Fases Del Carbon
Fases Del Carbon
Fases Del Carbon
Este ciclo de conoce como: Ciclo del elemento que se representa con símbolo C al conjunto de
transformaciones que ocurren alrededor de los compuestos que tienen al mineral carbono entre
sus componentes.
Se trata de un proceso constante y natural que tiene lugar entre las capas terrestres en las que
hay vida. Es decir:
Atmósfera: Gran capa que protege a los seres vivos de los rayos del Sol
El ciclo del carbono se traduce en una correcta asimilación del mineral. No en vano, cada vez que
una persona o animal inhala aire, al mismo tiempo entra en su organismo dióxido de carbono, una
combinación de oxígeno, carbono y otros materiales orgánicos que le permiten vivir y respirar, lo
que otorga a este proceso el carácter de vital.
Se puede responder esta pregunta por medio de un ejemplo del ciclo que nos ocupa en la
naturaleza, que comienza con el dióxido de carbono en la atmósfera, gas absorbido junto con la
luz del Sol por las plantas en el proceso de fotosíntesis para su crecimiento y alimentación.
Una vez que las plantas mueren, son absorbidas por el suelo el cual, millones de años después,
transforma el carbono en fósiles y en combustibles fósiles, entre los que destacan el petróleo, el
carbón, el gas natural y el gas licuado.
Este material, forma parte de una de las sustancias más abundante en la naturaleza, el grafito (el
grafito podemos encontrarlo, por ejemplo, en las minas de nuestros lápices). Un milímetro de
grafito contiene tres millones de capas de grafeno.
En el mundo actual, donde el uso de las energías renovables cada vez tiene mayor importancia,
el almacenamiento de la energía es el cuello de botella que puede limitar la implantación más
generalizada de estas energías menos contaminantes.
Un ejemplo claro se tiene en el desarrollo del coche eléctrico, donde el tamaño de las baterías y
su peso condiciona mucho la autonomía del vehículo. Así, los fabricantes de vehículos se ven
obligados a emplear baterías sobredimensionadas para así poder compensar la pérdida de
eficiencia que se producen en las baterías durante su tiempo de uso, o para evitar que las
baterías no lleguen a descargarse por completo, dado que podrían dañarse.
Una posible solución al empleo de las baterías convencionales basadas en reacciones químicas,
es el uso de condensadores. Un condensador es un dispositivo eléctrico que puede almacenar
carga eléctrica en sus placas sin necesidad de reacciones químicas.
El grafeno es un superconductor de la electricidad y muy ligero de peso, que ofrece una gran
superficie específica (alrededor de 2675 m2/g), lo que permitiría fabricar capas para
condensadores muchísimo más ligeras y de mayor tamaño, lo que aumentaría la capacidad de
almacenamiento de energía del condensador sin necesidad de aumentar en exceso el peso del
condensador.
- Baterías:
El empleo de baterías que almacene la energía eléctrica para su posterior uso es cada vez más
habitual, pensemos en su uso en los vehículos eléctricos o en aplicaciones de autoconsumo
eléctrico en viviendas, etc.
Por tanto, es de vital importancia el desarrollo de baterías que sean cada vez más eficientes,
que su recarga sea lo más rápida posible, y que tenga una vida útil lo más duradera, es decir,
que soporte el mayor número de ciclos de carga y descarga sin perder eficiencia y capacidad de
almacenamiento.
En este sentido, el grafeno debido a que ofrece una gran superficie específica y una inmejorable
conductividad se presenta como la gran alternativa al grafito para la fabricación de los ánodos
de las baterías de ión litio que se usan actualmente.
El uso del grafeno para fabricar estos nuevos electrodos va a permitir que las nuevas baterías
de grafeno puedan conservar la carga hasta diez veces más y que se puedan realizar su recarga
diez veces más rápido que las que utilizan grafito.
Esto haría que la mayor parte de fotones que chocasen con la célula solar pasarían a través de la
lámina de grafeno sin participar en la generación de corriente eléctrica.
Este inconveniente está siendo solventado adhiriendo sobre la superficie de pequeñas láminas de
material de oro y titanio de tan sólo unos nanómetros de anchura. Con ello se consigue aumentar
la opacidad de la célula de grafeno de manera considerable, de tal forma que se logra absorber
más del 60% de la luz incidente.
En este sentido, se estima que las células solares fotovoltaicas con grafeno podrían alcanzar una
eficiencia de conversión de un 10%, lo que le convertiría en un claro competidor al tradicional
silicio en la fabricación de placas solares fotovoltaicas.
Además, el grafeno ofrece una respuesta termoeléctrica muy sensible a la luz, lo que le da mucha
ventaja para ser empleado como absorbedor de energía solar. En este sentido, el grafeno es
sensible en un amplio intervalo de longitudes de onda, cosa que no ocurre con la mayoría de
materiales empleados para este propósito donde sólo responden a longitudes de onda concretas.
Debido a esta extraordinaria sensibilidad a la luz, el grafeno también puede ser muy bien
empelado como material para la fabricación de foto detectores o en sistemas de visión nocturna,
dado que el grafeno es un material que puede reaccionar ante un intervalo de energía bastante
amplio, desde la luz visible hasta los infrarrojos.
Con todo ello, la incorporación del grafeno como material para la fabricación de transistores
está permitiendo conseguir dispositivos con una velocidad de conmutación muy elevada.
Algunos prototipos ya han alcanzado los 100 GHz, es decir, más del doble de rápido que un
transistor de silicio de dimensiones comparables, aunque se cree que podrían alcanzar
velocidades de 1.000 GHz, lo que está permitiendo aumentar la rapidez de conmutación de
ordenadores y demás dispositivos electrónicos.
Fabricación de pantallas táctiles flexibles
Otras de las aplicaciones del grafeno, gracias a sus excelentes propiedades de conductividad
eléctrica, flexibilidad y transparencia, es su uso en la fabricación de pantallas táctiles flexibles
para dispositivos electrónicos, resultando pantallas de una vida útil casi ilimitada y a un costo
de fabricación muy competitivo.
Desarrollando esta idea, ya se están fabricando dispositivos electrónicos flexibles, y que son
ultrasensibles a la luz, lo que está permitiendo la fabricación de teléfonos móviles y
ordenadores totalmente flexibles que se pueden enrollar como si fuera una hoja de papel.
Además, estos tipos de dispositivos, gracias a la alta sensibilidad a la luz de las láminas de
grafeno, pueden desempeñar labores y funcionar como dispositivos de fotodetección, como
pueden ser las cámaras de visión nocturna, o incluso también como detectores de moléculas
que están basados en el análisis espectroscópico de la luz que reflejan, y que pueden tener
aplicación para el diagnóstico médico o la industria farmacéutica.
Fabricación de nuevos materiales compuestos
Otra de las más importantes aplicaciones del grafeno es su uso como componente para la
fabricación de nuevos materiales compuestos.
Entre los materiales compuestos de mayor interés donde integrar el grafeno destacan los
materiales compuestos de matriz polimérica. Empleando el grafeno para formar parte de estos
materiales, da como resultado nuevos compuestos que presentan una mayor rigidez y
resistencia que los tradicionales compuestos de nanotubos de carbono con un peso similar.
El grafeno que se emplea en estos compuestos sirve para unir mejor a los polímeros, lo que
permite un acoplamiento más eficaz en la estructura del material. Como resultado, se pueden
obtener nuevos materiales compuestos con una altísima relación resistencia mecánica / peso, lo
que resulta especialmente útil en la fabricación de componentes en la industria automovilística
o en la aeronáutica.
El grafeno se puede extraer del grafito por simple exfoliación, pero también puede conseguirse a
partir de diversas fuentes basadas en el carbono. La producción del grafeno depende del método
utilizado para sintetizarlo. Cuanto más puro se desee obtener el grafeno, es decir, de mayor
calidad, el proceso será más complicado, la cantidad obtenida más pequeña y el coste más alto.
Por eso la producción de grafeno siempre ha estado restringida a nivel de laboratorio. Las
diferentes técnicas tradicionales de fabricación por orden ascendente de escalabilidad son:
Otra nueva técnica de fabricación pasa por la oxidación del grafito obteniéndose un polvo llamado
óxido de grafito. Posteriormente se suspende en agua y se coloca en un equipo de ultrasonidos
con lo que se inicia el proceso de exfoliación. Los ultrasonidos separan las láminas oxidadas de
grafito y permiten obtener escamas de grafeno a nivel nanométrico.
El descubrimiento del grafeno será tan importante para la humanidad como el descubrimiento del
bronce o el hierro.
Uno de los principales obstáculos es la dificultad que existe para producirlo. Con las técnicas
actuales, es posible producir muy poca cantidad de grafeno a partir del grafito.
Pero, desde el año 2017, investigadores de la Universidad de Illinois descubrieron una nueva
forma de producir grafeno a bajo coste: se usa agua carbonatada y un electrolito para
descomponer químicamente al grafito y así separar el sustrato del grafeno.
Esta nueva técnica de extracción ha permitido que el novedoso material esté disponible en
volúmenes mayores, lo que permitirá que los estudios que se realizan para sus posibles usos
futuros no sea tan costoso. Gracias a ello, seguramente habrá pronto nuevas novedades sobre el
grafeno, el material que puede cambiar nuestras vidas.