Caricaturas
Caricaturas
Caricaturas
La caricatura es un retrato que exagera y distorsiona los aspectos físicos de una persona con un
objetivo humorístico, aunque y en una menor medida, también, el quehacer o actividad que
una persona realiza puede ser el objeto de la caricatura. Por ejemplo, si se trata de un
deportista, muchos caricaturistas, además de resaltar exageradamente los rasgos físicos de
este, suelen agregarle algún elemento o presentarlo en el contexto por el cual se convirtió en
un personaje reconocido.
La técnica de la cual se sirve la caricatura será entonces agrandar aquellos rasgos más salientes
de una persona (labios, ojos, nariz, patillas, cabello) y exagerarlos al máximo para causar
comicidad o la representación de algún defecto moral.
Pero no todo se reduce a personas con importante presencia en la vida política, porque como
bien dijimos deportistas y otros aspectos como situaciones, instituciones políticas, sociales y
religiosas, grupos y clases sociales han sido carne de caricatura también.
En este último caso que mencionamos en el párrafo anterior y en algunos otros que lo
ameritaron, la caricatura, muchas veces, además de su claro fin cómico, estuvo más que nada
alentada por este último, por la necesidad de inducir a un cambio social o político, dado que a
veces el humor, amparado en ese fin cómico, logra decir muchas más verdades, hasta las más
duras incluso, porque tiene las espaldas más anchas que las que puede soportar cualquier
columna política o editorial de un diario.
Caricatura política
La caricatura política nace en Francia. La caricatura política tiene como finalizada
ridiculizar a los personajes de la vida política nacionales o internacionales con el fin
de destacar sus errores. Normalmente las caricaturas reflejan la opinión de los
caricaturistas pero también la realidad histórica por la cual está viviendo un país.
En referencia a los textos en las caricaturas políticas, son de poco uso, aunque en
ocasiones se observa las caricaturas humanas con un cuadro de dialogo por
encima de sus cabezas mostrando un mensaje lleno de sarcasmo.
Caricatura social
La caricatura social tal como refleja su nombre lo indica refleja a una sociedad en
plan de crítica o burla.
Caricatura literaria
Como caricatura literaria se identifica aquellas que se realizan únicamente con
palabras, es un tipo de descripción en la cual se deforman o exageran los rasgos
físicos y el carácter del personaje, tal es el caso de las obras de Cervantes.
La caricatura como género artístico suele ser un retrato, u otra representación humorística
que exagera los rasgos físicos o faciales, la vestimenta, o bien aspectos
comportamentales o los modales característicos de un individuo, con el fin de producir un
efecto grotesco. La caricatura puede ser también el medio de ridiculizar situaciones e
instituciones políticas, sociales o religiosas, y los actos de grupos o clases sociales. En
este caso, suele tener una intención satírica más que humorística, con el fin de alentar el
cambio político o social. La forma más común de las caricaturas políticas y sociales es
la viñeta. Si bien el término caricatura es extensible a las exageraciones por medio de la
descripción verbal, su uso queda generalmente restringido a las representaciones gráficas.
Existen caricaturistas de muy distintas índoles, temas y estilos, ya que la caricatura, con
muy pocas palabras (en algunos casos, sin palabra alguna) permite también hacer
comentarios políticos en clave de humor verdaderos chistes visuales, y por ello casi todos
los diarios del mundo suelen incluir una o más caricaturas en su sección de opinión,
también suelen observarse caricaturas exentas en otros mass media, por ejemplo en
ciertasrevista de cómics, generalmente de índole satírica.
Historia[editar]
Caricatura de Gustave Eiffel.
En España ciertos trabajos de Goya tienen visos de fuerte caricatura. A pesar de que sus
principales iniciadores de la caricatura española no se mostrarían hasta hace más de un
siglo. Sus decanos fueron Tomás Padró Pedret, Francisco Ortego Vereda (1833-81)
y José Luis Pellicer, el segundo fue un excelente cronista humorístico de los tipos de su
época y autor de sátiras políticas en el periódico El Fisgón. Sigue la pléyade de humoristas
de las publicaciones del último momento del reinado de Isabel II y de las etapas sucesivas
(La Gorda, La Flaca, Gil Blas), en los que la intención política, evidente, priva sobre la
entidad artística del dibujo. Ya a comienzos de nuestro siglo, el gran caricaturista
madrileño es Ramón Cilla(1859-1937), de indudable estilo. Después se abre en la prensa
española, diaria o semanal, toda una rica etapa de caricaturistas, ya que es en la primera
mitad delsiglo XX en la que se consolida una especie de escuela española de caricatura
teniendo entre sus exponentes a Luis Bagaría, quien trabajó junto a Opisso yJunceda en la
revista ¡Cu-Cut!.
En tanto género la caricatura política nace en Inglaterra; la sátira impresa evidenció las
luchas entre el Papado y Lutero, e incluso Luis XIV fue víctima de tempranas caricaturas.
Sin embargo, el género de caricatura política sólo se estableció hasta 1770, cuando en
Inglaterra se tomó como un arma de defensa contra quienes manejaban asuntos de
Estado. El pintor William Hogarth entre los siglos XVII y XVIII realizó ilustraciones burlonas
de crítica social, decididamente dedicados a la caricatura estuvieron George
Cruikshank (siglo XVIII/XIX), James Gillray ( siglos XVIII-XIX) y su coetáneo Thomas
Rowlandson, Max Beerbohm(siglo XIX), Henry Mayo Bateman y el célebre John
Tenniel quien, a más de hacerse mundialmente conocido por las ilustraciones dedicadas
a Alicia en el País de las Maravillas fue uno de los más destacados caricaturistas de la
revista "Punch".
Caricatura política[editar]
Este grabado es una caricatura política en forma de una parodia de la crucifixión de Jesús de
Nazaret, firmado Gabriele Castagnola e impreso en la revista republicana y mazziniano genovés
satírica La Strega el Jueves Santo de 1850. La personificación de Italia, identificado por su corona
mural, toma el lugar de Jesús. Los dos ladrones son interpretados por Carlos Alberto (el rey anterior
de Cerdeña, a la izquierda del espectador) y Fernando II de las Dos Sicilias. Garibaldi se encuentra
a los pies de Italia; Mazzini se encuentra junto a él. Longino es retratado como Pío IX a caballo, y el
soldado que ofrece la esponja empapada en vinagre es La Marmora. Francisco José, emperador de
Austria, lleva un martillo y una canasta de uñas. Cavour y Rattazzi juegan a los dados para la ropa
de Italia.
La caricatura política nace propiamente en Francia, tras las ilustraciones alusivas a temas
controvertidos y de personajes comoNapoleón III y Luis Felipe, que ponían en tela de juicio
su credibilidad ante la opinión pública. Estas ilustraciones fueron impulsadas gracias a la
difusión de la litografía que permitió la fundación de periódicos ilustrados en un mayor
número. La caricatura política es desde entonces un sistema de lucha dirigido con
virulencia contra personajes de la vida pública, con el ánimo de ridiculizarlos para resaltar
sus errores. Además aporta una visión no formal a la opinión pública, permitiendo revivir el
pasado gracias a la facultad del hombre de integrar elementos heterogéneos a la visión
histórica.