Caso Airbus 380
Caso Airbus 380
Caso Airbus 380
En enero de 2005 Airbus presenta su nuevo superjumbo A380 con el que pretende
competir contra el B747 de su rival estadounidense Boeing. Se trata del avión de
pasajeros con más plazas del mundo. Con un tamaño de casi 71 x 80 metros y 540
toneladas de peso máximo al despegue, posee 2 plantas para pasaje y una bodega
inferior de carga; puede transportar a más de 800 pasajeros en configuración de alta
densidad, previendo una versión carguero.
El requisito para que funcionase tal enorme aparato era la reforma de todos los
aeropuertos del mundo, pues dicho avión necesitaba una pista especial -en largo
y resistencia- además de una logística distinta -tanto sea para carga y descarga
de pasajeros y equipajes, como asimismo combustible y otros-, por lo
que, previsiblemente, tales enormes inversiones no eran bienvenidas por
ninguna concesión o empresa a cargo de aeropuerto alguno. El resultado fue y
es el ignorar a tal aparato por parte del sistema aerocomercial mundial.
Airbus acaba de poner en vuelo la denominada “Wave 2” o sea: un A380 con un rediseño
completo de todo su sistema eléctrico, trabajo que demandó tiempo y un costo desconocido.
Los requerimientos de los sistemas de entretenimiento de abordo y de los sistemas de descanso
eléctricos se mostraron insuficientes con el diseño original y no hubo otra alternativa que rediseñarlo
por completo. Nadie conoce los costos de éste rediseño.
Cinco años después del primer vuelo del A380, Airbus continua con dos años y medio de retraso en
las entregas y los 200 pedidos estimados no alcanzan para hacer viable económicamente el
proyecto. Mientras no se alcance un número crítico de ventas el programa A380 será un lastre para
el conjunto de Airbus. Durante el 2009 solo se entregaron 10 aviones, pero se espera que se
entregarán más de 20 durante este año. Airbus solo ha conseguido que se interese una nueva
compañía desde su lanzamiento en el 2007, y los costos de producción han aumentado un 50%
sobre lo proyectado en palabras del analista Gerard Buhrer. El programa A380 "tiene problemas"
debido a las pocas ventas, el alto precio de adquisición, las pocas rutas disponibles y los pocos
clientes capaces de usar la capacidad de diseño del avión. Según Buhrer, los costos de desarrollo
del A380 nunca serán recuperados, pero los préstamos gubernamentales tienes que ser devueltos
y detener la producción puede ser más caro que continuarla. Por todo esto, Airbus tiene que aceptar
que el proyecto nunca generará beneficios y que los costos del A380 tendrán que ser absorbidos
por otros programas de Airbus, lastrando los beneficios generales.
Para Buhrer, los despidos asociados a la cancelación del A380 costarían más que mantener el
programa, y la fortaleza del Dolar y del Euro complican todavía más el asunto, según sus
palabras "El A380 ha sido un error, pero continuar la producción es la única salida".
Por otra parte, en Airbus, el CFO Hans Peter Ring, comenta: "Continuamos tratando de reducir la
cantidad extra de trabajo que conlleva el A380, pero estamos haciendo grandes progresos"
"Sin duda, tenemos la esperanza que al final llegaremos a tener beneficios."
A380 COMO EJEMPLO DE FRACASO
Además de omitirse tales estudios como se debe hacer -quienes lo realizaron de seguro que
se llenaron los bolsillos, acomodando los números de acuerdo a lo indicado por quienes lo
contrataron-, el mismo avión tenía inconvenientes técnicos graves -desde el tren de
aterrizaje hasta el circuito eléctrico-, por lo que desnuda la precipitación ambiciosa de poner
en el mercado un aparato peligroso, y tras ello se denota la falta de control sobre la fábrica
Airbus y compañías anexas.