Toda La Materia de Civil I. PROFE SEPULVEDA (JUAN)
Toda La Materia de Civil I. PROFE SEPULVEDA (JUAN)
Toda La Materia de Civil I. PROFE SEPULVEDA (JUAN)
Principios:
EL ORDENAMIENTO JURÍDICO
Dentro del ordenamiento estatal interno, los preceptos jurídicos tienen ciertas
características:
2).- En segundo lugar debemos señalar la estatalidad del derecho. Dentro de este
término se encierran dos conceptos distintos.
Primero, que es el Estado el que crea o reconoce las normas obligatorias.
Segundo, que es el Estado el que garantiza la observancia del ordenamiento jurídico.
Al decir que el Estado “crea o reconoce” las normas, significamos que tales preceptos
pueden ser dictados directamente por el Estado, o bien que éste puede reconocer los que se
derivan de otras fuentes. Tal sucederá cuando dé valor a la costumbre o reconozca una
Convención Internacional.
3).- Por último, debemos señalar la obligatoriedad del derecho.
Esto significa que no es voluntario para los particulares el someterse o no a las normas
de derecho; están obligados a hacerlo. Por ello el ordenamiento jurídico establece diversas
sanciones para el incumplimiento del derecho, sanciones distintas en su contenido y que son
más menos graves en proporción a la importancia de la violación en que se ha incurrido.
2
En Primer término, puede también formar parte del ordenamiento la costumbre, según
el valor que a ella se asigne como fuente formal del derecho.
Podemos considerar también que forman parte del ordenamiento jurídico ciertos
principios de orden general, que establece la Constitución, y que se imponen incluso al
legislador. Al enmarcar la acción legislativa entran a delimitar y formar parte automáticamente
de toda la estructura normativa legal, la que se encuadra así dentro de los principios generales
que una sociedad ha creído esenciales en un momento determinado de su evolución. No cabe
pues hablar de principios generales de derecho natural, cualquiera que sea el alcance que se dé
a esta expresión, como elementos condicionadores de la ley. Sólo caben esos principios
generales que están contenidos en la Constitución y que, a través de ella, necesariamente han
delimitado la ley y han pasado a ser indispensable y constituyente del precepto legal.
Por último, debemos tener presente que forman también parte del ordenamiento
jurídico la equidad y el espíritu general de la legislación. Adquieren esta dimensión a través de
la labor judicial.
Es la equidad el elemento que deben utilizar los jueces al efectuar la integración de la ley
de acuerdo con lo dispuesto en el Nº 5 del artículo 170 del Código de Procedimiento Civil y al
realizar una tarea que les es obligatoria en conformidad al inciso 2º del artículo 73 de la
Constitución e inciso 2º del artículo 10 del Código Orgánico de Tribunales.
Tanto la equidad natural como el espíritu general de la legislación son elementos que,
para la interpretación de la ley, señala el artículo 24 del Código Civil.
Podría objetarse que estimemos que el ordenamiento jurídico no se constituye
exclusivamente a base de la primacía y exclusividad de la ley. No se niega a ésta su valor
fundamental pero el ordenamiento jurídico debe completarse cada día más con otros
elementos, ya sea en función interpretativa o integradora.
3
Así se ha sostenido que uno cuida el interés colectivo y el otro el interés individual. No
se ha reparado que, corrientemente toda norma tiene por objeto servir el interés general y, en
tal caso, todo el derecho sería público. En cambio, si se miran desde el punto de vista del
interés propio de un sujeto, todas las normas serían de derecho privado.
Otra teoría estima que la separación debe buscarse en el carácter derogable o
inderogable de las normas (renunciable o irrenunciable). Se confunden aquí las normas de
derecho público con las de orden público. Existen en el derecho privado innumerables normas,
especialmente las organizativas, que son irrenunciables y no pierden por eso su carácter de
privadas.
Otras teorías fundamentan la distinción en la cualidad del sujeto, olvidando que el
Estado actúa muchas veces frente a los particulares como ente privado y no amparado por su
imperium de organización pública. Los autores que niegan la existencia de los derechos
subjetivos, como Duguit y Kelsen, niegan también la distinción, considerando impropio
enfrentar un derecho privado frente al derecho público.
4
La justicia es una equiparación, una igualación, una cierta relación de igualdad y lo justo,
lo debido en esta relación de igualdad. Hay armonía y equilibrio sociales si hay igualdad de trato
frente a situaciones iguales.
Pero esta igualdad es distinta si se trata de relaciones de personas entre sí o se trata de
relaciones entre la autoridad y los miembros de la comunidad.
Es distinta porque el fin de las relaciones particulares es el bien particular; su objeto, el
intercambio de bienes para satisfacer las necesidades que la vida impone a cada uno; para que
la igualdad se produzca en este intercambio debe ser una igualdad de equivalencia que
implicará el trato justo. Esta igualdad de equivalencia es lo que Aristóteles llamada “el
synallagma”.
Por otra parte, en la relación de la autoridad con los súbditos, ella no persigue el bien
particular de cada uno sino una finalidad de orden común, de carácter social. Por eso su
relación con los súbditos, que no se encuentran equiparados sino subordinados a ella, no es de
intercambio, sino de reparto, de atribución, de distribución.
En consecuencia, la relación de igualdad, base de la justicia no es una igualdad de
equivalencia sino una igualdad de proporción. Proporción que implica que los que se hallen en
la misma situación sean tratados igualmente, pero los que se encuentren en una situación
distinta tengan un trato distinto (tributación proporcional, cargos profesionales, etc).
5
EL DERECHO PÚBLICO
La función constituyente organiza el Estado, la función legislativa dicta las normas que
rigen en la comunidad, la función administrativa vela por la aplicación y cumplimiento de las
leyes, la función judicial, finalmente, resuelve los conflictos que se produzcan en el medio
social.
Algunos autores consideran la actividad administrativa en términos más restringidos,
estimándola sólo como una parte de la función ejecutiva o de gobierno que consiste en la
formulación de políticas destinadas a asegurar la paz y la seguridad colectivas como condición
necesarias para el normal desenvolvimiento de la vida social.
La formulación de políticas es una actividad de gobierno, pero la realización legislativa y,
en todo caso, su aplicación concreta implica siempre el desarrollo de una actividad o función
administrativa.
Las funciones que integran el derecho público tienen fundamentalmente una cosa en
común y es que ellas deben basarse en la juridicidad. Lo anterior se refleja en el concepto
corriente de que en derecho público sólo puede realizarse lo que está expresamente permitido
o autorizado por la ley.
EL DERECHO PRIVADO Y EL DERECHO CIVIL
Hemos dicho que el derecho privado se caracteriza por una justicia basada en la igualdad
de equivalencia que debe presidir sus actos de intercambio. Pero esto no nos debe llevar a
concluir que el derecho privado sólo reglamenta los actos a través de los cuales se produce esa
relación de intercambio. Ello nos conduciría a limitar el derecho privado a la normativa de los
actos jurídicos.
Para establecer y mantener esa igualdad de equivalencia a que nos hemos referido, el
derecho privado debe precisamente establecer las condiciones y requisitos con que las personas
pueden actuar en el mundo jurídico, determinar, al mismo tiempo, qué bienes pueden
participar en las actividades de intercambio y en qué condiciones.
Por lo tanto, el derecho privado tiene una parte orgánica que reglamenta las personas y
los bienes, al mismo tiempo que una parte dinámica que regula el juego de la voluntad en los
actos jurídicos de los particulares.
6
Se ha dicho que en derecho privado puede realizarse todo aquello que no esté
prohibido.
Lo anterior no es exacto; fuera de la prohibición legal existen muchos otros límites para
los actos voluntarios. Entre ellos, el orden público, las buenas costumbres, los derechos
legítimos de terceros, etc., que analizaremos al referirnos a la autonomía de la voluntad.
Al hablar de derecho privado nos referiremos esencialmente al derecho civil, por las
razones que vamos a analizar.
El derecho civil es la proyección del derecho romano que, elaborado por los pretores y
los prudentes, se vacía finalmente en el Corpus Iuris Civiles.
A través de su permanencia en el derecho vulgar, de la obra de los glosadores de
Bolonia y de su “recepción” en la alta Edad Media, el derecho romano es la esencia del derecho
civil occidental.
Tiene, por lo tanto, el derecho civil, un carácter de permanencia y universalidad que
emana, principalmente, de no constituir una creación teórica abstracta, sino por haberse
formado a través de la resolución adecuada de casos reales presentados en la sociedad en sus
modificaciones más diversas a través de dos milenos.
Por ser un derecho común y general, el derecho civil constituye la parte fundamental y
más importante de los estudios jurídicos.
La organización conceptual de su conjunto y de cada una de sus instituciones gobierna o
se refleja en todas las disciplinas especiales.
Es imposible concebir el estudio particular y la comprensión de cualquier otra disciplina
jurídica sin un conocimiento previo del derecho civil.
El que el derecho civil sea el derecho general no obsta a que ciertas materias hayan
adquirido una fisonomía propia y san objeto de un estudio independiente.
7
Al declararse la Independencia regían en Chile, como es lógico, las leyes españolas que el
Rey de España había dictado para Chile en particular o para las indias en general. En defecto de
esta legislación especial se aplicaban las leyes generales españolas.
Se trataba de una legislación muy frondosa y confusa, en la que se sobreponían diversas
disposiciones, recopilaciones y textos, sin que existiera una codificación de orden general.
1º Las pragmáticas, ordenanzas y demás Decretos del Rey comunicados por el Consejo
Real de Indias desde el 18 de mayo de 1680. Entre ellas se pueden señalar las Ordenanzas de
Minería de Nueva España; las Ordenanzas de Bilbao, en materia comercial, de 1795; y el
Reglamento de Libre Comercio, de 1798.
2º La Recopilación de las leyes de Indias, que reunían todas las disposiciones anteriores
aplicables a América, y que fue promulgada por el Rey Carlos II el 18 de mayo de 1680.
4º Las Leyes de Estilo, a las que en Chile, inversamente a España, se les daba preferencia
por sobre el Fuero Real, por Decreto Supremo de 28 de abril de 1838.
8
5º El Fuero Real, publicado en 1255, compuesto por Alfonso X al mismo tiempo que las
partidas.
6º El Fuero Juzgo, código de los Visigodos, adoptado por Fernando III de Castilla, y que
estuvo vigente hasta la promulgación del Código Civil Español de 1889.
7º Las Partidas, obra del rey Alfonso X, monumento jurídico y literario de primer orden,
reflejan las particularidades jurídicas castellanas, pero al mismo tiempo constituyen la fuente
más importante de recepción del derecho romano, configurando así el concepto de Derecho
Civil a partir del ius civile romano.
Existió después un periodo de derecho intermedio en que a las leyes españolas se
sumaron las leyes patrias dictadas desde 1810 hasta la promulgación del Código Civil.
Estas leyes sólo se refirieron a puntos específicos y particulares y se limitaban a suplir o
modificar las leyes españolas que continuaban siendo la legislación general.
Desde los primeros tiempos de la República se pensó en la necesidad de una
codificación, en especial de la ley civil.
Ya en la Constitución federal de 1826 se contenía un artículo que establecía la creación
de una comisión que presentara a la legislatura un proyecto de legislación civil y criminal.
En el año 1831 el Ejecutivo contestaba una consulta del Congreso con un Oficio firmado
por el Ministro don Diego Portales P., manifestando que no debía pensarse en una simple
compilación de las leyes actuales de Castilla e Indias, sino que debía estudiarse una legislación
nueva compatible con nuestra situación y costumbres. Al mismo tiempo proponía que el
trabajo se encomendase a una sola persona, porque la experiencia enseñaba la ineficacia de las
comisiones numerosas.
En 1840 se creó una comisión mixta de las Cámaras para la codificación de las leyes
civiles, y en 1841 una Junta revisora del proyecto, las que fueron refundidas en una sola en
1845. Fue muy poco lo que éstas hicieron y finalmente se paralizó su labor.
En el intertanto don Andrés Bello trabajaba personalmente en la redacción de un Código
Civil, en que concluyó en 1852.
El mismo año se designó una comisión para que revisara el proyecto, la que celebró más
de trescientas sesiones, de las cuales no se conservan actas, y que terminó su tarea en 1855.
En ese año fue enviado el proyecto al Congreso, el que lo aprobó sin modificaciones en
una ley de un artículo único. Esa ley fijaba la vigencia del nuevo Código a partir del 1º de enero
de 1857 y ordenaba se hiciera de él una edición oficial, correcta y esmerada. Al realizarse dicha
edición, don Andrés Bello introdujo algunas modificaciones al proyecto aprobado por el
Congreso.
9
Los autores han diferenciado tradicionalmente los proyectos de Código Civil de 1841 –
1845; 1846 – 1847; 1853, inédito, y el de 1855. Se habla de distintos proyectos por la fecha de
su formulación, pero no en cuanto a su contenido, pues tienen una misma concepción y muchas
disposiciones idénticas.
Los primeros proyectos no contenían la totalidad de las instituciones; el primero
totalmente completo es el de 1853. A éste, don Andrés Bello le hizo diversas anotaciones y
enmiendas en un ejemplar que sólo se encontró años después y que, por eso se denomina
proyecto inédito.
A los proyectos anteriores debe agregarse ahora uno encontrado en los papeles dejados
al morir por don Mariano Egaña y que se mantuvo en poder de sus descendientes desde su
muerte en 1846. Este constituiría en realidad el primer proyecto de Código Civil. Muchos han
estimado que se trataría de un proyecto original de Egaña. No parece así: se trataría en realidad
del proyecto sobre el cual trabajaron las comisiones legislativas de 1840 - 41, y de las cuales
formaban parte tanto don Mariano Egaña como don Andrés Bello.
Generalmente se cree que nuestro Código Civil se inspiró y tuvo por fuente casi única el
Código Civil francés o Código de Napoleón, promulgado en 1804. Esto no es exacto, pues salvo
en materia de obligaciones, en que lo sigue muy de cerca, pero con criterio independiente al
modelo francés, el Código es una creación original en que, juntamente con los principios
tradicionales del derecho romano, se consultan la opinión de los jurisconsultos más ilustres, los
principios del derecho inglés y las codificaciones o proyectos más recientes que existían en la
época.
Así don Andrés Bello tuvo presentes, entre otros, el Código de Baviera de 1756, el Código
Austriaco de 1812, el Código de Luisiana de 1822, el Código Sardo de 1838, el de los Países Bajos
del mismo año, el Código de las Dos Sicilias, etc. Se inspiró también profundamente en la
antigua legislación española, especialmente en las Partidas, y tuvo muy presente el proyecto de
Código Civil español de García Goyena.
Entre los grandes jurisconsultos estudió en especial a Pothier, Domat y Savigny,
igualmente a los primeros grandes comentaristas del Código Napoleón como Delvincourt,
Duranton Troplong y Marcade.
De esta diversidad de fuentes surge una obra original de especial unidad conceptual.
Generalmente estas fuentes sólo sirven para poner de manifiesto el sistema renovado y creador
imaginado por Bello.
10
Don Andrés Bello estructuró el Código de manera similar al Código Civil francés, llamado
Código Napoleón.
Lo dividió en Título Preliminar, cuatro Libros y un Título Final. El Código francés sólo
tiene un Título Preliminar y tres Libros.
A diferencia del Código francés, en que el Título Preliminar está compuesto de seis
artículos, el Código de Bello contiene cincuenta y tres. En ellos se trata de la ley, su concepto,
su promulgación, obligatoriedad, efectos en el tiempo y en el espacio, su derogación e
interpretación. Se definen las palabras de uso frecuente en las leyes; trata del parentesco y de
la representación legal; define el dolo, la culpa, la fuerza mayor, la caución y las presunciones;
señala también la forma de computar los plazos.
Son especialmente notables los artículos 14 a 18, que contienen las normas
fundamentales de derecho internacional privado, de gran originalidad para su época y de
vigencia actual.
En el Libro I trata de las personas. No sólo de las personas naturales, sino también de
las personas jurídicas en el Titulo Final, completando el contenido del Código Francés.
Reglamenta también el matrimonio, la familia, los alimentos legales, el estado civil y las tutelas y
curadurías.
El Libro II se refiere a los bienes, su dominio, posesión, uso y goce.
En esta materia se aparte del Código francés pues, siguiendo la tradición romanística y
las opiniones de Pothier, el dominio y demás derechos reales se adquieren a través de los
“modos de adquirir”.
La tradición del dominio de los bienes raíces y de los gravámenes constituidos en ellos se
efectúa a través de la inscripción en el Registro Conservador.
El Libro III trata “De la sucesión por causa de muerte, y de las donaciones entre vivos”,
las que el Código francés trata juntamente con los contratos y otras materias.
El Libro IV se refiere a las obligaciones en general y a los contratos. En el Título Final de
este libro se tratan conjuntamente las prescripciones adquisitiva y extintiva.
Este es, sin duda, el Libro más importante. En él se estudian las normas abstractas que
contienen los principios conceptuales que regulan las relaciones jurídicas. En el fondo la ciencia
del derecho está contenida fundamentalmente en ellas.
El Título Final está constituido por un solo artículo que se refiere a la observancia del
Código.
El derecho civil, al regular el mundo del derecho, señala quiénes y qué cosas, y ambas de
qué forma pueden actuar con él; con estos prerrequisitos se entra al campo de la voluntad
como fuerza creadora y movilizadora del derecho.
12
El Libro I del Código Civil trata de las personas, no sólo de las personas naturales, sino
también de las personas jurídicas. Al referirse a las personas trata del matrimonio y de la
filiación, es decir, de las relaciones de familia que generan derechos y obligaciones emanados de
la ley en que la situación de cada uno es a la vez un prerrequisito para la actuación en los actos
de la vida civil. Esta materia es totalmente orgánica, porque, fuera de la voluntad de los
involucrados, fija obligaciones legales y requisitos para actuar en la vida jurídica.
El Libro II del Código Civil se refiere a los bienes y a su dominio, posesión, uso y goce.
Esta parte es orgánica en cuanto señala las distintas clases de bienes y en cuanto
determina cuáles son los derechos reales y fija su contenido. Pero aquí juega también la
voluntad, ya que establece cuáles son los modos de adquirir y éstos, salvo ciertos casos
especiales de accesión, implican siempre un acto voluntario. Esto se aplica incluso a la
prescripción adquisitiva, porque la posesión que le sirve de base involucra un acto de voluntad,
y a la sucesión por causa de muerte, ya que el asignatario puede aceptar o repudiar la
asignación.
Por otra parte la tradición, el más amplio de todos los modos de adquirir, implica la
realización de un acto jurídico bilateral y, consecuencialmente, una expresión de voluntad
recíproca o consentimiento.
El Libro III del Código Civil se refiere a la sucesión por causa de muerte.
En el mundo del derecho, a diferencia del mundo físico, las relaciones jurídicas subsisten
aunque cambien sus titulares o aunque los titulares fallezcan.
13
El Libro IV del Código Civil trata de las obligaciones en general y de los contratos.
Entramos aquí de lleno en el campo de la voluntad al analizar los hechos humanos
voluntarios, ya se trate de actos y declaraciones de voluntad o contratos (actos jurídicos), o
bien, de simples hechos jurídicos, ya sena lícitos o bien ilícitos con la amplia gama de la
responsabilidad civil.
Se examina aquí por quiénes y en qué forma puede manifestarse la voluntad, los vicios
de que ésta puede adolecer, la necesidad de un objeto y de una causa lícitos en los actos
jurídicos y la fuerza vinculante que nace de la declaración de voluntad. Dos Títulos son
especialmente importantes a este respecto: el II que trata “De los actos y declaraciones de
voluntad”, el XII que se titula: “Del efecto de las obligaciones”. En el Título XIII se dan normas
para la interpretación de los contratos y en el XX se regula la nulidad. Respecto de las
obligaciones se reglamentan los modos de extinguirlas y su prueba; se tratan además diversos
contratos en particular.
Los hechos voluntarios lícitos se contienen en el Título XXXIV sobre los cuasicontratos, y
los hechos ilícitos, delitos y cuasidelitos civiles, en el Título XXXV, que reglamenta al amplio e
importantísimo campo de la responsabilidad civil extracontractual.
14
Al analizar los principios que infunden nuestro derecho civil y privado en general,
veremos el alcance de la autonomía de la voluntad, cuyo gran campo de acción son las materias
a que se refiere el Libro IV del Código Civil.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD
Es un principio regulador del derecho civil, en virtud del cual puede hacerse todo aquello
que no este expresamente prohibido; se encuentra consagrado en el Art.12 del Código Civil que
dispone: "Podrán renunciarse los derechos conferidos por las leyes, con tal que sólo miren al
interés individual del renunciante, y que no esté prohibida su renuncia."
● El artículo 1445 establece que para que una persona se obligue a otra por un acto o
declaración de voluntad es necesario que consienta en dicho acto o declaración;
● El artículo 1437 define la convención como el concurso real de voluntades de dos o
más personas.
● Por otra parte, el artículo 1450, en la promesa de hecho ajeno que el tercero no
contraerá obligación alguna sino en virtud de su ratificación;
● A la inversa y así como nadie puede obligarse contra su voluntad, el pago por un
tercero de una obligación contra la voluntad del deudor no genera responsabilidad para éste, ya
que no se produce subrogación legal ni hay derecho para exigirle el reembolso de lo pagado
(artículo 1574 del Código Civil);
15
sino que establecen límites al particular que, al realizar sus negocios jurídicos, debe tomarlos en
cuenta so pena de ineficacia de los mismos.
La autonomía de la libertad siempre ha tenido límites, precisamente porque el derecho
es un freno a la libertad individual en garantía de la libertad de todos. Estos límites no significan
el desaparecimiento de la libertad. Si pensamos en los contratos forzosos en que el particular
sólo puede convenir en una forma preestablecida, incluso en los contratos forzosos
heterodoxos en que la parte está obligada a contratar, y todos los términos y la contraparte del
convenio se encuentran predeterminados veremos que todos ellos se realizan dentro de una
actividad negociadora voluntaria, en la cual ese contrato no es más que un accidente o
accesorio del desarrollo de una actividad deseada y requerida.
En ciertos contratos la intervención del legislador se realiza con el fin de garantizar un
mínimo de justicia en la relación que surja entre los contratantes. Este es el caso del contrato
de trabajo. El legislador ha estimado que las partes no estaban en igualdad de condiciones para
realizar el trato contractual. Ante esta situación fija condiciones mínimas para aquella que
considera más débil; se trata de un marco mínimo irrenunciable; sobre lo demás las partes
pueden negociar con libertad.
Existen otros contratos, especialmente frente a Empresas que ejercen monopolios
legales o actividades controladas totalmente por la autoridad. El que desde obtener el
transporte de un servicio público o contratar un suministro de energía eléctrica, no podrá
discutir las condiciones al igual que la Empresa que no podrá negarle el servicio. Si se trata de
un suministro o de un seguro, deberá suscribir un modelo impreso de lo que se denomina un
contrato-tipo.
Otros contratos de características especiales son los contratos de adhesión. Ellos se
forman a base de un esquema preestablecido por uno de los contratantes y cuyo texto no
puede generalmente ser discutido por la otra parte. Responden estos contratos a una exigencia
de rápida conclusión, y a una necesidad de unificar las relaciones semejantes por el gran
número de ellos que realiza uno de los contratantes.
La existencia de estas distintas figuras contractuales no implica, como se ha pretendido,
el desaparecimiento de la autonomía de la voluntad. Más que una intervención para
reglamentar el contenido contractual, las normas dictadas por el legislador al respecto aparecen
como una acción preventiva para la tutela eficaz de los contratantes.
Si razones de orden social o económico imponen esta tutela, ello no significa la supresión
de la libertad, como no lo ha sido nunca, por ejemplo, la tutela de los incapaces que no pueden
contratar o actuar libremente en el mundo jurídico.
18
2).- Una segunda limitación es la protección del orden público y las buenas costumbres.
la sociedad”, pero sin duda tiene un concepto mucho más exacto y significa lo que está
conforme a su espíritu general de la legislación a que se refiere el artículo 24 del Código Civil.
Desde este punto de vista, engloba también los principios generales que resultan de la moderna
legislación económica. No existe pues una antítesis, como lo quieren los economistas, entre el
orden público económico y el clásico orden público de nuestro Código Civil; nada obsta a esta
conclusión y a la capacidad de recepción de nuestro Código a las nuevas problemáticas se
confirma una vez más.
● Con relación a las buenas costumbres nuestro Código se refiere a ellas en los artículos
548, 1461, 1467, 1475 y 1717. Corresponden a aquellos usos y costumbres que la sociedad
considera en un momento dado como normas básicas de convivencia social. No se trata de
usos cuya inobservancia esté penada por la ley, porque entonces nos encontraríamos en
presencia de una infracción legal. Constituye un concepto difícil de precisar y que cambia de
una sociedad a otra y en una misma sociedad con el transcurso del tiempo.
Hay muchas otras disposiciones que se refieren a esta materia. El artículo 927 autoriza,
en la acción posesoria de restitución, para cobrar perjuicios al tercero de mala fe.
El artículo 976 dispone que la acción de indignidad no pasa contra terceros de buena fe.
El artículo 2303 señala que el que pagó lo que no debía, no puede perseguir la especie poseída
por un tercero de buena fe.
En resumen, la autonomía de la voluntad tiene una amplia y clara limitación en cuanto
no puede atentar contra los derechos legítimos de terceros. Incluso al definir el dominio el
artículo 582 dice que es el derecho real sobre una cosa corporal, para gozar y disponer de ella
arbitrariamente; no siendo contra ley o contra derecho ajeno. Esta limitación no se aplica sólo
al dominio, ya que el artículo 583 dice que sobre las cosas incorporales hay también una especie
de propiedad, concepto que amplía el Nº 24 del artículo 19 de la Constitución, al señalar que se
tiene el derecho de propiedad en sus diversas especies sobre toda clase de bienes corporales o
incorporales; por lo tanto, las limitaciones al ejercicio del dominio se aplican también a todos los
demás derechos.
LA BUENA FE
Artículo 907: “El poseedor de mala fe es obligado a restituir los frutos naturales y
civiles de la cosa, y no solamente los percibidos sino los que el dueño hubiera podido percibir
con mediana inteligencia y actividad, teniendo la cosa en su poder. / Si no existen los frutos,
deberá el valor que tenían o hubieran tenido al tiempo de la percepción: se considerarán
como no existentes los que se hayan deteriorado en su poder. / El poseedor de buena fe no es
obligado a la restitución de los frutos percibidos antes de la contestación de la demanda: en
cuanto a los percibidos después, estará sujeto a las reglas de los dos incisos anteriores. / En
toda restitución de frutos se abonarán al que la hace los gastos ordinarios que ha invertido en
producirlos”.
El artículo 913 señala que ella se refiere “relativamente a los frutos, al tiempo de la
percepción, y relativamente a las expensas y mejoras, al tiempo en que fueron hechas”.
El artículo 1267 no hace responsable de las enajenaciones o deterioros de las cosas
hereditarias al que de buena fe hubiese ocupado la herencia.
El inciso 2º del artículo 1576 valida el pago hecho de buena fe a la persona que estaba
entonces en la posesión del crédito, aunque después aparezca que no le pertenecía; también en
el pago, si éste no tiene validez, y ha consistido en la transferencia de propiedad de una cosa
fungible, se valida si el acreedor la ha consumido de buena fe.
El artículo 1916 da efectos legales al arrendamiento de cosa ajena especto del
arrendatario de buena fe. Si se prestó por quien no tenía derecho de enajenar, y las especies no
pueden reivindicarse por haber desaparecido su identidad, el mutuario de buena fe sólo será
obligado al pago de los intereses estipulados (artículo 2202 del Código Civil).
22
Según el artículo 2295, “si el que por error ha hecho un pago, prueba que no lo debía,
tiene derecho para repetir lo pagado”, y el artículo 2297 agrega que “se podrá repetir aún lo
que se ha pagado por error de derecho”. En el pago de lo no debido se conjugan dos principios:
el enriquecimiento sin causa y la buena fe.
Este aspecto de la buena fe, que consiste en la ignorancia de una situación de hecho o de
una antijuridicidad, fuera de los ejemplos señalados, queda perfectamente en claro cuando el
artículo 2468 señala en qué consiste el dolo pauliano; dice al efecto: “estando de mala fe el
otorgante y el adquirente, esto es, conociendo ambos el mal estado de los negocios del
primero”. La mala fe consiste en el conocimiento; la buena fe habría estribado en la ignorancia.
El otro carácter de la buena fe, como desarrollo de una conducta, aparece claro en la
reglamentación del pago respecto del cual el artículo 1591 impide que se haga parcialmente
mientras, a su vez, el artículo 1590 dispone que si el pago es de un cuerpo cierto, el acreedor
debe recibirlo con sus deterioros, salvo que ellos provengan de hecho o culpa del deudor.
Igualmente la pérdida de la cosa debida extingue la obligación, salvo que haya perecido por
culpa o durante la mora del deudor (artículos 1670, 1672 del Código Civil). Todo esto se resume
en lo dispuesto en los artículos 1548 y 1549 que señalan que la obligación de dar contiene la de
entregar la cosa; y si ésta es una especie o cuerpo cierto, la de conservarlo hasta su entrega; la
obligación de conservar la cosa exige que se emplee en su custodia el debido cuidado. El
conjunto de estas disposiciones señala que el deudor debe proceder de buena fe al
cumplimiento de la obligación. Pero esta obligación de conducta no corresponde sólo al
deudor, sino también al acreedor. Su responsabilidad es clara si siendo vendedor debe
responder de los vicios redhibitorios (artículos 1858 y 1861 del Código Civil), o siendo
comprador se ha constituido en mora de recibir (artículo 1827 del Código Civil).
La norma general de la buena fe como conducta la encontramos en el artículo 1546 del
Código Civil. Dicha disposición establece: “Los contratos deben ejecutarse de buena fe”.
De las disposiciones a que nos hemos referido resulta que nuestro derecho protege la
buena fe, y la sanción de la mala fe es evidente que no cuenta con esa protección.
Pero existen muchas disposiciones en que la ley sanciona directamente la mala fe:
● Así el artículo 94 Nº 6 respecto del que ha sabido y ocultado la verdadera muerte del
desaparecido;
● El artículo 897 en la reivindicación, que sanciona al que de mala fe se da por poseedor
de la cosa que se reivindica, sin serlo; en la accesión de cosas muebles (artículos 658, 662, 663
del Código Civil);
● El artículo 1814 en la compraventa que hace responsable de perjuicios al que vendió a
sabiendas lo que en el todo o en una parte considerable no existía.
23
Todos estos ejemplos nos llevan a concluir que la protección de la buena fe y la sanción
de la mala fe constituyen un principio general de nuestro derecho privado.
En una sentencia de hace pocos años la Corte Suprema expresa: “el acto jurídico
administrativo debe estar inspirado en el principio general que es la base de todo régimen de
derecho, la buena fe”.
La legislación privada parte del concepto de que los particulares están y actúan de buena
fe en sus relaciones jurídicas. Por eso el artículo 707 del Código Civil establece al respecto un
principio general: “La buena fe se presume, excepto en los casos en que la ley establece la
presunción contraria. En todos los otros la mala fe deberá probarse”.
Por lo tanto existe una presunción general de buena fe en todo el ámbito del derecho
privado.
Las presunciones de mala fe son escasas; sí, en materia posesoria, el inciso final del
artículo 706 establece que el error en materia de derecho constituye una presunción de mala fe
que no admite prueba en contrario. Sin embargo, esa presunción desaparece cuando se trata
de la prescripción adquisitiva extraordinaria, ya que el artículo 2510 Nº 2 dispone que se
presume de derecho en ella la buena fe.
Pero para que este enriquecimiento constituya la figura jurídica no basta que haya sido
inmotivado; es necesario además que el enriquecimiento de un patrimonio corresponda al
empobrecimiento de otro en un fenómeno no necesariamente equivalente, pero sí correlativo.
Si en estas circunstancias el empobrecido no tiene otra acción o forma de obtener la reparación
podrá intentar la de repetición que se denomina “actio de in rem verso”. Es necesario señalar
que esta acción subsidiaria tendrá un doble límite, no podrá ser superior al empobrecimiento
sufrido por el actor ni tampoco al enriquecimiento del demandado.
● El enriquecimiento sin causa lo considera nuestro Código en la accesión (artículos 658,
663, 668, 669 del Código Civil);
● En las prestaciones mutuas (artículos 905 al 917 del Código Civil);
● En la nulidad de los actos de un incapaz y con igual criterio en la nulidad de pago
(artículos 1688 y 1578 del Código Civil);
● En la lesión enorme en la compraventa (artículos 1889, 1890, 1893 del Código Civil);
● En la acción de reembolso del comunero contra la comunidad (artículo 2307 del
Código Civil);
● En la restitución del pago de lo no debido (artículos 2295, 2297 del Código Civil);
● En el derecho de indemnización para los responsables civiles por hechos de terceros
(artículo 2325 del Código Civil), etc.
25
Artículo 2325: “Las personas obligadas a la reparación de los daños causados por las
que de ellas depende, tendrán derecho para ser indemnizadas sobre los bienes de éstas, si los
hubiere, y si el que perpetró el daño lo hizo sin orden de la persona a quien debía obediencia,
y era capaz de delito o cuasidelito, según el artículo 2319”.
Se refiere a que en materia de responsabilidad, el que comete un daño debe repararlo,
esto no siempre es así. Por ej. un empresario de micros, el chofer choca en estado de ebriedad
con daños, los afectados tienen la opción de demandar penal y civilmente al conductor, pero
éste no va a tener los recursos para responder a la demanda, por tanto pueden demandar al
empresario, que responde por su dependiente que se encuentre en ejercicio de su función,
porque es su obligación supervisar y controlar su actividad. En este caso está respondiendo un
empresario que no iba manejando, pero es tercero civilmente responsable, al cual le da la
posibilidad de demandar a su dependiente a objeto de que pague lo que él ha indemnizado.
A veces en nuestra legislación se da la paradoja que hay principios en pugna,
normalmente entre el enriquecimiento sin causa y la inexcusabilidad de la ley del artículo 8º, en
ese caso la ley dice que se prefiere el principio del enriquecimiento sin causa, por el principio de
equidad del derecho.
Es tan amplia y consistente la reparación del enriquecimiento sin causa que, más que un
principio general de nuestro derecho privado, se ha creído ver en ella una fuente adicional de
obligaciones más allá de las que señalan los artículos 1437 y 2284 del Código Civil.
LA RESPONSABILIDAD
● Otro tanto pasa con las obligaciones que emanan de la ley. El incumplimiento de las
obligaciones legales genera siempre una responsabilidad. En los derechos de familia
encontramos ejemplos respecto a los derechos y deberes entre los cónyuges en los artículos
155 y 171 del Código Civil; en los derechos del padre de familia en el artículo 250; respecto de
los tutores y curadores, en los artículos 378, 391 y 419.
● En otras materias vemos, por ejemplo, que en el usufructo se establecen
responsabilidades para las obligaciones tanto del nudo propietario como del usufructuario
(artículos 774 y 802 del Código Civil).
● En la posesión encontramos en las prestaciones mutuas la responsabilidad general del
poseedor vencido (artículos 904 a 915 del Código Civil).
● Igualmente genera responsabilidad el privar a alguien injustamente de su posesión
(artículo 926 del Código Civil).
● En las sucesiones existen también disposiciones que establecen explícitamente la
responsabilidad, como el artículo 1299 respecto al albacea, o el artículo 1329 relativo al
partidor.
Tanto en la responsabilidad que origina la infracción de una obligación derivada de un
cuasicontrato como en la que proviene del incumplimiento de una obligación legal, surge el
problema de saber si debemos ceñirnos a las normas que regulan la responsabilidad contractual
o extracontractual, que son diferentes.
Hemos visto que la responsabilidad es una institución general del derecho. Que, en
materia civil, toda persona es responsable de las obligaciones que contraiga, cualquiera sea su
origen, incluso aquellas que nacen al causar culpablemente un daño.
Pero esta responsabilidad carecería de alcance práctico si no existieran medios para
poder exigir coercitivamente el cumplimiento de las obligaciones, si el deudor no quisiera o se
mostrara renuente a cumplirlas en forma voluntaria. Debe además establecerse en qué forma y
sobre qué bienes puede ejercerse esa acción forzada.
El artículo 2465 del Código Civil establece que: “Toda obligación personal da al
acreedor el derecho de perseguir su ejecución sobre todos los bienes raíces o muebles del
deudor, sean presentes o futuros, exceptuándose solamente los no embargables”.
Este precepto que establece lo que se llama prenda general de los acreedores, es un
precepto fundamental en que descansan el sistema jurídico y la responsabilidad en materia de
obligaciones.
De acuerdo con esto la responsabilidad recae sobre los bienes del deudor, no sólo los
que éste tenía al contraerse la obligación, sino también los que adquiera en el futuro, y que
existan en su patrimonio al momento de hacerse efectiva la obligación.
Estos serán los bienes que respondan y la forma de hacer efectiva la responsabilidad será
la ejecución forzada de la obligación.
28
“Nadie podrá alegar ignorancia de la ley después que ésta haya entrado en vigencia”.
Nadie puede alegar ignorancia de la ley. Se presume de derecho conocida por todos. No
se admite prueba en contrario.
Una de las características del Código Civil es que es una ley común y supletoria.
2).- La Protección de Los Derechos de Tercero: Principio Formador Del Código Civil,
Artículo 12:
Otra limitación es la protección de los derechos de terceros (art.12 del cc) cuando dispone
que: “Podrán renunciarse los derechos conferidos por las leyes, con tal que sólo miren al
interés individual del renunciante, y que no esté prohibida su renuncia.
Ejemplo de esto se encuentra en el art. 1661 que establece que la compensación (modo de
extinguir obligaciones) no puede tener lugar en perjuicio de los derechos de terceros; algo parecido
sucede cuando el que debe una cosa mueble a plazo o bajo condición suspensiva o resolutoria, la
enajena, no habrá derecho a reivindicarla contra terceros de buena fe.(Art.1490). Otro ej. lo
encontramos en que la ley señala que se pueden hacer legados, sin embargo se puede poner
como condición que no se enajene, no obstante la ley señala a menos que se esté afectando el
derecho de terceros.
Como lo señala el profesor Bernardino Bravo Lira “su difusión no se limita a una
influencia más o menos intensa sobre los códigos posteriores de Portugal en 1867, de México
en 1871 y 1884, de Venezuela en 1873 y 1916, de Guatemala en 1877, de costa Rica en 1888, de
España en 1889, que se extendió ese año a Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Además de eso, fue
seguido en múltiples aspectos por Teixeira de Freitas en su Esboco de Código Civil para Brasil de
1860 – 65, por Tristán Narvaja en el código de Uruguay de 1869 y por Dalmacio Vélez Sarsfield
en el código de Argentina de 1871, que desde 1876 fue adoptado por Paraguay.
Finalmente, hubo una tercera forma de difusión del Código de Bello, más profunda que
las anteriores. Se trata de la adopción de su texto, con algunas alteraciones de detalle
destinada a adecuarlo a las necesidades y circunstancias de cada país. En estos casos, en lugar
de redactarse un nuevo código, simplemente se hizo propio al de Bello. Así sucedió primero
desde 1860 en Colombia, Panamá, El Salvador y Ecuador, luego por corto tiempo en Venezuela
en 1863, y más duraderamente en Nicaragua desde 1871 y en Honduras desde 1880 hasta 1898
y luego de nuevo desde 1906 en adelante.
Fuera de América fue uno de los que sirvieron de base para la elaboración del actual
Código Civil Español. Es interesante destacar la opinión que merece a los jurisconsultos
españoles. Don José Luis de los Mozos en su tratado de Derecho Civil Español, editado en 1977,
repitiendo en parte conceptos contenidos en el Derecho Civil de J. Castán Tobeñas, expresa: “El
Código Civil de Chile fue elaborado minuciosamente por el gran jurista Andrés Bello, siendo
promulgado el 14 de diciembre de 1855, para entrar en vigor el 1º de Enero de 1857. Es, sin
duda alguna, como obra jurídica, el más interesante y perfecto de los Códigos americanos, al
que acompañan las virtudes de la claridad de lenguaje y de la precisión de concepto, siendo
notable también la originalidad de muchas de sus disposiciones, aunque como toda obra
legislativa inspirada en un trabajo científico personal, adolezca en ocasiones de prolijidad y
minuciosidad excesivas. Señala como lo más interesante de poner en relieve la gran diversidad
de fuentes que lo inspiraron, recalcando su influencia en América y cómo esta influencia alcanza
a la codificación española.
LA NORMA JURÍDICA
4.- Es bilateral: porque normalmente una norma jurídica nos plantea por un lado un
sujeto que está obligado a respetar la norma y otro que está facultado para exigir que se
cumpla. Otorga deberes para uno y facultades para otro.
5.- Es general: está dirigida normalmente para todos los miembros de la sociedad. Esta
característica evita la discriminación y particularmente una discriminación de carácter arbitrario.
Excepción: las pensiones por gracia que el Estado por diferentes razones otorga a un
determinado sujeto.
7.- Coercitivas: la coerción significa la posibilidad legítima para aplicar la fuerza física
para obtener el cumplimiento de la norma.
1.- Las normas jurídicas se clasifican en normas de derecho público normas de derecho
privado:
Las normas jurídicas de derecho público son aquellas que regulan la organización y
actividad del estado y los demás entes públicos. Además las relaciones entre el estado y sus
organizamos, y entre el estado y sus particulares.
Las normas jurídica de derecho privado: gobierna las relaciones entre los particulares
entre sí o entre particulares con el Estado.
Las normas de orden público son las que imponen su propia regulación sin que los
particulares puedan prescindir de ellas, porque existe un interés social comprometido. Ej: uno
solamente necesita el consentimiento para casarse, pero los efectos están establecidos en la
ley.
Las normas de orden privado establecen regulaciones para los particulares en la medida
que éstos no provean su propio estatuto. Su aplicación queda entregada a la voluntad de las
partes, pudiendo establecer estatutos distintos. Artículo 1571: “Los gastos que ocasionare el
pago serán de cuenta del deudor; sin perjuicio de lo estipulado y de lo que el juez ordenare
acerca de las costas judiciales”. Las partes por convención pueden establecer que los gastos
sean de cargos de ambas partes o del acreedor.
Normas Interpretativas: Son aquellas que fijan el sentido, alcance o concepto que se
encuentran en otras normas o que sirven de reglas de interpretación. Ej. Artículo 1574: “El que
paga contra la voluntad del deudor, no tiene derecho para que el deudor le reembolse lo
pagado; a no ser que el acreedor le ceda voluntariamente su acción”. Artículo 567: “Muebles
son las que pueden transportarse de un lugar a otro, sea moviéndose ellas a sí mismas, como
los animales (que por eso se llaman semovientes), sea que sólo se muevan por una fuerza
externa, como las cosas inanimadas. / Exceptúanse las que siendo muebles por naturaleza se
reputan inmuebles por su destino, según el artículo 570”. Artículo 1560 en adelante se señala
que conocida claramente la intención de los contratantes, debe estarse a ella más que a lo
literal de las palabras.
35
Artículo 1569: “El pago se hará bajo todos respectos en conformidad al tenor de la
obligación; sin perjuicio de lo que en casos especiales dispongan las leyes./ El acreedor no
podrá ser obligado a recibir otra cosa que lo que se le deba ni aun a pretexto de ser de igual o
mayor valor la ofrecida”. Al señalar este artículo que el pago se hará al tenor de la obligación,
está interpretando el modo de cumplir una obligación.
Las normas comunes se aplican a todas las personas, bienes o relaciones jurídicas. Ej. las
normas que establecen los requisitos de existencia y validez de los actos jurídicos, es común
porque resulta aplicable a todos los actos jurídicos.
Las normas Especiales: son aquellas que resultan aplicables a un determinado grupo de
personas, cosas o relaciones jurídicas. Normalmente están resolviendo una situación especial.
Ej. el Código Civil establece una serie de normas respecto del arrendamiento, en el D.L 993 que
encontramos en el apéndice del código, encontramos una norma especial de arrendamiento de
predios rústicos, que prima sobre el estatuto común del Código Civil y de la ley 18.010. Otros
ejemplos de normas especiales son la Ley de tránsito, la de libre desplazamiento, el código
sanitario, el código de agua, etc.
36
Esta clasificación de normas es importante porque por analogía podemos aplicar a una
norma especial una norma general, lo que ocurre cuando el texto de una ley especial es
ambiguo, además porque la ley establece cuál es la legislación aplicable entre una norma
especial y una norma común que se refieran a una misma materia. Sobre una ley general se
prefiere la especialidad, principio establecido en los artículos 4 y 13 del Código Civil, es decir
siempre prima la norma especial por sobre la común.
Artículo 4: “Las disposiciones contenidas en los Códigos de Comercio, de Minería, del
Ejército y Armada, y demás especiales, se aplicarán con preferencia a las de este Código”.
Artículo 13: “Las disposiciones de una ley, relativas a cosas o negocios particulares,
prevalecerán sobre las disposiciones generales de la misma ley, cuando entre las unas y las
otras hubiere oposición”.
Las normas sustantivas constituyen declaración de derechos subjetivos. Ej. Código Civil,
Código Penal.
Las normas adjetivas, son aquellas que fijan los procedimientos en virtud de los cuales
podemos obtener una determinada declaración de un derecho, ejemplos de normas adjetivas
son el Código Procesal Penal, Código de Procedimiento Civil, etc.
Por ej. Para obtener la devolución de una casa que arrendé y el arrendador no me la
quiere devolver, tengo que ejercer la acción de un procedimiento establecido en la ley, un juicio
sumario. Si me deben dinero y no cuento con un título ejecutivo voy a tener que ir a un juicio
ordinario, etc. Si me asaltan por ej. el Código Procesal Penal señala qué debo hacer.
1.- Normas jurídicas Imperativas: son aquellas que para la realización de una
determinada conducta nos exige el cumplimiento de un determinado requisito. Por ej. la
compraventa de un bien raíz debe hacerse por escritura pública. En materia de sociedad
conyugal el artículo 1749 establece lo que se denominan las limitaciones que se deben observar
en la administración de los bienes de la sociedad conyugal, no se puede gravar, enajenar, no se
puede donar, etc, si no cuenta con la autorización conyugal, no es que no pueda grabar o
enajenar, no está prohibida la conducta, sí lo puede hacer si cumple el requisitos.
2.- Normas prohibitivas: son las que impiden el ejercicio de un determinado acto bajo
todo respecto o circunstancia. No se puede realizar la conducta. Ej. el artículo 1004 establece
que: “La facultad de testar es indelegable”. (artículo más corto del código), nadie puede
otorgar un mandato para que su representante otorgue un testamento por él.
37
3.- Normas Permisivas: facultan a una persona para obrar de una forma determinada o
no obrar, quedando al arbitrio de las personas ejercer una norma permisiva. Ej. el matrimonio,
la compraventa, el arrendamiento, depende de la persona. El problema que provocan estas
normas es la sanción.
Una de las características que tiene la norma jurídica es que es coercitiva; el estado es el
encargado de garantizar el cumplimiento de la norma y proveer los medios necesarios para
garantizar la eficacia de una norma y cuando hablamos de la sanción de la norma jurídica,
asociamos a una infracción, entonces la consecuencia de la infracción de una norma jurídica la
debe soportar quien la infringe. Ej. si la ley me dice que el contrato de compraventa se hace por
escritura pública y lo hago por escritura privada la sanción será que es nula la compraventa.,
etc.
SANCIÓN
Sanción: un mal, un sacrificio o daño justiciero a que debe someterse su transgresor.
Habrá que ver qué tipo de norma es, para ver la sanción, por ej. la nulidad, una pena de cárcel,
pero siempre el resultado de una infracción de una norma es una sanción.
a).- En materia civil si no cumplo una obligación contraída en un contrato, la contraparte
puede pedir la ejecución forzada. En algunos casos el cumplimiento forzado no es posible,
porque por ej. ya vendí la cosa prometida, ya no es mía, es de un tercero, por lo que se puede
pedir el cumplimiento por equivalencia: una indemnización de perjuicios. Una sanción es
reparar el daño moral.
b).- La inoponibilidad de un acto jurídico: es la falta de eficacia de un acto válido en
relación a un tercero, el acto jurídico es válido, pero no surte efecto respecto de un tercero. Ej.
dos personas celebran un contrato de compraventa y se establece que el precio se paga al
contado y así se firma la escritura pública; si luego yo vendo la propiedad a un tercero y ese
tercero compra, y con la otra parte firmamos una contraescritura que se va a pagar en cuotas,
esa contraescritura es inoponible para el tercero, es una sanción para las partes y es una
protección para el tercero.
38
LA LEY
Concepto de ley según Planiol: la ley es una regla social obligatoria establecida en forma
permanente por la autoridad pública y sancionada por la fuerza.
Esta definición establece casi todas las características:
1.- Es una regla social
2.- Regula una conducta exterior
3.- Emana de la autoridad pública, de aquel organismo que la propia sociedad ha
investido del poder suficiente para hacer la ley.
4.- Las leyes se deben cumplir, nunca son facultativas para cumplirlas o no, sin embargo
hay ciertas normas de carácter penal que no están dentro de esta concepción, como por
ejemplo la suspensión condicional del procedimiento.
5.- Es sancionada por la fuerza, en derecho público va desde la prevención hasta la
imposición de las penas.
6.- Es general
7.- Es permanente
8.- Dura indefinidamente, desde su promulgación hasta su derogación.
9.- Es cierta, no necesita acreditarse.
“El Código Civil define la ley en el artículo 1º: “La ley es una declaración de la voluntad
soberana que, manifestada en la forma prescrita por la Constitución, manda, prohíbe o
permite”.
Esta definición ha sido criticada porque de la redacción nos señala que si manda, prohíbe
o permite es porque se ha manifestado en la forma prescrita por la constitución, pero la verdad
es que la ley es una declaración de la voluntad soberana. Se critica además porque no nos
otorga una idea muy clara del objeto de la ley, el cual debe ser el bien común y el interés
general; tampoco nos da una idea de lo que es la ley en sí misma.
Pero esta definición nos señala que es la declaración de la voluntad soberana, es decir
que emana de la voluntad de la autoridad, quien representa a la ciudadanía, poder legislativo y
el ejecutivo.
En la forma prescrita en la Constitución, esto es el proceso de formación de una ley, en el
cual hay varias fases: la iniciativa, la discusión, de aprobación, sanción, promulgación y
publicación.
La expresión manda, prohíbe o permite nos está señalando que ese es el fondo de una
ley y de esta característica surge esta clasificación de norma imperativa, prohibitiva y permisiva.
22 de marzo de 2007
39
De esta definición del Código Civil en su artículo 1º cuando nos dice que “La ley es una
declaración de la voluntad soberana que, manifestada en la forma prescrita por la
Constitución, manda, prohíbe o permite”, surge una clasificación de ley importante (ojo,
pregunta fija):
Leyes imperativas, permisivas y prohibitivas.
1.- Dice relación a la especie o naturaleza del acto que se celebra. En estos casos se
dice que la norma imperativa está en función de un interés general. El Código Civil siempre
tiene algunas normas que miran el interés general: el orden público y las buenas costumbres.
Ejs. Artículo 548 “Las ordenanzas o estatutos de las corporaciones, que fueren formados por
ellas mismas, serán sometidos a la aprobación del Presidente de la República, que se la
concederá si no tuvieren nada contrario al orden publico, a las leyes o a las buenas
costumbres”. En este caso la norma mira a la especie o naturaleza del acto. Artículo 1475: “La
condición positiva debe ser física y moralmente posible”. Es físicamente imposible aquella
condición que es contraria a las leyes de la naturaleza. Y moralmente imposible son aquellas
que consisten en un hecho contrarias a las leyes, al orden público o a las buenas costumbres.
En materia de objeto el artículo 1461 inciso 3º “Si el objeto es un hecho, es necesario que sea
física y moralmente posible. Es físicamente imposible el que es contrario a la naturaleza, y
moralmente imposible el prohibido por las leyes, o contrario a las buenas costumbres o al
orden público”. Por tanto son normas imperativas aquellas que miran en relación a la especie
del acto o contrato.
2.- Mira a la calidad o estado de las partes. En estos casos las normas imperativas están
resguardando el interés particular y no el general como en el caso anterior. Ejs. En el caso del
incapaz, mira sólo su interés particular, la exigencia para que sea válida es que se haga por su
representante o autorizado por su representante. Ej. cuando la ley señala que la compraventa
de bienes raíces se debe realizar por escritura pública, mira el interés general, toda vez que son
el cimiento de un sistema económico de corte liberal, en consecuencia compromete el interés
general, acá vemos que está en calidad de las partes, interés particular, en cuyo beneficio se
establece el cumplimiento del requisito. Ej. en sociedad conyugal el marido es el jefe y
administrador de la sociedad conyugal, pero sirve de poco, porque para las grandes cosas hay
que contar con la autorización de la mujer, es un título honorífico porque si el hombre quiere
grabar, vender o enajenar un bien de la sociedad conyugal, no puede hacerlo si no cuenta con la
autorización de su cónyuge, en este caso mira el interés de la sociedad conyugal, y en particular
de la mujer, el imperativo está en que el hombre puede vender, grabar o enajenar, siempre que
cuente con la autorización de la mujer.
Ej. durante la vigencia del régimen de sociedad conyugal la mujer o el marido pueden
sustituir el régimen y pactar el régimen de separación total de bienes, pero para que tenga valor
frente a terceros, debe inscribirse al margen de la institución matrimonial, dentro de 30 días de
celebrado, sin se practica la inscripción el pacto no es oponible a terceros, por ejemplo a los
acreedores de la sociedad conyugal, artículo 1723 del Código Civil. Ej. 2 en materia de
prescripción (modo de adquirir el dominio) la ley señala que la prescripción tiene que ser
declarada por un Tribunal, por sentencia, pero no es oponible a terceros esta declaración en
tanto no se inscriba la sentencia que declara la prescripción, requisito de publicidad para que
sea oponible a terceros, no significa que sea nulo, sino que mientras no se inscriba no es
oponible a terceros, artículo 2513 Código Civil. Ej. 3, se declara nulo un matrimonio y el
divorcio, eso es perfectamente válido con la declaración, pero si no se suscribe al margen de la
inscripción dentro del plazo legal, no es oponible a terceros, no le afecta, no le llega, no le
alcanza.
Artículo 1707: “Las escrituras privadas hechas por los contratantes para alterar lo
pactado en escritura pública, no producirán efecto contra terceros. Tampoco lo producirán las
contraescrituras públicas, cuando no se ha tomado razón de su contenido al margen de la
escritura matriz cuyas disposiciones se alteran en la contraescritura, y del traslado en cuya
virtud ha obrado el tercero”.
Este artículo nos da origen a la teoría de la inexistencia pero además nos señala en su
inciso 2º como requisito de publicidad que las contra escrituras entre las partes son válidas,
pero no van a afectar al tercero que contrató sin el conocimiento de esa escritura. Ej. una
persona le compra a otro un predio y dice que le pagó cien millones y en la escritura pública
dice que pagó al contado, y acto seguido firma una contraescritura y dice que se pagó en cuotas,
pasaron dos meses, y el comprador vende nuevamente, el nuevo comprador pidió los títulos, el
conservador dice que el precio se pagó al contado, luego aparece el antiguo vendedor
señalando que el primero le debe dinero, y el nuevo comprador señala que no había constancia
de esa escritura, que la que él tenía a la vista se había pagado al contado.
Las finalidades son la protección de terceros a través de las exigencias de requisitos de
publicidad.
Son aquellas que impiden la celebración de un acto o la realización de una conducta bajo
todo aspecto o circunstancia, sin excepción. El acto prohibido por la ley no se puede ejecutar
bajo ninguna circunstancia, si se pudiera realizar, estaríamos en presencia de una norma
imperativa y no prohibitiva. El Artículo 1796 señala que: “Es nulo el contrato de compraventa
entre cónyuges no separados judicialmente, y entre el padre o madre y el hijo sujeto a patria
potestad”. Prohíbe el contrato de compraventa entre cónyuges no divorciados, y entre el hijo y
el padre de familia; sin embargo no es nulo el contrato de compraventa entre padre e hijo no
sujeto a patria potestad, sí puede celebrarlo con el hijo mayor de edad, pero entre cónyuges no
separados judicialmente, no se puede. Ej. artículo 1004, la facultad de testar indelegable, no se
puede delegar. Artículo 402 del Código Civil es prohibida la donación de bienes raíces de pupilo
aún con previa autorización del juez, no se puede hacer, ni aún con autorización del juez.
señale una sanción distinta. Otra sanción distinta a la nulidad la encontramos por ejemplo en el
Artículo 114: “El que no habiendo cumplido dieciocho años se casare sin el consentimiento de
un ascendiente, estando obligado a obtenerlo, podrá ser desheredado, no sólo por aquel o
aquellos cuyo consentimiento le fue necesario, sino por todos los otros ascendientes. Si alguno
de éstos muriere sin hacer testamento, no tendrá el descendiente más que la mitad de la
porción de bienes que le hubiera correspondido en la sucesión del difunto”.
El menor que requiere el asentimiento de un ascendente y si casa sin ese requisito, trae
como consecuencia que el matrimonio es válido, sin embargo la sanción es que podrá ser
desheredado”.
En nuestra legislación se prohíbe el fideicomiso sucesivo, artículo 745, se prohíbe
constituir dos o más sucesivos, si se realiza, se extingue para siempre la expectativa para los
otros, no es nulo, sino que la sanción es que se extingue para el resto, como si nunca hubiesen
existido los demás fideicomisos.
Artículo 11: “Cuando la ley declara nulo algún acto, con el fin expreso o tácito de
precaver un fraude, o de proveer a algún objeto de conveniencia pública o privada, no se
dejará de aplicar la ley, aunque se pruebe que el acto que ella anula no ha sido fraudulento o
contrario al fin de la ley”.
Este artículo establece que cuando la ley declara nulo algún acto, lo está haciendo en
protección para evitar un fraude entre las personas, por ej. la compraventa entre cónyuges,
para evitar un fraude a terceros y también fraude entre cónyuges. Se sostiene que cuando hay
una sociedad conyugal, el marido puede abusar de su posición en contra de la mujer, por ello la
ley se preocupa de ello, para evitar por ejemplo que por amenazas la mujer salga perjudicada. Si
la ley dice que es nulo es nulo, aún cuando se pruebe por los interesados que no les causa
ningún efecto, es decir, por sobre los intereses de las partes.
23 de marzo de 2007
Son aquellas que permiten la realización de la conducta o la celebración del acto. No hay
que cumplir requisitos, no se encuentran prohibidas. Esta es la regla general dentro del ámbito
civil, con mayor aplicación en la autonomía de la voluntad. Permiten a las partes incluso la
creación de actos jurídicos que no se encuentran reglamentados por la ley, permiten que las
partes establezcan cuáles van a ser los derechos y obligaciones en el acto que van a celebrar. Se
ha discutido por los autores si al hablar de normas permisivas estamos o no en presencia de ley,
por la razón de que si estamos frente a una norma prohibitiva o imperativa, la obligación que de
ellas conlleva nace de la ley, pero las permisivas permiten la realización de la conducta, sin
embargo no está diseñada en la ley cuál es la obligación que surge frente a su incumplimiento.
Las partes no saben de inmediato ni está prefijada la sanción, sino que la obligación y sanciones
45
que surgen de las normas permisivas se van a reflejar una vez que el acto se celebre. Como los
actos y contratos tienen el fin de provocar efectos jurídicos, los de un contrato serán por
ejemplo los derechos y obligaciones que surgen como consecuencia de su celebración, por lo
tanto es allí donde aparece la sanción, no antes, en consecuencia la sanción dependerá de la
circunstancia. En un acto uno está obligado a dar la prestación y el otro a exigir el cumplimiento,
en la compraventa por ejemplo el comprador está obligado a pagar la cosa y el vendedor a
entregar la cosa, obligaciones recíprocas, entonces la sanción aparece con el ejercicio de la
facultad, la sanción va a depender de qué acto se trate y lo que las partes convinieron. La
sanción por tanto no está prefijada, sino que aparece con el ejercicio del derecho. Ej. al
vendedor que no le pagan el precio tiene el derecho de exigir el precio, al comprador que no le
entregan la cosa tiene derecho a exigir su entrega, pero esta sanción va a aparecer una vez que
se ha incumplido el acto o contrato.
En general la sanción que conllevan estas normas no es otra que procurarle a las partes
todos los medios que sean necesarios para el reconocimiento de sus derechos o la reparación
de la lesión que el incumplimiento le acarrea. Ej. si vendo un bien raíz que está afecto a graves
vicios de tal envergadura que la cosa no sirve para los fines que le corresponden, lo que ignora
el comprador, se produce en el contrato de compraventa un vicio redhibitorio, constado el vicio
surge el derecho para el comprador, la sanción va a ir desde un descuento en el precio, hasta
dejar sin efecto el contrato con indemnización de perjuicios, la ley otorga mecanismos
necesarios para que se le reconozca sus derechos o se le reparen los perjuicios. Ej. 2 celebro un
contrato de promesa de compraventa de un bien raíz y me obligo en ocho meses celebrar la
compraventa definitiva, pagándome en el acto, mis obligaciones como promitente y vendedor,
llegado los ocho meses es firmar la compraventa, y del comprador pagar, lo que ya está
cumplido, pero antes del plazo vendo la propiedad a un tercero, el promitente y comprador no
va a poder exigirme el cumplimiento forzado, sin embargo la ley le da mecanismos necesarios
para resguardar sus derechos, por tanto le permite que solicite la resolución del contrato y la
indemnización de perjuicios, la ley adecua el medio no para obtener el cumplimiento forzado,
sino para obtener la reparación. El contrato de compraventa con el tercero es perfectamente
válido, por tanto no se puede anular, por ello el comprador sólo puede solicitar la resolución del
contrato y la correspondiente indemnización de perjuicios.
La autonomía de la voluntad permite además introducir elementos dentro del acto
jurídico, como elementos accidentales, los que incluso pueden establecer por ej. que si no se
cumple el contrato, no habrá ningún afecto, o cláusulas que agraven el incumplimiento, en
derecho civil se puede hacer todo aquello que no esté prohibido.
46
1.- Ambas emanan de un poder público. La sentencia del poder judicial y la ley del poder
legislativo.
2.- Ambas son obligatorias y deben respetarse. En ambos casos el cumplimiento de una
sentencia como de una ley puede ser exigido en forma coercitiva, por la fuerza pública.
1.- Una emana del poder legislativo y la otra del poder judicial.
2.- La ley es un modo de regular, resolver y servir intereses de carácter general, en
cambio la sentencia es un modo de resolver los conflictos entre particulares.
3.- Las leyes presentan un carácter universal y general en sus efectos en cuanto es de
aplicación obligatoria para todos los habitantes del país, incluso hay ciertas normas que
persiguen a los chilenos fuera del país, en cambio las sentencias tienen un efecto RELATIVO,
sólo afectan a las partes que intervienen en un determinado juicio.
47
VIGENCIA DE LA LEY
que no entrará a regir a contar de la fecha de su publicación, sino un tiempo después, o bien que
en una o mas provincias o regiones del país entre a regir en una fecha, y en otras en una distinta.
La publicación de la ley es la forma que tiene el legislador de hacer llegar la ley al
conocimiento de todas las personas, lo que se hace en el Diario Oficial, pero nada impide que el
legislador establezca otras fórmulas en relación a su publicación y a la fecha de entrada en
vigencia.
Hay leyes que se publican sólo el número, toda vez que hay contenido de normas
jurídicas que no es bueno que no estén en conocimiento de toda la ciudadanía, como por
ejemplo en asuntos militares o de la seguridad nacional.
Artículo 8 “Nadie podrá alegar ignorancia de la ley después que ésta haya entrado en
vigencia”. Establece una presunción de conocimiento de la ley, es una presunción de Derecho,
no admite prueba en contrario, principio de inexcusabilidad de la ley. Esta presunción nos
señala que una vez que entra en vigencia una ley, se entiende conocida por todos, y nadie
puede sustraerse de sus efectos, la ignorancia del Derecho no exime del cumplimiento.
Si no existiera esta presunción la sociedad no podría sostenerse como un Estado de
Derecho, porque todos se excusarían de su cumplimiento alegando ignorancia, provocaría un
caos absoluto. El problema es determinar si este conocimiento que tenemos todos de la ley es
o no una presunción, porque cuando se analiza la presunción, medio probatorio, tiene que
partir que de un hecho conocido se desprenda uno desconocido, eso acoge el Tribunal cuando
se realiza una demanda por presunciones, y de ese hecho conocido se llega uno desconocido,
sin embargo en la realidad si el único hecho conocido es el desconocimiento de la ley, a opinión
de algunos autores no se está frente a una presunción propiamente tal. Otros autores señalan
que en relación al artículo 8 no se está frente a una presunción sino a una ficción legal, es una
creación de la ley entender que todos la conocemos por el sólo hecho de su publicación. En
muchas ocasiones el legislador se encuentra con situaciones que no puede resolver
adecuadamente, y como no encuentra la fórmula razonable, recurre a estas ficciones legales, ej.
en la nulidad del acto jurídico, cuando se declara, tiene un efecto retroactivo, las partes se
retrotraen al estado anterior al contrato, como si nunca se hubiera celebrado, eso no se condice
con la realidad de las cosas, toda vez que existió e incluso provocó efectos jurídicos, esa vuelta
al pasado es una ficción.
Este artículo se conoce además como inexcusabilidad de la ley porque nadie puede
excusarse de desconocer el Derecho, no se puede eximir de su cumplimiento. Ejemplos:
cumplimiento, pero que cumplidas, autorizan para retener lo que se ha dado o pagado en
razón de ellas.
Tales son:
1º Las contraídas por personas que teniendo suficiente juicio y discernimiento, son, sin
embargo, Art. 1º, Nº 58 incapaces de obligarse según las leyes, como los menores adultos;
2º Las obligaciones civiles extinguidas por la prescripción;
3º Las que proceden de actos a que faltan las solemnidades que la ley exige para que
produzcan efectos civiles; como la de pagar un legado, impuesto por un testamento que no se
ha otorgado en la forma debida;
4º Las que no han sido reconocidas en juicio por falta de prueba. Para que no pueda pedirse la
restitución en virtud de estas cuatro clases de obligaciones, es necesario que el pago se haya
hecho voluntariamente por el que tenía la libre administración de sus bienes”.
Por lo tanto, el que el paga una obligación natural paga bien. Si el pago se efectúa en
forma libre y voluntaria por el deudor no hay Derecho a obtener devolución, la razón es que
quien paga una obligación natural, sabe que es una obligación natural, uno no puede decir que
quien debe una obligación natural nada debe, de tal manera que el que paga no puede alegar
desconocimiento de la ley en el sentido de que no le podrían cobrar. Si se admitiera la
posibilidad de alegar la ignorancia de la ley tendría derecho a pedir la devolución.
- Ej. 2: nulidad absoluta: cualquier persona que tenga interés en la nulidad absoluta del
acto puede alegarla, con excepción de aquel que sabía o debía saber el vicio que lo invalidaba.
Como la ley impide alegar la nulidad a aquel que debía saber el vicio, puede ocurrir que una
persona ignoraba que por tal disposición legal se anulaba el acto, esa ignorancia le va a permitir
alegar la nulidad, pero no eludir el cumplimiento o las consecuencias de la nulidad, lo que gana
es el derecho a intentar la acción.
- Ej. 3: en el pago por el error de Derecho, artículo 2297: “Se podrá repetir aun lo que se
ha pagado por error de derecho, cuando el pago no tenía por fundamento ni aun una
obligación puramente natural”. En este caso estamos en presencia de una persona que paga
una suma de dinero creyendo que la ley lo obligaba a efectuar ese pago, posteriormente se da
cuenta que no hay ley que lo obligue al pago, luego, esta persona puede exigir la devolución de
la suma pagada; esta persona tiene un falso concepto de la ley, este es uno de los dos casos en
que el error de Derecho constituye vicio del consentimiento. En el pago de lo no debido
establece la condición que se resuelve en dos principios, el artículo 8 y el enriquecimiento sin
causa; desde el punto de vista del supuesto deudor él concurre donde una persona porque cree
que hay una ley que lo obliga al pago, estaba en una situación de error, por tanto la ley le
autoriza para solicitar la restitución de lo pagado.
- Ej. 4: la dación de lo que no se debe, artículo 2299: “Del que da lo que no debe, no se
presume que lo dona, a menos de probarse que tuvo perfecto conocimiento de lo que hacía,
tanto en el hecho como en el derecho”. Esta norma dice que el que da (donación) lo que no
50
debe, no se presume que lo dona, a menos que se probare que tuvo pleno conocimiento de que
realmente estaba donando. En este caso hay una persona que dona (la donación es un contrato
unilateral a título gratuito, porque sólo el donante contrae la obligación), pero no se presume
que cuando entrego algo a otra persona lo esté donando, a menos que conste que tengo pleno
conocimiento de lo que hacía, tanto en el hecho como en el derecho, por lo tanto esa otra
persona no puede presumir que lo estoy donando, salvo que esa persona pruebe que yo sabía
tanto en el hecho como en el derecho, que pruebe el ánimo de donar, sino también hay un
enriquecimiento sin causa y la ley permite la restitución.
Ej. 6: La buena fe se presume, sin embargo hay que probarla en ciertos casos, por ej. el
pago es válido al acreedor, a su representante o al poseedor del crédito. Si el deudor paga a
quien cree que es su acreedor, puede pedir su restitución, siempre que pruebe que obró de
buena fe.
La eficacia de la ley en el tiempo tiene que ver con establecer cómo juegan las
características de la ley en su aplicación y durante qué tiempo. Qué pasa en cuanto al tiempo
con la ley?, qué es lo que ocurre con la aplicación de la ley desde el día en que entra en vigor y
el día de su derogación. La ley entra en vigencia desde su publicación, a menos que la propia ley
establezca un plazo distinto de aquel. Durante ese tiempo se produce lo que se denomina la
vacancia de la ley. Pero durante el tiempo en que se publica y hasta que se deroga, la ley rige
todos los actos, hechos y conductas que se realicen en ese periodo. Como la ley durante este
tiempo está rigiendo todas las relaciones jurídicas que se están produciendo, bajo su vigencia no
pueden ser jamás estas relaciones jurídicas alcanzadas por una ley posterior, esto significa la NO
RETROACTIVIDAD DE LA LEY. Vigente una ley y terminada, una nueva ley no puede entrar a
regir una situación jurídica regulada por la ley anterior. En términos generales la retroactividad
es una ficción legal, el principio en nuestra legislación es que las leyes no son retroactivas y
rigen sólo para el futuro. Sin embargo el problema se presenta en aquellas situaciones o hechos
de carácter jurídico que nacen bajo el amparo de una ley pero que se desarrollan o producen
sus efectos bajo el amparo de una ley posterior. Por ejemplo celebro un contrato de bien raíz
por una ley que me señala que se hacía por escritura privada y posteriormente se dicta una ley
que señala que se hace por escritura pública, el problema se presenta que si durante la primera
ley se celebra una promesa de compraventa que señala que la compra se realizaría por escritura
privada, y luego entra en vigencia la nueva ley, cuál es la norma que se aplica?, el artículo 9 del
Código Civil nos señala que “La ley puede sólo disponer para lo futuro, y no tendrá jamás
efecto retroactivo. Sin embargo, las leyes que se limiten a declarar el sentido de otras leyes, se
entenderán incorporadas en éstas; pero no afectarán en manera alguna los efectos de las
sentencias judiciales ejecutoriadas en el tiempo intermedio”. Esto significa que las leyes sólo
disponen para lo por venir, para lo futuro, además de que la ley nada puede disponer sobre las
situaciones jurídicas realizadas con anterioridad a la entrada en vigor a la ley. En su inciso 2º
señala que si la nueva ley es una norma interpretativa de la antigua ley, la ley interpretativa se
entiende que siempre ha formado parte o es la misma que la interpretada. Por ej. una ley decía
que el testamento debía hacerse con lápiz pasta, y otra posterior dice que debe ser con lápiz
pasta negro, los que se hubieren realizado con lápiz azul hasta la fecha anterior de la nueva ley,
serán igualmente válidos, toda vez que este inciso nos señala que no afectarán a las sentencias
que se encuentren ejecutoriadas.
29 de marzo de 2007
52
El efecto retroactivo implica que la nueva ley empieza a inmiscuirse en la ley anterior, lo
que atenta contra la seguridad jurídica. Sin embargo, por razones de orden social el legislador
se ve en la necesidad de dictar leyes con efecto retroactivo. El concepto retroactivo es la
prolongación de la aplicación de una ley a una fecha anterior a su entrada en vigencia, es una
ficción de preexistencia de la ley, porque está reglamentando situaciones jurídicas que se
producen antes de la dictación de la ley. El efecto retroactivo es volver sobre el pasado. La
irretroactividad de la ley es el efecto inmediato de la ley, es un principio que se justifica con los
principios de la certidumbre y la seguridad jurídica. También por una razón bien especial la
irretroactividad está contemplada en el artículo 9 del Código Civil: “La ley puede sólo disponer
para lo futuro, y no tendrá jamás efecto retroactivo. Sin embargo, las leyes que se limiten a
declarar el sentido de otras leyes, se entenderán incorporadas en éstas; pero no afectarán en
manera alguna los efectos de las sentencias judiciales ejecutoriadas en el tiempo intermedio”.
Sin embargo la irretroactividad no está contemplada en la Constitución Política, por lo tanto no
afecta al legislador, porque no está contemplada en la Carta Constitucional, por tanto el
legislador es libre de establecer el efecto retroactivo. El juez por su parte no puede otorgarle
efecto retroactivo a una ley que no lo tiene, de tal suerte que solamente es el legislador quien
puede dictar leyes con efecto retroactivo, al juez no le está permitido. Si el legislador decide por
razones de interés social dictar leyes con efecto retroactivo está actuando de acuerdo a sus
facultades. Si el principio estuviera consagrado en la Constitución, el legislador no podría dictar
leyes con efecto retroactivo. El juez puede aplicar la ley con efecto retroactivo siempre que la
ley tenga ese efecto.
El legislador tiene dos grandes limitaciones en cuanto a la dictación de leyes con efecto
retroactivo, ambas de carácter constitucional:
1º El derecho de propiedad: La Constitución señala que “nadie puede, en caso alguno,
ser privado de su propiedad, del bien sobre que recae o de alguno de los atributos o facultades
esenciales del dominio, sino en virtud de ley general o especial que autorice la expropiación por
causa de utilidad pública o de interés nacional, calificada por el legislador”. La Constitución
protege el derecho de propiedad, tanto es así que es una garantía constitucional, no sólo lo
reconoce, sino que lo asegura. La constitución por tanto también nos dice en esa disposición
que el legislador sólo tiene la facultad de imponer cargas. Ej. el legislador puede establecer
tributos, limitaciones, por ej. el dominio que se adquiere bajo tales circunstancias, no podrá ser
grabado o enajenado durante cierto plazo, como los subsidios habitacionales, en el plazo de
cinco años, en este caso se está limitando el derecho de dominio, porque mientras está vigente
esa prohibición no se puede vender, enajenar, arrendar, etc. En este caso el legislador puede
hacerlo porque no está alterando la esencia del derecho de dominio ni alterando los atributos
del Derecho de dominio, esto se explica porque el subsidio es dinero de todos los chilenos, es
una forma en que el Estado asegura el interés general y la correcta administración de los
recursos. Distinta sería la situación si una ley estableciera que no se pueden vender las
53
propiedades del sector centro de Temuco, en este caso se estaría afectando el derecho de
dominio, se estaría cercenando un atributo esencial. Esto es discutible, porque si hay duda
frente a una normativa legal, en qué frontera estamos, cuánto es afectar gravemente, ej. la
propiedad indígena, hasta antes de la dictación de la Ley 19.253, quedaba afecta a una
prohibición de vender y enajenar durante 20 años contados desde la inscripción en el
Conservador de Bienes Raíces, con la ley 19.253 se estableció que nunca se podrá grabar o
enajenar una propiedad indígena, por lo que se podría pensar que se afectó el derecho de
dominio de los propietarios, sin embargo esta prohibición es respecto de terceros, pero no
entre indígenas, entre ellos no existe limitación, toda vez que la ley tiene por objeto proteger la
propiedad indígena. No obstante, con ello se achica el mercado, se limita la plusvalía. Por otro
lado la ley 17.229 perseguía terminar la calidad de las tierras indígenas e incorporarlas al
territorio nacional normal, lo que responden a la realidad social y cultural de esa época, por
tanto la nueva ley aparece con otra concepción ideológica: para mantener las raíces del pueblo
indígena. Sin embargo por ej. hay muchas propiedades indígenas que tienen valor respecto de
terceros, hay muchas que tienen un gran valor turístico, si se permitiera una ventana para
vender, el beneficio económico sería muy importante. Se podría perfectamente pensar que la
ley 19.253 es inconstitucional, está cerciorando el derecho de dominio, por tanto susceptible de
recurso de inconstitucionalidad. (artículo 19 Nº 24 de la Constitución).
30 de marzo de 2007
Esta teoría postula que una ley es retroactiva cuando lesiona intereses que para sus
titulares constituían derechos adquiridos bajo la ley anterior, pero no es retroactiva la ley cuando
sólo lesiona meras facultades o simples expectativas. Si en el caso que debe resolver el juez hay
derechos adquiridos por las partes bajo la vigencia de la antigua ley el juez debe aplicar ésta, pues
de aplicar la nueva se perjudica el derecho. Si la ley nueva sólo atenta en contra de meras
expectativas o facultades legales no ejercidas, entonces el juez aplica la nueva legislación. (Gabba).
Derecho adquiridos son básicamente aquellos que se adquieren por una persona e
ingresan a su patrimonio a través de un hecho apto para su adquisición bajo el imperio de una
ley. Como por un cierto hecho se genera un derecho y ese derecho ingresa inmediatamente al
patrimonio de una persona, se habla de derecho adquirido cuando ya ingresó al patrimonio.
Pero el ejercicio de ese derecho adquirido no puede quedar regido por una ley posterior, un
Derecho entra al patrimonio de una persona por un acto jurídico hecho por el hombre capaz de
incorporarlo, por ej. un contrato de mutuo, por ese contrato le nace el derecho de obtener de
su deudor el pago de la suma que le ha otorgado como préstamo, nace un derecho personal
para obtener el cumplimiento de esa obligación. Estos derechos cuando se incorporan a
nuestro patrimonio son adquiridos y no pueden ser lesionados por la nueva ley, ej. si le presté a
una persona una suma “x” de dinero y le solicité que me suscribiera un pagaré ante notario,
porque al amparo de esa ley nace el derecho adquirido una vez que yo incorporé ese derecho y
solicité que se garantizara el cumplimiento a través de un pagaré ante notario, toda vez que
tiene mérito ejecutivo, lo me asegura obtener el cumplimiento de la obligación; si una nueva ley
le resta mérito adquirido a ese instrumento no puede afectar mi derecho adquirido.
La mera expectativa es la esperanza, no se ha convertido en derechos porque le falta
algún requisito que la propia ley señala, ej. constituye mera expectativa la herencia que le
pueda quedar al hijo a la muerte de sus padres, la ley vigente señala que el hijo sólo tiene la
mera expectativa, no tiene ningún derecho hasta que muera el padre, posteriormente si una ley
señala que el hijo no tendrá la calidad de heredero forzoso, esa ley tendrá un efecto retroactivo,
toda vez que no existe un derecho adquirido. Ej. en la prescripción, el prescribiente que está en
posesión en vías de adquirir por medio de la posesión está esperando cumplir con los plazos
que la ley señala, puede ocurrir que la nueva ley altere los plazos, en ese caso la ley le entrega al
prescribiente una facultad, que es que él decida por qué ley quiere regirse, si la nueva o la
antigua ley. Pareciera ser que la respuesta inmediata es decir que le conviene la primitiva, pero
quizás le es más conveniente en algunos casos y en otros no. Sin embargo la ley también puede
señalar que declara imprescriptible el Derecho, por lo que el prescribiente no tiene posibilidad
alguna de adquirir el dominio por prescripción, lo que es completamente válido, toda vez que
no afecta un derecho adquirido, sino una mera expectativa.
55
Por tanto sólo en cuanto a los derechos adquiridos no se puede aplicar una ley
retroactiva.
1.- Resulta a veces muy difícil de distinguir, de un modo indubitable, si una determinada
situación es un derecho adquirido, una mera expectativa o una facultad legal no ejercida,
dificultando la decisión de si la nueva ley es o no retroactiva. Además, los propios defensores de
esta teoría no se pusieron de acuerdo, en una seria de materias, sobre si constituían derechos,
facultades o meras expectativas. Tampoco nos resuelve el problema de qué ocurre con aquellos
derechos que pertenecen a una persona pero que no forman parte de su patrimonio, esto es los
derechos de familia, los que son extramatrimoniales, consecuencialmente puede una ley afectar
un derecho de familia otorgado en una ley anterior?, esto no está adecuadamente resuelto.
2.- No esta claro el exacto significado y alcance de la noción de derecho adquirido, sobre
todo si se comprende o no dentro de ese concepto la existencia misma del derecho y sus
consecuencias o manifestaciones, o si sólo se comprende lo primero, mientras que sus
consecuencias constituirían facultades legales no ejercitadas o meras expectativas, siendo
afectadas por la nueva ley sin ser ésta retroactiva. Existe una frontera muy difusa con la facultad
legal no ejercitada.
Respecto de las normas que inciden en los contratos, pero que en realidad constituyen un
estatuto jurídico propio y completo, en que la voluntad es sólo necesaria para desencadenar el
efecto jurídico, pero que sus cláusulas no admiten ser discutidas por las partes, en que estas no las
pueden modificar, ellas no admiten disenso con la nueva ley, y en cuanto a estas normas la nueva
ley tendrá efecto inmediato.
Roubier descarta no sólo el efecto inmediato en materia de contratos producidos por el
acuerdo de voluntades de las partes contratantes, sino que además descarta la retroactividad de la
ley.
Esto se explica porque cuando se celebra un contrato existe un acuerdo de voluntades,
lo que dice relación con los efectos que quieren obtener de ese contrato, por ej. las partes son
libres de crear cualquier contrato y establecer los efectos que deseen, pero también existen los
contratos nominados, los cuales están establecidos sus requisitos por la ley, cuando se celebra
un contrato no sólo se está de acuerdo en los términos literales, sino que además presta su
consentimiento porque uno conoce cuál es la ley vigente al tiempo de la celebración del
contrato, y luego surge una nueva ley que altera los efectos del contrato, según la teoría pura y
argumentos puros de Roubier esa sería una situación en curso, pero aquí entra a jugar el efecto
diferido, artículo 22 de la ley de efecto retroactivo, porque se entiende que se incorpora al
contrato a la ley vigente al momento de su celebración. El artículo 1546 del Código Civil señala
que: “Los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no sólo a lo que
en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la naturaleza de la
obligación, o que por la ley o la costumbre pertenecen a ella”, es decir también está diseñada
la buena fe en el sentido de que se incorporan las obligaciones que las partes incluyen, sino
también las que considera la ley, esto es la ley vigente a la celebración del contrato, por lo que
Roubier señala que en relación a los contratos, sus efectos se rigen por la ley primitiva.
Qué es lo que pasa con las leyes interpretativas, conforme al artículo 9 inciso 2º: “las
leyes que se limiten a declarar el sentido de otras leyes, se entenderán incorporadas en éstas”,
nos señala que cuando se dicta una ley interpretativa, se entiende incorporada a la ley
interpretada, en consecuencia debe entenderse que su vigencia es la misma de la ley
interpretada, existe una ficción legal, por lo que no cabe duda de que existe una efecto de
retroactividad, en la realidad de las cosas, porque está regulando el sentido y alcance de otra ley
hacia el pasado, eso desde el punto de vista real, la ley resuelve esto a través de una ficción, la
considera como una sola ley, por lo que jurídicamente no hay retroactividad en la ley
interpretativa. Sin embargo cuando se declara la nulidad de un matrimonio se entiende que
nunca se casaron, no obstante existe una realidad, hay que disolver una sociedad conyugal,
existen hijos de por medio, etc. Este artículo 9 resuelve el problema cuando nos señala que: no
afectarán de manera alguna los efectos de la sentencia judicial; esto quiere decir que las
relaciones jurídicas que se resolvieron conforme con lo que se entendía de la ley primitiva, y a
59
pesar de que la ley interpretativa modifique esa interpretativa quedará firme. Ej. si la primitiva
ley señalaba que para el testamento se exigían 5 testigos: y lo hicieron tres mujeres y dos
hombres y la persona murió, y la nueva ley señala que en realidad son 5 testigos hombres, las
que ya fueron resueltas por sentencia judicial, quedan firmes.
03 de abril de 2007
El legislador y la retroactidad:
El principio consagrado en el artículo 9 constituye un mandato para el juez. E es el juez el
que no le puede otorgar a una ley efecto retroactivo.
No siendo este un mandato para el legislador, éste sí puede dictar leyes con efectos
retroactivos, cuando dicho efecto aparezca conveniente por razones de interés social. El
principio de la irretroactividad de la ley se encuentra consagrado en el Código Civil y no en la
Constitución Política de la República.
60
En materia penal existe norma constitucional que impide al legislador dictar leyes
retroactivas inciso 6º del artículo 19 Nº 3 de la Constitución.
Si el legislador dicta leyes con efecto retroactivo el juez debe aplicarlas con tal efecto,
pues a éste sólo le corresponde aplicar la ley, sin importar su carácter.
Para el legislador no existe más límite la que la Constitución. Es por eso que según
algunos autores la fórmula de la irretroactividad de la ley debería contenerse en la constitución,
de manera de restringir la libertad del legislador para dictar leyes con efecto retroactivo.
Limitaciones al legislador:
No obstante lo dicho, dentro de la constitución el legislador encuentra límites a su
posibilidad de dictar leyes con efecto retroactivo, no pudiendo hacerlo respecto de dos tipos de
materias:
1.- Respecto del derecho de propiedad: si se dicta una ley con efecto retroactivo en esta
materia el recurso procedente es el de inaplicabilidad por inconstitucional.
La protección constitucional al derecho de propiedad significa que no puede privarse del
dominio, o de alguno de sus atributos a su titular, siempre que no nos encontramos en un caso
en que se alegue la función social de la propiedad, en virtud del cual el legislador puede
imponer limitaciones y obligaciones al titular del derecho afectado.
Conviene acotar que el hecho que el legislador tenga un límite en el propio precepto
constitucional para dictar leyes con efecto retroactivo en esta materia, ha servido de freno
evitando la dictación de leyes con este efecto a este respecto.
La retroactividad en la ley
Intereses en Juego:
El gran problema con la retroactividad dice relación con aquellas casos en que la nueva
ley viene a regular situaciones que ya han nacido bajo el imperio de la ley anterior y que
continúan produciéndose, llamadas por la doctrina “situaciones en curso”.
Lo anterior determina el problema del juez de cómo aplicar la nueva ley sin darle efecto
retroactivo. Se sostiene que la ley tendrá efecto retroactivo cuando ella afecte a lo que la
doctrina llama un “derecho adquirido”, puesto que si tan sólo afecta a una mera expectativa o a
una facultad legal no ejercitada, no tendrá efecto retroactivo.
Este principio es el que consagra la ley de Efecto Retroactivo del 17 de octubre de 1861,
cuya finalidad es decidir los conflictos que resultaren de la aplicación de leyes dictadas en
diversas épocas, artículo 1º de la LER.
Los conflictos se producen porque las situaciones no se adaptan al cambio de una ley a
otra.
En todo caso, el legislador puede solucionar tales conflictos en la nueva ley mediante las
disposiciones transitorias.
Lo único que hace la LER es señalar cuáles son los derechos adquiridos, cuáles mera
expectativas y cuáles son facultades legales no ejercitadas, en las diferentes materias que ella
toca, entregando las soluciones a los diversos conflictos que resultaren de la aplicación de leyes
dictadas en distintos momentos.
62
Enunciado de la teoría Clásica: “Una ley es retroactiva cuando lesiona intereses que para
sus titulares constituyen derechos adquiridos en virtud de la ley antigua, pero no lo es cuando
sólo vulnera meras facultades o simples expectativas.
Si en el caso debe resolver el juez hay derechos adquiridos por las partes bajo la vigencia
de la antigua ley el juez debe aplicar ésta, pues aplicar la nueva se perjudica el derecho.
Si la nueva ley sólo atenta en contra de meras expectativas o facultades legales no
ejercidas, entonces el juez aplica la nueva legislación (Gabba).
● Derecho Adquirido: Planiol y otros autores señalan que el concepto no es claro, pero
que podría entenderse como aquel que ha incorporado definitivamente al patrimonio de un
sujeto por un hecho o un acto del hombre.
La jurisprudencia ha repetido en diversos casos un concepto del italiano Gabba, quien
señala que son aquellos que son consecuencias de un hecho apto para producirlo en virtud de
una ley vigente al tiempo en que se realiza ese hecho, y que se han entrado inmediatamente a
formar parte del patrimonio de la persona, aunque la ocasión de hacerlos valer se ha
presentado bajo el amparo de una nueva ley. En definitiva para Planiol es un derecho definitivo
del cual su titular no puede ser privado.
1.- Resulta a veces muy difícil de distinguir, de un modo indubitable, si una determinada
situación es un derecho adquirido, una mera expectativa o una facultad legal no ejercida,
dificultando la decisión de si la nueva ley es o no retroactiva. Además los propios defensores de
esta teoría no se pusieron de acuerdo, en una serie de materias, sobre si constituían derechos,
facultades o meras expectativas.
63
2.- No está claro el exacto significado y alcance de la noción de derecho adquirido, sobre
todo si se comprende o no dentro de ese concepto la existencia misma del derecho y sus
consecuencias o manifestaciones, o si sólo se comprende lo primero, mientras que sus
consecuencias constituirían facultades legales no ejercitadas o meras expectativas, siendo
afectadas por la nueva ley sin ser ésta retroactiva.
TEORÍA DE LA LEY.
Concepto.
Art. 1º CC "La ley es una declaración de la voluntad soberana que, manifestada en la forma
prescrita por la constitución, manda, prohibe o permite".
Concepto tanto al CC, cuerpo legal que lo contiene, sino que él alcanza toda clase de leyes, sean
civiles, tributarias, penales, etc.
Criticas al concepto.
Esta definición corresponde a la que da el Digesto, y que ha sido objeto de mas de una critica:
Desde un punto formal se dice que la redacción no es la mas adecuada, porque da la impresión
que "manda, prohibe o permite" por estar manifestada en la forma prescrita por la constitución,
y no por el hecho de ser una declaración de la voluntad soberana.
64
Desde un punto de fondo se señala que la definición en comento indica que la ley manda.
prohibe o permite, pero no se refiere al contenido de la ley, de manera que toda manifestación
de la voluntad soberana en la forma prescrita por la constitución, tendrá el carácter de ley, a tal
punto que revestirán de tal carácter meros actos administrativos, como por ejemplo las leyes de
pensión de gracia, ley de carácter expropiatorio, etc.
Aportes del concepto del art.1º:
- Es importante la vinculación que hace de la ley con la constitución.
- Hace la clasificación tradicional de la ley, imperativa, permisiva y prohibitiva.
Requisitos de la ley.
- Externos:
Estos requisitos permiten a los ciudadanos cerciorarse si la norma que se les presenta es en
realidad ley o no.
Esta declaración se manifiesta en la forma prescrita por la constitución. La ley para ser
tal debe emanar del Congreso Nacional, ya que allí se representa la voluntad de la
nación.
No es ley un decreto ley, no obstante ser norma obligatoria, pues formalmente no hay
aprobación del Congreso ni responde a la tramitación propia de la ley, en relación con los
arts.6 y 7 CC.
- Internos:
Dicen relación con el contenido de la ley, pudiendo ser la ley prohibitiva, permisiva o
imperativa.
Características de la ley.
1. - Es obligatoria.
2. - Es de carácter general.
3. - Su observancia esta sujeta a sanciones que establece la propia ley. En materia civil las
sanciones pueden ser de variada índole: nulidad, resolución, indemnización de perjuicios,
inoponibilidad, o la privación de algún medio probatorio. (1709) Cobra también importancia el
principio penal según el cual toda sanción debe estar expresamente señalada en la ley. Luego, a
la infracción de una norma civil que no tenga señalada una sanción no puede adecuársele una.
(5 y 1724)
4. - Es cierta. La certeza de la ley deriva principalmente del hecho de ser escrita. Implica que no es
necesario probar la ley, pues es cierta, es escrita y, según veremos, promulgada y publicada. A
este respecto el art.8 señala que nadie podrá alegar ignorancia de la ley una vez que ésta haya
entrado en vigencia.
65
5. - En general, las leyes civiles de derecho privado, aun cuando puedan significar una limitación a
la libertad individual, son supletorias de la voluntad de las partes, es decir, las partes pueden
prescindir, modificar, alterar el precepto de carácter privado en ejercicio del principio de la
autonomía de la voluntad. Este principio nos lleva a que se diga que en el derecho privado se
puede hacer todo aquello que no esta expresamente prohibido por la ley.
6. - Las partes pueden renunciar a los derechos que estas normas señalan a su favor. En todo caso,
esta renuncia, sólo podrá tener lugar, según el art.12, respecto de derechos que miran el interés
individual del renunciante, y siempre que su renuncia no este prohibida por la ley.
Tácita, Aquella que se deduce de ciertos hechos que inequívocamente no dejan lugar a dudas
que el titular esta renunciando a un derecho.
En relación con la renuncia tácita debe tenerse presente que la renuncia en ningún caso se
presume. Esto se aclara a propósito de la prescripción en el art.2494. Toda renuncia de un derecho
debe interpretarse restrictivamente, a tal punto que en caso de duda la interpretación de una
renuncia debe ser con carácter restrictivo y no extensivo.
Esto se relaciona con la clasificación de la renuncia en especial y general:
Es general si se refiere a todos los derechos que se tengan sobre un determinado asunto.
66
2. - Calidad o estado de las partes que ejecutan o celebran. La sanción será la nulidad
relativa. Aquí los requisitos exigidos lo son como medida de protección o beneficio para
determinadas personas, la nulidad solo podrá invocarse por quien es objeto de la
protección.
3. - Protección de terceros. La omisión no alcanza a la nulidad sino solo a la
inoponibilidad, es decir, el acto no se puede hacer valer frente a los terceros que se
pretende proteger con la norma. El tercero puede desconocer el acto, aún cuando éste
es plenamente válido entre las partes.
2.- Leyes prohibitivas.
Aquellas que impiden la realización del acto bajo todo respecto y circunstancia.
En este caso el acto prohibido no se puede ejecutar en ninguna forma, pues si el acto pudiera
realizarse de algún modo o bajo ciertas circunstancias, la norma seria en realidad imperativa.
A veces resulta difícil distinguir si se trata o no de un precepto prohibitivo. Hay ocasiones en que
bajo un texto aparentemente prohibitivo existe una norma imperativa. El punto será examinar si
hay alguna forma de realizar el acto.
El art.1004 es prohibitivo, como también el 402 inc.1º, pero el inc.2º es imperativo.
La ley produce sus efectos durante el tiempo que está en vigor, esto es, durante dos
acontecimientos bien definidos:
- Desde su promulgación, publicación y entrada en vigencia.
- Hasta se derogación.
Toda actividad humana desarrollada en el espacio que media entre la entrada en vigencia de la ley
y su derogación va a quedar bajo el imperio o dominio de ésta.
Promulgación.
La promulgación es un acto por el cual el poder ejecutivo atestigua ante el cuerpo social la
existencia de la ley, mediante un decreto promulgatorio, y obliga a su ejecución. Ella le da a la ley
existencia cierta, autentica, incontestable, y la reviste de la fuerza coercitiva de que antes carecía.
No existe ni en la constitución ni en el resto de la legislación una fórmula de promulgación de las
leyes, de modo que es el uso el que ha consagrado una formula de decreto promulgatorio.
La promulgación por si sola no es suficiente, se requiere también de su publicación mediante la
inserción del texto en el Diario Oficial. Ambas instituciones constituyen las condiciones para que la
ley sea obligatoria.
Mientras la promulgación tiene por objeto atestiguar la existencia de la ley y ordenar su ejecución,
la publicación tiene por objeto dar a conocer el texto legal.
Publicación.
La publicación es el medio que se emplea para hacer llegar la ley a conocimiento de los individuos.
Responde a una razón lógica cual es que no puede exigirse el cumplimiento de una ley si no se
proporciona el medio de conocerla.
La publicación de las leyes debe hacerse, según señala el art.7º, mediante su inserción en el Diario
Oficial. En casos especiales puede también usarse otra forma de publicación.
En efecto, el CC agrega "sin embargo, en cualquiera ley podrán establecerse reglas diferentes sobre
su publicación y sobre la fecha o fechas en que habrá de entrar en vigencia." De acuerdo a esto la
ley podría publicarse por bandos, carteles, o mediante su inserción en algún otro tipo de
publicación.
70
La importancia de la publicación radica, por un lado, en que desde la fecha de ella la ley se
entenderá conocida por todos y será obligatoria, como lo señala el propio art.7º y, por otro lado, la
fecha de la publicación en el Diario Oficial lo será también de la ley respectiva.
La entrada en vigencia de la ley se determina por la fecha de su publicación, sin perjuicio de la
excepción consagrada en el propio art.7º, en virtud de la cual una ley puede disponer por si sola
que no entrará a regir a contar de la fecha de su publicación, sino un tiempo después, o bien que
en una o mas provincias o regiones del país entre a regir en una fecha, y en otras en una distinta.
tipos de derogación.
1. - En cuanto a como ocurre.
a) Expresa. Cuando el legislador en términos formales suprime la fuerza obligatoria de la
ley.
b) Tácita. Cuando la nueva ley contiene disposiciones que no pueden conciliarse con las de
la ley anterior. En este caso se entiende que hay derogación porque el legislador postula
una nueva formula legal que, precisamente por ser nueva, contradice a la ley precedente
en términos absolutos. Por ello debe concluirse que su intención es la de hacer desaparecer
la regla contenida en la norma antigua.
La derogación tácita es generalmente parcial, aun cuando en doctrina se sostiene que es
posible que ocurra una derogación tácita total.
El art.53 señala que el efecto de la derogación tácita es que deja vigente en las leyes
anteriores todo lo que no pugna con las disposiciones de la nueva ley, aunque versen sobre
la misma materia.
La disposición que en una nueva ley señala "derógense las disposiciones de tal o cual norma
que están en contradicción con las del presente texto" está de sobra, pues sin ella igual se
habría producido la derogación de tales normas. A este tipo de derogación se la llama
derogación tácita de formulación expresa.
Total. Queda sin efecto todo un texto o cuerpo legal, Toda una ley.
Parcial. Cuando solo se derogan uno o mas preceptos de un determinado cuerpo legal, o
de una ley.
Orgánica. Ésta ha sido aceptada en algunos casos por la legislación chilena. Exige, para
que se produzca, que la nueva ley reglamente o discipline toda una materia de que se
ocupaba una ley anterior, aun cuando entre las disposiciones antiguas y las nuevas no
exista incompatibilidad.
Algunos autores señalan que esta sería una forma de derogación tácita y total. Su existencia
se explica en que el legislador ha partido de un nuevo supuesto para regular la materia de
que se trata.
La doctrina mayoritaria estima que no, salvo que expresamente y en términos formales la última
ley, que llamamos nueva, así lo estableciera. Si así ocurre la nueva ley recibe el nombre de ley
restauradora.
No podría concluirse que la ley derogada revive, mediante una labor interpretativa por la cual se
diga que el espíritu de la ley era revivir la ley derogada. La razón de fondo aquí es que toda ley es
una manifestación escrita, formal, por tanto si nada dice la nueva ley la primitiva no revive. Tal
principio recibe aplicación en materia de derogación del testamento, en el art.1001.
Problema de la contradicción entre una ley general posterior y una especial anterior. La
doctrina al respecto esta dividida:
- La ley general no deroga tácitamente a la especial. Doctrina mayoritaria.
- Algunas autores como Ruggiere y optan por la tesis contraria, una ley general puede derogar
tácitamente a una ley particular anterior.
El legislador y la retroactividad.
El principio consagrado en el art.9º constituye un mandato para el juez. Es el juez el que no le
puede otorgar a una ley efecto retroactivo.
No siendo éste un mandato para el legislador, éste si puede dictar leyes con efectos retroactivos,
cuando dicho efecto aparezca conveniente por razones de interés social. El principio de la
irretroactividad de la ley se encuentra consagrado en el Código Civil y no en la Constitución Política
del Estado.
En materia penal existe norma constitucional que impide al legislador dictar leyes retroactivas
inciso 6º artículo 19 Nº 3 de la Constitución
Si el legislador dicta leyes con efecto retroactivo el juez debe aplicarlas con tal efecto, pues a éste
sólo le corresponde aplicar la ley, sin importar su carácter.
73
Para el legislador no existe mas limite que la constitución. Es por eso que según algunos autores la
formula de la irretroactividad de la ley debería contenerse en la constitución, de manera de
restringir la libertad del legislador para dictar leyes con efecto retroactivo.
Limitaciones al legislador:
No obstante lo dicho, dentro de la constitución el legislador encuentra limites a su posibilidad de
dictar leyes con efecto retroactivo, no pudiendo hacerlo respecto de dos tipos de materias:
1. - Respecto del derecho de propiedad . Si se dicta una ley con efecto retroactivo en esta
materia el recurso procedente es el de inaplicabilidad por inconstitucionalidad.
La protección constitucional al derecho de propiedad significa que no puede privarse del
dominio, o de alguno de sus atributos, a su titular, siempre que no nos encontremos en un
caso en que se alegue la función social de la propiedad, en virtud del cual el legislador
puede imponer limitaciones y obligaciones al titular del derecho afectado.
Conviene acotar que el hecho que el legislador tenga un limite en el propio precepto
constitucional para dictar leyes con efecto retroactivo en esta materia, ha servido de freno
evitando la dictación de leyes con este efecto a este respecto.
En ello influye la extensión que se le ha dado al derecho de propiedad, que comprende no sólo
las cosas corporales sino que también las incorporales, según emana del art.19 Nº24 de la
constitución, reiterado en el 583 del CC.
2. - En materia penal, de acuerdo al art.19 Nº3 de la constitución, en sus incisos 4º, 6º, 7º y
8º, coincidentes con el art.18 del CP.
La retroactividad en la ley.
Lo ideal es que la retroactividad debe ser expresa y estar formalmente señalada en la ley. No se
requerirá que ella diga "esta ley tendrá efecto retroactivo", pero si que en forma clara este efecto
excepcional. Por lo anterior la interpretación de toda norma con carácter retroactivo deberá ser
restrictiva, de manera que, si no aparece expresada en forma clara la retroactividad, se aplica la
regla del art.9º.
Intereses en juego.
En materia de retroactividad o irretroactividad de la ley, podemos señalar que los interés en juego
son:
- El interés de quienes celebraron actos o contratos conforme a la antigua ley, y quieren
que se mantengan sus efectos.
- El interés del legislador de que la nueva ley entre en vigencia y caigan bajo su imperio
todas las situaciones reguladas por ella.
- El interés de la sociedad que exige la estabilidad de las situaciones.
74
Lo anterior determina el problema del juez de como aplicar la nueva ley sin darle efecto
retroactivo. Se sostiene que la ley tendrá efecto retroactivo cuando ella afecte a lo que la doctrina
llama un "derecho adquirido", puesto que si tan sólo afecta a una mera expectativa o a una
facultad legal no ejercitada, no tendrá efecto retroactivo.
Este principio es el que consagra la Ley de Efecto Retroactivo del 17 de Octubre de 1861, cuya
finalidad es decidir los conflictos que resultaren de la aplicación de leyes dictadas en diversas
épocas. art.1 LER.
Los conflictos se producen porque las situaciones no se adaptan al cambio de una ley a otra.
En todo caso, el legislador puede solucionar tales conflictos en la nueva ley, mediante las
disposiciones transitorias.
Lo único que hace la LER es señalar cuales son derechos adquiridos, cueles meras expectativas y
cuales son facultades legales no ejercitadas, en las diferentes materias que ella toca, entregando
las soluciones a los diversos conflictos que resultaren de la aplicación de leyes dictadas en distintos
momentos.
Derecho adquirido. Planiol y otros autores señalan que el concepto no es claro, pero
que podría entenderse como aquel que se ha incorporado definitivamente al patrimonio
de un sujeto por un hecho o un acto de un hombre.
75
Efecto inmediato de la ley. Significa que la ley debe regular todas las situaciones que se
produzcan desde que ella entra en vigencia, las que ya habían nacido y que se encuentran
pendientes, en curso, y las que van a nacer durante su vigencia. Este seria el efecto normal de la
ley, esto es, su efecto inmediato y hacia el futuro.
Efecto retroactivo de la ley. Tiene lugar cuando la ley que entra a regir afecta a situaciones que
ya se habían producido, sometiéndolas a su imperio. Este efecto se refiere a las situaciones ya
producidas, no a las pendientes o en curso.
La solución al problema la da el efecto diferido, como una excepción al efecto inmediato, pues el
efecto jurídico de la situación gestada bajo el imperio de la antigua ley no va a quedar bajo el
imperio de la nueva, sino que bajo el imperio de la derogada, por aplicación del efecto diferido.
Este efecto ultra-activo puede provenir de la misma ley, o puede tener lugar en todos aquellos
casos en que una razón jurídica lo justifica.
Para Roubier el efecto inmediato es la regla, sin embargo, el efecto inmediato de la ley no afecta a
los contratos. Las nuevas leyes no producen efectos sobre los contratos vigentes.
Esta excepción sólo se aplica en la medida en que los contratos representen instrumentos de
diferenciación, o sea, en la medida en que su contenido queda entregado a la voluntad creadora de
los individuos. Los que no tienen otro efecto que provocar la aplicación de un estatuto legalmente
establecido, quedan sometidos a la nueva ley desde su entrada en vigor, Ej contratos de derecho
de familia, la nueva ley que modifica los efectos y los modos de disolución del matrimonio, se
aplican inmediatamente a los matrimonios celebrados con anterioridad.
Situación jurídica.
Es la posición que ocupa un individuo frente a una norma de derecho o a una institución jurídica
determinada.
Este concepto es claramente superior al de derecho adquirido, esto por cuanto está desprovisto de
todo subjetivismo y carácter patrimonial. La situación jurídica es la posición del individuo frente a
una norma o institución, donde se comprenden situaciones como las del dueño, casado, soltero,
prodigo, demente, etc.
77
Esta ley está inspirada en la teoría de los derechos adquiridos y de las meras expectativas, como
aparece claramente de manifiesto en el art.7º, aun cuando algunos autores sostienen que en
algunas materias no se ha seguido esta teoría.
Ámbito de aplicación.
Se aplicaran sus preceptos cuando el propio legislador no hubiere solucionado el cambio de una ley
a otra mediante una formula legislativa expresa como, por ejemplo, las disposiciones transitorias, o
que ellas fueren insuficientes y no contemplan todas las situaciones.
Esta LER no regula la retroactividad en materia de derecho publico, porque en tales asuntos no hay
derechos adquiridos, siendo el efecto inmediato el normal. Tampoco hay referencias a materia
penal, donde por regla general no hay efectos retroactivos, a menos que se aplique el principio
pro-reo. art.18 CP
Materias que trata.
- Estado civil.
- Capacidad.
- Guardas.
- Personas jurídicas.
- Normas sobre integrum restitucio.
- Derechos reales.
- Posesión.
- Derechos deferidos bajo condición.
- Contratos.
- Prueba de actos y contratos.
- Derechos sucesorios.
- Prescripción.
- Reglas de procedimiento.
El art.304 señala que el estado civil es la calidad de un individuo, en cuanto lo habilita para ejercer
ciertos derechos o contraer ciertas obligaciones civiles.
Sin embargo, la doctrina piensa que esta es una definición de capacidad, y por ello se señala que es
en realidad la calidad permanente que una persona ocupa en la sociedad, y que depende
fundamentalmente de sus relaciones de familia, y que le da ciertos derechos y obligaciones.
Tratándose de las personas jurídicas no se aplican estos artículos, sino que el articulo 10, que se
refiere a la existencia y derechos de estas personas.
Cambio de legislación.
Debemos hacer una serie de distinciones:
1) Estado civil no adquirido. Según el art.2º prevalece íntegramente la nueva ley, ya que solo
se tenía una mera expectativa.
2) Estado civil adquirido. La ley lo considera en el art.3º inc.1º como un derecho adquirido, por
ende la nueva ley no lo afecta, a menos que esta nueva ley fuera expresamente retroactiva,
puesto que la LER se pone en el caso de que la ley nueva nada diga.
3) Efectos del estado civil no ejercitados. Son los derechos y obligaciones que nacen del
estado civil, todos los cuales se subordinan, se rigen por la nueva ley, sea que se deroguen
o se modifiquen por ésta, pues se considera en el art.3º inc.1 que no son mas que
facultades legales no ejercitadas.
4) Efectos del estado civil ejercitados. En este caso los actos validamente ejecutados bajo el
imperio de una ley anterior, subsisten plenamente, de acuerdo al art.3º inc.2º.
5) Los derechos de usufructo legal y de administración que el padre de familia tuviere en los
bienes del hijo, y que hubieren sido adquiridos bajo una ley anterior, se sujetaran a lo que
disponga la nueva ley, según el art.4º. Esta nueva ley podrá modificarlos e incluso
suprimirlos sin que ella sea retroactiva, porque ellos no se refieren al estado civil en si
mismo, sino que no son mas que una consecuencia de él, no constituyendo derecho
adquirido.
6) Adquirido el estado de hijo natural bajo el imperio de una ley, no se puede perder tal
estado por una ley nueva, pero los derechos y obligaciones que se tienen como
consecuencia de tal estado quedarán sujetos al imperio de la nueva ley, por no constituir
mas que facultades legales no ejercitadas.
El derecho de alimentos de un hijo ilegítimo subsiste bajo el imperio de una nueva ley, pero
en cuanto a su goce y extinción se rige por la ley nueva, según el art.6º. Esta es una norma
excepcional en la que se asimila el derecho de alimentos a un derecho adquirido, porque el
único derecho que tiene el hijo simplemente ilegítimo es el de alimentos, y si una nueva ley
le quitara ese derecho se produciría un estado civil vacío, sin ninguna consecuencia.
En la segunda parte de esta norma de habla de goce y extinción con lo que habría una
contradicción con la primera parte. Además, al señalar la ley "pero en cuanto a su
extinción" nos indica que ella parte de la base que el derecho continua, por lo que la nueva
80
ley no podría suprimir llanamente el derecho pues seria retroactiva, pero si podrían
establecerse nuevas causales que pongan término al derecho sin que la ley sea retroactiva.
Cambio de legislación.
1. Capacidad de goce. La LER la considera como una facultad legal no ejercitada, y por
tanto quedara sujeta a la nueva ley sin ser esta retroactiva, y ello aunque la capacidad es
un atributo de la personalidad. La nueva ley que priva de la capacidad de goce no es
retroactiva. Inciso 2º art. 7 de la LER
2. Capacidad de ejercicio. El art.8º se refiere precisamente a esta capacidad, al hablar del
"derecho de administrar sus bienes".
La ley la considera un derecho adquirido, de manera que quien adquirió la capacidad de
administrar sus bienes no la pierde con la nueva ley, pero la constitución y ejercicio se
sujeta a ésta.
Los autores han sostenido que en materia de capacidad de ejercicio la ley chilena se separó
de la doctrina clásica que considera a esta capacidad como una facultad legal no ejercitada.
Cambio de legislación.
1. Guardador validamente nombrado por una ley antigua. Sigue ejerciendo el cargo en
conformidad a la nueva ley, aunque según esta hubiere sido incapaz de asumirlo. Así, la
81
Cambio de legislación.
1. Existencia de la persona jurídica. No la afecta el cambio de legislación.
2. Derechos y obligaciones que señala la ley. Son afectados por la nueva ley, porque se consideran
equiparados a los derechos y obligaciones que nacen del estado civil que, según el art.3º, no son
mas que facultades legales no ejercitadas.
Cambio de legislación.
No constituye un derecho adquirido, de manera que la nueva ley la afecta.
El principio está recogido en el art,1686 del CC, que señala que los actos y contratos de los
incapaces en que no se ha faltado a las formalidades y requisitos necesarios, no podrán declarase
nulos ni rescindirse, sino por las causas en que gozarán de este beneficio las personas que
administran libremente sus bienes.
Según Claro Solar la restitución in integrum no ejercida, no es un derecho sino una mera
expectativa que existe mientras la voluntad del legislador quiere mantenerla.
82
Principio General en esta materia: Todo derecho real adquirido bajo una ley y en conformidad a
ella, subsiste bajo el imperio de otra; pero en cuanto a sus goces y cargas, y en lo tocante a su
extinción, prevalecen las disposiciones de la nueva ley art. 12 de la LER.
Cambio de legislación.
1. Respecto del dominio se debe tener siempre en cuenta que la constitución lo protege en el art.
19 Nº24, de manera que en esta materia no se pueden dictar leyes con efecto retroactivo.
Art.12
2. Adquisición del dominio y demás derechos reales. Prevalece la ley antigua, pues habría un
derecho adquirido. art.12
3. Goces y cargas que se pueden imponer al titular. Prevalece la ley nueva, pues se trataría de
facultades legales no ejercitadas. art.12
4. Extinción. La nueva ley puede señalar nuevas causales de extinción, pero no puede llanamente
eliminar el derecho. art.12
Criticas al art. 12 de la LER.
Este artículo consagra el principio del derecho adquirido con respecto al derecho real y, por tanto,
es irretroactivo.
Pero en cuanto al goce y cargas del derecho, se les asimila a facultades legales no ejercitadas, lo
que podría transformar a la ley en retroactiva, porque a través de ello se podrían modificar las
facultades a tal punto que se podría, en la practica, privar al derecho de ellas, y nos encontraríamos
ante un derecho sin facultades, sin contenido, que no serviría para nada.
Ello hace aseverar a los autores que la irretroactividad del art.12 no es mas que aparente, porque si
bien ampara al derecho real en si mismo al considerarlo un derecho adquirido, los goces y cargas
se ven afectados por la nueva ley, lo que podría llegar a afectar la esencia del derecho.
Algunos autores han querido zanjar el problema entendiendo que la expresión "todo derecho real
adquirido bajo una ley" se referiría al caso que una nueva ley señale nuevos requisitos para
adquirir el dominio, pero en tal caso ya no se seguiría la tesis clásica.
En esta parte cobraría vigor la teoría de Roubier ya que no tendría efecto retroactivo.
1. Usufructos o fideicomisos sucesivos que se encuentren constituidos. Según el art.15 si se
83
La posesión. art.13
El art.700 define a la posesión como la tenencia de una cosa determinada con animo de señor o
dueño, sea que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por si mismo o por otra persona que la
tenga en lugar y a nombre de él. El poseedor es reputado dueño mientras otra persona no
justifique serlo.
La posesión es un hecho, no existe un derecho de posesión sino sólo la tenencia de la cosa. Otra
cosa es que al poseedor se le confieran ciertos derechos, entre los que se incluyen las acciones
posesorias.
Cambio de legislación.
En materia posesoria hay que distinguir, según algunos, si en la posesión hay o no un derecho
adquirido del poseedor. El problema se presenta al distinguir entre la posesión constituida y los
efectos de ella, esto es, los derecho y obligaciones del poseedor, lo que no esta claro en la ley.
Al respecto hay dos posiciones:
84
Para algunos, siguiendo la razón del art.12, las reglas serían las siguientes:
1. Posesión constituida. Es un derecho adquirido, y por lo tanto la nueva ley no lo afectaría.
2. Efectos. Se verían sujetos a la nueva ley, pues se trataría de facultades legales no
ejercitadas. (derechos y obligaciones)
La otra posición entiende que la ley nueva, tanto respecto de los efectos como de los requisitos
para ser poseedor, se aplica íntegramente.
El fundamento de esto está en que la posesión es un hecho que tiene cada poseedor, no pudiendo
calificarse como un derecho adquirido. Sólo tendrá el carácter de poseedor aquel que cumpla con
los requisitos que impone la nueva ley. (seria tan solo una mera expectativa)
sucesión testamentaria o abintestato, el derecho de los llamados a ella sea definido por la ley
vigente a la época de su delación o transmisión.
Para sostener esto, esta autor señala que el art.18 supone dos situaciones, las
solemnidades regidas por la ley coetánea al otorgamiento y las disposiciones
testamentarias que se rigen por la ley vigente a la época de la apertura y de la
delación de la asignación.
Ahora, las solemnidades no son mas que formas a través de las cuales se manifiesta
la voluntad, y el art.18 sujeta a éstas a la ley coetánea al otorgamiento, de manera
que parece lógico que las normas relativas a la capacidad y libre voluntad del
testador también se sujetan a la ley vigente al tiempo del otorgamiento del
testamento, aunque la ley posterior pueda implicar la incapacidad del testador.
Alessandri señala que este principio estaría consagrado en el art.1006 CC. Además
agrega que la facultad de testar no es mas que una forma de capacidad de ejercicio,
la que dentro de la LER se considera un derecho adquirido, que subsiste a un
cambio de legislación, confirmando que la capacidad y libre voluntad del testador se
rige por la ley vigente a la época de otorgarse el testamento.
Cambio de legislación respecto al derecho de representación. art. 20
A este respecto el art.984 señala que se sucede abintestato ya por derecho personal ya por
derecho de representación. La representación es una ficción legal en que se supone que una
persona tiene el lugar y por consiguiente el grado de parentesco y los derechos hereditarios que
tendría su padre o madre, si este o esta no quisiese o no pudiese suceder.
Se puede representar a un padre o madre que, si hubiese querido o podido suceder, habría
sucedido por derecho de representación.
La representación se produce sólo en la descendencia legítima del difunto, en la
descendencia legítima de sus hermanos legítimos, y en la descendencia legítima de sus hermanos o
hijos naturales. Ella supone además que no hay testamento. art.986
Según el art.20 inciso 1º, en las sucesiones intestadas el derecho de representación de los
llamados a ella se regirá por la ley bajo la cual se hubiese verificado su apertura. Se señalan como
razones para ello:
a) Estamos ante una sucesión intestada.
b) Los derechos provienen de la ley.
c) Para saber si hay derechos de representación se estará a la ley nueva porque los
herederos tienen facultades legales no ejercitadas.
Ejemplo: que la nueva ley estableciera sólo la representación sólo tiene aplicación hasta el
segundo grado de parentesco en línea recta.
2. Los efectos del contrato, es decir, los derechos y obligaciones que de él emanan, quedan sujetos
a la ley antigua, ellos dependen exclusivamente de la voluntad de las partes aunque esta
voluntad no se haya manifestado expresamente, pues como saben la ley la suple o la interpreta,
ya que, cuando las partes no han determinado completamente los efectos del contrato, se
88
considera que han querido referirse a la ley es dicho punto y no podría ser otra ley que aquella
que existía a la época del contrato.
Aquí no se refiere a los efectos de los contratos que se producen de inmediato y que lo
extinguen, ya que estos son contratos agotados, sino que se refiere a los efectos de los contratos
que se encuentran en curso.
El fundamento de este art.22 sería el mismo tanto para la doctrina clásica cómo para la
doctrina de Paul Roubier. Para la primera de cada contrato nace un derecho adquirido para cada
contratante, para la segunda en materia de contratos tiene aplicación el efecto diferido de la ley.
Ley aplicable a la forma de los actos y contratos.
La validez de un acto o contrato, en cuanto a su forma o a los requisitos externos de los
cuales debe estar revestido, debe ser apreciado según la ley vigente a la época de su otorgamiento.
Así, los actos o contratos serán válidos o nulos según que hayan sido o no observadas las
normas vigentes a la época de su otorgamiento. Las partes celebraron el acto o contrato
sujetándose al mandato de la ley vigente en dicha época.
aplica y produce sus efectos en forma inmediata, afectando aun a los contratos que estén
en curso. es lo que ha ocurrido en los contratos en materia monetaria.
Siguiendo esta idea, si se dicta una ley, no específicamente contractual, que
disponga que a partir de hoy se prohibe pactar intereses de todo tipo, y que de hecho
tendrá efectos en materia contractual, por un lado, podrá alegarse el art.22 inc.1º, pero por
otro lado podría sostenerse que la norma es de orden publico y, por tanto, rige in actum.
Las leyes de orden publico no están definidas en la ley, de tal suerte que su calificación le
corresponderá al juez.
Elementos de la prueba.
Lo que se prueba son los hechos, a través de los medios que la ley establece. En la ley pueden
distinguirse dos aspectos:
a) Aspecto sustantivo. Dice relación con los medios de prueba y su admisibilidad. En Chile
es la ley la que señala cuales son los medios de prueba que pueden hacer valer las partes, y
lo hace taxativamente en los arts.1698 CC y 341 CPC. Además, frente a determinados
asuntos la ley va señalando la admisibilidad o inadmisibilidad de los medios de prueba que
la ley establece.
b) Aspecto objetivo. Dice relación con la forma de rendir la prueba, es decir, las reglas
procesales o de procedimiento que regulan la rendición de prueba, la manera de cómo
deben producirse en juicio.
90
Prescripción. arts. 25 y 26
El art.2492 señala que la prescripción es un modo de adquirir las cosas ajenas o de extinguir
las acciones y derechos ajenos, por haberse poseído las cosas o no haberse ejercido los derechos
durante cierto lapso de tiempo, y concurriendo los demás requisitos legales. Una acción o derecho
se dice prescribir cuando se extingue por la prescripción.
La prescripción puede ser de dos tipos:
a) Adquisitiva, modo de adquirir el dominio de las cosa ajenas por haberse poseído por un
cierto lapso de tiempo y concurriendo los demás requisitos legales. Ha y un dueño o titular
y un poseedor o prescribiente.
b) Extintiva, modo de extinguir las acciones y derechos ajenos por no haberse ejercido
dichas acciones y derechos durante un lapso de tiempo y concurriendo los demás
requisitos legales. Hay un titular o acreedor y un deudor o prescribiente.
En ambas debe transcurrir un lapso de tiempo, habiendo inactividad por parte del dueño o
acreedor, según el caso. Sin embargo, la prescripción adquisitiva, al ser un modo de adquirir el
domino, implica posesión; mientras que la extintiva no comprende tal elemento, siendo sólo una
forma de extinguir acciones y derechos.
Doctrina que acepta nuestra legislación en materia de prescripción.
En esta materia el legislador se apartó de la teoría clásica, según la cual mientras no se
cumplan las condiciones necesarias para que la prescripción se considere cumplida, no hay
derecho adquirido, por tanto, la nueva ley puede modificar las condiciones, y sin que por ello se
vulnere el principio de la irretroactividad de la ley.
Cambio de legislación en materia de prescripción.
La LER nos da dos reglas en esta materia:
a) Art.26, sólo se refiere a la prescripción adquisitiva, al utilizar la expresión "poseerla", que
indica posesión, elemento que sólo está presente en este tipo de prescripción. Según la LER
el prescribiente sólo tiene una mera expectativa, de acuerdo a la doctrina clásica, de
manera que una nueva ley la afecta.
b) Art.25. Esta regla es aplicable a ambos tipos de prescripción. En este caso la LER nos da
una solución ecléctica, tal como preconizaba Savigny, dándole al prescribiente un derecho
de opción para escoger entre quedar regido por la nueva o por la antigua ley, pero si opta
por la nueva, el plazo no podrá comenzar a contarse sino desde ella.
En este último caso el prescribiente el que debe elegir la ley que debe regir su prescripción:
Ej. Ley antigua 15 años, ley nueva 10 años, y habían transcurrido 7 años:
Ej: ley antigua 10 años, ley nueva 6 años, y habían trascurrido 3 años.
Entre nosotros, dos leyes han reducido el plazo de prescripción. La ley 6162 de 1938 redujo
el plazo de prescripción extraordinaria de 30 a 15 años, y la ley 16952 de 1968 lo volvió a reducir a
92
10 años. Sin embargo, ambas leyes dijeron que los nuevos plazos se aplicarían a las prescripciones
que estuvieren en curso, derogando tácitamente al art.25 de la LER. Además se estableció que los
plazos se contaran desde que se inicio la posesión y no desde que empiezan a regir estas leyes. Ello
se hizo siguiendo aquel principio que postula el estabilizar los derechos lo mas rápido posible.
Estas leyes también se preocuparon de resguardar a los titulares afectados, quienes en
algunos casos tuvieron muy poco tiempo para accionar contra los prescribientes, otorgándoles un
plazo de un año para que pudieren demandar a quienes estaban prescribiendo. En los casos en que
ya había demanda no se podían aplicar los plazos de la nueva ley, sino que se regirían por la
antigua.
La LER en derecho público.
Como se señaló, la leyes que pertenecen al derecho Constitucional y al derecho
Administrativo rigen desde su entrada en vigor, en esta materia no hay derechos adquiridos, las
leyes rigen in actum, de modo que sólo nos encontramos con simples facultades legales que si
fueron ejercidas no pueden verse afectadas, y si no se han ejercido serán modificadas (derecho a
sufragio, por ejemplo).
Leyes relativas a la organización judicial y a la competencia de los tribunales
La normas relativas a la organización judicial y competencia de los tribunales son,
precisamente, de derecho publico, por tanto, reciben aplicación de inmediato.
PROBLEMA:
Si nos encontramos con un juicio pendiente ante un tribunal y se produce un cambio
legislativo, según el cual esa causa debe pasar al conocimiento de otro tribunal, se presenta el
problema de determinar en definitiva cual será el tribunal competente:
1) Algunos opinan que no se puede cambiar de tribunal. Su fundamento se encuentra en el
principio de la "Radicación", contenido en el art.109 del COT. Además, el art. 24 de la LER se
refiere a materia procesales, haciendo expresa mención a aquellas diligencias que se hubieren
comenzado, las que se rigen por la ley antigua. (desde que la litis queda trabada)
2) Otra postura sostiene que aquí no juega la regla de la fijeza o radicación, pues el hecho de
dictarse una nueva ley implica la cesación de la competencia que otorgaba la antigua ley a dicho
tribunal, y este comienza a carecer de competencia desde que la nueva ley comienza a regir,
porque de otra manera se arrogaría facultades no conferidas por la ley, y sus actos serían nulos.
Así, sigue la regla general del art.24 de la LER, siendo norma de procedimiento se aplica la ley
nueva.
Supervivencia de la ley.
Este problema se presenta cuando una ley derogada se aplica a hechos acaecidos con
posterioridad a su derogación. La regla general es que la ley rige desde que entra en vigencia hasta
su derogación, y sus normas no pueden ser retroactivas, como tampoco regir hechos cometidas
93
con posterioridad a su derogación. Este problema puede presentarse a propósito del contrato de
arrendamiento, que se regia por el DL 964 derogado por la ley 18101
La interpretación de la ley.
Clasificación de la interpretación.
Se postulan dos grandes clasificaciones, en atención a dos factores distintos:
1.- Quien hace la interpretación.
a) Interpretación doctrinal o privada, que es aquella que hacen lo autores, tratadistas y
jurisconsultos.
b) Interpretación de autoridad o publica. A su vez puede ser:
*Interpretación legal o autentica, la que hace el propio legislador cuando explica el
sentido o alcance de una norma por medio de otra ley. A ella se refiere el art.3
inc.1º y 9 inc.2º del CC
*Interpretación judicial, aquella que hace el juez en la sentencia, cuando interpreta
la ley para aplicarla a los hechos del juicio.
Métodos de interpretación.
Nos estamos refiriendo a las distintas concepciones o escuelas que doctrinalmente se conocen y
que nos tratan de explicar el como debe desarrollarse la labor de interpretación, es decir, como
debe realizar la interpretación el juez al aplicar la ley al caso concreto.
Dentro de estas diversas concepciones o escuelas analizaremos tres:
- Escuela o concepción tradicional, exegética de la ley.
- Escuela de la naturaleza histórica evolutiva.
- Escuela del método de libre investigación científica.
Existen numerosas otras, coma la escuela de la interpretación libre o la de la jurisprudencia de los
intereses.
Escuela exegética.
El origen lo encontramos en Francia, en el siglo XIX, siendo este el método que sigue nuestra
legislación.
En este sistema lógico, la premisa fundamental es aquella que nos indica que el interprete debe
tratar de reconstruir la verdad o intención del legislador, considerando especialmente la época en
que se dictó la ley, de manera de fijar la verdadera voluntad del legislador.
Para la consecución del fin antedicho, esta escuela postula:
a) Toda solución del problema interpretativo debe provenir de la propia ley, ya que es ella
la que contiene el derecho. Es por esto que a este sistema se le denomina exegético,
pues persigue una aplicación gramatical de las palabras. Aquí presumimos que el
legislador sabe usar las palabras, es decir, que él ha recurrido a las palabras e exactas.
b) También se puede recurrir a los textos, trabajos, trabajos, anteproyectos, discusiones de
la ley respectiva, ya que en tales trabajos preparatorios puede estar la verdadera
voluntad del legislador. Aquí se busca desentrañar el verdadero sentido de la norma
legal mediante la reconstrucción de la misma. Es desde esta perspectiva que esta
escuela recibe el apelativo de la "voluntad del legislador".
c) Otro elemento que podemos considerar es el de las conjeturas o juicios probables, esto
es, la necesaria relación que debe existir entre los diversos preceptos lógicos del
legislador. Así, por ejemplo, suponemos que el legislador da soluciones racionales, por lo
cual debemos rechazar toda conjetura que nos lleva a una solución absurda. Es en este
sentido que este método recibe la denominación de "lógico", ya que la labor de
interpretación nos debe llevar a soluciones que revistan tal carácter.
d) Este método recurre también a la analogía, lo que reviste de gran importancia, toda vez
que gracias a ella se podrá dar soluciones a las lagunas legales. En efecto, si existe algo
que el legislador no comprendió, el germen de solución debe estar en la ley,
correspondiéndole al interprete desentrañar tal solución. Al valerse para esto de los
métodos deductivo e inductivo deberá usar la analogía.
96
Método histórico.
Fue postulado por Saleilles.
+Criticas a la doctrina tradicional.
a) La escuela tradicional produce un estancamiento del derecho, lo estatifica, no permite
que la norma se adapte a las nuevas situaciones sociales.
b) Obedece más a las reglas de la lógica que a la solución de los problemas y necesidades a
los que se enfrenta la norma jurídica.
c) Abusa de las abstracciones y de la lógica.
d) No se alcanza a comprender como el legislador podrá tener poder adivinatorio para
situarse en hechos y situaciones no previsibles en la época en que dictó la norma
respectiva, de manera de encontrar esa solución al reconstruir el pensamiento del
legislador.
b) Lo anterior es aun mas grave si la ley es interpretada por medio de otra ley, en el sentido
que su carácter deberá ser aquel que se determine en la interpretación. Ello puede
provocar que tal sentido sea completamente distinto a aquel que se tuvo en vista al
dictarse la ley, lo que implicaría que se esta "sustituyendo" la ley por medio de la
interpretación.
97
+La primera operación que se debe realizar, según el art,19 inc.1º, es el determinar el
sentido de la ley a través de las palabras que se hayan empleado. Si el sentido es claro no
será necesario recurrir a los otros elementos para determinar el alcance, pues éste aparece
determinado por el significado de las palabras. Esto pues al legislador le presumimos
ilustrado y que, por tanto, ha hecho buen uso de las palabras. Puede ocurrir que los
términos utilizados por el legislador fuesen claros, y que, no obstante ello, el sentido de la
disposición sea obscuro. Lo importante aquí es que cuando el sentido de la ley es claro no
se desatenderá su tenor literal, lo que no es lo mismo que decir que las palabras sean
claras.
+En materia de contratos y testamento. El art. 1560 señala, a propósito de los contratos,
que si es conocida claramente la intención de los contratantes debe estarse a ella más que
a lo literal de las palabras.
El art.1069 señala que sobre las reglas de inteligencia y efecto de las disposiciones
testamentarias prevalecerá la voluntad del testador claramente manifestada, con tal que
no se oponga a los requisitos o prohibiciones legales. Para conocer la voluntad del testador
se estará mas a lo sustantivo de las disposiciones que a las palabras de que se haya servido.
De estas normas resulta claro que aquí predomina la intención de los contratantes o
testador, por sobre el tenor literal de lo expresado. Se da prioridad a la voluntad.
Ello se explica por el de que a los contratantes o al testador no se les puede exigir, como al
legislador, una cierta cultura o una exquisita ilustración para que hayan utilizado
correctamente las palabras de uso legal.
+Sentido natural y obvio. Art.20. Esta norma nos dice que las palabras de la ley se
entenderán en su sentido natural y obvio, y éste es aquel que determina al diccionario de la
Real Academia Española de la Lengua. Pero, y así lo entiende la norma, éste puede no ser el
significado legal correcto, sino aquel que determine el uso general de las mismas palabras,
que corresponde al significado que se le atribuye al termino en el medio social.
En todo caso, y como lo indica la parte final de la norma, si el legislador ha definido
expresamente las palabras para ciertas materias, se les dará en estas tal significado legal.
Prevalece entonces la definición que hubiere dado el legislador, frente al sentido natural y
obvio que pudiese tener la expresión verbal en cuestión.
En los arts.25 y sgtes. del CC encontramos definiciones legales de palabras de uso recuente,
lo que ocurre también en los arts. 44 inc.final, 45, 46 y 47.
+Las palabras técnicas. art,21. De esta norma se aprecia que para dar el verdadero sentido
a la palabra no basta con estar al sentido que le den los que profesen la respectiva ciencia o
arte, sino que habrá que analizar si se ha tomado o no en un sentido diverso por el
legislador, para lo cual habrá que considerar la época de dictación de la norma. Por
ejemplo, la palabra demencia es una palabra técnica que se refiere a cierto tipo especifico
de enfermedad mental. Pero se ha entendido que el legislador no la toma en este sentido
especial, sino que para referirse a todas las enfermedades que privan de razón a la persona.
Este elemento busca el sentido, alcance o inteligencia de la norma, a través de la relación que debe
existir entre el pasaje oscuro y el cuerpo de la ley de la cual aquél forma parte. Se busca el sentido
dentro del contexto de la propia ley.
Como este elemento busca desentrañar el verdadero sentido de la norma tratando de lograr que
ella no escape al contexto de la ley en la que se inserta, resultan de particular utilidad en esta labor
los elementos prácticos de interpretación, como la analogía. A este respecto, resulta lógico pensar
que si el legislador dio una determinada solución para un caso particular, la misma solución sea
aplicable a un caso similar.
+El espíritu general de la legislación. El art.24 habla de él. Estaría constituido por una serie
de principios que la informan y le dan su estructura básica. Serían tales:
*Facilitar la circulación de los bienes.
*Proteger los derechos de los incapaces.
*Publicidad de los actos jurídicos.
100
El art.23 señala que lo favorable u odioso de una disposición no se tomara en cuenta para
ampliar o restringir su interpretación. La extensión que deba darse a toda ley se determina por
su genuino sentido y según las reglas de interpretación precedentes.
101
Esta norma tiene un fundamento histórico, ya que en tiempos pasados lo que resultaba odioso o
desfavorable restringía el alcance del precepto, mientras que si el resultado era favorable se
aceptaba su sentido o alcance, lo que condujo a abusos e injusticias.
Esta norma es obligatoria para el juez, principalmente en materia penal. En todo caso, en esta
materia, el juez no puede pasar por alto el principio pro-reo, de manera tal que ante una duda
interpretativa, y consultando el espíritu general de la legislación, deberá considerar tal principio.
Especialidad de la ley. El art.4º señala que las disposiciones contenidas en códigos especiales se
van a aplicar con preferencia a las del CC. Agrega el art.13 que las disposiciones de una ley,
relativas a cosas o negocios particulares prevalecerán sobre las disposiciones generales de la
misma ley, cuando entre unas y otras hubiere oposición.
La idea es que en una determinada materia prevalecerá la ley especial sobre la general, ya que se
estima que el legislador ha querido exceptuar de la aplicación de la ley general a dicha materia.
Esta prelación se produce tanto en el texto mismo, como también entre dos textos legales
distintos.
La analogía.
"Donde existe la misma razón debe existir la misma disposición".
Este argumento cabe perfectamente en el elemento lógico. Frente a un texto legal, si hay
vacilación entre dos o mas posibilidades, se puede elegir aquella que sea similar o equivalente a
otra que da el legislador para una situación parecida. La analogía puede revestir dos formas:
a) Analogía interpretativa propiamente tal. Tendrá lugar frente al precepto oscuro, dudoso
o ambiguo, encontramos el recto sentido del pasaje utilizando la solución que el
legislador a dado a una situación de similar naturaleza.
b) Analogía integradora. Aquí no hay un precepto oscuro o contradictorio, sino que un
vacío legal. En este caso la analogía viene a solucionar el caso no reglado en la ley,
utilizando la misma solución que da la ley en una materia similar a la que no se
encuentra reglada.
La analogía tiene limites. hay materia en las que no opera, como la penal, incapacidades,
solemnidades, prohibiciones, debido a que tales situaciones son de derecho estricto, no
admitiendo la interpretación analógica. Así, por ejemplo, no hay mas incapacidades que las que
señala la ley, de modo que por similar que sea la condición de un individuo en relación a una
incapacidad señalada en la ley, no se le puede hacer extensiva por la vía de la analogía.
102
Argumento de no distinción.
"Donde la ley no distingue no le es lícito al interprete distinguir".
Según el 1796, por ejemplo, es nulo el contrato de compraventa entre cónyuges no divorciados
perpetuamente. No le corresponde, por ende, al juez investigar si están separados de bienes, o
alguna otra circunstancia.
b) Interpretación restrictiva. Aquella en que se concluye que las situaciones regladas por la
ley son menores que las que se desprenden o se pudieren desprender de su tenor
literal.
c) Interpretación extensiva. Aquella en que se concluye que las situaciones previstas por la
ley son mas amplias que las que se desprenden de su tenor literal. En este caso se dice,
por el interprete, que el legislador pretendió regular mas situaciones que las que
pudieren derivar de las palabras o del tenor literal de la norma.
Este último tipo de interpretación es aceptada en la doctrina en general, salvo cuando se trata de
normas y reglas que se refieran a las incapacidades, solemnidades y prohibiciones.
Interpretación legal o autentica.
Es aquella que realiza el propio legislador en virtud de una ley que se denomina ley interpretativa.
Ley interpretativa es aquella que tiene por objeto aclarar el sentido oscuro o ambiguo de un
precepto. La finalidad de esta ley es aclarar la inteligencia o alcance de dicho precepto.
A diferencia de la interpretación judicial, el legislador no esta sometido a ninguna normativa
especial al realizar esta labor de hermenéutica, como tampoco se le señala una oportunidad para
hacerlo (art.5º). En este sentido la interpretación judicial contenida en la sentencia, se produce a
instancia de las partes, frente a un problema que se ha puesto en manos del juez para su
resolución (art.10). El juez no puede interpretar en abstracto, sino que para el caso concreto.
La interpretación autentica, al estar contenida en la ley, tiene una obligatoriedad general. Al
respecto el propio art.3º señala en su inc.1º que sólo toca al legislador explicar o interpretar la ley
de un modo generalmente obligatorio.
En cambio el alcance de la interpretación judicial queda circunscrito a la causa en que se
pronunciare, como lo señala el inc.2º de la misma norma al decir que las sentencias judiciales no
tienen fuerza obligatoria sino respecto de las causas en que actualmente se pronunciasen. La
sentencia tiene un efecto relativo, ya que ella solo afecta a las partes que intervienen en el asunto.
este tipo de interpretación, incluso, no obliga al propio juez o a otros jueces.
En todo caso, en ciertos casos, el legislador ha querido dictar leyes con efecto retroactivo, bajo el
disfraz de leyes interpretativas, pero ello constituiría un subterfugio legislativo.
Para que una ley tenga este carácter no es necesario que se diga expresamente. En todo caso, si
una ley es calificada por el legislador de interpretativa, pero de hecho no lo es, no se entenderá
incorporada en la ley interpretada, produciendo sus efectos, como consecuencia, sólo hacia el
futuro.
105
Personas.
En derecho existe una distinción fundamental entre persona, sujeto del derecho u objeto
del derecho.
El termino persona significa la posibilidad de ser objeto de una relación jurídica, y cuando la
persona es sujeto de una relación jurídica se dice que es titular de un derecho.
Todo ser capaz de tener derechos y obligaciones.
Clasificación de las personas.
El art. 54 señala que las personas son naturales o jurídicas, por ende, de acuerdo al CC, son dos los
tipos de personas, naturales y jurídicas.
Las naturales las define el artículo 55 como todos los individuos de la especie humana,
cualquiera sea se edad, sexo, estirpe o condición. Estos se dividen en chilenos y extranjeros.
Las personas jurídicas se definen en el 545 del CC, como aquella persona ficticia, capaz de
ejercer derechos y contrae obligaciones civiles, y de ser representada judicial y extrajudicialmente.
Personas naturales.
El art. 55 señala que son personas todos los individuos de la especie humana, cualquiera que sea su
edad, sexo, estirpe o condición. Dividense en chilenos y extranjeros.
Toda persona natural está dotada de un elemento que la teoría jurídica denomina
personalidad. Consiste ésta en la aptitud para ser titular o adquirir derechos, o para ser titular de
relaciones jurídicas.
La ley reconoce que tanto la persona jurídica como la natural están dotadas de
personalidad por el sólo hecho de existir, de manera que la personalidad es inseparable de la
persona humana y por ende irrenunciable.
En ocasiones la ley contiene una reglamentación especial para ciertas personas, en
atención a su edad, estirpe u otra razón, pero esta reglamentación no constituye una vulneración
de la personalidad de las mismas, o que tengan una capacidad disminuida o de otra naturaleza. Lo
que sucede es que el legislador pretende precisamente proteger a estas personas que se
encuentran en una situación diferente.
Existencia de las personas naturales.
Existe en esta materia un doble tratamiento legal:
- Existencia natural, comienza con la concepción o fecundación (cuando se unen las células
sexuales masculina y femenina) y termina con el nacimiento, que marca el inicio de la
existencia legal.
- Existencia legal, comienza con el nacimiento y termina con la muerte, la que podrá ser
legal o presunta.
106
Existencia natural.
La existencia natural no significa que la criatura concebida y no nacida sea sujeto de
derecho, ya que todavía no es persona, y sólo lo será cuando nazca. Sin embargo la ley le protege
en dos aspectos:
- Protección de la vida. Art.75 inc.1º.
La ley protege la vida del que esta por nacer. El juez, en consecuencia, tomara todas las
medidas que le parezcan convenientes para proteger la existencia del no nacido, a petición de
cualquiera persona o de oficio, siempre que crea que de algún modo peligra.
Este articulo permite la intervención del juez incluso de oficio, de lo que se desprende que
aquí no sólo hay un interés particular comprometido.
Esos son los hechos que dan origen a las llamadas acciones populares.
Esta norma se encuentra en concordancia con los arts.85, 342 y 343 del CP. Estas normas
resguardan la vida de la criatura que esta por nacer cuando la madre ha sido condenada a la pena
capital, y sancionan el delito de aborto maliciosamente causado.
También se resguarda la vida del que está por nacer con los descansos que establezca la ley laboral
para la mujer embarazada.
- Protección de los derechos. art.77.
Los derechos que se deferirían a la criatura que está en el vientre materno, si hubiese
nacido y viviese, estarán suspensos hasta que el nacimiento se efectué.
Si el nacimiento constituye un principio de existencia, entrará el recién nacido en el goce de
dichos derechos, como si hubiese existido al tiempo en que se defirieron. En el caso del art.74
inc.2º pasaran estos derechos a otras personas como si la criatura no hubiese existido jamas.
Hay en esta norma un verdadero efecto retroactivo, pues desde que hay un principio de
existencia se entiende que la criatura existe, había nacido y vivía al momento de deferírsele los
derechos. A través de esta ficción se pretenden evitar los actos que terceros pudieran haber
ejercido sobre los derechos del no nacido, de manera que los actos ejecutados por estos terceros
serán inoponibles.
La ley, para completar la protección de los derechos eventuales del que está por nacer,
prevé la designación de un curador para éste. El art.343 se refiere a esto, señalando que se llaman
curadores de bienes los que se dan a los bienes del ausente, a la herencia yacente, y a los derechos
eventuales del que esta por nacer.
Algunos autores (Alessandri y Claro Solar) sostienen que los derechos eventuales son
verdaderos derechos condicionales, donde la condición consiste en que la criatura nazca y
constituya un principio de existencia, es decir, que viva.
Serían derechos condicionales suspensivos, de manera que cumplida la condición ella opera
con efecto retroactivo, y por tanto se retrotrae al momento en que se defirieron los derechos.
107
Sin embargo, tal opinión no es compartida por cierto sector de la doctrina, argumentando
que la condición constituye un elemento accidental del acto jurídico, y el nacimiento es mas que
eso. En base a ello parece mas conveniente la explicación de la ficción que nos entrega el
legislador.
En realidad quien tiene un derecho eventual es aquel que adquiriría el derecho si la persona
no nace.
Rubén Galesio señala que incluso es incorrecto hablar de "derecho" eventual en favor de la criatura
que está por nacer, pues todo derecho requiere de un titular, una persona.
Existencia legal.
El art.74 señala que la existencia legal de toda persona principia al nacer, esto es, al
separarse completamente de su madre. La criatura que muere en el vientre materno, o que perece
antes de estar separada completamente de su madre, o que no haya sobrevivido a la separación
un instante siquiera, se reputara no haber existido jamas.
No es lo mismo nacimiento que parto. Éste último término tiene mas bien un contenido
fisiológico, mientras que el primero resulta de un contenido mas complejo.
El nacimiento.
Requisitos del nacimiento.
1.- Separación del hijo y de la madre.
2.- Separación completa de la madre. Existen a este respecto dos opiniones:
a.) Para algunos basta que el cuerpo de la criatura haya salido al exterior,
aun cuando se conserve unido a la placenta por el cordón umbilical. Lo importante
es que tenga vida fisiológicamente independiente. La integridad del cordón
umbilical no significa unión de los dos cuerpos, pues dicho cordón es sólo un anexo
que no pertenece al cuerpo de la madre ni del niño.
b.) Para otros se requiere de la expulsión de la criatura del vientre materno y
además el corte del cordón umbilical, puesto que sólo con estas dos circunstancias
habría separación completa.
Se critica la ultima posición arguyendo que con esa postura se deja al nacimiento como un
acto dependiente de la voluntad de un tercero, el que corta el cordón, siendo contraria a la
naturaleza del nacimiento como un acto esencialmente natural. Pese a esto ambas posturas tienen
adeptos en la doctrina.
- Que sobreviva un momento siquiera a la separación.
El mismo art.74 inc.2º señala una serie de situaciones en que no se cumple con este requisito, y en
las que por ende no hay nacimiento:
108
El hecho conocido aquí es el nacimiento, del cual se colige la época de la concepción que es
el hecho desconocido. Es éste un plazo de días cabales, no de meses, pues estos pueden variar en
su número de días, y se cuentan de doce a doce de la noche.
Ej. Se el nacimiento se produjo el día 3 de abril a la 23 horas, debemos contar desde la
medianoche del día 3 de abril.
Por regla general los nacimientos se producen entre los 270 y 285 días posteriores a la
concepción, pero puede suceder que ocurra antes o bien después, nacimiento acelerado y
nacimiento tardío.
Por este motivo la ley estableció la época de la concepción, fijando un tiempo mínimo de
gestación de 180 días cabales y de la gestación máxima 300 días cabales, cantados hacía atrás
desde la medianoche en que principie el día del nacimiento.
Se critica que hay casos de gestaciones que de más de 300 días y menos de 180 días. Ej. El
cardenal Richelieu nació o los cinco meses de gestación.
Como es una presunción de derecho no admite prueba en contrario. En todo caso, en caso de
impugnación de paternidad, se puede probar que no se tuvo acceso a la mujer durante el plazo en
que la ley presume que se produjo la concepción(120 días).
Importancia del art.76
1. Para la determinación de los derechos eventuales de la criatura que está por nacer.
2. Para determinar la filiación matrimonial del hijo, puesto que será hijo legítimo aquel concebido
durante el matrimonio verdadero de sus padres, incluso matrimonio putativo (arts.180, 179, 35
inc.1º, 185 inc.1º). A este respecto, el art.180 contiene dos tipos de presunciones, en el inc.1º
una de derecho, y en el 2º una simplemente legal.
110
La muerte.
Art.78 y sgtes.
c) Esta es una presunción simplemente legal, de manera que es posible probar cual ha sido
el orden de las muertes.
d) Esta regla tiene particular importancia en materia de sucesión por causa de muerte, Leer
el art.958 en relación con el 79 del CC.
Para que se aplique esta norma se requiere:
1.- Fallecimiento en un mismo momento, no es necesario que sea en un mismo
lugar ni acontecimiento.
2.- Vinculación jurídica.
3.- No pueda precisarse el orden de los fallecimientos.
La muerte presunta es la declarada por el juez, en conformidad a las reglas legales, respecto
de un individuo que ha desaparecido y de quien se ignora si vive o no. El juez, partiendo de ciertos
antecedentes, presume la muerte de una persona.
El art.80 señala que se presume muerto al individuo que ha desaparecido, ignorándose si
vive, y verificándose las condiciones que se expresan mas adelante.
Hay ciertos hechos, ciertas circunstancias que van imponiendo en forma gradual la idea de
que la persona que ha desaparecido ha muerto. Estos hechos son:
1.- Que la persona ha desaparecido.
2.- Falta de noticias acerca de ella.
3.- Transcurso de cierto tiempo.
Hay también otros hechos que revisten un mayor grado de convicción en cuanto a que la
persona haya muerto, por ejemplo, un accidente.
La presunción contenida en el art.80 es simplemente legal.
Intereses en juego.
Se sostiene, en doctrina, que los intereses que se tiende a resguardar son:
Periodos de desaparecimiento.
Como el objeto principal de la declaración de muerto presunta es definir la suerte de los
bienes del patrimonio del desaparecido o que pudieran corresponderle en las sucesiones abiertas
durante se ausencia, es que el desaparecimiento se divide en tres periodos:
a.) El de mera ausencia, al fin del cual se expide la declaración de muerte presunta.
b.) Posesión provisoria de los bienes del desaparecido.
c.) Posesión definitiva de los bienes del desaparecido.
La declaración de muerte presunta puede provocarla cualquiera persona que tenga interés
en ella, según el artículo 81 Nº3. Se trata de un interés pecuniario subordinado a la muerte del
desaparecido.
Se hayan en tal situación, por ejemplo, los herederos presuntivos del desaparecido, los
legatarios, usufructuario, fideicomisario, etc. No se hayan en tal caso los acreedores del ausente,
pues ellos pueden perfectamente dirigirse en contra de los apoderados del ausente, o provocar el
nombramiento de un curador.
Juez competente.
La presunción de muerte debe declararse por el juez del último domicilio que el
desaparecido haya tenido en Chile. CC art. 81 Nº1 y 151 COT. Si el desaparecido no ha tenido
domicilio en Chile, los jueces de este país son incompetentes para declarar la presunción de
muerte por desaparecimiento.
Los interesados deben justificar previamente que se ignora el paradero del desaparecido, y
acreditando que se han hecho las gestiones necesarias para ubicarlo. Dichas circunstancias
pueden probarse por medio de la información de testigos, sin perjuicio de que el juez, de oficio
o a petición de cualquiera persona interesada, o del Defensor de Ausentes, pueda decretar las
medias que estime necesarias para el esclarecimiento de los hechos si considera que las
pruebas rendidas son insatisfactorias. 81 Nº1 y 4.
Entre tales pruebas, según señala el Nº2 del art.81, debe procederse a la citación del
desaparecido en el Diario Oficial, que deberá haberse repetido hasta por tres veces, corriendo
mas de dos meses entre cada dos citaciones. El numero máximo de citaciones queda al arbitrio
del interesado.
Para ser declarada la muerte presunta debe ser oído el Defensor de Ausentes. Todo defensor
público, como es el de ausentes, tiene por misión velar por los intereses particulares de las
personas que no pueden ejercer todos sus derechos. No deben confundirse con el Ministerio
Publico, cuya función es representar, a través de los fiscales, al interés general de la sociedad
ante los tribunales.
Todas las sentencias que se dicten en este asunto serán publicadas en el Diario Oficial, sean
interlocutorias o definitivas.
Es requisito previo de la declaración de muerte presunta que hayan transcurrido tres meses al
menos desde la ultima citación. 81 Nº3
Se requiere del transcurso de cierto plazo mínimo desde la fecha de las ultimas noticias que se
tuvieron del desaparecido. Se requiere que a lo menos hayan transcurrido cinco años. Se discute
si este plazo de cinco años se cuenta desde que las ultimas noticias son enviadas o desde que
son recibidas:
*Luis Claro Solar estima desde la fecha de las ultimas noticias y no desde la que estas se
reciben. Esto, pues el día de las ultimas noticias, después del cual no se volvió a saber mas
del ausente, había constancia de su existencia, pero no habiéndose vuelto a saber de él
principia la duda de que éste vivo. El día que se reciban las noticias puede ser muy posterior
a aquella fecha y no puede servir de punto de partida.
*Somarriva opina distinto, fundado en dos razones:
a) Porque las noticias se tienen cuando llegan y no cuando se expiden.
b) Por un argumento basado en la historia de la ley. Bello dice que en el punto que
examinamos ha tenido presente, entre otras fuentes, los comentarios de Delvicourt, y
éste piensa que el plazo debe contarse desde el día en que las ultimas noticias han sido
recibidas.
El plazo de cinco años basta que haya transcurrido cuando llega el momento de la
declaración. Los trámites de la declaración de muerte presunta pueden ser iniciados antes de
los cinco años posteriores a la fecha de las ultimas noticias que se tuvieron de la existencia del
desaparecido, porque la ley sólo exige el transcurso del tiempo para la declaración y autoriza
aun la entrega de los bienes inmediatamente de cumplidos los cinco años desde el
desaparecimiento en el caso a que se refiere el Nº7 del art.81.
114
El juez fijara como día presuntivo de la muerte, el ultimo día del primer bienio contado desde la
fecha de las ultimas noticias, y transcurridos cinco años, desde la misma fecha, concederá la
posesión provisoria de los bienes del desaparecido a sus herederos presuntivos.
Tanto la determinación del patrimonio del ausente como los herederos que podrán sucederle,
se sujetara al día que se ha fijado como presuntivo de la muerte.
Art.80 Nº7. Si después que una persona recibió una herida grave en la guerra, o le sobrevino
otro peligro semejante, no se ha sabido de ella, y han transcurrido mas de cinco años desde
entonces. Se deben practicar la justificación y citaciones según la regla general.
En este caso el juez fijara como día presuntivo de muerte el de la acción de guerra o peligro,
y si tal día no es enteramente determinado, adoptará un termino medio entre el principio y el
fin de la época en que pudo ocurrir el suceso, concediendo inmediatamente la posesión
definitiva de la bienes del desaparecido.
Art.80 Nº8. Se reputa perdida toda nave o aeronave que no apareciese a los seis meses de la
fecha de las ultimas noticias que de ella se tuvieron.
Expirado este plazo, cualquiera que tenga interés en ello podrá provocar la declaración de
presunción de muerte de los que se encontraban en la nave o aeronave. El juez fijara como día
presuntivo de la muerte en los mismos términos del caso anterior, y de igual forma concederá
de inmediato la posesión definitiva de los bienes del desaparecido.
Art. 80 Nº9. En caso de sismo o catástrofe que provoque o haya podido provocar la muerte de
numerosas personas en determinadas poblaciones o regiones, puede solicitarse la declaración
en términos similares a los casos anteriores. La citación se hará por una vez en el diario Oficial, y
por dos veces en un diario de la localidad en que ocurrió el desastre.
El juez fijara como día presuntivo de la muerte el del sismo, catástrofe o fenómeno natural,
y concederá de inmediato la posesión definitiva de los bienes de los desaparecidos, siendo de
rigor oír al defensor de ausentes.
El decreto de posesión provisoria se dicta trascurridos 5 años desde la fecha de las últimas
noticias, artículo 81 Nº 6.
- Los herederos presuntivos.
Sólo ellos pueden solicitar la posesión provisoria de los bienes del desaparecido. ( NO LOS
LEGATARIOS)
Son aquellos, testados o intestados, que lo eran al día presuntivo de la muerte. Art.85
Si no hay herederos se aplica el inciso segundo del artículo 84 en relación con el artículo
1240 por el cual se declarará yacente la herencia.
Dictado el decreto de posesión provisoria los bienes del ausente van a pasar a los herederos
presuntivos, pero sujetos a una condición resolutoria consistente en que aparezca el ausente o se
sepa con certeza la fecha de la muerte.
El patrimonio cuya posesión se confiere a los herederos presuntivos comprende sólo los
bienes, derechos y acciones del desaparecido, cuales eran a la fecha de la muerte presunta. Las
sucesiones abiertas con posterioridad a la fecha de la muerte presunta los herederos presuntivos
no tienen derecho alguno.
Es un dominio resoluble, ya que pudiera haber otros herederos que no lo fueran a la fecha
de la muerte presuntiva pero si en relación a la real.
La posesión provisoria la ley sólo la entrega a los herederos, no a los legatarios, y en caso de
no presentarse herederos el juez, a instancia de cualquiera persona interesada en ello o de oficio,
declarará yacente la herencia y le nombrará curador.
Procedencia.
1. - La regla general esta contenida en el art.82, según el cual el juez concederá la posesión
definitiva en lugar de la provisoria cumplidos diez años desde las ultimas noticias, cualquiera
que fuese la edad del desaparecido si viviese a la expiración de los diez años.
2. - Excepcionalmente el juez concederá de inmediato el decreto de posesión definitiva cuando:
a) Cumplidos cinco años desde la fecha de las ultimas noticias, se probare que han
transcurrido setenta desde el nacimiento del desaparecido. 82
b) Inmediatamente después de transcurridos cinco años desde la fecha de la batalla o
peligro en que se encontró la persona desaparecida, sin haber sabida mas de su
existencia, art.81 Nº7, en este caso también se concede inmediatamente la posesión
definitiva de los bienes del desaparecido, en atención a las circunstancias en que ha
ocurrido el desaparecimiento.
c) Después de seis meses de la fecha de las ultimas noticias que se tuvieron de la nave o
aeronave perdida. art.81 Nº8, tampoco hay decreto de posesión provisoria previa.
d) En los casos de sismos y catástrofes. Art.81 Nº9
Atributos de la personalidad.
1.- Nacionalidad.
En si, esta materia corresponde al derecho publico.
Sin embargo, el CC contiene normas relativas a la nacionalidad.
La nacionalidad es un vínculo jurídico que une a una persona con un estado determinado.
De la nacionalidad derivan una serie de derechos y obligaciones señaladas en los arts.22 y 23 de la
Constitución. Se trata de deberes y obligaciones recíprocos.
De conformidad al art.55, las personas se dividen en chilenos y extranjeros. El art.56 agrega
que son chilenos los que la Constitución del Estado declare tales, y que los demás son extranjeros.
A este respecto, la Constitución señala en su art.10 quienes son chilenos, y determina en el
art.11 los casos en que la nacionalidad chilena se pierde.
Agregamos a esto que, según el art.57, la ley no reconoce diferencias entre chilenos y
extranjeros.
Si bien esta es la regla general, existen varios casos en los cuales, en ciertas leyes especiales,
se hacen distinciones en razón de la nacionalidad, como por ejemplo:
a.- El D.L. 1939, establece en su art.6º que sólo las personas naturales o jurídicas chilenas
pueden ocupar bienes fiscales a cualquier titulo. El art.7º agrega que determinados
extranjeros no pueden adquirir bienes raíces en zonas fronterizas y otras que determine el
Presidente de la República por motivos de seguridad nacional.
b.- Ley 18.892, en materia de pesca, a propósito de la tripulación de los buques que deseen
enarbolar el pabellón chileno.
c.- El mismo CC hace distinciones entre chilenos y extranjeros en algunas materias, como en
los arts.1012 Nº10, 1272, 497 Nº6, y el art.14 Nº6 LMC.
2.- Nombre.
Es la apelación que sirve para designar a la persona en la vida jurídica.
Es un medio de individualización que consiste en el uso de una o mas palabras, para
designar a una persona.
El nombre, en las personas naturales, esta formado por varias palabras. La exigencia de
designarlas es producto de las necesidades de la vida social y, según se dice, el nombre aparece
conjuntamente con el uso de la palabra, desde un punto de vista histórico, remontándose a los
primeros tiempos de la humanidad.
- Nombre patronímico, de familia o apellido, que indica la familia a la cual se pertenece, los
orígenes de sangre. Es un nombre común a todas las personas que integran una familia y se
transmite de generación en generación.
Naturaleza jurídica del nombre.
RAU señala que existe un verdadero derecho de propiedad sobre el nombre, criticándose esta
posición por varias razones, ya que, la naturaleza del nombre no se aviene con los caracteres de la
propiedad:
- El nombre no es enajenable, en cambio es obvio que todo derecho de propiedad si lo es.
- El dominio tiene un contenido pecuniario, patrimonial, del que el nombre carece.
- El derecho de propiedad es exclusivo, dos personas no pueden ser dueños de una misma
cosa, lo que si sucede con el nombre.
- El nombre no se pierde ni se gana por prescripción.
Capitant y Colin estiman que el nombre constituye una marca distintiva de filiación y se
prueba generalmente por la filiación. Con el nombre patronímico no siempre es así, como es el
caso de los adoptados ex-positos, o bien países donde la mujer toma el nombre del marido.
Planiol señala que el nombre es una institución de policía civil, que tiene por solo objeto
identificar a las personas.
Saleilles y Josserand son quienes establecen la concepción del nombre como atributo de la
personalidad, toda persona debe tener un nombre, un signo distintivo de la personalidad de cada
cual.
Si el nombre es un atributo de la personalidad tiene los siguientes características:
1.- No es comerciable.
2.- No se puede ceder por acto entre vivos ni transmitir por causa de muerte.
3.- Es inembargable e imprescriptible.
4.- Es uno e indivisible.
5.- Es inmutable.
b) Tratándose del hijo adoptado, el art. 26 de la ley 19.620 señala que la nueva inscripción de
nacimiento del adoptado contendrá las indicaciones que señala el artículo 31 de la ley 4.808.
c) En los casos de filiación desconocida, el reglamento no establece norma alguna,
desprendiéndose que tendrá los nombres y apellidos que señale quien solicita la inscripción.
Sistemas de designación.
Sistema español, al nombre de pila se le agrega el primer apellido del padre y primer apellido de
la madre.
Sistema francés, es el más generalizado, sólo se agrega al nombre de pila el apellido paterno sin
alteración alguna.
Sistemas árabes y eslavos, el nombre de pila mas la referencia al nombre del padre.
En todo caso esta situación no debe confundirse con aquella contemplada en los arts.17 y
18 de la LRC, que permite la rectificación judicial de las partidas del Registro Civil (nacimiento,
defunción, matrimonio).
En estos casos no se trata de cambio de nombre, sino de una rectificación de la partida
respectiva, que va a incidir en el nombre de la persona.
Causales.
Para la procedencia del cambio de nombre se requiere la concurrencia de alguna de las
siguientes causales:
1.- Que el nombre o apellido sea ridículo o risible, o menoscabe moral o materialmente a la
persona.
2.- Que la persona que solicite el cambio de nombre haya sido conocida por motivos
plausibles por mas de cinco años con nombre, apellido o ambos, distintos de los propios.
3.- En los casos de filiación no matrimonial o en que no se encuentre determinada la
filiación, para agregar un apellido cuando la persona hubiera sido inscrita con uno solo o
para cambiar uno de los que hubieren impuesto al nacido, cuando fueren iguales.
4.- Si una persona tiene varios nombres de pila, y ha sido conocida por uno o mas de esos
nombres , puede solicitar que se supriman aquellos que no ha utilizado.
5.- Aquellas persona que cuyo nombre y apellido no sean en español, pueden solicitar
autorización para traducirlos o cambiarlos, cuando su pronunciación o escrituración es muy
difícil en idioma castellano.
Procedimiento judicial.
1.- Tiene que solicitarse al juez de letras en lo civil del domicilio del solicitante.
2.- Un extracto de la solicitud se publica en el Diario Oficial, en los días 1º o 15 de cada mes.
3.- La finalidad de tal publicación es la publicidad, de manera que quien tenga interés en
ello pueda oponerse a la solicitud, dentro de los 30 días contados desde la fecha del aviso,
acompañando los antecedentes que justifiquen tal oposición.
El juez procederá sin forma de juicio, apreciando la prueba en conciencia y en
mérito de las diligencias que ordene practicar.
4.- Si no hay oposición el juez procederá con conocimiento de causa previa información
sumaria.
5.- Autorizado el cambio de nombre, la persona que lo obtuvo sólo puede hacer uso de los
nuevos nombres y no de los antiguos.
126
El uso de los nombres o apellidos primitivos, como también el uso fraudulento de los
nuevos para eximirse de cumplir con obligaciones contraídas con anterioridad, es configurativa de
un delito que se sanciona con la perdida de libertad.
b) Hechos ajenos a la voluntad humana, como por ejemplo la muerte, que confiere al
cónyuge sobreviviente el estado civil de viudo.
c) La voluntad de las personas, como en el caso del matrimonio.
Consideraciones.
El estado civil es un atributo de la personalidad propio de las personas naturales,
careciendo de él las personas jurídicas.
Reviste de gran importancia para el derecho, lo que queda de manifiesto con el
establecimiento de un sistema especial probatorio, en los arts.304 y siguientes.
Además se ha creado un organismo especial para estos efectos, cual es el Registro Civil. En
este registro existen libros en los que se deja constancia de los cambios mas importantes relativos
al estado civil, como son nacimientos, (Libro verde); matrimonios (libro rojo) ; defunciones (libro
negro).
Se deja constancia de un modo auténtico de los hechos que constituyen o modifican el
estado civil.
Características del estado civil.
1.- Toda persona tiene un estado civil, no se concibe que una persona no lo tenga
2.- Es uno e indivisible, no se puede tener mas de un estado civil emanado de una misma
fuente, Ej. hijo matrimonial y no matrimonial, teniéndose el mismo estado respecto de
todos, para si emanan de distinta fuente puede una persona tener más un estado civil Ej.
Estado civil de hijo matrimonial y además casado.
Del hecho de ser indivisible se deriva una consecuencia importante, cual es que las
sentencias en esta materia producen efectos herga omnes, respecto de todos, como una
excepción al art.3º, art.315.
3.- Se considera a esta materia como de orden público, lo que acarrea como consecuencia
que el estado civil sea:
a.- Irrenunciable.
b.- Inembargable.
c.- Esta fuera del comercio humano.
d.- Imprescriptible.
e.- No se puede transigir. (2446)
4.- Es permanente, no se pierde uno mientras no se gane otro.
FAMILIA: Conjunto de personas unidas por un lazo de parentesco o de matrimonio, reposa sobre la
comunidad de sangre, sobre el matrimonio y hasta sobre la adopción.
128
Clases de parentesco
Parentesco natural o de consanguinidad, relación de sangre que hay entre dos personas
que descienden las unas de las otras o de un tronco o progenitor común.
Parentesco legal o por afinidad, El que existe entre una persona que está o ha estado
casada y los consanguíneos de su marido o mujer.
En éste último juegan diversas expresiones a las que no se les da su verdadero significado, y
las que deben ser precisadas para determinar el verdadero concepto de domicilio. Así:
1.- Habitación: asiento ocasional y esencialmente transitorio de una persona.
2.- Residencia: lugar en que una persona está habitualmente radicada, es decir, tiene su
asiento con cierta permanencia.
3.- Domicilio: Art.59 inc.1º, consiste en la residencia acompañada, real o presuntivamente,
del animo de permanecer en ella.
De esta manera en el domicilio juegan dos elementos:
A.-) De hecho, consistente en la residencia.
b.-) De carácter jurídico, que es el animo de permanecer en esa residencia.
Importancia del domicilio,
1) Antiguamente fijaba la competencia del oficial del Registro Civil que debe participar en al
celebración de un matrimonio. Art.35 LRC, derogado, hoy se aplica el artículo 9 de la nueva ley
de matrimonio civil.
2) En materia de sucesión por causa de muerte, donde es competente para conocer de todos los
trámites de la sucesión, el juez del último domicilio del causante.
3) Para la declaración de muerte presunta es juez competente el del ultimo domicilio del ausente o
desaparecido en Chile.
4) Para conocer de la mayor parte de los asuntos judiciales contenciosos es competente el juez del
domicilio del demandado; y para conocer de los asuntos no contenciosos, el juez del domicilio
del interesado.
5) La sucesión de una persona difunta se abre en su ultimo domicilio.
6) Para la determinación del lugar en que debe hacerse el pago. art.1588 inc.2º
Importancia de la residencia.
De acuerdo al art.68 la mera residencia hace las veces de domicilio civil respecto de las
personas que no lo tuvieren en ninguna otra parte.
Importancia de la habitación. La ley obliga a todos lo habitantes de la república, sean estos
nacionales o extranjeros, domiciliados o transeúntes, basta sólo permanecer unos breves minutos
en nuestro país para estar sujeto a las leyes chilenas.
Además, el propio artículo 68 habla de mera residencia, palabra tomada en sentido amplio,
que comprende tanto a la residencia como a la habitación.
130
El factor domicilio.
Según el art.58, atendiendo a este factor, las personas se clasifican en :
- Domiciliadas, que son aquellas que tienen domicilio en el territorio nacional.
- Transeúntes, son las que no tienen ese domicilio.
Esta clasificación se relaciona con las clases de domicilio.
Clases de domicilio.
El propio art.58 en su inc.2º nos indica que el domicilio se divide en político y civil:
1.- Domicilio político, art.60, es el relativo al territorio del estado en general. El que lo tiene
o lo adquiere es, o se hace parte, de la sociedad chilena, aunque conserve su calidad de
extranjero. La constitución y efectos del domicilio político pertenecen al Derecho
Internacional.
A este domicilio es al que se refieren los arts.1012 Nº10 y 15 del CC.
2.- Domicilio civil o vecindad, es el relativo a una parte del territorio del Estado. 61 y 62
Domicilio y residencia.
No es posible entrar a confundir los elementos del domicilio y los de la residencia.
El domicilio, como lo hemos señalado, constituye una valoración jurídica definida por la ley,
la que señala también sus elementos.
La residencia, en cambio, es una mera relación de hecho que en ausencia de definición legal
debe entenderse en su sentido natural y obvio, como la acción de residir, esto es, estar de asiento
en un lugar determinado.
Domicilio legal.
Es aquel que la ley impone a ciertas personas en razón del estado de dependencia en que
se encuentran respecto de otras, o del cargo que desempeñan.
El domicilio legal es un imperativo de la ley, por lo que siempre reviste el carácter de
forzoso, y aun mas es ficticio en algunos casos.
Sólo existen los domicilios legales expresamente establecidos por la ley y, por tanto, ellos
no pueden hacerse extensivos por analogía.
En Chile, están sujetos a domicilio legal las siguientes personas:
- Los menores.
- Los interdictos.
- Los criados y dependientes.
- Ciertos funcionarios.
Hasta la reforma de la ley 18.802, también lo tenía la mujer casada y no divorciada.
Entre las personas sujetas a domicilio legal hay absolutamente incapaces y relativamente
incapaces. Respecto de los últimos es posible que ellos tengan un domicilio distinto del legal,
cuando se trate del ejercicio de derechos o del cumplimiento de obligaciones respecto de las
cuales el incapaz puede actuar por si mismo, como sucede con los derechos y obligaciones de
familia, o los que corresponden al peculio profesional de los menores adultos.
Los absolutamente incapaces no pueden tener un domicilio distinto del legal, debido a la
naturaleza de su incapacidad.
1) Los menores.
Según el art.72, el menor sigue el domicilio de aquel bajo cuya patria potestad se
encuentra. Ello nos lleva a las siguientes distinciones:
a.-) Los hijos mientras están sometidos a la patria potestad tienen el mismo domicilio del
titular de la patria potestad. 244
133
b.-) El hijo cuya paternidad o maternidad haya sido determinada judicialmente contra la
oposición del padre o madre, o cuando el hijo en el caso que los padres no tengan derecho
a ejercer la patria potestad o cuya filiación ni este determina legalmente ni respecto del
padre o de la madre, tendrán el domicilio del tutor o curador.
c.-) Adoptados. El adoptado tendrá el domicilio del adoptante.
2) Los interdictos.
Son las personas que han sido privadas de la administración de sus bienes por un
decreto judicial, designándoseles curador para la administración de los mismos.
Las personas que se encuentran bajo tutela o curaduría van a tener el domicilio del
curador o tutor, siendo ese el caso de las personas sujetas a interdicción.
Están sujetos a interdicción los dementes, los disipadores, los sordomudos que no
pueden darse a entender por escrito. 1447
Pluralidad de domicilio.
Se refiere a este punto el art. 67. debe relacionarse esta materia con la clasificación del
domicilio en general y especial. No hay discusión en el sentido que pueden haber distintos
domicilios para una persona, señalándose que esta norma se refiere precisamente a tal situación.
1.-) Pluralidad de domicilio general.
Hay autores que opinan que esto no es posible, ya que no pueden darse los
elementos constitutivos del domicilio para dos o mas lugares distintos. Agregan que
distintas disposiciones del CC hacen referencia a un solo domicilio general. 81, 955.
Pese a esto, la opinión mayoritaria en la doctrina nacional es la contraria, en el
sentido de que es perfectamente posible que una persona tenga varios domicilios
generales.
El art.67 estaría reconociendo la pluralidad de domicilios, a condición de que en las
diversas localidades territoriales o secciones concurran, respecto de la misma persona,
todas las circunstancias constitutivas del domicilio. En todas las secciones tendrá que
concurrir residencia y animo de permanecer en ella.
Debemos considerar que si esto es así, esta norma del art.67 seria una excepción al
principio de la unidad del domicilio, y debe, por ende, ser interpretada en forma restrictiva.
2.-) Pluralidad de domicilio especial.
Es aquel que dice relación con el ejercicio de ciertos derechos y el cumplimiento de
ciertas obligaciones. Puede ser:
- Voluntario, aquel que la persona fija para el ejercicio de ciertos derechos y el cumplimiento
de ciertas obligaciones. es lo que sucede con el domicilio convencional.
- Legal, aquel que la ley impone para ciertos efectos determinados, y al que se refiere el
art.70. También encontramos una norma especial en materia de domicilio del fiador, en el
art.2350.
Domicilio convencional.
Es el que las partes fijan de común acuerdo en una convención o contrato para todos los
efectos derivados de ese contrato.
Dentro de los domicilios especiales reviste de gran importancia este domicilio convencional.
Lo normal es que las partes fijen un mismo domicilio convencional, pero nada obsta a que
fijen uno distinto cada una de ellas. Lo fundamental es que exista el acuerdo entre ellas.
La determinación del domicilio convencional debe ser precisa, ya que, si no es así, debe
estimarse que no existe este tipo de acuerdo. Así, si se dijera en un contrato que será domicilio
convencional el que fije el acreedor, no se entenderá que hay designación del tipo de domicilio en
comento, porque éste no esta fijado.
135
Para algunos la demanda debe entablarse ante el juez competente según las reglas generales,
haciendo caso omiso del domicilio convencional, ya que la nulidad pugna con el cumplimiento
del contrato. Seria contradictorio que la misma parte que solicita la nulidad del contrato se valga
de una de sus cláusulas para entablar su demanda.
Otros sostienen que la demanda de nulidad debe entablarse ante el tribunal competente según
el domicilio convencional, puesto que mientras la nulidad no se declare judicialmente el
contrato produce todos sus efectos como si fuera valido, y entre tales está la fijación de
domicilio.
6.- Patrimonio.
Desde cierto punto de vista la capacidad de goce se confunde con la idea clásica de
patrimonio. Esto lleva a que no todos los autores acepten al patrimonio como un atributo
independiente de la capacidad.
Las personas tienen a su disposición diversos bienes sobre los cuales ejercen los derechos
que le son propios, así como también tienen obligaciones hacia otras personas, de las que
responden con los bienes que le pertenecen. es este conjunto de derechos y obligaciones lo que
constituyen su patrimonio.
Se acostumbra a decir que el patrimonio contiene los derechos y bienes de una persona, lo
que es impropio.
Los bienes no conforman el patrimonio sino los derechos de que se es titular.
El patrimonio va a estar integrado por los derechos reales y personales de que sea titular el
individuo. De esta manera, el continente, que es el patrimonio, suma los derechos de su titular en
un todo, formando un sólo bloque, por lo que llevan una vida común y están sometidos a un
conjunto de reglas que sólo se explican por su unión.
No sólo los derechos forman el patrimonio, sino también las obligaciones. Es por esto que
en todo patrimonio distinguimos tanto un activo como un pasivo.
Concepto de patrimonio.
Según Savigny, el patrimonio es el conjunto de derechos y obligaciones de una persona,
que tiene un contenido económico y pecuniario.
De acuerdo a esto no forman parte del patrimonio los derechos que no tienen contenido
pecuniario, que configuran los llamados derechos extramatrimoniales.
Por el contrario, forman parte del patrimonio los derechos reales y personales, los cuales
tienen un contenido económico, y configuran los llamados derechos patrimoniales.
137
Para esta teoría el patrimonio es un conjunto de bienes afectos a un fin determinado, de tal
forma que cada vez que nos encontremos ante un conjunto de bienes determinados, afectos a un
fin también determinado, estaremos ante un patrimonio.
De esto se desprenden dos consecuencias:
Podrá existir patrimonio desde que haya bienes afectos a un fin especifico y
determinado, por lo mismo, una persona puede tener varios patrimonios.
Personas jurídicas.
Si bien es cierto que individualmente el ser humano puede realizar y desarrollar una serie
de actividades, hay otras que, por su naturaleza y contenido no es posible que las logre una sola
persona o individuo. Esto hace imperioso que la persona tenga que unirse con otras, para
desarrollar una cierta actividad o cumplir un fin determinado.
El ingenio del ser humano, para estos efectos, ha llevado a la creación de un ente ficticio
que le permita cumplir estas labores que individualmente no podría lograr. Estos entes ficticios son
las personas jurídicas.
Las personas jurídicas poseen bienes, son titulares de derechos, contraen obligaciones,
asumen responsabilidades y, en general, actúan igual que las personas naturales.
Al ser sujetos de derechos gozan de todos los atributos de la personalidad, salvo el estado
civil, debido a su propia naturaleza.
Definición.
El Código Civil en su art. 545 dice que se llama persona jurídica una persona ficticia capaz de ejercer
derechos y contraer obligaciones civiles, y de ser representada judicial y extrajudicialmente.
Critica: La señalada definición no precisa la esencia de las personas jurídicas, sólo señala sus
atributos.
Alessandri y Somarriva le definen como “todo ente abstracto que persigue fines de utilidad
colectiva y al cual, como medio para la consecución de éstos, la ley le reconoce la capacidad de
goce y de ejercicio.
Carlos Ducci Claro señala que son entidades colectivas que tienen una personalidad propia
independiente de la personalidad individual de quien la conduce.
Requisitos básicos para la existencia de una persona jurídica:
1.- Que la persona jurídica surja como una entidad distinta e independiente de los elementos que
la componen.
2.- Que a esta entidad le sena reconocidos por el Estado derechos y obligaciones propios de ella y
no privativos de los elementos o miembros componentes.
Terminología
Savigny fue quién acuñó el concepto de persona jurídica, pero también se les denomina:
personas morales, abstractas, ficticias, incorporales, colectivas o sociales. Las más usadas son
personas jurídicas y personas morales.
141
B).Teorías de la realidad.
1.-Teoría de Gierke y Zittelman, Teoría de la realidad objetiva.
Los partidarios de ésta teoría pretenden demostrar que las persona jurídicas presentan los
mismos caracteres objetivos de las persona físicas, y responden, en consecuencia, a la
misma definición filosófica de la persona.
Algunos partidarios han reducido el concepto de personalidad al de voluntad y se
han esforzado en demostrar que las agrupaciones personificadas tiene voluntad propia
distinta de la de sus miembros, lo que basta para sentar su personalidad.
Señalan que las persona jurídicas se consideran como un organismo social, o sea, una realidad
objetiva, e incluso Zittelman da un ejemplo con una operación matemática:
7 + 5 = 12 7+5=7+5
Numéricamente 7+5 es distinto de 12, pero en el fondo son iguales. Lo mismo sucede con
las personas jurídicas, es distinta en la forma pero igual en el fondo.
Critica:
Se señala que es inútil, ya que no es necesario, para descartar la teoría de la ficción,
demostrar que las asociaciones son personas, en el sentido filosófico de esta palabra y que
están dotadas de una voluntad propia; basta con aceptar que ellas pueden ser personas en
el sentido jurídico, es decir, sujetos de derechos y obligaciones.
143
C.-Teoría de la institución.
Considera a la persona jurídica como una asociación o institución formada para la
consecución de un fin y reconocida por el ordenamiento jurídica como sujeto de derechos.
Según Ducci seria una realidad abstracta, y según Alessandri y Somarriva seria
teórica.
Ferrara parte de la base que es imposible concebir derechos que pertenezcan a
seres distintos de la persona humana, siendo su naturaleza la que le impone su calidad.
Maurice Houriu crea esta teoría de la institución, pero quien la desarrolla realmente
es George Renard. Existen dos sujetos de derechos, la persona natural y la institución.
Jorge Ivan Hubner G. señala que se trata de un núcleo social organizado de acuerdo al
ordenamiento jurídico, con la mira de realizar la idea directriz del bien común, dotado de
estructura autoritaria y órganos necesarios para perdurar, adquiriendo individualidad
propia.
Como institución tienen varios elementos:
1.- Núcleo social, dos o mas personas.
2.- El núcleo se organiza dentro del orden jurídico, pero no es el orden que emana
del derecho, sino que del orden que emana de los tres grandes principios de
justicia, razón y derecho.
3.- Idea directriz del bien común.
4.- Estructura interna autoritaria.
5.- La autoridad se ejerce a través de los órganos institucionales.
144
Frente a todo esto Renard señala que la institución es una realidad social, una
ordenación de medios a un fin, una realidad objetiva con individualidad propia.
El todo no es igual a la suma de las partes.
El Estado no las crea, sólo reconoce su existencia y las reglamenta.
En Chile se sigue la teoría de la ficción legal de Savigny.
Nuestro Código Civil en su artículo 545 lo señala expresamente, dice que la persona jurídica
es ficticia.
También, la historia de la ley nos lleva a la misma conclusión la historia fidedigna, pues
había una nota al margen del proyecto inédito del 53 que señalaba que en esta materia se seguía a
Poitier y Savigny, petidarios de la teoría de la ficción.
Clasificación.
De acuerdo de su función las persona jurídicas se clasifican en persona jurídicas de derecho
público y derecho privado.
Personas jurídicas de derecho publico. A estas se refiere el art.547 inc.2º, que indica que tienen
tal carácter la nación, el fisco, las municipalidades, las iglesias, las comunidades religiosas y los
establecimientos que se costean con fondos del erario. Estas personas no se reglamentan por
las normas del CC, sino que por su reglamentación especial.
Personas jurídicas de derecho privado, se dividen en aquellas que persiguen fines de lucro y
aquellas que no lo persiguen, estas últimas se dividen en corporaciones y fundaciones.
Sin entrar a analizar las teorías sobre la personalidad del Estado, hoy se le reconoce al Estado una
personalidad jurídica única, con proyecciones en el campo del Derecho público y Derecho privado.
Se señala que el Estado es un apersona titular de derechos de soberanía al mismo tiempo
que de derechos patrimoniales. En ciertos casos actúa por vía de mando y desde un plano de
superioridad con respecto a los individuos; no así en otros, en que, al menos en principio, actúa en
un plano de igualdad con estos últimos.
Cuando el estado realiza actos de poder soberano queda regido por el derecho público, y
cuando realiza actos patrimoniales, por el Derecho privado.
En Chile, tanto el Código Civil como otras leyes considera al estado como una persona de
derecho público.
También el legislador chileno en varias disposiciones aplica al Estado las normas de derecho
privado cuando actúa en la órbita de éste, rigiéndose en ese caso por la normas de derecho
privado. En estos casos el Estado pasa a denominarse Fisco.
146
Fin de lucro.
Una de las dudas que ha planteado el estudio de esta materia es la determinación de que
debe entenderse por fin de lucro.
Se estima que no pueden ampararse en las normas del CC las entidades que persiguen fines
de lucro, sea directo o indirecto, que se relacionen con ganancias o provechos pecuniarios. Las
normas del titulo XXXIII sólo serían aplicables a las entidades que persiguen fines ideales, morales o
de beneficencia.
Corporación y fundación.
La corporación es la unión estable de una pluralidad de personas, que persiguen fines
ideales y no lucrativos.
La fundación es una masa de bienes o efectos destinados a un fin de bien publico.
- Diferencias entre una y otra.
1.- En las corporaciones el elemento básico es el conjunto de personas que busca un fin
común. por ello es que las corporaciones tienen asociados. En cambio en las fundaciones
hay un conjunto de bienes afectos a la realización de un fin de bien común, aquí hay
destinatarios.
+Las corporaciones se gobiernan a si mismas, a través de la voluntad que le es propia y que
manifiestan sus miembros. Las fundaciones se dirigen por las normas que fije el fundador.
+En las corporaciones, el patrimonio se forma por los aportes que hacen los miembros. En
las fundaciones, en principio, el patrimonio estará formado por aquel que afecta el
fundador al fin perseguido.
La fundación.
Puede tomarse la palabra en dos sentidos:
1.- Como acto por el cual se establece o se erige algo. Este es el acto fundacional.
2.- Como institución, que es la organización destinada a cumplir los fines señalados por el
fundador.
La voluntad del fundador, esto es, el acto de fundación, puede manifestarse por acto entre
vivos o por acto testamentario, pero en ambos casos tendrá por objeto el afectar bienes
determinados para la creación de la persona jurídica que se pretende.
El acto fundacional.
No es otra cosa que aquel acto por el cual el fundador ordena el establecimiento de un
organismo para la obtención de un fin determinado.
En la actualidad se estima que el acto fundacional es un acto jurídico unilateral, el cual para
producir sus efectos, no necesita ser notificado a ninguna persona, como tampoco requiere de
aceptación.
148
El acto de dotación.
Normalmente esta contenido en el acto fundacional. Es aquel acto por el cual el fundador
asigna su patrimonio al ente que crea.
Este acto de dotación puede revestir la forma de un acto entre vivos o de una disposición
testamentaria, siendo a titulo gratuito. En todo caso debe constar por escrito y ello para los efectos
de la tramitación de la personalidad jurídica, la cual supone necesariamente la constancia del acto
de dotación.
Esta dotación puede revestir dos formas, la donación o disposición de última voluntad
impone al donatario o heredero como carga modal de la constitución de un nuevo ente, al cual
deberán consagrarse en todo o en parte, según la medida de la carga impuesta, los bienes donados
o dejados testamentariamente. O bien el acto de liberalidad es dirigido a la creación del ente en
cuanto la donación o disposición testamentaria se hace a favor de la persona jurídica que se
intenta crear. En el primer caso, la disposición o donación modal se dirige a un intermediario a
cuyo cargo se confía la fundación del ente, en la segunda, la disposición o donación directa falta el
intermediario.
Problema.
Se presenta el problema en relación con la asignación por causa de muerte para el
establecimiento de la fundación, ya que uno de los requisitos de la sucesión por causa de muerte
es que la persona a quien se deja la asignación tenga existencia, y aquí se estaría dejando una
asignación a alguien que no existe, y que se va a formar precisamente con tal asignación.
Sin embargo, tal problema no se presenta en nuestro derecho positivo, ya que el art.963 lo
permite expresamente al indicar "pero si la asignación tuviera por objeto la fundación de una
nueva corporación o establecimiento, podrá solicitarse la aprobación legal, y obtenida ésta valdrá
la asignación.
Elementos que intervienen en la constitución de las persona jurídicas son dos:
1.- El elemento personal, en las corporaciones, y la voluntad del fundador respecto de las
fundaciones.
2.- La autorización del poder público.
Las corporaciones.
El elemento personal.
El substrato de la corporación es de carácter humano, constituido por el conjunto de
personas que lo forman.
El legislador no fija un numero máximo o mínimo de personas necesario para formar una
corporación, de modo que bastaran dos. Sin embargo, el espíritu del legislador, expresado en el
art.560, nos indica que las corporaciones deben tener el numero de miembros necesario parar
hacer posible el fin de la misma.
149
Los órganos de la persona jurídica, es decir, aquellos a través de los cuales ella va a actuar y
desarrollar su actividad.
De esta manera, ante el silencio de los estatutos, el grupo puede tomar ciertas decisiones
sobre alguna situación no prevista, pero que se justifica por la necesidad de resguardar el interés
colectivo.
A estas decisiones que el grupo está llamado a adoptar ante el silencio de los estatutos,
reciben en la jurisprudencia y doctrina francesa el nombre de "insoctions".
En las corporaciones:
1.- Indicación precisa del nombre y domicilio de la entidad.
No se concederá personalidad jurídica al ente que lleve el nombre de una persona natural o
su seudónimo, a menos que esa persona o sus herederos consientan expresamente en ello,
en instrumento privado autorizado ante notario o cuando han transcurrido 20 años de la
muerte de dicha persona.
Tampoco se concederá personalidad a aquel ente que pretenda adoptar un nombre
igual o similar al de otra corporación existente en la misma provincia, salvo tratándose del
Cuerpo de Bomberos, Club de Leones y Club de Rotarios.
2.- Los fines que se propone la corporación, y los medios económicos de que se dispondrá
para realizarlos.
3.- Las categorías de socios, sus derechos y obligaciones, las condiciones de incorporación y
la forma y motivo de su exclusión.
4.- Los órganos de administración, ejecución y control, las atribuciones de ellos y el numero
de miembros que los componen.
En las fundaciones:
1.- Nombre y domicilio de la entidad.
2.- Duración de la misma.
3.- Indicación de los fines a los que está destinada.
4.- Bienes que forman su patrimonio.
5.- Las disposiciones que establezcan quienes conforman sus órganos de administración, la
manera en que se integran, sus atribuciones y deberes.
6.- Las disposiciones relativas a la reforma de los estatutos y extinción de la fundación,
indicándose la entidad a la cual pasaran los bienes al producirse la extinción.
153
La solicitud. Toda petición en esta materia se dirige al Presidente de la República por intermedio
del Ministerio de Justicia, o del SEREMI de Justicia en todas las regiones salvo la Metropolitana.
Esta solicitud debe ser patrocinada por abogado habilitado para el ejercicio de la profesión,
salvo que se emplee el estatuto tipo elaborado por el Ministerio de Justicia.
Informes. Los SEREMIS de Justicia recabará todos los informes que puedan solicitarse en la
respectiva región, elevando los antecedentes correspondientes al Ministerio de Justicia.
El Registro Civil debe informar al Ministerio sobre los antecedentes personales de los
miembros del directorio de la entidad, para lo cual dispone de tres días, contados desde la
recepción de la orden respectiva. Art.8º y 22 del Reglamento.
Decisión del Presidente de la República. Este concederá la aprobación, según el mérito de los
antecedentes respectivos, pudiendo, en todo caso, exigir que se introduzcan en los estatutos las
modificaciones que estime convenientes, las cuales al ser aceptadas tienen que ser reducidas al
escritura publica. Si ello no se hace no se dictará el decreto supremo concediendo la
personalidad jurídica. Art.23 del Reglamento.
Publicación. Cumplidos los trámites anteriores, se dictará el decreto supremo que concede la
personalidad, el cual sólo va a producir sus efectos desde que se practique esta publicación.
Algunos sostienen que el Presidente, cumpliéndose los requisitos legales, está obligado a
conceder la personalidad jurídica y a aprobar los estatutos. Se apoyan en:
1.-La redacción imperativa del art.548 inc.1º que utiliza la expresión "se le
concederá".
2.- Según el art.23 del Reg. el Presidente denegará o aceptará la solicitud según el
mérito de los antecedentes, de manera que los estatutos no pueden rechazarse si
no contienen nada contrario a la ley, la moral o las buenas costumbres.
Otros sostienen que el Presidente podría a su arbitrio negar la solicitud, porque la personalidad
jurídica es una ficción cuya existencia depende de un acto de autoridad, la que puede
concederla o no, no teniendo limites al respecto.
Órganos de la persona jurídica.
Hemos dicho que las personas jurídicas son entes ficticios capaces de ejercer derechos y
contraer obligaciones. Entonces, el ejercicio de tales derechos y la aptitud para contraer
obligaciones tiene que ser desarrollada necesariamente por personas naturales.
Se llama órgano a las personas naturales, o conjunto de ellas, por medio de las cuales actúa
la persona jurídica. En los órganos reside la voluntad de la persona jurídica, siendo ellos los que
ejecutan tal voluntad.
155
Órganos de la corporación.
1.- Asamblea, que es el órgano supremo de la persona jurídica. Aquí radica la suma de
todas las potestades o facultades de ella. Esta asamblea puede ser:
a.-) Ordinaria, aquella que se celebra en la forma y con la frecuencia que
establezcan los estatutos.
b.-) Extraordinarias, son aquellas que se celebra cada vez que las circunstancias lo
requieran. En estas sólo se puede tratar y acordar las materia indicadas en la
citación. Son de su competencia la reforma de los estatutos y la disolución de la
persona jurídica.
2.- Directorio, es el órgano ejecutivo, encargado de la administración y dirección de la
persona jurídica.
3.- Presidente, que es quien da cumplimiento a los acuerdos del directorio, representando
judicial y extrajudicialmente a la corporación.
Órganos de la fundación.
Tratándose de la fundación, el órgano por excelencia son los administradores. Nada obsta,
sin embargo, para que este ente, para el logro mas eficiente del fin encomendado, pueda constituir
un directorio u otros órganos para agilizar su funcionamiento y administración.
Entre las sanciones mas graves que una corporación puede imponer a sus miembros, y que
para tal efecto deben figurar en los estatutos, están la expulsión, la multa y la perdida de ciertos
derechos. Existen también otras sanciones de carácter moral, tales como la amonestación, la
censura y el llamado de atención.
En todo caso, dado que los estatutos tienen fuerza obligatoria para los miembros del ente,
estos están obligados a obedecerlos y sufrir las sanciones que al efecto se establezcan. Arts.553 y
563.
Voluntad y actuación de la persona jurídica.
Las personas jurídicas son entes ficticios, sujetos de derecho que pueden actuar en la vida
jurídica. Pero como son creaciones abstractas, no pueden actuar por si mismas, sino que requieren
hacerlo por medio de personas naturales.
En doctrina se discute la calidad de estas personas naturales que actúan por la persona
jurídica:
1.- Para algunos son representantes de la persona jurídica, pues actúan en lugar y a nombre
de ella. De esta manera concurrirían dos voluntades y dos sujetos.
a.-) La voluntad de la persona jurídica.
b.-) La voluntad del representante, esto es, la persona natural.
2.- Otros dicen que no hay representación, y que la persona natural no actúa por su propia
voluntad, sino que manifestando o exteriorizando la voluntad de la persona jurídica.
Esa persona natural seria un órgano de la persona jurídica. Según esta teoría, los
órganos son las personas naturales en quienes reside la voluntad de la persona jurídica,
según la ley o los estatutos.
El órgano constituiría la encarnación de la persona jurídica, de forma que los actos
del órgano serán actos de la persona jurídica, siempre que el órgano actúe dentro de sus
atribuciones.
En suma, para que los actos de la persona natural afecten y obliguen a la persona jurídica es
necesario que ella actúe en el ejercicio de su cargo, y dentro de los limites de sus atribuciones.
Art.552.
Manifestación de la voluntad.
La voluntad se manifiesta en la Asamblea. Según el reglamento, norma que puede ser
modificada por los estatutos, las asambleas generales deben constituirse en primera citación por
mayoría absoluta de los miembros de la corporación, y en segunda citación con los que asistan.
La voluntad de la corporación se manifiesta en la reunión o sala, para lo cual la ley exige
sólo la mayoría de los miembros de la corporación que tengan voto deliberativo, para el
pronunciamiento sobre un asunto determinado, y que sirve para resolverlo. El legislador, como
norma supletoria, define en el art.550 la sala, señalando que es la reunión de la mayoría de los
miembros de la corporación que tengan voto deliberativo. El art.550 inc.final establece plena
libertad para establecer normas en materia estatutaria.
157
Nacionalidad.
Se discute si las personas jurídicas tienen o no nacionalidad. La ley chilena no contiene
normas da carácter general sobre entes, existiendo eso sí, disposiciones aisladas aplicables a
ciertas personas jurídicas.
Las personas jurídicas de derecho publico tienen la nacionalidad del Estado del cual ellas
emanan o del cual dependen.
Respecto a las personas jurídicas de derecho privado pueden adoptarse diversos criterios
para determinar cual es su nacionalidad, como:
1.- La del estado que concedió la personalidad jurídica.
2.- La del asiento principal de sus negocios.
3.- La del juez del lugar en que están ubicados los bienes.
4.- La de la mayoría de los bienes.
Para solucionar esta duda, ni siquiera nos ayuda el Código de Bustamante, según el cual la
nacionalidad se determina por la ley del estado que aprobó la persona jurídica, pues la legislación
chilena nada dice al respecto.
En general, se estima que son chilenas las personas jurídicas nacidas en Chile, es decir,
aquellas que han dado cumplimiento a las exigencias del art.546.
Nombre.
Al igual que la persona natural, la jurídica debe tener un nombre para su individualización.
En la corporación este nombre será determinado por los asociados, mientras que en la fundación
se determina por el fundador.
El nombre tiene que indicarse en el acto constitutivo o fundacional y en los estatutos, y
debe hacer referencia a él el decreto supremo que concede la personalidad jurídica.
Por regla general, el nombre corresponde a los fines que persigue el ente, sea corporación
o fundación.
Domicilio.
Debe estar determinado en los estatutos, de manera que para determinar cual es el
domicilio de la persona jurídica, bastara echar una mirada a los mismos.
Patrimonio.
Como sujeto de derecho, las personas jurídicas cuentan con un patrimonio propio, que es
total y absolutamente independiente del de los miembros del ente.
158
Existen ciertos derechos que no pueden pertenecer a una persona jurídica, pero no porque
la ley los prohiba, sino que en consideración a su propia naturaleza, como ocurre con los derechos
de familia, como tampoco pueden ser testigos en un litigio.
En cuanto a la adquisición de bienes muebles e inmuebles, las personas jurídicas no tienen
limitación alguna en Chile. Arts.556 y 1250.
Responsabilidad contractual.
Es aquella que se origina por el incumplimiento de un contrato. Las personas jurídicas
tienen plena y total responsabilidad contractual. El dolo o culpa con que actúen los órganos del
ente recaen precisamente en él.
Si por un lado se le reconoce al ente capacidad para contratar, es lógico establecer su
responsabilidad en caso de incumplimiento del contrato que celebró.
Responsabilidad extracontractual.
Es aquella en que entre el autor del daño y la víctima del mismo no existe ninguna relación
contractual previa.
La persona jurídica responde de delitos y cuasidelitos civiles cometidos por sus órganos o
representantes, siempre que ellos actúen en su calidad de tales y dentro de la esfera de sus
atribuciones. En este caso la persona jurídica tendrá el derecho de repetir contra su autor, es decir,
para exigir que éste le devuelva lo que el ente tuvo que pagar a titulo de indemnización para
reparar el daño.
160
Disolución voluntaria.
Los miembros de una persona jurídica pueden tomar la iniciativa para disolver la persona
jurídica, pero no pueden por si y ante si disolverla. Arts.559 y 563.
El acuerdo para la disolución de la corporación debe adoptarse en la forma que determinen
los estatutos, aun cuando el Reglamento contiene una norma supletoria, conforme la cual el
quórum seria de dos tercios.
Acordada la disolución debe solicitarse la aprobación de la misma a la autoridad que
legítimo la entidad, solicitud ésta que sigue los mismos trámites que la concesión de la
personalidad jurídica.
LOS BIENES
Para entender el concepto de bienes se debe partir del concepto de cosa; entre ambas
hay una relación de genero a especie (cosa es genero y bien es especie).
Cosa es todo aquello que existe sin ser persona y además que pueda percibirse por los
sentidos, o bien, concebirse mediante la imaginación.
Doctrinariamente, se entiende por cosa a todo aquello que teniendo existencia corporal o
incorporal, tiene utilidad para el hombre. Así, hay una clasificación de cosas que las divide en
corporales e incorporales. Entre éstas últimas están los derechos. Si hablamos de un derecho,
real o personal, hablaremos de una cosa incorporal. Dentro de estas cosas hay algunas que
tienen la calidad de bienes.
Esta cosificación de los derechos no es una creación nueva, sino que viene del derecho
romano, sistema jurídico en el cual se concebía que se podía tener derecho sobre los derechos;
pero, se tiene entendido que en Roma se excluya de los bienes incorporales al derecho de
dominio. Esa exclusión se debe a que en el derecho romano el derecho se confundía con la cosa
163
u objeto sobre el cual se ejercía, lo que lleva a identificar al objeto con el derecho en si mismo,
confusión de la cual deriva el considerar a la propiedad como una cosa corporal (así, no se habla
de “mi derecho de propiedad sobre esta casa”, sino que de “mi casa”). Pero, en cuanto a los
otros derechos reales, los romanos si convenían en una separación entre el derecho y la cosa
corporal sobre la que recaía (por ejemplo, se habla de derecho de usufructo sobre la cosa).
En nuestro sistema jurídico, se mantiene la idea de considerar que los derechos son cosas,
pero con una característica especial, cual es que no se excluye expresamente al derecho de
dominio. Así, el art.576 indica que las cosas incorporales son derechos reales o personales y el
art.582 dice que el dominio es un derecho real..., con lo cual podría entenderse que la
cosificación de los derechos también se extiende al dominio. Sin embargo, a la luz del art.583 CC,
bien puede entenderse que el dominio está excluido de esta concepción, porque este articulo, al
permitir que sobre las cosas incorporales hay también una especie de propiedad, de no excluirse
el dominio se produciría la incongruencia de concebir un derecho de dominio sobre el derecho
de dominio. Los arts.890 y 891 revelan claramente que la identificación de las cosas con el
dominio era un supuesto en el pensamiento del autor del CC
Los tribunales aceptan este dominio sobre derechos (cosificación) cada día con mayor
regularidad, adquiriendo importancia luego de la especial protección que recibe el dominio en la
Constitución de 1980, a través del recurso de Protección y la Inaplicabilidad por
Inconstitucionalidad.
Estos derechos reales enumerados en el art.577 no son los únicos que se contemplan por
el legislador, es as¡ como en el propio CC el legislador nos señalan otro derecho real en el art.579:
el derecho de censo, que tiene una doble característica, por un lado es un derecho personal y,
por otro lado, es un derecho real cuando se persigue el inmueble (finca) gravado con el censo.
El art.2022 CC define el censo: Se constituye un censo cuando una persona contrae la
obligación de pagar a otra un crédito anual, reconociendo el capital correspondiente, y gravando
una finca suya con la responsabilidad del crédito y del capital.
Pero, además hay otros derechos reales llamados derechos reales administrativos,
contemplados en leyes de carácter especial. As¡, en el Código de Minería vigente (art.54) se dice
que el pedimento y la manifestación inscritas constituyen derechos reales inmuebles y se le
aplican en cuanto a su transferencia y transmisión las mismas reglas que a los demás bienes
raíces. El pedimento es la concesión de exploración (autorización para buscar minerales en
terreno ajeno), y la manifestación es la concesión de explotación, o sea, la concesión para poder
extraer la sustancia minera.
Por otro lado, el Código de Aguas en su art.6 dice que el derecho de aprovechamiento es
un derecho real que recae sobre las aguas y consiste en el uso y goce de las aguas conforme a las
reglas del mismo Código.
El problema que se suscita en esta materia es si los particulares podrían entrar a crear
otros derechos reales que los establecidos por la ley o si sólo es la ley la que dice cuales son estos
derechos: en nuestro país, las normas referentes a la constitución y organización de la propiedad
tienen el carácter de normas de orden público y entre estas normas se encuentran las relativas a
los derechos reales, razón por la cual se estima que los particulares no pueden crear derechos
reales.
Pero, esto no significa que los particulares están totalmente ajenos a ellos, porque, si bien
el derecho real es creado por la ley, generalmente es la voluntad de los particulares la que las
origina.
Así, el derecho de hipoteca es un derecho establecido por la ley, pero, para que se dé una
hipoteca es necesario que una persona constituya este derecho en favor de otra; para que exista
usufructo es necesario que el propietario se lo confiera a otra persona. Es decir, en cuanto al
origen de un derecho real en particular, interviene la voluntad de los particulares.
En el derecho personal hay un vinculo entre una parte que es el acreedor (que es quien
puede exigir la prestación) y otra que es el deudor (que es el obligado al cumplimiento de esa
obligación). Estos derechos personales pueden surgir de un hecho del deudor, de un acuerdo de
voluntades, de la ley, etc. Su creación no está entregada al legislador, sino que ello depende de la
voluntad de las personas en la generalidad de los casos
De los derechos reales nacen las acciones reales (art.577 parte final) y de los derechos
personales nacen las acciones personales (art.578 parte final).
Tanto los derechos reales como los personales tienen una importancia relevante en el
derecho. Por otro lado, el legislador le aplica a estos derechos algunas normas propias de las
cosas corporales, como por ejemplo: la clasificación en muebles e inmuebles (art.580) y nos dice
el CC que: Los derechos y las acciones se reputan bienes muebles o inmuebles, según lo sea la
cosa en que han de ejercerse o que se debe. Así el derecho de usufructo sobre un inmueble es
inmueble. Así, la acción del comprador para que se le entregue la finca comprada, es inmueble; y
la acción del que ha prestado dinero para que se le pague, es mueble.
Otro aspecto que debe considerarse es lo que dispone el art.581 CC: Los hechos que se
deben se reputan muebles.
II.- Bienes muebles y bienes inmuebles Arts.566, 567, 580 y 581 del CC.
Importancia de esta clasificación:
1.- En lo relativo a la forma en que se perfecciona el contrato de compraventa (art.1801
CC): la regla general es que el contrato de compraventa se perfecciona cuando hay acuerdo en la
cosa y en el precio (contrato consensual).
Pero, tratándose del contrato de compraventa sobre bienes raíces (inmuebles) el contrato
de compraventa no es consensual, sino que es solemne y la solemnidad es la escritura pública. Si
el art.1801 nos da una regla general (la compraventa es consensual), tenemos que entender que
se refiere a la compraventa de bienes muebles.
2.- En cuanto a la forma en que se hace la tradición de los derechos sobre muebles o
inmuebles: la tradición es un modo de adquirir definido en el art.670 del CC. El legislador da
normas distintas en cuanto a la forma de hacer la tradición respecto de los bienes muebles e
inmuebles. La tradición de los bienes muebles se hace en la forma que señalan el art.684 del CC,
y la tradición de los derechos sobre inmuebles se encuentra reglamentada en el art.686 CC, que
rige respecto de todos los inmuebles, menos respecto de la servidumbre: inscripción del título en
el Registro del Conservador.
3.- Hay otro modo de adquirir en el cual se presentan diferencias fundamentales respecto
de los bienes muebles e inmuebles: esta es la prescripción, tratándose de la prescripción
ordinaria, el plazo para adquirir el dominio de la cosa poseída es distinto tratándose de bienes
muebles o inmuebles: El tiempo necesario para la prescripción ordinaria es de 2 años para los
muebles y de 5 años para los bienes raíces (art.2508 CC).
167
4.- Influye también esta clasificación en materia de sucesión por causa de muerte: los
herederos pueden disponer sin mayores problemas de los bienes muebles, pero para disponer
de los bienes inmuebles necesitan cumplir ciertos requisitos que nos señalan el art.688 del CC: en
el momento de deferirse la herencia, la posesión de ella se confiere por el ministerio de la ley al
heredero; pero esta posesión legal no habilita al heredero para disponer en manera alguna de un
inmueble, mientras no proceda.
5 a).- En materia de familia también importa esta clasificación: así, en la sociedad conyugal
los inmuebles aportados por uno de los cónyuges o adquirido por éste a título gratuito ingresan
al haber propio del respectivo cónyuge, en tanto que los bienes muebles aportados por
cualquiera de los cónyuges o adquiridos a cualquier título durante el matrimonio, ingresan al
haber de la sociedad conyugal (art.1725 Código Civil, importante).
5 b).- También en materia de familia esta clasificación tiene importancia en otro sentido:
en la sociedad conyugal se distinguen los bienes sociales y los bienes propios; tratándose de los
bienes sociales la administración le corresponde al marido. Sin embargo, estas facultades del
marido se encuentran limitadas tratándose de la enajenación o gravamen de los bienes
inmuebles pertenecientes a la sociedad conyugal, ya que el marido no va a poder enajenar
voluntariamente o gravar los bienes raíces sin la autorización de la mujer (art.1749 inc.3º CC).
Tampoco podrá sin dicha autorización arrendar, ceder la tenencia ni disponer entre vivos a titulo
gratuito los bienes raíces sociales urbanos por más de 5 años, ni lo bienes raíces rústicos por m s
de 8 años (art.1749 inc.4º).
También hay diferencias en lo que se refiere a los bienes propios de la mujer, porque
aquí hay que distinguir entre los bienes muebles y los bienes inmuebles. El marido también
tiene la administración de los bienes propios de la mujer cuando hay sociedad conyugal
Además de esta autorización judicial el marido necesita el consentimiento de la mujer
(art.1754), en tanto que para la enajenación o gravamen de los bienes muebles el marido
necesita sólo el consentimiento de la mujer, que podrá ser suplido por el juez cuando la mujer
estuviere imposibilitada de manifestar su voluntad (art.1755). Si se omite cualquiera de estas
formalidades la sanción aplicable es la nulidad relativa (art.1757).
5 c).- También dentro del derecho de familia y tratándose de los bienes raíces del pupilo, el
guardador va a necesitar autorización judicial para gravar o enajenar dichos bienes, lo que se
debe fundar en utilidad o necesidad manifiesta (art. 393 CC). Para enajenar o gravar los bienes
raíces de cualquier naturaleza del hijo de familia, se necesita autorización judicial (art.255 CC).
6.- En la rescisión del contrato de compraventa por lesión enorme: ella sólo es procedente
cuando se trata de inmuebles (art.1891 CC). La misma norma se aplica a la permuta de los bienes
inmuebles.
7.- Dentro de los mismos derechos reales que enumera el art.577 tiene importancia esta
clasificación: hay algunos derechos reales que sólo pueden proceder respecto de bienes
inmuebles y otros proceden sólo respecto de bienes muebles. Así, los derechos reales de
servidumbre, habitación e hipoteca, sólo pueden recaer sobre los bienes inmuebles.
Por su parte, el derecho de prenda sólo puede recaer sobre bienes muebles (art. 2384: Por
168
el contrato de empeño o prenda se entrega una cosa mueble a un acreedor para la seguridad de
su crédito.).
8.- También tiene importancia con respecto a las acciones posesorias, puesto que ellas sólo
proceden respecto de bienes inmuebles y jamás sobre muebles (art.916).
9.- También tiene importancia esta clasificación en el derecho procesal, ya que la
competencia de los tribunales se determina en forma distinta según si la acción que se ejerce es
mueble o inmueble.
10.- En materia penal también es importante, porque hay ciertos delitos específicos para
cada una de estas categorías de bienes: el hurto y el robo recaen sólo sobre bienes muebles y,
respecto de los inmuebles, el delito específico existente a su respecto es la usurpación.
Esta situación, que se de una mayor importancia a los bienes inmuebles, es propia de la
concepción dominante a la ‚poca de la dictación del Código. La economía era esencialmente
agrícola y la base del dominio agrícola es la tierra, de ahí la importancia que se da a la propiedad
raíz, concepción que no corresponde a la realidad de hoy día.
Bienes Muebles
Son los que pueden trasladarse de un lugar a otro sin perder su individualidad (art.567
inc.1 y 574 CC). Estos bienes se subclasifican en dos grupos:
a).- Muebles por naturaleza corresponden al concepto dado, esto es, los que pueden
trasladarse de un lugar a otro sin perder su individualidad, sea que se muevan por sí mismos
(semovientes) o sea que se muevan por una fuerza externa (cosa inanimada).
b).- Muebles por anticipación son aquellos que son productos o accesorios de un inmueble,
pero que se consideran muebles antes de separarse del inmueble para el solo efecto de
constituir un derecho sobre ellos a favor de otra persona distinta del dueño (art.571 CC).
Al considerarse muebles antes de su separación y para el solo efecto de constituir un
derecho sobre ellos, se le aplican las normas propias de los bienes muebles (art.580 inc. final en
relación con el art.571 CC).
Estos bienes que son productos o accesorios de un inmueble se denominan
“inmovilizados”, pero en el evento de ser separados del inmueble tendrían la calidad de muebles
por anticipación cuando sobre ellos se va a constituir un derecho a favor de un tercero.
Lo que sucede es que el mueble por anticipación, una vez separado del inmueble, recupera
plenamente su calidad de bien mueble siempre que la separación sea permanente y no
transitoria (art.573 CC).
El legislador también se refiere a los bienes muebles de una casa (art.574 inc.2 CC), estos
muebles son los que componen el ajuar de la casa y está constituido por los bienes muebles de
uso doméstico, común y continuo en un hogar. Este art.574 inc.2 está en concordancia con el
art.1121.
169
a).- Criterio Geográfico: En este caso se habla de predios urbanos y rurales atendiendo a
si el inmueble está ubicado dentro o fuera del radio urbano de la ciudad, respectivamente.
b).- Criterio Funcional: En este caso, la distinción entre predios rústicos y no rústicos
atiende a cual es la destinación que se le da al inmueble. Así, predio rústico es aquel susceptible
de uso agrícola, ganadero o forestal; y predio no rústico es aquel que no tiene la posibilidad de
tal uso.
Luego, estas dos ideas de predio urbano y rural y de predios rústicos y no rústicos pueden
superponerse. El legislador establece en distintas leyes esta clasificación y hace referencia a ella.
Así por ejemplo: en la Ley de Reforma Agraria (N.16.640 art.1 letra a), se ha definido al predio
rústico como todo inmueble susceptible de uso agrícola, ganadero o forestal, está situado en
sectores urbanos o rurales; la ley N.11.622 (1954) sobre arrendamiento de inmuebles dice que,
para sus efectos se entiende como predio urbano el que está situado en poblado y el edificio que
fuera de población se destine normalmente a vivienda y no a menesteres campestres (art.1). El
CC hace referencia a esta distinción (arts.407, 1749, 1756) pero al no contemplarse en él un
concepto de predio rústico de orden funcional como el contenido en la Ley 16.640, parece
adecuado estimar que utiliza como base de distinción la ubicación geográfica.
1.- Inmuebles por naturaleza. Son específicamente las cosas que no pueden
transportarse de un lugar a otro (art.568 inc.1). Este artículo hace también referencia a los
predios y fundos, en los cuales hay tantos bienes inmuebles por naturaleza como por adherencia
y destinación.
2.- Inmuebles por adherencia. Son ciertos bienes que, siendo muebles por naturaleza,
se reputan inmuebles por estar adheridos permanentemente a un inmueble. Hay aquí una
ficción, porque a ciertos bienes que son muebles, por la circunstancia de estar adherido a un
inmueble, la ley les atribuye esta calidad (art.568 inc.1 seg. parte:... y las que adhieren
permanentemente a ellas, como los edificios, los árboles).
Para que un bien mueble tenga la calidad de inmueble por adherencia es necesario que
cumpla con 2 requisitos:
● Que el bien mueble esté adherido al inmueble formando un solo todo con él (árboles a
un bosque).
● Que esta adherencia sea permanente; si la adherencia es ocasional o transitoria el bien
no adquiere la calidad de inmueble por adherencia, sino que mantiene el carácter de bien
mueble.
Estos inmuebles por adherencia son los que se consideran muebles por anticipación aún
antes de estar separados del inmueble al que se adhieren, pero para el solo efecto de constituir
un derecho sobre ellos a favor de otra persona distinta del dueño. Estos muebles por
anticipación, una vez separados del inmueble a que se adhieren, recuperan su calidad de
muebles (art.573 parte final: ...Pero desde que se separan con el objeto de darles diferente
destino, dejan de ser inmuebles).
La jurisprudencia ha agregado otros casos de inmuebles por adherencia, así por ejemplo:
servicio de calefacción, túneles, puentes, líneas férreas.
En los actos jurídicos que se realizan sobre un inmueble se comprenden tanto los por
naturaleza como los por adherencia.
3.- Inmuebles por destinación. En sí son muebles por naturaleza, pero por el hecho de
estar permanentemente destinados al uso, cultivo y beneficio de un inmueble, la ley los
considera inmuebles, aunque puedan existir separadamente de este último. (Ej. Una vaca
lechera de un predio dedicado a dicha actividad, así por ejemplo si quisiera venderla tendría que
hacerlo por escritura pública). (La importancia de la distinción entre los bienes muebles e
inmuebles radica en el estatuto jurídico que se aplica; respecto de los bienes inmuebles éste es
mucho más estricto).
Se distinguen de los inmuebles por adherencia ya que en los inmuebles por destinación
no hay unión entre mueble e inmueble, la inmovilización es meramente jurídica, no corresponde
a la naturaleza misma de las cosas. Para que un mueble pueda considerarse inmueble por
destinación es necesario que concurran dos requisitos (art.570 inc.1):
Que el mueble esté destinado al uso, cultivo y beneficio de un inmueble, es decir,
que sea accesorio al inmueble.
171
Son civilmente consumibles aquellas cosas en las cuales su primer uso implica su
enajenación.
b).- De lo anterior se desprende que son objetivamente no consumibles aquellas cosas
que no se destruyen ni natural ni civilmente con el primer uso.
Son subjetivamente consumibles los bienes que según el destino que tengan para su
titular, su primer uso importa enajenarlos o destruirlos.
Estos son los bienes de tráfico prohibido: son de este tipo, en general, las cosas sobre las
cuales existe una prohibición de enajenación, la que puede ser de carácter absoluto o relativo. Si
la prohibición es absoluta, la enajenación no puede efectuarse en forma alguna; si es relativa,
puede realizarse la enajenación si concurren ciertos y determinados requisitos. Las cosas
inalienables o de tráfico prohibido están contempladas en los Ns.1 y 2 del art.1464, que son de
prohibiciones de carácter absoluto, y en los Ns.3 y 4 se refiere a cosas afectas a prohibiciones
relativas (después pueden volver al comercio humano).
a).- Dominio público marítimo: aquí hay que distinguir entre el mar adyacente, el mar
territorial, la zona contigua y la alta mar. Dentro del mar adyacente se encuentra la clasificación
del mar territorial y la zona contigua.
La alta mar se extiende desde las 24 millas marinas medidas desde la respectiva línea de
base.
La alta mar es cosa común a todos los hombres, su uso es universal y es reglamentado por
el derecho internacional.
La regla general es que la línea de base coincide con la línea de mas baja marea, salvo
en costas desmembradas, en que se toma de la parte que m s sobresale del territorio.
El mar adyacente es el que se encuentra m s próximo a la costa y queda comprendido
dentro de las 24 millas marinas medidas desde la respectiva línea de base. Dentro de éste es
posible distinguir al mar territorial que se extiende hasta las 12 millas marinas medidas desde la
respectiva línea de base. Sobre este mar territorial se establece un dominio completo del Estado,
es territorio y sobre él se ejerce soberanía plena (reserva del cabotaje y la pesca en los límites del
mar territorial a los nacionales y extranjeros domiciliados, art.611 inc.1 CC).
En general, se puede decir que este mar territorial forma parte del territorio nacional, de
manera que ejerce plena jurisdicción el Estado sobre el mar territorial, constituyendo un bien
nacional de uso público.
181
Ahora, en relación con los caminos y puentes, hay que tener presente que no todos son
bienes nacionales de uso público, sino que algunos son de dominio particular y también pueden
tener esta calidad otros bienes, aun cuando su uso sea público.
Bibliografía:
- Víctor Vial del Río
- Alessandri
- Fernando Mellado
- El Negocio Jurídico: Ramón Domínguez Águila
Conceptos:
a).- Con intención de producir efectos jurídicos, como un contrato o testamento. Son los
llamados actos jurídicos.
En el caso de los cuasi contratos, la ley con el fin de prevenir enriquecimientos injustos,
hace producir consecuencias jurídicas, no previstas por el autor. Si los hechos los contempla la
ley son lícitos no convencionales.
Si el hecho realizado por el hombre es ilícito también producirá consecuencias jurídicas.
Según el art. 2314: “El que ha cometido delito o cuasi delito, que ha inferido daño a otro, es
obligado a la indemnización; sin perjuicio de la pena que le impongan las leyes por el delito o
cuasi delito.” (principio de responsabilidad extracontractual, ojo).
ACTO JURÍDICO
2.- La intención de producir efecto jurídico, singularidad que lo diferencia de los hechos
materiales del hombre y de los otros hechos jurídicos voluntarios, pero realizados sin la
intención de producir efectos jurídicos (delitos y cuasidelitos).
Crítica: según la teoría de la declaración, los propósitos perseguidos por el autor del
negocio jurídico no son justamente obtener efectos jurídicos, sino un resultado económico o
social. Quien compra o quien vende, por ejemplo, pretende conseguir un propósito práctico, y
no obtener obligaciones y derechos. El acto jurídico, según esta tendencia, consiste en una
manifestación de voluntad, pero que se encamina a la obtención de un fin práctico o
económico, mas que un efecto jurídico.
185
Roubier sostiene que es sobre la base esencial de la producción de efectos jurídicos que
reposa toda la teoría del acto jurídico, y es lo que distingue al contrato del delito, la voluntad
privada, en el acto jurídico, esta guiada por las consecuencias jurídicas que se esperan del acto;
este mínimum se encuentra siempre o no hay acto jurídico.
El acto jurídico puede crear derechos y obligaciones (contrato); modificar derechos
(modificación del derecho de propiedad mediante la constitución de un derecho de usufructo);
transferir derechos (tradición); transmitir derechos y obligaciones (testamento); o extinguir
derecho y obligaciones como el pago o la renuncia de un derecho.
Otras terminologías:
Con estos elementos el Acto Jurídico no está completo para producir efectos, se requiere
además de la capacidad de las partes.
A.- requisitos de existencia: son aquellos requisitos sin los cuales el acto jurídico no nace
a la vida del derecho. Son:
B.- requisitos de validez: son aquellos que si bien pueden faltar en el acto, su
concurrencia le da una existencia sana.
La falta de un requisito de validez no impide el nacimiento del acto, pero lo vicia y
permite anularlo. Son (art.1445):
186
No se incluyen las solemnidades exigidas por la ley como requisitos de validez, por
cuanto de no concurrir alguna de estas, la voluntad se entiende viciada.
El Código Civil no contempla de esta forma los elementos constitutivos del acto jurídico.
Esta formulación ha sido hecha por la doctrina.
Son todos aquellos sin los cuales no produce efecto alguno o degenera en otro contrato
diferente (art. 1444, CC).
Entre los elementos esenciales hay algunos que deben figurar en toda clase de actos: son
los elementos esenciales genéricos o comunes (voluntad, objeto y causa), que deben estar en
todo acto jurídico y que son asimilables a los requisitos de existencia (D. Peñailillo).
Hay otros que son indispensables para la existencia de ciertos actos, no siendo necesario
ni figurando para nada en la vida de otros, esta clase de elementos se llaman elementos
esenciales específicos; por ejemplo: el precio en la compraventa, la gratuidad del contrato de
comodato, la renta en el arrendamiento, el aporte en el contrato de sociedad, etc.
Los elementos esenciales son denominados por otras doctrinas como elementos
constitutivos, ya que miran a la estructura del acto jurídico.
Son los que no siendo esenciales en él, se entienden pertenecerle, sin necesidad de una
declaración (art. 1444, CC). Las partes nada necesitan declarar para que estos elementos formen
parte del acto, ya que la ley dispone en lugar de las mismas partes; la voluntad de éstas sólo es
necesaria para excluirlos.
De lo anterior se deduce que estos no son elementos constitutivos del acto jurídico, son
más bien efectos del mismo, que la ley supletoriamente señala en defecto de la voluntad de las
partes, lo que ocurre principalmente en el campo del Derecho Privado.
Ejemplo de cosa de la naturaleza de un contrato es el saneamiento de la evicción y de los
vicios ocultos de la cosa.
Evicción es la pérdida total o parcial de la cosa comprada, decretada por sentencia firme
y en virtud de derechos de un tercero anteriores a la compra (art.1838). El saneamiento de la
evicción impone al vendedor la obligación de amparar al comprador en el dominio y posesión
pacífica de la cosa vendida.
Esto implica defenderlo de los terceros que pretenden tener sobre ésta derechos
anteriores a la compra e indemnizar a aquel de la evicción, si llega a producirse. El saneamiento
de los vicios redhibitorios es la obligación del vendedor de responder de los defectos ocultos de
la cosa vendida, llamados vicios redhibitorios; esta responsabilidad lo obliga a soportar la
187
Esta clasificación atiende al número de partes para que el acto se forme y no al número
de personas para que produzca efectos.
Se habla de parte y no de persona, ya que una parte puede ser una o varias personas
(art. 1438). Parte es la persona o grupo de personas que constituyen un solo centro de
intereses.
En los unilaterales para nacer a la vida del derecho requieren de la manifestación de
voluntad de una sola parte, Ej. El testamento, la oferta, la aceptación, renuncia de un derecho,
etc.
En los bilaterales son aquellos que para nacer a la vida del derecho requieren de la
manifestación de dos partes, Ej. Todos los contratos, la tradición, la novación (modo de
extinguir o transformar una obligación), etc. Estos son denominados convención, término que
nuestro Código Civil hace sinónimos 1437 y 1438.
La doctrina distingue:
Algunos autores creen que en este tipo de acto hay una suma de actos jurídicos
subjetivamente simples.
Existen también los llamados negocios jurídicos colectivos, que se podrían situar en una
categoría intermedia entre los actos uni y bilaterales. En el acto jurídico bilateral se requiere
para que se forme, la concurrencia de dos o más partes, y estas partes concurren con intereses
diversos. Por ello, se dice que el acto jurídico bilateral está caracterizado por ser una transacción
entre intereses contrapuestos.
Pero esto no siempre se da así, porque en muchos casos se presenta un acuerdo de
voluntades, pero entre voluntades que tienden a un mismo fin, vale decir, no son contrapuestos
los intereses de unos y otros. Esto fue constatado por la doctrina alemana e italiana y se ha
sostenido que en este caso no se estaría ante un acto jurídico bilateral, porque para que éste
exista tiene que haber intereses contrapuestos y en este caso no hay contraposición de
intereses y se estaría ante un negocio jurídico colectivo. Ejemplo: art.2053 contrato de sociedad.
Otro sector de la doctrina rechaza esta distinción y dice que los negocios jurídicos
colectivos deben quedar insertos entre los actos jurídicos unilaterales subjetivamente
complejos. Pero, se les replica que existe cierta diferencia porque los actos jurídicos unilaterales
subjetivamente complejos producen sus efectos respecto de terceros, en tanto que el negocio
jurídico colectivo produce sus efectos para todo el que interviene en el.
2.- Acto jurídico bilateral: es aquel que para formarse requiere de la manifestación de
voluntad de dos o más partes, que representan intereses jurídicos contrapuestos o al menos
distintos. El acto bilateral nace cuando consienten las voluntades, de ahí el nombre de
consentimiento que recibe la manifestación de voluntad de las partes.
En doctrina los actos jurídicos bilaterales son denominados “Convención”, que es el
acuerdo de voluntades destinado a crear, modificar o extinguir derechos.
Cuando este acuerdo de voluntades tiene por objeto crear derechos toma el nombre
específico de contrato. Así la convención es el género y el contrato la especie; de ahí que todo
contrato sea una convención, pero no toda convención sea un contrato, solo lo será cuando
tenga por objeto crear derechos.
El pago es una convención porque proviene de un concurso de voluntades; pero no es un
contrato, ya que su objeto no es crear obligaciones sino extinguirlas (art. 1568). La
compraventa, la sociedad, el arrendamiento, el préstamo si que son contratos, porque el
acuerdo de voluntades que ellos entrañan va dirigido a crear derechos.
El CC en los arts. 1437 y 1438 hace sinónimos los términos convención y contrato. Lo que
sucede es que hay un error técnico del legislador que tiene cierta relación con la realidad,
porque la mayor parte de las convenciones que se celebran son contratos, pero, jurídicamente
contrato y convención no es lo mismo, así lo ha resuelto la Corte Suprema (Ver Gaceta de los
Tribunales, 1934, segundo semestre, N.16, p.62).
190
Todo contrato es un acto bilateral, porque para formarse necesita del acuerdo de
voluntades de dos partes. Pero los contratos, a su vez, pueden ser uni o bilaterales. El
contrato es unilateral cuando una de las partes se obliga para con otra que no contrae
obligación alguna; y el contrato es bilateral cuando las partes contratantes se obligan
recíprocamente (art. 1439).
Importancia de la clasificación:
1.- Tiene importancia en la formación misma del acto, recordar que en los actos jurídicos
bilaterales se requiere la concurrencia de dos o más voluntades, lo que da lugar a la formación
del consentimiento, oferta y aceptación.
2.- En cuanto a las normas de interpretación del respectivo acto jurídico. El legislador da
distintas normas para la interpretación de los actos jurídicos uni y bilaterales, y es obvio que así
sea, porque para interpretar hay que buscar la intención común.
La regla básica en materia de interpretación de los actos jurídicos bilaterales está en los
arts. 1560 y siguientes; luego, la interpretación en los actos jurídicos bilaterales tiende a ser más
objetiva, en tanto que en los actos jurídicos unilaterales se presenta con un carácter subjetivo.
3.- En relación con el estatuto jurídico que va a regir a uno u otro acto, se establece por
la ley un estatuto jurídico general para los actos jurídicos bilaterales, establecido en los arts.
1438 y sgtes. del CC.
Estas normas que se dan a propósito de los contratos no son enteramente aplicables a
los actos jurídicos unilaterales, incluso hay algunos que tienen un estatuto jurídico propio
(testamento). Así por ejemplo, en materia de manifestación de voluntad el legislador es mucho
más exigente cuando se trata de un acto jurídico unilateral.
Actos mortis causa son aquellos en que la muerte del sujeto que los otorga es supuesto
necesario para que ellos produzcan efecto, Ej el testamento, también el mandato destinado a
ejecutarse después de la muerte del mandante art. 2169.
Actos entre vivos son aquellos que para producir sus efectos que le son propios no
requieren naturalmente la muerte del autor o de una de las partes. En algunos casos las partes
pueden alterar sus efectos en el sentido de que estos se subordinen a la muerte de una de las
partes, pues, en esta hipótesis, la muerte no es de la esencia del acto, sino un elemento
accidental del mismo.
Por ejemplo, en un contrato de arrendamiento se conviene que junto con la muerte de
uno de los contratantes se extingue para siempre el contrato. No obstante la muerte de uno de
los contratantes el acto sigue siendo entre vivos. Acto mortis causa típico es el testamento (art.
999).
191
Diferencias:
1.- Los actos jurídicos de familia están regidos por normas que consagran derechos
irrenunciables. Así, el marido no puede renunciar al derecho de administrar los bienes de la
sociedad conyugal, al derecho y obligación de alimentar sus hijos. Más que al interés privado
este acto mira al interés de la familia y de la sociedad.
Los actos jurídicos patrimoniales sólo miran al interés privado y sus derechos son
esencialmente renunciables (art.12, CC).
3.- En cuanto a los fines que se persigue, en los actos de familia está comprometido no
sólo el interés de quienes realizan el acto, sino que también el interés de la sociedad, porque se
entiende que en ellos está en juego el interés general. Ello porque los actos de familia dicen
relación con la constitución de la familia, y esto es algo que interesa a toda la colectividad,
porque se estima que mientras mejor esté constituida la familia, menos problemas tendrá la
sociedad.
En cambio, en los actos patrimoniales se señala que sólo está en juego el interés de
quienes concurren a su celebración.
192
Esta es una subclasificación de los actos jurídicos patrimoniales, que atiende a la ventaja
o beneficio que reporta para las partes.
El contrato es gratuito o de beneficencia cuando sólo tiene por objeto la utilidad de una
de las partes, sufriendo la otra el gravamen. (Hay utilidad por una parte y empobrecimiento por
otro).
Es oneroso, cuando tiene por objeto la utilidad de ambos contratantes, gravándose
cada uno a beneficio del otro (art. 1440, CC).
Negocio oneroso típico es la compraventa en que una parte recibe el precio y el otro la
cosa. Ambos se gravan porque uno se desprende del precio y el otro de la cosa. Negocio
gratuito típico es la donación donde se grava solo el donante y se beneficia el donatario.
Según la teoría subjetiva el acto es a título gratuito cuando el propósito de una de las
partes sea beneficiar a la otra, aunque en definitiva tal beneficio no se produzca. Para la teoría
objetiva (Planiol) el acto jurídico será a título gratuito cuando el beneficio realmente se
produzca, de lo contrario el negocio no será gratuito.
La donación con gravamen, para la teoría subjetiva en que sólo cuenta la intención,
constituirá un acto jurídico a título gratuito. Según el art.1405 el acto jurídico será gratuito en lo
que salda descontado el gravamen. (La donación con gravamen es la que alguien otorga a otra
persona con la condición de que realice una acción determinada).
Parece ser que nuestro CC sigue la concepción objetiva según se desprende de sus arts.
1398 y 1405.
1).- El error in persona sólo tiene cabida en los negocios a título gratuito, siendo
indiferente en los negocios a título oneroso. (El error en la persona por regla general no vicia el
consentimiento, salvo que sea un acto jurídico intuito persona).
2).- La ley es más exigente para celebrar un negocio a título gratuito. Tratándose de la
donación la ley exige un trámite que la preceda, llamado insinuación, que consiste en una
autorización previa al acto, otorgada por juez competente. (Insinuación de donación: justificar la
donación).
Ejemplos:
- Contrato gratuito: donación
- Contrato oneroso conmutativo: compraventa.
- Contrato oneroso aleatorio: compraventa de cosa futura. Al respecto el art.1813
expresa que la venta de cosas que no existen, pero se espera que existan, se entenderá hecha
bajo la condición de existir, salvo que se exprese lo contrario, o que por la naturaleza del
contrato aparezca que se compró la suerte.
El contrato de compraventa es típicamente oneroso conmutativo, pero también puede
ser oneroso aleatorio (art.1813) al tratarse de venta de cosas futuras, es decir, venta de cosas
que se espera que existan, por ejemplo: la venta de todos los frutos que produzca un predio por
el precio de $100.000. Al contratar no hay frutos, pero si no hay producción o hay una gran
producción, el precio será el mismo y deberá pagarse.
El contrato es principal cuando subsiste por sí mismo sin necesidad de otra convención,
y accesorio, cuando tiene por objeto asegurar el cumplimiento de una obligación principal, de
manera que no pueda subsistir sin ella. (art.1442).
Esta clasificación atiende a si el acto puede o no subsistir por sí mismo, sin necesidad de
otra convención. (Es un contrato sólo, no dice relación con otra fuente de obligación).
El acto principal subsiste por sí mismo; el accesorio, en cambio, asegura una obligación
principal, de manera que no pueda subsistir sin ella. (Garantizan cualquier tipo de obligación,
derivada de cualquier fuente, incluso puede ser extracontractual o legal).
Refiriéndose al acto jurídico accesorio el CC emplea el término subsistir, y no existir, ya
que éste puede existir plenamente antes del acto jurídico que contenga la obligación principal.
Así, se puede constituir hipoteca (accesorio) para garantizar una obligación futura (principal).
Por ejemplo la garantía general hipotecaria (accesorio) existe antes de contraer una
obligación con el banco (principal), pero para subsistir requiere de la obligación principal a la
cual acceda.
194
Los actos jurídicos accesorios fundamentales son las cauciones. Caución significa
generalmente cualquiera obligación que se contrae para la seguridad de otra obligación propia
o ajena. Son especies de caución la fianza, la hipoteca y la prenda. (art. 46).
La clasificación de los actos en principales y accesorios sólo tiene importancia para
determinar la extinción de unos y otros, de acuerdo con el aforismo que dice que lo accesorio
sigue la suerte de lo principal.
De ahí que el art.2516 exprese: La acción hipotecaria y las demás que proceden de una
obligación accesoria, prescriben junto a la obligación a que acceden.
Llámense actos jurídicos dependientes a los que para existir o para producir efectos
están subordinados a la existencia de otro u otros (que no son principales, aunque deben
ser ciertos y determinados), pero no para asegurar el cumplimiento de estos últimos.
Ejemplo: las capitulaciones matrimoniales. Se conocen con el nombre de capitulaciones
matrimoniales las convenciones de carácter patrimonial que celebren los esposos antes de
contraer matrimonio o en el acto de su celebración. (Estas van a tener efecto en el evento de
que exista o no matrimonio).
En las capitulaciones matrimoniales que se celebren en el acto del matrimonio, sólo
podrá pactarse separación parcial de bienes. (art.1715,CC).
Según el art.1716, Las capitulaciones matrimoniales, se otorgarán por escritura pública, y
sólo valdrán entre las partes y respecto de terceros desde el día de la celebración del
matrimonio. Estas capitulaciones van a producir sus efectos cuando se celebre el otro acto
jurídico del que depende.
Del mismo modo la jurisprudencia ha declarado que si no produce efecto la
compraventa de un establecimiento de comercio, tampoco puede producirlo aisladamente la
cesión de arrendamiento y de la promesa de venta del local en que aquél funciona (pactado en
una cláusula de la compraventa), pues debe reputársele subordinada a la existencia de la de la
compraventa. (Corte de Valparaíso; R., t.7, sección primera, pág. 222- considerandos 13 y 14,
pág. 229).
Ejemplo: el contrato de compraventa, por regla general es consensual. Desde que hay
acuerdo en precio y cosa, el acto se perfecciona con la sola manifestación de voluntad.
No obstante lo anterior, en ciertos casos la manifestación de voluntad debe hacerse con
ciertas formalidades exigidas en atención a la naturaleza del acto que se celebra, como en el
contrato de compraventa de bienes raíces, donde la solemnidad exigida por la ley es la escritura
pública.
Al establecer el art.1443 que el contrato es real cuando para que sea perfecto, es
necesaria la entrega de la cosa a que refiere (comodato, mutuo y depósito), es solemne, cuando
está sujeto a la observancia de ciertas formalidades especiales, de manera que sin ellas no
produce ningún efecto civil; y es consensual, cuando se perfecciona por el solo consentimiento
(compraventa de cosas muebles, arrendamiento, mandato); está haciendo una clasificación
atendiendo a la forma como se perfeccionan los contratos.
Esta clasificación se generaliza en los actos jurídicos, con la sola excepción de los
contratos unilaterales reales, ya que esta figura no se presenta como acto jurídico. El art.1443
se refiere a las solemnidades especiales, ya que la ley señala expresamente para cada caso.
Ejemplos:
1.- Los actos solemnes se prueban por sí mismos : La solemnidad del acto facilita la
prueba, en términos que si no se ha cumplido con la solemnidad exigida por la ley, no habrá
forma de probar el acto, por ejemplo: la compraventa de un bien raíz puede probarse por su
solemnidad, la escritura pública.
Al respecto, el art.1701 inc.1 expresa que la falta de instrumento público no puede
suplirse por otra prueba en los actos y contratos en que la ley requiere esa solemnidad; y se
mirarán como no ejecutados o celebrados aún cuando en ellos se prometa reducirlos a
instrumento público dentro de cierto plazo, bajo una cláusula penal: esta cláusula no tendrá
efecto alguno.
196
3.- Para algunos, la exigencia de la solemnidad, da más tiempo a los celebrantes del
negocio para que reflexionen acerca del mismo.
Omisión de solemnidades
El art.1443 prescribe que el acto que adolece de solemnidades no produce ningún efecto
civil.
Según el art.1681 es nulo todo acto o contrato a que falta alguno de los requisitos que la
ley prescribe para el valor del mismo acto o contrato, según su especie y la calidad o estado de
las partes.
La nulidad puede ser absoluta o relativa.
Asimismo, el art.1682 establece que la omisión de algún requisito o formalidad que las
leyes prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en consideración a la naturaleza de
ellos, y no a la calidad o estado de las personas que los ejecutan o acuerdan, son nulidades
absolutas. ya que al faltar la solemnidad, falta la voluntad. Como ejemplo de esto se puede citar
el art.1801.
Claro Solar sostiene que la omisión de la formalidad produce la inexistencia del acto, lo
que no es otra cosa que la carencia de efectos civiles (art.1443), que no es lo mismo que la
nulidad absoluta.
Son requisitos que la ley, velando por los intereses de los incapaces, exige para la validez
o eficacia de ciertos actos que los afectan y que tienden a integrar la voluntad de aquéllos o el
poder de sus representantes legales y, consecuentemente, a remover la incapacidad o falta de
poder.
Ejemplos:
Autorización: es el permiso que da el representante legal de un incapaz o la
autorización para que éste celebre un acto jurídico por si mismo, por ejemplo, la autorización
judicial respecto de los incapaces, como el art.255 con respecto a los menores, el art.1754 con
respecto de la mujer, y el art.393 con respecto de los tutores en relación con los pupilos.
Pública subasta, arts.393 y 394. La asistencia, que es la concurrencia del
representante legal al acto que el incapaz celebra, colocándose jurídicamente al lado de éste,
por ejemplo el art.413 inc.1 segunda parte.
La homologación es la aprobación por la autoridad judicial de un acto ya celebrado,
previo control de su legitimidad, por ejemplo el art.1342.
Son aquellas solemnidades que tienen por objeto la divulgación de la celebración del
acto jurídico, es decir, con el fin que sea oponible a terceros. No solamente se divulga la
celebración de actos jurídicos propiamente tales, sino que la concurrencia de hechos que
modifican la capacidad o estado de la persona. Como ejemplo se pueden ver los arts. 447 y 461
del CC, relativos a la interdicción del pródigo y del demente, y el N.4 del art.4 y el art.8 de la ley
4808 sobre registro civil, respecto de sucesos que influyen en el estado civil de las personas.
(Pescio, Victorio; Manual de Derecho Civil, tomo II, pág. 180 y sgtes.).
El ejemplo clásico es el que se ofrece a propósito de la cesión de un crédito personal en
que se produce nítidamente la sucesión de dos etapas:
a).- Mientras no se haga la entrega del título, la cesión no produce efectos ni siquiera
entre el cedente y el cesionario (art.1901);
b).- Verificada esa entrega, la cesión no produce efecto respecto del deudor ni de
terceros mientras aquél no ha sido notificado de la cesión o la haya aceptado (art.1902).
Las modalidades (elementos accidentales) son ciertas cláusulas particulares que pueden
insertarse en los actos jurídicos para modificar sus efectos, sea desde el punto de vista de la
existencia, ejercicio o extinción de los derechos que de ellos resultan.
Acto jurídico puro y simple : (regla general de los actos jurídicos.), es aquel que da
inmediatamente nacimiento a un derecho, cuyo ejercicio puede ser inmediato y su duración
indefinida. No se encuentra sujeto a modalidades.
Acto sujeto a modalidades: son los que sus efectos están subordinados al
cumplimiento de ciertas cláusulas restrictivas particulares, introducidas por las partes:
condición, plazo y modo (algunos señalan a la representación como modalidad art.1448).
Actos jurídicos típicos o nominados son los que están regulados y estructurados
por la ley; por ejemplo, el matrimonio, la adopción, testamento, compraventa, hipoteca, etc.
Innominados o atípicos, son los actos jurídicos que no están configurados por la ley.
Surgen como creación de los particulares en virtud del principio de la autonomía de la voluntad
y de la libertad de las convenciones o libertad contractual. Tienen pleno valor, siempre que se
ajusten en general a las reglas de los actos y declaraciones de voluntad conocidas: requisitos de
existencia y de validez. Ejemplo de esto son los contratos de suministro, abastecimiento,
consignación, contrato de estacionamiento, etc.
Actos constitutivos: son aquellos que crean una situación jurídica o un derecho
nuevo que antes no existía, así un contrato es constitutivo porque hace nacer en las partes
derechos que antes no tenían y crea las calidades de deudor y acreedor.
Actos declarativos: son los que no hacen nacer un nuevo derecho, ni tampoco crean
una nueva situación jurídica, sino que se limitan a reconocer derechos y situaciones jurídicas
preexistentes. El acto declarativo se limita a reconocer un derecho que la persona ya tenía con
anterioridad, ejemplo: adjudicación en la partición de bienes. Este es un típico acto declarativo,
ej. tres personas son herederas de un heredero común, son comuneras mientras no se efectúe
la partición, momento en el cual se le asignan bienes, por ej. en este caso le corresponde el
200
33,3% a cada una, así puede ser que a una persona se le asigna una parcela en base a ese 33%,
ello no quiere decir que a partir de ese momento sea dueña de dicha parcela, sino que por ese
acto de adjudicación se le reconoce su dominio desde que nace la comunidad, desde que muere
el causante, desde ahí se reconoce que es dueña, aunque la partición se haya realizado con
posterioridad, por tanto opera con efecto retroactivo.
Actos traslaticios: son los que transfieren de un titular a otro un derecho que ya
tenía existencia, ejemplo: tradición.
Toda manifestación de voluntad tiene una causa motivo o razón. Existe una relación
entre la voluntad y la causa. Art.1467.
La causa es el motivo que induce al acto o contrato.
Acto jurídico causado: es la regla general, art.1445, el acto jurídico requiere de causa
y las partes no pueden crear documentos abstractos, sólo la ley.
Acto propiamente tal: las partes crean derechos, juega normalmente el principio de
la autonomía de la voluntad, las partes fijan los derechos y obligaciones mientras no se
contravenga la ley, buenas costumbres y orden público.
201
Estos requisitos no son regulados en la ley (CC), por lo que constituyen una elaboración
doctrinaria.
Requisitos de la voluntad:
La voluntad expresa o tácita tiene igual valor jurídico, según lo establece el Código de
Comercio en su art.103:
La aceptación tácita produce los mismos efectos y está sujeta a las mismas reglas que
la expresa.
Excepcionalmente, la ejecución de hechos que supongan voluntad tácita es inoperante
cuando la ley exige una manifestación expresa de voluntad o declaración categórica, como en
materia de solidaridad (art.1511 inc.3 parte final), en la novación por cambio de deudor
(art.1635 primera parte), en la facultad para subarrendar (art.1946), también se da en la
condonación (art.1465).
La novación es la sustitución de una obligación nueva a otra anterior, la cual queda por
tanto extinguida (art.1628).
La substitución de un nuevo deudor a otro no produce novación, si el acreedor no
expresa su voluntad de dar por libre al primitivo deudor... (art.1635).
Un sector de la doctrina dice que fuera de estos dos casos de manifestación de voluntad
(expresa y tácita), existiría el de la voluntad presunta , que sería aquella que se deduce o
presume de determinados hechos, esto es, que una conducta de un sujeto es considerada por la
ley como una manifestación de voluntad.
Ejemplo: art.1654, en este caso, de la conducta de entregar el título o la destrucción o
cancelación del mismo, se deduciría una aceptación presunta de remitir la deuda. La misma
situación se da en el art.1244.
No obstante estos dos casos, la opinión generalizada es que los hechos constitutivos de
la voluntad tienen que manifestarse en forma inequívoca, en una forma que no deje duda sobre
el verdadero querer de la persona.
Así la jurisprudencia ha resuelto que si el consentimiento puede ser tácito o implícito, no
puede ser presunto o supuesto, porque lo que se exige es la voluntad positiva de obligarse, lo
cual no coincide con una voluntad presunta.
2).- Hay casos excepcionales en el derecho en que le da validez, esto es, cuando la ley
reconoce eficacia jurídica al silencio como manifestación de voluntad. Se cita como ejemplo al
art.2125 que expresa que las personas que por su profesión u oficio se encargan de negocios
ajenos, están obligadas a declarar lo más pronto posible si aceptan o no el encargo que una
persona ausente les hace; y transcurrido un término razonable, su silencio se mirará como
aceptación. También se cita como ejemplo al caso de la tácita reconducción del art.1956 inc.3,
que dice: Con todo, si la cosa fuere raíz y el arrendatario con el beneplácito del arrendador
hubiere pagado la renta de cualquier espacio de tiempo subsiguiente a la terminación, o si
ambas partes hubieren manifestado por cualquier otro hecho igualmente inequívoco su
intención de perseverar en el arriendo, se entenderá renovado el contrato bajo las mismas
condiciones que antes...
En opinión de Alessandri en el caso del art.1956 no hay silencio como manifestación de
voluntad, porque el silencio supone necesariamente la ausencia total y absoluta de
manifestación del otro sujeto.
Tiene que haber una pasividad total del sujeto, de manera que no sea posible saber el
pensamiento de ese sujeto. Sin embargo, en este caso hay una voluntad tácita que se
desprende de la aceptación del pago de la renta por el arrendador después de terminado el
contrato de arrendamiento.
Sostienen algunos autores que la voluntad es seria cuando se emite por persona capaz y
con el propósito de crear un vínculo jurídico (art.1445 N.2).
Se dice que no es seria y no hay voluntad en los actos de los absolutamente incapaces,
del mismo modo que el acuerdo de voluntades en que se conviene ir a un paseo. Se señala, por
algunos autores, que tampoco hay voluntad en el caso del error esencial (el error esencial
puede ser en cuanto al negocio y en cuanto a la cosa, por ej. las partes pueden querer celebrar
un contrato de donación y están realizando un contrato de compraventa, en este caso no hay
voluntad).
Se deben distinguir los requisitos internos y externos de la voluntad. Los primeros están
constituidos por la decisión de realizar un acto jurídico, por la conciencia de los elementos del
acto jurídico y por la intención de realizar dicho acto.
Los requisitos externos consisten en la exteriorización y proyección de esta voluntad
desde el fuero interno hacia el exterior.
Puede suceder que la voluntad interna o real esté en desacuerdo con la voluntad
declarada, para determinar cuál prevalece se han formulado varias teorías:
a).- Teoría de la voluntad real o subjetiva : fue desarrollada por Savigny. La voluntad
interna es el principal elemento del acto jurídico; la declaración no es más que el medio de
revelar o exteriorizar aquélla. Según esta teoría prevalece la voluntad interna, lo que el derecho
protege y lo que da nacimiento al acto jurídico es el verdadero querer de la persona.
Crítica: no lleva a una seguridad en las relaciones jurídicas, la buena fe desaparecería.
Para esto se enunció la teoría de la culpa “in contrahendo” (Ihering), según la cual, los
contratantes deben poner diligencia no sólo en el cumplimiento de las relaciones jurídicas ya
formadas, sino también en las relaciones en gestación y a las previas conducentes a la
realización del acto jurídico.
Es por lo anterior que nuestro CC sigue la teoría de la voluntad real, interna o subjetiva,
así se desprende del art. 1560, según el cual:
Conocida claramente la intención de los contratantes, debe estarse a ella más que a lo
literal de las palabras.
Además, el art.1069 en su inc.2 dice que para conocer la voluntad del testador se estará
más a la substancia de las disposiciones que a las palabras de que se haya servido.
Este principio se manifiesta también en las normas sobre vicios del consentimiento y en
la teoría de la causa, puesto que ésta última atiende a los motivos de las partes.
Sin embargo, el principio de prevalencia de la voluntad interna se encuentra moderado
en ciertas disposiciones del CC, especialmente con el objeto de evitar perjuicios a terceros. Esta
es la idea contenida en el art.1707, en virtud de esta disposición, los terceros sólo se atienen a
la voluntad declarada (escritura pública), aunque la voluntad real sea diferente (escritura
privada).
La teoría de los actos jurídicos descansa sobre dos pilares, la libertad y la voluntad, la
primera dice relación con que el hombre es libre para vincularse con otros, y segundo, si decide
obligarse lo va a hacer por su propia voluntad.
Descansa sobre la idea de la voluntad de las personas, una vez declarada y siempre que
no esté afecta por vicio alguno, puede crear derechos y obligaciones, salvo en circunstancias
muy excepcionales previstas por el legislador.
Es decir, la voluntad humana crea derechos y obligaciones, y sobre éste principio se
estructura el derecho privado en la casi totalidad de los países del mundo occidental.
El legislador chileno consagra este principio en diversas disposiciones del CC, pero los
que tienen mayor relevancia son los arts.12, 1545 y 1560.
Sin embargo, existe otro aspecto que dice relación con el fondo de los actos jurídicos y
que se traduce en la más amplia autonomía para estipular lo que ellos convengan o deseen en
cuanto a los derechos y obligaciones que nacen del acto jurídico y que recíprocamente se
imponen unos a otros.
No obstante haberse establecido limitaciones, el principio sigue siendo el de la
autonomía de la voluntad, teniendo plena vigencia el principio de que en derecho privado
puede hacerse todo lo que la ley no prohíba.
La autonomía de la voluntad también se extiende a la forma de los actos jurídicos, en el
sentido de que la voluntad de las partes puede expresarse en la manera que ella lo estimen
conveniente, sin perjuicio de aquellos casos en que el legislador exige el cumplimiento de
solemnidades para determinados actos jurídicos.
206
Clasificación de la oferta:
B).- La aceptación: Es el acto jurídico unilateral por el cual la persona a quien va dirigida
la oferta se adhiere a ella o manifiesta su conformidad, tomando el nombre de aceptante.
La aceptación puede ser expresa o tácita.
Puede ocurrir que la oferta comprenda varias cosas y el aceptante sólo se pronuncie
respecto de una de ellas. Para determinar los afectos hay que distinguir: Ej: le ofrezco a Julio
venderle una vaca, una oveja y un caballo y Julio dice que sí, sólo una vaca.
1.- Si la intención del proponente era formular una oferta divisible, se entiende que ha
hecho varias ofertas, formándose el consentimiento con respecto a aquellas que el destinatario
ha aceptado. (La oferta se puede realizar parcialmente, por ejemplo se realiza el contrato sólo
por la oveja).
2.- Si la intención del oferente era formular una oferta indivisible, la aceptación parcial
no es apta para formar el consentimiento y tendrá sólo el carácter de contraoferta.
a).- La aceptación debe ser pura y simple: tiene que conformarse a la oferta sin
introducirle modificaciones (arts. 101 y 102 del C de Comercio).
b).- La aceptación debe ser oportuna: es oportuna cuando se da dentro del plazo
legal o voluntario señalado por el oferente, en su caso.
Para determinar el plazo en que debe pronunciarse el destinatario, el C. De Comercio
distingue si la oferta ha sido verbal o escrita.
Si el solicitante ha señalado plazo dentro del cual debe aceptarse la oferta; o si, a falta de
éste, hay que estarse a lo expresado en la ley.
Si el solicitante ha señalado plazo, la aceptación será oportuna cuando se formule en el
término indicado por el solicitante.
En el caso de plazos señalados por la ley se debe distinguir si la propuesta es escrita o
verbal. Si la propuesta es verbal, se requiere que sea aceptada en el momento de ser conocida,
de lo contrario el oferente quedará libre de todo compromiso (art.97 C de C). (Esto en atención
a que es entiende que las partes están presentes).
Según los autores Claro Solar y Alessandri, el acto es perfecto desde el momento que se
da la respuesta o aceptación, no exigiéndose que ésta llegue a conocimiento del proponente,
según se desprende de los arts. 97, 98, 99, 101 y 104 del C de Comercio.
Vencidos los plazos, la propuesta se entenderá por no hecha, aun cuando hubiere sido
aceptada (art.98 C de C). El oferente queda liberado y la aceptación es extemporánea, no
210
c).- La aceptación debe ser tempestiva o mientras esté vigente la oferta : La oferta
pierde vigencia por retractación o por caducidad. El oferente puede retractarse en el tiempo
medio entre el envío de la propuesta y la aceptación (art.99 C de C).
El legislador chileno siguió la doctrina clásica, de acuerdo con la cual la oferta no liga al
oferente, salvo cuando éste se ha fijado un plazo de espera (arts. 99 y 100).
La doctrina moderna tiene un planteamiento distinto, ya que estima que la oferta liga al
oferente.
La legislación chilena confiere al oferente un derecho arbitrario para retractarse de su oferta
antes de que ella sea aceptada. Pero esta retractación tempestiva puede dar origen a
indemnizaciones si se ha causado perjuicios al destinatario, sin embargo, el solicitante puede
exonerarse de la obligación de indemnizar cumpliendo el contrato propuesto (art.100 C de
C).
Así, hay retractación cuando el proponente revoca la oferta o la deja sin efecto. Sin
embargo, la retractación no tiene lugar si al hacer la oferta se hubiere comprometido a esperar
contestación o a no disponer del objeto del contrato, sino después de desechada o de
transcurrido un determinado plazo (art.99 C de C).
El derecho de retractación no requiere expresión de causa, pero con todo, la ley ha
querido proteger al destinatario de la oferta. Esto es excepcional en el derecho, ya que la sola
declaración unilateral del oferente lo obliga. Se trata de una obligación extra y precontractual.
(Precontractual, antes del contrato, porque aún no ha nacido el contrato). (La mayoría dice que
regiría para estos efectos la responsabilidad extracontractual, que para algunos sería la general).
En doctrina se discute cuál es el fundamento de esta responsabilidad del oferente y se
han planteado distintas posiciones.
En nuestro país está fuera de discusión, porque en este caso se está frente a una
obligación impuesta por la ley, ha sido el legislador que por razones de equidad ha puesto una
obligación al oferente que se retracta. No obstante esta facultad del oferente, hay ciertos casos
en que la oferta obliga por sí sola, casos que son considerados como excepcionales.
211
TEORÍAS:
En Chile el C Com sigue la teoría de la aceptación, según se desprende de los arts. 99,
101 y 104.
El art.99 expresa: El proponente puede arrepentirse en el tiempo medio entre el envío
de la propuesta y la aceptación, salvo que al hacerla se hubiere comprometido a esperar
contestación o a no disponer del objeto del contrato, sino después de desechada o de
transcurrido un determinado plazo. El arrepentimiento no se presume.
213
a).- La formación del consentimiento pone fin al derecho del oferente para retractarse.
b).- Los requisitos de validez, especialmente la capacidad de las partes para contratar, se
aprecian al tiempo de la formación del consentimiento.
c).- Cuando hay cambio de legislación, al momento de la formación del consentimiento,
deciden si desean aplicarse al acto las leyes antiguas o las nuevas (art.22 LER).
d).- La formación del consentimiento fija el punto de partida de la prescripción o de la
caducidad de ciertas acciones.
Así, según el art.1896: la acción rescisoria por lesión enorme expira en cuatro años
contados desde la fecha del contrato. Lo mismo sucede con la acción resolutoria emanada del
pacto comisorio del art.1880, que señala:
El pacto comisorio prescribe en el plazo prefijado por las partes, si no pasare de cuatro
años, contados desde la fecha del contrato.
Transcurridos estos cuatro años, prescribe necesariamente, sea que se haya estipulado un
plazo más largo o ninguno.
Vicios de la voluntad
I.- EL ERROR
Nuestro CC, siguiendo a Pothier (1699-1772), padre espiritual del libro IV De las
obligaciones en general y de los contratos; distingue:
a) error esencial, obstáculo, impediente u obstativo.
b) error sustancial.
c) error sobre las cualidades accidentales de la cosa.
d) error sobre la persona.
1.- Error esencial, obstáculo o impidiente (art.1453) : Este error es de tal magnitud que,
más que viciar el consentimiento, impide que éste se forme.
Por eso se le llama impidiente, porque impide la formación del consentimiento. Art.
1453 “El error de hecho vicia el consentimiento cuando recae sobre la especie del acto o
contrato que se ejecuta o celebra, como si una de las partes entendiese empréstito y la otra
donación; o sobre la identidad de la cosa específica de que se trata, como si en el contrato de
venta el vendedor entendiese vender cierta cosa determinada, y el comprador entendiese
comprar otra”.
De la citada norma se desprenden dos supuestos errores:
a).- El error que recae sobre la especie del acto o contrato que se ejecuta o celebra, o
sea, la naturaleza o especie del acto o contrato que se ejecuta o acuerda (error in negotia). Las
partes se equivocan en cuanto al acto que ellas celebran, resultando que el acto celebrado es
distinto del que pensaban celebrar.
Más que decir que hubo un vicio, no hay consentimiento porque no hubo acuerdo.
b).- El error que recae sobre la identidad de la cosa específica de que se trata (error in
corpore). El consentimiento no ha podido formarse porque lo que una parte supone que es el
objeto del contrato en realidad no tenía ninguna relación con ese objeto.
Ejemplos de error esencial se da en materia de tradición, arts.676 y 677; en materia de
transacción el art.2457.
La doctrina agrega otro tipo de error esencial, y es el error de la causa que señala el
art.1467. La causa es el motivo que induce al acto o contrato, de tal manera que si hay error en
la causa no habría causa y, por lo mismo, no habría una manifestación de voluntad.
Se señala que fue un error ubicar al error esencial en el cc. entre los vicios del
consentimiento, dado que no hay consentimiento, por ende debió establecerse entre las
causales que suprimen la existencia o impiden que se forme la voluntad.
La sanción es discutida. Para algunos es nulidad absoluta y para otros la nulidad relativa.
a) Nulidad absoluta: para la jurisprudencia y la doctrina mayoritaria la sanción sería la
nulidad absoluta, y aún la inexistencia (Claro Solar). Se basan para esto, en que al manifestar la
voluntad las partes incurren en un error de tal magnitud que no pueden generar un acto
jurídico. Tratándose de los actos bilaterales, el error obstáculo impide el acuerdo de voluntades,
pues las partes no se entienden. Así, el error esencial, tendrá por sanción la nulidad absoluta,
217
porque falta un elemento esencial del acto: la voluntad o consentimiento; de ahí que en
doctrina este error sea denominado error obstáculo o impidiente.
Esta opinión se funda en el art. 1682, que dice que la falta de un requisito de existencia
es sancionado con la nulidad absoluta; y no hay duda que cuando hay error esencial no hay
voluntad. Además, el art.1445 señala en su N.2 que el consentimiento es un requisito de
existencia del acto jurídico, sin el cual no hay acto jurídico.
b) Nulidad relativa: Según otros autores la sanción para el error esencial sería la nulidad
relativa del acto, porque tal es la regla general en materia de vicios del consentimiento. En
efecto, el art.1453 dice que: El error de hecho vicia el consentimiento cuando recae sobre la
especie del acto contrato que se ejecuta o celebra..., o sobre la identidad de la cosa específica
de que se trata...
Fundamentan además su posición en la redacción del art.1454 que expresa que el error
de hecho vicia asimismo el consentimiento... y se refiere a casos de error sustancial que, de
acuerdo con el art.1682, está sancionado con la nulidad relativa. El empleo de la expresión
asimismo estaría manifestando que el error obstáculo del art.1453 vicia de la misma manera el
acto que el error substancial del art. 1454 que trae la nulidad relativa
Todavía, si se considera que la razón de la nulidad absoluta dice relación con el interés
público, tendremos que concluir que el error obstáculo cae, desde este punto de vista, dentro
de la nulidad relativa, porque su presencia perjudica solo el interés privado de los individuos. La
nulidad absoluta impide la ratificación o confirmación del acto, y qué inconveniente habría para
que, por ejemplo, si yo entiendo comprar un caballo y la otra parte entiende vender otro, haya
confirmación de la venta por encontrar también de mi agrado este caballo ?; ninguna
perturbación hay aquí del interés social, el orden público o las buenas costumbres.
Los partidarios de la nulidad absoluta alegan que la expresión “asimismo” significa
“también”, en el sentido de que también vicia el consentimiento.
propia que lo distingue de los demás. Pothier da un ejemplo clásico, y se refiere a la persona
que compra un candelabro de cobre plateado creyendo que se trata de plata pura. También hay
error substancial cuando se adquiere un caballo de carrera y el animal es de tiro. Pothier señala
que la substancia es la cualidad de la cosa que los contratantes han tenido principalmente en
vista.
De tal manera que si el error recae sobre otras calidades de la cosa, para que haya vicio
del consentimiento es necesario que la contraparte haya sabido que la consideración de esas
calidades no esenciales fue lo que llevó a la otra parte a ejecutar el acto o celebrar el contrato.
Esa calidad no esencial tiene que haber sido determinante para que la parte que la
invoca haya celebrado el acto o contrato, y ello tiene que haber sido sabido por la contraparte.
En resumen, el art.1454, respecto del error substancial, comprende la concepción
objetiva y subjetiva.
2.1.- Sanción al error substancial : como dice el art.1454, el error substancial vicia el
consentimiento o voluntad y, por regla general (art. 1682), la sanción será la nulidad relativa del
acto o contrato.
3.- Error sobre las calidades accidentales de la cosa sobre que versa el acto
o contrato:
Cualquier otro error que no pueda estar clasificado en ninguna de las categorías
anteriores, será accidental, pero se requiere además que este error accidental esté en
conocimiento de la otra parte.
Son aquellas calidades que ordinariamente son indiferentes para determinar la voluntad
o el consentimiento.
El inc.2 del art.1454 dice: El error acerca de otra cualquiera calidad de la cosa no vicia el
consentimiento de los que contratan, sino cuando esa calidad es el principal motivo de una de
ellas para contratar, y este motivo ha sido conocido de la otra parte.
Esta regla permite entender que el CC no ha abandonado la concepción subjetiva. Por
regla general, el error sobre las cualidades accidentales no vicia el consentimiento (color,
marca, año de fabricación, etc.). Ej. voy a una tienda de antigüedades y compro una silla del
Siglo XVIII, me llega a mi domicilio y me doy cuenta que no es el tapiz que yo quería, éste sería
un error accidental, puesto que yo no manifesté eso en mi compra, a pesar de que era mi
intención, sin embargo no es un error esencial, porque también se trata de una silla del Siglo
XVIII.
Pero, si una calidad accidental es el principal motivo que induce a una de las partes a
contratar, y ese motivo ha sido conocido de la otra parte; y luego, se produce error sobre esa
calidad, tal error vicia el consentimiento porque se trata de una cualidad accidental que ha sido
elevada a la categoría de esencial y ha sido conocida de la otra parte. Se trata de una calidad
determinante.
Sanción al error accidental: por regla general no vicia el consentimiento, sino cuando es
determinante para contratar. En este caso, su sanción será la nulidad relativa (art.1682).
220
El vicio no afecta a la existencia del acto, sino que afecta a la validez, porque en este caso
ha existido y se ha manifestado la voluntad, pero el fin que se perseguía con esa manifestación
no ha sido alcanzado.
Son las concepciones subjetivistas, es decir, aquellas que dan principal importancia a la
voluntad, las que determinan que el legislador le de importancia al error sobre las cualidades
accidentales.
Ello porque, en ciertos casos, son esas cualidades accidentales las que determinan la
manifestación de voluntad, es decir, lo que a él le interesan son esas cualidades y no otras; por
esa razón es que el CC establece que el error en la calidad accidental es vicio cuando esa calidad
determina la manifestación de voluntad y ello ha sido conocido por la contraparte. De esta
forma el legislador protege la voluntad de la persona y el motivo que lo llevó a manifestar su
voluntad.
Pero, si bien es cierto que nuestra legislación acepta en este punto a la teoría
subjetivista, no lo hace en forma absoluta y toma algunos resguardos en protección de terceros,
porque exige la expresión de esos motivos.
Debe tenerse presente que el conocimiento de la calidad de la cosa que ha motivado a
una de las partes es condición en los actos jurídicos bilaterales, porque el art.1454 se refiere a
éstos y no cabe la menor duda que este artículo está referido a los actos bilaterales: El error
acerca de otra cualquiera calidad de la cosa no vicia el consentimiento de los que contratan,
sino cuando esa calidad es el principal motivo de una de ellas para contratar, y este motivo ha
sido conocido de la otra parte.
a).- El error sobre la calidad accidental, recae sobre una calidad accesoria, no esencial.
b).- Para que vicie el consentimiento el error accidental debe ser conocido de la
contraparte, por lo que solo puede presentarse en los actos jurídicos bilaterales. El error
substancial -teóricamente- también tiene cabida en los actos jurídicos unilaterales.
Por regla general los actos jurídicos tienen como fin satisfacer necesidades que por regla
general son económicas, por ellos es que estos actos no se celebran en consideración la
persona del otro contratante, por lo anterior es que el error en cuanto a la persona no vicia por
regla general el consentimiento.
Lo anterior no se aplica a aquellos casos en los cuales la consideración a una
determinada persona, es el motivo de la manifestación de voluntad.
Esto sucede en los llamados actos jurídicos intuito personae.
El art.1455 señala: “El error acerca de la persona con quien se tiene intención de
contratar no vicia el consentimiento, salvo que la consideración de esta persona sea la causa
principal del contrato.
Pero en este caso la persona con quien erradamente se ha contratado, tendrá derecho a
ser indemnizada de los perjuicios en que de buena fe haya incurrido por la nulidad del
contrato”.
El error debe recaer sobre la identidad física de la persona y no sobre las cualidades
personales de ella (morales, intelectuales, patrimoniales, etc.).
221
No hay duda respecto del error en cuanto a la identidad física de la persona del otro
contratante, el problema se plantea respecto del error en las cualidades de una persona.
Hay que entender por cualidades de una persona aquellas notas o caracteres objetivos
de índole estable o permanente que configuran la personalidad, como por ejemplo, el
pertenecer a determinada familia, solidez patrimonial, tener ciertos títulos profesionales,
profesar determinada religión, etc.
La discusión se circunscribe a si el error se restringe a la identidad física de la persona, o
se hace extensivo a otras condiciones que configuran la identidad de las personas.
La doctrina mayoritaria establece que la identidad de una persona comprende no sólo la
física, sino también las condiciones o cualidades relevantes, en atención a que el error en esta
parte no se hace por la circunstancia de ser distinta la persona, sino porque el motivo que ha
inducido a la manifestación es la consideración de una cierta persona. (Este error también se
llama error respecto de las cualidades sociales).
Error en el nombre: dentro del error in persona, se encuentra el error en el nombre que
tiene lugar en los ACTOS JURÍDICOS unilaterales.
Así, el art.1057 previene que: un error en el nombre o calidad del asignatario no vicia la
disposición, si no hubiera duda acerca de la persona. Por ejemplo, si el testador instituye un
222
legado en favor del abogado A, y éste es un ingeniero, el legado será válido, lo mismo ocurrirá si
se incurre en una equivocación relativa al apellido materno, siempre que no haya duda acerca
de la persona favorecida con el legado. Ver acerca de los arts.1058 y 1065 a Pescio Victorio:
ob.cit, p 63. Otro ejemplo se ve en el art.676 en materia de tradición (acto jurídico. bilateral),
ver Pescio, V.; ob. cit., pp.62.
¿De quien debe provenir el error, de todas las partes o de una de ellas?
El error común
(Es todo lo contrario al resto de las clases de error, es para validar un acto jurídico, por
estar comprometido un interés social superior).
Hay situaciones en las cuales el error, en lugar de constituir una causal de invalidez del
acto jurídico, la va a dar, al contrario, validez a un acto jurídico que no sería valido, ese es el
denominado error común.
Su principio se encuentra en que, si en cierto medio existe la creencia de la regularidad
de una situación, que en realidad es falsa, ese error, compartido por todos, da validez a los
actos que de tal circunstancia se derivan.
Su invocación no tiene por objeto la nulidad del acto, sino que permite que el acto se
considere válido, a pesar de no estar ajustado a la ley.
Por regla general no se acepta sino en casos excepcionales, donde se aplica la máxima
error communis facit jus.
Tiene por fundamento el interés social, porque se estima que hay conveniencia de fiarse
de las apariencias compartidas por todos o por un grupo de personas.
II.- LA FUERZA
Otros autores opinan que si bien el acto ejecutado en estado de necesidad no adolece de
vicio del consentimiento, podría obtenerse la declaración de ineficacia o su modificación.
Lo anterior, porque si bien es cierto que en este caso hay un vacío en nuestra legislación,
ya que en ella no se da una solución concreta, no es menos cierto que reclamada la intervención
de un tribunal en forma legal y en materias de su competencia, éste no puede negarse a ejercer
su jurisdicción ni aun a pretexto de no haber ley que resuelva el conflicto cometido a su
225
decisión, ya que en éste caso, el juez va a tener que resolverlo conforme al espíritu general de la
legislación y a la equidad; y no hay duda que los principios de equidad pueden llevar a
determinar que un acto es ineficaz o que debe ser modificado. No es obstáculo para ello lo que
establece el art.1545, ya que ésta disposición razona sobre la base de un contrato que se ha
celebrado en circunstancias normales.
La otra opinión contrargumenta señalando que el art.1545 no distingue entre estados
normales y estados de necesidad y que, por lo tanto, no podría hacerse distinción alguna al
respecto.
Pero no cabe duda que los principios generales de equidad deben prevalecer en este
aspecto y llevar necesariamente a la invalidación de los contratos defectuosos celebrados en tal
situación.
1.- Debe ser grave: la fuerza debe presentar cierta intensidad, cierta gravedad.
Según el artículo 1456 del CC. La fuerza es grave cuando es capaz de producir una
impresión fuerte en una persona de sano juicio, tomando en cuenta su edad, sexo y condición,
aspectos que deberá considerar un juez.
Entonces, debe tratarse de una amenaza suficiente como para atemorizar a la parte que
va a negociar y obligarla a manifestar una voluntad.
En este sentido el CC aplica un criterio subjetivo, pues, si se requiere que la fuerza
produzca una impresión fuerte, esta gravedad se mide atendiendo a los caracteres que presenta
la víctima
Presunción simplemente legal de gravedad de la fuerza: el inc.1 en su segunda parte,
establece una presunción de gravedad de la fuerza, se mira como una fuerza de este género
todo acto que infunde a una persona un justo temor de verse expuesta ella, su consorte o
algunos de sus ascendientes o descendientes a un mal irreparable o grave. De esto se
desprende que la fuerza no sólo es grave cuando infunde temor a una persona de verse ella
misma expuesta a un mal, sino también su cónyuge, ascendientes y descendientes.
La enumeración hecha en la presunción del art.1456 no obsta para que haya otros casos
en que el mal recaiga sobre una persona distinta de las mencionadas, como por ejemplo sobre
la novia o un hijo adoptivo del contratante. Pero, en tal caso, quien alegue la fuerza deberá
probar que se produjo una impresión fuerte.
Si se está dentro de la presunción, tales actos se presumen grave (como presunción legal
admiten prueba en contrario), bastando con probar que se amenazó en forma verosímil al
contratante con exponerlo a un mal irreparable y grave.
Si la amenaza versa sobre personas no enumeradas en el art.1456, el contratante deberá
probar que le produjo una impresión fuerte, ya que tales actos no se presumen graves.
La gravedad de la fuerza debe existir al momento de la manifestación, lo que no significa
que el mal con que se amenaza tenga que producirse en el mismo momento, pues puede
tratarse de la amenaza de un mal futuro.
226
Temor reverencial:
La fuerza para que vicie el consentimiento debe ser grave, no considerándose grave el
temor reverencial.
Según el inc.2, el temor reverencial no basta para viciar el consentimiento. El temor
reverencial es el sólo temor de desagradar a la persona a quien se debe sumisión y respeto.
2.- Debe ser injusta o ilegítima: Debe ser una fuerza contraria a derecho.
Así la amenaza de ejercer una acción judicial en contra de una persona no será
constitutiva de fuerza. Para Claro Solar no hay fuerza cuando se ejerce debidamente un
derecho. La amenaza de denunciar un delito respecto a otra persona puede constituir abuso de
derecho, es decir, injusta o ilegítima fuerza.
Esta fuerza depende de cada caso particular. Hay ciertos casos en que el derecho acepta
la utilización de la fuerza, pero por el hecho de ser reconocido por la ley pasan a ser legítimos,
como por ejemplo el art.1456 inc.2 que señala que el temor reverencial no es constitutivo de
fuerza, no obstante serlo, ya que éste entraba la libre manifestación voluntad.
3.- Debe ser determinante: La fuerza debe haberse ejercido con el objeto de obtener la
manifestación de voluntad, en términos tales, que de no mediar aquélla, no se habría
manifestado la voluntad. Según lo establece el art. 1457 en función de los actos jurídicos
bilaterales.
Para que la fuerza vicie el consentimiento no es necesario que la ejerza aquel que es
beneficiado por ella; basta que se haya empleado la fuerza por cualquiera persona con el objeto
de obtener el consentimiento.
Por ende, la fuerza puede provenir de una de las partes o de un tercero, así lo establece
el artículo 1457.
Hay autores que exigen además que la fuerza sea actual. Sin embargo se señala que esta
exigencia va implícita en el requisito de gravedad de la fuerza.
Que la fuerza sea actual significa que la amenaza tiene que existir al momento de la
manifestación de voluntad, aun cuando el mal que ella envuelve haya de realizarse con
posterioridad.
Prueba de la fuerza: Corresponde probar la fuerza al que alega su existencia, sin
limitación de medios probatorios.
Sanción a la fuerza: el acto jurídico adolecerá de nulidad relativa como vicio del
consentimiento (arts.1681 y 1682).
En el caso del testamento (art.1007) la doctrina cree que la sanción será la nulidad
absoluta.
227
EL DOLO
a).- Dolo bueno y dolo malo: El primero consiste según Vial del Río en el
comportamiento lícito, realizado con astucia, malicia, halagos, jactancias, propaganda,
incitaciones e insistencias que se consideran permitidas en la vida de los negocios o, en general,
en las relaciones sociales o jurídicas; para el mismo, cualquier sujeto del mundo del derecho
está preparado y habituado.
El dolo malo, es un comportamiento ilícito, destinado a engañar a otra persona y que la
induce a una manifestación de voluntad que, sin el dolo, no habría realizado, o habría realizado
en condiciones menos onerosas.
2.- Dolo fraude: tiene lugar en la ejecución de los contratos, en que obra como
agravante de la responsabilidad del deudor, el cual se vale de procedimientos ilícitos para burlar
al acreedor en el cumplimiento de las obligaciones.
El art.1558 contempla el caso del dolo fraude, esto es, como agravante de la
responsabilidad civil del deudor.
b).- El dolo debe estar encaminado a causar un daño: Será elemento del dolo la sola
intención de causar perjuicios, o se requiere que los perjuicios sean provocados
efectivamente ?.
En el dolo vicio basta la sola intención, por lo que no se requiere la materialización del
perjuicio (ver jurisprudencia).
En cambio, en el dolo contractual y extracontractual, debe haberse causado un perjuicio
efectivo, no bastando la mera intención.
a).- Debe ser obra de una de las partes : artículo 1458 del CC. el dolo de terceros no
vicia el consentimiento. Tampoco hay vicio en el dolo incidental obra de una de las partes. La
sanción para el dolo que no constituye vicio será la prevista en el inc.2 del art.1458:
indemnización de perjuicios.
b).- Debe ser principal o determinante , es decir, cuando aparece claramente que sin
él no hubieran contratado, cuando es la causa determinante de la declaración de voluntad.
230
1.- El art.1458 inc.2 dice que: En los demás casos el dolo da lugar solamente a la
indemnización de perjuicios por lo que el contratante tendría contemplada además de la
nulidad relativa del acto, la indemnización de perjuicios (inc.1).
2.- Se argumenta además, que todo dolo es un delito civil, y según lo establece el
art.2314, el que ha cometido un delito que ha inferido daño a otro, es obligado a la
indemnización.
El art.1458 sólo se refiere al dolo obra de una de las partes. Según se desprende de
diversas disposiciones, el dolo vicia la voluntad cuando es principal o determinante, siendo
indiferente que las maniobras dolosas sean obra del que se beneficia con el acto o de un
tercero.
Tratándose de los actos jurídicos unilaterales, el único requisito para que el dolo vicie la
voluntad es que sea determinante.
Ejemplo:
a).- Artículo 968 N.4: Sobre indignidades para suceder.
b).- Artículo 1237: sobre repudiación de asignaciones. En este caso, como en los demás,
el dolo debe ser determinante, es decir, que aparezca claramente que sin él no se habría
repudiado.
c).- Artículo1782: sobre renuncia de los gananciales, Podrá la mujer renunciar (a los
gananciales). Podrá rescindirse la renuncia si se prueba que la mujer o sus herederos han sido
inducidos a ello por engaño, es decir, por dolo. Con la renuncia de los gananciales la mujer se
exonera de todas las obligaciones sociales.
Según el artículo 1459 el dolo no se presume sino en los casos especialmente previstos
por la ley.
La ley presume la buena fe de los contratantes y no la mala fe. Sólo en casos excepcionales la
ley presume la mala fe; por ejemplo en los arts.706 inc. final (“Pero el error en materia de
derecho constituye una presunción de mala fe, que no admite prueba en contrario”) y 968 N.5
en materia de indignidades para suceder, (“Art. 968. Son indignos de suceder al difunto como
herederos o legatarios: 5º El que dolosamente ha detenido u ocultado un testamento del
difunto, presumiéndose dolo por el mero hecho de la detención u ocultación”).
231
En los demás casos, el dolo debe probarse por quien lo alega. Al respecto, no hay límite
de los medios de prueba.
Esto es así porque el dolo tiene un carácter excepcional, por eso la parte que alega que
su voluntad se encuentra viciada por un dolo, va a tener que probar los elementos de éste y sus
caracteres, sobre ella recaerá la prueba sobre las maquinaciones fraudulentas, intención de
hacer daño y los perjuicios que le produjo, y si es un acto bilateral, deberá probar que es obra
de una de las partes, y además, que sin él no habría contratado. Esta regla del art.1450 está en
plena armonía con el art.707.
Para probar el dolo el afectado se puede valer de todo medio de prueba.
Así, el dolo sólo puede condonarse una vez cometido o conocido por la otra parte. Por
eso, el art. 1465 dispone que El pacto de no pedir más en razón de una cuenta aprobada, no
vale en cuanto al dolo contenido en ella, si no se ha condonado expresamente. La condonación
del dolo futuro no vale. (Se refiere casi específicamente al contrato de mandato).
232
LA LESIÓN
La lesión es definida como: el perjuicio que experimenta una persona cuando ejecuta
ciertos actos jurídicos, y que resulta de la desigualdad existente entre la ventaja obtenida y el
sacrificio hecho para obtenerla.
1.- Concepción subjetiva: Algunos autores consideran que la lesión se funda en una
presunción de vicio del consentimiento, porque, afirman, quien sufre lesión con el acto que
celebra o ejecuta es por presión de la circunstancias, circunstancias que de no mediar, habrían
determinado que el contratante que sufre el detrimento patrimonial no habría contratado, o lo
habría hecho en condiciones no tan desventajosas.
La desigualdad de las prestaciones recíprocas de las partes en un contrato oneroso
conmutativo proviene del apremio moral causado por la imperiosa necesidad de dinero. Dicho
apremio coarta la libertad de decisión de la parte que se obliga a dar más de lo que recibe, ha
sido víctima de error, fuerza o dolo.
Sostienen algunos autores que en la lesión el contratante resulta perjudicado por un
vicio que afecta su voluntad que no es distinto de otros vicios del consentimiento, o es porque
celebró el contrato sin darse cuenta (por error), o por temor o miedo (fuerza), o porque fue
engañado por maquinaciones o artificios de carácter dudoso (dolo).
CRITICA: Si la lesión no es más que una consecuencia del error, fuerza o dolo, no hay
razones entonces para considerar a la lesión como vicio del consentimiento, pues a la víctima le
bastará para anular el contrato probar el error, fuerza o dolo que determinaron la desigualdad
de las prestaciones.
Por otro lado, si la necesidad obliga a una de las partes a contratar en condiciones
desfavorables, no se pierde por ello la voluntad de contratar. No se coarta la libertad de decidir
que supone toda manifestación de voluntad válida. (Para probarlo habrá que examinar las
circunstancias subjetivas).
233
2.- Concepción objetiva: Otros sostienen que la lesión es un simple vicio objetivo, en
que sólo basta probar o acreditar el desequilibrio o la desproporción matemática de las
prestaciones haciendo abstracción de las causas que han motivado la manifestación de
voluntad, esto es, si ha habido o no vicio del consentimiento.
El CC. considera a la lesión como vicio objetivo, los autores se apoyan en las siguientes
razones:
a) La historia de la ley: el Proyecto de 1853, en su art.1629, enumera a la lesión entre los
vicios del consentimiento; su posterior supresión estaría demostrando la intención del legislador
de no considerarla entre estos vicios.
b) No es de aplicación general: ya que el CC señala los casos determinados en que se
admite:
1.- Compraventa (arts. 1889 y 1890), (Sanción: nulidad relativa).
2.- Permuta (art. 1900), (Sanción: nulidad relativa).
3.- Aceptación de una asignación hereditaria (art. 1234), (Sanción: nulidad relativa).
4.- Partición de bienes (art. 1348), (Sanción: nulidad relativa).
5.- Mutuo (art.2206 en relación con el art.8 de la ley 18010), (Dice relación con cobrar
intereses excesivos, más allá de los permitidos por la ley, en dichos casos se rebajan estos
intereses al límite legal. Intereses: fruto civil de los préstamos).
6.- La anticresis (art. 2443), y (cuando le entrego una propiedad a mi acreedor para que
se pague con los frutos, igual que el caso anterior).
7.- Cláusula penal (art. 1544). (Avaluación anticipada que las partes hacen respecto de
los eventuales perjuicios. La pena puede consistir en dar, hacer o no hacer).
234
Se concede por tanto un derecho opcional a la parte que ha obtenido para hacer
subsistir el acto declarado nulo, completando o devolviendo el justo precio.
La lesión en la compraventa procede solamente con respecto a los bienes inmuebles.
2.- Permuta de bienes raíces: artículo 1900 hace aplicable las reglas de la
compraventa a la permuta.
Se define a la permuta como un contrato en que las partes se obligan mutuamente a dar
una especie o cuerpo cierto por otro (art. 1897).
Si se conviene un interés de 8 por ciento, en tal caso, los intereses que excedan el
máximo convencional se reducirá al interés corriente que rija al momento de la convención. La
sanción será por tanto la reducción o limitación de la prestación excesiva a los límites legales.
6.- La anticresis:
La anticresis es un contrato por el que se entrega al acreedor una cosa raíz para que se
pague con sus frutos. art. 2435.
Por su parte, el art. 2443 señala que las partes podrán estipular que los frutos se
compensen con los intereses, en su totalidad, o hasta concurrencia de valores.
Los intereses que estipularen estarán sujetos en el caso de lesión enorme a la misma
reducción que en caso de mutuo.
La sanción es, como se aprecia, similar a la del mutuo.
Sanción a la lesión.
Para que una persona se obligue a otra por un acto o declaración de voluntad es
necesario que sea legalmente capaz.
El CC no consagra una teoría general de la capacidad. Así, las reglas contenidas en los
arts. 1445, 1446 y 1447 se refieren a la capacidad exigida para los actos jurídicos. En materia
contractual existen disposiciones especiales al igual que en lo relativo al matrimonio civil,
responsabilidad penal (art. 2319) y en materia testamentaria. (La regla general es que todas las
personas son capaces).
La capacidad se define como: “la aptitud legal de una persona para adquirir, gozar y
hacer valer por sí misma un derecho en la vida jurídica”.
De aquí se deduce que la capacidad es de dos clases: de goce, de disfrute o adquisitiva y
de ejercicio o poder.
A.- La capacidad de goce o adquisitiva : es la aptitud legal para adquirir, gozar, ser
titular o sujeto de un derecho y obligaciones.
El CC no la define. Todo individuo de la especie humana tiene capacidad de goce,
confundiéndose pues con la noción de personalidad. Es por esto que las incapacidades de goce
son excepcionales, en términos que no hay incapacidades de goce de carácter general.
Excepcionalmente la ley reconoce ciertas incapacidades de goce particulares y entre
éstas la doctrina menciona a la incapacidad para suceder a que se refieren los arts. 963 y 965.
Históricamente existió una incapacidad de carácter particular que afectaba a los eclesiásticos
(muerte civil) y que les impedía adquirir bienes. Esta situación duró hasta el año 1943.
B.- La capacidad de ejercicio: es la aptitud legal para hacer valer, poner en movimiento
o ejercitar por sí mismo un derecho en la vida jurídica.
El art.1445 termina diciendo que la capacidad legal de una persona consiste en la
poderse obligar por sí misma y sin el ministerio o autorización de otra.
La capacidad de ejercicio supone la capacidad de goce y por el contrario, la capacidad de
goce puede concebirse sin la capacidad de ejercicio, porque el titular de un derecho puede ser,
según los casos, capaz o incapaz para hacerlos valer por sí mismos.
La regla general es la capacidad, de ahí que el art. 1446 exprese: Toda persona es
legalmente capaz, excepto aquellas que la ley declara incapaces.
La incapacidad es por tanto la excepción.
Incapacidades de ejercicio.
Los Impúberes: Son impúberes, el varón que no ha cumplido catorce años y la mujer
que no ha cumplido los doce años (art.26).
Dentro de la clasificación del impúber la ley distingue al infante o niño, que es todo el
que no ha cumplido siete años, distinción que jurídicamente no reviste mayor importancia,
salvo lo dispuesto en el art.723, según el cual los dementes y los infantes son incapaces de
adquirir por su voluntad la posesión, sea por sí mismos o para otros (bienes muebles).
Además, en materia extracontractual y siguiendo la idea del Derecho Canónico, el
art.2319 prescribe: No son capaces de delito o cuasidelito los menores de siete anos ni los
dementes; pero serán responsables de los daños causados por ellos las personas a cuyo cargo
estén, si pudiere imputárseles negligencia.(inc.1).
Sordomudos que no pueden darse a entender por escrito: en este caso la causa de la
incapacidad radica en que dichas personas carecen de un medio para expresar su voluntad con
claridad
240
a) Menores adultos: según se desprende del art.26, son menores adultos la mujer
mayor de 12 y menor de 18 años y el varón mayor de 14 y menor de 18 años.
Los actos de los menores adultos tienen valor y producen efectos cuando han sido
ejecutados con la autorización de su representante legal o a través de éste, o bien, cuando se
refieren al peculio profesional o industrial o a actos de familia, dentro de los cuales los menores
adultos gozan de plena capacidad. No obstante lo anterior, el legislador ha puesto ciertas
restricciones para la enajenación de los bienes del menor adulto; así, el art.255 expresa que: No
se podrán enajenar ni hipotecar en caso alguno los bienes raíces del hijo, aun pertenecientes a
su peculio profesional, sin autorización del juez con conocimiento de causa.
conformidad al art.1682, produce nulidad relativa la omisión de los requisitos que la ley exige en
consideración al estado o calidad de las personas.
Otras sanciones diversas: así por ejemplo, no hay nulidad sino otra sanción en el caso
del art.114 del CC, que dice:
El que no habiendo cumplido 18 años se casare sin el consentimiento de un ascendiente,
estando obligado a obtenerlo, podrá ser desheredado, no sólo por aquél o por aquellos cuyo
consentimiento le fue necesario, sino que por todos los otros ascendientes. Si alguno de éstos
muriere sin hacer testamento, no tendrá el descendiente más que la mitad de la porción de
bienes que le hubiere correspondido en la sucesión del difunto.
Hay opiniones que no distinguen la naturaleza del precepto infringido para determinar la
sanción, la que no sería diferente a las contempladas para las incapacidades relativas.
Fundamentan su tesis en el inc. final del art.1682.
242
EL OBJETO
Todo acto jurídico produce efectos jurídicos, es decir, crea, modifica o extingue derechos
y obligaciones.
La obligación a su vez tiene un objeto, que consiste en la prestación que se debe dar,
hacer o no hacer.
Y la prestación tiene como objeto son las cosas que se trata de dar, hacer o no hacer.
De este modo el objeto no sería un elemento constitutivo del acto jurídico: según
algunos autores, se confundiría al objeto de la obligación con el objeto del acto o contrato. Pero
a decir verdad, nuestro código no confunde los objetos, sino que trata el objeto del acto o
contrato como un elemento del acto o contrato y lo identifica con el objeto de la prestación.
Atribuye el objeto de la obligación (técnicamente cierto) al acto o contrato. Dice toda
declaración de voluntad debe tener por objeto una o más cosas que se trata de dar, hacer o no
hacer. El mero uso de la cosa o su tenencia puede ser objeto de la declaración (art. 1460). Con la
expresión cosas se comprende tanto a cosas materiales como a hechos positivos (ejecución) y
negativos (abstención).
En resumen, nuestro código establece que el objeto del acto jurídico son las cosas que
se deben dar, hacer o no hacer, identifica el objeto del acto jurídico con el objeto de la
prestación.
2.1.- Requisitos que debe reunir el objeto que recae sobre cosas materiales.
(Obligación de dar).
El objeto que recae sobre cosa material debe a) ser real, b) comerciable y c)
determinado o determinable.
Así lo establece el art.1461 en sus incisos 1 y 2: No sólo las cosas que existen pueden ser
objeto de una declaración de voluntad, sino que las que se espera que existan; pero es
menester que las unas y las otras sean comerciables, y que estén determinadas, a lo menos, en
cuanto a su género. (Las obligaciones de cuerpo cierto son aquellas en que se debe un individuo
determinado de un género también determinado. Las obligaciones de género son aquellas en
que se debe uno o más individuos indeterminados de un género determinado).
La cantidad puede ser incierta con tal que el acto o contrato fije reglas o contenga datos
que sirvan para determinarla.
243
A).- Real, es decir, existir al celebrar el acto o contrato, o que se espera que exista. Si el
objeto no existe pero se espera que exista de deben distinguir dos situaciones:
Si la cosa existe pero perece antes de contratar, no hay obligación, porque carece de
objeto. La venta de una cosa que al tiempo de perfeccionarse el contrato se supone existente y
no existe, no produce efecto alguno. (art. 1814inc.1).
Si la cosa no existe pero se espera que exista o cosa futura, el acto o contrato puede
ser puro y simple y/o aleatorio o sujeto a condición.
La venta de cosas que no existen, pero se espera que existan, se entenderá hecha bajo la
condición de existir, salvo que se exprese lo contrario, o que por la naturaleza del contrato
aparezca que se compró la suerte. (art.1813). La regla general es que la venta de cosa que no
existe es que está hecho bajo condición de que exista.
Cuando se vende una cosa que no existe, pero se espera que exista (cosa futura), el
contrato es condicional, y se reputa celebrado bajo la condición suspensiva de que la cosa llegue
a existir. Pero si lo que se vende no es cosa futura sino la suerte, o la contingencia de que una
cosa llegue a existir, el contrato es puro y simple-aleatorio.
Según se desprende del art. 1813, en caso de dudas se entiende que la venta es de cosa
futura.
El principio general es que todas las cosas son comerciables, es decir, susceptibles de
dominio o posesión privada. Excepcionalmente no son comerciables algunas cosas en razón de
su naturaleza misma (como las comunes a todos los hombres: alta mar, aire art.585), las que
son absolutamente incomerciables; a virtud de su destinación (como los bienes nacionales de
uso público art.589) las que son relativamente incomerciables, pues su uso exclusivo puede
entregarse, en determinadas circunstancias, a ciertos particulares.
C).- Determinado: La cosa sobre que versa el acto o contrato debe ser determinada, a
lo menos, en cuanto a su género (art.1461 inc.1).
En derecho, las determinaciones pueden ser:
En especie, que es la máxima determinación de una cosa, ya que se la individualiza
con todas las particularidades que las distinguen de las demás.
En género: es la clase que tiene mayor extensión; se halla, pues, extensivamente
encima de la especie (Ferrater Mora, José). La determinación en género exige una doble
limitación:
El género debe limitarse cualitativamente. Si se admitiera la determinación en cuanto a
un género ilimitado cualitativamente, no podría decirse que hay una declaración seria de
voluntad. Así, si sólo se dice que se debe un animal, bien puede entregarse un elefante como
una mosca.
El género debe limitarse cuantitativamente, pero la cantidad puede ser incierta con tal
que el acto o contrato fije reglas o contenga datos que sirvan que sirvan para determinarla. (art.
1461 inc.2).
244
Según se desprende de este precepto, el objeto puede ser determinable, esto es,
susceptible de una determinación posterior. Así lo permite la ley al referirse a la cantidad.
En la obligación de género, el acreedor no puede pedir determinadamente ningún
individuo, y el deudor queda libre de ella, entregando cualquiera individuo del género, con tal
que sea de una calidad a lo menos mediana. (Art. 1509).
Si el objeto no está determinado en la forma exigida por la ley, falta un requisito de
existencia del acto o contrato: carece de objeto.
C).- Debe ser moralmente posible: Es moralmente imposible el prohibido por las leyes,
o contrario a las buenas costumbres o al orden público. El objeto moralmente imposible se
vincula al objeto ilícito del art. 1466.
Si el objeto es contrario a la ley es moralmente imposible, por tanto, no hay objeto, ya
que se trata del objeto como requisito de existencia (si se considera como requisito de validez el
acto adolecerá de objeto ilícito).
Las buenas costumbres son formas de vida, concepto esencialmente cambiante. Debe
ser dilucidado por el Juez.
245
Para que el acto jurídico sea válido, el objeto no sólo debe existir, sino que además debe
ser lícito, ya que según lo establece el art.1445 N.3, para que una persona se obligue a otra por
un acto o declaración de voluntad es necesario, que recaiga sobre un objeto lícito.
La noción de objeto lícito sólo se observa en el Proyecto Inédito, lo que explica la falta de
definición del mismo.
2.- Derecho a suceder por causa de muerte a una persona viva (art.1463, se le
llama también pactos sobre sucesión futura):
Regla General: El derecho de suceder por causa de muerte a una persona viva no puede
ser objeto de una donación o contrato, aun cuando intervenga el consentimiento de la misma
persona. (inc.1).
Con la expresión donación o contrato, el legislador ha querido significar que el derecho
de suceder a una persona viva no puede ser objeto de una convención, sea gratuito o a título
oneroso, ya que la donación también es un contrato. La prohibición comprende además a los
actos unilaterales (aceptación o repudiación) y a los actos bilaterales (contratos).
Los pactos de sucesión futura o contractual son convenciones que tienen por objeto el
derecho de suceder por causa de muerte, a título de heredero o legatario, a una persona viva,
sea ésta una de las partes o un tercero.
El objeto ilícito se encuentra en la sucesión de una persona viva, pero no en lo relativo a
la disposición de la sucesión de una persona fallecida, lo que es perfectamente lícito. (Cesión de
derechos hereditarios 1909 y sgts.)
Así, según lo prescriben los arts. 956 y 1226 no se puede repudiar o aceptar antes de
fallecer el causante.
El fundamento de la prohibición de los pactos sobre sucesión futura se encuentra en la
inmoralidad que encierran, porque se especula con la muerte de una persona y en la
peligrosidad, que envuelven, pues las partes, movidas por el interés, podrían precipitar o
favorecer la ocurrencia del hecho.
Además, tiene por objeto resguardar los dos modos por los cuales se puede regir la
disposición de los bienes del causante, por la Ley o bien por el testamento
En nuestro país no tiene cabida la sucesión contractual, así se desprende del art. 952. No
obstante, este sistema existe aún en algunos países, ejemplo: Alemania.
Excepción a la Regla General: Las convenciones entre la persona que debe una legítima
y el legitimario, relativa a la misma legítimas a mejoras, están sujetas a las reglas especiales
contenidas en el título ‘De las asignaciones forzosas’. (inc.2).
En toda asignación existen asignatarios forzosos, que en tal virtud no pueden ser
excluidos de la sucesión del causante.
Además, la ley hace una distribución de la herencia en una mitad legitimaria, una cuarta
de mejoras y una cuarta de libre disposición. El causante puede disponer de la cuarta de
mejoras a su entera voluntad para mejorar a sus hijos legítimos o naturales o a los
descendientes legítimos de éstos. No obstante ser asignación forzosa, el causante dispone de
ella, pero puede privarse de tal disposición si ha convenido a virtud de un pacto con alguno de
los asignatarios forzosos a no disponer de ella. (Pacto de no disponer o de no mejorar).
Este pacto consiste en que un legitimario comprometa al causante a no disponer de la
cuarta de mejoras. El objeto de este pacto es privar al testador de la facultad de efectuar
asignaciones en la cuarta de mejoras.
247
Porque el causante, al señalar las personas a quienes les favorece con dicha asignación
forzosa, pudo haber prescindido de aquel legitimario; en cambio, si el testador no dispone de la
cuarta de mejoras, ella se reparte entre todos los legitimarios que sean descendientes.
Este pacto viene entonces a asegurarle al legitimario que lo celebra una parte de la
cuarta de mejoras. Arts. 1184 y 1195 sobre cuartas de mejoras y arts. 1181 y 1182 sobre
legitimas.
Los juegos de azar son aquellos en que no interviene la destreza, la fuerza o el ingenio,
sino la casualidad. Según se desprende del art. 2259 no sólo se sanciona el juego de azar, sino
que también las apuestas.
La razón de la prohibición se encuentra en que como fuente de lucro, es contrario a las
buenas costumbres y al orden social, porque fomenta las pasiones e impele a los individuos a
confiar, no en el trabajo, sino en el acaso como medio de lograr bienes.
La ley acepta los juegos de azar cuando en ella interviene la destreza corporal o fuerza,
así lo señala el CC: Sin embargo de lo dispuesto en el art.2260, producirán acción los juegos de
fuerza o destreza corporal como el de armas, carreras a pie o a caballo, pelota, bolas, y otros
semejantes, con tal que en ellos no se contravenga a las leyes o a los reglamentos de policía.
En caso de contravención desechará el juez la demanda en el todo. (art.2263).
Hay juegos de azar que la ley permite a fin de atender con su producto fines de
beneficencia o de interés general:
Lotería de la Universidad de Concepción, Polla Chilena de Beneficencia, Polla Gol, etc.,
entendiendo que las normas que regulan estos juegos derogan tácitamente el art. 1466 (Véase
Eugenio Velasco L., El Objeto en la Jurisprudencia, págs. 138 y 139; Antonio Vodanovic, Derecho
de Obligaciones, Tomo I, pág. 61).
5.- Venta de libros cuya circulación es prohibida y otros objetos inmorales (art.1466):
La norma se extiende a láminas, pinturas y estatuas obscenas, y de impresos condenados
como abusivos de la ley de libertad de prensa.
248
En un sentido amplio: enajenación significa todo acto de disposición entre vivos por el
cual el titular transfiere su derecho a otra persona, o constituye sobre él un nuevo derecho a
favor de un tercero que viene a limitar o gravar el suyo ya existente (constitución de un derecho
real sobre la cosa, Ej hipoteca, prenda, usufructo uso, habitación, servidumbre).
En un sentido restringido: enajenación es el acto por el cual el titular transfiere su
derecho a otra persona. Es decir, la enajenación strictu sensu es el acto que hace salir de un
patrimonio un derecho para que pase a formar parte de otro patrimonio diverso. Transferencia
del Derecho Real de dominio.
En la acepción amplia, tanto se enajena cuando se transfiere el dominio como cuando se
hipoteca, prenda, constituye una servidumbre, un usufructo, uso o habitación; en el sentido
técnico y propio, sólo se enajena cuando se transfiere el derecho: en los demás casos sólo debe
hablarse de limitar o gravar el derecho.
Es importante esta tesis porque se logra el fin propio que es transferir el dominio de la
cosa una vez levantado el impedimento.
La situación referida solo se presenta en el contrato de compraventa, ya que a este
contrato en particular (título) se refiere el art. 1810.
Don Esteban Iturra sostenía que el art.1810, cuando establece que la enajenación no
esté prohibida por la ley, se está refiriendo a leyes especiales y no a leyes generales como es el
caso del art.1464; porque si el legislador hubiera querido que el art.1810 se hubiera referido a la
enajenación prohibida por leyes de carácter general, habría cambiado la redacción y habría
hablado de enajenación por la ley.
Donación de cosa embargada: la donación es plenamente válida, que sólo es título y no
enajenación.
La donación de lo dispuesto en el artículo 1464 es plenamente válida, porque es título,
no enajenación.
La permuta no es válida, porque se rige por las normas de la compraventa.
251
Existen casos en que las cosas pertenecen a varios dueños, entonces se habla de
comunidad. La comunidad es la relación o conjunto de relaciones en que aparecen como sujetos
varias personas, que pueden ejercer simultáneamente derechos de igual naturaleza jurídica
sobre una misma cosa o sobre un mismo conjunto de cosas.
La ley no favorece la comunidad, facilitando los medios para su terminación. (art.1713).
La adjudicación es el acto por el cual el derecho que cada comunero tenía en su totalidad
de la cosa o el conjunto de cosas se singulariza o determina en forma exclusiva con respecto a
un bien.
Cabe preguntarse si la adjudicación constituye enajenación.
La jurisprudencia responde negativamente: de diversas disposiciones (arts. 703 inc.4,
718, 1344 y 2417) aparece que la adjudicación no importa enajenación, pues es simplemente
declarativa de dominio y no traslaticia. Con la adjudicación (título declarativo con efecto
retroactivo) se declara un dominio preexistente. Por consiguiente, la adjudicación de alguno de
los bienes señalados en el art.1464 no adolece de objeto ilícito.
El título es el antecedente y el modo es un hecho que otorga la facultad de adquirir el
dominio. Ej. el título puede ser el contrato de compraventa de un inmueble y el modo la
tradición, esto es su inscripción en el Conservador de Bienes Raíces.
A).- De las cosas que no están en el comercio : es decir, de las cosas que no pueden
ser objeto de dominio o posesión privada (cosas comunes a todos los hombres y los bienes
nacionales de uso público).
Aquí se suscita un problema que se ha producido con el avance de la medicina y que es
la comercialidad de partes del cuerpo humano, recordar los transplantes de órganos.
252
Pero, a diferencia de Claro Solar, no los considera contradictorios, ya que en los términos
del art.1461 aparece la comerciabilidad como requisito de validez, esto es, como requisito de
cosas que existen o se espera que existan.
Así, si las cosas son incomerciables hacen que el objeto sea ilícito.
Si la comercialidad es requisito de existencia quiere decir que si la cosa es incomerciable
no hay objeto y por ende, inexistencia jurídica. Si por el contrario, sólo es un requisito de
validez, el objeto será ilícito y el acto nulo absolutamente.
El Nº 1 del artículo 1.464 se ha criticado por innecesario. En efecto, se dice que no existía
razón alguna para establecerlo, por cuanto el artículo 1.461 ya establece como requisito del objeto
cuando se trate de una cosa que sea comerciable.
B).- De los derechos y privilegios que no pueden transferirse a otra persona: Los
derechos personalísimos como los derechos de uso o habitación (art.819), el de alimentos
(art.334), el que nace del pacto de retroventa (art.1884), etc.
No existirá redundancia al consignarse el N.2 del art.1464, pues resulta claro que don
Andrés Bello siguió esta última tendencia conforme al derecho romano.
C).- De las cosas embargadas por decreto judicial, a menos que el juez lo
autorice o el acreedor consienta en ello.
El embargo también puede recaer sobre derechos reales constituidos en los bienes
raíces (art.453 del CPC), como por ej. el embargo de usufructo. En otras palabras, constituye un
cumplimiento forzoso de la obligación.
Pero hay una acepción más amplia que según la doctrina es la que considera el art.1464,
según esta concepción se comprende dentro del término embargo al embargo propiamente tal
y otras instituciones que persiguen el mismo fin de asegurar el resultado del juicio: medidas
precautorias de enajenar y gravar bienes, de secuestro, retención de bienes muebles y en el
sentir mayoritario de los autores, la prohibición judicial de celebrar actos y contratos sobre
bienes determinados. Medidas que son propias del juicio ordinario (art.290, 296, 297 y 298 del
CPC).
Todas estas medidas permiten que el acreedor logre sacar determinados bienes del
tráfico jurídico.
Existe unanimidad entre los autores en considerar todas estas medidas como propias del
embargo, menos en cuanto a la prohibición judicial de celebrar actos y contratos respecto de
determinados bienes. En este punto Velasco disiente de los demás autores.
En efecto, dice, el art.1464 regla la enajenación de las cosas que señala, determinando
que en ella hay objeto ilícito y si es cierto e indiscutible que muchos y muy importantes
contratos -la compraventa y el arrendamiento, por ejemplo no constituyen enajenación, no
vemos como la prohibición de celebrarlos que pueda dictar el juez, debe regirse por este
artículo.
Si se prohíbe judicialmente, como en ciertos fallos se ha declarado (Gaceta de los
Tribunales: 1875 N.2348, pp.1066; 1884, N.996, pp.629), arrendar una propiedad y el deudor
violando la prohibición la arrienda, no es posible sostener que en tal contrato hay objeto ilícito
en conformidad al N.3 del art.1464, porque éste se refiere exclusivamente a la enajenación y el
arrendamiento está muy lejos de constituirlo; ni podría afirmarse que lo hay de acuerdo con el
art.1466, puesto que esta disposición alude a los contratos prohibidos por las leyes, y no por las
autoridades judiciales.
254
b) La única manera de lograr el fin perseguido por la ley (evitar que el derecho que el
acreedor ha puesto en ejercicio sea burlado mediante la enajenación que el deudor pueda
hacer de sus bienes), está en sancionar tanto la enajenación voluntaria como la forzada.
Según Claro Solar no adolece de objeto ilícito y es válida la enajenación forzada que se
realice en otro juicio. Tal conclusión deriva del art.528 del CPC (modificado por la Ley N.7760 del
5 de febrero de 1944). Del contexto de éste resulta que puede haber dos o más ejecuciones y la
enajenación que se haga en cualquiera de ellas es válida. El acreedor que hubiere embargado
primero el mismo bien, no sufre perjuicio alguno, pues la ley le permite hacer valer sus derechos
de acuerdo con los dispuesto en el mencionado art.528 y, en general, mediante el
procedimiento de las tercerías (León H., Avelino: El Objeto en los Actos Jurídicos. págs. 139-
142).
La jurisprudencia última sostiene la misma tesis: Decretado un embargo en una
ejecución y trabado éste sobre un bien del deudor, nada impide que otros deudores traben un
nuevo embargo sobre el mismo bien; es legalmente permitida la realización de él en cualquiera
de las ejecuciones que lleguen primero a la etapa de venta, sin perjuicio de que los demás
acreedores hagan uso de los derechos que les confieren los arts. 527, 528 y 529 del CPC. (1). (En
este punto se refiere a las tercerías).
No obstante lo anterior, se cree que el objeto ilícito alcanza incluso a las enajenaciones
forzadas. Si bien es cierto que los demás acreedores pueden acogerse al art.528 del CPC, no es
menos cierto que para esto es necesario estar en conocimiento de los demás embargos, lo que
se sabe por certificado del Registro de Prohibiciones e Interdicciones del Conservador de Bienes
Raíces.
Esto implica una preferencia por aquel remate primero ya que, cómo saben los demás
acreedores embargantes que se está rematando un bien?.
D.- De especies cuya propiedad se litiga, sin permiso del juez que conoce del
litigio:
Cosas litigiosas: Cosas o especies litigiosas son los muebles o inmuebles sobre cuyo
dominio discuten en un juicio demandante y demandado. La cosa debe considerarse litigiosa
desde que está trabada la litis, lo cual ocurre una vez contestada la demanda. No debe
confundirse la cosa litigiosa con los derechos litigiosos, estos son los que se debaten o discuten
en un juicio, son cosas incorporales a diferencia de las cosas litigiosas que son corporales.
El que enajena un derecho litigioso, no enajena la cosa misma, sino el evento incierto de
la litis (art.1911). La enajenación de los derechos litigiosos sólo puede hacerla el demandante
(arts. 1912 y 1913).
El demandado no puede hacer esa cesión sino cuando entabla reconvención, pues
entonces asume la calidad de demandante o actor. Esta cesión no requiere autorización judicial.
Diferencias entre los N. 3 y 4 del art.1464: Según algunos autores, con la exigencia
requerida por el CPC (art. 297) acerca de la declaración de prohibición e inscripción a que debe
sujetarse la cosa, no existiría diferencia entre los bienes embargados y las cosas cuya propiedad
se litiga, ya que siendo necesario que el juez decrete prohibición para que las cosas se
consideren comprendidas en el N.4 del art.1464 y considerando el alcance que a la locución
cosas embargadas le ha dado la jurisprudencia, en el sentido de que en ella se comprenden los
bienes sobre los cuales pesa prohibición de enajenar resulta que el N.4 está de más, las cosas
litigiosas deben comprenderse en el N.3 de dicho artículo.
Pero esta apreciación es errónea, ya que el N.4 se refiere a cosas litigiosas, cosas que son
objeto directo del pleito. En el N.3, en cambio, no se discute el dominio de la cosa embargada,
ésta sólo servirá para satisfacer el crédito del acreedor.
Las cosas a que se refiere el N.3 pueden enajenarse válidamente previa autorización
judicial o de él o los acreedores. La de este último puede ser tácita, según se vio.
Las cosas litigiosas, en cambio, pueden enajenarse válidamente cuando el juez que
conoce del litigio da su permiso previo conocimiento de la causa.
257
LA CAUSA
con respecto de la causa, importante concepto del Código Civil y concepto de la teoría clásica)
(Objeto: qué se debe; Causa: POR QUÉ SE DEBE)
Concepto de causa:
El art. 1467 inc.2 la define como el motivo que induce a celebrar el acto o contrato.
Esta definición se ha prestado para numerosas dudas acerca de su exactitud y alcance.
3.- Causa final: Se concibe bajo la idea de fin próximo, inmediato e invariable que la
parte se propone alcanzar mediante la celebración del contrato y que siempre se puede
encontrar en la estructura del contrato. (El fin por el cual se obra).
En este sentido, la causa final es común a ambos contratantes. Esta causa final es
idéntica para todos los actos o contratos de una misma especie, siempre será la misma para
todos los contratos en iguales condiciones. No varía de individuo a individuo, y si yo compro, la
causa del porqué yo me obligo en el contrato de compraventa, va a ser porque la contraparte se
ha obligado a entregarme la cosa; esta causa va a ser la misma en todos los contratos de
compraventa. (Es idéntica en todos los actos y contratos de la misma categoría).
a.-) Es falsa: porque históricamente no es cierto que el concepto de causa haya sido
aceptado por los romanos en forma general. En Roma, por ejemplo, en la compraventa cada
parte no resultaba obligada por existir independencia, sólo resultaban obligados si la obligación
había sido formalmente contraída. No se concibió como causa final.
b.-) Es ilógica: porque si de acuerdo con los clásicos, la causa de la obligación tiene
soporte en la obligación que contrae la otra parte, la causa moriría con el contrato, al mismo
tiempo que éste o con posterioridad a él, y ello no puede ser porque la causa supone eternidad.
Además, en los contratos bilaterales la causa hace las veces de un efecto más que de un
elemento del acto jurídico, o al menos, concurre en el mismo instante de surgir los efectos del
contrato. (La causa es parte de la obligación, no del contrato, por tanto la que nos interesa es la
causa de la obligación, no del contrato, porque una vez celebrado, la causa también moriría).
Luego, en los contratos reales se habla más bien de una causa eficiente, anterior a la
obligación. La entrega de la cosa no es causa de la obligación, sino que es un requisito esencial
para que el contrato se perfeccione.
Si se señala que la causa de la obligación en los contratos reales es la entrega de la cosa,
se está diciendo que la causa de la obligación es el contrato mismo.
En los actos jurídicos gratuitos, el ánimus donandi está desprovisto de contenido y se
confunde con el consentimiento. La doctrina tradicional confunde la causa con los motivos que
han impulsado al donante. (Señalan que más que causa esto sería una manifestación de la
voluntad, señalando que la entrega de la cosa es una manifestación de voluntad que se
manifiesta por ejemplo en la entrega de la cosa).
261
¿Para qué recurrir a la noción de causa, cuando la misma finalidad se cumple con el
objeto?
En los actos jurídicos bilaterales, que según la teoría clásica, lo que constituye la causa de
la obligación de una de las partes, es, precisamente el objeto de la obligación de la otra parte,
de tal forma, la falta de causa de una de las obligaciones implicará necesariamente la falta de
objeto de la otra. Por lo anterior, por falta de objeto y no por falta de causa, el contrato no
producirá sus efectos.
Ej. La cosa que el vendedor se obligó a dar no existe, se concluye que falta el objeto de la
obligación del vendedor. Por esto, la falta de objeto y no por falta de causa, el contrato no
producirá sus efectos.
En los negocios gratuitos, la doctrina clásica dice que la causa está en la mera liberalidad.
Los anticausalistas dicen que la mera liberalidad no está comprendida en el consentimiento,
luego, en un negocio gratuito donde no hay liberalidad, no habría causa.
Es una ficción pretender separar en los contratos a título gratuito la intención de
liberalidad de la voluntad. Si no hay intención de liberalidad, lo que falta es el consentimiento,
porque la intención de liberalidad va incorporada en la voluntad.
Señalan los anticausalistas que en los contratos unilaterales (contratos reales), la causa
se confunde con el objeto, ya que la entrega de la cosa tiene tal carácter. No se puede señalar
que, si la cosa no se entrega la obligación carece de causa, ya que la falta de entrega de la cosa
impide que el contrato se perfeccione y que genere, en consecuencia, obligaciones.
1.- Teoría de Henri Capitant que se manifiesta en su obra La causa de las obligaciones
(1923).
2.- Teoría de Louis Josserand contemplada en su obra Móviles de la causa jurídica.
262
3.- Teoría de George Ripert, contemplada en su obra la regla moral de las obligaciones
civiles.
Sostiene también que la causa es siempre la misma para cada clase de contratos, y
distingue entre contratos bilaterales y contratos unilaterales, y contratos a título gratuito:
Lo novedoso está en que Capitant afirma que los contratos reales, salvo el caso del
depósito, no son unilaterales, sino que se trata de contratos bilaterales con una particularidad
muy especial: que la prestación de una de las partes se realiza en el momento mismo en que se
perfecciona el contrato.
La causa de la obligación del comodatario, mutuario y acreedor prendario de devolver la
cosa que se le entregó, radica en la entrega de la cosa que le hizo la otra parte. Pero, en cuanto
a la causa de la obligación, hay que hacer distinciones:
En el comodato y en el mutuo son intereses, la causa del comodante y mutuante es
doble: por un lado, hacer el servicio al comodatario o mutuario; y por otro, recobrar la cosa que
el entregó.
En el mutuo con interés, la causa de la obligación del mutuante es obtener el
cumplimiento de la obligación de pagar intereses.
En la prenda, la causa de la obligación del deudor prendario es obtener un crédito del
acreedor. El deudor prendario entrega la cosa en prenda con el objeto de que el acreedor le
otorgue un crédito.
En cuanto al depósito, que sería el único contrato unilateral, ya que el único obligado
sería el depositario, siendo su obligación la de devolver la cosa que se le entregó en depósito.
La causa de su obligación sería la de prestar un servicio al depositante, ya que eso fue lo
que lo motivó a recibir la cosa que se entregó en depósito.
Contratos a título gratuito: sigue por regla general la teoría clásica en el sentido que la
causa sería la intención de liberalidad. Sin embargo, hay ciertos casos específicos que la causa
obedece a otra clase de fines de carácter más concreto, como sucede por ejemplo en la dote o
donación por causa de matrimonio, la causa es el matrimonio y no la mera liberalidad, de tal
modo que si el matrimonio no se celebra la dote carece de causa.
Por ello, la jurisprudencia francesa estima que sólo deben considerarse los de mayor
importancia o relevancia. Los tribunales franceses han considerado como causa determinante a
aquellos móviles personales de los contratantes, ajenos al acto en sí mismo, y que estima
decisivos para la celebración del acto jurídico. Así se observa que en el análisis de la eficacia del
acto, los tribunales franceses atienden a la causa determinante.
Esto conlleva a otro problema, porque se da que en un mismo contrato, en algunos
casos, merece la protección de la ley y en otros no se hace acreedor de ella.
Así por ejemplo, la doctrina francesa señala que en un contrato de compraventa por el
cual una persona adquiere un inmueble, obligación que no le es cumplida, y demanda después
el cumplimiento de esa obligación, en ciertos casos los tribunales acceden a lo pedido cuando el
comprador iba a destinar el inmueble a un fin lícito, pero no acceden a ello si el destino del
inmueble era inmoral o ilícito.
Josserand distingue la causa de los contratos gratuitos y de los contratos onerosos:
Contrato gratuito: basta que los motivos o móviles del disponente sean ilícitos para
anular el contrato por causa ilícita, aunque la otra parte lo desconozca. Por ejemplo: el
concubino que dona a la concubina para perjudicar a su familia legítima, aun cuando no lo
supiera la concubina adolece de causa ilícita.
Contrato oneroso: se requiere que ambas partes tengan conocimiento de la ilicitud del
motivo. Por ejemplo: si Jaime Pablo arrienda un inmueble para establecer un negocio ilícito,
para que adolezca de causa ilícita, ambas partes deberían haber arrendado el inmueble con
conocimiento de este motivo ilícito.
Así, en los contratos bilaterales la causa para una de las partes la constituye la obligación
contraída por la otra. La Corte de Valdivia, el 30 de diciembre de 1947 (Rev., tomo 48, seg.
parte, secc. primera, pág. 171), dice: siendo la compraventa un contrato bilateral, la causa para
cada parte está constituida por la obligación contraída por la otra parte, siendo éste el interés
que las induce a contratar.
En otra sentencia, la del 11 de septiembre de 1922 (Rev., tomo 21, seg. parte, secc.
primera, pág. 973), la Corte Suprema, repudiando siempre considerar los motivos, parece
aceptar la doctrina de Capitant, pues al referirse a la causa de la obligación del vendedor dice:
puesto que el motivo que induce a éste a entregar la cosa vendida no es otro que el de llegar a
obtener el precio que ha de pagarle por ella el comprador.
La Corte de Talca, el 26 de agosto de 1931 (Rev., tomo 30, seg. parte, secc. primera, pág.
1), acepta claramente la doctrina del citado jurisconsulto, expresádose en los siguientes
términos: En los contratos bilaterales cada parte se obliga teniendo como fin jurídico, como
causa, el obtener la prestación consentida por la otra parte.
Porque ya lo dice Capitant, el fin que persigue una parte no es la obligación de la otra
que interviene simultáneamente con la suya, sino el cumplimiento de esta obligación, es decir,
de la prestación que se le ha prometido, en un contrato sinalagmático, por ejemplo, la causa
que determina a obligarse a las dos partes es la voluntad de obtener la realización de la
prestación que le ha sido prometida en cambio; y, por último, este análisis de la causa difiere,
sin duda, algo del que acostumbran hacer los civilistas, pero nos parece que no se le puede
censurar de inexacto. Por lo menos no innova nada, ni es inédito tampoco, pues se le encuentra
en un importante estudio de M. Lobbé, y aparece igualmente en numerosas resoluciones de
jurisprudencia.
El 3 de marzo de 1980 (Rev., tomo 78, seg. parte, secc. segunda, pág. 1), la Corte de
Temuco, en sus razonamientos y en lo pertinente, resume la tesis de Capitant para resolver.
Dice que el fin, elemento esencial de la manifestación de voluntad del contratante, es la
verdadera causa de la obligación.
Curiosamente a lo sostenido en las sentencias citadas, no faltan decisiones de nuestro
más alto tribunal que recurren a los motivos psicológicos que han tenido las partes al contratar,
para justificar la causa.
Tal es la del 1 de octubre de 1918 (Rev., tomo 16, seg. parte, secc. primera, pág. 257),
que anula por causa ilícita el contrato celebrado entre el deudor ejecutado y un tercero para
alterar el verdadero precio de la subasta del bien embargado por medio de maniobras extrañas
y perjudiciales para el ejecutante, convenidas y llevadas a cabo subrepticiamente.
Asimismo, en otra ocasión se anularon unos contratos celebrados por el marido por
carecer de causa real y lícita, si ellos tenían por objeto vender bienes de la sociedad en forma
simulada para burlar los derechos del otro cónyuge: sentencia de 9 de mayo de 1925 (Rev.,
tomo 23, seg. parte, secc. primera, pág. 175). Es la tendencia jurisprudencial a dar consideración
de causa a los motivos cuando éstos son ilícitos o inmorales. Es lo que se acostumbra a
denominar causalización de los motivos o motivos causalizados.
Ellos se encuentran en el fallo de 12 de noviembre de 1968 (Rev., seg. parte, secc.
primera, pág. 344). La causa objetivamente considerada era moral y lícita, pero no los motivos
que impulsaron a la celebración de la compraventa.
266
En nuestro concepto, toda decisión de los tribunales que para considerar la causa tome
en cuenta los motivos psicológicos es perfectamente legal, porque el art.1467 del CC al definir la
causa sólo habla de motivo, y son muy discutibles la conveniencia y la fidelidad de reconstruir el
pensamiento del legislador al agregarle la palabra jurídico, como lo hacen algunos intérpretes.
La materia de la causa es una de las más oscuras del Derecho Civil. Se ha dicho que es
materia incandescente. Pugliatti expresa que la causa es un tema respecto del cual el único
resultado positivo y cierto que la doctrina ha conseguido hasta hoy es éste: que se usa en el
lenguaje jurídico común en término de cual es difícil precisar el resultado.
En nuestro país, como conclusiones, Ricardo Hevia en su obra Concepto y función de la
causa en el Código Civil chileno (pág. 117), señala lo siguiente:
1.- La causa, como requisito de validez del acto jurídico, es el móvil o motivo concreto
que induce al acto jurídico, y cuya licitud es indispensable para que el acto no esté viciado de
nulidad absoluta.
2.- Siendo la causa aquel motivo que induce al acto, y no el conjunto de las motivaciones
concurrentes, es necesario identificar el motivo inductor o determinante: éste es el fin
perseguido.
3.- El motivo inductor es subjetivo en cuanto es el verdadero fin que el sujeto persigue, y
no el que el ordenamiento pudiera asignara -objetivamente- al acto.
Pero dicho motivo debe exteriorizarse, manifestarse de un modo perceptible; en primer
lugar, por una obvia razón de técnica jurídica, y, en segundo lugar, porque se exige su licitud, y
esta última noción se define en relación con ciertas realidades -ley, buenas costumbres, orden
público- que no pueden ser menoscabadas sino por su comportamiento, en ningún caso por un
fenómeno puramente intelectual.
4.- Si la causa es el móvil inductor o fin concreto, no puede jamás faltar, y por tanto es
absurdo exigir su presencia, pues todo acto jurídico obedece a algún móvil, por caprichoso que
sea. Por consiguiente, que la causa deba ser real, como lo exige el Código, no implica una
exigencia de la existencia de la causa, sino que significa que el móvil debe tener un carácter
realmente inductor, verdaderamente determinante, lo cual se explica porque es necesario
identificar el móvil-fin entre los demás motivos. La causa es el motivo que realmente induce al
acto.
5.- Lo que tradicionalmente se llama ausencia de causa se refiere a una noción distinta
de la que el Código define en el art. 1467. Lo que equivale a afirmar la equivocidad del término
(del término, no del concepto): subjetivamente, por causa se entiende el motivo (o fin subjetivo
concreto) que induce al acto; objetivamente, el fundamento del pago (o deuda civil o natural).
La ausencia de causa se refiere a este último concepto, como lo revela el ejemplo del Código
(art. 1467).
6.- El fundamento (causa en sentido objetivo) no se exige bajo la pena de nulidad, sino
de repetición de lo pagado; su ausencia, en la medida en que se paga por error, constituye el
cuasicontrato del pago de lo no debido; si no hay error en el pago, se presume una donación. La
licitud del motivo inductor (causa en sentido subjetivo, o causa propiamente tal, o causa del
acto jurídico) se exige, en cambio, bajo pena de nulidad absoluta.
267
8.- Si bien el término causa es equívoco (motivo, fundamento), el concepto de causa del
acto es unívoco y unitario: es el motivo que induce al acto o contrato.
9.- La causa clásica o causa de las obligaciones (erróneamente llamada causa final) ha
agotado su interés normativo, pues su función puede ser mejor cumplida por otras
instituciones. Lo que actualmente importa es poner en primer plano la exigencia de la licitud del
motivo o fin concreto.
El art. 1445 la señala como elemento del acto o contrato. El art. 1467 parte de
presupuesto que la causa es un requisito de existencia y validez del acto o contrato.
Art. 1467:
Los autores chilenos sostienen en su mayoría que el CC sigue la teoría clásica de la causa,
fundamentan su opinión en la historia fidedigna del establecimiento de la ley, puesto que a la
época de la dictación del CC la doctrina imperante era la teoría clásica que consideraba como
causa al motivo jurídico.
Esto se desprende también del inc.3 del art. 1467, cuando señala que la pura liberalidad
o beneficencia es causa suficiente, con lo cual se está ajustando estrictamente a los postulados
de la teoría clásica en materia de actos a título gratuito. Los ejemplos que da este mismo inc.
también coinciden con la doctrina clásica.
Por último, se señala como argumento que el CC no puede haber contemplado la teoría
de los móviles psicológicos, puesto que esta teoría es posterior al CC.
Sin embargo, hay autores que estiman que el CC sigue la doctrina de los móviles o
motivos psicológicos, puesto que así lo deja entrever la redacción del art.1467 inc.2, con la
expresión motivo de este inciso se estaría refiriendo al móvil individual y personal del
contratante. (Somarriva)
268
REQUISITOS DE LA CAUSA:
1.- Debe ser real: es decir, que debe existir o debe tener causa, ya que es un elemento
del acto o contrato.
2.- No es necesario expresarla : esta frase significa que los actos o contratos se
presumen causados, luego, corresponderá probar su falta a aquel que la alega.
La regla general es que en los actos aparezca de manifiesto la causa, o bien, ella se
manifieste, estos son los actos causados.
3.- Que sea lícita: el CC nos dice que es ilícita cuando es contraria a la ley, a las
buenas costumbres y al orden público. Respecto de la causa ilícita contraria a la ley, no hay
casos de esta situación en el CC.
Sin embargo, respecto de los objetos ilícitos prohibidos por la ley si hay casos (art.
1466). En el proyecto del CC se entendía este artículo como causa ilícita contraria a la ley, pero
en su texto definitivo se adoptó que estos casos de causa ilícita quedaban como objeto ilícito.
Las causas ilícitas se asocian generalmente con los objetos ilícitos; por ejemplo: en el
pacto de sucesión futura se señala que adolece de objeto ilícito, pero también contempla a la
causa ilícita.
El inc. final del art. 1467 da ejemplos de causa ilícita y de falta de causa:
a) La promesa de dar algo en pago de una deuda que no existe, carece de causa: por
ejemplo, al morir el padre de A, éste se obliga a pagar una deuda de su padre, pero esta deuda
ya estaba pagada. Tal caso carece de causa el pago. Según algunos comentaristas aquí hay un
concepto equivocado, habría un error en la causa.
b) La promesa de dar algo en recompensa de un crimen o de un hecho inmoral, tiene
una causa ilícita. Esta causa ilícita tiene gran importancia en la moralización del acto jurídico, y
269
así negocios que fueron impecables e inobjetables desde el punto de vista de la estructura del
acto jurídico, podría ser revisado por el juez haciendo uso de esta noción de causa lícita.
El art. 1468 señala que no podrá repetirse lo que se haya dado o pagado por un objeto
o causa ilícita a sabiendas.
Declarada la nulidad de un acto jurídico o contrato, su efecto entre las partes es de
volver al estado anterior a la celebración del acto o contrato, y por esto deben proceder a las
restituciones recíprocas.
Si se declara la nulidad por objeto o causa ilícita respecto del contratante que celebra el
acto o contrato a sabiendas de que el acto adolecía de objeto o causa ilícita, la ley lo castiga y no
le permite la restitución, es decir, lo priva de la restitución de lo que hubiese dado o pagado.
Es una sanción al contratante que actúa maliciosamente, al que se le aplica el adagio no
es digno de ser escuchado aquel que invoca su propio dolo o torpeza.
Si el negocio adolece de causa ilícita no podrá restituirse lo que se haya pagado o dado
siempre que el contratante haya actuado dolosamente a sabiendas de la causa ilícita del
contrato; si no sabe de esta causa ilícita, procederá la restitución de lo dado o pagado. El que
imputa la mala fe debe probarla.
Hay ciertos actos jurídicos que tienen perfecta y plena eficacia jurídica,
independientemente de la causa que los ha generado. Como dice la doctrina, ciertos negocios
que se denominan abstractos que valen separados o independientemente de su causa. (No
significa que no existe causa, si no que no interesa).
Están fundamentalmente representados por los títulos de crédito, por ejemplo:
cheques, letras, pagarés.
Es un acto jurídico en que el girador autoriza que se pague una cantidad de dinero
estipulado en el documento a su tomador.
Este cheque constituye un acto jurídico abstracto, porque vale o produce sus efectos
independientemente de la causa que lo generó.
El acto jurídico abstracto no es que carezca de causa, pero lo que sucede es que se
independiza de su causa.
Si no se cumple el contrato podría negarse a pagar el precio? Entre las partes ese cheque
sigue siendo causado y es frente a terceros, cuando entra a circular el título de crédito, el
cheque se independiza de su causa.
Entre las partes no puede hacerse valer el carácter de abstracto, y entre éstos puede
discutirse la existencia de la causa.
270
Algunos autores contraponen a los actos jurídicos abstractos a los actos causales, pero
no sería efectivo ya que estos actos abstractos tienen causa, lo que acontece es que se separa o
independiza de su causa.
Un importante sector de la doctrina incluye en estos actos abstractos a algunas
cauciones como la fianza y la hipoteca.
271
LAS SOLEMNIDADES
La hipoteca deberá además de ser inscrita en el Registro Conservatorio; sin este requisito
no tendrá valor alguno; ni se contará su fecha sino desde la inscripción. (2410).
1.- Los actos solemnes se prueban por sí mismos. La solemnidad del acto facilita la
prueba, en términos que si no se ha cumplido con la solemnidad exigida por la ley, no habrá
forma de probar el acto, por ejemplo: la compraventa de un bien raíz puede probarse por su
solemnidad, la escritura pública.
Al respecto, el art.1701 inc.1 expresa que: La falta de instrumento público no puede
suplirse por otra prueba en los actos y contratos en que la ley requiere esa solemnidad; y se
mirarán como no ejecutados o celebrados aún cuando en ellos se prometa reducirlos a
instrumento público dentro de cierto plazo, bajo una cláusula penal: esta cláusula no tendrá
efecto alguno.
Sin embargo en los arts. 305 y 309 se contemplan dos excepciones, la primera de ellas
señala que el estado civil de casado o viudo, y de padre o hijo legítimo, podrá probarse por las
respectivas partidas de matrimonio, de nacimiento o bautismo, y de muerte; el art. 309 señala
que la falta de los referidos documentos podrá suplirse en caso necesario por otros documentos
auténticos, por declaraciones de testigos que hayan presenciado los hechos constitutivos del
estado civil de que se trata, y en defecto de estas pruebas por la notoria posesión de ese estado
civil.
3.- Para algunos, la exigencia de la solemnidad, da más tiempo a los celebrantes del
negocio para que reflexionen acerca del mismo.
273
Omisión de solemnidades:
El art.1443 prescribe que el acto que adolece de solemnidades no produce ningún efecto
civil.
Según el art.1681 señala que es nulo todo acto o contrato en que falta alguno de los
requisitos que la ley prescribe para el valor del mismo acto o contrato, según su especie y la
calidad o estado de las partes. La nulidad puede ser absoluta o relativa.
Luego, el art.1682 establece que La omisión de algún requisito o formalidad que las leyes
prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en consideración a la naturaleza de ellos, y
no a la calidad o estado de las personas que los ejecutan o acuerdan, son nulidades absolutas,
ya que al faltar la solemnidad, falta la voluntad. Como ejemplo de esto se puede citar el
art.1801.
Claro Solar sostiene que la omisión de la formalidad produce la inexistencia del acto, lo
que no es otra cosa que la carencia de efectos civiles (art.1443), que no es lo mismo que la
nulidad absoluta.
Otras formalidades que exige la ley, cuya omisión no acarrea la nulidad del
acto.
En ciertos casos, la ley exige la concurrencia de ciertas formalidades con distinta
finalidad. Algunos autores distinguen entre solemnidades propiamente tales y otras.
Cabe distinguir las formalidades habilitantes, las formalidades “ad probationem” o por
vía de prueba y las medidas de publicidad.
274
También se cita como caso de aplicación el del art.1707: Las escrituras privadas hechas
por los contratantes para alterar lo pactado en escritura pública, no producirán efectos contra
terceros.
Otros ejemplos en que el acto jurídico es provisoriamente estéril, tanto respecto de las
partes cuanto de terceros es en la falta de subscripción, al margen de la respectiva inscripción
matrimonial, del pacto otorgado por escritura pública en que los cónyuges substituyen el
régimen de sociedad de bienes o de separación parcial por el de separación total o participación
de los gananciales; este no surtirá efecto ni entre las partes ni respecto de terceros (art.1723
inc.2). Idéntica situación se ofrece en la adopción, según lo prescribe el art. 13 de la ley 7613.
En otros casos, la falta de formalidad, determina que el acto no pueda invocarse ni
hacerse valer en juicio. El art.8 inc.1 de la ley 4808 sobre Registro Civil expresa que: Las
sentencias judiciales y los instrumentos que, en conformidad a esta ley, deben ser inscritos en
los registros, no podrán hacerse valer en juicio sin que haya precedido la inscripción que
corresponda. Se comprende en esta situación, el reconocimiento de un hijo natural, la sentencia
que declara la nulidad de matrimonio, etc.
4.- Existe un cuarto tipo de formalidades que persiguen fines distintos al derecho civil, así
por ejemplo, aquellas que tienen por finalidad garantizar el pago del impuesto al valor
agregado. Se llaman formalidades fiscales.
Las modalidades no son requisitos legales del acto, sino que son introducidas por las
partes en virtud del principio de la autonomía de la voluntad que viene a alterar el efecto
propio del acto jurídico, sea en relación al nacimiento, exigibilidad o extinción del acto que
pueda nacer.
Se denominan elementos puramente accidentales. Si el acto no está sujeto a esta
modalidades, será puro y simple. Introducido el elemento accidental, ya no se lo puede excluir
del acto o contrato.
Respecto de las modalidades se mencionan diversos objetivos que éstas pueden
pretender.
Hay algunos que miran a la eficacia del acto jurídico, tales son la condición, el plazo y el
modo.
Hay otras modalidades que miran a los efectos del negocio, aquí estaría la
representación.
Hay otras que miran al objeto del acto o contrato; hay otras que miran a los sujetos de la
relación jurídica, tal es el caso de las obligaciones solidarias e indivisibles.
1.- Son accidentales: deben ser incorporados por las partes, recordar al artículo 1444.
2.- Son excepcionales: requieren de la expresión particular de las partes. Por excepción hay
modalidades que proceden o son una consecuencia de la naturaleza del acto o contrato o
porque derechamente son impuestas por la ley, es el caso de la condición resolutoria tácita (art.
1489) (en caso que las partes señalen esta condición expresamente, pasa a denominarse Pacto
Comisario) y el caso del fideicomiso (art. 738) (Se llama propiedad fiduciaria la que está sujeta al
gravamen de pasar a otra persona, por el hecho de verificarse una condición). En estos casos,
las modalidades se podrían asimilar perfectamente a los elementos de la naturaleza del acto o
contrato.
3.- No son un requisito de existencia ni de validez de los actos jurídicos:
excepcionalmente hay modalidades que son requisitos esenciales del acto jurídico, tal es el caso
del plazo y la condición en el contrato de promesa (art. 1554).
4.- No se presumen: es necesario que las partes las hayan acordado expresamente.
277
Elementos de la condición:
1.-) Hecho futuro: de esto se desprende que ni el hecho futuro ni el pasado pueden ser
sujetos de condición. Se trata de aquellos acontecimientos que deben verificarse o no
verificarse con posterioridad a la celebración del acto jurídico.
2.-) Incierto: que el hecho puede ocurrir o no, debe existir una alternativa de si el
acontecimiento ocurrirá o no.
Es un hecho futuro y cierto del cual depende la exigibilidad del derecho o la extinción del
acto.
1.- Hecho futuro: este hecho se realiza con posterioridad al acto o contrato.
2.- Cierto: que se sabe que va a acaecer.
El plazo puede ser suspensivo o resolutorio.
Es suspensivo aquel que suspende la exigibilidad de un derecho.
Es resolutorio aquel que pone término o extingue un derecho.
La representación
2.- Teoría del nuncio o emisario: (Savigny) sostiene que el representante no es más
que un mensajero, un portavoz que transmite más o menos mecánicamente la voluntad del
representado; de manera que el contrato se celebra real y efectivamente entre éste y el
tercero.
La teoría del nuncio tampoco es satisfactoria. Decir que un representante es un simple
mensajero, es negarle su calidad de representante. Además, mal puede transmitir éste una
voluntad que no existe, como en el caso del impúber o demente.
4.- Teoría de la representación: modalidad del acto jurídico : (Esta es la teoría que
más se acepta).
Ha sido desarrollada por Lévy Ullman, quien, fundándose en la teoría de Pilón, afirma
que la representación es una modalidad del acto jurídico en virtud de la cual los efectos del acto
celebrado por una persona (el representante) en nombre de otra (el representado) se radican
directa e inmediatamente en la persona del representado.
Es decir, es la voluntad del representante la que participa real y efectivamente en la
celebración del acto jurídico, pero los efectos de este acto se van a producir en el
representado.
Según los defensores de esta teoría, las modalidades son modificaciones introducidas
por las partes o la ley en las consecuencias naturales de un acto jurídico. Ahora bien, lo natural y
corriente es que las consecuencias del acto afecten a quien lo celebra, y como tratándose de la
representación ocurre que las consecuencias afectan a otro, resulta explicable que se la
considere una modalidad del acto jurídico.
280
Esta teoría es criticada puesto que sería inexacta desde su punto de partida y carece de
valor si se considera su contenido mismo. Desde luego, sus partidarios se han visto obligados a
cambiar el tradicional concepto de modalidad para poder encajar la representación dentro de
sus límites. En efecto, dicho concepto era definido como la designación de un acontecimiento
futuro, especificado por las partes, y de cuya realización dependen los efectos del acto. Pero los
defensores de esta teoría han ideado una nueva fórmula al decir que la modalidad es uno de los
elementos accidentales que pueden afectar al acto por mandato de la ley o por voluntad de las
partes.
Se critica también porque la modalidad introducida por la ley estaría basada en la
voluntad presunta de las partes.
Y mal se puede hablar de voluntad presunta de las partes, ya que éstos la manifiestan
por hechos exteriores.
El mandato y la representación:
El mandato es un contrato en que una persona confía la gestión de uno o más negocios a
otra, que se hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la primera.
La persona que confiere el encargo se llama comitente o mandante, y la que lo acepta
apoderado, procurador y, en general, mandatario. (art. 2116).
Lo que debe tenerse presente es que el mandato y la facultad de representación son
diferentes.
En el mandato existe una relación contractual en virtud de la cual una de las partes
resulta obligada a realizar determinado negocio, que le fue encomendado por la otra parte.
El poder de representación, en cambio, es una manifestación de voluntad para que los
actos de una persona puedan afectar a otra.
La representación es independiente del mandato. Este puede existir sin que haya
representación, sin que el mandatario obre a nombre del mandante, sino en el suyo propio, y a
la inversa, puede haber representación sin mandato, como en el caso de la representación legal
o en la agencia oficiosa, que es un cuasicontrato en el cual una persona administra sin mandato
los negocios de otra, contrayendo obligaciones con ésta y obligándola en ciertos casos.
La representación es un elemento de la naturaleza del mandato. Esta representación
procede prácticamente en todos los actos jurídicos. La regla general es que se puede realizar
cualquier acto jurídico por medio de un representante. Hace excepción a esto el testamento, el
cual no admite representación, siempre deberá realizarse personalmente por el testador (art.
1004). (La facultad de testar es indelegable).
281
Fuentes de la representación
La representación puede tener su origen:
Hay casos en que el representante es designado por el juez, pero aquí no estamos ante
una representación judicial, porque es la ley la que otorga la facultad para hacer la designación,
el juez sólo determinará quien desempeñará el cargo de representante; así sucede con los
curadores dativos, designados por la justicia. El art. 43 confirma esto al señalar entre los
representantes legales a los curadores y tutores.
Clasificación de la representación:
Requisitos de la representación:
1.- Declaración de voluntad del representante.
2.- Existencia al contratar de la contemplatio domini, y
3.- Existencia de poder.
Tratándose de la representación voluntaria, la que sólo puede emanar del mandato, hay
que distinguir dos casos:
a).- Celebración del contrato de mandato: si una de las partes es incapaz relativa debe
cumplir con las formalidades habilitantes.
b).- El acto que realice el mandante: no es necesario que se cumpla con las formalidades
habilitantes. (porque los efectos recaen en el otro).
3.- El representante tiene que tener poder de representación: esto es, la facultad dada
por la ley o la convención para representar. Es lo que dice el art. 1448 y ratifica el art. 1160: Lo
que una persona ejecuta a nombre de otra, estando facultada por ella o por la ley para
representarla.
Efectos de la representación:
Todos los actos que el representante ejecute dentro de los límites del poder de
representación serán oponibles al representado. Pero si excede su poder de representación, los
actos serán inoponibles al representado.
Lo mismo sucede cuando el representante ejecuta actos habiéndose extinguido su poder
de representación.
283
Hay ciertos casos en que actuando incluso el representante con su poder extinguido, sus
actos pueden obligar al representado, como sucede cuando ha ignorado la extinción del
mandato y contrata con terceros de buena fe (art. 2173).
La ratificación:
Cuando el que se da por representante de otro sin serlo realmente o cuando se
extralimita en sus poderes el representante verdadero, el representado, en tesis general, no
queda afectado por el contrato concluido sin su poder o más allá de éste.
Pero nada impide que el representado voluntariamente apruebe lo hecho por el
representante y recoja para sí los beneficios y las cargas del contrato.
Este acto del representado se denomina ratificación, el que nada tiene que ver con la
ratificación como medio de sanear la nulidad relativa de un acto.
De esta manera, se define a la ratificación como un acto jurídico unilateral en virtud del
cual el representado aprueba lo hecho por el representante o lo que éste hizo excediendo las
facultades que se le confirieron.
La ratificación una vez producida es irrevocable; no podría dejarse sin efecto por la sola
voluntad del interesado, aunque la otra parte no la haya aceptado o siquiera conocido. Sólo
podría dejarse sin efectos por causas legales o de común acuerdo, porque los actos jurídicos
unilaterales (con excepción del testamento) no pueden dejarse sin efecto por la sola voluntad
de su autor. Si bien basta la voluntad de una sola persona para generar los actos unilaterales, no
siempre basta para dejarlos sin efecto; porque producen consecuencias en el patrimonio ajeno,
que no pueden ser destruidas por la sola voluntad del que las creó. (Podría revocarse por
ejemplo invocando un error o que se realizó por fuerza).
LA NULIDAD
LA INEXISTENCIA
En efecto, si se omite alguno de estos requisitos, la sanción sería la nulidad absoluta del
acto o contrato, pero los partidarios de la teoría de la inexistencia sostienen que el acto no ha
nacido a la vida jurídica, y si no ha nacido a la vida jurídica, mal podríamos hablar de nulidad.
Esta doctrina tuvo su origen después de la dictación del Código de Napoleón, que
consagró el principio de que no podía haber nulidad sin un texto expreso que la declarara.
Algunos autores encontraban que había ciertos casos en que la infracción del precepto
no estaba sancionada por la nulidad y resultaba que en esos casos quedaba sin sanción, así por
ejemplo, el matrimonio de personas de un mismo sexo no era sancionado.
Esta teoría fue elaborada a principios del siglo XIX por el jurisconsulto alemán Zacharie,
también participa en ella Rau y Aubert.
(Las sanciones son de derecho estricto, sin embargo la inexistencia no está prevista en
nuestro código, sólo la nulidad. Ahora qué pasa con aquellos casos en que no está
expresamente establecida la sanción como en el matrimonio de dos personas del mismo sexo,
de ahí nace la inexistencia).
286
1.- La nulidad supone que el acto ha nacido, pero viciado, y requiere ser declarada por el
tribunal.
La inexistencia no necesita ser declarada por el tribunal, porque ésta es la nada y al
tribunal le basta que se constate que el acto es inexistente.
2.- El acto nulo produce plenamente sus efectos mientras no se declare su nulidad por
sentencia. En cambio, si el acto es inexistente no produce efecto alguno.
3.- La inexistencia no puede sanearse por el transcurso del tiempo, puesto que es la
nada, y la nada con el transcurso del tiempo no se puede transformar en algo. En cambio, la
nulidad sí que puede sanearse por el transcurso del tiempo, ya que el acto existía (esto es
aplicable a la nulidad relativa). En el caso de la nulidad absoluta, el derecho para pedirla
prescribe a los 10 años, plazo en el que no se sanea, sino que se pierde la acción para solicitarla.
4.- La inexistencia no puede ser ratificada o confirmada por la voluntad de las partes,
porque la nada no puede mediante la confirmación devenir en existencia, la nada confirmada
continúa siendo la nada. En cambio, la nulidad puede ser ratificada por la voluntad de las partes;
tratándose de la nulidad absoluta no puede ser ratificada por la voluntad de las partes, pero las
razones son otras, distintas del caso de inexistencia: en efecto, lo que sucede es que es una
institución de orden público, establecida, no en interés de las partes, sino en el de la moral y la
ley.
5.- La nulidad puede hacerse valer como acción o excepción; en cambio, la inexistencia
sólo puede hacerse valer como excepción, porque equivale a la nada y la nada no puede ser
objeto de una acción y constituir materia de un juicio.
El art. 1681 dice que es nulo todo acto o contrato en el cual se omiten los requisitos que
la ley exige para el valor de ciertos actos, según su especie y la calidad o estado de las partes.
El art. 1444 señala que si falta algún requisito esencial el acto no produce efecto alguno,
es decir, es inexistente.
El art. 1701 señala que los actos en que se omitan las solemnidades se mirarán como no
ejecutados o celebrados, esto es, inexistentes.
Del mismo modo, el art. 1801 dice que la venta de los bienes raíces, servidumbres y
censos y la de una sucesión hereditaria, no se reputan perfectas ante la ley, mientras no se ha
otorgado escritura pública.
En el contrato de sociedad (art. 2055) expresa que no hay sociedad, si cada uno de los
socios no pone alguna cosa en común.
Lo mismo se puede señalar de los arts. 1460 y 1467.
En todos estos casos la ley ha ido diferenciando la inexistencia y el legislador no los
calificó de nulos porque no existen.
Sin embargo, frente al texto legal, nos encontramos que la ley sólo regula la nulidad. En
efecto, los arts. 1681 y 1682 (opinión de A. Alessandri) no hacen ninguna distinción y declaran
como nulos los actos en que se han omitido tanto los requisitos de existencia como los
requisitos de validez. Alessandri sostiene que los arts. 1681 y 1682 comprenden tanto a los
requisitos de existencia como a los de validez. Por otro lado, el CC no ha regulado los efectos de
la inexistencia, de manera que, aún cuando en doctrina se pudiera aceptar la teoría de la
inexistencia, lo cierto es que dichos actos son nulos de nulidad absoluta.
Claro Solar dice que es cierto que el CC sólo reglamenta la nulidad, pero esto no significa
que los actos inexistentes queden comprendidos entre los actos nulos, pues los actos
inexistentes no producen obligaciones y no puede, por lo mismo, tratarse de la extinción de las
obligaciones con respecto a tales actos que no las producen.
Alessandri señala que el art. 1682 da un argumento muy serio para confirmar que el CC
no hace la distinción entre inexistencia y nulidad:
Hay asimismo nulidad absoluta en los actos de los absolutamente incapaces. Si el CC
aceptara la inexistencia, no pudo haber sancionado expresamente con la nulidad absoluta los
actos de estos incapaces, porque en estos actos falta un requisito de existencia y la ley debió
haber dicho que ese acto era inexistente y, en cambio, lo sancionó con la nulidad absoluta.
(La nulidad general es la relativa, contemplada en el artículo 1682 inciso 3º, la excepción
es la nulidad absoluta, inciso 1º y en el inciso 2º se establece una situación especial con
respecto a los incapaces, estableciendo expresamente como sanción la nulidad absoluta).
Claro Solar responde que en este caso es cierto que no hay voluntad, pero como estos
absolutamente incapaces en algunas situaciones pudiera aparecer que aparentemente
consiente, la ley prefirió sancionar sus actos con la nulidad absoluta.
La jurisprudencia chilena se ha inclinado por la teoría de Alessandri, y en caso de
omisión de un requisito de existencia, ha sancionado el acto con la nulidad absoluta. Así por
ejemplo, la Corte de Valparaíso señaló el 17 de septiembre de 1966 lo siguiente.
La teoría de la inexistencia de los actos jurídicos es aceptable en doctrina, porque, en
efecto, sólo puede hablarse de una apariencia de acto, carente de eficacia y de efecto cuando
no se dan los requisitos de existencia que la ley señala para que éste nazca a la vida jurídica. Así
288
Esta materia está tratada en el Libro IV del CC, título XX De la nulidad y la rescisión (:
nulidad relativa). Sin embargo, la rescisión está referida a la nulidad relativa y la nulidad
propiamente tal está referida a la absoluta. No obstante, el CC confunde en algunos casos estos
conceptos.
Cabe señalar que la regla general es la nulidad relativa (art. 1682 inc. final).
La nulidad, sea absoluta o relativa, sólo produce sus efectos en virtud de sentencia
judicial ejecutoriada.
289
Los efectos tanto de la nulidad absoluta como de la relativa son los mismos , no hay
diferencias entre los efectos de la nulidad judicialmente declarada. Estos efectos son:
1.- Volver las partes al estado que tenían antes de la celebración del acto nulo.
2.- Realizar las restituciones recíprocas.
Las diferencias que existen entre la nulidad absoluta y relativa dicen relación con sus
causales, a la alegación (titulares de la acción), a la declaración, al saneamiento y a su extensión.
Finalmente, el CC no tiene una teoría general y sistemática de la nulidad, sólo tiene las
reglas del Libro IV que se refiere a los actos patrimoniales y, específicamente, a los contratos.
Pero, estas reglas se han generalizado a los demás actos jurídicos, sin perjuicio de que en ciertas
materias existan normas especiales, como es el caso de la nulidad matrimonial.
Pero cualquiera que sea el tipo de normas especiales, hay un principio fundamental, y es
que la nulidad siempre requerirá de la sentencia judicial ejecutoriada.
Definición: art. 1682. Es la sanción dispuesta por la ley para los actos jurídicos n que se
han omitido requisitos exigidos en consideración a la naturaleza de ellos, y no a la calidad o
estado de las partes.
La nulidad absoluta puede y debe ser declarada por el juez, aun sin petición de parte,
cuando aparece de manifiesto en el acto o contrato; puede alegarse por todo el que tenga
interés en ello, excepto el que ha ejecutado el acto o celebrado el contrato, sabiendo o
debiendo saber el vicio que lo invalidaba; puede asimismo pedirse su declaración por el
ministerio público en el interés de la moral o de la ley; y no puede sanearse por la ratificación de
las partes, ni por un lapso de tiempo que no pase de diez años.
Su fundamento está en el interés general, en las buenas costumbres y en la ley, por esto,
es una institución de orden público.
Ello explica que la acción nulidad pueda ser ejercida por el ministerio público que
representa a la sociedad, y que el ministerio público pueda pedir la nulidad del contrato, aun a
pesar de la voluntad de las partes.
Características:
1.- La nulidad absoluta puede y debe ser declarada de oficio por el juez : según el art.
1683, la nulidad puede y debe ser declarada por el juez, aun sin petición de parte, cuando
aparece de manifiesto en el acto o contrato.
Por lo general, en materia civil el juez obra a requerimiento de parte, salvo los casos en
que la ley lo faculta para proceder de oficio, uno de estos casos estaría constituido por la
nulidad absoluta.
Con respecto a la expresión manifiesto se aplica el concepto que da el Diccionario de la
Lengua, que para que quede establecida, basta sólo leer el instrumento en que el acto o
contrato se contiene, sin relacionarlo con ninguna otra prueba o antecedente del proceso (Corte
Suprema, 7 de abril de 1924, Revista de Derecho y Jurisprudencia: tomo 22, secc. primera, pág.
937).
La verdad es que más que una facultad para el Juez en un deber.
El juez debe declarar nulo absolutamente al acto jurídico si el vicio aparece de manifiesto
en él, aunque no lo haya pedido ninguna de las partes, aunque no se haya invocado la nulidad
por persona alguna, y aunque no deseen los interesados en la nulidad. Incluso, puede hacer la
declaración a pesar que el juicio verse sobre la nulidad.
Requisitos:
a).- Debe existir un juicio que el juez este conociendo y en el cual venga a conocimiento
del tribunal un acto jurídico. El Juez debe declarar la nulidad absoluta cuando, a propósito de un
juicio de que él está conociendo, llega a constatar la existencia de un acto jurídico nulo. No es
necesario que el juicio verse sobre la nulidad o validez del acto jurídico. El juez al hacer la
declaración de nulidad absoluta no incurre en el vicio de ultra petita, que justificaría la
interposición de un recurso de casación en la forma art. 768, Nº 4 del C.P.C. Tampoco es
problema que el procedimiento sea ordinario, ejecutivo o especial.
Que significa, que debe entenderse por un vicio que aparezca de manifiesto en el acto
o contrato.
“Cuando en vicio está patente en el instrumento mismo que da constancia del acto
jurídico susceptible de nulidad, y no que ese vicio resulte de la relación que exista o puede
existir entre ese instrumento y otros elementos probatorios.”
2.- La nulidad absoluta puede alegarse por todo el que tenga interés en ella.
El artículo 1683 señala que la nulidad puede alegarse por todo el que tenga interés en
ello, excepto el que ha ejecutado el acto o celebrado el contrato, sabiendo o debiendo saber el
vicio que lo invalidaba.
291
Se refiere al que tenga interés, al que le interese la nulidad del acto o contrato que le
afecta y cuyos resultados propios le conviene eliminar (Corte Suprema, 2 de abril de 1941, Rev.
de Derecho y Jurisprudencia: tomo 34, secc. primera, pág. 37). Por su parte, la Corte de Santiago
señaló que no es necesario haber intervenido en el contrato cuya validez se impugna; basta
tener interés en la nulidad absoluta (21 de agosto de 1939, Rev.: tomo 34, secc. primera, pág.
37).
La ley dice que puede alegar la nulidad todo el que tenga interés en ella, esto es, todo el
que tenga interés pecuniario en que desaparezcan los efectos del acto o contrato nulo. La
palabra interés se encuentra tomada en un sentido restringido, porque no cabe en esta materia
un interés moral, como es el que motiva la intervención del ministerio público.
En los proyectos del CC, se decía que la nulidad absoluta podía alegarse por todo el que
tenga un interés pecuniario en ello, pero la Comisión Revisora prefirió la redacción que daba
Delvincourt a esta exigencia, sin haber entendido darle a la disposición un sentido más amplio
del que tenía antes.
Lo único que el cambio puede significar es que no se requiere que el interés pueda estar
representado por una cantidad determinada. (L. Claro Solar, Explicaciones de Derecho Civil y
comparado, tomo XII, pág. 606).
Ramón Domínguez A. Señala que no hay inconveniente en invocar un interés moral y
extrapatrimonial, si en otros campos del derecho se protege dichos intereses, como por ejemplo
en la responsabilidad extracontractual en cuanto se permite la reparación del daño moral.
Lo importante para determinar si una persona puede solicitar la declaración de nulidad,
es el interés que el solicitante tenga en dicha declaración. Interés en que el negocio sea
declarado nulo, porque los efectos de la nulidad le favorecen y la subsistencia del acto le
perjudican.
La excepción a esta regla la señala el mismo art. 1683 cuando expresa que no puede
alegar la nulidad absoluta el que ha ejecutado el acto o celebrado el contrato, sabiendo o
debiendo saber el vicio que lo invalidaba.
Según la Corte Suprema, este artículo distingue dos situaciones perfectamente definidas:
la primera relativa al conocimiento personal de ese vicio por el que ejecuta el acto o celebra el
contrato, expresado en la palabra sabiendo, y la segunda relativa a la obligación conocerlo en
virtud de deducirse del contexto de otros preceptos legales, situación expresada en las palabras
debiendo conocerlo.
Al disponer el art. 1683 que la nulidad absoluta puede alegarse por todo el que tenga
interés en ello, exige que concurran los siguientes requisitos:
b).- Que ese interés, que nace de la lesión o perjuicio producido por la infracción, tenga
en éste su causa jurídica y necesaria. De esta manera se expresó la Corte Suprema el 21 de
agosto de 1940 (Revista de Derecho y Jurisprudencia: t. 39, secc. primera, pág. 37).
En el fondo, este problema tiene íntima relación con las teorías de la representación.
De acuerdo con la teoría de la ficción debe concluirse que el representado no podría
alegar la nulidad absoluta, pues se considera que es su voluntad la que concurre al acto o
contrato.
Si se acepta la teoría de la modalidad es claro que quien concurre a la celebración del
acto o contrato es el representante y es la modalidad la que permite que los efectos del acto se
radiquen en el representado, y podría éste alegar la nulidad absoluta en consideración de que
no sabía el vicio, porque la alegación no es el efecto del acto, sino que está establecida por la
ley.
En este último tiempo la jurisprudencia ha sido uniforme en cuanto a declarar
inhabilitados para alegar la nulidad absoluta a los herederos del que ejecutó el acto o contrato
sabiendo o debiendo saber el vicio que lo invalidaba.
El art.1097 nos dice que los herederos representan a la persona del testador para
sucederle en todos sus derechos y obligaciones. Teniendo esto en consideración se puede
concluir que los herederos no han podido adquirir por la sucesión por causa de muerte un
derecho que su causante no tenía y que mal podía transmitirles (Corte de Valparaíso,
septiembre de 1942. Gaceta, año 1942, seg. semestre, pág.198).
No sólo el causante no tenía derecho de alegar la nulidad absoluta, sino que la ley se lo
impedía expresamente. En este caso, tratándose del dolo imputable al incapaz, conforme al
art.1685 no se permite a él ni a sus herederos alegar la nulidad. Con mayor razón deberá
aplicarse aquella prohibición para alegar la nulidad absoluta a los herederos y cesionarios de las
personas capaces.
293
Pero esta opinión no es mayoritaria. Así, Gonzalo Barriga sostiene que la ley, al impedir
alegar la nulidad al que celebró el acto o contrato sabiendo o debiendo saber el vicio que lo
invalidaba, establece una verdadera incapacidad o inhabilidad y como tal, siendo una regla de
excepción, debe interpretarse restrictivamente, circuncribiéndose al único caso al que la ley
literalmente se refiere y, por lo tanto, si dentro de los términos literales de la ley no cabe
comprender a los herederos, legalmente no puede extenderse a ellos tal inhabilidad o
incapacidad.
También puede argumentarse que en el art.1683 hay una sanción por dolo, y éste es
personalísimo, o sea, nace y muere con su autor y la sanción debe recaer exclusivamente en
quien actúa de esa forma.
No obstante lo anterior, si el heredero invoca su propio interés, podrá pedir la acción de
nulidad absoluta.
4.- No puede sanearse por la ratificación de las partes : esto se explica porque la
nulidad absoluta está establecida en el interés de la sociedad, el que no puede ser supeditado a
la voluntad particular.
5.- La nulidad absoluta no puede sanearse por un lapso que no pase de 10 años: el
acto nulo absolutamente se convalida después de transcurridos 10 años de su celebración. Este
plazo coincide con el plazo máximo de la prescripción adquisitiva. Aquí hay una relación
estrecha con la norma de los arts. 2510 y 2511. (En realidad la nulidad no se sanea nunca, en
este caso se refiere a que luego de los 10 años se pierde la acción para reclamar la nulidad,
por tanto por ej. si solicito la nulidad de un contrato de compraventa al año 11, el comprador
va a oponer una excepción señalando que la cosa ya la adquirió por prescripción).
7.- La nulidad absoluta no se produce de pleno derecho : ello es así porque la nulidad
debe ser declarada judicialmente, así se desprende de los arts. 1683, 1687 y 1689 del CC y del
art.37 de la Ley de Matrimonio Civil.
NULIDAD RELATIVA
(ojo, la definición parte señalando que es una sanción)
Es la sanción por la omisión de algún requisito o formalidad que la ley exige en atención
al estado o la calidad de las partes.
A la inversa de la nulidad absoluta protege los intereses de ciertas y determinadas
personas en cuyo beneficio la establece la ley, es decir, no está destinada a proteger intereses
generales.
En el inc. final del art.1682 se señala que la regla general es la nulidad relativa. Ello se
desprende porque luego de señalar los casos de nulidad absoluta expresa que cualquiera otra
especie de vicio produce nulidad relativa, y da derecho a la rescisión del acto contrato.
Por el hecho de estar establecida para proteger determinados intereses presenta ciertas
características que le son particulares:
1.- En cuanto a la alegación: artículo 1684 señala que sólo puede ser alegada por las
personas en cuyo beneficio la han establecido las leyes, sus herederos o sus cesionarios. Ojo la
ley no señala que son los contratantes, sino las personas en cuyo beneficio la ha establecido la
ley. (no es sinónimo de parte)
Entonces, la nulidad relativa no puede ser declarada de oficio por el juez, ni puede
pedirse su declaración por el ministerio público en el solo interés de la ley. (art. 1684).
No siempre quien puede alegar la nulidad relativa ha debido tener una intervención en el
acto o contrato respectivo, sino que puede ser una persona que no intervino en la celebración
del acto o contrato, pero que tiene derecho a invocar la nulidad por haberla establecido la ley
en su beneficio.
295
2.- Puede sanearse por el transcurso del tiempo : el art. 1691 señala que el plazo para
pedir la rescisión (nulidad relativa) dura 4 años. Esto significa que si transcurren los 4 años y la
persona que podía alegar la nulidad, no lo hace en tal tiempo, el vicio desaparece y el acto
queda sano. Es una prescripción especial de las señaladas en el artículo 2524 del Código Civil.
(La prescripción ordinaria es de 5 años).
El mismo art. 1691 señala que para determinar el inicio de los plazos en el caso de la
fuerza, error, dolo e incapacidad se debe estar a las siguientes reglas:
a).- Violencia o fuerza: se contará desde el día que ésta haya cesado. (Porque puede ser
que el acto se haya celebrado un mes antes, pero durante todo ese tiempo puede haber estado
amenazado por ej.. Hay un principio básico que señala que al impedido no le corre el plazo.
b).- Error y dolo: se contará desde el día de la celebración del acto o contrato.
c).- Incapacidad legal: el cuadrienio se contará desde el día en que haya cesado la
incapacidad. (Por ejemplo en el caso de un menor de edad que actuó solo, desde que cumple la
mayoría de edad).
Con respecto a esto se plantea un problema. Qué ocurre si la persona que puede alegar
la nulidad del acto fallece antes de pedir la nulidad y encontrándose corriendo el plazo o aún
no ha empezado a correr?
Si los herederos fueran menores de edad, dispondrá también de los 4 años si no hubiera
empezado a correr el plazo o del residuo que quedara; pero el plazo empezará o se reanudará
cuando los herederos hayan llegado a la mayoría de edad (art. 1692 inc.2). Estos casos son una
excepción al artículo 2524, el que señala que las prescripciones especiales no se suspenden. (En
este caso se suspende la prescripción, que es una excepción por existir una norma expresa en el
artículo 1692, norma especial que rige por la general).
Pero, según el inc. final del mismo art., en este último caso no se podrá pedir la nulidad
pasados diez años desde la celebración del acto o contrato. (Sólo hasta los 10 años, luego de ese
plazo prescribe).
296
3.- Puede sanearse por la ratificación de las partes : Aquí debe hablarse de
confirmación del acto nulo, ya que en el hecho importa una renuncia a la posibilidad de alegar
la nulidad relativa. Es una renuncia a la acción de nulidad
Por su parte, la ratificación tiene dos sentidos. En una designa al acto en virtud del cual
una persona asume por su cuenta los actos ejecutados a su nombre por otra que no tenía poder
para ello, recordar el mandato, una compraventa de cosa ajena.
En otro sentido, y que es el que corresponde ahora, equivale a la confirmación del acto
nulo relativamente, y no es otra cosa que la renuncia del derecho de pedir la nulidad; no
importa renovación del acto jurídico que adolece de nulidad relativa.
Esta característica se justifica plenamente en esta clase de nulidad, porque ella está
establecida en el interés de ciertas y determinadas personas, por ello cabe perfectamente
dentro de la norma del art.12 del CC, porque mira sólo al interés de la persona que la renuncia y
no está prohibida por la ley. (Esto porque mientras la nulidad no se declarada judicialmente, el
acto jurídico produce todos sus efectos).
Características de la confirmación:
1.-) Que el acto adolezca de nulidad relativa. (En nulidad absoluta no se puede).
2.-) debe provenir de la parte en cuyo beneficio la ley ha establecido la nulidad relativa.
Art. 1696, sólo ellas pueden ratificar.
3.-) La parte que ratifica debe tener capacidad para hacerlo (art. 1697). Si se trata de la
ratificación de un incapaz deberá hacerla con las formalidades habilitantes.
4.-) La ratificación es posible mientras no se haya declarado la nulidad por sentencia
firme.
No es requisito para la validez de la ratificación que en el acto se diga expresamente que
se renuncia a la acción de nulidad, ya que la ratificación lleva envuelta la renuncia de la acción
de nulidad.
297
La ratificación tiene que efectuarse con conocimiento del vicio que afecta al acto y
teniendo conciencia del derecho que le asiste a pedir la nulidad relativa.
No debe adolecer del mismo vicio del acto que se ratifica.
La confirmación o ratificación puede ser expresa o tácita. Es tácita cuando se ejecuta
voluntariamente la obligación contraída (art.1695). (No hay otra forma de ratificación tácita).
Es expresa cuando se hace con las mismas solemnidades a que por la ley está sujeto el
acto contrato que se ratifica (art. 1694). El art. 1696 señala que ni la ratificación expresa ni la
tácita serán válidas, si no emanan de la parte o partes que tienen derecho de alegar la nulidad.
Finalmente, el art. 1697 expresa que no vale la ratificación expresa o tácita del que no es capaz
de contratar.
En la ratificación expresa no es necesario repetir íntegramente el acto que se está
confirmando, sino que basta con manifestar la intención de ratificar.
Esto se exceptúa en el caso de los actos solemnes del art.1694, porque en tal caso se
deben cumplir con las mismas solemnidades del acto que se ratifica.
¿Cuando se ratifica un acto nulo, desde cuándo produce sus efectos? Desde la
fecha de la celebración del acto o desde la fecha de su confirmación?
Esta determinación tiene importancia en los casos de la acción de prescripción,
adquisición de frutos, legislación por la cual se regirá el acto, etc.
En todos los casos se considera a la fecha del acto o contrato confirmado y no desde la
fecha de su ratificación.
Ej: el art.1701, que señala que el instrumento defectuoso por incompetencia del
funcionario o por otra falta de forma, vale como instrumento privado si estuviese firmado por
las partes; se entiende que el instrumento público servirá útilmente como instrumento privado,
sino se trata de un acto en que la ley requiere el instrumento público como solemnidad, y en
que él no puede suplirse por otra prueba.
Otro ej. Convenio extrajudicial: puede suceder que ese pacto adolezca de algún vicio y
sea nulo, sin embargo ese pacto podría servirnos como medio de reconocimiento de deuda, por
tanto se da la conversión.
1.-) Si el incapaz se limita a aseverar que es mayor de edad o que no hay interdicción o
que no hay causal de incapacidad: en tal caso, el incapaz mantiene el derecho para demandar
la declaración de nulidad del contrato. Esto es así porque la ley estima que el otro contratante
ha sido negligente en cerciorarse del verdadero estado del incapaz al dejarse guiar por meras
aseveraciones y se atuvo a lo que el incapaz le dijo, no tuvo el debido cuidado. Este caso se
conoce como aserción de mayor edad.
2.-) En caso que de parte del incapaz haya habido dolo: la ley lo priva y también a sus
herederos o cesionarios del derecho de alegar la nulidad (art.1685). Ej. si para celebrar el acto
presentó una cédula de identidad falsa para aparecer como mayor de edad.
Efectos de la nulidad:
Para que la nulidad produzca efectos necesita haber sido declarada judicialmente por
medio de una sentencia ejecutoriada.
El acto que aún no se ha anulado produce sus efectos normalmente, porque lleva
envuelto en sí una presunción de validez.
299
Una vez que la nulidad ha sido declarada, opera con efecto retroactivo, retrotrayendo a
las partes al estado anterior a la celebración del acto o contrato y desapareciendo las causales
del acto nulo.
Si bien la nulidad relativa y la nulidad absoluta se diferencian en cuanto a las personas
que las pueden pedir y alegar, en cuanto a que una es susceptible de declaración de oficio y la
otra no, y en cuanto al saneamiento por ratificación de las partes y el transcurso del tiempo, en
lo que se refiere a los efectos no hay diferencia alguna que hacer. Por eso, los arts. 1687 y 1689
se refieren a los efectos de ambas nulidades.
La nulidad judicialmente declarada produce efectos sólo respecto de las partes en cuyo
favor se ha decretado, por disponerlo así el art.1690, que expresa: Cuando dos o más personas
han contratado con un tercero, la nulidad declarada a favor de una de ellas no aprovechará a las
otras.
Esta disposición está en concordancia con el art.3 inc.2 del CC, que dice que las
sentencias judiciales no tendrán fuerza obligatoria sino respecto de las causas en que
actualmente se pronunciaren (produce efectos sólo entre los litigantes).
Pero para que opere esa restitución al estado anterior y dado que el acto ha estado
produciendo efectos, el art.1687 dice que estas restituciones se regirán por las reglas que el CC
da en los arts.904 y siguientes en lo relativo a las prestaciones mutuas.
En estas restituciones, si como consecuencia de la nulidad judicialmente pronunciada se
debe devolver dinero, deberá realizarse la restitución reajustada en la desvalorización que haya
experimentado la moneda, sólo así se cumple el supuesto del art.1687 y se vuelve al estado
anterior. (Revista de Derecho y Jurisprudencia: Tomo 72, secc. primera, pág. 49).
La normas del art.1687 tiene 3 excepciones a las que se refiere la parte final del mismo
art.:
a.) El poseedor de buena fe no está obligado a entregar los frutos que ha percibido
mientras estuvo de buena fe, y se presume que lo está hasta el momento de la contestación de
la demanda. (O hasta que se le notifique la demanda, es decir, desde que se trabe la litis).
b.) Caso del art.1468, que se establece para aquellas personas que han ejecutado un
acto sabiendo o debiendo saber que el acto adolecía de causa u objeto ilícito: No podrá
repetirse lo que se haya dado o pagado por un objeto o causa ilícita a sabiendas. (Este castigo
sólo opera respecto de objeto y causa ilícita, NULIDAD ABSOLUTA).
c.) Caso del art.1688, que está exceptuado por el final del inc.2 del art.1687.
El art. 1688 señala que si se declara nulo el contrato celebrado por una persona incapaz
sin los requisitos que la ley exige, el que contrató con ella no puede pedir la restitución o
reembolso de lo que gastó o pagó en virtud del contrato, sino en cuanto probare haberse hecho
más rica con ello la persona incapaz. Se entenderá haberse hecho ésta más rica, en cuanto las
cosas pagadas o las adquiridas por medio de ellas, le hubieren sido necesarias; o en cuanto las
cosas pagadas o las adquiridas por medio de ellas, que no le hubieren sido necesarias, subsistan
y se quisiere retenerlas.
Sólo procederá la nulidad cuando se pruebe que el incapaz se ha hecho más rico, luego,
queda aparte toda otra clase de nulidad. Si en los casos en que se hubiera hecho más rico el
incapaz no estuviera obligado a la devolución de lo que gastó o pagó en virtud de un contrato,
habría un enriquecimiento sin causa para el incapaz.
Para proceder a la restitución deberá ejercerse la acción reivindicatoria. (Artículos 889 y
siguientes).
a.-) La rescisión por lesión enorme: si se rescinde (nulidad relativa) un contrato por
lesión enorme, no se produce una acción para caducar los gravámenes constituidos sobre la
cosa. Así lo dispone el art.1895. (Ej. no caduca la hipoteca, el que tenga que devolver la cosa
tiene que purificarla de los gravámenes).
c.-) Donación entre vivos: el art.1432 dice expresamente que la rescisión no da acción
contra terceros poseedores ni para la extinción de hipotecas, servidumbres u otros derechos
constituidos sobre las cosas donadas. Salvo las excepciones que contempla el propio art.1432.
d.-) Caso del tercero poseedor que hubiese adquirido el dominio de la cosa por
prescripción: no se contempla expresamente, pero se deduce de los arts. 682, 683 y 717. No
afecta al tercero la acción reivindicatoria cuando ha adquirido la cosa por prescripción, porque
los vicios o defectos que puedan adolecer los títulos de sus antecesores, no se transmiten a él.
Ejemplo: A vende a B un inmueble; B se lo vende inmediatamente después a C, y cada
una de las ventas va seguida de su respectiva tradición; pasan 8 años y A interpone acción de
nulidad del contrato celebrado con B en razón de la ilicitud del objeto; la nulidad absoluta se
sanea en 10 años, y como sólo han transcurrido 8, la acción de nulidad está vigente; al mismo
tiempo que A demanda a B la nulidad del contrato, entabla acción reivindicatoria contra C,
fundado en el art.1689.
El contrato entre A y B se anulará porque la nulidad no ha prescrito, pero no habrá
derecho de reivindicar la cosa de C, porque éste la ha adquirido por prescripción ordinaria, pues
si bien la tradición no dio dominio a C porque B no lo tenía, conforme al art.683, le dio derecho
de ganar el dominio de la cosa por prescripción, y como su posesión era regular, adquirió el
dominio por la prescripción ordinaria de 5 años; de manera que C puede rechazar la acción de
reivindicación interpuesta en su contra fundado en su posesión y en el art. 2517.
e.-) Acción de indignidad para suceder (art.976): declarada la nulidad no afecta a los terceros.
302
1.- Acción para pedir la nulidad : ella tiende a obtener la nulidad de un contrato
celebrado con algún vicio o defecto, pretende que el acto o contrato sea anulado
produciéndose los efectos propios de la nulidad.
El acto se va a anular entre las partes que concurren a su celebración y esta circunstancia
va a determinar las personas contra las que se va a dirigir la nulidad.
De esta manera, si la entabla un contratante la acción de nulidad va a ir dirigida contra el
otro contratante; si la entabla un tercero, en el caso de la nulidad absoluta, deberá entablarla
en contra de todos los contratantes. (Ojo).
Esta acción es personal y debe ventilarse entre los contratantes, y en el juicio que se
entable se determinará si el contrato tiene o no el vicio que se le atribuye.
No hay discusión en cuanto en cuanto a que la nulidad absoluta y relativa puede hacerse
valer como acción, esto es, demandando en el juicio respectivo por quien tiene derecho a
alegarla.
303
La nulidad puede ser absoluta o relativa, pero hay otras clases de nulidades civiles que la
doctrina y jurisprudencia mencionan como categorías de nulidades.
A.- Nulidad total y nulidad parcial : en la primera, el vicio de que adolece el acto o
contrato lo afecta en su integridad. Mientras que en la nulidad parcial, ella se presenta en
determinados actos jurídicos en los cuales se comprenden cláusulas que en cierto modo son
independientes entre ellas, de modo que la nulidad que pudiera afectar a algunas partes o
cláusulas no traerán aparejada la nulidad total del acto o contrato.
Así por ejemplo, en el testamento se pueden contener cláusulas o disposiciones que son
independientes y en estos casos puede haber un error sobre la persona de un legado y se va a
hablar de nulidad parcial (Ver arts.1059, 1060 y 1061). Ver Repertorio de Legislación y
Jurisprudencia, Código Civil, tomo VI, art.1681, p.101. (Esto constituye una manifestación del
principio de la supervivencia de los actos).
C.- Nulidad refleja: Hay ciertos actos jurídicos solemnes en que la solemnidad es la
forma con que la ley admite al acto o contrato. En los casos en que no se ha cumplido con los
requisitos que se exige para la solemnidad, por ejemplo: la escritura pública en la compraventa
de un bien raíz, la nulidad de esta escritura acarreará la nulidad del acto o contrato contenido
en ella. Ello en atención a que la escritura pública debe cumplir con determinados requisitos,
por ejemplo el domicilio de las partes, o la firma del notario, etc, si falta alguno de ellos, trae
como consecuencia la nulidad refleja, por lo que cae el acto jurídico de la compraventa. Esta
nulidad se refiere a la solemnidad, al instrumento en que se refleja el acto jurídico.
304
La Corte de Valdivia, el 15 de diciembre de 1933, aceptó este tipo de nulidad. (Ver Revista de
Derecho y Jurisprudencia, t.33, secc. segunda, p.1).
LA INOPONIBILIDAD
LA SIMULACIÓN
Pero no es que se pueda separar ambos actos, lo que ocurre es que en la simulación es
toda una operación en que las partes se ponen de acuerdo y disfrazan su verdadera voluntad
mediante un acto externo
Reserva mental (esta no alcanza a ser simulación): aquella voluntad declarada que no
corresponde a lo que realmente es su intención. Ej. Podría ser que un hombre deseando
carnalmente a una mujer, le propone matrimonio, atribuyéndose un determinado nombre. (Ver
ejemplo de Alessandri). Por regla general esta reserva mental no acarrea problema desde el
punto de vista jurídico, habría que buscar la causa de su reserva para ver si hay algo ilícito, lo
que en todo caso es difícil de probar porque en este caso se debería probar la intención del
individuo. En este caso la voluntad es poco seria.
Ver animus iocandi, mellado, página 263.
Por otro lado está el error, el que es involuntario, en cambio la simulación es voluntaria.
Puede haber simulación en consideración a los sujetos, con el objeto de burlar ciertas
disposiciones como el art.1796 que prohíbe el contrato de compraventa entre cónyuges no
divorciados y entre el padre o la madre y el hijo de familia; ejemplo de esta simulación sería que
un cónyuge vendiera a un tercero un bien, y este tercero se lo vendiera al otro cónyuge. (En
todo caso habría que ver el caso concreto, porque quizás no haya simulación. Perfectamente
puede suceder que el cónyuge venda a un tercero y después este tercero por apuros
económicos le venda a la mujer, sin que exista simulación en este caso).
Por último, la simulación relativa puede decir relación con el contenido del acto jurídico,
esto es, cuando el objeto mismo del acto jurídico verdadero es diferente de aquel que se
aparenta celebrar.
La simulación puede ser también por interposición de persona, es decir, si una persona
quiere hacer por su propia cuenta una negociación sin que lo sepan los terceros, o aun sin que
lo sepa la otra parte, puede emplear un mandatario que exteriorice su calidad y se presente
como autor y beneficiario del acto. Es una simulación que no recae sobre la naturaleza o los
elementos del acto, sino sobre las personas que en él toman parte. En apariencia, todo
transcurre como si la persona interpuesta hubiera concluido el acto para sí, pero ésta sólo sirve
de “prestanombre” para otra.
En el contrato, en vez de figurar dos partes, aparecen tres, pero una de ellas es
disimulada. (ver Gaceta de los Tribunales, año 1935, seg. semestre, sent. 9, p.29).
La interposición de persona es reprobable cuando se utiliza como medio de burlar una
incapacidad legal o como medio de burlar los derechos de un tercero. En la práctica, esta
simulación es frecuente cuando se quiere burlar una prohibición legal.
308
Efectos de la simulación:
A.- Simulación absoluta: Como no hay voluntad de celebrar acto alguno, ni siquiera
hay voluntad de celebrar un acto jurídico aparente y, en general, ninguna clase de acto jurídico,
el acto simulado absolutamente adolece de nulidad absoluta por falta de consentimiento (Corte
de Santiago. Revista de Derecho y Jurisprudencia: t.39, secc. primera, p.411). (Nulidad
Absoluta).
Cualquiera de las partes puede pedir, fundándose en el art.1707, que se declare la
vigencia del vínculo secreto de que da cuenta la contraescritura y en la que aparece que ningún
acto se quiso celebrar. (En el caso que una de las partes desconozca el “acuerdo”).
Frente a los terceros de buena fe, esto es, el que tenía desconocimiento de la simulación,
se presenta como una situación en que el acto simulado debe considerarse como un acto
existente, de manera que las partes no podrán invocar la simulación absoluta ante el tercero. Si
no fuera así, se permitiría que a través de la simulación se perjudicara a terceros.
En otras palabras, la simulación es inoponible respecto de terceros, y ellos deberán
atenerse al acto exteriorizado.
Si el tercero tiene interés en atacar la simulación puede hacerlo; lo que no está
permitido es que las partes aleguen la simulación frente a los terceros. Ampara a éstos el
art.1707, relativo a las contraescrituras, mediante las cuales se deja testimonio de la simulación.
B.- Simulación relativa: Entre las partes vale el acto oculto o disimulado y carece de
valor el acto ostensible en virtud del principio del art.1545. De tal manera que no podría una de
las partes, para evitar el cumplimiento del contrato oculto, oponer a la otra la simulación,
porque según se deduce del art.1707 este medio sólo puede emplearse por los terceros.
Acción de simulación:
Según la jurisprudencia, tiene por fin establecer la voluntad real y verídica de las partes y
hacerla primar sobre la que falsamente expresaron (Revista de Derecho y Jurisprudencia: t.31,
secc. primera, p.65).
Aquí se presenta un problema en relación a contar los plazos de Prescripción de esta
acción de simulación.
Entre las partes, el plazo debe contarse desde que una de ellas pretende desconocer el
acto oculto e investir de seriedad al simulado o público, pues desde ese momento hay interés
en ejercitar la acción. (A partir de que una de las partes se “quiera pasar de listo”).
En cuanto a los terceros, sólo pueden ejercitar la acción de simulación si tienen interés
en la declaración de ésta, es decir, si tienen interés en que aparezca la verdadera voluntad. Para
ellos, el plazo de prescripción se empieza a computar desde el momento que tuvieron
conocimiento del acto o contrato oculto.
Sin embargo, hay quienes afirman que la acción de simulación es imprescriptible,
porque en tal acto no ha habido voluntad y, por lo tanto, no existe y podrá pedirse que se
declare que no existe. No puede pedirse que el transcurso del tiempo le de existencia a la nada.
Este principio es refutable, puesto que la totalidad de las acciones son prescriptibles,
con excepción de las que señale la ley como imprescriptibles, como por ejemplo la partición
de bienes y el matrimonio. (Esa es la regla general).
En todo caso, hay acuerdo que si ha operado la prescripción adquisitiva de la cosa objeto
del acto, no puede intentarse acción de simulación.
La simulación puede dar origen a una acción civil y a una acción penal: la primera, para
dejar sin efecto el contrato y obtener la correspondiente indemnización de perjuicios; y la
acción penal, para exigir el castigo de los que han celebrado el acto simulado en perjuicio de
terceros. Ambas acciones son independientes (Revista de Derecho y Jurisprudencia: t. 15, secc.
segunda, p.9).
310
TEORIA DE LA PRUEBA
1.- Se usa para designar los medios de prueba, o sea, los medios de convicción
considerados en sí mismos y que llevan a través de la inteligencia a admitir la realidad de un
hecho. De este modo se habla de prueba de testigos, prueba instrumental, etc.
2.- Se usa para designar la producción de la prueba, a la circunstancia de hacerla valer
ante los tribunales. Así se dice que la prueba le incumbe al actor o al demandado.
3.- Se entiende también como el resultado obtenido con los medios de prueba de que
se hizo empleo, o sea, significa si hubo o no demostración del hecho que se sostenía.
4.- Como fase del juicio anterior al fallo, etapa probatoria.
Fines de la prueba:
Dependiendo de la materia de que se trate el fin puede variar. Así, en materias donde
está en comprometido el interés público prevalece el establecimiento de la verdad como fin (Ej:
Derecho de familia).
En cambio, en materias de índole privado normalmente prevalece la idea de dar
preeminencia a las afirmaciones de las partes.
En el Código Civil, Libro IV, Título XXI (arts.1698 (Ojo) al 1714), con la denominación De la
Prueba de las Obligaciones.
Tiene la misma ubicación que en el Código francés, que a su vez, siguió el modelo
diseñado por Pothier.
También se tuvo como fuente de este título al Proyecto del Código Civil español de
Florencio García Goyena.
Por su parte, el Código de Procedimiento Civil reglamenta a la prueba en el Libro II (juicio
ordinario), títulos IX, X y XI (arts. 318 al 429).
Objeto de la Prueba:
La prueba sólo puede versar sobre hechos, porque el objeto de la prueba es probar un
hecho discutible y del cual se origina un derecho. Así, si una persona afirma que otra le debe
algo o que otra debe cumplir una determinada obligación, deberá probar de dónde nació esta
obligación.
El derecho no se prueba, porque emana de la ley, y la ley se presume o se finge conocida
de todos (art.8 CC). De esto se desprende que las partes tendrán que probar los hechos, y una
vez acreditados los hechos, va a intervenir el juez, que va aplicar el derecho a los hechos.
Por su parte, los arts. 408 al 411 del Código de Derecho Internacional Privado (Código
Bustamante) permiten la aplicación de oficio, respecto de los países que han suscrito el Código
-entre ellos Chile- de sus respectivas legislaciones nacionales. El art.409 del Código Bustamante
permite la aplicación del derecho extranjero certificado auténticamente en su texto por dos
abogados habilitados del respectivo país.
Esta doctrina mayoritaria, sostiene que el derecho extranjero debe probarse por ser un
hecho del litigio y porque la presunción de conocimiento de la ley del art.8 del CC se refiere sólo
al derecho nacional, y no al extranjero. Sin embargo, existe otra opinión que señala que el
derecho extranjero es derecho al igual que el derecho nacional y que, por lo tanto, no procede
prueba a su respecto. En cuanto a la regla del art.411 del CPC señalan que no impone al juez el
oír a los peritos, sino que sólo le entrega una facultad, con lo cual indica que no es
imprescindible la prueba del derecho extranjero.
Prueba de la costumbre:
Conforme al art.2 del CC, no constituye derecho sino en los casos en que la ley se remite
a ella, y se prueba de acuerdo con las reglas generales.
En materia comercial, las costumbres mercantiles suplen el silencio de la ley cuando los
hechos que la constituyen son uniformes, públicos, generalmente ejecutados en la República o
en un determinado territorio y reiterados por un largo espacio de tiempo; se aprecian
prudencialmente por el juez.
Pero si a éste no le consta la autenticidad de la costumbre que se invoca, sólo puede ser
probada por un testimonio fehaciente de 2 sentencias que, aseverando la existencia de la
costumbre, hayan sido pronunciadas conforme a ellas, o por 3 escrituras públicas anteriores a
los hechos que motivan el juicio en que debe obrar la prueba (arts. 4 y 5 C de C).
313
1.-) Quién debe probar; en otros términos, sobre quién recae el peso de la prueba. Es
la cuestión del onus probandi.
2.-) Qué debe probarse, en otras palabras, sobre qué debe versar la prueba que se
rinda.
3.-) Cómo se debe probar, es decir, de que manera debe acreditarse aquello que se
sostiene y que, por tanto, es lo que debe probarse.
Por eso, no es cien por ciento exacta la afirmación que a veces se hace en el sentido de
que en un litigio corresponde la prueba al demandado, lo corriente es que suceda eso, pero lo
correcto es que el peso de la prueba recaiga sobre todos.
Esta materia probatoria descansa sobre ciertos principios que son:
c) Principio de interés de la prueba: significa que debe probar el que tenga interés en
demostrar un hecho.
314
Estos principios sufren alteraciones cuando la ley es la que establece una presunción, ya
que en ese caso, la persona favorecida por la presunción (: a partir de determinados hechos
relativamente claros, se deducen ciertos resultados) no tiene nada que probar. Si la
presunción es simplemente legal, el que es favorecido por ella es liberado de la carga de la
prueba y hay un desplazamiento del onus probandi a la parte contraria, interesada en destruir
la presunción.
Si la presunción es de derecho, aquel que es favorecido con ella queda liberado de la
carga de la prueba, sin que pueda producirse demostración en contrario.
Las dos son legales, pero una es simplemente legal y la otra es de derecho. La
simplemente legal se puede destruir demostrando que no son tales los hechos en los cuales se
funda, en cambio la de derecho no admite prueba en contrario.
Únicamente puede probarse que no son efectivos los antecedentes o circunstancias de
que la infiere la ley.
Por eso, algunos autores sostienen que las presunciones serían una alteración de las
normas probatorias. Pero, esto no es así, puesto que la ley presume lo normal. Sólo habría una
alteración en el caso que la ley presuma algo que no es normal. Pero, la regla general es que se
presuma lo normal (art. 700).
¿Pueden las partes modificar las normas sobre peso o carga de la prueba?
Algunos creen que estas normas están establecidas en el interés de las partes, siendo
por consiguiente renunciables y las estipulaciones serían lícitas (Somarriva). Ello sería posible en
virtud del art.12 del CC, es decir, serían renunciables por estar establecidas en el propio interés
de las partes. Agrega que el CC admite dos casos de inversión de la prueba, que son:
a).- Hechos constitutivos: son aquellos que configuran una situación jurídica, es decir,
los que le dan existencia o validez. Dentro de ellos se subdistingue entre hechos constitutivos
genéricos y específicos.
1.- Genéricos: son los que están presentes en toda situación (art.1445).
2.- Específicos: están presentes sólo en determinadas situaciones jurídicas. (Ej. el precio
de la cosa en la compraventa).
Como la ley hace presunción de lo normal y lo normal es que en una relación jurídica
concurran los hechos constitutivos genéricos, el que alega la no concurrencia de tales hechos
tendrá la carga de la prueba. (Lo normal es la subsistencia del acto jurídico, lo normal es que
esté bien el acto jurídico o contrato).
Al contrario, quien sostenga la existencia de un hecho constitutivo específico, deberá
demostrarlo; ese hecho es el fundamento inmediato de su pretensión y constituirá una
alteración del estado normal de las cosas.
Por ejemplo: si sostiene la celebración de determinado contrato de compraventa,
deberá probar los hechos específicos que lo constituyen, es decir, que tal es la cosa, que tal es
el precio, y cualquier otra estipulación propia de la precisa situación que afirma.
b).- Hechos impeditivos: son aquellos que impiden u obstan la validez o eficacia de
la relación jurídica. Como lo normal es que el acto exista y sea eficaz, quien alegue lo
contrario, deberá probarlo. Ej. un error, un dolo. Quien lo alega, quien lo sufre deberá
probarlo.
c).- Hechos modificatorios: son los que alteran los efectos o el contenido de la relación
jurídica. Ej. debo $100.000 y me demanda. Yo opongo como excepción que ya le pagué
$80.000, lo que modifica la obligación, deberá probar que ya le pagué tal suma y por tanto le
debo sólo $20.000.
316
d).- Hechos extintivos: son los que hacen desaparecer un derecho o una situación
jurídica que existía. Ej. el mismo anterior, pero opongo como excepción que ya pagué. En este
caso también deberé probar la fuente de la extinción de la obligación.
El actor o demandante debe probar los hechos constitutivos, que son el fundamento de
la demanda; el demandado está en la necesidad de probar los hechos extintivos, impeditivos o
modificatorios capaces de justificar el rechazo de la demanda del actor.
Hechos negativos:
Hechos notorios:
Son aquellos hechos conocidos por la generalidad de las personas de una cultura media y
en el lugar y tiempo en que esos hechos se han producido, de manera que no pueda plantearse
duda.
Por excepción, se les reconoce expresamente en el art.89 del CPC (modificado por la ley
7760 del 1944) en materia de incidentes. (Aquellas materias que requieren de un
pronunciamiento especial del Tribunal). En materia de incidentes se permite al Tribunal
resolver de plano aquellas peticiones cuyo fallo se pueda fundar en hechos que sean de pública
notoriedad, lo que el Tribunal consignará en la misma resolución. Sobre estos incidentes
también pueden haber prueba de parte de las partes.
En conformidad al art.318 del CPC, los hechos que se prueban deben reunir las
siguientes características:
a).- substancial: que sean importantes, es decir, que influyan en la decisión del pleito,
b).- pertinentes: que estén conectados con el asunto discutido.
c).- controvertido: que exista discusión sobre un punto.
Para acreditar los hechos (substanciales, pertinentes y controvertidos), las partes sólo
pueden hacerlo con los medios de prueba señalados en la ley.
Estos medios son (arts. 1698 CC y 341 CPC):
317
Estos medios están taxativamente señalados, por lo que el juez no puede considerar
otros medios que éstos. Conviene señalar que la derogada ley 18043 que sanciona el tráfico de
estupefacientes, señalaba que los tribunales podrían admitir como medio de prueba las
películas cinematográficas, fotografías, fonografías, sistemas de reproducción de imagen y del
sonido, y en general cualquier medio idóneo apto para producir fe (Art. 20). Esta ley fue
reemplazada por la 19.366 (actualmente es la Ley 20.000), que en su art. 59, luego de derogar
expresamente a la antigua ley, señala que la tramitación de los respectivos procesos, la prueba y
la apreciación de la prueba se regirán por las normas de esta ley. A este respecto esta ley 19.366
se limita a repetir, como medios probatorios aceptables, los señalados en el CPC y el Código
Civil, artículo 323 Código Procesal Penal.
Sistemas probatorios:
● el juez pueda avaluar algunas pruebas según la convicción personal que le hayan
producido (art.426 CPC).
● en ciertos procedimientos, se permite al juez apreciar la prueba en conciencia, es
decir, de acuerdo con la convicción personal; ejemplos: en materia laboral, la ley de menores,
en materia de contrato de arrendamiento, la actual ley del tránsito, etc.
El que aprecie la prueba en conciencia, significa que el juez valorará la prueba sin
sujetarse a la eficacia o fuerza que la ley le asigna a los distintos medios probatorios. El juez
tendrá que hacer un examen lúcido y reflexivo, sin que pueda omitir las pruebas dadas por las
partes. En todo caso, el juez no podrá alterar las reglas del onus probandi y tampoco podrá
admitir medios de prueba que la ley prohibe o desestimar medios que la ley admite. Tampoco
puede infringir las llamadas leyes reguladoras de la prueba, que son aquellas normas básicas y
fundamentales que organizan la prueba. La ley faculta al juez para apreciar la prueba en
conciencia, pero no lo faculta para fallar en conciencia.
4 - También se atenúa este sistema con las reglas de la sana crítica, establecida en los arts.425 y
429 del CPC.
Estas reglas son las que llevan a la verdad por los medios que aconseja la sana razón. Son
reglas de correcto entendimiento humano, contingentes, variables con relación a la experiencia
del tiempo y del lugar, pero estables y permanentes en cuanto a los principios lógicos en que
debe apoyarse la prueba de los hecho en la confirmación de la sentencia. (Couture).
HASTA AQUÍ EL 30 DE OCTUBRE DE 2007.
Clasificación de la Prueba
Medios de Prueba
1.- Instrumentos:
La prueba instrumental es aquella que se produce por medio de documentos en la forma
que establece la ley.
Documento e instrumento: por documento se entiende a todas aquellas cosas en que se
expresa una manifestación de pensamiento por medio de signos. A este respecto, es totalmente
indiferente el material sobre el cual estos signos estén escritos y también es indiferente la clase
de signos (letras, números, signos, etc.).
Por su parte, el instrumento es aquel documento escrito que constata un hecho con el
fin de servir de medio probatorio. Luego, sería instrumento una escritura pública, no lo sería
una carta o un diario, pues no están destinados a servir de prueba.
De lo anterior se desprende que el documento es una idea más amplia que el
instrumento, y que este último viene a constituir la especie dentro del género que es el
documento.
Además, se sostiene otra diferencia entre documentos e instrumentos, puesto que el
primero expresa el pensamiento por cualquier medio, en tanto que el instrumento representa
el instrumento mediante escritura.
Título e instrumento: título es el acto o contrato de que da cuenta o prueba el instrumento.
Mientras que el instrumento es sólo su prueba escrita. Sin embargo, a menudo la expresión
título se emplea con el sentido de instrumento, hasta el punto que en el lenguaje corriente se
confunden ambas expresiones. Ejemplos: arts. 686, 689 y 1091 del CC.
No obstante lo anterior, no coincide con la idea jurídica de título, ya que éste es un acto
jurídico del que nace un derecho u obligación. En cambio, el instrumento es el elemento
material en el cual se consigna el acto jurídico y que sirve para probar la existencia de ese acto.
instrumento corresponde a la verdad y realidad. En rigor, los instrumentos públicos son casi
siempre auténticos; pero hay muchos instrumentos auténticos que no son públicos.
original como las copias que se han dado cumpliendo con los requisitos legales, tienen la calidad
de instrumento público (art.342 CPC).
Escritura Pública.
La escritura pública no es más que una especie de instrumento público. Según se
desprende de los arts. 1699 del CC y 403 del COT la escritura pública es el instrumento público o
auténtico autorizado con las solemnidades legales por el competente notario e incorporado en
un protocolo o registro público.
3.- Otorgamiento con las solemnidades legales: las escrituras públicas deben cumplir con una
serie de solemnidades contempladas en diversas disposiciones, tales son:
Los notarios, aparte de la obligación que tienen de llevar el protocolo, deben llevar el
Repertorio de escritura públicas e instrumentos protocolizados, en el cual tienen que darle
número a estos instrumentos protocolizados de acuerdo al orden de su presentación, a su vez,
el notario deberá colocar la fecha en que se efectúa el ingreso de la escritura e indicará el
nombre de las partes. Este libro se cierra diariamente con las indicaciones de la última
anotación, si no hubiera ninguna anotación tiene que dejarse constancia de ello.
El repertorio se creó para evitar el que una escritura pública fuese protocolizada con
fecha anterior a otra.
La Protocolización:
Consiste en agregar un documento al final del registro del notario a petición de parte
interesada.
Incorporar es pasar a formar parte del cuerpo.
Agregar es poner o colocar después de algo.
No es lo mismo la escritura pública que el instrumento protocolizado, porque la escritura
pública se extiende ante el notario y se incorpora en el registro; en cambio, en la
protocolización se agrega el documento al final del registro.
Para que la protocolización surta efectos, debe dejarse constancia en el repertorio el día
en que se presente el documento para su protocolización.
La regla general es que la protocolización no da al instrumento el carácter de público.
Pero esta regla tiene excepciones como la establecida en el art.420 del COT, que señala cinco
casos en que determinados instrumentos, una vez protocolizados, valen como instrumento
públicos.
Fines de la protocolización:
a.- el instrumento protocolizado adquiere fecha cierta desde el momento de la protocolización.
b.- tiene importancia para la conservación del mismo documento, pues queda bajo el cuidado y
la responsabilidad del notario.
323
c.- En cuanto a la fecha del instrumento protocolizado, se cuenta desde que se anote en el libro
repertorio que lleva el notario, no desde que se agrega.
Declaraciones dispositivas: son las que las partes han tenido en vista y constituyen el objeto del
contrato; expresan el consentimiento y especifican el objeto sobre que éste recae, con todas sus
modalidades. Tienen que referirse a los elementos de la esencia del acto o contrato. Ejemplo:
las declaraciones del comprador y el vendedor en que dicen celebrar el contrato de
compraventa sobre tal cosa, que el precio es tal suma, pagadero a tantos meses, etc.
Declaraciones enunciativas: son aquellas que no constituyen el objeto del acto de que se trata;
son aquellas en que las partes relatan en términos simplemente enunciativos hechos o actos
jurídicos anteriores. Ejemplo: el vendedor dice que la finca que vende está gravada con una
servidumbre en favor del dueño de otro predio.
De acuerdo con los establecido en el art.1700, el instrumento público no hace plena fe
de la verdad de las declaraciones dispositivas que contiene. Esto no quiere decir que no haga fe
en cuanto al hecho de haberse otorgado, sino que significa que el instrumento público no hace
prueba de la verdad de los hechos a que la declaración se refiere. Esta interpretación está
conforme a los arts.17 y 1700 del CC y 477 del CPP.
Pero, si bien es cierto, el instrumento público no hace plena prueba, las declaraciones
dispositivas se presumen verdaderas, por que el legislador parte de la base de lo normal, y lo
normal es que el contenido de las declaraciones sea verdadero. La presunción de veracidad
resulta de la aplicación de las normas del peso de la prueba (onus probandi) y no se funda en la
fe pública, pero como presunción que es, puede ser desvirtuada por una prueba en contrario.
En los que respecta a las declaraciones enunciativas el instrumento público hace plena
prueba en cuanto al hecho de haber sido formuladas. Pero la sinceridad de las declaraciones
enunciativas que relatan simples hechos anteriores, no se presume, pues las partes no prestan a
ellas la misma atención que a las dispositivas, que constituyen el objeto del acto a que el
instrumento se refiere.
Pero las declaraciones enunciativas tienen cierto mérito probatorio que resulta de su
consideración de confesión extrajudicial o de testimonio, según los casos. Contra la parte que la
emite tiene el valor probatorio de confesión extrajudicial (art.398 CPC). Contra terceros la
declaración enunciativa no constituye sino un testimonio irregular, prestado fuera de juicio y sin
las formalidades previstas por la ley, con lo cual no tiene valor probatorio como prueba de
testigos, pero podría servir de base a una presunción judicial.
Esta misma regla se aplica para aquellas partes del instrumento que no han formulado la
declaración.
3.- Declaraciones enunciativas directamente relacionadas con las dispositivas: hay ciertas
declaraciones enunciativas que el legislador asimila a las dispositivas: las que tienen relación
directa con éstas.
El art.1706 dice: El instrumento público o privado hace fe entre las partes aun en lo meramente
enunciativo, con tal que tenga relación directa con lo dispositivo del acto o contrato.
Respecto de ellas se aplica la misma regla que para las declaraciones dispositivas, es
decir, están amparadas por la presunción de veracidad.
325
El instrumento público se puede impugnar por vía de nulidad y por vía de falta de
autenticidad. También pueden impugnarse las declaraciones de las partes contenidas en el
instrumento, en este caso, la fe del instrumento no se destruye, pero su mérito probatorio
queda indirectamente afectado, pues se desvirtúan las declaraciones en él consignadas.
2.-Prueba testimonial.
Se entiende por testigos a los terceros ajenos al acto o hecho que está sometido a
discusión que pueden afirmar la existencia de un hecho jurídico porque estuvieron presentes en
el momento que se produjo o que estuvieron conocimiento del mismo.
Inconvenientes de la prueba testimonial: la declaración de la persona está condicionada
por diversos factores psíquicos personales que pueden contribuir a inducirla involuntariamente
a desfigurar la realidad, esto hace que distintas personas capten un hecho en forma diferente.
Además, esta prueba presenta el inconveniente de que es posible que ciertas personas
declaren en forma falsa sobre hechos que le convengan, pudiendo ser motivados para ello por
razones de amistad o por el deseo de obtener una recompensa. A este respecto, don Andrés
Bello señalaba en el Mensaje del CC lo siguiente:
No hay para qué decir la facilidad con que por medio de declaraciones juradas pueden
impugnarse y echarse por tierra los más legítimos derechos. Conocida es en las poblaciones
inferiores la existencia de una clase infame de hombres que se labran un medio de subsistencia
en la prostitución del juramento.
Algo tímidas parecerán bajo este punto de vista las disposiciones del proyecto; pero se
ha recelado poner trabas a la facilidad de las transacciones, y se ha creído más prudente
aguardar otra época en que generalizado por todas partes el uso de la escritura, se pueda sin
inconveniente reducir a más estrechos límites la admisibilidad de la prueba verbal.
La circunstancia de riesgo que implica la declaración de testigos y el peligro de que a
través de ella pueda afectarse la realidad y pasarse a llevar los derechos de otro, llevó al
legislador a limitar este tipo de prueba. Sin embargo, hay ciertos casos en que es necesario
recurrir a esta prueba, ya sea por la naturaleza misma de los hechos que se trata de demostrar,
ya sea porque significa un medio de prueba más expedito y rápido, conveniente al acto en que
incide. Así, en los delitos y cuasidelitos civiles es casi imprescindible la prueba testimonial.
También en materia comercial no hay limitaciones, salvo excepciones, para esta prueba en
consideración al monto de las obligaciones que se trata de probar.
Pero, hay actos que no pueden probarse por testigos, es decir, actos en los cuales la prueba
de testigos es inadmisible:
- El legislador dice en el art.1708 que no se admitirá prueba de testigos respecto de una
obligación que haya debido consignarse por escrito. Esto es, todos aquellos actos
solemnes en los cuales la solemnidad consiste en la escrituración, como sucede con el
contrato de compraventa de bienes raíces (art.1801), con el contrato de promesa de
celebrar un contrato(art.1554) y con los testamentos solemnes.
Cuando el acto solemne y la solemnidad consiste en la escrituración, la falta del instrumento
respectivo no solamente impide la prueba de un acto o contrato por un medio diferente, sino
que tiene como sanción la nulidad absoluta del acto o contrato. Aun cuando Claro Solar sostiene
que la sanción para este caso es la inexistencia del acto, teniendo como fundamento el art. 1701
inc.1.
330
- El CC señala en el art.1709 que deben constar por escrito los actos o contratos que contienen
la entrega o promesa de una cosa que valga más de 2 unidades tributarias. La UT puede ser
anual o mensual, se entiende que en este art. se refiere a las UT mensuales. Cuando el
legislador dice que en este caso no se admitirá la prueba de testigos, no quiere decir que no
pueda probarse por otros medios, puesto que la limitación la ha establecido con respecto a la
prueba de testigos.
La limitación de la prueba de testigos se refiere a los actos y contratos, y no a los hechos.
Por esto es que los hechos pueden probarse por testigos, aun cuando la cantidad que se
demande o reclame sea superior a 2 UT. También puede probarse toda otra clase de hecho de
la naturaleza o del hombre que indirectamente pudiera tener consecuencias de índole jurídico.
La entrega de la cosa puede probarse por testigos porque es un hecho.
En las obligaciones existe una distinción entre las obligaciones de dar y las obligaciones
de hacer. Las obligaciones de dar dicen relación con la transferencia del dominio o la
constitución de un derecho real.
En opinión de Alessandri la prueba testimonial se refiere a las obligaciones de dar, hacer
o no hacer alguna cosa. Así lo probaría el texto del art.1709 que habla de la entrega o promesa
de una cosa y no de la entrega o promesa de entrega de una cosa.
Claro Solar no cree que el art.1709 se haya referido a toda clase de obligaciones de dar,
hacer y de no hacer, porque si tal hubiere sido la intención del legislador, las palabras de la ley
estarían de más, y habría bastado decir que deberán constar por escrito los actos o contratos
que valgan más de 2 UT; pero no es eso lo que dice, sino los actos que contengan la entrega o
promesa de una cosa que valga más de 2 UT.
Por su parte, Antonio Vodanovic estima que es Alessandri quien está en lo correcto,
porque existe la misma razón para exigir la prueba escrita tratándose de la promesa de entrega
de una cosa que tratándose de la promesa de realizar un hecho o una abstención, pues el
legislador atiende al valor del objeto de la obligación. Señala que en cuanto a la idea de Claro
Solar de que la palabra entrega después de promesa no se puso para evitar la cacofonía, no
convence, porque el legislador en muchas ocasiones prefirió incurrir en ese defecto de lenguaje
para ganar en claridad. La razón, pues, por la que no está la palabra entrega después de
promesa, es de fondo jurídico y no de forma literaria.
El inc.2 del art.1709 dice que no es admisible la prueba de testigos en cuanto adicione o
altere de modo alguno lo que se exprese en el acto o contrato ni sobre lo que se alegue haberse
dicho antes, o al tiempo o después de su otorgamiento, aun cuando en algunas de estas
adiciones o modificaciones se trate de una cosa cuyo valor no alcance a la referida suma.
Así, si en un contrato de mutuo de un valor superior a 2 UT se pactó una determinada
tasa de interés, una de las partes pretende probar que hubo después rebaja del tanto por ciento
de intereses, no podrá hacerlo mediante testigos.
Pero, al igual que en el caso de los actos que contienen la entrega o promesa de una
cosa que vale más de 2 UT, podría emplear otro medio de prueba, como la confesión judicial.
Esta regla de que no es admisible la prueba de testigos contemplada en los arts. 1708 y
1709, tiene la siguientes excepciones, las que sólo son aplicables a las circunstancias de los
arts.1708 y 1709, y en caso alguno, a aquellos actos que han debido consignarse por escrito
(art.1711):
1.- Cuando hay un principio de prueba por escrito: principio de prueba por escrito es un acto
escrito del demandado o de su representante que hace verosímil el hecho litigioso (art. 1711
inc.1). Para que el documento constituya principio de prueba por escrito debe reunir los
siguientes requisitos:
a.- debe ser un documento escrito, firmado o no.
b.- puede ser público o privado reconocido o mandado a tener por reconocido.
c.- debe hacer verosímil el hecho litigioso, es decir, entre él y la obligación que se trata de
probar, debe haber manifiesta ilación y coherencia.
d.- debe emanar de la parte contra la cual se invoca o de su representante, aunque no sea el
demandado. El CC emplea la expresión demandado, porque normalmente él lo habrá dado.
2.- Cuando hay imposibilidad de obtener prueba por escrito: en este caso se admite la prueba
testimonial. La imposibilidad puede ser física o moral. Hay imposibilidad física cuando las
circunstancias materiales no permiten otorgar un instrumento. Y hay imposibilidad moral
cuando razones de afecto, delicadeza, etiqueta o costumbre no hacen procedente exigir la
extensión de un documento escrito.
3.- Finalmente, procede cuando la ley exceptúa la limitación: ejemplos se pueden encontrar en
los arts. 2175 (comodato), en el depósito necesario (art.2237) y en los negocios mercantiles (art.
128 C de C).
Testigos de oídas: son los que relatan hechos que no han percibido por sus propios
sentidos y que conocen por el dicho de otras personas. Por esta razón, los testimonios de oídas
se consideran como base para una presunción judicial (art.383 CPC). Sin embargo, es válido el
332
testimonio de oídas cuando el testigo se refiere a lo que oyó decir a alguna de las partes, en
cuanto de este modo se explica o esclarece el hecho de que se trata.
Respecto de los testigos presenciales, el art. 384 del CPC da distintas normas:
3.- Presunciones
La presunción es el resultado de una operación lógica, mediante la cual, partiendo de un
hecho conocido se llega a aceptar como existente otro desconocido o incierto.
Las presunciones se basan en el supuesto de que debe ser verdadero en el caso concreto
lo que suele serlo de ordinario en la mayor parte de los casos en que entran aquellos
antecedentes o circunstancias conocidas.
Los tribunales han resuelto que en aquellos casos en que es inadmisible la prueba
testimonial, y la presunción se basa en las declaraciones de los testigos, dicha presunción
resulta inadmisible, porque equivaldría a burlar las limitaciones de la prueba testimonial
(Revista de Derecho y Jurisprudencia: T.3, secc. primera, p. 230; T.9; secc. primera, p.117).
Pero vale la presunción aunque contribuyan a formarla declaraciones testimoniales, si
aquélla se deduce de hechos confesados por las partes o que constan de autos (Revista de
Derecho y Jurisprudencia: T.37, secc. primera, p.499).
Clasificación:
a) presunciones judiciales simples o del hombre,
b) presunciones legales, las que se subclasifican atendiendo a si admiten o no prueba en
contrario en:
- simplemente legales y
333
- de derecho.
Presunciones judiciales:
Son las que el juez deduce de ciertos antecedentes y circunstancias que él determina y
que se llaman indicios. No se encuentran enumeradas en la ley, ya que es imposible establecer
su número.
Condiciones que deben reunir estas presunciones para tener valor probatorio: según el
inc. final del art.1712 las presunciones deben ser graves, precisas y concordantes.
Grave: significa que del hecho conocido se deduzca casi necesariamente el hecho
desconocido.
Precisa: significa que no puede aplicarse a muchas circunstancias, que haya relación de
causalidad entre las circunstancias y antecedentes conocidos y la conclusión que de ellos se
infiere.
Concordantes: significa que una presunción no se destruye con otra, que si son varios los
antecedentes haya entre ellos armonía.
La presunción judicial debe fundarse en hechos reales y plenamente probados.
Constituye plena prueba, pero, lógicamente puede ser destruida por otra plena prueba.
b) Presunciones legales: son aquellas en que los antecedentes o circunstancias que dan
motivo al hecho que se deduce, son determinados por la ley (art.47 inc.2). Son excepcionales y
su interpretación es restrictiva, de ahí que no puedan aplicarse por extensión ni analogía más
allá de los casos expresamente previstos por el legislador.
Dentro de estas presunciones se encuentran las simplemente legales y las de derecho:
Presunciones simplemente legales: son aquellas en que se permite probar que el hecho
deducido no existe, aunque sean ciertos los antecedentes o circunstancias de que la ley la
infiere (art. 47 inc.3). Como ejemplo se puede citar al art. 180, que expresa que el hijo que nace
después de expirados los 180 días subsiguientes al matrimonio, se reputa concebido en él y
tiene por padre al marido. Pero el inc.2 del mismo artículo faculta al marido para no reconocer
al hijo como suyo si prueba si prueba en que durante el tiempo en que pudiera presumirse la
concepción, estuvo en absoluta imposibilidad de tener acceso a la mujer.
En la práctica, las presunciones simplemente legales tienen como efecto el de invertir el
peso de la prueba, cuando lo presumido no es lo normal.
Presunciones de derecho: no pueden discutirse, no admite prueba en contrario,
supuestos los antecedentes y circunstancias. de que la ley la infiere (art.47 inc.4). Se puede citar
como ejemplo a los arts.76 inc.2, 223, 706 inc. final y 1790.
No hay necesidad de términos sacramentales para considerar una presunción como de
derecho. Lo que si es necesario es que se revele claramente la intención del legislador de no
admitir prueba en contrario.
4.- La confesión
Es la declaración que hace una persona por la cual reconoce y prueba para sí mismo un
hecho que le perjudica.
Se dice que esta es la prueba más importante de todas. Se fundan en que no es lógico
creer que el que confiesa en juicio no ha de mentir para perjudicar sus intereses, y cuando hace
una declaración favorable a la parte contraria, debe ser creído.
La confesión tiene que prestarla alguna de las partes, porque las partes prestan
confesión; mientras que los terceros son testigos y prestan declaraciones.
Los hechos confesados tiene que ser contrarios a los intereses del confesante y no
favorables a él.
La confesión produce todos sus efectos en forma plena y eficaz desde el momento en
que ella se presta.
Para confesar es necesario tener capacidad como para disponer del derecho al cual se
refiere la confesión, aunque la confesión en sí misma no constituye disposición del derecho;
pero, como consecuencia de ella, puede producirse dicha disposición. Así, si alguien reconoce
que no tiene un derecho, está haciendo disposición de él.
2.- Confesión judicial: admite clasificaciones atendiendo a la forma en que ella se presta y a la
naturaleza misma de la confesión.
posiciones las preguntas que una de las partes formula para que sean contestadas bajo
juramento por la contraparte. Se formulan en conjunto, por escrito y se presentan al tribunal en
sobre cerrado.
La persona que ofrece la prueba se llama ponente, ya la que contesta se llama
absolvente.
Las respuestas al pliego de posiciones las da la parte absolvente por intermedio del juez, e
incluso, hay ciertos casos en que la ley faculta a éste para que, a petición de parte, dé por
confesados los hechos.
La confesión provocada puede ser expresa o tácita, la primera se hace en términos
explícitos; y la segunda, es la que el juez declara a petición de parte, porque la ley la deduce de
ciertos hechos, como cuando el litigante no comparece al segundo llamamiento hecho bajo
apercibimiento de tenerlo por confeso, o comparece y se niega a declarar o se limita a dar
respuestas evasivas (art.394 CPC). En estos casos se le da por confeso, a petición de la parte
contraria, en todos aquellos hechos que estén categóricamente en el escrito en que se pidió la
declaración.
La confesión se clasifica también en pura y simple, compleja y calificada.
Pura y simple: es la que se hace sin agregar nada a los hechos confesados.
Compleja: es aquella en que se confiesa algo, pero se le agregan hechos desligados entre sí
(complejas de primer grado), o hechos ligados entre sí o que se modifican los unos a los otros
(compleja de segundo grado), pero sin alterar la naturaleza jurídica.
Calificada: es aquella en que el confesante reconoce un hecho, pero le agrega una circunstancia
que altera su naturaleza jurídica. Por ejemplo: reconoce haber recibido una suma de dinero,
pero no a título de mutuo, sino a título de donación.
Requisitos de la confesión:
1.- debe hacerse por una parte;
2.- debe prestarse ante el tribunal de la causa;
3.- debe ser hecha conscientemente: sin error de hecho, y
4.- debe el hecho perjudicar al que lo confiesa.
Sin embargo, la tendencia actual es aceptar la confesión cuando concuerda con otras
pruebas; y, en todo caso, no se admite cuando la ley lo establece expresamente (arts.157 y
2485).
Indivisibilidad de la confesión
El problema consiste en saber si el adversario del confesante puede fraccionar la
confesión, sirviéndose sólo de la parte que le beneficia y rechazando la que le perjudica. Este
problema no existe en las confesiones puras y simples, pues como contienen un solo elemento,
materialmente no se puede hacer separación o división alguna.
En general, se dice que las confesiones prestadas en juicio son indivisibles. El
fundamento de la indivisibilidad de la confesión sería en que ésta no se constituye sino de todas
sus partes, las cuales son mutuamente unas condiciones de otras, y dividir la confesión sería
desnaturizarla.
Otros dicen que el fundamento de la indivisibilidad proviene de la fuerza probatoria;
invocada y prestada la confesión, produce plena prueba en todas sus partes, de suerte que no
podría aceptarse una parte y exigirse la prueba del resto; el efecto probatorio se extiende a la
totalidad de lo confesado, y no a una parte.
Pero otro sector de la doctrina estima que el problema de la indivisibilidad no existe,
porque las llamadas confesiones calificadas y complejas no serían confesiones, sino simples
denegaciones: el que hace una de dichas confesiones (que son las únicas que provocan el
problema, ya que las puras y simples por su propia naturaleza no lo pueden suscitar) nada que
e perjudique reconoce contra sí mismo, sino que fija su verdadera situación en oposición a la
que pretende atribuirle el adversario.
El principio de la indivisibilidad se acepta respecto de las confesiones calificadas, porque
ésta no es una confesión sino simplemente una denegación y despojar el hecho confesado de
las circunstancias que constituyen su calificación, sería desnaturalizarlo, convirtiéndolo en otro
hecho jurídico distinto.
Respecto de la confesión compleja se dice que la formada por hechos conexos, es
indivisible; y la formada por hechos conexos, es divisible.
Una confesión puede comprender hechos diferentes o no, según si éstos salen o no de la
órbita del derecho que se discute en el juicio. Cuando la confesión comprende hechos
diferentes, no hay una sola confesión, sino varias: tantas como cuantos sean los hechos
diferentes. Y en estos casos puede separarse, esto es, invocarse una independiente de las
demás.
En el derecho positivo chileno, por regla general del art.401 del CPC, el mérito de la
confesión no puede dividirse en perjuicio del confesante.
Pero este mismo art. considera ciertas excepciones:
- Siempre que comprenda hechos diversos enteramente desligados entre sí, y
- Cuando, comprendiendo varios hechos ligados entre sí o que se modifiquen los unos a los
otros, el contendor justifique con algún medio legal de prueba la falsedad de las circunstancias
que, según el confesante, modifican o alteran el hecho confesado.
Son hechos totalmente desligados entre sí los que constituyen confesiones diferentes.
En consecuencia, pueden separarse los unos de los otros sin que se cercene el principio de la
indivisibilidad.
337
Irrevocabilidad de la confesión.
Se puede caracterizar a la confesión porque una vez hecha no se puede revocar, salvo
que se haya padecido error de hecho. Lo dicho se aplica tanto a la confesión de hechos
personales como a la confesión de hechos de terceros (arts.1713 CC y 402 CPC).
Está regulada entre los arts. 403 y 408 del CPC y se define como el reconocimiento o
examen de la cosa litigiosa o del lugar del suceso, realizados por el mismo tribunal, con el fin de
aclarar la verdad de los hechos controvertidos.
Este medio tiene mayor importancia en materia penal que en materia civil. Tiene lugar
en materia civil cuando la ley lo ordena, por ej. la denuncia de obra ruinosa (571 CPC) o
el amparo de aguas (183 C.Aguas) y cuando el juez lo dispone.
El art.428 CPC regula esta situación, dándole un campo de acción muy amplio al juez,
puesto que a falta de ley que resuelva el conflicto lo resuelve el tribunal prefiriendo lo que crea
mas conforme con la verdad.
338
D. Peñailillo agrega que antes de efectuar esta valoración el juez debe analizar los
tipos de pruebas que se contradicen, presentándose el problema sólo si hay oposición entre
plenas pruebas o entre pruebas semiplenas, entre sí respectivamente. Si hay oposición entre
una plena prueba y una semiplena se prefiera a la primera, lo que equivale a concluir que se
dará por probado el conforme se desprende de la plena prueba, o con las características que
se desprenden de la plena.