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Panama Costumbres

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En tal sentido se mueven las siguientes acciones :

La erradicación masiva del Marañón y Calidonia, ubica-


dos al borde de la Zona del Canal, rodeando el Palacio
Legislativo y arterias comerciales de primer orden . -Erradica-
ción del Chorrillo y Santa Ana (antiguo arrabal), limítrofe con
la Zona del Canal -muy cerca del edificio de Administración-
rodeando arterias y zonas comerciales, áreas militares na-
cionales y el paso de la única carretera al Interior .

-Erradicación (ya realizada) de Loma de la Pava (barrio


marginal), conexa con la Universidad Nacional (foco de
rebelión), cerca de la Zona del Canal, cruce de arterias
comunicativas (dos importantes avenidas), cerca de unida-
des de producción e intercambio .

-Neutralización a través de proyectos de turismo -de San


Felipe (ayer intramuros, hoy barrio popular), ubicado ro-
deando unidades administrativas (Presidencia, Palacio de
Justicia) .

-Eliminación progresiva de Curundú, límite con la Zona


del Canal zona comercial, industrial, creando proyectos ha-
bitacionales en el mismo lugar que sólo pueden pagar los
núcleos de mayores ingresos en el sector . Al desalojar
espacios para los proyectos en la misma barriada, empuja a
la población a'mudarsé hacia los únicos espacios abiertos,
la periferia subdotada .

-Ubicación de aparatos represivos e ideológicos en las ba-


rriadas de la periferia, que controlan y mantienen a la
población en esos sectores .

La intención de estas acciones de contramovimientos ur-


banos no nace de una intención voluntarista sino que
obedecen a la lógica del sistema ; cubierta y obnubilada de
Intenciones estéticas, asistenciales y urbanistas .

283
La estrategia de apropiación urbana de las clases popa
lares va íntimamente imbricadas al desarrollo de sus otra
prácticas sociales . De allí que ambas sean fragmentarias
aún no especificadas dadas las condiciones descritas .

Síntomas del afán de ingresar y hacer coherentes la


prácticas se muestran en el desarrollo de la cultura popula
urbana .

El tiempo libre y el tiempo de trabajo son elementos de


mismo polo de contradicción laboral, al no -trabajo no 1(
preocupaba tanto ese tiempo libre . El desarrollo de la:
fuerzas productivas y las reivindicaciones de los trabajado.
res lograron arrebatarle al no-trabajo la ampliación del
tiempo libre, y éste se convierte en "la manzana de la
discordia" entre las clases . El no-trabajo a través del consu- miso,deuaprtsideológcntaiudrel

tiempo que debe corresponder a la organización y desarrollo


de la cultura popular y mantiene ingentes esfuerzos para
manipular el tiempo libre del trabajador . "Misticismo y
pornografía marcan los periodos de reflujo" (Lenin) .

En la ciudad las clases populares, particularmente en


sus unidades residenciales expresan la lucha sorda por es-
tablecer líneas de defensa cultural, que a veces pasan a la
ofensiva.

Tal es por ejemplo las "estructuras de acogida" heredadas


de un pasado rural, en la cual el recién llegado -generalmente
del campo- ingresa en una especie de "organización de
neofraternidades", que le asegura cama y comida por un
tiempo prudencial que le permite instalarse en el medio
urbano . Esta especie de reagrupamientos regionales o étni-
cos se dá en localidades de -incluso- extrema penuria por
parte del que da y del que recibe el hospedaje .

284
Destacaremos algunas de las formas culturales urbanas :
Expresión verbal simbólica

El habla popular emplea figuras de significado . Los sinec-doques,mtniayeáforsbundatforms

hasta que parecen que no lo fueran . Suplantan una cosa por


otra, no sólo con la finalidad de llegar a ésta, sino también de
rehuir aquella . Tal es el modismo del "Pasiero"(15), que
consiste en doblar las reglas a favor de alguien reconocido
como afin, para que, aunque fuera de esta manera logre sus
objetivos . Es una especie de mecanismo de ayuda mutua a
través de una clave verbal, que tiene su origen en el barrio del
Chorrillo .

Otras formas es el tuteo directo y espontáneo, como


producto de los largos años de experiencia transitista, pues
frente a la actitud de superioridad verbal del pasajero, el
actor urbano expresa su forma de defensa verbal .

Otro fenómeno es el "Pasaje", término descubierto por


David Sánchez Juliao, y que consiste en la narración breve
y anónima cuyos protagonistas conoce generalmente tanto el
narrador como su auditorio y que intenta "al referirse",
conseguir la reacción efusiva y vivaraz del chiste común,
diferenciándose de éste precisamente en su más fundamen-
tal característica : en que se refiere a elementos específicos de
su comunidad o región . (16)

Expresión física inmueble

Las plazas adquieren, con el aparecimiento del estado


panameño, una expresión dicotómica . Por un lado, la plaza
monumento que se identifican con la plaza colonial -aunque
no morfológicamente- en la noción de orden rígido, de
monotonía y formalidad . Ubica en el centro visual a la
estatua, pletórica de formalismo monumental. Es obligante
su contemplación formal a través de la invitación a circular
y no a permanecer sillas sin respaldar y duras, intemperie,
etc .) . La estatua exalta los valores del sistema (Monumentos

285
en parques a Balboa, Bolívar, Herrera, Cervantes, Catedral,
etc .) que el ciudadano debe rendir pleitesía . La colectividad
se desatiende de esas plazas, ignorándolas . Por otra parte,
están las plazas democráticas, herencia de años pasados
(como Santa Ana) que siguen siendo lugar de encuentro,
diversión, recreación, discusión pública . Especie de bastio-
nes populares en el seno de los barrios destinados a desapa-
recer . También las nuevas plazas populares creadas en las
periferias (Ej . Juan Díaz), o que cargadas de monumentalis-
mos,e«tad"porlgent,dasupriclbaón
(plaza del Legislativo) .

Expresión física móvil

Los medios de transporte colectivo (buses, taxis) son el


receptáculo de mensajes heterogéneos, que aparecen en la
segunda década del siglo presente . En esta especie de
"murales rodantes", abundan los mensajes escritos e imáge-
nes en las que se plasman de sobremanera los paisajes, como
una manera de reconciliarse con el medio hostil y reencon-
trar el "pararíso perdido" . 17

En ella se pueden entresacar elementos culturales de


sumo valor y también elementos ideológicos .

Y la otra variante, es el ascenso indiscutiblemente a nivel


urbano, de la música típica, estilizada y comercializada, pero
que concentra en esta entretenimiento a las grandes masas
populares urbanas de ascendencia rural .

Los nuevos intramuros y extramuros de la ciudad están


allí pero sin pétreas barreras . La estrategia de dominación
amolda la ciudad a sus intereses . Frente a ella los movimien-
tos populares y sus expresiones urbanas también moldean -
lenta y dificultosamente- su estrategia y sus futuras luchas .
Realizan su acumulación política, ideológica y cultural . Y así
como se reproduce el capital, la fuerza de trabajo, también
saldrá de esta acumulación la reproducción ampliada de la

2 86
cultura, de la ideología y de la política, de las grandes masas .
El movimiento social urbano tendrá, a pesar de sus limitacio-
nes funcionales, el peso de su agrupación, número y territo-
rio . Así como en la Rusia de febrero y octubre de 1917, la
barriada Vigorg desempeñó un papel decisivo en las duras y
heroicas jornadas .

NOTAS

1 . Manuel Castells, Proposiciones teóricas para una investi-


gación experimental sobre los movimientos sociales urbanos .
Pág . 23
2 . Nils Castro . Cultura y liberación nacional. Panamá : Ed .
INAC, 1977 . pág. 17 .
3 . Ricardo Bermúdez . La ciudad de Panamá y los fundamen-
tos de su planificación futura. (Panamá : s.e ., 1948), pág .3 .
4 . Omar Jaén Suárez, "La ciudad de Panamá en el siglo XVIII .
Anales de Ciencias Humanas, Núm. 2, págs . 24-26 .
5 . Dalva Figueroa y Lisandro Barahona . "Las luchas políticas en
Panamá durante la segunda mitad del siglo XDC . Revista Tareas .
Pág . 6 .
6 . Cit . por Alfredo Figueroa . "Tensiones sociales en el arrabal
según la correspondencia consular francesa" . Tareas Núm . 39 . pág .
90 .
7 . Luis Navas . El movimiento obrero en Panamá . Panamá:
EUPAN, 1974.
8 . Concha Peña . Estampas de Santa Ana . Panamá: Junta
Civica de Santa Ana, 1957 . pág . 160 .
9 .Ibid ., pág. 166 .
10 Dalva Figueroa y Lisandro Barahona . Op . cit ., pág . 31 .
11 . Concha Peña . Op cit ., pág. 172 .
12 . Luis Navas . Op cit., pág. 154 .
13 . Entrevista a Romana de Díaz, cit . por Movimiento Pro
mejoras de Chorrillo. Síntesis histórica del barrio del Chorrillo .
Ediciones Junta Comunal. 1974 . pág. 17.
14 . Movimiento Pro Mejoras del Chorrillo . Op cit., pág. 30 .
15. Stanley Heckadon Moreno "El Pasiero : Un tipo de relación
social de la capital". Revista Nacional de Cultura . N2 1 oct.-dic .,
1975, págs . 9-13 .

28 7
16 .David Sánchez Juliao. Una primera aproximación al fenó-
meno del pasaje . Colombia: Ediciones Universidad y Pueblo, 1977 .
17 . Ver Silvano Lora. "La pintura popular en Panamá" . Lotería
Núm. 208 págs . 109-124.
Julio Arosemena. "Algunas consideraciones sobre los rótulos y
pinturas en los medios de transporte en la ciudad de Panamá" .
Lotería. Núm . 218 . Abril, 1974 .

BIBLIOGRAFIA

LIBROS

Marx, Carlos . El Capital Buenos Aires : Cartago, 1973 .


Jaén Suárez, Omar. Análisis Regional y espacio Derivado .
Panamá : Ministerio de Relaciones Exteriores, 1974 .
Castro Nils . Cultura y Liberación Nacional . Panamá : INAC . 1977 .
Navas, Luis . El Movimiento Obrero en Panamá . Panamá : EUPAN,
1974
Castells, Manuel . La Cuestión Urbana . Madrid : Siglo XXI, 1974 .
Varios, La Ciudad de Panamá . Panamá : BUR, 1950 .

ARTICULOS Y MONOGRAFIAS

Castillero Calvo, Alfredo . "Análisis funcional de las plazas de la


ciudad de Panamá y criterios para su restauración" . La Estrella de
Panamá. 5 de marzo de 1978 . Págs. 8 y 9A.
Tecla, Alfredo . "Proyecto para la investigación de una zona
proletaria" . Historia y sociedad . Núm . 13 págs
. 86-103 .
Gandásegui, Marco. "Fuerzas sociales y estructura de poder" .
Lotería Núm. 173 . (Marzo, 1970) págs . 10-31 .
Lojkine, Juan . "Contribución a una teoría marxista de la
urbanización capitalista" . Estudios Sociales Centroamericanos.
Núm. 14 (mayo-agosto 1976) págs . 81-91 .
Lungo, Mario "Acumulación División territorial Capitalista del
trabajo y Contradicciones Urbanas" . Mimeografiado . Serie Desarro-
llo Urbano y regional del Programa Centroamericano de Ciencias
Sociales . San José : CSUCA, 1977 .
Castells, Manuel . "Proposiciones teóricas para una investiga-
ción experimental sobre los movimientos sociales urbanos" . Revis-
ta Mexicana de Sociología . Núm. 1 (1972) .

288
Jované, Juan . "Canal : dependencia y subdesarrollo" . Tareas
Núm . 30 . (1975) .
Figueroa, Dalva y Lisandro Barahona . "Las luchas políticas en
Panamá durante la segunda mitad del siglo XIX" . Tareas .

DOCUMENTOS

Ministerio de Vivienda, habitat . Panamá, R .P . (1976) .


Estadística y Censo .

289
El viejo barrio de San Miguel en la ciudad de Panamá, donde se establecieron muchas familias de trabajadores del
Canal, provenientes de las Antillas de habla francesa corno Martinica y Guadalupe . Foto : M . A . Guerra .
POLITIZACION DE LA POBLACION INDIGENA
EN PANAMA
(1992)*
Francisco Herrera
Introducción .

Una característica casi general de los países de América


Latina es que en su desarrollo histórico no todos los grupos
humanos que conforman sus respectivas poblaciones han
participado adecuadamente como grupos integrados a la
Nación .

Panamá no constituye una excepción . Dentro del territo-


rio que constituye la unidad geográfica política que es la
República, coexisten varios grupos humanos (A . Rubio,
1956 ; H . Porras, 1953 y R T . de Araúz, 1970) que algunos
llaman minorías étnicas no integradas a la nacionalidad . Así
tenemos la presente generación de negros de ascendencia
antillana y los diferentes grupos indígenas del país .

Este trabajo no pretende discutir el concepto de integra-


ción como tal, sino de enmarcar dentro del mismo uno de los
fenómenos que consideramos uno de sus aspectos y que es,
como el titulo lo indica, el de la politización creciente de la
población indígena contemporánea, que vive dentro del
territorio nacional .

Ríchard Adams define la politización así :


"Es el proceso por el cual una población intenta, a través
de los medios políticos, encontrar soluciones a los problemas
que tiene planteados" . (Adams, 1964, p . 174) .

Es evidente que la definición sólo se aplica cuando existe


una relación entre dos estamentos de una sociedad, las

Tomado de : Francisco Herrera . Dirección General de Planificación


y Administración de la Presidencia . Sección de Planificación Social .
Panamá, 1992 .

29 1
cuales pueden ser tanto subgrupos de una misma sociedad
o grupos diferenciados por cultura .

Para los propósitos de este trabajo, partimos de la


afirmación de que entre los diferentes grupos y subgrupos
marginados que hay en el país los grupos indígenas que lo
habitan (guaymies, chocoes, cunas y teribes), están mayor-
mente afectados que cualesquiera de los otros grupos étnicos,

Sin embargo, ninguno de los grupos indígenas del país ha


estado totalmente aislado de la sociedad dominante que la
rodea . Tanto en la colonia como actualmente sus vínculos
han sido tales que ha permitido en mayor o menor grado el
desarrollo de vínculos de dependencia mutua a nivel regional
o local, fomentando, por otra parte, un lento proceso de
cambios culturales .

Al hablar de sociedad dominante, nos estamos refiriendo


a aquella parte de la población del país que a pesar del
proceso de mestizaje biológico y cultural que se dieron en su
interior, continuó funcionando, después de la colonia, como
los representantes de una cultura más avanzada en todos
sus aspectos y por tanto, con derecho a imponer sus pautas
normativas a aquellos otros cuyos sistemas culturales no se
identificaran con los propios . De acuerdo con Angel Rubio, y
aplicando la nomenclatura de grupos humanos (1956), este
papel lo ha representado el llamado grupo hispano-indígena,
"base de la cultura nacional" .

Debemos recordar que el nacimiento de la República de


Panamá, promovido por la élite de este grupo hispano-
indígena, significó solamente un cambio de status jurídico a
nivel internacional, pero no un cambio de estructuras en el
país . Por el contrario, a nivel nacional y regional este nuevo
status permitió que este grupo usufructuara en mayor o
menor grado los beneficios que le permitía el control del poder
político y económico . No podía ser de otra manera . Se trata
de un tipo de sociedad cuya cultura, vinculada a un sistema

292
de relaciones socio-económicas de ámbito internacional,
había desarrollado formas Ideológicas que definían sus pre-
tensiones en términos nacionalistas (Soler, R 1963) . En los
términos de Florian Zoaniecky .

"Todas las modernas sociedades de cultura nacional


tienden a expandirse, ya que . . . su formación misma es un
proceso de expansión, durante el cual, no sólo sus ideales
comunes sino también sus instrucciones, se hacen altamen-
te dinámicos . Además . . . la expansibilidad es una condición
necesaria para la supervivencia (1961 . p . 43)" .

Es obvio que en momento en que los dirigentes de la


sociedad de cultura nacional decidieron independizarse
políticamente (en 1903) también reclamaran de los grupos
indígenas las mismas lealtades que los integrantes de su
grupo ya habían ofrecido .

Aquí debemos recordar que esta ha sido una de las


razones determinantes del tipo de relaciones especiales que
se dieron entre el Gobierno de Panamá y las autoridades
locales de los Cunas en la Comarca de San Blas . Bien sabido
es que hasta hace pocos años en algunas de las islas todavía
se izaba la bandera Colombiana, una muestra más de lealtad
hacia este país ; en realidad ha sido como símbolo de repudio
hacia el nuevo Gobierno panameño .

Así en 1910 el Dr . Ramón Valdés, se dirigía a la Asamblea


Nacional en los siguientes términos :

"Uno de los problemas más importantes y difíciles a que


se ha visto dedicar a nuestro Gobierno, es el de la Civilización
de las Tribus Indígenas de la Costa de San Blas", (Arosemena,
González, Carlos 1953, p . 510)

La preocupación era legítima, pués esta era la región más


vulnerable en aquella época ya era la ruta de las embarcacio-
nes colombianas que viajaban a Panamá y Colombia no
habían renunciado a sus prestaciones de recobar a Panamá,

29 3
Cambios en la estructura política tradicional .

No pretendemos entrar en un análisis de los cambios de


las estructuras políticas de cada grupo indígena desde un
punto de vista etnohistórico . Esto requiere de un trabajo sis-
temático y de mayor amplitud, el cual no es nuestro propó-
sito, sino el de introducir el tema partiendo de los datos que
nos proporcionan los pocos estudios que lo han tocado su-
perficialmente y nuestra propia experiencia de campo.

De los cuatro grupos indígenas, nos interesan los proce-


sos de cambio político que ocurren actualmente entre los
Cunas de la Comarca de San Blas, los Guaymies del Taba-
y;lsoapráChecgudDmayioérnts
por ser también los que han tenido relaciones políticas y
económicas más directas con la población nacional.

Guaymies.

Aparentemente, la unidad geográfica del distrito ha sido


hasta el presente (por lo menos, por lo que a los guaymies del
Tabasará se refiere) el marco de referencia de la distribución
de la autoridad tradicional . El vínculo de esta autoridad
tradicional con el sistema político nacional, lo constituyen
las autoridades municipales (alcaldes y corregidores) .

La sede de estas autoridades municipales se localizan, en


los Distritos que comprenden la Comarca del Tabasará, en
poblados situados en las tierras bajas, y por supuesto, a lo
largo del principal sistema vial del país : la carretera intera-
mericana . (Hasta hace poco "Carretera Central") . La mayor
parte de estas localidades son de las más antigua en la región
occidental de Panamá y con ellas se ha desarrollado un tipo
de población mestiza de cultura nacional, dentro de la cual
encontramos parte de la élíte rural de esta zona que hace su
poder económico en exportaciones latifundistas dedicadas
principalmente a la ganadería .

294
Tanto estos, como sus "representantes" políticos a nivel
de base, han controlado los mecanismos de articulación de
la población indígena con respecto a la población nacional .

Por ejemplo, el sistema de gobernantes indígenas fue


abolido alrededor de los años 50, (P . Young, opcit, p . 405)
cuando se consideró inconstitucional tal artículo por entrar
en supuesta competencia con la autoridad provincial que
detenta el mismo artículo . A las autoridades indígenas se les
otorgó entonces el rango de Corregidores, cuyas funciones
son policivas y de juez de paz a la vez .

Este sistema también fracasó por varias razones, entre


las cuales el analfabetismo de los Corregidores y la falta de
autoridad real que podían estos detentar por no contar con
el respeto de la comunidad, son los más importantes .

Es dentro de este tipo de relaciones políticas, cuyo fun-


damento es la estructura socio-económica de dominancia de
los representantes de la sociedad mestiza del pueblo-cabece-
ra del distrito, donde se dan las condiciones de politización
de la población indígena .

Al mantener el control de los mecanismos de la articula-


ción política entre los grupos locales y el sistema nacional, los
únicos beneficios, como es obvio, eran precisamente los
"gamonales" del Distrito . Prácticamente no existía oportuni-
dades para que las autoridades indígenas pudieran entrar en
relación directa con las autoridades nacionales, mientras
que, por otra parte, las autoridades nacionales rara vez
mostraron interés en estrechar tales vínculos si considera-
mos que gran parte de sus cuadros están formados por
individuos estrechamente vinculados al poder económico de
los terratenientes y ganaderos de la región .

Debemos recordar que para los ganaderos de la región


oriental de la Provincia de Chiriquí y para los de los Distritos
de Las Palmas y Cañazas, en la Provincia de Veraguas, la

295
existencia de una Reserva Indígena constituye un freno a las
posibilidades de expandir la ganadería hacia las zonas de
montañas cubiertas de pasto natural . La población indígena
representa así una frontera humana a sus pretensiones .

Sin embargo, la población indígena gradualmente se ha


estado vinculado al sistema económico nacional a través de
su incorporación como asalariado en las fincas de la com-
pañía Bancaria de Puerto Armuelles y las fincas cafetaleras
de Boquete y Cerro Punta . Al hacerlo, también ha creado
nuevos hábitos de consumo que, sin ser muy diversificados,
constituyen un factor de presión para sus ingresos .

Por otra parte, la ecología de las áreas comprendidas


dentro de la reserva así como las técnicas de cultivo, escasa-
mente permitan al grupo mantenerse dentro del nivel de sub-
sistencia . El desequilibrio económico subsecuente a esta
situación es restituido temporalmente á costa de la creación
de un excedente artificial de productos agrícolas que son ca-
pitalizados por los intermediarios de los centros poblados .
Las periódicas salidas á los centros de trabajo ya menciona-
dos son otros recursos para obtener capital son los cuáles
sufragar nuevos bienes de consumo .

Está situación general se agrava son el aumento de


población tanto indígena como campesina, en términos
absolutos, que implica el avance de los últimos sobre el área
de los primeros . La competencia por la posesión de las tierras
se realiza fomentada en muchos casos por los terratenientes
de las áreas adyacentes á través de diversos mecanismos,
uno de los cuáles consiste en alimentar viejos prejuicios
contra la población indígena .

Ha sido está última factor que está sirviendo actualmen-


te de motivador para una reorganización de la población in-
dígena en función política .

296
Mesa directiva del congreso general Kuna donde se observan caseríos de caciques . Foto : Francisco Herrera .
En qué consiste esta reorganización .

1 . Existe una toma de conciencia de los siguientes fenó-


menos :
a . el de que existe un sistema de explotación del indígena
por parte de los latinos y de explotación de sus tierras en
beneficio as éstos últimos .
b . el de que actualmente la sociedad guaymí, como tal,
está amenazada por los cambios culturales, cuyos efec-
tos acumulativos ya se hacen sentir.

2 . Esta toma de conciencia ha originado una toma


de posesión en dos sentidos .
a . un repliegue de cierto sector hacia valores culturales
considerados como básicos para la supervivencia del
grupo, como tal .
b . una actividad expansiva, en forma de grupos de
presión, hacia aquellas instituciones políticas de nivel
estatal con el fin de lograr que les permita plantear sus
problemas .

La primera de estas fórmulas lo representan el surgi-


miento del culto a Mama Chi, el cual, de acuerdo con Phillip
Young :
"Aparenta representar el principio de un profundo
y amplio cambio potencial en el orden social y
moral de los Ngawbe y también parecen servir
como una nueva vía para alcanzar el poder políti-
co" (Young, 1966, pág. 424)" .

La segunda empezó con el Congreso de la Comarca del


Tabasará realizado en Altos de Jesús, Distrito de Las Palmas,
Provincia de Veraguas, en febrero de 1969, en donde se
decidió, con la participación de no menos de 2,000 Guaymíes
de Tolé, Las Palmas y Cañazas, la formación de una nueva
estructura política, consistente en tres (3) caciques genera-
les, siguiendo en parte el modelo de la organización política
Cuna de San Blas .

29 8
Estos tres Caciques son precisamente los de :
Tolé - 1er . Cacique Lorenzo Rodríguez
Las Palmas - 2o . Cacique Camilo Ortega
Cañazas - 3er . Cacique

Cunas .

El sistema político Cuna aparenta ser uno de los más


firmes de todos los grupos indígenas del país y como institu-
ción parece ser uno de los que mayor capacidad de reajuste
tiene frente a las condiciones de cambio que se dan actual-
mente en las estructuras sociales y económicas del grupo .

De acuerdo con Nordanskiold (1927) la organización


política Cuna en el periodo colonial, parece haber estado
constituido por comunidades políticamente autónomos, que
periódicamente se consideraban por razones militares o de
otra índole, sin perder su autonomía .

Aparentemente, al promediar el siglo XX esta era la


situación bajo el mandato de un sólo cacique Inanakinye,
muerto poco después de 1903 . De acuerdo con la biografía
de Nele Kantule recogida por Guillermo Hayans (ver Wassen,
1938) Inapakinye no era considerado buen gobernante, por
lo que pronto su control sobre la región empezó a ser
disputado por Simral Colman, sucesor de Inapakinye de
Ailigandí . Con el surgimiento de la República, Colman se
adscribió al nuevo gobierno mientras que Inapakinye prefirió
permanecer fiel a Colombia .

Este conflicto entre las diversas comunidades Cunas


continuó lentamente por lo menos hasta 1925, cuando
estalla la rebelión de Tule, una de cuyas causas era precisa-
mente el conflicto de poderes entre los jefes más respetados
de la región; pero sobre todo como una reacción contra el
cambio compulsivo que pretendían imponer las autoridades
del Gobierno Nacional .

299
Ya para esta fecha la autoridad en la región se encontraba
dividida en tres Sahilas, Inapakinya, Charli Robinson y Nele
Kantule cuya respectiva autoridad se señoreaba sobre tres
sub-regiones no siempre bien delimitadas, pues en esto
privaba la decisión de los Schilas, sin que su comunidad
estuviese situada geográficamente dentro de los límites de un
área específica .

Estos hechos son importantes, porque después de 1925,


el Gobierno de Panamá empezó a reconocer si no de derecho,
por lo menos de facto, la existencia de esta nueva estructura
política .

Para 1953 al crear la ley 16 por el cual se organizaba la


Comarca de San Blas, el Gobierno ofreció la coyuntura
mediante el cual los Cunas desarrollaron la llamada Carta
Orgánica que rige enteramente la vida económica, social y
política de la Comarca .

De esta manera, y en forma tácita se ha aceptado un


sistema político que en términos generales creemos que ha
permitido mantener su sistema de Gobierno Propio, al mismo
tiempo que a través de este sistema han podido lograr
ventajas económicas y sociales de importancia .

Sin embargo, frente a esta estructura política están sur-


giendo instituciones económicas y sociales que en general
promueven los elementos de las nuevas generaciones con ni-
veles de escolaridad más elevados cuyos contactos con los
Centros Urbanos devienen cada día más constante . Entre
estas tenemos las llamadas sociedades deportivas, de res-
taurantes, etc . que en algunas comunidades se convierten
poco a poco en estructuras competidoras del sistema tradi-
cional de toma de decisiones que se realiza en la Casa del
Congreso .

Si bien este fenómeno no ha sido estudiado podría decirse


que cada comunidad está encontrando fórmulas más o

3 00
menos parecidas, pero no idénticas, a nuevas situaciones de
cambio en la estructura del poder .

Chocoes .

Entre los grupos indígenas, representan el grupo más re-


ciente dentro del territorio nacional . Su número ha aumen-
tado intermitentemente en los últimos cincuenta años . Se
desconoce con exactitud que tipo de organización política
poseían cuando entraron, aunque se aduce que la autoridad
estaba representada por una figura semejante al Jaibaná
(Araúz, Reina T. de : 1969) .

Por lo menos hasta hace pocos años los Chocoes no de-


mostraban tener un personaje que ejerciera de modo especí-
fico el poder y la autoridad . Sin embargo, en los últimos años
se ha desarrollado un fuerte movimiento a nivel regional di-
rigido hacia una organización política propia del grupo, con
figuras de autoridad definidas .

A ello han contribuido varios factores :


a . un cambio en el sistema de relaciones económicas y
políticas de la provincia y nivel nacional .
b . aumento de la presión sobre las áreas pobladas por
chocoes por parte de diferentes grupos h umanos .
c . la influencia de diferentes agentes de cambio, tales
como misioneros, investigadores, funcionarios del Esta-
do y otros agentes enmarcados dentro del indigenismo
mesiánico .
d . la influencia de dirigentes cunas de San Blas que han
trascendido los límites políticos de su grupo dentro de un
movimiento nacional pan-indigenista .

De este movimiento han resultado una nueva organiza-


ción política con una estructura relativamente compleja
donde aparecen cuatro caciques principales elegidos entre
los de mayor autoridad no con vínculos reconocidos con las
autoridades no indígenas locales, y de comunidades que

30 1

están situadas estratégicamente en los ríos más importantes


donde la densidad de población Chocó es alta .

Así tenemos:
Temístocles Ortega Ier. Cacique Río Chico y Yaviza
Fabio Mesua 2do . Cacique Río Chucunaque
Sixto Olea 3er . Cacique Río Sambú
Isidro Guaynora 4to . Cacique Unión Chocó Río Tuyra .

En cada área o río hay subalternos que hacen las


funciones de jefes locales . En algunos casos, a este nivel la
autoridad nacional se identifica con la autoridad local, a
través del título de regidor, conferido por el corregidor, quien
forma parte de la población no-indígena dirigente . Sobre este
proceso prácticamente no hay información recogida que
permita trazar por un lado su historia y por el otro, los
mecanismos mediante los cuales se elige a las diferentes
autoridades. Se observa sin embargo, que desde entonces y
gracias también a un aparente respaldo de algunas autorida-
des nacionales, estos nuevos dirigentes parecen más cons-
cientes de sus responsabilidades ." La mayor parte de sus
funciones tienen que ver más con el ejercicio de mayor
presión sobre las autoridades locales o nacionales para que
satisfagan sus demandas .

Organización Política a nivel nacional .

El movimiento pan-indígena que hemos apuntado tiene


como característica principal la de estar actualmente en
proceso de gestación . En cierto modo consideramos que es
aún amorfo aunque se ha organizado una estructura a nivel
nacional que no tiene carácter oficial ni por las autoridades
nacionales ni por las autoridades locales . Ello se debe en
parte a que, se trata de una organización nueva promovida
por núcleos de jóvenes dirigentes que pertenecen a los tres
grupos principales pero que se han agitado en el medio
urbano, en calidad de estudiantes o de trabajadores . Ello no
significa que no sean conocidos en buena parte de las zonas

302
indígenas, pero sus relaciones con las autoridades locales no
estan entramadas dentro de un sistema reconocido .

A pesar de esta característica, dicho grupo pudo organi-


zar y desarrollar el primer encuentro de Dirigentes Indígenas
que se realiza en el país, en la Universidad de Panamá . Al
mismo asistieron autoridades tradicionales y un sector
nuevo de profesionales y funcionarios de nivel medio,
además de algunos estudiantes que representan un sector de
opinión que demanda por más servicios del Estado .

El número de Congresos locales, regionales y nacionales


ha aumentado en los últimos años como consecuencia de
una conciencia más clara de la fuerza de este segmento de la
población nacional . Dentro de este movimiento se observa
que los cunas asumen una posición de liderazgo que en
cierto modo se debe a reconocimiento de la significación que
tiene para ellos y los demás en disciplinada organización
política .

Conclusión .

Aunque incompleto, este trabajo pretende haber señala-


do las diferentes direcciones que llevan los grupos indígenas
del país en su proceso de vinculación a la sociedad nacional .
Hasta ahora, las pautas para que dichos procesos de articu-
lación social y económica se desarrollaran han dependido
más de las estructuras del poder nacional que de los intere-
ses de la población indígena en conjunto .

Una excepción relativa a esta afirmación son los cunas de


San Blas, cuya organización política ha podido permanecer
casi intacta gracias a que el gobierno nacional aprendió en
1925 una dura lección . Los cambios que actualmente se
observan dentro del grupo obedecen más a condicionamien-
tosprideunamplciódeunstmarelcions
económicas y sociales con las sociedades externas (nacional
y norteamericana) .

3 03
Sin embargo, las autoridades nacionales aún no parecen
convencidas de que al aceptar la existencia de dichas estruc-
turas políticas tradicionales podríamos posibilitar una tran-
sición de la comunidad local a la comunidad nacional, sin
desvirtuar necesariamente la exigencia estatal de integrar
dichos grupos a la sociedad nacional .

La significación más importante de este fenómeno con-


siste en que dichos grupos se están reorganizando frente a las
nuevas contingencias que está representando el cambio
entre ellos, articulándose así, aunque sin dirección ni orien-
tación estatal, a las estructuras políticas nacionales las
cuales a su vez también se están modificando .

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Bernando Rosales (emberá de Darién), Juan Acosta (guaymie de Chiriquí) y Roberto López Sibala (bokotá, Veraguas) . Foto :
Stanley Heckadon Moreno .

ELGRUPO ANTILLANO
EN EL PROCESO POLITICO PANAMEÑO
(1975)*

Gerardo Maloney F . y George Priestley

El siguiente trabajo fue presentado en el Primer Congreso


de Minorías Etnicas en América Latina, celebrado en nuestro
país . De acuerdo al carácter de este congreso, consideramos
la necesidad de precisar el marco histórico que define la
situación del negro antillano en Panamá, para determinar las
condiciones sociales que han caracterizado su existencia en
la sociedad panameña y establecer algunas proposiciones
sobre su vinculación real en la lucha en tomo a la cuestión
canalera .

Consideramos después de la revisión de algunos plantea-


mientos en torno al problema que 1) sin duda alguna la
población antillana siendo la principal mano de obra duran-
te la construcción del Canal, ha recibido una participación
insignificante de los beneficios derivados del canal, lo que se
ha traducido en un régimen histórico de explotación, 2) al
encontrarse las actuales generaciones de antillanos condi-
cionados a una mayor interacción en la sociedad panameña
debido a hechos como : la reducción ocupacional en la Zona
del Canal, la política de vivienda sistematizada en la Zona :
como también la disminución de las migraciones a los
Estados Unidos, el aumento de profesionales en este grupo
y el incremento del proceso de mestizaje se comprende
entonces, que lo importante es que la situación actual del
país y de los antillanos, en la misma medida, se tocan en lo
referente a las demandas sobre la Zona del Canal . Por ello los
panameños de ascendencia antillana deben tener una posi-
ción concreta en la problemática, aunque el grado de con-
ciencia en los antillanos aún se encuentra condicionado por
la dominación económica y cultural de la economía nortea-
mericana .
• Tomado de : Revista Tareas 1975 N°33 Panamá .

307
En estos términos, consideramos indispensable la pro-
fundización en la situación de este grupo, en términos es-
tructurales, para ir diseñando alternativas congruentes con
la lucha del pueblo panameño en tomo a la dominación
imperialista .

Lo que a continuación, y en forma conjunta, presenta-


mos, constituye la introducción a una fase de investigación de
este fenómeno, que mediante el rigor teórico-metodológico de
las Ciencias Sociales, nos permita proyectar respuestas sig-
nificativas al problema .

El Grupo Antillano en el Proceso Político Panameño.

La situación del grupo antillano en Panamá es un fenó-


meno social cuyo origen se encuentra vinculado a un conjun-
to, de hechos históricos bien definidos : a saber : 1903 o la se-
paración panameña de Colombia ; el tratado Bunau-Varilla y
la primera Constitución Nacional, la expansión norteameri-
cana en el mundo, los trabajos del canal y el traslado del
negro, nuevamente, de una cultura a otra, de una forma de
producción y existencia representada por la economía de ex-
plotación de las plantaciones en las islas, a un tipo de
sociedad basada en el movimiento, en el tránsito y en las
relaciones comerciales . De allí que la ingerencia del antillano
en la sociedad panameña a partir del periodo que se inició con
la vida independiente (que, simultáneamente representaba
el principio de una nueva fase histórica de la explotación de
la condición geográfica de Panamá y en términos más signi-
ficativos la vinculación de Panamá, a la expansión norteame-
ricana, y al desarrollo del capitalismo) resulta relevante en el
desarrollo que ésta ha tenido hasta el presente, y de conside-
ración importante en cualquier movimiento que se plantea
como principio, el cambio .

Desde un principio, el obrero antillano involucrado en la


construcción del canal fue relegado a una posición contradic-
toria : su trabajo era aceptado por un lado, mientras que por

308
el otro le era negada su condición de hombre . En la Zona del
Canal, por ejemplo, se le recompensaba en plata a diferencia
de los salarios en oro ; se les destinaba sitios con señas y en
condiciones particulares, dentro y fuera de sus ocupaciones,
como medidas eficaces de los intereses de clase, se le
discriminaba . En el otro, es decir, la sociedad panameña, el
antillano tampoco encontraba mecanismos de compensa-
ción a las acciones represivas de los sureños de la Zona . Más
bien se desencadenaban un conjunto de manifestaciones de
rechazo, cuya naturaleza e identidad están significativamen-
te expresados en la Política Arnulfista, o en el contenido
social de la novela de Joaquín Beleño, Los Forzados de Gam-
.Sbionaemrg,dlismaforcenlazod
Canal al antillano se le confería cierto valor por la utilidad de
su trabajo, en Panamá era un factor importante para el
comercio local, para los propietarios de casas y un potencial
de la mano de obra en reserva . Es de esta manera que el
antillano es insertado en la historia de la sociedad pana-
meña, subordinado á un sistema de explotación y represión
dual . La naturaleza de esta situación y los efectos que esto
ha tenido durante setenta años aproximadamente, es el
resultado de la manera en que el capital extranjero operó en
nuestra sociedad deformando su desarrollo, mediante la
imposición de patrones culturales normativos y la división de
los elementos integrantes de nuestra realidad . De ello se
derivan contradicciones y conflictos que perpetúan formas
ideológicas que bien han frenado el logro di una conciencia
nacional que abarque a los diferentes grupos étnicos en
cuanto a su participación y aspiraciones . Y estos han sido
justamente los mecanismos que le han servido a los intereses
extranjeros para mantener las condiciones que se convierten
en altos dividendos . Esto hace pensar que de llevar la Zona
del Canal, título francés, el proceso social panameño no
habría experimentando diferencias significativas .

El objetivo de este trabajo consiste principalmente en


plantear algunas consideraciones históricas sobre los con- f
lictosyapricóndelosgrupantioselprc

309
político de la sociedad panameña, proceso que en su expre-
sión más íntima ha significado el enfrentamiento de las as-
piraciones y demandas populares, frente a los intereses del
Capital Externo y sus aliados locales. Ahora bien,, para
determinar las características más importantes de la parti-
cipación de este panameño, es necesario considerar

1- El marco histórico social que conformó el desarrollo de


los grupos antillanos antes de llegar al Istmo .

2- La manera en que su situación social en Panamá es


influida en términos económicos, sociales y culturales por la
dominación norteamericana . Así como :

3- El origen y trayectoria de los movimientos populares


en Panamá y las causas de la no incorporación del antillano
en los diferentes momentos históricos .

Marco Histórico Social de los grupos Antillanos

Cuando se hace referencia a la inmigración antillana en


Panamá, normalmente se señala, que estos llegaron de
Barbados, Trinidad, Jamaica y otras islas menores para
trabajar, en las obras del canal, y se percibe tácitamente
cierta creencia en una usurpación de derechos legítimos de
los verdaderos panameños. La mayoría de los autores han
sostenido que la idea original de estos antillanos no era la de
una permanencia indefinida, sino más bien de transitorie-
dad, (se trataba de crear sus pequeños capitales que les
permitiría regresar a morir cómodamente a sus países de
origen) .

Sin embargo, al terminarse las obras de la construcción


del Canal, este principio no fue cumplido . Más bien, los
antillanos permanecieron en Panamá autosegregados y
marginados de las problemáticas sociales y políticas nacio-
nales, representando en cierta medida un sector contradic-
torio al proceso de lucha popular y retardando en consecuen-

310
cia el esclarecimiento de su propia condición histórica, lo que
perpetúa su explotación por parte de los norteamericanos y
la vigencia de políticas de orientaciones racistas de parte de
sectores de la sociedad panameña .

1 . El comportamiento de los grupos antillanos posee


raíces históricas que aquí esbozaremos brevemente . Los tra-
bajadores inmigrantes de Barbados, Trinidad o Jamaica, al
llegar al Istmo tenían un pasado que se remonta a 1625, con
la fundación de Barbados por el inglés Powell, según Ramiro
Guerra . Ya para 1643 tenía la isla una población cercana a
los 37,000 individuos de origen inglés, compuesta por gran-
des cultivadores, con tierras concedidas por el imperio ; y de
un grupo elevado de siervos blancos contratados en Inglate- r a para trabajar con sus patrones por cuatro años general-

mente . Estos siervos recibían una parcela de tierra que los


convertía en propietarios una vez vencido : su contrato, lo
que produjo que la propiedad se multiplicara y la isla creciera
económicamente . Sin embargo, con la introducción del
cultivo de la caña cambió rápidamente la situación . El
desarrollo de la industria azucarera requería grandes exten-
siones de tierra y abundante mano de obra barata . Esto era
propiciado por los holandeses, que recibían azúcar a cambio
de la técnica y la venta de esclavos ; mediante un sistema de
créditos a largo plazo, y solamente a los grandes plantadores
que ofrecían sólidas garantías . En cambio el productor
independiente con sus pequeñas parcelas y escaso capital
era empujado fuera de la competencia . Esto dio lugar a la
consolidación de la explotación latifundista que se tradujo en
un proceso de despoblamiento de la isla . Los pequeños
propietarios emigraron a otras regiones como Jamaica,
Guayana, Trinidad, y la población esclava aumentó en
consecuencia . Este auge económico dura hasta 1685 . Poste-
riormente es decretada la abolición de los esclavos negros
pero la situación económica no cambió, las tierras permane-
cieron en manos de los latifundistas, y las alternativas del
negro libre eran, emigrar o trabajar por el jornal que le
imponían los plantadores . Al no poseer recursos para emi-

31 1
grar, su vida en la isla seria de explotación . Este proceso
económico de Barbados se repitió en las demás islas, sin
excluir a Jamaica a saber : acaparamiento de las tierras por
los propietarios más ricos -ausentistas en su mayoría-,
desaparición de la pequeña y mediana propiedad, emigra-
ción de los cultivadores blancos, importación de esclavos en
gran escala, liberación de los esclavos y pauperización con-
secuente . Estas tendencias históricas de la población anti-
llana a lo largo de su desarrollo, es lo que explica en gran
medida, la importancia económica que los hombre de estas
regiones podrían encontrarle, primero a los trabajos del

Ferrocarril en 1850 y posteriormente la aceptación beneplá- cita por parte de 20,000 trabajadores, del pago de diez cen-
tavos la hora y viviendo gratuita durante la construcción del
Canal, permitiendo así mismo que los norteamericanos
impusieran un régimen de segregación en la Zona del Canal .

La aceptación de estas condiciones socialmente deni-


grantes, indudablemente significaba el reflejo, de un largo y
prolongado régimen de necesidad producido y perpetuado
por diferentes períodos de explotación . Con la terminación de
la obra, muchos antillanos se ven obligados a abandonar la
Zona; víctima nuevamente del desempleo y los bajos niveles
de vida, el antillano volvía a enfrentar el acostumbrado
dilema : emigrar o luchar por un empleo en Panamá, con
salarlos inferiores a los de la Zona sin perder la esperanza de
un nuevo empleo en el Canal. Algunos antillanos lograron
regresar con el transporte pagado por la compañía . Otra
proporción va a ser absorbida en parte por empresas en
Centro y Suramérica . "Por ejemplo Madeira y Mamore Rail-
way(decpitlnoramec)nlBrasi,UtedFu
Company en Costa Rica, Honduras, Guatemala y en la región
panameña de Bocas del Toro" Prácticamente Panamá volvía
a realizar la misma función que desempeñó durante el
período colonial, cuando servía como centro de venta y
distribución del esclavo negro traído de Africa, tratándose
ahora de negros "libres" .

312
El grueso de la mano de obra empleada en la construcción del Ferrocarril y el Canal Interoceánico . Una de las Antillas
de habla inglesa, sobre todo de Jamaica . Barbados y Trinidad . Casa de trabajadores antillanos de las obras del Canal, 1904 .
Foto : Cortesía de la Comisión del Canal de Panamá .
Una proporción considerable de los que permanecieran
en el istmo, lograron hacer de una generación a otra, algo tra-
dicional de la emigración a Estados Unidos .

La constante movilidad, en términos geográficos, la ines-


tabilidad económica, los desplazamientos de una sociedad a
otra, han significado discontinuidades en el proceso de
concientización de este grupo, en términos de su posición de
clase, tergiversando o más bien falseando el sentido de la
explotación a que son sometidos en los diferentes momentos
y espacios geográficos . Imposibilitando hasta ahora en el
caso de Panamá una Integración sistemática de sus intereses
a los de la sociedad panameña en términos de totalidad .

Algunas Consideraciones acerca de los Movimientos


Populares en Panamá .

La maquinaria política durante el período colonial se ca-


racterizaba por la centralización del poder en la audiencia de
Panamá . El gobierno Colonial funcionaba de manera arbitra-
ria con acciones políticas orientales o diseñadas de acuerdo
con los intereses de la corona y sus agentes . Las primeras
reacciones organizadas frente a estas condiciones, frente al
poder colonial, las representaron los movimientos de los
"cimarrones" . Los grupos criollos también lograron coordi-
nar sus intereses particulares y cristalizar su lucha indirecta
en contra de la corona, en 1821, periodo de la Independen-
cia de Panamá y su anexión a Colombia . Esta unión a
Colombia y las contradicciones entre los grupos criollos
panameños y los intereses económicos y políticos de los
grupos colombianos, empezó a revelar a Panamá, la verdade-
ra importancia de la situación geográfica . Dispuesto a no
perder su control sobre ésta, los panameños logran el respal-
do económico y militar norteamericano, y declaran su sepa-
ración en 1903 . Históricamente esta fecha representa el
surgimiento del Estado Panameño, representando por un
lado, los intereses de desarrollo y progreso de los "próceres"
desde su condición de clase, y, por otro lado, las aspiracio-
nes populares, factor de cohesión de la sociedad panameña .

314
Sin embargo, la subordinación al Capital Extranjero, como
factor básico del desarrollo, generaba por un lado, la
ingerencia de los Estados Unidos en Panamá ; primero para
adecuar la realización de la empresa del Canal (principal
factor económico en ese momento) y segundo para garantizar
la existencia de condiciones políticas y sociales que resguar-
den sus inversiones ; esto resulta bien claro en la Constitu-
ción de 1904 . De la misma forma los grupos oligárquicos en
el Poder, representantes locales de los intereses norteameri-
canos, estarían obligados a establecer un orden social con-
gruente con las disposiciones norteamericanas, que a la vez
significaba la protección de sus intereses particulares . En
este sentido, las demandas populares resultaban un sólido
punto de apoyo, al cual recurrían los grupos dominantes
como mecanismo de presión, frente al capital extranjero, y en
la lucha interna por el poder, lo que condicionaba una
estructura política basada en los intereses de clase, expresa-
da en las instituciones formales de clientela .

Tradicionalmente, entonces, el aparato estatal ha sido


utilizado por los grupos en el poder como mecanismo de
control y consolidación de sus intereses ; de allí que las
aspiraciones populares que en diferentes momentos se hace
estratégicamante similar a los pronunciamientos electorales
de uno u otro partido, sólo se mantenían en su sentido
legítimo en las organizaciones de trabajadores, estudiantes
y otros grupos progresistas. Así mismo, podemos afirmar
que las luchas políticas en sus expresiones más relevantes
han girado en torno a la cuestión canalera, dirigidas intere-
sadamente por los grupos en el poder y rubricados en las
grandes movilizaciones populares . Al estar expuesta la
población antillana a una mayor dominación (económica y
cultural) norteamericana, la comprensión e identificación
con las luchas panameñas, prácticamente no se daban y, por
ende, su participación no ha tenido significado de grupo, sino
que se ha visto reducida a una acción de importancia
individual, salvo en momentos significativos como 1925 y en
1941 con la promulgación de la constitución "arnulfista" .

3 15
George Westerman, un estudioso antillano de las cien-
cias sociales y con preocupaciones por el sentido de la pro-
blemática antillana, trabajó durante muchos años buscando
alternativas para incorporar al panameño antillano a la pro-
blemática nacional, en situaciones político sociales diferen-
tes a las actuales . El autor destaca tanto las principales
contribuciones de los antillanos al desarrollo económico,
como las limitaciones que han mantenido sistemáticamente
este grupo étnico . Señala Westerman así mismo, la natura-
leza de las políticas descriminatorias tanto por los gobiernos
panameños, como el sistema segregacionista impuesto en la
Zona del Canal . Buscando respuesta Westerman, por ejem-
plo, en su trabajo, "Por Una Mejor Comprensión" propone,
pautas integracionistas para la población antillana :

1- En la Zona del Canal


a) Acabar con la política descriminatoria
b) Ampliación y Mejoramiento educacional
c) Desarrollo de Programas de Vivienda .
d) Incremento de Salarios .

II- En la República de Panamá .


a) Extensión de las facilidades educativas a todos los
panameños .
b) Desarrollo de un programa amplio de asimilación .
c) La creación de una opinión pública favorable, por
medio de la prensa, la radio y las sociedades políticas,
cívicas y religiosas .
d) El establecimiento de prácticas económicas bien
definidas para fomentar el desarrollo de la Agricultu-
ra y la Industria en el interior del país .

III- Alos hijos de antillanos en Panamá y la Zona del Canal


a) Programa cívico y cultural para elevar su situación
de grupo .
b) Desarrollo de actividades, conocimientos y adies-
tramiento que permitan la integración completa del
antillano a la vida nacional .
c) La resolución de contribuir a la erradicación de la

3 16
ignorancia en las masas y llevar los requisitos básicos del
buen ciudadano y fomentar el interés de instituciones y
tradiciones nacionales .

Estos señalamientos de Westerman han sido indudable-


mente absorbidos por la estructura política en diferentes pe-
ríodos, y utilizados como definición del tratamiento antillano
en Panamá, sin embargo las implicaciones estructurales no
han sido modificadas substancialmente .

A pesar de discrepar teóricamente con estos plantea-


mientos consideramos que han tenido un valor muy impor-
tante en la aprehensión del fenómeno .

Consideramos que la situación en la actualidad requiere


proyecciones diferentes . Un análisis más detallado del
fenómeno, nos permitirá establecer en ese sentido algunas
formulaciones .

En términos más concretos, podemos decir que la explo-


tación de la sociedad panameña por parte de intereses ex-
tranjeros en diferentes momentos históricos, si bien ha con-
solidado relaciones estructurales conformes a sus intereses,
mediante la dominación económica, el control político y
social, también ha logrado imponer límites culturales, que en
cierta medida han frenado el desarrollo de una unidad
panameña anti-imperialista que incluya los sectores antilla-
nos hasta ahora sujetos sistemáticamente a la economía
norteamericana y afectados por tal razón, en mayor intensi-
dad (por un proceso de efecto de demostración), de la cual se
derivan pautas fundamentales de existencia y expectativas
sociales que tradicionalmente han hecho prescindir a los
antillanos de las propuestas entendidas como acciones polí-
ticas, que otros grupos de panameños han venido perfeccio-
nando en términos dialécticos . Esta contradicción es el
contexto que define las distancias y limitaciones políticas de
los antillanos, y en el cual deben buscarse las alternativas
que logren vincularlos como un factor de apoyo a la lucha y
demandas panameñas .

3 17
Proceso Político y Participación Antillana

La base de la economía panameña, ha estado histórica-


mente relacionada a su posición geográfica . Panamá a dife-
rencia de otros paises latinoamericanos nunca ha sido un
país agrícola, ni industrial . Su actividad económica más
importante ha sido el comercio . La clase dominante ha sido
principalmente comercial . Esto no quiere decir que esta clase
no haya tenido intereses agrícolas e industriales,

Esta clase reafirmó su posición de dominio con las nego-


ciaciones de 1903, asumiendo que su función natural seria
explotar al máximo los beneficios directos o indirectos del
canal . Sin entrar en mayores explicaciones históricas pode-
mos decir que estas expectativas fueron frustradas, desde un
inicio, por los Estados Unidos, que se apropió de los puertos
terminales de Panamá y Colón . imprimió sus propios tim-
bres, estableció sus propios centros comerciales, en los
cuales vendía no sólo artículos de primera necesidad, sino de
bienes suntuarios . Es esta realidad económica lo que real-
mente frustró el rol de élite comercial, de ver realizada su
función de agente de cambio. Políticamente, las élites comer-
ciales, también se ligaron a los Estados Unidos impidiendo el
desarrollo institucional del país -no solamente los Estados
Unidos obtienen un derecho de intervenir en Panamá (artí-
culo 136 de la constitución de 1904 y cláusulas del tratado
Bunau-Varilla) ; sino que los panameños abdicaron sus
derechos de una política fiscal independiente, y de una
política monetaria, que eran necesarios para una verdadera
autodeterminación .

Los conflictos dentro de esta clase, se revelan histórica-


mente: a medida que el país pasaba de una crisis a otra : en
la medida en que este proceso los obligaba a reflejar cada vez
más sus verdaderos intereses de clase, mientras procuraban
soluciones . Esto fue claro en el caso de 1925, cuando la élite,
invitó a las tropas norteamericanas a restablecer el orden .

3 18
Después de 1925, la técnica principal de la élite comer-
cial, sería utilizar las revisiones del tratado de 1903 como
medio de resolver las crisis nacionales y satisfacer sus
intereses . Es en este tipo de coyuntura en que los intereses
de la burguesía comercial y las aspiraciones populares
logran encontrarse, tal como ocurre, por ejemplo, en 1936 y
1955, en que estas dos fuerzas antagónicas cooperan entre
sí con la idea de centralizar un frente antinorteamericano,
anti--imperialista . Peto existen situaciones en que los movi-
mientos populares han vetado las políticas anti-nacionalis-
tas de los grupos dominantes . Tal es el caso por ejemplo, en
1926, con el tratado Kellog-Bryan y en 1947 con el Filos-
Hines, que fue rechazado por el esfuerzo de trabajadores,
estudiantes, campesinos y "la pequeña burguesía" .

Con las transformaciones estructurales de la Post-


Guerra, la burguesía comercial, tiene que vigorizar su posi-
ción, debido al surgimiento de una élite industrial, que
plantea una reestructuración del mercado interno en fun-
ción de un proceso de sustitución de importaciones . Esto
significó el comienzo de un estado basado en el liberalismo
democrático, a un estado intervencionista .

En la medida en que surgen ciertas pequeñas industrias


en el país, dialécticamente la clase obrera, crece en número
y conciencia . En la década de 1950, el país experimentó una
nueva crisis, como resultado de la moderación de gastos nor-
teamericanos, de Post-Guerra . Una vez más el país experi-
menta una nueva crisis, que se manifiesta en los conflictos
entre la burguesía y los miembros de la pequeña burguesía
y grupos de intelectuales . Este último grupo se vuelve
políticamente prominente como resultado de su papel políti-
co en el movimiento Acción Comunal, de Enero de 1931, y
como resultado de la influencia creciente de los estudiantes
del Instituto Nacional y la Universidad de Panamá .Esta
crisis fue resuelta, por el gobierno militar de Remón . Con el
asesinato de Remón la coalición que lo había colocado en el
poder se desintegra, creando condiciones para el resurgí-

3 19
miento de la élite comercial, en la figura de Roberto Chiari, y
después su seguidor, el presidente Robles .

Este grupo cuando intenta negociar un tratado con


intereses clasistas bien definidos, encontró una fuerte opo-
sición, que culmina con la Marcha del Hambre, el movimien-
to de los estudiantes y los acontecimientos de Cerro Tute en
el año 1959, y el paro universitario en 1962, para no
mencionar la influencia de movimientos políticos externos,
como, el proceso de descolonización en el tercer mundo, de la
década 1950-60, del cual la Revolución Cubana es un vivo
ejemplo y de más relevancia para el caso de los movimientos
populares en Panamá, durante esa época .

Esta crisis de la élite comercial, en su fracaso de encon-


trar un mecanismo menos evidente de entrega a Estados
Unidos, finaliza, cuando las fuerzas populares encuentran
expresión en el golpe militar de 1968, cuando miembros de
los sectores medios y bajos, empiezan una era de reconstruc-
ción del Estado-nación . Es en este contexto que debemos
buscar la dinámica de la participación e integración del
panameño antillano, en términos operacionales .

Si bien es cierto que los antillanos en su condición de


obreros constituían un sector potencialmente importante
dentro de la lucha política en Panamá, también es cierto que
en su situación como extranjeros neutralizaba su poder (no
poseían derechos ni como ciudadanos panameños, ni como
norteamericanos)- . Esta situación beneficiaba tanto a los
Estados Unidos, como al sector de la burguesía comercial
panameña . La presencia de los trabajadores antillanos,
significaba en términos reales, una ampliación del mercado
interno lo que equivalía a un aumento en las actividades
comerciales y los servicios, en manos de la élite . En términos
de los intereses norteamericanos la presencia de estos traba-
jadores extranjeros representaba una división real de las
fuerzas obreras, concentradas en las zonas urbanas. Esta
situación ha prevalecido hasta nuestros días aunque con

320
expresiones y características más sofisticadas . Por ejemplo,
las negociaciones de 1955 entre la burguesía comercial y los
Estados Unidos, en la cual los obreros antillanos son condi-
cionados a incorporarse de hecho al mercado interno, no
como elementos productivos, sino como factores de consu-
mo, para que así la burguesía pudiese recapturar un sector
de su mercado Interno, que la Zona del Canal había domina-
do mediante sus actividades comerciales . Los grupos antilla-
nos sirvieron como elemento reconciliador en el choque de
intereses (norteamericanos y panameños) .

Esta realidad económica, básica, de los grupos antilla-


nos, limita y condiciona su participación dentro de los movi-
mientos populares . Sin embargo, existen situaciones histó-
ricas que marcan aumentos excepcionales de la participa-
ción política de este grupo -tal como el Movimiento Inquilina- .rioen1925,ylaMrchdeHmbn195

En 1925 hay una confrontación directa entre el sector de


la burguesía comercial, poseedora también de propiedades
urbanas ; y los sectores populares concentrados en los gran-
des barrios de vecindad como Calidonia, Marañón, Chorrillo,
San Felipe (estos barrios aún existen, con pequeñas transfor-
maciones) ; dicho problema involucraba un peligro real al
dominio político, económico y social de la burguesía . Tal
como plantea Armando Muñoz Pinzón, en su trabajo La
Huelga Inquilinaria en 1932: un valor de 40 millones de
dólares, equivalente al aumento de un 50% del valor que
éstos tenían en 1925 . Por consiguiente, el peligro del movi-
miento inquilinario del 25, no era precisamente, la pérdida
económica en ese momento, sino la pérdida de los beneficios
que las unidades de vivienda generarían a largo plazo, lo que
significaba el fortalecimiento económico de este sector de la
burguesía, para su proyecto de reproducción de Capital .

No podía considerarse sorpresiva la participación de los


antillanos en este movimiento, puesto que eran los principa-
les arrendatarios, tanto los que habían laborado en la zona,

32 1
como los que en ese momento lo hacían . Pero su oposición a
la burguesía no era expresada en términos de luchas de
clases, (ya que las relaciones de explotación, de los trabaja-
dores se daba por medio del enclave colonial), sino más bien
bajo la forma de un conflicto de características comerciales .
De ninguna manera podía esperarse, en consecuencia, que
la vinculación antillana a las demandas populares, en este
momento, significaría el principio de incorporación del anti-
llano a la trayectoria de lucha nacionalista.

Desde 1955, la burguesía comercial ha tomado el acuer-


do Remón Eisenhower para acelerar el proceso de expansión
del mercado interno panameño . En este proceso los trabaja-
dores antillanos de la zona, fueron obligados a realizar sus
actividades comerciales en Panamá ; así mismo hay un incre-
mento numérico en las ciudades de Panamá y Colón ; no como
resultado directo de una reducción laboral en la zona como
en los años 1914 y 1945, sino como resultado directo de los
acuerdos de esta época, que determinaron, que algunos
trabajadores de la zona, que no tenían la nacionalidad
norteamericana, deberían residir fuera del enclave . Como
consecuencia de esto, la construcción nacional incrementó
en la década del sesenta, beneficiando a los propietarios
urba nos ligados al capital financiero externo y también a la
burguesía comercial . En la actualidad, el proceso de urbani-
zación es sostenido por mecanismos políticos parecidos . La
dinámica de la Industria de la construcción, parece conside-
rar como factores importantes a los miembros de las Comu-
nidades Latinoamericanas- (Paraíso- Gamboa- Pedro Mi-
guel, Rainbow City) dentro de la Zona del Canal y la tendencia
es insistir en la desaparición de estas comunidades para
trasladar a sus ocupantes a los diferentes proyectos residen-
ciales en el área de Panamá, financiados por el Capital
Exterior.

Sin embargo, el antillano al ser incorporado parcialmen-


te a la economía nacional como consumidor, se enfrenta a un
dilema, porque, mientras los núcleos ocupacionales decre-

3 22
cen en la Zona del Canal, las inversiones de capital en gran
escala en Panamá crean insuficientes oportunidades ocupa-
cionales, siendo incapaces de absorber la mano de obra
desempleada o subutilizada . Lo cual indica la existencia de
una situación que Arrighi, en su trabajo denomina "La
estática de trabajo vs, el incremento de salario" .

La industria en Panamá, ha estado absorbiendo princi-


palmente, los profesionales egresados de la Universidad, los
técnicos y otros tipos de trabajadores calificados (incluyendo
cierta proporción de antillanos) . La mano de obra menos
especializada, en su mayoría o bien ingresan al ejército de
desempleo o emigran a los Estados Unidos en busca de una
solución a su situación económica . "Los problemas sociales
que confrontan los panameños antillanos, que han inmigra-
do a las ciudades norteamericanas, refleja otro aspecto de
esta problemática y verifica su naturaleza conflictiva" .

Del análisis hasta aquí realizado, podemos desprender


que, a diferencia de 1925, la participación antillana como
grupo, en los acontecimientos políticos nacionales de 1947 -
1958 - 1959 y 1964, no ha sido de gran significado político :
durante estas manifestaciones anti-imperialistas, los anti-
llanos permanecieron al margen .

Por otra parte, ante la contradicción existente entre la


reducción de empleo en la Zona del Canal y las "limitaciones
ocupacionales que caracterizaba la economía panameña,
¿cuál ha sido la respuesta de los antillanos, en términos
electorales?" . A pesar de que en la actualidad muchos de los
antillanos y sus descendientes poseen la nacionalidad orga-
nizada en función de sus intereses como grupo . Al contrario,
ha existido, una tendencia de los políticos tradicionales de
Panamá, consistente en la utilización de dirigentes negros de
los estratos medios, para servir de intermediarios en la ob-
tención de votos . Es decir, en la lucha electoral, la población
antillana, en un momento dado, podía ser un factor decisivo
-la estrategia política de Bazán, en Colón, Juan B . Arias y

323
como los que en ese momento lo hacían. Pero su oposición a
la burguesía no era expresada en términos de luchas de
clases, (ya que las relaciones de explotación, de los trabaja-
dores se daba por medio del enclave colonial), sino más bien
bajo la forma de un conflicto de características comerciales .
De ninguna manera podía esperarse, en consecuencia, que
la vinculación antillana a las demandas populares, en este
momento, significaría el principio de incorporación del anti-
llano a la trayectoria de lucha nacionalista .

Desde 1955, la burguesía comercial ha tomado el acuer-


do Remón Eisenhower para acelerar el proceso de expansión
del mercado interno panameño . En este proceso los trabaja-
dores antillanos de la zona, fueron obligados a realizar sus
actividades comerciales en Panamá ; así mismo hay un incre-
mento numérico en las ciudades de Panamá y Colón ; no como
resultado direcbao de una reducción laboral en la zona como
en los años 1914 y 1945, sino como resultado directo de los
acuerdos de esta época, que determinaron, que algunos
trabajadores de la zona, que no tenían la nacionalidad
norteamericana, deberían residir fuera del enclave . Como
consecuencia de esto, la construcción nacional incrementó
en la década del sesenta, beneficiando a los propietarios
urbanos ligados al capital financiero externo y también a la
burguesía comercial . En la actualidad, el proceso de urbani-
zación es sostenido por mecanismos políticos parecidos . La
dinámica de la Industria de la construcción, parece conside-
rar como factores importantes a los miembros de las Comu-
nidades Latinoamericanas- (Paraíso- Gamboa- Pedro Mi-
guel, Rainbow City) dentro de la Zona del Canal y la tendencia
es insistir en la desaparición de estas comunidades para
trasladar a sus ocupantes a los diferentes proyectos residen-
ciales en el área de Panamá, financiados por el Capital
Exterior .

Sin embargo, el antillano al ser Incorporado parcialmen-


te a la economía nacional como consumidor, se enfrenta a un
dilema, porque, mientras los núcleos ocupacionales decre-

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cen en la Zona del Canal, las inversiones de capital en gran
escala en Panamá crean insuficientes oportunidades ocupa-
cionales, siendo incapaces de absorber la mano de obra
desempleada o subutílizada. Lo cual indica la existencia de
una situación que Arrighi, en su trabajo denomina "La
estática de trabajo vs, el incremento de salario" .

La industria en Panamá, ha estado absorbiendo princi-


palmente, los profesionales egresados de la Universidad, los
técnicos y otros tipos de trabajadores calificados (incluyendo
cierta proporción de antillanos) . La mano de obra menos
especializada, en su mayoría o bien ingresan al ejército de
desempleo o emigran a los Estados Unidos en busca de una
solución a su situación económica . "Los problemas sociales
que confrontan los panameños antillanos, que han inmigra-
do a las ciudades norteamericanas, refleja otro aspecto de
esta problemática y verifica su naturaleza conflictiva" .

Del análisis hasta aquí realizado, podemos desprender


que, a diferencia de 1925, la participación antillana como
grupo, en los acontecimientos políticos nacionales de 1947 -
1958 - 1959 y 1964, no ha sido de gran significado político :
durante estas manifestaciones anti-imperialistas, los anti-
llanos permanecieron al margen .

Por otra parte, ante la contradicción existente entre la


reducción de empleo en la Zona del Canal y las "limitaciones
ocupacionales que caracterizaba la economía panameña,
¿cuál ha sido la respuesta de los antillanos, en términos
electorales?" . A pesar de que en la actualidad muchos de los
antillanos y sus descendientes poseen la nacionalidad orga-
nizada en función de sus intereses como grupo . Al contrario,
ha existido, una tendencia de los políticos tradicionales de
Panamá, consistente en la utilización de dirigentes negros de
los estratos medios, para servir de intermediarios en la ob-
tención de votos . Es decir, en la lucha electoral, la población
antillana, en un momento dado, podía ser un factor decisivo
-la estrategia política de Bazán, en Colón, Juan B . Arias y
Alemán, en Panamá, son ejemplos claros de esta situación .

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Uno podría preguntarse : ¿por qué los antillanos han
mantenido este tipo de comportamiento político? El respon-
der a esta interrogante de las clases medias, y en particular,
aquellos vinculados al sector público . Este sector intercam-
bia lealtad política a cambio de una seguridad ocupacional o
un mejoramiento personal . En este sentido es que los diri-
gentes antillanos de clase media (empleados por el Estado)
han actuado políticamente. De allí, que en lugar de organizar
los grupos antillanos en función de una serie de Intereses
como grupo minoritario, o bien, en términos de su posición
de clase, estos dirigentes se han preocupado por cumplir más
con su función de articulación clientelista . Esto es posible
por la desvinculación que estos grupos han mantenido de los
asuntos nacionales, que se traduce en un desconocimiento
de sus derechos políticos y garantías como ciudadanos
panameños ; y el cuestionamiento como práctica en distintos
sectores de los verdaderos derechos del panameño .

La modalidad del comportamiento político tradicional de


los sectores antillanos se mantendrá si no logran establecer
ciertas condiciones básicas :

1- Lograr un incremento ocupacional de los trabajadores


antillanos de Panamá, dentro de un proceso de crecimiento
Industrial .

2- Lograr que la clase media y especialmente antillana


encuentre una mayor estabilidad ocupacional, dentro de un
sistema público menos arbitrario .

3- Procurar que las minorías antillanas logren organizar-


se para establecer un conjunto articulado de objetivos, en
función de sus intereses étnicos y su posición de clase .

Debemos aquí hacer énfasis en que el planteamiento de


estas condiciones no pretende contraponerse a los verdade-
ros intereses nacionales, que están contenidos en las luchas,
y aspiraciones populares . En ese sentido consideramos que
la integración de la población antillana a la sociedad pana-

326
meña es de gran Importancia . Sin embargo, si el proceso de
su Incorporación en términos estructurales, se realiza para
contribuir al proceso de acumulación de capital de las
burguesías existentes, y en esa medida, fortalecer los térmi-
nos de la Dependencia, este proceso no estaría en función de
los intereses nacionales, sino perpetuando la estructura de
clase existente .

BIBLIOGRAFIA

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Instituto Cubano dei Libro .
Tierra Dividida - Gerstle Mack, Editorial Universitaria .
Panamá, Dependencia y liberación - EDUCA.
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versitaria . Panamá 1903 - 1970-
Corporations, labor aristocracies an Economic Develop-
ment, in tropical Africa - Giovanni Arrighi - Monthly Review Press .
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Tareas,
El Movimiento Inquilinario de 1932, Armando Muñoz Pin-
zón .
"Industrialización e Inversión Extrajera . El Caso de Pana-
má", Marco A. Gandáseguí, hijo, Revista Tareas N° . 27.
The Colonial situation, G . Balandrier . (Mimeografiado) .
Los Condenados de la Tierra, Franz Fanon- Ed . F. C . E.

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