Dios Cambia El Corazón de Piedra Por Uno de Carne
Dios Cambia El Corazón de Piedra Por Uno de Carne
Dios Cambia El Corazón de Piedra Por Uno de Carne
EN SU CAMINO
“para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y
me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios” Ezequiel 11:20
Él coloca un corazón y espíritu nuevo para andar en sus ordenanzas y que seamos su
pueblo, por lo cual no lo podemos ser si no caminamos en su palabra. Tú no
cambias por exclamar ¡aleluya!, ¡gloria a Dios! y levantar las manos en la iglesia,
sino por vivir en obediencia. Piensa en que área de tu vida tienes un corazón de
piedra, porque Dios te perdona, te limpia y te lava, no para perder el tiempo, sino
para que andes en su camino.
El único perfecto es Dios mismo y nosotros debemos esforzarnos en hacer las cosas
para Él, no por intervalos o esporádicamente, porque el tiempo que le damos debe
ser ordenado y si alguien se está resistiendo a esta enseñanza, tiene un corazón duro.
Una persona con el corazón endurecido, detiene el cumplimiento del propósito de
Dios en su vida, abandona el camino, se desvía, se desanima y desalienta.
Santiago 1:8 dice que el hombre de doble ánimo (corazón duro) es inconstante en
todos sus caminos, cuando planificas algo, debes hacerlo de tal manera que no te
choque con nada para que no seas irresponsable. Una persona que no entiende esto,
abandona lo que Dios le ha dado y las ganas de seguir aprendiendo, tiene el corazón
endurecido.
Dios cambia nuestro corazón de piedra en uno de carne, no para volver a pecar y
volverlo a endurecer, sino para andar en sus decretos, porque mejor es un día en la
casa de Dios que mil fuera de ellos.
Hebreos 3.13 dice: “antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto
que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del
pecado”.
2. Guardar las ofensas: Recordar lo que te hicieron y esperar el momento para vengarte.
(Mateo 6.14-15).