Miercoles Ceniza Sabado 17 20 Febrero 1
Miercoles Ceniza Sabado 17 20 Febrero 1
Miercoles Ceniza Sabado 17 20 Febrero 1
Hacer «camino» en la
vida es la pedagogía de
Dios
que lleva a las personas
a buscar dentro de sí
mismas
su propio camino.
La cuaresma es un camino hacia la Pascua. Es una oportunidad de hacer camino hacia Dios y
hacia los otros, es una oportunidad de hacer camino interiormente. Es una oportunidad de
reciclarnos por dentro y por fuera, y junto a los otros y contando con los que hacen
camino hacia la pascua.
En el camino encontraremos sorpresas: Será interesante ir conociéndonos más en profundidad
e ir conociendo el sentido de la vida, pero la más interesante será descubrir que Dios
camina junto a nosotros, o mejor, nosotros junto a Dios.
CANTO
Espíritu de Dios, llena mi vida,
llena mi alma, llena mi ser.
Espíritu de Dios, llena mi vida,
llena mi alma, llena mi ser.
ORACIÓN
Bendito seas, Padre-Dios, por este tiempo tan oportuno, para la conversión y el encuentro,
que Tú concedes gratis a todos tus hijos que andamos desorientados por los caminos de la vida.
Tú nos llamas, oh Dios, a emprender cada día, de manera personal y consciente,
el compromiso de seguir a Jesús.
Despiértanos de nuestros sueños, tan vaporosos e infecundos.
Gracias porque nos das tu Espíritu para conducirnos por la senda del evangelio.
Su presencia nos ayuda a crecer y madurar,
a ser más realistas, más fuertes, más compasivos, más comprensivos.
Que estemos abiertos a los demás,
que nos acerquemos, como tú, oh Dios, te acercas a nosotros,
y te haces compañero de camino.
PRIMERA LECTURA
Lectura de la profecía Joel 2, 12-18
AHORA -oráculo del Señor-,
convertíos a mí de todo corazón: con ayunos, llantos y lamentos;
Rasgad vuestros corazones, no vuestros vestidos, y convertíos al Señor vuestro Dios,
un Dios compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en amor, que se arrepiente del castigo.
¡Quién sabe si cambiará y se arrepentirá dejando tras de sí la bendición,
ofrenda y libación para el Señor, vuestro Dios!.
Tocad la trompeta en Sión, proclamad un ayuno santo, convocad a la asamblea,
reunid a la gente, santificad a la comunidad, llamad a los ancianos;
congregad a los muchachos y a los niños de pecho;
salga el esposo de la alcoba, y la esposa del tálamo.
Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, servidores del Señor, y digan:
«Ten compasión de tu pueblo, Señor;
no entregues tu heredad al oprobio, ni a las burlas de los pueblos».
¿Por qué van a decir las gentes: «¿Dónde está su Dios»?
Entonces se encendió el celo de Dios por su tierra y perdonó a su pueblo.
Palabra de Dios
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la segunda carta del apóstol San Pablo a los Corintios 5, 20-6, 2
Hermanos:
Actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo exhortara por medio de
nosotros. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios.
Al que no conocía el pecado, lo hizo pecado en favor nuestro, para que nosotros llegáramos a ser
justicia de Dios en él.
Y como cooperadores suyos, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios. Pues dice:
«En el tiempo favorable te escuché, en el día de la salvación te ayudé».
Pues mirad: ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación.
Palabra de Dios
Tres compromisos:
Uno: hacia el prójimo: dar limosna- ayudar, compartir.
dos: hacia Dios: orar, ponerse en comunión con Dios, hacerlo presente en tu vida.
Tres: ayunar: vencerse, no darle tanto gusto al cuerpo. Autodominio.
CANTO DE OFERTORIO
Oí tu voz, en los gritos de la noche oí tu voz.
Oí tu voz, en el llanto de los hombres oí tu voz.
Oí tu voz anunciando a los pobres la justicia de Dios.
ORACIÓN
Os exhortamos a no echar en saco roto la gracia
que pasa hoy a vuestro lado.
Dejaos reconciliar con Dios.
Mirad, hoy es el día de la salvación,
Ahora es el tiempo de la gracia.
CANTO FINAL
Un día orando le dije a mi Señor,
Tú el alfarero y yo el barro soy;
modela mi vida a tu parecer,
haz como Tú quieras, hazme un nuevo ser.
CANTO
Juntos para soñar, nuevas inmensidades,
juntos para marcar, ritmos de nuevo amor.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del Deuteronomio 30, 15-20
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 9, 22-25
Cargar la cruz de Jesús significa escuchar su mensaje del reino, adoptar su manera de ser y
cumplir hasta el final su ejemplo: ofrecer el perdón, amar, vivir abiertos al misterio de Dios y
mantenerse fieles, aunque eso signifique un riesgo.
CANTO OFERTORIO
Nada te turbe, nada te espante,
quien a Dios tiene nada le falta.
Nada te turbe, nada te espante,
Sólo Dios basta.
CANTO DE COMUNIÓN
Tú has venido a la orilla
no has buscado ni a sabios ni a ricos,
tan solo quieres que yo te siga.
ORACIÓN
Señor, haz de mí un instrumento de paz.
Allí donde haya odio, que yo ponga amor,
allí donde haya ofensa, que yo ponga perdón,
allí donde haya discordia, que yo ponga unión,
allí donde haya error, que yo ponga fe,
allí donde haya tinieblas, que yo ponga luz,
allí donde haya tristeza, que yo ponga alegría.
CANTO FINAL
Hoy te quiero cantar, hoy te quiero rezar,
Madre mía del cielo.
Si en mi alma hay dolor, busco apoyo en tu amor
y hallo en ti mi consuelo.
CANTO
Hoy vuelvo de lejos,
de lejos,
hoy vuelvo a tu casa,
Señor, a mi casa,
y un abrazo me has dado,
Padre del alma.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Isaías 58, 1-9
El ayuno que Dios quiere es el cumplimiento de los deberes morales y humanos para con el
prójimo. Desde los más elementales de la comida, bebida y habitación hasta los más serios y
básicos derechos de la persona humana como es el respeto a su libertad, romper ataduras y
quebrar todos los yugos.
Jesús alude a los textos del Antiguo Testamento que habían expresado la promesa de Dios
de desposarse con su pueblo (Os 2,16-22). Este desposorio Él lo estaba realizando,
especialmente con su opción por los pobres. Y ésta era la alegría que nadie podía arrebatarle al
pobre: la de sentirse, en Jesús, amado del Padre. Y era este Dios, su Esposo, quien lo liberaba
del poder de la Ley que se había adueñado hasta de su alegría.
CANTO DE COMUNIÓN
Oí tu voz, en los gritos de la noche oí tu voz.
Oí tu voz, en el llanto de los hombres oí tu voz.
Oí tu voz anunciando a los pobres la justicia de Dios.
ORACIÓN
Cuando tú mismo pongas a prueba mi fe,
y me hagas marchar por entre la niebla más cerrada,
borrada toda vereda ante mí;
por mucho que mi paso vacile,
haz que mi mirada, tranquila e iluminada,
sea un testimonio viviente
de que te llevo conmigo, de que estoy en paz.
Cuando tú mismo pongas a prueba mi confianza,
permitiendo que el aire se vaya enrareciendo,
y que me embargue la sensación
de que el suelo está resquebrajado bajo mis pies;
que mi mirada les recuerde a todos
que no hay nadie que cuente con la fuerza suficiente
para arrancarme de ti,
en quien caminamos, respiramos y somos.
Y si un día tú mismo permites que el odio me salpique,
y prepare trampas, y falsee mis intenciones,
y las transfigure;
que la mirada de tu Hijo vaya repartiendo
serenidad y amor a través de mis ojos.
CANTO FINAL
Eres Madre muy sencilla, criatura del Señor,
Virgen pobre, Madre mía, llena de gracia y de amor.
Fuiste arcilla entre sus manos y el Señor te modeló,
aceptaste ser su esclava siempre dócil a su voz.
CANTO
Vengo ante ti, mi Señor,
reconociendo mi culpa,
con la fe puesta en tu amor
que tú me das como a un hijo.
Te abro mi corazón
y te ofrezco mi miseria,
despojado de mis cosas
quiero llenarme de ti.
PRIMERA LECTURA
Lectura del profeta Isaías 58, 9-14
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 5, 27-32
En aquel tiempo, vio Jesús a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y
le dijo:
«Sígueme».
El, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa y
estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Y murmuraban los fariseos y
sus escribas diciendo a los discípulos de Jesús:
«¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?».
Jesús les respondió:
«No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los
pecadores a que se conviertan».
Palabra del Señor
Todos somos llamados a formar parte de la comunidad de Jesús, una comunidad nueva donde no
hay privilegios de ningún tipo. La reunión en torno a la mesa significa una anticipación del reino de
Dios, pues alrededor de la mesa se comparte, se dialoga y se crea amistad. Se comparte lo divino
y lo humano, se rompen barreras. Esa era la práctica de Jesús y los primeros cristianos.
CANTO DE OFERTORIO
El alma que anda en amor ni cansa ni se cansa.
CANTO DE COMUNIÓN
Tú has venido a la orilla
no has buscado ni a sabios ni a ricos,
tan solo quieres que yo te siga.
CANTO FINAL
Hoy te quiero cantar, hoy te quiero rezar,
Madre mía del cielo.
Si en mi alma hay dolor, busco apoyo en tu amor
y hallo en ti mi consuelo.