Principio de La Valeta, 2011
Principio de La Valeta, 2011
Principio de La Valeta, 2011
Criterios de evaluación:
• Puntualidad en la entrega.
encuentra.
urbanísticos específicos.
Entrega obligatoria
octubre hasta las 12:00pm (medio día) de ese mismo día, el cual es el día de
presentación.
En los siglos XIX y XX la mayoría de los países dictaron normas de protección del patrimonio
cultural y crearon agencias dedicadas a su conservación. En nuestro país, esa tarea fue iniciada en
1940 con la sanción de la Ley de Patrimonio Histórico y Artístico 12.665, que creó la Comisión
Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos, encargada de proponer las declaratorias
de monumentos y lugares históricos nacionales.
Desde entonces, este sistema de protección se fue robusteciendo con la ratificación de las
convenciones de UNESCO por parte del estado argentino y la sanción de normas nacionales,
provinciales y municipales. La responsabilidad de Estado en la preservación del patrimonio fue
expresamente contemplada en el texto reformado de la Constitución Nacional de 1994 al
establecer, en su art. 41, que “las autoridades proveerán a la preservación del patrimonio natural y
cultural”.
En 2015 la Ley 12.665 fue modificada por la Ley 27.103 que cambió la denominación del
organismo de aplicación por Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y Bienes Históricos y
actualizó sus funciones. Esta Comisión ejerce la superintendencia inmediata sobre los bienes
protegidos, en concurrencia con las respectivas autoridades locales. Está facultada para definir los
alcances de cada declaratoria; establecer las “áreas de amortiguación” en el entorno de los
monumentos, en coordinación con la autoridad local; intervenir con carácter previo y vinculante en
toda transacción, transferencia de dominio, gravamen u otra modificación del estatus jurídico del
bien protegido; supervisar toda intervención material sobre dichos bienes y celebrar convenios con
los propietarios a fin de asegurar de modo cooperativo el cumplimiento de la ley (ver arts. 1 y 3).
Esta norma contempla, además, penas de multa en caso de incumplimiento y establece la
obligación de restituir a su estado original en caso de alteración de fachadas u otras áreas de
máxima tutela del edificio (art. 8).
Los cambios de la vida moderna, las sucesivas crisis económicas y transformaciones del entorno
afectan los hábitats urbanos y las condiciones de vida de sus pobladores. Frente a ello, las
diversas manifestaciones del patrimonio cultural material e inmaterial enriquecen la vida cotidiana y
constituyen una fuente de identidad y cohesión. Por el contrario, su perdida contribuye al
empobrecimiento del legado y la diversidad cultural de los pueblos.
Todas estas cuestiones nos llevan a vincular el patrimonio con el desarrollo sustentable, ya que las
políticas de planificación urbana y ordenamiento territorial deben garantizar el respeto al patrimonio
cultural material e inmaterial. Sin embargo, la preservación de los bienes patrimoniales no debe ser
interpretado como una oposición al cambio. Por el contrario, si este es adecuado, puede ofrecer
oportunidades para mejorar las áreas urbanas históricas y la calidad de vida de sus habitantes.
La complejidad de la salvaguardia y gestión del patrimonio exige llevarlas a cabo desde una
perspectiva multidisciplinaria y colaborativa entre investigadores, el Estado, las empresas privadas
y el público en general. No debe olvidarse que “la conservación del patrimonio concierne en primer
lugar a sus habitantes” (Carta de Washington, art. 3) por lo que la participación y el compromiso
ciudadano deben ser estimulados a través de la consulta directa y el diálogo permanente con la
población y los grupos de interés (Principios de La Valeta para la salvaguardia y gestión de las
poblaciones y áreas urbanas históricas, ICOMOS, 2011).
Volviendo a nuestro recién declarado bien patrimonial, podríamos resumir nuestro cometido en
la Estrategia de las cuatro “C” (basada en las "C" enunciadas en la Declaración de Budapest
sobre el Patrimonio Mundial, 2002): Conservar el bien patrimonial; formar Capacidades para su
gestión; Comunicar los valores del patrimonio y reforzar la participación de la Comunidad.
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Contacto: mendere@soc.unicen.edu.ar
Principios de La Valeta para la salvaguardia y gestión
de las poblaciones y áreas urbanas históricas
ICOMOS CIVVIH
Resumen
El documento habla sobre el actual contexto internacional de reflexión sobre la conservación urbana,
se advierte una creciente toma de conciencia respecto a estas nuevas demandas. Las organizaciones
comprometidas con la conservación y la promoción del patrimonio precisan desarrollar sus
competencias, sus instrumentos, sus pareceres y, en muchos casos, su papel en el proceso de
planificación.