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Técnica de Evaluación Parte 2

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Estudiante:

YOHANNY ESTEFANY MEDINA MONTERO.

Matrícula:
BA-16-21068.

Maestra:
ELIZABETH MORA ADAMES

Asignatura:

Evaluación Psicopedagógica II

Tema:
técnica de evaluación
Parte 2

Sección:
BA2-20EDO-313-1
Horario: miércoles, de 7:30 am. a 10:00 am.
Agentes que intervienen en esta Evaluación.
El proceso de evaluación es responsabilidad de una pluralidad de participantes:
alumnos, profesores, padres, administración educativa, entre otros.
La evaluación realizada por los diferentes agentes debe proporcionar una base
de conocimientos bastante ilustrativa como para facilitar el debate racional
entre todos los participantes en la enseñanza, englobando los principales
agentes de la evaluación en tres grandes apartados:
 El escolar
 El docente
 Los agentes u observadores externos de la evaluación.
El escolar
El protagonismo del alumnado en la evaluación es indispensable para que
tenga un carácter realmente formativo, requisito imprescindible para la
significatividad del aprendizaje.
Para conseguir una información más completa, el escolar se ha de autoevaluar,
evaluar al grupo y al profesor.
Cada niño/a se ha de evaluar a sí mismo.
El reconocimiento en el alumnado de la capacidad de evaluar es paralelo al
reconocimiento de su capacidad de participar activamente en el proceso de
enseñanza aprendizaje. Considerar la evaluación como una función didáctica
más, comporta de manera profunda la responsabilización del escolar en sus
actividades, ya que en la medida en que se procura el desarrollo de la
capacidad de autogobierno, se le reconoce implícitamente la capacidad de auto
evaluación.
L a evaluación del escolar no es lo suficiente imparcial, porque todavía no tiene
una capacidad de análisis objetiva, lo cual, es normal en las edades de
educación primaria.
La autoevaluación ha de cumplir estos objetivos:
 Constituir un medio para que el escolar conozca y tome conciencia de su
progreso de aprendizaje.
 Ayudar a los alumnos a responsabilizarse de sus actividades, a la vez
que desarrollan la capacidad de autogobierno.
 Ser un factor básico de motivación y refuerzo del aprendizaje.
En educación primaria, se ha de hacer cada vez más explícita la necesidad de
enseñar a los niños a valorarse mutuamente, tanto las producciones como los
comportamientos respetando las diferencias, y a autoevaluarse.
Evaluar al grupoEs necesario fomentar que los alumnos se evalúen entre ello.
Cada escolar ha de reflexionar y valorar la dinámica de su grupo de trabajo, del
colectivo de la clase, el esfuerzo o la colaboración prestada en un trabajo
conjunto
Generalmente se haría en las asambleas de aula, a través de la presentación
pública de trabajos y su respectiva valoración.

Evaluar al docente (tutor)


Es necesario que el niño evalúe al mismo docente. Esto puede ayudar a
reflexionar al profesor sobre el éxito o fracaso de sus iniciativas y, de esta
forma, poder modificar la forma de enseñar.
En educación primaria, surge el problema de que los niños son aún muy
pequeños para tener criterios suficientes para evaluar al docente. Pero también
es cierto que, desde pequeños, hay que iniciarlos en esta tarea, porque aunque
la evaluación la lleve a cabo el profesor, la ayuda de los principales agentes
(alumnos) puede ser crucial para comprender y mejorar su ejercicio profesional.
El escolar, debe indicar cualquier comentario, opinión o sugerencia sobre la
unidad didáctica trabajada o sobre cualquier otro aspecto que considere
relevante.
Algunas preguntas como ¿Te han gustado las unidades propuestas? ¿Por
qué? ¿Qué cualidades definen mejor a tu profesor/a? son orientativas para
propiciar en los escolares la capacidad de evaluar al docente.

El docente (tutor)
El docente, como profesional autónomo y responsable que es, necesita
conocer por medio de la evaluación cual es el nivel de aprendizaje con el que
empiezan los alumnos la fase de diagnóstico inicial, y también su evolución a
través del proceso didáctico, cuáles son sus dificultades y las causas que las
originan; ya que de esta manera podrá tratar de adaptar convenientemente su
actuación sobre ellos.
El profesor ha de conocer cuál es la eficiencia de su actuación, el papel de los
recursos y de la metodología que utiliza y el grado de satisfacción de la
programación prevista.
Los protagonistas y los aspectos que el docente ha de evaluar se dividen en:
 el escolar,
 el equipo docente,
 el mismo (autoevaluación del docente),
 la evaluación tanto del proyecto educativo del centro como del proyecto
curricular.
El escolar

El docente evalúa al alumno con los siguientes objetivos:


 Conocer mejor a los escolares: su madurez, su ámbito familiar
 Determinar la consecución de objetivos tanto a lo largo de los procesos
como a través de los resultados producidos.
 Diagnosticar problemas de aprendizaje, localizar los problemas,
analizarlos convenientemente y
 definir su naturaleza para iniciar un tratamiento.
 Orientar el aprendizaje; no basta con diagnosticar, hace falta ayudar a
resolver los problemas mediante una buena orientación del aprendizaje.
 Pronosticar la marcha del aprendizaje.

El equipo docente
La evaluación llevada a cabo entre los miembros que forman el equipo escolar,
ha de ser una acción positiva de soporte y estímulo, evitando que sea un
instrumento amenazador para convertirse en un recurso para el
perfeccionamiento del aprendizaje y de la actuación docente.
Para llevar a la práctica esta evaluación entre los docentes, hay que crear un
clima abierto, participativo y positivo, que requerirá tiempo, paciencia, confianza
y perseverancia; porque la dinámica que se establece en el equipo docente y la
actitud grupal de sus miembros en la toma de decisiones es un factor muy
importante y clave en la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Para el análisis de esta autoevaluación, podremos utilizar los siguientes
recursos:
documentos escritos. Podemos destacar:

 El diario de aula; recoge la información personal que cada docente


registra de los hechos cotidianos ocurridos en su práctica educativa.
 El diario de reuniones de trabajo, quedan reflejados los temas tratados, y
la discusión y la reflexión
 sobre ellos.
 El libro de actas.
 La observación directa o diferida: nos permite recoger información sobre
la actuación del docente en el entramado de las relaciones personales:
profesor−profesor, profesor−alumnos, profesor−familia, profesor−equipo
docente.
Esta técnica ayuda al autoconocimiento del profesional, así como una
observación diferida, como tema de análisis y reflexión del equipo educativo.
 La puesta en práctica del modelo de investigación el profesor como
investigador en el aula
Este movimiento enfatiza la necesidad de pasar de la reflexión individual a la
reflexión cooperativa, para poder llegar a desarrollar conocimientos prácticos
compartidos.
El profesor se evalúa a sí mismo. (autoevaluación)
El docente se ha de plantear la necesidad de autoevaluarse como medio para
poder reflexionar críticamente sobre sí mismo y sobre su práctica educativa y
también para obtener datos sobre su actuación, con el fin de perfeccionarla.
La evaluación debe de servir al profesorado, para la investigación sobre su
práctica docente, investigación que se ha de centrar en los siguientes aspectos:
 Tomar conciencia de qué se está haciendo y de los objetivos que se
pretenden conseguir.
 Modificar la planificación según las dificultades que aparecen en el
proceso de aprendizaje.
 Adaptar el Proyecto Curricular de Centro a las condiciones de la práctica
docente.
Es por todo esto pues, que el docente ha de concebir la autoevaluación como
 Reflexión sobre sus éxitos y fracasos, y basándose en esta reflexión
modificar su forma de enseñar.
 Adquirir una percepción más fiel de su actuación en el aula;
 Identificar sus necesidades profesionales y crear estrategias para
satisfacerlas, mejorando con eso su ejercicio profesional.
Es necesario reconocer que la autoevaluación sincera, es extremadamente
difícil para el docente, ya que la mayoría de las veces se tiende a seleccionar
los datos que confirman una visión positiva de nuestra actuación y rechazar
todos los datos disonantes.
La evaluación tanto del proyecto educativo como del proyecto curricular de
centro.
La evaluación que el docente y el equipo educativo han de realizar tanto del
PEC como del PCC, deben formar parte los siguientes aspectos a destacar:
 La idoneidad de los objetivos establecidos para su grupo de alumnos.
 La adecuación de los criterios metodológicos, de la secuenciación de los
contenidos, de la selección de actividades
 La conveniencia de los recursos, de los materiales, de la
temporalización.
 La oportunidad de los criterios de evaluación y de las decisiones sobre el
proceso de evaluación y las medidas de adaptación curricular.
Los resultados obtenidos en la evaluación del aprendizaje de los alumnos y de
los procesos de enseñanza, nos servirán para modificar los aspectos de la
práctica docente y del PCC que se hayan detectado como poco adecuados
tanto en las características de los alumnos como en el contexto del centro.
Los agentes u observadores externos de la evaluación
Los últimos agentes que debemos tener en cuenta para la evaluación, son
aquellos que la realizan desde fuera del ámbito escolar y pretende ofrecer a los
componentes del sistema educativo otro punto de vista para añadir a la
evaluación interna que realizan.
La evaluación externa ha de ser entendida como elemento de contraste que
enriquecerá el proceso educativo.
Los observadores externos pueden ser técnicos en evaluación contratados en
circunstancias especiales o personales de la administración educativa que está
obligada socialmente a evaluar todos los componentes del sistema educativo.
Por otra parte, es lógico que esta evaluación la realice la administración
educativa como representante de la sociedad, a la que habrá de dar cuenta de
la calidad del sistema educativo.

Fases del Proceso de Evaluación


Fase 1
Se recoge la información: es necesario planificar cómo se va a llevar a cabo,
analizar la que ya se tiene, determinar qué y cuándo se va a evaluar y qué
instrumentos y recursos se van a utilizar.
Se puede realizar desde tres fuentes:
1. Observación directa del alumnado.
2. Mediante la entrevista (alumno, profesorado y familiares).
3. Mediante el pase de pruebas concretas.

Fase 2
Valoración y diagnóstico: después de analizar los datos recogidos se delimita el
problema, justificándolo. El diagnóstico se entiende como una descripción
detallada de las necesidades pedagógicas del alumno.

Fase 3
Toma de decisiones: Se lleva a cabo la devolución de la información a
familiares y tutores y se establece el plan de acción a seguir por a comunidad
educativa.

Fase 4
Aplicación del plan de acción: Establecer con todos y cada uno de los
implicados las medidas a tomar y asegurarse de que se cumpla.
Fase 5
Seguimiento y evaluación de resultados: Comunicar los resultados a los
familiares, al profesor y al profesorado especialista, así como establecer
acuerdos.
También es importante recoger los datos de cómo ha funcionado para observar
las intervenciones más eficaces, cuáles han sido y porqué.

Informe Psicopedagógico
se entiende por informe psicopedagógico aquel informe que describe y
condensa en un documento los resultados obtenidos por un alumno en etapa
de escolarización obligatoria tras someterlo a diversas pruebas evaluatorias. La
finalidad de un informe psicopedagógico puede ser determinar cuál es la mejor
modalidad de escolarización. Es realizado por un orientador escolar, que
normalmente suele ser un psicopedagogo.
Un buen informe psicopedagógico incluirá:
 Datos personales.
 Motivo de la evaluación.
 Antecedentes médicos y sociofamiliares del alumno.
 Resultados de tests de inteligencia.
 Impresiones obtenidas a través de entrevistas realizadas a los padres y
al alumno.
 Resultados de pruebas de lectoescritura.
 Informes sobre rendimiento escolar en las distintas áreas (lo que se
viene en llamar nivel de competencia curricular del alumno),
adaptaciones que tiene sobre el currículum ordinario.
 Informaciones sobre el estilo de aprendizaje del alumno, sus puntos
fuertes y sus debilidades.
 Directrices curriculares y metodológicas recomendadas por el orientador.

Instrumentos Estandarizados
Para Educación Parvularia (preescolar)

 TEVI (Test de Vocabulario en imágenes)


 PFB (Prueba de las Funciones Básicas)
 PPC (Prueba de Precálculo)
 TESPSI (Test de Desarrollo Psicomotor)
 Test ABC
 Pruebas de Comprensión Lectora y Producción de Textos
 CONCEBAS (Prueba de Conceptos Básicos)
 TIC (Prueba de Iniciación al Calculo)

Para Educación Básica


 CLP (Prueba de Complejidad Lingüística Progresiva)
 Prueba de Dominio Lector
 TAE (Test de Autoestima Escolar)
 Pruebas de Comprensión Lectora y Producción de Textos
 PEDE (Prueba de Dislexia Específica)
 PREDI (Prueba de Evaluación del Discurso Oral)
 Test de Cloze (Comprensión de Lectora)

Inteligencia.
La inteligencia se ha definido de muchas maneras, incluyendo: la capacidad de
lógica, comprensión, autoconciencia, aprendizaje, conocimiento emocional,
razonamiento, planificación, creatividad, pensamiento crítico y resolución de
problemas. En términos más generales, se puede describir como la capacidad
de percibir o inferir información, y retenerla como conocimiento para aplicarlo a
comportamientos adaptativos dentro de un entorno o contexto.
La inteligencia se estudia con mayor frecuencia en humanos y evoluciona y
cambia con la edad. Los niños, jóvenes y adultos tienen su propia escala de
inteligencia, en cuanto a los mayores, se habla de deterioro de sus escalas
cognitivas.
La escala típica para medir la inteligencia es la prueba de Weschler: WAIS para
adultos; WISC para jóvenes y WPPSI para preescolares.
Algunas pruebas del WAIS para adultos como la prueba de cubos que miden la
capacidad manipulativa e inteligencia general, la prueba de semejanzas que
miden la capacidad de abstracción desde un nivel concreto a uno más
abstracto, prueba de vocabulario, etc.
Por lo tanto, los índices del WAIS comprenden la comprensión verbal, el
razonamiento perceptual, la memoria de trabajo y la velocidad de
procesamiento.

Etimología
La palabra ‘inteligencia’ proviene del latín intelligentia o intellēctus, que a su vez
provienen del verbo intellegere —término compuesto de inter («entre») y legere
(«leer, escoger»)— que significa comprender o percibir.

En la Edad Media, la palabra intellectus se convirtió en el término técnico


académico para la comprensión y una traducción para el término filosófico
griego nous. Este término, sin embargo, estaba fuertemente relacionado con
las teorías metafísicas y cosmológicas de teleología escolástica, incluidas las
teorías de la inmortalidad del alma y el concepto de intelecto activo. Todo este
enfoque para el estudio de la naturaleza fue fuertemente rechazado por los
filósofos de la Edad Moderna Temprana como Francis Bacon, Thomas Hobbes,
John Locke y David Hume, los cuales prefirieron la palabra «comprensión» (en
lugar de intellectus o "inteligencia"). Hobbes, por ejemplo, en su obra, De
Corpore, usó intellectus intelligit, traducido en la versión inglesa como «the
understanding understandeth» («el entendimiento comprende»), como un
ejemplo típico de una lógica absurda.
Tipos de inteligencia
Globalmente, podemos entender la inteligencia como una capacidad mental
(como la creatividad, por ejemplo) que puede ser entendida de manera
diferente, aun estando las diversas concepciones conectadas entre ellas.
Por un lado, la inteligencia Natural o inteligencia A, es una disposición
biológica e innata del individuo que constituiría el núcleo básico de la
inteligencia.
Por otro lado, la inteligencia Social o inteligencia B, cotidiana, observable a
partir del comportamiento.
Finalmente, la tercera concepción haría referencia a una inteligencia
Psicométrica o inteligencia C, investigada a partir de su evaluación con test
psicológicos. A esta medida se le llama CI, se trata de un estimador parcial de
la capacidad.

Por lo tanto, podemos visualizar la inteligencia Natural (A) y la Psicométrica


(C) como componentes de la inteligencia Práctica o B, siendo l’A la base
disposicional y siendo la C la operativización en términos de rendimiento.
Capacidades, actitudes y habilidades
Dada la generalidad del concepto inteligencia es conveniente familiarizarse con
términos como capacidad, aptitud, habilidad, destreza.
La capacidad es un concepto genérico que designa la potencialidad para
realizar una conducta en términos de eficacia y nivel de ejecución. La
capacidad y aptitud son conceptos similares, disposiciones en alguna medida
innatas, las cuales ejecutan un comportamiento adaptativo. La aptitud tiene un
significado más específico.
Habilidad y destreza son conocimientos prácticos y técnicos adquiridos
mediante el aprendizaje, el entrenamiento y la práctica. Cuando estos se han
centrado en materias o tascas muy específicas, se dice que han desarrollado
una competencia específica, o que una persona es competente en un área
determinada. Es evaluada en términos de rendimiento o ejecución
El rendimiento es una determinada tarea que se verá mediatizada tanto por la
disposición innata (capacidad) como por los grados de destreza en la materia.
El rendimiento y la ejecución son el nivel de obtención de resultados (aciertos)
en una tarea.

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