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2006-Patrimonio Cultural en La Tradicion de Finados-Convenio Andres Bello

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www.flacsoandes.edu.

ec

PATRIMONIO CULTURAL
EN LA TRADICIÓN
DE FINADOS
Panorámica desde
la Cartografía
de la Memoria
del Convenio Andrés Bello

Instituto Iberoamericano
del Patrimonio Natural y Cultural del CAB
IPANC
PATRIMONIO CULTURAL EN LA TRADICIÓN DE FINADOS

Panorámica desde la Cartografía de la Memoria del Convenio Andrés Bello

Instituto Iberoamericano del Patrimonio


Natural y Cultural

IPANC

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PATRIMONIO CULTURAL EN LA TRADICIÓN DE FINADOS
Panorámica desde la Cartografía de la Memoria del Convenio Andrés Bello

Edición del Instituto Iberoamericano del Patrimonio Natural y Cultural, IPANC

Directora Ejecutiva
Margarita Miró Ibars

Información, selección de textos y edición


Patricio Sandoval Simba
Centro de Documentación

Corrección de estilo, diagramación e imprenta


Eugenia Ballesteros Ortiz
Manuel Chávez G.
Fabián Vallejos A.

Primera Edición: octubre de 2006


Impreso en Quito, Ecuador

IPANC, ex IADAP
Diego de Atienza OE 3-174 y Avenida América
Tel. (593.2)2553-684/2554-908
Quito - Ecuador

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Índice

Presentación

Bolivia, Fiesta de los difuntos y ritos contra las lluvias


Chile, Todos los santos y día de muertos, lugares y formas de celebrar
Colombia, Angelitos y angelones, día de difuntos y tradición oral
Ecuador, Finados, lugares, comunidades, costumbres y literatura oral
Paraguay, Día de los difuntos, la anima ára
Perú, Todos los Santos y día de los difuntos
Venezuela, Día de Todos los Santos y de los fieles difuntos

Calendario conjunto de fiestas populares tradicionales, Noviembre

Carácter femenino de la celebración, reciprocidad y ofrendas de los finados


en los Andes
Celebración de finados: Guía de aplicación didáctica para el aula y el
hogar
Referencias bibliográficas

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Presentación
Con la intención de fomentar la apreciación y la valoración de los actos
colectivos simbólicos y -en especial- de ofrecer una propuesta para retomar
el sentido a la vida y de los eventos comunitarios que nos brindan espacios
para el reencuentro con la comunidad a la que nos pertenecemos, el Instituto
Iberoamericanos de Patrimonio Natural y Cultural del Convenio Andrés Bello,
presenta esta compilación sobre las Fiestas Populares Tradicionales que se
suceden con ocasión de la conmemoración de los fieles difuntos y del mes de
noviembre, en el marco del proyecto Cartografía de la Memoria.

Las celebraciones de religiosidad popular cumplen una función de cohesión


social y fortalecimiento espiritual de las personas; recorriendo los distintos
países y/o regiones del continente, nos damos cuenta de la similitud, tanto en
los aspectos simbólicos y materiales de las culturas prehispánicas, como en
los de procedencia occidental cristiana, y que han devenido en costumbres
y prácticas que hoy forman parte de nuestro patrimonio cultural inmaterial,
sentido espiritual y de pertenencia social.

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Necesitamos recuperar los símbolos para llenar nuestro espíritu,
ya que somos seres trascendentales y cuando olvidamos esta
naturaleza, el vacío existencial nos consume y de diversas
maneras buscamos llenarnos con otros símbolos que -muchas
veces- nos empobrecen mental y espiritualmente.

Margarita Miró
Directora Ejecutiva IPANC

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BOLIVIA

FIESTA DE LOS DIFUNTOS Y RITOS CONTRA LAS LLUVIAS


Fuente: Michel, Freddy,
FIESTA POPULAR TRADICIONAL DE BOLIVIA

… el ritual de Todos los Santos es el acontecimiento más


importante en el calendario aymara. Es el único día
del año en que las almas regresan y los preparativos
se hacen en función de una buena estadía, y la
familia debe también prepararse moralmente para el
recibimiento.

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Se celebra los días 1 y 2 de Noviembre, en área andina y valles, ciudades y
comunidades; se realizan velatorios, danzas y música de acercamiento a los
difuntos, se elaboran ofrendas (T’ant’a–wawas, escaleras, etc.)

Los primeros días de noviembre los aymaras celebran a sus difuntos con
ritos relacionados con el ciclo agrícola. Estas celebraciones comienzan en
el transcurso del mes de octubre, en especial la última semana, cuando se
hacen compras en los centros de comercio situados en las urbes aledañas.

En la cosmovisión andina el universo se divide en tres planos: alax pacha, akax


pacha y manqha pacha. Cada uno de ellos tiene un pasado, un presente y
un futuro a los cuales corresponden seres específicos.

El ciclo ritual en sí está estructurado en torno al proceso agrícola y relacionado


con los seres que habitan en el manqha pacha. Este rito marca el tiempo de
aguas y siembra, para finalizar cuando las lluvias han cesado y se celebra el
Anata (carnaval originario).

Ambos festejos (difuntos y carnaval) señalan la estación de lluvias y adquieren


una importante significación, constituyéndose en las celebraciones anuales
de mayor relieve. El proceso puede presentar variaciones locales, pero
habitualmente comienza el 31 de octubre y se prolonga hasta el 3 de

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noviembre y, en algunos casos, hasta el domingo siguiente, cuando bautizan
a las T’anta wuawua.

En estas fechas las almas abandonan su hábitat y cumplen su visita anual


a los vivos del akax pacha. Su llegada está establecida según un orden
jerárquico y específico. Por lo general, día a día, diversos grupos de almas van
reencontrándose con sus deudos, de ahí que se asignen momentos para las
almas menores y para las almas mayores.

La recepción comprende una serie de ceremonias que dependen del número


de difuntos, sobre todo, si han acaecido recientemente. Así, las familias que
tienen una cantidad importante de almas prolongan el rito durante todo el
ciclo.

La celebración es motivo fundamental para comer, beber, ejecutar música


y, por supuesto, bailar, además de jugar. Empero, el papel primordial
corresponde a la comida y la bebida pues las almas, tras su largo recorrido,
llegan hambrientas y con mucha sed. Una de las características de los
habitantes del manqha pacha es un apetito tan voraz que a veces los obliga
a comerse a la gente, de ahí que resulte un deber para los deudos preparar
grandes ofrendas.

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El aymara comenta que los muertos intervienen tanto en el bienestar como
en la desgracia y por ello tienen temor de incumplir con los ritos. Se sostiene
que la familia que postergue la atención de sus almas, durante los tres años
siguientes al deceso sufrirán consecuencias funestas: malas cosechas, crisis
económicas, enfermedades, etc.

Inicialmente llegan las «almas menores» la víspera de la fiesta, es decir la


noche del 31 de octubre. Los jefes de familia, conducidos por sus mujeres,
levantan en un lugar visible de la casa una mesa para recibir y hacer rezar
a estos ocasionales visitantes. Las almas menores, niños y jóvenes, se hacen
presentes en ese orden. El arribo de los primeros, con rezos y cantos, marca
el comienzo de la recepción. Este acto busca apresurar la llegada de los
niños, que tienen una gran capacidad de desplazamiento porque poseen
alas, como ángeles que son.

En algún momento de la noche, el tono de los rezos se eleva anunciando la


llegada de los muertos jóvenes, cumpliéndose con ello el segundo momento
del recibimiento de las almas. Hasta altas horas los participantes acompañan
a los dolientes con plegarias para las almas, mientras de rato en rato los
niños rezadores ingresan acompañados de música y coplas alusivas a la
ocasión, y los deudos les ofrecen platillos con varios tipos de masas y dulces.
Los adultos, mientras tanto, son convidados a masticar coca e ingerir alguna

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bebida que contenga alcohol. Los allegados ayudan a realizar los brindis
purificadores, derramando una porción del contenido por el suelo, en honor
de la pachamama.

Familiares y allegados pasan la noche en vela. En la mañana del 1 de noviembre


las mujeres participan en la elaboración de gran cantidad de comida exenta
de ají. Después de cocinar con la ayuda de sus parientes, levantan la mesa y
con los restos hacen un bulto (kepi) que trasladan al camposanto. Ese mismo
día se prepara el primer altar ritual para la llegada de las almas mayores. Se
trata de una mesa sobre la cual generalmente se extiende una tela blanca
recubierta por una negra. Está adornada con guirnaldas de flores y en su parte
posterior se colocan obsequios que los difuntos llevarán a su destino: panes de
harina de trigo, de distinta apariencia, y figurillas hechas de la misma masa,
que tienen la forma de niños (tan’ta wawas).

Hay también llamas y caballitos hechos de azúcar que cumplen la función de


cargar los alimentos sólidos de la ofrenda y figuras de aves o perros, que son los
acompañantes de las almas. Asimismo hay piñas, cítricos, plátanos, etc., todos
ellos comprados en algún centro de abastecimiento, pues son productos de
otro piso ecológico. En algunos lugares estas mesas se arman en tres niveles,
simulando la alax pacha, la akax pacha, la imaxka pacha.
Cerca del mediodía todos se aprestan a esperar la llegada de las almas.

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Cualquier indicio puede anunciar su pronta presencia: el ladrido de un perro,
el viento que empuja ventanas y puertas, algún ruido, la visita de alguna
persona en esos precisos momentos, etc. La familia procede entonces a
pronunciar algunas oraciones y deja cuidadosamente servido un plato de
comida, del gusto del difunto, para que el ajayu (el alma) comparta con los
deudos. Seguidamente los acompañantes reciben varios platos de pan, frutas
y bebida.

Al día siguiente, 2 de noviembre, la familia se alista para despachar al ajayu.


Recogen lo que ha quedado de comida y lo trasladan al cementerio, donde
se construye nuevamente la mesa pero esta vez encima del sepulcro. En la
cabecera se colocan, en forma de trípode, cañas de azúcar de color morado,
unidas a través de hilos ensartados con pasancallas (maíz dulce reventado) o
simplemente con flores de ilusión.

En la parte inferior de la tumba, se ubican los panes, la fruta y la comida. El


despacho de las almas se inicia a partir del mediodía y prosigue hasta las
cuatro de la tarde aproximadamente, momento en el cual se escucha música
y hay cierta algarabía.

A manera de conclusión podemos decir que el ritual de Todos los Santos es


el acontecimiento más importante en el calendario aymara. Es el único día

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del año en que las almas regresan y los preparativos se hacen en función de
una buena estadía, y la familia debe también prepararse moralmente para
el recibimiento.

Las almas de los vivos y de los muertos deben estar predispuestas a reencontrarse,
a dialogar y dirimir responsabilidades para asegurar la continuidad de la
comunidad aymara. Ese reencuentro anual es una suerte de balance que
permite la armonía de las reglas del juego. Cabe señalar, sin embargo, que
esta relación entre vivos y muertos no solo se limita a estas fechas sino que existe
la posibilidad de comunicarse en la vida cotidiana por medio de señales.

En este sentido la muerte es un hecho natural ineludible, pero es un elemento


transitorio y necesario para que el alma siga su curso normal y asuma en el otro
mundo un nuevo papel y otras responsabilidades.

Ritos contra las lluvias

En caso de precipitaciones prolongadas los aymaras abren sepulcros y


extraen de ellos calaveras que exponen al aire libre. La sequedad de los
vestigios humanos ayuda a combatir la lluvia. Paredes Candia (1976) señala
que acostumbran a descubrir túmulos antiguos o chullpas, para que las almas
de sus antepasados hagan cesar las aguas.

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Siempre respecto de las lluvias, vale la pena hacer notar que se recurre a los
desentierros en dos ocasiones. En la fiesta de difuntos se festeja a las almas y
se las alimenta abundantemente para que durante el año siguiente actúen
en favor de sus familiares y se usan esqueletos o calaveras para pedir a los
protectores que hagan llover. Es decir, en Todos los Santos las osamentas
simbolizan la presencia de las almas. En cambio, en el rito descrito en este
acápite, son utilizadas para pedir a los espíritus que cesen las precipitaciones.

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CHILE

TODOS LOS SANTOS Y DÍA DE MUERTOS:


LUGARES Y FORMAS DE CELEBRAR

Fuente: Mercado, Claudio,


FIESTA POPULAR TRADICIONAL DE CHILE

Este día los Santos se engalanan en la Iglesia. Doblan las


campanas, las dueñas de casa preparan viandas para
los difuntos, creen que a eso de la oración las almas que
andan vagando se acercan a sus casas y comen.

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Peine, San Pedro de Atacama (1 de Noviembre) “Se honra prendiendo una
vela en la pieza donde ha muerto una persona, porque existe la creencia que
cada noche del 1 de noviembre las almas de los muertos vuelven a sus casas.
La vela queda encendida durante toda la noche y, si es posible, también
durante todo el día siguiente. Con ocasión del día de Todos los Santos, los
familiares de un muerto, sacan del cementerio la cruz de madera puesta
sobre la tumba, y la llevan a la pieza en la cual vivió el difunto. La velan toda la
noche, le ponen comida para que el difunto se sirva. Al amanecer reparte la
comida entre todas las personas que han venido a velar, y después de haber
comido se devuelve la cruz al cementerio.” (Plath, 1996:189)

Ayquina, Calama (1 a 3 de Noviembre) A la familia que ha perdido un pariente


más recientemente (el “alma más nueva”) le corresponde realizar el mayor
festejo. Un nuevo velorio en el que se recibe a todo el pueblo y se le atiende
con comida en torno al altar armado sobre una mesa. Luego pasarán por
las otras casas en las que hayan fallecido familiares los últimos tres años. Allí
se dará almuerzo, once o comida según corresponda, junto a los continuos
rezos y salves. “Los rezadores entran a las piezas y tras ellos todo el pueblo. (...)
Pegada a la pared Este está la mesa, llena y hermosa. Cubierta de alimentos y
ofrendas, candelabros con velas encendidas. Un arco de ramos se levanta de
la mesa apoyado en la pared. De sus ramas cuelgan frutas y panes dulces de
distintas formas. Un cartón escrito con los nombres de los finados de la familia,
una o dos cruces pequeñas cubiertas de lana, uno o dos jarros pequeños con
agua bendita. Todo lo que al finado le gustaba comer en vida está sobre

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la mesa: panes, panes dulces o bizcochos con formas de animales: llamos,
conejos, elefantes, camellos, escaleras. Galletas, caramelos, bebidas, frutas,
queques, postres, botellas. De la pared cuelgan coronas de papel, de distintos
colores. La gente entra y se acerca a la mesa, se para frente a ella haciendo
una fila para tomar un pequeño clavel rojo o blanco que está en un jarro
pequeño con agua bendita, y asperjar con él sobre una pequeña cruz de
palo cubierta con lana negra de oveja o de llamo. La cruz está a la izquierda
del jarro. Es la cruz de las almas, de los difuntos. El mismo gesto es repetido con
la cruz que está a la derecha, cubierta con lana blanca, roja o celeste. Es la
cruz de los angelitos, de los niños muertos. Mientras hace el movimiento, con la
mano izquierda para la cruz de los difuntos y con la derecha para los angelitos,
saluda a los difuntos de esa mesa y les da la bienvenida. Se persignan, da
media vuelta y dice buenos días. Los dueños de casa lo reciben y lo invitan a
sentarse. El gesto es repetido por todos los asistentes, unos setenta” (Mercado
y otros, 1997, sin paginación). El rito continúa con una sucesión de oraciones
y cantos. Inmediatamente después, los dueños de casa sirven abundante
comida a todos los presentes. “Antes de servirse todos van a la mesa con su
plato y echan, con la mano izquierda, un poco de cada una de las cosas que
comerá en un recipiente, el plato del muerto, el waki, el plato del difunto que
contendrá un poco de todas las comidas y bebidas que la gente se servirá,
y que luego de la última pasada de mesa será quemado en la quebrada
hacia el Oeste del pueblo. El o los recipientes, dos fuentes o tarros grandes,
están delante de la mesa, abajo, sobre un banco.” (Mercado y otros, 1997, sin
paginación). Una vez acabada la comida, los rezadores entonan oraciones y

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cantos como agradecimiento por el alimento. “Mientras el rezador aún canta
el último salve la gente se levanta hacia la mesa y se despide; asperja agua
bendita sobre las cruces, se persigna y dice muchas gracias a los dueños de
casa, que están parados en el umbral de la puerta.” (Mercado y otros, 1997,
sin paginación). En cada casa el ceremonial se repite y finalmente todos van
al cementerio. Cada familia se dirige a las tumbas de sus familiares y, tras
retirar las coronas del año anterior y limpiar el sector, ponen las coronas nuevas
“encienden velas, hablan con los muertos, entierran hojas de coca delante de
las cruces, le dan vino a la tierra.” Terminado este ritual, todos se juntan en la
entrada del cementerio y cantan el alabado, para luego dirigirse a la iglesia y
participar en la novena. Luego se reinicia el recorrido por las casas, empezando
por las de los deudos más recientes, donde se vuelve a servir comida. “La fiesta
transcurre sin interrupción desde el mediodía del 1 hasta la medianoche del 2.
Unas 20 personas se mantienen durante toda la noche del día primero visitando
las casas de los finados de más de tres años, estas personas que se amanecen
están orgullosas de eso y es comentado al día siguiente, son importantes por
haberse amanecido rezando. A las 8 de la mañana del día siguiente se está
nuevamente en la casa del finado más nuevo, donde empezó la ceremonia
y donde tendrá que terminar luego de recorrer nuevamente las seis casas
más importantes de este año” (Mercado y otros, 1997, sin paginación). Antes
del mediodía del sábado todos se dirigen nuevamente al cementerio para
despedir a las almas que se retiran a esa hora.

Caspana, Calama (1 a 3 de Noviembre) “Temprano por la mañana el pueblo se

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comienza a preparar para recibir las almas de los difuntos. Un sacerdote venido
de Calama celebra la misa ayudado por Julián. Durante ésta las imágenes
son sacadas en procesión al patio de la iglesia, deteniéndose en cada una de
las cuatro paradas ubicadas en las esquinas. Primero San Santiago, siempre,
excepto para su día que sale último. Luego los demás santos, y por último las
vírgenes. En la primera parada se pide por la comunidad, con la Candelaria
sobre el primer altar. En la segunda se pide por todos los santos, con la Purísima
concepción sobre el altar. En la tercera se pide por lluvia, con San Santiago sobre
el altar. En la cuarta se pide por los que trabajan por la iglesia y las autoridades
en general, con la Virgen de la Asunción sobre el altar. Luego, se vuelve a la
iglesia. Ahora Santiago entra al final: es el encargado de sacar a la gente y
llevarla de regreso. Una vez en el interior nuevamente, se ubica en medio de la
iglesia una mesa con un paño negro encima, que tiene en su cabecera y a los
costados la imagen de una calavera con dos tibias cruzadas. Sobre ellas dos
velas, una cruz roja y otra negra, y un recipiente con agua bendita. El padre
bendice el túmulo con agua e incienso, también a los asistentes, y pide por las
almas nuevas, de los fallecidos recientemente. Luego se da por terminada la
misa y en la iglesia quedan los deudos coplando. Forman una fila para echar
agua bendita sobre las cruces: con la mano izquierda sobre la cruz negra, y
con la derecha sobre la cruz roja, para los angelitos. (…) Nosotros tenemos
la fe de que ellos tienen permiso el día 1 a las doce hasta el día 2 a las doce
del día. Llegan espiritualmente, invisibles, nosotros no los vemos. Pero te voy a
decir una cosa: todas las comidas que se ponen de ofrenda, que se reparten
a la gente y que comemos en honor de ellos, no nos quedamos satisfechos,

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siempre tenemos el deseo de servirnos más. Entonces ahí se ve que de veras no
comemos para nosotros, es alimentación para ellos” (Mercado y otros, 1997,
sin paginación). Luego la gente acude al cementerio, arreglan las tumbas,
ponen coronas nuevas y velas. “Se derrama vino sobre la tierra, se entierran
hojitas de coca y se dejan recipientes con comida y bebida, con golosinas.” (..)
“A las nueve de la noche hay otra misa, esta vez oficiada por Julián. Se llama
Víspera y es semejante a la de la mañana, pero es para los difuntos. Termina
con las coplas y la bendición del túmulo por parte de los presentes. Después
de la misa, Julián comienza nuevamente a recorrer el Pueblo Viejo, visitando
las casas en las que aún no ha estado. Otros copleros hacen lo mismo en el
pueblo nuevo. Una cuadrilla se junta espontáneamente y le sigue.” (Mercado
y otros, 1997, sin paginación). En cada casa se reza, se copla, se conversa, los
dueños de casa reparten golosinas y cigarrillos. “Finalmente se nombra a los
difuntos por los que se ha estado allí, hay una lista con sus nombres sobre la
mesa. El dueño de casa agradece y la cuadrilla sigue su camino. Recorrerán
el pueblo, coplando durante toda la noche y gran parte del día siguiente.”
(Mercado y otros, 1997, sin paginación)

Toconce, Calama (31 octubre al 1 de Noviembre) Se hace una misa y luego se


visitan las casas con mesas ofrendadas que esperan a sus difuntos. Los difuntos
llegan a las doce del día del primero a comer.

Ollagüe y Buenaventura (30 de Octubre a 2 de Noviembre) El día 30 comienzan


a prepararse los alimentos necesarios y con anticipación se han retirados las

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viejas coronas del cementerio. El 31 cada casa arma un pequeño altar como
recordación de los muertos de la familia. Grupos de niños y adultos recorren
las casas rezando. Llevan sacos en lo que los vecinos depositan comidas en
agradecimiento por el servicio. El 2 todos se dirigen al cementerio, depositan
las coronas, humedecen la tierra con agua y rezan. Al regreso consumen los
alimentos que han dejado en casa. En Ollagüe en 1960 se le llevaba comida
a los muertos y algunos vecinos comían algunos platos allí.

San Pedro de Atacama (31 de Octubre a 1 Noviembre) Esta celebración se


realiza en la intimidad familiar, principalmente por aquellos que han perdido
un ser querido durante el año, aunque hay quienes lo hacen todos los años
como señal de respeto a sus fallecidos. “El día 31 de octubre en la mañana
la familia, acompañada de unos vecinos, compadres y amistades, acuden al
cementerio para sacar la cruz que será velada. Esta cruz es llevada a la iglesia
para escuchar misa y posteriormente a la casa donde se velará en la mesa
puesta para el difunto. En una pieza muy grande que acostumbramos llamar
‘la sala’ se instala un mesón grande tapado con un mantel blanco. En la parte
superior de esta mesa se coloca la cruz traída del cementerio y en ambos
costados de la mesa se coloca un arco de palmas o cañas verdes, adornada
con retamos o matas de espárragos y flores. También se adorna con cadenas
hechas de papel blanco, morado, azul, rojo, y otros colores más. Algunas
familias acostumbran colocar las fotos de los difuntos.” (Escalante, 1999:39) En
la mesa se colocan todas las comidas que se han preparado para recordar
al difunto y que generalmente incluyen: cordero asado, gallinas cocidas,

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chancho asado, toda clase de frutas, tchagnar (una pasta de harina de maíz
con aloja dulce), locro chancado, anche (postre de harina de maíz amarillo,
cocido), vinos, bebidas, cervezas, etc. Todos estos alimentos deben estar
puestos en la mesa antes del mediodía del 31 de octubre, ya que “ los abuelos
o los antiguos solían decir que a las doce del 31 de octubre llagan las almas
o espíritus, y es por ello que las mesas deben estar listas a esa hora. Una vez
lista la mesa, se encienden las velas y comienza un velatorio de la cruz y de la
mesa.” (Escalante, 1999:40) En la noche comienzan a llegar los acompañantes
e invitados y se suceden los rezos. “El rezador comienza con el Padre Nuestro
y lo enuncia hasta la mitad. Le siguen los acompañantes hasta terminar la
oración. Luego el rezador sigue con el Ave María hasta la mitad y lo siguen los
acompañantes hasta concluir. Esto ocurre hasta completar tres Padre Nuestro
y tres Ave María. Luego el rezador continúa con un canto muy lento y penoso
llamado ‘Dulce Jesús Mío’. Este canto se puede cantar en dos versiones y en
dos entonaciones diferentes.” (Escalante, 1999:40). Por lo general en este tipo
de velatorios hay varios rezadores que se van turnando hasta la madrugada
del día primero de noviembre. A esa hora se sirve a los acompañantes un
almuerzo de comidas típicas. Aproximadamente a las nueve de la mañana se
dirigen todos al cementerio para la celebración de la misa. Una vez terminada
ésta, se procede a colocar la cruz y el arco adornado en la sepultura del
difunto, además de flores y coronas. “Luego se dirigen nuevamente a la casa
de los dolientes donde con un almuerzo dan por terminada esta costumbre.”
(Escalante, 1999:40)

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Huaviña (2 de Noviembre) Ese día en cada casa los pobladores fabrican pan
con forma de un ataúd para recordar a sus difuntos. Si el fallecido lleva un año
o menos tiempo, entonces los familiares organizan una comida donde invitan
a todo el pueblo. Los actos concluyen al día siguiente con una procesión al
cementerio, la que es acompañada por una banda musical, comida y fiesta,
pues la idea es llevar alegría al difunto.

Isluga, Colchane. “Al finado se le reza en su casa. Después en el campo santo,


se ubican frente a las tumbas de sus respectivos deudos, es el momento de
los responsos, para tales fines existen tres personas encargadas de realizarlos.
Estos responsos son dichos en latín (tradición hablada), reciben como pago
un plato con alimentos por cada miembro familiar. Terminado el responso,
se bebe el pusitunka y se sirve la kalapurca, y se brinda con la pachamama,
dejando caer un sorbo de vino a la tierra. Toda esta ceremonia se prolonga
hasta las 18:30 hrs.” (Plath, 1996:189-190).

San Juan de la Costa. “Para el día de Todos los Santos y el Día de los Muertos, se
llevan coronas, flores y comida. En torno de las tumbas se reúnen los familiares
a conversar con sus muertos y se sirven las comidas que fueron del gusto de
ellos.” (Plath,1996:191)

Cerro Negro, Quillón. “Misa. Visita al cementerio, la que se hace en carreta. En


el campo santo, entre las tumbas, se come y se bebe.” (Plath, 1996:190)

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Trehuaco. “Misa. Procesión en la mañana al cementerio para colocar flores
en la tumba de los muertos. En la tarde fiesta a la chilena, ramadas, bailes,
carreras de caballo, topeaduras.” (Plath, 1996:190)

Rafael, Tomé. “Visita al cementerio. Comidas típicas. Refrescos: mote con


huesillo.” (Plath, 1996:190).

Belén, Putre. “Este día los Santos se engalanan en la Iglesia. Doblan las campanas,
las dueñas de casa preparan viandas para los difuntos, creen que a eso de
la oración las almas que andan vagando se acercan a sus casas y comen.
Los preparados que más abundan son los bizcochuelos, tortas, bollos, panes
de dulce y galletas. Entre los guisos están los picantes, las cazuelas y la chicha
de maíz. Se prepara la mesa para las visitas y recordando al difunto se come
aquello que más le agradó en vida. La Iglesia está abierta toda la noche y en
ella se levanta un catafalco, en torno de él algunas familias erigen pequeños
túmulos cubiertos de flores y ornados de símbolos y emblemas tumbales. Así
velan a sus muertos. A la medianoche se va en peregrinación al cementerio,
con hachones y linternas. En el camino arden luces y sobre las tumbas se
imparten responsos. Al día siguiente, misas y nuevamente peregrinación al
cementerio. En la tarde se envían obsequios de tortas y panecillos, como
recuerdo de las almas ausentes. Después hay un ágape fraternal en la Plaza.
Cada familia invita con sus guisos. Al terminar ese día se despiden Los Morenos
tocando y danzando la cacharpayita. A eso de la medianoche, el pueblo, en
bulliciosa comparsa, va hasta las afueras y derrama el vino y la chicha que

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ha quedado y sería un sacrilegio destinarlo para otros usos profanos.” (Plath,
1996:192)

Parinacota, Putre. “El 1, al caer la tarde, doblan las campanas y siguen toda
la noche. Los habitantes hacen panes que representan cruces, personas y
animales. Una vez cocidos los colocan en un altar en la casa y rezan ante
ellos. El 2, al medio día, van al cementerio y se comen estos panecillos junto a
la tumba de sus muertos.” (Plath, 1996:193).

Archipiélago de Chiloé. “En los túmulos se colocan cruces rústicas donde se


inscriben los nombres. Se ofrendan coronas de papel de seda de color, las
que reemplazan a las flores naturales. Estas coronas se retiran después del
enterramiento y son guardadas en la capilla y se sacan de aquí el día de
la misa funeral y el Día de Los Muertos, para colocarlas nuevamente sobre
la tumba respectiva. Este día se preparan los contros o contho, un milcao
de papas envuelto en hojas de pangue que se hierven; se dejan enfriar y se
sirven.” (Plath, 1996:194).

Pachayampe, Socoroma (Segunda semana de Noviembre) Manifestación de


los campesinos aymarás de la I región. Se celebra la segunda semana de
noviembre y la primera semana después del día de los difuntos. Se caracteriza
por la siembra comunitaria de la papa, que se realiza en devoción a San Isidro
Labrador. Los beneficios de la cosecha estarán destinados a financiar la fiesta
patronal del pueblo. La comunidad se prepara días antes, confeccionando

27
los “pillos” (coronas de flores que colocan en sus sombreros cuando bailan).
Antes de irse al campo, se realiza un ritual en la casa del alférez o mayordomo.
El trabajo es presidido por la imagen del patrono e incluye una pantomima en
la que se hace burla de un “patrón/ español” que intenta vender un negro
esclavo. Es rechazado y no se le permite integrarse a la fiesta. Dura un día e
incluye además bailes, cantos y comida comunitaria.

28
COLOMBIA

ANGELITOS Y ANGELONES,
DÍA DE DIFUNTOS Y TRADICIÓN ORAL

Fuentes: Afanador, Claudia,


FIESTA POPULAR TRADICIONAL DE COLOMBIA

… subsistía la creencia de que el ánima del difunto


retornaba a la casa a saborear los alimentos que en
vida fueron de su predilección. Este es, pues, el día de la
convivencia de los muertos con sus familiares vivientes ...

29
Municipio de Barranquilla (1 de Noviembre) En la Costa Caribe Colombiana,
como en otras partes del país, los niños se disfrazan de angelitos y van
pidiendo comida en las casas; esto se lleva a cabo en el día, en la noche es la
celebración de los Angelones, en donde las personas adultas rezan oraciones
a las parientes o amigos muertos, lo mismo que cantos; principalmente se
realiza en las casas en donde recientemente haya habido un muerto.

Departamento de Nariño (1 de Noviembre)1 En la víspera del día de difuntos


tenía lugar en las regiones indígenas y campesinas …, uno de los rituales fúnebres
que con más propiedad nos da cuenta de las tradiciones y concepciones
indígenas sobre la muerte; incluso, rememoran aquellas prácticas rituales
prehispánicas, las cuales fueron una expresión de una profunda convicción de
la vida y de la muerte como una unidad indisoluble; pues la muerte significaba
para ellos la prolongación de la vida, en la cual el difunto, se suponía, seguiría
viviendo bajo las mismas o similares características que llevó en su comunidad
y en su familia.

Era costumbre (hasta los años cincuenta aproximadamente), preparar


diferentes viandas la víspera del día de difuntos; tantos platos de alimentos,
cuantos difuntos hayan en la casa y según haya sido de su preferencia en
la vida; naturalmente estos alimentos son característicos: cuyes, gallinas,
morocho, champús, chicha, guaguas de pan, etc.; estos platos deliciosamente
1 Rodríguez R. Héctor, Mitos ritos y simbolismos funerarios. 1ra. Ed. Pasto: IADAP, Nariño, 1992

30
preparados se colocan en una mesa a la espera de la “corrida de ángeles”,
los cuales eran vecinos vestidos de blanco que corrían la población, entrando
a la casa en donde había algún difunto diciendo:

“ángeles somos
del cielo venimos
comer querimos”

Los apetitosos platos preparados en homenaje de sus familiares muertos, eran


consumidos por las personas vestidas de ángeles, después de rezar y elevar
algunas plegarias por las almas de los difuntos.

Pero, quizá, lo más importante de este ritual, es que subsistía la creencia de


que el ánima del difunto retornaba a la casa a saborear los alimentos que
en vida fueron de su predilección. Este es, pues, el día de la convivencia de
los muertos con sus familiares vivientes y el fenómeno de la comilona, muy
característico en sus fiestas comunitarias de diverso orden, se manifiesta
también con sus difuntos. Quizá esto signifique la profunda integración de
los vivos y los muertos mediante el rito de la bebida y la comida, dentro de
una concepción cosmológica de la vida y de la muerte unitaria, por cierto,
sustancialmente diferente de la simbología que impusieron los culturizadores
católicos europeos.

Sobre la “corrida de ángeles” en la víspera de difuntos, el Padre Mejía y Mejía

31
hace la siguiente descripción: “La corrida de ángeles, la que hasta el día de
hoy subsiste como única muestra del pasado y que tiene lugar el día Primero
de Noviembre, víspera de la conmemoración de todos los fieles difuntos, con
estas circunstancias: preparan en las casas, donde alguno murió, una mesa
repleta de todos los comestibles que más agradaron en vida al difunto. Los
vecinos y aún gentes más distanciadas acuden a dicha casa y al presentarse
saludan diciendo: -ángeles somos, del cielo bajamos y pan querimos. Hay por
quién rezar?-. A esta pregunta responden de adentro: Sí, y van enumerando
los nombres de las personas difuntas por quienes deben rezar. Terminado el
rezo, los ÁNGELES son dueños de los comestibles y se marchan en busca de
nueva oportunidad”. (Mejía y Mejía; pag. 18).

La corrida de ángeles expresa una práctica sincrética ritual funeraria; vemos


efectivamente dos tipos de simbología: la cristiana y la indígena; por una
parte se reza por el alma del difunto, pero por otra el ángel simbolizando al
difunto llega hasta sus familiares expresando deseos de comer los alimentos
que fueron en vida de su agrado. Esta como tantas otras prácticas rituales son
el resultado de un largo proceso de mestizaje.

La Muerte Indecisa, tradición oral de Puerto Tejada-Departamento del


Cauca2

Me fui a vivir allí un tiempo, en compañía de mi esposo y de un hijo, y terminamos


2 Adaptación literaria de Germán Jaramillo Duque.

32
trabajando en una finca cercana al pueblo, y de la cual era propietario un
señor don Francisco, de quien se decía que arrastraba una maldición. Se decía
que don Francisco había sido un hombre muy religioso y que había estado en
el seminario, haciendo la carrera del sacerdocio, por cinco años, al cabo de
los cuales se le había concedido permiso para visitar a sus padres y de paso
probar su vocación y amor a la religión, exponiéndose a las tentaciones del
mundo.

Ocurrió que cuando el entonces joven seminarista volvió a casa de sus padres,
la única hermana que tenía, que había dejado siendo una niña, había crecido
mucho y ya empezaban a acentuarse en su cuerpo las formas que despiertan
la lujuria de los hombres. El joven seminarista, perturbado por los encantos físicos
que iba descubriendo en su hermana, a la que empezó a espiar cuando se
cambiaba de ropa, cedió a esos encantos y se olvidó de su voto de castidad
y terminó enamorándose de ésta, y siendo correspondido engendró con ella
un hijo, que quiso ocultar a toda costa.

Cuando el hijo cumplió veintiún años, murió, y él, cinco años después sacó sus
restos y los metió debajo de la cama en la cual dormía.

Bueno, pues resulta que ese señor se enfermó un día y empezó a agravarse,
y nosotros nos sentamos a esperar su muerte. Por esos días se escuchaba que
arrastraban por toda la finca algo así como un cajón y se oía ladrar a los perros
que salían huyendo hacia el cafetal. Así pasaron varios días hasta que por fin

33
sus familiares reportaron la muerte de don Francisco. Yo estaba sentada en
ese momento al pie de una enredadera que llaman tango, en compañía de
unos niñitos de la vecindad, cuando de repente escuché que alguien soltaba
un escupitajo. De inmediato comenzó a correr un viento frío, muy helado y
escuché el ladrido de los perros que huían hacia el cafetal.

Pusieron al muerto en velación, y como a las cuatro horas este se levantó,


alzó la tapa del féretro y se sentó. Todas las velas cayeron al suelo y la gente,
aterrada, salió huyendo. Cuando pasó el susto, nos dijeron que don Francisco
había resucitado. Nos ordenaron arreglar la casa y borrar todo vestigio del
velorio. Nos contaron que cuando se sentó en el ataúd, dizque dijo:

- Sólo les digo, que lo único que le queda a uno en esta vida son las buenas
obras; de resto no vale dinero, no vale nada.

Don Francisco, que a pesar de haber resucitado seguía enfermo pidió que
lo llevaran de vuelta a su finca. Volvieron las dificultades y las incertidumbres.
El señor anochecía gravemente enfermo y amanecía con buen semblante.
Estaba que se moría, y que no se moría, y entretanto se escuchaba el ruido
aquél, por toda la hacienda y el ladrido lastimero de los perros huyendo hacia
el cafetal. Un día le pedí a mi hijo, que entonces tenía sólo cinco años, que
le llevara el desayuno a su padre, que estaba en el cafetal, y al poco tiempo
regresó, pálido como la muerte, corriendo, y me dijo:

34
- ¡Ay, mamá, don Francisco está allá en el cafetal, parado al lado de una
mata de café! ¡Cómo les parece! Asustó a mi hijo a pesar de que era un
niño, pues todos ustedes saben que a los niños no les pasa nada con los
espantos.

Así pasaron otros días, y cada vez sucedía un hecho nuevo y extraño. Unas
veces ocurría que las vacas salían corriendo, como locas y paraban el penco
y bramaban como si estuviesen avisando algo, y otras veces eran lo perros
que, como siempre, ansiosos, salían despavoridos hacia el cafetal, ladrando y
nadie podía controlarlos.

Entonces, una vecina, una señora que sabía cosas del más allá, nos dijo, un
día:

- ¡No, vamos a resolver este problema de una vez! Se acercó al fogón, tomó
un tizón que nos mostró y explicó:

- Si metemos este tizón, al revés, seguro que este asunto va a tener un


desenlace rápido.

Pues dicho y hecho. Ese día, por fin murió don Francisco. Yo ya no era capaz
de vivir en esa finca, pues si ese señor estando vivo asustaba, ¡cómo iba a ser

35
la vida allí, después de su muerte! Durante el velorio me acerqué a mi marido
y le dije:

- Mijo, yo no vivo un día más en esta finca.

Ese mismo día que enterraron a don Francisco empacamos lo poco que
teníamos, y antes de que empezara a caer la noche nos marchamos. Jamás
volví a esa finca, a pesar de que me invitaron muchas veces, porque siempre
he oído decir que donde la muerte ha sido indecisa nunca se acaban los
espantos.

36
ECUADOR

FINADOS, LUGARES, COMUNIDADES,


COSTUMBRES Y LITERATURA ORAL

Fuentes: Pereira, José,


FIESTA POPULAR TRADICIONAL DE ECUADOR
Proyecto Cartografía de la Memoria,
RELACIONES INFORMATIVAS DEL PATRIMONIO CULTURAL

Los muertos se reúnen en la capilla a rezar por las noches


y necesitan alimentos. Su comida son las velas,
necesitan misas … para que estén tranquilos,
“no se aparezcan” y “no asustem”

… se dice que los difuntos están tristes


y no tienen agujas para coser la ropa,
esto es cuando lo que estamos acá no los visitamos,
pero cuando vamos los días sábados, domingos y lunes,
entonces los difuntos están contentos
… en el más allá.

37
Fiesta de los Difuntos o Finados (2 de Noviembre) A nivel nacional la población
concurre a los cementerios, los deudos adornan tumbas de seres queridos con
flores y tarjetas. La comida típica de esta fecha es la colada morada, hecha
a base de frutas y hierbas aromáticas, y las guaguas de pan.

Fiesta de las Almas, Buenaventura, Cotopaxi (1 al 3 de Noviembre) La fiesta se


desarrolla en tres lugares: la casa del Prioste, el trayecto entre la casa del Prioste
y la iglesia, y el atrio de la iglesia. La víspera es el 1 de noviembre. El Prioste
contrata una banda popular. Hay disfrazados de cocorocho y de almasanta
que desfilan por la carretera concitando la atención de los vecinos. Van a la
iglesia, dan la vuelta a la plaza y de ahí se dirigen al cementerio para luego
regresar a ella. En la noche los cocorochos realizan la «matanza del borrego»
con un rito entre gracioso y profano. Al día siguiente los devotos saludan al
Prioste y se reúnen en su casa. A las 10:00 el Prioste recibe la bandera de
manos del «Capitán» en compañía del abanderado y los «negritos» (personajes
populares de la fiesta de la Mama Negra). Luego marchan a la iglesia con
ofrendas que depositan sobre el piso, en una sábana o una estera. Después
de la ceremonia se regresa a la casa del Prioste (En: Carvalho Neto, P., 1973,
Estudios de Folklore, Quito, Ed. Universitaria)

38
El abanderado de las almas, Pujilí, Cotopaxi (10 de Noviembre)3 El P. Victoriano
Naranjo T. destaca que esta fiesta, anteriormente de blancos e indios, en
la actualidad ha quedado como una celebración de mestizos en Pujilí. Se
realiza un lunes, ocho días después del 2 de noviembre, y participan en ella
los priostes y sus vecinos, quienes contribuyen con las jochas y las andas para
los cuadros de las almas que saldrán en procesión el día de la fiesta. Describe
los eventos de la víspera, la preparación de las andas y de la fiesta; el orden
de los personajes en el desfile: músicos, guión, abanderado (prioste) y sus
acompañantes (alférez y negros); la llegada al centro del pueblo y al templo
parroquial el día de la fiesta; la reunión en el templo; la procesión al cementerio
y la misa en este escenario; la procesión alrededor del cementerio, con el
sacerdote y el maestro de capilla; la vuelta al pueblo y el regreso a la casa del
prioste para el festejo. Contiene un breve análisis sobre la importancia de los
personajes y los cambios y decadencia de la fiesta debidos a su identificación
como «una cosa de indios», a la situación económica originada en la falta de
cosechas y a la negativa de los agentes de pastoral a nombrar priostes, con el
ánimo de hacer girar la celebración en torno al día de difuntos.

3 (En: Botero, L. F. (Comp.), 1991, Compadres y priostes, Quito, Colección de Antropología Aplicada Nº 3, Edi-
ciones Abya-Yala.

39
El tiempo del wacha caray, las ofrendas y la reciprocidad en Cotacachi,
Imbabura. 4

Dentro del pueblo indígena, la época de finados conocida como el wacha


caray o la ofrenda de los huérfanos, el dar de los pobres y el compartir entre
humildes. Para los indígenas son los días de ofrendar a las almas, los seres que
se fueron y están en el más allá, vivos.

Esta fecha es utilizada para la comunicación entre vivos y entre los muertos,
anteriormente no era así, no se esperaba el dos de noviembre para visitar a los
seres queridos. Los lunes, domingos y sábados, eran los días señalados los que
se utilizaban para visitar a los muertos.

En la ofrenda nos volvemos a encontrar, suelen decir nuestros taitas, cuando


los hijos salen por largo tiempo a trabajar en las ciudades, refiriéndose a la
ceremonia que se ofrece el dos de noviembre, esto dice un mayor indígena
de unos 78 años, son testimonios que dan nuestros ancianos, que son una
biblioteca que caminan por las comunidades.

Cuando iniciamos el mes de septiembre, los comuneros que están situados en

4 Referencias de Carlos Alta, en el Conversatorio “Tradiciones y valores en la celebración de Finados” realizado


en el IADAP, Quito, 2004.

40
las partes altas del Warmi Rasu, Cotacachi Urcu, alrededor de doce comunas,
entre éstas Topo Grande, San Pedro, Morochos, inician sus preparativos de
moler el trigo y el maíz pensando en que se aproxima una fiesta ritual llamada
“Ofrenda” o “Huacha Caray”, el regalo recíproco entre los huérfanos que han
quedado en la tierra recordando a los seres más queridos.

El culto a los muertos es tan antiguo como la humanidad y los indígenas de este
continente no podían ser extraños a él, no sabemos en qué épocas del año
rendían sus ofrendas a los muertos, pero nos consta que actualmente lo hacen
en la misma fecha que la iglesia católica. Cuando fallece un compañero de
la comunidad, se le asea, se le baña en el río, antes en los ríos, hoy con las
hierbas más aromáticas como es el romero, el matico, para enviarle totalmente
aseado hacia el más allá. Esa es una creencia de nuestros compañeros.

Hablando sobre la cosmovisión indígena, la pachamama, que es la madre


tierra, tiene vida, y anuncia la llegada del año agrícola, por ejemplo, en el mes
de septiembre las primeras lluvias anuncian la fertilidad de la tierra. También es
novedoso el mes de septiembre y octubre, por cuanto hay unos animalitos que
vuelan por la madrugada: son los catzos. El vuelo del catzo viene a ser para
los compañeros indígenas, para las comunidades, como una promesa de la
tierra, viene a anunciar o pronosticar si es que el año agrícola va a ser bueno o
va a ser malo. En este año no hubo mucho olfateo, no se olía mucho a catzo,

41
entonces algunos viejos compañeros dirigentes de las comunidades han dicho
que este año no va a ser tan bueno para la cosecha del maíz ni del trigo.

En la madrugada los catzos vuelan, siempre que haya silencio, que la


madrugada esté un tanto abrigada. Dicen que “hay un jefe catzo que da la
voz, que comanda y da orden para que vuelen”. Este animalito es codiciado
por los indígenas, porque sirve para curar muchas enfermedades como la
tos, el asma o el resfrío. Así se cree. El vuelo de los catzos es comprobado
que convoca a todas las familias, mientras los hombres empiezan a preparar
las herramientas, el yugo, el arado para ir a la labranza de la tierra con los
bueyes.

También los niños y las niñas, los jóvenes salen a los terrenos a coger estos
animalitos.

Otra celebración que tenemos es el pan de finados, para su elaboración


las madres se anticipan con mucha anterioridad, inclusive desde cuando
se siembra el trigo, que es en el mes de enero. En el mes de julio–agosto se
cosecha y empiezan los preparativos para la elaboración del pan de finados.
Ellas comienzan a seleccionar lo que es para la semilla, lo que es para el
consumo dentro de casa y lo que es para la elaboración del pan. Ahí también
las madres preparan las semillas, lo bueno para la comida y para lo que va a ser

42
la siembra. Los niños y niñas también se reúnen, también son parte importante
de la elaboración del pan de finados, ellos ayudan a los padres, las niñas
ayudan a las madres y los niños ayudan a los padres. Los niños, ayudan a traer
leña, hierbas para los animales, y las niñas, viendo a sus mayores elaboran las
muñecas que son un juguete muy preciado; los niños hacen sus caballitos,
tórtolas, borreguitos y eso ayuda para que los niños desarrollen su motricidad
y se preparen para lo que es la vida escolar.

Para esto, el hombre comienza a preparar el horno. En la cosmovisión indígena


tiene que prepararlo con unos montones de chilca, para poder barrer el horno
cuando está encendido, luego de barrerlo el hornero bota la chilca en el patio
y ordena a los niños que vayan a sentarse en la chilca para que se curen los
resfriados.

La minga empieza cuando las niñas y los niños pasan el pan a una mujer para
que el hornero ponga el pan en el horno. Los primeros panes son para el Aya
(Aya no es demonio en Kichwa como decían algunos lingüistas, sino que es el
espíritu, por eso Ayapampa es el cementerio)

Existen los hornos artesanales dentro de Cotacachi y son hechos por quienes
saben, están hechos de cascajo, con latas viejas para que puedan mantener
la temperatura, y deben ser bautizados. Cuando el horno no es bautizado hay

43
un pequeño dueño, que es un hombrecito pequeñito, negro, con un sombrero
bien grande, que al dueño del horno, cuando no lo bautiza, comienza a
molestarle en las noches, comienza a soñar, sino le bautiza al horno con el
nombre de una mujer, comienza a pararse en los pies y hacerle cosquillas
las plantas; cuando está de a buenas, se ríe, canta, llora, es travieso, pero
cuando está de a malas, le puede hasta tascar la oreja. Esa es la creencia de
nuestros viejos en las comunidades.

Así mismo hay un día muy especial, el primero de noviembre: el ‘Vuelo de


los Ángeles’, en este día tres o cuatro personas se visten de ángeles, el uno
va gritando ‘somos ángeles, queremos pan de rosca’, entonces ellos van de
casa en casa en las comunidades, ellos los reciben y les dan los panes. Otros
van con unas campanas anunciando la llegada de los ángeles y otro va con
un canasto recogiendo todos los alimentos. Los niños también van de casa en
casa o visitando a los padrinos para pedir el pan.

La celebración del Wacha Caray es el dos de noviembre, aquí se reúnen


todas las familias, de todas partes. En este momento están preparando ya
los cementerios, están listos. La ofrenda es un rito para ofrecer a los difuntos
los alimentos que le gustaban. Le llevan el mote cara, que es el mote ocioso,
hecho de maíz sin haber puesto ceniza, ese es el que le gusta a los espíritus,
también el maíz tostado y otros alimentos que se preparan. Eso se comparte

44
entre la familia, los amigos, y se ora a favor del ser más querido.

Cuando alguien recientemente se muere, siempre se va llevando parte de


lo que tenía en vida; por ejemplo, se lleva un recipiente que llaman el pilche,
aguja para que pueda coser la ropa, un poco de dinero para que puedan
gastar en lo que necesite; se lleva unas herramientas, unas escobas hechas de
plantas, y así otras cosas. A veces se dice que los difuntos están tristes y no tienen
agujas para coser la ropa, esto es cuando lo que estamos acá en la tierra no los
visitamos, pero cuando vamos los días sábados, domingos y lunes, entonces los
difuntos están contentos, los espíritus están contentos en el más allá.

Tenemos otra aspecto que es la reciprocidad, propia de la comunidad andina


y que viene practicándose en forma permanente, no sólo cuando algún ser
querido es parte de la vida espiritual, sino también, en todos los trabajos de
la cotidianidad.

La reciprocidad la tenemos cuando los niños y las niñas ayudan


responsablemente a las actividades que cumplen los padres y las madres; al
hacerlo están dando de sí lo que pueden, por ejemplo, ayudan a los padres
en el pastoreo de los animales, en la preparación del pan, en la elaboración
de los juguetes de pan para todos los familiares; así, la persona piensa en
compartir lo que tiene desde el momento de hacer.

45
Existen dos clases de reciprocidad, la primera es la espiritual cuando las
intenciones por ayudar al otro, sea que esté en el mundo de los vivos o en el
mundo espiritual. La segunda reciprocidad es física, es por eso que se envía los
implementos que nuestros familiares necesitan en la otra vida, da una porción
de alimentos para que honren con su presencia e invoque el bien del alma de
sus amigos que partieron.

Las formas de vida que atravesamos las personas, haciendo relación recíproca
entre el tiempo y el espacio, nosotros los indígenas entendemos que el ser
humano tiene tres instancias de vida. La primera es una vida cortita, de nueve
meses de gestación, que es vida en un mundo aparte del que estamos.
La segunda, después se pasa a una vida que tenemos nosotros, del sol, de
la noche, del sacrificio, de los llantos, de la alegría, de las dificultades y las
felicidades, esta es una vida corta, entendiéndose que la vida misma en sí
debe ser larga y uno tiene que morir anciano. Cualquier circunstancia que
haga morir temprano o niño, es por una causa que hay que meditar. La vida
debe ser completa y uno tiene que morir de viejo. La tercera vida se inicia una
vez que la persona se muere y es una vida espiritual, no se habla de una vida
eterna, pero se dice que es una vida infinita.

El testimonio de las personas mayores, de los dirigentes, de las mujeres que están
en las comunidades, nos pueden dar muchas enseñanzas para mantener la

46
identidad cultural dentro de los pueblos sin dejarse llevar, manejar o practicar
otras costumbres. En el mundo urbano, visitar a los seres queridos llevando
una tarjeta o flores, es otra forma de rendir culto a los seres más queridos. La
enseñanza de los mayores a los niños genera reciprocidad desde los niños,
a los jóvenes y adultos. La tierra es vida y convoca a unirse entre las familias,
brinda alimento a los vivos y muertos.

Uchu Cuta, colada morada, guagüitas de pan y regalos en la parroquia de


Calderón, Quito, Pichincha.5

En Calderón los indígenas se preparan para ir al cementerio, van llevando una


comida especial, que en vida han sabido comer sus muertitos, que es una
comida llamada Uchu Cuta, se compone de maíz, de papa, de fréjol, carne,
col, y bastante color le ponen. Esa comida en una ollita para el cementerio.
También llevan una ollita de colada morada con las guaguas de pancito.
También estos indígenas, van a coger el chawar mishki para hacer una bebida
que hacen con arroz de cebada y le ponen dulce, eso le cocinan bien y
van llevando. Llegan al cementerio y comienzan a buscar gente para que
comiencen a rezar, no es que piden a las personas que recen por su alma, sino
que para que baje su alma del cielo ese día, para que coman lo que ellos les

5 Referencias de Rosa Cadena, en el Conversatorio “Tradiciones y valores en la celebración de Finados” real-


izado en el IADAP, Quito, 2004.

47
han llevado. Las personas que están rezando, les van pagando con un poco
de esa comida.

Los indígenas cogían en un vasito el chawar mishki y ponían en una tumba,


le trastornaban un vaso, si es que la tierra le absorbía todo quería decir que
estaba con sed, y si quería más le ponían otro vaso, si no absorbía es que no
quería ya más tomar ese chawar mishki.

El mazapán, se hacía para comer con la colada morada. En Calderón hay


una tradición muy bonita, que es el dos de noviembre, ese día en Calderón
es un día especial como navidad, porque los niños están esperando que sus
padrinos les regalen, si es que es una mujercita, le regale la guagua de pan, si
es que es un hombrecito que le regale el caballito, a cambio de eso, ellos les
regalan una gallina, un conejo, un cuy, es un intercambio.

Antiguamente aquí en Quito no había esos carros que recogen ahora la


basura, había en Calderón unos capariches que eran los encargados de salir
a las cuatro de la mañana a barrer las calles en Quito; se ponían un sombrerito
de lana, blanco, un ponchito rojo con rayitas, y salían a barrer con su escobita
de paja, todas las mañanas. Estos indígenas tenían sus patrones aquí en Quito,
y cada finados les llevaban su guagua de pan o su caballito, y ellos también
fueron de la idea de que las personas que elaboraban en Calderón no hagan

48
sólo la guagua y el caballo, sino que hagan un payasito, decían que hagan
una llamita, porque ya no podemos regalar las mismas figuras. Entonces ahí
es cuando las personas de Calderón, hombres y mujeres, comienzan a crear
figuras artísticas como ésta de aquí, ya no es para comer sino para adorno.
Nacen muchas figuras como la chola cuencana, la indiecita saragura, la
otavaleña, la salasaca, y comienzan a hacer todo lo que es de Galápagos,
las tortugas, las iguanas. Después de eso comienzan a hacer unas figuras más
bonitas, de navidad, de nacimientos.

Siempre en nuestro pueblo, en nuestra tradición, en finados, estamos con


la guagua de pan y el caballo, porque en Calderón, anteriormente cada
persona tenía siete ahijados, cuatro hombres, tres mujeres, entonces todo el
pueblo trabajaba las figuritas y cada persona compraba hasta siete figuras
para regalar a los ahijados. Lamentablemente ahora ya está perdiéndose,
se han ido a España los ahijados, unos pocos padrinos viven, otros ya se han
muerto.

Entonces, nuestras cositas, nuestras figuritas, que han representado al Ecuador,


habemos personas que no queremos dejar morir nuestro arte, para mí, estas
figuras son la forma de ganarme la vida, pero también tengo mucho cariño
y mucho amor, porque tengo que sacarle bien bonita, no por el dinero sino
porque la pieza me quede bien.

49
“Navidad Chiquita”, Ambato, Tungurahua (28 de octubre a 3 de Noviembre)
En Ambato, reconocida por su delicioso pan tradicional, se realizan al igual
que en otras ciudades del país las “guaguas de pan”, que sirven para
acompañar a la “colada morada”. Esta ciudad aprovechando estas fiestas,
realiza la denominada “Navidad Chiquita”, consistente en una feria en la que
se encontraban -hasta hace pocos años- objetos artesanales de hojalata,
madera y barro, flores, velas, coronas de papel, mazapán, cuero, chaquira,
muñecos de trapo, cerámicas, chonta y balsa. Los expositores provienen de
varias provincias del país como: Cañar, Cuenca, Imbabura, Esmeraldas y
Guayas, Loja, Cuenca e Ibarra, Otavalo, Guayaquil, Quito; incluso de Perú
y Colombia. Con la modernidad y el deseo de ampliar más la economía, las
artesanías y manufacturas tradicionales han dado paso a objetos de toda
naturaleza.

50
Navidad de Ambato6

Navidad sin tiempo, en su tiempo


Navidad de finados
Navidad de vivos
Navidad de las almitas
Navidad de las almas en cuerpos vivos
Navidad de almas resucitadas
Navidad de almas vivas en dimensiones diferentes
Navidad de barro, hojalata y madera
Navidad de pueblo
Navidad de pobres
Navidad antes de Navidad
Navidad que prepara los corazones
Que prepara a las familias.

Fiesta de finados que anuncia la Navidad


Navidad que el tiempo fue dejando
El barro, la hojalata y la madera,
el aroma del maíz y la banana asada
6 Margarita Miró Ibars. Ambato, Ecuador, 5-11-05.

51
Sólo queda,
el aroma de coladas, de guaguas horneadas
de dulces de higos y manzanas confitadas,
de llapingachos, de tortillas
de cuy y de chanchos horneados.

También quedan unas cuantas pelotitas de caucho


Saltando entre las manos niñas
De niños que sus padres
Les enseñan a jugar.

Navidad de finados y vivos


Navidad sin tiempo de Ambato
Sigue viva en tu tiempo.

Coplas sobre la relación individuo-mundo sagrado, alusivas a la muerte y los


difuntos 7

El día en que yo me muera


me he de enterrar con guitarras;

7 Páez Santiago, Coplas del Carnaval del Chimborazo, Ed. IADAP, Quito, 1986, pp. 126-131.

52
por si acaso se me ofrezca
con taita Dios una farra.

En esta vida, cariucho


en la otra, papas enteras;
en el purgatorio, velas
y en el cielo, las mistelas.

Estando subiendo al cielo


San Pedro me dijo: abajo!
salió Jesucristo y dijo:
deja que suba, carajo!

Hasta el infierno me fui


con mi venta de botones:
y un diablo salió y me dijo
aquí no se usan calzones.

Ya me voy de estos terrenos


dejando a mi amor en calma;
si no muero, volveré
si no, volverá mi alma.

53
Un día le vi a la muerte
encima de un campanario;
y le dije: muerte mía
tócame las siete.

En este mundo cariucho


en la otra papas enteras;
en el purgatorio chicha
en el cielo las mistelas.

Madre que en el cielo estás


calma mi dolor profundo;
recuerda que tienes un hijo
abandonado en el mundo.

De esta vida nada quiero


porque nada permanece;
como son cosas del mundo
anochece y no amanece.

Mira que te miró Dios


mira que te está mirando;

54
mira que te has de morir
mira, mira, no se cuándo.

Por la loma grande


viene taita cura;
cargando a los muertos
a la sepultura

Cantaremos, bailaremos
que la muerte no anda lejos; comenzará por los niños y
acabará con los viejos.

Concepciones, ritos funerarios y literatura oral afroesmeraldeña

Si bien el cristianismo resalta el hecho de la muerte, como pasaje a otra vida, y


en torno a él ha elaborado un ceremonial específico, en la religiosidad popular
afroesmeraldeña la muerte adquiere significados distintos y la ritualidad que
les acompaña es notoriamente más elaborada.

Estrechamente vinculados a la muerte y a la continuidad de la vida en el


más allá, se encuentran los conceptos del cielo, el purgatorio y el infierno.

55
Según M. Naranjo8, el ceremonial de la muerte tiene un claro sentido de
manipulación del más allá, y se piensa que el apego estricto a la reglamentación
ceremonial, particularmente a sus formas, pueden influenciar en el destino de
las almas de los muertos adultos.

En el caso de los velorios de los niños –“velorio de angelito” o “chigualo”,


como se los suele llamar- buena parte del ceremonial consiste en la
interpretación de “arrullos” (piezas musicales típicamente afroamericanas)
y otras expresiones festivas cuyo sentido es celebrar y alegrarse por el buen
tránsito y el mejor destino de las almas. Se cree que las almas de los niños
van al cielo, alcanzan la gloria, y ello constituye un motivo de alegría.

El alma de un niño fallecido tiene como única morada el cielo, por el


contrario no hay ninguna certeza de lo que ocurre con el alma de un
adulto muerto, aunque su más probable destino es el purgatorio donde
pagar sus malas acciones terrenales antes de alcanzar el cielo.

En el caso de los adultos los “alabados” y “novenas” contrastan con


el carácter festivo del chigualo; aquí predomina un aire solemne, triste
y dramático. El propósito es asegurar la partida del alma del difunto y
ayudarlo a encontrar su buen destino.

8 CIDAP, la Cultura Popular en el Ecuador, Tomo IV Esmeraldas, 1986.

56
Durante nueve noches los familiares más cercanos y algunos de los
participantes del velorio, rezan la novena en el mismo lugar donde se realizó
el velorio; en la novena noche se reza con mayor énfasis y dramátismo.
Cuenta, Jacinto Borrero en su relación “Costumbres, ritualismos y creencias
en torno a los muertos en el campo de San Lorenzo” 9, en la provincia de
Esmeraldas, refiere que cuando alguien ha fallecido, la familia del difunto
manifiesta su dolor con expresiones de desesperación: gritos, lamentos, histeria
y llanto por las calles del pueblo.

Hay un derroche de gastos para expresar el mayor pesar de los deudos,


quienes compran telas y papeles para adornar la casa, ropa para vestir el
cadáver y víveres y aguardiente para atender a los acompañantes, que
son más numerosos cuanto más aprecio tenían por el difunto.

El cadáver es sometido a varios ritos: su ropa es nueva y blanca para los


hombres, el vestido largo para las mujeres. Antes, asean meticulosamente
el cuerpo, lo afeitan y peinan a la moda. Tapan todos los orificios del
cuerpo con barro o “damajagua” (tejido vegetal de un árbol del lugar),
para demorar la descomposición del cuerpo.

9 Jacinto Borrero, “Costumbres, ritualismos y creencias en torno a los muertos en el campo de San Lorenzo”,
Apertura, 2, Esmeraldas, Boletín oficial del Vicariato apostólico de Esmeraldas, 1979, pp. 25-49.

57
Cierran los ojos del muerto para que no mire a nadie, pues si lo mira, “a
ese se lo lleva”. Tapan su boca con un paño blanco, para que el muerto
“no se coma” a quien se pone en frente. En sus manos can un rosario; en el
ataúd una botella de agua bendita; y en la cintura del muerto un cordón
con siete nudos. Este servirá como látigo en defensa contra el diablo, y
los nudos representan las siete gradas que difunto debe subir para llegar
a su destino.

Velan el cadáver sobre una tarima cubierta de sábanas blancas ubicada


en dirección específica según la orientación de la puerta casa en relación
con el río más cercano. La dirección varía si el muerto es un adulto, o un
“angelito” (niño). Además usan tres sábanas blancas, una detrás de la
cabeza y las otras cubriendo las paredes costados del cadáver. Colocan
imágenes de Santos, una cruz y coronas de papel blanco, negro y morado,
o de papel periódico si la familia es muy pobre. Debajo de la tarima ponen
una batea con agua para que el vientre del cadáver se hinche.

El velorio comienza a las siete de la noche y dura hasta el amanecer.


Se reúnen en la casa del difunto o en la de un familiar que dé a los
acompañantes. Velan el cadáver con cuatro velas si es adulto colocan
una en cada esquina de la tarima. Para niños usan tres: una a los pies y
dos en la cabecera; o seis: tres a cada costado. Los acompañantes se

58
ubican también ritualmente, de acuerdo al sexo y a la, quía, por grado de
parentesco o relación con el difunto.

Al velorio llevan esteras para dormir y las jovencitas se “encachinan” o


adornan para asistir. Los hombres conversan, beben, fuman, juegan
naipes, cuentan chistes y no falta una radio de transistores. En el velorio
de un niño, si la familia es pudiente, “arrullan” al angelito con “chigualos”.
En esa algarabía con sudores y alcohol, las madres están con sus niños
tiernos porque dejan solos en sus casas, “el muerto se los lleva”. Salen del
velorio al amanecer, y si los infantes enferman es porque “el mal aire le
dio al peladito”. Para ese menester hay curaciones como “el sobido”, “el
baño”, “el golpeteo” con ritos e infusiones de aguas medicinales.

Trasladan al cadáver al cementerio en una procesión, lo trasportan a pie


sobre los hombros de los acompañantes menos ebrios. En el camino se
detienen siete veces (según los nudos del cordón) y rezan un “padrenuesto”,
una “avemaría” y una jaculatoria cada vez. Si el traslado es de un niño, lo
acompañan “bambuqueando al angelito” con rito de bombos, cununos
y maracas.

El entierro se efectúa en una fosa cavada al amanecer y el cadáver debe


quedar mirando al río (si no hay río, hacia el Este). Si es un niño, en dirección

59
contraria. Ponen en la tumba una cruz a los pies del cadáver para que al
levantarse “el día de la Resurrección” no se golpee la cabeza.

Al cementerio no entra la mujer encinta porque “pierde la criatura” ni la


que está en la menstruación “porque jamás quedará embarazada”.

Los agonizantes “recogen los pasos” y después de muertos hacen ruidos y


“se aparecen”. Los muertos se reúnen en la capilla a rezar por las noches
y necesitan alimentos. Su comida son las velas. Necesitan también misas.
Los deudos gastan mucho dinero en ambos agrados para que el muerto
esté tranquilo, “no se aparezca” y “no asuste”.

Para Laura Hidalgo, investigadora de la literatura oral afroesmeraldeña, las


“décimas” que versan sobre la muerte y los difuntos, presentan una estrecha
correlación con las prácticas rituales descritas y –además- traslucen aspectos
de su cosmovisión e identidad cultural.10

La visión y valores que se trasmiten con los versos, corresponden a quienes


están organizados en una sociedad comunitaria.

10 Laura Hidalgo Alzadora, Décimas Esmeraldeñas, Recopilación y Análisis Socioliterario, Ed. Banco Central del
Ecuador, Quito, 1982.

60
Los poemas instruyen, moralizan, critican y divierten, en los mismos aflora
el sistema simbólico y su ideología.

La comunidad es consciente de la opresión social que soporta, y no pierde


oportunidad en los poemas para dejar testimonio de su protesta airada
contra quienes los violentan socialmente. La fina ironía, tanto en el tono
humorístico como en el dramático, le sirve para rechazar las injusticias que
pesan sobre ella.11

Sobre la concepción de la muerte y sobre los ritos y creencias acerca de


los difuntos, se presentan a continuación tres décimas representativas de lo
expuesto:

LA MUERTE

Siendo la muerte pa’ todos,


pa’ mí no hay separación
La muerte no escoge a nadie
sino al que manda el Señor.

11 Ibid., pp.185.

61
En este valle de lágrimas
varios al pobre no miran,
se les hace el mundo poco
que han de ser para semi!las
Pero eso sí que es mentira
aunque no crean en Dios,
esa es su más perdición,
un día tienen su cobro,
una cuenta tan estrecha,
siendo la muerte pa’ todos.

Estando gordo y robusto,


cae uno ahí en su cama,
viene la muerte y le dice:
“Llegó la hora de pagarla.
Ya de mí no te acordabas,
algunos ya ni me mientan,
a Dios le irés a dar cuenta,
hoy te llevo, Pecador,
estés confesado o no,
pa’ mí no hay separación”.
Mata padre, mata obispo,

62
mata al que tiene corona,
mata los santos ministros
y al Papa Santo de Roma.
Ella no escoge persona,
mata viejos y niñitos,
los mata a los pobrecitos
aunque no tengan su entierro,
y llegándose a su hora,
la muerte no anda escogiendo.

Cuando está uno moribundo,


por dar cuenta al Creador,
viene la muerte y le dice:
“Hacé acto de contrición
porque este sueño es veloz.
Cuando de aquí te retires
todo queda en esta vida
para el que no trabajó”.
Viene la muerte y lo mata
a aquel que manda el Señor.

63
SOÑANDO QUE ESTABA MUERTO

Una vez en un letargo,


soñando que estaba muerto,
me subí a los elementos
y anduve un rato paseando.

Yo conversé con la luna


que estaba en su firmamento
y conversé con los vientos
sin dificultad ninguna.
Y me subí a una columna
donde estaba un dios fagaldo
y con él estuve hablando
por espacio de una hora.
Hablé con nuestra Señora
Una vez en un letargo.

Después me fui conociendo


los elementos cerrados,
vide dónde estaba el sol,
el relámpago y el trueno.

64
Vide la estrella del Besmu
y la rosa de los vientos.
Conversé con San Antonio
y la Virgen de Custodia.
Subí al centro de la gloria
soñando que estaba muerto.

Vide el palacio central


de los ángeles del cielo,
vide a mi padre San Pedro
de rodillas en su altar.
Vi la corte celestial
y conocí los conventos
Vide a Cristo, nuestro Señor,
en un palacio de estrella’
y en una noche muy bella
me subí a los elementos.

También subí al paraíso


que estaba mi padre Adán.
Vi la corte celestial
y todos los artificios.

65
Vide muerte, infierno y juicio

y otros que estaban orando
con la divina Custodia.
Subí al centro de la gloria
Y anduve un rato paseando.

ME HE DE MORIR

Pienso que me he de morir


cualquiera de estos momentos,
mis hijos se quedan solos,
me separo para siempre.

Es una deuda que debo


y la tengo que pagar,
porque no encuentro abogado
que a mí me pueda salvar.
La muerte me ha de matar
cuando mande Jesucristo.
No valdrán llantos ni gritos
que me puedan redimir,

66
y como yo lo conozco
pienso que me he de morir.

Yo ya lo tengo pensado
todo lo que debo hacer,
cogerme de Jesucristo
que no me deje perder.
En su reino me he de ver
como un cordero humillado
confesando mis pecados
con grande arrepentimiento.
Esto lo debo de hacer
cualquiera de estos momentos.

Cuando ya me esté muriendo


mis hijos me han de llorar,
al ver que ya me despido
y no debo regresar.
A todos he de llamar
y darles mi bendición.
Mi Dios me dará valor
para hacerlo sus decoro,

67
como la muerte me llama
mis hijos se quedan solos.

Cuando vayan a enterrarme


me acompañarán amigos
me llevan al cementerio
a la tierra del olvido.
Allá me dejan perdido
ninguno me querrá ver,
queda sola mi mujer,
mis hermanos y parientes
y nunca más me verán,
me separo para siempre.

Muerte y resurrección: Mitos y creencias amazónicos

Varios estudios antropológicos han revelado que en casi todo el mundo, la


muerte está fuertemente asociada con la fertilidad y la existencia; que las
percepciones acerca de la muerte incluyen la idea de que ésta también trae
la regeneración de la vida.

68
De acuerdo con Alba Moya12 en la cosmovisión secoya, comunidad indígena
amazónica del Ecuador, los muertos son conducidos a la casa celestial de
Reapó —la amante esposa de Ñañé—, en cuyo techo existe un nido de
colibrí.

Allí se quedan por cuatro días, al quinto día deben atravesar el río de la
muerte o río de aguas calientes, llamado Jaitsiaya, en unas barcas blancas
y rosadas; allí los muertos mueren otra vez, pero al cruzar el río resucitan
para vivir eternamente.

Ñañé es un dios que está representado por la luna.

No es la luna que podemos verla físicamente.

Son pocos los privilegiados que pueden llegar a ver a Ñañé.

Para verlo se necesita ser un virtuoso bebedor de yagé. Para verlo primero
hay que estar muerto, luego resucitar, luego ser llevado por un ñiñihua
—ser celestial— y, cuando al fin se logra verlo, solo lo hace de muy lejos.

Ñañé es un dios transformador, ordenador y, como todas las deidades de los

12 Moya, Alba. Ethnos, Atlas Mitológico de los Pueblos Indígenas del Ecuador. Quito: febrero 1999. 260 p.

69
pueblos indígenas, a veces también actúa como un creador de la vida, no solo
de la etnia sino de todos los pueblos amazónicos: recrea la selva —después de
que la tierra fue destruida por la inundación que provocó su esposa Rutayo— y,
por una sola vez, crea los peces cuando limpia la quebrada donde su suegro
Weke —danta— pescaba lombrices.

Los demás actos de esta deidad son transformadores: convierte a los hombres
en distintas especies de animales; de los hombres subterráneos con cola
saca a la humanidad pero dividida en etnias y en las distintas especies de
monos; convierte a los hongos silvestres en peces; vuelve peces y aves —
golondrinas— a las astillas de madera; transforma a las pirañas en bocachicos
y a los bocachicos en pirañas; convierte a su recipiente de guardar flechas en
colmena de avispas; transforma en bejucos a la saliva de los monos; convierte
en venado a la joven menstruante; a su esposa Reapó, en forma de peinilla, la
ubica en el cielo y la vuelve inmortal. Él mismo se vuelve luna.

La muerte y ritos funerarios de los indígenas Salasca, Tungurahua.13

Los Salasacas creen preverla en sus sueños. Sueña un indígena que pierde

13 Scheller, Ulf. El mundo de los salasacas. Guayaquil: Fundación Antropológica Ecuatoriana. Noviembre de
1972. Fotos: Weiss, Wolf.

70
una muela, significa para ellos que fallecerá el padre o la madre o uno de
los abuelos. Si se trata de un diente solamente, será el hermano o la hermana
quien morirá. Hasta la muerte de un vecino se les aparece en el sueño: cuando
un árbol se cae.

En Salasaca la muerte tiene sus normas rígidas. Muere un indio, es velado por
parientes y amigos al pie de su choza, cubierto el cadáver con su poncho.
Durante el velorio se gastan los bienes del fallecido en comida y bebida. Si
en vida fue un hombre pobre, esto sucede en una sola noche; si ha dejado
fortuna, se aprovecha la ocasión y se vela al difunto durante dos noches y el
día que las une. Durante el tiempo de espera entre una comida y la próxima, es
común entretenerse jugando al “huairo tullo”, una especie de dado de hueso
hexagonal, en cada una de cuyas caras se encuentra un número distinto de
círculos. Al dejar rodar el dado sobre la tierra se trata de hacerlo caer de
manera que la cara con el menor número de “ojos” quede hacia arriba. Por
cada círculo que mire hacia el cielo, entre la risa de los compañeros, se le da
un golpe fuerte sobre la muñeca al jugador. Otro entretenimiento consiste en
tratar de chamuscar el pelo de los demás con hojas de cabuya encendidas
en el fuego.

Los difuntos son anfitriones generosos. Después de la misa matinal el féretro


es trasladado al cementerio. Una vez llegados todos al cementerio, entre

71
discusiones mayores recién se empeñan en hallar el sitio adecuado para
el entierro. Luego todos se sientan alrededor del lugar escogido … Una vez
cavada la fosa, los parientes del difunto depositan en ella, algo de dinero,
una cuchara y una soga para facilitarle el ascenso al cielo. Tan solo ahora
se inicia la despedida definitiva, dando rienda suelta a un amargo llanto. Y
es como si todo el dolor del alma humana se hubiese concentrado en este
instante cuando, bajo el dramático lamento de los más allegados parientes, el
ataúd es bajado a la fosa y cubierto de tierra. Algunos integrantes del cortejo
fúnebre se quedan sentados unos momentos más, otros se retiran. Para ellos el
asunto ha concluido. De ahora en adelante se dedicarán a la vida.

Aparte de las ocasiones de los funerales, es costumbre ir al cementerio


solamente una vez al año –para el día de Difuntos. Ese día se ve a los indígenas
sentados sobre las tumbas de su parientes, niveladas hace mucho tiempo por la
acción del tiempo. Comiendo y bebiendo tan cerca de las cruces blancas del
cementerio; creen durante un día llegar a reunirse con los difuntos. Formando
la familia grande de los Salasacas.

72
PARAGUAY

DÍA DE LOS DIFUNTOS. LA ANIMA ÁRA.

Fuente: Miró, Margarita, Rivarola Manuel,


FIESTA POPULAR TRADICIONAL DE PARAGUAY

… se mantiene la tradición de pasar el día


frente a la tumba llevando alimentos y bebida.
En varias comunidades rurales
aún se escuchan los cantores del ñembo´e purahéi,
que entonan canciones religiosas...
Estos cantores vistan la tumba de los parientes y amigos,
o cantan a solicitud de alguna persona que les pida.

73
En este relato hay cosas que casi pertenecen al pasado y otras que siguen
vivas. Describiremos primero las cosas que se perdieron. El brindar la aloja a los
niños y amigos que visitaban la tumba. Aloja es una bebida dulce realizada
con jugo de alguna fruta, o perejil machacado, se segregaba jugo de limón o
de alguna otra fruta cítrica disponible, como la naranja, el apepú o la naranja
agria, endulzada con miel de caña. Esta bebida se dejó de consumir por la
introducción de las gaseosas.

Entregar una chipa: La chipa es el “pan paraguayo”, preparado de distintas


maneras y con distintos tipos de harina o materias primas como la mandioca, o
yuca y su diversidad de harinas, el maíz y el maní principalmente. Si bien en las
áreas rurales aún se prepara algún tipo de esta chipa para entregar a los niños
y conocidos que visitan la tumba, por el trabajo que lleva su preparación y el
alto costo de la materia prima en los comercios urbanos las personas prefieren
repartir golosinas. Entre los factores que contribuyeron para disminuir el fervor
y las visitas a los cementerios fue la pérdida del feriado nacional del día de
Todos los Santos; la mayoría de las personas utilizaban el feriado para pasar el
día con sus muertos, hoy se aprovecha el fin de semana más próximo al día 2
para concurrir a los cementerios.

A pesar de la disminución de las visitas de las personas a los cementerios, se


mantiene la tradición de pasar el día frente a la tumba llevando alimentos y
bebida, que en los últimos años es el tereré y gaseosas. El tereré es la bebida fría
de la infusión de la yerba mate. Y la comida pueden ser chipas, sándwiches,

74
empanadas o sopa paraguaya. Además se llevan galletitas dulces y caramelos
para invitar a los niños. En varias comunidades rurales aún se escuchan los
cantores del ñembo´e purahéi, (oración cantada) que entonan canciones
religiosas con distintos repertorios, ya sea para difuntos, semana santa, fiesta
patronal, por muerte de los niños, o el día de la cruz. Estos cantores vistan la
tumba de los parientes y amigos, o cantan a solicitud de alguna persona que
les pida. El ñembo´e purahéi es un género musical que nace en la época de
la conquista, es netamente católico y expresa los distintos momentos de las
representaciones cristianas, es un canto a capela, no se utiliza ningún tipo de
instrumento y por la incidencia del guaraní, en la letra de las canciones existen
muchas palabras en este idioma o se guaranizaron palabras castellanas.

Las lloronas o plañideras. Este grupo de cantoras ha disminuido notablemente,


existían en Asunción y en algunas ciudades fundadas en la conquista con
mucho arraigo español, ya que en las áreas rurales, los parientes del difunto,
cuando hacía poco tiempo de su muerte, se dedicaban a realizar grandes
lamentaciones sobre la tumba de su difunto cercano.

75
PERÚ

TODOS LOS SANTOS Y DÍA DE LOS DIFUNTOS


Fuente: García, Juan,
FIESTA POPULAR TRADICIONAL DE PERÚ

… los difuntos pueden transitar por otros lugares


aunque no puedan ser vistos en el territorio de los vivos,
salvo en circunstancias especiales
como la noche anterior al 1° de noviembre
en que salen en procesión.
… Cuando encuentran algún niño parecido a su difunto
le hacen obsequios de panecillos, camotillos,
cocadas y otros dulces
en bolsas pequeñas finamente decoradas

76
Piura y Arena (1 y 2 de Noviembre) Los pobladores en la mañana llevan a sus
niños con sus mejores ropas a la plaza del pueblo, acuden a su encuentro
los familiares que perdieron algún hijo o sobrino en edad infantil. Cuando
encuentran algún niño parecido a su difunto le hacen obsequios de panecillos,
camotillos, cocadas y otros dulces en bolsas pequeñas finamente decoradas,
a las que llaman "angelitos". En la noche los familiares hacen una vigilia en el
cementerio.

Cajamarca, Cajamarca. Luego de la celebración de la liturgia en la iglesia, se


desplazan al cementerio. La lápida del difunto es de piedra labrada. Luego
de encenderse las velas, se procede a limpiar la lápida, posteriormente se
ofrendan platos típicos, beben chicha de jora y rezan.

Día de los Difuntos , Eten, Lambayeque (1 y 2 de Noviembre) 14 El eje de las


creencias actuales con respecto al más allá se puede sintetizar diciendo que
los antepasados y familiares muertos viven en el cementerio. Es este su territorio,
su ciudad dentro de Eten. No es un cerco cerrado; de hecho, los difuntos
pueden transitar por otros lugares aunque no puedan ser vistos en el territorio
de los vivos, salvo en circunstancias especiales como la noche anterior al 1° de
noviembre en que salen en procesión.

En esta fecha, van del cementerio a la iglesia y viceversa; lo hacen

14 Millones, Renata, Luis, Calendario tradicional peruano, Fondo Editorial del Congreso del Perú, Limas,
2003, pp. 123-137.

77
ordenadamente, con el acompañamiento adecuado de música y emblemas;
exactamente como lo hacían en vida y como lo harán sus descendientes.
No es una procesión a la que se pueda asistir. Por el contrario, en Eten, la
población evita salir esa noche y recomienda colocar una cruz y un vaso o
un frasco lleno de agua en una de las esquinas de la casa para que las almas
puedan saciar su sed, luego de recorrido. Al día siguiente se espera encontrar
que las ánimas han bebido parte del contenido. La ubicación del agua no
es casual. En su última entrevista el maestro curandero Eduardo Calderón
Palomino (el Tuno) nos explicó que las almas se sitúan en los ángulos de las
habitaciones. Su presencia invade todos los ámbitos del pueblo de Eten y,
como en muchas otras culturas tradicionales, es peligroso dejarlas sin comida
o bebida, que en este caso mostraría la falta de hospitalidad del hogar que
las olvidase. (Millones Santa Gadea, L.; 129-130; 2003)

El día 2 de noviembre Eten despierta con el sonido de las bandas. Los


etenanos han organizado su culto a los muertos de manera muy heterodoxa,
si consideramos al ritual católico como norma. El concepto clave es que las
ánimas del purgatorio están contenidas en las imágenes de Cristo; de tal forma
que además de su procesión nocturna que les es propia, los difuntos participan
del ceremonial católico a través de los cristos yacentes o crucificados. Al
existir dos procesiones, no se separan los universos de vivos y muertos sino que
se hacen interdependientes y perfectamente complementarios aún en sus
prohibiciones, extendiendo el campo ritual a todas las acciones de los días
dedicados a los difuntos.

78
VENEZUELA

TODOS LOS SANTOS Y DÍA DE LOS FIELES DIFUNTOS

… se ejecuta música maremare,


música específica del akaatompo,
danzas colectivas y cantos rituales,
se establece una especie de diálogo
con los muertos más cercanos
que han venido de visita.

79
Día de todos los muertos, Estado de Anzoátegui (1 a 3 de Noviembre)15 El
pueblo indígena Kari’ña, ubicado en la Mesa de Guanipa, se reencuentra
con sus antepasados y familiares fallecidos. Mediante un ritual denominado
Akaatompo, que va desde el 1° hasta el 3° de noviembre, donde se ejecuta
música maremare, música específica del akaatompo, danzas colectivas y
cantos rituales, se establece una especie de diálogo con los muertos más
cercanos que han venido de visita. Antiguamente empleaban instrumentos
musicales aerófonos de nombre Vereecushi, especies de flautas de Pan, que
han sido desplazados por el cuatro y en algunas comunidades por el arpa,
cuatro y maracas.

Todos Los Santos, a nivel nacional (1 de Noviembre) El día primero de noviembre,


consagrado por la Iglesia Católica al homenaje de todos los santos, se realizan
misas, procesiones y pago de promesas. En comunidades como Dabajuro,
estado Falcón, la ocasión es propicia para que grupos de personas recorran la
ciudad, realicen visitas a algunos hogares y dediquen versos a sus integrantes,
siempre haciendo mención a los santos que tienen igual nombre.

15 Antonio Ortiz, Manuel. Calendario de fiestas tradicionales venezolanas. Caracas: Fundación Bigott. 1996.
ISBN 980-07-3225-X

80
Día de los Fieles Difuntos, a nivel nacional ( 2 de Noviembre) 16 El dos de
noviembre se realizan, en todo el país, misas por los difuntos y visitas a los
cementerios, para depositar ofrendas florales. En algunas comunidades
de la región oriental se acostumbra también preparar maíz sancochado -
maíz de los muertos-, para consumirlo en memoria de los difuntos. En otros
lugares como Jabón, en el estado Lara, se realiza la Procesión de Ánimas.
Es reconocida la devoción que numerosas personas tiene por las ánimas, a
las cuales hacen peticiones y pagan promesas por diversos motivos. Existen
testimonios de antiguos pobladores de la Victoria, estado Aragua, relativos
a una celebración que se efectuaba el Día de Los Muertos, conocida como
La Llora. Estas referencias han servido a intentos de reconstruirla. La música y
danza corresponden a patrones criollos locales. Y la letra de las canciones no
se corresponde con el significado que se atribuye. Totalmente reinterpretada
ha logrado formar parte del repertorio de actos culturales escolares en casi
todo el país.

16 FUNDEF. Nuestra Tradición Popular. Fiestas Tradicionales, calendario festivo. [CD ROM]. CD Interactivo No.
2. ISBN 980-6484-01-0

81
CALENDARIO CONJUNTO DE FIESTAS-NOVIEMBRE

BOLIVIA
Denominación Localización Fecha- Fecha-Fin
Inicio
Fiesta de los Difuntos Área Andina y valles, ciudades y 1-nov 2-nov
comunidades (LA PAZ)
Festival y Feria Nacional Campero, Cochabamba 3-nov 5-nov
del Charango “Aiquile”
Efemérides 10-nov
Efemérides Potosí 15-nov
Efemérides 15-nov
Virgen de los Remedios Tupiza (POTOSI) 15-nov
Virgen de los Remedios Tupiza, Potosí 15-nov

CHILE
Denominación Localización Fecha- Fecha-Fin
Inicio
Todos los Santos Peine, San Pedro de Atacama; 30-oct 3-nov
Ayquina, Calama; Caspana,
Calama; Toconce, Calama;
Ollaguüe y Buenaventura

82
Mesa de Todos los San Pedro de Atacama 31-oct 1-nov
Santos de San Pedro de
Atacama
San Alfonso Matilla, Pica 31-oct
Día de Muertos Huaviña 1-nov
Todos los Santos Isluga, Colchane 1-nov
Todos los Santos San Juan de la Costa 1-nov
Todos los Santos Cerro Negro, Quillón; Trehuaco; 1-nov
Rafael, Tomé.
Día de los Muertos Belén, Putre; Parinacota, Putre 1-nov 2-nov
Pachayampe Socoroma 2-nov
Pichanga en El Ensayo Santiago 2-nov
Día de los Muertos Archipiélago de Chiloé 2-nov
San Carlos Borromeo Chonchi 4-nov
San Martín de Tours Codpa, Camarones; Timalchaca, 11-nov
I región
San Diego de Alcalá Tucapel 13-nov
Virgen del Carmen Pucalán, Puchuncaví 15-nov
Nuestra Señora del Palqui (CHILOE) 20-nov 21-nov
Rosario
Nuestra Señora del San Juan de la Costa 21-nov
Perpetuo Socorro
Virgen de los Remedios Zapahuira, Putre; Timalchaca, 21-nov
Putre

83
Santa Cecilia Toconce, Calama 21-nov 22-nov
San Juan de Cariquima Cariquima, Colchane 24-nov
Fiesta de María Liucura (CHILOE) 30-nov
San Andrés Pachama, Putre; Cancosa, Pica; 30-nov
Paroma, Pica; Pica; Matilla, Pica;
Pachica, Huara; Tarapacá
Virgen de Lourdes Caicai 30-nov
San Andrés Ciruelos, Pichilemu; Cáhuil, 30-nov
Pichilemu

COLOMBIA
Denominación Localización Fecha- Fecha-Fin
Inicio
Día de los Angelitos Municipio de Barranquilla 1-nov
Noche de los Angelones Barranquilla, capital de 1-nov
departamento
Festival del Torbellino Municipio de Tabio 1-nov 4-nov
Bienal Departamental de Municipio de Belén de los 2-nov 6-nov
Arte Andaquies
Concurso Nacional de Cartagena, capital de 2-nov 12-nov
Belleza departamento

84
Cuadrillas de San Martín Municipio de San Martín 8-nov 12-nov
Festival Internacional 8-nov 12-nov
Folklórico y Turístico del
Llano
Festival y Reinado del Papayal, corregimiento de 8-nov 11-nov
Cactus Barrancas
Festival Nacional de Municipio de Fusagasugá, Dpto. 9-nov 11-nov
Intérpretes de la Rumba Cundinamarca
Criolla “Emilio Sierra”
Nuestro Señor de los Municipio de Puerres, Dpto. 10-nov
Milagros Nariño
Festival Nacional de la Municipios de San Martín de 11-nov 12-nov
Tambora Loba, Dpto. Bolívar
Fiesta Patronal de San Municipios de San Martín y 11-nov
Martín Astrea, Dpto. César
Festividades de San Municipio de San Martín de Loba, 11-nov
Martín de Loba Dpto. Bolívar
11 de Noviembre Municipio de Cartagena. Dpto. 11-nov
Bolívar
Paeces por Paeces Municipio de Páez, Dpto. Cauca 23-nov

Festival Musical “El Florencia, capital de 30-nov 1-dic


Colono de Oro” departamento Caquetá

85
ECUADOR
Denominación Localización Fecha- Fecha-Fin
Inicio
Festival Acuático 1-nov
‘Noche Veneciana’
Fiesta de la Virgen de 1-nov
Santa Rita
Día de los Difuntos A nivel nacional 2-nov
Fiesta de las Almas Buenaventura (Cotopaxi 1-nov 3-nov
La Mama Negra Latacunga (COTOPAXI) 3-nov
Fiesta de la Mama Latacunga (COTOPAXI) 3-nov
Negra
Fiesta de San Martín de Limones (ESMERALDAS) 3-nov
Porres
Día de la Cuenca (AZUAY) 3-nov
Independencia
Cantonización de 4-nov
Manta
Feria Agropecuaria y de 5-nov
Cantonización
El Abanderado de las Pujilí (COTOPAXI) 10-nov
Almas
Fiesta de la Virgen de 21-nov
Monserrate

86
Fiesta de la Virgen del 21-nov
Quinche
Fiesta del Señor de los 22-nov
Milagros y Feria de Toros

PARAGUAY

Denominación Localización Fecha- Fecha-Fin


Inicio
Feria del Ao Po´i Yatayty (GUAIRÁ) 31-oct
Aniversario de la Yaguarón (PARAGUARI) 31-oct
fundación
Expo Ecológica Independencia (GUAIRÁ) 1-nov
Aniversario de la Juan L. Mallorquín (ALTO PARANA) 1-nov
fundación
Todos los Santos Todo el país 1-nov
Día de los Difuntos Todo el país 2-nov
Festival Cordillerano de Emboscada (CORDILLERA) 2-nov
la Música Popular
Festival Jety Peka San Juan Bautista (MISIONES) 2-nov

87
Fiesta del Batiburrillo, San Juan Bautista (MISIONES) 2-nov
Chorizo Sanjuanino y el
Siriki
San Carlos Barrameo Humaitá (ÑEEMBUCU) 2-nov
Festival del Takuare´e Guarambaré (CENTRAL) 3-nov
Fiesta nacional de la Coronel Bogado (ITAPIA) 5-nov
Chipa
Aniversario de la Ñacunday (ALTO PARANA) 7-nov
fundación
Aniversario de la La Pastora (CAAGUAZU) 8-nov
Fundación
San Estanislao de Kotska San Estanislao (SAN PEDRO) 13-nov
Aniversario de la San Estanislao (SAN PEDRO) 13-nov
Fundación
Festival de las Hortalizas J. Augusto Saldívar (CENTRAL) 14-nov
San Alberto Magno San Alberto (ALTO PARANA) 15-nov
Aniversario de la Dr. J. Eulogio Estigarribia 15-nov
Fundación (CAAGUAZU)
Festival del Kurugua Curuguaty (CANINDEYÚ) 15-nov
Expo de Acahay Acahay (PARAGUARI) 15-nov
Fiesta de los Jinetes Itauguá (CENTRAL) 16-nov
Itaugueños

88
Aniversario de la Carlos A. López (ITAPUA) 17-nov
fundación
Aniversario de la San Juan Nepomuceno (CAAZAPA) 20-nov
fundación
Festival del Ycua San José de los Arroyos 23-nov
Ka´aguy (CAAGUAZU)
Festival de toreros Paraguarí (PARAGUARI) 24-nov
Aniversario de la Edelira (ITAPUA) 26-nov
Fundación
Festival de Puente Kyha Gral. Francisco Caballero Álvarez 29-nov
(CANINDEYÚ)
Aniversario de la Gral. Francisco Caballero Álvarez 30-nov
fundación (CANINDEYÚ)
Aniversario de la Nanawa (PTE. HAYES) 30-nov
fundación

PERÚ
Denominación Localización Fecha- Fecha-Fin
Inicio
Todos los Santos y día de Piura / La Arena (PIURA) 1-nov 2-nov
los difuntos

89
Día de los Difuntos Cajamarca / Cajamarca 1-nov
(CAJAMARCA)
Semana turística de Mariscal Nieto / Moquegua 1-nov 30-nov
Moquegua (MOQUEGUA)
Semana Turística de Pachitea / Panao (HUANUCO) 1-nov 30-nov
Panao
Semana Turística Pasco / Chaupimarca (PASCO) 1-nov 30-nov
Semana de la orquidea Moyobamba / Moyobamba (SAN 1-nov 4-nov
MARTIN)
Aniversario de la Grau / Chuquibambilla (APURIMAC) 2-nov 4-nov
creación política de
Chuquibambilla
Aniversario de la ciudad Abancay / Abancay (APURIMAC) 3-nov
de Abancay
Aniversario de Sullana Sullana / Sullana (PIURA) 4-nov

Aniversario de Juliaca San Roman / Juliaca (PUNO) 4-nov


Escenificación de la Puno / Puno (PUNO) 5-nov
salida de Manco Capac y
Mama Ocllo
Aniversario de Miguel Sullana / Miguel Checha (PIURA) 9-nov
Checa

90
Aniversario de Camana Camana / Camana (AREQUIPA) 9-nov
La Fiesta de Fiestas Coronel Portillo / Pucallpa 19-nov 23-nov
(UCAYALI)
Peregrinación en honor a Pisco / Humay (ICA) 21-nov
la Beatita de Humay
Fiesta de la Inmaculada Aymaraes / Chalhuanca 24-nov 27-nov
Concepción de (Chuquinga) (APURIMAC)
Chuquinga
Fiesta patronal de Santa Abancay / Curahuasi (APURIMAC) 24-nov 27-nov
Catalina

Feria agropecuaria, Tacna / Sama (TACNA) 27-nov 1-dic


agroindustrial y artesanal

91
CARÁCTER FEMENINO DE LA CELEBRACIÓN
RECIPROCIDAD Y OFRENDAS CON LO MUERTOS
EN LOS ANDES

Patricio Sandoval Simba

La costumbre de enterrar a los muertos motivó en el hombre, aparte de la


práctica de proteger los cadáveres, una connotación de índole espiritual
religioso:

El entierro implicó un rito con el cual se aceptaba la idea y el sentimiento


de otra existencia más allá de la vida terrenal.

En las sociedades agrícolas como las andinas, la observación de los ciclos de

92
la naturaleza resultó fundamental para su creencia de que la vida y la muerte
eran parte de un mismo ciclo.

Al secarse la milpa del maíz se conserva la mazorca: muere el tallo pero


queda la semilla.

Se dice que la filosofía y cosmovisión de los pueblos originarios americanos,


trasciende hasta nuestros días en simbolismos y rituales que expresan un
especial culto a la vida espiritual e interés por encontrar la esencia de la vida
en la muerte misma.

Lo que conocemos por testimonios arqueológicos sobre el culto a los


muertos en los pueblos prehispánicos, corrobora su concepción sobre
una nueva vida en el más allá, en una “región de los dioses, de la vida y
del alimento”.

Actualmente, la celebración de finados o ayaraymi, es parte de sus creencias


trascendentales y una costumbre transmitida de generación a generación en
la que participa la mayoría de la población.

En los otros sectores poblacionales y espacios urbanos, el 2 de noviembre es la


fecha en que se visita el panteón para arreglarlo, limpiarlo de maleza y dejar

93
ofrendas florales. Los visitantes rezan por los muertos y los cementerios se llenan
de colorido y matices contrastantes, se puede observar tumbas humildes con
tan sólo un arreglo floral y otras rodeadas de tarjetas y coronas.

La iglesia Católica indica que esta celebración fue creada por el Papa
Gregorio IV en el siglo IX, para honrar a los mártires cristianos que fueron
sacrificados en tiempos del emperador romano Diocleciano. Después de
Cristo, los apóstoles y la virgen fueron los primeros cristianos a quienes se les
guardó memoria. Durante la Edad Media los reyes cristianos trasladaron a
las catedrales e iglesias, los restos y reliquias de los mártires o santos para
venerarlos, lo que suscitó procesiones y grandes celebraciones que se
entendieron a América.

El 1 de noviembre tiene por finalidad honrar a todos los moradores del


cielo, a los santos canonizados y a los que no lo han sido todavía; para ello
se ofician misas en los templos. El día 2 se visita el cementerio para rendir
homenaje a los muertos y las tumbas son arregladas por sus deudos.

Finados es una de las fechas más importantes de nuestro calendario anual de


celebraciones.

Muchos conmemoran la llegada de los difuntos a visitar a sus familiares;

94
es cuando son bienvenidos y esperados, con devoción y ofrendas para
atraer sus favores, su benevolencia y evitar su ira.

Constituye una ocasión importante para que las relaciones sociales se


reafirmen y se refuerce la unidad, el sentido de identidad y pertenencia familiar
y comunitaria, mediante múltiples eventos individuales y colectivos.

La tradicional preparación de la colada morada y el pan, da ocasión


para la reunión de hermanos, padres e hijos, comadres y vecinas, que se
ponen de acuerdo para amasar y hornear. El intercambio de comida es
una manera de crear relaciones sociales y vínculos.

La presencia de los parientes cercanos, amigos y vecinos, da vida a una


comunidad más amplia caracterizada por la generosidad y disposición
afectiva.

Los encuentros en el cementerio refuerzan los vínculos entre familiares y


conocidos que coinciden en las oraciones y evocación a los difuntos.

El reconocimiento y recuerdo de los “fieles difuntos” constituye una celebración


en la que nuestros pueblos presentan nuevamente una personalidad social
segura, rica en identidad y con un profundo sentido religioso más vivencial

95
que doctrinal, fruto del encuentro del catolicismo español con las religiones
precolombinas, que condensa creencias y comportamientos de distinto origen
y época.

La manera en que este pan se prepara, se hornea, se comparte y se


consume “colectivamente” recuerda otro tipo de pan, cuyos lazos
simbólicos con la muerte y la vida son más fuertes y explícitos, es decir, el
pan consagrado de la eucaristía cristiana.

Durante la misa, Cristo transforma literalmente su carne y su sangre en el


sagrado alimento que dará salvación a quienes lo comen.

Como con la hostia, las guaguas de pan también se preparan de una


masa cruda e incomible, convertida en alimento cocinado y comestible;
ambas se deben “ofrecer’ compartir y consumir colectivamente por todos
los participantes del ritual, porque el poder regenerativo de la comida
tiene un carácter colectivo. 17

17 Ferraro Emilia, Reciprocidad, don y deuda, Formas y relaciones de intercambios en los Andes del Ecuador: la
comunidad de Pesillo, Ed. FLACSO-ABYA YALA, Quito, 2004, pp. 180.

96
Elementos conceptuales

Un tema central de la Antropología Simbólica constituye la relación entre los


símbolos y los rituales sociales.

Se plantea que los símbolos tienen una dimensión ideológica que incluye
valores y principios que orientan la conducta de las personas y colectivos
sociales. Que existen determinados símbolos que al recrearse ritualmente,
tienen una especial función comunicativa de vivencias, normas y la subjetividad
compartida entre los miembros de una comunidad.

Para Clifford Geertz, el rito revela una cosmovisión a través de objetos,


actos, cualidades, relaciones y tramas, según la lógica cultural del grupo,
lo cual refuerza la adscripción identitaria de los individuos y da sentido a la
reproducción de lo tradicional.18 Peter Berger y Thomas Luckmann por su
parte, creen que los ritos son momentos fenoménicamente privilegiados en los
que cargas emocionales específicas y contenidos culturales conscientes, se
comparten socialmente.

En este contexto es posible tentar varios criterios para una mejor comprensión

18 Blithz Lozada Pereira, RITOS ANDINOS Y CONCEPCIÓN DEL MUNDO, en: Revista Estudios Bolivianos, Nº
8, septiembre/2003

97
de la celebración por “los fieles difuntos” de la cosmovisión, imaginario y
“lógica cultural” de nuestras comunidades andinas, y que en buena medida
son compartidas por la población mestiza y católica nacional.

La dualidad femenina y masculina del tiempo

Para el etnohistoriador Tom Zuidema, en los Andes la concepción del tiempo


corría paralela con el ciclo agrícola, según una dualidad que conjugaba
lo femenino (que crea vida) y lo masculino (que “sacia las necesidades
humanas”).

La primera parte de esta división comenzaba en septiembre y octubre con la


siembra, período caracterizado como “tiempo de lluvia”, aproximadamente
hasta marzo, mes en el que las plantas están a punto de lograr su pleno
desarrollo.

Este ciclo de crecimiento y germinación está asociado con lo femenino, siendo


imprescindible favorecerlo con actos rituales.

La segunda división del tiempo comprendía el lapso desde abril hasta agosto,
meses en los que prevalecían ritos de agradecimiento a la pachamama por
la cosecha y otros de “anticipo” para que en el ciclo a iniciarse nuevamente

98
en septiembre, también se obtenga una buena cosecha.

El carácter femenino de la celebración de difuntos

En este contexto varios investigadores nos ofrecen su interpretación sobre los


ritos de difuntos. Blithz Lozada Pereira, dice: 19

Pese a la normatividad de “escuchar” misa, asistir al cementerio y otras


actividades; en la “fiesta de Todos Santos y de los Fieles Difuntos”, recibir
y “despachar” las almas de los muertos nuevos y viejos, mostrar aflicción
y llanto, tiene un sentido ritual vinculado con la agricultura.

Los muertos posibilitan un tránsito fluido de una época seca a otra


húmeda: se los alimenta porque con esto garantizan la llegada de la
lluvia, la feminización de la tierra, su fertilización y su disposición a formar
en su seno, los frutos de la agricultura.

En el caso de los aymara, se habla del Jallapacha o el tiempo en


el que la tierra se abre para recibir la alimentación imprescindible y
la semilla que le permita dar frutos; la tierra es la “mujer” que recibe

19 Ibid

99
ofrendas rituales para engalanar y favorecer su fertilidad, ofertorios de
regreso simbólico del flujo cósmico de energía, devuelto por la acción
humana.

En el Ecuador según Emilia Ferraro20, la celebración de Finados tiene una clara


marca femenina, que puede percibirse en la preparación de las guaguas de
pan, costumbre antigua y muy difundida.

Todo el proceso de “hacer” materialmente el pan está en manos de


las mujeres; sólo la última etapa es de incumbencia de los hombres. La
masa informe e indiferenciada es moldeada y recibe forma “humana”
por las mujeres; pero, así como la masa cruda necesita ser horneada
para convertirse en pan, ya que de lo contrario es incomible, de la
misma manera las muñecas no pueden transformarse en “verdaderas”
bebés que las mujeres llevan en sus hombros si primero no “nacen’ es
decir, no son horneadas. En el proceso de la concepción, los hombres
juegan el rol esencial de “hornear” su semilla en el vientre de la mujer,
donde ésta tomará forma y se transformará.

20 Ferraro Emilia, Reciprocidad, don y deuda, Formas y relaciones de intercambios en los Andes del Ecuador: la
comunidad de Pesillo, Ed. FLACSO-ABYA YALA, Quito, 2004, pp. 177-211.

100
Reitera que el simbolismo alrededor de las guaguas de pan está asociado a la
idea de fertilidad y reproducción de la vida, y el carácter femenino de toda la
celebración de los difuntos.

Reciprocidad y ofrendas con los muertos

Se dice que ofrendar en el Día de Muertos, es compartir con los difuntos el


pan, la sal, las frutas, la comida, el agua y otros:

Es estar cerca de los difuntos cuando nos visitan una vez al año, para
evocar su recuerdo y su vida. La ofrenda y la visita al cementerio, es un
ritual que convoca a la memoria.

En las provincias de la Sierra Norte del país, las familias indígenas suelen visitar
los cementerios llevando flores, coronas de papel, cruces, espermas, alimentos,
huevos cocidos, frutas y demás. Ya en el lugar, permanecen sentados junto a
las tumbas por un largo rato, mientras comen, beben y conversan.

Los ingredientes principales para ofrecer a los muertos son el champús y


el pan amasado en casa. El champús es considerado como la colada
predilecta de los muertos y se constituye en uno de los principales

101
elementos del ritual funerario. Para su preparación requiere harina de
maíz, panela y hojas de plantas medicinales.

La tradicional “colada morada” que se consume en estas fechas tiene


su origen en esta receta.

Otras referencias sobre los elementos que son parte de las ofrendas, hacen
alusión al agua, fuente de la vida que se ofrece a las ánimas para que mitiguen
su sed después de su largo recorrido y para que fortalezcan su regreso; a la sal
como elemento de purificación; las velas para guiar con su luz a las “almitas”;
las flores como símbolo de festividad; el pan amasado en casa con formas de
guaguas, caballos, tórtolas y otras, luego bendecidos para compartirse con
familiares y vecinos, también para gratificar a los rezadores que van de tumba
en tumba, pidiendo por las almas de los seres queridos; y, los alimentos que
eran del agradado del muerto en vida (cuy, papas, tostado y berros). También
se mencionan la utilización de incienso, imágenes religiosas y fotografías de los
difuntos.

Es común ver que los rezadores echan agua bendita con un clavel rojo sobre
la tumba y recen plegarias católicas con invocaciones a los cerros y elementos
de la naturaleza.

102
Cuando el grupo familiar se retira, deja sobre las tumbas las flores, comida y
coronas. A la salida, en el portón del cementerio, los parientes esperan con
manojos de ortiga para “limpiarles el cuerpo y los pies” de la influencia de los
malos espíritus o vicios de los muertos.

Respecto de lo descrito, cabe mencionar que la Etnografía Andina habla


extensamente de las relaciones de intercambio entre los muertos y los vivos, lo
que se hace visible en el Día de Finados, cuando los vivos proveen cuidado,
comida y bebida en las tumbas, mientras que los muertos proveen agua para
los cultivos, tierra y animales. Esta celebración coincide con la temporada
lluviosa, con la preparación de la tierra y el período de siembra.

“… los muertos, si bien son percibidos como peligrosos también son


benévolos ya que tienen que ver con la fertilidad de los cultivos, de
los animales y de la gente. Su cooperación es esencial para que los
cultivos maduren; los rituales en las tumbas y ofrendas son parte del
rico repertorio de la reciprocidad, eje central de la organización de la
sociedad y de la vida andina.” 21

21 Ibid.

103
CELEBRACIÓN DE FINADOS: GUÍA DE APLICACIÓN DIDÁCTICA PARA EL AULA

Conocer al otro contribuye a respetarlo y valorarlo,


en un principio para estrechar lazos de amistad y respeto,
implica aprender del otro.

La interculturalidad es aprender del otro sin dejar el yo cultural y la función


de las instituciones de cultura, es brindar insumos que contribuyan a la
autovaloración individual y colectiva, al fortalecimiento de las identidades y
del patrimonio cultural de los pueblos.

En la actualidad, el imaginario sobre los muertos y el rol que juegan en


la vida de las personas, es distinto se ha modificado o no existe. Antes se
conmemoraba a los fieles difuntos con devoción y ofrendas, para atraer sus

104
favores, benevolencia o evitar su ira. Esta relación de reciprocidad y de dar
continuidad a su presencia en el tiempo, se ha debilitado o no es un referente
para la conducta de las nuevas generaciones.

Finados constituye una ocasión importante para que las relaciones familiares
y comunitarias se refuercen. Muchos de nosotros participaremos en la
preparación y compartimiento de alimentos y bebidas tradicionales, con los
hermanos, padres y allegados, cuya presencia siempre estará caracterizada
por la generosidad y la disposición afectiva.

En esta línea, la publicación ofrece insumos para una práctica educativa


que propicie mayor información, conocimientos, prácticas y actitudes, en
beneficio de una “apropiación social de nuestro patrimonio cultural”.

Para este fin, sugerimos la siguiente guía didáctica para trabajo en el aula y
en el hogar:

 Conversar con personas mayores cercanas sobre cómo se realizaban las


celebraciones por el día de difuntos.
 Entrevistar a personas de otras regiones o nacionalidades para conocer
sobre las semejanzas y diferencias tanto con las celebraciones del presente

105
o de la cultura a que perteneces.
 Consultar la página www.iadap.org para encontrar información sobre la
celebración en distintos países de América Latina.
 Participar de la celebración en el cementerio y escribir una narración,
un poema o una canción, sobre lo visto, vivido y sentido. Puedes hacer
fotografías, grabaciones o dibujos.
 Escribir una carta a los familiares difuntos, expresándole tus sentimientos.
 Recoger cuentos, historias, casos, coplas, poseías y canciones alusivas a la
conmemoración.
 Trabajar -con la masa de pan o de almidón- las formas tradicionales de
ofrenda a los difuntos.
 Buscar en el mapa de América Latina, las ciudades que se citan en el
calendario de las celebraciones.

106
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Marco teórico referencial La Fiesta. Ticio Escobar.



Contenido: Con un sentido holístico se exponen “nuevas” concepciones,
interpretaciones y criterios metodológicos para abordar el tema de las fiestas
populares y tradicionales. Se releva la vocación propiciatoria de la fiesta,
conceptualizándola no sólo como un aval de las identidades y tradiciones culturales,
como algo hermoso que interrumpe el tiempo productivo, abre momentos de
distracción y entretenimiento y se celebra con regocijo y ganas; sino que se la
trata como “la puesta en escena de lo social”, la representación de una realidad
viva cargada de hibrides y transculturalidad, con un potencial transformador
enorme para renovar la cohesión social y apoyar los deseos y desafíos colectivos
por un mejor futuro. Se plantea que las políticas culturales deben precautelar
el espacio público que representa la fiesta y promover la mística, los ritos y el
patrimonio simbólico contenidos en la misma; también, se recomienda estimular
la autogestión comunitaria y establecer reglas claras para la acción empresarial
turística y comercial que, cada vez más, influencia en estas manifestaciones.  

Estado del Arte de las Fiestas Populares Tradicionales de Bolivia. Freddy


Michel Portugal (eliseomichel@yahoo.com)

Contenido: La relación conjunta de las fiestas se presenta con base en cinco


cuadros-matrices: principales festividades nacionales, festividades de las ciudades

107
intermedias y pueblos, eventos festivos impulsados por el Estado y otros, efemérides
cívicas nacionales y departamentales, y calendario ritual y productivo aymara.
Complementariamente, se hace especial descripción de las festividades:
Carnaval de Oruro, Señor del Gran Poder, Virgen de Copacabana, San Bartolomé
Chutillos, Virgen de Urkupiña, Virgen de Cotoca, Carnaval de Santa Cruz y Entrada
Universitaria de la ciudad de  La Paz. Las matrices contienen como parámetro
valorativo y con el que se ensaya una tipología: el sentido de apropiación y
pertenencia de las fiestas, tanto a nivel local, regional, como nacional; también
contemplan elementos del reconocimiento, sistematización, publicaciones y
apoyos institucionales que actualmente tienen las fiestas bolivianas. Sobre este
esquema recomienda prioridades para impulsar las festividades bolivianas hacia
la vigorización cultural e identitaria, sin excluir los proyectos de recreación turística.

Estado del Arte de las Fiestas Populares Tradicionales de Colombia. Claudia


Afanador (cafanad@sindamanoy.udenar.edu.co)

Contenido: Se distingue las fiestas provistas de mayor peso tradicional y carga ritual
(santos patronos, semana santa y carnavales), de las festividades más recientes y
vinculadas a prácticas laicas y seculares (ferias, festivales, reinados, encuentros y
torneos) que están “transitando en la construcción de imaginarios, de sentir popular,
hacia la tradición”. Se expone un inventario anual que cruza tiempos festivos
(calendarios) con los lugares de celebración. Se describen de manera extensa los
Carnavales de Barranquilla, Carnavales Andinos de Negros y Blancos, y la Fiesta de
las Guaguas de Pan en San Pedro de Jongovito del Departamento de Nariño.

108
Estado del Arte de las Fiestas Populares Tradicionales de Cuba. Virtudes Feliú
(jmarin@bnjm.cu)

Contenido: La calendarización observa un esquema clasificatorio de fiestas religiosas


y laicas, con referencias acerca del origen etnocultural de las mismas: hispánico y
africano (yoruba, congo, arará, ganga y carabalí), y de aquellas “sincretizadas".
Entrega información sobre el grado de vigencia de estas fiestas, de la supervivencia
de elementos de la cultura popular y de las celebraciones en vías de extinción o
ya desaparecidas. Se describe el Carnaval de Santiago, el Sincretismo Cubano y
la Santería. Para la investigadora, la temática de la fiesta lejos de agotarse abre
nuevas perspectivas a la cultura en la búsqueda de lo nacional, ya que como
tradición y herencia histórica es uno de los vehículos más adecuados para estudiar
el modo de pensar y hacer, los sentimientos, las formas de vida y los valores básicos
de una comunidad.

Estado del Arte de las Fiestas Populares Tradicionales de Ecuador. José Pereira
(jpereira42@hotmail.com)

Contenido: Imbricado con el calendario religioso anual, se menciona las “fiestas


profanas”, de carácter no religioso (carnaval, eventos cívicos, ferias, fiestas
folklóricas, celebraciones por la cosecha y eventos reinvindicativos de carácter
étnico, en otros), las fiestas que se celebran esencialmente en el ámbito de la
comunidad y las que se realizan más allá de sus límites físicos con motivo de sucesos
de parroquialización, cantonización, provincialización o para conmemorar las
fechas cívicas nacionales. Se analiza el cambio en la orientación de los estudios de

109
la fiesta desde un enfoque folklórico, empírico y descriptivo, hacia su comprensión
como parte de un todo integrado, analizable desde enfoques más holísticos e
integradores; desde una visión etnográfica y antropológica detenida y profunda
sobre los orígenes, desarrollo histórico, sistema socio organizativo, financiamiento
e integración a la vida social, cultural y económica que le sirve de contexto,
constituyéndose en su mejor símbolo y expresión, especialmente, a través de la
fiesta religiosa andina.

Estado del Arte de las Fiestas Populares Tradicionales de Chile. Claudio


Mercado (cmercado@museoprecolombino.cl)

Contenido: Aportes para una teoría de la fiesta: la utopía del derecho a la vida
abundante, la fiesta y vida, criterios de políticas culturales y turismo, panorama
general y conflicto en las fiestas actuales, descripción de las fiestas de norte a
sur, de cómo se viven actualmente las celebraciones populares tradicionales;
clasificación de las fiestas en sagradas y profanas.

Estado del Arte de las Fiestas Populares Tradicionales de Perú. Juan José García
Miranda y Karlos Tacuri Aragón (wayllura@yahoo.es)

Contenido: Marco conceptual de la investigación, antecedentes y caracterización


de las fiestas tradicionales en este país; calendarización de las fiestas y celebraciones
por cada uno de los Departamentos, con un total de 571 registros habiéndose
incorporado otros aspectos de interés como la trascendencia, tipo de fiesta,

110
organizadores y sistema de cargos. Además, se presenta un índice bibliográfico
con las siguientes temáticas: teoría y metodología de las fiestas, religiosidad y
sincretismo, fiestas y celebraciones, fiestas danzas y otros, e impacto comercial de
la fiesta.
Estado del Arte de las Fiestas Populares Tradicionales de Paraguay. Margarita
Miró y Manuel Rivarola (mmiro@latinculture.com / manuelrivarola@gmail.
com)

Contenido: Panorámica y calendarización anual de las festividades nacionales y


la apreciación valorativa de los principales autos colectivos y eventos festivos. Con
base en un esquema de tres categorías: religiosa, civil y promocional, se presentan
630 registros de eventos festivos. La información está “subida” al sitio Web www.
bvp.org.py y desde allí al www.bvp.org.py/etnias, de la Biblioteca Virtual de este
país.

Propuesta para el Reconocimiento y Protección Jurídica de la Fiesta, como


Expresión Cultural Colectiva, por los Derechos de Autor y Derechos Conexos.
Marcelo Jaramillo V.

Contenido: Aproximación al derecho de autor y a otros medios jurídicos mediante


los cuales la fiesta como expresión cultural colectiva, podría ser protegida,
rescatada, promovida y principalmente salvaguardada. Se hace relación al
derecho consuetudinario (derecho indígena o tribal) cuyo fundamento es respetar
las costumbres de los pueblos originarios, la forma como estos pueblos reconocen

111
sus derechos y sancionan a los infractores o contraventores. Complementariamente,
se hace referencia a los derechos o normativa que defienden la salvaguardia del
patrimonio cultural, de los derechos de propiedad intelectual o de la normativa
que regula la preservación de los patrimonios culturales. Se han sistematizado
el conjunto de conceptos desarrollados en el ámbito del derecho de autor y se
han recogido especialmente los principios y criterios desarrollados por la OMPI
y la UNESCO. Se presenta un “Anteproyecto de Ley de protección jurídica a las
expresiones culturales tradicionales colectivas” (caso de Ecuador)

Calendario Conjunto de las Fiestas Populares Tradicionales de los Países CAB.


IPANC (IADAP) (patomateo@latinculture.com)

Contenido: Base de datos con 1901 registros (fecha, localización, denominación y


descripción etnográfica) de las fiestas de Bolivia, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador,
Paraguay, Perú y Venezuela, agrupados por día y mes, a los cuales se puede
acceder a través del sitio www.iadap.org .

112
Instituto Iberoamericano
del Patrimonio Natural
y Cultural

IPANC
CAB

IPANC - IADAP
Calle Diego de Atienza Oe 3-174 y Av. América
www.iadap.org
E-mail: eliadap@andinanet.net 1 info@latinculture.com
go 2 553-684 12 554-908
Quito - Ecuador

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