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Diabetes Mellitus en Caninos

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA GABRIEL RENE MORENO

FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS


CARRERA: MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA

DIABETES MELLITUS EN CANINOS

Estudiante: Yandira Yomara Yahuasi Vasquez


Registro: 219204691
VET 102 “B”

22 – 10 – 2020
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia
Contenido

1. Introducción...............................................................................................................................3
Objetivo General: ..............................................................................................................4
Objetivos específicos ......................................................................................................4
Justificación. .....................................................................................................................4
2. Marco teórico: ............................................................................................................................5
2.1. Historia ........................................................................................................................5
2.2. Concepto .....................................................................................................................6
2.3. Sinonimia ....................................................................................................................6
2.4. Distribución geográfica ...........................................................................................7
2.5. Agente etiológico ......................................................................................................7
2.5.1. Clasificación taxonómica ........................................................................7
2.5.2. Morfología ...................................................................................................8
2.5.3. Medios de desarrollo ................................................................................9
2.5.4. Patogenia: fases ........................................................................................9
2.6. Periodo de Incubación ...........................................................................................10
2.7. Especies Afectadas ................................................................................................10
2.8. Sintomatología.........................................................................................................10
2.9. Lesiones ....................................................................................................................11
2.10. Diagnóstico ............................................................................................................12
2.11. Tratamiento ............................................................................................................13
2.12. Control y profilaxis:..............................................................................................14
3. Conclusión ...............................................................................................................................16
4. Bibliografía ...............................................................................................................................17
Introducción

En el presente trabajo se pretende dar a conocer la importancia de la detección


temprana de diabetes mellitus en caninos, teniendo en cuenta el agente etiológico,
clasificación taxonómica, morfología, patogenia, lesiones que provoca,
sintomatología, diagnóstico y tratamiento.

La Diabetes Mellitus afecta a perros a partir de los 5 años y se presenta en animales


hasta los 12 años; incrementa el riesgo con el envejecimiento, debido a la
disminución del ejercicio y aumento de peso (Catchpole et al., 2005); lo que
probablemente favorezca el desequilibrio entre los niveles de glucosa e insulina. Es
importante conocer el peso del animal, pues un perro con sobrepeso u obesidad es
más propenso a contraer diabetes. No obstante, la obesidad no es condicionante
para desarrollar esta enfermedad en perros, como sí lo es en humanos y en los
gatos (Verkest et al., 2012); sin embargo, en los últimos años ha incrementado en
la prevalencia de DM en los perros (Guptill, Glickman et al., 2003; Catchpole et al.,
2005).

La diabetes mellitus puede definirse como una deficiencia absoluta o relativa de


insulina, resultando una alteración del metabolismo de los carbohidratos, lípidos y
proteínas. Se caracteriza por hiperglicemia y glicosuria. La enfermedad se presenta
en 1 por cada 200 perros y en 1 por cada 800 gatos. En los perros se observa más
frecuentemente en hembras en la edad adulta y en las razas Terrier, Cocker spaniel,
Dachshunds y Poddles, aun cuando puede presentarse en cualquier raza.

En los gatos, la enfermedad es poco frecuente, afectando a gatos obesos,


especialmente machos.

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Objetivo General:

Indagar sobre la enfermedad endocrina como lo es la diabetes mellitus canina,


usando bibliografía científica y confiable.

Objetivos específicos
 Recopilar información acerca de la diabetes mellitus canina incluyendo
sintomatología, patogenia, diagnóstico, tratamiento y posibles
complicaciones.
 Conocer y dar a conocer la importancia de la detección temprana de diabetes
mellitus en caninos adultos.

Justificación.
Es importante conocer la enfermedad de la Diabetes Mellitus para conocer la
importancia de su estudio y para facilitar el aprendizaje de los posteriores temas a
llevar en la asignatura, y lograr un buen rendimiento académico, obteniendo
conocimientos.

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2. Marco teórico:

“Las lesiones patológicas más comunes en los perros con diabetes mellitus son la
disminución del número y tamaño de los islotes pancreáticos, reducción de la cantidad de
las células beta dentro de los islotes, y vacuolizacion y degeneración de las células beta”
(Ettinger y Feldman 2007, 1564).

En algunos perros puede resultar una variante extrema de la enfermedad,


representada por la deficiencia absoluta congénita de células beta e
hipoplasia/aplasia de islotes pancreáticos. Los cambios menos graves, de los islotes
pancreáticos y células beta, pueden predisponer al perro a la diabetes mellitus
después de la exposición a factores ambientales tales como agentes infecciosos,
procesos o medicamentos 15 agonistas de la insulina, obesidad y pancreatitis. Los
factores ambientales pueden inducir degeneración celular de celular beta
secundaria a insulinorresistencia crónica, o causar la liberación de proteínas de la
célula beta que promueve la destrucción inmunomediada de los islotes (Felman y
Nelson 2007, 541)

2.1. Historia

La diabetes era ya conocida antes de la era cristiana. En el manuscrito descubierto


por Ebers en Egipto, en el siglo XV AC, se describen síntomas que parecen
corresponder a la Diabetes.

La diabetes es una de las enfermedades más antiguas conocidas de la medicina,


existiendo descripciones de ella en el año 200 a.C. , atribuidas a Areteo de
Capadocia de Grecia, uno de los primeros en mencionarla en la historia de nuestros
tiempos” (Ettinger 1998).

Al final del siglo I y principios del siglo II Ateneo de Atalia funda en Roma la Escuela
de los pneumáticos. El concepto griego de pneuma (aire, aliento vital) se remonta a
la filosofía de entonces. El neuma se obtiene a través de la respiración y las
enfermedades se deben a algún obstáculo que se presente en el proceso.

ARETEO DE CAPADOCIA:

“un médico griego que posiblemente estudió en Alejandría y residente en Roma


describe las enfermedades clásicas como la tuberculosis, la difteria y la epilepsia; para él
la Diabetes es una enfermedad fría y húmeda en la que la carne y los músculos se funden
para convertirse en orina. Fue él quien le dió el nombre de Diabetes que en griego significa
Sifón, refiriéndose el síntoma mas llamativo por la exagerada emisión de orina. El quería
decir que el agua entraba y salía sin quedarse en el individuo. En el siglo II Galeno también
se refirió a la diabetes” (Sanchez 2007).

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Tras un largo intervalo:

“fue Tomás Willis quien, en 1679, hizo una descripción magistral de la diabetes,
quedando desde entonces reconocida por su sintomatología como entidad clínica. Fue él
quien, refiriéndose al sabor dulce de la orina, le dio el nombre de diabetes mellitus (sabor a
miel)” (Sanchez 2007).

La diabetes mellitus es:

“una de las alteraciones endocrinas más frecuentes, afecta a perros mayores o de


mediana edad y su prevalencia está aumentando. Hace treinta años, se diagnosticaba
diabetes a 19 de cada 10000 perros que visitaban las clínicas veterinarias. En 1999, la
prevalencia se había multiplicado por tres: la diabetes afectaba a 58 de cada 10000 perros
que acudían a las clínicas veterinarias (Guptill et al., 2003)… La enfermedad se presenta
generalmente en hembras caninas, adultas, enteras, entre los 8 a 10 años de edad
y los casos juveniles pueden encontrarse entre los 2 a 6 meses de edad.

Muchas veces, los animales con diabetes, tienen una historia de estar muy
enfermos por poco tiempo antes de ser llevados a una clínica. En estos casos la
anorexia, deshidratación, taquipnea, cansancio, depresión, vómito y posiblemente
diarrea, son seguidos de una depresión severa de la función neuronal, alteración de
la respiración y desarrollo de coma diabético. El aliento es dulce (acetona) y hay
alteraciones musculares debido al catabolismo proteico.

2.2. Concepto
La diabetes mellitus es una enfermedad endocrina bastante común en los perros y
requiere un tratamiento durante toda la vida. Es una enfermedad causada por la
incapacidad del cuerpo de producir o usar la insulina, hecho que hace que el perro
tenga niveles de azúcar en sangre demasiado altos…”La insulina es una hormona
liberada por las células beta del páncreas en respuesta a los niveles elevados de
nutrientes en la sangre, controlando funciones energéticas críticas como la glucosa
y el metabolismo de los lípidos” (Olivares, 2008).

”La Diabetes Mellitus se ha definido como una enfermedad caracterizada por una
deficiencia absoluta o relativa de insulina, es común en perros y en gatos; su
tratamiento es a base de insulina a lo largo de su vida” (Nelson y Reusch 2014).

La diabetes mellitus aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina o


cuando las células no pueden usar la insulina para coger azúcar.

2.3. Sinonimia
 Hiperglicemia
 Glicosuria
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 Diabetes Mellitus tipo I o insulinodependiente
 Diabetes Mellitus tipo II o no insulina dependiente
 Diabetes Gestacional

2.4. Distribución geográfica


Gómez (2016) Señala que la diabetes mellitus en caninos se distribuye a nivel
mundial, debido que es una enfermedad endocrina bastante común en los perros y
requiere un tratamiento durante toda la vida.
Holanda es el primer país donde se prohíbe el maltrato animal y no podemos
encontrar perros callejeros, debido a las medidas que se toman en dicho país, tales
como: esterilizar al 70% de las hembras, crear leyes contra el abandono animal.

Esto hace que la responsabilidad por parte de sus dueños sea más estricta y haya
menos demanda de diabetes mellitus.

2.5. Agente etiológico

Existen un gran número de factores que pueden predisponer o favorecer la


enfermedad, tales como:

“la genética, la insulitis inmunomediada, una Pancreatitis, la Obesidad, Infeccion,


Enfermedades hormonales Concurrentes (hiperadrenocortisismo, exceso de hormona del
crecimiento inducido por diestro), fármacos (uso de Glucocorticoides), Condiciones
concurrentes (Insuficiencia renal, Enfermedad cardiaca) Hiperlipidemia, amiloidosis insular”
(Felman y Nelson 2007, 541).

La pancreatitis es frecuente en perros con diabetes mellitus y se sugirió como parte


de la etiología…”luego de la destrucción tisular, la destrucción de células beta
secundaria a pancreatitis es una explicación obvia para el desarrollo de la diabetes
mellitus hipoinsulinemica” (Felman y Nelson 2007, 541).

Dentro de las razas con mayor riesgo de presentar diabetes mellitus se encuentran:
el Terrier australiano, Schnauzer estándar, Schnauzer enano, Bichon frise,Spitz,
Fox terrier, Caniche enano,Samoyedo, Cairn terrier, Keeshond y las razas con
menos predisposición a presentar esta enfermedad están: el Pastor alemán, Collies,
16 Pastor Shetland, Golden retriever, Cocker spaniel, Pastor australiano, Labrador
retriever, Doberman pinscher (Mooney y Peterson 2012, 164).

2.5.1. Clasificación taxonómica

Actualmente no hay criterios internacionalmente aceptados para la clasificación de


la diabetes canina. Si los criterios establecidos para la diabetes humana se aplicaran

7
a los perros, al menos el 50% de los perros diabéticos serían clasificados dentro del
grupo de la diabetes de tipo 1. El resto, probablemente, tienen “otros tipos
específicos de diabetes” derivadas de una alteración pancreática, de una resistencia
crónica a la insulina (diabetes tipo 2) o presentan una diabetes inducida por el
diestro.

Sin embargo la Diabetes Mellitus puede clasificarse como:

 Diabetes Mellitus tipo I o insulinodependiente:

“se presenta cuando las células beta del páncreas, son destruidas por el sistema
inmune y pierden de manera irreversible su capacidad de secretar insulina; por lo
cual se le ha clasificado como una enfermedad autoinmune” ( Davison et al. 2011).

 Diabetes Mellitus tipo II o no insulina dependiente...”se presenta cuando el


páncreas conserva parcialmente su actividad, pero los receptores de insulina
no responden de manera adecuada al estímulo” (Gilor et al. 2016). Este tipo
de patología es la más común en humanos y aún hay mucha controversia de
que exista el equivalente en perros.
 Diabetes de gestación…”Se produce en perras enteras durante la fase de
diestro o en la gestación, deficiencia absoluta o relativa de insulina. La
diabetes puede remitir cuando finaliza el diestro o la gestación

Actualmente no hay criterios internacionalmente aceptados para la clasificación de


la diabetes canina. Si los criterios establecidos para la diabetes humana se aplicaran
a los perros, al menos el 50% de los perros diabéticos serían clasificados dentro del
grupo de la diabetes de tipo 1. El resto, probablemente, tienen “otros tipos
específicos de diabetes” derivadas de una alteración pancreática, de una resistencia
crónica a la insulina (diabetes tipo 2) o presentan una diabetes inducida por el
diestro.

Los perros más afectados son aquellos de mediana o avanzada edad y dentro de
estos las hembras no esterilizadas. Hay también un gran número de razas
predispuestas entre ellas los Caniches, Pinschers, Schnauzer, West Highland White
Terrier, Beagle.

2.5.2. Morfología

El páncreas es una glándula de secreción mixta porque vierte su contenido a la


sangre y al tubo digestivo. Debido a esto podemos diferenciar entre la porción
endocrina y la exocrina.
El páncreas endocrino…“está compuesto por los islotes de Langerhans, los cuales
se distribuyen como islas pequeñas en un mar de células exocrinas” ( Ettinger y
Feldman 2007).

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Se han identificado cuatro tipos celulares distintos sobre estos islotes, con base en
sus propiedades de tinción y morfología, tales como:
“células alfa, que secretan glucagón; células beta, que secretan insulina; células sigma
que secretan somatostatina; y células F, que secretan polipéptido pancreático. La
disfunción de cualquiera de estos tipos celulares, finalmente promueve excesos o
deficiencias de las correspondientes hormonas en la circulación” (Parra, 2005)

El páncreas exocrino…“tiene un aspecto ramificado que permite la subdivisión de


lóbulos, a su vez formados de ácinos secretores más pequeños” (Blanco 2005).
2.5.3. Medios de desarrollo
“La pancreatitis es una inflamación del páncreas. Esto ocurre cuando las enzimas
digestivas comienzan a digerir el páncreas. La pancreatitis puede ser aguda o
crónica. De cualquier forma es grave y puede traer complicaciones” (Parra 2014).

“La pancreatitis aguda ocurre de repente y generalmente desaparece en pocos días


con tratamiento. A menudo es causada por cálculos biliares” (Bartel 2019).
“La pancreatitis crónica no se cura o mejora. Empeora con el tiempo y lleva a daño
permanente. La causa más común fibrosis quística y otras enfermedades
heredadas, grandes cantidades de calcio o grasa en la sangre, algunos
medicamentos y enfermedades autoinmunes” (Bartel 2019).
Este padecimiento ayuda a la poca producción de insulina por parte de las células
beta, ya que el páncreas va sufriendo trastornos a medida que va avanzando la
inflamación y deterioro del páncreas, lo cual favorece a la aparición de diabetes
mellitus.

2.5.4. Patogenia: fases

La DM se encuentra clasificada dentro de las enfermedades metabólicas, cuya


característica principal es la hiperglucemia en plasma, causada por defectos en la
secreción o acción de la insulina; por tal modo la hiperglucemia es consecuencia de
que el organismo no puede regular la cantidad de glucosa en la sangre, debido a
que el páncreas no produce insulina suficiente o las células de tejidos y órganos
blanco; y no responden de manera normal a esta hormona (Gilor et al., 2016). La
DM es una de las endocrinopatías más frecuentes en perros y gatos, puede llegar
a ser mortal si no se proporciona a tiempo un tratamiento adecuado; se puede
presentar en todas las razas de perros, pero existe mayor susceptibilidad en las
razas: Australian terrier, Schnauzer Standard y miniatura, Samoyedo y Fox Terrier.
La raza Bóxer es la que presenta mayor resistencia a la DM; similar que en
humanos, las hembras son más propensas a esta patología; superando a los
machos en una proporción de 3:1. (Guptill et al. 2003).

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2.6. Periodo de Incubación
“La Diabetes Mellitus afecta a perros a partir de los 5 años y se presenta en animales
hasta los 12 años; incrementa el riesgo con el envejecimiento, debido a la
disminución del ejercicio y aumento de peso” (Catchpole et al. 2005).
Lo que probablemente favorezca el desequilibrio entre los niveles de glucosa e
insulina.
Un perro con diabetes mellitus donde la enfermedad haya sido detectada a tiempo
y lleve un tratamiento adecuado, puede conllevar una vida normal ya que requiere
un tratamiento durante toda la vida, siempre y cuando se tenga los cuidados y controles
necesarios para con el animal. La dieta es una parte importante del tratamiento y es
esencial que las recomendaciones nutricionales se basen en estudios clínicos fiables.

2.7. Especies Afectadas


La Diabetes Mellitus es una enfermedad que pueden padecer de forma
relativamente frecuente tanto en perros como gatos.
“La Diabetes Mellitus afecta a perros a partir de los 5 años y se presenta en animales
hasta los 12 años; incrementa el riesgo con el envejecimiento, debido a la
disminución del ejercicio y aumento de peso (Catchpole et al., 2005). Lo que
probablemente favorezca el desequilibrio entre los niveles de glucosa e insulina. Es
importante conocer el peso del animal, ya que un perro con sobrepeso u obesidad
es más propenso a contraer diabetes.
No obstante…”la obesidad no es condicionante para desarrollar esta enfermedad
en perros, como sí lo es en humanos y en los gatos” (Verkest et al. 2012).
Sin embargo…”en los últimos años ha incrementado en la prevalencia de Diabetes
Mellitus en los perros” (Guptill, Glickman et al. 2003).

2.8. Sintomatología

“La Diabetes Mellitus en caninos presenta signos similares a los que se presentan
en los humanos; entre los síntomas más importantes están: la micción frecuente,
aumento en la sed, gran apetito y pérdida repentina de peso” (Osto y Lutz 2015).

A continuación, una breve descripción de estos síntomas.

Poliuria y polidipsia

El incremento descontrolado de glucosa en el organismo produce un exceso de


orina al tratar de ser filtrada e eliminada por el riñón, ya que se filtra anormalmente
agua utilizable; esto consecuentemente provoca un aumento en los requerimientos
de agua en el organismo y así induce un aumento en la ingesta de agua.

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Pérdida de peso:

“La ausencia de insulina impide que la glucosa sea incorporada en las células, lo
cual provoca un incremento de glucosa extracelular y consecuentemente concentraciones
elevadas de ésta en el plasma sanguíneo; al no tener acceso a la glucosa para obtener
energía, las células del organismo utilizan las reservas de lípidos intracelulares (por
ejemplo, en hígado y tejido adiposo); así como proteínas del músculo, provocando la
repentina pérdida de peso en el animal” (Álvarez, Ávila et al. 2007)

Polifagia:

“Al no existir glucosa en las células por falta de insulina, se puede producir el aumento de
apetito. Si la diabetes no se trata adecuadamente y evoluciona, se puede producir anorexia,
debido a la cetoacidosis (acumulación de cetonas). Además existen complicaciones
asociados a la DM, como hepatomegalia, debido a la movilización de reservas de grasa;
provocando una acumulación anormal de lípidos en el hígado que produce un hígado graso”
(Álvarez, Ávila et al. 2007).

Cataratas

Otra importante sintomatología que se pude presenciar es la aparición de las


cataratas; que pueden desarrollarse en los perros con diabetes:

“debido a la hiperglucemia existente, lo que ocasiona un acumulo de agua en el cristalino


del ojo, dando lugar a la hinchazón y a la rotura de fibras de la lente óptica. Este
padecimiento es irreversible y evoluciona rápidamente a ceguera, debido a que la luz no
puede penetrar la lente del ojo” (Álvarez, Ávila et al. 2007).

En casos más avanzados de DM hay pérdida de apetito, vómitos, deshidratación,


debilidad, hipotermia y coma. En última instancia, la diabetes es una enfermedad
que afecta a todos los órganos.

2.9. Lesiones
La deficiencia de insulina tiene como consecuencia:

“una alteración del metabolismo de los carbohidratos, de las grasas y de las proteínas.
El metabolismo glucídico anormal se traduce en una hiperglucemia y una glucosuria y es el
responsable de la poliuria-polidipsia y de la formación de las cataratas que se observan en
los perros diabéticos. La hiperlipidemia, la producción de cetonas y las alteraciones
hepáticas observadas en estos perros son consecuencia de las alteraciones en el
metabolismo de las grasas. La reducción de la utilización de la glucosa, los aminoácidos y
los ácidos grasos tiene numerosas y variadas consecuencias: letargia, pérdida de peso,
menor estimulación del centro de la saciedad, mala calidad del pelaje y disminución de las
defensas, características, todas ellas, típicas de los perros diabéticos que no están en
tratamiento” (Beam et al., 1999).

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“La formación de cataratas es la complicación más frecuente, y una de las más
importantes, asociada a la diabetes de los perros, son irreversibles y pueden
evolucionar con bastante rapidez” (Beam et al., 1999).

Los perros diabéticos que siguen un tratamiento tienen similares expectativas de


supervivencia que los perros no diabéticos de la misma edad y sexo… “aunque el
riesgo de fallecimiento es más elevado durante los 6 primeros meses del
tratamiento” (Graham & Nash, 1997b).

Feldman (2004) Señala que la mayoría de los perros diabéticos son perros mayores
o de mediana edad, por lo que son propensos a sufrir las enfermedades que,
normalmente, afectan a este grupo de edad. Por consiguiente, muchos de ellos
sufren problemas concurrentes que necesitan ser tratados a la vez que la diabetes.

Hipoglucemia inducida por la insulina


Una hipoglucemia grave producida por una sobredosis de insulina “puede causar
daños irreversibles en el cerebro e incluso la muerte, por lo que uno de los objetivos
más importantes del tratamiento de los perros diabéticos es evitar la hipoglucemia
inducida por la insulina” (Whitley et al., 1997).

2.10. Diagnóstico

“El diagnóstico se basa en la historia y los signos clínicos y deben ser confirmados
por la detección de hiperglicemia en ayuno y la glicosuria” (Feldman 1980).

“La concentración normal de glucosa en sangre en el perro es de 60-100 mg/dl, debe


ser considerado diagnóstico de diabetes, pero debe asegurarse que la hiperglicemia no se
debe a otra causa. Algunas drogas como glucocorticoides, ACTH, estrógenos y fenitoína
pueden también producir hiperglicemia. La glicosura sola no puede usarse para
diagnosticar diabetes mellitus, ya que ésta puede presentarse sin hiperglicemia en diversas
otras condiciones clínicas tales como cistitis, glicosuria renal primaria y enfermedad renal
primaria” (Court y Alfonso 2004).

Cuando el diagnóstico es dudoso, puede requerirse la prueba de tolerancia a la


glucosa, la cual nunca debe realizarse en un perro enfermo severamente de
diabetes. El tórax y abdómen deberían ser examinados radiográficamente y
exámenes de laboratorio deben realizarse para pesquisar la causa de la diabetes.

El diagnóstico diferencial de los clásicos signos de diabetes mellitus (polidipsia,


poliurea, polifagia y pérdida de peso) debe hacerse con piometra, falla renal e
hiperadrenocosticismo.

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2.11. Tratamiento

Algunos factores como vejez, temperamento y la presencia de enfermedades


concurrentes tales como neoplasias, determinarán cuando debe recomendarse el
tratamiento o la eutanasia del animal. Debe considerarse también la disponibilidad
y la aptitud del dueño con respecto a su animal regalón.

Diabetes mellitus no complicada

El principal objetivo terapéutico es revertir el efecto catabólico asociado con la


deficiencia de insulina o el antagonismo de la insulina y…”restaurar la homeostasis
normal de metabolismo de proteína, grasas y carbohidratos. En una diabetes no
complicada, esto requiere una o dos dosis diarias de una insulina de acción larga o
intermedia” (Court y Alfonso 2004).

“La administración dos veces al día diariamente de la insulina de corta acción


(I.Z.P.), se ha recomendado como el mejor método para mantener la normoglicemia
a través de las 24 horas del día” (Church 1981).

El ajuste diario de la dosis de insulina se determina por un urinálisis matinal.

Otras consideraciones terapéuticas

Dieta: Desde que se diagnostica la enfermedad, la dieta debe mantenerse constante


ya que la cantidad y el tipo de alimento ingerido afectan directamente los
requerimientos de insulina.

Ejercicio: La musculatura esquelética puede aprovechar la glucosa sin la presencia


de insulina después del ejercicio, produciendo una reducción en la dosis de insulina,
por esta razón debe mantenerse el ejercicio en forma constante.

Castración de la hembra:

“Las hormonas del estro y de la preñez son antagónicas con la insulina, de manera
que se recomienda que la perra sea castrada tan pronto se diagnostique la enfermedad.
Las necesidades aumentadas de energía asociadas con el estro, pseudopreñez y
gestación, junto a los efectos antagónicos de las hormonas y la insulinasa producida por la
placenta, pueden desencadenar la cetoacidosis” (Court y Alfonso 2004).

Diabetes mellitus complicada:

“En la cetoacidosis diabética, debe corregirse la deshidratación, mediante el


suero ringer hasta que el pH sanguíneo y la osnolaridad del suero esten cerca de lo
normal. La terapia con insulina debe ajustarse a las necesidades del paciente”
(Alfonso 1989 ).

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Con la terapia de insulina, la producción de cetoacidos se reduce dramáticamente
y la concentración de bicarbonato en el suero vuelve a niveles normales.

“Muchos animales diabéticos están severamente acidóticos y en estos casos debe


administrarse bicarbonato cada 6 horas por infusión endovenosa, existiendo el
peligro de revertir el cuadro a una alcalosis metabólica” (Chastain 1981). Una vez
corregida la acidosis y estimuladas las células a captar la glucosa por medio de la
insulina.

“Es importante la instrucción que debe entregar el clínico al dueño del animal enfermo,
referente a los cuidados, tratamientos y los signos de las complicaciones de la diabetes, el
uso e interpretación de las tiras diagnósticas de orina y como reconocer y tratar la
hipoglicemia que se puede producir, indicando que en esos casos se administre glucosa
por vía oral. El dueño debe ser instruido también para mantener un control de la dosis de
insulina administrada diariamente, lugar de la inyección, resultado de los urianálisis
matinales y hábitos alimenticios del animal” (Court y Alfonso 1989).

La diabetes mellitus es una seria enfermedad que requiere, para ser tratada, la
activa participación del dueño del animal ya que muchos casos pueden ser
adecuadamente controlados, prolongando la vida por varios años.

2.12. Control y profilaxis:

“Los pacientes con diabetes mellitus insulinodependiente (DMID), deben recibir


insulina para evitar la cetoacidosis; mientras que el control de la glicemia y prevención de
la cetoacidosis puede alcanzarse con dieta, actividad física y agentes hipoglucemiantes
orales, en los casos de diabetes mellitus no insulinodependientes (DMNID)” (Felman y
Nelson 2007, 540).

Hedhammar (2005). Señala que los aspectos que debe controlar el propietario de
un perro diabético son:
 Las cantidades de agua y alimento que consume el perro.

 El peso del perro, ya que una variación del peso puede implicar una modificación
de la dosis de la insulina que se debe inyectar. Un exceso de peso es un factor
de riesgo con respecto a la resistencia a la insulina.

 Los niveles de actividad del perro, ejercicio físico regular puede formar parte de
las medidas preventivas para evitar el desarrollo de la diabetes en el perro.

 El ritmo de administración de las comidas Representa un punto esencial para el


éxito del tratamiento. Repartir la ración en dos comidas al día permite minimizar
los picos de hiperglucemia, sea cual sea el tipo de diabetes. Cuando existe un
tratamiento con insulina, lo ideal es dar las comidas justo antes de los picos de

14
insulinemia, que varían dependiendo del individuo y del tipo de insulina que se
inyecta

 La composición de las comidas Cuando se ha elegido el alimento adecuado, no


debe cambiarse por otro, ya que la cantidad y el tipo de carbohidratos que se
ingieren influyen directamente en las respuestas glucémica e insulinémica
postpandriales. Se deben eliminar los suplementos, sobre todo si se trata de
golosinas dulces o de alimentos ricos en carbohidratos.

Respetando estas sencillas reglas, se puede prevenir un buen número de


complicaciones asociadas a la diabetes mellitus canina.

15
Conclusión

La diabetes mellitus es causada por la deficiencia en la secreción o acción de la


insulina; lo que provoca un estado de hiperglucemia en la sangre, causando un
desequilibrio en el funcionamiento del organismo. La DM es muy frecuente en perros
y las hembras son más propensas a esta enfermedad.

Existen distintos tipos de Diabetes Mellitus, la más común en perros caninos es la


Diabetes Mellitus tipo I o insulinodependiente. Si se observa al canino con poliuria,
polidipsia y repentina pérdida de peso a pesar de que aumenta su ingesta de
alimento, es muy probable que se le diagnostique con DM. Sin embargo es
importante realizar las tres pruebas clínicas de laboratorio (hemograma, perfil
bioquímico y uroanálisis) para tener un diagnóstico certero.

Si el perro es diagnosticado con Diabetes Mellitus, es recomendable determinar qué


tipo de DM sufre, y conocer el avance de la enfermedad; para así poder brindarle el
tratamiento adecuado.

El tratamiento médico, dieta y ejercicio siempre deberán ser supervisados,


monitoreados y controlados por un Médico Veterinario, para garantizar una vida
digna de la mascota. Así mismo, para las personas que tienen perros u otras
mascotas con esta enfermedad, es muy importante que conozcan todo lo que
conlleva la DM. Con un control y un tratamiento adecuado se podrá proporcionar
una buena calidad de vida de la mascota.

16
Bibliografía

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felina. Buenos Aires: Intermédica.
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clínica canina. Paris, Anida SAS.
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