Test de Personalidad
Test de Personalidad
Test de Personalidad
INTEGRANTES
Julca, Daniela
Ramírez Custodio, Giovanna
Tunque, Olinda
Introducción
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Origen
Etimológicamente, la palabra “test” proviene del latín, de testis, que significa testigo.
Dentro de la psicología hay diferentes autores que han intentado una definición de
este término:
Los test son un instrumento más del que disponemos en psicología para medir una
serie de rasgos en la conducta de uno o de varios individuos, con el objetivo de
obtener una serie de medidas libres de sesgo. Para encontrar el origen y el desarrollo
de los test, podríamos remontarnos hasta el año 1000 a. C. en China, donde se
utilizaron para evaluar el grado de competencia de los oficiales de un emperador.
Desde entonces, y a lo largo de la historia mundial, hay evidencias de que fueron
utilizados de una u otra forma; posteriormente, por el siglo XVIII, se comenzó a utilizar
fórmulas matemáticas relacionando el mundo físico y el psicológico. Los test de
personalidad se basan en el análisis de muestras del comportamiento y en
condiciones estandarizadas, con el fin de generalizar y prever el comportamiento en
determinado ambiente laboral. Estos test tratan de analizar las diferentes
características definidas por el carácter y por el temperamento que muestra la persona
o candidato. Son herramientas que investigan determinados rasgos o aspectos de la
personalidad de un individuo, como son: equilibrio emocional, frustraciones, ansiedad,
intereses, agresividad, etc.
La Psicología de los test, desarrolló las premisas de los procedimientos teóricos para
el registro de las cualidades psíquicas, las cuales, en parte, han mantenido hasta hoy
su validez. Se reconoce al conocido psicólogo Cattell McKeen (1890) como fundador
del test diagnóstico, pues con su libro Mental test and measurements es el que de
modo más duradero ha influido en el desarrollo de los métodos.
Cattell, quien introdujo también el concepto de test, quiso registrar toda la personalidad
mediante una serie de 10 experimentos sencillos fuerza de las manos derecha e
izquierda por medio del dinamómetro, rapidez de reacción a los estímulos tonales,
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rapidez asociativa en la denominación de 10 colores, etcétera. Estos (experimentos) y
las numerosas investigaciones de sus escolares vinculados a ellos se mostraron poco
fructíferos pues se basaron en una concepción muy primitiva sobre la psiquis humana.
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clínica durante las terapias individuales y grupales, y en psicología educativa para
clarificar la orientación profesional de los estudiantes.
A diferencia de lo que ocurre con otros tipos de test, como los de inteligencia, en los
de personalidad no hay respuestas correctas o incorrectas; sencillamente se debe
contestar con la mayor sinceridad posible para obtener el resultado más preciso y
acorde a la realidad.
Hemos visto en el apartado anterior una breve reseña histórica de cómo han surgido y
han ido evolucionando los tests concretos, pero a la construcción y análisis de los tests
subyacen teorías que guían su construcción y que condicionan y tiñen los tests según
los avances teóricos y estadísticos de cada momento.
A la vista de ello uno puede preguntarse con toda razón: ¿por qué hacen falta teorías
de los tests? O si se quiere de un modo más pragmático, ¿Por qué y para qué tienen
los psicólogos en su carrera la asignatura de Psicometría dedicada fundamentalmente
a exponer estas teorías? La razón es bien sencilla, los tests son instrumentos de
medida sofisticados mediante los cuales los psicólogos llevan a cabo inferencias y
toman decisiones sobre aspectos importantes de las personas. Por tanto, hay que
asegurarse de que esas inferencias son adecuadas y pertinentes, de lo contrario se
puede perjudicar notablemente a las personas que acuden a los psicólogos por la
razón que sea. Las teorías estadísticas de los tests van a permitir la estimación de las
propiedades psicométricas de los tests para de ese modo garantizar que las
decisiones tomadas a partir de ellos son las adecuadas. Sin esas teorías no
podríamos estimar la fiabilidad y la validez de los tests, lo cual es imprescindible para
poder usar los tests de forma rigurosa y científica. Por supuesto, aparte de estas
teorías estadísticas sobre los tests, la construcción de una prueba debe de guiarse por
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un modelo o teoría psicológica sustantiva que dirige su construcción. En el trabajo de
Muñiz y Fonseca-Pedrero (2008) pueden consultarse los pasos fundamentales para
llevar a cabo la construcción de un test. Para un análisis más detallado del proceso de
construcción de un test pueden verse por ejemplo los trabajos de Carretero y Pérez
(2005), Downing y Haladyna (2006), Morales, Urosa y Blanco (2003), Muñiz (2000),
Schmeiser y Welch (2006), o Wilson (2005).
Las teorías que han ido surgiendo acerca de la personalidad son tan numerosas que
es necesario agruparlas en modelos teóricos. De esta forma, y dado que no se
concibe una única teoría general de la personalidad como válida, es posible resumir
las ideas de los investigadores en los modelos descritos a continuación. Los tres
explican la personalidad en términos de ‘conducta’ o ‘comportamiento’, y el principio de
clasificación los divide en función de aquello que cada conjunto de autores considera
como determinante o causante de la personalidad.
1. Modelo internalista
Además, dentro de este modelo podemos encontrar dos grandes conjuntos teorías: el
biologicista y el de corte psicológico. Los defensores del primer grupo afirman que las
variables individuales son genéticas, mientras que los afines al segundo piensan que
son cuestiones que tienen que ver con la psique humana.
2. Modelo situacionista
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Por lo tanto, estos autores consideran que la personalidad es dinámica, y explican que
los límites que pueden frenar dicho dinamismo los pone exclusivamente la biología de
cada persona.
3. Modelo interaccionista
Este modelo pretende integrar el pensamiento de los dos anteriores y argumenta que
la personalidad depende de las variables situacionales, pero también de las
características individuales y, sobre todo, de la interacción entre ambas. Habrá
conductas más subordinadas a la situación o al ambiente, y otras a las variables
individuales, pero ambas determinan nuestro comportamiento. Además, los
interaccionistas declaran que:
Los tests, como instrumentos de selección, han pasado por diferentes etapas. Desde
una etapa en la que eran casi la única forma de selección, considerándose como la
pana- cea para el conocimiento profundo de las capacidades y rasgos de personalidad
de los candidatos, hasta, posteriormente, caer en el más absoluto de los descréditos,
por una supuesta falta de validez en la predicción de los rasgos que pretendían. Como
suele ocurrir en todos los procesos oscilatorios, se llega a un punto de equilibrio donde
ya se es más racional y objetivo. Los tests de personalidad son un registro más que
nos permite completar los análisis de los candidatos, para poder predecir su
adecuación a las exigencias requeridas por el puesto de trabajo. La selección cada
vez se adapta más a los modelos de decisión múltiple, donde cada una de las
puntuaciones que se van obteniendo se interrelacionan entre sí para obtener y
efectuar un juicio equilibrado, donde se adecuen los perfiles de los candidatos con las
necesidades de los puestos de trabajo ofertados. Esta adecuación viene mediatizada
por el desarrollo de un perfil (profesiograma), donde se establecen las
especificaciones y los criterios que son buscados en los candidatos para que ocupen
ese puesto de trabajo, al igual que la cuantía de esos criterios. Como ya he
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mencionado, los tests son un instrumento más y deben ser usados en su justa y
adecuada medida; no son, por tanto, omnipotentes, pero sí deben ser utiliza- dos con
un conocimiento adecuado, ya que, como cualquier instrumento, necesita de una
capacitación mínima que posibilite la seguridad en la utilización de los datos a extraer,
que permita efectuar un registro de las aptitudes/actitudes para predecir la conducta
de un candidato en su puesto de trabajo.
Los tests son un registro complementario, que va a servir para sondear otras
informaciones.
Van a servir como indicadores sobre diversos aspectos o rasgos de una
situación a analizar.
Los tests deben ser utilizados para conocer más al candidato.
Para construir un test se debe tener presente qué es lo que se va a medir con su
aplicación; es por este motivo que todos los tests llevan un estudio minucioso y
profesional para que éste pueda conseguir sus objetivos. No son preguntas que estén
construidas sin ningún motivo o sin ningún porqué, son preguntas que miden
determinados rasgos, factores o comportamientos y que exigen del profesional que los
elabora un gran esfuerzo, dedicación y conocimiento, tanto del comportamiento
humano como de técnicas estadísticas.
Los ítems (cuestiones que se presentan en un test) deben ser los adecuados, de
manera que puedan proporcionar información sobre el rasgo que se pretende medir:
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Me enfado frecuentemente.
En este ejemplo, el rasgo que se pretende medir es el grado de agresividad que este
sujeto manifiesta.
Claros
De fácil interpretación
No repetitivos
No complicados sintácticamente
Relacionados con el interés del test
2. Análisis objetivo
d. Estudios de fiabilidad
e. Estudios de validez
La validez de un test se refiere a lo que éste mide y cómo lo mide. Es decir, se debe
comprobar que el test sirve para medir aquello para lo que ha sido creado. Este
estudio se realiza bajo criterios subjetivos y estadísticos.
g. Normas de aplicación
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Para que los tests puedan ser aplicados correctamente en todas las circunstancias,
son necesarias unas instrucciones que permitan su correcta aplicación. Estas
instrucciones deben estar escritas y ser fácilmente comprendidas por todas las
personas, creando un ambiente adecuado. De esta manera se corrigen las
desviaciones que se pudieran producir en las explicaciones que se dan a los distintos
usuarios del test.
Todos los tests están basados en criterios de objetividad, de forma que, al ser usados
por distintos evaluadores, éstos lleguen a idénticas conclusiones.
Los cuestionarios de personalidad son tests colectivos y voluntarios que tienen una
estructuración; no se puede obligar a nadie a contestar un test de personalidad, es
algo totalmente libre que, en última instancia, es el sujeto quien decide contestarlo o
no. Los cuestionarios consisten en un número limitado de cuestiones o preguntas que
se hacen a la persona sobre la forma de comportarse o los sentimientos que posee en
determinadas circunstancias, sobre las actitudes, intereses, etc. Sólo se tienen unas
posibilidades de respuesta limitada (sí, no, no lo sé, verdadero o falso...).
Según apunta Cronrach, 1972, con estos cuestionarios se trata de averiguar cuál es la
forma más habitual de comportarse las personas, ya que deben elegir la opción con la
que están más de acuerdo o que les describe de una forma más real. Cualidades que
presentan los tests:
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Son rápidos y fáciles de corregir.
El tiempo de aplicación no es limitado, cada persona contesta a su propio
ritmo.
Sirven para realizar comparaciones de unas personas con otras.
Sus resultados se tratan estadísticamente.
Son objetivos.
Referencias
CEP, E. (2013). Test de personalidad: aprende a realizarlos. Editorial CEP, S.L. Recuperado el 01
de Octubre de 2020, de https://elibro.net/es/ereader/ucsur/50514?page=7
CHIMENO SOTELO, C. (11 de Mayo de 2018). Cognifit: Salud, Cerebro & Neurociencia. Obtenido
de https://blog.cognifit.com/es/test-de-personalidad/#:~:text=Creado%20en%20el
%20a%C3%B1o%201942,paranoia%20o%20la%20fobia%20social.
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