Trabajos Y Técnicas Previas en Hidrogeología: Pruebas de Permeabilidad

SECCIÓN 3: DETERMINACIÓN DE LA PERMEABILIDAD POR DESCARGA O

EXTRACCIÓN DE UN CAUDAL: ACUÍFEROS LIBRES O CONFINADOS

EXTRACCIÓN POR AIRE COMPRIMIDO

La técnica del aire comprimido encuentra en el estudio de las aguas subterráneas una
aplicación importante. La posibilidad de extracción de agua y la limpieza de sondeos o pozos,
por un sistema cómodo y barato, hacen que cada día se utilice con más frecuencia.

Las ventajas que pueden encontrarse en la utilización de esta técnica, podrían resumirse en
los siguientes puntos:

- facilidad de improvisación de la instalación

- no se presenta ningún tipo de avería aunque el agua contenga arenas o lodos

- se puede utilizar en todo los diámetros e incluso en los inferiores a 100 mm,
aprovechando incluso parte de la entubación existente en el sondeo

- el coste es muy inferior al empleo de cualquier bomba sumergible o vertical

- la existencia cada vez mayor de máquinas de perforar con compresores de aire

El inconveniente principal para emplear este sistema, es el estado inicial y final del nivel
piezométrico. Si no se consigue un mínimo de tanto por ciento de tubería mojada (sumersión)
el sistema no funciona. La potencia del compresor, aun cuando exista sumersión, nos limita a
veces su utilización.

Fundamento del bombeo por aire

Para utilizar aire comprimido como sistema de extracción de agua, se suele introducir dos
tuberías concéntricas que guardan una relación entre sí. Por la interior se introduce aire (tubo
inyector). Por la exterior sale el agua mezclado con aire (tubo eductor).

El fundamento de la ascensión de un volumen de agua, desde el nivel dinámico en el que

se encuentra, es por que la inyección de aire se mezcla con el agua contenida en el taladro,
formando un conjunto agua-burbujas, este conjunto fluido es más liguero que el peso del
agua (en igualdad de volúmenes)(fig.2.54).

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Observando el esquema de la figura, la columna de agua situada a la izquierda desplaza la

mezcla más ligera sobre la derecha, forzando a ascender todo el conjunto, a este hecho se le
suma el efecto de arrastre producido por el aire.

fig. 2.54
Fundamento operativo en el bombeo por aire comprimido

Es obvio indicar que la ascensión de la columna de agua de la derecha viene, en parte,

impuesta por el peso en la columna izquierda, equivalente a la altura que tenga, de forma que
a medida que baja la presión del agua en la izquierda, disminuye la elevación, compensando
el efecto, la potencia del compresor. Es por esto que, para ciertos niveles, no podemos extraer
agua. Es lo que se entiende por sumersión en un equipo de aire comprimido para extracción
de un caudal. El artilugio definitivo puede verse en la fig. 2.55.

Técnica de la extracción de agua con aire comprimido

En la extracción de aguas se suelen disponer las tuberías tal como en la figura 4.13. A
veces, por comodidad se puede utilizar la propia tubería de revestimiento del sondeo cuando
exista, bastaria con instalar el tubo inyector de aire. La forma del cabezal puede ser variable
(figs. 4.13 y 4.14).

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a) fig. 2.55 b)
a)Detalle de un cabezal de aire comprimido; b)Vista general del dispositivo

Para la extracción de agua se necesita una relación eficaz de diámetros de tubería y un

mínimo de porcentaje de sumersión. Sumersión es la relación existente entre la zona mojada y
el total de la tubería instalada (eje cabeza hasta el final) véase la figura 4.13.

fig. 2.56

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S
Sumersión (%) = × 100 ; S = P – D
P
S = sumersión; D = nivel dinámico; P = longitud desde la cabeza al nivel dinámico.
Frecuentemente profundidad del sondeo. La sumersión varía mientras el nivel dinámico no se
estabilice. Para valores inferiores a un 40% de sumersión el artilugio no funciona.

La experiencia nos dice, que la relación en diámetros que debe existir entre la tubería
eductora y la de inyección de aire debe ser:
tubería eductora
=3ó4
tubería aire
Los valores óptimos se obtienen para valores de 3,2 a 3,5, aunque estas relaciones vienen
limitadas por la comercialización de los diámetros de las tuberías.

La casa Johnson facilita la tabla 2.5 orientativa, que relaciona caudales y diámetros de
tuberías
Tabla 2.5

Ejemplo 2.9
Se dispone de un sondeo de una profundidad de 50 m, donde se quiere realizar una prueba
de extracción de agua para conocer las características aproximadas puntuales del acuífero. El
nivel piezométrico inicial (nivel estático) 35 m. Calcular la sumersión

Solución:
50 - 35
Sumersión (inicial) = × 100 = 30 % < 40 %
50

En este sondeo no se puede realizar ninguna prueba, porque la sumersión es menor de

40%. En este supuesto de que estuviera en el límite de sumersión, es seguro que, en cuanto el
nivel piezométrico descendiera algo, el porcentaje de sumersión disminuiría, con lo que
estaríamos en una situación más desfavorable.

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Ejemplo 2.10
En el caso anterior es absolutamente necesario realizar una prueba de descarga por los
siguientes motivos: el diámetro del taladro es de 75 mm y hay que decidir una futura
captación.

Solución:
Como la sumersión era del 30% y sabemos que el artilugio de aire comprimido funciona
correctamente por encima del 40%, lo que hemos de hacer es prolongar el sondeo hasta
alcanzar mayor sumersión. Pensamos en una sumersión como mínimo del 60%. Por tanto:

P - 35
= 0,6 P = 87,5 m
P

el sondeo habrá que prolongarlo hasta los 87,5 m para obtener una sumersión del 60%.

Se observará que le factor caudal no lo hemos tenido en cuenta, según la tabla 2.5 y para
las características del taladro Ø 75 mm el caudal máximo explotable sería de 3,5 a 5 l/s. Los
los caudales expuestos en la tabla 2.5 son orientativos.

En una prueba de descarga, lo importante es extraer un caudal y aforarlo. Si al mismo

tiempo se han determinado los niveles, podremos determinar las posibilidades del punto
considerado.

Representamos a continuación la figura 2.57, mediante su uso podemos determinar la

sumersión mínima, máxima y al 60 % valor óptimo, así como los valores máximos y mínimos
de la relación de volumen aire / volumen de agua, en función del descenso previsto del pozo.

Para mejor comprensión, exponemos un ejemplo:

En un pozo se prevén unos descensos de 80 m para un caudal de bombeo de 40 m3/h.
Calcular la sumersión mínima, máxima y al 60 %.

Obtenemos, respectivamente, los valores S1, S2 y S3 equivalentes a 125, 174 y 200.

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Por lo tanto:

Sumersión mínima: 125 metros

125 - 80
Tanto porciento de sumersión : = 36 %
125

Sumersión máxima: 174 metros

174 - 80
Tanto por ciento de sumersión : = 54 %
174

Sumersión óptima 60 % : 200 metros

200 - 80
Tanto por ciento de sumersión : = 60 %
80

Suele ocurrir que utilizando el ábaco resulta ser la sumersión óptima un valor por encima
del valor máximo. En estos casos el valor obtenido se desestima.

Importante son las relaciones volumen aire/volumen agua. En el ábaco adjunto hemos
obtenido los valores V1 y V2, respectivamente, para sumersión mínima y máxima.

Para un caudal de 40 m3/h:

V1 mín = 40 ×11,5 = 460 m3/h de aire = 127,7 l/m

V2 máx = 40 × 5,4 = 216 m3/h de aire = 60 l/m

La presión necesaria vendrá definida por el segmento S1S2 y S1S3

Potencia mínima: 174 - 125 = 49 m de agua 4,9 kp/cm2

Potencia máxima: 200 - 125 = 75 m de agua 7,5 kp/cm2
No se han tenido en cuenta las pérdidas de carga.
En conclusión, para extraer un caudal de 40 m3/h, con un descenso de 80 m deberemos
tener en el sondeo una profundidad de 200 m (sumersión 60%).

Los caudales necesarios de aire, estarán comprendidos entre 128 l/m y 60 l/m y la potencia
entre 4,9 y 7,5 kg/cm2.

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fig. 2.57

EXTRACCIÓN POR VALVULEO

Consideramos el uso de esta técnica, desde un doble aspecto: económico y técnico.

Desde el punto de vista económico, basta tener en cuenta el precio de un ensayo de

bombeo y el coste de un valvuleo, considerablemente inferior.

Desde el punto de vista técnico, el conocer las características hidrológicas, como el caudal
que podríamos explotar, decidir sobre la continuidad de la perforación, son razones
suficientes para destacar la importancia de practicarlo, en cualquier perforación donde exista
un diámetro suficiente.

La importancia del valvuleo queda suficientemente justificada, si además, tenemos en

cuenta que para realizar un ensayo de bombeo, lo primero que hemos de conocer es el caudal
probable de explotación y el descenso del nivel (depresión), para conocer qué bomba hemos
de elegir y a qué profundidad hemos de colocarla.

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El valvuleo se puede emplear en todo tipo de diámetros, pero los errores se hacen mayores
para los inferiores a 75 mm y añadiremos que actualmente no interesa emplearlo en diámetros
inferiores a 130 mm. Sólo en diámetros superiores a los 200 mm da resultados satisfactorios.
El sistema es recomendable para diámetros que entran dentro de lo que normalmente
entendemos por pozo.

Técnica del valvuleo

La válvula o cuchara de charnela, como algunos autores suelen llamarla, consiste en un

dispositivo cilíndrico (tubo), que en su parte inferior lleva una charnela simple, que se abre en
el momento de la inmersión del cilindro en el taladro (fig.2.58). Al extraerla, la presión que
ejerce el agua contenida en el interior del tubo se encarga de cerrarla. Una vez en superficie
tumbarla ligeramente y golpear su parte inferior para que salga el contenido. Si en vez de una
charnela llevase un dardo, tendríamos el tipo dardo. La válvula de émbolo no se suele emplear
en aforos de caudales(fig. 2.59).

fig. 2.58 fig. 2.59

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Valvulear o practicar un valvuleo no consiste más que en introducir la cuchara un número

de veces en el interior del pozo y en el menor tiempo posible, de forma tal que entre válvula y
válvula, no transcurra demasiado tiempo. Normalmente, para pozos cuyo nivel piezométrico
es de 50 m, el tiempo de introducción, extracción y descarga suele ser del orden de 1min o
minuto y medio (fig. 2.60).

La frecuencia del valvuleo, o el número de veces que hemos de introducir la válvula, va en

función del pozo-acuífero, ya que realmente lo que siempre pretenden estos sistemas de
descarga no es más que producir un descenso en el nivel piezométrico del pozo en función del
caudal extraido. Si el pozo está construido en un buen acuífero, el valvuleo hará descender
muy poco el nivel, en este caso probablemente sería necesario estar valvuleando durante
algunas horas. Por el contrario, si el acuífero es deficiente, el agotamiento, o sea, el descenso
del nivel en el interior, será rápido y probablemente no se podrá valvulear más que unos
minutos. Con esta manera de operar, disponemos de una información cualitativa, respecto al
comportamiento que va a tener la explotación de la perforación.

fig. 2.60
Momento en que se extrae una válvula

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Valoración del valvuleo

La técnica del valvuleo nos aporta a simple vista saber si un punto, tiene o no agua, pero no
nos dice nada sobre qué caudal probable podemos explotar, hasta recurrir a un análisis de
descenso de niveles, tiempos, por el hecho de haber extraído un volumen determinado V de
agua, en un tiempo t y deducir así el valor de la transmisividad.

Los métodos utilizados, algunos ya enumerados anteriormente, son los siguientes:

Método de campo o «in situ»

La experiencia ha sancionado como válida la siguiente expresión, Siempre que el nivel

piezométrico se encuentre estabilizado:
Q
T = × 100
∆

Donde: Q = es el caudal extraído en litros/segundo; ∆ = es la depresión alcanzada en

metros; T = viene expresada, para estas unidades no homogéneas, en m2/día.

Método de Jacob

Se utiliza para obtener un resultado más aproximado del valor de la transmisividad, o

cuando el intervalo de tiempo en la medición de niveles, no llega a un ciclo logarítmico. Hay
que medir la recuperación del nivel en el interior del pozo anotando los tiempos de medida y
representar los valores obtenidos en papel semilogarítmico.

La ecuación ya expuesta anteriormente es:

,
lg t / t
T = 0,183 . Q
s,

Donde: Q = es el caudal extraído en m3/día; t = tiempo de iniciación de la descarga,

tomado en papel semilogarítmico; t´ = tiempo desde la detención de la descarga, tomado en
papel semilogarítmico; s´ = depresión residual del nivel del agua, deducida en papel
semilogarítmico; T = transmisividad en m2/día.

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Si consideramos un ciclo logarítmico lg (t/t´ = 1), obtenemos:

Q
T = 0,183
∆s ,

∆s´ = representa el cambio de depresión residual para un ciclo logarítmico de t/t´.

Ejemplo 2.11
En la figura 2.61, hemos representado en papel semilogarítmico una recuperación de un
valvuleo, el caudal medio fue de 5,75 l/s. Deducir T por Jacob.

Solución:

Como puede observarse en el gráfico, hemos acotado el intervalo 3 y 9 min, para estos
valores obtenemos una s = 3,75 m, la transmisividad valdrá:

0,183 Q 0,183 ⋅ 477

T= ,
⋅ lg t /t , = ⋅ 0,477 = 11,6 m2 / día.
s 3,75

Para deducir el caudal probable de extracción, bastaría con multiplicar la transmisividad

por el espesor de saturación.

Q = 6 m × 76,13 m2/ día = m2 / día = 5,29 l/s

si la zona de saturación es de 6 metros, para el descenso producido

Q = 10 m × 11,6 m2/ día = 116 m3/ día = 1,34 l/s

Es interesante destacar que ∆ es la depresión real del pozo, que la s de Jacob es la

depresión medida en papel semilogarítmico, que Q en Jacob, es el caudal en m3/día y que v es
el promedio o el contenido medio de las válvulas expresado en metros cúbicos.

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fig. 2.61

Método de Bailer

Es el más exacto y al mismo tiempo el más laborioso, consiste en aplicar la fórmula:

1 v n
T= ⋅ ⋅ ∑ (1 t i )
12,57 s' i = 1

Donde: v = volumen de agua extraída en cada valvuleo (promedio) en m3: T =

transmisividad en m2/día; s´= depresión residual en metros; n = número de válvulas; ti =
tiempo desde la válvula i, hasta el instante en que se mide s´.

Proponemos aplicar la fórmula de Bailer ligeramente modificada, ya que

1
= 0,0795 ≈ 0,08.
12,57

v n
T = 0,08 ⋅ ⋅ ∑ ( 1 )
s i =1 t i

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Ejemplo 2.12
Un pozo se valvulea durante 60 min, la cantidad de agua extraída fue de 13,75 m3 ,el
número de válvulas 55. La depresión residual al cabo de 15 min era de 15 cm. Aplicar el
método de Bailer.

Solución:

volumen extraído por valvuleo 13,75

promedio = = = 0,250 m3
numero de válvulas 55

n
Cálculo de ∑ ( 1t )
i =1 i
ti = 60 + 15 = 75 min.

0,250
T = 0,08 ⋅ ⋅ 2093,61 = 76,13 m2 / día
0,55

El pozo llegó a alcanzar un descenso de 4,77 m y en él se estabilizó, deducir T por el

método de campo o in situ:

Q
aplicando T = ⋅ 100
∆
13,75 3,82
Q = = 3,28 l/s T= ⋅ 100 = 80,1 m2 / día
3600 4,77

valor muy próximo al anterior.

Sabiendo que la zona de saturación es de 6 metros, el caudal de extracción para el descenso
producido será:
Q = 6 m × 76,13 m2/ día = m2 / día = 5,29 l/s

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Tabla 2.6

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