Unidad 3
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Unidad 3
Objetivos
Identificar los criterios y enfoques sobre las propuestas que historiadores hondureños
han fundamentado su periodización de la Historia de Honduras.
“El que no observa a un pueblo más que en su actual posición es como el que no ve a un
hombre más que en un acto solo de su vida. Para conocer a un hombre es preciso verle en
todos los periodos y para conocer a un pueblo es necesario observarle en todas sus épocas
de su historia”.
Introducción
Los hechos históricos, ordenados cronológicamente, pueden ser graficados en línea recta o
vertical, lo que no quiere decir que pueden realizarse en otros tipos de representación, queda
a opción de la creatividad e imaginación del autor, a estos gráficos se les conoce como líneas
de tiempo que muestra la continuidad de los procesos históricos sean universal, nacional,
regional o local.
Periodización de la Historia
Cuando hacemos un estudio histórico global, nos damos cuenta de los cambios efectuados en
las sociedades, en tanto que son organismos vivientes complejos que se auto-regulan
(cibernéticos): nacen, crecen, se desarrollan y se disuelven; y/ó, continúan viviendo bajo otras
formas.
El estudio de los movimientos históricos, nos llevan a detectar etapas y fases que pueden ser
sujetas a agrupaciones para un mejor análisis de los mismos. Es necesario registrar los
procesos sociales, sus etapas y fases, de manera que puedan ser sujetos a exhaustivos
estudios para explicarlos.
Es por medio del ordenamiento logrado, que podemos explicar la evolución social en distintos
momentos de la historia. De esta manera evitamos entenderlos, ó presentarlos, como un
conjunto anárquico no sujeto a leyes, ni a la lógica. Este ordenamiento es el que permite
establecer las regularidades y ciclos que atraviesan los procesos y su paso de un nivel a otro.
La evolución social y su dinámica interna hacen entrar a las colectividades humanas en
distintos períodos. Y al lograr establecer estos períodos, es necesario diseñar
las periodizaciones históricas; instrumentos didácticos imprescindibles en la enseñanza y
aprendizaje de la historia, en ello radica su valor.
Para fundamentar las ideas anteriormente planteadas, Manuel Tuñon de Lara nos advierte
que “Nada más aterrador que las largas listas de fechas que usurpan el nombre de
Historia; todavía peor si van acompañadas de nombres de reyes y batallas. Pero sería
erróneo creer que la reconstrucción de todo pasado que es la historia puede hacerse
prescindiendo de la cronología es decir, de la inserción de los hechos históricos en la
medida del tiempo” (1985).
Al respecto, la ciencia histórica (Historiografía) nos muestra que los teóricos han tenido
divergencias sobre este tema desde el siglo XIX, momento en el cual las Ciencias Sociales y
en particular la Historia empieza a perfilarse como ciencia, con su objeto de estudio definido,
el desarrollo del hombre en sociedad.
En la actualidad pueden señalarse tres formas de dividir la Historia que se aplican de manera
particular o simultánea, de acuerdo a las necesidades del investigador y según el aspecto que
le interese profundizar. Algo que no debemos pasar por desapercibido es el aporte e
incorporación de las tecnologías digitales al estudio, investigación y enseñanza de la Historia.
El uso generalizado de Internet en el mundo universitario y en el conjunto de la sociedad, así
como la educación informática de los más jóvenes irán imponiendo esta nueva historiografía y
formas de periodizar los acontecimientos que cada día se van reduciendo en las coordenadas
temporales. Este factor es muy relevante y considerado como una inacabada transición
paradigmática entre el siglo XX y el siglo XXI. En relación a este tema te sugerimos revisar lo
que wikipedia plantea al respecto click http://es.wikipedia.org/wiki/Periodizaci
%C3%B3n
Partiendo desde una revisión historiográfica de la Historia de Honduras, encontramos que
José Cecilio del Valle es el primer hondureño que reflexiona sobre la importancia de la
historia. En 1825 José Cecilio del Valle escribe Prospecto de la historia de Guatemala, donde
reconoce la importancia del conocimiento histórico, proponiendo un plan que diera cuenta de
la historicidad del Reino (lo que incluía Honduras), en el que sostenía que la evolución de
todos los pueblos pasa por “tres estados: el de la ignorancia, el del error, y el de la ilustración”.
Consideraba que la historia era “Política en acción”, y proponía que cada República publicara
un “anuario político literario”, nombrando un “historiógrafo” al que se franqueasen todos los
documentos y se publicase su obra.
Gracias al resurgimiento cultural que promueven las reformas liberales de Marco A. Soto y de
Ramón Rosa, y los recién creados Archivo del Estado y la Biblioteca Nacional, aparece desde
1904 la Revista del Archivo y Biblioteca Nacional, donde empiezan a publicarse numerosos
documentos de la historia hondureña. Allí apareció por primera vez el poema “A Honduras”, de
Agustín C. Coello, que luego se convirtió en nuestro himno nacional, considerada esta obra
como la Historia de Honduras en expresión literaria y de hecho aquí también encontramos
una periodización bien definida.
Los antecedentes historiográficos acumulados desde el S. XIX culminan años más tarde en
una obra básica: el Bosquejo Histórico de Honduras, de Rómulo E. Durón, que se extiende
desde la llegada de Colón hasta 1921, y fue publicado en 1927, siendo el primer trabajo
completo de su género en nuestro país. Durón además publicó numerosas biografías y
trabajos monográficos sobre nuestra historia, y se convierte en el historiador hondureño más
importante de la primera mitad del siglo XX. El mismo año, Félix Salgado publica Elementos
de Historia de Honduras, realizao un nuevo intento por sistematizar la historia de Honduras.
Además, en 1926 se creó la Sociedad Hondureña de Geografía e Historia, que durante
muchos años estuvo realizando notables aportes al conocimiento de nuestro pasado.
De acuerdo con Rafael Heliodoro Valle, la obra de Durón ha sido la “más apreciable y amplia”
dentro de la historiografía hondureña, considerada por muchos como uno de los fundadores
de nuestra historia, es el que profundiza la historiografía de carácter político inaugurada por
Vallejo, la cual será la tendencia predominante a lo largo del siglo XX en Honduras.
Rómulo Ernesto Durón, en su libro “Bosquejo Histórico de Honduras”, la época colonial la
divide en cinco periodos:
EPÒCA COLONIAL
EPÒCA INDEPENDIENTE
1. La Independencia 1821-1822.
3. La Federación 1823-1839.
Sus grandes pasiones fueron el periodismo y la historia, influenciado por la filosofía marxista,
su interpretación histórica-estética, está basada en el materialismo histórico y dialectico.
En su libro “Honduras”, tal vez sin proponérselo como tal, plantea la siguiente periodización:
1. Edad de Piedra: Época indígenas pre-colombinos.
2. Edad de los Metales: Siglos XVI-XVII en que se trabajo sobre todo los metales
En su texto “Historia General de Honduras”, incorpora según sus propias palabras “la
periodización más actualizada, como instrumento didáctico indispensable para la enseñanza
de la historia de Honduras”.
Su propuesta es la siguiente:
Vientos de cambio
La república incipiente
La reforma liberal
Las aportaciones de unos y otros historiadores nacionales y extranjeros, sobre todo desde que
empezaran a profesionalizarse los estudios históricos en la década de 1970, han contribuido a
que cada vez conozcamos más nuestro pasado, exhumando documentos hasta entonces
desconocidos, introduciendo temas que antes no habían tenido historia, y revisando de arriba
abajo las interpretaciones tradicionales. En este contexto, surge en 1977 la creación de la
carrera de historia en la UNAH, esta a través de constantes talleres locales y regionales, ha
contribuido a la formación de profesionales de la historia, así como a la producción constante
de nuevas monografías y obras colectivas. Nuestra memoria histórica se ha ido
enriqueciendo, y este proceso continúa sin cesar, creando con este proyecto de “La
Asignatura de Historia de Honduras en Línea”, nuevos escenarios y estrategias de
aprendizaje, acordes a las exigencias de la educación superior en el siglo XXI. Para ver esta
periodización dirígete al siguiente documento: Periodización de la Historia de
Honduras
Tanto la división tradicional como la que hace el Doctor Rómulo E. Durón, se fundamenta en
un aspecto político, por lo tanto omitiendo los aspectos económicos y sociales tan importantes
para llegar al verdadero análisis histórico.
Estas dos dimensiones dan a entender que con la obtención de la independencia política
formal se rompe con el legado colonial; como sabemos ahora no es así, ya que las
instituciones económicas y las relaciones sociales continuarán intactas.
La división hecha por el Licenciado Medardo Mejía, se fundamenta en el punto de vista que
toma por base el modo de producción imperante en determinada época, basado en la
concepción materialista de la historia. Cabe mencionar que el Licenciado Mejía, peca de una
idea mecanicista al querer trasplantar en una forma automática el modelo de desarrollo de la
sociedad europea a la realidad nacional; para el caso en la época del esclavismo o colonial
existieron sólo aspectos esclavistas, sino también y en forma paralela, aspectos de un
capitalismo mercantil de la sociedad primitiva y del feudalismo.
En tanto, Longino Becerra peca de ser muy mecanicista en cuanto a querer enmarcar la
historia de Honduras en el contexto del desarrollo histórico de aquellas sociedades donde sus
programas de estudio se han desarrollado bajo un modelo educativo histórico-cultural, lo cual
con esta apreciación no queremos decir que sea malo, la idea es que cada sociedad presenta
diferencias en su desarrollo histórico.
Por último queremos agregar que en las periodizaciones antes mencionadas se observa
influencia de la escuela histórica positivista y el materialismo histórico, ambas escuelas
son “eurocentristas”, escuelas o corrientes europeas de pensamiento que: por un lado
concibieron la historia de Europa como centro de la historia mundial, por otro intentaron
mundializar la concepción del desarrollo social europeo, aplicándola a otros continentes.
Actualmente, es una tendencia de pensamiento superada, en los círculos intelectuales de
América y de la misma Europa. En Honduras, se ha iniciado la reforma a los programas de
estudio a todos los niveles de la enseñanza y este curso va en esa línea, crear sus propios
objetivos, contenidos, formas de trabajo, actividades, medios y herramientas tecnológicas y
criterios propios de evaluación.