Articulo Juridico
Articulo Juridico
Articulo Juridico
¢XQDSXHVWDHQHVFHQD"
Gustavo Balmaceda-Hoyos*
Universidad de los Andes, Santiago, Chile
Ignacio Araya-Paredes**
Universidad de Chile, Santiago, Chile
RESUMEN
* Abogado, Universidad de Chile, Doctor en Derecho Penal, Universidad de Salamanca, España, profesor de
Derecho Penal, Universidad de los Andes, Santiago, y de Universidad de Chile. Correo electrónico: gbalmah@
yahoo.com. Agradece expresamente la colaboración de Ignacio Araya Paredes en la elaboración del escrito.
** Estudiante y ayudante de Derecho penal. Universidad de Chile.
ISSN 0124-0579 ISSNe 2145-4531 Estud. Socio-Juríd., Bogotá (Colombia), 11(2): 13-45, julio-diciembre de 2009
14 Gustavo Balmaceda-Hoyos, Ignacio Araya-Paredes
7KH&KHDWLQWKH)UDXG$3ODFHLQ
WKH6FHQDULR"
ABSTRACT
According to Latin legal systems the deceit required to found “fraud” requires a certain
organization to be part of the act. This quality can be determined according to an
objective-subjective criterion as filtered through the theory of objective imputation.
and according to the theory of fraud as a violation of the obligation to be truthful.
Any of these models is applicable in Chile, and this work seeks to demonstrate that
the most appropriate approach is that of objective imputation of the result.
Key words: deceit, false pretences, fraud, mise en scène, objective imputation.
1. INTRODUCCIÓN
1
Por ello siguen vigentes las palabras de Quintano Ripollés, 1977, p. 590, al decir: “La entidad del engaño,
su cantidad, ha de ser medida no exactamente con cómputos objetivamente cuantitativos, sino en relación
otros, está aún lejos de haberse resuelto de modo plenamente satisfactorio”.
2
Así la mayoría de la doctrina y jurisprudencia chilena. Por todos, Etcheberry, 1998, pp. 391 y ss., y 406
y ss. Asimismo, véase la Sentencia del Sexto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Talca de 23/04/2008;
Sentencia de la Corte de Apelaciones de La Serena de 17/12/2002; Sentencia de la Corte de Apelaciones de
San Miguel de 03/12/2007; sentencias de la Corte de Apelaciones de Santiago de 06/12/2007, 31/01/2008 y
14/11/2008; Sentencia de la Corte de Apelaciones de Valparaíso de 08/04/2008; sentencias de la Corte de
Apelaciones de Temuco de 30/06/2008 y 07/07/2008; Sentencia de la Corte de Apelaciones de Concepción
de 07/07/2008; Sentencia de la Corte de Apelaciones de Arica de 23/07/2008; sentencias de la Corte
Suprema de 21/11/2007 y 17/06/2008; jurisprudencia citada en Mera y Castro, 2007, pp. 252 y ss., y 424 y ss.
3
-
!
"
incorporar a un marco más adecuado, el de la teoría de la imputación objetiva (así, Cancio Meliá, 2001, pp.
242 y ss., y 254 y ss.; similar, Fernández Díaz, 2005, pp. 191 y ss.).
4
De esta opinión, pero conforme con una “imputación objetiva de la conducta”, Pastor Muñoz, 2004, pp.
##$%$
&
'+
un punto de vital importancia en la normativización del engaño.
5
Véase Choclán Montalvo, 2000, pp. 108 y ss.
6
<
'
=$#>?$%B+
G
G
sino una mera “atenuación” de la pena.
7
Así, Pastor Muñoz, 2004, pp. 117-118.
8
Para el estudio de los rasgos criminológicos del engaño en la estafa, confróntese Hentig, 1980, pp. 59 y
ss., y 123 y ss. En este sentido, la jurisprudencia chilena (véase Sentencia de la Corte de Apelaciones de
Valdivia de 28/10/1986; Sentencia de la Corte de Apelaciones de Punta Arenas de 27/10/1989; Sentencia
de la Corte de Apelaciones de Santiago de 20/03/2007; sentencias de la Corte Suprema de 05/06/2006 y
26/06/2008).
9
En esta dirección, la jurisprudencia española y chilena, así, Sentencia del Tribunal Supremo español de
16/07/1999; sentencias de la Corte Suprema de Chile de 05/09/2006 y 6/08/2007.
10
Romero, 2007, p. 109. Similar, Arroyo de las Heras, 2005, p. 22.
11
Confróntense sentencias del Tribunal Supremo español de 17/11/1997 y 28/03/2000.
12
Véase Sentencia del Tribunal Supremo español de 28/01/2005.
13
Confróntese Sentencia del Tribunal Supremo español de 23/03/2005.
14
Véanse Sentencias del Tribunal Supremo español de 20/07/1998, 28/03/2000 y 6/07/2004.
15
Confróntese Sentencia del Tribunal Supremo español de 14/01/2003. En el mismo sentido la jurisprudencia
chilena (véase Sentencia de la Corte de Apelaciones de San Miguel de 22/03/1990).
16
Véase Sentencia del Tribunal Supremo español de 3/04/2000.
17
Confróntese Sentencia del Tribunal Supremo español de 8/04/2002.
18
Véase Sentencia del Tribunal Supremo español de 6/03/2000.
19
Confróntense sentencias del Tribunal Supremo español de 21/01/2002, 23/10/2002 y 28/01/2004. Sin
K
'
?NWXYZ
K
constituye la llamada estafa residual[
-
cada en el artículo 468 CP, de un ardid (confróntense Sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago de
03/01/1986; Sentencia de la Corte de Apelaciones de San Miguel de 22/07/1986; Sentencia de la Corte
Suprema de Chile de 12/12/2007; Sentencia de la Corte de Apelaciones de Concepción de 25/01/2008. En
contra, Sentencia de la Corte de Apelaciones de Talca de 06/08/2007 y Sentencia de la Corte de Apelaciones
de Valparaíso de 03/06/2008).
20
En este sentido, Sentencias del Tribunal Supremo español de 4/02/2002 y 5/02/2004. Similar, la jurispru-
dencia chilena (véanse Sentencia de la Corte de Apelaciones de Punta Arenas de 27/11/1989; Sentencia de
la Corte Suprema de 26/03/2007; jurisprudencia citada por Garrido Iracheta, 1999, p. 14).
21
!
K
'
]?%XY
manera bastante “extensa”, se pronuncian la doctrina y jurisprudencia italianas (véanse, por todos, Fiandaca
y Musco, 2005, pp. 173-174; Pecorella, 2006, nm. 7; y las sentencias allí citadas).
22
^
'$B_%`_`%%B!
K
G
K
G
'Zk
la Corte de Apelaciones de Santiago de 12/07/2004; Sentencia de la Corte de Apelaciones de San Miguel de
26/11/2007; jurisprudencia citada por Garrido Iracheta, 1999, pp. y 14 ss.).
23
Confróntense, por todas, sentencias del Tribunal Supremo español de 5/11/1998, 27/01/1999, 6/05/1999,
13/05/1997, 5/05/1998, 21/10/1998, 1/03/1999, 24/03/1999, 4/05/1999, 2/12/2003, 28/01/2004, 20/07/1998,
5/11/1998, 27/01/1999, 28/04/1999, 6/05/1999, 2/03/1998, 1/12/1999, 9/06/1999, 1/03/1999, 7/05/2004,
6/07/2004, 5/11/2004 y 28/01/2005.
24
Antón Oneca, 1958, p. 61.
25
^
'
'
K
q
pueden ser verdaderos o falsos, el objeto del engaño debe ser en todo caso un hecho. Y así, ha entendido
+
<
+
'
K
K
'
{
|K
K
+
K
Zk
Tribunal Supremo español de 5/02/2004).
26
Así también, Romero, 2007, pp. 115 y ss.; Bacigalupo, 2007, p. 2000; Bacigalupo, 2007b, p. 166 y Suárez
González, 1997, p. 709. Sin embargo, la mayoría de la doctrina española, en contra, aboga por su aceptación
dentro del concepto de engaño, véanse, por todos, Antón Oneca, 1958, p. 64; González Rus, 1986, p. 281;
González Rus, 2005, p. 511; Rodríguez Devesa y Serrano Gómez, 1995, p. 502 y García Rivas, 2005, p. 27.
<
K
'
^
$###N+
Y
+
{
|
{
-
|<k
X
Y
`%%]>
un comportamiento engañoso únicamente puede tener como punto de referencia unos “hechos”, a los cuales
+
fuero interno con cierta certeza objetiva. Finalmente, rechazan como hechos los acontecimientos futuros,
comprenderlos como hechos del presente.
27
<
K
'
+{
'
|
'
'
estafa (véanse sentencias del Tribunal Supremo español de 30/10/1997, 7/11/1997, 4/02/1998, 17/07/1998,
1/03/1999 y 20/01/2004).
28
~
{
|
=
+
Y
k
{
|
causalmente un resultado se resuelve por medio del uso de la siguiente hipótesis: “es causal toda condición
|Y
{
objetivo” (Véase Berdugo, 2004, pp. 219 y ss.).
29
<
<
"
'
K
(con un amplio análisis, véase Hernández Basualto, 2003, p. 160 y ss.).
30
<
K
'
'
K
+
'
para crear una apariencia de realidad y seriedad en el mundo entre personas de mediana perspicacia e
q
'
+
'
Zk
sentencias del Tribunal Supremo español de 4/05/1999, 9/06/1999, 20/03/2000, 24/09/2002, 5/05/2003,
27/06/2003, 26/06/2003, 24/07/2003, 20/01/2004, 2/04/2004, 17/05/2004 y 15/02/2005). Asimismo, el Tribunal
'
+
K
+
K
posteriormente las aptitudes y circunstancias del sujeto pasivo y las atinentes al medio social donde se
^
k+
k
'
K
engaño lo sería (véase Sentencia del Tribunal Supremo español de 6/05/2002). Finalmente, en este sentido,
K
'
+
{+
|
"
=
^
'
K
diligencia, sino también a las condiciones personales de la víctima (confróntense las sentencias del Tribunal
Supremo español de 30/10/1997, 7/11/1997, 4/02/1998, 24/03/1999, 20/07/1998, 28/01/1999, 4/05/1999,
16/07/1999, 6/03/2000, 1/03/2000, 29/01/2002, 9/06/2003, 16/07/2003, 22/10/2003 y 1/03/2004). A su vez,
K
'
'
considerado objetivamente y, paralelamente, desde la perspectiva subjetiva, momento en el cual deben
tomarse en cuenta las condiciones particulares del sujeto pasivo (confróntese Sentencia de la Corte de
Apelaciones de Rancagua de 01/08/2008).
31
Por todos, Bajo Fernández, 2004, pp. 268-269; Bajo Fernández y Pérez Manzano, 1993, pp. 270 y ss.;
Gutiérrez Francés, 1991, pp. 371 y ss.; Torío López, 1982, pp. 883 y ss.; Gómez Benítez, 1985, pp. 338 y
ss.; Pérez Manzano, 1995, pp. 285 y ss; Valle Muñiz, 1987, pp. 52, 138 y, especialmente, 141 y ss.; Quintero
Olivares, 2000, p. 54; Choclán Montalvo, 2000, pp. 79 y ss.; Pastor Muñoz, 2004, pp. 119 y ss., 145 y ss.
y 167 y ss.; Magaldi Paternostro, 2004, pp. 746-747; Álvarez Álvarez, 2007, p. 559; Arroyo de las Heras,
2005, pp. 36 y ss.; Namer, 2002, pp. 51 y ss.; Fernández Díaz, 2005, pp. 186 y ss; y Rebollo Vargas, 2008,
pp. 442 y ss.
32
!
{
|{
|
+
Z
{
|[
de correspondencia entre la verdad y lo expresado (confróntese Pastor Muñoz, 2004, pp. 55 y 263 y ss.).
33
Véanse Antón Oneca, 1958, pp. 61 y ss.; Quintano Ripollés, 1977, pp. 589 y ss. Al día de hoy, este sistema
se mantiene en Chile (crítico, Hernández Basualto, 2003, pp. 160 y ss.).
34
B`>XY
'
>_$#>W`BK&{X
de lucro utilizan engaño bastante para producir error en otro, induciéndole a realizar un acto de disposición en
perjuicio de sí mismo o de tercero. El reo de estafa será castigado con la pena de arresto mayor si la cuantía
de lo defraudado excede de 30.000 pesetas. Si concurrieren dos o más circunstancias de las expresadas
primera o séptima con la octava, la pena será de prisión mayor. Si concurriere sólo alguna de las circuns-
tancias del art. siguiente, la pena se impondrá en su grado máximo”.
35
!
$B#XY+
'
&{<
'
k
-
trimonial con perjuicio propio o de tercero, será castigado con pena de reclusión menor en su grado mínimo
a medio. La pena se podrá elevar en un grado cuando el hecho revista especial gravedad, en atención a
K
K
^
K
en su lugar sólo la pena de multa de una a diez unidades tributarias mensuales”.
servir para desplazar en el sujeto pasivo del delito todas las circuns-
tancias concurrentes desplegadas por el ardid del autor del delito,
de manera que termine siendo responsable de la maquinación
precisamente quien es su víctima. Y, asimismo, afirma el Tribunal
Supremo español que solamente el engaño burdo, esto es, aquel
que puede apreciar cualquiera, impide la concurrencia del delito
de estafa, porque, en ese caso, el engaño no es “bastante”. Dicho de
otra manera, el criterio jurisprudencial consiste en que el engaño no
puede quedar neutralizado por una diligente actividad de la víctima,
porque en caso contrario quedarían fuera del derecho penal aque-
llos comportamientos que aprovechan la debilidad convictiva de
ciertas víctimas –los timos más populares–, o el traspaso de aquellos
resortes que se fundamentan en el principio de confianza en el tráfico
mercantil –generalmente, los llamados “negocios criminalizados”–.36 A
mayor abundamiento, el Tribunal Supremo español, para explicar el
concepto de “engaño bastante”, expresa en primer lugar que no todo
engaño es típico, y que sólo lo es el que es bastante, es decir, el que
sea capaz de traspasar lo ilícito civil y penetrar en la ilicitud penal, y
además sea idóneo, relevante y adecuado para producir el error que
genera el fraude, capaz de mover la voluntad normal de una persona.37
Igualmente, la jurisprudencia española manifiesta, con razón, que es
difícil determinar para esto una norma de validez general, y señala
que puede admitirse como idóneo y de normal eficacia cualquier
engaño que consista en la falsa expresión de hechos o condiciones
que se presenten a la generalidad de las personas como plausibles,
razonables y creíbles, aunque deben observarse para ello las circuns-
tancias concretas de cada caso;38 adicionalmente afirma que para
estos términos deben tenerse presentes los siguientes criterios básicos:
a) El engaño ha de entenderse bastante cuando haya producido
sus efectos defraudadores, es decir, cuando haya logrado el engañador
engrosar su patrimonio de manera ilícita, o lo que es lo mismo, es
difícil considerar que el engaño no es bastante cuando se ha consu-
mado la estafa39; y
b) El engaño bastante, en principio, es aquel suficiente para pro-
vocar el error de otra persona al que va destinado. La jurisprudencia
36
Confróntese Sentencia del Tribunal Supremo español de 1/03/2004.
37
Véanse Sentencias del Tribunal Supremo español de 21/01/2002, 23/10/2002, 28/11/2002, 8/04/2003,
20/01/2004, 28/01/2004, 25/03/2004, 15/02/2005, 17/02/2005. García Rivas, 2005, p. 23; Rebollo Vargas,
2008, pp. 440 y ss.
38
Confróntense sentencias del Tribunal Supremo español de 21/01/2002 y 12/02/2004.
39
Véanse sentencias del Tribunal Supremo español de 24/04/2002 y 12/02/2004.
40
Véase sentencia del Tribunal Supremo español de 28/11/2002.
41
Confróntense Fanelli, 1998, pp. 29 y ss.; Lucarelli, 2002, pp. 11 y ss.; Maggini, 1988, pp. 7 y ss.; Pedrazzi,
1955, pp. 177 y ss.; Zannotti, 1993, pp. 17 y ss.; Antolisei, 2002, pp. 353 y ss; Fiandaca y Musco, 2005, pp.
172 y ss.; Mantovani, 2002, pp. y 191 ss.; y Pecorella, 2006, nms. 4 y ss.
42
Esta es la doctrina absolutamente mayoritaria en Chile. Por todos, véanse Etcheberry, 1998, pp. 394-395,
y 407; Bullemore y Mackinnon, 2007, pp. 73-74; Garrido Montt, 2002, pp. 323 y ss. Así también, la juris-
prudencia chilena, confróntense sentencias de la Corte Suprema de 17/07/2001, 21/03/1995 y 17/07/2001;
Sentencia de la Corte de Apelaciones Santiago de 30/03/2007; y las sentencias citadas por Mera y Castro,
2007, p. 256 y por Silva Silva, 2005, p. 353. En contra, por todos, Mera Figueroa, 2001, pp. 58 y ss. y 256 y
Z
?]>XY[qY
=`%%B?W$q
=
2003, pp. y 160 ss.; Yubero, 1993, pp. 99 y ss.; y Fernández Díaz, 2005, pp. 184 y ss.
43
X
X
$#>N`W??
+
{
|
{
k|'
k
K
<
{
K
K|<
$#B>]$
{
|
decir, una mise en scène cuyo objetivo sea dar crédito a la mentira. Por último, partidario también de esta
=$##$$#%
'
-
K
Z
Mestre Delgado, 2005, p. 281). En contra, por todos, Muñoz Conde, 2007, p. 423; Quintano Ripollés, 1977,
pp. 596-597; Vives Antón y González Cussac, 1996, p. 1224; Vives Antón y González Cussac, 2004, p. 481;
Romero, 2007, p. 121; y Valle Muñiz, 1987, pp. 144-145.
44
Véase Bajo Fernández, 2004, pp. 25-251 y Bajo Fernández y Pérez Manzano, 1993, p. 275.
45
X
Y
`%%]$?^
$###`>
k
K
comportamiento del autor; Bacigalupo, 1994, pp. 187-189; Bajo Fernández, 2004, p. 2003; Bacigalupo,
2007-b, p. 170.
46
Finalmente, sobre este problema es muy ilustrativo tener presente a Valle Muñiz, 1986, p. 866-867,
'
K
K
&
'
Z
[
47
^
'
{K
|
'
realidad creíble por la media de las personas (confróntense sentencias del Tribunal Supremo español
de 24/04/2002, 14/05/2002, 27/05/2002, 28/11/2002, 12/03/2003, 7/04/2003, 21/04/2003, 22/05/2003,
27/11/2003, 5/12/2003 y 22/09/2004).
48
La Sentencia del Tribunal Supremo español de 2/02/2007 marca un hito fundamental. En efecto, señala
"
+
'
^
las argucias basadas en apuestas irresponsables a los “supuestos poderes especiales” de los curanderos,
asentadas en la superstición popular, pasan del plano de la represión penal a la civil. La sentencia llama
'
Z
-
[<
'
K
K
KZ
mayor detalle, véase Gudín Rodríguez-Magariños, 2007, pássim).
49
Así, González Rus, 1986, p. 265. En contra, Vila Mayo, 1984, pp. 965 y ss.; Vila Mayo, 1988, pp. 15 y ss.;
$##$BN#%
K
del engaño, a este lo considera como preeminentemente subjetivo, y lo sitúa en el ámbito de la conducta
comunicativa y, por ello, estima necesaria su proyección en las normas de la comunicación del lenguaje;
también, Quintano Ripollés, 1977, p. 590.
50
^
'
+
{K
|
K
K
'
k
intuito
personae (confróntense sentencias del Tribunal Supremo español de 24/04/2002, 14/05/2002, 27/05/2002,
28/11/2002, 12/03/2003, 7/04/2003, 21/04/2003, 22/05/2003, 27/11/2003, 5/12/2003 y 22/09/2004).
51
Para el estudio de esta postura, véase, Bajo Fernández, 2004, pp. 251 y ss.; Bajo Fernández y Pérez
Manzano, 1993, pp. 275 y ss.; Pérez Manzano, 1998, pp. 443 y ss.; González Rus, 1986, pp. 272-273;
González Rus, 2005, p. 509; y Quintano Ripollés, 1977, p. 590.
52
=
=
$>#N
pp. 7 y ss.
53
En el mismo sentido, Valle Muñiz, 1987, pp. 18, 40 y 75; González Rus, 1986, pp. 288 y ss.; Quintero
Olivares, 2000, pp. 50 y ss; Bajo Fernández, 2004, p. 276; Bajo Fernández y Pérez Manzano, 1993, pp.
293-294; Hernández Basualto, 2003, p. 158; y Garrido Montt, 2002, pp. 317-318.
54
Así, Gutiérrez Francés, 1991, p. 342.
55
Así, por todos, Muñoz Conde, 2007, p. 423; Quintano Ripollés, 1977, pp. 596-597; Vives Antón y González
Cussac, 1996, p. 1224; Vives Antón y González Cussac, 2004, p. 481; Romero, 2007, p. 121; Valle Muñiz,
1987, pp. 144-145; y Fernández Díaz, 2005, pp. 186 y ss.
56
Véase Pastor Muñoz, 2004, p. 147.
57
Confróntense Martínez Escamilla, 1992, pp. 41 y ss., 125 y ss., 172 y ss. y 265 y ss.; Pastor Muñoz, 2004,
p. 152, e ibídem, nota 30; Roxin, 1997, pp. 342 ss.; Mir Puig, 2006, pp. 357 y ss.; Mir Puig, 2005, pp. 240 y ss.
58
Véase Pérez Manzano, 1995, pp. 285-286.
59
Así, el Tribunal Supremo español ha dicho, sobre la aplicación de la teoría de la imputación objetiva en el
=
K
'
=
K
K
-
K
K
'
`?>XY
'{
|Y
+
+
imputación objetiva del resultado (confróntese Sentencia del Tribunal Supremo español de 15/02/2005). A
=
K
'
generado un riesgo idóneo o típicamente relevante (analizado ex ante y conforme al hombre medio), al
bien jurídico propiedad, imputable objetivamente al actuar doloso del sujeto activo (confróntese Sentencia
del Segundo Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago de 16/05/08).
60
Confróntese López Barja de Quiroga, 1990, pp. 219 y ss.
61
<
K
'
'
K
'k
social aparecen como objetivamente inidóneos, sin embargo, en atención a la situación del caso particular,
+^
k
autor busca de propósito la debilidad de la víctima y su credibilidad por encima de la media, en su caso, es
'"K
del suceder social, pues el juicio de adecuación depende de los conocimientos especiales del autor. Por
KK^
-
nal Supremo español, en realidad, es preponderantemente subjetivo (confróntese Sentencia del Tribunal
Supremo español de 15/02/2005).
62
Expresamente se menciona este elemento en los arts. 248.1 CP español y 159 ACP. No sucede lo
mismo en los arts. 640 CP italiano, 468 y 473 CP chileno, ni en el § 263 StGB. No obstante, en estos últimos
países se estima como elemento esencial, como “elemento no escrito” (así, véase, en Alemania, Wessels y
Hillemkamp, 2007, § 13, nms. 514 y ss.; Cramer y Perron, 2006, nm. 54; en Italia, Fiandaca y Musco, 2005,
pp. 170 y 178 y ss.; y en Chile, Politoff, Matus y Ramírez, 2005, pp. 418 y 433-434).
63
Así, Pérez Manzano, 1995, pp. 290 y ss.
64
Véase Pérez Manzano, 1995, p. 292; Magaldi Paternostro, 2004, pp. 742 y 748; Coderch y Silva Sánchez,
1999, p. 99; y Pastor Muñoz, 2004, p. 265.
65
Así, desde antiguo se viene comprendiendo al delito de estafa, para diferenciarlo del resto de delitos
=
engaño (como hacen, por ejemplo, Quintano Ripollés, 1977, pp. y 640 ss.; González Rus, 1986, pp. 296-
297; y González Rus, 2005, p. 513).
66
Confróntese Sentencia del Tribunal Supremo español de 15/02/2005.
67
Véase Sentencia del Tribunal Supremo español de 15/02/2005.
68
Confróntese Sentencia del Tribunal Supremo español de 2/11/2004.
69
Véase Pérez Manzano, 1995, p. 299.
70
<
k
'=$#>N$]?
+
K
-
ción del engaño como primer elemento de la imputación objetiva del delito de estafa, sosteniendo la
+
'
también la idoneidad del engaño cuando el autor logra obtener el resultado en virtud de conocimientos
~
'=
K
K
k
{
|
(véase Pérez Manzano, 1995, p. 297, nota 46).
71
Así, Pérez Manzano, 1995, pp. 293 y ss. y 302 y ss.
72
=
K
=
'
semejantes, Rodríguez Devesa y Serrano Gómez, 1995, p. 507, señalando: “En esta relación de adecuación
han de tenerse en cuenta las circunstancias todas del caso concreto, entre ellas muy especialmente las
'
credulidad, v. gr., en relaciones anteriores sostenidas con el estafado”.
73
Por todos, véanse Vives Antón y González Cussac, 1996, pp. 1220 y ss.; Vives Antón y González Cus-
sac, 2004, pp. 480 y ss.; López Barja de Quiroga, 1990, p. 223; Bajo Fernández, 2004, pp. 33 y ss.; Bajo
Fernández, 2004, pp. 250 y ss.
74
Pérez Manzano, 1995, p. 293, nota 29, y p. 297.
75
En la misma dirección, Torío López, 1982, p. 884.
76
En este sentido, Kindhäuser, 2002, pp. 83 y ss.
77
Así, González Rus, 2005, pp. 510-511.
78
Véase Pérez Manzano, 1995, pp. 293 y ss. y 302 y ss.
79
En esta dirección, Torío López, 1982, pp. 883 y ss.; Valle Muñiz, 1987, pp. 163 y 168-169; y Choclán
Montalvo, 2000, pp. 85 y 94.
80
Así, Gutiérrez Francés, 1991, pp. 343-344.
81
Confróntese Valle Muñiz, 1987, p. 171.
82
!
k
k
'
-
ro de acuerdo con el sentido del tipo penal y cuándo deben desterrarse del ámbito de lo punible los
comportamientos frente a los cuales el sujeto pasivo puede fácilmente protegerse a sí mismo y en forma
razonable (véase Choclán Montalvo, 2000, pp. 108, 111 y 116).
83
Así, Choclán Montalvo, 2000, pp. 120 y ss.
84
Confróntese Choclán Montalvo, 2000, pp. 259 y ss.
85
A favor, por todos, Antón Oneca, 1958, p. 61; Gómez Benítez, 1985, p. 343. En Chile, Fernández Díaz,
`%%B$#%'
+"
Z
'
[
+
'
'
en valoraciones.
86
En esta dirección, Gómez Benítez, 1985, p. 343; y Pérez Manzano, 1995, p. 298.
87
Así, Bajo Fernández, 2004, p. 257.
88
A favor, por todos, véase Tiedemann, 1999, nms. 51 y ss.; Gómez Benítez, 1985, p. 343 y ss.; González
Rus, 2005, p. 511; Romero, 2007, pp. 124-125; Pérez del Valle, 2005, pp. 207 y ss.; Antón Oneca, 1958, pp.
64-65; Rodríguez Devesa y Serrano Gómez, 1995, p. 502; Muñoz Conde, 2007, p. 424; Suárez González,
1997, p. 709; Calderón y Choclán, 2005, p. 230; Queralt Jiménez, 2008, p. 456; Etcheberry, 1998, pp. 392
y 397; Garrido Montt, 2002, p. 322; Politoff, Matus y Ramírez, 2005, p. 425; y Hernández Basualto, 2003, p.
$]]
"
'
+
<
Quintano Ripollés, 1977, p. 600; Valle Muñiz, 1987, pp. 172 y ss.; Valle Muñiz, 1986, pp. 863 y ss.; Magaldi
Paternostro, 2004, pp. 449 y ss.; Coderch y Silva Sánchez, 1999, pp. 106 y ss.; Yubero, 1993, pp. 120 y
q
k
k
K
=`%%?
p. 256 y Bajo Fernández y Pérez Manzano, 1993, pp. 280 ss.
89
Véanse sentencias del Tribunal Supremo español de 26/02/1999, 18/01/2001, 29/07/2002; García Rivas,
`%%B``
K
'
omisiva para el caso del artículo 473 CP (estafa residual) (véase Sentencia de la Corte de Apelaciones de
`N_$N_`%%N[
90
Confróntese Sentencia del Tribunal Supremo español de 13/05/2003.
91
Véanse sentencias del Tribunal Supremo español de 2/12/2003 y 28/01/2004.
92
Confróntese Sentencia del Tribunal Supremo español de 23/02/2004.
93
Así, Gómez Benítez, 1985, pp. 333 y ss.
94
K
a priori
Z
similar, pero en relación con los juicios de valor, Gutiérrez Francés, 1991, pp. 345-346).
95
~
-
K
K
de comerciante con la de garante. Asimismo, alguna vez se ha propuesto el principio de la buena fe como
fuente de posición de garante, pero se lo ha estimado demasiado genérico y vago (sobre este problema,
véase Tiedemann, 1999, nms. 66 y ss.; Pérez del Valle, 2005, pp. 211 y ss. y 217 y ss.).
96
^
'
'
+
'
=
Z
[
la otra parte (confróntese Sentencia del Tribunal Supremo español de 21/10/1998). Asimismo, ha señalado
'
k
k
acción concluyente, es decir, cuando el autor se comporta según determinados usos sociales y comerciales
Zk
^
'
3/06/2003).
97
Así, por todos, Bajo Fernández, 2004, pp. y 279 ss.; Bajo Fernández y Pérez Manzano, 1993, pp. 280 y ss.
98
Véanse Vives Antón y González Cussac, 1996, pp. 1218 y ss.; Vives Antón y González Cussac, 2004,
pp. 478-479.
99
Así, Gutiérrez Francés, 1991, pp. 350-352. Similar, García Rivas, 2005, pp. 31 y ss.
100
Gómez Benítez, 1985, p. 338.
101
En este sentido, Gutiérrez Francés, 1991, p. 389.
4. CONCLUSIONES
102
En esta dirección, por todos, Kindhäuser, 2002, pp. 83 y ss.; Pastor Muñoz, 2004, pp. 167 y ss.; Pastor
Muñoz, 2006, pp. 213 y ss.; Pastor Muñoz, 2003, pp. 453 y ss.; Coderch y Silva Sánchez, 1999, p. 75 y
ss.; Magaldi Paternostro, 2004, pp. 741-742 y 749; Bacigalupo, 2007, p. 2000; Bacigalupo, 2007b, p. 166;
Piña Rochefort, 2006, pp. 47 y ss.
103
Confróntense, por todos, Pastor Muñoz, 2004, pp. 168 y 217 y ss.; Pastor Muñoz, 2006, pp. 213-214;
Pastor Muñoz, 2003, pp. 461 y ss.; Coderch y Silva Sánchez, 1999, pp. 98 y ss., 112 y ss. y pássim; Piña
Rochefort, 2006, pp. 70 y ss.
104
Véase Bajo Fernández, 2004, p. 256.
BIBLIOGRAFÍA***
*** Al lado de cada obra, entre paréntesis, se presenta la forma como aparece citada en el texto.
13. Bustos Ramírez, Juan, Manual de Derecho penal. Parte especial, Ariel,
Barcelona, 1991 (Bustos Ramírez, 1991).
14. Calderón Cerezo, Ángel y Choclán Montalvo, José Antonio,
Manual de Derecho penal, tomo II, Parte especial, Deusto, Madrid,
2005 (Calderón y Choclán, 2005).
15. Cancio Meliá, Manuel, Conducta de la víctima e imputación objeti-
va en Derecho penal. Estudio sobre los ámbitos de responsabilidad de
víctima y autor en actividades arriesgadas, Bosch, Barcelona, 2001
(Cancio Meliá, 2001).
16. Carrara, Francesco, Programa de Derecho criminal, vol. VI, Parte
especial, Temis, Bogotá, 1987 (Carrara, 1987).
17. Choclán Montalvo, José Antonio, El delito de estafa, Bosch, Barce-
lona, 2000 (Choclán Montalvo, 2000).
18. Coderch, Pablo y Silva Sánchez, Jesús-María, Simulación y deberes de
veracidad, Madrid, Civitas, 1999 (Coderch y Silva Sánchez, 1999).
19. Cramer, Peter y Perron, Walter, “§ 263”, en Adolf Schönke, Horst
Schröder y Peter Cramer (eds.), Strafgesetzbuch Kommentar, C. H.
Beck, München, 2006 (Cramer y Perron, 2006).
20. Etcheberry, Alfredo, Derecho penal. Parte especial, tomo III, Santiago,
Editorial Jurídica de Chile, 1998 (Etcheberry, 1998).
21. Fanelli, Andrea, La truffa, Giuffrè, Milano, 1998 (Fanelli, 1998).
22. Fiandaca, Giovanni y Musco, Enzo, Diritto penale, Parte speciale,
vol. II, tomo II, I delitti contro il patrimonio, Zanichelli, Bologna,
2005 (Fiandaca y Musco, 2005).
23. García Rivas, Nicolás, “Estructura jurisprudencial del delito de
estafa”, en Javier Boix Reig (dir.), Estafas y falsedades (análisis juri-
sprudencial), Lustel, Madrid, 2005 (García Rivas, 2005).
24. Garrido Iracheta, Maricarmen, Evolución y jurisprudencia del delito
de estafa en Chile, Universidad de Talca, Talca, Chile, 1999 (Garrido
Iracheta, 1999).
25. Garrido Montt, Mario, Derecho penal. Parte especial, tomo IV, Edi-
torial Jurídica de Chile, Santiago, 2002 (Garrido Montt, 2002).
26. Gómez Benítez, José Manuel, “Función y contenido del error en el
tipo de estafa”, Anuario de Derecho Penal y Ciencias Penales, 1985
(Gómez Benítez, 1985).
27. González Rus, Juan José, Los intereses económicos de los consumi-
dores, Instituto Nacional del Consumo, Madrid, 1986 (González
Rus, 1986).
28. González Rus, Juan José, “Delitos contra el patrimonio y contra
el orden socioeconómico (V). Las defraudaciones. La estafa”, en
Manuel Cobo del Rosal (coord.), Derecho penal español. Parte espe-
cial, Dykinson, Madrid, 2005 (González Rus, 2005).
29. Groizard Gómez de la Serna, Alejandro, El Código penal de 1870,
tomo VII, Esteban-Hermanos-Impresores, Salamanca, 1897 (Groi-
zard Gómez de la Serna, 1897).
30. Gudín Rodríguez-Magariñoz, Faustino, “Absolución de un delito
de estafa a una curandera que cobró por comprometerse a curar
a un enfermo terminal de cáncer (Comentario a la STS de 2 de
febrero de 2007)”, RLP, 2007, (38) (Gudín Rodríguez-Magariñoz,
2007).
31. Gutiérrez Francés, María Luz, Fraude informático y estafa, Ministerio
de Justicia, Madrid, 1991 (Gutiérrez Francés, 1991).
32. Hentig, Hans von, Estudios de psicología criminal. III. La estafa,
Espasa-Calpe, Madrid, 1980 (Hentig, 1980).
33. Hernández Basualto, Héctor, “Aproximación a la problemática
de la estafa”, en Problemas actuales de Derecho penal, Universidad
Católica de Temuco, Temuco, 2003 (Hernández Basualto, 2003).
34. Kindhäuser, Urs, “La estafa como autoría mediata tipificada”,
en Urs Kindhäuser, Estudios de Derecho patrimonial, Grijley, Lima,
2002 (Kindhäuser, 2002).
35. López Barja de Quiroga, Jacobo et al., Manual de Derecho penal. Parte
especial, II, Akal, Madrid, 1990 (López Barja de Quiroga, 1990).
36. Lucarelli, Umberto, La truffa, Cedam, Padova, 2002 (Lucarelli,
2002).
37. Magaldi Paternostro, María José, “De las defraudaciones”, en
Juan Córdoba Roda y Mercedes García Arán (dirs.), Comentarios
al Código penal, tomo I, Marcial Pons, Madrid, 2004 (Magaldi
Paternostro, 2004).
38. Maggini, Attilio, La truffa, Cedam, Padova, 1988 (Maggini, 1988).
39. Mantovani, Ferrando, Diritto Penale. Parte Speciale II, Cedam, Pa-
dova, 2002 (Mantovani, 2002).
40. Martínez Escamilla, Margarita, La imputación objetiva del resultado,
Edersa, Madrid, 1992 (Martínez Escamilla, 1992).
41. Mera Figueroa, Jorge, Fraude civil y penal. El delito de entrega frau-
dulenta, LexisNexis, Santiago, 2001 (Mera Figueroa, 2001).
42. Mera F., Jorge y Castro M., Álvaro, Jurisprudencia penal de la Corte
Suprema, LexisNexis, Santiago, 2007 (Mera y Castro, 2007).
43. Mestre Delgado, Esteban, “Delitos contra el patrimonio y el orden
socioeconómico”, en Carmen Lamarca Pérez (coord.), Derecho
penal. Parte especial, Colex, Madrid, 2005 (Mestre Delgado, 2005).
44. Mir Puig, Santiago, Derecho penal. Parte general, Reppertor, Barce-
lona, 2005 (Mir Puig, 2005).
45. Mir Puig, Santiago, Estado, pena y delito, B de F, Montevideo - Bue-
nos Aires, 2006 (Mir Puig, 2006).
46. Muñoz Conde, Francisco, Derecho penal. Parte especial, Tirant lo
Blanch, Valencia, 2007 (Muñoz Conde, 2007).
47. Namer, Sabrina, Estafa e imputación objetiva, Ad-Hoc, Buenos Aires,
2002 (Namer, 2002).
48. Pastor Muñoz, Nuria, “Consideraciones sobre la delimitación del
engaño típico en el delito de estafa”, en Eduardo Montealegre
Lynett (coord.), El funcionalismo en Derecho penal. Libro Homenaje
al Profesor Günther Jakobs, tomo II, Universidad Externado de Co-
lombia, Bogotá, 2003 (Pastor Muñoz, 2003).
49. Pastor Muñoz, Nuria, La determinación del engaño típico en el delito
de estafa, Marcial Pons, Madrid, 2004 (Pastor Muñoz, 2004).
50. Pastor Muñoz, Nuria, “Delitos contra el patrimonio (II)”, en
Jesús-María Silva Sánchez (dir.) y Ramón Ragués i Vallès (coord.),
Lecciones de Derecho penal. Parte especial, Atelier, Barcelona, 2006
(Pastor Muñoz, 2006).
51. Pecorella, Claudia, “Art. 640”, en Codice Penale Commentato, a
cura di Emilio Dolcini e Giorgio Marinucci, Ipsoa, Vicenza, 2006
(Pecorella, 2006).
52. Pedrazzi, Cesare, Ingano ed errore nei delitti contro il patrimonio,
Giuffrè, Milano, 1955 (Pedrazzi, 1955).
53. Pérez del Valle, Carlos, “El engaño omisivo en la estafa”, en Enri-
que Bacigalupo (dir.), Curso de Derecho penal económico, Marcial
Pons, Madrid, 2005 (Pérez del Valle, 2005).
54. Pérez Manzano, Mercedes, “Acerca de la imputación objetiva de
la estafa”, en Hacia un Derecho penal económico europeo. Jornadas
en honor al profesor Klaus Tiedemann, BOE, Madrid, 1995 (Pérez
Manzano, 1995).
55. Pérez Manzano, Mercedes, “Las defraudaciones (I). Las Estafas”,
en Miguel Bajo Fernández (dir.), Compendio de Derecho penal. Parte
especial, vol. II, Centro de Estudios Ramón Areces, Madrid, 1998
(Pérez Manzano, 1998).
56. Piña Rochefort, Ignacio, Fraude de seguros, Editorial Jurídica de
Chile, Santiago, 2006 (Piña Rochefort, 2006).
57. Politoff, Sergio; Matus, Jean Pierre y Ramírez, Maria Cecilia, Lec-
ciones de Derecho penal chileno. Parte especial, Editorial Jurídica de
Chile, Santiago, 2005 (Politoff, Matus y Ramírez, 2005).
58. Queralt Jiménez, Joan J., Derecho penal español. Parte especial,
Atelier, Barcelona, 2008 (Queralt Jiménez, 2008).
59. Quintano Ripollés, Antonio, Tratado de la Parte especial del Dere-
cho penal, II, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1977
(Quintano Ripollés, 1977).
60. Quintero Olivares, Gonzalo, “Mitos y racionalidad en el delito
de estafa (Apuntes sobre el significado práctico de la antijuridici-
dad)”, RDPP, 2000, (3) (Quintero Olivares, 2000).
61. Rebollo Vargas, Rafael, “Engaño en el delito de estafa”, en Javier
Boix Reig (dir.) y Paz Lloira García (coord.), Diccionario de Derecho
penal económico, Iustel, Madrid, 2008 (Rebollo Vargas, 2008).
62. Rodríguez Devesa, José María y Serrano Gómez, Alfonso, Derecho
penal español. Parte especial, Dykinson, Madrid, 1995 (Rodríguez
Devesa y Serrano Gómez, 1995).
63. Romero, Gladys, Delito de estafa, Hammurabi, Buenos Aires, 2007
(Romero, 2007).
64. Roxin, Claus, Derecho penal. Parte general, tomo I, Fundamentos. La
estructura de la teoría del delito, Civitas, Madrid, 1997 (Roxin, 1997).
65. Silva Silva, Hernán, Las estafas, Editorial Jurídica de Chile, San-
tiago, 2005 (Silva Silva, 2005).
66. Suárez González, Carlos, “De las estafas”, en Gonzalo Rodríguez
Mourullo (dir.) y Agustín Jorge Barreiro (coord.), Comentarios al
Código penal, Civitas, Madrid, 1997 (Suárez González, 1997).
67. Tiedemann, Klaus, “§ 263”, en LK, tomo VI, De Gruyter Recht,
Berlin, 1999 (Tiedemann, 1999).
68. Torío López, Ángel, “Acción y resultado en la estafa procesal”,
en Estudios penales. Libro homenaje al profesor J. Antón Oncea, Uni-
versidad de Salamanca, Salamanca, 1982 (Torío López, 1982).
69. Valle Muñiz, José Manuel, “Tipicidad y atipicidad de las conductas
omisivas en el delito de estafa”, Anuario de Derecho Penal y Ciencias
Penales, 1986 (Valle Muñiz, 1986).
70. Valle Muñiz, José Manuel, El delito de estafa, Bosch, Barcelona,
1987 (Valle Muñiz, 1987).
71. Vila Mayo, Juan Emilio, “Consideraciones acerca del engaño en
la estafa”, en DLL, vol. III, 1984 (Vila Mayo, 1984).
72. Vila Mayo, Juan Emilio, “Ensayo sobre la estructura del delito de
estafa”, RGD, 1988, enero-febrero, (Vila Mayo, 1988).
73. Vila Mayo, Juan Emilio, “Consideraciones acerca del contrato
criminalizado”, RGD, 1991, julio-agosto (Vila Mayo, 1991).
74. Vives Antón, Tomás Salvador y González Cussac, José Luis, “De
las estafas”, en Tomás Salvador Vives Antón (coord.), Comentarios
Jurisprudencia citada