Taller de Conservación
Taller de Conservación
Taller de Conservación
Y RESTAURACIÓN DE
OBRAS DE ARTE
Al igual que cualquier otro objeto, una obra de arte puede sufrir deterioro con el paso del tiempo,
principalmente por el perjuicio de la luz del sol, la humedad y la mala conservación con productos
inadecuados.
Para ello es necesario realizar algunas medidas y acciones que tengan como objetivo evitar o
minimizar futuros deterioros o pérdidas en el patrimonio cultural.
Sin embargo, si la obra de arte ya comienza a presentar pequeños daños encontrándose en un estado
de fragilidad notable, se le puede aplicar conservación curativa, la cual se le aplica directamente a la
obra con la finalidad de detener el daño presente y reforzar su estructura.
La conservación implica la gestión técnica e investigación del patrimonio cultural que permitan
conservar la con una mínima intervención, empleando métodos y materiales apropiados para reducir
los posibles problemas futuros.
Pero si ya la obra ha perdido una parte de su significado o función a través de una alteración o un
deterioro pasados, es necesario realizarle un proceso de restauración; tratando de respetar el material
original.
El proceso de restauración consiste en detener el deterioro de objetos de valor histórico o artístico para
devolverles su eficiencia y estado original, para lo cual se examina la obra con la finalidad de identificar
la causa de su deterioro.
Técnicas y Proceso de restauración de obras de arte:
Conservación y restauración
Conservación y restauración de obras de arte. Proceso que consiste en detener el deterioro de objetos
de valor histórico o artístico y en restaurarlos para devolverles su estado original. Para ello se examina
la obra con el fin de identificar los materiales que entran en su composición y poder determinar las
causas de su deterioro. La restauración, además de detener éste, puede revocar cualquier cambio
hecho en la obra de arte por alguien ajeno al artista que la terminó.
Definición
La conservación involucra Gestión e investigación del patrimonio cultural empleando "cualquier método
que resulte eficaz para mantener el bien cultural lo más cercano a su estado general Sin embargo la
definición actual de la conservación se ha ampliado y de manera más precisa se ha descrito como la
gestión ética. El conservador aplica algunas pautas éticas. Tales como:
Mínima intervención.
Materiales apropiados y métodos que apunten a ser reversibles para reducir los posibles problemas
futuros.
Para que el conservador aplique sus conocimientos profesionales, deben tener en cuenta las opiniones
de la parte interesada; los valores, el significado del objeto, y las necesidades físicas del soporte o
material que está confeccionado, con el fin de determinar una apropiada estrategia de conservación.
La conservación preventiva consiste en todas aquellas medidas y acciones que tengan como objetivo
evitar o minimizar futuros deterioros o pérdidas en el patrimonio cultural. O sea, limpieza sistemática del
bien cultural teniendo en cuenta el tipo de soporte, la edad, lugar donde se encuentra.
Conservación curativa: son todas aquellas acciones aplicadas de manera directa sobre un bien o un
grupo de bienes culturales que tengan como objetivo detener los procesos dañinos presentes o reforzar
su estructura. Estas acciones sólo se realizan cuando los bienes se encuentran en un estado de
fragilidad notable o se están deteriorando a un ritmo elevado, donde el bien cultural corre el riesgo de
perderse en un tiempo relativamente breve. Estas acciones a veces modifican el aspecto de los bienes.
La restauración hace referencia a todas aquellas acciones aplicadas de manera directa a un bien
individual y estable que tengan como objetivo facilitar su apreciación, comprensión y uso. Estas
acciones solo se realizan cuando el bien ha perdido una parte de su significado o función a través de
una alteración o un deterioro pasados. Se basan en el respeto del material original. En la mayoría de
los casos, estas acciones modifican el aspecto del bien.
Historia
El cuidado del Patrimonio Cultural tiene una larga historia dentro de las tradiciones de fijación y la
reparación de objetos y en las restauraciones de obras de arte individuales. Aunque las actividades de
restauración de objetos se remontan a los inicios de la humanidad, como actividad pública y
profesional, ésta comenzó en el siglo XIX. En el pasado se realizaron intervenciones de restauración
principalmente en objetos de uso ritual, en México se han encontrado vasijas que se rompieron y
después fueron unidas por medio de una costura. Plinio el Viejo ya menciona en su Historia técnicas
para desprender murales, práctica común entre los romanos que de esta forma expoliaron edificios
griegos. Durante la edad media y el renacimiento las labores de restauración eran realizadas por
artesanos, pero con el advenimiento del concepto de artista se comenzó a delegar estas actividades a
artesanos marginados.
Es hasta el siglo XIX que comienzan a surgir personas solo dedicadas a conservar, mantener y en
algunos casos reconstruir objetos del pasado. Los campos de la ciencia y el arte se volvieron cada vez
más interdependientes gracias a científicos como Michael Faraday quien comenzó a estudiar los
efectos nocivos del medio ambiente en las obras de arte. Luis Pasteur también llevó a cabo análisis
científicos sobre la pintura durante este periodo. Sin embargo, quizás el primer intento organizado para
conservar el patrimonio cultural fue la Sociedad para la Protección de Edificios Antiguos en el Reino
Unido. Influenciada por los escritos de John Ruskin esta sociedad fue fundada por William Morris en
1877. Durante el mismo período un movimiento con objetivos similares, también se había desarrollado
en Francia bajo la dirección de Eugène Viollet-le-Duc un arquitecto y teórico francés al que se le puede
considerar el primer restaurador. Viollet-le-Duc realizó un extenso estudio de la arquitectura gótica y se
dispouso a reconstruir y completar las obras inconclusas de la época. Es también uno de los primeros
en poner por escrito sus ideas y métodos; así como también es uno de los primeros en ser criticado
públicamente por Ruskin.
Conservador o restaurador
La aparición de la figura del conservador como encargado de manejar una colección. Así en el mundo
anglosajón se comenzó a dejar el término restaurador para los operarios técnicos que intervenían las
obras atendiendo a los criterios de historiadores, científicos y críticos de arte. Por su parte en Europa
continental el restaurador era responsable directo de los criterios que se tomarían tanto para conservar
como para exponer y estudiar las obras. A la larga esto llevó a una controversia sobre cual era la
función de conservadores y restauradores, y la imposibilidad de llegar a un consenso llevó a la creación
del término conservación-restauración que empezó a usarse en la década de 1980.
Cuando estos cambios se hacen visibles, el deterioro ya está avanzado. Las causas principales de
estas alteraciones poco deseadas se deben a exceso o defecto de humedad, luz, calor o frío, a un
ambiente contaminado, a plagas, a descuidos, al contacto con objetos contaminados y a la
incompatibilidad entre algunos materiales.
La radiación ultravioleta, presente en la luz natural y en la artificial, decolora las acuarelas y los tejidos y
acelera su deterioro fotoquímico; también destiñe el papel. La congelación y el sobrecalentamiento
pueden ocasionar la fractura de piedras, escayola o yeso y vidrio.
Los insectos, los roedores, los hongos y las bacterias pueden destruir las materias orgánicas como los
tejidos, el cuero, el papel y la madera. Los objetos que están en contacto con materiales químicamente
inestables pueden dañarse, como por ejemplo un dibujo sobre un buen papel montado en un marco de
pasta de madera, o los colores de un collage que se oscurecen por la oxidación de una cola de mala
calidad. Muchos materiales se alteran por oxidación o por reacción a los contaminantes del aire. Por
ejemplo, en un ambiente cargado de sulfuro (resultante de quemar combustibles fósiles) las superficies
de piedra caliza, mármol y escayola (donde se pueden pintar frescos) pueden sufrir una reacción
química transformando la calcita en yeso que se dilata y se desconcha o se descascara.
Los restauradores utilizan adhesivos para pegar los objetos rotos y emplean agentes neutros para la
limpieza de mármol, marfil y otros materiales. Los restauradores de objetos de metal distinguen entre la
auténtica pátina del tiempo y los efectos de la corrosión. Tratan problemas como la enfermedad del
bronce, una reacción química que afecta a este metal y que puede llegar a pulverizarlo. También tratan
los objetos de plata y los hilos de plata de los tejidos que hayan perdido el brillo por efectos de la
contaminación.
Los restauradores de textiles analizan las fibras, las tramas y los problemas de deterioro y están
capacitados para consolidar, limpiar, retejer y montar los tejidos frágiles sobre soportes auxiliares,
preparándolos para su almacenaje o exposición.
Los restauradores de escultura pueden identificar los problemas relacionados con la conservación del
mármol, la piedra caliza, el granito y otras piedras duras, así como la cerámica, los metales, los
plásticos, la madera, el papel y los tejidos.
Pintura
Una pintura es una estructura compuesta de los siguientes estratos:
el soporte, es decir muro, tabla, lienzo u otra base;
el fondo o preparación aplicado al soporte para hacerlo más receptivo a la pintura;
el diseño, o capas pictóricas;
la capa protectora o barniz.
Uno o varios de estos estratos pueden requerir cuidados. El lienzo puede estar quebradizo y rasgado;
la preparación puede haberse desprendido del soporte; la pintura puede haberse levantado, craquelado
o cambiado de color; y el barniz puede estar cubierto de suciedad o haberse oxidado tornándose pardo
oscuro.
El tratamiento suele iniciarse con la consolidación, que consiste en reparar o reforzar el soporte,
sujetando la pintura desprendida. La limpieza es una operación delicada que comporta la supresión de
los barnices sucios o descoloridos y de las restauraciones deformantes; se lleva a cabo con disolventes
que se prueban previamente en pequeñas zonas. En las pinturas antiguas suelen encontrarse zonas
dañadas que es necesario reintegrar y después repintar sin tocar la pintura original. El objetivo del
restaurador es conservar la obra, prolongar su vida y restituir su apariencia original.
ACTIVIDADES A DESARROLLAR: