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I Unidad

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UNIVERSIDAD DEL NORTE DE NICARAGUA

UNN- MATAGALPA

DESCRIPCION DE LA ASIGNATURA: INTRODUCCION A LA PSICOTERAPIA

Dentro de la formación de los futuros psicólogos (as) cobra vital importancia la necesidad
de conocer, comprender y diferenciar los enfoques terapéuticos que ofrecen herramientas
para el mejor desempeño profesional en el área clínica.
La creciente necesidad de atención a la salud en el área de la psicología demanda la
preparación de profesionales altamente capacitados en este rubro. Por tal motivo, la
asignatura Introducción a la Psicoterapia pretende ser el vehículo para que el estudiante en
formación conozca e identifique las características de todo proceso terapéutico, pueda
establecer algunas diferencias entre consejería, asesoría y psicoterapia, etapas del proceso
psicoterapéutico así como las habilidades mínimas con las que el psicoterapeuta debe
contar y/o desarrollar independientemente del modelo bajo el cual se rija.
En consecuencia, el conocimiento de la amplia gama de enfoques terapéuticos
contemporáneos proporcionará al estudiante de la carrera de Psicología el marco de
referencia en el cual ha de desarrollarse en su futuro como profesional de la salud, al forjar
y /o fortalecer la identificación de los estudiantes con una forma particular de abordar las
problemáticas que en materia de psicoterapia puedan presentarse.
El programa consta de cinco unidades:

I. UNIDAD: DESARROLLO HISTÓRICO DE LA PSICOTERAPIA


II. PSICOTERAPIA INDIVIDUAL
III. DIFERENTES TIPOS DE PSICOTERAPIA SEGÚN SU PROPOSITO
IV. PRINCIPALES ENFOQUES PSICOTERAPEUTICOS
V. PRONOSTICOS Y LIMITACIONES DE LA PSICOTERAPIA

OBJETIVOS GENERALES:

1. Identificar los elementos que son comunes en diversos modelos de atención


psicoterapéutica.
2. Desarrollar habilidades, acciones y cualidades que el terapeuta debe de poseer, para
el mejor ejercicio de la profesión en el ámbito clínico.
3. Reconocer dentro del ejercicio de la psicoterapia el valor de la ética y la
responsabilidad.

UNIDAD: DESARROLLO HISTÓRICO DE LA PSICOTERAPIA

A. OBJETIVOS POR UNIDAD:


1. Conocer el origen de la Psicoterapia y sus fundamentos teóricos.
2. Analizar los diferentes tipos de psicoterapia.

Temas:
1. Raíces históricas y filosóficas de la psicoterapia(PDF)
2. Conceptos Básicos de la psicoterapia
3. Tipos de psicoterapia (PDF)
4. Técnicas comunes a toda psicoterapia

2. Conceptos básicos de la psicoterapia


Definición de Psicoterapia.
La palabra terapia proviene del griego therapeia, que significa ‘atender’ y ‘curar’. La
palabra terapia es definida en los diccionarios (e.g. Wolman, 1989: 347) como a) ‘...las
actividades llevadas a cabo para curar enfermedades y para disminuir el sufrimiento’;
b)...‘los efectos curativos de esas actividades’. Drever (1975: 234) por su parte, en su
diccionario de psicología, la describe como, “...el tratamiento de desórdenes a través
de métodos psicológicos”. Sin embargo, es importante precisar que los psicoterapeutas
no sólo están interesados en curar a las personas psicológicamente enfermas.
Al respecto, Engler (1996) considera que también se interesan en atender a personas
‘normales’para ayudarlos a entenderse a sí mismos y a que se desempeñen de una
manera más creativa y satisfactoria. En tal sentido, el diccionario de Wolman (1989:
275-276) nos brinda una definición mucho más comprehensiva que la dada por Drever.
Wolman define el término psicoterapia como: Tratamiento psicológico de los
desórdenes mentales en el cual una persona entrenada (psicoterapeuta) establece una
relación con una persona (paciente, cliente) que presenta problemas emocionales, con el
propósito de aliviar o modificar los síntomas o patrones conductuales, buscando como
resultado la promoción del crecimiento de la personalidad y el mantenimiento de una
salud mental. En esta misma línea, Corsini (1989: 1), nos advierte que el término
psicoterapia no puede definirse con precisión. Al respecto comenta, La psicoterapia es
un proceso formal de interacción entre dos personas. El propósito principal de este
proceso es el de disminuir la sensación subjetiva de malestar emocional o conductual
(distrés) en una de las partes a la que se denomina paciente, cliente o consultante, con la
asistencia de la otra parte, a la que se denomina psicoterapeuta o terapeuta y quien se
asume que cuenta con:
a) un cuerpo de conocimientos teóricos que intenten explicar la personalidad, el
desarrollo psicológico y el proceso de cambio humano;
b) dominio de algún método de tratamiento relacionado con el cuerpo de conocimientos
teóricos; y
c) un entrenamiento y aprobación legal para actuar como terapeuta.
Todas las formas de psicoterapia se basan en los principios comunes que operan en
cualquier relación de ayuda, incluyendo intuición, confort, soporte, guía, orientación,
apoyo, reducción de culpa, y esperanza entre otras. El terapeuta crea una atmósfera de
empatía y confianza a través del respeto e interés por los planteamientos del paciente y
anima a éste a mantener una comunicación directa y abierta, evitando la crítica y la
censura. Estas actitudes del terapeuta y el clima de alianza con el paciente se han
denominado ‘factores no específicos’ (Corsini, 1989), y forman parte del contexto de
descubrimiento de toda disciplina científica, denominada fase pre-científica por los
neopositivistas, en la cual el científico intuye las bases de sus proposiciones. Por otro
lado, los factores específicos de cada escuela psicoterapéutica vienen dados por el
cuerpo teórico que explica el cambio que opera o se espera en el paciente, y en el cual
se basa la terapia, así como las estrategias específicas que utiliza el terapeuta para
verificar (o falsear) si su teoría de cambio funciona o no.
Según Ceberio y Des Champs (2000) la psicoterapia implica entre otras cosas, ética y
responsabilidad, como también formación y capacitación, conocimiento de la teoría,
experiencia clínica y por sobre todo una gran dosis de creatividad. Más allá de las
diferencias de enfoques, el proceso de formación debe entenderse como un aprendizaje
dinámico que mezcle epistemología, teoría, técnica y práctica. La formación debe ser un
proceso permanente y continuo a lo largo de la vida profesional que asocie rigor e
imaginación, pero sobre todo que genere la creatividad del terapeuta y respete el estilo
del entrenado, ampliándole su gama de herramientas y recursos con miras a incrementar
la eficacia de sus intervenciones (Chouhy, 2007).
A través de la historia podemos encontrar que la psicoterapia ha sido practicada desde
las antiguas civilizaciones por los médicos, curanderos, chamanes, sacerdotes, etc.,
siempre con el objetivo de ayudar a las personas a corregir los síntomas derivados de los
problemas mentales o emocionales que les aquejan, buscando generalmente un
beneficio, ya sea para mejorar sus relaciones con el exterior (sociedad) o bien, para el
aclaramiento o mejoría de sus conflictos internos (psiquismo). Es apenas en el siglo
XVIII que la psicoterapia se instala como tal, con métodos y estudios iniciales, pero en
la búsqueda específica del bien común; es en el siglo XX cuando se tiene un cuerpo
teórico y donde la historia de la Psicología, identifica el momento de su origen
moderno. Durante el devenir de la humanidad siempre ha existido la necesidad de
explicaciones a los fenómenos acontecidos en los ámbitos externos o internos de
hombres y mujeres; para lo cual en distintas épocas se han definido y se han enmarcado
de acuerdo a ideologías específicas
La Salud mental es una construcción compleja formada en la sociedad y a través de la
historia, por lo que el bien común social dependerá de esa sociedad y de ese momento
específico en que se defina. A manera general el concepto Psicoterapia incluye todos los
procedimientos que utilizan métodos psicológicos para influir en el comportamiento con
un propósito terapéutico. En un sentido más amplio, consistiría en el uso de la palabra u
otros métodos para aliviar los problemas psicológicos. De aquí se desprende que no hay
un método único o idóneo; existen muchos e importantes de acuerdo a las metodologías
y marcos teóricos que se utilizan en cada caso o paciente. Los objetivos de la
psicoterapia se deben tomar en cuenta hacia quien o a quienes están dirigidos. Así
entonces tenemos psicoterapias dirigidas a situaciones médicas, físicas o mentales
(valoradas bajo parámetros médicos), o pueden ser las psicoterapias que buscan un
mejoramiento de diversos aspectos de la personalidad o comportamiento que pueden ser
males adaptativos que generan problemáticas en diversas esferas del contexto social o
individual. Con base en ello se propone a una clasificación de los tipos de psicoterapia
por sus objetivos
Definición de psicoterapia de grupo

Técnica de intervención psicoterapéutica que desarrolla un profesional mediante la


utilización, fundamentalmente, de la verbalización y relación entre sus miembros, el
análisis de los elementos transferidos, el incremento del insight y el análisis de las
resistencias individuales y colectivas, para conseguir la recuperación total o parcial de
los aspectos psíquicos de los pacientes reunidos para tal fin.

Aunque las técnicas de reunir a las personas para hablar de sus dolencias o compartir y
discutir entre ellos los sueños que tenían tras determinadas ingestas ya se empleaban en
la antigüedad (Sheidlinger, 1996), o incluso para conseguir beneficios a través de
actividades conjuntas, propiamente la idea de psicoterapia surge en dos puntos
diferentes en la cultura occidental y siglo pasado. En efecto, por un lado tenemos a
Moreno quien en el prefacio de su libro dice “El objetivo de este libro es introducir
métodos que aproximen más la psicoterapia a la vida real. El ámbito de la psicoterapia,
reducido hasta ahora al individuo, se amplía aquí al grupo, sin renunciar por ello a los
valores de los métodos individuales; al contrario, la aspiración es la de
profundizarlo” (Moreno, 1987:9). La propuesta va dirigida a hacer partícipes y
responsables de su propio proceso terapéutico a los miembros que constituyen el
grupo. El encuentro de dos o más condujo a la formación de un pequeño grupo, que se
convirtió en el núcleo del “nosotros”, nuestro primer intento de psicoterapia de grupo en
Viena (1911). Los miembros de esta primera unidad de psicoterapia de grupo fueron
todos terapeutas. Nuestro objetivo era ayudarnos mutuamente. Poco a poco empezamos
a salir de paseo con personas que nos parecían apesadumbradas, por los jardines y las
calles. Finalmente fuimos a sus casas y practicamos una especie de psicoterapia de
grupos familiares in situ. Con ello la psicoterapia de grupo fue puesta en práctica en
situaciones reales de la vida, se aplicó a grupos auténticos, existentes, mucho antes de
que se formaran los grupos sintéticos en las clínicas o en instituciones ad hoc. (Ibídem,
1987:82).

Moreno define la psicoterapia de grupo como un método para tratar conscientemente y


en el marco de una ciencia empírica las relaciones interpersonales y los problemas
psíquicos de los individuos de un grupo (1987:79), definición a la que llega tras otras
anteriores: es un principio fundamental de la psicoterapia de grupo que todo
individuo —y no sólo el médico que los trata— pueda actuar como agente terapéutico
respecto a otro individuo, y todo un grupo respecto a otro grupo (citado por Moreno,
1987:79). O la psicoterapia de grupo es un método de psicoterapia que aspira a lograr la
más favorable reagrupación terapéutica de los miembros. Procura una reagrupación de
los miembros, cuando es necesaria para poner de acuerdo la constelación del grupo con
las motivaciones e inclinaciones espontáneas de los miembros (citado por Moreno,
1987:80).O la psicoterapia no trata sólo al individuo aislado, que se ha convertido en
foco de atención por sus dificultades de adaptación y de integración, sino a todo el
grupo y a todos los individuos que están en relación con él (1934) (citado por Moreno
en 1987:80). Y ubica el verdadero comienzo de la psicoterapia de grupo en 1931, año en
que recibió su nombre (ibídem, 1987:24), aunque señala que mis comienzos prácticos se
remontan al año 1910. En los parques de Viena comencé entre 1910 y 1914 a formar
grupos infantiles, para jugar con ellos, improvisadamente, el teatro y plantar así la
semilla de la psicoterapia de grupo y el psicodrama. Proseguí el experimento con grupos
de discusión con prostitutas en Spittelberg, en los años 1913 y 1914. Mis observaciones
y estudios en un campo de refugiados en Mittendorf en Viena coronaron este primer
período (ibídem, 1987:24).
Pero en realidad es en 1932, cuando escribe que cuando llegué a los Estados Unidos en
1925 no existía la terapia de grupo. El papel decisivo que desempeñaron los Estados
Unidos en su evolución ha sido descrito por Renouvier y J. Meiers (…) En Inglaterra
comenzaron las investigaciones en la psicoterapia de grupo con Bierer y Bion, en 1941.
Foulkes escribió, en 1948, el primer libro sobre el tema (…) Levobici escribe: las
primeras investigaciones sobre psicoterapia de grupo comenzaron en Francia en
1945 (1987:34). Creo que si pensamos en la psicoterapia de grupo como aquella
iniciativa que acerque la psicoterapia a la vida real, que haga de los pacientes, coagentes
de la actividad psicoterapéutica, con grados de responsabilidad similares a los que tiene
el profesional, entonces debemos señalar a Moreno, J. L., como aquel que acuñó el
término.
Por otro lado Sheidlinger nos informa que La utilización de pequeños grupos en forma
planificada para el tratamiento de problemas de personalidad, comenzó en los Estados
Unidos en la década de 1930 con los trabajos de L. Wender, P. Shilder, J. L. Moreno, S.
R. Slavson, F. Perls y A. Wolf (Sheidlinger, 1996:2). Y refiere un trabajo de Giles
Thomas que en 1943, publicó un artículo sobre terapia de grupo, de interés histórico
pero relativamente ingenuo. Aparentemente ignorante de que la terapia de grupo
contemporánea ya se había puesto en marcha (…) Thomas esperaba que sus hallazgos
impulsaran la aplicación de métodos de grupo en las emergencias de guerra. Clasificó
las terapias de grupo en dos tipos principales: represivo-sugestivas (incluía el método de
clases de Pratt (1922) y Alcohólicos Anónimos), y la Analítica (abarcaba el trabajo de
Schilder (1936) y el de Wender (1936), (ibídem, 1996:4).

Posteriormente, Sheidlinger se hace eco de la disputa entre Moreno y Slavson al señalar


quedesde la perspectiva de hoy en día, resulta difícil comprender la abierta, prolongada
e intensa rivalidad entre J. L. Moreno y S. R. Slavson (ibídem, 1996: 5). En cualquier
caso, también es importante señalar la figura de Slavson como otro de los punteros en el
desarrollo de la psicoterapia de grupo.

En efecto, Slavson introduciendo en 1934 el principio del pequeño grupo (…) llegamos


a la conclusión de que en el grupo mismo residía el potencial terapéutico. El resultado
de todo ello fue que como designación apropiada de nuestra tarea propusimos la
expresión de psicoterapia grupal. Esta expresión nos era desconocida y no había sido
utilizada por ninguno de los psiquiatras y otros terapeutas que por diversas razones
habían empleado grupos. (Slavson, 1976:11). Esta conclusión a la que llega proviene de
la propia experiencia que, de forma similar a Moreno, comienza con niños. Dice
Slavson, se trató de un descubrimiento casual. La intención originaria fue
proporcionar experiencias de recreación y “socializadoras” a “hermanas menores”
socialmente inadaptadas en un departamento de “hermanas mayores” de una clínica de
orientación infantil. El núcleo de dichas actividades grupales era la “expresión
creadora” con materiales de artes y artesanías, así como viajes y salidas características
del trabajo social con grupo y de la “educación nueva”. Los informes (…) nos llevaron a
concluir que la fuente de esos cambios eran los “logros creadores”. En consecuencia
adoptamos, para designar nuestro proyecto, la expresión “terapia de actividad creadora”.
(…) nos dedicamos entonces a estudiar y analizar los registros (…) con el propósito de
intentar descubrir los factores que habían producido la mejoría (…) y llegamos a la
conclusión de que en el grupo mismo residía el potencial terapéutico. El resultado de
todo ello fue que como designación apropiada de nuestra tarea propusimos la expresión
de “psicoterapia grupal” (Ibídem, 1976:11).
Cuando buceamos en pro del significado de “grupo pequeño”, Slavson nos señala
que fue el autor de este libro quien, en 1934, introdujo el concepto de grupo pequeño
consistente en ocho integrantes (ibídem, 1976:91), entendiendo por grupo
aquella reunión voluntaria de tres o más personas, en una relación libre y cara a cara,
sujeta a un liderazgo que tiene una meta común y que en relación con la misma genera
una relación recíproca entre sus miembros, de la cual puede resultar el desarrollo de la
personalidad (ibídem, 1976:59) y siendo el objetivo lograr un cambio intrapsíquico
relativamente permanente, más bien que tan sólo aliviar los síntomas o mejorar la
conducta (ibídem, 1976:89).
Así pues, la psicoterapia grupal analítica, con pacientes adolescentes y adultos no
psicóticos, se apoya en la comunicación verbal asociativa libre por parte de cada
individuo, la interpretación de las resistencias individuales y grupales, la interpretación
de las transferencias individuales, múltiples y colectivas (del grupo), y el logro del
insight por parte de cada uno de los miembros del grupo en cuanto individuo (ibídem,
1976:89).
Parece claro, pues, que tanto Moreno como Slavson fueron los primeros que cada uno
desde su estilo y planteamiento teórico y filosófico, ular a su enfoque del trabajo que
realizan (psicoanálisis de grupo, psicoterapia analítica grupal, psicoterapia analítico
vincular…) así como especializado y profundizado en pacientes con problemáticas
psíquicas y sociales diversas (psicóticos, neuróticos, trastornos de la personalidad,
drogadicciones, pacientes oncológicos…), sino con edades muy amplias (grupos de
niños, de adolescentes, de adultos, de la tercera edad…) y grupos y estructuras sociales
(grupos multifamiliares, grupos de empresa, supervisiones institucionales…).

Concepto de psicoterapia infantil


La psicoterapia infantil Para hablar de psicoterapia infantil se debe partir de la
definición de dos cuestiones esenciales: 1- ¿qué es psicoterapia? y 2- ¿qué se requiere
para trabajar con niños? La psicoterapia puede ser definida como “el conjunto de
conocimientos, actitudes, valores, habilidades y recursos terapéuticos empleados de
manera sistemática e intencional, en el marco de una relación profesional de ayuda
psicológica, en el tratamiento de los problemas y trastornos de la personalidad”
(Zaldívar, 2013, p.3). Son “todas aquellas acciones, técnicas y métodos que utiliza el
especialista para ejercer una influencia en el sujeto, que le permita establecer un
equilibrio psicológico con el entorno, en el cual los mecanismos que ha asumido ese
sujeto no le provoquen displacer-daño, o violen las normas sociales provocando
dificultades en la comunicación con los otros” (García, 2013a, p.48). Como afirma
Roca, M. (1998), aun cuando se asume que la psicoterapia general comparte múltiples
elementos con la psicoterapia infantil, ésta última implica aspectos esencialmente
distintos, que le imponen al psicoterapeuta retos muy difíciles y disímiles, así como
requerimientos muyespecíficos, para desarrollar con éxito su labor profesional. De aquí
se deriva la necesidad destacada por García A. (2013a) de concebir la problemática
infantil como una especialidad flexible y creativa, que no puede ser elaborada como la
transposición mecánica de los métodos aplicados a la clínica general, en cuanto a
formas de abordaje, objetivos y estrategias de intervención. Son múltiples y conocidas
las exigencias y requerimientos que se esperan de un profesional para ser aceptado
como psicoterapeuta, entre los que se destacan la alta calificación y conocimiento de la
Psicología, la competencia en el manejo de métodos y técnicas eficaces en general y del
enfoque psicoterapéutico elegido, la elevada implicación ética, la experiencia
profesional, la supervisión de casos, entre otras (Roca, 1998). Sin embargo, las
relaciones entre el psicólogo clínico y el niño son más complicadas y demandan del
terapeuta infantil el uso de un marco teórico de comprensión del desarrollo evolutivo, el
contar con un arsenal de técnicas, métodos e instrumentos acordes a la psiquis infantil,
el sentirse especialmente atraído por el mundo de los niños, poseer habilidades para
comunicarse con estos y motivarlos, tener interés por incluir a los padres en el
tratamiento, valorar su presencia por ser las figuras de afecto más importantes y
permanentespara el niño y saber manejar la compleja relación triangulada terapeuta-
niño-padre (Cortés y Benavente, 2007; Jiménez, 1985; Roca, 1998, entre otros)
La primera característica a destacar en la clínica infantil, está dada por la necesidad de
pensar en el niño como una personalidad en formación y, por tanto, no se debe hablar de
"enfermedad" o "cura", sino de señales de desviación del desarrollo, en su búsqueda del
equilibrio con un entorno percibido como hostil (García, 2013). Estas señales de
desviación son consecuencia de la interrelación permanente de factores biológicos,
psicológicos y sociales y son estos los que deben ser analizados en primera instancia,
tanto en el desarrollo normal de la personalidad del niño, como en las desviaciones que
se produzcan en esta. El psicólogo debe enfocarse siempre en la relación que existe
entre el niño y su entorno, en una etapa dada del desarrollo. Esta relación única, especial
e irrepetible es la llamada Situación Social del Desarrollo (SSD) propuesta por Vygotski
L.(1978). La SSD se entiende como la relación entre las condiciones externas y los
procesos internos, que se produce en condiciones específicas histórico-culturales
(Febles y Canfux, 2001). Este carácter mediatizado de las influencias del medio, está
condicionado por la edad. Cada edad, entendida desde el nivel de desarrollo alcanzado,
ofrece al niño un entorno organizado de un modo especial, e incluso cuando el entorno
permanezca poco cambiado, el propio cambio que se da en el niño durante el proceso de
desarrollo, implica que los mismos factores ambientales, dos años después, empiecen a
tener un significado diferente. En palabras de Domínguez L. (2007), se ha alterado la
relación del niño con esos factores ambientales particulares. Dentro de esta relación
específica entre el niño y el entorno, el conjunto de experiencias cognitivo afectivas que
experimenta el pequeño y que están acompañadas por una valencia positiva o negativa,
es conocido como Vivencia, y constituye la unidad de análisis de la SSD (García, 2013).
La vivencia es la experiencia personal del niño en su interacción social, por lo que es a
partir de las vivencias, que se pretende modificar la SSD. Concuerdo con Castellanos R.
(2008) cuando afirma que se debe diseñar un proceso terapéutico que propicie el
surgimiento de nuevas vivencias, quefavorezcan el autoconocimiento, el desarrollo de la
autoestima, el establecimiento de vínculos afectivos y, en general, el surgimiento de
sentimientos positivos. Además, se espera que en este proceso, las vivencias negativas
anteriores adquieran nuevos significados y originen “vivencias correctivas”, que logren
la atenuación de rasgos nocivos y el fortalecimiento de la personalidad en formación,
para tener una relación más sana y equilibrada con el medio (Castellanos, 2008). Otra
importante categoría explicada por Vygotski L. (1978) es la Zona de Desarrollo
Próximo (ZDP), que permite comprender cómo el niño puede arribar, con determinada
ayuda, a zonas potenciales de desarrollo. Esta categoría es fundamental en el diseño del
proceso de intervención, ya que sirve como guía para la determinación de los objetivos
terapéuticos, en función de las posibilidades reales del niño. Como afirma Zaldívar D.
(2013), es el terapeuta quien tiene el objetivo de interferir en la ZDP de sus pacientes,
para facilitar o provocar avances que, de otra manera, no ocurrirían por sí solos o
tomarían más tiempo. Estas tres categorías son muy importantes en la intervención
psicológica infantil, ya que a partir de las vivencias se introducen modificaciones en la
SSD del niño y, a su vez, con una correcta caracterización de su SSD y de su ZDP, se
pueden trazar los objetivos terapéuticos adecuados y contribuir al desarrollo armonioso
de su personalidad
García A. (1997) destaca otra importante característica de la clínica psicológica infantil:
el acceso a los pacientes está mediatizado por su familia. Son los padres quienes
deciden llevarlo a consulta, pues los niños no tienen como generalidad la necesidad de
“curarse”, ni deciden buscar o recibir tratamiento, por lo que el psicoterapeuta no cuenta
con la motivación de mejorar, por parte del pequeño paciente. El acceso mediatizado
por la familia también recae sobre la identificación del “problema”. En primer lugar, es
importante determinar si los datos que nos aportan los padres son efectivamente
anómalos, o si son opiniones propias en cuanto a su modo de estimar el concepto de
normalidad (Jiménez, 1985). Por otra parte, lo que frecuentemente molesta a la familia
es el síntoma, no la problemática original que afecta al niño y sobre la cual se trazan los
objetivos terapéuticos. En este sentido, señala Roca M. (1998) la importancia de
determinar si el síntoma es únicamente una manifestación que percibe y/o molesta al
adulto, o si está lacerando el bienestar personaldel pequeño, ya que este puede actuar
como “válvula de seguridad” para “permitir ventilar, aunque por vías alternas no
necesaria-mente eficaces, pero sí paliativas, para conservar el precario equilibrio del
sistema” (Roca, 1998, p.12). En muchas otras ocasiones, los padres acuden a consulta
en busca de orientación sobre el afrontamiento de situaciones asociadas a crisis del
desarrollo psicológico, para la eliminación de sus culpas respecto al “problema del
niño”, o porque no saben cómo enfrentarse a la diversidad (Roca, 1998). “Lo más difícil
es, sin perder al niño como foco de la terapia, ayudar a los padres, no sólo a entenderlo,
sino también a entenderse y no culpabilizarse o angustiarse de manera innecesaria”
(Lucio y Heredia, 2014, p.50). De aquí se deduce la importancia no sólo de “enganchar”
al pequeño con la terapia, sino también de darle salida, de alguna forma, a las
expectativas de los padres, ya que son estos los que realmente deciden continuar o no el
tratamiento.
Otra característica del trabajo con niños pequeños, es la imperiosa necesidad de utilizar
técnicas e instrumentos accesibles a su lenguaje y que, a su vez, resulten lo más
naturales y cercanas posible a sus intereses. No toda actividad es formadora de la
personalidad, sino fundamentalmente aquella que adquiere sentido psicológico para el
sujeto, al vincularse a su sistema de motivos y necesidades. Por esta razón, la actividad
constituye una vía de formación de la subjetividad y se convierte en instrumento que
posibilita su diagnóstico y tratamiento. Esto es definido por Leontiev A. (1983) como
actividad rectora, concepto que hace referencia a un tipo de actividad que influye, de
forma determinante, en el desarrollo psicológico, en el contexto de una etapa dada. En
las edades preescolares, la actividad rectora es el juego, por lo que el psicoterapeuta
infantil debe hacer un uso efectivo de las actividades lúdicas, tanto para “ganarse” al
niño al ofrecerle una actividad que resulta natural y atractiva para él y en la cual esté
dispuesto a participar, como para interpretar y comprender lo que está diciendo abierta o
simbólicamente, ya que se trata de una información a la cual no se hubiera podido llegar
de otra manera, e inclusive, para enseñarle formas más productivas de comportarse en la
vida cotidiana (Roca, 1998). Diversos autores han destacado la importancia del juego
dentro de la clínica infantil. Vega R. (2004) afirma que el juego en la psicoterapia sirve
para facilitar la relación con el niño, la libertad de expresión y para ponerlo frente a una
situacióndeterminada. Es un medio con el que el terapeuta puede y debe contar para
optimizar su comunicación con el pequeño, muy eficaz cuando se es capaz de manejar
productivamente la fantasía infantil. Heimann, Klein y Money-Kyrle (2013) hacen
referencia a la personificación de las imágenes del mundo interno en el juego o los
juguetes mediante la proyección. Para Winnicott (1972) el juego es una experiencia
creadora siempre, es una forma básica de vida. Según Bunge, Gomar y Mandil (2009),
el juego tiene propiedades terapéuticas que favorecen cambios cognitivos y
conductuales, constituye no sólo un medio para aplicar otros procedimientos
terapéuticos, sino que es terapéutico en sí mismo, y permite abordar diversos objetivos
tales como la identificación de emociones; el reconocimiento de las relaciones entre
pensamiento-emoción-conducta, el modelado, el control de impulsos, etc. Entre sus
principales beneficios, García A. (2013a) destaca: los elementos fantásticos, pues el
niño crea situaciones imaginarias que guardan una estrecha relación con la realidad; la
imitación, al representar personajes y situaciones que reflejan roles de la vida social que
conoce, en la que pueden aflorar lazos de ambivalencia o de reproducción de una
situación de conflicto o daño; la sujeción a reglas, ya que permite organizar la
Psicoterapia infantil: elementos distintivos y propuesta de intervención Número 37.
Febrero – Julio 2017 vida y, al mismo tiempo, le aporta carácter de reto aumentando la
motivación hacia la misma; y el disfrute y placer en sí mismos, pues propician un
ambiente agradable asociado a la acción psicoterapéutica. Por tanto, la utilización del
juego y sus diferentes variantes, constituye una alternativa de intervención eficaz en la
clínica psicológica infantil.
TAREA:
1. Realizar cuadro sinóptico de las raíces históricas y filosóficas de la
psicoterapia(PDF)
2. Crear tu propio concepto de psicoterapia
3. Realizar cuadro sinóptico de los tipos de psicoterapias
4. Investigar las técnicas más comunes a toda psicoterapia (Catarsis, Nuevo
aprendizaje, Tareas fuera de terapia, Altruismo etc.)

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