestionario por co-
rreo la interacción entre el evaluador y el encuestado es prácti-
camente nula, en el caso de la entrevista la situación se invierte,
dándose una relación amplia y, en ocasiones intensa y hasta rei-
terada18. ·
18
La entrevista, en efec to , puede ocupar varias sesiones, de duración más o
menos amplia.
ENCUESTAS Y CUESTIONARIOS 405
19
El entrevistador suele recordar en mayor medida lo que concuerda con sus
planteamientos, y olvidar lo discordante o lo que le interesa y preocupa en menor
medida.
20 El registro visual permite apreciar gestos que aportan a la información deter-
ÜBJETIVOS
1
Vid. Rodríguez Espinar ( 1985: 284-304).
LOS DATOS DE PRUEBA 411
programas académ icos, también puede ap lica rse a otros de educación no formal,
como aque llos destinados a personas con dificultades y problemas de relación y con-
vivencia, o los destinados a la capacitación para la convivencia, e l trabajo o la parti-
cipación ciudadana, por ejemplo.
412 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
CATEGORÍA DESCRIPCIÓN
CONOCIMIENTO De lo específico:
• De la terminologfo
• De hechos específicos
De los métodos de estudio de los hechos específicos:
• De los convencionalismos
• De las tendencias y secuencias
• De las clasificaciones y categorías
• De criterios
• De la metodología
De los conceptos universales y abstractos de una
materia dada:
• De los principios y generalizaciones
• De las estructuras y teorías
COMPRENSIÓN Transferencia
Interpretación
Extrapolación
APLICACIÓN A otros campos de los conceptos científicos
Predicción de las posibles consecuencias
ANÁLISIS De los elementos
De las relaciones
De las normas de estructuración
SÍNTESIS Elaboración de un mensaje único
Elaboración de un plan
Deducción de relaciones abstractas
EVALUACIÓN Juicios en función de la evidencia interna
Juicios en función de criterios externos
4
El lector puede acudir a una variada bibliografía en este campo. Reco-
mendamos: Rodríguez Diéguez (1980); García Hoz (1988). En esta obra presenta
una interesante aportación sobre el Sistema de Objetivos Fundamentales de la
Educación.
414 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
5 Con todo, conviene hacer notar que ese defecto suele ser más común de Jo
que parece, como han puesto de relieve múltiples investigaciones en las que se ha
podido constatar que sólo los objetivos de menor relieve (conocer, comprender,
aplicar, calcular, ... ) suelen formar parte de las pruebas ordinarias realizadas por los
LOS DATOS DE PRUEBA 415
CUALIDAD DESCRIPCIÓN
• Planificar la prueba
La coherencia entre los objetivos del programa, las activida-
des puestas a su servicio para su logro y el contenido de las prue-
bas es fundamental.
Para lograrlo es recomendable la construcción de una tabla de
especificaciones en el momento de llevar a cabo la programación, tabla
que deberá servir de base en el desarrollo de las actividades docen-
tes a lo largo del curso y que habrá de respetarse al construir las
pruebas para evaluar su eficacia, sea esta del programa global, de
una parte significativa (trimestre o cuatrimestre) o de cada uno de
los bloques en que se haya estructurado el programa. La figura 1
recoge una tabla de especificaciones parcial correspondiente a un
programa de Estadística desarrollado en su momento por el autor.
6
En un trabajo del autor destinado a analizar el contenido de las pruebas de los
últimos cursos de EGB se pudo constatar cómo una prueba de Lengua y Literatura,
integrada por 10 ítems o cuestiones, estaba estructurada del siguiente modo: 6 de
ortografía, 4 de morfología y 1 de literatura. El contenido objeto de evaluaci ón
incluía, además de lo anterior, morfología, nociones de fonética y métrica además de
Literatura. Piense e l lector que los sujetos que dominaran la ortografía alcanzarían
una evaluación positiva mientras que quienes dominaran todo lo demás, pero falla-
ran en ortografía, no lo lograrían.
LOS DATOS DE PRUEBA 417
ORAFICA·
UTI·
L17..AR
INTER-
PRETAR
~
l! zi e
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t
NUMERIC A·
8
MENTE MENTE ~
8. ~ -~
CONTEN IDOS
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w~ :. :. z
J. OrdcnariOn y eatc¡onzaciOn
datos. DntnbuciOft«
d~ 1ot
11
,_. 1
1. Ordm.aaón
2. CttfSOnuciOn
l . Dntribuclon«
11 . Rtprewncacioocs artr•C~U
1. °'*trama de berras
JI l>.1 1 •. )
2. Ha.tograma
). Polltono 6c r~ndu acviinulad.a•
'1 DOaC'\U'Mllldu
4. Pcrfiln
S. C*pa,..., de dcsanol~
6.. O..graruJ de d.spcniótl
il. Ptoporaoan
~=:ncs~4klaf.ducanM
'f PfObabllidada
X
4.. Tablas
( 1) Los de meatos de to. wauo H1b&pert&dot te bu adjudicado co• arupo • poadcnaona rdali"U 4cn1ro ~ 10\aJ dd ~lo 111.
nos s1tuan ante una realidad que, para ser evaluada y, previa-
mente enseñada, requiere la actividad técnica de definirla -en el
primer caso- y de establecer los criterios de evaluación en el
segundo. Analizaremos, a título de ejemplo, algunas de las técni-
cas de evaluación más utilizables en estos casos.
Preguntas breves
Estamos ante enunciados que requieren del alumno respuestas
de diversa naturaleza, pero siempre de desarrollo limitado. Este
tipo de enunciados resulta especialmente apto para poder abarcar
un amplio contenido de la parte de la materia sometida a evalua-
ción. En efecto, dada la brevedad de la respuesta solicitada, el eva-
luador puede hacer un número de preguntas que, sin llegar a las de
una prueba objetiva, sí permiten disponer de una información más
representativa del total que la que hace posible un terna d.e ensayo.
Un examen de esta naturaleza, puede estar integrado por
ocho o diez cuestiones, lo que hace posible preguntar por diver-
sidad de contenidos y hacerlo desde la perspectiva o enfoque pro-
pio de diversos objetivos.
En el caso de seleccionar este tipo de técnica, el evaluador
debe cuidar con esmero el enunciado de la pregunta, de forma que,
por una parte, el sujeto del programa tenga claro lo que se espera
de él y, de otra, el responsable del programa pueda aplicar el cri-
terio adecuado en el momento de valorar. Y es que las principales
limitaciones de esta técnica derivan de carencias ligadas a la for-
mulación de las preguntas 7 . En efecto, resulta frecuente oír que-
7 El lector pued e encontrar información rel evante e n el clásico texto de Burton ,
editado por Magiste rio Español en 1962, Orimtarión <iPl aprmdizaje, en particular en
su cuarta parte.
LOS DATOS DE PRUEBA 421
jarse a los alumnos de que han contestado "lo que está en el libro"
o en los apuntes de clase y que el profesor ha valorado mal o bajo
sus respuestas. En tales casos, es frecuente oír a los profesores que
los alumnos se limitan a contestar, más o menos memorísticamen-
te, lo que está en los libros o en los apuntes.
Para evitar estos hechos, lo fundamental es utilizar enuncia-
dos en que aparezca el verbo o el sustantivo adecuado en lugar
de simples enunciados nominales. Así, preguntas como: Los ali-
mentos, Lope de Vega, La expulsión de los judíos, Kant, El teorema de
Pitágoras, La célula, El arte gótico ... , parecen demandar una res-
puesta que refleje tan fielmente como sea posible lo que aparece
recogido en los textos. Si el profesor desea otra cosa, debe acudir
a expresiones como las siguientes: Fijar y justificar la composición
de una dieta alimenticia equilibrada, Valorar la obra teatral de Lope de
Vega; análisis de las causas y consecuencias de la expulsión de los judíos;
valoración del imperativo categórico de Kant; demostrar el teorema de
Pitágoras; definir el concepto de célula, caracterizar el arte gótico ...
Estas especificaciones técnicas, no obstante, darán sus frutos
en mayor medida si vienen a complementar la actividad docente
en el aula. Queremos decir que el profesor deberá haber realiza-
do durante el proceso de enseñanza/aprendizaje dos importan-
tes actividades, una estrictamente docente y otra de naturaleza
orientadora:
8 El autor tiene una exper·iencia personal como alumno con un a materia ele
Historia del ArlP. Después ele haber presentado el profesor el arte románico y el góti-
co, el examen consistió en una sola pregunta: Relacionar las características del arle
gótico con las del románico. Hubo una "revuelta" estudiantil por considerar que el
profesor pretendía evaluar algo que en modo alguno había enseñado, dado que se
había limitado a presentar -con gran altura y rigor, eso sí- las características ele uno
y otro esti lo, pero no había enseñado a "relaciona rl as".
LOS DATOS DE PRUEBA 423
Pruebas mixtas
Como se ha podido constatar, cada una de las anteriores téc-
nicas presenta aspectos fuertes y débiles; lo mismo podríamos
decir de las pruebas objetivas o de las técnicas que analizaremos
a continuación.
Para salir al paso de unas y otras, tal vez nada mejor que un
examen mixto: una prueba objetiva, capaz de abarcar el dominio
de aspectos concretos de la materia objeto de evaluación; unas
preguntas breves, destinadas a comprobar el dominio del voca-
bulario técnico de la materia, y una prueba de ensayo y un esque-
ma, para apreciar el dominio profundo de dos de los temas del
programa. Por cierto, si tales temas se seleccionan con algún cri-
terio específico, puede aumentarse la validez de la prueba al aña-
dir representatividad.
Naturalmente, estas afirmaciones valen para cierto tipo de
materias; en otros casos, el tema podrá ser sustituido por un
comentario de texto, por la realización de problemas o por la
resolución de casos, ... pongamos por ejemplo.
9
Interesa resaltar Jo de "notable pericia" ya que hay indicios de que un juez
-profesor- no consigue mantener una misma pauta al calificar de nuevo una com-
posición. Nada menos que en un 48 % de los casos se dieron variaciones de una a
otra vez. Vid. De Landsheere (1973: 25 s.)
10
En una experiencia realizada por el autor en un curso de formación con unos
60 profesores de bachillerato, las calificaciones otorgadas oscilaron entre 3 y 9 pun-
tos, toda la gama -suspenso a sobresaliente- de las califi cacion es.
LOS DATOS DE PRUEBA 425
11 Como afirma Bloom, "No existe una clara distinción entre una unidad for-
ASPECTO CONTENIDO
ces tien e una naturaleza formativa .... si el propósito es simplemente calificar al estu-
diante al final de una unidad , antes de pasar a la siguiente, entonces la evaluación
es sumativa". (pág. 52).
12
García Hoz (1969: 206-207).
1
~ Vid. al respecto De Landsheere (1973).
LOS DATOS DE PRUEBA 427
- Bien ideada.
- Bien preparada.
- Bien realizada.
- Bi en acabada, y
- Bien valorada.
CRITERIOS DESCRIPCIÓN
14
Una investigación puede ocupar todo el curso o más.
430 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
ELEMENTOS CRJTERIOS
EL PROBLEMA:
Antecedentes Fundamentación: estado de la cuestión
Formulación Precisión, resolubilidad.
LA HIPÓTESIS:
Existencia RPlación entre variables.
Formulación Compatibilidad, congruencia, fundamentación,
razonabilidad, contrastabilidad
VALIDAClÓN DE LA
HIPÓTESIS:
Población y muestra Suficiencia, representatividad
Datos Fiabilidad, validez
Diseño Adecuación
Tratamiento estadístico Adecuación, corrección, exactitud
INTERPRETACIÓN
Conclusiones Coherencia con los datos
Discusión Solidez, apoyo rientífico
Integración de las ronclusiones
NUEVA SITUACIÓN
Replanteamiento
ASPEC..10 CRITERIOS
IDENTIFICACIÓN
Aderuación, precisión, exactitud
DEL PROBLEMA
Explicitación del principio, teoria, regla
PLANTEAMIENTO justificación de los pasos a dar
Indicación de lo que se espera lograr
Adecuación de la secuencia
PROCESO Orden
Corrección
SOLUCIÓN:
Resultados J:,xactitud
Interpretación Adecuación
Discusión Fundamentación
z
s o 10 30 !50 70 90 100
T 20 30 40 50 60 10 80
10 30
1
50
1
10 ~' 99
15
Re mitimos al lector al capítulo 21, donde se presenta el concepto de nivel o
escala de medida. Pues bien, los cua ntiles -deciles, percentiles- son medidas de nivel
ordinal.
16
Cabe, sin embargo, establecer la eficacia del programa en términos tales
co mo que sus destinatarios se sitúen todos -o un concreto porcentaje del total- por
e ncima de un determinado percentil, penta o puntuación z del grupo normativo. En
tal caso, sí es relevante este tipo de referencia.
LOS DATOS DE PRUEBA 435
17
Popham (1983: 143) afirma que "el error más importante que debe evitarse
... es, en general , el de quedarse corto en el número de ítems". Más adelante (pág.
145) mantiene que una regla práctica sería la de incluir un mínimo de diez ítems
por dominio de conducta, añadiendo: "El mínimo debe elevarse cuando la apuesta
es importante, y rebajarse cuando no lo es tanto".
is Popham (1983: 141).
436 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
19
Piénsese en las dificultades que experimentan determinados grupos étnicos o
culturales, y hasta quienes residen en zonas rurales frente a las urbanas, cuando el
enunciado de los ítems tiene como marco de referencia las experiencias vitales de
grupos de otras etnias, culturas y zonas urbanas.
20
Popham (1983: 152-154) plantea un índice de sensibilidad hacia la instrucción,
entendido como la diferencia entre los porcentajes de alumnos que responden correc-
tamente al ítem en el postest y el ese mismo test aplicando antes de la instrucción.
LOS DATOS DE PRUEBA 437
OBJETIVO:
Dominio de la adición de números cuya suma no supere las unidades.
TIPOS DE PRESENTACIÓN Y RESPUESTA:
Presentación: Oral Escrita
Respuesta: Oral a b
Escrita c d
APLICACIÓN DEL DISEÑO DE FACETAS: TIPO d
SENTENCIA DIRECTRIZ Juan tiene FACETA A caramelos y su padre
le da otros FACETA B. ¿Cuántos caramelos
tiene ahorajuan?
DESCRIPCIÓN DE LAS FACETA A: Primer sumando. Cifra original.
FACETAS Elementos 1,2,3,4,5,6,7 y 8.
FACETA B: Segundo sumando. Cifra de adi-
ción. Elementos: 1,2,3,4,5,6,7 y 8.
REGLAS DE GENERACIÓN l. Aleatorizar entre los elementos de la
DE ÍTEMS faceta A.
2. Aleatorizar entre los elementos de la
faceta B.
3. Condición restrictiva: que Faceta A +
Faceta B.,:; 9
EJEMPLO DE ÍTEM Juan tiene CUATRO caramelos y su padre le
da otros DOS. ¿Cuántos caramelos tiene
ahora Juan?
OBJETIVOS
1
Conviene comenzar este capítulo con una advertencia general, válida también
para el siguiente, en relación con su alcance. Tanto en un caso como en otro, el
autor no pretende sino ofrecer una panorámica general de dos amplísimos campos.
El lector interesado de berá acudir a obras especializadas si desea dominar los cono-
cimie ntos mínimos para poderlos aplicar en evaluaciones de programas.
442 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
• Nominal
Las variables medidas a este nivel sólo nos permiten distinguir
entre lo que es igual o diferente. Así, dos objetos iguales recibirán
• Ordinal
Las variables medidas a este nivel nos permiten establecer ran-
gos u órdenes, de mayor a menor o viceversa. De este modo,
podemos decir que un alumno es el primero de Ja clase, que las
niñas obtienen mejores puntuaciones que los niños en lenguaje,
que los alumnos españoles se encuentran en el puesto vigésimo
por su nivel de conocimientos entre los países de la OCDE ... Este
tipo de variables se denominan ordinales, si bien otros autores pre-
fieren utilizar el término cuasi-cuantitativas.
En estos casos, la diferencia entre dos rangos consecutivos no es
constante: puede ocurrir que entre el primero y el segundo de los
corredores al llegar a la meta apenas haya unos segundos, mientras
entre el segundo y el tercero pueda haber un intervalo de varios
minutos. Por tanto, los rangos u órdenes serán: primero, segundo y
tercero, pero las diferencias entre ellos pueden variar ampliamente.
• De intervalo
Las variables así medidas unen a las dos características ante-
riores la de poder establecer diferencias constantes entre valores
consecutivos y, por ello, comprobar cuántas veces una diferencia
es mayor o menor que otra. Contamos, por tanto, con una unidad
de medida constante.
Tal puede ser el caso de variables como la temperatura expre-
sada en grados centígrados: entre 10º y 20º hay la misma diferen-
cia que entre 60º y 70º, y la mitad que entre 30º y 50º. Sin embar-
go, no podemos afirmar que 20º sea la mitad de 40º, sencilla-
mente porque Oº no significa ausencia de calor. Para ese tipo d e
operaciones debemos contar con un cero absoluto.
TRATAMIENTO Y ANÁLISIS DE DATOS 445
En el caso de la Educación, en el supuesto de alcanzar una
unidad de medida constante para medir el aprendizaje 3 , el O no
significa ausencia total de conocimientos sino simplemente el no
haber respondido correctamente a ninguna de las cuestiones que
fueron objeto de examen mediante la prueba utilizada para
medirlo.
Con este tipo de variables se pueden realizar las operaciones
de suma y resta, y las de multiplicación y división entre las dife-
rencias de los números así asignados, pero no la multiplicación y
división con tales números.
• De razón o cociente
Las variables así medidas son plenamente cuantitativas; cuentan
con unidad constante y origen o cero absoluto, por lo que pueden
realizarse con sus valores todo tipo de operaciones. Ejemplos claros
e intuitivos son los de la edad, el peso, la longitud, Ja altura ... En
nuestro ámbito podemos descartar, por lo general, este nivel de
medida.
Reconociendo que la anterior clasificación de niveles o esca-
las de medida 4 es, en realidad, arbitraria, no deja de ser útil para
nuestros propósitos. Sin embargo es conveniente dejar constancia
de que, en la práctica, no es habitual un purismo en el uso y apli-
cación de estos principios, dado que con ello se impediría el uso
de las principales técnicas estadísticas, en especial las conocidas
como pruebas paramétricas5 . Por ello, es frecuente tratar estadís-
ticamente muchas variables que están medidas a nivel ordinal,
como si fuera de intervalos 6 , aplicándoles ese tipo de pruebas y
estadísticos tan conocidos como la Media (principal medida de
posición), Ja desviación típica o la varianza (medidas más perfec-
tas de dispersión o variabilidad) o rx (correlación de Pearson, el
índice más perfecto de los disponibfcs).
7
Aunque caben precisiones: ¿no se puede hablar de personas más o menos mas-
culinas o femeninas? ¿No se puede estar más o menos cerca de una clase social supe-
rior o infe1·ior?
8
Medir, en sentido amp lio, es atribuir o asignar números a los objetos d e acuer-
do con ciertas reglas. En semido estricto, es comparar una cantidad con una unidad
de su misma naturaleza. Con este segundo concepto muchos objetos o característi-
cas de tales objetos no serían medibles en sentido estricto. En sentido amplio pode-
mos alcanzar las diversas escalas o niveles rese1iados.
9 García Hoz y Ferrer Martín (1966: 12).
TRATAMIENTO Y ANÁLISIS DE DATOS 447
salto de los valores muestrales a los de la población se realiza
sobre la base de la probabilidad de los fenómenos, lo que exige
conocer cómo se distribuyen para calcular sus probabilidades de
ocurrencia. Este tipo de Estadística se conoce como muestra[ o infe-
rencia[, dado que realiza inferencias de los valores muestrales a los
poblacionales. Sin embargo, y previamente, la Estadística permi-
te un tratamiento descriptivo de los mismos, importante y útil en
Ja evaluación de programas.
X.= 20, 20, 22, 16, 20, 20, 13, 26, 17, 29, 11, 22, 26, 23, 26, 11, 14, 26, 26,
28, 14, 22, 20, 14,32, 28, 22, 17, 26, 16, 28, 25, 17, 16, 23, 20, 19, 20, 23,
22, 23, 23, 20, 28, 22, 23, 19, 20, 20, 20, 19, 20, 36
11
Lo que sitúa ante dos posibles errores: que esa puntuación no corresponda a
ninguno de los sujetos o que sí corresponda alguno de ellos, pero con un valor dife-
rente. En cualquier caso, estamos obligados a revisar todas las puntuaciones. En nues-
tro caso suponemos que, tras esa revisión, la puntuación 36 no corresponde a ningún
sujeto.
12
Se han ideado técnicas para la detección de casos aúpicos; puede consultarse la
siguiente obra: Barnett y Lewis ( 1978).
450 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
1
~ Por ejemplo: puede u·atarse de sujetos reales, pero el investigador puede con-
siderar que son claramente atípicos y no representan en modo alguno las caracterís-
ticas del grupo, que pueden verse notablemente modificadas por su presencia.
14
En ocasiones, tal lín ea es sustituida por otro símbolo, como puede ser un aste-
risco.
TRATAMIENTO Y ANÁLISIS DE DATOS 451
ASIGNATURAS
Matemáticas o
11
o o
Le ngua Española
1 1
Ciencias Naturales o o o o
Geografia/ Historia o
1
00 o o
Físi ca y Química
1
4.00 5.00 6.00 7.00 8.00
CALIFICACIONES
10 20 25 30
FIG URA 2. Gráfico de caja con la distribución de las puntuaciones df' la prueba de
lnglés básico. N = 52
452 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
TALLO
(Intervalos)
FRECUENCIAS HOJAS
Puntuaciones
extremas
(> 100) 1 103
91-100 2 93, 96
81-90 8 81, 81, 83, 83, 86, 86, 87, 90
71-80 12 71, 71, 72, 72, 72, 74, 74, 76, 77, 77, 78, 79
61- 70 15 61 , 62, 62, 63, 63, 63, 63, 65, 65, 65, 67, 67, 67, 68, 70
51-60 20 52, 52, 52, 52, 52, 54, 54, 54, 54, 54, 55, 56. 56. 56, 57, 57, 57, 58, 59, 59
41-50 17 41 , 41 , 44, 44, 44, 45, 46, 46, 46, 47, 47, 47, 48, 48, 48, 49, 50
31-40 13 33, 33, 34, 34, 34, 35, 35, 36, 36, 36, 37, 39, 40
21-30 9 22, 24, 25, 25, 26, 27, 29, 29, 30
JI - 20 2 15, 16
Puntuaciones 7, 9
extremas 2 (<11)
TALLO
(Intervalos)
FRECUENCIAS HOJAS
Puntuaciones
extremas
1 (> 34) 36
30-33 1 32
26-29 11 26, 26, 26, 26, 26, 26, 28, 28, 28, 28, 29
22-25 13 22, 22, 22, 22, 22, 22, 23, 23, 23, 23, 23, 23, 25
18-21 15 19, 19, 19, 20, 20, 20, 20, 20, 20, 20, 20, 20, 20, 20, 20
14-17 9 1~1~1~1~1~1~1~1 ~17
JO- 13 3 11 , 11 , 13
Puntuaciones
extremas O(< 11)
Modelo a Modelo b
Frecuencia
Intervalo Frecuencia Intervalo Frecuencia acumulada
1 t; I f; fa
10 1 66-70 5 222
9 o 61-65 11 217
8 12 56-60 20 206
7 19 51-55 29 186
6 24 46-51 36 157
5 33 41-45 44 121
4 20 36-40 30 77
3 13 31-35 22 47
2 7 26-30 14 25
1 2 21-25 9 11
o 1 16-20 2 2
is Las puntuaciones directas se suelen representar por el símbolo X;; las fre-
cuencias por f;; en el caso de intervalos, cuyo símbolo es I, la marca de clase se repre-
senta por X. Las frecuencias acumuladas se representan por fª.
16
No es el caso de calcular aquí las medidas de dispersión o variabilidad. Baste
saber que las dos más perfectas son la desviación típica y la varianza (cuadrado de la
anterior). La desviación típica se representa por el símbolos y se obtiene hallando
la raíz cuadrada del cociente entre la suma de las desviaciones de cada puntuación
directa en relació'l con la media del grupo, elevadas al cuadrado, y el número total
de casos (N): s = '\/I.x 2 /N, donde x = X; - Media.
TRATAMIENTO Y ANÁLISIS DE DATOS 455
f¡ Valores representativos
30- 33 l N= 52
26-29 11 Media: 21,1
22- 25 13 Mediana: 20
18 - 21 15 Moda: 20
14-17 9 Desviación típica: 3,715
10- 13 3
40 -
'.10-
~
u
z 20 -
~
¡,J
::i '
-
u
~ ~1
""" 10 - ~' m_;;]'
rrr;;]%
o 1 [;]
1
1
1 1 1 1 1
FIG URA 3: Diagrama con los datos de un estudio sobre la etapa de adopción de las
nuevas tecnologías por una muestra de profesores.
50
45 ~
40
"'~
...... 35
u
¡:::::
<l.)
30 - t---
25 Seriel j
;:::l -
u 20
....<l.)
¡:.;¡..
15
~
s
JO
5
o F
16- 21- 26- 31- 36- 41- 46- 51- 56- 61- 66-
20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70
Puntuaciones en una prueba de Literatura
Universal
14 > - - - - - - - - - - <
12
~
"ü 10
a5 s 22-25
J: 6 llll 26-29
30-33
4r----- - - - <
2
o '----'~~_._. .................._ _ __L_ _, _ __ _ , __ __ , _ _ _ _ ,
1nte rvalos
9.00-
7.50-
6.00-
[::::::J Curso 1998-99
;'.S O Curso 19f}9.()0
Cl 4.50-
~ 0Curso2000-01
:¿ O Curso 2001-02
::\.00 - O Curso 2002-ü3
1.50 -
0.00
ASIGNATURAS
l. Lengua 5. Física y Química
2. Literatura 6. Ciencias de la Naturaleza
3. Geografía e Historia 7. Matemáticas
4. Idioma extranjero
"'ol 200
"O
ol
:;
E 150 - Polígono de
;:l
u frecuencias
ol
17
Un pictograma puede ser la representación de un billete de 500 €cuya área
sea proporcional a la renta de los diferentes subgrupos de la muestra; o un birrete
académico, para representar el número de doctores en las diferentes carreras uni-
versitarias en un período determinado.
460 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
• 13-16
• 14-17
D 18-21
0 22-25
26-29
• 30-33
o 11-24
025-32
75%
~
Sin Estudios Secundaria
s estudios primarios obligatoria Bachillerato Universidad TOTAL
o primarios
18
Se obtienen multiplicando las frecuencias de Ja fila por las de la columna res-
pectiva, y dividiendo por el total de casos.
19 x2 es el cociente ente las diferencias existentes entre las los valores de las fre-
2
(f f )
x2 = :¿ "~ , = 5, 2855
1
~
Sin Estudios Secundaria
s estudios primarios obligatoria Bachillerato Universidad TOTAL
o primarios
2
(f f )
x2 = :¿ "~ , = 76, 805
1
20
Debemos recordar que es frecuente aplicarlo también a datos ordinales cuan-
do el número de rangos es amplio y la prueba ha sido construida con el debido rigor
y cuidado.
21 Su símbolo, rxy' se lee: coeficiente de correlación entre las variables X e Y Un
sen tan una correlación perfecta, positiva o negativa, y los valores intermedios, corre-
laciones imperfectas, ue son las más frecuentes. El cálculo de r,r sigue la fórmula:
r xy = :E xy / L x 2 :E y2
22
El símbolo genérico r, 1 lo convertimos en este caso en rpi ya que X = ítems
pares e Y= ítems impares.
21
' El valor rpi = O, 72 sería la fiabilidad de una prueba de 36 ítems. Como, en rea-
lidad, tiene 52, se hace la estimación mediante el procedimiento de Spearman-
Brown: Rxx = 2 rpi / l + 2 rpi = 2 x 0.72 / l + 0.72 = 0.84. Existen otros dos procedi-
mientos para estimar la fiabilidad: el de Rulon y el de Guttman
TRATAMIENTO Y ANÁLISIS DE DATOS 465
La representación gráfica de este tipo de datos se denomina
diagrama de dispersión (figura 11) y la recta que mejor representa
al conjunto de los datos, recta de regresión.
FIGURA 11. Diagrama de dispersión con las puntuaciones en los ítems pares
e impares de la prueba de Inglis, utilizadas para estimar
la fiabilidad de la misma.
Rt234s = 0.85
Predictores:
• "locus" de control= l;
• inteligencia= 2;
• técnicas de estudio = 3;
• conocimientos básicos = 4;
• motivación= 5.
Datos supuestos:
R c.12345 = 0.85;
Por tanto, con un valor tal de R, y con los datos -ficticios- ofreci-
dos, el cortjunto de los cinco predictores explicaría el 72,5% de la
varianza del criterio, valor elevado, si bien es preciso decir que impli-
ca la existencia de otro 27,5% cuya explicación desconocemos.
Predictor 3
Predictor 4
Predictor 5 :
Predictor l
- -.
... -
Predictor 2
mos con certeza sino con una probabilidad a nuestro favor deci-
dida por el propio investigador o evaluador.
Tal valor de probabilidad, conocido como nivel de confianza,
suele ser del 0.99 (en términos de porcentaje 99%) o del 0.95
(porcentaje del 95%) . Su valor complementario, conocido como
nivel de significación, se representa por la letra griega alfa (a), sien-
do del 1 % y del 5% (probabilidad de 0.01 o de 0.05) respectiva-
mente.
El valor que nos interesa lo podemos encontrar en las tablas
del estadístico x2 teniendo en cuenta tal nivel de confianza y los
grados de libertad -g.1.- (número de valores que pueden variar
libremente), que en el caso de tablas de contingencia son el pro-
ducto del número de filas menos uno por el de columnas menos
uno.
Para nuestro caso, y en el supuesto de un nivel de confianza
del 0.99, y 4 g.l. , es de 13.28. Por tanto, como en el primer caso
-tabla 7- obtuvimos
2
(f - f )
x2 = :¿ e • = 5.285 , claramente menor que 13.28, debe-
f,
mos considerar que no es estadísticamente significativo, que es
compatible con un valor C = O en toda la población, puesto que
puede ser explicable por puro azar. Esta afirmación, no obstante,
se realiza asumiendo que corremos el riesgo del 1 % de tomar una
decisión errónea.
Sin embargo, en el segundo caso -tabla 8- tal valor fue mucho
más elevado:
f,
crítico.
Por tanto, deberemos concluir, con un margen de error del 1
% (probabilidad de 0.01), que tal valor de C no es razonable atri-
buirlo al azar sino que puede explicarse como consecuencia de la
relación -asociación- entre el hecho de ser varón o mujer y el
nivel de estudios alcanzado.
TRATAMIENTO Y ANÁLISIS DE DATOS 469
~
Muy Muy
Desfavorable Indiferente Favorable TOTAL
g desfavorable favorable
30 92 83 26 19 250
NO
(27,5) (88,5) (86,5) (27,5) (20)
25 85 90 29 21 250
SI
(27,5) (88,5) (86,5) (27,5) (20)
TOTAL 55 177 173 55 40 500
~
Muy Muy
Desfavorable Indiferente Favorable TOTAL
a desfavorable favorable
30 92 83 26 19 250
NO
(23) (83) (84) (32,5) (27,5)
16 74 85 39 36 250
SI
(23) (83) (84) (32,5) (27,5)
TOTAL 46 166 168 65 55 500
24
Recuérdese, no obstante, que además de este hecho debe cumplirse que no
haya explicación rival o alternativa, como tuvimos ocasión de señalar en el capítulo
16 al hablar del principio MAX-MIN-CON.
2
" Habitualmente se utiliza el símbolo rxy , pero al tratarse de una correlación
entre ítems pares e impares de una prueba Jo hemos sustituido por rp;·
TRATAMIENTO Y ANÁLISIS DE DATOS 471
Varianza experimental
F=------
Varianza de error
:Varianza total
31
Recuérdese que las puntuaciones directas obtenidas en la prueba se repre-
sentan por XA ; el valor X2A se utilizará para los cálculos posteriores.
32 El símbolo L: se utiliza para indicar la suma de las puntuaciones. 70 será la
suma de las diez puntuaciones bajo XA y 530 la de sus cuadrados, situados bajo X2A
474 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
varianza total
FIGURA 14. Representación gráfica del ANA VA para decidir sobre la significación
estadística de la diferencia de medias aritméticas correspondientes a los resultados
de los Programas A y B. Diferencias estadísticamente significativas para a :<=:; O. 05
tando uno al número de grupos (en este caso 2-1); y los del denominador, restando
de N (en este caso 20) el número de grupos (en este caso, 2): 20 - 2 = 18. Los g.I.
para el total son N - l; obviamente, sumando los g.I. del numerador y del denomi-
nador debemos obtener los g.I. totales. Por la misma razón, la SCy = seE +seo; y lo
mismo diríamos con las medidas de cuadrados (MC) entre grupos (varianza entre
grupos, MC,) y dentro de los grupos (varianza denu·o de los grupos, Me 0 ), cuyo
cálculo no es sino el cociente de las respectivas se por sus correspondientes g.I.
476 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
XA x2A XB x2 B
4 ] 6 ,; 6 36
7 49 7 49
8 64 5 25
6 36 5 25
9 81 6 36
7 49 6 36
9 81 7 49
8 64 6 36
3 9 5 25
9 81 5 25
sx 70 530 58 342
Media de A = 70 / 1O = 7. SA = 2,11
Media de B = 58 / 10 = 5,8 SB=0.79
Con tales datos, los cálculos para el ANAVA son los siguientes:
Y la tabla resumen:
A B
OBJETIVOS
1
Como se ha indicado en el capítulo anterior para datos cuantitativos, el trata-
miento dado aquí a los cualitativos no puede pasar de una elemental presentación.
Se recomienda al lector acudir a los siguientes textos: Gil Flores (1994), Rodríguez
Gómez y otros ( 1995).
482 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
... en vez de hablar de 'data' habría que hablar de 'capta', pues los
dispositivos de captura no sólo seleccionan sino que también confor-
man -transformándolo para informar de ello- lo que captan ...
2
Del latín datum, algo que nos es dado.
3
En 1969 Blalock afirmaba: "Los hechos no hablan por sí mismos". Vid. Blalock
(1969: 2).
TRATAMIENTO Y ANÁLISIS DE DATOS 483
22.2.1. Concepto
22.2.2. Proceso
6 Recom e ndamos al leclO r acudir a citado texto de Gil Flores (1995) y a los de
TAREAS ACTIVIDADES
7
Nosotros preferimos utilizar la expresión validación a la de verificación.
486 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
Conclusiones
Verificación/validación de conclusiones 11
22.3.1. El programaAQUAD
al lector a Jos manuales al uso, recogidos en Ja bibliografía, entre ou·os los de Goezt
y Lecompte y de Cuba y Lincoln.
492 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATfVOS
1
~ Taylor y Bogdan (1986: 159) manifiestan: " ... en contraste con Glaser y
Strauss, a nosotros nos interesa menos el desarrollo de conceptos y teorías que la
comprensión de los escenarios o las personas en sus propios términos".
494 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
LA METODOLOGÍA EXPERIMENTAL
OBJETIVOS
1 Popham (1980: 22) prese nta e l siguie nte cuadro como síntesis de las diferen-
Ahora bien, junto a esta idea del diseño corno plan general de la
investigación o de la evaluación, puesto al servicio de sus respecti-
vos objetivos, cabe hablar de los diversos tipos de diseños, expresión
que se aplica especialmente en el marco de las investigaciones
empíricas de nivel experimental, esto es, aquellas que pretenden
establecer una relación causal entre un antecedente, denominado
variable independiente, y un consecuente o variable dependiente.
En el caso que nos ocupa, la variable independiente sería esa
realidad compleja que denominamos programa, y la dependie.nte
los efectos del programa. Como se puede apreciar, cuando habla-
mos de eficacia estamos acercándonos a esta exigente concepción
de la evaluación como investigación evaluativa.
¿Es posible establecer una relación de esta naturaleza en el
ámbito de la evaluación de programas? ¿Debemos plantearlo sólo
como un desideratum? ¿Tendremos que conformarnos con evalua-
ciones situadas en el marco de los diseños cuasi-experimentales?
Esta es la cuestión que analizaremos a continuación. Baste
avanzar aquí que si existe dificultad para llevar a cabo investiga-
ciones auténticamente experimentales, esto es, estableciendo
relaciones causales, las dificultades aumentan extraordinaria-
mente cuando pasamos al ámbito de la evaluación dadas sus espe-
cíficas cararacterísticas.
2
Hay que asegurarse de que antes de aplicar el programa, las situaciones a
comparar -por ejemplo: niños que lo reciben frente a los que no lo reciben- están
en condiciones equiparables.
500 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
ma y otro que no lo recibe o que recibe un programa diferente- los valores obteni-
dos por los sujetos de ambos grupos en la variable dependiente (v.d.) , apreciamos
que, a pesar de que en ese aspecto están en la misma situación, no obtienen la
misma puntuación en la variable dependiente (v.d.). Pues bien: esa varianza no
debida al efecto de la v.i. se considera varianza de error, y es preciso reducirla tanto
como se pueda para que el efecto de aquella sea tanto más grande, en relación a
esta, como sea posible.
5 La validez interna representa la posibilidad de poder afirmar que es la variable
independiente -en nuestro caso el prograrna- y sólo e lla, la que explica los cambios
producidos en la variable dependiente. Campbell y Stanley han identificado ocho
tipos de variables que podrían actuar como extrañas y que se denominan como
sigue: historia, rnaduración, adrninistración de tests, instrumentación, regresión estadística,
sesgos en la selección de sujetos, rnortalidad experimental e interacción entre dos o más de
las anteriores.
LA METODOLOGÍA EXPERIMENTAL 501
cativos, esto es, para que el investigador pueda decidir, con un
elevado nivel de confianza, que no se deben al azar sino al efecto
de la variable independiente (nuestro programa), lo que repre-
senta la posibilidad de rechazar H 0 esto es, la hipótesis nula o de
nulidad y, en consecuencia, poder aceptar la suya, Hl' admitiendo
un riesgo cuya probabilidad denominamos nivel de significación,
representado por a, y cuyo valor es complementario del nivel de
confianzafi.
Pero aunque Max y Min logren ese objetivo, si con el diseño
no se consigue el Con, no habremos hecho nada. En efecto:
podremos afirmar que las diferencias son estadísticamente signi-
ficativas, pero no sabremos a qué se deben, ya que, junto a nues-
tra variable independiente, caben otras explicaciones, otras hipó-
tesis rivales o alternativas: las correspondientes a las variables
extrañas, esto es, no controladas7.
Otro problema es el de generalizar los resultados de la inves-
tigación a otras muestras de la misma población, esto es, la validez
externa, un desideratum en toda investigación, pero que, por su pro-
pia naturaleza, es muy difícil lograr en la investigación experi-
men tal8. Una alternativa razonable es la replicación de investiga-
ciones, de experimentos, que aporta evidencias, nunca definiti-
por el investigador para a. (recordemos que si su nivel de confianza es del 95% (en
términos de probabilidad de 0,95) a.~ 5 % o 0.05
10
Error tipo II.
LA METODOLOGÍA EXPERIMENTAL 503
FIG URA 1: Diseño experimental: grupo experimental / grupo de control.
11
Técnicamente, a estos hechos se les suele reconocer con el nombre genéri-
co de "Historia".
12
Suele denominarse en lenguaje técnico "Maduración".
LA METODOLOGÍA EXPERIMENTAL 505
13
Por ejemplo: si el programa pretende mejorar las relaciones humanas con
personas de grupos minoritarios, los integrantes de ambos grupos pueden ser
sometidos a una prueba de actitud hacia las minorías.
14
Recuérdese la alternativa: aplicar a un grupo la modalidad experimental del
programa (por ejemplo, la A) y al otro una modalidad diferente, no experimental ,
la B.
lA METODOLOGÍA EXPERIMENTAL 507
vuelven a ser medidos ambos en lo que se consideran efectos de
la variable independiente (Y32 . Yb2 ).
Como los grupos son naturales, esto es, no fueron constituidos
por procedimientos aleatorios, quedan dudas razonables de que, ya
en la situación de partida, tuvieran características diferenciales que
podrían explicar las diferencias finales (si las hubiere) al margen
del hecho de que uno y otro grupo reciban o no el programa o dife-
rentes versiones del mismo. Del mismo modo, cabría pensar que
tales diferencias se pueden deber a una combinación de tales cir-
cunstancias y del efecto del programa (interacción).
Obviamente, además, como ya se dijo en el diseño experi-
mental correspondiente (figura 2) será preciso conseguir que
durante el proceso de aplicación del programa se controlen las
variables extrañas (validez interna), para que las diferencias
medidas en la variable dependiente se pudieran atribuir al efecto
de la variable independiente.
El tratamiento estadístico de los datos recogidos en este tipo de
diseños suele ser el análisis de covarianza. En este análisis no se
comparan directamente las medias aritméticas post-test de ambos
grupos sino las medias ajustadas, que toman en consideración las
posibles diferencias iniciales en el pre-test, lo que confiere a estos
datos un papel de extraordinario relieve 15 • Recordemos lo dicho
más arriba en relación con la alternativa de comprar puntuaciones
de ganancia, desaconsejadas por Kerlinger.
15
En efecto: si el pre-test es una variable releva nte, altamente relacionada con
la variable dependiente (efectos del programa) , su control estadístico será de gran
valor. En caso contrario, no añadirá nada nuevo a la hora de poder atribuir al pro-
grama los efectos diferenciales medidos en el post-test.
508 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
X
, __ _ _ A.
'---~~~~-'--,-.,-·--r-r -
o. O, O. O, O, O. O, O,
LA METODOLOGÍA EXPERIMENTAL 509
ble hablar de un efecto de la variable Programa (simbolizada por
X) en la discontinuidad de la línea de regresión. En efecto: en el
caso C se aprecia cómo pasado el posible efecto, las mediciones
posteriores siguen aumentando sus valores más allá del mismo;
en la Del posible efecto es posterior a X (programa) aunque cabe
pensar en un efecto retardado del mismo; en E las mediciones
inmediatamente anterior y posterior a X siguen la misma línea de
crecimiento, situación que es más clara en F. En G los cambios en
los datos son más o menos similares antes de X que después. H
necesitaría nuevas mediciones para poder pronunciarnos.
El tratamiento estadístico de los datos recogidos en este tipo
de diseños es complejo y supera las pretensiones de esta mono-
grafía. Tan sólo señalaremos que, según los especialistas
(Campbell y Stanley, 1979: 85), un buen análisis podría ser "una
prueba de la desviación de 0 5 respecto de la extrapolación de 0 1
-0/. Con ello trataríamos de contar con indicios de si 0 5 va más
allá, o no, de las ganancias esperables en función de lo apreciado
en las cuatro mediciones previas a X (programa).
23.3.3. Diseños de N = 1
~ 8
/
___.,.,_ ¡¡
g 7
A.
'ü
~
6
5
" /
"'-../
l- Serie1 I
e: 4-
~ 3
2
1
o
2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
Puntuaciones línea de base (valores 1 a 7) y
posteriores al programa (puntuaciones 8 a 14)
16
Pe nse mos e n e l niño autista, hiperactivo, agresivo ...
BIBLIOGRAFÍA 511
BIBLIOGRAFÍA
A) Bibliografía Básica
17
Vid. al respecto el capítulo 21. Con todo, hay elaboraciones ad hoc de prue-
bas con t y F para este tipo de situaciones y datos.
512 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
Linstone, A. y Turoff, M., (eds.) (1975), The Delphi Method: Technique and
Applications. Massachusetts.
Mochmann, E (1985). Análisis de contenido mediante ordenador aplicado
a las Ciencias Sociales. En Revista Internacional de Sociologfo, 43, 1, 11-44.
Mucchielli, R.: (1974). L'analyse de contenu des documents et des communications.
Paris: Librairies Techniques.
Pérezjuste, R. y otros (l 991 ). Pedagogía Experimental!!. Madrid: UNED.
Pérez.Juste, R. y otros (1991). La medida en Educación. Madrid: UNED.
Rodríguez Gómez, G. y otros (1995). Análisis de datos cualitativos asistido por
ordenador: AQUAD y NUD!ST. Barcelona: PPU.
Rodríguez Gómez, G. y otros (1996). Metodología de la investigación cualitati-
va. Málaga: Aljibe.
Selltiz, C. y otros (l 976). Métodos de investigación en las relaciones sociales.
Madrid: Rialp.
Taylor, SJ. y Bogdan, R. (l 986). Introducción a los métodos cualitativos de inves-
tigación. Buenos Aires: Paidós.
Valera Espín, A. y Sánchez Meca,J. ( 1997). "Pruebas de significación y tama-
ño del eíecto''. En Anales dP Psicología, 13 (1 ), 85-90.
B) Bibliografía General
C) Bibliografía General
Direcciones de Internet
11. GLOSARIO
ANEXO l
LA PAUTA
l. MOMENTO INICIAL:
EVALUACIÓN DEL PROGRAMA EN SÍ MISMO
l. ADECUACIÓN. PERTINENCIA
1.2. Al contexto
11. ¿Se han explicitado las bases científicas y socio-psicológicas del programa?
12. El tratamiento dado a los acontecimientos, temas o teorías, ¿es adecua-
do / distorsionado/ desequilibrado?
13. ¿Están actualizados o desfasados los contenidos?
14. Los contenidos incluidos, ¿se consideran relevantes desde perspectivas
científicas, sociales, psicológicas y pedagógicas (valor formativo)?
15. Los objetivos del programa, ¿son suficientes y adecuados a las necesida-
des / carencias/ demandas / expectativas que lo justifican?
16. ¿Se incluyen en el programa objetivos, medios -entre ellos, las activida-
des, la metodología o la evaluación formativa-y sistema de evaluación del
propio programa?
17. La formulación de los elementos anteriores ¿es adecuada para orientar tanto
la enseñanza como el aprendizaje y para facilitar su posterior evaluación?
18. ¿Se puede considerar que los objetivos son congruentes con los plantea-
mientos científico-curriculares, con las necesidades y carencias de los des-
tinatarios, con sus características evolutivas y con las demandas sociales?
19. ¿Se da coherencia interna entre los diversos elementos componentes del
programa y de todos ellos con los objetivos?
530 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
2.3. Evaluabilidad
33. ¿Se toman las iniciativas pertinentes para que la implantación del pro-
grama sea bien acogida? Por ejemplo: ¿se sensibiliza a las partes afecta-
ANEXOS 531
1. MEDIDA Y LOGROS
2. VALORACIÓN
62. ¿Se especificaron, de modo claro y preciso, los criterios y las referencias
para valorar los resultados?
63. ¿Se aplican los criterios y las referencias de conformidad con las previ-
siones y con las exigencias técnicas?
ANEXOS 533
64. Se dispone de información, rica y matizada, sobre los momentos inicial
y procesual del programa, como base para valorar los resultados?
65. ¿Se elabora el informe con la participación de las diferentes partes inte-
resadas e implicadas, con diferentes niveles de responsabilidad según las
funciones de cada uno?¿Están previstos, y se aplican, sistemas destinados
a resolver los problemas derivados de la información procedente de
fuentes productoras de datos diferentes y de técnicas diversas (integra-
ción de la información)?
66. ¿Se recogen en el informe los puntos fuertes y débiles del programa?
67. El informe, ¿logra el acuerdo, el consenso, de las partes interesadas? ¿Se
ha logrado la implicación del personal en las decisiones y, en particular,
en los planes de mejora? ¿Se da a conocer a todas las partes con interés
en el tema?
68. ¿Se elaboran planes de acción para reforzar los aspectos positivos y elimi-
nar los negativos?
69. ¿Responden los planes de mejora a la idea -concepto y requisitos- de
programa?
3. CONTINUIDAD
70. El estilo imperante entre los responsables del programa, ¿es participati-
vo y colaborativo, o directivo y autoritario?
71. ¿Existe un proceso institucionalizado de evaluación, de forma que los
resultados se plasmen en nuevos procesos programadores?
72. ¿Se asignan tareas concretas a los diferentes responsables de los cambios
a introducir?
73. ¿Se da un seguimiento sistemático de las acciones de mejora emprendi-
das a partir de la evaluación hasta darlas por concluidas?
GLOSARIO
ACTITUD
ANÁLISIS DE CONTENlDO
ANÁLISIS DE DATOS
ARCHIVOS
AsüCIACIÓN
BAREMO
CATEGORÍAS
Sistemas de categorías.
CATEGORIZACIÓN
CODIFICACIÓN
CONTROL
CRITERIOS Y REFERENCIAS
Referencias
CORREl.ACIÓN
CUESTIONARIO
DATOS
Datos cualitativos
Algunos autores los definen en forma negativa. Así, Tesch los caracteri-
za como aquellos "que no son cuantitativos, es decir: datos cualitativos son
todos los que no pueden ser expresados con números".
Una característica fundamental de lo denominado "dato" en la investi-
gación cualitativa* es su enorme diversidad y complejidad. Por ello, enten-
deremos como "dato" el conjunto de informaciones en que se concretan las
interacciones entre los sujetos y entre estos y el evaluador, así como las rela-
tivas a los propios contextos en que la información se produce y a las mis-
mas circunstancias en que se origina.
La idea del dato como "capta" en lugar de como "data" queda reflejada
ANEXOS 541
Datos cuantitativos
Tratamiento de datos
la realidad evaluada -y de todo cuanto esté relacionado con ella- tan pron-
to como sea posible, actuando incluso preventivamente, sin esperar a que
tal realidad se lleve a cabo sin las debidas garantías.
Dado que las decisiones suelen ser complejas, que su puesta en marcha
e implementación puede alargarse en el tiempo y que sus efectos positivos
no están asegurados, es conveniente acudir a su seguimiento, lo que hace
de tales decisiones un verdadero programa dentro del programa. En esta
línea, hemos abogado por la institucionalización de la evaluación.
DELPHI
Actuar Planificar
DIFERENCIAL SEMÁNTICO
DISEÑO
Control* de la varianza*
Diseño experimental
Dentro del marco de la idea general de diseño, cabe hablar del diseño
experimental, el potencialmente más útil por sus aportaciones, pero -por lo
mismo- el más exigente y difícil de llevar a la práctica.
La aportación fundamental del diseño experimental es el estableci-
miento de relaciones causales entre una variable independiente* -en nues-
tro caso el programa-y una dependiente*, que, en nuestra situación serían
sus efectos o resultados.
Tal relación causal exige el cumplimiento del principio de Kerlinger
conocido como MAX-MIN-CON, en particular, y en este punto, del CON, o
control de la varianza* de las variables extrañas*, convertidas en hipótesis
rivales a la del investigador. Cuando se da el CON -control- el diseño tiene
validez interna*.
c) N = 1
DOCUMENTO
EDUCACIÓN
Calidad de la educación
Aquella educación que hace al ser humano dueño de sus actos asu-
miendo como propios los valores que reconocen la dignidad de la persona,
de todas las personas, de cada persona, y los lleva a la práctica, capacitán-
dose , además, para dar la debida respuesta a las necesidades* y demandas
sociales del tiempo que le ha tocado vivir. En definitiva: una educación de
tipo personalizado y capaz de responder al principio de pertinencia* for-
mulado por UNESCO.
Es CALAS
La escala es un instrumento para la recogida de información, bien
mediante el registro de lo observado por el investigador/ evaluador/ obser-
vador, bien mediante la respuesta dada por la persona a la que se aplica,
emitiendo así un autoinforme sobre su forma de pensar, sentir o valorar.
En el caso de la observación*, el observador anota en el instrumento en
que se concreta la escala su valoración sobre los aspectos que le interesan,
tales como la intensidad, frecuencia, persistencia, ritmo, latencia, dura-
ción , ... de la realidad a observar. Por ejemplo, en el caso de las actitudes
hacia los inmigrantes, puede interesar la intensidad con que se den actitu-
des positivas o negativas en diferentes campos o ámbitos de relaciones con
niños de otras culturas. En estos casos, nos encontramos ante escalas de
observación o de valoración.
Para la evaluación de actitudes* y valores* se han ideado una serie de
escalas que permiten situar a los sujetos a lo largo de un continuo. Se trata
de escalas muy elaboradas y que presentan tres modalidades fundamentales:
Escalas tipo Thurstone, que pretenden formar un continuo con inter-
valos de apariencia igual, mediante la determinación de los valores escalares*
de los diferentes enunciados que definen el campo completo de la actitud.
Para la determinación de estos valores se acude a jueces.
Las escalas aditivas, que siguen el modelo Likert. Se trata de enuncia-
dos, en relación con los cuales la persona que responde marca, para cada
uno de ellos, su valoración en una escala, por lo general de cinco rangos,
desde el acuerdo total al desacuerdo total. La puntuación total de la perso-
na es la suma de las obtenidas en los diferentes ítems de la escala.
Las escalas tipo Guttman son acumulativas. Pretenden apreciar la posi-
ción de una persona a lo largo de un continuo unidimensional. Por tanto,
la elección de uno de los ítems debe suponer, si está bien construida, el
acuerdo con todos los que le preceden.
548 EVALUACIÓN DE PROGRAMAS EDUCATIVOS
ESTADÍSTICA
ESTADÍSTICAS
EVALUACIÓN
La evaluación de programas
Componentes
Etapas o momentos
Información
Valoración
Decisiones
Modelos
EVALUACIÓN DE NECESIDADES
FIABILIDAD
HIPÓTESIS
INDICADORES
INFORME DE EVALUACIÓN
INVESTIGACIÓN
ÍTEM
LISTAS
MEDIDA
MÉTODO, METODOLOGÍA
Metodología cuantitativa
Metodologja cualitativa
MUESTRAS
OBSERVACIÓN
PARADIGMA
Para Gage Jos paradigmas son "modelos, pautas o esquemas. Los para-
digmas no son teorías; son más bien maneras de pensar o pautas para la inves-
tigación que, cuando se aplican, pueden conducir al desarrollo de Ja teoría".
Para Cook y Reichardt, " ... la distinción más notable y fundamental
entre los paradigmas corresponde a la dimensión de verificación frente a
descubrimiento. Parece que los métodos cuantitativos han sido desarrolla-
dos más directamente para Ja tarea de verificar o de confirmar teorías y que,
en gran medida, los métodos cualitativos fueron deliberadamente desarro-
llados para la tarea de descubrir o generar teorías".
Los paradigmas básicos son el cuantitativo -positivista-y el cualitativo --na-
turalista- aunque algunos autores incluyen, también, el crítico. Planteamientos
más actuales desvirtúan el concepto tradicional de paradigma, llegando a
incluir algunos muy diferentes, como el denominado feminista.
PERTINEN CIA
POBLACIÓN
PROGRAMA
PRUEBAS
ve por Glaser, entre las que destaca que muchos de ellos logran su capaci-
dad discriminatoria utilizando ítems que no fueron objeto de enseiianza,
han llevado a preferir la construcción de pruebas criteriales, cuyo valor más
destacado es su coherencia con los procesos de enseiianza, permitiendo
conocer hasta qué punto el alumno alcanza el nivel preftjado por el profe-
sor en un dominio de aprendizaje perfectamente definido (Popham)
Junto a ambos tipos de prueba, los exámenes tradicionales, con moda-
lidades que van de las preguntas de respuesta breve a las pruebas de ensayo,
pasando por pruebas para la evaluación del logro de objetivos complejos
(resolución de problemas, realización de trabajos, interpretación de mapas,
expresión escrita u oral). La observación de las actividades puede ser una de
las técnicas de prueba más válidas en el caso de objetivos complejos, ligados
a dominios afectivos o psicomotores.
PRUEBAS ESTADÍSTICAS
TABLA DE ESPECIFICACIONES
TAXONOMÍA
TEST
VALIDEZ
VALIDEZ INTERNA
VALOR
VALOR ESCALAR
VARIABLE
Variable extraña
Variabfp independiente
Variable dependiente
VARIANZA
Varianza experimental
Análisis de la varianza
IS BN : 84 - 7 133 - 755 - X
9 788471 33755ll