Profesionalizar La Gestión
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Estrategia
Video conceptual
Referencias
En esta etapa es fundamental tener en claro quiénes somos y qué queremos hacer como emprendimiento.
Deberemos reflexionar sobre las competencias fuertes que se hicieron presentes en la etapa previa y que
nos indican las oportunidades que realmente podremos aprovechar y las que no.
En el caso práctico, el texto cierra con esta frase: Francisco Murray, Tomás Pando y Francisco Piasentini
transformaron el tradicional calzado gauchesco y, con diseño y estilo, lo convirtieron en un producto colorido.
Pero, como explica Patricio Dante Varela, representante de la firma para España: “Páez está en busca de ser
una marca sólida y de largo plazo y no solo hacer alpargatas con onda”.
Es en esta fase de identificación del emprendimiento en la que más debemos capitalizar todo el
conocimiento y la experiencia previamente obtenidos para cortar con las bifurcaciones y decidir la vía o
camino que tomaremos de aquí en adelante.
Cuando las unidades de negocio que tenemos en paralelo han sido lo
suficientemente exitosas podemos pensar en venderlas, incorporarlas
(fusionarlas) con el negocio principal o bien promoverlas como
compañías spin off.
En este punto vale aclarar que una compañía spin off es un concepto diferente al de un emprendimiento o
una startup, aunque ambas atraviesen el mismo proceso emprendedor con el fin de llevar a cabo una idea de
negocio. Las primeras nacen en el seno de una organización paraguas en la que pueden surgir y
desarrollarse con ciertos riesgos controlados, mientras que la última surge aisladamente, por lo que debe
afrontar por sí sola un alto riesgo y posibilidad de fracaso (Bernardo, 2014).
Así, cuando hablamos de compañías spin off nacidas específicamente dentro de otras organizaciones
empresariales, podemos hacer un paralelismo con los conceptos de emprendedor e intraemprendedor
vistos en el primer Módulo.
Por tanto, es importante ir constantemente actualizando el PDN para allanar esta delineación de nuestra
identidad que ahora debemos realizar, ya que deberíamos llegar con mayor claridad sobre el negocio en
comparación con cuando recién iniciamos el emprendimiento.
Como afirma Ariel Arrieta (2013), el PDN “aporta a la comunicación y marca una dirección para que el
management team, los inversores y todos los stakeholders [accionistas] estén alineados, y que el proceso
de escritura involucre la participación de todos” (p. 136).
Por otro lado, planificar estratégicamente es indispensable en nuestro proceso de profesionalización porque
nos permite proyectarnos en el futuro (plantear un norte) para actuar en consecuencia, coherente y
eficientemente. Como afirma Andy Freire: “Una visión de futuro (…) nos activa en el presente [,es decir], sirve
sólo como motivador. El valor no está necesariamente en lo que proyectamos, sino en los pasos que damos
hacia su concreción” (2014, pp. 129-131). Al respecto, te recomendamos la lectura del capítulo 7, “Las
imágenes del futuro”, de la bibliografía obligatoria ¡Libre!
“El camino emprendedor como filosofía de vida” de Andy Freire (2014), te permitirá reflexionar sobre la
importancia de combinar pasión y planificación, lo que todo emprendedor debe desarrollar en esta etapa.
Siguiendo a Bentolila y otros (2012), Robbins y DeCenzo (2009) y Thompson y Strickland (2003), analicemos
a continuación cómo puede implementarse el proceso de planificación estratégica en nuestro
emprendimiento.
Continuo en el sentido de que jamás se concluye la labor estratégica. Al considerar los cambios constantes
del contexto se deriva necesariamente en la revisión y ajuste permanente. Reiterativo implica que se apoya
en la ejecución de fases que se repiten cíclicamente, que aseguran así los resultados del proceso.
Integrado, por último, en cuanto al esfuerzo conjunto de los miembros del emprendimiento: cada área o
sector contribuye de manera simultánea a crear un mejor plan y obtener mejores resultados.
El diseño de la estrategia es a largo plazo y busca generar un posicionamiento que otorgue viabilidad al
negocio, es el resultado del intento estratégico y de las circunstancias emergentes que impactan en el
posicionamiento buscado.
Se observan, en la siguiente Figura, las principales fases (mínimas) que guían a dicho diseño estratégico:
A los fines de nuestra materia nos detendremos en las primeras seis fases.
LECCIÓN 2 de 7
Antes de iniciar cualquier proceso de planificación es importante interiorizarse con la situación actual del
emprendimiento a través del impacto de fuerzas internas y externas (el contexto) que lo afectan. Al
respecto, son útiles herramientas básicas, entre muchas otras, que tenemos a disposición:
PE S T E L FO D A FU E RZ A S D E PO RT E R
Suele realizarse antes del análisis FODA. Implica analizar el impacto de las tendencias en el
emprendimiento: políticas, económicas, socio-culturales, tecnológicas, ecológicas y legales (cada una
conforma la sigla PESTEL).
Esto nos permite conocer el entorno en el que se desenvolverá el emprendimiento y los posibles
comportamientos futuros de este. Resulta indispensable para reflexionar sobre los mejores caminos
estratégicos a tomar.
PE S T E L FO D A FU E RZ A S D E PO RT E R
PE S T E L FO D A FU E RZ A S D E PO RT E R
Supone el análisis de aquellas fuerzas que determinan y configuran un tipo particular de rivalidad entre los
competidores existentes de la industria que se trate: la amenaza de aparición de nuevos competidores y de
productos o servicios sustitutivos existentes en el mercado, como así también el poder de negociación de
los proveedores y de los clientes. Según la intensidad de cada una de estas fuerzas podremos dilucidar cuál
es la mejor estrategia de negocio a implementar (Bentolila y otros, 2012).
LECCIÓN 3 de 7
Los pilares de la estrategia. Hemos mencionado en módulos anteriores que la visión es lo primero que
aparece más nítido desde el momento mismo de la gestación, a diferencia de lo que ocurre con la misión
porque aún debíamos validar aquello que vamos a ofrecer. Pues bien, llegado este punto de maduración,
debemos alcanzar una mayor precisión de la visión y definir correctamente la misión, puesto que ambos
elementos son esenciales en la construcción de identidad de nuestro emprendimiento.
En cuanto a la misión, para crearla debemos documentar la finalidad de su existencia, su razón de ser o de
existencia, y reflejar la historia y preferencia de los fundadores, el entorno y los recursos con los que opera la
organización y la competencia distintiva (lo que diferencia a la organización de otras). Debe reflejar una
realidad duradera y no estar sujeta a un período de tiempo específico (no se modifica en el corto plazo).
Además, debe manifestar los valores y prioridades de sus fundadores. Hay que asegurarse que la misión
que sea estratégicamente reveladora, por lo tanto, debe contener los siguientes elementos:
2 Quién es el cliente;
“Brindar servicios financieros orientados al consumo con calidad y calidez, a través de un equipo de
colaboradores capaces, alegres y motivados” (Tarjeta Naranja, 2016, https://bit.ly/2vb5x02). Aquí puede
verse cómo el negocio (a) está en el rubro financiero orientado al consumo; el cliente (b) es cualquier
persona física o jurídica con capacidad legal para contratar esos servicios; y lo que el cliente valora (c) es,
para esta empresa, la calidad y calidez de atención.
TA RJ E TA N A RA N J A W A LT D I S N E Y
Los valores, por su parte, son todos aquellos principios de actuación y de trabajo que rigen el
comportamiento de todos los miembros de la organización. Es uno de los pilares fundamentales de la
estrategia, puesto que sostienen a la misión y visión.
Por último, los objetivos representan un compromiso de los equipos con el logro de tareas de desempeño
específicas dentro de un lapso de tiempo determinado: exigen resultados que se vinculen de manera directa
con la visión estratégica y los valores fundamentales del emprendimiento. Se deben expresar en términos
cuantificables o mensurables y deben incluir un límite de tiempo para su logro (Bentolila y otros, 2012).
LECCIÓN 4 de 7
Estrategia
La estrategia configura una pauta o plan que integra objetivos, políticas y secuencia de acciones principales
del emprendimiento en un todo coherente. Debe guiar la asignación de recursos, aprovechar potencialidades
y mitigar debilidades, explotar cambios que se proyectan en el ambiente y neutralizar posibles iniciativas de
sus competidores.
El nivel más general incluye un análisis de las estrategias corporativas o de negocio: brinda el concepto
específico de la unidad de negocio en el que se especializa para competir y, a partir de los elementos
contenidos en ella, se definen las estrategias funcionales y operativas (más específicas).
También se debe definir un plan de acción dirigido a la línea específica de negocios (una diferente para cada
línea, si cuenta con varias), con el objeto de lograr el fortalecimiento del emprendimiento a largo plazo. Aquí
se define la forma en que la unidad de negocios o centro de gestión competirá para lograr una ventaja
competitiva sostenible según su core competence y cuál de estas ventajas sirve para el segmento objetivo,
sus necesidades y deseos. Su objetivo es poder obtener una ventaja frente a la competencia a través de un
posicionamiento que permita llegar a un mejor desempeño financiero. Se comienza estableciendo el alcance
del negocio y la forma de competir (misión) para terminar con programas y presupuestos. En este punto, el
emprendimiento debe decidir qué enfoque estratégico aplicará para su negocio, en cuyo caso suelen ser
recomendadas las alternativas planteadas por Michael Porter (1998), las denominadas ‘estrategias
genéricas’. Estas estrategias genéricas se refieren a tres enfoques básicos: estrategia de liderazgo en
costos (procura la baja de costos productivos y, una vez logrado esto, la utiliza para reducir los precios como
estrategia mantenida en el tiempo), estrategia de diferenciación (selecciona uno o más atributos que los
clientes perciben como muy importantes y se dedica exclusivamente a satisfacer esas necesidades al
imponer un precio más alto en el mercado) y estrategia de enfoque o nicho de mercado (identificación de un
target o nicho de compradores en el mercado con necesidades y requerimientos específicos).
Estrategia funcional
–
Su objetivo es el de apoyar a la estrategia general y su enfoque competitivo. Es el plan de acción de los
niveles medios, se orienta al logro de objetivos del área funcional. Es indispensable que exista un plan de
acción para cada una de las áreas funcionales.
Se suele incluir, por ejemplo, la definición del segmento de mercado y la línea de productos a ofrecer,
detectar y coordinar los elementos de marketing que se tienen, como así también las actividades a realizar,
la definición de la estrategia para la incorporación y la capacitación del personal o las estrategias
financieras a aplicar para asegurar el buen giro del negocio.
Estrategia operativa
–
Se orienta a las unidades claves y actividades operativas. A pesar de ser estrategias de menor alcance,
comparadas con las anteriormente señaladas, agregan elementos de apoyo y detalles al plan estratégico
general (Robbins y DeCenzo, 2009).
1 Debemos tener en cuenta que a tiene la virtud de marcar nuestra identidad como
emprendimiento, pero puede ser contraproducente cuando cometemos errores de
planificación. Esto sucede cuando nos especializamos excesivamente en una unidad de
negocio que nos hace perder la visión completa de la industria o que apunta a un nicho que no
nos brinda las ventas esperadas o bien cuando nos especializamos en más de una unidad de
negocio que repiten estructuras o funcionalidades, lo cual estaría indicando que puede haber
una sola unidad en lugar de varias.
Como emprendedores debemos estar atentos a esas circunstancias para aprovechar correctamente la
especialización y evitar que nos juegue en contra.
Como reflexión de lo anterior, cerramos el caso con esto: “Nosotros apostamos a una alpargata urbana con
diseño y cambiamos de segmento: si la alpargata tradicional se vendía a un precio bajo y era de diseño
conservador, nosotros queríamos llevarla a la altura de unas Havaianas o Crocs que tienen un precio medio
para lo que se conoce en el mundo como un summer shoe. Pero como las alpargatas están muy unidas al
verano, entendimos enseguida que había que rotarlas a otras partes del mundo. Y ahí abrimos la frontera",
comenta Murray.
LECCIÓN 5 de 7
Video conceptual
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Referencias
Bentolila, C., y otros. (2012). Emprende Más: Herramientas para emprendedores en acción [Versión
electrónica]. Córdoba: Ministerio de Industria, Comercio y Minería, Gobierno de la provincia de Córdoba.
Recuperado de http://multimedia.
cba.gov.ar/web/Emprendemas.pdf
Bernardo, A. (22 de agosto de 2014). ¿Qué diferencias hay entre una startup y una spin-off? [Publicación en
blog]. Recuperado de http://blogthinkbig.com/startup-programs/
Caaps, R. (24 de agosto de 2009). The good enough revolution: when cheap and simple is just fine
(Traducción propia). Wire Magazine, 17(09). Recuperado de
https://archive.wired.com/gadgets/miscellaneous/magazine/1709/ff_goodenough?currentPage=all
Freire, A. (2004). Pasión por emprender. De la idea a la cruda realidad. Buenos Aires: Aguilar.
Freire, A. (2014). ¡Libre! El camino emprendedor como filosofía de vida. Buenos Aires: Aguilar.
Porter, M. (1998). Competitive Strategy: Techniques for Analyzing Industries and Competitors (Traducción
propia). Nueva York: Free Press.
LECCIÓN 7 de 7
Descentralización de la autoridad
–
Descentralizar la autoridad no quiere decir que debamos erradicar completamente la centralización en
nuestro emprendimiento. Ambas situaciones conviven porque algunas decisiones se retienen en el
máximo poder, mientras que otras pueden ser transferidas.
Empoderamiento de equipos
–
En la fase de identidad de nuestro emprendimiento, no solo debemos ocuparnos por los roles de liderazgo.
También debemos preocuparnos por que todos nuestros equipos logren empoderarse para trabajar
autónomamente en forma efectiva y eficiente.
Profesionalizar la gestión
–
En esta etapa, es fundamental tener en claro quiénes somos y qué queremos hacer como
emprendimiento. Deberemos reflexionar sobre las competencias fuertes que se hicieron presentes en la
etapa previa y que nos indican las oportunidades que realmente podremos aprovechar y las que no.