Reynoso - Profetas y Postmodernidad
Reynoso - Profetas y Postmodernidad
Reynoso - Profetas y Postmodernidad
La riqueza del mensaje profético es bastante y en este tema siempre queda mucho por
profundizar. Reconozco que este acercamiento a los profetas me despierta muchas
inquietudes respecto al actuar de Dios y al actuar del ser humano. Constato con sorpresa
que la realidad de los profetas es muy distinta a la nuestra, pero al mismo tiempo surgen
bastantes rasgos de aquella situación tan parecidos a los de la nuestra: la injusticia, el
desencanto de la realidad, la opresión, la exclusión, el abuso, la esperanza y la
desesperanza, la necesidad de consuelo, el deseo de romper con la sordidez de la realidad,
la importancia de adentrarse en el momento presente, de aprovechar el día al máximo
porque mañana no tenemos certeza -aunque así lo creemos- de saber qué pasará, la
urgencia de sentir y vivir a fondo esta única vida. Cierto, parece que la historia es la misma y
no es la misma. Parece que el mensaje profético es tan lejano y tan necesario actualmente.
Parece que Dios y el ser humano son y no son los mismos ayer y hoy.
Por esto, en una época tan etiquetada, con o sin razón, de posmoderna, ayudará
mucho preguntarse y analizar si aquellos mensajes proféticos que irrumpieron con fuerza la
vida de varios siglos de un pueblo, Israel, tienen cabida en la realidad de seres humanos de
nuestro tiempo. ¿Será oportuno hoy en día hablar del Dios de los profetas? ¿Valdrá la pena
apostar por un mensaje de conversión y esperanza en un mundo tan complicado, tan
gastado, tan harto de grandes paradigmas y tan globalizado? ¿Sonará esperanzador decir
que Dios actúa en la historia y que su preocupación máxima es el bien del ser humano?
¿Cómo entra el mensaje profético en una realidad en la parece que lo que importa es el
carpe dime?
Todas estas cuestiones darían para llenar páginas y más páginas de teoría, para
discutir largamente, para concluir -si así fuera- de que es difícil concluir. No pretendo, ni se
trata aquí, hacer una investigación exhaustiva. Razones de tiempo y espacio impiden
hacerlo. Pero hay un elemento importante que quiero abordar: qué historia es la que se está
configurando en la atmósfera posmoderna del carpe dime y cómo el mensaje profético, tan
atento a la historia, al presente, al momento particular, es un mensaje totalmente vigente.
Resaltaré algunos rasgos importantes que considero comunes tanto de la posmodernidad
como del mensaje profético: la sensibilidad, la libertad, la importancia del presente y la
experiencia del amor. Para esto, presento una breve síntesis del fenómeno de la
posmodernidad. Después sintetizo una serie de reflexiones que sobre los profetas hizo
Abraham Heschel, el gran teólogo judío, y que a mi modo de ver dan pistas muy valiosas
para la actualización del mensaje profético hoy en día (a pesar de que estas reflexiones
fueron escritas hace más de 25 años). La tercera parte de este escrito pretende evidenciar
la cercanía y pertinencia del mensaje profético en este tiempo llamado posmoderno.
CONCLUSIÓN
El profeta supo adentrarse en el presente y aprovechar –atrapar- verdaderamente el
día. Sintió profundamente, hizo caso a los deseos de su corazón y quiso ser fiel a la voz de
Dios. Su mensaje se fundamenta en la realidad, en el presente, en lo que vive su corazón.
Así, su experiencia es invitación para humanizarnos este momento de la historia, en este
estado posmoderno. Ojalá que el ser humano envuelto en la atmósfera de la posmodernidad
sepa vivir con profundidad el carpe diem, la riqueza de su sensibilidad, la fidelidad a su
corazón. En esta experiencia nunca estará solo; siempre existirá la tan anhelada relación yo-
tú.
Isaías 41,10