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Microminerales

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Microminerales

Mariana Delgadillo Jaimes

Esteban Márquez

Yuliana Alejandra Pérez

David Vargas

MVZ Román Enrique Maza Ortega

Universidad de pamplona

Facultad de ciencias agrarias

Medicina veterinaria

Nutrición General - Grupo E

Semestre 2020-2

1
Introducción

Oligoelementos, son de gran importancia ya que aportan al funcionamiento de casi todos los

procesos bioquímicos en el cuerpo; haciendo parte de enzimas que coordinan diversos procesos

biológicos, por ello la importancia de estos dentro del cuerpo ya que fortalecen la salud animal y

también su productividad. Demostrando así por qué deben hacer parte de la dieta pues fortalecen

procesos de gran interés como es la reproducción y el crecimiento de las especies.

Demostrando que es vital para el desarrollo integral y por ello en algunos países se implementaron

legislaciones con el fin de definir los niveles de minerales que se deben implementar, aportándole

en todos aquellos procesos biológicos que tienen incidencias; realizando el consumo de manera

correcta y no llegar a la toxicidad por el mal manejo de los microminerales.

2
Contenido

Tema Pag

Microminerales (Concepto) -------------------------------------------------------------- 4-6

Funciones de los microminerales --------------------------------------------------------- 7-11

Absorción de los microminerales --------------------------------------------------------- 12-13

Excreción de microminerales -------------------------------------------------------------- 14

Síntomas de deficiencia de microminerales ---------------------------------------------- 15-20

Interrelaciones de microminerales ---------------------------------------------------------- 21

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Microminerales

Los microminerales, también llamados oligoelementos o minerales traza, son elementos

esenciales en cantidades muy pequeñas (menos de 100 mg/kg MS) y son necesarios para el normal

funcionamiento de casi todos los procesos bioquímicos en el cuerpo. Forman parte de numerosas

enzimas y coordinan un gran número de procesos biológicos, y en consecuencia son necesarios

para mantener la salud animal y asegurar la productividad.

Los microminerales deben ser proporcionados en óptimas concentraciones y según los

requerimientos que cambian durante el rápido crecimiento y desarrollo de los animales y su ciclo

de producción. Es bastante difícil definir el término «requisitos» para los microminerales de la

misma forma que se hace para energía, proteínas, o aminoácidos porque estos son difíciles de

establecer y la mayoría de las estimaciones se basan en el nivel mínimo requerido para superar la

deficiencia de un síntoma y no necesariamente para promover la productividad.

A pesar del hecho de que el papel de los microminerales en animales está bien establecido, han

sido siempre los nutrientes olvidados en la dieta animal. Su papel fisiológico a menudo se

subestima y su presencia en la alimentación en cantidades adecuadas se da por sentado. Y, aunque

son necesarios para mantener la función del cuerpo, para optimizar el crecimiento y la

reproducción, y para estimular la respuesta inmune, es difícil darse cuenta del impacto de la falta

de estos minerales, como de los síntomas de su deficiencia o de los desequilibrios minerales que

no siempre son evidentes. Sin embargo, sí que es posible que una ligera deficiencia de

microminerales pueda causar una reducción considerable en el rendimiento y la producción.

4
Desde 1950, los piensos han sido suplementados con microminerales como cobre, hierro,

magnesio, selenio y zinc, siendo las fuentes principales de estos elementos inorgánicas. En

la década de los 60, la producción animal tuvo que mejorar enormemente en respuesta a la mayor

demanda de alimentos de origen animal y por una parte, gracias a grandes avances en genética que

mejoraban el rendimiento reproductivo e incrementaban la rentabilidad, las operaciones

productivas fueron capaces de cubrir con la demanda generada y alcanzar los retos de producción,

pero por otra parte esta situación dio paso a él gran dilema del uso de las fuentes inorgánicas porque

se requieren altos niveles para optimizar el rendimiento del animal , es decir, para alcanzar los

requerimientos minerales de estas genéticas, cada vez, más exigentes. Además, su mayor

concentración en la dieta conlleva consigo problemas como posibles intoxicaciones accidentales,

reducido acceso a los enterocitos, además de baja absorción que comporta tasas altas de excreción

mineral con su consecuente efecto negativo sobre el medio ambiente.

De este modo, la búsqueda constante de la rentabilidad y competitividad en la producción animal

con el desafío de garantizar siempre la calidad de manera sostenible, ha comportado la necesidad

de evitar la excreción de altos niveles de minerales y, por tanto, a que algunos países hayan

establecido legislaciones acerca de los niveles de suplementación mineral. Esta presión afecta a

numerosos países, pero es especialmente intensa en la Unión Europea. Gran parte de los

microminerales ingeridos por las diversas especies domésticas (hasta el 99 %) no es retenida y

aparece en heces y orina.

Las concentraciones en las que los microminerales se proporcionan en la dieta deben ser óptimas,

de acuerdo con las necesidades de los animales, las cuales serán distintas durante las diversas fases

del crecimiento del animal y según el ciclo de producción en que se encuentre.

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Sin embargo, estas necesidades son difíciles de establecer, basándose la mayoría de las

estimaciones en el nivel mínimo necesario para superar los síntomas de una deficiencia y no

necesariamente en optimizar los rendimientos productivos, tal como indica López-Alonso (2012)

en su extensa revisión sobre el uso, en ocasiones deficitario y en otras excesivo, de microminerales

en nutrición animal.

Los minerales no deben ser utilizados al azar. Su incorporación en las dietas debe ser precisa ya

que existen interacciones entre ellos y los niveles de toxicidad están muy cercanos a las dosis

recomendadas y un exceso afectaría significativamente el desempeño de los animales.

Los microminerales son: cobre, cobalto, yodo, hierro, zinc, manganeso, selenio, cromo, molibdeno,

boro y flúor.

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Funciones de los microminerales

Los microminerales son componentes esenciales y específicos de la estructura de numerosos

metaloenzimas, coordinando un gran número de procesos biológicos y, consecuentemente, siendo

esenciales para el mantenimiento de la salud y el rendimiento productivo de los animales.

Según Suttle (2010), las principales funciones de los microminerales se pueden agrupar en cuatro

catalíticas (anabólicas o catabólicas),

Catalíticas (anabólicas o catabólicas),

Fisiológicas,

Reguladoras (replicación y diferenciación celular)

Estructurales (estabilidad de las moléculas y membranas de las que forman parte).

Algunos microminerales y su función:

Hierro: Forma parte de la hemoglobina transporta el oxígeno de los glóbulos rojos desde los

pulmones a los tejidos. Forma parte de enzimas flavoproteicas y hemoproteicas útiles para

aprovechar el oxígeno a nivel celular. En el suero aparece como transferrina.

Selenio: es antioxidante. La importancia del selenio se ha reconocido muy recientemente. Se ha

revelado como un agente antioxidante que guarda una relación funcional con la vitamina E.

También juega un papel importante en el metabolismo de las grasas.

7
Sus dos funciones principales son:

Formar parte de la enzima Glutatión-peroxidasa que cataliza la reducción de los peróxidos

formados a partir de los ácidos grasos para que estos no sean perjudiciales atacando a las

membranas celulares. En sentido la vitamina E actuaría impidiendo la formación de esos peróxidos.

Ser necesario para la integridad y funcionamiento normal del páncreas. Si el páncreas degenera

deja de producir lipasa pancreática por lo que se ve perjudicado el metabolismo de las grasas.

Cobre: necesario para el metabolismo del hierro. La principal función del cobre en el organismo

es como integrante de diversas enzimas:

Ferroxidasa: enzima que participa en la síntesis de hemoglobina. Facilita la absorción del hierro y

su penetración en la molécula de hemoglobina y en este sentido sirve para la prevención tanto de

anemias ferropénicas como cupropénicas.

Monoaminooxidasa que contribuye al mantenimiento de la estructura del hueso y por tanto

previene de trastornos óseos, que se manifiestan por fracturas espontáneas y deformaciones.

Citocromooxidasa cuya ausencia limita la formación de vainas de mielina y provocaría trastornos

nerviosos que en corderos se caracterizan por falta de coordinación de movimientos, parálisis y

muerte.

Tirosinasa: interviene en la producción de melanina cuya ausencia se manifiesta por

despigmentación de la piel y mal aspecto del pelo

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Manganeso: Es un componente de enzimas que intervienen en la formación de hueso. También es

integrante de enzimas que participan en el metabolismo de carbohidratos y grasas. Parte de muchas

enzimas.

Flúor: Nutriente esencial para animales de laboratorio. participa en la formación de los huesos y

los dientes; ayuda a prevenir caries.

Yodo: relacionado con la síntesis de hormonas tiroideas, siendo indispensable para la elaboración

de tetraiodotironina o tiroxina (T4) y triiodotironina (T3), hasta el punto de que el 80% del yodo

del organismo se localiza en el tiroides. La deficiencia de yodo conduce a la enfermedad que se ha

llamado genéricamente Bocio.

Silicio: Escasa importancia. Componente que completa a la lignina como elemento estructural.

Cromo: Participa en el metabolismo de carbohidratos y lípidos. La deficiencia de cromo en la dieta

puede provocar intolerancia a la glucosa.

Molibdeno: Su papel en el organismo está asociado a su integración en compuestos enzimáticos,

en este sentido es importante su papel en la enzima xantinaoxidasa especial en aves para la

formación de ácido úrico.

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Zinc: elemento crucial para el correcto desarrollo y la función de las células que median la

inmunidad innata y adaptativa. Las funciones celulares del zinc se pueden dividir en tres categorías:

catalítica, estructural y reguladora.

La ingesta regular de zinc es importante para mantener la integridad del sistema inmunológico, ya

que este mineral no se almacena en el organismo animal.

Cobalto: Interviene en el metabolismo de los glúcidos concretamente en la degradación del ácido

propiónico.

Existen otros minerales que han sido reconocidos recientemente como nutrientes esenciales pero

la función de ellos se desconoce. Es el caso del vanadio, estaño o níquel. Otros como el Plomo,

Bario, Litio, Cadmio, Estroncio, Berilio, Mercurio, Boro, Rubidio, Arsénico, Aluminio, se citan

como presentes en el organismo, aunque algunos su presencia da lugar a toxicidad.

Minerales tales como Fe, Cu, Zn, Mn y Se son esenciales para el desarrollo de las aves al

estar involucrados en diversos procesos fisiológicos y metabólicos. A pesar de que se requieren

en pequeñas cantidades, ejercen funciones vitales y aseguran la salud y productividad animal. Las

fuentes inorgánicas de minerales han sido ampliamente utilizadas en la industria avícola, sin

embargo, los sistemas de producción sostenibles deben buscar alternativas para mejorar

los resultados zootécnicos sin perjudicar el medio ambiente.

Tal como señala FEDNA (2010), los microminerales habitualmente aportados en el corrector son

el zinc, hierro, cobre, manganeso, selenio y yodo. En ocasiones se añade cobalto, necesario en

10
alimentos para rumiantes y conejos, pero no en monogástricos, y molibdeno en dietas para

rumiantes.

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Absorción de microminerales

Hierro: La absorción del hierro es mala, se absorben mejor los compuestos de origen animal, en

todo caso la absorción que se realiza a nivel duodenal es sólo del 5-10%, se ve muy favorecida por

la presencia de Cu. La absorción se ve favorecida por la formación de algunos quelatos como el

ácido ascórbico y la cisteína en cambio otros quelatos la frenan como asimismo la frenan los iones

bivalentes: Co, Mn, Zn, o la formación de compuestos insolubles: fosfatos, fitatos.

Cobre: Su absorción es mala solo se absorbe el 5-10% del Cu ingerido. El resto sale por las heces.

En su absorción interfieren Mo, sulfatos y carbonato cálcico, el aumento de estas sustancias en la

ración puede ser el origen de muchos de los síntomas de deficiencia. La excreción del Cu endógeno

se realiza con la bilis por las heces.

Yodo: El yodo tomado con la dieta se transforma en yoduro a nivel gastrointestinal, absorbiéndose

casi por completo. Tras su paso por la sangre, es captado por la glándula tiroides que lo utilizará

para la síntesis hormonal. Pasa fácil a la leche y huevos.

Selenio: La absorción de selenio, que ocurre en el segmento superior del intestino delgado, es más

eficaz cuando existe deficiencia en este elemento. El selenio se transporta inicialmente unido a la

albúmina y posteriormente, a la globulina α (1-2). La eliminación se produce por vía urinaria.

Manganeso: La absorción es escasa (10-40%), desconociéndose el mecanismo de absorción y

transporte. El manganeso absorbido aparece rápidamente en la bilis.

Zinc: El rango de absorción fluctúa entre un 10-40%, aunque se desconoce el punto exacto en que

lo hace en el intestino delgado. Esta absorción se ve disminuida por la ingestión de fibra y fitatos,

y el proceso se ve facilitado por grupos químicos de bajo peso molecular, como las metaloteínas.
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Flúor: Las principales fuentes de flúor son el agua potable fluorada y los alimentos preparados o

reconstituidos con ella. También encontramos flúor en casi todas las frutas y verduras, aunque sus

valores son pequeños y variables, dependiendo en gran medida del contenido de flúor de las aguas

de riego y terrenos donde se cultivaron.

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Excreción de microminerales

- El hierro es un mineral con poco grado de excreción ya que es esencial para el

organismo.

- El cobre circula en la sangre unido a la ceruloplasmina o se encuentra confinado dentro

de los eritrocitos, la excreción urinaria de cobre en todas las especies animales es

insignificante, al ser muy poco permeable el cobre en los capilares glomerulares,

aunque se sabe que en las ovejas aumenta ante la exposición

- El zinc se excreta por heces, siendo la orina una vía menor, aunque en ciertos casos se

intensifica, como en quemaduras, cirugía, traumatismos, enfermedad hepática, etc.

- El yodo tras su paso por la sangre, es captado por la glándula tiroides que lo utilizará

para la síntesis hormonal, y el resto se eliminará principalmente por la orina.

- El Manganeso se realiza con la bilis por las heces y en poca cantidad por la orina.

- La excreción de selenio se produce por vía urinaria.

- El cobalto al ser consumido pasa por el estómago, llega a los intestinos y ahí se absorbe

la cantidad necesaria que el cuerpo ocupa. Y finalmente si hay algún exceso se excreta

por medio de las heces

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Síntomas de deficiencia de microminerales

Cobre: Los síntomas de deficiencia de cobre en bovinos son anemia, fracturas espontáneas de

huesos rodeados de grandes masas musculares, decoloración del pelaje, diarrea, infertilidad,

retardo del crecimiento en terneros y predisposición a las enfermedades, aparecen sólo cuando la

afección está avanzada.

En los sistemas de producción bovina de carne, una de las deficiencias nutricionales de mayor

impacto económico lo constituye la hipocruposis y afecta en mayor proporción a los animales

jóvenes, en un rango de edad que va desde los tres y treinta y seis meses, pero afecta en mayor

medida a los animales menores de los 12 meses.

Los animales que presentan deficiencias generarán pérdidas económicas porque tendrán una menor

ganancia diaria de peso y adicionalmente podrán presentar dificultades o alteraciones

osteoarticulares, afectando finalmente la tasa normal de crecimiento.

Las necesidades en el ganado vacuno son de 10 p.p.m., la mitad en ganado ovino. Estos

requerimientos aumentan con la presencia de Mo y sulfatos. La deficiencia de los animales que

pastorean es frecuente. Para contrarrestarlo se recurre a:

Abonado con fertilización cúprica, administración de bloques para lamer, suplementación con

piensos que contengan sales de cobre, inyección de complejos orgánicos de cobre

Cobalto: Los síntomas de la falta de cobalto en bovinos son principalmente genéricos, y muchas

veces se pueden parecer a una parasitosis, ya que los animales empiezan a no crecer correctamente,

15
tienen el pelo seco y sin brillo, pierden peso, y en general llegamos a ver animales con un aspecto

demacrado.

Su deficiencia se presenta en animales en pastoreo, con manifestaciones clínicas semejantes a una

malnutrición. La solución estriba en un aporte de vitamina B12 sobre todo en monogástricos puesto

que las bacterias con capacidad para sintetizarla están en el intestino grueso y su absorción es más

difícil.

Yodo: en bovinos el hipotiroidismo es consecuencia de un déficit de hormona tiroidea que, a su

vez, puede ser consecuencia de un déficit de I en la dieta, y/o bajo consumo de Selenio (Se), o un

alto consumo de sustancias bociogénicas. Esto se da en lugares donde la tierra y los alimentos son

pobres en I (bocio endémico). Esta situación es más frecuente en regiones montañosas aisladas y

alejadas del mar. La carencia puede estar ligada a la presencia de sustancias bociógenas

(antitiroideas) en la dieta; tiocianatos en la yuca o mandioca; los glucosinolatos de la col o repollo,

la colza y la mostaza; un glucopéptido en la soya; antocianina en el cacahuate. Los compuestos

sintéticos con propiedades bociógenas son: queirolina, bifenilos policlorados y los polibromados.

Los compuestos orgánicos (DDT, DDD, Dieldrin), los glucocorticoides, las sulfas, carbamatos

etilénicos, sulfonamidas, tetraciclinas, polifenoles, goitrina, hemaglutininas, los

anticonvulsivantes, la furosemida, la fenilbutazona, la clorpromazina, los salicilatos, y compuestos

antitiroídeos como el propiltiouracilo y el metimasol.

La deficiencia de I en los animales jóvenes se conoce como cretinismo y en adultos como

mixedema, esta incluye los siguientes síntomas: Disminución del crecimiento, baja actividad de las

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gónadas, piel seca, pelo quebradizo, problemas en la reproducción (como: reabsorción del feto,

abortos, mortinatos, crías débiles, % de mortalidad elevado en recién nacidos, estro irregular o

suprimido, gestación prolongada, disminución del apetito sexual, baja calidad del semen,

infertilidad), crías sin pelo o poco y áspero, piel gruesa y reseca, hiperpigmentación de la piel,

intolerancia al frío, deformidad de los huesos y debilidad muscular, desarrollo neurológico

alterado, anemia, aletargamiento, anorexia, aumento de la glándula tiroides (bocio).

Hierro: La escasa absorción de este elemento se ve compensada por la alta reutilización que es

además muy eficaz sobre todo del hierro integrante de los eritrocitos. La resíntesis de hemoglobina

tiene lugar en la médula ósea y está regulada por la hormona renal eritropoyetina.

Las necesidades en hierro debido a esta eficaz reutilización son bajas en los animales adultos y en

la práctica es aportado por la dieta. Los concentrados y forrajes contienen Fe, siendo en este aspecto

más ricas las leguminosas que las gramíneas. Los alimentos de origen animal suelen ser ricos en

Fe excepto la leche.

Las mayores necesidades las presentan por este hecho los animales lactantes. Es muy habitual en

los cerditos recién nacidos la anemia ferropénica a los que es frecuente administrar hierro por vía

oral o intramuscular. La administración de Fe a las madres mejora su estado general pero no influye

en las crías porque no mejora los contenidos de hierro de la leche. Las gallinas de puesta también

presentan grandes exigencias, pero las dietas normales se lo proporcionan.

Zinc: la deficiencia de zinc afecta el sistema del complemento, la citotoxicidad de las células

“natural killer”, la actividad fagocitaria de los neutrófilos y los macrófagos y en general la

capacidad antimicrobiana de las células inmunitarias frente a patógenos invasores.

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Una deficiencia de zinc también podría comprometer la función inmune adaptativa,

particularmente el número y función de los linfocitos.

Manganeso: Las deficiencias se traducen por deformaciones en el esqueleto. En las aves se

produce Perosis con articulaciones engrosadas y malformadas. En los cerdos aparecen síntomas

parecidos que dan lugar a cojeras. También se suele producir sintomatología general en el área

reproductiva con retraso en los celos y deficiencias en la concepción.

Selenio: Distrofia muscular nutricional (DMN) o enfermedad del músculo blanco se presenta en

muchas especies animales. Los animales presentan estriaciones blancas y degeneración muscular,

en caso de verse afectado el músculo cardíaco puede producirse la muerte súbita. Es bastante

frecuente en terneros y corderos criados en zonas con deficiencia de selenio. La causa está en la

presencia de muchas enzimas intracelulares que han salido al exterior por el deterioro de las

membranas. Diátesis exudativa de los pollos en los que se generan edemas en el pecho por una

razón similar al caso anterior: pérdida de permeabilidad y deterioro de las membranas por carencia

de sus protectores (Vitamina E y Se).

Atrofia de páncreas, fibrosis pancreática, se produce por deficiencia grave de selenio aun cuando

exista suficiente cantidad de vitamina E. Síntomas generales de crecimiento más lento, menor

rendimiento en la reproducción, infertilidad, etc., se dan cuando los animales se encuentran en

pastos con deficiencia de selenio.

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Cromo:

Las carencias de cromo son poco frecuentes en los países desarrollados y pueden ser

consecuencia de una alimentación administrada por vía intravenosa (nutrición parenteral total)

empleada durante mucho tiempo.

Los síntomas incluyen adelgazamiento, confusión, pérdida de la coordinación y disminución de

la tolerancia a la glucosa presente en la sangre, lo que aumenta el riesgo de diabetes.

El tratamiento de la carencia de cromo puede comportar el consumo de complementos de cromo.

Boro: Las deficiencias están siempre relacionados con las principales funciones del boro. Aparecen

síntomas internos a nivel celular y vascular:

• Proliferación de células deformadas.

• Degeneración de tejidos meristemáticos y de membranas celulares.

• Acumulación de compuestos fenólicos en las vacuolas. Descenso de actividad de enzimas

oxidantes.

• Incremento de la actividad ascorbato oxidasa en hojas.

• Acumulación de nitratos y menor contenido de proteínas en citoplasma.

• Aparición de zonas fibrosas.

• Desarrollo anómalo de vasos conductores.

• Disminución del contenido en azúcares en frutos y tubérculos.

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Flúor: El déficit se suele observar en lugares donde el agua contiene menos de una parte por millón,

manifestándose su carencia por caries más frecuentes. Sus síntomas de deficiencia se caracterizan

por diarreas, mal pelo, pérdida de peso.

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Interrelaciones de microminerales

Interrelaciones cobre-molibdeno-azufre

Se han conocido ciertos pastos en suelos calcáreos en partes de Inglaterra y Gales.

durante más de 100 años para estar asociado con una condición en el ganado conocida como "teart",

que se caracteriza por la falta de abundancia y la diarrea. Un trastorno similar ocurre en ganado

turberas en Nueva Zelanda, donde se conoce como "turberas". Niveles de molibdeno en

los pastos de té son del orden de 20 a 100 mg / kg de MS en comparación con 0,5 a 3,0 mg / kg de

MS

en pastos normales, y el té se consideró originalmente como un sencillo

molibdenosis. Sin embargo, a fines de la década de 1930, se demostró que la alimentación con

el sulfato de cobre controló el desengrasado y por lo tanto se estableció una relación molibdeno-

cobre.

Ahora se sabe que el efecto del molibdeno es complejo y se considera

que el elemento ejerce su efecto limitante sobre la retención de cobre en el animal sólo en

la presencia de azufre. El sulfuro está formado por microorganismos ruminales de la dieta.

compuestos de sulfato o de azufre orgánico; el sulfuro luego reacciona con molibdato para

forman tiomolibdato, que a su vez se combina con el cobre para formar un tiomolibdato de cobre

insoluble (CuMoS4), lo que limita la absorción de cobre en la dieta. En

Además, se considera probable que si se forma tiomolibdato en exceso, puede ser

Se absorbe en el tracto digestivo y ejerce un efecto sistémico sobre el metabolismo del cobre.

P. MCDONALD

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Bibliografía

• https://agrinews.es/2014/02/18/los-minerales-traza-en-la-nutricion-animal/

• https://nutricionanimal.info/que-son-los-microminerales-y-como-influyen-sobre-el-

sistema-

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ento%20productivo%20de%20los%20animales.

• Libro nutrição monogástricos PDF

• https://www.uco.es/zootecniaygestion/menu.php?tema=144

• http://www.produccion-animal.com.ar/suplementacion_mineral/143-iodo.pdf

• https://mexico.infoagro.com/sintomas-de-deficiencia-de-boro/

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