Cuarto Frio
Cuarto Frio
Cuarto Frio
2 agosto, 2018
¿Puedes imaginar el mundo sin la refrigeración? Podemos decirte una cosa: sería muy difícil vivir
en él y muchas de las cosas que te rodean serían prácticamente inexistentes…incluyendo tu
negocio.
implementar un cuarto frío es una excelente mejora para la conservacion de tus productos
Cuando pensamos en conservar productos, una de las primeras soluciones que viene a nuestra
mente son las cámaras frigoríficas o cuartos fríos. Así que si quieres que tus productos tengan una
vida más larga, te conviene saber:
Una cámara frigorífica o cuarto frío es un almacén en el que se genera artificialmente una
temperatura específica. Generalmente está diseñado para el almacenamiento de productos en un
ambiente por debajo de la temperatura exterior. Los productos que necesitan refrigeración
incluyen frutas, verduras, mariscos, carne, flores.
Las primeras cámaras frigoríficas fueron llamadas neveros. Éste era un pozo excavado en la tierra
con muros de contención, de pequeñas o grandes dimensiones, con aberturas donde se introducía
nieve y se extraía hielo. La finalidad era conservar el hielo aunque la nieve se derritiera.
Un dato curioso…
Los cuartos fríos han sido una parte esencial de la industria marítima desde finales del siglo XIX.
Estos cuartos se encuentran en latitudes más cálidas, donde la comercialización de productos y el
factor tiempo juegan papeles importantes para el desarrollo de industrias específicas que
requieren parámetros de calidad muy rigurosos.
Las cámaras frigoríficas también se utilizan para productos de ingeniería, por ejemplo, para
almacenar sustancias químicas a una temperatura ideal para su procesamiento o para ralentizar
las reacciones químicas (por ejemplo, en procesos catalizados por temperaturas o en polímeros).
Sin importar qué productos contengan, estos cuartos son muy útiles para:
Recepción de mercancía. Las normas sanitarias exigen que negocios como almacenes y
restaurantes cuenten con una temperatura adecuada para recibir sus materias primas, que
posteriormente serán colocadas en distintos puntos. Un buen sistema de refrigeración es crucial
para estos casos.
Exhibición de productos. En estos casos, es muy común el uso de puertas Walk in o Reach in, que
permiten al consumidor final acceder fácilmente a los productos, y al mismo tiempo tener un
punto de venta mucho más atractivo.
Las frutas y los vegetales continúan respirando y generan calor durante el almacenamiento
La temperatura interna depende del material o producto que se almacenará. Una aplicación
conocida es el almacenamiento de alimentos para conservarlos, como alimentos congelados, que
se almacenan a temperaturas negativas. Las verduras y frutas locales se almacenan a 0 °C y las
frutas tropicales y subtropicales a 5 a 13 ° C.
Un buen diseño de estos cuartos considera no sólo la selección de equipos, sino su ubicación para
un acceso seguro del personal. Para garantizar la seguridad de acceso y maniobra al interior de la
cámara frigorífica, es necesario que tanto los contratistas, ingenieros y propietarios participen en
el proyecto para determinar la selección de un sistema de refrigeración debe determinarse
mediante el análisis del costo del ciclo de vida y la eficiencia energética.
Aunque se trata de una herramienta tan estratégica para los objetivos comerciales, es
sorprendente lo comunes que son las malas prácticas en el diseño y construcción de cuartos fríos.
Entre otros errores importantes, nos hemos encontrado con:
El uso de material no aislante para las paredes y techos de los cuartos. Materiales como tabiques,
o paneles sin poliuretano.
Cuartos sin las dimensiones adecuadas, que entorpecen la maniobra y almacenaje de productos.
Cuartos con un sistema de refrigeración erróneo para el producto que se quiere conservar.
Cuartos sin un adecuado sistema de acceso, en cuyo caso la fluctuación de la temperatura es muy
poco controlable.
¿Qué hacer?
Conservar tus productos adecuadamente no es una opción, sino una necesidad. Al garantizar este
proceso, las utilidades de tu empresa se verán altamente beneficiadas. Un buen comienzo es
definir cuáles son tus necesidades y qué tipo de proceso requieres para tus productos, a fin de
cotizar no sólo los equipos adecuados, sino un diseño específico y especializado para tu empresa.