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Commentarii: El Género Gramatical en Los de Servio A Virgilio

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EL GÉNERO GRAMATICAL EN LOS

COMMENTARII DE SERVIO A VIRGILIO


FRANCISCO GONZÁLEZ-LUIS
Universidad de La Laguna

SUMMARY

This paper reviews the various observations concerning grammatical


gender that were made by the grammaticus urbis Romae, Marius Ser-
vius Honoratus, in his Commentarii on Virgil As he presents the discus-
sion within the frameword of the tea ching of the grammatical correctness
of the language, that is, oflatinitas, his dependence on traditional artes
grammaticae is evident, especially on Ars Donati. Servius's originality,
however, can be appreciated in the eclectic position he adopts with respect
to the theoretical postulates of grammatical gender, in the manner in
which he renews and enlarges auctorial evidence, in his many insights,
and even in his personal errors.

Pocas cosas ocupan tanto espacio en la gramática latina antigua como


las consideraciones en torno al género de los nombres. La discusión a
veces farragosa, el detallado recuento o la simple enumeración de las
variaciones y oscilaciones del género gramatical llenan páginas y páginas
especialmente en las artes llamadas «extensas», cuales son, por ejemplo, las
240 FRANCISCO GONZÁLEZ-LUIS

de Carisio y Prisciano. Y ello hasta tal punto, que, en ocasiones, da la sen-


sación de que toda el «arte gramatical» parece reducirse, al menos en el
apartado del nombre, a una mera enseñanza de la recta utilización del
género. Lo que parece reflejar, sin duda, aquel dístico «el castrador, que
enseñó que hominem pertenece al género neutro, arrancó toda su arte a la
gramática» del conocido epigrama de la Anthologia Latina (109 Riese),
«De eunucho»:
Incertum ex certo sexum fert pube recisa,
quem tenerum secuit mercis auara manus.
Nam que ita femineo eunuchus crure mouetur,
ut dubites quid sit, uir an mulier.
Omnem grammaticam castrator sustulit artem,
qui docuit neutri esse hominem generis1.
Como es sabido, frente a estas artes copiosas, largas y enciclopédicas,
que intentan englobar todos los hechos lingüísticos, surge desde muy
pronto un manual más corto y sistemático, cuyo modelo más relevante
suele situarse en el Ars Donati. El ars entonces se convierte en uno de los
dos elementos complementarios de un sistema único de enseñanza, que
se completa con los commentarii de los autores. Al primero le correspon-
derían los aspectos definicionales, teóricos o axiomáticos, mientras que a
los segundos, la exégesis y explicación de los textos, especialmente de los
poetas2.
En cualquier caso, la idea que todavía nos representamos de los gra-
máticos latinos, tiene que ver más con la de un comentarista de textos
que con la de un teórico del lenguaje, aplicados más al análisis que a la
síntesis. Efectivamente, la buena reputación de Servio, incluso la de
Donato, procede en buena medida de sus comentarios virgilianos, por
más que nadie duda que la huella personal de uno y otro ha quedado
indeleble en la enseñanza de la lengua.

1 Poema que pertenece al Codex Salmasianus (= Carmina codicis Parisini 10318)


del siglo VII o principios del VIII.
2 Cf Una exposición al detalle de esta cuestión en la obra de L. HOLTZ, Donat et
la tradition de l'enseignement grammatical Etude sur /'Ars Donati et sa diffision (IV-1X
cle) et édition critique, París 1981, p. 25.
EL GÉNERO GRAMATICAL... 241

Así pues, dentro de la herencia de Donato y en calidad, también como


aquél, de grammaticus urbis Romae, se nos presenta Mario Servio Honora-
to formando parte de una generación, la del círculo de las conversaciones
saturnales de Macrobio (principios del siglo V), que vive, bajo el empera-
dor Teodosio, uno de los últimos renacimientos de la antigua Vrbs, con-
movida por el recuerdo y entusiasmo hacia sus viejos escritores, encum-
brando de forma emblemática a Virgilio, el poeta romano por excelencia.
«Todo Virgilio está lleno de ciencia», dice Servio al comienzo de su
comentario al canto 6 de la Eneida:
Totus quidem Vergilius scientia plenus est, in qua hic liber possidet
principatum, cuius ex Homero pars maior est. et dicuntur aliqua simpli-
citer, multa de historia, multa per altam scientiam philosophorum, theo-
logorum, Aegyptiorum, adeo ut plerique de bis singulis huius libri inte-
gras scripserint pragmatias3.
Tampoco puede decirse que los comentarios a Virgilio constituyan en
su época alguna novedad, puesto que es suficientemente conocido que
existían en la escuela romana desde que Cecilio Epirota, el liberto de
Ático, tomó la iniciativa de sustituir los Annales de Ennio por la Eneida,
viviendo todavía Virgilio 4 . No obstante, los de Servio representan, sin
duda, una especie de culminación y recopilación de cinco siglos de
comentaristas, a los que hay que añadir una colección posterior, denomi-
nada «escolios de Daniel» del nombre de su editor Pedro Daniel (París
1600)5.

3 En ésta como en las siguientes citas sigo la ed. de Georg THILO Y Hermann
HAGEN, Seruü Grammatici qui feruntur in Vergilii carmina commentarii, vols. I-III Leip-
zig 1884 (.= Hildesheim-Zürich-Nueva York, Olms, 1986), II, p. 1.
4 Cf SVET. gramm. 16, 3 Primus dicitur Latine ex tempore disputasse primusque Ver-
gilium et alios poetas nouos praelegere coepisse, quod etiam Domitii Marsi uersiculis indicatur:
«Epirota tenellorum nutricu& uatum«. La escuela se abrió en Roma a la muerte del poeta
Galo (27 a. C.), de quien Q. Cecilio Epirota era familia, y comenzaría por explicar en ella
las Bucólicas, para pasar más tarde a la Eneida.
5 De esta duplicidad de contenido en los Commentarii servianos tal como han lle-
gado hasta nosotros da cuenta G. THILO en el «Praefitio» de la cit. ed., vol. I, p. III:
Librorum manu scriptorum, quibus Seruiani qui feruntur in Vergilii carmina commentarii
nono et decimo saeculo propagati sunt, duplex est genus. alterius generis libris, quorum magnus
est numerus, ea continentur quae in bac exemplari rectis litteris impressa sunt. bis Seruü
grammatici nomen plerum que et inscri ptum est et subscriptum. alterius generis codicibus, qui
242 FRANCISCO GONZÁLEZ-LUIS

Si bien la obra de Servio se distingue por recoger múltiples noticias de


todo tipo, digresiones históricas o mitológicas, aprovechando los diversos
mensajes y sugerencias que el texto virgiliano puede proporcionar, no
descuida ni mucho menos, en tanto que gramático de la Vrbs, las cuestio-
nes gramaticales: especialmente aquéllas que pueden ofrecer divergencias
y dificultades de interpretación, donde se hace preciso recordar unas veces
las reglas del ars y otras apoyar entre varios usos posibles la elección de
uno determinado por medio de la auctoritas del poeta. Una de esas cues-
tiones la representa precisamente la atribución del género gramatical a los
nombres, donde no resulta fácil explicar los motivos de tantas oscilacio-
nes y diferencias.
Que la autoridad y el prestigio de Servio en semejante cuestión se
encuentran sumamente reconocidos, bástenos con mencionar la perma-
nencia en las ediciones actuales de Catulo del femenino anda aplicado a
pumice en los dos primeros versos de la dedicatoria de sus Carmina (1, 12
Cul dono lepidum nouum libellum 1/ anda modo pumice expolitum, trans-
mitido por los commentarii de Servio 6 , frente al masculino arido...pumice,
que presenta el manuscrito arquetipo V (= Codex Veronensis). O simple-
mente observar las frecuentes citas de Servio por parte de los otros gramá-
ticos cuando quieren delimitar alguna que otra situación confusa en
torno al género gramatical, no resuelta mediante la simple aportación de
los autores. Tal es el caso, entre otros, de su casi contemporáneo, el gra-
mático Prisciano, ante el empleo del vocablo specus, —us «caverna», en los
tres géneros (gramm.II 259, 18 hic specus, quod tam masculinum quam
neutrum inuenitur. Horatius carrninum libro III 125, hoc specus
melius dici in singulari, in plurali hi specus, Seruio placet. feminino tamen
hoc nomen quoque genere inuenitur.)7.

pauci sunt atque praeter unum omnes in media Franciae parte scrt'pti uel certe inuenti, pri-
mum usus est Petrus Daniel Aurelianensis, qui anno 1600 Parisiis Seruium edidit.
6 Aen. 12, 587 (Inclusas ut cum latebroso in pumice pastor //uestigauit apes...) ... «in
pumice» autem iste masculino genere posuit, et hunc sequimur: nam et Plautus ita dixit: licet
Catullus dixerit femenino («arid4 modo pumice expolitum» add. Fabricius). Cf también, P.
KLurz, RhM, 1931, 342-356.
7 Se refiere a SERV. Aen. 7, 568 (Hic specus horrendum), donde comenta: hoc nomen
apud maiores trium generumfiit. Ennius femenino posuit, Horatius masculino (carm. 3, 25,
2) quae nemora aut quos agor in specus: Vergilius neutro, quod hodie in numero singulari
EL GÉNERO GRAMATICAL... 243

1. PRESUPUESTOS TEÓRICOS DEL GÉNERO GRAMATICAL EN SERVIO

Enseña L.Holtz que el primer impulso que recibió el Ars Donati para
su divulgación posterior se debió en especial a Servio, su sucesor en la
escuela de Roma, para quien la gramática de Donato «n'est pas un
manuel parmi d'autres, mais tout simplement "le manuen. En efecto,
Servio utilizaría como instrumentos de trabajo tanto el compendio doc-
trinal de Donato, como su obra exegética de textos; pero, a juzgar por los
resultados, su actitud ante los dos campos debió ser diferente, pues,
mientras que sus propios comentarios van a sustituir a los comentarios
virgilianos de Donato, su curso de gramática al emplear el Ars Donati, sin
intentar escribir uno nuevo, le confiere el primer paso para convertirlo en
un texto canónico, rasgo característico de los siglos inmediatamente pos-
teriores.
Ello significa que los principios teóricos en los que Servio basa su con-
cepto del género gramatical podrían ser poco más o menos los mismos
que encontramos en el compendio doctrinal de Donato. Conviene desta-
car, a este respecto, que suele atribuirse a este gramático la puesta en cir-
culación y difusión de una concepción del género gramatical con una
amplia resonancia en la lingüística posterior: me refiero a la conocida teo-
ría de que este accidente del nombre no es más que un elemento pura-
mente formal que se asigna al sustantivo de manera totalmente arbitraria
y sólo ad positionem constructionis, como una mera relación sintagmática
que sirve para dar coherencia o cohesión al sintagma nominal; es decir, el
postulado de que un nombre es masculino porque sus determinantes,
adjuntos, adjetivos.. .son masculinos; e igualmente, un nombre será feme-

tribus tantum utimur casibus «hoc specus huius specus, o specus». nam pluralem tantum a
genere masculino habemus in omnibus casibus: hinc est (VERG. georg. 3, 376) «ipsi in defos-
sis specubus». quamquam antiqui codices habeant «hic specus horrendus».
8 Op. cit., p. 223; cf, también la n. 8 (ibidem, a pie de página), donde dice: «Hay
que notar que Servio, en la última línea del De centum metris, emplea la expresión manua-
lem libellum (equivalente latino del éyxciplatov —título de una obra de Epicteto—), en el
sentido técnico de «liyre qu'on a sous la main»: es el ancestro de nuestro manual, incluso
del libro de cabecera o libro de bolsillo, es decir, llevado en la mano... Pero el vocablo ars
es todavía en esta época el verdadero equivalente».
244 FRANCISCO GONZÁLEZ-LUIS

riino, si sus adjuntos, acompañantes, etc. son femeninos 9 . Donato lo for-


mula así:
Genera nominum sunt quattuor, masculinum, femininum, neu-
trum, commune. Masculinum est, cui numero singulari casu nomina-
tiuo pronomen uel articulus praeponitur hic, ut hic magister. Femini-
num est, cui numero singulari casu nominatiuo pronomen uel articulus
praeponitur haec, ut haec Musa. Neutrum est, cui numero singulari
casu nominatiuo pronomen uel articulus praeponitur hoc, ut hoc scam-
num. Commune est, quod simul masculinum femininum que significat,
ut hic et haec sacerdos. Sed ex his uel principalia uel sola genera duo
sunt, masculinum.et femininum. Nam neutrum et commune de utro que
nascuntur 1°.
Pero, como también explica L.Holtzn , el hecho de que Servio adopte
el Ars Donati como manual en su escuela no quiere decir que acepte
totalmente la doctrina de Donato, sin discrepancias en sus planteamien-
tos. La existencia de varios Commentarii in artem Donati o de diferentes
Explanationes in Donatum, atribuidos unos y otras respectivamente a Ser-
yi0 12 , ponen de manifiesto que no pocas veces las teorías de Donato fue-
ron modificadas o variadas según criterio propio o siguiendo el de otros
gramáticoo. Las más de las veces nuestro gramático parece que intenta
completar el texto de Donato y marcar las tintas en algún que otro extre-

9 Doctrina que aparece desde el mismo nacimiento de la gramática latina, en


Varrón (ling. 9, 41): Sic dici uirum Popennam ut Alfinam muhebri forma et contra parie-
tem ut abietem esse formam similem, quo<m> aherum uocabulum dicatur uirile, alterum
muliebre et utrum que natura neutrum si:. ita que ea uirilia dicimus non quae uirum signifi-
can:, sed quibus proponimus hic et hi, et sic muliebria in quibus dicere possumus haec et hae.
(Obsérvese que Varrón no conoce todavía los términos masculinum, femeninum Igenusp.
10 DON. Ars. Mai., II, 5, (ed. HOLTZ, op. cit., p. 619).
11 Op. cit., p. 227.
12 Algunos con toda seguridad, pues el Commentarius in artem Donati( SERV.
gramm. IV, 403-48), se encuentra citado por Prisciano (gramm. II 8, 15 ostendit etiam
Seruius in commento quod scri bit in Donatum...); y, para el caso de las Sergii Eacplanationes
in Donatum (SERG. gramm. IV 486a-565), se discute si el nombre Sergius es una varian-
te o un error por Seruius. Téngase en cuenta, por lo demás, que los gramáticos latinos edi-
tados por H. KEIL, se citan a la manera del ThLL; y la sigla GRF se refiere, como es habi-
tual, a los Grammaticae Romanae fragmenta, editados por H. FUNAIOLI, Stuttgart 1907
(.1969).
13 L . HOLTZ dice (op. cit., p. 227) a este propósito que las teorías de Probo iunior y
las de Sacerdos eran muy apreciadas en el siglo V.
EL GÉNERO GRAMATICAL... 245

mo que echa en falta. Tal es el caso del género gramatical: para Servio la
formulación donatiana de carácter exclusivamente sintáctico del género,
como puro efecto de su capacidad de concordancia, carece del necesario
componente semántico tan relacionado con su nomenclatura (genus, mas-
culinum, femininum), puesto que el género también sirve para indicar el
sexo de las personas y el de algunos animales. Por ello Servio siente la
necesidad de completar a su ilustre predecesor de la siguiente manera:
Genera dicta sunt ab eo, quod generant, atque ideo duo sunt tantum
genera principalia, masculinum et femininum. haec enirn sexus tantum
generat. genera autem aut naturalia sunt, aut ex auctoritate descendunt:
naturalia sunt, ut uir, mulier; auctoritate descendunt, ut hic
haec fenestra. in his enim naturalem nullum intelligimus sexum, sed
eum sequimur, quem firmauit auctoritas14.
De esta clasificación del género en dos tipos, diferenciados por la pre-
sencia o ausencia de motivación semántica, nacen los conceptos de
«género natural» y «género gramatical» 15, que tan importante papel van a
jugar en la lingüística moderna, pero cuya simple enumeración y reseña
nos alejaría ahora de nuestro cometido. Incluso cabe pensar en reflejos
de las especulaciones filosóficas griegas sobre el origen del lenguaje,
según las que en la lengua se explica todo «por naturaleza» (Ocrez, natu-
ra) o «por convención» (8écre1, positione), bien acogidas en Roma en
todas las épocas.
Pero, ¿cómo debe entenderse esta doble división del género en los gra-
máticos latinos? A ello parece responder con bastante claridad el propio
Servio:

14 SERV. gramm. IV 407, 39-408, 1-5. Doctrina que se encuentra también en


Varrón según cita del propio Servio (=Sergius) (EXPLAN. in Don. gramm. IV 492-3, 37
Varro dicit: genera a generando. quidquid enim gi gnit áut gi gnitur, hoc potest genus dici et
genus facere. quod si uerum est nulla potest res integrum genus habere nisi masculinum et
femininum. ergo in animalibus possumus certa genera deprehendere ut puta "hic equus",
«ha« equa") Cf ibidem H. KEIL: «similiter de generibus nominum disputauit Iulianus
Toletanus in Donat. p. LXVI, qui Varroni tribuit haec, scripsit Varro ad Ciceronem «potes-
tatis nostrae est illis rebus dare genera, quae a natura genus non habent».
15 Si bien en esta denominación hay un contrasentido, pues ambos géneros, el natu-
ral y el gramatical, son gramaticales; de ahí algunos intentos de cambiar el término «gra-
matical» por otros nombres más apropiados: por ejemplo, R.V. MIRANDA, (en «Indo-
european Gender: A Study in semantic and syntactic Change», Journal of Indo-European
Studies, 3, 1975, p. 200, n.2), prefiere la denominación «género anómalo».
246 FRANCISCO GONZÁLEZ-LUIS

Cetera uero, quae generare aut generan i non possunt, non habent
certa genera a natura, sed ab auctoritate suscipiunt. atque in his plerum-
que auctoritas nutat: puta legimus hic silex et haec silex, legimus hic
cortex et haec cortex. quae causa est dubitationis, nisi quod natura ibi
non est, quae sexum confirmet? nec audemus nos, quoniam genus non est
in pariete, aliud dicere, quam ut legimus. ubi enim ars deficit, succedi t
auctoritas16.
En efecto, de aquí se desprende que bajo el prisma de los gramáticos,
cuyo oficio es enseriar el bueno y correcto uso de la lengua, esta doble
consideración del género debe englobarse, como tantas otras cuestiones,
dentro del concepto de la líainitas, que comprende, según la tradicional
formulación de Mario Victorino y Diomedes, tres aspectos importantes:
ratio, auctoritas y consuetudou . Por consiguiente, hay un género gramati-
cal motivado por la ratio (natura, ars) y otro completamente arbitrario y
convencional, pero regido por la auctoritas y por la consuetudoi8.
Un texto, que el gramático Diomedes (gramm.I 439, 17-30) atribuye
a Varrón (GRF 268), nos sirve de compendio acerca de lo que la gramáti-
ca antigua entiende con los vocablos natura, ratio, ars (analogia), de un
lado, y con auctoritas, consuetudo (anomalia), de otro:
Natura uerborum nominum que inmutabilis est, nec quicquam aut
minus aut plus tradidit nobis quam quod accepit. Nam si quis dicat
scrimbo pro eo quod est scribo, non analogiae uirtute sed naturae ipsius
constitutione conuincitur. Analogia sermonis a natura proditi ordinatio
est secundum technicos, neque aliter barbaram linguam ab erudita quam
argentum a plumbo dissociat.

16 SERV. (=Sergius), explan. in Don. gramm. IV 493, 4-10.


17 M. VICTORIN. gramm. VI 189, 2-7: Latinitas ea obseruatio incompte loquendi
romanam linguam. Constat autem modis tribus, id ea ratione auctoritate consuetudine: ratio-
ne secundum artem, auctoritate secundum eorum seri pta quibus ipsa auctoritas adtributa,
consuetudine secundum ea quae loquendi usu placita adsumpta que sunt. Hay que tener en
cuenta, además, las variantes de esta definición; pues, por ejemplo Varrón (frg. 115 [GRF
268] constar autem... his quattuor: natura analogía consuetudine auctoritate) coloca analogía
en lugar de ratio y añade natura, y Quintiliano añade uetustas (1, 6, 1 sermo constar ratione
uetustate auctoritate consuetudine).
18 Este punto de vista es general en todos los gramáticos: Así, entre otros, SACERD.

gramm. VI 472, 27 (=PROB. cath. gramm. IV 8, 5) hoc praesepe huius praesepis hoc genere
declinatur. nam quod Plautus (Cure. 228 ad praesepem suam) haec praesepes mea ea [sic]
genere femenino, sicut apud Graecos, auctoritas est, non ratio.
EL GÉNERO GRAMATICAL... 247

Consuetudo non ratione analogiae sed uiri bus par est. Ideo solum
recepta, quod multorum consensione conualuit, ita tamen ut illi artis
ratio non accedat sed indulgeat. Nam ea e medio loquendi usu placita
adsumere consueuit.
Auctoritas in regula loquendi nouissima est. Namque ubi omnia
defecerint, sic ad illam quemadrnodum ad ancoram decurritur. Non
enim quicquam aut rationís aut naturae aut consuetudinis habet, cum
tantum opinione secundum ueterum lectionem recepta sit, nec ipsorum
tamen, si interrogentur, cur id secuti sunt, scientium19.

2. EL CATÁLOGO DE AVCTORES EN SERVIO

Si bien la auctoritas y la consuetudo pueden aparecer como conceptos


contrapuestos entre sí, lo habitual es que se presenten unidas, en tanto
que integradas en la anomalia o fuerza que valora los hechos particulares
basándose en la observación, frente a la analogía que prefiere la teoría, las
reglas y los esquemas. Y volvemos a los dos aspectos complementarios de
la enseñanza de la lengua en la escuela romana: el ars como compendio
doctrinal y los commentarii o explicación de los aucto res.
Como ayuda para comprender el funcionamiento de estos conceptos en
las artes grammaticae de una época muy próxima a Servio, puede verse el
examen que de la auctoritas, consuetudo y ratio en la obra gramatical de San
Agustín hizo recientemente la profesora de Cambridge, Vivien Lavv 20. Allí
la auctoritas lo invade todo (auctoritas pene sola dominatur), no sólo a la
ratio, sino también a la consuetudo, al menos en el sentido de consuetudo
auctorum, a causa de la función pedagógica que se le atribuyen.

19 Texto que a su vez J. COLLART (en «L'oeuvre grammaticale de Varron», Varron.


Grammaire antique et stilistique latine, París 1978, p. 14) resume así: «Par héritage chaque
génération, dit en substance Varron, reÇoit de la nature (natura) un certain état du langa-
ge. Sur cet héritage s'exercent une force de continuité et d'homogénéité qui est l' analogia
(la regle), et une force de renouvellement qui est le consuetudo (l'usage), á laquelle s'ajoute
occasionnellement I' auctoritas d'un écrivain en renom. Derriére consuetudo et auctoritas se
retrouve l'idée assouplie d' anomalia».
20 En «Auctoritas, consuetudo and ratio in St. Agustine's Ars grammatica», en la obra
conjunta De ortu grammaticae. Studies in medieval Grammar and Linguistic Theory in
Memory of Jan Pinborg, Amsterdam-Filadelfia 1990, pp. 191-207, esp. 195-8.
21 «This hierarchy naturally affects the pedagogy appropriate to the subject: in a dis-
cipline in which the role of ratio is minor and auctoritas pene sola dominatur, it will be
248 FRANCISCO GONZÁLEZ-LUIS

Pero la auctoritas hace referencia fundamentalmente al catálogo de


aucto res a través de los que se establece la norma. Esos aucto res debían ser,
según Quintiliano, preferentemente oradores e historiadores, pues «a los
poetas los excusa las exigencias del metro» 22 . Sin embargo, una mera
observación de los ejemplos gramaticales que aparecen en las distintas
artes, da la preeminencia absoluta a los poetas. Tal abundancia de ejem-
plos poéticos vendría provocada indudablemente por el hecho de que el
grammaticus no sólo enseña teoría de la lengua, sino también explica al
mismo tiempo a los poetas.
Una segunda característica que distingue al catálogo de auctores, con-
cierne a su representatividad e intercambio. En efecto, los pasajes de los
escritores citados por la gramática se convierten en representantes o
modelos de la categoría a la que sirven de ejemplos, hasta el punto de que
suelen constituirse en símbolos de la misma 23 . Por este motivo las citas de
la gramática acostumbran a ser casi siempre las mismas con muchas difi-
cultades para la innovación y con intercambios normales de uno a otro
manual.
Conviene destacar, por último, un tercer rasgo de la auctoritas, cual es
su carácter restrictivo; restricción que afecta al menos a dos aspectos: de
un lado al número de autores, corto y prácticamente idéntico en todas las
Artes; y de otro, a la época de los mismos, desde los comienzos de la lite-
ratura en antiguedad, no descendiendo más allá de la época de Augusto
en modernidad. A este último aspecto retrospectivo parece referirse

auctoritas which guides the student's first steps. Only when he has attained the moral
qualities which fit him for studies guided by ratio can he graduate to this higher form of
enquiry»: Así concluye el trabajo de V. LAW (art. cit., p. 202).
22 QvINT.1, 6, 2: Auctoritas ab oratoribus uel historicis peti solet; nam poetas metri
necessitas excusat, nisi si guando, nihil impediente in utro que, modulatione pedum alterum
malunt, qualia sunt "imo de stilpe recisum" et "aériae quo congressere palumbes" et "silice in
nuda" et similia: cum summorum in eloquentia uirorum iudicium pro ratione, et uel error
honestus est magnos duces sequentibus; con cita de tres ejemplos virgilianos donde se mues-
tra el género oscilante de los vocablos stilps, palumbes y silex.
23 Cf. L. HOLTZ, op. cit., p. 111. Cosa que ocurre en toda clase de ejemplos: pala-

bras aisladas, sintagmas, frases; «Ainsi —señala Holtz (ibidem)—, «il suffit d'énoncer la suite
magister Musa scamnum sacerdos felix pour que l'esprit reconnaisse la classification des
nomina appellatina selon le genre». (Obsérvese que de los tres tipos de ejemplos indicados
sólo las frases podrían ponerse en relación con un escritor y serían citas propiamente
dichas).
EL GÉNERO GRAMATICAL... 249

Quintiliano con el término uetustate, a la que confiere «cierta majestad y,


por así decirlo, cierta recomendación religiosa» 24 . Ilustra este apartado la
tabla recapitulativa de L. Holtz 25 con el recuento de citas de poetas e his-
toriadores del Ars Donati. Según ésta, en un gramático del siglo IV como
Donato, todavía se citan hasta 10 ejemplos de Ennio, 7 de Terencio, 2 de
Plauto, junto a más de 100 de Virgilio. En cambio, apenas están repre-
sentados los historiadores Salustio (una vez) y Tito Livio (una vez).
Todas estas características del catálogo de auctores se observan en los
commentarii de Servio, advirtiendo claro está una mayor minuciosidad y
abundancia de detalles en éstos que en las Artes, pero empleando en el
fondo los mismos criterios de selección apuntados más arriba. Una enu-
meración de citas en los comentarios servianos del canto 1 de la Eneida
nos proporciona el siguiente panorama:
Accio 5 Tito Livio 9 Plauto 14
Catón 8 Livio Andronico 2 Plinio 5
César 1 Lucano 15 Probo 4
Cicerón 32 Lucilio 5 Quadrigario 1
Ennio 32 Lucrecio 4 Salustio 51
Estacio 2 Nevio 4 Sisenna 2
Frontón 1 Ovidio 1 Suetonio 1
Horacio 32 Pacuvio 2 Terencio 37
Juvenal 10 Persio 4 Varrón 27
Ante este listado parece útil hacer las siguientes observaciones. En pri-
mer lugar es evidente que, aún en el siglo V, la norma gramatical descrita
permanece fija casi en los mismos límites que en los gramáticos anterio-
res, con la mirada puesta en la época republicana. Puede distinguirse, no
obstante, una novedad que merece una consideración: el papel de cierto
relieve que empiezan a ocupar poetas como Horacio, Lucano e incluso

24 QVINT. 1,6,1: Vetera maiestas quaedam et, ut sic dixerim, reli gio commendat. Por
lo demás, la uetustas puede integrarse en la auctoritas en el sentido de auctoritas ueterum.
25 Op. cit., p. 118.
250 FRANCISCO GONZÁLEZ-LUIS

Juvenal, siempre sin pasar en el tiempo más allá de Trajano-Adriano.


Finalmente, algo que, por ser obvio, no aparece en esta lista, pero que
no debe olvidarse: Virgilio sigue siendo el auctor más citado y comenta-
do, fenómeno que va a caracterizar a toda la gramática hasta la época
carolingia.
Cualquiera de estas precisiones anteriores es necesaria para interpretar
de manera adecuada las no pocas referencias de Servio a las fluctuaciones
del género gramatical en sus commentarii virgilianos. Así entendemos sus
frecuentes recurrencias al ars o ratio, como en Aen. 1, 149 ante el uso en
neutro de uulgu.r. uulgus et masculini generis et neutri lectum est: generis
neutri hoc loco, alibi masculini, ut in uulgum ambiguas 26 . et hoc est artis ut
masculino utamur, quia omnia Latina nomina in —us exentia, si neutra
rint, tertiae sunt declinationis, ut pecus pecoris; si autem secundae fuerint
declinati onis, masculina sunt, uulgi aun tem facit, non uulgeris, ut docti
clan. O bien las distinciones dentro de los auctores concediendo casi
siempre mayor autoridad al más antiguo, como en georg. 4, 296 licet et
hic imbrex lectum sit, melius tamen secundum Plautum haec imbrex dici-
mus 27; y más claro todavía en georg. 2, 288 ut etiam supra (v. 50)
di ximus, scrobes masculini sunt generis: nam et Cicero in oeconomicis sic
dicit, et Plautus ait sexagenos in dies scrobes. minor autem est Lucani et
Gracchi auctoritas: nam Lucanus ait (8, 756) exigua posuit scrobe, Grac-
chus abunde fossa scrobis est, quod exemplum in Terentiano est.
La auctoritas de Virgilio no se pone en duda ni siquiera cuando tiene
que explicar la innovación que representa, respecto al vocablo femenino
colubra, la aparición por privera vez en la Eneida (2, 471 qualis ubí in
lucem coluber mala gramina pastus) del masculino coluber.
Sed colubrum non nulli promiscuum nomen tradunt, quod ut sanan-
tius fieret, finxit masculinum, ut diceret cohiben

26 VERG. Aen. 2, 98-9: ...hinc spargere uoces // in uulgum ambiguas et quaerere cons-
cius arma. Cf SERV. gramm. IV 431, 26, donde erróneamente habla de un femenino: et
femenino et neutro genere legimus apud Virgilium, feminino in uulgum ambiguam, neutro
ignobile uulgus.
27 Si bien en el verso de VERG. georg. 4, 296 (hunc angustique imbrice tecti // parie-
tibusque premunt artis) no se distingue el género de imbrex, este vocablo pertenece al catá-
logo de ejemplos de género incierto de la gramática.
EL GÉNERO GRAMATICAL... 251

En efecto, el buen sonido o evitar la semejanza entre los finales de dos


palabras próximas en el verso pueden ser las razones para Servio de algún
que otro empleo del género por parte de Virgilio no del todo de acuerdo
con la consuetudo o la auctoritas. Así ocurre en el comentario a
timidi...damnae de la ecl. 8, 28 cum canibus timidi uenient ad pocula dam-
nae) donde parece reconocer que el vocablo es habitualmente femenino,
tal como lo usa Horacio (carm. 1, 2, 11 et superiecto pauidae natarunt //
aequore dammae), pero que Virgilio emplea el masculino para evitar el
«homoioteleuton»28.

3. ¿ALUSIONES AL LATÍN CONTEMPORÁNEO EN LAS EXPLICACIONES DE


SERVIO SOBRE LAS INCORRECCIONES DE GÉNERO?

Acabamos de ver que la norma gramatical, base de lo que en latín se


considera correcto o no, se rige por una auctoritas que tiene su mirada
puesta hacia atrás. Ello significa en principio que la lengua allí descrita, o
la lengua que se enseña, se encuentra alejada del latín hablado en ese
momento, ya que entre aquella norma clásica y éste otro hay, como indi-
camos, un espacio de tiempo de al menos cuatro siglos. De ahí que surja
inmediatamente la pregunta de si no será una tarea inalcanzable el buscar
en los gramáticos latinos información sobre la historia del latín: cuestión
formulada no hace mucho por el profesor Pierre Flobert 29 , señalando que
tal empresa es posible incluso en los gramáticos con manuales cortos
como los de Donato y Dositeo. El profesor francés consigue encontrar
alusiones a la lengua contemporánea de estos gramáticos mediante el aná-
lisis de sus consideraciones sobre las etimologías, los arcaismos y los neo-
logismos.

28 SERV. ecl. 8, 28 et dammas masculino genere posuit. sib alibi (georg. 3., 539) timidi
dammae ceruique fugaces: Horatius feminino ait... et hic, ne bomoeoteluton faceret dicendo
timidi dammae. Es la misma explicación que da para el célebre cuium pecus? de ecl. 3,1:
cuium autem antique ait, uitans homoeoteleuton, ne diceret cuius pecus, quod modo trium est
generurn. antiqui dicebant sicut meus mea meum, sic cuius cuia cuium: Terentius (Eun. 321)
quid? uirgo cuia est?. Cf una interpretation diferente en AVG. gramm. IV 494, 90-21.
28 «Est-ce donc une entrepise désespérée de chercher chez les grammairiens latins
des informations sur l'histoire du latin?», en «La dimension historique chez les grammai-
riens latins (Donat, Dosithée)», L'héritage des grammairiens latins de lAntiquité aux
Lumi&es. Actes du Colloque de Chantilly, París 1988, pp. 27-35, esp. p. 29.
252 FRANCISCO GONZÁLEZ-LUIS

En efecto, el estudio de los gramáticos se presenta desde siempre


como fuente 30 de datos valiosos para el latín mal denominado «vulgar»,
término con el que las más de las veces se quería hacer referencia, como
es conocido, al latín hablado de la época, especialmente al que no se ade-
cuaba a la citada norma clásica y por este motivo era considerado defec-
tuoso e incorrecto.
El género gramatical, por lo demás, es un campo bastante propicio
para este tipo de indagaciones a causa, por un lado, de su carácter con-
vencional y, por otro, de las numerosas fluctuaciones que se registran en
cualquier época. Y así ocurre con Servio que, al intentar dar cuenta de
tales oscilaciones, deja vislumbrar no pocas veces lo que podría corres-
ponder a un uso contemporáneo; y ello tan abundantemente que se hace
preciso una pequeña selección de ejemplos en aras de la brevedad.
Empecemos por sus puntualizaciones a los célebres solecismos de
género de Donato: ualidi silices y amarae corticis. 31 Es evidente que no
puede haber solecismo de género en tales junturas, de acuerdo con la
definición de solecismo, si en la época de Donato el vocablo silex no era
femenino y cortex masculino 32 . Lo que al menos para cortex parece testi-
moniar Servio en su comentario a ecl. 6, 623 (tum Phaethontiadas musco
circumdat amarae // corticis atque solo proceras erigit amos):

Amarae corticis alibi (Aen.7,742) ait raptus de subere cortex:


quod magis sequi debemus, ut masculino utamur.

Habitualmente esas referencias a usos contemporáneos vienen indica-


das en Servio por medio de formas verbales tales como dicimus, utirnur,

30 Recuérdese la obra de Serafim DA SILVA NETO. Fontes do Latín Vulgar. Río de


Janeiro 1956 3, que realmente es un estudio de la Appendix Probl
31 Cf SERV. gramm. IV 446, 36 per genera fit (sc. soloecismus), ut "amarae cortices"
(VERG. ecl. 6, 62), cum omnes fere et frequenter `corticem' genere masculino dicamus, repi-
tiendo, según se ve, a Donato (Ars Mai. III 2 [ed. HOLTZ, p. 656] Per accidentia parti bus
orationis tot modis fiunt soloecismi, quot sunt accidentia partibus orationis. Sed ex his propter
conpendium exempli causa perpauca monstrabimus... Per genera, sicut "ualidi silices" et
"amarae corticis" et «collus collari caret9.
32 Se trata de ejemplos tradicionales con vocablos de género oscilante, que ya había
comentado Quintiliano (1, 5, 34-35). Para la definición de solecismo. uid. F. CHARPIN,
«La notion de solécisme chez le grammairiens latins», en Varron. Grarnmaire antique et
stylistique latine. París 1978, pp. 211-6; también L. HOLTZ, op. cit., pp. 154-5.
EL GÉNERO GRAMATICAL... 253

etc., o por adverbios del tipo nunc, modo, hodie, 33 o por expresiones como
hoc hodie non utimur, et hoc est in usu, etc. Sirva de ejemplo el comentario
a Aen.4, 462 (sola que culminibus ferali carmine bubo // saepe queri longas
in fletu ducere uoces). Dice allí Servio que sola, en concordancia femenina
con bubo, está bien (sane) dispuesto por Virgilio, puesto que el poeta pre-
supone aquí una relación con el término general (femenino auis), en con-
traposición al masculino del vocablo específico (bubo), que se encuentra
apoyado por la auctoritas de otros poetas y por el uso del momento:

Sane sola contra genus posuit Lucanus (5, 396) et laetae iurantur
aues bubone sinistro, item Ouidius (met.5, 550 ignauus bubo; 10, 453
finereus buba) infandus hubo. et hoc est in usu; sed Vergilius mutauit,
referens ad auem: plerumque enim genus relicta specialitate a generali
sumimus, ut si dicas bona turdus referendo ad auem: item si dicas prima
est a, id est littera, cum a sit neutri generis.

De igual forma merece destacarse el posible tratamiento femenino de


un sustantivo abstracto en - or, labor, en las indicaciones que hace Servio a
georg. 1, 150 (mox et frumentis labor addi tus, ut mala culmos // esset
robi go): 'labor' autem, quam (L [. Codex Leidensis]: quem Daniel) Graeci
1C077-1211/ dicunt. Si no se trata de una atracción del relativo, quam represen-

taría sin duda una concordancia en femenino con el vocablo labor, sus-
tantivo que, junto con otros abstractos masculinos en - or, tuvo tendencia
a cambiar su género al femenino probablemente por analogía semántica
con los otros abstractos mayoritariamente femeninos. Como es conocido,
este fenómeno se documenta en latín desde finales del siglo II de nuestra
era (CIL VI 32308 dolorem...nefandam) y dejó abundantes huellas en la
mayor parte de las lenguas románicas" Efectivamente, algunas variantes
de los manuscritos, que afectan al género, podrían reflejar, como ésta últi-
ma, algunas tendencias características del latín tardío, mientras que otras

33 Frecuentemente en contraposición a antiqui, cf: SERV. Aen. 1, 475 (congressus


Achillz) "congredior tibi » antiqui dicebant, sicut "pugno tibi », "dimico tibi »,- hodie dicimus
"congredior tecum", "pugno tecum", "dimico tecum':
34 Cf R. DE DARDEL, «Le genre des substantifs abstraits en —or dans les langues
romanes et en roman commun», en Cahiers Ferdinand de Saussure, 17 (1960), pp. 29-45.
254 FRANCISCO GONZÁLEZ-LUIS

pertenecerían más bien al grupo de meras indecisiones, sin descartar posi-


bles confusiones gráficas35.
No pocos datos de posibles alusiones al latín de la época pueden
entresacarse incluso de ciertos errores de atribución de género que encon-
tramos de vez en cuando en los comentarios servianos. Dos de ellos se
refieren al género de los árboles. Así a spinus (-i, -us), «ciruelo silvestre», le
asigna el género masculino, cuando su casi contemporáneo, el gramático
Carisio 36 , muy poco antes le confería correctamente el femenino aportan-
do el mismo ejemplo de georg.1, 145 (et spinos iam pruna ferentis):'pruno-
rum arbor spinus uocatur genere masculino; nam sentes has spinas dicimus.
El otro ejemplo (ec1.1,58 nec gemere aéria cessabit turtur ab ulmo) es de
signo diferente, pues ofrece como testimonio de un empleo femenino del
nombre de ave, turtur, este verso virgiliano, donde el adjetivo femenino
airia concierta, según se ve, con ulmor:
Turtur et masculino et feminino genere inuenitur, ut aeria tur-
tur cessabit, et Plautus tibi obustos turtures38.
Esta posible dificultad de Servio para reconocer la concordancia feme-
nina del adjetivo con un nombre de árbol de tema en -o, ¿podría ser indi-
cio de que en la lengua de su época ya se estaba consumando el proceso
de masculinización de los nombres de árboles flexionados por la segunda
declinación? En cualquier caso resulta extraño que pueda incurrir en tales
equivocaciones un grammaticus y en consecuencia un profundo conoce-
dor del ars. Precisamente ante un nombre de árbol, oleaster, «acebuche»,
excepcionalmente de género masculino, siente la necesidad de recordar la
norma gramatical, al comentar el pasaje de Aen.12, 766 (Forte sacer
Fauno foliis oleaster amaris // hic steterat):

35 Así ocurre, por ejemplo en SERV. Aen. 1, 182 quidam tamen "biremes" ad suum
tempus uolunt dixisse Vergilium, negantes Troicis temporibus biremes .fitisse. Varro enim ait
post aliquot annos inuentas (C2: inuentos C) biremes.
36 Gramm. 1183, 10 Spinu, ab hac spinu Varro in Aetiis (p. 254 Bip.) "fax ex spinu
alba praefértur, quod purgationis causa adhibetur". Spino ab bac spino Maro (georg. 4, 145)
" eduramque pirum et spinos". En el texto de Virgilio no hay forma de distinguir el género,
aunque en el contexto los restantes nombres de árboles (seras... ulmos // eduram que
pirum) son femeninos.
37 Cf Forcellini IV 838, s.u. turtur: «Cave tibi a Servio, qui ad loc. Virg. cit., femi-
nino genere usurpani docet, neque enim aeria ad turtur, sed ad ulmo».
38 El pasaje de Plauto al que parece referirse (Most. 45) se transmite así: tu tibi istos
habeas turtures.
EL GÉNERO GRAMATICAL... 255

fere omnia Latina arboribus nomina generis feminini sunt, exceptis


paucis, ut hic oleaster ethoc siler: Vergilius (georg.2, 12) ut molle siler
lentaeque genistae. ítem hoc buxum, licet et haec buxus dicatur: nam
supetfluam quidam uolunt facere discretionem, ut haec buxus de arbore
dicamus, buxum uero de ligno composito 39.
No cabe duda, pues, que muchas indicaciones de Servio en relación
con el género de los nombres, aún sin proponerse una observación cons-
ciente y directa de la lengua hablada de su época, reflejan en cierta medi-
da los usos o al menos las tendencias lingüísticas del momento, de la
misma forma que su innovadora ampliación de auctores en las citas de
poetas, especialmente en lo que se refiere a Horacio, parece responder a
los gustos literarios de su tiempo40.

4. LAS OSCILACIONES DE GÉNERO EN SERVIO

Para no perdernos en la muchedumbre de anotaciones de Servio res-


pecto a los nombres de género incierto, parece conveniente agruparlas en
tres apartados: los nombres de género común, las palabras griegas y el
catálogo tradicional de la gramática de nombres de género incierto.
4.1. Los nombres de género común.
La poco sistemática formación del femenino a partir de una única
forma de género común en los nombres que designan seres sexuados y,
por tanto, con género motivado por la designación semántica, figura
como una constante entre las preocupaciones de Servio, a juzgar por las
múltiples referencias a este hecho y a los intentos de regulación del
mismo. Así sucede, por ejemplo, con los sustantivos agentes en -tor, al
comentar el pasaje de Aen.12, 159 (auctor ego [sc.Iuno] audendz), donde
se esperaría un auctrix; Servio dice:

39 «Casi todos los nombres latinos de árboles son del género femenino, salvo unos
pocos, como hic oleaster y hoc siler Virgilio dice... Igualmente está permitido decir hoc
buxum y haec buxus. Algunos, no obstante, quieren hacer una distinción superflua, de tal
modo que baec buxus se diga del árbol, mientras que buxum de un objeto de madera».
40 Con la renovación de los estudios horacianos en la segunda mitad del siglo IV (el
propio Servio es autor de un pequeño tratado sobre la métrica de Horacio, De metris
Horatii lgramm. IV 468-721, Cf. L. HOLTZ, op. cit., p. 223.
256 FRANCISCO GONZÁLEZ-LUIS

Nomina in -tor exeuntia feminina ex se faciunt, quae trix terminan-


tur, si tamen a uerbo ueniant, ut ab eo quod est lego, et lector et lectrix
facit, doceo doctor et doctrix. Si autem a uerbo non uenerint, commu-
nia sunt. Nam similiter et masculina et feminina in tor exeunt, ut hic et
haec senator, hic et haec balneator, licet Petronius uswpauerit balnea-
tricem dicens. Tale est et hic et haec auctor, sed tunc cum ab auctorita-
te descendit, ut hoc loco. Cum autem uenit ab ea quod est augeo, et auc-
tor et auctrix facit; ut si dicas auctor diuitiarum uel auctrix
patrimonii41.
Aún dentro de este apartado del género común, la postura de Servio
ante las formas heteróclitas femeninas en - a, que estos nombres (y los
adjetivos tipo paupera mulier) suelen generar, es de bastante intransigen-
cia, admitiéndolas sólo ante una necesidad de distinción jurídica o como
un atrevimiento de los poetas. Tales son sus puntualizaciones a Aen.12,
519 (pauperque domus):
Hic et haec pauper dicimus: nam paupera usuipatum est. sic Plau-
tus paupera est haec mulier. sed hoc hodie non utimur. ea enim nomi-
na, quae ablatiuo singulari in e exeunt, si feminina ex se faciunt, similia
faciunt; neque enim heteroclita, alterius declinationis esse possunt: ut
puta, quia ab hoc hospite facit hic et haec hospes dicamus necesse est:
Lucanus <V 11> hospes in externis audiuit curia tectis: ab hoc leone,
hic ethaec leo; ab hoc latrone, hic ethaec latro;...ab hoc nepote, hic et
haec nepos: nam ut neptis dicamus in iure propter successionis discretio-
nem admissum est. sciendum turnen hospita paupera leaena lea uswpata
a poetis esse 42.

«Los nombres que terminan en —tor forman de su mismo tema los femeninos,
que acaban, a su vez, en —trix; si provinieran de un verbo, lo forman, como lector y lectrIX,
a partir del significado de lego, o como lo hace doctor y doctrix, a partir del de doceo. En
cambio, si no fueran deverbativos, pertenecen al género común: pues acaban de la misma
forma en —tor los masculinos y los femeninos, como hic et haec senator, hic et haec balnea-
tor, aunque Petronio empleó balneatrix. Así ocurre con hic et haec auctor cuando depende,
como en este lugar, de auctoritas. Por el contrario, cuando proviene de lo que significa
augeo, lo hace auctor et auctrix, como si dijeras «el acrecentador de la riqueza», o «la acre-
centadora del patrimonio».
42 Recuérdese el pauper mulier non paupera mulier de PROB, app. gramm. IV
197, 31.
EL GÉNERO GRAMATICAL... 257

4.2. Las palabras griegas.


De singular interés resultan también las explicaciones de Servio ante la
problemática que suscita, en cuanto al género gramatical, la integración
de las palabras griegas en la declinación latina. Ante todo, hay en nuestro
comentarista un intento de distinguir cuidadosamente las palabras griegas
«latinizadas», es decir, flexionadas a la manera latina, de las que siguen
declinándose a la manera griega. Tal es el caso de, v.gr., crater, -eris y crate-
ra, -ae, en su anotación a Aen.1, 724 (Postquam prima quies epulis mensa-
eque remotae, // crateras magnos statuunt et uina coronant):
Crateras Graecum est ab eo quod est hic crater; nam Latine haec
cratera dicitur, unde Persius (2, 52) si tibi crateras argenti incusaque
pingui auro dona feram43.
Servio señala aquí que crateras magnos, tal como lo usa Virgilio en
masculino, Graecum est-, pues la forma femenina cratera de la primera
declinación, que proviene del acusativo singular griego (Tózi icpctril pa), es
la única que se considera integrada en la flexión latina.
Los nombres griegos neutros que designan animales presentan tam-
bién una grave dificultad para incorporarse a la flexión latina, ya que
desde Varrón todas las artes venían repitiendo el precepto de que nullam
rem animakm neutro genere declinan i 44 . Servio se hace eco de esta norma
en, por ejemplo, georg. 1, 207 (Pontus et ostriferi fauces temptantur
Abydz):
sane secundum artem haec ostrea et hae ostreae dicimus: nullum
enim habet latinitas nomen animalis, quod neutri sit generis, sicut graece
Tó diTos Kai Tá icr yi, licet et Horatius (sat.2, 4, 33) dixerit ostrea
Circeis, Miseno oriuntur echini et Iuuenalis <VI 302> grandia quae
mediis iam noctibus ostrea mordet: quos tamen possumus graece locutos
accipere; ita enim dicunt Tó juTpeov Kat Tá 50-Tpea.45

43 De manera semejante en SERV. georg. 3, 245 Leaena autem graecum est, sicut
dracaena: nam nos "hic" et "haec leo" dicimus; lea namque usuipatum ese, quia in —o exeun-
tia masculina feminina ex se non faciunt, ut "fidlo lacro leo':
44 Cf Cledon. gramm.V 41, 24-28 Ostrea si primae declinationis fiera, sicut Musa, femi-

nino genere declinabitur, ut ad animal rtferamus; si ad testam, ostreum dicendum ea neutro genere
et ad secundan', declinationem, ut sit "huius ostrei" "huic ostreo", quia dicit Varro nullam rem
animalem neutro genere declinan. Cf, también, VARRO ling. 11 frg. 9 (GRF 270, 246 [911).
as «Empleamos correctamente conforme a la gramática haec ostrea y hae ostreae; pues
el latín correcto (la latinitas) no posee ningún nombre de animal que pertenezca al género
258 FRANCISCO GONZÁLEZ-LUIS

Asimismo, la no existencia en latín de una flexión masculina de la pri-


mera declinación semejante a la griega, hizo que el tipo ó papyapíTris-,
-ov cambiara su género masculino al femenino, al incorporarse en latín a
la declinación eminentemente femenina. No obstante, fluctuaciones,
como las que registra Servio en Aen.1, 6545 (coloque monile // bacatum,
et duplicem gemmis auro que coronam), son constantes en todas las
épocas46:
Bacatum ornatum margaritis. dicimus autem et haec margarita et
hoc margaritum et haec margaris, quod Graecum est, quo modo Nais.

4.3. El catálogo tradicional de la gramática de nombres de género incierto.

No resulta dificil caer en la cuenta de que la mayor parte de las ya


citadas explicaciones de Servio respecto al género corresponden al catálo-
go tradicional de nombres de género incierto o dudoso que se había ido
confeccionando poco a poco a lo largo de los cinco siglos de enseñanza
gramatical. El comentarista simplemente aprovecha su registro en el verso
virgiliano para repetir, a veces con las mismas palabras, los preceptos y las
normas gramaticales o bien aportar la auctoritas de su empleo en cual-
quiera de los tres géneros. Así sucede, entre otros, con el vocablo stirps,
stilpis, con los significados de «raíz», «tronco» y de «origen», «linaje», para
el que encontramos idéntica acotación varias veces (Aen.1, 626; 3, 94; 7,
99; 12, 208) y de forma muy análoga a la de otros gramáticos47:

neutro, como el griego ró Kriros- Kai rá Krírq, aunque tanto Horacio (sat. 2, 4, 33)
como Juvenal (6, 302) lo hayan usado: no obstante, podemos admitir que lo han usado
en griego, pues lo emplean así Tó 6arpcov Kai rá 5crrpea». Cf,, también las reflexiones
sobre la cuestión en SERV. (= Sergii) Expl. in Don. gramm. IV 493, 13-29.
46 Cf: CHAR. art. gram. 138, 6-17 (ed. BARWICK): "Margarita" feminini generis ese,
quia Graeca nomina 175- terminata in a transeunt et fiunt aut feminina, ut ó ,ra'prqs . "haec
charta", papyapír-gs- "margarita'; aut communia, ut dliqnfs. "athleta': ergo neutraliter "hoc
margaritum" dicere uitiosum est; et tamen multi dixerunt, ut Valgius in epigrammate (fr. 1
B) "situ rugosa, rutunda // margarita': et Varro epistularum VIII (p. 198 Bip.) "margaritum
unum", "margarita plura': sed idem Varro saepe et alii plures "margarita" feminine dixerunt;
in genetiuo tamen plurali non nisi feminino genere "margaritarum"; uid., también, Ernout-
Meillet. s. u. c(h)arta: «Le cartus de Lucilius (709) est une tentative isolée faite pour con-
server le genre du nom grec».
47 Entre otros PROB. gramm. IV 210, 33; CHAR. gramm. 1109, 17; Cf F.

NEUE-C. WAGENER, Formenlehre der lateinischen Sprache. 1. Das Substantivum. Leipzig


1902 (= Hildeshein, G. Olms, 1985), p. 993-4.
EL GÉNERO GRAMATICAL... 259

sane stirps genere feminino originem significat, ut <VII 293> heu


stirpem inuisam, masculino arborem, ut <XII 770> sed stirpem Teucri
nullo discrimine sacrum. sed Horatius (carm.3, 29, 37) contra regulam
nititur, ut stirpesque raptas et pecus et domos48.
En tales nombres el carácter normativo del ars es aludido una y otra
vez, incluso cuando el uso virgiliano que se comenta es contrario al
mismo, aportando analogías erróneas, como ésta de dies con finis de
Aen.2, 554 (haec finis Priami fatorum):
Haec finis urdies, si tempus longum significat, generis feminini est. et
omnia Latina nomina inanima, simplicia, a uerbo non uenientia, nis
.syllaba terminata masculina sunt: inanima propter canis: simplicia prop-
ter bipennis: a uerbo non uenientia propter finis. ergo clunis luuenalis
<XI. 164> bene dixit tremulo descendant clune puellae. Horatius male
quod pulchrae clunes49.
No es infrecuente tampoco encontrar aquí intervenciones personales
del gramático con su inclinación por alguno de los dos géneros. Tal es el
caso de georg.3, 330 (iubebo // currentem ilignispotare canali bus undam):
sane canalis melius genere feminino, quam masculino proferimus.
Perseguir cada uno de estos nombres de género incierto a través de los
comentarios servianos no parece que tenga demasiado interés y alargaría
innecesariamente este estudio. Digamos, pues, para terminar, que tam-
bién en los apuntes a algunos de estos vocablos se nota un deseo del gra-
mático de distinguir los usos de los géneros mediante diferencias semánti-

48 SERV. Aen. 3, 94 (Dardanidae duri, quae uos a stape parentum // prima tulit
tellus) STIRPE hoc uerbo Troianis factus est error. «Stirps en género femenino significa «ori-
gen», como (Aen. 7, 293)..., en género masculino «árbol», como (Aen. 12, 770) "sed stir-
pem Teucri nulo discrimine sacrum // sustulerant". Mas Horacio (carm. 3, 29, 27) va con-
tra la norma, como...»
49 El pasaje del ars al que hace referencia Servio se encuentra con mayor claridad en
Probo (de nom. exc. gramm. IV 209, 31): Finis generis est masculini, quia quaecumque
nomina simplicia inanimalia Romana, id est anima carentia, nis syllaba finiuntur, generis
sunt masculini, ut finis crinis cinis panis amnis: quibus similis cum sit finis, generis erit mas-
culini. ideo autem dicimus Romana, quia lychnis nis syllaba finitur ea generis feminini; sed
Graecum est: ideo simplicia; inuenitur enim bipennis figurae compositae et generis feminini
ea: et ideo inanimalia, quia sunt iuuenis et canis, quae sunt generis communis. Vergilius
autem utroque genere dixit, ut "haec finis Priami fatorum" et (Aen. 10, 116) " hic finis
260 FRANCISCO GONZÁLEZ-LUIS

cas; lo que hemos visto a propósito de stiTs (entre otros, Aen.1, 626 cum
de origine dicimus generis feminini est..., cum de ligno masculini), y lo
encontramos con bastante frecuencia; por ejemplo, con speculum / specu-
lam en Aen.1, 180 (Aeneas scopulum interea conscendit):
Scopulum id est speculam. et guando speculationem significamus,
generis est feminini, ut (Aen.3, 239) specula Misenus ab alta. speculum
autem, in quo nos intuemur, generis est neutri, ut Iuuenalis (2, 103)
speculum ciuilis sarcina belli.
Hasta la curiosa distinción semántica del "día malo", cuando dies se
usa en femenino, y «día bueno», cuando es masculino, de Aen. 1, 732
(hunc laetum Tyriis que diem Troiaque profectis // esse uelis):
atqui nox erat, sed per diem accipimus et noctem. et quidam uolunt
masculini generis diem bonum significare, feminini malum.

5. NOTAS SOBRE LA CONCORDANCIA

Merece, por último, un rápido examen alguna que otra apreciación de


Servio respecto al comportamiento del género en la concordancia, porque
es conocida la indiferencia casi total en la que tuvieron a la sintaxis los
gramáticos latinos anteriores a Prisciano. Esa situación de «alusión vaga»,
de la que habla J.Collart en sus trabajos sobre el tema5 0 , sin duda se redi-
me precisamente en el apartado del género gramatica1 51 , donde las más de
las veces la incorrección que se quiere detectar afecta a una secuencia de
la cadena hablada, es decir, a la construcción de un enunciado. Pero, de la
misma forma que en las artes, lo que encontramos en Servio en este senti-
do responde más a las habituales referencias a vocablos unidos por medio
de una relación de contigüidad, de vecindad, que por una relación de
dependencia jerárquica o de subordinación. En efecto, en su comentario

50 En su clásica obra Varron, grammairien &tí-in, París 1954, p. 333, donde escribe:
«Les anciens n'ont pas étudié l'économie syntaxique de la phrase: les quelques réflexions
qu'ont peut trouver chez eux á cet égard ne dépassent jamais le stade de l'allusion vague.»
Cf:, también, del mismo autor «A propos des études syntaxiques chez les grammairiens
latins», en Bulletin de la Faculté des Lettres de Strasbourg, 38:6 (1960), p. 267-77.
51 Y si se quiere también en la doctrina del solecismo, entre los que, como ya se
indicó, está el solecismo de género, cf: F. CHARPIN, art. cit., en Varron. Grammaire ami-
gue et stylistique latine (París 1978), pp. 211-16.
EL GÉNERO GRAMATICAL... 261

a Aen.1, 17 (hic illius arma, hic currus fiíit) donde habla de la «concor-
dancia con el más próximo», queda de manifiesto mediante los verbos
conectere y respondere
quotienscum que nomina pluralis et singularis numen i conectuntur,
respondemus uiciniori, tu ecce hoc loco currui, non armis respondit.
eadem et in diuersis generi bus est obseruatio, ut magis uicino, siue mascu-
linum siue femininum respondeamus, ut puta uir et mulier magna ad
me uenit. si autem plurali numero uelimus uti, ad masculinum transea-
mus necesse ea, ut uir et mulier magni ad me uenerunt52.
Esa misma relación espacial entre vocablos que se unen, es la que apa-
rece en sus anotaciones a Aen.1, 159 (est in secessu longo locus: insula por-
tum // efficit obiectu laterum), donde enseña que la unión entre locus y la
frase siguiente (insula portum efficit) se realiza mediante un relativo (guem)
sobreentendido (subaudis quem), como ocurre en Aen.1, 12 (Vrbs antigua
fiíit, Tyrii tenuere coloni, // Karthago) en la que, según Servio, falta guam53.
Al margen ya del texto virgiliano y fruto de una digresión, tan característi-
ca de Servio, motivada probablemente por ese pronombre interpuesto
entre elementos unidos, nuestro comentarista ofrece la doctrina conocida
con el nombre de «atracción del relativo» al género de su atributo:
et sciendum est, quia, quotiens praemittimus nomen cuiuslibet generis et
interposito pronomine (proprium) sequitur nomen alterius generis, medium
illud pronomen proprii nominis genus sequitur, ut Sallustius (Cat. 55, 3)
est in carcere locus, quod Tullianurn appellatur. ecce proprio iunxit, non
appellatiuo; Tullianum enim proprium est, carcer appellatiuum. si autem
utraque nomina appellativa fiíerint, licentér cui uolumus respondemus 54.

52 «Cuantas veces se junten nombres en singular y plural, los concertamos con el


mas próximo, igual que aquí en este verso [Virgilio] concertó con currui, no con armis.
Idéntica es la observación para los distintos géneros, hasta el punto de que concertamos
con el más próximo tanto si es masculino como si es femenino, por ej., uir et mulier
magna ad me uenit. En cambio, si quisiéramos usar el plural, sería preciso pasarlo al mas-
culino, como uir et mulier magni ad me uenerunt».
53 Cf.' SERV. Aen. 1, 12 Tyrii tenuere coloni deest quam, uel alii uolunt hanc: amant
namque antiqui per epexegesin dicere quod nos interposito pronomine expriminus. item (Aen.
1, 530) "est locas Hesperiam Grai cognomine dicunt" deest quem.
54 «Y se debe saber que cuantas veces colocamos un nombre de cualquier género e,
interpuesto un pronombre, sigue un nombre propio de género diferente, aquel pronom-
bre de en medio sigue el género del nombre propio, como el ejemplo de Saltistio ea in
carcere locus, quod Tullianum appellatur. Aquí lo unió al nombre propio, no al apelativo:
pues, Tullianum es nombre propio, carcer apelativo. Pero si los dos nombres fueran ape-
lativos, concordamos libremente con el que queramos».
262 FRANCISCO GONZÁLEZ-LUIS

Así pues, tampoco Servio, siguiendo la señalada línea de los gramáti-


cos latinos, aporta nada nuevo a la sintaxis, a pesar de la ocasión que le
brindaban estas observaciones sobre la concordancia. La primacía del sig-
nificado de cada una de las partes del discurso, el agrupamiento secuen-
cial incluso de las palabras dentro de un periodo, no le hacen descubrir,
pongo por caso, las reglas de la concordancia donde las desinencias del
adjetivo dependen del género, número y caso del sustantivo al que se
refiere; es decir, desconoce el hecho sintáctico de la concordancia y en
consecuencia el funcionamiento de una frase.

Se ha pretendido reunir en este trabajo las diferentes anotaciones en


torno al género de los sustantivos que se encuentran en los Comentarios a
Virgilio del grammticus urbis Romae, Mario Honorato Servio. Al tratarse
de una cuestión gramatical, la dependencia de las distintas artes es eviden-
te y en este sentido los Commentarii se asemejan más a las artes extensas,
por ejemplo, de un Prisciano. Por consiguiente, la originalidad de Servio
no siempre es fácil de advertir. No obstante, hemos querido distinguir
una impronta personal y una valiosa aportación a la gramática antigua en
su postura ecléctica ante los postulados teórisps del género, en su innova-
dora ampliación de la auctoritas, en sus múltiples puntualizaciones y
hasta en sus equivocaciones.
Pero, además de estas observaciones gramaticales de índole tradicio-
nal, los Commentarii de Servio representan muchísimas más cosas: curio-
sidades sin límite, digresiones mitológicas, geográficas e históricas, leyen-
das y fábulas. Servio, casi en la línea de los eruditos alejandrinos, ofrece
todo tipo de glosas a los giros oscuros, aclara las abundantes alusiones,
explica cualquier palabra rara que se encuentre en su camino, realiza úti-
les analogías,...: todo surge del texto virgiliano como una auténtica enci-
clopedia, puesto que, repetimos sus palabras, totus quidem Vergilius scien-
tia plenus est, «Virgilio entero está lleno de ciencia»". Así pues, parece
conveniente y útil acudir de vez en cuando a esta fuente del saber anti-
guo, igual que lo hicieron las generaciones que le siguieron.

55 SERV. Aen. 6 (vol. II p. 1 [ed. THILO--


"AGEND.

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